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Derecho Penal
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Córdoba
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La reproducción de este'libro, ya sea total 'o. paicial, en forma idéntica o COII
"moJificaciones.-escri(a_lt_máquinn_p.Jl~ sistema Mul tigraph, mirne6grafo,
impreso, e'te., que no fuera autorizada por esta Ediloríiil~esv'iOlatoriá-de­
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derechos reser,vados. T~da ulilizacióll debe ser solidtada co~ anterioridad.

1" edición: setieinbre de 2002


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Dcreého" penal:" 'parte "general: IIbref.' de .-e1stiJdío '/, Carios: :.:li.dio
(h) Lascano ... [et.al.].". 10 ed. 11 reimp.
PROLOGO i.(.
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Córdoba ; A(jvOC~IU~,. 2005, ',," '
833 p. ; 23xf6:,c rn
ISBN 987-551:'018:""
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A comienzos de,1999 'asumimos el inquietante desafío dedirigit un
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1, Derecho Penal ,. Titulo
COO 345. • l' ,. Fecha de catalogacIón: '28/07/2005
libro sobre la Parte General del Derecho Penal, cuya preparación, discusión
y.revisión elabor,amos ~ntre los d?,\entes de nuestra cátedra de· Derecho'
(.C.
(.
Penal} de la Uniw!rsidad Naciónal de·tórdoba, con el propósilo de ,;ubsanar
la carencia en nuestro 'país de un texto que desarrollara los contenidos del
nuevo programa de la asignatl,lr~.
'1 En ese entonces éramos plenamente conscientes de las dificultades que
~M. deberíamos afrontflf, en.especial,'los riesgos de incurrir er(ciertas:asimeirfas .
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..; , conceptuales que son inevilables en toda obra colectÍva,.EI esfl,erzo y vocación
de servicio puestos de manifiesto por el equipo <Je trabajo durante un ,aiío Y.
. medio, en cuyo transcurso ~ebimos re~Üzar num~rosas y aniuas,~(LInion~~~ .
(mclificó en la publicación, cuyo primer tomo.aparefiÓ.en el mes de agqsto
de 2000, bajo el título Lecciones de Derecho f';enal Parte General;. el.
(c.

Duarte Quirós 51 J - Córdoba


segundo tomo vio la luz en octubre dei mismo año. ....
. E,íaquelentonces, al p;'oloMr el pn?ducto qu~ pusi¡!'os acor,sirle~aciqn
de nuestros colegas)( de los estudiantes, expresamos ql\e n'uestra i,*,.n9iqn
había sido elabora, un libro de estudio; q,pe si~vierad~ g~í~ a i9s.alufI!~os
sin laslimitaciones 'de'~n m~nLÍal.
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e·mail: advocalus@sinecris.com.ar Pero la utilización de diého texto cO.->10 h'Ha,!l'¡entq bibliográfica,p'a,;a
eÍproceso de ~nseiian~;,-ap~endizaje de nuestra asignatu,a a\o largo de '
re
Queda hecho erdepósilo que previene ia leY,11.:723 :" " ,.... . ,... -,'
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dos. años nos ha permitido advertir que en realidad, por su ex\ensiiSú y por
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I.S.B.N.' 987,55'-Ot8-1
Impreso en Argentina
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abordado de ,;,aner¡i
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~xhaustiva
las características de "11 tratado.
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todo~ lOS detalles
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de l~ .;nateria,
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.6 Prólogo Prólogo 7

Por tal motivo hemos querido llamar a este libro Derecho Penal. esta provincia. con el findecrear una institución que enorgullece a Córdoba:
Parte General - Libro de Estudio. y ubicarnos a mitad de camino entre el Centro de Asistencia a la Víctima del Delito". "
un manual Y.e n tratado. con una· obra que ponga de'reliev'e lo esencial de ¡ -
Luego se avanza hacia el tratamiento .de la temátic'a co~ve~cional de
la anterior. y sirva para "estimular al jurista al estudio en el campo del la asignatura. que según la doctrina dominante abarca las teo.rías de la ley
derecho pena.l y ayucarlo cuande lo realiza". Esas eran las palabras con i' • penal. del delito. de las formas ampliadas de responsabilid;d y de la sanción.
" Para el desarrollo de los contenidos se sigue adoptando el sistema
las que EOM'JNO MEZGER explicaba la .adopción del nombre de su
Studiellbuch. cuya sexta'edici5n aleiPa'la (1955) fue traducida 'al moderno basado en la.función dda norma jurídico-penal como.·motivadora
castellano por el DR. CO'IRAOO A. FINZI. a quien tuvimos cl privilegio de . de la cOlleJueta humana. De lílI modo, Gil consonancia COI). el abandono de
ConOcer cUDnc1b se desempeñaba eom.o traductor del Instituto de Derecho. ;1· argumentaciones ontológicas que condicionaban el modelo de comprensión
Penal de ", Facultacl-:le Derecho y'Ci~n¿ias Sociales de la Casa de Trejo. del delito y la búsqueda de otras referencias teleológicas verificabl<,¡s
honr~ndonos con su cálida at;"ist<.d y la de SI'. familia. racionalmente. se intenta abordar el estudio de la responsabilidad personal
Han sido resumidos los contenidos de algunas lecciones. en la medida apoyada en las nuevas construcciones preventivistas. .
de lo pos.ible sil! afe~t'lfla.claridad d·~ losconcep\os; h~mos suprimido algunos El eje cOllceptual estará dado por los principios generales del derecho
temas qv" se sl:petponían y la explicación cje:algunas leyes especiales;· se penal. derivados del Estado constitucional. social y democrático de derecho.

,1. ':,. procedió a refc-nJ:lular los. puntos oscuros y a corregiralgunos errpres; y -si
bienmantenelllos el o.bjetiv.o de ayudar·a nu.estros lectores a aproximárse a
• 'é'::: las ideas que en·la actualioad se e):ponen en el derecho penal comparado,
Los ejes temáticos de las 'd,istintas unidades serán: Unidad 1: Introducción;
Unidad U: Teoría de la ley penal; Uni~ad UI: Teoría de los elementos del
delito; Uiridad IV: Formas ampliadas de responsabilidad; Unidad V: Teoría
hemos tomado sonia punto de ref,úencia y eje conductor al Código Penal de las consecuencias del d~lito.
• "".' argentino. actu,lizando la bibliogrnfía y lajurisprudencia.· Como en esta oportunidad hemos intentad.o unificar ciertos criterios.
' . , .• " '.' Los conteriidos específicos de la Parte General del Derecho Penal se entre ellos la terminolo.gía. que habían dado lugar,a algunas asimetrías no
• iníciancop'el estudio del fenóm~:no de cOlÍtrol social .. dentro de cuyas deseables pero explicables enuna obra colectiva. el autor d~ la Lección lO
.• ". ·expresiones-.t j más enérgica po!' sllsefectos- se encuentrá el derecho aceptó utilizar los términus tradicionales "culpa" y "culposo." en lugar de
:., . pena)·:Esta premisa es esencial para 'Mticula'rla reflexión de su epistemología. "imprJldenciá" e "imprudente" (por él preferidos). pues aquéllos son los que
• laque des1aca·ln 'preePlibencia que se ha brindado, a los prilicipiósdel emplean tanto. el programa de la materia co.mo los demás autore's ·dellibro.
.• ,_o derecho pel'al dur"f'te el desarrol'Jo del' prOgrama. . . ". , El estudiante debe tener presente que en dicho capítulo en'contrará todos
• '<~:' Elplanteo"tradicional.que cOllfronta el saberjurídicó del dercchopen"1 los temas incluidos en la Lección 10 del programa (a excepción del punto Il:
~ • .". con el de las.derióir: .... ..¡dascienc.t'ls·iiuxiliares. es superado mediante la Los tipos complejos. La preterilltellcionalidad. Los delitos calificados
r.
l.. a y
iritroducci6ri de referen'cias explki.tas 13 Criminología 'sUstliversos por el resultado. Consideraciones sobre la responsabilidad objetiva).
I pata'dig'mas, cc>'.1O ~simismo ? la perspectiva político-Crimirial. todo ello más allá de que no haya una coincidencia exacta en el orden de aparición
.,o, vinculado a la '\l,Jeva concepc.;ón dE: la dogmática pen~1 orient~d:ihacia las de los tema.s. lo cual resulta irrelevante.
• ,.-c. cOnsecuencias. Eternos agregado ,m~ breve exj;litaciórt sobre la Vittimoíogía. Debemos agradecer las observaciones de algunos colegas a nuestras

,•
.. clIyos'estudios fueron hnpulsados por RICARDO C. NÚÑEZ. segdn 10 'sostuvo
.DANIEL P. CARRERA ~Idecir: "T~I SU generosa ayuda á Hilda Marchibri -otra
persona preocupada por los problemas' ajen'os~.
.. .
par?
. .. ~....
estructun;f tantb la
lOstrumentacJón legal formal como el logro de la decj~ión del gobieálO de
..",
Lecciones y los diverso.s aportes de otms a esta obra. al igual que a los
profesores Ana María Cortés ¡je Arabia, -Fabián l. Balearce y María Inés
Despontin. que tuvieron especial protagonismo en la revisión de la anterior
y en las sugerencias para su reformulación.
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Prólogo
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También expresamos nuestro reconocimiento a Ed'itorial Advocatus'
por la esmerada edición de este libro, que aspiramos sea un instrumeriio '
didáctico que. facilite la comprensión de Jos cQnceploSy estrúctúr'as , '
básicas de la asignatura. - -1-I -
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Córdoba, 11 de agosto de 20Q2,

Dr. Carlos JlllioLasCQIIO (h)


Profesúr litu/ar de Derecho Pellal' i

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U";l'etsidad Naciollal. de
Córdoba
UNIDAD TEMATICA 1
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INTRODUCCION •..
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LECCION 1

e Conceptos fundamentales del


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, Carlos Julio Lascano (h)

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1. DERECHO PENAL Y CONTROL SOCIAL. CONCEPTO

'•. 'e ,¡. y FORMAS.

:- 2. FUNCIONES DEL DERECHO P,ENAL. 2.1. Funciones de


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tutela de bienes jurídicos y de motivación. 2.2.
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'•.
F.unción d'e' tutela de valores ético-socia'ies. 2.3:
e'~ j, ,
Función oe tutela de la vig~nda de la norma.
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3. FUNDAMENTACiÓN ANTROPOLÓGICA, Los PRINCIPIOS
.i" "

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" fUNDAMENTAlES REGULADORES DEL CONTROL PENAL.
3.1. Fundamentaci6n antro"poJógica. 3.2. Los principios _
• <~ fundamentales reguladores del 'control penaL···
'e '. l'
e'
.~, 4. CONCEPCIONES DEL DERECHO PENAL. 4.l.,Derecho
e '. pC11':t1 "de hecho y de a~tor. 4.2. Derecho penal de-:'

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culr.abilidad.y de' peligrosidad. 4,3, Derecho penal
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literal y autoritarIo. .

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Ei pcrecho p~nal es la rama oe1.ordenamienfo jurídico i"jJC "regula 1ft • •
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potestad estatal de castigar, determinando lo que es punible. Y'sus
consecuencias" l.
Estas no se reducen en 'Ia actualidad a la pena -única consecueilcia

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represiva en un sistema monista cuyo objetivo er&el castigo, pues .a
principios del siglo XX -como aporte del positivismo,criminológico italiano
receptado por la Tercera Escuela- se incorpo.raron las medidas de seguridad,
como consecuencias preventivas de la comisión de un-hecho ilícito ti?ificado
,•••
••
penalmenle, fundadas en la peligrosidad de su autor. aplicables en reemplazo
de la pena a también como complemento de ésta; se pasó así.a dn-sistl'ma
dualista dotado de una doble vía de sanciones, que.ha predOf\ünádó "n la
mayoría de los códigos pen~les.modúnos,· .


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En los últimos años se discut<;. si la reparación del dañpj¡rqyeniente del "
delito puede constituir una tercera vía del derecho penal: Así como la medida
de seguridad sustituye O complementa la pena cuando. debido' aIprincipio
~.•
de culpabilidad, ésta no se ajusta o sólo 1'0 hace en forma Iimit,da a las
necesidades de prevención especial. la reparación debería sustituir la pena
o atenuarla complementariamente cuando con:ribuya a satisfacer .lp,s fines' ',~' •
de la pena y las necesidades de la víctima igual o'mejor,qu~'ia'Pi;na'sola'2,
••
•.
El estudio de la Parte General nos plantea cuatro preg';ntas ¡Jis,icas;
a) qué es el derecho ,penal; b) qué caracteriza a suS'noIl11as;,c) qué' es el
. : .. ,. ,;,,', ¡."'.'

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:.' I NUÑEZ, Ricardo C., Manllal de derecho ,;enaJ, Perle· geneiuJ, '4" c<1. a~lÍlalizáda por •
':,'¡. Roberto E. Spinka y Félix Gonzfilez, Marcos Lerner Ediror:! .C6rdoba, Córdqba.; 199~,' p: '1'5., '
:.:-; .. l ROXIN, Clnus, Derecho pellal, Parte general, tr-ld. y 1.1Otas Dicgo:·.M,anuel ~UZÓ;l
Peña, Miguel Dí¡IZ y Gan:ía Conljedo y Javier de Vicente Remesal, Civitas: Madrid, 1997,
.~

;~; t. 1, p. .108·y ss. , . '" • ,~
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14 (arios Julio Lascano (ti) "


Conceplos fundamentales del derecho penal • 15

hecho punible; d) cuáles son sus consecuencias jurídicas. Cada una de estas ¡ :.

1. Derecho penal y control social. Concepto y formas


cuestio'nes pretendernos explicat,as mediante las elaboraciones de: a) la
teoría de ,la ciencia del derecho ")cnal; b) la teoría r'e la ley penal; c) la Es preciso ubicar el derecho penal en el marco de las ciencias penales,
teoría del dcl;'o; d) la teoría de la:; consecuencias del delito', media!\te un enfoque dinámico o sociológico, comO uno de los mecailÍsmos
A 1, hablar del derecho penal se 10" puede hacer usando tres de contro' social, el más fuerte y formalizado.
acepe.iones: a) como cie'1cin o dogmática jurídico-penal, es "la El control. social es una "condición básica irrenunciable de la vida
disciplina que se preocuoa de la intúpretación, sistematización y social" 6 mediante la cual todo grupo o comunidad asegura las'nom,as y
,.
desarrollo de les preceptos legales y las opinione~ científicas en el " expectativas de condu~ta de sus miembros indispensabie"s··para seguir
ámbito del clere~11O I)e"al" '; ,b) como derecho penal en senlido existiendo como tal, a ia par que pone límites a la libertad del 'hombre y
subjetivo (ius pu,i,ieJ.~di o potestad punitiva) alude a la facultad conduce a su socialización como integrante del grupo: ,,', .',' '
estatal de cas\igar; e) como de,:echo pepal en sentido objelivo, esvi Abarca las normas colectiv':';s, la¿ sallciones sociales y los procesos
. ,
constÚi.tido Dor las normaS del ,jerecho positivo que regulan aqueHa de control que presionan sobre el comportamiento humano indí~id~alen sus
potesiad punitiv. para proteger la convivencia humana en comunidad, aspectos exteriores, para lograr la adecuación.a 'ci<:rtas reglás'~s é¿ndu~ta
distinguiénqose de las demás rllmas del derecllO por las especiales y que protegen los interese,s fundamentales para la convivencia,en:c0"l~nidad.
,más enérgicas cons,ecueneias jurídicas iniponibles' 'a' los La conducta desviada dda norma social está amenazada conJa imposición
comportamientos socialmente r'ási,nsoportables. de sanciones sociales que llevan implícita la estabilización 'd~l e<Í~ii;brio
"Antes "e consideraba 'que el poder punitivo del 'Estado era normativo mediante el proceso de control. Ejemplo: la co~d1Jéia'dell;ijo que
absoluto, debdo a su soIJernn.í:L Hoy, sin embargo, todo Estado ha infringe la prohibición de escupir en el' suelo'establecida por la madre (nonna)
de aceptar lill1itaciones de 'su 'llItonomíaen el áreajurídico penal, es castigada con la restricción de actividades sociales. con susamig(),s,(sa(1ción)
tanto por la ;,:¡¡stencia de r.ormf's jurídicas superiores como tainbié¡' impuesta por el padre que regresa a la noche a casa (proceso de:cónlroi).
por la de un poder jurisdicciofl"l supi'aestatal, aunque éste se Las. distintas formas de. control social se diferenciar¡
.. . " . . según
.entre,sí
~ncllenti"e :-111-\ en SIlS cómie"nzos" s.' "h.;, el grado de formalización que presentan: ,o.,:, ' "," '
1) Por una parte, encontramos medios de control social inforinales
como la familia, la escuela y la educación en sus distintos :niyeles, el
trabajo, la profesión,'las costumbres y usos sociales;las nmmas, mmales,
las ideas religiosas, los sindicatos, las asociacionesdeportivas;.losmedios
. . "'.' '.' .': ._ ", ' 1·'0 j' :1',., masivQs·de comunicación. . '.. :...... .
. J :?AFfARQNI. Eugenio Rnúl, Tratarlodederec11O penal. p'arte.gef!eral. Edi~¡'. ~.u.eil(?$ .;;

Aires, 1987,1.1, p, 13; VELASQUEZ VELASQUEZ, Fernando, ¡jere,·,,¡jp~'¡ai. ¡';,rie 2) Por otro lado, ~xiste el control social formal representado po(las
ge11eral: )·"ed'l Temis. Bogoúí, 1991; '0.5 y'ss. . ,,' reglas jurídicas en general, y las del derecho penal en particular, que es' un
.. 4 ROXIN, q,:>us~ Po/ftjen t:rimi"ai y .~slrUC:llra del deJiio; p.r.u. Dnrccloní\, 199,2, 'p. medio de cOl1lrol jurídico allamellle formalizado, 'que constituye tan sólo
35. Otro ¡lutor disrngec el derecho l,lcl\al, ~a dogmática pe~al y la cienci~ penal: el p;-imero. una parte del sistema penal integrado por las normas, las sanciones, los
como obj~to l'Sfudiado por h dogmáticí1, es el conjunto de normas dotadas de sunción
retributiva; "In :-cgl' hd:J. no es una e~cuela I)',no un estudio emprc"ndido dando por sentada la
existencia de un ,lerecJ10 delerrninad~; Jr¡ líll\'nn; sin alarl!Jras a un derecho vigcnle deternlinado,
es un "cOnjlJllh l ue indagaciones Jibremc'ltc nrticu.ladas sobre la ide~ central de la ilicitud
penal y sobre Itltla~.I<I~ implicancias de elb·' (SqLER, Seb~stiá~! Derecho pellarargell!illo,
4' ed" TEA, Buenos A;res, 1970,,1.1, pp. 13 Y 1 4 ) . , ' "
'J~SCHECK, Hans-Heittrich, Troll'..:~o de ·derecho pell~~. Parle gelleral,. 4:.
ed., , 6 HASSEMER, Winfriéd, Fllnqamentos del derecho pellal, Iraducción y notas de

Fr~lOcisco Ml'ñoi Conde .x,Luis Arr.oyo,'zapatero, Bosch. Darcelona,··1984, p" 390.


tra~ucclón de JOS.é Luís Manzanares Samf\ntego, Comares, GnuHlda, 1993, p. 9, . :
••
. i ti Carlo.s Julio Li.lsc;:¡no (11) Cünccpl"OS fundamelltales del clerecuo pellal ií ••
••
procedimientos y el aparato institucional encargado d(, su aplicación.(po'¡¡cía,
ministerio público,tribunales, servicio penitenciario, institutos psiquiátricos).
La nonlla define el comportamiento desviado como delictivo, la sanción es
es el punto de vista dominante en la actualidad, por jo que se asignan 'al
derecbo penal fUlÍciones represivas y preventilas al mismo tiempo.
?ero.las funciones de retribución y de prevención -general (negativa
-.•••
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ia reacción' generada por aquella conducta y.el procqopenaLasegura ·su_


aplicación siguiendo los'procedimientos que garantizan la in';Jarcial¡Cac!,y
razonahilidad de la decisión del órgano,judicial, conforme.alos valores
o Ro.sili_va) y eS]lecial- que en distiillo3 mocner,tos históricos .jJ~n. ~ido
ai:ribuidas al derecho penal ~stán VLlc~;f¿das :l·la-s·dif~r~nl.es·con:cpcio~e$ -
del Estado, que modernamente mOllopoliza la pbleitad punid;¡b; pc,r ello,: -.•
emergentes de la Constitución. . .. .
Si bien todos los instrumentos de control sobal pretenden e~itar ci.ertas
COiHillc~as socialmente in(!eseab~e~ ,o ~st.imular. d.~~efrrün~cl9~
las teorías del fundalllci,to y 1:,1 de la "enano [lueoen 'resolver el~ abs¡r~c¡i:i
su función, ·I<sin relac:onur la Ínisió;l del·(ie~·.~ch·¿ p~na~ ·~¿¡l ~ej: m6ddi.i:l dé
Es.tado al que perlclleee" "
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comportamientos expectables socialmente, mediante la' amenaza' de la Eil tal sentido, un Estado teocrálito se COi.1"lpaJeCÍil cbh ~úic.f·(;ohcb~dóil ..
' ,

imposición de sanciones " el derecho penal se caracteriza jlor 'prever las


sanciones más drásticas.de que dispone el orden social (púes las penas y
retributiv·u ele la ·pena, que enco~tn:ba su legiti mación en ia i jil3iicin, '·CÚI.Ü(J
OClln·e con eI.castigo divinQ. Una monarquía ,'lbsoluta, con a:1a teerÍa de la
:e
medidas de s~gllfidad r~stringen importantes derechos i~dividuales), comó prevención general sin lfmites. que imponía penas corporales para e::ic,annentar.
1

[onl1a de evitar la comisión de delitos;que re'sultan altameriti, i'ntolenibles a los súbditos y lograr así la ¡'[innación '::el ESlado,como :in ell sí niismo .
para la convi venci'a en sociedad,por trararse de loscom¡íorta:nie~i6s 'En el Estaelo liberal clásico la peaa file coriceb:da ~Oi)lCllnil)s.trumcl]to
desviados, especialmente peligrosos O lesivos de los más éfestacados'bienes de la potestad represiva estatal al c,,,e había '1ue ponerle .ín"tes jurídicos;

••
jurídicali1ellte protegidos: , '. surge así el llamado Estado de derecho, cuy,. esencia co~~ist<,; en .qUé el
'.
..
poder está s";bordinadb o por debajo del elered.o; ló(),iemás·¡~ilpcii·taba era
beneficiar a la burguesía ya asentada,'¡¡lnitardo el podÚ, shl'pré~2u¡irifse
2. Funciones del derecho penal ' ..
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."
por las'condiciones sociales; pero sólo impor.ía límites [órirde's',ne'diallte'
los principios de legalidad e igualdad, sin atender a'la eficacia del derechO
La 'función del derecho penal "depende de la'concepción de la pena que :i·
e
•••
penal, o sea, la prevención del deliro o la defensa,sociál;isüsjli'íntipales'
se Siga': " pudiendo dar lu'gar a tres enfoques' principales que'puedeÍl defectos eran su rigidez y la extensión de la pena a sitlla~~ones: en las que
sintetizarse 'en los siguientes: a) Para las teorías absolutas la-penáse agota no.era·realmente necesarül, . ,. ,...... ;: '.'... -1:¡".

••
en sí misma y ton~iste en un mal que se il!'Ponenecesariamente pata lograr En el Estado social de comiellzos del siglo XX:. s~ ,d.esarrO\1ó el
justicia, como retribución por haber cometido el delito; b) Las teorías relativas intervencionismo estatal que toma partido a favor delasoci,eda,!" I~ cual
pretenden alcanzar finalidades preventivas que están fuera de la misma' pena: importa más que el indiyiduo; los d~rechos Gel hombre. son
cpn~id~Eados
proteger la convivencia social evitando la futura comisión de hechos'delictivos;
e) Las teorías mixtas o de la unión sostienen qUe· la esenciacte.ilpena·es
retributiva, pero debe perseguir fines preventivos, con locual·se combinan la
realización de lajusticia con la protección dela convivencia social. Este último
resabios b<lrgueses que hay que dernllnbar;la misiCín del .. eree.,19 pi!nal
pasa a ser I~defensa sodal fr~nte al delito yla lui:hti.cciht~á,Irid,~'IÍ:::u'~~ci¡:
me(hant~ la 1I1corporaclól.1 de ll1strumelltos·de ::)[e.ve~clOn ~spcclal":01no l~s
medidas de seguridad. Dicha tendencia interveilCioilista' :levó 'aleXlrem8cie

f: .
••
caer en Jos sistemas loralitarios que condujeron a hi Segubda'Gub'niMundial
con sus gravísinlas vio'laciones a los derechos fundamentales del hotnbre. •

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7 Si,¡ embargo,llay quienes distinguen entre control social primario (que impone sanciones, !'
·..··.·I:.),1,i'
como ct derecho penal) y secundario (que no recurre a sanciones para intemalizar los modelos
de comportamiento social, como el sistema educílIivo). Canfr. BAC,IGALUPQ, Enriqlle,
Mallual de derecho penal. Parle general,)" reimpresión. Temis, Bog'otá, i996,·p, J:.
·

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• BACIGALUPO, ob. cil., p. 5. '. . ·t{.!.
MIR PUlO, Santiago, Derecho pella/. párte gel/era{, S- 'e·d.;· !c;cfoto,· Ditt'celon:r.
1999, p. 64. . .e,
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.18 Carlos Julio Lascano (h)
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Conceptos fllndamentales del derecho penal 19


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Ir . ' Por eJlo, concluido aquel conflicto bélico, la Re~ública Federal de que bns.le una referencia. a cláusulas generales como per/urb~ción del
~'.-
Alemania ·,iJesmembrada y ocupada por los ejércitos de las potencias orden social, perjuicio social, etcét.era"

••
10.
vencedorá,,- consagró ea su n '.leva Constitución cl modelo del Estado Este modelo de Estado nos aconseja decidirnos por la prevención
social y rif:mocrático de derlFho .-;.uego seguido por olros países- en limitada postulada por MIR PUlG, que combina la protección 'de la'sociedad
e! cual la jcmocracia se con'lierte en' el elemento de enlace ent~e el
)

•• Estado de derecho y el Estajo social. Al ser un Estado democrático.


sigliifica 1I~ Estado de derech" re01, no formal, donde el Estado respeta
los derechos del cil1(~adílnO y a la vez interviene activ~mente en la
1:;-¡
J
;~
i~
frente al delito, no sólo con las garantías que ofreCía la concepción retributiva,
sino también con las de otros principios limit~dores; de tal modo;.un derecho
penal de una sociedad laica y pluralista no se basa en la pura. retribución,
sino en la prevención de delitos, y para evitar un derecho penal de.·terror se
¡'.

.'••
:'. sociedad, pero dich.::t intervención es cO~lro!;tda por el individuo, cuya 'w le imponenlímlles,
, S~rge así la afirmación de los valores jurídicos"de la sociedad mediante

I
dignidad cama persono va a imponer los límites propios de una con<;epción "
gara'.ltista de los derechos fundalllentales, la prevellciól' general positi.'u, didgida a. todos los integrantes. de la
comunidad -no sólo a los potenciales delincuentes mediante la intimidación

que busca disu,dirlo.s para que se abstengan de delinquir- incluidos)os
"
ciudadanos honrados.y cumplidores de l~.ley, a quienes ésta lés diría:'/lo se

•.' 2.1, Funciones de


. /llIela de bienes
, jurídicos y de motivación
11y';' preocupen, su conducla es la correcfa-y no serán castiga.dós;,'sólo lo
serán los que delinquen. ~¡~. , .. : '

..'• "Un Est"do social y democrático de derecho· sólo deberá amparar ¡Ir
De tal manera, en dicho modelo de Estado que reconOce una.finalidad
como, b,ienl~s jurídicos cOri.,diclOn~~r"de 'la' ·.l,i~ü~ social, en 1,a med~da:'en 'G
...~
garantista al derecho penal, las funciones de éste son a)a: :vez'·)as de .
que afecten 'las DosibilidCldc:: d~ p~r/icip~ci6n' de individuos en él pr~tección de bienes juridicos mediante la prevención limitada y de motivación
' ,~i
. . <".,,-., i;"., .. ',

.,..'•<
sistema se'oial.·'y para que dichosbieries jurídicos merezca¡1 ser a los ciudadanos para que nO delincan.
.. protegidos' penalmente .y cO:lsiderarse b{e,nes jurídico-penales, será "j: El derecho 'penal intenta evitar "que se produzcan' ,aquellos
preciso q~ei t,engan ~ln~ .i"~PO.rlcllciafulJdQm~ntal. Todo 'ello puede verse ~
comportamientos que importan una grave perturbación ... para..la
- como una exigencia del Estac''l sO,cial y democrático'. El derecho penal convi'vencia en sociedad, asegu~ando las expectativas'de 'los)ntegrantes

I
'
l ' . , .
\_. de "n Estado social :-rO ha "e ocuparse en' respaldar /liand%s de esa c o m u n i d a d . ' ;,.,:i'·.... ""-:
", jJuramente. formales, valon:,'·· 'pUrlJlne11Ie moral~s, ni- iflteré~ef 'no Dicha pretensión s~ articula en dos aspectos concretos,que

•• f"''(['l,~entales~ue no cotnprl,met?n seriamente el funcion~;liie¡iiÓ ele!


constituyen funciones interrelacionadas: a) en primer lugar, han' de ser

•• sistema social. El'postulndo ó" que las condiciqnes'social(;s ~pi:Ót¿ger i'. tuteladas aquellas condiciones que son esenciaks para la existencia y

.'•
';~1

.t 'evolución del sistema sodal, lo que constituye la dénominadafunción de


.~ deban servir dé bo.se a la posibilidad de partiCipación de individuo;' e" ';' protección de bienes jurídicos; b) en segundo lugar, ha de actuarse
el sistema socil'l, puede fundarse ~n el Es/ado delllOcrálico.· ... ·+~inbién
encuentra en este último funda(]~nto la exigencia de que sean I()spropios .~
':;
sobre los miembros del grupo social para evitar, a través de l~ incidencia
, en los mecanismos determinantes de la conducta;, qué .'realicen
.",
ciudadanos quienes decida!! qué obj,etos reúnen las condiciones comportamientos lesiv.os o peligrosos para los bienes jurídicos pr~tégidos,
0-' -~

requeridas para co~st;:uir bien':sjurídii:o-penales, Por último, el Esrado .


,~,
". lo que se denomi,na función de ,modvación. ,

ir." de derecho y el principio de legalidnd material que impone, aconsejan


que los distintos objetos Cllya lesión pueda determi-nar la intervención
penal, s~ conc~eten en forma bien diferenciada en.un catálogo de bienes
jurídicos específicos correspondientes a los distintos tipos de delito, sin
. ~,
~.

\
::.!
"MiR PUlO, Santiago, ob, ciL, pp. 92 Y 93.
-.••
•••
,,20 Carlos Julió Lascano (h)

':Ambas fllJ1cian,s, como ha puesto de relieve Muñoz Conde, están


íntimamente unidas, la protección supone.Ja motivación y sólo dentro de los
límites en los que lá motivación puede evitar determinados resultados, puede
':oni::c,Jtos fun,drl'Jlcr.. aics d~j (Ierec;ho peii .. :

,Otros autores optan por construccione.s sociológicas' dé"(lificultosa


compl·ensión: así AMELuNG--quien recurre a la teoría de los sistemas sod·ales,
. ,
21

,.
.,
••
'

también lograrse la protección de bienes jurídiC0S" IJ. en especial la de PARSONS- vinc'ula el bien jurídico con ladaiidsídád social
y CAl,LlESS con la-participación en w·sociedad.- I : .......

