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1- Capacidad. (concepto). Es la aptitud de la persona para ser titular o actuar en las relaciones
jurídicas. Es un atributo de la personalidad y por lo tanto no puede faltar en el individuo, aunque
nunca se encuentra plena e intacta, es decir, oscila en grados sin falta nunca ya que si ello
ocurriera sería contradictoria de la personalidad.
Especies.
Capacidad de hecho: aptitud de las personas naturales para actuar por si mismas en la vida
civil (obrar, ejercitar). Dinámica.
Capacidad de derecho: aptitud de las personas para ser titular de relaciones jurídicas (goce,
titularidad). Estática.
Caracteres.
a) Es susceptible de grados: puede tener menor o mayor extensión en orden al bien común,
admite innumerables modulaciones.
b) Es un principio general: una vez sentado por los artículos 52 y 53 C.C. queda agotado por sí,
sólo habrá de referirse el Código a las excepciones.
c) Incapacidad: es la limitación excepcional de la capacidad que emana siempre de la ley y es
de interpretación estricta, está más allá de la voluntad de las partes.
La capacidad difiere del poder, ya que ésta es la aptitud del sujeto para adquirir derechos para el
mismo, en cambio el poder es la facultad que se tiene para la gestión de derechos ajenos.
Especies.
a) Incapacidad de hecho: cuando se carece de la aptitud para ejercer por sí mismo derechos que
se tienen.
b) Incapacidad de derecho: cuando falta la aptitud para ser titular de determinada relación
jurídica.
Fundamento.
a) De hecho: se instituye en razón de una insuficiencia psicológica del sujeto para el pleno
ejercicio de sus derechos. Dado que la capacidad es una institución rígida, no será más capaz de
hecho un menor muy inteligente, que un adulto muy disminuido intelectualmente.
b) De derecho: se sustenta generalmente en razones de orden moral.
El Remedio.
a) Absoluta: trata de la persona por nacer, implica la pérdida total de la posibilidad de ejercer
cualquier derecho del que se es titular, pero otra persona puede obrar en su nombre y por su
cuenta, es de hecho, ya que si fuera de derecho implicaría la muerte civil.
b) Relativa: es la que tiene excepciones a la hora de ejercer los derechos (de hecho), no hay
incapaces de derecho, sino personas que padecen incapacidad de derecho en relación a ciertos
actos.
El antiguo art. 135 enumeraba los actos que le eran relativamente prohibidos al menor
emancipado, que sólo podía realizar con autorización judicial, así: la venta o hipoteca de bienes
inmuebles de cualquier valor, la venta de fondos o rentas públicas ni acciones de compañías de
comercio o de industria, ni contraer deudas que pasen el valor de 500 pesos, ni hacer
arrendamiento como arrendatarios por plazos que exceda de tres años, ni recibir pagos que pasen
de 1000 pesos, ni hacer transacciones, ni sujetar un negocio a juicio arbitral, ni estar en pleito
civil. Todas esta importantes restricciones han quedado prácticamente desvanecidas por la ley
17711 que modificó el art. 135 que dice: “los emancipados adquieren capacidad de
administración y disposición de sus bienes, pero con respecto de los adquiridos por título gratuito
antes o después de la emancipación judicial, sólo podrán disponer de ellos mediante una
autorización judicial, salvo que mediase acuerdo de ambos cónyuge y uno de estos fuera mayor
de edad”.
Actos de disposición: según Orgaz es aquel que importado o no una enajenación, altera o
modifica sustancialmente los elementos que forman el capital de su patrimonio o que
compromete se porvenir a largo tiempo. Por ejemplo: enajenación de cosas productivas de frutos,
arrendamiento a largo plazo, cambio de destino de una cosa.
Actos de administración: es aquel que manteniendo la conservación de los capitales tiene por
objeto hacerles producir los beneficios de que normalmente ellos son susceptibles de acuerdo
con su naturaleza y su destino. Ejemplo: actos de explotación normal del capital (colocar dinero
para generar intereses), venta de cosas destinadas a su venta.
Actos de conservación: tienen por finalidad conservar el valor patrimonial en peligro inminente
de perderse. Ejemplo: venta d mercaderías, reparación de edificios de difícil conservación.
Incapacidad absoluta: la persona no puede ejercer ninguno de los derechos de los cuales es
titular. Según el art. 54 C.C. son incapaces absolutos: las personas por nacer, los menores
impúberes (o a 14 años), los dementes, los sordomudos que no puedan darse a entender por
escrito. Estos contraen obligaciones por medio de sus representantes.
