Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
5 Jet Mykles - Genesis
5 Jet Mykles - Genesis
Heaven Sent
5
Génesis
Jet Mykles
2
Este libro fue traducido por el blog BRAD PACK para libre
lectura solo te pedimos que no cambies nada de él. Nuestro
staff realizo mucho esfuerzo para que puedas leerlo.
Este libro es de contenido homoerótico, es decir tiene escenas de
sexo explicito hombre / hombre, si te molesta el tema no lo leas,
y si eres débil de corazón no sería recomendable.
Esperamos lo disfrutes.
3
La semana antes de que Heaven Sent tocara en Año Nuevo Brent se
fractura la mano, lo que lo deja fuera de servicio para el show.
Afortunadamente no es permanente pero deja a Hell y él tratando de abordar
el “¿Qué pasaría si?” por no hablar de los celos de Brent por el guitarrista que
toma su lugar.
Tyler quiere ser padre, pero no está seguro de que Johnnie esté de
acuerdo. Johnnie siente la tensión en su relación pero no sabe qué hacer para
mejorar las cosas.
Heaven Sent necesita algo más que un milagro para encontrar su felices
para siempre. Se necesita… un nuevo comienzo.
4
Brent se movió deprisa hacia la abierta entrada de la sala, saltando sobre
las cajas vacías con pedacitos de papel de regalo todavía pegados. ¡Seguro que
lo consigues!
—¿A dónde diablos crees que vas? —Exigió Brent, riéndose. Entonces
se acordó de que Jasón había estado fuera, por lo que probablemente aún tenía
sus zapatos—. ¡Vuelve aquí!
¡Wham!
5
manos, pero parándose justo antes de tocarle. —¡Oh, tío, lo siento! ¿Estás
bien?
Sus dedos.
—Déjame ver.
—¡Mamá!
1
Cariño en Alemán
6
—¡Oh, mierda! —Brent se iba a desmayar. Sintió náuseas. No era ya
sólo por su mano herida, era que se le estaba hinchando. Le gustaba el color
morado, pero no bajo su piel.
—¿Puedes mover los dedos?— preguntó Cait, con el tono que su madre
siempre utilizaba cuando ellos se habían hecho daño.
—Oh, joder.
—¡Oh, Joder!
—De acuerdo —dijo Cait—. ¡Gregg! Gregg, tenemos que llevar a Brent
al hospital.
¡Oh, mierda!
7
—¿Así que se trata de una tradición nueva? —Preguntó Mavis, sentado
cómodamente en el acolchado banco, junto a Reese. —¿Esta fiesta después de
Navidad?
Reese sonrió, bebiendo su whiskey con cola. —Podría ser —le dijo a
ella, soltando el vaso—. Nos divertimos tanto el año pasado, que decidimos
volver a hacerlo.
Reese rio entre dientes, alisándose con una mano su pelo negro y rizado.
Había vuelto a su color natural por primera vez desde hacía dos años y todavía
sentía raro verlo así y no de color azul. —Todo lo anterior, por supuesto —
mintió, a sabiendas de que ella lo adivinaría.
8
Mavis suspiró. —Debe ser agradable ser un mantenido, que se remonta
a los días de artistas y mecenas adinerados. Estoy viviendo en el siglo
equivocado. —Se había vestido par la ocasión, llevaba un corsé con bordados
sobre una larga falda negra. Se volvió hacia la multitud—. Y también, con
semejante delicioso mecenas. ¿Dónde está, por cierto?
Con ella.
—¿Qué? ¿Quién?
Mavis se rio. —Me lo puedo imaginar. Sin embargo, está muy nerviosa.
—Demasiado, sí.
Reese bromeó. —Actuaba como tal, pero se supone que ronda los
veinte.
Luc siguió mirándole hasta que respondió a lo que dijo Karin. Reese
hizo una mueca y Luc suspiró bajando los hombros. Tú puedes ser el mayor
imbécil de mierda del mundo cuando te conviene, le recordó Reese debido a
una reciente y acalorada conversación que tuvo con la pelirroja. ¿Por qué
diablos no le demuestras a ella en que bando juegas?
Tengo que trabajar con ella, le había explicado Luc. No había ayudado
que la conversación tuviese lugar después de la proyección de la película.
10
Reese tuvo que ver escenas en las que Luc la sostenía y besaba. Incluso
una escena de ellos desnudos en la cama, aunque Luc le había asegurado que
no había estado realmente desnudo. Pero los senos desnudos de la mujer
habían tocado su pecho desnudo, sobre eso no había ninguna duda.
—Lo siento.
11
Luc lo estudió en el espejo. —¿Por qué tengo la sensación de que estás
más enfadado de lo que aparentas?
Luc mordió un lado del cuello de Reese, y luego lo lamió con su lengua.
—Te compensaré más tarde.
—¿Qué?
—¿Qué?
Reese vio abrirse sus ojos como platos en sus coordinados reflejos, y
puso su vaso en la barra. Vio como Luc entraba en shock a través del espejo.
12
—¿Estás ahora en el hospital?
Luc hablo de nuevo por el teléfono. —¿Hay algo roto? —Luego miró a
Reese, con una mueca, —Fractura. ¡Joder! —volvió al teléfono. —¿Dónde
están ahora?
—¿Qué pasó?
13
—¿Qué pasa con el show de Año Nuevo? —La banda había acordado
tocar la víspera de Año Nuevo en un nuevo spa y centro de esquí, llamado
Génesis. Luc y Reese debían salir temprano al día siguiente para encontrase
con el resto de la banda allí.
—¡Mierda!
14
Los gritos de la multitud que rodeaban a Johnnie eran como agudos
pinchazos en los tímpanos de Tyler. Eso no era nada nuevo. El hecho de que
los chillidos salían de las gargantas de niños de dos y tres años de edad, hacían
que el sonido fuera más indulgente para Tyler.
¿Quién podía pensar que Johnnie era tan bueno con los niños? Pero
entonces, Tyler decidió que eso no era del todo cierto. Johnnie era bueno con
todos, sin importar la edad o el sexo. Él estaba encantado con las pequeñas
hermanas de Tyler, pero el verlo con una pandilla de niños, era algo más.
—Ridículo, ¿no?
Tyler miró al hombre de pie junto a él. Malcolm Davis era delgado, con
unos soñolientos ojos verdes y el cabello castaño ligeramente ondulado, con el
mismo tono que su hermano mayor. La única diferencia era que el pelo de
Malcolm no era tan largo, estaba recortado a los lados y un poco más largo en
la parte superior. No era tan alto, pero el parecido familiar era muy evidente.
15
Tyler y Johnnie fueron a visitarlo a la casa de acogida en la que
trabajaba. Johnnie le estaba haciendo un favor, lo que le permitió presentar al
famoso hermano mayor que la gente difícilmente creía que tenía.
—Él solía entrenar, también a las Pequeñas Ligas. Eso era un motín.
—Estoy seguro. —Tyler forzó una risa de la que se hizo eco Malcolm,
dispuesto a no dejar que el otro supiera que sus palabras le hacían daño. Tyler
no quería, tampoco hacerles daño. No se suponía que iban a herirles.
Pero lo hicieron. Johnnie amaba los niños. Podría ser padre. El estar
casado con Tyler, hacia que no pudiera serlo. ¿Cuándo llegaría Johnnie a
comprenderlo? ¿O simplemente no se lo había mencionado a Tyler por temor
a que se disgustara?
—Sí.
16
protestaron, saltando alrededor de las piernas de Johnnie. Pasó unos minutos
riéndose diciendo adiós a todos ellos.
—¡Vaya, gracias!
17
Sobre su hombro, vio a una mujer caminando hacia él con firmeza.
Sonriendo, tendió los brazos y dejó que la niña se fuera con ella. —
¡Muchísimas gracias! —Ella apoyó a la niña en su cadera, liberando su mano
para saludar a Tyler. Echó una mirada de uno a otro. —Fue muy amable de su
parte el venir.
—¿Tyler?
—Lo sé, lo sé. No he querido decir que les iba a prometer que vendrías.
—A Malcolm parecía encantarle su trabajo, era tan bueno con los niños como
su hermano.
Tyler fue el primero en salir fuera, el ligero frío del invierno chapoteó
en su rostro cuando se abría el camino hacia el coche negro que esperaba por
ellos para ir a la ciudad. El conductor esperaba pacientemente junto a la puerta
de atrás, el aire helado nublaba su aliento.
—No.
—Tyler.
19
Johnnie no le creía. Lo sabía. Johnnie tenía ese extraño y horrible don
para leer el estado de ánimo de Tyler y él no era bueno disimulándolo.
—Mierda, ¿qué?
—¿Qué?
20
—¡Oh, mierda! ¿Está bien?
21
Darien se aferró a Chris, ajeno a la húmeda y mordaz brisa que quería
llevarlos al interior.
Chris tenía frío. Darien llevaba un abrigo, pero Chris solo llevaba un
jersey y pantalones vaqueros.
—Ven conmigo.
Chris se echó a reír. —No importa cuántas veces pidas o exijas, urraca.
Ya te he dicho que no puedo.
Unas manos suaves alisaron su pelo. —Lo sé. Lo siento. Pero, dije que
podría.
—Lo sé. —Y Chris era tan bueno como su palabra. Incluso teniendo en
cuenta al desalmado que una vez le desgarró el corazón.
No era un gran negocio, otra cosa que molestaba a Darien, hasta que
recibió hoy la llamada de Reese comentándole sobre la lesión de Brent. Una
llamada posterior de Gretchen, y había tenido que hacer planes para dirigirse a
Génesis un día antes, para que él y la banda pudieran resolver qué hacer con el
espectáculo que se supone que iban a tocar en la víspera de Año Nuevo. Así
22
que ahora ni siquiera podía quedarse para asegurarse de que Simon no
intentara cualquier cosa.
—¿Volverás el sábado?
—Sí. Te lo prometo.
Darien presionó un poco más contra sus labios. —No dejes que intente
nada ni que te convenza de que todavía estas enamorado de él. Porque no lo
estás.
Darien suspiró. —Tú lo sientes. —No fue una pregunta. En realidad no.
Chris presionó sus labios con los de su amante, y agarró las muñecas de
Darien, exprimiendo el beso tanto como pudo. Tendría que durarle unos
cuantos días. ¡Maldita sea!
23
Fue Chris el que se apartó. —Deberías irte, urraca.
—Lo sé.
Darien dio un paso atrás. Cogió una de las manos de Chris mientras
ellos se apartaban. —Te amo.
24
Brent no podía evitar la sensación de que había cavado su propia tumba.