La función de motivación fue expuesta inicialmente por GIMDERtlAT


Por su palie, HASSEME. defiende una teoría personalista'd61 bienjurfdico;
ORDEIG ", partiendo de las tesis psicoanalistas, con estas palabras,: "De la
misma manera que el padre castiga al niño' pequeño -evidentemeLte
inculpable- cuando se comporta 'mal, a fin de, mediante'la privadón de
desde una visión aritropocéntrica del mundo: ".o. mi conccp'to' persoiiáI'de
bien jurídico ·no re~haza,la posibilidad de' biene;; jurídicos gene~ale·s 'o é.st~'thres,
pero funcionaliza estos'bienes desde la personá: solamente pllt~(fe ¿l"cejitarHis
••
carií1o, forzarle a repril11ir aquellos,impulsos cuya salisfacdón perjudi.can al
niño o a los demás, así también la Sociedad, aunque no se puede constatar
si el comportamiento prohibido tiene su origel~ en ulIa libre decisión de
con la condición de que brinden la posibilid"cJ de servic a'losi,nierésés del
'hombre" l4,ó Ejemplificando su posidón, didu) illltot rcchaz" gil!! s,.: l;ti¿i1i1
protcger·penalmente el 'ambiente n'aH,fal por .:!í mismo, adf!1itienq6 sú·tiú-ela
••
•••
voluntad, tiene que acudir a la pena: para reforzar aqueJlas prohibiciones
como medio para satisfacer las necesidad~s '¡itales del hOÍnbre,!,,·,\ .::.. ~:.
cuy'a observancia es absolutamente necesaria, para evitar, en la mayor
Sin embargo, la Iloción de bien jurídico no tuvo originalm~~ie unsehiido
medida posible, la ejecución de acciones que atacan las liases,de la
,convivencia social, para conferir en fin a tales prohibiciones -COn la anlenaza .
político-criminal, sino una siglilficacion 'f!ogn.láticil cori~'¿: 'objeto:· de

•••
protecció'n elegido por la ley penal. Así ocurrió cori su formulación inicial
y con la ejecución de la pena cuando no sean respetadas- un especial vigor
que se atribuye aBIRNBAUM (1834); quien consideraba que 'el bieI) juti&é'o
que eleve en la instancia de la conciencia su efecto inh~bidor".
era trascendente Pllrque estaba más allá del derecho, quedebía'recónoter

•.'
El concepto de bien jurídico -cuya función protectora subsidiaria se . ~.
su existencia anterior derivada de la hatlliale:~a y el·desarrOllo:sóciat,:'·¡ !'.i
asigna al derecho penal de hoy, mayoritariamente en las corrientes que
aceptan un concepto material de delito, previo al Código Penal- le brinda al
:i De aUí en a~lelante su entendimiento tonlo; c:ori1'O'··Ij'~·s~;.lIlos
planteamientos de Binding y Von LiSlI: Para el primero, la i:Jet~rinir;áCiÓ'ó
legislador un criterio político-criminal acerca de los compottamientos que
puede amenazar con pena y los que debe dejar libres de la intervención
punitiva estatal. En esta Iínea,'algunos reconocen gile "la única restricción
de quées bien jurídico es inmanente al propio sistemapenaiy ¿s;'p'¡)ttrl~ib,
llná creación del legislador, Para Von Liszt, por el contratio','eI'conªepfÓ8e
bien jurídico determinado socialmente es ant.erior. al deie·~ho·:. P"O'f·lc)·~qt.i'e
••
, previamente dada para el legislador se encuentra en los principios deJa .~
puede desarrollar, en consecuencia, una función crítica y\leiirrliúit'ó'r~tpu~s
•••
'..•
Consti tución" ".
'este contenÜ:lo material (antisociai) del illjusto es indeperidi~ht~:'de·)·su
correcta,valoración por el legislador, es metajurídico, LarúJ¡,(¡íajüfídié"a'ki
encuentra, no lo crea' 15. Tenía su origen en un ·intété~'·de'.'i"iIfvida'i'·qüe
surge de las relaciones sociales". .' ': - :,:.: ... :', ¡.' \' ,,'; l •. '

••.'
11 BERDUGO GOMEZ DE LA TORRE, Ignacio; ARROYO ZAPA1'áci, L~is;
GARCIA RIVAS, Nicolás; FERRE OLIVE, Juan Carlos; SERRANO PIEDECASAS, José
Ramón, Lecciones de derecho pellal. Parte general, Praxis Universidad, Barcelona, 1996,
p. 5. La remisión corresponde a MUÑOZ CONDE" Francisco y GARCIA ARAN,
Mercedes, Derecho pella/. Parte general, Tirant lo Blanch, Valencia, 1993, p, 54. . 14 HASSEMER, Winfried, "Lineamientos de una teoría personal del bien jurídico", en

••
'.-.•
11 "¿Tiene un futuro la dogmática jur~dico penal?", en Estudios de derecho pe/lal, 3"
Doclrina Pen·al, año 12, Depalma, Bs. As., 1989, p. 282. Adhieren a es la poslura: MUÑOZ
ed" Teenos, Madrid, 1990, p, 140 Y ss, CONDE, ob. cit.. p. 56: BUT'ELER (h),·José A., "Garantías y bien jll~ídi~o':, e.n Teor[as
D. ROXIN, Claus, Derecho penal. Parle general, t. 1, p. 55 Y ss., citando COmo
aclJlales en'eI derecho pellal, Ad-Hoc, Bs. As., 1998,' ¡J. 405. Y ss.,·q~ien·le.·alribuye el ,
posiciones próximas a la suya, las expuestas por Rudolphi, H~:mig y Michacl Marx. cankler de "estalld~r cOllstitucional argentillo ". ,...
, "BERDUGO GOMÉZ DE LA TORRE,'Ignaeio y otros. op, eil., p, 6,

, .........
'", .::
~ 22 Carlos Julio Lascano (h) ·:ti, :., Conceptos fundamentales del derecho penal
,,~.
,
:', I
23
.,: /.
2,2, FUllcióll de tutela de valores ético-sociales
derecho penal realiz.la protec~.;ón del os bienesjutídicosen tarito procur?
"'.'I.:·:L que la voluntad de los ciudadanos se acomode a l~sexigencins d'el


".. .; , Si bi~n partía de una com:epci6n trascendente del bien jurídic,o.ccomo ordenamiento jurídico, El delito ap'.rece así como lesión simultállea

".·
,¡.o, las de BiRNBAUM y VaN Ltsú·, WELZEL sostenía que aquél estabp sujeto a la del'biell jurídico y del deber". En esto coincide con WELZEL, pero
( supremac:a de la lesi6n del deJer, pues la misi6n Gentr~l del derecho penal "con la diferencia. d'e que renuncia a' con'cederle' priqri"dad ál
e'ra asegurar "la vigencia de los valores de acto ético-sociales de caráGt~r aseguramiento de los valores de la acción" 19. .
' positivo, ':01110 el respeLO a la vida ajena, a la salud, a la liberta?, a,la Partiendo del enfoque d~l modelo jllrídico IIIl1ltidil1lfiTlSIOllal de
'-
•e' propiedad, etcétera. Estos valo::es del actuar confo~le a derecho, arraIgados
en la pcn::\anente cOIlclencia jurídica (es decir, legal, no nece.sariamcntc
!n,oral) constituyen el trasfond,) ético-social positivo de las nonnas jurídico
penales ... ': Al castigar el dereello la ef~ctiva ~nobservanci~ de lo.s 'valares
FERNANDp MART!NEZ PAZ, creemos que ambas fuáciooes deld~rech6 penal
~tulela de bienes'jurídicos y de valores éticos- no son incompatibles e;ltre sí y
se condicionan recíprocal)1ente, toda vez que ~l derecho -uno ,de los
'cúatt"o
e , componentes fundamentales de la red de relaciones complejas que ccinfigui'an

;.
de la conciencia jurídica, protege al mismo tieinpo los bie,nes jU,ddicos a los el mUlldo jllrídico~ junto a los conceptos de persona, sociedad :y':~ÍlHui¡j" bl
• i.' ,que están referidos aquellos v"lqre~ de acto, Así, por ejemplo, la fidelidad sus dos dimellsio~~es, como derecho positivo y como conjunto'de p\rilld¡Jios
• !--" atEstado ,'Stá referida al biep, del Estado; el respeto a la persqnalid~d" ~ la ético-jllrídicos, cÓi1figura'y perfecciona las relaciones jurídicas y soCiales y
vida, a la salud y ái honor del pr6jimo;Ia honradei, a la propiedad,ajena, las formas de convivencia. Tales principios éticos -que con'stit\ryen" el
etc'étera. La misión del dó'echo pellal consiste en lti protección de fundamento integral y los criterios,estimativos del mundo jurídico: soh'pautas
, . (!"
19s valore~' elementales c/lllcie;.~ci~,· de c~rác~el: é(ico-:social" y.'

·'.
de spfo valorativas aceptadas por la sociedad y por la concienciajrifrdici(ind¡'Yidual.
• <;L por inclusiónl'a !,rotección dE los pie~es jurídicos p~rticulares" 16. ..1
' '.
'que "legitiman la coacci6n y la sanción 'jurídicas, en cuanto elÓ~den soCial
ROXI'1 rechaza cOP. aciertr) la implJtacióri que se,Dj:u;:e,a dicha conGepción depende también dela apliéaci6n de un derecho jristo y eficaz"";"' "
'- de W~LWo ~J; ~I sGiuido de 'lue se apartadcI deiúhopenal¡lel hechoy Lo anterior no implica que aIderecho penal"en un'Est,ado"$Oclal y
conduc~ p, ~n derecho ~ena)de la actitud i"terna o de autQr, a 'par~cde 'democrático de derecho., le podamos asignar como misión','a m"r!.iización
e'', haber afinnado el s~gundo Que a protección delosbie~es jllrídico~ se criJ\1ple

'.
de loiciudadanos (por ej, penalizando lBS relaciones homosixuaies'eritre
al prohibi< y,c.astigarI"~ acci<;>,nes dirigidas "lesianarbienes jurídi~o,s, parlo
e . "

........ qu~se imr.k(eAd~sy"lo,r ma.:rialo deresultado media~tela punisi9J)~el


adultos) o 'el mejofaniierito ético de la soeiedád (por ej,;o.prbíi'i6viendO
determinadas pautas de moralidad administrativa en la füriéióíi'públlca),
desvalor d,e acto, Sin e!'lbargo), el primero reprocha a \XELzEL,I~ ,conf~~!~n porque de tal manera estaríamos confundiendo áí derecho con ianiOfill;que
qe medio~ 'y rines: ..... h:~ cr'~Hdó~ de respeto a la vida o piop~~9~9~ aj~na, es autónoma e incumbe a la conCiencia individual de c'ada :uno:"'" ":.....
etcétera, n~I'~iaim'ellte liD se 'produce C0l!l0 fin en sí mismo~·si!10 p'ar~.~.vJ~~r Por ello, tomando como base que un moderno sistema: de derecho
'daños a biene~ jurídicos; c~n lo que s610 es f[ledio para el fin de laprstecci6n penal debe orientarse teleoiógicamente, es decir, atendiendo a las finalidades
d~ bienes jmJdicos" 1 1 . . . . valorativas rectoras de índole político-criminal, concluimos que elderecho
En una posición ecléctica se ubica JESCHECK ", quien Iguala es una fomia de·control social que tiene como función "p~ovee¡', ~lá,seguridad
jerárquicamente la infracciór del deber y la lesión del bien jurídico: "El jurídica mediante la tutela de bienes jurídic,os, previnielld,i1arepetidón o
',\
',',

lti Derecho penal alemán, traducción de Juan Bustos R.amirez~. SergioY ~ri~~z'Pér:ez, 4- .

~. cd. castellana, Editorial Jur[dica de ~:hile. Santiago, 1993.:pp. 2n. . . "

:.·
• "
.... .
17 ROX1N, Derecho penal. Parte general, t. J. p, 69.
18
0b. ci!., pp. 6y7 .
19 ROXIN, ob. y'!ug" cits. en ·nota 17, ,
~u MARTINEZ PAZ, Fernando, "EI mundo jurídico miJltidimensionnl", en ElmtÍndo jl/rfdico
multidimensiollal, en coautoríD con Daniel P. Carrera, Advocatus; Córdoba, 1998., p. 34, '

,
••
' ..,
.',
C.\mcl!ptos flllldarnt::llt:tÍes dei (tcr~dlO.ptlJ:1I 25
••
',calizaciÓn 'de conductas que los 'afeciall en fc..rJ"l',,:¡: ;'ntolerable,.1o que,
ineludiblemente, implica una aspiración ético-social" 2i. . Tai conrigu:'acióll de la idenlid~ld social no se rl!~liza a iravé~ de bienc$
jürídic·os sino de' I~Orll1as. Por ,ello, el.! JAKOUS se.dc:.dibuja y pierde relevan-
••
2,3. Función de íutela de 'la vigencia de la norma
da el discurso del bien j/lrídic.'o, calificndo C011l0 "melq!'órico de Jo vi~
g'(!l/cin de las l/Dimos "., ~Ilo signjJicn qu.c. el derc.cl.lO. p,::l)aLrrot~ge I~l' vi .. ,
gel1¿i~\ de las normas, y ésta es d bien jUl'ftlico del l/cree/lO pe"rd 1~ . . ' .
'.
1:":.
••
'.("..
Desde el funcionalismo radical o sistémico, GÜNTHER JAKOBS "leniega
importancia a la teoría del bien jurídico para configurar la funció~ del derecho
3. Furiclamcntación fllIlropológica, Los pr'incipios flllúlamcníul(!s'
pen"!: "Correl"ti vamente a la ubicación de la infracción de la norma y de la
pena en la esfera del significado, y no en la de las consecuencias externás
regll13dores d~l control penal
/;e.
dela conducta, no puede considerarse misión de la pena evitar lssiones de
3. j. FlIl1d{{l1Iel1 tdeiól/ all! ropológ ¡ca
bienes jurídicos. Su misión 'e~ más bien reafirmar la vigencia de la n.?rlTIa,
debiendo equipararse, a tal efecto, vigencia y efecto .... Resumiendo; misión
es /".i-··
'>.'••.
El derecho una herra1Jde¡,¡a en la mano del hombre ,Y tiene por
de [a penll es el mante!limiento de la lIormn como modelo de OrieJ~tpción
finalidad introduci,: un orden en h\ vida soc¡pl. Sil eS~lIda .no puede
para los contactos so.dales. COlltel/ido .de la pena eS una, réplica"~ que
inlerpr~tarse aislad;unel1l,c de la soci.cclad, lo qll~ presuvone, in'.dagar·s~lplll-
tiene lugar a COsta del infractol; ¡ren.te al cuestionamiento de la ll,?rma,".
táne'amcnte en la IlHúlraleza de quie,nes la cor,lponcl;.· " .
Por ello hemos sostenido 2J que laiunción del derecho penal para J AKOBS
La ley peilal -como' producc'ión hu 1ll!.1Ila que es.- Cll':\~l~"o;~r~,~()gm(~,lic~1

•.;';.
e., restablecer en el plano de la comunicación la vigencia penurbada de la jurídi<;:o-penul, implic;, la cOllliJre~sión an!ropológica qu~ stl~yncc.:~ (~cJo
lJonlla, cuando existe lln procedimiento a caus~ de la,infracci.ón ti ~~.l.a ...~.a
protección y Confirmación de las normas, que configuran la identidad social,
accionar. hUlllnno. La ley penai no puede decirnos qué'es el_ h~)mbre,;HU~IP?,­ ,e.
co lo cr~a, sino' que es un instrumento para el .holl.lbre y no. puede aspirar
se logran a través de la pena, que sirve para.·ejercitar a los ciudadanos.enla
mús que::1 reconocer ni hombrc·tal cual es, simplcmcui:e l!1l s~r h.lI.·ma.ii:J,.,
;'
confianza hacia la norma, a .tener fidelidad al derecho ya: acept~r. las
El derecho penal da una comprellsión no defilliti~a ¡li _~stá!ii::(i d~l.h~JI:.~.
consecuencias de la infracción a sus preceptos. Esto se vincul~' éon el fin de
la pena, entendido como prevención general positiva. Comparto l~~ reservas
de quienes consideran que las consecuenci~s. de estas ideas ~O~ducirí~~ ~Ja
mediatización de algunos individuos para afianzar el sistema .. : , ..•.•
Y
bre sino cotidiana dinámica, es decir histórica y cuítll~·a"I,·Ya'ql~~.:el Gr.d~,\
jurídko se va 'modificando c~msecuenlemcn,tc a .los ~a~11b.i"~s q:ü~','s~~~r~,.,~.1
hombre tanlo en sí mismo cuanlo en sus circul1snmcias. Aun GuanU.o no se.
modifique'el texto del CÓdigo P~IÜ1I, su f'ignificacidnVa ca~:n~i.ai1(i~ eú I,n
,--
.... ~~
•..
medidü en que se Irasforma el ordenjurídico del cú,¡1 forma·p"o'te'.· .....

•.
Si sepúralllos al derecho penal de su signiricadón, le ql1it"nl~lbs sU ca-o
lrZAFFARONI, Eugenio Raúl, Tratado qe derecho pellal. Parte general, t. 1, p~ 50. rácler de hecho humano, razón por la cual 'es ncce~ari:a llIüi'con:lprensión ~e
,:
En sentido similar se ha dicho: "La fW1ci61.1 morivadora que aquf S~. defiende;· t~.mbién ·l' .

persigue, en definitiva, el reJprzamitmlo de los valores é/jco ..soci~,~es, que preconi.za~a


Welzei.,." (MUÑOZ CONDE. Francisco - GARCIA ARAN, Mercedes, Derecho penal.
'teleológica del derecho pcnalfuncjadú en lo antropológico ...... "".
E;ta' necesaria fundamentación nnlropol6gic"t1 'del derecho p~nnl t1ó
implica desembocar en posiciones jusnalllralisins·. Por el contrario, obviar el ,
.
'••••
<--,
Parle general, Tirant lo Blanch Libros, Valencia, 1993, p. 60).
21 Derecho pellal. Parte ge/lcral. FUI/damentos y teoría d~ la imputación, traducción de sostén ontológico que 'por naturaleza el derecho penal posee -aunque siga .~.
Joaquín Cuell.o Contceras y José Luis Serrano GónzáJez de ~urillo. Marcial Pans, Madrid, ,icndo'válido-Ie resta erecti'vidad, es decir, la capacidad de cumplir la fun·· ::.~
1995, p. 13 Y ss. .
1) LASCANQ (h), Carlos Julio, "Los paradigmas funcionalistas ene1 derecho penal.
actua!", Cuadernos de Derecho Penal y Criminología, N° 2, 1996, Univors!dad Nacional de
,~ •
;,•
"
La Rioja, Lerner, p, 50. ". ~~ BACfGALUPO, Enriqlle, LiI/l'fI/llicl/to,l" de la teorfa dehlclilo, y cel., renovada y
.


ampliada, Hamlllmabi, llut::nos Aires; '1 99 ..L p. 3 J. '
.::.1.:
)\'.""\.-

·'.•.
. .
~,; i.. :

,,' 26 Cartos Julio I...I1SC¡IIlO (h)


,:'~i
'.\
t
,.,
Conceptos fumJul1lentales {Iel derecho penal
" ;. 27

:.
"

\
" ció n eJe I?osibilitnr las condiciones externas de realización del hombre~'pHríl. , Ello obedecería a dislinlos factores. entre los cuales cabe des lacar
; '
~segllrar los bienes jurídicos i.ndispensables· para la fibertad de cada lino, de por ulllndo, ql1ejl1l1lo c0l119s.conlroles soci:lles coactivos como el (i.ere.~ho:
la lT~ejor rn:mcra en las CirCtl1stnncias dad;is. . .:!
se.han incorporado mecanismos persuasivos a través.de los medios.masi-
:,e Según ZAFFARONI tI derecho penal -para ser nlltropológicamcnte flln- vos qe cOlllunicación y, po'r otro, que el derecho se ha ido ·c.onv·irtiellclo

••
dado y efectivo. y no 1I!1 mero ejerckío dc'podcr- presuppne las siguientes pnulalinumente.en un recun;;o·préventivo 19, ., '. ,l, ,....
condiciones,plíninl<lS: 1) ser un orden reguJ¿l(.1or de conductas humanas; 2) ', ..
que no I.laya c0'~lrndiccj611 entre sus, des valoraciones .de conductas huma-

•• nas; 3) glle no pretenda reglllnr conductas ignorando las leyes del mlllído 4. Cánccl'ciones del :derecho penal: de hecho. y' de autor;' de,

·• '-
físico; 4) que recollozca la aulodelcJ'!ninación del hombre 25,

],2, Los principios ¡I'ndamellte/es reglllC'dores del cOlltrol pellal


cull",bilidno )' de,]Jcligrosid",J: liberal y autoritario ; . ':.,

Los distinta, concepcioncs del derecho penal -que inciden ,sob~e I~s.
conceploc fLinda mentales de riel itoy de pena y medida ·de seguricjadc ·cstán

•• El derecho penal es una fornlél de control Sociílllnn sign:ficativa que


. hh sido mcnopolizada por el- Estade' pero, al mismo tieinpo, In po!eslnd puni-
fuertemente ¡!I gadas a.las J(le<lS que se. tenga con respecto de la:fllncióll 't;!e.
dicha :amu del ':Ierecho. . 1,... : . . , , ' •• ,,'
Los puntos -le visla del derecho penal de hecho y ele clllpabilid:\II.per_.

• tiva de ést,:! debe ser deli!-.,itnda COI': J~lll1ayor clnridi.\cl posible conl.o garan-
tía del ci,'dada"!,, De al!í la exigencia del winciiJio de legalidad en la repre-
mitcn desarrollar ~.os principios del deree~o penal liberal. Por el conti'ario, el
qcrecho rem.!! ele \l~'tO.r y de peligrosidad, si ponen en peligl:O'o anulan .tales

:.,e

••
sión que iPlpOI.1C I.a rcgl"ació:l rle la 1ll.1lcri:l per.q! mediante normas apI'<?ba-
das por 105. j'epr,esenlanles 0(,1 pueb!o, que determinen'con precisión)as
a
COl~ductas const\Llllivns de deJit0S.y lús penHS apl!cab!cs q~¡jellcs_Ias renj,-
cen 2(" Por e!lo, los COlJseDtos fundamenlales del derecho penal soi, el de-
lila, 0, s~n, 1.1 cspecil! (.le ;liC.;(~,d :... la que ~e con~ctall las reaccione's,.y I,,-
pella (~' ·':~s me'!irlcl.': de seg:ffidnd); en. olrns palabnls, la 'especie cÍe co'ri-
principios pl'ecle:t d3r lugar <.lun'clerech.o penal autoritario 30, . .

4.1, .1)erecho p{flal de hecho y de aUfor

Tapto quienes entienden nI cielito como in!rQ.cciÓII de·.debere.t·ttico-


",.

secll~·';:i·.ls j!'rfdicn~ 'g~e. cantt:terii-,lO ~!. del'echo peJl-al 27:..." _'~.':" sociales, como los que lo c.onsideran una conducta ,~oci{lh;i~/1fd;. (~~nOsn
e' ~~~ la~; úl1jrpas dédl,.I"S (h~1 siglo XX se h:m regis-trado relevaiúes' C'~fl1-. porque lesiot," o p'ol1e'en peligrq bienes jurídicamenle proteSi.dos, c~¡nciden

••
~ :
I;'ios C!~1.~ nFect'11~ al s.er hUl11ano en .ses ml1ltiples d·i.nJe!~~io,n~s (antroP9·fógicn •.

¡..''
.
en ligar 1(1 defi,nición de delito n la comisión de 1111 !Iccho ·)/.éú .. co,is.iderar
sQcial, culllir:-¡l.y jur.fd.i·ca), EII esta '.:íl~ima, el derecllo aparecc,'en cie~"tos
"
-, i
secllndari~s las caraclerístkas personales de su autor,' q.ue sqí6 se:!50dr{¡n
casos, eemo l.!!' insfrlJlne!lto d~ cor..trol.soci,Úde .efic,clcia j¡,~,iiad(1, y. ~n tOllJar en cuenta para la individ.ualización judicial de.la pena ;',t,·5e lral" del
otros, COP~,:! '.!n ('lctO: ele ;1'~p(J "tancia :--c1nth'a para sQlucionar los rlistirúos derecho penal de hecho o·de acto 32.. ". r ':>

tipos de c(>'.,flicfo, habie/ldo aS\1I;,ido di,'hn responsobilidad:diversos se~lo­

•• res como ~a econor"flÍrI, '::t polífcn o In ~.elministracjón 28, ,.. ', .. :

'·.
I : .. '
."! •
29
13'08 BIO. Norbérto, "Derecho:y ciencias ~ocial~~"".cn· C(;I//,.¡,,;;dó;, (/ 1~'léaría de;
r/('recho, lA ed., Il":1d. de AlrtHlSl1 Ruiz Miguel, Madrid, Debate, 1990. p. 2J9 Y ss.,
. 11Tl"lllar!o de derecho ,;ellol. Parle gel/eral, Ediar, lluerios Aires, 1987, t. JI. p, 487. .'0 BACIGALUPO, Mal/l/al,. p, I J. '
e '"

'~
MIR PUlO, Santiago, ob. cit., p. 5,
2/0

!7 DACIGALUPO • .1tlallllal, iJp. 6 Y 7.


. JI

)2
BACIGALvrO, ob. cit., p. 7.
La úllirn¡, denomin:lción corresponde n ZAFFARONI, Mallllal de dl'fec:lw pellal.
e '" 1~ MARTINEZ PAZ, Fernnnd.o, EllIIlI1ldojul"Íttico mlf/lidimclI.rional, p. J2. Par/e g'clleral, Ediar, Buenos Aires, 1977, p. 46:

e
. •
•••
•••
28 . C<li'JOS Jldio i..asl:Jno (h)

~ontJ'ario, quienes ven en el delito ia eXI?resiqn 'de UII ~ellljmiell­


, ':":'onccplos fUlldalllClHaie" oel dcrcciu, pellu.

en el dict::ll11c;~.per¡ci:l1 de qn psicólogo clínic~ (llIe ai"innó la ¡lel igrosidnd del


\ 29 •

••
••
Por el
to jUI'ídico.depravado (ERIK WOLF) o de u1faforma de Ser de¡ aulOr, sostie- imputado I)or su "origell hi.spano- fue .tululada por la eOde Suprema de lo~
"e" I"concepción del derecho pellal de aUIOI; para la cllal el hecho sólo tSlados Unidos, que ];¡ consideró violatoria de los derechos hUm?IlOS,
tiene UII valor sinlOlllMico de la per~_onali_~ad peligrosa de s~ nutor,.'qu_c es lq
reprl1chable )' debe ser corregida. Por ejemplo, se Jo. castiga .por ser la-
drólI, 1I1'\S qlle por haber cometido IIn hurto )]
Pensamos con-NúÑEZ que si bien no es posible afirmar que al comeler
.. el.delito el"autcir rudo realinenre-(lelCrmil.l<ln:e tle l1laner.-,,~lislilltaJa ex p.c-
riencia permite' sostener. que.olros indiYlcluns, uLiliz~~:H.io su cojlcienciá.y ••
. 'EI derecho penal de alltor y el de peligrosidad'coinciden cuando parten voluntad, se han cOlliponado de m:lúera disliltf.\· en c.-:sos seinej';\lllcs.·
••
de lInü concepción determinista o biológica del hombre, que le niega la libre
determinación pnra elegir entre el b}cn y clmal y lo sancionan por su modo
de ser, por su mal carácter o por su vida mal orientada (por ejemplo. vaga-
Agrega dicho 'illItor que el pl'íllct'IJio_dt? clI/lwbi/;dad tiene,jerarquía
conslituciónal en virtud de la garantía para la :ibertaJ ~jv¡1 que deriva de la
,cl:íusula del. arto' 19 C,N" seg'ún la Cl:al"llingúll habitnnte de la Nación será ••
bundo, prostituta o proclive al delito). . obligado a hacer lo qllc no Illanda la ley,'ni p,ivado de lo que ella 110 prol;i~
••
••.
De lo contrario, .estaremos en presencia de un derecho penal de cul- be".'Tanto la obli',mción como la prohibició" excluyeilla rcsponsaLJilidad
:'~)
pabilidad "que puede ser de autor Ode hecho- cllando reconozca la autono_
. objeti~a yexigcn 1.1 rcsponsabilidad runda,la subjetivamente ":
mía moral de la persona y regule la conducta hu~ana exteriorizada y no los ::1'
merQ"s pensamientos O ideas. Por ejemplo,"cuando se impone una pena a un ::'1:;
:'.~ :' -.1
'
4.3. De~'~c1lU penal liben¡!' y oUloricarío.
neonazi pOI"haber cometido un atentado terrorista con una bomba de 'alto
••
•••
poder destr;,ctivo, en virtud del hecho realizado'y ·no s610 atendiendo a la
ideología del alltor. '. Sostiene NÚÑEZ que un derecho penal es liberal cuall(~o rep.rcsent,a Ull

.
sistema de seguridad jurídica frente il lo ptinible: y sus c~nsecucnCias;' a ,la
par que cuinplc l1!'w función de ga·¡'i.lillía de I"os derechos de t?~ gobernados
4.2. Derecho pellal de 'culpabilidad y de peligrosidad· frente n los gobernanles. " '._.
. . ' Para que un uerccllo penal pueda encundraF,Cll tal·c'::t~g.Jríú,.,.~:_~,Sc.l.~ ,
. L<l .primera concepción sostiene que para que a un ~r;:r.humano _
entcñdido como persona dotada de dignidad- se le puedareproehar una
conclueta, .es imprescindible que tenga la posibilidad de el?gir; osea, de
el punto de vista sustapcial- debe excluir el castig~ (:c :.;:-,3 Iden~ 'y'·.SCI:tl,¡::;
mientas (3rt. 19 C.N.); no ha.de per~cgtl:r un cujclivo élJc.o', úe.dlr;::ccl~rl
de las cOllcicr.cins y volunta.des; y t;cne ql;~ consagr.'.1r e¡:'p:r;.lcipio según.,
••
autodeterminarse. : ,,:,_:.. , _. . el cual su línica f~!ente es la ley previa ai hech:J conletid.:, (~llI"I"II, cri-
•••
En cambio, si se piensa qlle el hombre sólo aetúh.ipovido por causas
que lo detern,inan y qlle no es posible distinguir la conducta hÚmana ddos
men, III/I/a paella, sine prae\'itl legt; poellnJe). Desde in'ó~llicn adjetiva,
debe traducirse en.la exigencia del debido proceso-j ... diciaj C0l110 presu-
pueslo de sentencia condenatoria 3 5 , .
••
••
restantes hechos ele la naturaleza, estaremos 'en presenc,iil de· Ufla cáracte- " '

rizaeión peligrosista del derecho penal. Un lamentable y reciente ejemplo El derecho pena! es autoritario 'si su objeto de ¡Jroteccll")n no .son los
de discriminación racial, file la condena a muerte del cordobés Víctor intereses de los individuos. sino los deberes de éstos con el Estado; ei ~I~)'e­
Saldaño por asesinato -robo y homieidio- de un vendedor de computadoras eho penal deja de teile~ Llll:! función de garantía para los gobernados -pues.
en 1995: La sentencia impllesta por Un tribunal de Texas (E~. UU.):-basada •••
,1~ NUÑEZ, MI/I1I/(II, p. 178. •-.
J.I ZAFFARONI,.ob. y Jug. cils. J~ MWII/al; p. 17.

••-.
.,

30 Carlos Julio Lnscano (h)

prescinde del principio de lqalidad al admitir que los delitos y las penas
puedan dedúcirse P9r al}alogin o sustentarse en'el postulado del "sano sen~
tirilielllo popular", como en e: nacional sociaVSnio alcmán-·y prioriza"l~ re-,
presión coilVcnienle para el gobcrnante~ a la qlie.se le asigna fines éticos,
COmo el -internacionalismo proletario y el humanismo socialista de las deno-
minadas democr(/cias populares de la Europa Oriental anterior a la caída" " ,'
del muro de Berlín; o la "doctrina de la seguridad nacional" aplicada por
'.
LEccmN 2
di versos gobiernos ele facto lntinoamerieanos, entre 1965 y 1985.
. "El derecho 'penal argenlino debe ser sustancial y procesalmcnle
liberal (18 C.N.). l'ueqe ser compatible con un derecho penal El modelo integrado de
::iUslanciallllcnl.e ¡ndi vidual,isr.a o socialista, aunque el marxismo lo, resista
como un res~b~o liberal" 36, ciencia penal
ZAFFARONI entiende que es absurdo pretender que los sistemas pen.les
respetan los principios de legalidad, reserva, culpobilidad, humanidad e igual- , María de las Mercedes Suárez
clnd ponlLle, estructuralmente, est,ín armados p~ra violarlos ~totjos. Lo que
puede lograrse -y' debe hace,.,,',- es que la "agencia judicial" ponga en juego
todo su poder en forma q~lc haga descender hasta donde su pod~r se lo 1. EL DERECHO PENAL, 1.1. Concepto. 1.2. Caracteres:
pennita el número e intensidad de esa.s violaciones, operando como contra- : : 1.1.1. Derecho público. 1.2.2. Exterioridad. 1.1.3 ..
dicc'.iÓ!l ':Iel mis'llo sislcma P'!1.:1I y obteniendo.de eS,te modo una, constante Judieialidutl. 1.2.4. Sancionalorio. 1.3. Fines. 1.3. J •.
elevación de Jos !liveles de realización operativa real de esos Vrincipiqs ,~7., Efic¡lcia. J .3.2. Gi.lranlf~. J.4. Relaciones con lits res-
t:.1nlcs ramas- d~J ordcn:ulliclHO jurídico..
, En Irl aCI'Ja!ided se torna 'imprescindible, a la luz de 10$ postulados deJ
modelo de Eslndo cOllstiwcionnl de derecho, la construcción ele un derecho 2. EL DERI:CIIO PENAL EN SENTIDO SUUJET/vO: CA ~O­
penal (lntropoC'~ntrico, respellloso de 19s.derechos y la dignidad humanos,' TESTAD PUNITIVA DEL ESTADO. 2. J. FundamclH?S.:
que evite la :Irbitrarieund y elterror.ismo.punitivo, para asegl~rar la cOl1vi- 2.1. J. Material. 2.1.2. Político.
vencia democrática, pluraJisüt"y tolerante. '. ! " ~'..i .J," , ':, 3. EL DERECHO PENAL EN SENTIDO OBJETIVO. 3.1. Con-
I . . , l ':
tenido. 3.1.1. Derecho peu,,1 sustanlivo o material.
',: ;
3.1 .2. D~rccho proces~11 pellal. 3.1.3. Derecho pena)
I
. ;: -
ejeclltivo. 3.~. Especies del derecho pemil s.lIslnn!i-.
; .,' ~
. 't i va: 3.2.1. Derecho penal codificudo y CO,ll1plemcn-
tario. 3.2.2. Derecho penal común y especial. 3:2.3 ..
El art. 4" c.P. y el sistemu represivo. 3.2.4. Derecho'
pellal común, eonlr:lvellcionnl y disciplinario. -3.2.5.
Delitos comunes. pblfticos y conexos.
4.' EL ESTU[)lO CIENTfFICO DEL FENÓMENO PENAL, 4. t.
Ln dogl~l~ítica pe n:.l 1. 4.2. La política c.riminal. 4.3. Lu
',i,

i,· '
criminología.
, ,
4.4. LiI victimologí:t. .

3"NUÑEZ, ob. y lug. dlso. 5. LAS DISCIPLINAS AUXIUARE,"i. 5.1. Medicinn legal.
;1 '
"EII b/fSC(I de !aspellllJ perdidas. E~jar, Ss. As., 1989, p. 242 Y ss. 5.2. Psiqldatría forense. 5.3. Criminalfslicn.

.j. '
••
••

e';.•.
'.•.
...'

•••
'•.;
::. ~l J.~rccho pl!llZ:

1,1, COllcepto
;. ,

El-c!crecho, per.al es la parte del derecho conipuGsia por ei co'nj un~o Ú0


normas dotadas de sanción retributiva l. Esto porque lX) todas las canse-o
cuencia's determinndas' por el ir~umpl;miento de ~n.préceptojuifCitü (sail'- ••
c¡ones) son iguales o de la misma naturaleza; tInas v~ccs, Hender) a produ-
cil: directamente la situación'que e} precepio qLlería )' que a;gUi~\\ desoyó;
otras veces, procuran una satisfacción d~~tinta peiO eq'u~va1enr-e: a a debida;
••.,.••
finalmente, importan, ¿¡demás, una consecuencia no deseada y gra'i/osa para .

,.<.
,

'j '.
el t'ansgresor. Las nonl~as jt;rídicas procul'an, pL.eS, 'o\~~mi reposición '¡eal
de las cosas al estado anterior (p, ej,·la devolución del objetosustraíclo lt1:L
dueño); ora una reposición sim.bólica que 'asume la fo¡.n c..e. t:~a r~páración
1
(la entrega de una SUin3 de dmero en lugar deJa cosa IDI3f11&);:ora, una
••
1, . retribución (la disminución de un bie"jt.rídico del transgre~0()2." .
"
,
Se 10 define tamui~n como una de las ramas·.del oerecho,eslO cs, del
,

:.•
\
,',
sistema normativo de las rela~i(;)i1es sociales de carác~er jllrídic0, ú 10 que es .
~ " lo mismo, de las relaciones externas de los individuos enl;e sí ocon el Estado),
Conforme se ha expresado, el derecho penal regula la potestad estatal de
castigar, determinando lo que es punible y sus consecuelleia~, que r,o se ago-

i:.,

SOLER, Sebaslián, Derecho pellal argentino, Y ed, actualizada por Guill,ermo.J.
I
.'
r.

:. '.

•-.••
Fierro, TEA. Buenos Aires, 1987, 1. J, p. 3. .
"
2 SOLER, Sebastián. Derecho penal argentillo, 1. J, p. 2. '
1 NUÑEZ, Ricardo c., Manual de derecho pellal, Parle general, 4& ed. nctualizada por

Roberto E. Spinka y Félix González, I;--erner Córdoba, Córdoba, 1999, p. 15.


