El Consumo Responsable del Agua en una Sociedad

Consumista
Resumen

El crecimiento acelerado de la población, la urbanización, y el crecimiento de la

industria han generado cambios significativos en la cantidad de agua que el humano
necesita y consume diariamente, el tipo de sociedad en la que vivimos nos genera
nuevas ideas acerca de las cosas que debemos tener y lo que debemos comprar,
tomando en cuenta que el sector agropecuario e industrial son los que más agua
gastan y contaminan debemos entonces, remplazar nuestros hábitos por otros
donde reduzcamos el consumo de productos de estos dos sectores, apoyando con
pequeñas acciones diarias que con el tiempo generaran una nueva cultura de
hábitos con lo que se refiere al agua.

La época actual es en la que más agua se ha contaminado y desperdiciado por esto

mismo es muy importante hacer conciencia sobre este problema y convocar a las
personas a aportar con algo que de manera paulatina genere un cambio significativo
en el futuro de nuestro planeta y en el uso y mantenimiento de nuestro más preciado
recurso, el agua.

ABSTRACT

The current time is when more water has been contaminated and wasted for this
reason, it is very important to raise awareness about this problem and call on people
to contribute with something that gradually generates a significant change in the
future of our planet and in the use and maintenance of our most precious resource,
water.

PALABRAS CLAVE

Consumo, consumismo, agua, recursos, naturales, planetas, energía, tierra,

sustentabilidad.
INTRODUCCIÓN

Hoy en día el sistema económico pone al alcance de las personas todo tipo de
productos y bienes para el consumo, desde lo más básico, como alimentos o
prendas de vestir, hasta lo más extraño e inútil.

El consumo como concepto no hace referencia a nada malo ni perjudicial. Podemos

definirlo como el simple hecho de consumir para satisfacer necesidades o deseos.
El problema llega cuando esta actividad se vuelve patológica. Entonces ya no
hablamos de ‘consumo’, sino de ‘consumismo’. La Real Academia Española (RAE)
define el consumismo como “la tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir
bienes, no siempre necesarios.”

En esta era de consumismo, a veces es fácil olvidar que cada producto que
utilizamos proviene de la misma fuente primaria: la Tierra. La sobreutilización de
nuestros preciados recursos naturales ha puesto varios ecosistemas en situaciones
críticas de agotamiento o cambio irreversible y la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) ha alertado de que la población mundial está consumiendo muchos
más recursos naturales de los que el planeta puede aportar de forma sostenible.

La ONU ha estimado que, si los actuales patrones de consumo y producción

mantienen la tendencia, y con un supuesto incremento de la población que
alcanzará los 9,6 mil millones en el 2050, se necesitarán 3 planetas para sostener
el actual modelo de consumo. Es más, se calcula que en el año 2030 el mundo
requerirá un 30% más de agua, un 40% más de energía y un 50% más de
alimentos. Es por esta razón que uno de los retos más significativos que afectan al
medio ambiente es la intrínseca relación entre el agua y la energía; en tanto que
una es necesaria para producir la otra, a menudo llamada nexo agua-energía.

DESARROLLO

Desde comienzos del siglo XX, la población mundial se ha duplicado, mientras que,
como resultado del desarrollo industrial y del mayor uso agrícola, la cantidad
empleada de este vital elemento se ha sextuplicado. Teniendo en cuenta que en el
mundo existe actualmente la misma cantidad de agua que hace 2.000 años y, que
se ha incrementado la sobreexplotación, la contaminación y los efectos del cambio
climático, actualmente, casi el 40% de los seres humanos cuentan con problemas
de escasez de agua, circunstancia que, para el 2025 afectará a un 66% de la
población mundial asentada en países de áfrica y Asia Occidental.

Los motivos de la escasez de agua en el planeta son:

• Cambio climático: Sin lugar a duda, se trata del principal responsable de las
peores épocas de sequías que asedian a nuestro planeta. Es un grave
problema que hemos creado entre todos los seres humanos.

• Agua contaminada: Hay que resaltar la contaminación del agua de los ríos,
lagos, mares, arroyos y lagunas por culpa del vertido de distintos residuos
tóxicos. Entre estos residuos, nos encontramos todos aquellos que provienen
de los desechos industriales y domésticos, además de aquellos que
provienen de los campos de cultivo en los que se han usado agroquímicos.

• Urbanización masiva: Se concentra en poblaciones donde los índices

demográficos están al alza. No debemos olvidar el éxodo que se produce
entre el campo y las ciudades, pues éste lleva a niveles de vida más altos y
un mayor uso del agua diariamente.

• Patrones de consumo: Provocan grandes desequilibrios, ya que no

permiten que el agua disponible se vaya renovando, permitiendo así un mejor
funcionamiento del ciclo del agua.

• Mayor demanda de agua: El aumento del crecimiento agrario, industrial y

poblacional provoca que la demanda de agua se incremente de manera
considerable.

• Mala distribución del agua: Una de las principales causas de la escasez de

agua es la distribución poco equilibrada del agua dulce que hay en el mundo.

• Destrucción de las fuentes naturales de agua: Es consecuencia de la

explotación de ríos y de las reservas de agua subterráneas.
 • Extracción insostenible del agua de ríos, lagos y fuentes: Esta extracción
impide que el agua siga su ciclo como nuestro recurso renovable más
importante. Esto pasa porque el agua se extrae mucho más rápido de lo que
tarda en renovarse.

