Colombia estuvo a punto de quedarse sin gobernante el 24 de julio de
1938 cuando el presidente saliente, Alfonso López Pumarejo, y el electo, Eduardo Santos, concurrieron juntos a las ceremonias programadas para conmemorar el cuarto centenario de la fundación de Bogotá. Se realizaba una revista militar en la hacienda de Santa Ana, al norte de la ciudad. El capitán de la Fuerza Aérea César Abadía, quien pilotaba un avión, hizo una maniobra imprudente para tomar la bandera que flameaba en la tribuna principal y se precipitó sobre el público, estrellándose y causando numerosos muertos. Los mandatarios titular y electo se salvaron milagrosamente, pero un jovencito llamado Misael Pastrana Borrero quedó herido en la cara. Sería presidente 32 años después —en elecciones controvertidas—, igual que posteriormente su hijo Andrés.
Para evitar que ese tipo de eventualidades se presenten, el presidente y el
vicepresidente no pueden concurrir a actos públicos ni viajar juntos. Así se acostumbra en Estados Unidos y también en Colombia. Pero en nuestro país se da la circunstancia de que quien tiene la expectativa de reemplazar al mandatario titular es, al mismo tiempo, canciller. Eso solo ocurre en el país del Sagrado Corazón. ¿Por qué? Porque la canciller es la funcionaria que, con el presidente, maneja las relaciones exteriores y por consiguiente es quien debe acompañarlo en sus misiones internacionales. Como eso no puede cumplirse aquí, el mandatario se hace acompañar de otros ministros que se las dan de cancilleres, propensos a meter la pata, además de un sinnúmero de funcionarios, parientes y hasta hermanos del Ejecutivo.
Así sucedió en la maratónica gira de hace unas semanas, similar a la que
realizó hace 42 años el presidente Julio César Turbay y que dio lugar a que García Márquez escribiera en Alternativa (14 de junio de 1979) que había sido una costosa e inútil gira por México y Europa. Turbay pronunció entonces discursos tan insulsos que llevaron a decir al escritor que el problema que tenía el mandatario “es que la misma persona que le hace los vestidos es la que le escribe los discursos”. https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/oscar-alarcon/las-giras- presidenciales/