,.•• 34 María de las Mercede~ Suárez

lan en las pe'nas;, la finalidad ounitiva representa el objetivo pri~cipal en c~si.


l.:
.~
.. El modelo Í1úegrado de ciencia penal

.sí...",. está aludiendo únicamente a los delitos de acción p~ivada (arL' 73


35

'.•.'
\t". todo el ámbito de IHlestro "~ampo juridico • ·Como sucedía con las h'yes C.P.), aun cuando esta dase de acciones tampoco.pucd'm dirimirseclirecta-"
.;.
antigua~ y con las legislacion" clásicas, cuyo único objetivo era el castigo del mente entre particulares sino siempre con medh"ici6n estatal.' C.onsecl!ente-
delincuente· pero como aport', de la escuela positiva, de la que opoltLlnamen- mente, dicho autor dice que las personas privadas "sólo intervienen en la
te noS ocuparemos, comprende también las medidas de segulidad, medio esfera del derecho penal común como sujetos activ6~ o pasivos'de delitos" '.
jUlídico utilizable por el Estado contra la delincuencia y cuya aplicación presu-

••
pone la comisión de Un delito.y un del¡ido proceso judicial. J,2,2, Exterioridad
De esta maneré\, el derecho penal, como larca legislativa, ya no se limita Aun cuando el derecho en general, es un sistema regulador del compor-
a asociar al delito consecuencias esencialmente represivas, sino tan).bién, tamiento de los hombres en sus relaciones eXternas, enel·derecho penal
consecuencias exclusivament:! preventivas. Es así como, CIl relación co~,su ~, , conviene subrayar ese aspecto, porque en este campo delderecho UlI cárac,

'••.
lT'.i ..,ión, en el derecho penal y2. no predomina el "monismo", sino el "binaris- terís'ica es el resultado de una l.abOlios": cOIiquistade la cUltura humana,No
Ir • "

:~
mo'~ ,s, vale decir, seg(Íll )_35 c,irctlllstancias en algunos casos aplicará penas y ,, ,:
"

se trata de un atributo formalmente inherente a toda nonna pdláJi~sil:lb,: sc'gun

.,,.•
'

?" otros ~ledida~ de seguridad corno por ejemplo las previstas en el art~ 34 :, decimos, de una caroderística que adquiere 'esta rama del dere'ého 'sobre'
Jnc. 1, prJlncr parrafo CE o la del art. 52 del mismo cuerpo legal aunque todo bajo la influencia de la filosofía del siglo XVIII, y que consisté'en hacer
8r!]lJnS res.~cnd;lh a razOIles de política criminal absoJutamente distintas. depender la punibilidad de la constante exigencia de una aúuáCi'ón'extew.:'.
El derecho penal, con su conjun.to de incriminaciones,'.nO: é'OnS"tituye un
orden puramente moral; lbs hechos que castiga no son'i~ pu,iaiÍegaCióri
f2, Caracteres teórica de un valor jurídico; son hechos afirmados 'eil 'él :ímiildo 'e:xterioi:

'•. 1,2.1. Derecho público


.,
ij
que vulneran objetivos importanteS para la vidasocial,qli,¿;¡;~f,':~s.,6se 11.;
roan bienes jurtdicos o intereses jurtdicos. '. " . ·.··'.··.,·:,·;:;'.·~·'.,~:.~,;·,:·D;:~' '1',:,".1 .. "

.•
, E" esta ch~e de ';or'11as(~1 Estado /lO deja librada a lavolu~tad de los .~ . El derecho penal se caracteriza como un conjui1\b ,~~, 1.!I~I\i,~eS, d~fi,
individl'Os la creaciór. de derJ.chos; obligaciones yresponsabilidades, si/lo (I nidas que tienen por objeto la p~ohibiCión de aceibnesd~1,';'T~h,iI?,i'~':p~ii,:
,e c" que fija nbr!"as directon'enti' destinadas a la generalidad y·pro·cede cama , '
de no hay acción, exteriorizacIón, alteracIón real,~)pot~ncl~I,9.e! l11urdb
poder sobera~al1Jente reguladJr de la conducta de los ciuuadanos, ..'..... externo, no hay represión" "Las acciones priva.dasde!p'~ h,8ITiil~~Sq~i#d~

·'.-.
' ,.
Al eS~l1di~r·l"s fuentes .'-Ie producc;ól) de .Iás normas·.penales~ vere- }:
ningún modo ofendan al orden y a la m,oral públ.!c,a,riperj~'cl!9~en ,a, ün'
• <. mos qtle soIamente el Estado asume modernamente eSe carácter." La Crea- tercero, están sólo reservadas a,Dios, y exentas, d~)~ ,a~J!l.ri?ap de ,lar.
.~ ción de 1<1,5 figuras delictivas y la amenaza de imp.oner"una pe.na al t~ans­ ":;.J . \." ': '

';.•.
magistradqs" (art. 19 CN,)', . '.' , ...
gresor es IIna actividad típic, mente pública del Estado: es la 'expresión de
su máximo poder interno 6 , . ' ". . '_ ..
, . 1.2.3. JudiCia/idad
, !-- " ,
Por esa razón, cuando NIÍÑEZ define al derecho penal diciendo, entre Como se señalara anteriormente, el derecho penal nop~ede,realizarse
otras cosas, que'regula "las relaciones externas d~ los.i,jdl'~¡d~os-entre legítimamente frente a !In conflicto, en .forma priv,ada, E~ t?dqslos ~~sos, el
. ; . ", ,-

•e,.
.' ,

t.•
•• 4 NU~EZ, Ricardo c., Tralado de derecho pellal, Marcos Lemer, Córdoba, 1976, t. J, p. 9.
'NUNEZ. Ricardo e .. Manual, p. 16.
6 SOLER, Sebílstián, ob. cit., p. 16.
.
1 NUÑEZ, Ricardo c., Tratado, t. l. p. 37.
aSOLER, Sebastián, /Jerecho pe/!Cllllrgelllino, t. 1, p. .17.
IISOq::R, Sebas,tián, ob. y lug. cits.

•• ,.
"
••
3G ;vlaría de (as Mercedes Sutírcz
J:!i modelo : .. :egrado de ciencia pellt; 37
•• "

prOllLl.llciamiento sobre una situación creada respecl~ de' la existencia del


delito,..la responsabilidad y el castigo del autor, debe¡á' em&nar de lo" órgano
púb!ico, aunque más no sea paradeclarar qu~ el hecho no ES perseguible.
lugar a la discusión fundada ~n determinar si el oere.cho penai -posee o no
respecto de aquéllas, una autonomía sustancial. ' ... , ..
•.,•
Pa~a.tfnOs, las definiciones delcierecho ;lenal dan lugar all.ü.ci.miento
Según. nuestro derecho positivo, los órganos encargados de conocer y resol-
··:"r en las causas por responsabilidad penal son los t¡ibunales judiciales que
con ,m'eolo a la Constitución Nacional, constituciones .'provinciales y leyes
de una forma de ilicitud espeCíficamente pe:)fil,.de manera que f:ste dere~
cho tiene una función constitutiva, creadora de ilicitudes. Lf\ ilicilud penal.
sería IJ.na forma Hutónoma de ilicitud 12 •.
••
••
o
reglamentarias, forman los poderes judiciales naci(:mal y provinci'al.con COm- Para los otros, el derecho penal; al cllal sólo ;e conesponderfa 13
peten\=_ia penal.según la materia, la.invc~tidúra de las personas. y el tenii~rio. definición (ie ia· mí'facción y la ueterminaci6:1 de la ,ler"l, no ler._drÍa má's
Según lateoría constitucional (arl. 10 C.N.), .que debe ser ~satad~ ~or
tas próvincias'(arts. 5" y 123 C.N.), el Poder Judicial debe ser independien-
te. d~ lo~ p()de;es.Ejecutivo y LegisÍalivo, puessi~ndo lIry principio fUI)da-
función que la de s~~llcionar las acciones qt:;e descubie como ,?unibles·,
cu~l.h.do -qúebrantail UBa norma.de derecho pt:eeslabieciaa Sitll.hJá/uera
••
mental de·nuestro sistema político la división delgobiemo en tres grandes
deparralr;ent 9s, d Legislativo, el Ejecutivo y elluoicial, independieIÚcs y .
spbpTa~ps e~ 'sy ~~fera. ~E sigu.e f9rzq~ament~.que las atr!.b.ucione~,-~,~.c~Oa
uno, le,son.
.' _.
peculiares
.
y exclusivas, pues
.. - , . .
el uso concurrente
¡.,. • . ".'"
ellas. necesariamente hace desapar:ecer la línea de sep~ración: entre los
o ..GOln.ún
, ... ,-.. ",
de
:,., '
.,'

;~- ¡
,
de él. Deesta manera, el penal sólo sería un Jerecho sin sllstancia propia,
meramente sancionador, secundario.o complementario, respecto d~ otras
ramasjurídicas.principales ". ':.,-
LQ que h:lce que qna ilicitud sea de derec.ho pc~al, no. e:s una ch¡,a~':.
terística sustancial, específica de· esa ilic::it~d, sino el carácter pecllli~.,h- de
",
.'••
~.
'altosj'oderes polili,cüs ydestruye la base ~el~ form~ r6publicana, q~ gObier,-
120;
la sanción pelO"I, que la distingue de todas las otrasconsecuell~i;¡s jurídi-
ca~ del acto ilícito 14. •••
'•.:
no 10(art. S~cción4', C.N.). . . . . '. ... . .......• .,:¡,:

.... L~ rea¡¡~ación judicial deÍa ley ¡:ienal no e~lilire:sino q~eex'ige ~ll Los partidarios del carácter autó,lOmo c. principal úel derec!·lo penal,
"Juicio p~evio'ful;dado ~n ley anterior al 11~c¡;o'del proce,so,i, qu~ '&~be¿b' sostienen que éste comprende no sólo la sandón sino rambiénel; precepto
servar las formas. sustanciales ele.i.a acusación, ~efensa, p'ru~pa 'y'~"erlt.enCi.a penal, y que protege talllO los intereses qloe ya loestáh por <jír."s· ralllas
dictada ¡ior'Íosjueces~attÍrales deÍ iniputado;y
... I . l · ,',", : .. ',.' , -., ,. -',
én es
el,'CLlal inviolable la
.', ' . ' •.. :: r·.," ',', \ .i.:t'.¡, ..:.-'''.:'"
jurídicas, como los que no lo e~tán y.encuentral\ eir er pr.~celHo p'~nal ~-l:
. : f;~:,'::·:;'.';/.:'. ~;./. :".- "

•••
defensa' ddn·perscina y de los derechos (ait: 18 C.N.); defensa'qú'e supOne prÚnera y única protección IS, _.

pa¡á el ühputhdo ¡¡¡posibilidad de oc~rrir antealgúnÓ¡ganb ju(iÍCi~1 ~ri¡;fO" Lo real es que si bien el derecho pem.1 está sometido ,.• ·pr;llci¡J;o (.e
, cura de Justicia, para' ser oidó, en un debido;procedimie~¡6judídar,'é6'rí
ar'regloalas leyes de pracedirnielito: demane:fir que suparticipaciÓÍlefec"
ti va en el proCéso le dé una-razonable oportuiJidad·paraprodúcir'i'ú prueba
de descargo; lo que exige la leal información del'interesadü:de la'exis't~iicia
la utlidad dej sistema jl~ríqico positivo, que.excJuye_c.on~1.·¡,dif~,Fj':~e~· ént.rc.
sus disliulas ramas respecto de. la .iuridicidad:o.an[.iJuddicid~d.pe l~~ hc;·o
chc;>s, goza qe aUlonomia para configurar y e asrigfl~ defi,tos)>in nY~~,sidad
de la exi~tellcia de especiales regulaciones prohibitivas de)os ólros Sec'
-.••
de la cuestión que le, incumbe y de las pruebas acumul,.ad~s·en' su contra 11,

1.2.4.' Saricionaiorio
,".;
tares del derecho ": .; '..
La función lípica de la ley penal es la de.creartipos de.ac~ión que
acarrearán lll1u.pena cuando sean ejecutados antijurídicamente. Para efee.;
.."
••:.-.
La función de la retribución penal respecto de la vioiación de los pre'
ceptos consagrados por las otras ramas del derecho, es lo que ha dado
-.--
. .

10 NUÑEZ, Ricardo C':, Tratado, t. 1, p. 38.


.,~'
11 SOLER, Scbastj{¡n, Derec.ho penal argentino, l. l, p, 21.·
11 NUÑEZ, Ricardo c., 1imado, t. J, p. 40.

15 NUNEZ, Ricardo c., ob. y lug. dlS.


'-..
I~ S'oLER, Sebasti.1n, Dercc:ll1o pellal argentino, l. 1, p. 22. ,,'.-
. ,

11 NUÑEZ, Ricardo e.. Tratado, t. 1, p. 39.


:,..
..:;.:'.,

,,
16NUÑEZ, Ricardo c., Mallual, p, 17,

"

, 38 Marra'de las Mercedes Su~rez • El modelo 1ntegrado de ciencia penal 39

-tuar esta valora~i6~. el derecho todo fopna Ulla lmidad,"La consideración libertad. Ello es asi porque cuando se delimitan los ámbitos en los cllales se
de leyes rleilale~ cD,mo aulóm'mamenle constitutivas de uila ilicitud especl- va a justificar la utilización del instrumento represivo, también se están
.flOa crea" a pOClblhdad de d.1:;crepanclas entre las dIversas regulaciones y, reservando como zona de inipunidad, aquellos comportámie,ntos que pl\e-
por lo taní,o, U.'la positiva inseg;uridad, La prohibición penal es la culminación den ser realizados libremente. . ,
y no el comienzo de la ilicitud ",
'. ' .

1.4: Relaciones COIJ las restan/es ramas del ordenamif!1!.to jl~r(rfii:o


1,3, Fines'
El derecho penal como cienciase relaciona: _,
, El derecho penal sustenta su legitimidad en la necesidad de mantener 1.4.1. COI; el derecho consritucional. Así pues en I~' ConstituciÓn
I~s condiciones "que son indi~pensables para la convivencia dentro de tina I
de un Estado liberal como el nuestro, es donde se encuentran' ios principios
determinada sociedad. La vinculación del contenido del derccho penal a un de derecho público y aparecen consignadas todas las garantías cuy~:;uteb
sislema social configura~o por los principios de la Constitución, se ve refle- debe proveer el derecho penal. " ,
jaela en un conflic:to pennan~lte entre los fines que aquél debe,cuml/lir, lo La Constitución argentina es en primer lugar fuente'de la
ley' pe~al.
qu.e genentullí'. ',ensión dialéctica, entre el interés de disminuir la violencia Así lo establece el .rt. 75 inc. 12 como atribución del Congres¿ de la N~:
social extrapeJial (la búsqueda de eficacia) y el interés de reduc,ir la. propia ción: "Dictar los códigos Civil, Comercial, Penal, de Minefía ydel T~abajo y
violencia del sistema penal (la búsqueda'de gar¿nría), que ha ,sido explica- Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin qué tales ~ódigo,
da por SILVA SÁNCHEZ "; , alteren las jurisdicciones locales ... ", . , "~ .,"',,', " '
, Lograr la vigencia equi.librada de ambos fines es uno de ,los grandes , Consagra principios fundamentales como son el de legalidacj (<irt.
desafíos para el Estado ¡le derecho. ' '," ','" 18) y el de reserva (3rt. 19). Estas garantías reafirman el mandato'categó-
rico de todo sistema republicano sintetizado en el /IId/ui" drimell, nu/lr.
1.3.1. La eficacia se c(1'1c~éta en la pretensión de prevenida comi, poena sine praevia lege poenalí. No obstante su for~~l~cióñ. ~at¡.na •. ~~~_e
s16n de d~j~OSi es.decir, aquel tas co~ductas'que representen úna g~av~ per- principio tiene vigencia histórica relativamente rriode~a~··A·pri~ec~'.·p(ir· pri-
turbación rle los presupuesto:; básicos,para la ordenada convivehciasoci,II, mera vezen el Código de Eaviera (que fuera obra del geni6dePÁLL'ANsELM
medi~nte el control de la,viobncia informal. ' '.,;, ' ,:,:.ri/ ,t,,: "" FEUERBÁCH) en 1813. A nosotros llega por medio de la Cori;¡¡'{J~¡Ó~d¿los
" ,1.3.2: La finalidad de,garanr(a, que está ligada cóneJmodelo Estados Unidos de América, la que A~BERDlsigúió muyd¿,Úrca ''é'ri''ia
personali1ta de' sociedád,(ji,"damelltación alllropo/óg"ica) ,I~, apunta:a redacción de sus Bases y pulllOS de pa~tida para la ¡'rg~;liz~i:iÓ~' 'pal(-
o • • • .'.,._,:,~\",:,.-'~ "\" .\.~,:

, limitar la pO,testad punitiva dol Estado estableciendo los presup",!stos [or-' tica de la República Argenrma. , ' : :.. ..' ,:,. " '
males y IM,teriales deja il>leivención del derecho penal; pafa asegurar la Al tratar la Lección 4 (Derecho penal y Constitución) '¡'ódréiri~s pr:,-
fundi~ar este tema. ,':',,;"',
, ' ,

1.4.2. Con el derecilO civil. La relación entre el de~echo civii Y·el


derecho penal es par~dojalmente armónica.'Oecimos estó\,J.1' razÓn de la
ascendencia románica el primero y gennánicadel'seguiIdo:," " "
SOLER, Sebnstián, Derecho penal argentino, t. 1, p. 23.
11
Con relación a la obligación de reparar los daños causados por el de-
SILVA SANCHEZ. Jesús M «.f(n, Aproximación al derecho penal contemporáneo,"J.
IS

M. Bosch, Barcelona, 1992,- p. 18é Y ss. , lito, ambos ordenamientos coinciden: el Código Civil establece que el delito
¡, • ' ' IIIZAFFARONI, Eugenio Rnúl,.',Mat:uaI de. derecho penal. Parte general,'Ediar. B.ue- es fuente de obligaciones (art. 1077) y extiende la reparación a las pérdidas
'.\ 1105 (\ i~es. 1979, p. 236. e intereses como \ambién al daño moral (art. 1078). Por su parte, el Código

~: --,
"."
••
'. ,4ü María de las Mercedes Suárez
EllllodeJo illiegl"iliJo de ciencia penal 41 ••
. ,
.1-
•.'
como en el cumplimiento de la pen;:!., los in:ernos dependen c:d ,Servicio
Penal faculta al mismo juez del proceso a ordenar la i¡ldem'nización del dañó
Penilenciario en lOclo lo ~Q~cernienle a los n:quei'imierAos personales que
material y moral causado a la víctima, a su familia o a un tercero (art. 29).
surjan dU:'unte el tiempo que dure la condena 2,1, Sólo jl¡fÍdi~amenle de-

••
. Ambos CÓdigos establecen la solidaridad por el daño causado por el
p~nden de sil juez natural, vale decir, de quiel] tiene jurisdicción para re-
delilo para autores, cómplices e instigadores (art: 1081 C.C.; art. 31 c.P.) ..
. solver los incidentes de ejecución comOSO,1 las revisiones de cómputos
El Código Civil establece además el modo de. indemnizar el daño causado
de la pena, la libertad condicional, etcétera. '
ror determinados delitos en particular: delitos contra las personas (Sección
Segunda, Títtilo 8, Capítulo 2); delitos contra la propiedad (Capítulo 3).
Pei'o estas no son Ins únicn$ coincidencifls existentes entre sendos
Podemos cilar t:lJi1uién el Patronato de Presos y Liberados y el Con-
, 'sejo Provincial del Mellor, entre otáls instituciones de orden acll1li'~1istrativo ••
cuerpos normativos; así re'conocemos tanto para la ley Civil'comp para la
ley penal la exigencia d~ la ley previa (art.l066C'.C.; 3rt. 18 C.N.); ¡'¡S dos
que intervienen en la aplicación de medidas "Jrevcni.ivas o represivas,
Por último, existe como una dé las divisiones del dci·ech·ü,·ipennl, de
••
'Ieg'itiman las conductas que importan el ejercido regular de"los derechos
(art. '1071 C.C.;art. 34 ·inc. 4 C.P.); al momento dO! hecho'ambos
. acuerdo a su carÍtcnido, el derecho penal admini.st¡:ativo _<? c.6nt~'a·~el~~ional
del que nos ocuparemos 9portunamcntc. .1
ordenamientos exigen sana in¡eligencia y libre voluntad (art. 1076 c.G.; art.
34 incs: 1 y 2 C.P.); el Código Civil establece cuestiones previas y
prejudiCiales que suspenden la prescripción de la acci6npenal(:irts. 1101 y
. Ji 04'C.C~;árt. 67 c.P.) y la independencia de amb'os fuCros'¡:ihra 1'6s casos
1.4.4. COII el derecho cOl1lercial. Las relaciones del derr9ho"l'en~1
con el derecho comercial son básicamente del mismo orden que con el
derecho civil el~ cuanto n que uno y otro ;on ~~ente de obliga~i,on';~s e 'i~lsti~
-.••
rib contemplados en la'excepción (arts.' 11'05 Y'1l06C.C.).Existepor últi-
mo, correlación del valor de la cosa juzgada respecto a la prueba sobre la
'tlllpabiiidado Ia'inocéncia del acusado (arts. 1102 y n03 c.e.)";
tuciones que el derecho penal sanciona con normas de cflr~cter r.~'!:~-.ib~Jtivo,
Así, por ejemplo, la ley 24.522 establece las nOI'l::las.que rigen los ••
," "", ..

1.4.3: Con' 'el derechá administrativo. Las' relacio'nes 'del d~recho


COllcursos, en cllmito a la apertura, verifica,::ió~ y el acue[dq:,,, .. I~.decla,
ración de I.a quiebra, los efectos y exlensión de ésta; liquidación, conclu-'
sión y clausura. ", ••
pelial coliel'derecho administrativo sori de muy iliverso ordell." ",' . '"
'. Así el C6digóPenai en la Parte Especial, p'ievé bajo eI.Tí\'üioXI,Un
catálogo de -delitoscÓntra 1,,~dministrátió~'pÓblica,entrei<i~ cJa¡~s figuran
algunos que s610pu~den é~meter los funcionarios PÚbtic¿scoma~ráb~sÓ
Por su parle, el Código Penal contiene en el Libro Segundo •. bajo el
Título VI, Delitos conlra la propiedad, Cap:tulo 5, figcras espeCíficas que
comprenden las conductas de los "quebrados y otros deúC!ores' punibles"
(arts. 176/180), independientemente de su posible v;nculació,la la figura de

••
',••.
de aU(Qridád'(arC248); et cohecho paSivo(árt. 256); elpetulado' (á{t:}61 la estafa (art. 172).
prirller párrófó) y el prevaricáio(art. 269 pri¡¡;er pámifo ),'e~!~e¡;ir<i~:' .....
La ley 24.452, modificada por'ta ley 24.760, juhtani'entc con et úe-
_ Porotra parte, para la realizaciÓn dé'¡ dere~hQ penaleljla:etap'~'deno­
creta del Poder Ejecutivo 347/99 y las correspoilClientescüinu'nié;ici6nes·
miilUda de'instrúcci6n penal preparatoria, fa justicia p~ri~(r~q~ie,e de la ,~

:..••
\,
colaboración policial (entidad de orden administnitivo) siÍllá cUal la iilvesti-
"
,, del Banco Central de la Repúblic" Argentina a las entidades finaricieras,

'.~
establecen las condiciones de circulación del cheque, de s'u transmisión,
'gación de I,?s hechos delictivos no p()dría llevarse a cabo. ,
presentaC"ióll y P:l,go, ~[cétera:
, Hay además olras instituciones de orden' administrativo qúe'cplabo-
ranen la apiicación de la ley penal. En el p~,íodo deprisiqn pr~venÚva
.

-.
. ', ' -
:'.......
:

. . 'lOPara una amplia comprensiÓn de estas disposiciones v~r la extensa nota del ~odificadór.
:,
,j';
'. 11 Las pautas esHín fijauas en la ley 24,660 de cumplimiento de la pena privntiva de la
libertad .
".,
"

"-""
~.'. • ~!
w.',
f;'••
w. 42 Mada de l<ls Mercedes Slllírez
El modelo integrado de ciencia penal 43
'\,> •

,,'••.
~" '.,: El Código Penal contiene en el Libro Segundo, bajo el Título XII; De_
2. El derecho penal en sentido subjetivo: la potestad punitiva del Estado
litos contra la fe pública, CarÍ!ulo 6, las sanciones retributivas para los de' , .. , . ! " : ~i'. "',
lit.os relacionados. Con la emi,;ión de cheques (art. 302),. "
La potestad represiva del Estado es el derecho-deber deJ. Estado de

,. •• J.4.5~ COIl el de.recl~(J in./ernocipnal. L~s vin~lIlac;iones entre..el 4~­


fecho penal y el derecho internacional surgen ~laraJl1ente «;l.JaJ;lclo se cpnsi-
deran los problemas que plantea la aplicación de la ley penal ~n el espacio,
aplicarle ia pena establecida por la ley al partícipe de un hecho,penaln",nté
típico, nntijuiidic? y culpable. ','

según qlle los intereses iJrccwdos seall los .d_~ un indiv.icluo (derecho ¡nter-

•• o 1l1lcional penal) o de un Estado (derecho internacional público): .


. El derecho internacional penal (como parte del derecho públic<l), ti.-
2.1. Fundamentoj'

Esta cuestión está relacionada con lo expuesto en la Lección l;apar-

•• "ne C0l110 principal. cometido el eSIU(Úq d,e la tipificaciói.l iilternacion~1 d~


delitos por vía de tratados y el establecimiento de la jurisdicción p'en~1
internacional (tratados y corles internacionales), Se lo defineüII;,b'ién éO;110
tado 2, bajo el epígrafe F/lnciones del derecho penal,
En efecto:
2,1.1. E.I fundamento material del derecho penal en sentido subjetivo
"'"" ,

•• el conjunto ai'mónico de nOl'lllas que tienen por objc~o' regular sitl.lH~iones


de c;:mJcter represivo en I:.i 'esfera internacio'nal n, Pode'mos citar ~n este
orden: 1;, DeClaración Amer;cana de los Derechos y Debe-res 'der Hon,-
responde a la pregunta acerca de por qué se pueden imponer '~anciones
penales, La respuesta ,depende de la función que se lesas'iMe. a éstas, la

•• breo la Declaración Universal de los Derechos Humanos; la Conv~nción


~lllericana de ,los Derechos !-Iuilulnás; CI Pacto lnleF'uiciOlial de lós'De-
cual está ínÜmamente ligada a"la cOI.1.cepción que ,se tenga"dé.lci pena,
Esta ha ,dado lugar a los enfoques delas teorías absol,utas, de,Jris teorías,

••.'
relatiyas y de las teorías mixtas.' " :. ~<!< ; ,/: .,;.', _,
rechos Económicos, Socii.llt( y Culturales; 6.1 Pacto hlteniaciónn(dc los El fundamento político del derecho penal subjetivq apl1!lt~:"\esólv"r,
Derechos Civiles 'y Políticos )' su protocol,o facultativo; lü ConvenCión el inten'ogante sobre por qué el Estado está habilitado para c~s~,gar, .
hllern'acionarsobre la elimirwción de lada fonna',de disci-iriljnaCión 'racial; Las funcioiles de retr,ibución y de prevención que en distintos m'omen ..
la COllvenciónlnlernac,ional 'iobre la Eliminación de toda-Forma de Dis- tos históricos han sido atribuidas al derecho penal están' yin,cu,la9a,? ,.a' las

•• crimin:.Jci'6n contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otrOs Tra-


tos o Penas Crueles, )nhullhlOoS o Degradantes;,y: la CoJivcnci611',s.obd~
los Derechos del 'Niño, Más recientemente se sancion'ó,la,ley,,24,767.,
diferentes, concepciones políticas del Estado, pues la misión del derecho,
penal se relacion~ con él modelo de Estado al que per~~~e'qe/-.),',\" ';~:I..-".
Políticamente, el derecho penal puede teller una fir,"I\9a~)iberal ,o au-

•• sQbre cOoperación internacio.lal en Innter.ia penal (ext~'adi~ión.): . ,: '


, El derefho penal internacional determina el úmbito d,e v~l.iclez ~Ie ,la ley
toritaria ", Nos remitimos a lo estudiado supra (LecciÓr 1,:4.3,)..,:,

.,--
" . ~'¡ ,

penal de cada Estado ,y la wC1pe,tencia de ,sus tribunales;pena!cs, ha sido


dcfi,]id~- también COI'!lO el cC'ljllnto,de'lJo~mas que d,ett~n~ip~l,':'lo~ líl1.1ite~ 3. El derecho penal e11 ~entido objetivo

••
.t', .
r~cíprocos de la a:Jlicacióll de laky penal en el espac:;io ~\ En el, sist,e,ma
posiLi va argentino su' contenido se inrlere del 10 ort, CY'-y
;J'e él nQs oc~pa~ 3.], COlltárido

.•
req')os e)uelisnmenle ;l,;ís adel~lnlc. ' ...'.. , '

• --
.
, 3, ],], El derecho 'penal entendido como el ~onju~t9 de~~r0'~s dot.i-
das de sanción ,'etribu(iva es una potestad del Estado que presupone, por un

i'.Je
!1- ,
flé "-
,
:: FIER.RO, Gl:iJIeJ"110 1., La/e." pellol
Aires, 1977; n. -~l,
~,l .r.IEHRQ, ,GI~;l!el'Jllu J" ob, cit., p",?'
y el tleredw ill/('J'/Ioóm/{//, Dep:dlll¡l, B.ienus

24~UÑEZ, Ricardo e, Mtllwol, p. 17.


••
,'
. María de 1:15 Mercedes Suárl:!l..
El modelo integrauo de ciell~ia penal ••
lad~~ I~l de regular lBs condiciones del castigo.o de In aplicación de;una
lllC!cJld,a de scguriJ¡jel. Esto es lo que se denomina derecho penal slIstanri-
po,o derecho pellol propiamellte dicho" contenido',rnateriülmenre en el
motor; la ley 13.944 ¡le inetimplimiento de le·s deberes de asisleucia fami-
liar; la ley 12.331 de profilaxis antivenérea; la ley 24.270 sobre el impedi-

•.'
Código Peil<ll, In legislación complementaria y especial, Wnto en relación a mento de contacto de los hijos menores con sus padres no con'vivientes; la
los delitds cuanto de las contravenciones. . ter 24.660
.
de ejecución de la pena privativa de la libertad,

3.2.2. Derecho pellol comlÍn y especial


,
entre otn;s:
••
3.1.2. Per OLI'O lado, esa misma potestad supone la de regular ~I juicio

••
.
p~,J~ai, ~SlO es, el {,.!onj II 1110 ele procc"dilllicntús parn declararquc lIna p~rsonü Esta clásificac;ión se distingue de la aLterior en razón' ele llue l:.hna-
es respon~able ele un delit'O y castigarla como (,11 y, si es el caso, someterla · teria que trata deviene de los textos constiÓcionales, .0 (¡lÍe .~qhivhi~'a
a I11cdidHS ele seguridad. Esta es 1[1" tarea que corre~ponde al derecho pro- cicdr.qüe su ~spe¿ialidad proviene de regular a través'de flormas penales
ceso/ pel1al. ' .. . .. '. . , "Igono elc)os puntos especialmentel:egidos por la Constituci6n NaCicinál: ••
· Si esto ocurre, la ley ha de ser considerada especial, cOllcúrricni.:lo la
••••
].1.3. POI' su parle, 'el derecho penal ejecutivo detenn'ina los modos
de apl icación del" pen" o de las medidas·de seguridod. La sentencia ¡lenal
u,e condena es sólo de,clarativü; I1o'ejecutiva .. EI deredlO peilitellcia,-io'es,
Sin IlIgar a dudas, la parte mús importante del derecho de ejecución penal.
jurisdicción ardi nada o federal, segün que las cosas o las person<is' cnigah
bajo SllS re.spcclivos r~leros.
Así, podemos ciiar como ejemplo la ley 346 y SllS llloüi~icatGria~, sobre
'

ciúdadanía; la ley 4144 y sus I1lodificalori~ls, sobre rcsidcncia-,dt~ exttunje-.


'••.•'
Es eSle derecho el ql~e ¡"egula, como eliJpa final, I~ efectiva 'tealizaci6n del
de¡,e~iJo penal. Sus disposiciones están contenidas en'la ley 24:660 de eje-
cuelOI! de "la peno privativa de la libertad',25,.
ros; la l<;y SS7 J y sus modificatorias, sobre rtgimen electoral; ,i'téV'\ L386
de enrolamiento, entre otras.
En la opinión de NÚÑEZ, que no compartimos,la atribuc¡(}!1 d~1 CO!lgre-
. '.! .
•••
•••
"
so de la N:.ición de "diclar sanciones punitivas para asegurril c.i deyid6 clúll-'
plimiento por parte ele sus destinalarios de las obligacio,les que les ii\ipOlii:ú
3.2. E.\'/1ecies del derec/io pel1'al Sustantivo las denominadas leyes federales o leyes especiales del C(jng~'csb o', "si,ii'-'
plcmente, leyes nacionales", "no tiene su fuente enll'níúl~legacióll:'.~lki)~~~·
•••
3.2. j. Derecho penól codJ!icQtliJ: jI comjJ/émenlario
. EICbilgre'so de la Naci6n ¡iene I~ fatultadde ilictar'élCódigóPenal
~art. 75 lnc. 12 C.N.). Como ley natiohal1¡uees,ese C6digo se aplicÚn el
.., ...

all1blto de su materia propia, en todo el territorio de la República, dando


lugar al denominado derecho pella(:codificado o cOl11lín. ."
su por parle de' las ptovincias, sino que emana del p~:¡"i~dpia 'rec~hoddo
tradicionalmen'te y recollocido por la Co.te Sl:premd, de.que In ccúcest"Óli d¿:
un poder de legislar implica ia de tHlCer efeclivns con·,sh:'~ldoIÜ:~-:pef..al~'s~~·iet·~
·tas disposiciones legales para cuyo cUIl1})limiento lio'hay olro m'ediú' G¿~,~·Gi't'i ..
VO, pues de otra Jnanera se 'trataría {Iel eje'rcicio 'd~ l,¡;-'I':t JlÍL·i~ci!:cj_q~::·,\·if1·,
imperium, lo que es lo mismo que decir' sin podú efectivo de 'ejecúdÓll ~6.
'..
•••
.'~
El derecho penal ~o~17plelileáúlrio esui,.cOilfigJra~6-poJ::fA ¡"éi~i~'lacj6n
•••-.
l

•.
·'.

~ue cOll1plell1ema al Codlgo Penal. Podemos citar, a 1l10dode ejemplo, la Dice t~mhién el citado aUlor que la l11at,,,iá p"~i;i'" de esos .;;)der~s de
anllgua I~y' pellltenctnna nacIOnal que tuviera origen en el decr.ley 4'15/58 y legislaciól¡ y d~ cjecl ..:::ión represivos reconoci~los,'r~sp~ciiv~~cil¡e'31 Cúrl'-
fue,"" ratlllc,odapa.rley 14.467; la ley20.429 de armas y explosivos; el decr. gleso y al Pot)¡;r Ejecutivo Naci'onai, e.s sien1~1~'e ele /iil!"lirdl~za
'.
contravenc;{JIlol porq~1e pena.menle. si.! ob~6tivida¡Jjllrídictl se concúi¡~1 el1
ley 6582/58, r"ttllcado por ley 14.467 ele Registro de PrOliiedacl ¡Jel Auto-
. , . ." .:,.,

•.
' '"

;"',.
~.
'.' U.O., 16/6/96. ~I>NUÑEZ, Ricardo c., ""La cuestión de los delitos y con.r;Lvenciones. Su bnse constitu-
-
· donal", Opúsculos ele Derecho PeLlal y Cr;minología. N° 6, Marcos Lemer, Córdoba" p. 24. ~.
~.
- ~Í}.':'
.:/""y

J;,.\.¿j, ......... :..".".~


,
'

~:'~:,: ,,' 46 .M.ada.de las Mercedes Suán!l..


