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P~RDIDAS Y DUELOS EN LA VEJEZ es 225

dida" de ese estado ideal de sentirse fuerte, inteligente, poderoso,


eterno, etcétera (ideal de bienestar permanente, narcisista y de in-
mortalidad), situación intolerable en cuanto es tener enfrente, co-
Pérdidas y duelos. en la vejez mo en un espejo, aquello que nos ocurre o que sucederá en breve .
.\ Desde una sociedad y una cultura determinadas, influye de
RAOL 0R77Z F!SCHER y OSVALDO F!UDORO
modo singular el proceso de envejecimiento y la vejez, utilizando
Universidad Católica de La Plata (sede Rosario), Argentina
cada una diferentes pautas para definirlos, por lo que en realidad
hablaríamos de una vejez cultural.
3. Enunciados identificatorios (dadores de identidad) que contienen
mitos y prejuicios que ubican a la vejez en una desvalorización.

··A lo largo de su ciclo vital, el ser humano presenta algunas caracterís-


ticas que deseamos destac:¡.r. Una es la presencia de dos pares anti-
Dichos enunciados ingresan con los grupos y familias y en forma
directa a través de los medios de comunicación al espacio intra-
subjetivo del sujeto.
téticos que lo· atraviesan y rigen durante su devenir; generando inscrip- 1
Algunos de los prejuicios son los siguientes:
ciones psicológicas, indelebles que serán reactualizadas a lo largo de su
existencia: el par pérdidas-adquisiciones y amparo-desamparo, ambos a. Tendencia a culpabilizar, por ejemplo: "Si usted no es feliz en esta
con un movimiento dialéctico entre los polos que los componen. El pre- situación, se debe a que es terco o rígido", "todo lo que le pasa es
dominio de uno de éstos no implii:a la desaparición de su par, pero la sig- por consecuencia de usted mismo", etcétera.
nificación de uno remite inevitablemente a la del otro. b. Tendencia a hacer al geronte responsable de sus problemas, por ejem-
Las pérdidas psicológicamente significativas pueden ser variadas, como plo: "Los viejos son perezosos y no creativos", "los viejos son abu-
la de un ser amado o abstracciones equivalentes (patria, libertad, ideales, rridos", etcétera.
etcétera), que generarán una reacción psicológica denominada duelo. c. Los viejos son enfermos o discapacitados. Esta equivalencia conlleva
En el concepto de desamparo, cuyo prototipo surge al nacer, la acen- un gran riesgo debido a que puede transformarse en una profecía
tuada indefensión de ese ente recién advenido debe· ser amparado, asisti- autopredictiva, por la cual el mismo grupo de geromes la cree.
do por otro significativo que le brindará todo lo necesario (alimento, Debemos tener en cuenta el riesgo de que estas creencias incons-
amor, por ejem.plo) para su subsistencia y desarrollo como persona. cientes funcionen e interfieran en aquellos que ejercen una activi-
Otra peculiaridad es que toda la existencia del individuo se desarro- dad psicoterapéutica.
lla y mantiene. en un mundo vincular, por lo que las pérdidas y el proce- Algunos psicoterapeutas consideran que los pacientes de cierta edad no
so de. duelo deben ser pensados como la intervención de diversas varia- se beneficiarían con psicoterapia. El mismo Freud también lo estimaba
bles, que debemos tener en cuenta y que dependen de: así, aunque muchos escritos vitales de su teoría fueron realizados cuando
él tenía una edad avanzada. Desde el punto de vista social, el macrocon-
l. El proceso intrapsíquico (en el espacio intrasubjetivo).
texto no otorga un lugar de privilegio, sino que los ubica en la desconsi-
2. El conjunto de los otros significativos que se encuentran en con-
deración, el rechazo, el aislamiento, la explotación y el depósito en sór-
tacto con él y cuyas conductas pueden facilitar la aceptación y
didos lugares a la espera de la muerte.
superación de la pérdida, o el rechazo, con el consiguiente refuer-
zo de la fijación patológica a ese objeto perdido (espacio ínter-
. subjetivo). .
Algunos conceptos respecto al proceso de duelo
'
Las pérdidas y los duelos sucesivos que implica el envejeci- El duelo implica un proceso, con todo lo. que significa este término: pro-
miento -con su resolución o no- enfrentan a los otros, a "la pér- cesar una pérdida es someterla a una serie de trabajos de transformación
224

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226 w RAÚL ORTIZ FISCHER Y OSVALDO FILIDORO

y elaboración. Así,. la pérdida o su avisoramiento constituye el primer


momento de dicho trabajo psíquico que se prolonga durante un tiempo
integrada por una primera serie constituida por la presencia de factores
hereditarios y congénitos denominados factores constitucionales. Sobre
PÉRDIDAS Y DUELOS EN LA VEJEZ c:s 227 1
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variable y determina cambios en el sujeto. Esto es observado. claramente ellos se va a experiencias infantiles en los momentos fundantes del apa- ~·~
~
en la descripción que realizan Parker y Bowlby respecto a las cuatro fases rato psíquico; así, podemos encontrar la realidad traumática externa, las 1
del duelo; además, dicha tramitación o proceso de duelo constituye un identificaciones y sus vicisitudes, los diferentes modos de estructuración ~
fenómeno vincular, pues si bien gran parte de él·es desarrollada de mane- narcisista, etcétera. La presencia de estas dos series es la disposición con ~
~

ra intrasubjetiva o intrapsíquica, el contexto en que está inmerso el suje- la que el sujeto enfrentará los avatares de la vida. La tercera está consti-
to posee enorme relevancia.
En el anciano ob~ervamos la existencia y persistencia de un deseo de
reencuentro con ese objeto perdido que posee una significación singular
para el sujeto en duelo y su entorno cercano, en esa cultura, ·en ese lugar
tuida por los factores desencadenantes actuales, por ejemplo las pérdidas
y duelos que implican el envejecimiento y la vejez.
El balance entre la mayor o menor disposición y la presencia de fac-
tores desencadenantes de diversas magnitudes ofrecen la particularidad
1
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y en ese momento histórico, lo cual puede funcionar como fijación a con que el anciano tramitará sus pérdidas y duelos. ~
dicho objeto vivjdo como irremplazable y así dificultar su sustitución. Como factores relevantes están incluidos la estructura narcisista ~
ri~

Así como existe la mencionada fijación al objeto perdido expresada intrapsíquica, las identificaciones, la capacidad de desempeño del yo fun- ~
~
~
como dificultad para el pasaje a un objeto sustituto, también puede ción, la agresividad, los trastornos narcisistas, los sentimientos de culpa, i
~
ft acontecer que, a pesar de realizarse este tránsito, existan obstáculos para la confianza en la capacidad para reparar y superar, las angustias perse- ~
~
establecer un nuevo vínculo con otro objeto, de manera que haya un cutorias y la realidad externa traumática. i
retorno al originario perdido. ~
El sentimiento de desesperanza que surge ante la vivencia de que el
Estructura narcisista intrapsíquica
*
~
~
deseo de reencuentro del anciano es irrealizable activa la representación ~

de él mismo como impotente e indefenso.