Rabin estaba junto a Johnnie, con los ojos cerrados, la cabeza baja y
componiendo un poco la melodía que tocaría en lugar de Brent con Heaven
Sent. Su voz sonaba muy bien. Su fondo era más de heavy metal punk donde
Brent era rock estilístico, pero Rabin como Brent, era un puro entusiasta de la
música. Y un guitarrista muy bueno. Podía tocar cualquier cosa, y lo demostró
ahora, de pie sobre el escenario del teatro con el resto de Heaven Sent a su
alrededor. Ellos hicieron el trabajo maravillosamente. Sonaba diferente, pero
sonaba bien. Brent se había preocupado. Ahora no lo estaba. La banda tenía un
guitarrista suplente adecuado.
25
orgullo de su banda y su música, y además, sumiéndose en una depresión
debido a que tocaban bien sin él.
Rabin sonrió. —Puedo hacer algunos de los temas de sus dos primeros
álbumes. Conozco algunas del tercero, pero no he tenido la oportunidad de
tocarlas de verdad. —Sonriendo, observó sus dedos mientras tocaba un poco
de Danger Destruction. Una eficaz elección. No era uno de los singles de su
segundo álbum, pero era una de las piezas musicalmente más intensas. Una de
las favoritas de Brent.
27
Hell torció la mandíbula, una señal de que estaba apretando los dientes.
Con retraso, después de que Johnnie empezó a cantar, él comenzó con su parte
de la canción.
Genial, los dos. De este mundo, nadie lo conocía mejor que esto dos.
Johnnie y Darien se echarían atrás si él se lo dijera, aunque Hell y Luc podrían
ironizar a Brent acerca de lo que le estaba molestando. Y él no quería hablar
de ello. No lo entenderían. No eran los que se enfrentaban al hecho de que no
podría ser capaz de hacer lo que quería, hacer lo que tenía que hacer, por una
lesión idiota.
Brent alzó una mano para detenerlo y señaló hacia la puerta de atrás.
Frank asintió con la cabeza, y ambos entraron en el vestíbulo. Unos pocos
28
ayudantes estaban tomando un descanso en la esquina, fumando en el bar,
pero por lo demás la extensa alfombra estaba desocupada.
—Lo siento —se disculpó Brent—. No podía oírte. — Fue a meter las
manos en los bolsillos del pantalón, y luego la dejó en la tablilla. Hizo una
mueca.
Frank tuvo la gentileza de pasar por alto la torpeza, su voz era suave y
llena de emoción. —Brent, sólo quería darte las gracias personalmente y a la
banda, por venir a ayudarnos.
—¿Estás bromeando? ¡Esto nos va a poner por las nubes! Uno sólo
puede esperar que veamos el mismo éxito que la inauguración de la sala
Weiss’s White!
29
hacerlo y él está dispuesto, yo estoy ahí. —Se rio—. Por supuesto, creo que a
Tyler podría no gustarle.
Brent se quedó apoyado sobre las puertas cerradas que llevaban fuera
del teatro. —Una fractura muy fina, dice el doc. —Su voz sonaba un poco
acelerada. ¿Era la bilis de su garganta?—. Dice que debería estar como nuevo
en un mes o algo así.
No. Heaven Sent no cancela una actuación a menos que algo estuviera
realmente mal. Y no había nada realmente mal. Obviamente, se podría
conseguir un guitarrista sustituto, no había problema.
¡Mierda!
Tragó saliva. —No hay problema. ¡Hey! —Se echó hacia atrás,
necesitaba quitar la mano de Frank de su hombro—. Lo siento. Tengo que
encontrarme con alguien para el almuerzo.
30
—Oye, Brent. — Se congeló en el sonido de la voz de Ellen.
Con una sonrisa genuina. Su primer temor fue que le pidieran que
volviera al teatro. —Gracias.
—Sí. —Se dirigió a través de las puertas dobles hacia el cortante aire
invernal.
31
—¡Eh!, Brent, ¿qué pasa?
Brent hizo una pausa. —No. Ellos van a pasar un tiempo allí, y tengo
hambre. ¿Qué dices?
Reese había estado con Luc desde hacía mucho tiempo. ¿Había
desarrollado por Brent el sentido de Luc? ¡Dios!, Brent esperaba que no. No
necesitaba una charla o algo así. Sólo necesitaba no estar solo consigo mismo
por un tiempo.
—Claro.
32
—Tyler no lo podía hacer —dijo Reese, mientras se deslizaba en el
reservado frente a Brent. Tuvo que agacharse apartándose de una tela de araña
que colgaba cerca del biombo, detrás de él—. Barb y Katt lo atraparon para el
almuerzo y lo están interrogando intensamente sobre temas del hotel. Gracias.
—Sonrió a la camarera que lo había llevado a la mesa.
Okay. Reese podía no conocer a Brent también como Luc, pero después
de unos años con Luc, conocía al mejor amigo de Luc bastante bien. Brent
necesitaba distracción y no pensar en la música. Podía hacer eso.
33
propietarios. Brent se había retirado, y Hell le había hecho compañía. La
historia de la localidad en realidad era bastante interesante, pero Reese sabía
que Brent no estaba atendiéndole del todo.
Ellos estaban casi en los ascensores del vestíbulo principal del hotel
cuando Reese oyó la voz.
—¡Reese!
—¡Reese!
Ella lo alcanzó por su lado, frente a Brent, con el pelo negro suelto
balanceándose alrededor de su cuello. Su sonrisa fue casi tan falsa como el
color de su impactante blusa rosa. —¡Hey, Reese!
—¡Oh, Dios mío! —Ella se tapo la boca con ambas manos, mirando la
mano de Brent—. ¡Qué horrible! ¿Cómo vas a tocar con la mano así? —
Señaló, como si la mano de Brent fuera una horrible araña.
Brent hizo una mueca, y Reese casi podía ver como la depresión volvía
a dejarse sentir en él. —No lo voy a hacer.
—Sí, claro. —Ella se coló a su lado—. Pero, ¿podrías decirle a Luc que
estoy aquí? Dile que me llame. Voy a necesitar pases para el show.
—¿Tú estás aquí con alguien? —Esperaba que la respuesta fuera un sí.
Apuñaló el botón del ascensor.
—Yo he estado muy bien, ¿verdad? Más o menos. Luc me pidió que
fuera agradable, pero... ¡Bah!
—Él tiene que trabajar con ella y no quiere lidiar con el drama de si hay
algo entre ella y yo.
Brent frunció el ceño. —Si hay algo, todo se lo ha inventado ella. Luc
sabía eso.
Reese suspiró, saliendo del ascensor. —Lo hace, lo hace. Pero me pidió
que lo intentara.
—¡Qué te jodan!
36
Eso hizo que Brent sonriera un poco.
—¿Quieres compañía?
Tal vez...
37
—¿Es bueno para el negocio? —Reese preguntó, apoyando las manos a
cada lado de la puerta.
Tyler sonrió. —Sí, por fin. Pensé que nunca me iban a dejar ir. —Cerró
la puerta y siguió a Reese a la sala principal de la suite—. Recibí tu mensaje.
¿Cómo está Brent? —Hizo un gesto hacia el bar, arqueando las cejas.
—Johnnie está convencido de que es el fin del mundo cada vez que
tiene laringitis.
Tyler rio.
—¿Has pensado alguna vez sobre eso? —Reese preguntó en voz baja—.
¿En si hay vida más allá de Heaven Sent?
—A veces.
38
—¿Crees qué ellos podrían hacerlo?
—¿Cómo?
—Sí.
—Y ahora ella está aquí. —Reese apuró su café como si fuera un trago
de bourbon. Tyler pensaba que debía estar frío.
—Sí.
—Sabes que están bien, ¿verdad? Luc está loco por ti.
Reese siguió mirando al fuego. —Él podría decidir algún día que no soy
suficiente, ¿sabes? Podría tener hijos y... —Reese miraba hacia la taza,
girando los dedos sin hacer nada. —No puedo darle eso.
39
—Lo sé.
Reese bromeó, de pie y tomando su taza del bar para echarse otra. —A
excepción de Chris, eres el más estable de nosotros ocho, y tienes una casa
permanente donde pasar el tiempo. Tienes un verdadero hogar.
40
Tyler hizo un simulacro, fulminándolo con la mirada cuando Reese
volvió a su asiento.
Reese se echó a reír mientras se sentaba. —Lo has dicho tú, no yo.
—Oh, vamos, hombre. Has pensado en ello. No crees qué Johnnie haría
las cosas que dijera la mami, ¿verdad?
—¿Huh?
Tyler se levantó para volver a llenar su propia taza. —Salvo que tendría
que irse de Heaven Sent para hacerlo. O eso, o llevar al bebe con ellos, y no
estoy seguro de que eso me gustaría.
—Sí.
—¿Niños?
—Sí.
41
—Ya lo sé. Sólo que no estoy seguro de que me gusten ninguna de las
opciones. La adopción es lo que tiene sentido, pero quién sabe si nosotros
podríamos encontrar una agencia que esté dispuesta a considerar a una pareja
de hombres. Sé que están ahí fuera, pero puede que no sea fácil. Tampoco
ayuda el hecho de que Johnnie es famoso y las estrellas de rock no son
conocidas por su estabilidad.
—Cierto.
—También es cierto.
Tyler suspiró. —De todos modos, no puedo dejar de pensar que estaría
bien tener un hijo que en realidad fuera de Johnnie. Pero, obviamente eso
implicaría una madre de alquiler, y no estoy seguro de hacer eso.
—¿Y tú personalmente?
—¿Eh?
42
—Sí.
—Lo sé. Esa es una de las razones por las que no lo he planteado. Debe
concentrarse en Heaven Sent y en su carrera. Tiene que disfrutar de ello
mientras pueda. Quién sabe dónde estará el negocio de la música dentro de un
tiempo.
Reese hizo una mueca. —Está bien, ¡uffff! —Se sentó de nuevo—.
Seguimos siendo cobardes.
—¿Qué?
43
—¿Dónde ha ido Brent?
Darien apoyó la espalda contra la barra, que ocupaba una esquina del
vestíbulo del teatro. Ellos estaban en un descanso, mientras que el equipo de
sonido trabajaba en el arreglo de un amplificador. Dentro de poco, volverían al
escenario para practicar algunas canciones más. Todos estaban bastante
seguros de que después de eso y un descanso para comer más tarde, podrían
tocar durante una hora larga y ensayar juntos, hasta después de medianoche.
—¿Cómo le va?
44
—¿Qué?
—Sentimental.
—Sé lo que significa. No parece que sea una palabra que suelas utilizar.
Hell ladeó la cabeza hacia un lado. —Es una de las palabras favoritas
de Chris. —Hell sabía eso, después de haber sido amigo de Chris mucho antes
de que Darien se emparejara con él.
—¿Trabajo?
Darien miró de reojo a Hell. Él era el único que podía entenderle. —Si,
Simon Ritter lo contrató.
—No. No hemos podido hablar desde hace tiempo. ¿Por qué Simon
contrataría a Chris?
