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MI QUERIDA HUASCA

Como podre olvidar ese pueblo que me vi crecer y aunque lejos estoy ahora de ahí,
los recuerdos los llevo muy grabados dentro de mi corazón.
Sus calles empedradas donde al correr de mi infancia vieron dar mis primeros pasos
fuera de casa rumbo a mi escuela o a veces hacia la plaza.
Ese pequeño hogar que ahora las autoridades le han nombrado pueblo mágico,
aunque yo creo que la magia siempre la ha tenido desde que los primeros
pobladores decidieron asentarse a vivir aquí en este pueblo asentado en medio de
la montañas, rodeada de grandes pinos de encino y caoba, en medio de una espesa
neblina que lo hace aún más misterioso y muy adentro de este bosque se haya esos
seres enigmáticos donde se les ha levantado un monumento, un lugar donde se
veneran y se protegen, llamado el museo de los duendes.
Recorrer sus calles empedradas disfrutando sus casas de teja roja, hasta llegar al
panteón ingles donde la reina Isabel lo visita cada año ¿A quién ira a dejar tan
hermosas flores? Es otro misterio que nadie ha logrado resolver, en fin mi querido
pueblo tiene tantas cosas por presumir como sus viejas minas donde se extraían
hermosos metales como la plata y donde las mujeres anteriores preparaban
empanadas con masa de pan y rellenas de guiso para llevarlos a sus hombres,
ahora tan conocido este manjar como los pastes.
También solía bajar al rio a escuchar el caudal del agua y ver el recorrer de las
truchas evitando ser atrapadas, y por sus alrededores pequeños animales del
bosque escondiéndose de los fuereños curiosos que a veces pretenden dañarlos.
Mi querida Huasca de Ocampo mi pueblo de tan añorada infancia, donde la gente
es cálida y humana con esos turistas que llegan al jardín principal a recorrer las
maravillas de este lugar, tomando mil fotos para después compartir e invitar a su
amigos a que nos visiten.
O por cierto se me olvidaba nombrar la Hacienda de San Miguel Regla que en años
pasados perteneció al Conde de regla, un hacendado español dueño de casi todo
el pueblo, el explotaba las minas y llevaba el mineral a su país, quizás ahora me
entiendan porque el panteón inglés, porque la reina, porque el diseño e sus
hermosas casas.
Claro con el tiempo esto se acabó el pueblo se volvió soberano y entre todos
elegimos las nuevas autoridades y las leyes que actualmente lo rigen, ya nadie es
totalmente el dueño, ni vivimos con monarquías con antes.
En fin podre llenar mil papeles describiendo mi pueblo, pero será imposible terminar
de contarles las maravillas que tiene, por eso termino este escrito esperando que
quien lo lea se anime algún días a visitarlo y contar también sobre sus vivencias que
tenga en él.

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