El modelo integrado de ciencin pennl 47

rf"¡••, . ,~. .: ,:; leyes ,o disPQsi~iones de.canícler.ad~

·..\.
uqa contrnvenc,ión O desobediencia i1
Ese punto de vista,.dice NÚÑEZ, resulta contrario, por un lado, nI
ministrarivo que regulan relaciones entre In administrél.ción pública y los
',e adminisll'i:HJoS. Lajurisprudel~ cia de la Corte Sllprcnla. dice NÜÑEZ, ha .cali..,
sistema constitucional construido sobre· la base de que las provincias
se han reservado materias de gobierno Jacal exentas oe:lfl jurisdic-·
,,:,,' ricado como conlnlvenciQnes de esa especie, entre otras H las previstas en
ción nacional y totaimente sometidas a su regl.llaci6n, efectividad e,
las leyes de m1uana, réditos, il:lpUCSlQS internos, identificación de mcrcade-
incluso, destrucción por Jasjurisdicciones locales, sin má~ limitacio-
r~i.lS, carnes, sellos, descanso dOlllini,~al y lrnbajo de mujeres y niños 27,
\'" nes que la supremacía de' la Constitución, Orhita aqüélla en la que
, ,~' Considera a~imislllo, que las son~rav,cnc~ones federalc:-; (tal cpmo este <:IU-

,.<
j' ~ enlran tanto la represión contravencional emergente"d~1 püder de
, lor h~s lk~lomiiln) por la Ilatural~za reue.ral de la legislaciól) que· las regula
policíll loctll -tal C0l110 lo htl reconocido In Corte Suprema·de.Justici;'l
110 pueJclI integrar el·CódigoPenal y cita como ejemplo de mala i.n~erciól1
de la,Nación a partir de sus primeros [allos- C0l110 la proleCfor"de
los arls, 189 bis; párrafos 3°, 4° Y 5"; 205, Y 206 que castigan, segú,n aJjrma,
las propias instituciones provinciales.
conlr.~venc)ones a la ley de arlllas y ~~ las I~ycs sanitmif!s y que ~I ;1I~. 208 reprime
"''.,~,
,.' '- hl.conlravcllción
.., a Ins
. leyes que regulan
- . el ejú~icio. de .Ié.!- l11edi~ina. 2~.
, Por otro lado, ese punto de vista, al reconocerle al Congreso inh
perio sobre la materia contravencional, desconoce .que entie..los ·dyli-

•• 3.2.3. El arl. 4° c.P. )' ·el.,rislema ,.epr~sivo . ., . . tos, entregados a la regulación del Congreso mediante el Código,Pe-'

. .Una función gen;rnl 0rdenadora del sisLcmajurídico·cs la que ~lIll.1pl.e


nal (arL75 inc, 12 C,N,) y las contravenciones o faltas, media 'In o

• '
':,-.
el ari, 4° c.p" Esta di,~posiciól, jU,ntu con el art.'31 (,N" qu" establece la
jeri.lrquía de
las 'leyes, deiennira la existencia de un. sis,lcmí.l .~?.mún,~e.I~..
gislación .'i>~"nal para todo el p;~f~, nv
yn solamente con ,.·.e.spcEtp.a J~~ princi-
pips que illlIJOrtan 1I11<~ g!ln~n~f!l ~ónslituciolla,I..cle'y Pl.'evit,l,. der~cho dc:d.e-
•• j
diferencia jurídica sustancial. ,.
,Otra cosa distinla a reconocerle el art. 4" imperio en el círculo de la
represión reservada por las provincias, es la de si los vnc;íos.:de .la Parte
General de esa represiÓn pueden ser llenados por la aplic;ación de las dispo-
.

',e'" '~
siciones generales del Código Penal, por representar una IH ,~n~l()ga, La

'·.
fe;"a, etc,itera), sino ipclusiv~ para t9(lo ese ,conjunto de priD~!pio~ que
,. '2," integran c·1 sistema p,cnaJ. Claro q·lle plicntras ~o es!é·.de:. por ~n~~i~ .un~\ aceptaciÓn de tal punto de vista depende si, in bonam párlem, eljuez prq-
oanlntía constilUcionnl,·ltls provinGins I~~. vincial, considerando a las disposiciones generales del CódigoPenal c;omo
~ . . . .' 1 en. la csfem
. . . . . ,.. .. de
. derechos.
.. que
....
,t;>. correspond~, p.uecle.11 ~a!lciOI1<~.r pri ~~i.pios no cpir:t.cid~l1te.~. cOI.l.IP'?;?~ l~ pa.l:~.
principios generales del derecho penal argentino, puede'.uplirJas,hlgunas
• 'c.
te G~nel:;'ll:dyf Có~jg~ pCIl.al .. ·r~l~d~·.I1., I~OJ ejell1p·I.9.; ... qn)11~ic,r,i;1 del derecho penal provincial argentino. .: ....: .': .. :. , ~·~·:~l/¡·'
" ',,' contravenciollnl, no hace!· Hplicl\ci6l)d~ .105. p1tncipios.de .te~l.tat.i ~~l,' d~ compl~;­ De lo dicho resliluí que las disposiciones generales del Código Penal·
cidad ~ al.I·~~:ar "los ~érnlj¡;q~ de I~ pres<;~¡pcjól; .. En .~S[p· i1~ai~i:ia,:.·~j.~ crD~~·rgo.,. rigen en virtud de su art. ~o como derecho supletorio". sólo: resp~c[o de Ja,:;.
','e . i_~~.

I~O p~led~~,~I·lrl:Y Ic}os las iegi51:i~¡?~~·~ ~l~r.9n~mas, 'p?~·qu~:I¡}s g~r~:~l[n:s .C~'1~~. leyes del Congreso, con validez·o con alean.ce para.los territ~r~os nacib~n-'

••·
' . ',C, . t.¡tuclOllnlcs esta'1 Slcnloi'e 1l'1I" cel:cn de 1¡LS dISpo.$lclone~ penales.. .. les. La vigencia supletoria no funciona cuando esas leyes disp.onell lo
Como cc,isec;,en'cia de ie eXpl\"sto, ~I art. '4; é,p, deb~s'er'cÓli~idera­ contratio, vnle decir, cuando disponen la 110 vigencia de e~as di~posicioncs
dó tlplicable n;·sola.!nentc ',lla~ ··lttYé~ pe~ules ~s.J)(~.2ial~s~~·~ G~ngl.:~s~, s;i.~o generales, Esto puede hocerse de una manera general, excluyéndose en

·• '"

",,'
. tlllllbién II la~ que dicú¡;] .bis lJJ'oviricitls en rhaterib co.rjtr~Y~~fi9.'t"at illieri~;
tras b;tas.r;o estabieica'l 'o cor trario y siempre i¡lje"cst~ ~lejalniel1to (~e l~s.
n{)pnn·s cc:1"Jlles no:v ..;l~el'e pr:.ncipios éOlí~titl;cion¡~les su¿ei:i~res: : .
olobo la aplicación, o de una manera parlicular, sólo respeclo qe ciertos
"institulos, La disposición contraria puede ser expresa o Imp
, 1'¡cIta'
" ''::1
,

•".
' . 'i,':,'

2'.1 NUÑEZ, Ricnrdo c.. Tratado, t. J, p. 195; M~lIl1al. p, 116; Lo.f dispOJiciollfs


( 27 t'IUÑEZ.· ob. cil.· p. 26.

. <
2~ ~UÑEZ, ~'!:r, r; .. 1) 2~. generaleJ del Código Pellal, Marcos Lerner, Córdoba, 1998; p. 30 .
1;H:'-~
."-.'.•.
.'.•
MlIría de 1:15 Mercedes Sufli·t!1
El rhoctelo integrado de ciencia penal

-
3.2.4. Derecho pellal comlÍn, conlravencional Y'disciplinario
destinatarios de estas normas son los habitalll'es en general. Es' totalmente '
". Según la naturalezn ·de la.s infracciones que J'egula cada un'a de esas
nlm:l.~; ·df;1 derecho penal' suslantivo, se suele distinguir enlre derecho 'penal
COIIlÚII, contravenCional y disciplinario ..

3.2.. 4.J. D,ere.cho·pen.al comlÍn


inaceptable; dice SOLER, la distinción intentad 1 porI. GOLDSCHMIDI ;según la
cual "las normas del derecho penal administrarivo se dirigen al ho.:.ibre como
miembro ~Ie una. comunidad, a diferencia .de lIS del derecllO crim:.Ital·c)ue se
'dirigen al hombre como individuo. Todas las norinas jurídicas están dirigicias
-.
,'~.:
Es el conjunto de disposiciones que se ocupan de los delitos, infraccio-
Ilt.:.~ (jlic'impjiC<lI1-seglín N1JI\¡r:z-lIna "ofensa a los hiene.s de los indi\iiduos
a seres sociales" 31. .

La contravención, dice NÚÑEZ, es una' infracci6n a 105 de.beres :In- '


puestos a los individuos por la legislación que regula la actividad hcJllliliistra.
.

•••
C0l110 tales (vida, integridad corp0nll, honor, libertad, propiedad, etc.), ó como
miembros ele la sociedad (seguridad política, seguridad y tranquilidad comu-
nes; saiud.públicn, fe pública y ad.minL"itrnci,6n pública~elC".)" 30.
tiva estatal ".
Sobre estas .disposiciones· que también revisten c!lrácte{]Jf:j1[l[ por la .
naturaleza de sus normas, se ha suscitado entre los doctr,miriós 1~;la disclI-
••
La facultad de legislar sobre los delitos corresponde al COllgreso de la
Nación (ans. 7S inc. 12 CN. ) pues -Con la única excepción de los delitos
de' irnpren.ta, que ti art..32 C.N. re'serva a las provincias..: le compete a
aquél dictar el Código Penal y las leyes complementarias.'
sióntelldie'nte a determinar si entre éstas y los delito~ existe o no " ..la distin-
ción ontológica, esto es, de naturaleza o escncia:.
Así, SOLER niega la autonomía de esta clase 'Je ¡iOrmas;'a f~:s'át' dc 'h',
•,.•
efectiva exi5Íencia de algunas diferencias técni,:as c;¡;re las Ir"rlta!; convelii~
. A ¡ns provincias que eSluvieron mttorizadas .para sanciOlial' códig9 s bIes en arresto y las inconvertibles, las pr.imeras de las cuales ~·cspon~e·.. ·~;~lIa~
••
'.
penales'loe;,les hasta que el Congreso. dictó el general para toda 1" Núción, mente a los prillcipios generales del derecho penal cOIT,:.ín y';;:;) scgUu"13S ·no"·~).
" !
aliara íes 'es,á absolutamente vedado legislar en materia de derecho ·penal Para NÜÑEZ, la posicióG correcta exige l"na ~:~st;ncjó.~ &.sLa~·;,~;ai ei.tr~
común, Jlor lo 'que no sólo no Jlueden hacerlo.respecto pe los' delitos. ya los delitos y las cOTli.ravencio.nes, sin que el c3mpo dé éslas üe(~(l.lir:i.lütrSe al
••
-.
.,' .
tipi ficados por el Poder Legislati va nacional, sino que.fampoco pueden lle- de las faltas o transgresiones policiales, sino que de ve ext~hUe¡'sc a [od,) ei
nar los vacíos dejados' por el Código Penal.dela' Nación y leyes comple.
menta)'ias;.ellb.es así en virtud dela prohibición deLart. 126 eN.;:'::
ámbito de las transgresiones a los manda~os adlll¡¡¡jslra:~.\."cs,·c·G} ... pre·ndidos·,
por cierto, los de policía local 3". ' . '''-¡::, ..:<.,.'......'
L. '.'
••••
Nuestro derecho positivo, pese a algunas referencias 'cor:tterri"das ell'la Es mérito de la Escuela Alemana, sostiene l\'ÚÑEZ, ~'epi:es:el1taoa 'es-
Constitu~i6n Nacional, no admite In división del derecho periiil.:cbriüín en pecialmente por JAMES GOLDSCHMID.\ habe'l(:!ncOIllraoo el.éariiil1({~~actO
•••
crlínenes y delitos, que' no obedece' a una di ferencia de riaúl'ra!e~wde lQs
hechos, sillo a la g.raveda.d de I.as infraccion~s: ,En las legislaciónes que'la
accptan, cSlil.dislinc¡ón tiene sólo un interés práctico, referjdo a la conlpe-
lencia de Jos tribunales, a la extradición, etcétera. ~
'. t :
para la determinació.n del contenido del derecho penat CÓlllrll':e;,Cionál
(o administrativo) frcnte al derecho penal cGly,ún •. Esta;'sc,j"'l •. "lisca hi
naturaleza especial de las contravencíones en la ti-ansgresi6d a lIla dispo-
sición mediante la cual la adrni,,;stración estatal busca iog,úel hienestar'
-.•
••
.'~~::
.. ;.!
público. Desde este nuevo punto de vista, pu'es, lo dctenriiri"ht.: ¡iara sa:
. ··3.2.4.!2. Derech"O iJenal cOl1trapencional
ber si una infracción es una contravención, nc se enCl~t(:~n:;. t.1lIE. posición.
Esta rama, también denominada derecho peiiai adi,¡illi'\'/rc/livd,es el "
1;)
específica de una acción respecto de un bien' que la adminiStraciÓn deba
"conjunto de disposiciones que garantiza bajo amenaza penal el cumpli-

.•.
miento de UIl deber de los particulares frente a la administración. Los

JI SOLER, Seb:l~lifill, DaecJw pello/argellli/w, 1. , I, p. 10..


_,e.
.
n NU~EZ, Ricardo C., MUI/ual, p. 41. :

3u NUÑEZ, Mal/I/a/, p'. 38.


l.\SOLER, Sebasti,\,,, ob. y Jug. cilS. .~
,. NUNEZ, Ricardu c., Tratado, 1. I. p. 20.
_e
l·•..•
• "r
f~·;
;' 50 María de I~s Mt;!rcedes Sutífez El modelo in.tegrado de ~iencia penal 51

.-
'.••
tutelar, sino. en,la posició.n de cs.! acción resp~cto de la actividad admi- '.
nislrativa cOJ.lsiderada en rf mi~l11a ~j.
El derecvo penal corr,ún reprime, porque determinadas C;lcc~ones le-
siona'n o P91le)1 en peligro real los derechos nat.urales o. sociales de los
. "
común como es el Código Penal, los delitos que constituyen la materia pro-
pia de éste no pueden tener la estructura de una Contravención o falta, es
decir, ser ulja desobediencia a una ley_ federal o local que impone a sus
destinatarios, bajo amenaza penal, una obligación de hacer u omitir para
indivic'.uos, alterando osr de manera directa o inmediata la seguridad de garantizar su debido cumplimiento 38.
estoS cerecbos; en tanto que el derecho penal cOlltravenci9nal, aunque .,'

•• indirectamente, en mayor o meno~ medida, t¡:tl11bién protege la seguridad 3.2.4.3. Derecho penal disciplinario

'.
jurídica, reprime porque ceterminadas acciones transgreden -al no co- '0' .
La concesión de un poder lleva implícita la facultad de utilizar los
operar ::Oll en a - la acti v¡dad ad millislrali va, cuyo obje.to es la prosperidad medios para lograr su efectividad. La facultad de establecer y'mantener
social () bienestar colectivo. ?6. el orden jerárquico, de servicio, profesional o, en general, de sujeción de
,e Por eso es qvc la ~onducta co.ntravencional puede caracteriz~rse como carácter público cualquiera que sea su causa, autoriza al sujeto'titular de
la .omisión de prest.ar ~yuda a la actividad ~dmiIüstiatiy.a(endiente a favore- esa f~cultad para reprimir las transgresio/les al orden 'de la:·sujeción.
~
~; e cer el t'lellestar público o estataL Se puede aceptar como una definición Este derecho represivo tiene, por consiguiente, la finalidad de mantener la
~i • que ser ala la particularida¿ esenciol del derecho penal contravencional o disciplina que el orden de la sujeción supone para que el organismo ci

•• admini,arativo, lo de JAME" GOLDSCHMlDT que dice quees tal: "El conjunto


de ngue.Ilas disposiciones rr.e~diantc.las.cualts la adnlinistración estatal e~-'
cargad, de favor¿cer elbi~nestar.públicQ o estatal," v;nc~,la a la transgre-
institución se desenvuelva con arreglo a su propia estructura y finalidad,
Ese orden puede ser transgredido mediante actos·que lesionen cualquiera

••
de los aspectos que un orden de sujecióri pública presenta, COmo son la
sión qe ,tqla qispo~ición.admini~·traqv" c.ofTI~.s.l1p.t!esto de.hecho; una pena o diligencia, la fidelidad, la obediencia, el respeto, el decoro y la moralidad
cOll~ecucl1ci<;l ad~inislra~i":l':! 37, .1,.. . que cada relación de esa especie implica ".

•• .Fn~nte (l. las atri.bu.ciO:1es .legislatiyas cOl)ce~Jidas. por.la Constitución


Nadon,,1 al. gobierno federa', las provincias conservan todoel poder legisla-
tivo necesario para su Clesef/\'olvirniento, lio comprendido eQ esa delegación
El conjunto de preceptos y principios punitivos reguladores del orden de
la sujeción pública cO¡lstituye lo que se denomina derecho pél1al disciplina-
rio. Es la expresión normativa de una potestad pública que regula!a acción

•• y, ademtis, Co.r~lO sucede.con la provÜlcia de Buenos A~rest el reservad'o por


pactos esp~ciales al ,t.iempo de su. incorporación (art. 121 CN): Entre esos·
podere$ .~o.nserv.ado~, fuerll d~ Jas. materias expresamenle.:ménci9~ada~'"
disciplinaria de los organismos del Estado o de cuerpos privados. a cuyo cargo'
está la realización de actividades públicas o vigiladas por lapoiéstad plÍblicti;
comO son los colegios profesionales y los sindicatos legalmente in'vestido~ del

•• (arL 125 CN), estón las correspondientes a las propias instituciones foca-
les (3rt. 122 CN.). Aqu'·tanb.ién, en. virtud del principio,de Ia inherencia
gobiemo de la matrÍCula o de la afiliación respcctiv~mente.~o;.~
Según NÚÑEZ, los organismos estatales de que hablamOs ~b son sólo

•.- represiva, el ejercicio de es" I atribuciones Iegislativas lIev~fnsita la potes-


tad delos gobiernos locales 'oara ~segllfarlas. mediante sancior.es de índole
penal. En conse<;¡.lJepcia, CQJro ¡-ti la legislación sobre conlravencio~es-fede~
, aquéllos que forman parte del poder administrador, sino también del Judicial
y del Legislativo. Y el orden de sujeción regulado en relación i ellos por' el
derecho penal disciplinario, no es tan sólo el ligado a una relación de servi,

•• cales ni J" iegisl~ción sobre hitas locales pued~n, la ¡orimer; po~ ser federal.

.•
y la segl(nda 'por corresponder a la competencia local, incluirse en 'uDa ley

• '
33NUÑEZ,h{icardo e, Trn/ado. 1. .1, p. 22,
.18

39
NUÑEZ, Rjcardo e, Mallual, p. 41.
NUÑEZ, Ricardo C., Tmtlldo. t. 1, p. 30; Mallual, p. 43.
~NUÑEZ, Ricardo e, ob. y lug, cits.~ SOLER, Sebastián, Derechopenal w'!;r!II/iIlO,

~: <
.'6NUf~.lJZ, Ricnrdo c., ob, y lug, cils ..
J11'rUÑEZ, .~.;I;(lrdo e, ob. y Jug. cits.,.y nota .64. t. 1, p. 8.

i •
,-------------------------------------------~------------------------------------------------------------------~'

••
52 Marí;} de las Mercedes Suárcz
21 moc.lelo integrlloo de cienCia penal 53
••
eio; ni únicamenle el detenrtinndo por relaciones de sujeción permanentes
de otra índole, como son las de los detenidos y lasde los sonietidos a m~di­
nales del sujeto pas'ivo, no requieren ni la delerminación específica de las ••
das :Ie seguridad; sino, también, el arcteI,1 de la sujeción emergente, circuns-
tancialmenle, de la S91a situación de presencia de los individuos en el ámbito
'infracciones, ni la dete;minación específica ele la sanción correspondiente
a cada infracción. Basta que la Constitución, la ley o el reglame nto, esta"
blezcan los límites del poder disciplinario cCll1cedid·o a cadaórgano y de- ••
••
del ejercicio material de una función pública. De tal modo, 'los 11am,ados terminen genéricamente las sanciones aplicables. Frente a la gran magni-
poderes de pOlida y disciplina punitiva de los órganos judiciales en las au- tud de una sanción privativa de la libertad ¡n puesta por convenión de li.:
diencias y de los cuerpos legislativos en sus sesiones, son verdaderas facul- multa, la Suprema Corte de Justicia ha exig: do "la más estricta y amplia
lades represivas disciplinarias. En estos casos, no se lrata de la protección
del órgano actuante, supuesto en el que la l'.epresión coo"espondería al dere-
cho penal administrativo. Se trala, por el contI'ario, de la acción de los órga-
observancia de los principios constitucionales que asegu;an laplenitud de
la libertad de defensa en juicio" "".
Dado·que ¡as illfracciones af orden discipEnario lesionan un vÍncülo ¿.::
••
I,OS judicial"es y legislativos tendientes a proteger su propio desenvolvimien- sujeción que no tiene nada que ver con el cí:culo de intereses ¡;,otegidos

-.••
to funcional, frente a desórdenes que lesionan el ámbito de respeto necesa- por el derecho perial común y por el dereclio pena'! cOritravenci:irlal, las
fio para la actuación material del órgano estatal 41, sanciones disciplinarias pueden concUl rir con ~as p~na:es·,.Y las
Para SOLER, en cambio, no entran dentro del concepto ,de, derecho c'ontravenclonales cuar,~lo las respectivas infl ~lcciones t"eslthn¡~ dJ.1 iniStilO
disciplinario las medidas que, a veces, un órgano del Estado es'táfac~ltado hecho, sin que se viole el principio 1I01l bis in idem "j .. Sin enbmgi), le
,)ara tomar Con 'respecto a particulares no sometidos a la relación jerárqui-
ca, aun cuando tales medidas son admisibles en cuanto las haga. necesarias'
la policía del propio poder que el órgano ejerce y considera inconveniente,
decisióR del juicio penal.o ~ontravencional que ·oeclQ.~·i. ~:l i,(...IA:. ~,ter,cia"ó
justificaci6n del hecho principal que const;lll)" su '<;Í)jet0 o ql:~ el ,: "putado
no es su autor o partícipe, excluye la posibilid'I.:t'cic una .:onQena ~¡ icipttna-
".•
,.

desde el punto de vista republicano, cpmprender como destinatarios del


derecho penal disciplinario a extranellS de una adm,inistración dada 42.
, NÚÑEz en el Manual cambia de opinión sobre, el particular y dice:
ria por el hecho principal objeto de ambos juzgalllielhos. Por con:: giIiente,
salvo cuando se fundamenta en Lechos o sh.uaciolies d:';~~lil~S, .I¿. 'decisión
. disciplinaria debe esperar, par.a evita;juzgamien(~.s cO'filrad.i~~orio.;, ~~;s~n­
••
" ... el ámbito del derecho penal diss'iplinario es ,más reduc;ido, pues no '
correspondení a la relación amplísima del Estado con la~ personas en
tencia del tribunal penal o contravellciooal. :>t:ro ei)o no :lllp)t\c, siH eri!b¡':'l:~
go, en el ,caso de una c.~cisión penz.~ runda~a en ;¿¡ZOI~..!S de p:.IiO ·der~·ci.I~ ••
general, ni a la relación del Estado con las personas vincuJada~ a los par-


penal, 'que el tribunal disciplinario examine:' decida su caso,en ,~az6!1' de
ticulares actos de la administración, sino a la más restringida relacióri,del
ESlado con las personas sometidas a..un orden de,sujeción público"".
Las penas disciplinarüis,. dice el citado autor, comó~menaza yapli-
consecuencias uisciplinarias distintas derivadas para el imeresadodel¡.iis-
mo hecho sometido a lajurisdicción comúiL . . . l·
-.,.
cación, representan coerciones tendientes a evitar esos.actos,y pueden
consistir en sanciones como, la adv~rtencia, .elllamado de:.atenci60, el
apercibimiento, la suspensión, la cesantía, la exoneración, la multa o ~l :N;¡
..,: .~'.'
3.2.5. DelitosCOlll1llleS; políticos y'conexp.\ "',
La doctrina del delito político no ,puede ser construida sino del'de den'
lro de un sistema jurídico-político deteaninado.
Nuestro punto de vista con respecto a estJS delitos, no es, po,: lo canto;
'
-.•
,.- ..

".
arresto de corta duración. Salvo si, como sucede con los dos últimos esas
·coerciones afectan el patrimonio, la· libertad u olros derechos constil'ucio- una construcción abslractamente histórica: es la teoría que corresponde al
sistema político de nuoStra Constitución. c~
-*
-_e
~I NUÑEZ, Ric<lrdo C., ob. Y Jug. cits ..
~~ SOLER, Sebaslián, Derecho pena/ ... cit., p. 9 Y notn 6. NUÑEZ, Ricardo c., ob. y lug. cits. y nota 17. -.••
-.
44 .
H NUÑEZ, Ricardo C., Malllla/, p. 43. 4~ Esto eS,n¡:ldie puede ser juzgado dos veces por el mismo hec~Q.
... '

)' 5,d María de las Mercedes' Suárez


El modelo in.tegrado de ciencia penal 55

A los fines de formular un concepto de delito político se lian propuesto


dos aspectos abarcativos de .tema objeto de consideración;'por un lado está La dogmática estudia un sis!elna de normas no ya en su momento

.••
estático, .como fenómeno" sino en S1,1 momento dinámico, como vo)ulltac!
•••••
.' e ' '" -c.
el deno'ninado criterio obJ"tivo, según el cual por delilOS'políticos han de
entenderse solament~ aqudos tipificados por el Código Penal bajo el Título actuante. La ley, así considerada, no es un modo de ser, sino del deber ser.
,, . X. "De.litos contra los poderes públicos y el orden constitncional'.', en sus Por eso juzgamos tan gravemente perturbatoria la $Uperposiciónde puntos
" form'as de rebelión y sedición, de vista normativos y causal-explicativos. Por una Parte, la interpretación

•..,..'
í::..;.
Lr. doctrina constitucicnal y penal de n"estro país incorporó la catego- sociológica de la norma puede conducira negarla; por laotr.a;.. ~on:~q~eHa~
ría de de/itos p<?líticos sub/etivos,' al hacer prevalecer por sobre la mera confusiones también se rest~ pureza a las ciencia,s calls~J~~xpl¡c~Üvas ,4~::
conlcl11porancidad del delite, común con el delito político objetivo al cual se El derecho como ciencia normativa, según sabem'os, pertenec~ fl.1
" ...; ..
vinculaba, los fines, móviles ,,'intenciones de sus aulores, que por su politicidad grupo de ciencias denominadas sociales y cuyo ~étodo dé e~túdjo' es
el racional deductivo. , . . '", ..

•·
lo absorbían dentro de la última categoría nombrada.
En lo que al derecho penal se refi~re en particular, direni~~' q'ue ~u.
explicación científica sólo es posible mediante el método 'dog(l1dÚcoqiíe
(:..' 4_ El esindio científico del fenóri1eno penal consiste en tom,ar el conjunto de preceptos vigentes y constru"¡f un 'sisteI113

•·
, cD,n ese material. Este raz~namiento jurídico presupone siempre"l~l'existeri­
4.1. La dogmática pellal cia de normas de las cuales se parte, para inferir consecuencias'y~lHaboáí~

.!. (:
;
' . \c,

.• q,
\~,
¡" "
'_.
'El considerar objeto del· estudio del derecho penal a las normas
jurídicar es característico de un enfoque dogmático, porqu'e presupone
la exislenciade u".a ley, y se propone su si~tematizacióil, interpretación
y aplicació~. cor'ectas.
E[l pr.ir.ler lugar; pue:; estos .estudios se caracteriz~n por el objeto
.:¡
;':
un sistema. Naturalmente, las normas están compuestas 'p-oi":'cqncei;t6:s
abstractos; son en sí mismas abstracciones y como tales deben 'ser'nianeja'
. das en ,la tarca' sistemática. Las operaciones necesaria"s p'a~.~ 'aic"~ntat ei
resultado san: la descripción y el aislamiento de' cada figura jurídica; 1"
comparación,jerarquización yagrupamiento de'eHaspara inducitp'flrcipios
generales o criterios sistemáticos y distributivos. Finalmente;"!a deiltitción
.e ~2 sobre elllüe yersan, por los '·1ater.i ales que manejan, esto es, UP 'conjunto de
leyes. un sistema de·rJ.Orma~ vigep,tes, cuyos contenido~ elabor~n,~?
verifican!e de la exactitud de los principios alcanzados". '. ';. "-c ,'.:'.',
La teoría dogmática sólo puede alimentarse del derecho vigent~.-Todns·
el: 'Lo f¡ue cllracteriz~,? '",da dogl11átic~ jurídica, no yá' solamente'a la las elaboraciones que se hagan de lege lata deben' extraerse'de-Ia,ley,'Para

.'·
• dogmá~¡ca Fenal, cop.siste ';n el objeto estudiado por>ell'l,'C!u~:'es si~m?re el estudio dogmático es un dogma el principio de la plenit~ddel orderijúrídico
, Un dercc'lC ,?ositive dacio. ,~:u exü;tenciél .,0 es U!1 accidente o el frlllo l;Ie estatuido. Esta afirmación 110 importa negar que el .derecho ·.vigeijte; 'nO I~'
Ulm o!J!nión n-::rso"r''", s;.r¡o t._na consec~epcia-¡neludible'del se lo hecho dé dogmática, tenga por objeto el mundo real, pues su p~ntode referencia SOI1
.e \:) que exista:l derechos posit\vos,yigentes, porq.ue el s~lo reconocimiento las con~uctas de los hombres. Pero sí importa sostener que la ~ist~matizac¡Ón
t . de éstos im~orta aceplar la rosibi1:1.ad de I? eJcis\encia de otro derecho' no dogmática debe adecuarse a la que ha estructurado el legisládor, y nó"u la que
positi
., va, sea o no éste l!P ,I'~recho ideal. La dogmática SUpone ladistin- resulta de evoluciones escolásticas, porque éstas muestre~. un'
,arden pell~1

• ' clón entre el derecho que ",; {de.lege lata) y eJ-derecho posible' (de lege

'•.
más justo que el legislado, que deje ver los defectos o injusticias de éste ".
¡ereflda) }' se ocupa del primero ". . .
;e~

"

.•
¡'e 46S0LER, S~bas(ián. Derecho penal argell'hlO, 1. 1, p. 29.
~8 SOLER, Sebastián. ob. cil.. p. 34.
49 SOLER, Sebasríán, oh. cit., p. 35.
47 SOLER, Sebas¡ján, ob. cit.. p. 27. ." ~u - . ,
.' NUNEZ, RIcardo C:. Mal/I/a/, p. 57 .
:::
" •.
'.
(re
C.,.,.
4.2. Lll ¡Jolítica criminal
'María de las Mercedes Suárez

4.3. La criminología
El modelo integrado de, cien(;~a pen~i 57 :.
: .•
i:> ':

••,:c.....
•.

La criminología es una disciplina nacida de las exposicionE~: del posi~


En un primer sentido, se afirma 'que el material que ras ciencias
tivismo criminológico, influenciado por la corriente filosófica surgida a fines
criminoiógicas le proporcionan para su estudio al legislador penal, resulta
del siglo XIX, que aplica métodos biológicc's paraeJ conocimiento ele'lós
mejor aprove~ha.do media~te el auxilio de la política criminal. Esta;que
fenómenos sociales, que asimila la socjedad H un organismo, qc'e tr¡Ha sús

••
".:
;ecibió un verdadero impulso a través de la UniÓn internacional de Dere-
cuestiones con términos méchcos, s0l11etiéndüla al método ~ausa:. é?,-plicati-'
cho Pe"al (1889), por obra de VONLISZT, PRINS y VON HAMEL, y cuya
vo y que adhi~re al determinismo de las acciones hllnianas.
tarea-ha sidó concebida de maneras 'dife'rcntes, ~o ~~',rnl;eve en,'e'r campo En eslos términos, la criminOlogía, ::on sus métodos científicos
de la prevención del delito, propio de la política 'social, ni en el desu crirúinol6gicos, a los que nos hemos referiao precedentemente"cn forma
••••
descubrimiento, que corresponde a la criminalística, lltilizada en especial
por la investigación poÚcial. . '.
conjunta con la antloJlologíay la sociología ciminal, comprensivadel dere-
••
'.
". cho penal, se construye como una ciencia en,:' clopédica del delilo, equiva·
En esta primera' a~epción, la poÚtica c';/1¡illal se refier~ a los crite- lente a la "Ciencia de la lucha contra el delit.),'. Pero esa idea irr.plica COIl'"

.••••
rios a emplear para abordar 'el fe¡lómeno de Ú¡ criminalid~dy tiene por fundir el delito como institución estructurad, y regbmentaJa po,.' la ley i)~­
finalidad .adecuar la legisl.ación penal a l~s necesidades de la defensade nal, con el delito como fenómeno patológico individual y·socia!.
)a sociedad frente.a) delitO,:mediante laconfiguracióndeLel~nco de los Para VON LlszT, lacr;'minología es ei ,,:;lucio del delito c.)mofen6··
delitos, las penas y las medidas de seguridad y las reglas que los.rigen, a~í
':.':
. meno, a·diferencia del derecho penal que lo estudia c~mo en/l! juridico.
como el mejoramiento del procedimiento penal y de la ejecución:de las Trátasc, según él, de una ciencia ~ausal-explkaU va il,lt(;gracla flojo e: estu-
penus y de las ,'medidas de seguridad y correcoión. A. estos efe.ctos,'l~
política Cl'iil1inal, haciendo un examen crítico de la legislación vigente,
dio del proceso de causación. La criminoloi~ra, para VON LlsZT. ,s eúolrr
gía criminal y está illtcgraua pOi el cxamclI de'dos órdenes de f3ctorcs:
Los subjetivos (antropología criminal) y l0" objeÚ·yos (;ociol.:!;íti c.~mi­
••
aprovecha para niejorarla, los datOs de la criminol'ogíayde:todos aquellos
aportes que, como los delajurispr.udencia y doctdnapenales, de la ex'pe~
riencia carcelaria, dela política social, de la técnica legislativa, etcétera, . ¡,
nal), disciplinas éstas entre las cuales no eXlstirín una-~~ferencj~, de ~uJe­
lOS, sino solamenle de método; en la primera. el método dc''!. oLseJ'vació:~. ••
considera'útiles para cumplir su inisión SI. ' .
Pero con frecuencia se habla . de
,.'

pdlíticacrimindl
. en
. ; ' .'.

otro
,','

sentido,
como rama del saber que tiene p'or olijeto de estudio.Iapolític& criininal
de casos' iI~div!dualcs y, en: iR segunda, la obscryaciór. de"fc~'Ié';nel;'os de
:nasa. Lejos de ser incompatibles, 'estos dos pro;~i;mier.lok ",¿ihtegi'á-
rían recíprocamenle para v~rificar lo~ resultJdós resp~Ctiva·mt.!r':b.bu~c;'li­
•••

.'
efectivamente seguida por el'derecho penal o que éstedebería expresac dos, integración que puede llevar a un Coa:'cimie.,(Q riiás'ccirrectoJd
delito, que es el objeto comllO a ambas ran~,as ~;\. ' ,.' " .. ,
ra
Desde 'este punto de vista, política criminal puede Ser concepúu¡da tam-
veces
Aun cuando en sistemas crimilloió6ic~s posteriores se I)i_ú~·.i¡~:i-J¿' a
bién como una disciplina que se ocupa ile!' derecho 'penal desde unpiisma
distinto y complement~rio, al de la dogmática jurídico-pénal y la criIDindiogíá
el predominio de la idea de construir la criminobgía cqmo etiología, ,.). cierto es
la •••
r.".
que, además se ha destacado la importancia dc f.IÚCió,l meramenÓ desc'ip .. ~.
como sociología del derecho penal". . .,
tiva de los hechos y de las relaciones que entre el~os media, SOJl'e todo por
considerar que la inveStigación causalista pura del Lipa de la empleada por las
: !