Definimos el narcisismo como el amor que el sujeto siente por sí mismo, 1
1
En el proceso de duelo es esperable el pasaje de la representación del
es decir, por la representación de sí mismo·o yo representación.
objeto como ausente recuperable a la construcción de la representación
Toda persona posee una estructura narcisista intrapsíquica que deter-
_del objeto como ausente irrecuperable y el tránsito hacia un objeto sus- ~
minará cierro nivel de satisfacción o de insatisfacción consigo misma,
tituto. Durante el envejecimiento y la vejez, la multiplicidad y rapidez

1
que constituye un trasfondo de toda la vida mental y que desempeña un
con que aparecen las pérdidas y duelos van acelerándose, lo cual confi-
importante papel regulador en la vida de ese sujeto.
gura un obstáculo para el proceso elaborativo; así, al estar inmerso en una
Aunque hablamos de la estructura narcisística intrapsíquica, destaca-
y sin haberse resuelto, emergen otra y otra ...
mos que el narcisismo se constituye, despliega y mantiene en los víncu-
El ser humano es frutó de una suma de factores que van constitu-
los con los demás. Así, este sistema intrapsíquico está en permanente ~
yéndolo, conocida como series complementarias. Este concepto implica la

1
intercambio con las estructuras narcisistas de otras personas del espacio
presencia de diferentes elementos fundamentales que interactúan y expli-
intersubjetiva y transubjetivo del macrocontexto.
can cierro resultado singular'para cada persona.
El narcisismo de cada sujeto depende del tipo de configuración que
posee esta estructura narcisista intrapsíquica, la cual es caracterizada por

'
Importancia del concepto de series complementarias poseer cierra estabilidad en el tiempo, por estar conformada por las

Las series complementarias son imprescindibles para comprender la sin-


estructuras yo y superyo (ambos con lo,s distintos elementos que integran
cada una) y por los diferentes modos de funcionamiento entre ambas.
~
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Respecto a su conformación, en la estructura del yo podemos dife- ~
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gularidad de los procesos de pérdidas y duelos, así como el diseñó del ~
renciar la presencia de variados subgrupos representacionales, como las [ ..
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abordaje terapéutico pertinente. La mencionada ecuación etio!Qgica está

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representaciones de aquellos objetos que permiten ejecutar actividades B. Representaciones de los objetos que permiten la actividad ;t~~~\
narcisizadas o amadas, pues generan una elevación de la autoestima, y narcisizada en cuanto ésta le ot&rga la valoración de superior '
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finalmente las represehtaciones de objetos diversos (personas, cosas, etcé.:.
cera) que son muy valorados y transmiten su valor a la persona, denomi-
Toda persona necesita sentirse deseada, valorada y amada, lo cual puede :;íil~
provenir desde los otros y de sí mismo. El sujeto desarrolla una serie de
nada representaciones de las posesiones narcisistas del yo. ¡'fli
actividades que funcionan como alimento para su autoestima y le pro- ¡i"
Con referencia a la estructura superyó, subrayaremos la importancia [,!;;¡
ducen una gratificación narcisista que tiende a elevar la valoración de sí ,.§~l
de los ideales que tienden a regir la vida del ser humano, la· de los ¡:-t~~
mismo. ff~
metaideales o reguladores del nivel de exigencia o tolerancia en el logro rmsJ
Las aCtividades mencionadas tienden a ser restringidas relativamente,
de los ideales, y la conciencia moral que funciona como un juez que eva-
variando su cantidad en cada persona y aun en el devenir de un mismo
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lúa el cumplfmiento o no de las normas.
sujeto. Para efectuar estos funcionamientos estimados narcisísticamente ~..
~
Describiremos lo mencionado antes, a nivel yoico:
A. Las representaciones narcisísti~s valorativas del yo representación
se necesitan objetos que permitan realizar dichas actividades narcisistas. 1
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Así como la actividad que genera placer narcisista es amada en cuanto r;~Jr
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nos permite sentirnos (desde el otro externo o por disociación, desde ·')'\tf.~'
l_J.·
Aunque la representación de sí mismo o yo representación se presenta ~l~.J
como si fuera una unidad, en realidad está constituida por múltiples nosotros mismos) valiosos, este amor es ampliado a los objetos que per- ,,·l~):(
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representaciones conscientes inconscientes. En este conjunto represen- e miten llevar a cabo tales actividades. Es conocida la frase siguiente: "El :l ~~-

racional existe un subgrupo caracterizado por poseer cualidades valorati- placer narcisista es fuente de adicción, de modo que, una vez experi- !M
vas o narcisistas, es decir, aluden a la valoración/desvaloración que el mentado, deseamos reencontrarlo". lt::ll~
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sujeto tiene respectó de sí y abarcan diferentes áreas de él: su capacidad De lo anterior podemos deducir que pérdidas producidas por dificul- 1!~!
tad en la ejecución de las actividades que elevan la autoestima del sujeto, o ~!l~;
intelectual, su cuerpo, sus cualidades morales, sus diversas habilidades,
~;·~ ~ ~-.
etcétera. Durante el envejecimiento y la vejez, las repercusiones genera- la pérdida de los objetos que permiten su realización, generan reacciones ~r /J