45
—Simón dijo que Chris era el único abogado en el que sentía que podía
confiar.
—¿Qué le pasó?
Hell inclinó su cabeza hacia un lado, su pálido pelo color lavanda caía
sobre la mejilla. —Y, ¿cuál es tu versión?
—Sí.
—¿Y?
—En realidad, sí, lo sé. Pero eso no quiere decir que me gusta que esté
con su ex cada vez que se lamente, en vez de conmigo.
Darien enarcó las cejas. Wade era el más reciente presentador de Prime
Time de moda. Llevaba sólo al aire seis meses y se encontraba cerca del nivel
de Letterman. El hecho de que estaba en la televisión por cable, le daba un
poco más de libertad con lo que podría decir, así como las frecuentes
repeticiones que se hacían durante el día. Tomaba ventaja sobre ambos.
—¿En un aprieto?
—Sí. Su show en directo para esta noche tuvo que cancelarse. Oyó que
nos encontrábamos por la zona, y quiere saber si no nos importaría pasarnos
por ahí para llenar el espacio.
—¿Y?
47
Por supuesto, mientras se miraban unos a otros, se dieron cuenta que
faltaba algo. O, mejor dicho, alguien.
—No. —Hell levantó la cara, con una expresión pálida. Miró a Luc, y
se miraron el uno al otro por un breve momento, antes de continuar. —Yo lo
llamaré.
Luc asintió.
48
—Por supuesto que deberías hacerlo. —Brent estaba en la cama
mirando al techo, luchando contra el nudo en su garganta.
—Si vamos, no estaremos de regreso hasta la madrugada, —explicó
Hell a través del teléfono. —Y nos perderíamos el resto de la noche de
ensayo. Con la prensa y los partidos de la localidad, no tendríamos mucho
tiempo para dormir.
—Duerme en el coche. Puedes descansar cuando regreses. El material
de prensa no se inicia hasta las cinco.
—No hemos terminado de ensayar o hacer una prueba preliminar.
Lo que significaba un comienzo temprano por la mañana. —Estarás
bien.
—Llamó una vez. Probablemente vuelva a llamar.
—Y seria aún más probable que llame si le hacemos un favor. —Brent
tomó un respiro.— Mira. Los dos sabemos que ustedes ni siquiera estarían
dudando si no fuera por mí. ¿Por qué dudan ahora? ¿Rabin no está dispuesto a
ocupar mi puesto?
—Oh, no. El parece estar dispuesto. Si tú dices que todo está bien.
Brent levantó una mano para frotarse los ojos, se dio cuenta que no
podía a causa de la férula. La ira repentina le quemaba, casi lanza su teléfono
móvil a través de la habitación en la frustración, pero se las arregló para
sofocarla. —Vaya, —dijo con la voz calmada.— Golpeado y muerto.
50
—Correcto.
—Lo siento, no llegaremos a vernos. Estamos prácticamente saliendo de
aquí si Brent dice okay.
—¿Qué pasa con la ropa?
—El personal de Grethen siempre tiene algo escondido para nosotros.
Ella siempre piensa en cosas como esa.
Tyler miró la puerta abierta del dormitorio, mirando más allá de la cama
vacía. —Te echaré de menos.
—Te echaré de menos, también. Oye, tal vez podrías decirme que te ha
estado molestando después del concierto de mañana, ¿eh? —Johnnie
suspiró.—Apenas has hablado conmigo en los últimos días. Realmente me
gustaría saber lo que he hecho, y poder compensarte por ello.
—¿Qué? Tú no tienes… no tengo… No me pasa nada.
—Inténtalo de nuevo, rubito.
Tyler agarró un almohadón contra su regazo. —Nada está mal. ¡He
hablado contigo!
—Has estado silencioso.
—Yo…
—Lo siento, espera un segundo. —Silencio.— Hell ha regresado. Brent
ha dado el visto bueno. Tenemos que irnos.
—Está bien.
—¿Quieres que te llame desde el coche?
—Si quieres.
—¿Quieres hablar conmigo?
—Johnnie, no pasa nada.
Otro suspiro. —Está bien. Lo que tú digas. Me tengo que ir. Te amo.
51
—Te amo también.
****
—Oh, mierda, ¿por qué Brent tiene que tener lastimada la mano? —
Gruño Reese, pasando una mano por su pelo mientras se recostaba en el sofá
de la habitación que compartía con Luc, sosteniendo el teléfono en la oreja
con la otra.
—Sí, —Suspiro Luc.— Lo sé. Oye, escucha, yo iba a ver si querías
venir, pero… ¿podrías ver como esta, esta noche? Hell y yo nos iremos, así
que…
—¡Oh, seguro! Sí, no te preocupes, conozco la dinámica. Eso es lo que
se trató durante el almuerzo.
—¿Estaba contigo?
—Sí.
—Oh, gracias a Dios. ¿Está bien?
—En realidad no, pero tampoco está mal. Él estaba bien hasta que…
¡Oh mierda, tengo que decirte!
—¿Qué? Maldita sea, espera. —Silencio. Murmullos lejos del
teléfono.—Oye, lo hacemos. Me tengo que ir.
52
Reese se echo a reír antes de darse cuenta. —Lo sé.
—Yo no la invité.
53
—Tuve que volar a Chicago ayer.
—¿Estas en Chicago?
—Sí.
—¿Por qué? No, no me digas. El caso de Simón.
—Darien, no es tan malo como parece.
—¿No es asi?
—No. Todavía tengo la intención de estar allí mañana por la noche para
el espectáculo.
—No hagas ninguna tontería o algo por el estilo. —Oyó las palabras
que salían por su boca, pero no podía hacer nada para detenerlas.— No me
gustaría que Simón sufriera o le ocurriera algo.
—Darien no es justo.
—Es justo así. Él te llama para ayudarle, y arruinar los planes que tenias
conmigo a causa de él.
—Nada esta arruinado. Yo estaré allí mañana por la noche.
—Se ha arruinado lo suficiente.
—Yo haría lo mismo por cualquiera de nuestros amigos.
Darien lanzó su puño sobre el asiento de cuero junto a él. —Sí, está
bien, este es diferente él no es un amigo. —Joder, casi se sentía bien. — Es un
jodido busca vidas que ha roto tu corazón, y no puedo creer que todavía le
hables.
Johnnie, tendido en el asiento frente a él, se levantó, con la cara
preocupada.
Darien lo saludó con la mano, enroscándose sobre sí mismo en lo que él
sabía que era un puchero irritable. Así sea.
54
Chris suspiró. —Estoy tratando de utilizar esto como una oportunidad
de poner a Simón y el pasado detrás de mí. Detrás de nosotros. Eso es lo que
quería.
—Lo único que sé es que te quiero lo más lejos de ese imbécil como sea
posible.
Chris debería enfadarse. Si alguien trataba a Darien como él trataba a
Chris ahora mismo, se pondría furioso.
Chris no se enfadó. Parecía… triste. —Siento si te decepcioné.
¿Prefieres que no vaya mañana?
—¡No! Te quiero aquí. Mierda, mierda, mierda. Te quiero aquí, y sé que
estas haciendo lo que piensas que es mejor, y yo estoy actuando como un
bebe, pero… ¡maldita sea!
—Te amo.
—Te amo también.
55
Darien se desplomó sobre el asiento, resistiendo la tentación de tirar su
teléfono móvil a través de la ventana de cristales tintados. —Ser un maldito
santo.
56
Brent sabía porque lo hacían, sólo que realmente deseaba que no lo
hicieran. Reese y Tyler estaban aquí para verlo —probablemente Luc o Hell
se lo pidieron— una parte de él agradecía la consideración. Una pequeña parte
de él.
57
—¿Quién te metió en esto? ¿Hell o Luc?
Tyler se limito a sonreír. — ¿Importa?
—Cierren la boca, los dos, —dijo Reese, echándose un poco más hacia
delante. — Está empezando.
Tyler miro a Brent con cuidado. Él estaba bien. No especialmente
contento, pero cuando el show comenzó, se instaló e incluso se rió un par de
veces durante el monologo de apertura de Wade.
El presentador del programa era fuerte y temerario. A Tyler no siempre
le gustaba, pero podía admitir que el hombre era encantador y divertido a
menudo.
El anuncio de que la banda anteriormente anunciada sería sustituida por
Heaven Sent envió a la audiencia a un escándalo.
—Tenía que haberlo anunciado de otra manera. —Tyler miraba
boquiabierto cuando la cámara enfocaba la audiencia llena de adolescentes
gritando y no tan adolescentes. Muchos de ellos llevaban camisetas de Heaven
Sent.
—Él publicó en la página web de fans hoy, —confirmó Reese, mirando
la sesión del chat en su pantalla del ordenador portátil.— Se ofrecen entradas a
las personas para esta noche, y dan muchas a los miembros del club de fans de
Heaven Sent.
Brent se echo hacia atrás, una sonrisa satisfecha en su cara. — ¡Ah, las
maravillas de internet!
Tyler se echo a reír. No podía discutir eso. Él mismo había conocido a
la banda a través del foro oficial de fans.
Cuando la banda comenzó a tocar, Reese casualmente movió la ventana
del navegador abierta con los mensajes del foro. Se hizo parecer muy
ocupado, y luego se echó hacia atrás, poniendo expresión de sorpresa. —
¡Guau! —Se volvió a Brent, distrayéndolo. — Tienes que ver esto. —Brent
frunció el ceño.
58
—Estoy viendo el espectáculo.
Reese hizo un gesto con la mano en la pantalla. —Tienes que verlo. —
Agarró del brazo de Brent y tiró de él otra vez.— Mira.
Se encontró con la mirada inquisitiva de Tyler sobre la cabeza de Brent.
Dio una mirada significativa a la pantalla de televisión.
Tyler articulo un silencioso -ah- y asintió con la cabeza.
— ¿Qué es esto?, —preguntó Brent, alcanzando el mouse.
Reese se deslizo otra vez, dando lugar a Brent para que se acercara. —
Es un anuncio de buenos deseos. Para ti.
Sospechaba que Brent no lo había visto. Él había frecuentado alguna
vez los foros, cuándo la banda estaba en las primeras etapas. Rara vez lo visitó
de nuevo. Reese si lo había hecho, y había visto el mensaje lleno de amor y
buenos deseos para el querido guitarrista de la banda.
Brent se desplazaba a través de algunas de ellos, y luego sacudió la
cabeza y se echo hacia atrás. Por lo menos estaba sonriendo.
—¿No vas a leerlos?
—Los leeré más tarde. —Lo miró. — No hace falta que me distraigas
viéndote jugar. Estoy bien. —Asintió con la cabeza hacia el portátil. — Sin
embargo, no lo cierres.
Reese sonrió a Tyler, luego a Brent. —Por supuesto.