"'~
1'-.' .
"
~: l\"UÑEZ, Ricard¿ C" MallllaL, p. 20.
~! MIR PUlO, Santiago, Derecho pellal. Parte general, Y ·ed .. TecfotO. Barcelona,
1998, pp. 16 Y 17, 5J SOLER, Sebaslián, Derecho penal argelltit!o, L l. p, 49.
,
h, •

"e
.¡.'..-•
~ "
58
. ~ . ~'..

. MarIa de las Mercedes Suárez El mo/jelo integrado de ciencia pe"ial

t. 1"
,l.,,'.

ciencias físicas o biológicas puede no constituir en este caso otro sector de la
realidad, h mcj('r; m~.nera de cr mprender y de explicar el fen.ómeno estudi3do 54.
La t:riminología no rer'resenla, en. ·sí misma, un~l ciencia autónoma
carado, En primer lugar se varía su enfoque: en vez de estudia; la crimina-
lidad, estudia la crimillaliwción (constitución en criminal), que depende
!' básicamente, de la reacción ~ocial frente a determinadas conduelas, los

•• (para So~~"es una hipótesis de trabajo), porque lo,s múltiples aspectos del
delito que deberá estudiar co.!I0 "cienci,a de la crifTlin~lidad".o "ciem;ja del
delito", 110 permiten un métqdo úni,co de investigación, necesario a la par de
sistemas de controlepociales y, dentro de ellos, el sistema jurldico penal.
Por consiguiente, esta nueva criminología y·a no puede ser abastecida por e~
examen causal-explicativo de lo criminal; tiene que introducirse en 1a critic~

•• la unidac' de objeto (delito), r ara que una disciplina constjtuya una ciencia,
La ':ondición de la criminología de ser auxiliar del derecho penal, no
implica '1ue sólo deba ocuplrse de los hechos que éste, considere como
a la legitimidad (social) del sistema, programar el derecho Penal necesario
para la sociedad (política del derecho), e introducir ese pro$rama en la
concréta aplicación elel derecho vigente (aplicació.n o interpretación "criti-
, :~. d~litos,l2, ideade que el objeto de conocimient9 de las ciencias criminológicas ca" del derecho legislado). Est~ obra, encarada en general por la Ilamaela

•• está delimitado pqr la previa va.loraóóll. jurídica, p"!rqueel deHto, es,'ante


todo, un C'J!1cepto jurídico, olúda que el auxilio de la criminología al derecho
Penal no se traduce en valoraciones y calificaciones de los fenómenos' indio
corriente o escuela de la criminología crítica (que tom~ el rótulo de la "so-
ciología crítica" -ADORNO, MARCUSE, etcétera·), tiene el efecto de esfumar los

••
límites entre el estudió del delincuente como persona individual, la sociología
viduales y s'<?ci~lcs, as! sea q>:mo delItos natu~ales, si,no'el) su qetcr~iúa~i6n -sobre laque insiste' y el derecllO penal, aspirando a sustituirlo todo por una
; '.
causal, d?Scriptiva 'y funcional, quedando a cargo dellegisl~dor penal su "criminología" que reconozca e imponga un nuevo orden de valores.

••
" valoraci6r: político-criminal. ".......: . :.... Políticamente la crimin910gía c;ítica actual pu·rece estar unida a una
,El a_ xilio de la crJrn.inología al der~~ho p~milse maJ)ifiesta aSÍ, poq.ll)~ ideología neomarxista, en tanto que el marxismo de cuño más tradicionnl (p.
parte, en (~J <;:onqd~¡ento a·)o~ ·ef~c~os de sV.·apreciación.no~ativa pOf,el ej" NOVOA MONREAL) la mira con desconfianza o la combate sin piedad, La
'legislado" de realidaues operilIltes en el ámbi(ode 'los i~terGses de mía levadura más importante de esta corriente se encuentra en el centro univer-
"~e <::' s.Ode~l~d· y, po~· ot~a pafte, ~H'1 14. éoopera'ci.6J~ pacra el éÓr:toCímien"tc~· de .(ú."S sitario de Dologna (BARATrA) y, ha~ta ahora, se reduce a discusiones. acadé,

•• realid1de, ya carta,das por';ls~~~mas represiVaS, Essecundarioq;;e, en '


ra,zón del prin¡er tipo de aux; lio, se¡iu~d;discl!iirelcarácter~riminai dé la
ci qry-Ci a .q.J~ le proporciona ,:.. ..... . . -. .', .... ,.".,.. ..
micns que han r~percutido en la literatura hispanoamericana a lmvés 1e au-
tores españoles (en ~lgunos de los cuales la postura crítica es de ,igll':l algc

•• , La cdnlinología, qué s ~ propuso bajo diferentes nombres, c?mo fue


'! . . . . • • . . .\.

el de ':Sodología cril'p;'lal'.'.I'''~Ri:COl''¡ci ;:iencia,du~aille el poslUvistTl0'pe-


diferente) y recalado entre nosotros a través de una difusión de ,apoyo )'
debates ("doctrina penal"),Aungue nuestro pensamiento no ha sido bien recio
bido, seguimos sosteniendo que cierta ec!osiólÍ de esta nueva forma de encarar

•• nal -ca¡'á\'e~' que le es negad" PQrql"~ si b;en;~n 'ella podría ~arse ~rii~a¡j de
objétotlc exisj',ía unded df'iridagaci6n y, pOr IOianio, de Ínéiodoc tuvo,
hasta hacz tntly ·poco ·iiempo" ~x·clusivamerúe Ya m·arca de úi.s de·itd3s·criú~
sakxplic"tivuc: pretendía de,::~~bfirlá eliól6gÚ delo criminal erila~atu'rac
los planteamientos penale~, debe mucho a la obra de ruptura de ROXIN 56,

4.4, La vietimología
• '< y,
¡ez" ir~·di ,·;·d~!'l.i y ~oci~.~ er .lU ·CflSO. éstablece·r ia's «leyes ·rúiturál~s» que
¡~ regían la lp"r.ic.ióii de ella er ;·aies :plarios~· ,·t'

••
• .. ' . , . . . . . . . . ." ..
El derecho penal sustantivo se ocupa, esencialmente, del estudio oel
. : Pore" desde hace 1'1' t;e 'ipo r~lativalT'cDtebieve. í"ct'enbinina¿ión se delito, la cri~inología del delincuente y' la victimología de la víctima y su rol
.¡'¡¡liza pa"~ desigÍ1~r "na t"re; que l!,c;'i~inología tradicional no hab-ía en· en el hecho,

••
· • '-'
'~SOLER,
.!!'
Sebastián, ob. cit., p. 50.
NUNEZ; 'Ricardo c., Mallual. p:)9.
.16 CREUS. Carlos, Derecho pellal. ~a"le general, 2" ed. actualizada y ampliada,
!-strea, Buenos Aires, 1990, p. 26.
::.
••
60 María de las Mt!fccdes Sufire'z El nl?delo iutegr:wq de ciencia penal

delincuente, de su ubicación familiar o social, etcéter~·. Su interacción


6,
••
••
La denominación de la disciplina se debe a BENIAMIN MENDELSIION
quien, desde la década del '40 del siglo pasado, estaba aboc,adoal ánálisis con el autor se observa en HANS VON HEN:no" quien divide a las víctimas
de estos temas. en: resistentes y cooperadoras.
El objeto de las ciencias penales esjuzgar, castigar, prolegery reinsertar
al delincuente omitiendo el tratallliento de la víctima como tal; sin embargo,
ella era ampliamente conocida en el instituto de la composición y es consi-
Sin referirnos a una Clasificación especí:ica ~9, puede mencionarse a
la víctima: a) inocente o ideal (es la víctima anónima que no desencadenó la
situación);' b) por ignorancia (la pareja que SE, detien6 en un lugar oculto y .
••
derada implícitamente en cada figura delictiva de la Parte Especial del c.P.;
en situaciones cuando el consentimiento juega un papel decisivo; en el per-
dón, respecto al ejercido y extinción de las acciones penales, et.célera.
En el Primer Simposio sobre Victimología' celebrado en Jerusalén,
en 1973, se conceptual izó a la victimología diciendo que ."es el eStudio
,es atacada por !lila pandilla); e) voluntaiia (slli~idio por adhesión, eutana-
sia); d) provocadora (homicidios pasionales); e) por imprudencia (<¡:.Jien deja
el auto en la vía pública con las llaves puestas);.I) infractop (agresora en la
legítima defensa), elcétera. .
Ya"110 es preciso interVenir en la estéril discusión de si lá,vic.imología ,
.'•
,~.

científico de las víctimas del delito"; hoy se amplía a toda víctima social y
por abuso de poder.
El vocablo "víctima"deri va de' vinciTe que recuerda a los animales que
es .una ciencia autónoma (MENDELSHON) o una rama de ~.a criminOlogía.
pero sí debemos considcrar la relevancia de su aporte para el,aborar polí-
ticas de prevención. '
••
se sacrificaban a los dioses y deidades o, vitlc8T~ que representa al ,sujeto
vencido en la lucha. La víctima es el sujeto perjudicado, el ofendido para la ••
ley procesal, es quien sufre el menoscabo o destrucción de sus bienes.
,En ciertos casos) puede constituirse en,el factor desencadenan en la
etiología del delito 'j su papel, como sujeto pasivo' del 'hecho, no siempre es
te
S. Las disciplinas

5.1., Medicina legal


auxi1iar~s

••
••
inocente en la comisión del injusto.
Es interesante distinguir la "pareja ,penal" de la "pareja delincuente". En la medicina legal se sistematizan todos los coúocimicn,los de natu-
En esta última existe un mutuo y pleno consenso (entre el íncubo y el súcubo) raleza médica a los cuales el derecho hace rcfercI:cia.' y .'1ue· se hacCn
para realizar; el,delito; en la pareja penal, en cambio, los· intereses' de los
sujetos son 'Contrapuestos cumpliendo 10Holes de vfctimay victimario. ",
necesarios para aplicar la ley.
Las obras más difundidas de autores nacionales son Ids dc NEI<iO Ro- ••
Aunque los factores casuales influyen en el autor en la elección de
su víctima, puede decirse que existen algunas con ciertaprédi'sposición
JAS (Medicina legal, Buenos Aires; 1959) y la de EMILIO F. P. BONNET
(Me'dicinalegal, Buen~s Aires, 1967). Cabe advertir que el: Latinoaméric¡" '
••••••
-.••
para serlo ", como los menores, los ancianos, los discapacitados. De la frecuentemente I,an sido juristas quienes se han dedicado también a csta·
nl¡smn manera se habla de la "víctima nata'\ por ej.: Jesucristo; quien especialidad, por ejemplo LUIS Cousn;;o MAClvER, quien publicara cn CLile,
nació para cumplir COn su destino de muerte de cruz; Pero, así como no en 1974 su Mallllal de medicina legal. ' ,
todas las personas devienen en delincuentes tampoco todos los sujetos se
constituyen en víciimas. , '-:,
Las diferentes tipolbgías dependen de las relaciones entre el autory -,
su víctima, si es conocida o desconocida, del plano en el que se mueve el
•••
•-.•
,. VON HENTIG, Hans. The crimimlf cmd bis victim, Universid"d de Yale, 1948; y
"La estafa", Es/udios de pSÍCo!ogfa criminal, m, Espasa.Calpe, Maqrid. 196(,. p. 25 ..
.!~Conf. MENDELS/iUN, Beniamin, "La victimología y Ifls tendencias de la sociedad
contemporánea" Rey. llanud al día, San José de Costa Rica. año 4, abril d~ ,981. N° ID. pp ..


,7NElJMAN, Elías, Viclimofogía, Universidad, Buenos'Aires, 1984, p. 71,·menciona I

ti los Kcnn,edy COmo ejemplo dado por Drapkin. 55 u 67¡ y mencionado por NEUMAN, ob. cit.: p: 57 y ss. . ,
o:,:
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I~· ..,+

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62 ~·1arí:1 de las Mercedes SuMcz

,
.'."• "-
5.2. Psiquiatría forell.'e

Forma parte de I~ medicina legal y constituye nna guía indispensable pilm

·• '("
establecer la imputabilidad o la inimputabilidad del autor de un hecbo delictivo y
aconc::ejaJ' la imposición de la :orrespondiente medida de seguridad.
lECCION 3

·.(
¡e
\,-,
5.3. Crimilla/{stica

Comprende el estudio de los procedimientos científicos de investiga-


Evolución histórica de

.",.
-.'. ~,
ción de los delitos, y que, en consecuencia, se integra con muy variados
aportes (:?cricias gráficas y químicas, interpretaciÓn de documentos, estu-
dio "'acro y ~,;croscópico de rastros, dactiloscopía, planimetría; etcétera),
El ::: stematizador de la criminalística, conocido como prácticamente el
las jdeas penales
Carlos Julio Lascano (h)

··• '
primero, fue HANS GROSS DE GRAZ autor del Mall/!aldel jl/ez para liSO de
los juete.s de instrucCión)' 'n1llni,dpales. jefes políticos, alcaldes, es-

.,.
cribano.", oficiales, ngel1les de policía, etcJtera. traducci911 de Máximo 1. BREVE RESEÑA HISTÓRICA DEL PENSAMIENTO PE-
"-
~- de Arrecondo, México, 1901. NAL. 1.1. Derecho romano. 1.2. Derecho germ:lnico.
En Ilucslro país las obras más impo!-tantes' sobre la 'r:nateri¡:, pertene- 1.3. Derecho canónico.
cen a RoeERTo ALBARRP,cfN(/o.1anual de criminalistica, Büenos Aires, 1971) 2. LA DENOMINADA "ESCUELA CLÁSICA" y SUS P.~E­
que cond'!rie gn1n infonnaci6Il soure ]05 orígenes de la mateda; y a LADlStA:J DECESORES.
'
\;e, THOT (C;:¡millalú¡ica,-La Plato, 1934) 60

••
3. EL PosrrlVISMO CRIMINOLÓGICO y SUS MA"NIFES-
I
TACIONES. Principales expositores.
4. ESC.UELA DOGMÁTICA. 4.1. Los métodos naturalis-
. ta, ne.oknntiano, finalista y tcl~o16gic.~.
,. Ce
.. ~. LAS cormIENTEs CRiTICAS y sus' Vt::RTlENT~S CRIMI-

'·.,.
~'. ~
"---,.'
NOLÓGICAS Y ABOLICIONISTAS.
5.2. El garanÍisnlo penal.
5.1. El nbolici.onislllo.

~.
·.,
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-~
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....... .:

'. \. .....
'fOZAFFAJlONI, Eugenio R .. Tmlf'do,de derecHo pella/. Par/e general, EdifJr, Buenos
Aires, 1980,1. I,·n. i75, "ola 296.
"'T'.'
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••
••
1. Breve rescila hiSiól"Íca del pensamiento pel.al

Este resumen no pretende agotar la historia de ¡as ideas pecales, sino


••
',::
.. .•
,
trazar las grandes direcciones en la evolución desde un dereche· penal de
carácter religioso a otro de carácter laico, desde uno de índole pdvada a
otro público, desde la responsabilidad colectiva y obje(iva hasla la admisión
de una responsabilidad individual y subjetiva, y desde una punición ·"asada en
••
••••
••
el arbitrio judicial ilimitado hasta un sistema de lega¡idad en la replf.sión ':
Si bien ~s cielto que Jos derechos romano, geanánico y canóllico fu:ron fuer)· .
.tesde no pocas instiluciones penales, el moclemo derecho penal ha sido oonstmido
sobre la base de los postuladosde la I1uslración o lIumirusmo y legislali.v:1Jnenle se
fue plasmando en el proceso de codificación posteliQr a la Revoluc¡6n'<,~'~ancesa 2.
La evolución del pensamiento penal desde la lIuslración a :a actuali-
..:• '

dad no ha seguido una línea homogénea, pues hubo cortes qLle il,1pli~aba¡¡
•.:
un paso atrás, y muchas veces el rechazo de las cor.c1usioúes <.k las ideas
precede.ntes constituía"el punto de a[rangu~ de bis nuevas cqnslruccione.~ 3.
,., .••••
..•.'•.
1.1. Derecho romano 4

Sus rasgos niás destacados fueron: laafirnHición del car¡lctc,' pub¡;co


del derecho pen.al (!uranle el Imperio, allnql,~ antes distinguió entre los deliCIa

I
2
CREUS, Carlos., Ddr~cJlIJ pellal. Partt: gel/eml, ASlrea, Buenos Aires, ~~88, p. 25.
BACIGALUPO, Enrique, Manual de derecho pellol. Parle gelleral, 3" (eimpresi6n,
Temis, Bogotá, 1996, p: 40. . , .
) BERDUGO GOMEZ DE LA TORRE, Ignacio el al., LecciOlles de derecho pen,al.
... ,
, .•.._:
,-.~
'

Parte general, Praxis, Barcelona, 1'996, p. 63.


4 VELASQUEZ VELASQUEZ, Fernando. Derechopella/. Parte gCIl~ral, 3 ed., Te,n!is,'
a ,.,e'
.,e
Bogolá, 1997, pp. 182 Y 183. .
,"",.
-e ,. ;
!l*e ....
t···.,,¡,
r•.......
e >-
66 Carlos Julio Lascano (h) Evolución'hiSlórica de.las.ideas penales 67

t: . privara y los crimilla publica '; la diferenciación entre hechos dolosos y Dado que lo relevante era eldaño,causado ynola situación.subjetiva

•• culposos y entre delito consu:.llado y tentado; el·desan·ollo de la imputabilidad,


. la culpah:lidad y el error CO/110 causa excluyente de responsabilidad; la ~d­
misión de. la prescripdón de I.a acción penal; la aceptación de la a·nalogía en
del delincuente, no se castigaba la tentativa,delictual y la responsabilidad
era preponderamente objetiva: "

•• distintos períodos en los que se apartó del principio de legalidad,


Se.consagra el sentido laico del derecho penal, pues en las legislacio-
nes antigllas (por ejemplo, el Código de Manú de la India o la ley mosaica o
1,3, Derecho ca/lónico 7

• Pentateuco de los hebreos) estaba impregnado de un fuerte contenido reli-


Durante la Edad Media -debido al poder político que tenía la Iglesia

'.. e gioso, donde se confundía el delito y el pecado, el derecho y la moral; al


ofensor se lo castigaba por voluntad,divina y como ,expiación . . Católica durante el Sacro Imperio Romano-germánico- el derechocanóni-
ca no sólo f~eu~ der~cho disciplin;rio a~licáblea sJs fide~y áló's'~lériios;
sinogue ¡ambién abarcó al resto (le la sociedad, es decir, )Qs laicos; en'
, . y
materia p~nal, si bien distinguía ent~e pecado delito, consideróq\,e'la fin",
,e 1.2. Derecl~o germánico 6
1';
lidad. de la pena era la enmienda del condenado a tmv;ésd~ peniteqcia:

•e cho romano. .
,
Su influencia en el derecho penal de hoy fue menor que la del dere-

Según las fuentes de la "poca, in.icialmente imperaba la institución de


. Sus características salientes Jueron:' ' . '.
a) Se trató de un derecho eminentemente subjetivista"pues,estable.eía
.reglas sobre la culpabilidad, en contraste con el derecho germánico .di¡;cOf"
e la Faid" o venganza de la sangre, que determinaba que frente ·a ciertos te objetivista; sin embargo, hubo vestigios de responsabilidad ·objetiva:.la
e delitos f}I) habfa at'ra alterna!:iva qu'c iesiollnf o matar al ofensor y se'exten- ex~ensión de la pena a in'ocentes. como los hijos incestuosos alcanzados' roO'
e .~
día a toda la f.n1ilia del infm;t,:", sometida a la potestad punitiva deI'pa/éi-
familiae (Sippe), . ' . .
la infamia; las interdicciones parlas delitos de hérejíá y apostasía,que recoían

.• •e . sobre'los descendientes del autor; la responsabilidad penal de las corpora-


La pérdida de la !,az cmsistíaen que se privaba aireo de.'iá prote~ción ciones; la vigencia del versari:i~l ,re illic~ta: ' . "
de.su grupo y se· lo abendom~a en poder del ofendido, ' ... b) Clasificó los delitos en'tres,categorías: lós'eclesiástiéos;qu'eátcútac
En 1, evolución uller'''', para evitar le venganza, se p'ii¡ál"i un." ban contra el derecho divino y sólo c:¿'inpetÍari a la Iglesia; 10S'll;eramenle
' '<'.'
. s~cula¡'~s, que lesionaban elord¿nhumailO,iepriiriid,b~ porerp,o~e\I~ico; y
••
suma a la víctima de.! <Jelito D a su grupo familiar, no'só10 ·pará compen-
sar el daro siro ',ambiér CrIno castigo, También regía el pr~cio de la
los mixtos, castiga!:>les poi el poder civil y por la 19le~ia,(poréjehiplo,ndul­
paz corn'J ··sistema compos"donal consistente én el pago por el delin- terio, incesto),' ,. ,. - . . . ' , " ",' •. .

•e cuente d" uria pel)~ pecunir,·ia a favor del Estado como retribución por
la pérdid" de·ta paz; cuando las infracciones eián de escasa 'gravedad
se ')agabr ,peql'~ñas multa!; (Bus~e), .
.,c) La pena -que no tuvo carácJer person~l- mereciÓ all]llli~co,nsidera-,
ció n y ,diferente tundal11ent,ación:~lgun,9S la vieron ",,~o.c.ul\a retribUCIÓn
divina; otros, CO(I1O SANTO T0tAÁS,DEAQU1NO, como Yenganza, i~\imidacióny
e ._. enmienda derivadas de la justicia connlulativa, La~ penas ecle~iásticas se
e ,
.

·dividieron en espirituales y t:mporales, .. "

•• i ..'
'JI~J::NEZ DEASUA,"Luis. Principios de derecho pe,wl. lA ley y el delito, Abeledo-
Perrol. ~lIenos Ai·...e's, 1990, p. 32. '_ '. . . .

•e (o N0ÑEZ, 'rH~aJPI!I C" Manual-ie derecho pellal. Parte general, 4" eet. actnnlizada por

E.
Roberlo Spinkn y.Félix Gonzfile,l, Mflrcos Lerner Ediloo:a Córdoba,"Córdob.a, J999. pp.
22 a 2"; VE'_ASQU'!Z VELASQUEZ, Fern,ndo,.o~. cil.,op,.183 y t84, .
'Consut'"' NUÑEZ, ob, c;t., pp, 25 a 28; VELASQUEZ VELA~QUEZ, ob,· dI., pp,
184 Y 185,'
. ,
••
Carlos Julio Lnscano (h) Evolución histórica de las ide¡¡s pcni:lics 69 ••
d) Introdujo algunas illstituciones ·de carácter human.itario que Lr. inlluencia de los pensadores de la ~Jllslraci6f1 -HOBfJ,~I, ~OCK~I ••
atemperaron el rigor del derecho germánico: la denominada tregua de Dios
evilOba o suspendía la venganza del ofendido, propia de la Faida; el dere-.
ch~ de asilo en ciertos lugares, como los templos, protegía a personas fugi-·
GROCtO, MONTESQUIEU, ROUSSEAU, VOl:rAtRE, entre otros- echó las bases,de
la Escuela Clásica del Derech() Penal, como· la llamó· peyon;t:'¡amente
ENRICO FERRI. para ellglobar a tocros los autores q~le con qilterioridad a la ••
tivas de sus perseguidores.
e) Reconoce la igualdad de los hombres frente a I,a ley penal, pues
todos'son hijos de Dios, '
aparición del positivismo criminológico se habían ocup~do de p.~t)bJema~
jurídicos. penales, alll1q\l~ en realiciad no se lrat:a~a de UI.la doctrina 1.lI~!tariH.
El más destacado de .los precursores de dicha escuela fue e. inilanés
••
2, La denominada "Escuela Clásica" y sus predecesores.
CESAR!! BONESANA, HHLqués de BECCARIA, que a- Jos veintici~co ¿Ifías, en
1764, escribió un pequeilo libro que tuvo gran- repercusión,-el 7ic.'tad(J de •••
e:.•
Lós delitos y de fas' pellas, donde atac.ó duralr,ente .las arbitrariedades de
las prácticas' penales imperantes, exigiendo ulla reforr.1a de fondú.
A partir del siglo XVI hubo varios fenómerios que produjeron cambios Esta oblu -prilÍler intento de explicar et.deri:cho penal s.obre. bases
sustanciales en el derecho penal. • .'
En primer término, se operó la recepción del derecho romano eillos
territorios que tres siglos después constituirían Alemania, por obra de los
racionales- combina el contractualismo de LOCKE y HOBO ES yelutilitarismo
de HELVETlUS 9,
Las ideas de DECcARIAse limitaron a postular los principios sobre
•• •
•••••
glosadores y pos glosadores italianos. Como consecuencia de dicho proce- el fundamento y el fin de la represión penal, Pero no contenían los
so, en 1532 en Regensburg se sancionó la COllstitUlio Criminalis Caroli- elementos para constituir u,na ciencia del "oerecho penal -cu~.~.do hay

.•.•
110, que pese a la vigehcia de algunos estatutos locales, fue el único derecho
delito, qué es la pena, cuándo se la puede aplicar- que r,eciénaparecen
penal hasta que entró a regir el Código Penal de 187 I Y contribuyó a cOl)so-
lidar elmonópolio del Estado en materia represiva' ..
con la Escuela Toscana, que abarca la teoría del delito y l~ tyoría de la e
imputación o 'de la pena, ::
La Carolina contenía disposiciones de derecho penal de fondo y de·

•.•
Tales principios fueron: '. ... : .. . -
, forma (regulando los requisitosde la tortura); aceptabala analogía,. consa-,
a) Principio de legalidad de los delitos y de las pellas: nadie poará Sel
graba el principio de culpabilidad y sus dos formas, el dolo y la culpa, pre-
veía la tentillivay~doleeíade la indetel111inación de IÚe~a.\.. ... .... .., .
castigado por hechos que uo hayan sido previstos con anterioridao pbl una e'
ley y. a nadie podrn serie imptlesta uua pena que no esté lxeviamente esta-
Pero el 9erech~ penal del ~bsolutismo entra en crisis terminar ~9ri la -

-..•
Necida en la ley;
"paricióll dellnovimiento'filos'6fico del Iluminismo (siglos XVII XVIII) y b) ProhibiciólI de la interpretació,; judicial: a los jueces 1", debía
que culminÓ'políticamente Con la Revolución Fiancesa del789, con Sil
estar prohibido inlerprctar la ley, que se supo.1ía clara y fáCilmen,te cOln-
DeclaraGÍóll 'de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, Ello tu'v'o
prensible, po!' lo misma razón que 110 son legLlladores. Con ello s".preten- ~.
importantes repercusiones jurídicas: el surgimiento del coosütuciónálismo y
día ingenuamcn~c cvit~lI" las a'rbitraticdades de; absolutismo y garantizar la
lá manifestación de un derecho penal liberal, a tiávésdd Código fnincés de '
1810 y del Código de Baviera de 1813, elaborado po·rPAuL ANSELM'·VÓN
FEUERBACH, que fue una importante fuente del primer proyecto de Código
Penal de nuestro país, el de Carlos Tejedor. .
seguridad jt:rídica, . .
c) Clara dislÍ/JcióII e/Jtre delito v pecado, afirmando la independen-
cia del poder civil pJra .c.onfigurar los primeros;
••:_-
.:.~ .

••
••
·
,
'JESCHECK, Hans·Heinrich, Trawdo de derecho pellal. Parte general, 4- ed., Com<lrcs, ~ ALVAREZ GARCTA, Francisco Javier,!II(rodIlCciól! al tratado de los delitos ~tle las
Granada, 1993, p. 8~ Y ss. pellas, Comares, Granada, 1996, p. 29. .

-,
• ·t~
I.....
-
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• c
.-. .~
,.'.
'-

•......
70 Carlos Julio Lascallo (h)

d) Proporcionalidad' entre delitos y penas: criterio utilitarista se-


Evolución histórica de-las ideas penales

noción del ser del delito y de la pena, para que el legislador -al definir los

.-..'.1,_
'gún el cual el daño caúsac10 por el delito debe determinar la intensidad o
cuantía de la pena;
·delitos y castigar a sus autores- proceda con justicia y sin arbitrariedad 12.
Emplea un método racionalideductivo, que afirma axiomas. generales
e) El sentido fundamental de.!a represión penal es salvaguardar a la
y abstractos que se aplican a casos particulares: existencia de una ley mo-
, -',
sociedad: la verdadera '-'Jedida de ios de/itos es el daño hecho a la
ral, anterior y superior a.las leyes positivas; presencia de Un derecho natu-
· sociedad, y por esto /l.an" errado los que creyeron serlo de intenci6n

.•
ral, superior a la organización política, que deja de lado la tesis del contrato
"del que los cOmele 10; .
social de Beccaria; reconqcimiento del principio de capsalidad;"concepciór.
.. - f) La pena no es para atormentar al delincuente ni deshacer un delito
'
del hombre como un ser inteligente y libre .
I¡ ya co.metiuo, sill\)'para imp~dir al reo haccr,IIUCv'os dailOS a sus conciu.da-
"" Sistematiza el delito y la pena sobre la base de las teorías de las fuer-
il. \., danos -prevención especial· y apartar a los demás de cometer otros iguales
-prevencióil general-; .
zas, desde el doble punto de vista de su causa (subjetivamente) y de.su
resultado (objetivamente): ,

•• g) Publicidad y súter.JO acusatorio de la justicia penal, para erradi-

..v car los p:ocesos secretos y h tortura del sistema inquisitivo medioeval, que
buscaba'1lu confesión del r,o, como reina de las pruebas;
Sostiene CARRARA en su obra principal, Programa del curso de dere-
cho criminal, cuya primera edición data de 1859, que el delito llQ es IIn

.••
ente d~ hecho sino un eflle jurídico, pues resulta de una serie de fuerzas
' . h) Igualflad de todos) os ciudadanos ante la ley penal, sin d'istingos
que chocan con la ley (relación de contradic~ión entre el hecho del hO!r.bre
'entre nobles, burgueses o plebeyos; .
y el derecho positivó):
. i) F'echazo de la pe;w de muer/e, por considerarla injusta, innecesa-
" al. Fuerza física subjetiva: una acción human~ exterior (acto exter-
•:1 · ria e inq~icaz; sólo la admit,:; excepcionalmente para-casps,'extremos.
no .del hombre, positivo o negati~o) .
. Oteo precursor de la t.'flmanización penal fue el inglés JOHN HOWARD,
b) Fuerza [ísia'- objetiva: tal acción debe ser contraria al derecho
quien e.1' su libro State of Prisons postuló la reforma carcelaria sobre las
! • '-- (infracción a la ley general del Estado) y ofender'al derechoin'di'vidual
siguienre.ibases: a) Higiem y alimentación; b) Disciplina distinta para los
atacado. Se trata de la actual antijuridicidad.
detenidos y los encarceladc"; c) Educación moral y religiosa; d) Trabajo; e)
• 'c. e) Fuerza moral subjetiva: la acción debe ser moralmente ;~\ipllta­
Sisteme. celular dulcificadc 11.


• (l ble al sujeto, dotado de libre albedlío. La violación del derecho debe'prove-
La Esc'ú,la Toscana file iniciada por GIOVANNI .CARMIGNANI y culminó
nir de una voluntad libre e inteligente. I;:quivale a la actual culpabilidad ..
con su dIscípulo FRANCESCO ':::ARRARA, ambos de la Universidád.de Pisa. Sus
.:.I,~"_I d) Fuerza moral objetiva: debe mediar un daño' político O sociaL es
postulados influyeron deci,;!vamente en d Código Penal italiano de 1889,

'.".•
decir, ei interés protegido. '
. ·una de'las principales·fuen-t~s del Proyecto argentino de .189.1, que inició el
• ';:i: pioce~<:P1Liedesembºcó en ;!l Código Penal de 1921.· . ' .'.
Como criterios comprementariospara la imputación criminal estable-
ce .Ia cualidad, la cantidad y el grado de los delitos. Segú¡¡' el primer
· . ·.S1,-·~rata de una teorÍ<' pura del delito con' pretensiond de validez
criterio, el hurto es una especie delictiva distinta del homicidio; pero adem~s
universil, pues establece le'/I prin~ipios del derecho p~nal, váliq<is en todo.

·
es necesario saber cuál de ambas especies de delitos es más grave, para
tiempo y l(¡gar. Es. una doct"jna ontológica jusnatural~sta, ~~rql1e'busca la
"
l.

-
\_,

••
l· "'" 10 BSCCARtA. Tratlldo de 1m (!e[jtos y de las p.ellOS, Coma.res, Grnnnda, 199~. p, 15 .
11 "En la ciencia -dice 'Carr"ant- no debe buscarse lo que haya dispuesto un legisla-

dor terrenal; sino lo que un legislador terrenal puede disponer sin chocar COII la razón y

•• .. !tMGNE7. DE ASUA. ab. dI., p. 3 6 . ' . ,sin lesionar ¡ajuslicia" (Opuscoli, 1, 5- ed., p. 569). Ver NUÑEZ. Ricardo c., Manllal,
p. 47, nota 6.
,.,o.•.
';,-
.