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das en distintas representaciones del cuerpo difieren de acuerdo con las de duelo variables que pueden llevar a serios desequilibrios. Lógicamen- bf~
valoraciones narcisísticas que poseían previamente. te, cuanto mayor es la incidencia de esas actividades que elevan el narci- ~~
Durante la vida intervienen diferentes circunstancias que pueden sismo y los objetos que le permiten su desarrollo en el equilibrio del sis- f~"".
t;t~:
· efectuar la activación de determinadas representaciones; Las representa- tema narcisista, tanto mayor serán sus consecuencias. rW
t~l
ciones valorativas del cuerpo pueden ser activadas a lo largo de la vida El proceso de envejecimiento y la vejez afectan dichas actividades que
por varias circunstancias, pero destacamos el proceso adolescente y el de r~
otorgan valoración al sujeto, por ejemplo: el trabajo suele ser una fuente f\lj
envejecimiento y vejez, pues los cambios biológicos corporales son evi-
dentes y poseen intensas repercusiones por la significación en juego que
de gratificación que favorece mantener la representación de sí como
alguien necesario que sabe desarrollar su tarea y cuyo tiempo está orga-
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perdemos, que logramos, etcétera, acompañadas de intensas angustias,
con movilización en el eje desamparo/amparo. El ámbito intelectual
nizado para cumplir funciones "valiosas", ser alguien importante y ganar
determinada suma de dinero que· contribuye a su bienestar y de otros,
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también sufre los procesos de pérdidas y adquisiciones, de desamparo y ~1i
etcétera. Pero pueden suceder con el sujeto diversas situaciones, a saber: ;~:
amparo. En nuestro cido vital, sus repercusiones varían en cada persona, t~~~ii
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de acuerdo con lo que conocía, con la importancia que la actividad inte- l. Que lo jubilen. Aquí de pronto esa actividad narcisizada quedó ~j ~f
lectual poseía en su vida, con la pérdida o no del funcionamiento de su sin el objeto que permite su ejercicio, por ejemplo: a los profesio- ~\
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memoria y con percibir que todo ese bagaje ·intelectual que le costó nales se les retira la matrícula para asegurarse de que no puedan ·l,il
mucho esfuerzo lograr y que constituía un motivo de orgullo de autoes- ejercer su profesión, o no estar más en el aula con alumnos que ~t!ffu
titna satisfecha se va perdiendo· o no. les favorecía disfrutar del placer narcisista de enseñar, y así múlti-
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230 w RAÚL ORTIZ FISCHER Y OSVALDO FILIDORO PÉRDIDAS Y DUELOS EN LA VEJEZ Cl>5 231
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pies situaciones en los ~uales a la actividad narcisizada -desde El fenómeno frecuente de apatía por el mundo que solemos observar r
"afuer:i'- se le quita el objeto valorado. especialmente en la vejez puede ser explicado, en parte, por la falta de
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)
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2. La aparición de ciertas pérdidas orgánicas, como olvidos, dismi- goce narcisístico que sucede y que lleva a un distanciamiento afectivo ~:~
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nución de audición y dificultad para fijar nuevos conocimientos, defensivo, en aras de mantener un relativo equilibrio narcisista que está :~
-~
pueden emerger como dificultades internas para ejercitar la acti- muy cuestionado. ~~
vidad que valora, a las que suelen agregarse las externas.
Lo anterior puede ser una respuesta, y otra emerger como un inten-
3. La ausencia reiterada o pérdida de objetos que permitan al sujeto
to de repetir de modo frecuente anécdotas del pasado del sujeto donde él
sentirse valioso. Es frecuente observar cómo la familia y otros evi-
pueda sentirse valios0, sin olvidos y seguro; es un modo de revalorar su
tan paulatinamente el diálogo con el envejeciente y el geronte, de
sí mismo y refugiarse en sus recuerdos. Una de las dificultades surge
modo que en éstos surge un profundo malestar, pues van per-
cuando esta actividad narcisizada pasa o tiende a convertirse en domi-
diendo el público que les da el placer. de ser escuchados y dialo-
nante, independiente del contexto.
gar (objeto de la actividad narcisista}. Sea porque no está actuali-
zado y no vale la pena escucharlo, por su dificultad para aceptar Como vemos, el narcisismo funciona como una fuerza que puja
nuevos modos de pensar, por sus olvidos y reiteraciones, etcétera, constantemente por obtener satisfacción narcisista que aleje la tensión ::·{},:<

narcisista displacentera, pero para ello necesita los objetos que le permi- ~: ~t~t'
esta descripción de una situación frecuente y cotidiana· implica
rechazo de los· demás a ese ser que les muestra lo que va a suce- tan su realización, que tiendan a "lograr el brillo del yo".
.derles en el futuro. Tal evitación funciona·como la desmentida, en C. Representación de las posesiones narcisísticas del yo rw
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la cual evitamos que una realidad intolerable ingrese al aparato
Cabe hacer una aclaración: si bien nos referimos al sujeto y especial- ~~i
psíquico. En el envejeciente y el geronte, este rechazo y/o evita~ r~~.
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ción produce un trastrocamiento en su representación del yo, mente al funcionamiento de.su sistema narcisista, tenemos presente que
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respondiendo con desinterés por los objetos· que no facilitan la hacemos parciales losfines expositivos, situaciones vinculares más com- r~~.·~
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realización narcisizada, y también pueden ocurrir las desnarcisiza- plejas.

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. cion,es de algunas de las actividades valoradas. El yo representación o representación de sí mismo posee diferentes
. 4. Otra situación por evaluar es el traslado del geronte, lo ·cual modos de intentar destacar sus méritos y así "quedar ubicado en ese
implica serios desequilibrios. Su casa, sus objetos, etcétera, for- anhelado sitial de valioso". Como el narcisismo surge de la intersubjeti-
man parte de sus posesiones y objetos que le permiten mantener vidad, es obvia la importancia que posee la relación sujeto-objeto. El

