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Capítulo 20
ANEMIAS ASOCIADAS AL EMBARAZO
FASE 1. EVALUACIÓN INICIAL
Definición
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como el descenso de las
cifras de hemoglobina por debajo de 10,5 g/dL. En la actualidad se utiliza el concepto
introducido por los Centros de Prevención y Diagnósticos de Estados Unidos, que utiliza
criterios para definición por trimestres: primer y tercer trimestre: hemoglobina menor a 11
g/dL y hematocrito 33 %. Segundo trimestre menor a 10,5 g/dL y 32 % de hematocrito.
La anemia en el embarazo se asocia con cambios fisiológicos de la gestación como
aumento de las necesidades de hierro, por la expansión del volumen sanguíneo en
aproximadamente 50 % (1 litro) y una expansión del número de células rojas en 23 % (300
mL), lo que determina una hemodilución mal llamada anemia fisiológica y que se hace
evidente a partir del segundo trimestre de la gestación, pero en nuestro medio la anemia es
multifactorial siendo una de las causas carencial.
Clasificación de la enfermedad
Existen varias clasificaciones de anemia. En general se clasifica en microcítica,
macrocítica y normocítica; de acuerdo a la respuesta medular en regenerativa o
arregenerativa. Según su etiología, se clasifica en adquirida o hereditaria.
Adquirida
Por deficiencia de hierro
Por pérdida aguda de sangre
Propia de la inflamación o enfermedad maligna
Hemolítica
Hipoplásica-aplásica
Hereditaria
Talasemias
Hemoglobinopatías
Drepanocitosis (anemia células falciformes)
Otras hemoglobinopatías
I. Embarazos múltiples
II. Pérdidas crónicas de sangre
III. Implantaciones placentarias anormales
IV. Vegetarianas.
Esta suplementación se debe hacer en todas las embarazadas, desde la primera consulta,
mantenerse durante todo el embarazo y finalizar al tercer mes del periodo posparto.
Escoger entre las diferentes sales de hierro (polimaltosato férrico, gluconato férrico, sulfato
ferroso, fumarato ferroso), tomando en cuenta contenido de hierro, tipo de la sal, efectos
colaterales y costos.
Esta suplementación debería comenzarse 4 meses antes de la gestación para prevenir las
malformaciones del sistema nervioso central lo que es difícil en razón de que pocas mujeres
asisten a la consulta preconcepcional. La terapia preventiva debe mantenerse hasta la
semana 16 de la gestación. Todo el embarazo el ácido fólico y vitamina B12 son cofactores
importantes en la producción del ADN.
Criterios de referencia y traslado
Toda paciente con diagnóstico de anemia debe ser enviada de inmediato a un centro de
nivel 2 que cuente con especialista en obstetricia y ginecología y hematología para su
evaluación, diagnóstico específico y terapéutica. La vigilancia del tratamiento se puede
realizar en cualquiera de los niveles de atención.
FASE 3. CONDUCTA QUE SE SEGUIRÁ
Criterios de hospitalización
1. Embarazadas con anemia severa con disminución de la capacidad para las actividades
diarias.
2. Ante cualquier duda en el diagnóstico .
Plan terapéutico
Consejos nutricionales
Lo ideal sería evaluación por nutricionista. En caso de no contar con este recurso, el
médico que controló el embarazo debe explicar a la embarazada los alimentos que de
preferencia debe consumir en el curso de la gestación.
Tratamiento médico
Una vez que se ha establecido el diagnóstico de anemia ferropénica, se plantea el
tratamiento médico bajo las siguientes condiciones:
I. Objetivos: normalizar la concentración de hemoglobina, reponer el recuento de
eritrocitos, recuperar las reservas de hierro.
II. Duración: depende del aumento de la Hb que debe ser de 0,2 g/ dL/d. El tratamiento
debe mantenerse entre 3 a 6 meses después de controlada la anemia, ya que es la única
forma de llenar el depósito. Si no hay respuesta en 2-4 semanas determinar si se está
cumpliendo el tratamiento, descartar otras causas de anemia, especialmente drepanocitosis.
III. Vía de administración: oral. Escoger entre las diferentes sales de hierro (polimaltosato
férrico, gluconato férrico, sulfato ferroso, fumarato ferroso), tomando en cuenta contenido
de hierro, tipo de la sal, efectos colaterales y costos. La vía endovenosa se reserva para
aquellos casos en que se presente intolerancia a la vía oral o mala absorción intestinal.
IV. Dosis: 100 - 300 mg de hierro elemental diaria repartida a lo largo del día.
El hierro oral con baja tasa de absorción sistémica y alta tasa de efectos secundarios
gastrointestinales y el hierro IV con mayor uso de recursos médicos y mayor riesgo de
reacciones transfusionales (23).
Es por esto que Auerbach et al. recomiendan prescribir hierro oral una tableta cada dos días
si hay deficiencia de hierro en el primer trimestre, y si la misma persiste, considerar el
hierro IV seriamente una ve que el embarazo seriamente una vez que el embarazo alcance
el segundo trimestre (24).
Un estudio realizado en India en 2019 donde se comparó el uso de la sacarosa de hierro con
el hierro oral, concluye que la alternativa más segura para el tratamiento de la anemia por
deficiencia de hierro severa en el embarazo, es la vía parenteral (25). En casos de anemia
moderada, su uso debería de restringirse preferiblemente a los casos de baja adherencia o
intolerancia a la terapia de hierro oral (2, 25). En mujeres con buena adherencia al hierro
oral, la sacarosa de hierro intravenosa podría no tener ninguna ventaja adicional sobre el
hierro oral (25).
CONCLUSIÓN
La anemia es un importante problema de salud global y es de especial relevancia en la
práctica obstétrica, se asocia con importantes complicaciones que afectan tanto a la madre
como al bebé. Los síntomas son similares a los de un embarazo normal, por lo tanto, se
requiere de vigilancia activa para el diagnóstico temprano. El tratamiento efectivo mejora la
salud materna y previene las complicaciones en el niño. La estrategia del manejo depende
del periodo de gestación y la gravedad de la anemia, tomando en cuenta las comorbilidades
obstétricas y no obstétricas de la paciente. El hierro oral sigue siendo la terapia de primera
línea, sobretodo en pacientes durante el primer trimestre del embarazo donde está
contraindicada la terapia IV, sin embargo, cuenta con una alta incidencia de efectos
secundarios que dificulta la adherencia al tratamiento. La evidencia publicada respalda la
intervención temprana con hierro IV a partir de segundo trimestre cuando el hierro oral es
poco tolerado o es ineficaz, siendo este efectivo y seguro en el embarazo sin eventos
adversos graves reportados en numerosos estudios. De haber una indicación para la terapia
IV, como anemia severa, intolerancia al hierro oral o la necesidad clínica de una reposición
rápida y eficiente del tratamiento de la anemia, la carboximaltosa férrica es el producto de
primera elección según estudios existentes. Sin embargo, la mayoría de estudios realizados
sobre los efectos del hierro IV se basan en resultados hematológicos, por lo que se
necesitan estudios de mayor magnitud y de alta calidad que informen los resultados
maternos y pediátricos, así como los efectos adversos de los medicamentos para aclarar el
papel del hierro IV para el tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro en el
embarazo.