Incapacidad relativa: la persona es básicamente incapaz, pero ésta incapacidad admite
excepciones y por lo tanto es relativa. El art. 55 C.C. indica que “los menores adultos sólo tienen
capacidad para actos que las leyes les autoricen”
Incapacidad para contratar: el art. 1160 C.C. refiere a las personas incapaces para contratar:
a) Los que están excluidos de poder hacerlo con personas determinadas: es el caso de los
esposos en la compraventa (art. 1358 C.C.), cesión de derechos (art. 1441 C.C.), permuta (art.
1490 C.C.). Son casos que suponen un interés divergente (opuesto) o el desplazamiento de
bienes entre ellos (art. 1218 C.C.) o donaciones (art. 1807 C.C.). En cambio, sí pueden celebrar
contratos sin divergencia de intereses como el mandato, el comodato o el depósito. Esto rige
igualmente para contratos entre padres con hijos menores y los tutores con sus pupilos.
b) Respecto de cosas especiales: la prohibición de contratar respecto de ciertas cosas puede
provenir de la calidad de la persona (hay incapacidad de derecho, por ejemplo: el mandatario no
puede adquirir los bienes del mandante) o de la calidad de la cosa (hay una prohibición de objeto,
por ejemplo: contrato sobre herencia futura).
c) Disposiciones relativas a cada uno de los contratos: es establecida en la parte del Código
referida a cada contrato en particular. Ej: incapacidad de los sacerdotes de ser fiadores (garantes).
d) Religiosos profesos: son aquellos que han ingresado a una congregación u orden haciendo
votos de obediencia, pobreza y castidad. Su incapacidad abarca los contratos, la patria potestad,
la tutela, la calidad de testigo en un instrumento público, el ejercicio del comercio, la fianza. Ésta
incapacidad cesa cuando se trata de compras al contado de cosas muebles o cuando se obra en
nombre del convento. Se trata esta incapacidad de un rastro de muerte civil que antes
acompañaba a la profesión religiosa. En la actualidad sólo se prohibe el ejercicio del comercio, la
tutela y la patria potestad.
e) Comerciantes fallidos: esta disposición proviene de Freitas. Se trata de no una incapacidad,
sino de un mero efecto del desapoderamiento que implica el estado de falencia, el comerciante
fallido no puede oponerse a los actos de la masa de acreedores. Los contratos del fallido son
válidos pero no pueden serle reclamados a los acreedores del concurso; si el fallido es
rehabilitado, el contrato precedente puede hacerse válida (efectivo) sobre el saldo de los bienes
que quedasen después del cobro de los acreedores y sobre los nuevos bienes que adquiriese el ex
fallido.
Incapaces para ser tutores: el art. 398 C.C. da una amplia lista de quienes entran en ésta
incapacidad (menores, mudos, privados de razón, no domiciliados en la República, fallidos,
privados de patria potestad, los que tengan notoria mala conducta, condenados a pena infamante,
removidos de otra tutela, militares y marinos en servicio, profesionales religiosos). Ésta no es
una incapacidad de derecho, sino que se trata de aquellos que no son idóneos en ese cargo.
Incapacidad para contraer matrimonio: el art.166 C.C. indica los casos de las personas
incapaces para contraer matrimonio. Éstas incapacidades, cuando no son respetadas, dan lugar a
la nulidad del matrimonio, salvo en el caso de los afectados por enfermedades venéreas, caso en
el cual no se anula el matrimonio, pero si el causante es posible de una sanción. Los incapaces de
contraer matrimonio son: parientes entre sí, quien está ligado por un matrimonio subsistente,
quien carece de edad suficiente, el autor cómplice del homicidio de una de los cónyuges, los
privados de razón, los sordomudos que no puedan manifestar su voluntad, los afectados de
enfermedades venéreas en período de contagio.
Impedimentos de contratar de hecho: aquí no se trata de incapacidades, sino de
impedimentos. Ejemplos: el analfabeto (no puede otorgar testamento cerrado u ológrafo), el
sordo (no puede testar por acto público dado que no puede oír la lectura), el ciego (no puede ser
testigo en instrumento público), el mudo (no puede ser tutor), el impotente (no puede celebrar
matrimonio válido).
Caracteres.
Asistencia: el incapaz no es sustituido por otro en el ejercicio de sus derechos, sino llamado
conjuntamente con otro al desempeño de ese ejercicio. Aquí no se prescinde de la voluntad del
incapaz, sino que dicha voluntad es completada por la voluntad de la persona que desempeña la
función de controlador. Si el controlador niega su autorización, el incapaz puede recurrir al juez
para que de la venia supletoria.
Se derogó por la ley 17711 la representación por el marido de la mujer casada. El art. 61 C.C.
indica que cuando los intereses de los incapaces son opuestos a los de sus representantes, éstos
dejarán de serlo (sólo para el caso) y tomarán la representación curadores especiales. La
denuncia es obligación del representante, caso contrario sus actos serán nulos.