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un relativo equilibrio narcisista, en el que todo eso contribuye a sujeto intenta relacionarse de tal modo que sea valorado su sí mismo.
dar estabilidad a su identidad. Suele suceder que sacar al sujeto de Podemos pensar que la relación realizada por la persona con un objeto
su hábitat, especialmente para llevarlo a un geriátrico, agrega una considerado valioso implica dos posibilidades: a) cuando el objeto per- ~'.~-~,.
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nueva pérdida que puede generar una situación traumática narci- mite al sujeto desempeñar una actividad que lo hace sentir valorizado,
sista, con la movilización consiguiente de las defensas que contra-
rresten el dolor narcisista; especialmente cuando es tratado como
"algo" que debe ser trasladado y él no sabe por qué. En vez de ser
descrito como el objeto de la actividad narcisizante, y b) cuando el
objeto da valor al sujeto (aquí nos referimos a las posesiones narcisísticas
del yo).
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valorado y respetado, se le coloca en el lugar del que no vale y ni Podemos establecer una situación en la que demos vivencia a un ~~~{:~
siquiera merece un diálogo, ni escuchar sus pensamientos. Es objeto como brillante, valioso y que transmita imaginariamente su valía ·ID"
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decir, el sujeto puede perder el objeto o éste hallarse en la reali- f.;t:i
al sujeto, quien así sumará lo valioso de este objeto a su representación 1"'"
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dad, pero si hay ausencia de placer narci~ista, se perderá como de sí. Por lo tanto, existe un compartir la valoración que pasa de uno a ¡.;;f.
. objeto catectizado. otro. A diferencia de lo expresado en "Duelo y melancolía", donde "la ~~~
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sombra del objeto recae en el yo", aquí encontramos que "el brillo del como factor disposicional. Si alguien se desarrolló en un ambiente de r~~~
suma exigencia de cumplimiento con el ideal vigente, surgirá como ,;;~,
objeto recae en el yo".
correlato la vivencia de desvaloración, impotencia y desamparo por no F~·f;.
Muchos envejecientes y gerontes vivencian a sus hijos como posesio- ~~~;

nes narcisistas. Un intento de recuperar su autoestima y salir de la situa-


ción de desvaloración es recurrir a este mecanismo traslativo de valores;
funcionar como "se debiera". Podemos encontrar rechazo del sí mismo
por parte del senescente y de su familia y allegados, porque la tiranía del
~~
,-l;sg(';:

así, ese "hijo magnífico" (idealizado) les transfiere magnificencia. Ade- metaideal exige funcionar como el ideal y de manera permanente. No t~
;jt
más, agregan importancia al considerarse generadores de ese exitoso des- existen atenuantes para esta modalidad. Las dificultades que el proceso ~~~
de envejecimiento genera inc'rementan la distancia entre el ideal que f:{tl.'[.
cendiente. P\"iíl;'
siempre debemos alcanzar, y la representación de sí convulsionada por las :~ij
La estru,ctura superyó es el otro.componente fundamental para com- -~.~~(,
.¡;¿-~~
múltiples pérdidas que acontecen. Esto suele aparecer clínicamente como

1
prender el funcionamiento del sistema narcisista. Consid.eramos la últi-
ma conceptualización dada por Freud, en la que la describe con tres fun- familias que critican y expresan: "le falta voluntad", "lo hace para llevar-
ciones: la de portador de los ideales, la conciencia moral o instancia crí- nos la contra", etcétera. Así, el senescente, que tiene sentimientos de infe-
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tica y la de autobservación. En el funcionamiento narcisista son relevan- rioridad y/o vergüenza por no cumplir en forma absoluta con sus ideales, ~i~~
,,~,,
tes los ideales, los metaideales y la concienda crítica. experimenta un reforzamiento a partir de la realidad exterior intolerante i-t~
. . '
y exigente. De aquí al ingreso en la depresión sólo falta un paso. .
l. Los ideales son constituidos en la relación con los otros significa-
·El modelo normal de funcionamiento de la instancia crítica implica

1
tivos cuando dejan de ser admiradores incondicionales; con su narcisis- una actitud semejante a la de un juez, que observa al inculpado (yo repre-
mo renovado, convierten al bebé en un yo ideal o vivencia de perfección. sentación) y lo compara con las normas e ideales para ver en qué medi-
Pero a partir de que su amor es condicionado a que ese pequeño cumpla da han sido logrados o transgredidos ésros con determinados deseos. y
~~'
co.n determinadas normas para que nuevamente sea admirado, éstas acciOnes.
pasan a convertirse en ideales, por ej~mplo: "Ser el ideal o estar ubicado En caso de cumplimiento con los ideales, el yo es premiado con la

1
en este sitial asegura el amor y admiración de los demás". Esto explica aprobación, reflejada en la autoestima satisfecha, o si no logró dichos
por qué el sujeto puede poseer con sus ideales una· relación equivalente a objetivos ~e le criticará y castigará con los sentimientos de inferioridad,
la que tiene con sus qbjetos de amor. Podríamos parafrasear y decir: "Si vergüenza y/o de culpa.
ellos aman que. yo ·funcione de .acuerdo con sus ideales o nórmas; que La conciencia moral puede tener un funcionamiento tipo patológi- ~~Jl}:
Consideran valiosos, y así soy recompensado·con su admiración y valora- co, en el que es destacada la severidad con que funciona, lo cual pode- ~~r:p
[:~~.:
ción, la forma de asegUJ:arme .ese amor consistirá en tratar de lograr.esos
ide:iles".
2. Pero en e"Sta interacci4n entre ese pequeño sujeto y los otros signi-
ficacivo.s, éstos "le enseqan" qué normas o ideales son para ellos muy
valiosos y qué nivel de realización de cumplimiento de esos.ideales es.exi-
mos observar;.
La presencia de metaideales exigentes y rígidos no tolera ningún
apartamiento del yo representación en relación.con el cumplimiento de
los ideales. Por una hipertrofia de la actividad criticadora, la conciencia
1ll
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~ ~
moral se ejerce de manera prácticamente independiente de los temas. ~\;!
gido o anhelado para ser admirado y querido (generi~ión del metaidea~. En algunas familias o grupos con estructuras hipercríticas surgen ~ ~~
rtlit,,,,~
Así, el metaideal es una creencia que determina cómo debemos ac- miembros que critican a los demás (personalidades con rasgos paranoicos ,.,,.~"")

tuar en el cumplimento de ·los ideales, para ser queridos valorados y y narcisísticos) o que se critican a sí mismos, como suele ocurrir con las ~~
admirados; fija eil qué medida el sujeto puede desviarse del ideal para ser
aceptado.·
·personalidades tipo depresivo y melancólico y con las neurosis obsesivas.
En el envejescente y la vejez vemos a menudo que, ante la posibili-
1
~.!~
· ·:Oríginariamente, el funcionamiento vincular familiar y luego con los dad de angustia narcisista de "ser criticado", aumenta el funcionamiento ~~~·