****
Darien sonrió cuando el pequeño Wade Jenkins apretó su culo estrecho
en el sofá de dos plazas entre Johnnie y Luc. El hombre era quizás unos
centímetros más alto que Hell, y un poco más ancho. A Wade como a Hell le
gustaba cuidar su cuerpo. Mientras Wade se hacía más andrógino, Jenkins se
hacía más volcánico. Estaba constantemente en movimiento, siempre
hablando -a pesar de tener la sensación de que no te está escuchando- Incluso
59
Darien que era el reconocido hiperactivo de la banda, se cansaba de ver a
Jenkins en acción.
El pequeño rubio se acurruco contra Johnnie, poniendo una mano sobre
su rodilla y la cabeza sobre su hombro. —Oh, sí, —exclamo Wade, cerrando
los ojos. — Definitivamente puedo ver porque ese amante tuyo se volvió gay
para ti. —Abrió sus grandes ojos color avellana y pestañeo dramáticamente
hacia Johnnie. — Incluso estaría dispuesto a intentarlo yo mismo.
Johnnie se rio amablemente, poniendo un brazo sobre los hombros de
Wade. —Lo siento, Wade. Si me hubieras atrapado hace unos años, quizás
podría haber funcionado algo.
Wade suspiró dramáticamente, volviendo la cabeza para mirar a Luc.
—Todos ustedes están tomados, —dijo, sentándose girando la cabeza
para mirar a Hell y Darien. — Incluso tú, Darien.
Darien sonrió. —Incluso yo.
—¿Y tú, Rabin?
El guitarrista hizo una mueca. —Estoy indeciso.
Wade se echo a reír, golpeando sus propias rodillas. —Indeciso, si. Me
gusta eso. Quizás yo también lo esté. —Según todos los chismes, el
presentador del show no era gay, pero los mismos chismosos decían que él
haría cualquier cosa para ganar audiencia. Parpadeó de nuevo. — Quizás tú y
yo podríamos experimentar juntos.
Wade extendió una mano sobre su pecho mientras el público aplaudía.
—Oh, vamos. —Se echó a reír, dejándose caer tímidamente en el sofá. —Por
lo tanto Rabin —se inclinó sobre el regazo de Luc, obviamente invadiendo su
espacio personal— ¿Qué se siente al unirse a Heaven Sent?
Rabin negó con la cabeza. —No me he unido. Sólo estoy sustituyendo a
Brent.
—Oh, sí —Se sentó y se dirigió hacia Hell. — Vamos a hablar de eso.
¿Como esta Brent? Se lastimó, ¿no? ¿Que pasó?
60
Hell inclino la cabeza antes de encontrarse con la mirada sombría de
Wade.
—Él se lesionó la mano, —dijo poniendo un grueso acento para las
cámaras.
—¿Se pondrá bien?
—Según el médico, se trata de una fractura. Él debe estar bien en un
mes más o menos.
Wade chasqueó la lengua, sacudiendo la cabeza. —Bueno, desde luego
estoy contento de que se vaya a poner mejor. —Miro fijamente a la cámara. —
Brent, si nos estas viendo, cuídate esa mano. Me encantaría tenerlos a todos de
vuelta, cuando las cosas vuelvan a la normalidad. —Radiante, se levantó y fue
a sentarse en el brazo del sillón de Rabin. Era uno de esos respaldos amplios
cuadrados donde la parte de atrás estaba a la altura de los brazos. Así que con
su mano apoyada en la espalda, se cernía cercana sobre el guitarrista. — ¿Y
tú, Isaac Rabin, que está pasando con tu banda, Índigo Knights? Oh, espera,
antes de contestar, cada persona de aquí escribe preguntas para los chicos.
Vamos a elegir algunas para hacerlas después de la siguiente pausa comercial.
—Se volvió hacia Rabin. —Ahora, Rabin…
Darien se recostó al lado de Hell y escuchó con media oreja. Wade
Jenkins acababa de volver a invitarles a su programa. Él sólo hacia esto en el
aire de vez en cuando. Las cosas iban bien.
61
La apertura de la puerta a las cinco de la mañana despertó a Tyler de un
sueño profundo. El estaba girando cuando Johnnie entro al dormitorio.
—¿Lo soy?
Johnnie tenía una cosa con el año nuevo. Era su fiesta favorita
superando incluso la Navidad y el Cuatro de Julio. Estaba firmemente
convencido de que si estaban felices y esperanzados en los inicio de un nuevo
año, los mese restantes seguirán su ejemplo.
63
vistazo a los números que brillaban intensamente en azul del reloj de la
mesilla de noche— Esta noche, así que habla conmigo.
Tyler gimió.
Clavo su mirada en los ojos de Johnnie. ¿Qué había echo para merecer a
este hombre? Desde que se había casado con Johnnie, su vida se había vuelto
completamente al revés, y el estaba profundamente agradecido por ello. Con
devoción deseaba poder darle algo a cambio.
64
—Rubio, mirándome conmovedoramente no me convencerás, —dijo
Johnnie sonriendo, — Aunque es una hermosa vista.
—¿Quieres un niño?
—¿Tú no?
Johnnie sonrió. —Me gustan los niños. Pero mi vida está un poco
agitada en estos momentos.
—No, no lo estoy.
Tyler estudio ese sonriente rostro con cuidado. — ¿Así nada mas? ¿Si
yo quiero un niño lo podemos tener?
—Seguro.
—Porque lo deseo…
—¿Y tú?
—Dijiste que sería genial, pero que no era algo que tenias que hacer.
Johnnie se rio entre dientes. —Eso fue antes de saber que tú querías.
66
Tyler se levantó hasta sentarse. —Así que… ¿quieres un hijo?
Tyler podía perder los estribos con facilidad, pero se contuvo. Johnnie
estaba siendo razonable. Podía ser razonable también. ¿Qué es lo que
realmente quería, de todos modos? Enredo las manos en las mantas que se
agrupaban en su regazo, y las miro fijamente. —Tu vida realmente en este
momento no te podría permitir ser uno de los padres.
Tyler atrajo sus rodillas, y apoyo la barbilla en ellas. —No estoy seguro.
—¿Qué?
—Luc, si. Creo que a Darien le gustaría pasar más tiempo a solas con
Chris. Brent y Hell probablemente necesiten algo de tiempo a solas también.
—Abrió los ojos para sonreírle. — Podría ser el momento perfecto.
67
Tyler tomó los mechones de pelo que caían sobre el pecho y los
hombros de Johnnie, y con cuidado los puso a un lado de la cabeza de su
amante. — ¿No deberían ustedes seguir adelante ahora que todo está bastante
“caliente”?
Johnnie cerró los ojos, sin dejar de sonreír. —Siempre está la cosa del
trió. Podríamos tener dos.
Tyler trazo los músculos definidos del pecho de su amante. —No estoy
seguro de poder compartir. —Ellos lo habían discutido, pero nunca lo
suficientemente serio como para haber llegado a un punto.
68
Tyler cubrió el cuerpo de Johnnie, pecho con pecho, ingle con ingle. La
polla de Johnnie se movió, quizás reaccionando al estado semi-duro de la de
Tyler. —No.
—Mmmm.
Tyler se echo a reír. —Está bien, no estas listo para el sexo. —Rodo
sobre el colchón.
69
Johnnie le miro brevemente antes de rodar sobre su espalda. —Once.
Todavía tenemos que pasar por el set con Ravin antes de ir con la prensa y la
fiesta empieza a las cinco.
70
Un cuerpo caliente, pesado rodo sobre Reese, presionando su vientre y
pecho aun más sobre el colchón. Parpadeó despierto cuando unos labios
mordisquearon la curva de su cuello. —Mañanas… —Murmuro, arrastrando
los ojos abiertos.
Abrió los ojos. La luz del sol iluminaba los bordes de las cortinas
cerradas. —Pero ¿No tienes que…? Oh, mierda.
Obediente, Reese pudo mantener sus manos fuera del camino. ¿Quién
necesitaba las manos en estos momentos, después de todo? Como era habitual
Luc tenía todo bajo control. Mmmm. — ¿Vas a… tener tiempo suficiente…?
— ¡Oh Dios! La polla de Luc ya estaba lubricada, esparciendo la lubricació n
por el culo de Reese.
71
caderas de Reese entre sus muslos, con su culo presentado para Luc hiciera lo
que quisiera con él.
Reese gimió, deslizando sus manos hacia arriba para poder agarrar el
borde del colchón.
Los dedos se retiraron, y presiono sus pulgares para abrirlo. —Lo que tú
digas, tigre. —Luc se movió, de rodillas hacia arriba, para colocarse en
posición.
Reese torció el cuello. Primero miro hacia la puerta, y luego sobre sus
hombros para ver a Luc.
72
Luc se encogió de hombros, mirando a Reese. —Se va a ir. —Se
inclino, tomando su polla en sus manos.
El sonido de esa voz marchito todos y cada uno de los deseos de sexo
que tenia. Su boca se abrió. Tanto el cómo su amante se congelaron.
—Luc, hola.
Reese dejo caer el rostro entre las manos ¿Es que la mujer no podía oír
la ira de Luc? ¿No podía sentir las olas de calor alrededor de Luc?
—¿Qué quieres?
—No puede decir que haya algo que quieras decirme que me interese en
este momento.
—Joder… ¡No!
Reese por el contrario, estaba muy seguro de que parecía que había
follado como casi hacia, con la sabana envuelta alrededor de su mitad inferior
para cubrir su desnudez. Con un poco de suerte tenia también una marca de
color purpura en el hombro donde Luc lo había mordido. Reprimió una
carcajada.
74
Luc miro por encima de su hombro. Sonrió al ver a Reese, y con esa
sonrisa se dio vuelta para encarar a Karin. —Vete Karin. Estoy ocupado.
—Luc, espera, — ¡Cállate, estúpido! Pero Reese sabía que la ira de Luc
no iba a solucionar nada. Ella acababa de darse la vuelta. — Karin entra.
—No.
75
Le dio una palmadita en el amplio pecho. ¡Mío! —Es lo mismo que
hacerlo ahora. El ambiente está en ruinas, —Dando un paso atrás, se subió la
sabana. — Voy a tomar una ducha.
—Pero…
Mirando a los ojos de Luc, negó con la cabeza y sonrió. Sin dejar de
sonreír retrocedió y cerró la puerta detrás de él.
76
La banda había accedido a hacer el espectáculo para la prensa de la
estación mucho antes de que Brent se lesionara la mano. A pesar de que no
estaría tocando, Gretchen decidió que todavía se veía obligado a asistir.
Así que a las cinco y cuarto, Brent se sentó junto a sus compañeros
detrás de un par de mesas largas sobre una plataforma elevada, mientras
respondían las ocasionales preguntas cuando se apagaron los flashes de las
cámaras. En resumen, estaba haciendo una de las cosas que más odiaba en la
vida. Si se había destrozado la mano, eso era cosa del pasado. No.