Los funcionarios del Ministerio de Menores no deben necesariamente plegarse a la postura más
favorable a los intereses patrimoniales del incapaz, sino dictaminar conforme al derecho.
La omisión de la intervención del Ministerio de Menores es sancionada con la nulidad de lo
obrado bajo esa forma (art. 59 y 494 C.C). La mayoría de los juristas entiende que se trata de
una nulidad relativa, ya que si el asesor de menores pide la nulidad, no es forzosa que la declare
el juez. Si cuando al pedido de nulidad, se pliega también el representante legal individual del
incapaz, entonces el juez, está obligado a declarar la nulidad.
El Ministerio de Menores está integrado por: el Asesor de Menores e Incapaces (que vela por los
intereses de los mismos, y controla a los representantes), y por el Consejo Nacional de
Protección de Menores (que cuida a los menores huérfanos o abandonados, atiende quejas por
malos tratos a menores, impone penas de exclusión correccional para menores que observen
mala conducta.
Patronato. Es la denominación que recibe el régimen por el cual el Estado provee directamente
la protección de los menores, disponiendo de ellos en sustitución de sus padres cuando ocurre la
pérdida o suspensión de la patria potestad o pérdida de su ejercicio (art. 307 a 310).
Su finalidad es atender a la salud, seguridad, educación moral e intelectual del menor,
proveyendo a su tutela sin perjuicio de los artículos 390 y 391. Se ejerce por medio de los jueces
nacionales o provinciales con concordancia del Consejo Nacional del Menor y del Ministerio de
Menores.
a) Mayoría de edad. Opera automáticamente borrando la incapacidad del sujeto que queda
habilitado para realizar todos los actos de la vida civil, sin depender de la formalidad o
autorización de los padres, tutores o jueces (art.129 C.C). En caso de conflicto bastará con la
prueba legal de la mayoría de edad por medio de la partida de nacimiento.
Requisitos.
a) Edad hábil para contraer nupcias (18 años en el varón y 16 años en la mujer)
b) Haber celebrado matrimonio.
Efectos. Los menores que contrajeran matrimonio se emancipan y adquieren capacidad civil con
las limitaciones previstas en el art.134 C.C.
Si se hubiesen casado sin autorización no tendrán hasta los 21 años de edad la administración y
disposición de los bienes recibidos o que recibieran a título gratuito continuando respecto a ellos
el régimen legal vigente de los menores, salvo ulterior habilitación, es decir, que si los menores
se casan sin autorización, serán considerados incapaces como si no fueran casados (Freitas),
actualmente tal situación igualmente produce la emancipación del menor casado, pero se le
impide a éste entrar en la posesión de los bienes, cuya administración compete al padre. (sólo los
bienes adquiridos antes de la celebración del matrimonio o a título de donación o herencia, ya
que los adquiridos por el menor durante su trabajo, quedan bajo su administración ya que son los
destinados a mantener a su familia.
En caso de disolución del matrimonio la emancipación perdura, ya que ésta es irrevocable, pero
si el matrimonio es anulado, la emancipación es de ningún efecto (art.132 C.C). La anulación se
puede producir por haber actuado los cónyuges de mala fe, pero si uno de ellos opera de buena
fe, la emancipación subsiste. La emancipación en principio produce la extinción de la patria
potestad y de la incapacidad del menor, que da éste habilitado para todos los actos de la vida
civil, pero igualmente su condición es diferente a la de los mayores de edad, pues su capacidad
sufre incidencia de los art. 134 y 135 C.C.
Requisitos.
a) Consentimiento del menor (para que no sea una herramienta para liberarse de las
obligaciones de la patria potestad)
b) Mediante autorización de los padres.
Si el menor se encontrara bajo tutela, el juez podrá autorizar la emancipación a pedido del menor
(aún contra el tutor) y con previa sumaria información sobre la actitud del menor.
Pruebas: la habilitación de los padres se otorgará por instrumento público que deberá incluirse
en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas. La habilitación judicial bastará con
la inscripción de la sentencia en dicho registro.
Revocación: la habilitación podrá revocarse cuando los actos del menor demuestren su
inconveniencia, a pedido de los padres, de quien era su tutor o del Ministerio de Menores cuando
actúa como representante.
El habilitado por edad no tiene permitido casarse sin autorización (art. 168 C.C)
Alcance. Toda habilitación comercial no va más halla de los actos y obligaciones comerciales, el
menor conserva su incapacidad para la vida civil y el menor emancipado civilmente no está por
ello habilitado para el comercio, debiendo para ello seguir el trámite correspondiente.
El C.C, en su art.131 dispone que para el ejercicio del comercio por parte del menor, se deberán
seguir las disposiciones de Código de Comercio. Una vez lograda la habilitación, no regirán para
el menor en su actividad comercial, las disposiciones del art.134 y 135 C.C.