CilJ'lOS Ju"lio L:J.SCanO (h)·


EVO)LiCión !listórica ~c lílS ideas pl!lwles

Las it.ivestigaciol~c~ .pel i1lédic~ de prisio¡)e~ <;:ESAim LOM~~?SO, en,,~a~e


•••.•
,::.:
adecuarle ut\a imputación justa. lo que se logra eOIl el criterio de, la canti- ,
dad, que detei'Ínina que el homicidio configura un mal político mayorque el
hurto. porque la vida es el bien más importante del'ho'mbre; finalmente,
cuando las fuerzas del delito estén completas, su grado será perfecto (con-
lo
al métod~ de'obscryaci611 y.experi¡'wntac.~óll', 1.lcv~n ~l e~~oll~.l en S~l ob.~~
. El hombre delillCllente (1876), u'na con,ep:ión üCl"l0p+,ada ¡"ll/."Opqlo-
gíll criminal, fllndada 7n el e~tudio orgá~ico y sicológico?e lm.seres hu-
• ••
••
manos·, según la cuul.c.xiste una categorí~., lCls d~hncue~tcs ~~tl,(s ..que na-
s!>mado), pero si a cualquiera de las fuerzas le falta algún elemento integrador,
e,l,grado del delito será imperfecto (lentativa). o
cen tal~s y fatalmente -tarde temprano~ acabJráncielinquiend~, 'cl~alldo l~
sociedad les dé las condiciones necesárias. Tal particular~speclb del géne-

3. El positivismo criminológico y su's manifestaciones. Principales


ro humano es reconocible exlerior y corpora lmente p6rciert~sJesviacio­
nes de la forllla del crlÍneo, en el cerebro y ell Olras partes del (uerpo ".
El bi~logi'smo organicista de LO~lIll<os() c.Iesemboc~ ~,n hl. ,wr;iolog(c:
••
••
expositores
crimillál ele ENRIQUE FE"RI, judsta para quien el delito lynía cono causas,
En la segunda mitad del siglo XIX, el gran desarrollo alcanzado por las
fa~tores individuales (orgánicc)s y síquicos),Jísic:os (ambiente t~liídco) y so-
,tI
ciales (familia, sociedad. ed'lIcación), que .det".lmina~an deIlncllente a cc;~
ciellcias de la naturaleza repercute en la ciencia·del.derecho y, en particu.
lar, en el derecho penal, que a través de la escI/e/a positiva va a pretender
adoptar ellllérodo indl/ctivo y experimental propio de aquellas ciencias.
meter¡'o. Este era un' sujeto' anormal "por Sll~ ce fl(~.icio.nes cOI.lgén~t~.s o !ldqm-
~·ida.~·, ·pennan~ntes trans¡!orial)"".morf&~~gi.cru~ •.bi9Psíqlli~as y.soc.~¡~s." . .
o ••
Surge ~ntonces una concepción con pO,stulB:dos diainetralmente opuestos
. a los de la Escuela Toscana, pues si para ésta el delito era un ente jurídico,
U no de los puntos da ves de la coricepci<i.~ ferriana tue la el, slhca,lón
de los delincuentes -apoyada en un cri~eri6 .!;en~dco:- en ciúco.~alegorías:
natos, locos, habÚuales, ocasi"onai~s y pa~iOlHle.s.. " ..
••
para el positivismo criminológico italiano se tratará de una elaborac,ión ine-
ficaz para la defensa de la sociedad frente al delito, que será entendido.
como un ente de hecho, cuyo factor causal no es el libre albedrío del hom-
RAFAEL GARc'ÍFALO aportó el concepto el"pelig/."Osidad elel delincuente
y su pr~rióstico cOmo f\lturo autor de delitos, que exigían que ,fut,ra neutra- •••
bre. sino el modo de ser del delincuente y la influencia del ambiente: que lo
determinan fatalmente a cometerlo.
Por tal motivo, el criterio de la responsabilidad moral e individual sus-
lizado con medidas que importaban la vulneración de sus rterechos, aunque
,no hubiera cometido ningiln hecho tipificadQ c()mo delito parla ley.. d~ndo'
lugar al estado p~iigroso s.ln ((elil,? I~ '. . L. ",.,...... . .
••
lentado en la culpabilidad, que es-retribuida mediante la pena, será reempla- Desde un punto de Vista antropológic~ se ha sostellIoo la talacl.a c..~
••
.'
zado por la responsabilidad social que surge del hecho de vivir en sociedad, estas tesis, que nunca tuvieron comprobación cient~fica, .pues 110 eXisten;
la cual debe defenderse como organismo, imponiendo medidas de seguri. métodos para demostrar que cierto individuo está prcdestmado a cometer
dad que reemplazan a las penas. delitos en razón de sus caractc.rística"5 sicC?~.o.J!l~áti~~s .. ?,:de sus
El fundamento de la intensidad de la pena en la gravedad de la conducta
delictiva, es sustituido por el criterio subjetivo de la peligrosidad del sujeto, qllien
condicionamien'tos económicos, sociales, familiares o cuitllrales,
Si bien tuvo gr~~Il' importancia en e.1 peluamiento l1e ~~>.¡egllnOa mitad' ••
puede ser neutralizado mediante la aplicación de
medidas o sanciones I~:
En suma, el delito como ente jurídico deja (Je ser el centro de atención
del siglo·XIX y. primeras déca·d~s del s}gl.o >qc, el.;éxito leg!sI~tiv() dé.l. po~i­
livismo criminológicu fue l,-.;nimo, dado l]llo no iógró impOller el es~ado
-:.
. . que fue rechazad" po,- los uefensoresde un slste,

••
pelig ..oso prede/ictlwi,
<lel derecho penal, cuyo protagonista principal y objeto de estudio pasa a ser
el delincuente y su personalidad anormal o desviarla.
.
.-""- .--,~....

::::;.
:'-~

U NUÑEZ, Mallual, pp, 49 Y 50.


I~ NUÑEZ, M(1II11111, p. 49.
u CREUS, ob. cit., p. 3 f,.
':.:
-
I
".·•
.~. b
~. ....

'"
74 . é3r10S Julio Lascano (h) Evolución hist?rica d.e,las ¡d~as penales 75

.''.: • '-e
má de derecho penal liberal, respetuoso ,le l;dignidad illlm"hay del princi-
. plO de legalidad, Sus idea:; organicistas de la sociedad repercutieron en
pla~teamientos totalitarios e racistas.'; ..
derecho penal conforme surge del ordenamiento jurídico Vigente en ~n país
determinado, mediante ptincipios que p~sibiliterisúc\nT~ctaapli:~~,~j~~;,; .
El dogma es,!~ proposlqón que se aSlenta,cQ!T'op~n,<;i!,i.?jfln;g~\),J.e},1'

•• , La Gonciliación 'de la~ pO,siciones extremas de las escuelas clásica y


posrtJva:l través de la llam'lda Tercera Escuela, deterrriinó que los princi-
, pales ap~'rtes del positivismo criminológico fueron la admisión -junto a las
una determ1l1ada CienCIa. En consecuencia, se podría d~c~r, qu~:ue.l d9gm~
del dogmático" es l~ ley penal que integrad derechopositivQ ..:'·:, ."
FEUERBACH echó l~s. bases del método' dogm4tko para~~~estudio

•• p<¡nas- ,I-! las medidas de s!guridad, y la necesidad de tomar en cuenta del derecho penal vigent~, al aport~r l~ idÉw (¡es;;'sisÍe;;iáÚ~a(:i6n

,.••
ciertas r-autas para formular un pronóstico sobre la peligrosidad del conde- mediante definiciones rígidas, EÍ jue.z debíasuj~larse .. lá ley: p~ro-a
nado a b hora gue cljuez de'Ja indi vidualizada pena, diFerencia del pensamiento mayoritario en la Úustració'n- con 'libc~t'ad
En tal ~entido, VON L1S2.T -exponente de otra posición ecléctica, la Es- para intetwetarla científicamente, Ss debía trabajar,qon~q~~~~f'o,,'y
no ,eOIl .casuística lt. " . . .....
cuela de '~a Política ,CrimiJwl- en conson~ncia con las categorías de deHn-
cuentes ce FERRI, postuló en su famoso P."ogramG de Marburgo la vincu-. ~nseñ~ ~R:~~s.·(iue 1,3" ~i~n.c·ia per~] aJ~.~~a~~,t~I_:.;;p p,ofO ;~~~:.~~:iq~~·I~;
exces:o~ ~el poslttv~smo criminoIógic.q italiano :-9ue, :veí~?,~ ge.lit.oc~:H)~.o'Hr

••
, lación de.aquellas categorías con 1" finalidad preventivo-especial de la pen'~
, la cual ('cbía servir para: a) -;orrecGÍón del delincuente capaz de corrcgir~ ente de hecho, individual o social- pues. una lar¡;a tradición, de ¡;),o.saqo~e.~y
~e;, b~ i.·uimidac·Óll del dd,inclIcntc que no ,necesita correcci6n; e) comentaristas de cuerpos jurídicos había preparado inétocJos 'jnterprr.latiy~,

.v
• ","0CUlZDCiól1 del delincuentf! qu.e carece de capacidad de-corrección 16.
Además, ra Escuela Pc'sitiva contribuyó al estudio ,del delito y sus
causas 1:>, jo el ;1fism~ de la(,"iminología, Esta disciplina; en la concepción
de la ley que evitaban su deformación, Entre fin"s del sig'loXrX ypri'ndpi;"
del XX,BINDlNq, BELlNG.y ~tros autpres encararon co~ é~itci:lá,t~fea,d?g:
,mátlca dando l~gar a la denominada jurisprudencia de s?~~e~w" .
•• de FERR' ,de h sociología cr'minal termin'aba absorbiendo al 'derecho pe- . Literalmerne, el vocablo dogmática significa ciellcia, de los dogin{/,~,

.'
nal, estu tlando al delIto -cono fenómeno social- con el método inductivo es decir, de las normas jurídicas como verdades in9iscut.ibles, Por ello, des--
. , En ca,,?bJO, VON LISZT ente.Il,Üa que la Ciencia total del derechopenái de una perspectiva tradicional, esta dis~ipli~a
. ,."
sé'ócú¡;a~e),es-tudio"'.,c un
. - . ' . '.' '. l·.'. . . _. .
no debla '."odrflcar la tradie! Jnal separación de la explicación jurídicá.del determinado derecho positivo.y tiene porfinrilidad ~~prodlldr, ~pli~~9:sis:

•• derecho y la empírico-causal de la criminología, debiendo utilizarse a ésta t,m"tizar la normatividadju,rídica, tratarido de descifrarla,cons(l1¡yendo {In

••· '-
para
.
la reforma del derec110
.
penal ", sistema unitario y.coher.nte; su objetivo es i~tegrar'el der~cho' PQs/vo
sobre el cual opera con conceptos jurídicos: fij~~d.o cies¡;~é~lós p'I{ndrio~
generales que señalan las líneas,dOInina,ntesdei co~junto, Des~e,e~t<; enfo-
que, la dogmática es. ciencia, pues poseeUll objeto .. ~l óerechopQsiliv,o,,:"1
método -el dogmático: y unos postulados generales ,doglI1at~o, .. ,

,
.

•.-,.::
'
Contrariamente a lo qll~ sucede Con la Teoría Pura del Delito de la
ESCl1el~ ~'?'Jscana -que f,0nten f l.elnborac.iqnes de validez universa-¡'~!,la ES~lIe­
lo Dogmáicn se ,car:lc'eriza porque su objeto c~nsist~ en sjsh.~hi.h.l~zti~· el.
Las elaboraciones actuales le. agr.eg~n c0Irt0 tarea '~dj(;::iol'"!al .la, intro-
ducción de v.l<{raciones en el sistema no~mativo, planteando u~'; d~gm,ti:
ca crítica .

'\ •
i¡ . ' RAC[GALUrO, Manual, pp. 14 Y 15.
la NUÑEZ. Mamwl, 51.

19/deas penales contell;poráneas, ASlrea, Buenos Aires, 1985', p., 32.

••
1/0

)1 'JAC'_GJ\t.IJPCI, ob. cit, 1). 21. " VELASQUEZ VELASQUEZ, Fer~ando, ob, cil., P: 12,

••
••
76 Carlos Julio Lascano (h) Evolución hlstóricíl de las ideas pell~les 77 ••
"Si eijuez·está vinculado al orden jurídico, y no s610 al orden legal, la En Óoc·u~ materias es tan ~Iara la Últct3cdón entre elderecfló y otras ••
••
aplic"ción de la ley no se puede desentender de la 'signific'ación que la mis- ~reas de conocimiento cOlno en la teoríajurídica.del. de\ito, ·pues la~·.difei'en­
ma lengárespecto de los valores fundamentales del orden jurídico, particu- les fonTras de concebir el delito han sido históricamenteinlluidas por algún
ia:rmcnt~ de .la justicia" 21. .
tipoóepensamientofilosóficoocientífico", :', ." . " '
. Para Roxin la dogllláticajarídico,pellal es la disciplina que se ocu-
pa de la interpretaci6n,sisterilatización, elaboración y desarrollo de las dis~
, . DeSde el punto de vista dogmático', " entiende parddito :dda LOII--
(iúcta· típica, antljurfdicá y culpable, señalár.dose así ·to"das ·l~~: camele.: •••••
.'
posiciones legales y opiniones de la doctrina científica en el campo del de-


ffslicas ·de la· acción .amenazada con pena cux.,) estudio en;conjuúú) consti-·
°
rechopena\. Su método tiene tres fases momentos: interpretación, siste- tuye el objelo de la teoría del hecho pu,¡ible,
matización y crítiCa. Es preciso pues 1:1 conjunción lJ(~ dos cf¡15e.s de caracteres p:)si~ivos:
J.. a ciencia del derecho penal es una ciencia comprensiva porque in- uno genérico que ~~s la conducta· hum·ana, y tIes específicos.cuales son, el:
tenta interpret.ar de determinada manera su objeto de estudio ,..normas e e
••
su orden, la tipicidad, la alltijuridicidad y la c"lpabilidad" .
institutos de un derecho positivo- que se encuentra delimitado por ciertos La teoría del delilo representa un concepto analítit;o.y.estI"l2Iificqdo t . •
ámbitosde validáy al cual-pese a que varía con el tiempo-le corresponde pues se construye conlo llll método de .análisi~, de distintos nivel~:; -acción:

•••••
siempre im úpcdal significado: es expresión o muestra de la idea del de- tipicidad, antijuridir;id~:..::: "/ culpabilidaL. cactu UIl(,.:..e lo ......... ~lnles prC$u¡h)nc.t...;.
·,'echbque.perctura ", . anterior, como los distintos peldaños de una escalera qu~. se deb'~I.• ir .Str- '"
,. De tal modo, desde las elaboraciones de la dogmática podemos captar hiendo un.o· a ·uno. Así, carecería de selHido illl.en·ogarno~ si el a~ tor de uú
el concepto' dedelito como un co'njunto, mediante el estudio de los elemen-
tos COinunes que debe tener cualquier comportamiento para Ser considera-
do un hecho punible, , . '
Ello' permitió que :dejanclo de lrido el tr~tamiento de las reglas genera-
determinado comporta.miento es cL11pnt?lc, si .prev¡amen~e; n.o h~J1H?S e.st.q-
blecido que se t(ata de un hecho típico y a~:tijllrídico, ,pue~loc.ue si,d~t
examc·n del hecho resulta que·la copdllcta no es ~ípic;a, ya r.I'p.leq9r-;mo~ qu,e..

"e'
les del dúecho penal sólo con motivo del estudio oe las particulares figuras
delictivas de la Parte EspeCihl (homiCidio, hurto',estafa, violación',etcéte-
ra}- s·e ·:'p:(idiera formular, líria teoda autónon~a· y si"stemática de la· PArte
plantea~os ..si· es antijurídJca, y I~ncnos aún si. ¡~:; culp~bl~. . . .:: .... : ....
Tales categorías del hecho punible na 1.e encuentral},de~~onec.t"da,s,
entre sí, . sino una a continuación ge la otra e,n orden ~e.~u.e!1cial Y..t;!nyp~
rel~~ión jnterna que se c~nfigura de ac;,erdQ a lasleye,s lógicasde laant~­
~.

,~
-.
General ";'con hn'a finalidad práctica: la aplicación certera yracional de la
ley penal a cada ca~o cbiiáeto: .
posición y la subordinaci6n, j al principio de ¡a regla y la excepciÓn ", .
_.••
-.
. "
a) Frente a un determinado cOfllportn:úi~nto hLlmane. 16 piL.1ero qlle
:,.:. Si'bien los dos grandes capítulos de la Parte General del derecho'penal debe hacerse es comprobar si se ndap~a o nq;\ tina.? vf~ri.~s...:(l~.~<:l.~; ~I~,scrip;::
son la teoría del deli to y la teoría de la pena y de las medidas de seguridad, ciones contenidas en la ley penal a través de 103 tipos delictivos, toncluyen-
tradicionaltTiente la atención de la doctrina estuvo centrada en el primú6,
en cuyo campo se lograron los mayores avances,
. dp <!icho juicio con la afirmación de üi tiricid~d o ~tipicidad.d~ l~co~<iucta,
seg~n t?1 caso; . j. .:," . ;_" .!.:...
-e
'_e
.., ' .,.,.

'_e •
¡¡ llACIGALUPO, Enrique, "Sobre la vinculación del juez penal a la ley", Cuadernos

de; Depal1amemo de Derecho Penal y Criminología, Edición Homenaje n Ricardo C: Núñez,


Nueva Serie, N° 1, 199j, Universidad Nacional de· Córdoba, Córdoba.
24 ORTIZ DE UR1l(NA GfMENO, Iiiigo, "Evolllci6n de las teorías.i~I~fdit.:a~ del ••

delito: Las teorías tc.Jeol6gicas norma·tivas", en Revista de la Facult~d, v·o.I...5,.: ~.o .1, ~~Ieva .
21 LARENZ, Karl, Metodología de la ciencü, del dúecho, Arid Derecho, Bnrcelona,
Serie, Universidad Nacional de CÓrdoba, Fucuh::ld de DeredlO iCit!nCi~s S?cláles'/ L~rn.er•.
• ,94. pp, 26 Y 27; VELASQUEZ VELASQUEZ, Fernando, ob, cil., p, 13, . . .. " . ' ... ,1"" " ,
Córdoba, 1997. p. 93 Y ss, . ,,, .
13 NUÑEZ, Ricardo c., Mallllal, p. 1 0 4 . " •
" JESCHECK, ob. eil., pp, 178 Y l79, ,
. ':' .
'-'.

78 Carlos Juliu Lascano (11) Evolución histórica de las ideas penales 79

b) Luego -si ello contredice tanto formal como materialmente el or- iniento penal ha ido evolucionando en c'onsbnancia con el cambio de las
denamiento jurídico- se e:~litir.:í t!1l nuevo juicio y se señalará que es ideas filosóficas o científicas. 'o'.

anti,iuríCica, o en casO contrario -si media una causa dcjustiJicaci6n- que , La Escuela Dogmática-para la sistematización del 'derecho penal,'."
es conforme a derecho; . base a los principios derivados del ordenamie'nto jurídicóvigente en' Un de-
c) PDr últitno, si al auter le era exigible un comportamientO distinto termi~ado país' ha utili'zadolasmetodologías iiaturaIlsta, neokailtiaria; fina-
del que realizó se emitirá el juicio de culpabilidad y en caso contrario ,-si
lista yteleológica, que repercutieron, respectivamente, en las formuladones
Concurre una causa de ininrJutabilidad o de exculpación- se dirá que la
conducta es inculpable.
teóricas del positivismo jurídico, el n;rmativismo, el finalismo ontolÓgico y
el func,:ionalis'1io.
PO::.'CIlIOS ver así CÓmo fUllcioIlH el principiu tle la regla-excepción
que .a:,t.es mencionábamos, lo q:-ze nos muestra la necesidad de -Ja cóns~
trucción lógica mediante la subdivisión en diferentes categorías. Es una'
4.1.1. El positivi$l1lO jurídico
"~nrepei<í." secuencial l'u"s el' peso de la imputaCión va aumentando a
medida '1 Je'se pasa de, un,,' ~ategoría a otra. Se trata de una ordenación Desde fines del siglo XIX el positivismo filo~ófico imperante, que ~;ri­
slStem.ática que tiene la ver.taja de asegurar coherencia, racionalidad ge su interés al delito regulado por las normas del 'derecho positivo, excl'J-
)' seguridad fl la aplir.aciór. deL" derecho penal. yendo toda valoración metajurídica, aplica un método científico-naturalisto
Desde ot1'O IYunto de vista, las teorías totalizadoras, pretenden el abo, y experimental propio de la corriente rriecanicista, y llevó a afinilar laexi,-
rar un co.1cepto tOfal o sin',ftico del. delito, que s,e resume en ~n:a idea teneia de contcnid,?s'cOInunes en todos lbs delitos; sus elementos.
sobre aq""lIo que dege consti 'uir el punto de partida de la teodajurídiCa del Ello se reflejó en ,una división del delito en catlfgor(as que pretcil'
delito, (> ~ea, lo que se entierde globalmente como merecedor,de castigo. dían sostener la dis,tinción entre la objetivo-externo (acción - I,ipicid,¡c¡ -
Las dos ideas básicas que tradicionalmente se han contrapuesto son;' a)'e! antijuridicidarl) y lo subjetivo-interno (culpabilidad). ESta concepCión ,Id
'delito es .la infracción de ult deberé/feo-social; bl ~e trata de tina 'lesión delito fue llamada Positivismo Jurídico y ha sido seguida :en nuestro
o puesta el1 peligro de un l,ien jú.rídicp"·26~ Ellas se" reladonan, Cdn' ei país, entre otros, por SOL~R, NÜNEZ, FO~TÁN BALESTRA, TERÁN Lbt::'A~,C',']r'",
lema ele l. función dd.derec'lO,perpl, que vimos'~n la lección prim~r;.: LAJE ANAYA y VIDAL: . . . '
L~ acción es ,concebida causahnente .com~ :l1jó~i,!Úe~';p ~~~p~r(lf
, voluntario (BELlNO) o conducta humana vol.llf1:taria 9u~ .~CIl~S~ un,'. C(1"~­
4.1. Lo~' métodos n.atura!¿sla, '"}.t:okantiano! finalista y tel~ol6gico 27
bio el' e/mundo exterior (VON. L¡szT), que unía ambos elemento.s -movi-
miento corporal y resultado,- pare) vínculo de causalidad, explicad. a través
Ca estrw:tura·olwú"'tico. y e.~tratificada de'¡ delito ha servido como de la teoría de 1,a equiyalencia de condici,ones; lo que cara~teri.i.a a l,a,acción
pUnto de ~·art;.da a la ciscusi'Sn dagmática a lo largo d~1 siglo XX, aunq'¡e es el impulso d~~la voluntad -definido físicamente como inervación mus-
el contendo de SIIS c"tegorfas fia varindo en la medidn en que el pénsa-
cular y.psicoJógicamente como aque/fenómello de la COI/ciencia por d.
cual establecemos las' .causas- sin tener en cuenta su .contenido, 'que eS
analizado dentro del dolo -jaforma mds grave de la clllpabilidad- enten-'
di do como dollls maitu, es decir Como una relación sicológica entre el
~6n)\Cf.GA.LUPO. Enrique, Úaf/ual, pp. 68 Y 69. sujeto y su conducta .. consistente en querer realizar algo que se conoce
)7 ORTIZ DE URJ3!NO GT\1Ei!Ci, ob. Y!,rg. eies.; NUÑEZ, Ricardo" e. «Tendencias
como antijurídico, incluyendo -junto al elemento volitivo- el intelectual o
de 'hrdoctrinn !l'~:1r'¡ ilrgertir¡<!», Oprh'culos de Derecho Pen:1.I y Criminologín. N° I. Marcos
_1~p.':"-1e':" Sdi:or;> r:,(. . ,I_ob~. Córdr J1.1984. . . cognoscitivo. La forma mas leve de clllpabilidad era la clllpa;
'
8') Carlos Julio Lascano (h)
....
.:..••
,

... ::
La capacidad de wlpabilidad (imputabilidad) fue entendidá como
presupuesto de dicha categoría subjetiva y sicológica, comprensiva de' los
. Evolución histórica de las·ideas penales

de acción- se las va a dotar -especialmente ;,1 tipo y a la antijuridicidad,


8I
.:.......•
procesos espirituales que se desarrollan en el interior del autor.
El tipo -entendido objetiva y descriptivamente- era un indicio de 1&
c(:m'ce~idas nnieriormentc' de modo formal y objetivo- de' lIn contenido
material concreto: la acción pasa a ser un concepto .referido a un valor y
no un ·simple concepto natural; el tipo rasa de mero indi:io de la
••
••
alltijuridicidad, y ésta era concebida en sentido Objetivo y normativo
como una relación de contradicción con el ordenamiento jurídico 'de í~'do­ antijuridicidad a. ser el fundamento de é:;ta (tipo de i1ljusto, o sea,
le formal-negativa (regla), que se excluía si mediaba una causa d~ justifi- alltijuridicidad tipificada) y se propugna la a.dmisión de elementos subje-
cación (excepción).
En ~strccha relación can el carácter objetivo y formal de este concep-
to de delito se halla la idea del Estado de derecha, que encontró expre-
tivos del injusto; .la a1ltijuridicidad se concibe materialmente, en lo qüe
nlarle a Sil sustancia, porque vil <l importa'!, mfb el porql;é del juiCio negativo
de contradicción de l~l conducta con la norma ··Egada a los valores cultura- ••
sión buscando la seguridad y caJculilbilidad del derecho, y había de realizar-
se ep la vinculación del juez a sencillos y verificabÚ,s conceptos sistemáti-
les que la sustentan (costumbres, religión, moral), por lesionar bienes jurídi-
cos o por ser socialmenle dañosa- que la mera constat&:::ión de la contra-
••
•••
cos (idea de la Carta Magna) ". '. dicción formal de ella. La,consecuencia de ello es la aceptación ~Ie Cllusas
. . Tales categorías sistemáticas naturalistas -acción, tlpicidad, culpabilidad- supralegales de justificación.
podían ser con'statadas por eljuez, quien podía obtener el sentido de la ley penal Se pasa de la concepción sicológica de la cu'pabilidat -(,ue no
mediante una interpretación que no necesitaba incorporar juicios valoratlvos hacía comprensible el carácter culpable de la culpa inconsciente don-
VuriJprudencia de cOllcepros); únicamente la antijuridicidad'constituía un de precisamente falta la relación psíquica entre el autor y el resulta-'
cuerpo extraño de naturaleza nomultiva en el seno del sistema naturalista. do- a una teoría normaliva, queen'tiende la culpabilidad como algo
••
4.1.2. El normativismo penal
valorativo y. no descriptivo, que incluye C(,1I10 'elemeillos del juicio de .
reprochabi/idad del comportamiento del suj ,to '-jllnto a la impL.tabilidad . ••
••
ya la no exigibilidad de otra conducta- al dolo separado de la concienda
. A princip'ios de nllestrosiglo, tuvo honda repercusión e~ el derecho de la antiju'ridicidad y a la culpa.
penallaiIifluencia del pensamiento. filosófico neokantiano en la versión de En síntesis, el sistema neoclásico concib~ al injusto de modo predomi-
la Escuela Südoccidentalalemana (RICKERT, LASK y WILDELBÁND, entre los
principales) Con la distinción ent~e las ciencias de la naturaleza -tuyo objeto
es nellt~o ~ I~ ·~alo.raci6n- y las' ciencias del espíritu o culturales -que refie-
nantemente objetivo y a la culpabilidad como un elemento subjetivo referido
a lo normativo.
•-.
ren su obJetll a los valores y tienen por tanto sentido- y la orienÚi'ción
subjetivista desu método según el cual el conocimiento derobjeto estaba 4.1.3. El JinalislIlo •
••
delerminado por las categorías a priori de la mente del sujeto.
. Se trata del no~nwfivismo O 'sistema neoclásico, al 'que adhirieron' en
Argentina, JIMÉNEZ DE ASÚA yFRfAS CABALLERO, en'el cual-si bieri se man-
tienen las 'categorías trad;i;ionales antes mencionadas y el conceptó causal
Esta corriente hace su aparicióI\ luego de la Segunda Guena Mundial,
en el marco de los planteamientos fenomenol5gicos de los a(¡os veinte, ip-
fluido por las 'nuevas direcciones de la psicobgía del pensamiento y de la
teoría s'6ciológica de MAX WEBER.
Su fundador, HANS WELZEL, cuestiona la diferenciación impuesta en el
•.".••
positivimo juodico entre elementos subjetivos y objetivos, y sostiene que ya en ,. ,

el primer elemento del delito ~Ia acción- debe di:;tinguirse entre las consecuen; 11
"JESCHECK, .Tratado, 'p. 183.
cias del obrar del hombre, dominables por su voluntad y las que no lo sean.
Esta teoría, cuyos primeros y más conoddos representantes en nues-
tro país fueron I3ACIGALUPO y ZAFPARONI, rechaza el procedimiento de val 0-
.c'~:;,.
V.'
.'.'.",
• "t

82 Carlos Julio Lflscano (h)


, I
Evolución histórica de las ideas penales 83

.--
••
ración del sistema. I!cpkant,iano, arjr11l~nd9 la existencia de categorías
ontológicas, que Son previas y provienen del campo de] ser, que determinan
el sentid,) de la valoración. ~:i el legislador quiere ser coherente debe respe-
. t~r ~alcs estructuras lógÍcc objetivas reales, previas al derecho, en~re las
accióll (la finalicl'ad de la acción del "utor, desyalorada por,el derecho),
dando lugar a la eonqepción del injusto persollal 30.
L~ vertiente subjetivista del fiIlalis~l~, 'desarrollada porAnnin
KAUFMANN, DIETHART ZIELlNSKI y EUERHARD ST"U~NSEE y seguida en Argen-
cuales se encuentra la eslruclu~'Q final de la accióll, es decir, que "la

1
•• ' '
acción h'lOJana es ejercicio de actividad final", La acción es por eso acon-
.tecer "final", no solamente "cailsaJ", ..... es un obrar orientado conscien-
I.emente desde el fin", y que el .'lombrc t gracias a su saber causal, puede
ti¡1a por MARCELO SANCINETII, 'só10 admite el desvalor de la acción.

4.1.4. lAS tendencias fUllcionalislas o prevenlivistas


·f·
ji",

•• prever, dentro tle ciertos límites, las consecuencias posibles de su actiyidad,


propone.rse, por tanlo, fines diversos y dirigir su actividad, confor.me·a su
El enfrentamiento entre las sistemáticas causalista (positivista jurídica
y normativista) y finalista ocupó.!a átención de la doctrina durante 'Iargo~

.'.
• '
plan, él Ir consecución de estos fines"; ..... la finalidad es ~ditho eil fonn~'
gráfica- "~lju.enle", la causalidad, "ciega" 29, i . .
Dic'JO postulado, si bien no altenIlas calegorías elel gelito, pro<!l1ce una
distorsiÓ.1 sistemática al incluir el dolo y la culpa en el tipo subjetivo, que
ju;.!O allipo o:bjetivo dan ILll~1r tl.l tipo complejo o mi~tto, quedando red!Jcido .
años. Pese' a que dicho debate llevó a la 'dogmática penal a un nivel de
'desarrollo superior al ~e otras ramas ctel derecho -lo que'permitip'¡j\11itar
mediante'criterios seguros' la intervención punitiva estatal sobre los de·rr.-
chos individuales- sin embargo tuvo un aspecto negativo: el fin~lisrno temli-
'06 cayendo en la actitud de aislamienlo de la realidad, que es común a 1m:

•• el concepto normativo ele la clllpabilidad -al ser depurada de los elemen-


tos de cootel1ielo psicológicc'- a I,a p~ra reprochabilidad, cuyos elem~ntos
son la im!,ulabilidad, la posih;.Iidad ele conocimiento de la antijl1tidicidad y I~
corrientes doctrinarias del positivismo y la jurisprudencia de copceptos, pe;'
su rrol1is11lo metodol6gico propio d~ un modelo jurídico unidim~nsiorHiI es-
,trictamente normativo y del paradigma retribucionista puro que ccrir.ibe n h

•••
ausencip de causas.de excJu~ión de la culpabilidad. . '. . .' . .pena como la mera imposición de un perjuicio a su destinatario, sin co~~;idci'n­
, De tal modo, se mater,I,lIizó la voluntad de la accióll, sustituyendo 'el Ción de sus consecuencias. ni brindar alguna posibilidad de exchlir las'~:l1IS~s
psicológicas, antropológicas, culturales y so~iales de la condllctadélicliv:L ..

•• movimienio corporal volul1(ario pOI: el elercú;io de.' aCliv(dad final. El


concepto de lipa -que vuelv"! a ser uo indicio de la.antijtiridicidacl- inedian-
te ia CODstrucción,cf~1 tipo wbjeLivo con el núcleo' situado en el 'dolo que
habría de abarc~r todos ~os'·~lem~nt6s objetivos 'del tipo, s~ ~o~vi~tió ~n
La crisis del concepto de ciencia del derecho penal heredad0 (:e1
neokantismo es el rasgo más característico de la actual sitmici6n de l· dog.. '

••
m>tica penal delposfillalismo. La causa directa sería la mutación que'ha'l
soporte d" una ~"ateria de pr\'hibición específicamente jurídi~cicp~nal, que, sufrido las perspectivas desde las que debe considerarse cl objéto'del dere-
-y ésta fue una de las .... ariAs·1 Jciopes del finalismo que ha permaneci'do- en cho penal, pues Se trata de evitarla;visión parcial que consirlera exclusi"o-

•• ningún caso puede consistir '''.x.clusivamente en la calIsación de la lesión o el


peligro de daño aJ bien !l"t,l,co protegido penal mente (el des~al~r del re-
sllltado), ,;ino que, debido a k finalidad del ilerecho pe'n~1 de influir sobre el
Jnente a dicho derecho comoiconjunto de normas.
El derecho penal como sistema.normativo que iritegra un ordenamicn-.
to jurídico continúa siendo el punto de partida de,la dogmática penal, pero

•• comporlnJlier.¡to .I~umf~~~'), siempre' presupone tarrlbién l)n: d.esvalor. la de no puede adoptarse una actitud ~strictamente positivistaJimiiándose a ello,
sino que, al cOlitrario; se afirma que el derecho penal es UD instrilmento de"
control y de incidenciasocial. '

•••
.~

.<.-
• \c.':
:, WELZEL. 1-13n5, IJaecho pellal alemáll. Parte gel/eral, 11" ed., 4" ed. c351ellana
"'lL(iucci'h del ;.rer1til~ cEe :dar..:~ust JS Ramfrez y Sergio Yóñez Pérez, Editorial Jurfdica d~
.r'::hi.l~. S;H1fi~go, "~93. pp. 39 Y 40. .
~o SCHÜNEMANN, Bernd, "Inlroducci6n nI r~zonal11ienlo siSlemálicu en sierecho
penal", en El sistema moderno del d~rec"o penal: clIestionesfimdamf!ntales; T~cnos, Ma-
drid, 199t, pp. 56 Y57. '
'.