~**1

otros significativos tiende a generar un movimiento singular, que actúa criticador, en cuyo caso personas adultas mayores, desde "su sitial de
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234 B» RAÚL ORTIZ FISCHER Y OSVALDO FILIDORO PÉRDIDAS Y DUELOS EN LA VEJEZ <>! 235

superioridad", critican todo y a todos, con lo cual preservan su equilibrio con la capacidad de la estructura narcisista para tolerar y contrarrestar los
narcisista, pero también en ese movimiento criticado-criticador pueden diferentes grados de embate de la angustia. Así, es oportuno observar ' '!'.~i'
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quedar sumidos como personas que se autocritican o buscan en los desde fenómenos tipo desinterés e inhibiciones hasta severas perturba- ~~t;~·.
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demás que ocurra este acontecimiento. Como veremos posteriormente, ciones en el funcionamiento mental. Los trastornos tipo desinterés e
tales situaciones están emparentadas con identificaciones, agresividad, inhibiciones pueden evidenciarse en un aspecto de funciones muy vasto,
etcétera. como en el trabajo, las actividades físicas, y las relaciones sociales que
Consideramos fundamental comprender los mecanismos que man- pueden ser evitadas y configurar las llamadas fobias sociales,
tienen el equilibrio narcisista, para cuyo fin utilizamos los mecanismos Cuando pensamos, quedamos expuestos a la admiración, indiferen-
defensivos clásicos {como proyección, represión, etcétera) y las compen- cia o crítica del otro. Si el sujeto cree que será criticado o ignorado, mos-
saciones, que son defensas específicas del narcisismo. trará una profunda angustia narcisista e intentará neutralizarla mediante

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Las ·compensaciones son producciones inconscientes destinadas a un estado de tipo confusión mental, con obnubilación, desconexión ante
contrarrestar el sufrimiento narcisista, expresado por sentimientos de los estímulos externos, sensación de flotar por encima de las situaciones 1!¡¡
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inferioridad y/o de vergüenza, de impotencia, etcétera. Estudiaremos al en que son trastocados d pensamiento, el lenguaje, etcétera, y permite :~·.~~~
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respecto las más destacadas. En sus relaciones con los otros significativos, "poseer un estado de bienestar físico, mental y, por ende, de autoestima
puede haber una serie de situaciones: que éstos funcionen como especta-
dores admiradores de las exhibiciones del sujeto, o que se fusionen con
satisfecha".
Existen compensaciones, narcisísticas que· operan como satisfacción
~-¡ ~
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este objeto· idealizado; que de este modo compensará u ocultará los défi- sustitutiva, adiciones, bulimia. Además, las últimas actuaciones sexuales
tipo promiscuidad, donjuanismo, etcétera, es frecuente observarlas cuan-
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cits del sujeto. También puede ser vivido como una posesión narcisista,
como el objeto que permite la actividad narcisista, o como receptáculo do durante el envejecimiento aparecen pérdidas en el entorno sexual. h
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de la proyección de los aspectos ·denigrados del sujeto. Estas conductas intentan -negar el paso del tiempo y mantener imagina- ~~
~~~
Otra defensa compensatoria está relacionada con la agresividad. riamente la idea de ser deseado y buscado. ·~·
:~
Existe una base en la que el narcisismo herido pone ·en funcionamiento Como cabe deducir, varias de es~s defensas compensatorias pueden ~S
la agresividad que actuaría como restauradora, la cual está cargada de sig- determinar problemas en los ámbitos intersubjetivos y transubjetivos, :~
nificación ygenera sentimientos de poder y fortaleza. Esto puede expre- que a su vez pueden agudizar el problema. Así, pensemos en lo que suce- :~
!~
sarse de forma abierta, como un portazo, agresiones ·físicas o verbales, de cuando utilizamos la agresividad o cuando usamos al otro como ~
~;
etcétera; pero también emerger de manera encubierta, como negativismo forma compensadora.
a lo que suponemos que es el deseo del otro y que funciona como una
autoafirmación narcisista.
El negativismo es frecuente en la adolescencia y la vejez~ momentos Identificaciones
en que el sujeto se siente muy inseguro. Es tanto más intenso cuanto más
La identificación participa en los momentos de pérdidas y sus reacciones,
esté cuestionada la autoestima; ya sea desde los demás o desde el mismo
dificultando o favoreciendo la tramitación del duelo. Asimismo, inter-
sujeto, siempre aparece como respuesta a una herida narcisista. También . .
viene como sigue:
en relación con la agresividad existen frecuentemente ·situaciones que van
desde el abuso de poder y maltrato al otro hasta otras de franco sacio- a. De modo indirecto, por el papel que desempeña en el origen de l•.;}J
masoquismo narcisista. diversos elementos que participan en el proceso de duelo: en la
Cabe destacar otra modalidad: la desnarcisización de alguna función
o actividad, cuando su ejercicio provoca angustia narcisística. El nivel de
repercusión en las diferentes funciones y/o actividades está relacionado
agresividad, por identificación con figuras agresivas, en el semi-
miento de culpa, por identificación con personas significativas
culposas, etcétera.
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236 RAÚL ORTIZ FISCHER Y OSVALDO FILIDORO :-~t


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1!0) PÉRDIDAS Y DUELOS EN LA VEJEZ 0!1 237

b. De modo directo, al participar la identificación en la construc- se puede esperar de ella, acercarse y hasta dónde evitarla y desmentirla. ' 1'
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ción de la representación de sí mismo del sujeto y en la represen- Todos estos movimientos crean una representación de la realidad que ~~~~
tación de la realidad (códigos desde donde "leeremos" cómo vi- pasa a formar parte del sujeto y que funcionará como código del modo rs:lt

~-~,~
sualizamos la realidad y la capacidad del sujeto para enfrentarla). de relacionarse con ella. Una persona cuyo código consiste en negar la
Los otros significativos tienen un papel fundamental en la construcción realidad displaceri.tera tendrá mayores dificultades en ''aceptar" pérdidas
~~~ ~f
de las representaciones de sí mismo y de la realidad. El sujeto puede iden- y realizar el proceso de duelo y mostrará más proclividad a que éste sea ifc· .:{
patológico. ~~
tificarse con la imagen que los demás pueden tener de él y de la realidad,
o· con la imagen que los otros le dan como que eso es él y su capacidad
1
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para ubicarse y manejar la realidad, los vínculos, el dinero, etcétera.
· En el p'rimer ·caso puede haber otros signifieativos depresivos, que se
Capacidad de desempefio del yo funci6n t~
1~
sienten desvalorados; impotentes, que son transmitidos de múltiples for- Aquí cabe establecer la diferencia entre el yo representación y el yo fun-
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t~~-~:
mas, conscientes e inconscientes y los sujetos expresan que ellos no son ~~~
ción o yo como órgano. ''tt'