Simplemente no era un pensamiento reconfortante. Odiaba las ruedas de
prensa, pero no lo suficiente como para renunciar a la carrera que amaba.
Ellos parecían estar abrumados acerca de que hubiera sido Brent el que
hubiera llamado a Rabin.
—Quería alguien que yo supiera que era bueno y que pudiera encajar
con nuestra música —Se encogió de hombros, ajustando sus gafas de sol
casualmente. — Rabin lo es.
77
Brent sonrió ante las palabras de Rabin y se dijo que estaba contento de
haberse puesto las gafas de sol para ocultar la incredulidad en sus ojos. Rabin
era bueno. Posiblemente mucho mejor que Brent. Fácilmente podría
reemplazarlo permanentemente.
Hell no se despegó de su lado en las pocas horas que duro el coctel. Eso,
en si mismo, no era inusual. A Hell le divertía enormemente hacer alarde de su
relación. Pero él no estaba haciendo alardes ahora. Estaba, de hecho, muy
tranquilo, solo hablando cuando le hacían una pregunta, lo cual era inusual.
Mas importante aún era el hecho de que su hermosa sonrisa parecía forzada
cuando amablemente posaba para las fotos, y Brent sabia que algo andaba
mal.
78
Esos increíbles ojos violetas, realzados por el delineador color azul
reflejaban una marcada mirada de incredulidad, —Yo… —El flash de una
cámara lo distrajo. El negó con la cabeza, dejando que la sorpresa dejara su
rostro. Apretó el brazo de Brent. — Estoy bien.
****
A las ocho y media, cuando la banda fue escoltada fuera del coctel,
Brent se fue con ellos, listo para dar cualquier excusa para salir de la fiesta.
—Creo que deberías tocar la pandereta con nosotros, —Luc dijo desde
donde estaba atrás de Brent.
Justo después de que subieron las anchas escaleras de piedra que los
llevaban al teatro, Brent se separó del grupo y se dirigió hacia el muelle de
carga en la parte posterior, donde sabía que podía fumar.
79
Para su sorpresa, Hell siguió sus pasos.
—No.
Hell vago hacia las cajas, las suelas de sus botas de tacón chasqueando
en el suelo. —Es difícil.
80
Hell asintió con la cabeza, recogiendo una etiqueta auto-adhesiva suelta
de una de las cajas. —No es lo mismo, lo sé, pero es difícil para nosotros
también.
—Yo no soy el único que piensa así. Johnnie, Luc y Darien piensan lo
mismo.
—Por supuesto.
—¿Alrededor de Rabin?
—Es cierto.
81
Hell se quedo mirando la horrible mano hinchada, entablillada que
Brent uso para detenerlo. —Yo… no se que haría sino pudiera tocar más. En
verdad no podría tocar.
Hell cerró los ojos, frotándose las manos hacia arriba y hacia abajo por
los brazos para tratar de calentarse. —No sé porque te quedas conmigo. Me
duele mucho esto, aunque sabemos que tú estarás bien. O si tú te quedarías
conmigo si yo estuviera herido.
Ahora Hell lo miró, centro todo el potencial de sus ojos violetas llenos
de lágrimas sobre él. —Quiero estar contigo, siempre. —dijo con vehemencia,
si lirica voz salió gutural por la emoción. Dio un paso más cerca, pero no lo
toco, lo cual era inusual en él. — Pero ¿podría cualquiera de nosotros soportar
estar juntos si uno de nosotros ya no puede tocar?
Hell trago, con los brazos todavía cruzados sobre su pecho. —Si.
82
Respiró hondo y se acercó más, llegando con su mano sana para poder
ahuecar la redondeada mandíbula de Hell. Se dejó beber de todos los
pequeños detalles de su amante. Los suaves rasgos que le daban ese aspecto
femenino. La inclinación de esos malvados enormes ojos violetas, reforzado
por el uso ingenioso de sombra y delineador de ojos. Barba suave que tendría
que afeitarse para mantener intacto su aspecto andrógino para el concierto. El
hecho de que estuviera allí significaba que había estado distraído cuando se
había alistado antes. Él debería estar retocando su maquillaje y haciendo la
docena de pequeñas cosas que hacía para asegurarse de que se viera perfecto.
Él más que cualquier persona –incluso Johnnie– hacia buen uso del tiempo
que les daban para prepararse para un concierto. Que él estuviera aquí
hablando con Brent en lugar de preparar su imagen significaba que estaba
verdaderamente preocupado por el tema en cuestión.
¿Eran algo más que la música? Hace unos años, Brent hubiera dicho que
nada significaba más para él que la música. Sin embargo, este pequeño
hombre se había introducido con firmeza en el corazón celosamente guardado
de Brent, y agradecía a cualquier deidad que quisiera oírlo por esa invasión.
Hell le mordió el cuello, duro. —Si. Tengo que estar dentro de ti…
85
—¿Niños?
Darien miró fijamente el perfil de Johnnie. Detrás de Johnnie, Luc se
congeló en el acto de abotonarse una camisa azul marino brillante.
Johnnie tranquilamente se apartó el pelo, con el ceño fruncido.
—Sí.
—¿Cuándo llegaron a esto?
—Esta mañana.
Darien parpadeó.
—¿Después de que volvimos?
—Si.
—Demonios, hombre ¿no estas casado? —por supuesto Johnnie tenía
un amante esperándolo, calentándole la cama. Darien había dormido en una
gran, cama king vacía, completamente solo. Otra vez.
Johnnie se echó a reír, liberando la maraña de cabello y juntándolo en
otro. Era todo un espectáculo ver a Johnnie hacerse cargo de todo ese pelo.
—Si, que clase de droga le diste para que hablara de ello —echó la
cabeza hacia atrás, los ojos en el espejo para ver su cabello como se
acomodaba—. Pero ha estado molestando por un tiempo. Tuve que hacerlo
hablar al respecto.
Luc se dejó caer en una silla junto a Johnnie, de espaldas al espejo, con
expresión pensativa.
—Tyler quiere niños ¿verdad?
Johnnie puso una sonrisa tonta en su cara.
—Si.
86
Darien arrojó su suéter en una silla. De ninguna manera iba a llevar esa
cosa caliente mientras tocaban.
—¿Van a adoptar?
Johnnie se encogió de hombros.
—No sé —dejó el cepillo y se acercó al espejo, estudiando su rostro. Se
pasó los dedos por las mejillas cinceladas, comprobando la barba incipiente—.
Acabamos de empezar a hablar de ello ayer por la noche. Creo que pensó que
eso no sería para mí.
—¿De verdad?
Johnnie cogió la cuchilla eléctrica de afeitar sentándose delante de él,
pero miró con una sonrisa a Darien.
—Si, creo que sí.
Darien sonrió acariciando el hombro de su amigo.
—Bueno, demonios hombre, es genial —Agarró la camiseta que
colgaba en un estante, esperando por él.
—¿Qué significa para la banda? —Luc preguntó
Johnnie tamborileó en la maquinilla de afeitar, encogiéndose de
hombros.
—No sé. Bueno, necesitamos hablar acerca de esto.
Darien miró al bajista, tirando de la ajustada camiseta por el pecho para
meterla en sus pantalones vaqueros.
Luc no se veía molesto, todavía estaba pensativo, levantó sus ojos para
encontrar a Darien.
—Si. Parece que tenemos que tener una asamblea después de este
jodido Año Nuevo.
Darien tiró del cuello de la camisa. Demonios, era nueva. Demasiado
apretada alrededor de su cuello.
87
—¿Oh? ¿Algo no nos estás diciendo? — ¿Debería de tener algunas
tijeras? ¿Cuánto tiempo tienen?
Luc dio media vuelta y se sentó a buscar en el kit de maquillaje que
estaba sobre la mesa. Jen, su maquilladora, volvería pronto, pero la banda se
adelantó e hizo lo básico y dejarían que solo hiciera el retoque.
—Creo que quiero pedirle a Reese que se case conmigo.
El cuello de la camisa se rasgó un poco cuando Darien tiró demasiado
duro por la sorpresa. Se congeló, con la boca abierta, como el gran Lucas
Sloane, bajista impetuoso y audaz de Heaven Sent, ¡realmente se sonroja!
El infierno se deslizó en la habitación, Rabin, Jen y Ellen detrás de él.
El duende parecía mucho más feliz de lo que había sido antes de esa noche. Se
detuvo al ver a Johnnie y Darien mirando a Luc.
—¿Qué pasa?
—Luc le va a pedir a Reese que se case con él —Johnnie espetó.
89
Darien se levantó de la silla con un grito de alegría, haciendo que Jen
gritara de sorpresa cuando se tambaleó hacia atrás. En dos zancadas, tacleó a
Chris tan fuerte que los dos cayeron al piso apenas dentro de la entrada, Chris
cayó sobre su espalda con su abrigo extendiéndose por debajo de él y Darien
montado a horcajadas en su cintura.
Chris estaba cansado. Darien podía verlo. Esos hermosos ojos hazel y
esa magnífica boca mostraba la tensión. Pero tenía los ojos abiertos detrás de
las gafas, y tanto ellos como la boca estaban sonriendo. Bueno, sonriendo
hasta que Darien asió su cabeza y tomó su boca con la de él.
Chris se rió entre dientes, inmediatamente abandonando la lucha. Cerró
sus brazos alrededor de Darien, manteniéndolo cerca y su boca se abrió a un
beso castigador. Mmmm, Darien podía saborear la ginebra de una bebida que
Chris debió de haber tomado en el avión. Alrededor de ellos había risas, p ero a
Darien le importaba muy poco. Tenía el cuerpo que más quería sostener
debajo de él, y nada lo haría alejarlo.
Está bien, eventualmente tenían que respirar.
A regañadientes, se apartó, pero mantuvo su férreo control sobre los
hombros de Chris. Su amante aún llevaba uno de sus trajes con una corbata
completamente llamativa.
—Llegaste directamente desde el trabajo.
Chris sonrió sin hacer ningún esfuerzo para levantarse del suelo frío.
—Directamente desde la oficina hacia el aeropuerto. Mis maletas están
en la recepción.
Lo que significaba que había venido directamente hacia aquí.
—¿Dónde está Simon? —la pregunta estaba hecha antes de que pudiera
contenerla.
A su alrededor podía sentir a los demás escuchando. O través, no le
importaba. No le importaba que lo supieran; Chris fue el único que estuvo
consciente del momento.
90
La sonrisa de Chris desapareció un poco alrededor de los bordes.
Extendió la mano para enderezar su gafas de montura cambiando sus ojos
hazel a sombríos.
—Sigue en Chicago.