Se entiende por consumo doméstico de agua por habitante a la cantidad de agua

que dispone una persona para sus necesidades diarias de consumo, aseo, limpieza,
riego, etc. y se mide en litros por habitante y día (l/hab-dia). Es un valor muy
representativo de las necesidades y/o consumo real de agua dentro de una
comunidad o población y, por consiguiente, refleja también de manera indirecta su
nivel de desarrollo económico y social. Este indicador social se obtiene a partir del
suministro medido por contadores, estudios locales, encuestas o la cantidad total
suministrada a una comunidad dividida por el número de habitantes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la cantidad adecuada de

agua para consumo humano (beber, cocinar, higiene personal, limpieza del hogar)
es de 50 l/hab-día. A estas cantidades debe sumarse el aporte necesario para la
agricultura, la industria y, por supuesto, la conservación de los ecosistemas
acuáticos, fluviales y, en general, dependientes del agua dulce. Teniendo en cuenta
estos parámetros, se considera una cantidad mínima de 100 l/hab-día.

El destino aplicado al agua dulce consumida varía mucho de una región a otra del
planeta, incluso dentro de un mismo país. Por regla general, el consumo elevado de
agua potable se da en países ricos y, dentro de estos, los consumos urbanos
duplican a los consumos rurales. A nivel mundial, se extraen actualmente unos
3.600 km3 de agua dulce para consumo humano, es decir, 1.600 litros/hab-día, de
los cuales, aproximadamente la mitad no se consume (se evapora, infiltra al suelo
o vuelve a algún cauce) y, de la otra mitad, se calcula que el 65% se destina a la
agricultura, el 25% a la industria y, tan solo el 10% a consumo doméstico

Por otro lado, y debido a la contaminación ambiental (aguas residuales, vertidos a

la atmósfera, residuos sólidos, etc.), una fracción importante del agua dulce
disponible sufre algún tipo de contaminación. Las fuentes naturales de agua cuentan
con procesos de autodepuración, pero cuando se emplea en exceso o es escasa,
en general empeora su calidad. Según la OMS, más de 1.200 millones de personas
consumen agua sin garantías sanitarias, lo que provoca entre 20.000 y 30.000
muertes diarias y gran cantidad de enfermedades. Los datos de consumo por
habitante difieren enormemente entre distintas zonas del planeta, dependiendo
principalmente de la disponibilidad del agua y del nivel de desarrollo del país.

Las situaciones de sequías que vive el planeta suponen grandes amenazas para la
seguridad de la población mundial, puesto que tanto el suministro como la
renovación de agua sufren cada vez más dificultades. Las principales
consecuencias de la escasez de agua:

• Conflictos entre estados a nivel mundial.

• Situación de estrés hídrico por culpa del déficit de recursos disponibles.

• Dificultades que sufre la población mundial para proveerse de agua con

calidad y en cantidades necesarias.

• Riesgos en la salud por aquella agua que no ha recibido un correcto

tratamiento y que ha sido sometida a estancamientos y proliferaciones de
insectos, roedores y otros animales que portan enfermedades infecciosas
para los humanos.

• Poca conciencia en la población mundial acerca de la problemática de la

escasez de agua que da lugar a perjuicios sobre el mantenimiento de la
calidad y la cantidad del agua disponible, además de establecer una
distribución lo más equitativa posible para su posterior consumo.

CONCLUSIONES

No parece muy erróneo aseverar que, a pesar de que la cantidad de agua disponible
en el planeta es suficiente para cubrir las necesidades de la población, su consumo
excesivo e incorrecto en muchos países y su escasez en otros, podría provocar la
falta de recursos dentro de pocos años. Ante esta situación es necesario un cambio
en las tendencias actuales de consumo según la denominada “nueva cultura del
agua”, basada en el ahorro de agua, la optimización de su gestión, el respeto y
sensibilización hacia este recurso, su reparto equitativo y la valoración como activo
ecológico y social.

Los principales consumidores son los sectores agropecuario e industrial, por eso
algunos países tienen políticas y controles ambientales cada vez más estrictos en
todos sus procesos. Pero desde nuestras casas también podemos ayudar a cuidar
el agua. Para esto mencionaré algunas propuestas para hacer un consumo
responsable del agua que nos puedan ayudar a generar esta nueva cultura del agua
y que con el tiempo nos haga personas responsables acerca del uso de este recurso
tan valioso en nuestras vidas

Consejos para no malgastar agua en el hogar:

• Repara las instalaciones defectuosas que originan perdidas o fugas de agua,

sustituyendo las llaves y tuberías necesarias para un correcto
funcionamiento.

• Cierra bien las llaves después de usarla, no la dejes goteando.

• No dejes perder el agua mientras haces otra actividad, como al momento de

cepillarte los dientes.

• Utiliza la lavadora con la carga completa de ropa y reutiliza el agua de esta.

• No dejes las mangueras abiertas en el jardín.

• Mantén limpia el agua de piscinas durante el año, para evitar llenarla en

verano.

• Abrir la ducha en el momento de entrar. Cuando te duches, no estés bajo el

agua demasiado tiempo, evitando así un gran consumo de agua.

• Consume menos, el 96% del agua que utilizamos se consume de forma

indirecta en los productos que compramos.

• Un cubo de agua es suficiente para lavar tu coche, evita el chorro de la

manguera, ya que así evitamos un mayor desperdicio de agua.
 • Si tienes un huerto urbano en tu casa, riega a primeras horas de la mañana
o después de que se ponga el sol para evitar que el agua se evapore.

Todas estas recomendaciones son muy sencillas y podemos aplicarlas a nuestros

días cotidianos y contribuir con nuestro granito de arena para cambiar la dirección
que se esta tomando con el consumismo y desperdicio de agua.

“AGUA QUE NO HAS DE BEBER, NO LA DEJES CORRER”

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