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Durante la estancia hospitalaria del niño como consecuencia trae consigo cambios en su diario vivir, pues
a medida que pasa el tiempo aumenta la demanda y por tanto la carga de cuidado por parte del cuidador
o familiar, es por esto que el cuidado por parte de los profesionales de enfermería no va dirigido solo al
paciente hospitalizado si no que el profesional debe reconocer a los cuidadores como un elemento
importante del sistema de cuidado y deben disponer de información detallada acerca de la evolución de
la enfermedad, las secuelas o complicaciones de las intervenciones quirúrgicas que podría estar
sometido el paciente, el ingreso quizás a la UCI si lo llegase a necesitar, la edad del niño, la posición
familiar respecto a la hospitalización de su hijo, y las posibilidades del paciente y su familia de usar toda
la información y recursos disponibles para afrontar la enfermedad.
Es por esto que durante la estancia hospitalaria los profesionales que conforman el equipo de salud del
paciente deben realizar actividades de juego que involucren a los familiares con el fin de favorecer un
proceso de adaptación a un medio que para el menor es extraño, pues se encuentra en un espacio
distinto, con nuevas normas, nuevos horarios y con personas diferentes.
El juego y la actividad lúdica, supone un hecho altamente enriquecedor y gratificante para el niño, ya que
mediante esta estrategia se le brinda al paciente apoyo ante las situaciones que se generan por la
enfermedad y la hospitalización, de esta forma el menor afrontara de una mejor manera todas esas
situaciones, evitando así que las vivencie de forma traumática. Esta estrategia lúdica la va a permitir al
niño relacionarse con otras personas, con otros niños y niñas que se puedan encontrar en su misma
situación, además de hacerle entender determinadas situaciones, cambios, valores y normas en este
periodo de su vida.
Por eso es fundamental articular una serie de actividades de ocio, apoyo y atención socioeducativa
durante el tiempo que dura la enfermedad, intentando que los periodos de hospitalización y
permanencia en el centro hospitalario se acerquen lo máximo posible a las experiencias cotidianas que
hasta ese momento disfrutaba el menor.
Para finalizar el juego entendido en su más amplio concepto es fundamental para el desarrollo del niño
enfermo, de esta forma, las relaciones personales y la utilización del juego, serán uno de los factores
fundamentales para la recuperación del menor y su posterior inserción en la vida cotidiana, a la vez que
se incide en la mejora del ocio creativo de los pacientes hospitalizados, sus acompañantes y los
trabajadores que conformar el equipo de salud.
Según la cruz roja española propone actividades lúdicas desde dos puntos de vista:
Actividades en habitación
Referencias bibliográficas
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