Darien ahuecó el rostro audaz y angular de Chris en sus manos y se
inclinó con los labios sobre sus labios
—Bien —Otro beso, esta vez gentil.
Oyó el repiqueteo de los tacones altos en el concreto y pensó que
probablemente era Gretchen, así que se estiró hacia atrás otra vez.
Ella se detuvo en la puerta justo por encima de la cabeza de Chris.
—Oh, mi.
Ambos levantaron la mirada para ver su sonrisa de sorpresa. Su pelo
rojo destellaba suavemente con las luces de la mesa de maquillaje.
—Me alegra estar vistiendo pantalones — bromeó y luego rió—. No es
que tenga nada que le gustaría ver Chris.
Darien se incorporó dejando a Chris empujarse con sus codos.
—Todavía puedo apreciar la vista.
Se sonrió.
—Bueno, me alegro de hacerlo. —Caminó más allá de ellos en la
habitación—. Muy bien caballeros reúnanse.
Darien sonrió a Chris, con los puños en sus caderas.
91
—Es un trato.
—Chicos, háganme el favor.
Sin mirar sabían que Gretchen se refería a él y a su amante. Riendo se
puso de pie, extendiendo la mano hacia Chris para levantarlo.
Gretchen esperó hasta que le prestaron atención, mirando a todos en la
sala con una mirada severa.
—He sido su manager durante largo tiempo para saber que lo que voy a
decir es necesario. Todos estarán en la fiesta de la casa de campo a la media
noche —Cuando nadie respondió, arqueó una ceja—. ¿Me escucharon? Aquí
nadie desaparecerá para el sexo hasta después de la tocada de media noche.
Darien hizo una mueca, chocando de nuevo en Chris. No era el único
que no estaba feliz con la decisión.
Gretchen prosiguió.
—Frank, Will, Katt and Barb han sido muy amables con nosotros y
sería descortés no estar ahí.
Johnnie a travesó la sala hasta Darien con su brazo colgando alrededor
de los hombros de Tyler, hablando por ellos.
—¿Somos libres después de media noche, verdad?
Gretchen sonrió.
—Si.
Darien le sonrió a Chris.
Chris le guiñó un ojo.
92
La mano de Brent estaba lastimada. Era horrible. Entonces ¿Qué? Se iba
a mejorar. El médico lo había dicho. Brent decidió seguir adelante con ese
pensamiento, la alternativa no era agradable.
Esto era una experiencia nueva para él, ya que había visto el concierto
desde bastidores. Había tratado de quedarse con la banda después del
espectáculo, pero Gretchen los había pateado a Tyler, Chris y Reese de las
instalaciones.
93
—¿Qué hora es? —pregunto Chris.
Ey, el sabía como decirlo. ¿Cómo era? Con Hell en sus brazos se sentía
genial. —Muy bien, gracias querido. 6 —murmuró. Flexiono el cuello y rozo
los labios de Hell con cuidado de no ensuciarse de labial en exceso. Suficiente
por los próximos treinta minutos.
****
5
En alemán en el original
6
En alemán
96
—Tremendamente, —Chris engancho su cintura sobre las caderas para
detener el movimiento. — Tanto así que no se si vamos a aguantar los
próximos últimos veinte minutos de este año.
Darien se echo a reír, deslizando sus manos por los brazos de Chris. —
¿Vas a ser capaz de mantenerte despierto toda la noche?
—Intenta detenerme.
—Y tú no eres estúpido.
—No. No lo hiciste. —Consintió Darien con otro beso. Esta vez fue el
que decidió alejarse antes de perderse entre la multitud. Al salir de la cómoda
cuna de las caderas de Chris, él miro alrededor. — ¿Qué hora es?
—Lo dudo.
—Maldita sea.
7
Ya saben como las que usan en NY para la cuenta regresiva de fin de año.
97
****
98
Ella movió sus pies, inclinando la cadera hacia un lado para plantar una
mano sobre ella. El pequeño vestido de coctel rojo que llevaba brillaba con las
luces que anunciaban el inminente año nuevo. —Cuando estábamos filmando
la película.
El reprimió una sonrisa, pero dudaba que ella no pudiera ver su alegría.
Ella no era tan estúpida. — ¿Quieres decir en el set?
Reese vio a sus amigos por encima del hombro, todos ellos estaban
claramente incómodos. Junto a él, Luc gruño.
—Oh, no. Yo no soy el idiota aquí. —Esta vez fue Luc, quien lo detuvo
de mostrar todo su enojo. Luc tomó sus brazos y lo contuvo, señalando a la
perra para acentuar su propia mirada de enojo. — No sé si tú estás enoja con
él por haberte rechazado, o si piensas que si rompe conmigo va a ir corriendo
a tus brazos, pero te equivocas profundamente. —Detrás de él ahora, Luc se
aferró a sus hombros en un agarre firme e irrompible. — En primer lugar, pasé
por un montón de mierda para llegar a este hombre, y no lo voy a dejar tan
fácilmente. Y en segundo, incluso si lo hicieras romper conmigo, él nunca
estaría con una prostituta como tú.
99
El bostezo de Karin se convirtió en un gruñido, dio un paso para
lanzarse sobre él, pero sus amigos la detuvieron. —Aquí no. —murmuro uno
de ellos, tirándola hacia atrás.
—Eso quisieras.
Las cejas de Luc se alzaron. — ¿Lo siento? ¿Por qué diablos tendría que
perdonarte? Eso estuvo genial.
—Oh, por favor, voy a sobrevivir. —Luc se rio entre dientes. — Sigo
pensando que estuvo genial. —Esos hermosos ojos afilados se redujeron. —
Sabes que no me acosté con ella, ¿verdad?
—Si, —Él miro, viendo a los amigos de Karin sacar su pequeño y flaco
culo al otro lado de la habitación. — Tienes mucho mejor gusto que eso.
—Lo hiciste.
—Cásate conmigo.
Él parpadeo — ¿Huh?
Luc era rápido para pensar, lo cual era una de las cosas que más le
gustaba a Reese. El color volvió a su rostro cuando torció una muñeca para
mirar el reloj a través de los dedos de Reese. —Eso será en unos quince
minutos.
—Si, lo sé.
101
No fue el beso que había esperado. Suave y tranquilo, lleno de
sorpresas.
—Estos van a ser los malditos quince minutos más largos de mi vida. —
gruño Luc.
****
Se tiró hacia atrás lo suficiente para poder girar la cabeza y arquear una
ceja a su marido. — ¿Hay alguna razón por la que debería hacerlo?
—Ok, ok, el padre de mis hijos. Hmm, si, yo podría hacer de “mamá”
—Mmm, tal vez no. Pero me veo bastante bien con una falda.
Tyler parpadeo, con los ojos señaló a la multitud, pero una súbita
imagen de Johnnie en un vestido de color verde brillante se apareció de pronto
en su mente. Los hombros de Johnnie eran demasiado anchos para uno, pero
con sus caderas estrechas y las largas piernas…
—Tyler…
Tyler no podía mirar a esos hermosos ojos verdes. —Si, pero… mas
tarde.
****
Brent agarró a Rabin y Hell y se dirigió hacia una sección elevada cerca
de la televisión. —Vamos, hombre. Mientras seas mi suplente, tienes que
soportarme.
Rabin se echo a reír. —Pero me siento tan fuera de lugar, sin un novio.
****
103
—Todavía no, —Se rio Darien, mirando a Chris.
****
Luc se rio entre dientes, mirando hacia donde estaba Karin en la barra al
otro lado de la habitación. —Tendremos que ver quien golpea primero.
****
—Tiene algo que ver con un vestido ¿No? —Johnnie murmuró, con su
cálido aliento rozando el oído de Tyler.
104
—¿Lo que imaginé? Estoy tratando de mantener un poco de dignidad
aquí —a pesar de sus palabras, se movió encajando mejor entre los brazos de
Johnnie, con la espalda contra el pecho de su amante.
Diez… Nueve…
Ocho… Siete…
Seis… Cinco…
—Cásate conmigo.
105
cintura, o podría haber caído hacia atrás sobre el helecho en la maseta gigante.
—Todavía no, idiota.
Cuatro… Tres…
Dos… Uno…
106
Tyler fue el primero en salir del ascensor. Desesperado, corrió por el
pasillo, con la tarjeta de acceso ya en su mano.
8
Mary Jane es un término utilizado en el inglés estadounidense para designar un tipo de zapato de
correa de talones bajos, frente cerrado y una correa que se abrocha a través del empeine.
Usualmente son hechos de cuero brillante, aunque algunas versiones actuales incluyen una amplia
variedad de colores y están hechos incluso de lienzo o gamuza.
107
Horrorizado, Tyler se volvió a un lado. — ¡Tienes que estar bromeando!
****
—Dilo.
Luc hizo una pausa para admirar la vista antes de soltar el último botón
de su propia camisa. Las delicadas sombras mejoraban cada sombra de sus
músculos definidos. Él sonrió. —Está bien ¿Cómo va a funcionar esto?
Reese se detuvo a los pies de la cama, para sacarse los zapatos con el
borde de la cama. —Se trata de la penitencia.
108
Manteniendo la camisa en sus brazos y espalda –porque sabía que a Luc
le encantaba esa visión– Reese llevó sus manos al frente para presionar sus
palmas contra su ingle. Apretó el bulto adolorido, y estuvo bastante seguro de
oír a Luc gemir haciendo eco de su propio gemido. —Sip. Penitencia por
hacerme soportar la presencia de esa mujer.
****
—Hey, hey, mira la mano. —Se rió Brent, mirando sobre su hombro.
109
Ojos violetas se alzaron para encontrarse con los suyos. —Vas a estar
bien ¿Ja?
Él sonrió. Hell debía estar muy excitado para que salga un alemán
bastante pesado. —Si, pero tendrás que conseguir sacarme de esta loca
chaqueta. De ninguna manera puedo trabajar para quitarme la ropa con esto.
****
—¡Darien, espera!
9
En alemán
110
Darien quería abrir los ojos para ver la expresión que seguro
acompañaba a ese gemido agónico. Estaba seguro que la apariencia arrugada
de la cara de Chris sería preciosa. Pero no pudo. Él estaba ocupado. Su boca
estaba llena de una dura polla, sin depilar, y sus papilas gustativas
redescubrían el asombroso sabor almizclado del liquido pre seminal del
hombre. Chupó con fuerza, de repente obsesionado con la idea de hacer venir
a Chris en su boca. Mantuvo a su amante atrapado debajo de él en la cama,
sentado en sus piernas, con los dedos clavados en la carne caliente de la
cintura de Chris.
—Santo infierno, —se quejó Chris, meciendo sus caderas a pesar de sus
protestas.
Darien tomó tanto de esa polla como pudo, a continuación arrastro los
dientes y la lengua por la longitud, asegurándose de que la succión fuera fuerte
y larga. Su polla palpitaba, en llamas sin necesidad de ningún otro estímulo.