~
capaces, o "para qué intentárlo si no lo conseguiré", etcétera. Con esta El yo representación o representación de sí mismo es aquel formado
imagen de incapacidad, impotencia y desamparo, surgirá la identifica- a partir de la percepción del semejante; es el yo del narcisismo, la imagen
ción y el individuo generará un hijo depresivo con representación de sí que el sujeto toma como que es él.
com:o impotente, débil y- necesitado de otro, al que debería otorgar la Junto al anterior existe el yo función, que abarca las distintas funcio- Eit,
vivencia de amparo y seguridad. Es frecuente que éste sea requerido cons-
tantemente con palabras y hechos que actúen como paliativos momen-
nes, como percepción, conciencia, acceso a la motilidad, mecanismos de ~i~J
;>~~
defensa, atención, y capacidad para percibir los estados emocionales pro-
táneos que obturen de modo parcial el dolor narcisista. pios y ajenos, para manejar el principio de realidad y organizar el tiem- ;¡~¡
La otra situación generadora del sentimiento de impotencia ocurre ~-~¡
po, para manejar las relaCiones interpersonales, etcétera.
cuando los demás brindan al sujeto- una imagen de éste como incapaz, La aptitud para desempeñarse que posee el yo función es otro ele-
impotente, débil, etcétera, y éste se identifica con dichos enunciados mento que incidirá en el proceso de duelo. Asimismo, pueden existir
identificatorios que dicen que eso es él. Esto podemos observarlo en déficits reales o imaginarios en los recursos del yo función como los
padres paranoicos, con una representación de sí hipervalorada que fun- siguientes:
cionan con hipercrítica hacia su hijo, en la cual éste no sirve para nada,
es impotente, incapaz, etcétera. Incluso padres con tendencias a la críti- a. Orgánicos, como .el daño cerebral. Es importante afirmar que
ca culpabilizante, que será asumida y generará una representación de sí además de la lesión se puede hacer un trastorno narcisista que des-
como alguien que constantemente está en infracción, son culpables de lo pierta agresividad y que tiene la func:ión defensiva de intentar
recuperar el sentimiento de poder, pero como consecuencia de :}i_>
que hace y no hace el hijo. '~t··

·~:¡~t
_ Hasta aquí hemos expuesto sucesos en los cuales la persona posee ello suelen aparecer complicaciones en las relaciones interperso-
nales, con nuevo sufrimiento narcisista que lleve al aislamiento y
una disposición en su aparato psíquico que puede dificultar la elabora-
ci6n de las múltiples pérdidas que ocurren a ló largo de la vida, especial- posiblemente a la depresión.
-·~··
mente en el envejecimiento y la vejez. Pero también la: identificación b. El yo función también puede ser afectado como sigue:
puede gen·erar sujetos cori sentimiento de potencia, seguridad, devenida i) Por fusión con un objeto significativo, que invade al sujeto y per- ;:~¡:
de vínculos con otros significativos que se sienten potentes, seguros y turba el desarrollo de funciones yoicas. Por supuesto, con este

l
valorados y que transmiten dicha im;¡gen. objeto invasor se establece un vínculo fusiona! tipo compensa-
·-Los padres y otros significativos -éstos especialmente en la tercera torio, pero cuya ausencia o pérdida puede determinar intensas
edad- despliegan constantemente sU modo de concebir la realidad, qué angustias desectructurantes.
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238 10> RAÚL ORTIZ FISCHER Y OSVALDO FILIDORO PtRDIDAS Y DUELOS EN LA VEJEZ <.oJ 239