••
'••.
H4 Carlos Julio Lll$G¡mO (h)' _ Evolución hiSI<Íliea de las ideas penales 85

Si se c'ollsidcra que el eje central para la concreCiólI :ue su coiltenido '{IElIWEG, que en 1953 )Jt.lblica:slI obra Tópica y jurispnulellcia, que ac-
es la función que desempeña en la sociedad) la consecu.encia."es que el

'.
tualiza la tópica ar,istótélica.
derecho penal ha dejado de reducir Su investigación a la aceptación acrítica Según KARi. LAI<ENZ 12 la obra de VIEHWEG destaca la insuf:ciencia de'
de la lelra de la ley; y va a tener en cuenta.'también lo¡; i~tereses que deter- 'la lógica de la subsunción, o sea, de la derivación deductiva de resolucio-
minan',los preceptos positivos y su aplicación a los casos que juzgan los
tribunales para evaluar si son adecuados a los fines del derecho penal, en el
marco del proceso de control social del cual el contenido concreto de la
nes él partir de norri1:.ls jurídicas previamehte cadas de contenido más g~ne­
ral. Sostiene que la jurísprudencia sólo pued" satisfacer su 'pecu ti al' propó-
sito si en 'lugar de proceder dedltclivo··.dste~nálicQmente, lo hace
••
norma es sólo' tina pnrte.
Sill ab.andonar la irlea de 'sistema, se· trata de establecer la conexión
fópicmilellle, es decir, buscando \n solución adecuada al caso particular, a
"la pregunta: qué es pues 'lo justo ?quí y ahúm en cada caso". ••
o
enlre ef.análisis jurídico y el análisis empírico y valorati vo, entre el ordena-
lnieIlto penal y hl' realielad social: abriéndola a las COllsidera~iolles poUti-
co-crimúwles; con la :jneta de soluciones viables en la práctica.
En el campo penal presenta dificultad e: rechazo del pensalLiellto sise
temático y su totni susütución por el pensamiellto problemático o casuís~ico,
pues las especiales exigenciús de seguridad jurídica propias (kl derecho
••
-{ 1.4. J. Fiu..;tores "desencadenall/es'
. penal deri,vadas d,ei principio de legalidad, requieren la permanencia del
sistenla, lo que 110 dche s~r obstáculo para indicar la '-\~c~sid"d (le' revisi6n
,de algunos puntos que antes no habían sido cuestionados .
••
'Láldea de estudiar el derecho penal :en sus múltiples dimensiones
-jurídica, antropológica, sociológica y cultural~ y de revisar el pensamiento
dogmático tr~dicional, es el restlltado de una suma de factores 'JI: '
. En ~sta línea, un sector doctrinal -ENm~)cH, JESCllfCK-,.sostie~le qU\! c;
pensamiento tópico debe ser utilizado para súlucionar'problenuis concretos
del derecho penal, como OCurre en aquellos p-'ntos en los'que el n.rco de la •• •
ley concede grar capacidad de decisión al juez. Valgan cemo ejemplos: los

••
.
, ,:
A. Factores históricos tipos penales abiertos (en nuestro Código Penal, los tipos culposos que exi-
"a) Los:e~cesosdel n~cionalsoci~lismo, s~ ~¡~rwiaen O!<l,Segunda

.-..
gen que el resullado se vincule a un oorar del autor con imprudeflcia, negp~
Guerra )v!undial y la posterior ocupación de Alemania por paíseideüna gencia, impericia o inobservancia de reglamentos o d'eberes); Jos elCl~entos
tradición jurídl~~ distinta a la continehtaI.e~r~pea,infl~1 yeron '1!1 d ahal;- normativos de ciertos tipos (abuso deshonesto, exhibiciol1ts ou,;.:enas, e,(-
dono dei pq~it;vismo',yen la búsqueda rq¿los'j;lristas d6,¡aio~esfue;.a ,cétera); el cOl~tenido y naturaleza Jurídica de I~s distintas ~x.iment,es (pór
del derecho:vig~qie 'queles'permitieran, aiIi~ situncion,es an'áiogas, ha- ejemplo, obediencia debida); la asimilación ,de la omisión impropia a los
cer algo más que alegar suúniq vi~culación aliextO de ¡,iley y p'oder delÚos comisivos sin una c1áll~lIla cxp¡·e.sa de equiparación X1a determil~a­
cuestionar,su p~opio objeto de a~álisis: lo que sig~ific,6 l!n temP9rario ción de las situaciones 'que, configuran.L.1 posi,ción de garante ,que
renacimiento deljusnatur,alismo.
..'. .. . ' !
. b). El segundo [actor h,istórico está
, , ."',' '. '. ., '
'
dado
.'
por
','
la
,
". ."
.
, , ' :.","
ocupación, '"
ricapa.de A1emc;mia, ql,le puso a StÍsjuristas. en contacto, con el pensam¡¿pto
~
,
. '. . .
anoloame~
o"' .',
' responsabiliza por el resultado que el sujeto La omitido impedir). En el ,ím-
,bito de la enseñanza del derecho penal es impc.rtante la metodología basada
en el análisis de. casos -jurisprudencialcs y c.e lab~;'atorio- que permite la

••
integración "de 1:1 teoría y la práctica. ' . .

••
problemático o tópico, que frente a la validez de los grandes sistemas prioriza'
el e,tudio del caso concreto, El reflejo más claro lo encontramos en THEO~OR

31 Seguimos aqural cntcdrálico de Salamanca, Ignacio BenJugo G601CZ de la Tom:, en el ~l MetodologÍl! de la ciencia del derecho,traducción de Mnrcelino Roddgllez Moline~' ••
. Semin~rio de Derecho Pennl dictndo en dicha universidad en enero de 1995. . ro, l~ ed,., Ariel D~r~clla. Barcelona, 1994, p. 152.


• I
-•
·• .~.
l., ,. • ,

••.• e\.:':' . , 86

•u
Cnrlos JuJjfJ Lascano (h)

B. Fact?re.s c;ie-nqfic?s: el auge de las ciencia~ .sociales


Evoluci6n histórica de las ideas penales

loma conciencia de I~l carga ideológica y política que tiene. el derecho, con
87

A partir de los años cincuenta alcanza~l gran desarrollo las ciendas 50-:
e<·
.·.¡ ..
lo que resulta cuestionada la pretendida neutralidad de los planteamientos
·ciales -fundamentalmente la rnodema psicología, la filosofía analitica, la so- eslrictamente positivistas,
.<-
.-
ciología } la teoría de los sistemas- dotadas de un instmmento conceptual En los últimos años co.bra singular relevancia:la internacionalizac-ión
metodológico y empírico que Jes confiere un estatuto propio en la teoría de las
, ',:""
ciencias. El mejor conocimiento de los sistemas sociales, de los elementos
del derecho penal a través de los pactos internacionales de derec'hos hu-
manos -a los que la reforma de 1994 de nuestra Constitución Nacional ha
" .. condicionantes de las relacior.es individuales y de grupo, coincide a fines de dotado de jer<\fquía constitucional- y el proceso de integración 'regional
los -60 y de la mano de la ceisis política e ideológica representada por el (Unión Europea, Mercosur, Nafta, etcélera) que en forma indirecta con-
\ ...::'¡' Mayo jiollcés de 1968, COn el impulso de refomlas sociales y polfticas. El diciona a nuestra materia, en especial en ,el ámbito de las infracciones
.. •
· pensamiento crítico propio de las ciencias sociales se traslada al derecho administrativas, económicas, financieras, tributarias, aduaneras, sanit;:l-
e-C:' penal, llegando al extremo del utopismo ingenuo del progrnma abolicionista. das, nmbientalcs, etcétera,

l. "
' . ':e
,\ •

; •
<

G'
. Sobre estas bases se sientan las propuestas de integración entre cien-
cias sociales y cicnc"iajuridica, inc1uso la consideración de ésta como cien-
·da social, que' tiene como consec~ejlcia que 'el derecho penal, deje de ser
visto Gomo un sistema normativo cerrado y compIe,to en. sí mismo, y pasc'a ~
ser entelldido como instrul1limto de control social.. . .
4.1.4.2. Los paradigmas funciona/islas de la aClual dogmálica penal
La confluencia de los factores antes ~nunciadós, en esp~cial" l1n(' ¡'J-
lema al propio der.echo pemil -el caqsancio de los estudiosos. por 'n larg~
época de estériles disputas entre' causalistas y finalistas- y. otro exlerno -Ja
~:: ~i
Aquella reladón Interdisciplinaria de integración de nuestra materia con , '-

·· e'L
''-.
las ciencias sociales se refleja en los tres momentos por los que pasa ia vida
de la non;', penal: elaboración dela legislación, detenninación de su conteni-
· do y aplic, ción de la sanción l,enaL Solamente si se estableceú estos vínculos
se logrará no sólo la aspiración de aproximación de la cienciajuridico-penal a
la realidati en que debe actu"r, sino que, se evitará la contradicción entre lo
aproximación y apertura del derfcho penal a la. realidad. d~. la mano de C'.\
relación interdisciplinaria con las cienc;:ias sociales y la .mayor r~l~.vanct.a
que se le da a la solución del caso concreto, de~de los añQs.'-70, luégo'c;Ie 11"
período de transición donde han 'predominado corrientes ecÍécticas-I,b~'i'6 el
camino a lID.a nu.~va te,nden'cÍa del1lro c!e la ,dogmática pe~~al, que ~t0rgCJ...

· \ .. ~tle es ver·jad jurídicamente:y lo que es exacto empírical11~nle. prevalencia a las consideracio/lp lel~ológico·norl1lativas e~ .el.si~tc~
¡ e ". El complementar la teoría cOn estudios de ciencias empíricas y!de la
aplicación práctica del derecho han·de ser los ejes de la nueva dogmática
majurídico del delito, prqduciendo la sustitución del modeloonlologista del
finalismo de WELZEL y,sus discfpulos, por los paradigmasfill.l,cimialistas,
(~, pena t., que significa Lln gran d¡$afío por la difIcultad de combinar adecuada-
de CLAUS ROXIN y GONTIIER JAKOBS. . . ..

eL: . !nente el estudio de. las POllTI."s y el de la realidad social: . Según Schlinelil3l~n Jl, el mOder!lO .pensaf!1ien'to teleqI6gico: t~ene ~n
común con el neok~ntismo la ctéducción de los.dif~rente.s nivel~~ :sistemáti-:
e C
C. La reforma.de las Ie!'¡slaci0nes penales, cosde los valores y fin"s.que desempeñan cl papel rector, pero se distingue
.12"

·.
sustancialmente del últimopor la Sliperación del relativismo a~iológico me-
La superaCión del Ilh,', .'.) de Estado !ibernl decimonónico, lá evolu-
diante una diferenciación apoyada en las ciencias sociales, en base alfin
• tL ción de la:; relaciones económicas y soci~les y las nuevas concepciones
.de prevención de la pena: que constituye' el ~alor preponderaritede ta
ético-soci"les, deterrninaron.m Jasegl'nd1 ",itad del siglo XX, el proceso
'(" . administración de lajusticia penaL
dereforme o sus~itución de lil" iegisl.cione's penales en los principales paí-
e ,.' "'- ses del mOljelo jurídico contin,ntal europeo. .
,,~

Afr:ollfílr c'iclv:~ tarea produjo un increl1:ento de los estlld.!os' de po-

•• •
[(Iica crinlifJ,a!, y paralelat1.~ente, IIna revalorización de la Constitu-
ci6n ~Ol1.'o criterio repto"r de .los 1}roblel1~as" de reforma. También se
33 Ob. cit, p, 67.
Canos Julio Lascano (h) l!vu,Lición histórica de las il.leas penales 89

. Para este llueVO model.o, que ~rranca can la obra de ROXIN, Política s.oc:iedad asr
Se ·hace extraordihariamente difícil. sostener ~a!a argu ... >.!
mentación apelaiulo a" ciertas 'estruc/ura.' inmurables·.del·si'!r."'. .
¡
'.••
crimillal y siste"na de derecho penal (1970), no se'presentauna alterna-
tiva élitre sistema penal y decisiones político"-c~iminalll1ente Correctas, sino La perspectiva funcional-teleológica implicaría un ¡etorno al
que introduce razonamientos político-criminales en cada una de las catego- neokantismo· y u/"la·re,iormativización d.e ir:.s categorías d~l d.dito, pero
rías de la teoría del delito, para acercar ~l derecho penal a la realidad, al con una disposiciór. ;: la resolución práctica de los problemas planteados,
C3S0 concreto, pero sin renunciar ~ la seguridad jurídica como meta última
que atiende "a la misión del derecha penal antes que alas encantos de.su
alquiÍniadeductivh" )5: . . . l· ..
de la elaboración del sistema. La particular forma de organizaci'ón socio-
~e. trata pues' de Iicvar a cabo un program:;t que eXpli~tle.' des," ~:.u~
política de la comunidad en que haya de ser aplicado el derecho p~nal, con
sus-pautas elnergentes de l'.l Constitución, determinará qué c.rite·rios polítL- esquema más concreto que el meran·.. ente ló~ico-jurídico.las.i.mpl"éa~ciáS
r.eales·de Hú; instituciones ·penales ~·el contexto juríd;cp, sociai, c~ltll.ral. Y.
••
••
ca-criminales serán preferibles.
Aunque éste no es el único modelo funcionalista ele la dogmática penal político en el que tier,en su origen y desarro.l J. . .' . ,

de nuestroS días, porque el discurso de ROXIN p'resenta profundas diferen- . Las prinCipales vertientes del ~odelo {·Jllcionalista pt:!llal,' qll!=!·se en·~
cias con el de JAKOBS, razón por la cual nos hemos referido a paradigmas
fu~¡cioJlalis/as en p~ural. existen aspectos comunes que vinculan el pensa-
mIento de ambos autores alemanes. ' 1

Tal vez los más relevantes sean' -por una parte- el abandono de ulla
cuenlra aún en plena elaboración, son las sigLieiltes:

4.1.4.2. ¡, Flll"lciollalismo sistémico o r:ldical y·s~c¡ológiqJ á~_JAio8S


. . .'


••,.
dogmática de base olllológico-naturalista, en la cu'al el legislador debíá
atenerse a estructuras previas, importando la falacia de derivar"def ser el
deber ser, enfoque que se desentendía de las repercusiones que el sistema
En la última década se prod<ljo una trollsfc,(mació" radic&L 'il1e .l1U_.
dejado de ladQla dog,r,ática de ~igno ontológioo .prcPia ~el fi. malis:.l1 o, i.,. g~·.e. ~
sando a una etapa de rellOrll1allVlzaclón, corr,o lo exph'la el propo J"KOBS ••
penal podía tener en la realidad social; por otro lado, el intento de cOllstruc-
ción de un derecho penal orien/adp a las consecuencias, es decir, a
ios fines· y valoraciones politico-criminales, que· per~itan conformar ·un
en el prólogo a l~ pri:nera edición de su De/echo pe
En su opinión, dado que la dogmática de base ontol¿gica.se ha. 1uebrad.c-,
,ni.
Parte.geltu:al};.

para llenar de contenido la totalidad de conce¡;tos dogl11áii~os recu~;c·.a las


••
sistema abierto con 1In contenicto racional, que resulte adecuado a las nece- fllnciones del derecho pellal; así, conceptos como (oS decaubalidad,~)o",
••
'••.
sidades preventivas de la actual sociedad,coo;pléja, pl~ral y globalizada. der, capacidad, culpabilidad, entie otros, perderían su contenido.prejurídico,,:
Para ello utilizan el métodq leleol6gico'fllncioÚal, que incluye :aporla- surgiendo únicamente por relación con las repllacion.~s juií~iqo-i.lenal~s .. ',;., "

ciones axiológicas provenielltes de la po/ttl'ca criminal. L


Las principales raZOI1es que explican la modificación del f,aradigma
imperante s o n : : · . ..'...
Eso es.lo que expresa JESÚS MARIA SILVA SÁNCHEZ": ..... lá orientación
de las'decisionesdogmáticas a fines y valoraciones político-criminales se· a) POi un lado, la influencia de la sociolc,gía en la dog~átic;'penaí,"e~
la sociedad moderna de alta complejidad y de ; nteracciones e.~tre. indi viduos ,
ha revelado, paradójicamente, como la única forma de atribuir un contenido
racional' al Sistema ante las inseguridades que produce la argumentación
ontológica en una sociedad plural y plllricullllral. En efecto, 'en Ulla
qúe tienen contactos anónimos, para cuyos prClblemasson i~suficient~s las.
pautas tradicionales. Se trata de sociedades de "riesgos" que sus.propió~' •,c.
-e

:,~ Aproximación al dúecho pellal cOIltemporálleo, J. M, Bosch Editor, Oartdona,


J' ALVAREZ, Ricardo, «Sistema pellal: del naturalismo ~ la renoqTlntiv)~ár.:ió.n»; .ji;;.
,.,.'•
19Y2, p. 67.
Temas dI! Derecho Pellal, N" 39, Universidad i.Jacional del Litoral, ~a·nta
. fe,· p:.) (l.. ..' ,. ': .....
.._.
;-
L -_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ . _ __ _ < :~
.'·
;¡ . -

.'
< •
-,
'o,
90 Carlos Julio Lasc,ano (h).. Evolución histónca de las ideas penales
,- 91

'..'•
, creadores a veces no pueden controlar (ejeIilplos, elusodda energra ató- a) La función del derecho penal es restablece¡; en el plano de la
1".;¡¡¡.,-- ...- '
~
mica,ellráfico automotor), " ' comunicación, la vigencia perturbada de la norma, cuando 'existe, un
b)'P'J¡' olra purte, la crisis de la, filosofía del Sllje/o, donde'!a razólI procedimiento a causa de la infracción de ella,
prá~/ica derivada de HAim-'J\NN -que caracleriza la acci6n correct~ desde b) La protección, y confirmación de las norlllas que configuran la
-'" el punto de' vista de 'los vaklres ético-sociales- es sustituida 'por la' razón identidad social se Il'gra a 'través de la pena que sirve para ejercitara los
cOI;ümicariva, .que es una fj losafía cOl1lrainúiitiva, es decir, opuesta a la ciudadanos en la confianza hacia la norma, a tener fidelidad al dere-

•• ,ill/uitiva del sujeto, que tuvo su inicio en KANT. El derecho penal no, se
'désarroll) en la conciencia individual, sino en la cOlii.unicación. Sus actores
cho y aceptar las consecuencias de la irifr:acción a sus preceptos (pre-
vención general positiva). '

."• so~i. personas ctanto el autor, la víctima, ~O11l0 el juez) y sus condiciones no
las estipela un sentimiento individual, sino la sociedad, La principal condi-
ción para Una sociedad que eS respeluosa 'de la libertad de actuación es la
person~li2:aci6n de los sujeto's JO: '
c), La configuración de la id<:ntiJild social 110 Se realiz.a a lravé)) de
bienes jurídicos, sino de normas. Por, ello, en JAKODS se desdibuja el
discurso del bien jurídico, calificado como metafórico de la vigenc;"
de las normas .

••• 'Esta nueva concepción, que se,inspira ,en la teoría de l(¡ssistemas


sociales d~ NIKLAS LUHMANN, no tiene su punto de pflflida en las percepcio-
La p'osieión' extrema del funcionalismo sistémico produce hondas re-
percusiones en las categorías de la teoría del delito. Podemos menc;~".c

•• nes del sl'jeto, sino en un conjunto descentralizado de condiciones objetivas.


Ellas.pernliten describir detenninados procesos de cOlllllnicació;z, pero no
ind'iCan c{mo se',debe aCluo>' 'en cada caso concreto. '
entre las principales:
1. La renormalivizacióll de ,los contenidos de !as categorías, que in~,­
, plicaría un regreso al neokantismo. Por ejemplo, se abandona el concento

• LU!1t\IAr'ni entiende' que las 'nornüis de un 'sisleJila jurídico tienel], lII'l ontológico de acción, pata vincularse a niveles de cOl;,petenci(!,

'.'c.• sentido ct'I1mnfcalívd:' Las' l:tnnúnicaciones relacionadas'con el derecho


tien'en, -en talllo operaciOnt?f ,del sistema jurÍdico~ 1lI1,a doble /iúidón:'
como'factores ~de producci/}oz 'y' como SO¡j01:tes de la' estrúclura;'
'En esa línea de IJeZiSaln' ento, de indúdable complejidad porque no io-
2. El delito deja de ser un suceso captoble'c:ognitivamente a través de su
causalidad eón la configuración del mundo exterior, y se cpnvierte en "oa'
"comunicación defectuosa" que realiz,a 'un agente social, consistente en ti!:
comportamiento individualmente evitable del sujeto responsable .. ' ,

•• das "las' iall>stiones han' sido '''',l1cientemerlte expÍicitadas; JAKOBssbstiene


a
que h! soldción de'un prob1e¡na social tra,'és d~l derecho'penal se produce
,por:'jlie9iJ de: u:n'--siStema ji' rÍdico: en deaillo'. sisúiil1a social'parCial: que
3, Siguiendo la línea trazada por GF.HLEN (acciones son los actos del
agente que implican su toma de posición hacia el exterior),JAKOHs
sostiene que existirá conducta humana cuando un determinado COnl(\orf:':.

•••
- tiene lUg," deritro de la so'Cié'~alJ;niújn por la c'ual nO se puede'desgajar al miento tenga "sentido" en un esquema social d~ com~nicaci6n. Ent~nces,
de,reclw ¡.If!ftal de la socieda('. "Por ejemplo, que la pena máxima' se im-' la expresi6n de sentido jurídico penalmenle relevante implica de 010(10
ponga'por brujería, por'cont;>'~ chistes 'sobre el-FUhrer o' por asesiim't.J, ca- necesario la toma de posición del sujeto re¡;pecto' de la vigencit¡ ne la

•• racterizanarilbos,' al detech,; penal ya-la sociedúd'; ", Lasfu'iú:iónesson


~ prestaciOJl;5 que -solas 'o júnto~co~,olras-' manliéilen 'un sjsl~IÍ1a. " "::" '
norma, entendida como criterio rector de ordenación social: el agente no
ve ninguna nor~a que obstaculice su actu,ación,ni constituya una regla de

••
,~ ,,'" f-r' ::. ; , ,su comportamiento" sea porque no la conoce, sea porque -pese a cono-
cerla- se ha propuesto violarla,
Los sucesoS nat4rales -como los cursos causales o los hechos psíqui-


.' 36 Traducción de Joaquín Cuellf) Con~reras y José Luis Sc;rrano'González de Murilio,

Marcial Póns, Ediciones Jurídicas. Madrid, .1995,


~os- no son per se integrantes de. la conducta delictiva, sino en su carácter
de portadores de un símbolo, Se excluyen así los acontecimientos q,Ue, no
obstante ser expresión de la voluntad humana, no puedan ser evitados por

",..'-
. " :17 JAKOB$, GUn'fhe~, Sociedad: rionna,:v persoliti en
una teorfa de U~t' de'¡'echo pellql el agente, La evitabilidad afirma la tomá de posición frente a la norma
-."--- fU,"dolla!, Civiras, Madrid, 1996~·p. 6 7 : ' " ' , ' y, por 'ende, forma parlé de la acción y no de la culpabilidad. Son:
' .••
Carlos iu¡iú Ln:scnno (h) ...... . Evoluci6u hist6ric¡,_:II! ¡as ideas penaies 93
't
•••
;u_

cVltable$'las causacÍones que no s~ produciríaú 'SI'co'ilcuúiese ilna'motiva- temaLizadón: los fimaánu:ntos político-criminales de la moderna 'teoría
·ción di¡-igida a evitar las consecuenCias,.' .':.' .. ' de los fines de lapena. Ello, sin duda, import[, unajerarquizació" del bién
La cvitabilidad define la 'acción húmana tantden el delitÓ doloso jurídico, que traduce la ¡I"idad sistemática "é derecho pellal )' poUtica
como en el culposo, donde el ae-tuar iljlprüdeilte es lina tonia depOsición crimillal dentro de 1" ~eoría del delito. '
En el campo de ia teoría del ilícito, las :ategorías básicas del delito

•••
que impli(a la faita de reflexión 'sobr"las'édnsecueúciás del obiar; ciIyos
costos no han' sido tomados en cuenta;' por ejempló, el cánductor dé' un (tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad) pem,anecen, pero debe contern-'
automotor que lesiona a otro por no haber observado quesuperaoa el límite plarse, desarrollarse y ,'istematizarse a partir d,~ su función político-crimi-
legal de velocidad, eSlá revelando Con su conducta que ese dato'norm~t¡'y'd naL "En est~ línea, asocia al tipo, como motive, central, la deterrhinabilidad
de la ley penal conforme al principio delnllllulIJ crimen; a la antijlll i1icidad,
no tiene significación para él. .
. 1. En 'tal teoría ele la acéiÓn la distinóóÍ1 entre comportamiento"ac-
tivo y omi~ivo pierde importancia,' )Ia que '(milbién en el ,primero e's
el ámbito de soluciones sociales de los conj1,'clos; y ala citlpabilidad, la
necesidad de pella resultante de consideraci.)nes preventivas;' ~1I. ' ••
¡'elcl'allte la posición de garante, siendo decisivo si el sujeto ha asumido
el rol que funcionalmente le corresponde como persbna, es decir, si ha teni-
Luego de criticar las concepciones caL1,al, final, social y la de la
evitabilidad de JAKOBS (el concepto de no evita",ón s6l.0 tendría se.¡;ido bajo
el presupuesto del previo deber de evitar que sLrge de/lipa I'e,.al.:, ROXIN- ••
••
do competencia o¡-gel;ti,ativa sobre determiná'cio' ámbiio. " .,
bajo la influencia det español ENRtQUE G'MBER"AT ORDEIG- entie,",e que 'lo
2. Se concibe a,la calpabilidad .como infidelidad a la nomla y:;lt
decisivo para el concepto de ncci6n es que dehe tmtai'se de lImlt~::')!1ducta-'
l'i/~Clllci,ci~n ql fin ,de la pena, e,ntendido' _co¡;tÓ prevención gen~raI
que importe la exteriorizaciOI1 de la persCJlálidad h,plmana, ~s 'decir,
po.iitiva, puesto que eI fin de la pena :¿ontradecir'la desoo~diencia de'];\
¡IOfma para confinnár su vigencia y.establli'zar' ~sí las expectativas ~o~rátles
de los ciudadanos- i;npoi-t~ lilla ~oltlci~J1I'~l.~~nJÚCt{)' q,l!~ n~ p'l~edesf!r
todo lo que puede ser atribuido a ww per:;ol1~ como cellirc(a'e actos
anímico-espirituales, que tenga su origen en d' yo_ ••
res"e/t~ de otro modo, De tal forma, el, inJ~sto que aptes erareprdFh~~le
cuando su autor había podido comportarse de una manera diferente, porque
representaba ~a alternativa posible-d~ ,~ccién ~el, s'pjet,?, ~h~ra ~nicamel~te
Este concepto de acción abarca .odas la, formas de cvmportamiento
delictivo: delitos dolosos, culposos y omisivos; tá.mbién j'[tS omisiones culposas
inconscientes -que se producell en estado de ,error ele prohibicirSn inevit,,:
ble- allnque no sean reprochables,
-.•••
lo scr~ en función ,de las,alternativas qu~-la soc¡~d.ad tenga para resolver,el
oonfliclo. Si,ella,no dispone de tal solución., hab~4 ~ulp~bili(iad;p~r ~i c~n­
Los dos aportes más significativos de ROXtN a la reoría del delito sor.

••
,.,.,-
los siguientes:
trnrio, si existe otra alternativano tiene sentido aplicar la pena: Adviérta~se a) Mientras en las doctrinas causal. Ilorrntttiva y final de la acción, tu
las cunsec.uencias respecto de los 'enfermos':ment~le!i', q~e no s~~ ~u~~bles
¡Jor un tratami~nto sigui~trico, q~e podrán ser d~c1arados culpables cua'n,do
ello resulle necesario para'estabilizar la'confianza,en la vigencia del dere-
cho. Compartimos las reservas de quienes consideranque ello importaría
relación entre ésta y el resultado era r,esuelta Ir.ediarit~ la categorfa cientí-
fico-natural de la causalidad, ROXIN se ¡r.clina por criterios de valoración
jurídica al retomar la antigua Teoría ¡le la impllTacióli obje{iva dei
neokantiano HONIG. En adelante lo decisivo para la impútación del rbullado

\ ulla mediatización de -alguHos individuos -para ,afianzar el, 'sisf({ma. en el tipo objetivo pasará a ser la creación, pr.r medio de la acción, de un

4.1.4.2.2. Funciollalismo moderado o valorarivo de RoxIN


'La versión moderada deHuncionalismo 'penál está 'representada 'por
ROXIN, quien -aunque continúa operan~o con'l~s Imismas categorías 'de l~
riesgo no per/IJitido d~luro del. fiT! d~. proteccióll de la ¡/Orilla.

•,.•
teoría del delito que el caüsalismd o el finalisrrio- postliJ'acontinuád;O'o la
obra inconclusa del neokantismo, pero reemplazaridó la difusa orientáción
hacia los valores culturales por un específico criterio jurídico-penal de'sis-
"Oh . Clt.,
. p.' 22.

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94 Cado,s Julio L~,?C¡1I10 (h)


Evolución histórica de las ideas penales 95
b) Introduce-como categoría la ,"resPC?llsttbil.iqad", eri)a euaJ s~ !.rata
de saber si el sujeto indiviq,lIal JPerece ,una pena por. ,el. injusto que ha;realiza- cipio sobre la base de su eficacia preventivo-general, algo que ]05 ~bo,..
do, El presupuesto más imporlante de la.resP\lIlsabilidadés la cl!lpabilidad licionistas clH~stionan.
t(el aUlOl; que se configura ·:uando éste se encuentra el~ condiciones l~onna-
les -e.sp:~ritual y anÍmicamentc. par? ser motiyado p,?r la ItOl7na. .
Pero a la vez, debe mediar ullá e,decuada y ,mutuavinsulación entre 5.1. El abolicionismo
culpabUidad')! prevellción en J¡i fun~ión de la pena como unidad,sistemá-
tica enlle del'echo penal y política Criminal. La culpabilidad ,es la condición El abolicionismo es el modo más radical de afrolllar la realidad riel
necesaria pero Ilo'stlficient.! de la rcspCJ~s.a~i!id2d pues no es su único pre- derecho penal, pues rechaza S,l! existencia y propone sustituirlo por olras
sup,uest'), ya qlle además l;j imposicióo, de l,a. pena debe estar iuslificada en formas no punilivas de resolución de los confliclos que llamamos delitos.
la medida ne Ia,;l~cesjdad prevenliv~l -gene~al y especial- de punición; pero Constituye la manifestación contemporánea esencial del fepómeno, en cie.rto
las necesie'ades pr~ventivas están ¡'Jl1itadas pOr la culp,bilidad, Esla recÍ- medida permanente, de la crítica al derec!lO penal. ,
pro~a comple~ne.nla~ión y Jimilaciór' entre culpabilidad y prevención repre- Es significati'.'o que su aparición 'se haya produéido en países e~ lo,
f>cntél l!'l e!1foql~e, garantista de la· misióll, del .dere~ho 'pe/~al: que la tendencia predominante ha sido la-resocializadora (Estados l)n;do, .
Holanda, Escandinavia), y sin duda como una reacción al .fracaso ~f', ~~~n
Sin embargo, en el plano le'órico, es decisiva la vincu,lación que snrge
5 , L 'as, cornen
' t e s ,críticas
' y "sus verti,entes crim",i,tlol,ó"g, ¡,e,as, y entre la propuesta aboliciOnista y la argumentación de la corrie"te
aboUcil'uistas. El garantismo peita! criminológica que hoy conocemos como criminolog{a radical. ,'E'':"''l
criminología, o cri111inolqgía crítica .10. _
I
Jesús MARtA SILVA SÁNCHEZ" entiende queson tres,las'cop~i9nes fun- Esta posición -abandonando el paradigma etiológico, esto es,la ex·
damelll¡Jes d~e se nosoJrec~~ en \~ actu~lid~~ pa~a qecidir desdeq~é plicación clásica de la criminalidad como un fenóme~o individual, CJebidO a
punlo dI' part¡daanali~ar el fenómer¡o jurídico-pen~1. ¡;:~ta~ son la Jlbolicio- razones antropológic~s O social,s, propia de una crimillología positivisre-
nista, la rcsocializadora y le. garantís1ica., .'" _ " (o centra su análisis en el sistemR penal, como generador de crimiralidnd ~P'"
,, L? primera se opone ~ toda forn}aqe,dere~,hQ pen,al" prete l1 diendo, radigma del control). Su fundamento teórico 1,0 obtiene de, goctrlllas ~ar­
como se verá, consl.ruir alt·::rnat~v~s al siste.ma punitivo. L~ s~g~nda.y I.a xislas así como del interaccionismo simbólico expr~sado f!n I,~s dor.tnn~s
tercerrt, '~n ca~bio, pre~~O(lr!n, de.sd~ p~~spect~\"a.s. e.vid!!ntem~nt~ ~i.versas, del.etique/amiento (/abelling approach), Según estaslíltimas, el delitoll?
. la cO']secucj<?n de, II.~, mejar derC,r;I~o p~/'ci(. tiene lugar corno tal en la realidad, sino que surge por ,medio, de lInij ntrih:",
,SO;] posturas reforJP;"j as"ql!e sin valor~r negalivaIuenle la e,volución ci6n de status criminal, que tiene Jugar eri.forma selcc~lva y dlscnrnmatona.
habida en el der~cho. ,pene! m,?qemo, C0!1~htuyen co.rnel.lfe,s <;rltlCas del. Agrega SILVA SÁNCHE,Z' que -pese a sus esfuerzos a favor de la
'!?istemn "Jenal, preteJ~rji~lldr:' intr<?du~i~ ~lé~e~~qs~d~.pr9gre~o qlle"n.o. Ob~7 humanización der sistema penal- las propuestas abolic!onis~as merece~ se-
tánte, se' mantengan dentrc ~el propio siste~a:: ' , .' rias objeciones. A este respecto, señala que, IIldependlenlemente de SI son
, De,staca el profesor ¡catalán ,que un aspesto común alas tenden- buenas o malas, resultan u'tópicas. .
cias resocializadora y garr,htística e~ la aceptación del sistema en prin- La utopía de las alternativas al sistema penal desarrollado por los au-
tores del abolicionismo "moderado" (HULSMAN o <?HRISTIE, frente a

" SCHÜNEMANN, op, cie., p, 64.