111
Chris arrastró un suspiro y lo miró. La camisa negra y plata yacía
abierta sobre su pecho, y los pantalones ajustados fueron empujados hasta la
mitad de sus muslos. Todavía tenía las gafas. ¿Se veía absolutamente sexy?
Arqueo una delgada ceja. —Esto va a retrasar un poco las cosas.
Chris se empujó hacia arriba con los codos, cuando Darien tiró de sus
pantalones para sacarlos de sus largas piernas. —¿Ah, si?
Chris se sentó. —¿Ah ,si? —dijo depositando sus gafas sobre la mesita
de noche.
Darien dejo caer la cabeza hacia atrás cuando Chris deslizo el chaleco
por sus brazos. —Un baño de lengua es un buen comienzo.
Chris se rió, inclinándose hacia adelante para lamer la curva del cuello
de Darien. — ¿De veras? —Trazó el músculo hasta detenerse en el suave
punto justo debajo de la oreja de Darien. — Por suerte para mi, tu sabor es
divino.
****
112
Tomándose su tiempo, Johnnie deslizo su lengua por la base de la
garganta de Tyler.
—Me encanta cuando te quedas así, todo encendido. Solo para mí. —
murmuro Johnnie, desabrochando sus ajustados pantalones de cuero negro que
marcaban sus delgadas caderas.
****
114
De repente, Reese no estaba seguro de cuánto podría durar. Él retiro la
mano de su pene, y trato de distraerse para no correrse. El intenso frio
invernal. ¿Iba a ir a esquiar mañana? Tenía que llamar al contador para
comprar esa nueva barra que quería para el Tigre Blanco.
—¡Luc, Dios!
—¡Oh, Dios! —Se dejo caer Reese, nuevamente sobre las almohadas,
mientras se retorcía. Su piel quemaba por la deliciosa agonía, y su polla se
sentía como si fuera a disparar como un cohete, con la excepción de que el
fusible se había detenido. Era alucinante. Alargó la mano hacia ella.
Reese abrió los ojos para ver esos oscuros y brillantes ojos a través de la
cortina de brillante pelo rojo. —Algunos de penitencia. —Dijo mientras hacia
un mohín.
****
10
Querido en Alemán. Se deja el original por ser un sobrenombre.
116
—¿Yo hice eso? —dijo el duende con timidez, dejando que la chaqueta
color lavanda se deslizara por sus brazos.
—Tú lo hiciste.
117
Brent sintió ganas de aplaudir. Su polla se balanceaba dolorosamente en
apreciación.
****
Como ahora.
Darien nunca se había dado cuenta de cuan sensible era su piel hasta
que Chris empezó a tocarlo. O tal vez era solo Chris el que hacía eso con su
piel. La forma en la que rozaba su fantasmalmente su vientre, casi sin tocarlo,
le hizo darse cuenta de que en realidad si tenía pelo allí, un pelo muy, muy
fino que resplandecía con la sensación, cuando solo él la tocaba ligeramente.
118
O la forma en la que le había prestado especial atención al pliegue derecho en
el borde superior de su ingle, donde el muslo se unía con la cadera. Puso tanta
amorosa atención allí que envió escalofríos intensos a través de su columna
vertebral hasta provocarle cosquillas. Eso era malditamente raro.
¡Y al él le encanto!
Chris empujó sus muslos hacia arriba hacia su pecho, obligando a sus
caderas a elevarse sobre el colchón. Chris lamía en la curva de la mejilla de su
culo, profundamente la mayor parte del camino, pero no todo el camino en el
pliegue.
—¡Chrrriiisss! —gimió.
Por supuesto que iba a ceñirse a eso. —Bien, bien. ¡Basta Ya!
Ansioso, miró hacia abajo para ver la mirada divertida que le dirigía
Chris entre sus piernas flexionadas. —Espera, quiero decir…
¡Maldita sea! Chris sabía lo que quería, y él se burlaba porque sabía que
a Darien no le gustaba pedirlo. —Lame mi agujero, —dijo rápidamente.
Tyler arrastró sus ojos abiertos, mirando a Johnnie rodar hacia el suelo.
Así como el pensamiento de protesta surgió de su placenteramente aturdido
cerebro, vio lo que traía Johnnie en su mano izquierda y se evaporó.
Tyler cerró los ojos, sosteniendo su polla entre las manos. Había estado
esperando ese primer momento de la penetración, la primera parte de Johnnie
que se hundía en su cuerpo.
****
Luc utilizó sus rodillas para empujar los muslos de Reese a un lado.
Bueno, está bien, Reese lo ayudó un poco. —Estoy haciendo cumplir la
120
penitencia. —le dijo, empujando las manos de Reese de modo que él pudiera
atraparlas por encima de su cabeza con una sola mano. — Todavía no has
contestado a mi pregunta.
Reese tragó, tirando de sus rodillas hasta que la mano de Luc se dejo
caer sobre su polla. Él gimió cuando Luc se deslizó fácilmente en su agujero
preparado a conciencia. El consolador no era deliberadamente del grosor de su
amante para que él siempre tuviera que extenderse un poco más cuando Luc
estuviera dentro de él.
—No es justo.
121
Reese se meneó, tirando de las manos que Luc aún continuaba
apresando encima de su cabeza. —Me gustaría no estar respondiendo a la
fuerza.
—¿Entonces?
Luc liberó sus manos, y dejo caer los codos de manera que su nariz
estaba a escasos centímetros por encima de la de Reese. Esos ojos brillaban
con una posesión sin disfrazar. —Porque quiero que hagamos la única cosa
que nos falta para unirnos, —empujo. — Quiero que estés tan atrapado
conmigo que nunca, —empuje, — alguna vez —empuje— haya ninguna duda
en tu mente de que soy tuyo, como tú eres mío.
****
—Tráela mas cerca, —se rio de Brent, extendiendo sus piernas abiertas
e inclinando su cadera para facilitar las cosas para su amante.
—Solo para ti, muñera Kewpie 11, —se rio cuando Hell tiró más fuerte,
gruñendo.
11
Las muñecas fueron producidas Kewpie primeros en 1912, basado en las ilustraciones de Kewpies que
aparecieron en el Lad ies Ho me Journal a part ir de 1909. Las muñecas que se produjeron fueron sobre la base
de una escultura por el conocido artista José callo. Las muñecas han estado en producción casi continua desde
entonces por una gran cantidad de empresas.
122
Hell inhaló, dejando la polla de Brent para alcanzar el lubricante.
Murmurando para si mismo, se lo vertió.
Hell soltó un sonido, que Brent se atrevería a llamar una risita. —¡Que
idea tan maravillosa! —dijo con soltura, colocando su pene y empujándose
centímetro a centímetro.
Era difícil de hacer, pero Brent obligó a sus ojos a permanecer abiertos,
amando la cara de angelical felicidad de Hell cuando estaba en su interior. Él
nunca se vio más dulce. —Dios, Hell —exclamó alcanzando con la mano
buena para agarrar un puñado de su reluciente camisa. Afortunadamente, el
tejido era más fuerte de lo que parecía y le permitió atraer a su amante más
cerca hasta que estuvieron casi pecho con pecho. La diferencia de altura hacia
que Hell tuviera que estirarse para encontrar su boca, pero un pequeño precio
a pagar.— Tan hermoso, —murmuro, llevando su mano a la parte posterior
del cuello de Hell para un agarre más firme.— Yo no te lo digo lo suficiente
pero lo eres.
123
Hell gimió, empujándose a casa. Pequeñas y fuertes manos apoyadas en
las caderas de Brent, apretando.
****
Darien renunció a no usar sus manos. Chris solo tendría que entender,
porque simplemente no podía evitar más soltar la cabecera. Gimiendo, coloco
cada mano debajo de las rodillas y tiró de ellas para acercarlas lo máximo que
se pudiera a su pecho. Un poco más flexible y podría ser capaz de chupar su
propia polla.
12
En alemán en el original
124
Darien se tomó un momento para respirar, con el tiempo para mirar a
los ojos de su amante. Asentado como un depredador en cuatro patas, el pelo
de oro de Chris Brown amenazaba con ocultar uno de sus ojos perversamente
brillantes, muy verdes en este punto de vista. Su pene curvado hacia arriba,
rojo, duro, e invitándolo entre sus muslos.
Darien se lamio los labios, encontrando de paso su voz. —Acuéstate.
Te quiero cabalgar.
Arqueó una ceja, pero Chris no discutió. Se arrastró hacia la cabecera
de la cama, mientras Darien rodó a un lado para alcanzar el lubricante en el
cajón de la mesa de noche. Para el momento que lo hizo girar con las rodillas
hacia arriba, Chris ajustaba tranquilamente las almohadas debajo de sus
hombros y la espalda de modo que lo dejaba medio sentado y en posición
horizontal.
—Mierda, eres magnífico. —Las palabras se derramaron de la boca de
Darien.
Eso hizo que Chris sonriera.
—No, lo digo en serio. —Con reverencia, Darien acarició sobre la fina
capa de pelo en el pecho de Chris, rozando por su vientre plano para descansar
en su ombligo.— No puedo culparlo por quererte de vuelta.
Eso hizo que Chris frunciera el ceño. Una mano se extendió hasta
enganchar en el pelo de Darien para tirarlo cerca. —No hables de eso.
La mano de Darien cayó a la cama en el lado opuesto de la de Chris
para poder cernirse sobre su amante. —Está bien. Lo que quería decir…
—Se lo que querías decir y te amo por decirlo. Pero… —negó con la
cabeza, — ahora somos solo tú y yo. Nadie se meterá entre nosotros.
Ridículamente el calor aumentó en el pecho de Darien, en realidad casi
lo hace correrse. ¡Chris tenía ese efecto en él! Abrió la boca para responder,
pero se redujo a un gemido cuando Chris lo arrastró, los pocos centímetros
que los separaban para acoplar sus bocas. Abrió, hundiendo su lengua para
encontrar la de Chris, deseando, necesitando su gusto, para explorar. El beso
125
fue caliente y duro al principio, con Chris chupando su labio inferior. Pero
cuando se tranquilizaron, derritiendo su cuerpo contra el de su amante, Chris
relajo el agarre sobre su pelo, y convirtió el beso en una tierna caricia. Él
metió su lengua entre los dientes de Darien cuando su mano se deslizó por su
espalda. Cuando cubrió el culo de Darien, separó con los dedos las mejillas
para que el aire flotara por encima de su todavía húmedo agujero.
Un recordatorio.
Jadeando, Darien se aparto. Buscó a tientas el lubricante abierto y
derramó una generosa porción en su mano. Entregando la botella a Chris, él se
agachó para envolver los dedos mojados alrededor de la polla de su amante.