ii) Por identificación, con padres poseedores de déficit en su fun- girle su desplazamiento, la realización de sus deseos, e incluso al intentar
cionamiento yoico. imponer los suyos 'como únicos, el sujeto se siente angustiado, sufre esta
iii) Por conflicto, rema muy estudiado en psicoanálisis. invasión y restricción de sus necesidades físicas y psíquicas, e intenta
aparrar violentamente al objeto que lo perturba (agresividad instrumen-
Tanto en el trastorno en la representación del sujeto como en la presen-
to) como forma de recuperarse. ,!{~.
cia de déficit en el yo función surge un sentimiento de impotencia para
Solemos ver tal mecanismo como reacción, especialmente en los más ¡:¡k
realizar un deseo, que dificultará el proceso de elaboración y favorecerá
ancianos; en quienes "los otros deciden" qué debe hacer él, qué ha de ?3'B
una fijación. ;~{
pensar, dónde debe estar, etcétera, sin tener en cuenta que esto puede ser 1::<m
~:::11
vivido como una invasión y desconocimiento de lo que el geronte pien-
~resividad sa, desea y siente. Es común que dicha agresividad defensiva no sea
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~-~·'-
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entendida y que pensemos: "¿Qué le pasa? Queremos ayudarlo y nos f.NF
tfi}·í··
fi¡jf
La descripción de la agresividad es hecha desde la perspectiva de lo que ·agrede". Esta idea puede despertar la agresividad del otro, quien puede
~~~~
r: ~·'i:
ésta significa para el sujeto. Según esta concepción, condiciones diferen- responder con agresión manifiesta e incluso abandonarlo. Como vemos, rf },,~··
:, ~.,):
~~lg
tes generan sufrimiento al sujeto que la agresividad intenta anular de es un circuito que se rerroalimenta. ~ffti

~~
inmediato.
Bleichmar dice al respecto:
Trastornos narcisistas
Cuando el sujeto tiene una fantasía o una conducta agresiva, ésta es captada den- '-'Íil'
tro de sus sistemas de significaciones: contemplando. su propia agresividad adquie-
re cierca identidad, por ejemplo: soy poderoso y no débil, soy el que ataco y no el
· Este tema fue desarrollado con mayor amplitud en la sección "La estruc-
tura narcisista inrrapsíquiéa", pero aquí deseamos destacar dos posibili-
lit
~~
atacado. O sea, si la agresividad puede, en el ser humano, constituir un movi-
dades: · :¡:~~
miento defensivo en contra del sufrimiento psíquico de la humillación narcisista, :;~ ·~:
:.... ~

de los sentimientos de culpa o de las fantasías de ser perseguido, es porque median-

1
l. Cuando la pérdida del objeto valorado es vivenciada como trauma
te ella el sujeto logra resti:ucturar la representación de sí y del otro.
narcisista. Si la pérdida del objeto es captada desde el código nar-
En seguida mencionaremos algunas condiciones que activan la agresividad. cisista, podrá ser vivida como trauma narcisista. En seguida des-
Sentimientos de culpabilidad. Los sentimientos en los que el sujeto se f4~~:
cribiremos algunas situaciones: el rechazo amoroso o de abando- ti::;\}P
[~t~~
f.;~
siente culpable producen sufrimiento y pueden. activar la agresividad no, sea por parte de la pareja, de la familia o de los hijos, es
dirigida al mismo sujeto (autoagresión) o al objeto (hereroagresión). Con experimentado como dejar de ser valioso, querido, etcétera. Esto f~~!
ello se busca alterar la representaCión tanto de uno comp del otro. sucede en todos, pero en los adultos mayores implica intensa ¡~
El sentimiento de culpabilidad es autocriticado como medio de apla- repercusión en su homeostasis narcisista. ~
car al superyó y de ese modo conseguir su amor y volver a verse como Asimismo, suele haber emergencia de odio contra el objeto ~
¡:~~~
bondadoso y bueno. · perdido. El ótro funcionaba como el jurado que le confirmaba su
Cuando la agresividad se dirige defensivamente hacia el objeto exte- valía, pero ahora al odiarlo intenta sacarlo del sitial valioso en que !!![;
~~j{
rior mediante la proyección se transforma a éste en culpable. él lo había ubicado; no obstante, así prosigue unido al ouo signi- fi~';;
Angustias narcisistas. Existen diversas circunstancias en las que el ficativo, aunque en este caso por medio del odio. No se puede o 'i ).
l;:M·
sufrimiento narcisista desencadena agresividad en la forma de rabia nar- se dificulta el pasaje a un objeto sustituto. '''t
cisista, envidia, rivalidad bipersonal, celos, etcétera. Además del odio, podemos observar deseos de venganza e in-
¡'t
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¡
Agresividad instrumento. Cuando. la persona se siente invadida por cluso el sujeto puede mantener el vínculo por el odio, utilizando ~¡
otro, que la violenta tanto física. como corporalmente, ya sea al restrin- la desvaloración permanente. ?t'~
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240 l!o> RAÚL ORTIZ FISCHER Y OSVALDO FILIDORO PÉRDIDAS Y DUELOS EN LA VEJEZ o¡ 241

Otro acontecimiento posible de observar ocurre cuando un impotente e incapaz, que por formar parte de esa identidad generará un
anciano es atendido y siente que ocupa un lugar valioso. Si en esos funcionamiento acorde, el cual repercutirá en su medio familiar que
momentos otra persona (su pareja, consuegros, etcétera) también podrá responder con mayor rechazo o, por el contrario, lo ayudará a ele-
requiere cuidados, esto podrá vivirlo el anciano como ser aban- var su autoestima, ya sea por una satisfacción narcisista o cuando encuen-
donado y quizá reaccione agresivamente y complique aún más su tre un nuevo objeto protector compensador de su desamparo.
situación.
2. Pérdida del objeto de la fusión defensiva compensadora. En algunas Sentimiento de culpa
circunstancias, la persona posee una representación de sí, como
o
alguien que tiene carencias o déficits (reales fantaseados) que le El superyó posee determinado ideal moral que-expresa que no debemos
impiden sostener su funcionamiento psicológico de un modo agredir, ni hacer sufrir, sino proteger, etc. Junto con ello existen manda-
equilibrado. Estas carencias pueden referirse a diferentes áreas, tos que establecen que el agresor debe reparar y ser castigado.
por ejemplo: en su sentimiento de estar seguro y protegido, en el · En el sentimiento de culpa encontramos severidad del superyó y una
equilibrio narcisístico, en su vitalidad, etcétera. representación de sí como agresivo y malo por infringir la norma del
Tal vivencia de carencia genera la búsqueda de un objeto que ideal. Esto es vivenciado con un dolor -consciente o inconsciente- lla-
mado sentimiento de culpa. Sintéticamente observamos que llegamos a
compense ese faltante, lo cual se logra fusionándose con él. Por lo
esta situación por agresividad, por identificación estructurante y por tras-
tanto, éste llega a ser imprescindible y entra en la categoría de
tornos narcisistas.
objeto de la fusión defensiva compensadora, semejante a las situa-
Ante ese sentimiento de culpa, podemos reaccionar como sigue: con
ciones de desamparo.
"miedo al castigo" retaliativó (culpa persecutoria) y tratar de evitarlo ide-
Una persona puede poseer funciones narcisizantes y de pro- alizando al objeto; sintiendo pena y deseo de reparar, o "aceptando el cas-
tección. La pérdida de este objeto de la fusión defensiva compen- tigo" y buscando que éste sea cumplido desde el exterior o desde su
sadora, considerado único e imprescindible, des!!!ncadena movi- superyó que inflige diferentes sufrimientos: autorreproches, síntomas
mientos desesperados para intentar recuperarlo, ya sea en la obsesivos, autodesprecio, suicidio y masoquismo moral.
realidad o en el recuerdo. Es frecuente observar lo anterior cuan-
do ocurre la pérdida de un cónyuge en parejas de tipo fusiona!,
evento que evolucionará hacia un duelo patológico. Confianza en la capacidad para reparar y superar
La suma de la inmadurez yoica para discriminar o tomar posi-
La autoconfianza en la capacidad para reparar y superar pérdidas y situa-
ción crítica frente aellos, la permanente repetición de estos men-
ciones dificultosas constituye otro elemento interviniente de importan-
sajes y la necesidad del pequeño de aceptar como verdad lo dicho cia. La construcción de esta creencia puede ocurrir en dos circunstancias:
por sus padres, como forma de ser amado, determina que esta una, cuando hemos padecido una experiencia real de haber perdido algo
representación de sí como impotente y, por ende, desamparado y importante y que pudimos superar. Esto queda inscrito como confianza
necesitado de otro potente quede establecida. en que las pérdidas son reparables y superables. La otra, por identifica-
Lo anterior alude a los momentos iniciales de constitución de la identi- ción con otros significativos y con los enunciados identificatorios que
dad de. sí como impotente, incapaz y desamparado. Pero desde este códi- forjaron una imagen de sí de ser una persona con capacidad para superar
go, el anciano enfrentará algunas funciones,. sumado a los enunciados pérdidas y dificultades.
identificatorios de incapaz, etcétera, brindados por la familia y la socie- Comci deducimos, es distinta la capacidad para elaborar las pérdidas
dad. Tales enunciados incidirán en un reforzamiento de sí mismo como y duelos consecuentes, sobre todo en el envejecimiento y vejez, cuando

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242 1!0 RAÚL ORTIZ FISCHER Y OSVALDO FIUDORO PtRDIDAS Y DUELOS EN LA VEJEZ C!IJ 243
ii*
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la persona posee esta capacidad que lo ampara, a diferencia de aquella La fantasía es originada desde una generación intrapsíquica y por los !--~Jf:
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que duda de poder, o .incluso tiene la convicción de incapacidad, impo- discursos familiares y socioculturales. En resumen, diríamos que la reali- ;p~~­
¡~;uJ
tencia y desamparo. dad exterior está mediatizada por la realidad interna (fantasía). ¡¡{ti,
Lo descrito alude a situaciones de la cotidianeidad, pero en la reali- iil~§'
Angustias persecutorias
dad externa existen acontecimientos que funcionan de un modo trau- ~ 1
,márico, invadiendo al sujeto. Estos sucesos ocurren en cualquier etapa de ~
R~
la vida, pero adquieren intensa relevancia cuando aparecen en momen- rl
Ante el temor a ser agredido -en diferentes formas o por tener represen- tos evolutivos tempranos, cuando impera la inmadurez yoica y emocio- ~i~~
tación de sí identificado con otros significativos poseedores de angustias nal. En otros términos, no existía el aparato psíquico o resultaban insu- ti;
f~ti'
persecutorias-, el sujeto padece angustias persecutorias. Ante ellas inten- ficientes las posibilidades de mariejar estos acontecimientos, que eran
ta contrarrestarlas mediante diversos tipos de defensas, pero puede suce- sufridos de forma pasiva.
der que las mencionadas angustias no sean compensadas y generen tras- ·
f~~
Algunas situaciones traumáticas externas relevantes en la evolución
torno en el funcionamiento psíquico del tipo confusión, desorganización del proceso de duelo (la muerte;: de los padres, sobre todo durante la l'!f¡,~
que determine déficit en el funcionamiento y6ico y dificultades en cada.
víriculo. ·
infancia -especialmente de la madre-, la ausencia de una figura sustitu- ~,"~~
ft ,;~
ta adecuada, los abandonos, las separaciones, la dificultad para arraigar-
¡;·~'!í
"··.~ .f
Las defensas utilizadas son variadas, entre ellas evitación fóbica, se, -claramente visible en familias que por diversas circunstancias migran

r-~- -)J

. masoquismo, rituales obsesivos, agresividad, etcétera p~ro tienen el in- a menudo-) generan pérdidas de múltiples tipos y dificultad de recone-
conveniente de las consecuencias derivadas de aquéllas; así, como en la
situación anterior, también se producen restricciones en la persona y
generan en ella sentimientos de impotencia para controlar su psiquis, la
realidad y los vínculos. En este grupo erario, la presencia de angustias
xión; o cuando padecemos de manera prolongada enfermedades graves e
invalidantes o el sometimiento sostenido a personas sádicas, tiránicas y
patológicas, como padres paranoiCos o melancólicos.
En el psiquismo quedan inscripciones de que lo único que podemos
1ti;~,
i:tt~
¡;.tttf
paranoides es muy frecuente. · hacer es penar por el objeto perdido, con sentimiento de impotencia por 1¡~~1
Diferentes circunstancias pueden hacer surgir temores a ser caStiga- sentir que nada somos capaces de hacer frente a la realidad sentida como ¡1!
do, por ejemplo: por "no portarse bien'', por no querer ser internado en avasallante. Este aspecto es muy importante porque tiende a funcionar g~
como punto de anclaje ante cualquier pérdida (predisposición a tener fllli
una institución geriátrica o por su habla "singular", lo cual lo lleva a evi-: ¡f~<il
·f'Si..
tar situaciones temidas aislándose o respondiendo agresivamente, con fijación por determinado objeto y dificultad para tramitar el proceso de ij~
duelo). . '1 :~:#
3?'4.
repercusiones en su familia o en conocidos, que a su vez modificarán la ~;~J
representación de sí, porque se ve retraído y con inhibiciones diversas, En este capítulo intentamos expresar las múltiples posibilidades que ~{~
r'~~)~
debemos considerar en el envejeciente y en el geronte ante las inevitables
como evitar hablar y aislarse en su cuarto. Esto suele ser acompañado de
un sentimiento de impotencia para realizar sus deseos y de caer en esta-
dos depresivos.
pérdidas y duelo inherentes a esta etapa de la vida.
Anhelamos erradicar la tendencia tan frecuente a pensar en esos pro-
blemas desde un modelo individual, cuando la realidad demuestra que
1 I!:Jtíi
~~~
¡;'f;
debemos ubicarlo en una perspectiva vincular del sujeto y su contexto.
Realidad externa traumática
Todo suceso producido en la realidad externa adquiere una significación
singular, pues existen fantasías que intervienen en su recepción y signi-
ficación.
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