Esta era la razón por la que había sabido que era una buena idea dejar que
Chris se viniera antes. El hombre siempre estaba más duro y duraba más
tiempo la segunda vez. Sonriendo a sus propios pensamientos, Darien lanzó
una pierna por encima para sentarse a caballo entre los muslos de Chris. Él no
pudo resistirse a acariciar la polla de Chris un poco más, amaba la pequeña y
dulce sonrisa en los labios hinchados por los besos y la forma en que esos ojos
color avellana rodaban para arriba en la cabeza.
Pero ya era suficiente. Él estaba en un estado de ánimo que necesitaba
atención. Él se subió y movió hacia adelante, manteniendo su dominio sobre
su herramienta preferida de empalamiento. Mareado consigo mismo, y
finalmente situado dejó que la gravedad realizara su trabajo y que le ayudara a
hundirse y tragar a Chris.
—¡Ah, urraca! —Chris se apoderó de sus caderas, ayudándolo a
mantenerse estable.
Se envolvió con sus manos sobre los hombros de Chris, utilizándolo
para hacer palanca. Decidido, se encontró con que la mirada verde-oro cuando
el pubis de Chris finalmente le hizo cosquillas en el culo. —Mío, —dijo,
haciendo girar sus caderas para hacer gemir Chris. — Tú eres todo mío, ¿no es
así, abogado?
—Todo tuyo, —le aseguró Chris, apretando las nalgas cuando Darien
se deslizó hacia arriba. — No hay nadie más en este mundo.
126
****
Johnnie deslizó sus manos por los hombros de Tyler, buscando
afianzarse cuando las estrechas y sinuosas caderas empezaron su avance en
serio.
Tyler gimió en voz baja, moviéndose al mismo tiempo que su amante,
los ojos cerrados, porque no podría aguantar la estimulación extra.
****
Luc se reforzó hacia arriba con su fuerte brazo, enlazando el otro debajo
de la pierna de Reese, sosteniéndolo abierto.
Reese se agarró a la cama y trató todo lo que pudo de permanecer con
los ojos abiertos mientras Luc bombeaba en su interior, no quería perderse el
espectáculo de la pasión pelirroja.
****
Brent mantuvo el asimiento de la parte posterior del cuello de Hell,
mordiendo el labio inferior regordete de su amante. —Jódeme, bebé, —Brent
gruñó: — Dios, te sientes tan bien.
Hell se hizo eco del rugido sin palabras, dejando que Brent tomara su
boca mientras empujaba su polla profundamente en el cuerpo de Brent.
****
Darien tomó la cabecera cuando Chris se deslizó hacia abajo aún más,
quedando en una posición donde él tenía una mejor palanca para empujar
desde abajo.
—Oh, jódeme. —Gimió Darien, empujando hacia abajo con fuerza
mientras Chris empujaba hacia arriba.
****
Tyler aferró sus hombros, los dedos de Johnnie excavando en él cuando
empujaba a su amante con estocadas profundas y largas en su interior. —Dios,
Johnnie, yo...
127
****
—...No lo soporto, —gimió Reese. Finalmente cerró los ojos para poder
ahogarse en un baño de placer.— Yo voy a...
****
—¡...Vamos! —Brent cayó hacia atrás, liberando el cuello de Hell por
temor a ahogarlo. La trenza se deslizó entre sus dedos mientras se hundía en
las almohadas, retorciéndose. Empujando. Dolor. Explosión. — Oh, Dios...
****
—¡Chris!
La cabecera se estrelló en la pared, cuando Darien se empujaba,
preparándose para la madre de todos los orgasmos, ya que destrozó su
columna vertebral y echó abajo su vientre a punto de estallar en arranques de
contracciones musculares, encima del vientre interminable de Chris.
No fue sino hasta que los fuegos artificiales disminuyeron que se dio
cuenta de que no había sido el único en correrse. Reconoció el jadeante y
agonizante rostro en su amante y se dio cuenta de la humedad y el calor en su
culo. Habían llegado juntos.
—¿No es genial? —Jadeó, echándose hacia atrás. No, no era cómodo.
Sus miembros temblaban. Por miedo a caer, avanzó un poco y torpemente
bajó su pecho hasta Chris.
****
Brent enrolló sus brazos sobre los hombros de Hell cuando el duende
cedió encima de él. Aliento caliente soplaba a través de su pezón. Sonriendo,
entrelazó los dedos en los rizos lavanda y esperó a que su corazón dejara de
hacer carreras.
****
Reese cayó hacia adelante, sin huesos, cuando Luc los rodó a ambos
sobre su costado. Él no podía ver. Sus ojos estaban cerrados, y no podía cerrar
128
la boca por temor a ahogarse. Semen cubría su vientre y goteaba de su culo, y
decidió que podía morir felizmente aquí.
—¿Tigre? —Era la hermosa voz de Luc maravillosamente ronca, su
propia respiración rápida.
—Sí, —logró decir Reese, junto al pecho de sudoroso de Luc. — Me
casaré contigo.
****
—Wow, —reflexionó Johnnie, con la mano través del pelo de Tyler
mientras estaba al lado del otro, mirándose a los ojos del otro. — Eso fue algo
increíble.
Lo era. Ellos no se venían a menudo, al mismo tiempo.
Tyler pasó una pierna sobre la cadera de Johnnie, utilizando el talón
para tirar a su amante tan cerca como sea posible. —Siempre lo es. Contigo.
Sonriendo, Johnnie rozó la boca de Tyler en un beso lento y perezoso.
La vida era buena.
129
Todos ellos compartieron un almuerzo muy tardío la mañana del 1 de
Enero. Gretchen no había enviado aún a la gente a preguntar a cualquiera de
las parejas sobre el desayuno hasta después de las diez de la mañana. Tyler
estaba un poco sorprendido de ver a todos reunidos. Era, pensó, un buen
augurio para el nuevo año.
Dios, sueno como Johnnie ahora. Oh, bueno, no era la primera vez y
desde luego no sería la última.
—Entonces, ¿qué es lo siguiente para ustedes?, —Preguntó Rabin,
cavando en un waffle repletos de conservas de bayas.
—Una muy buena pregunta, —reflexionó Gretchen, bebiendo su jugo
de naranja. — Tenemos los conciertos en Japón y unos pocos lugares
reservados después de eso, pero desde mayo, nada sólido. —Ella echó una
mirada inquisitiva alrededor de la mesa. — ¿Deberíamos hacer planes?
—¿No podemos?, —Preguntó Johnnie, sorbiendo su café con leche. Se
volvió a Luc. — ¿Cuando se van a casar?
Luc miró a Reese, quien se encogió de hombros. —No lo sé. No hemos
llegado tan lejos en la planificación.
Johnnie asintió con la cabeza, bajando la taza. Se recostó en su silla,
apoyando un brazo sobre el respaldo de Tyler. —Propongo tomarse algún
tiempo libre. Algunos fuera en tiempo real, en esta ocasión. No tan sólo unos
meses.
Tyler miró a su alrededor a las miradas reflexivas en las caras de los
miembros de la banda. Él, Reese, y Chris se quedaron tranquilos.
—Cuidado, —dijo Rabin. — Eso es lo que mi banda está haciendo, y
no creo que estamos más cerca de volver a estar juntos.
Brent frunció el ceño. — ¿No?
130
Rabin se encogió de hombros. —No con esa formación, no. No nos
vemos a los ojos como ustedes hacen.
—Creo que deberíamos tomar algún tiempo mientras aún nos llevamos
bien, —comentó Johnnie.
Gretchen se encogió de hombros. —No tengo nada que objetar. Me he
estado preguntando si esto iba a suceder. Sobre todo porque todos ustedes
tienen trabajo fuera de la banda.
Las únicas dos caras que mostraron inquietud pertenecían a Brent y
Darien.
Brent se echó hacia atrás, mirando a su plato. —Bueno... —Tomó su
café, pensando. Después de un sorbo, miró hacia Hell. — ¿Qué piensas acerca
de la producción?
Hell arqueó una ceja, intrigado. — ¿Tienes ideas?
—Sí. Esta podría ser nuestra oportunidad de abrir ese estudio.
—Oye, ¿en serio?, —Preguntó Rabin, inclinándose hacia delante. — Si
lo hacen, ¿crees que estarías interesado en la producción de los Knights?
—Pensé que habías dicho que no creías que fueran a volver a estar
juntos.
—El nombre me pertenece a mí y Zane, y todavía puedo trabajar con él.
Si conseguimos una nueva banda juntos ¿Te interesaría?
—Podría ser. ¿No estoy seguro si Hell, o yo somos adecuados para la
producción de una banda de punk.
Rabin hizo un gesto con la mano. —Nah. Estamos pensando en algo
distinto. Más hacia lo que ustedes hacen.
Eso consiguió que Brent se echara hacia adelante. Tyler creyó que ni
siquiera notó su mano herida que yacía sobre la mesa junto a él. Una buena
señal. —Ahora eso podría ser interesante.
131
—Esperen, esperen, —gritó Darien. — Esto es genial y todo, pero
quiero dejar una cosa clara. —Él esperó hasta que tuvo la atención de todos.
— Heaven Sent, no está rompiendo.
—Por supuesto que no, —se burló Luc.
—De ninguna manera, —dijo Johnnie, al mismo tiempo.
—Nah, —confirmó Brent.
Hell asintió con la cabeza.
132
Desde que estaba en la preparatoria, Jet Mykles ya escribía historias que
involucraban a sus amigos y estrellas de sus grupos pop de ese tiempo. En esos días, ella
no dejaba de escribir sobre sexo, aunque sus conocimientos sobre el tema han mejorado
ampliamente.
Es una ardiente fan de la fantasía y las sagas de ciencia ficción. Jet prefiere vivir en
su mundo imaginario donde los dragones son reales, los elfos son comunes, los vampiros
son solo personas con una dieta especial y los licántropos viven en la puerta de al lado. En
su propia mente ella es la heroína que siempre obtiene lo mejor de todo el mundo y
siempre atrae a hombres musculosos. Ella comparte esta fantasía con imágenes creadas
con su otra obsesión: el arte gráfico en tercera dimensión. En esa área como en la
escritura ella es autodidacta y totalmente emocionada, ahora con regularidad usa su arte
para ilustrar sus historias y así mostrar su arte con más detalle.
En la vida real, Jet vive en el sur de California con su novio desde hace nueve
años, su hija, su padre y nueve gatos. Ella tiene un título en actuación pero debido a su
pánico en las audiciones, se ha mantenido fuera de las luces. Así que se giró hacia su
computadora y actualmente trabaja para una compañía de software porque incluso en la
vida real, no puede evitar querer crear algo de la nada.
133
Coordinación del proyecto
Ramón Cinty
Traducción
Odie VGM Cinty
Corrección
Mar
Edición y formato
Visionepica