40 Aproximacióll al derecho pellal cOlltemporáneo, p. 17 Y ss ..
Cnrlos Julio Las~allo (h)
Evolución histórica de las ideas penales 97. '

r~1('.TIIIENS.EN, puya postUf.íi radical r.echaza,todo priricip~o de orga.l~izaciÓI)


como derecho penal,); persQllalmel,te entiendo, con Gimbernat; que 'hay

••
"e ilUce patenté tan pro'nto como se advierte su 'pretensi6n de sustituir 'el
dereó:lO penal pan: raLO' o 'que la pena es IIna amarga necesidad, que
sislema penal poruna solución privada de los conflictos (delitos) b~sada en una sociedad que prescindiese d~ ella tendría ~,IS días contados'. resulta lo
el principio del resarcimiento civil del daño, a la que se añadirían· ciertos más coherenle que el eje de nueSlra ccnsideración venga dado por pers-
pn:,ced'imientos de arbitraje. Como apunta KAISER, .es inevitable 60ncllÚr
que tales soluciones. en cuya ideación pudieron ten~rse presentes ciertas
cv·fnqnidades altcfDutivas "e~ los v·alIes de Nom~ga" son.inco.mpatibles con
pectivas que'tratall je que el sislemn pend realice sus funciones 'necesa.:.
ri3mente·de la forlll;:~ más humana posible'" 42, •••
el grndo. de complejidarl y desarrollo alcanzado en las sociedades . moder-
naS. A este respecto, no .debe estimarse meraniente casual el hecho de que 5.2. E/. garallliSlllo IJ""al ••
el abolicionismo haya sido elaborado ante todo en países como Holanda
(por I-luLSMAN) o Noniega (por.MATHIENSEN O CURISTIE), "países pequeños",
en lOS que el problema de la criminalidad es rel~tivamente reducido, el sis-
El garantiSIl10 penal exige conciliar la ¡l"venciór; general (protección
de la sociedad mediante la inti.nidación de lo~ delincuentes) CO.1 :us princi~
••
tema penal tradicional se'muestra conservador y la posibilidad de una reso-'
lución autónoma Y' descentralizada de los conflictos es relativamente alta.
pi os de proporcionalidad y humanidaJ, ponhi :ado, y'do (esocialización, por
el otro. Esta últirr.a :~J~e entenderse comO el t.ratami.ento ql,e· se ·ofrece al •••
Pero incluso en país'es como los citados la creencia en la factibilidad del
esquema abolitioi1ista de solución de los conflietos'peria!es'deb~ estimarse
. 'extremadamente ingenua)l. .' ..
condenado; quien es libre ge aceptarlo o no; además; mediante la If.dtlcció¡l
de las penas privativas de libertad a. mín~mo impresc:ndibie ya través de.
alternativas a la pena(por,ejemplo, imJemnizaciún CIvil). . ••
L~ tesis de a.,tores co,no LI.hGl FERRAIOLl sobre el derecho pella.


....••
, Además, en. vez de ejemplificar con casos del derecho penal nu-
dear (homicidios, 'robos, Violaciones) se lo hace con casos' de' bagatela, mínimo sostiene que la func,ón preventiva es ,!.)iúe: pre,e"ciót. de los deli..
¿ompletame~te alejados de la realidad del s¡sterÚa pénal, laqUe demUestra 'tos y ele las peloas pri vaaas '" desproporc\onac3S o Jrbi"df 3S; y se" iO que
las liniitaciones de la alternativa abolicionista para resolver'hechos oe cric legi<ima ai derech" pe .. al es l.minimizac:ólt de la violenci¡'en I~ :;ociedad.
minal¡(:iiiéI ~iolenta, patiiinonlal o sócloeconón1ica.· ....• Vil sistema pella[ está justificado LÍ'nicamente si :a 311mb de las viOL.:. .. - .,
cias -delitos, vc,¡gallzas y ].'unlciort'es (l}'bitrarias- ql)e· él puede PI éve- ....
Ello se coihgru;'baert el ejempl~ 'p'l'~púé;fo ¡io~ HULs~iAN. EnLÍriplso
nir. es superior· a la de las violencias constituidas J>or. los ,Jelitos no
corl~.~ve~ ~inc~ c;s;tu(Ii.~rites, ~no d~ lqs ·c~~alc;s· rO·~p'e el t~ie'~i·~o~: C~d·a u.no .
de los pt(OS cuatro rea~eióna de forma diferé~teaiúeel hecho:unopwpone
castigarle (estilo punitivo); otro, que lo pague (estilo eompen'satoi-io eeCl'~Ó­
prevenidos y ¡Jor las pellas por ellos conn,inadas.
Estamos viviendo tiempos en que se percibe en la sociedad )na cre-
?e
c~ente ~efl.sú.~ió~~ ('~ i1is~gllrit~a.d deriv~da (.(:1 incremento c,e ··,.~I ola
-- ••
...'


mico); él tercei-o opina que se ha vuelto ,loco y hay. que traiarlo (estilo tera-
vlOlenc13 deilct1va. La lransnllslón de este ftuÓmei10 a travéJ de los me-
péutico); el último, en fin, entiende,que deben hace~'entre.todcis un'e~arnen
dios masivos tle comunic[\G;3n y el recurso f,·las·encucstas de opinión,
de conciellc.ia para ari~lizar cómO se ha llegado a. esa situación (estilo ~Qn-
ciliador).
J, .
Aquel autor se inclina por esto último... .
. . . . . ...• .. .,
. ...
traen como· consecuencia 'lúe "las posibili~'ades de drat;wtizar la vio- .
. lencia y hacer política por medio de ella SOL buenas: los medies atribu- c.
.., c·~

,1.:'
ConclUye.SILyA SÁNCHEZ que la perspectiva abolicionista no puede ser yen ál ejercicio de la vioiencia un alto valor·c Jmo.noticia e infor,na sobre
decisiva en el dere~ho penal actual: "En tanto sub~ista lo que cQnocemos ella;sin embargo .... en forma altamente selectiva; la amenaza de violen-

:.
H Ob. cit., p. 18:
. " SILVA SANCHEZ, op. cil., pp. 20 Y 21.
[.- -}""'
I~.,· .~. ,
1;.,.....-- ....." ,

•• 98 Carlos Julio Lascano (h) Evolución histórica.de las ide~s penales 99

';
• --
...... cia -sea real o sólo supuesta- es un regulador mediantl"; el cunl puede ser etcétera), cometidos por organizaciones criminales o por agent~s del Es-
tado. En pos de lograr resultados en este terreno, se ha llegado a postular
r. fomentada la política criminal (típicamente restauradora); aquello que vale
com~ un bien jurídico que refluiere.protección penal (y CJue por tanto pue- la aplicación retroactiva de disposiciones represivas contenidas en nor-

•• de ser portador de amenaza peila!) se decide por medio de un acuerdo


nonnativb social, para el ~lIal, de ¡lUeVa, resultan constitutivas las sensa~
ciones de amenaza de la potlación" 43. ,
mas .internas o en convenios internacionales sobre derechos humanos
(como en el caso de los tiradores del muro en el ex Berlín Oriental) o se
cuestiona el principio de territorialidad qe la ley penal frente al reClamo de

•• La sociedad, pl'esta co"tra la ,po.red por la amenaza del delito, se


encuentra en un encrucijada que exigiría mayor efjcacia de la persecu-
juzgamiento por tribunales españoles de hechos ocurridos en Chile bajo e.!
gobierno de facto de Pinochet.
Frente a esla realidad debemos pregulltarnos: ¿dónde se sitlJan los
'

•• ción puni',:va que no puede seguir dándose el lujo de un derecho penal


entendido como protección de la libertad (la Carta Magna del'de/in-
Cllenle de que hablaba VaN LtsZT), pues lo necesita Como un instrumento
principios de un derecho penal de intervención 111ínima, basado' en el
respeto de las garantías constitucionales, con sus subprincipios do

••
:.
efiCaZ de lucha contra el delito, dando lugar a un derecho penal del fragmentarie<;lad y subsidiariedad del derecho penal?; ¿cuál es su rol en la
e1lemigo, c!; decir, el" pelincuente. actualidad ante la potenciación de .sus efectos .,imbólicos que propoccio-
Esta suerte de guerra sqnta -Ilegarh a justificar políticas criminales . nan a la opinión pública la ilusión' de que la ley penal puede resolver o
red~cir el problema de la criminalidad?
de seguridad dudadiuia. :.veJ's~6n :posmoderna de las. antiguas campañas

•• de lPo)' )' prdelJ:,.que así se transforma adualmente en el nuevo bien jurídi-


co, que alimenta la creCiente: ndustria de la seguridad,
De tal forma se postulan cursos de acción que reflejen e.I modelo de la
Podemos contestar con José L CAFFERATA NORES 44 : Si bien no SOl;
.temas fáciles, no ~odell1os claudicar frente a semejantes proplle~ta'5 ele
derecho de excepción que yulneran garantías constitucionales, porque si

•• foleritllci.~ celV. del alcalde neoyorquino Giuliani -caraCterizado como un~


línea de "Iallo'dura- con algllnas propl'estas COmo las siguientes'; dotar de
justificamos estas excepdones, las excepciones se van a ordinarizar}' ;"$!
como se empezó aceptándolas sin límite alguno para el narcotráfico, y a"0-
fa quieren imponerse también para el t.errorismo, después se, van n q:..I~r¡:.r

••
,~ mayorpoc'er a los organismo.; policiales -no sólo en cuanto id inqemento
de ~"ecllrsos ~e,~~n~rn,ico~ que les pel'mitan "contar con mayores y Illej0res °
extender pum la delincuencia administrativa, tributaria para cmllqu1er ~o._
lito organizado, Y luego, p,ara todos. Creo quc esto también tenemos (i~,e
'I~· eIe-mentos, tCCnlCOS y humano:,;- a la par que reducir los límites¡mPllestos a

•• su acóonar preventivo y repr',sivo; disminuir la edad para'la adquisici de 'advertirlo porque lIi la illusitada gravedad de UII de/ilo puede jus,ifi~n>'
la ilegalidad para investigarlo y castigarlo,

••
laimpura':>Hidádpenal; eleva: laseveridad de las escalas penales;rec~ rir a
testigos de IdenlIdad reservu·Ja, arrepen~ldos, agentes encubiertos e iI ror- . Corresponde también reflexionar si es convel1ienle una dogn~ática p~nal '
mantes esti'!1Uladbs por recOlrpensas económicas; admitir ia validez de prue- que -en lugar de un sistema ele garantías mediante derel'fn'inados contenidos
del der~cho penal definidos por la ley- pase a co~stit\lit 'una ciencia que

•• bas ob(enidasen v.iolación de! garantías constitucionales, 'etcétera. De aquí


a la justificaCión del gatillo Fcil existe poca distancia, ,',
, En ~l plano internacionaI.iambién se presenf,\li~,~e,sr.e~ie de cruza-
'' intente proteger las condiciones de funcionalidad de un~ sociedadpluralista
y de riesgos, en desmedro del principio de legalidad, .

'.••
l. dt;lJen la lucha contra el narcetráfico, el comercio ilegal de niñ'os, mujeres,
órganos humano$ y armas, cc,mo asimismo el terrorismo'y los ~elitos de
lesa huma:lidad (genoódio, tortu~as, ~esaparición forzada de pers¿nas,

l·.',
H HASSEMER, Winfried, Crítica al derecho penal de hoy, trad, de Patricia Ziffer,

Universidad Externado de Colombia, 1998, p. 46. .


'" Cuestiones actuales sobre el proceso pellal, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1997.
p, 142,
.} Ob, cit., .P, 26,
••••
••

•••
LECCION 4
••
Derecho penal y Constitución
••
Luis M Bonetto
••
••
1. EL DERECHO PENAL CONSTITUCIONAL. 1.1. Los prih~
cipios generales de la Constitución. 1.2. Los dcre~
ehos fundamentales del hombre. 1.3. Los preceptos
constitucionales que expresamente reg"ulan conte- •• •
nidos del sistema penal. Tratados con jerarquía cons-
tiHleionn!. .
2. PRINCIPIOS DE DERECHO I'ENAL. 2.1. Principio de le-
-.••••
galidad. 2.2. Principio de reserva. 2.3. Principio de
mínima suficiencia. 2.4. Principio de rroporciol\di-
. dad. 2.5. Principio de lesividad. 2.6. Principió.de cul- ••
•••
pabilidnd. 2.7. Principio de judicialidad. 2.8. Princi-
pio del lJ~fJ bis in idem. 2.9. Principios de humani-
dad y persorialidad de las penas. 2.10.- Principio, de
resocialización. 2.11. Principio de prohibición de pri-
sión por deudas.
••
3. EL PROCESO LEGISLATIVO PENAL ARGENTINO. 3.1. El
Proyeclo Tejedor. 3.2. El Proyeclo de 1881. 3.3. 'EI
Código de 1886. 3.4. El ProyeclOde 1891. 3.5. El Pro-
yeclo de 1906.3.6. El Proyeclo de 1917.3.7 .EI Códi-
go Penal de 1921. 3.8. Reformas y proyeclOs de re-
'.••
••
formas ilr Código Penal. 4. La actual dispersión le-
gislativa penal.



i"
·rc·'

.1.>
•.;:
~I.'

."" .'~i'

¡.•
l.'·
••.... '.:

.•.·
' :::
L El derecho penal constitucional

• ,
En los ordenamientos jurídicos de los modernos estados de derecho, la
Constitución, ~n cuanto ley suprema, se erige en el marco normativo de

.
referencia insoslayable, regulador y limitador del sistema de control social
.·3 llamado sistema penal. Es la Ley Fundamental la que marca allegislarlN et
;;,:" sistema axiológico en el que deberá inspirarse al dictar la ley penal.
('; delimitándole, además, su ámbito de actuación .
En nuestro país, a partir de la Constitución de 1994, la doctri,," y l.? .

• <~
.,,,,:.,
jurispruqcncia comienzan a construir un modelo constituciollal PC!If'.'
que integra la dimensión antropológica, social, cultural y jurídica déI femí-

•• meno penal. Desde esta perspectiva multidimensional, el n10delo c~mpren­

•.•
de: 1) Los principios generales de la Consrit",ción, que indican direcl.ri-
ces de polftica criminal, las cuales inciden en el sistema penal y lo legitiman
• 1,> antropológica, cultural y. socialmente. 2) Los derechos fllndamenrales del
hOlnbre, consagrados 'en la Constitución de 1853 y enriquecidos con el
".
paradigma constitucional de 1994. 3) Los preceptos constitucionales que

.~

·.-L•
.'' '.
I Siguiendo a Marlínez paz entendemos como «modelo» a todo t<esquema interpretativo
y explicativo, que actúa como .mediador entre la realidad y el ·pensamiento. Es también

.••
aproximativo, provisional y sClmetido a revisión./'> (Confr. MARTINEZ PAZ, Fernando, El

,

• 0:
,....
~.
mundo jurídico muldimellsiollal,.Advocatus, Córdoba, 1998, p. 14). Igualmente, entiende
el autor que la Constitución Nacional constituye un paradigma de la función del de.recho
como proyectos de convivencia capaces de organizar y planificar el futuro, orienfDnr:lo el
obrar humano hacia el·respeto de la ley (Confr. MARTINEZ PAZ, Fernando, La eflse/lallta
del derecho, Modelosjurídico didácticos, García, Córdoba, 1996, p..20).' ..

•• v:>
"'
.-.1 .... Luis M. lloliCúo i)erecho pellal y ConstiluciólL t05

expresamcllle re,gulcm contenidos del sistema p~llal, integrado po"r el


dereci¡o penal, procesal penal y penitenciario.
La aludida pretensión de elaborar un diseño constitucional de dere-
cho penal no debe entenderse, sin embargo, como un proyecto desde
afuera de la Constitución, sino más bien como una suerte de siSlematiza~
tico (arts. 36, 38 Y 75 ines. 19 y 24), el principio de soberanía popular, 1a
iniciativa'y consulta popular.
A sú- vez, 'estos principios, gel~erales no. se encuentran ún, cament~;
como sucedía en el pasado, en 'la Primera P;¡.rtt! de la Constituciól} Hacional'
sino que·se extraen, además, de la Segunda h.rie (o Parle Orgánica) de la
•;
dón de las normas superiores vigentes con' r~lación al derecho penal,

:
Constitución: tal el cas(J' por ejeillplo, del arl, 75, que en s,., inc. 22 otorga
procesal penal y penitenciario, es decir, una elaboración in/racons- jerarquía'constitucional ~ un grupo de lratado) en los q~le se C0I10(,115anlos
derechos fundamentales del ser hurn:\llo;.del ir.c. 23 que consagr¡o la igllaj~

••
rilllciollal de lo pennl: Sistematización que deberá tener el) cuenta, por
cierto, los contenidos de los tratados internacionales de derechos huma- dad real de ()POl~/Wlidades y trato, el ,Ae/'.o goce y e-jen.:ic."l) de tu..)"
nos enumerados en el art. 75 ine. 22 CN., en tanto dicha nOrma les ha derecllos re.col1ocidos, ,una particulúr prOtección respecto ae l~s ]lillus.
las mujeres, ·-los~lllu.:imlOs y las persollas ce,1 4,iscapacidad, ck! ¡ne. 19

••••
.asignado la misma jerarquía que la Carta Magna.
E, en este marco, que puede hablarse de un derecho constitucioiwl que ratific¡1 el fin de promoción de tus valores democrátzcos, etcétera ..
.llenal, como el conjunto de valores y principi·os generales que surgen de la
Constitución Nacional, y de los concretos preceptos de ella vinculados al
sistema penal. 1.2. Los' (l,erechos fUI1(lamentales del IlOmbr,!

••
: '.
El concepto estudiado abarca distintos aspectos.
- Respeto a la di"llidad Illlmalla (arl. 33 C.N.; art. 11. i. Conveil-

••
ci6n Americana t;obr'c Derechos Humanos; art. 10.1. Pacto Internacional
l.]. Los principios generales de la Constitución de Derechos Civiles y Políticos; art. l' Declar~ción Universal de Dereclios
Humanos; art 37.c. Convención sobre los Derechos del Niño).
«En primer lugar, los principios generales que la Constitución consa-· - Rúpeto a la illtegridad física, psíquica y moral (art. ·5.1. Con-
••
gra y que tienen relevancia para el sistema penal» 2.

Del Pre:ímbulo de la Constitución argentina, se extraen como fineSde


la COnstiluci6n: ~(afianzar lajusticia»~ «p~omoverel bienestar general», «ase-
gurar los beneticios de la libertad». . .
vención Americana sobre Derechos Humanos).
Se encuen!ran también 'reconocidos en' l~ C'onstitución A-rgeritilul el
derecho al hono( y la intimidad, la libertad personal, la igualdad (art. 16),
la propiei:lad pbvada (art. 17), lo·s derechos de libre ex~resión y libertad
de prensa, de re~lnióri, a~oci'ación. de comerciar, de,profesar librem~nt¿'el
••••
••
)...a Primera Parte (Parte Dogmática) de la Constitución Nacional, en
su Capítulo .Primero titulado Declaraciones, Derechos y Garantías, con- culto, de enseñar y aprender, ·cfe libirlad grerrtial y dehúelga, etcétera.

/.;:
sagra entre otros: adopción ¡le la forma representativa republicana fede- Los nueVos arts. 41 y 42 contemplan el derecho al ambiente sano, los
ral de gobIerno (arts. l' Y 5'); principio de igualdad ante la ley (art. 16). derechos de los consumidores y usuarios de bieres y servicios; el art. 43
Mienlras, del Capítulo Segundo de esta Primera Parte, titulado Nue-
vos Derechos y Garantfas (arts. 36 a 43), se extraen: consagración nor-
mativa del sislema democrático, al que denominamos principio democrá-
recepla también el derecho·a la i'rifbrrrtac·ión· (habeas data) y el habeas·
corpus. específico para el caso de agravamiento 'ilegítimo en la forma o
condiciones de delenoión.
.'' .
Sin embargo;no deben identificarse los derechos fundamentales con-

general,
! UEROUGO GOMEZ DE LA TORRE Y otros, Lecciones de derecho pellal, Pane
Praxis, Barcelona, 1996, p. 34 Yss. . .
s·agrados en la Constitución y en los pactos internacionales sobre derechos
hllll1anos,inc0rpol·ados con jerarquía constitucional (art. 75 ine. :!2 CN.), .
con el bienjuríclico propio del derecho penal. P.quéllos serían sólo un marco
de referelIcia indiscutible, pero dentro ele éste su prolección· no siempre·
..
,~

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.
106 Luis M. Boneuo

requiere del derecho penal, ~'a que habrá ql!e analizClr la eficacia de otros
recursos r1CnO$ gravosos para los derechos ¡"ndividuales, como los sistemas
Derecho. pennl y Constitución

*Dereclto de c{Jntrol, por. 1m tribunal de alzada,' de las 'sell/ellcias


lO,?

condenatorias (arl.8.2, Ülee h' Convención Americana sobre Derecho/,.


"~e sancionat-Jrios civil, mercantil, administrativo,. etcétera. Sólo una vez com-

•'.
Humanos; art. 14.5 Pacto InternaciOlwl ele Derechos Civiles yPÓlíticos):.
»probada I a necesidad de ;ec~rrir al derecho penal, se puede acometer el
"Derecho del detenido a ser.juzgado en un plazo 'raZOliable :(art:

.'.'•
proceso criminalizador de conductas ilícitas,
I 9.3, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos)!·'> .: >.., ....... ,,~:
*Respeto del pl'incipio del jl/ez natl/ral (art. 18 C.N,; arL8.I.Con-
vención Americana sobre Derechos Humanos; art. 26DeclaniCi6nAll'or>:-'
13. Lo~ preceptos constitucionales 'que expresamente regulan cana de Ips Derechos y Deberes del Hombre).
eOlltellidos "del sistema. pellul
..
~ , *ConsagrociÓll del principio de inocencia, mientras 110 <se:}¡a.ylz

•• a)Eneste
.

. pun'o, podemos
,
1
situar a las llamadas gara/ltías penales:
dictado coildel1a (art. 8.>;<'. Convención' Americana sobie Derechos Hu-'"
manos; aá. 14.2. Pacto Internacional de Derechos Civiles y PolítiCos; ar',
26 Declaración Americana de los Derechos y Deber~s deÍ Hombre;' 'art:

•• 'Exige/lcia de ley previa (art. 18 eN:; 3rt. 9° Convención AJl1erica-


na sobre Derechos HU'llano~; art. 11 ,2. Declaración Universal de Dere-
chos Humnnos;art. 15.l.Pac:o Internacional de Derechos Civiles y Po1íti~
11.1 .·Declaración Üniver¡;al de. Derechos Humanos; rirt. Ab,2:inc'::' :Con-.
ven~íón sobre los Derechos del Niño). .!

*Derecho aU/~ proceso regular (art. 18 eN.; ·art.26.Declú"·ci""·


. '. ,::"

•• co's; art. 40.2, Convención scbre los Derechos del Niño),


> "[rretroactividad de la 1~y.pellal.ll1ás severa' (art. 18 C,N., ~rt. 9°
Convenc;';,n Americana sobr~ Derechos Hunuinos; art. 15.1. Pacto Inter-
Arilericana'de los Derechos>y Deberes dC! Hombre» ' . '.'
*bir¿cho: de defensa (art.' 18 eN.; art.> 8.2. ines: a,.·b;' ,:; >d: e, t'.


'.
Co'nvención Americana s~bre Derechos Humanos; art. 14.3. ipcs. ". b. d.
nacional o.e Derechps Civiles y P~líti~os; arto 11.2. Declaración Unive;sal e, f. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos),' "
de Derechos Humanos). . > .
*Eúablecimiim'to de la libertat! como regla, durante ia r'r.n.n1itr-

•• *Retl'Oactividad y ultralctividad de la ley penal más be¡¡iglla (¡¡rt.


9° Convención Americana s~,bre'Derechos Hu;"anos; a;l. 15.1. Pacto' In-
ciÓn del proces,o penal (art. 9.3. Pado Internacional dó'DeréGh>?sCi">:Í6;
y Políticos).

••
ternacion¡¡J de Derechos Civi:es y Políticos). 'Prohibición de detención arbitraria (art. 18 ·eN.; 3rt. 73> Con-
'\ *¡j,,:ecllO a la /utela jl,dici~l efectiva' (art. 25 Convención Ameri- ve'nci6n 'Americana sobre Derechos Huriianos; art. 9.LP~cto I~ter~itcio-
cana sobre Derechos HlIm"~t" ; art. 18 Declaración Ameri~~na de I¿s .. : ,'. " . : . '.,',. , • . 1 · ,.' ",',' ",.;
nal de Derechos Civiles y Políticos; art 25 DeclaraCión Americana:de los


••
. De~echos y Oeberes del H9f!;b~; ~rt: 8° Declar~ción Universal 'de Der>~~
. chos Humanos; arts, 12.2, y 3,> .. Convención sobrelos Derechos del Niño) •.
. . *Pro.'riqición de ¡njere.7ca en l'l Vida privada (3rts, 18 y 19 eN.;
Derechos'y Deberes ejel Hombre; art. 9° DeclaraCión U~ive'r~á¡'depe~~:
chos Hu·manos). '. > .....
. • Derecho del i~culpado a no ser obligado adecldrdr'c'~ilfr~sC
arto 11.>2. Con ven~ión AI"lerienn¡l so¡jreÓ.~·cchos Humanos; ~rt. 17 .1. PaciD llIismo (art. 18.eN.;·art. 8.2.inc. g, Conv~nción American?,§ob¡'e[)~r~~,

••••
y
Internacional dé Derechos. Civi\~; P~líticos;·arts:¡5·, 9°, l() Dec1ar~ción chos Humanos; aft.143. inc. g, PactoInternacional de Derr,>sh~, Civijes,;y_
Americana de los Derechos y Deberes del Horr:bre; ort. 12 Declarac.ión Políticos), . .
Universal de.Derechos Buflltmos). > . , . , . ,> >. .' ..
, . "Elerecho a ser 'inden;nizado para el c,!so de detenciÓn ilegai'(ári.·
*Pro/¡ibició~ de prisiól' por deudas (art. 7.7, ConvenciÓr. America-·. 10 .Convención Americana spbre Derechos Humanos).. . ..

•• na sobre Derechos Humano, I art. .11 Pacto Jnferp~cional de Derecho~·Ci-.


viles y Po.ffticos;. art. 25 Decl1ració~ Americana de los Derechos y Debe-
, . *Der~clio del procesado a estar s~parado de los cond~/~ado~ (art.
5.4. Conven~ión Americana $obreDerechos .Humanos; art. IO.2'>.'inc~,a,; I


: ,es del Ho">':>re ~
Pacto InternacIOnal de Derechos Crv¡]es y Pobtlcos). > ....
>. , ' " ~
Luis M. Bonefto Derecho penal y Constitución

, ,*l)erecho de Jos menores a ser juzgados por tribunales' especiaU- tm la Nación


, (art. 119 C.N.), iortura(art. 4' Convención contra la Tortura
,

,zlldos ya estár,detellidos separadamente de los adultos (art. 5,5. C9n- y otros TI'atos o Penas CáICleS, Inhumanos o Degradantes; art. 75, inc. 22 "
vención,Americana sobre Derechos Humanos; ano 1'0.2. inc. b Pacto In- C.N.), y genocidio ,(art. l' Convención para la Prevención y la Sanción del i

, I
ternacional de ,Derechos Civiles y Políticos; a,rt. 37.c Convención sob.re los Delito de Genociúio; arL 75, inc. 22 C.N.).
Derechos del Niño).,
, ':,' ,*Non bis ill idem, (art., 8.4. Convención Americana snbre Derechns
:
•,•
Hum,allos;art..,\4.7:Pacto Internacional de Derechos Civiles iPolíticns). ' Tratados eOIl jerarq:¡J'{1 constiiuc:ioi/Q¡
*Neeesariedad de la pena (3rt. 37, b. Convención sobre los Dere-
chos"del Ni.ño)." ',' La léy 24.309 de necesitlad de reforma ¿le la ConstituciÓh l\'aciomll.
'"I,! ~l?,~s.Lricciolle.s,a la imposición,de la pella de ¡!",erte (art. 18 C.N.;

art..4~.incs: 2, 3, S, 6, Convención' Americana sobre Derechos Humanos'


3;<6" in(:'~; ,2, 1:, S,pactn Internacional de Derechos Civiles y Políticos). '
;'flu,lIollid(lIl de las penas (art. 18 C.N.; art. 5.2, Convención Arne-
ricaua sobre Derechos Humanos; arts, 7° y 10.1. Pacto Intern~cional de
establecía entre las temas de w,tamiento p(,sible (o habilitado.,) en la
Convención COI,stituyente, el de los insti(K(,s 1e integración y tratados
internr..cionales.. .
A partir de la lauor realizada en la Corrii"ión respecliva, se 1)gró, sir.
••
dudas. una de las más importantes moJificaci.)nes a,l texto consti :tJcional,
••
•••
o

Derechos Civiles Yo Políticos; arts. 25 y 26 Declaración Americana delos cuya real trascendencia sólo podd ser attaJiza:la ~on el paso del :,,:mpo. '
D";'echos' y Déberes del Hombre; art. 5° Declaración Universal de Dere-, Remitimos ai [CXlO del art 75 'C.N. reforrnada en 1994', que é{. su jee.
, chos Huma~os; art. 37.c. Convención sobre los Dere,hos del Niño). 22' enumera los dOCUll1cntas intcrhacionalc5 iLcorporados expres;:'lllcnte y.
*Per~ollalidad'de las pellas (art. 5.3. Convención Americ3~a sobr~
Der~chos Úumanos) , , "
" "Readaptaci6ils~cial, como Jin de la ejec"~16n de lap;~a(art.
' ' ,
regula los procedimientos relacionados CO,l la aprobación, el recl,~zu y la
denuncia de tratf.l(:C?s coa las demás nacioilcS, O¡:gúi,lzaciotlCS inCcm3ciona-
les y la Santa Sede. ••
5.6. COiivenclÓ~ Americana sobre Derechos' Humanos; art. IO~3. Pacto
I~ter~ac¡~;;ai de'Derechos Civifes y Políticos). '
Dicha disposición de la Carta Magna há suscitado discusiones
do~trinarias y distintos enfoques juri"i)fud~r(ciales en {aMO de la interp~e~a­
ción del subSIstente art: 31 C.N., en cuantH;al orden de prelaCIón que aeoe
••
, b)Un,segundo aspecto'se haIÍa,c6nfigunido por no~masdecarácter
excepcÚi;ú¡¡ oplohibitivo, referidas al funcionamiento de instituciOnes
establecerse en lo relativo a la trilogía,Consiitución-leyes nacionaks- trat.a-.
dos internacionaies, a CL)'O fi"l1a distingllitlo dos grandes grupos de trata- ••
con graYÚ~Ción··en. elsistema pe~al. . , . ' . ': '
", Se)"l'édéfi citar: prohibici6n de iniciativa popularsob~e proyectós'd~
ley en materia pemll(art. 39, último párrafo, C.N.); se prohíbe al president~
dos intemacioua:cs: . " ' .
a) En primer lllgar ("rt.75, ine. 22, primer'párrafo), se ha wferido'a
los (ratados y concor¡;"tns en general, a los'que otorga jeiarquía supialegal; ••
de lá Nación dictar hOrf113S que regulen materia p'enal, a través del dictado
de'decretds por razqnes de necesidad y urgencia (art. 99, inc. 3'C:N.);
ca¡'sagra4ióndeinin~nidades padamentarias (yen relación al defen'sot del
esto es, un ra,l[;O superior a las leyes, pero iilf(~rior a la Constituci·5n.
b) El segundo bloque está formado por les tratados sobre «,krechos' ••
,.
humanos», específic.ll11ente enumerados en el párrafo segundo de la novel
Pueblo), establecidas en resguardo de la función (arts. 68, 69 Y 86 C.N.). norma constituci0t:tal, "que les asigna jerarquía constitucional. j)e estos
••
tratados, qUé pose,,: caracterísr.icas que los cJ::'erencian del resto, ha dicho

~) Pinulmente, también se infieren del texto supremo, los llamadds '
delitos constitucionales, tales como la compra, y venta d~ personás (art.
15 C.N.), sedición (art. 22 C.N.), concesión de poderes tiránicos (art. 29
C.N.), atentados contra el sistema democrático (aft: 36 C.N.), traición con~
la Corte bteramericana ele Derechos Humanos, en su Opinión CClÍlsultiva
2/82: (<los [ratados modernos sobre derechos humanos en gene,:al, y e!"
particular la Convención Amcrica'na, no son 'tl-atados muitilat~rale$.del tipo
tradicional, concl.uidos en función de un iriterca.mbio recíproco de derechos,
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110 . Luis M.,. Bonetlo Derecho penal y Constitución .


• l. 111

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para el beneficio mutuo-de los estados contratantes. Sil objeto y su"Jin son Por otro lado, las normas contenidas en los tratados de derechos:hll-
la protecGión de los ·derechcs fundamentalés de los seres humanos;' ind~-. manos, gozan de la presunción de operatividad, .es decir, ,~us f!~~~as s'e
pendiel1'.<,mentc de su nacionalidad, tanto frente a su propio Estado, como considerarán operativas, salv,o que de una inlerpretacióngrama~ical estric-
. frelite a los otros estados contratantes'.' . . ta surja, sin lugar a dudas, 'su carácter programático. '

.•-• .
De'.al manera, el concepto de derechos humanos se equipara de al ··A este carácter de operatividad, qlle surge de la doctrina y.judspnh
,: derec/¡o·'fLllld(lIl1 elllales o e.«lIciales del hombre; vinculados a su dignidad dencia internacional, se lo ha visto consagrado en la Convención America ..
de ser 11I.:lI1aI10. cuyo respeto es, por ello, exigibl~ erga Ol1l1les; Son universa-
'.'. .
"
les, a di''ei'encia de los derec.hos patI'imoniales que son eXc/Hendi alti·i.
Jla sobre Derechos Humanos, a partir de la interpretación complementaria
de los ürts. 1°, primer párrafo y 2° del tratado referido '. :
Es ['or ello q~le <da prctección de los derecJlOs humanos o derechos Finalmente, mereFe destacarse qlle la Constitución reformada de J 99.4,
esenciaIt~:) ... va. ullioa necesariamente. a la rcsh:icción del tjercicio del pod,er 'ha establecido un mecanismo limitador, que exige una mayoría agray~da

•• estatal. Lu comunidad internacionaL obliga objetivamente a los estados ~'no


vulnerar ni obstaculizar su pJello goce y ejercicio. así Como a garantjza~ la
(las dos terceras partes de la totalidad de los miembros ·de cada Cáma-
ra) para que el Poder Ejecutivo pueda denunciar un tratado c;onjerarquh

•..
. vigencia sociológica de aquélbs en su tenitorio, por el bien común; so pe'Jia de constitucional (ar1.75, inc. 22, 2° pálTafo, última parte) ..
•••• r:~parar y ¡"espondei' frente a la ~omtlnidad internacional» 4:
'. Distintos .aspectos mcrecfn ser analizados; en relación á la reforma'
.
introducida: ,: '. " ' , '
' ,,, _ . En primer lugar,'sólo 'los tratados enumerados en el segundo'párrafo
2.· Principios de derecho penal

,e.u • del ine. 22, tienen jerarquía co,istiflicional, por'Jo cual,"gozan dc"su·pre-
maGÍa sót're el resto de los (:·¡¡tados celebrados por el· País (aUli tmtadds de'
In legrar¡., tal como enumeráramos, el modelo constitucional penal,
un conjunto de princi¡:'¡os, que se constituyen en límites de la potestad puni-

··•
derechos lllmanos) y sobre 1iley interna.' .
tiva, es'encialesa todo Estado de derecho, y que se traducen en condiciones
A pa.rtir de esta equiparación, surge la posibilidad de conflicto 'entre necesadas tanto para la atribución de responsabilidad· penal como p'''" .Ia
los pactos citados y nOrmas de derecho interno que contraríen sus disposi- imposición de la pena '. ,
'.' ciones, si.tuación que ha llev ldo a pi1rte de la doctrina a pronunciarse. por la'

.(•
'derogación, virtual del ,derecho interno aue incurre en· tal contradicción .. ,
.. ~' .. .Un· ~jemplo deJo dicho .10 encoqt;amos en.el fallo de la Sal.a,U d.e la 2.1. Principio de legalid~d
Cálrara Criminal y Correccic.nafFederal, que \1 izo lugar al pediqo de;~sis' .
tencia letnda para la defensa de un menor, por'aplicación de 10 normado en 2.1.1 El principi~ ¿Je.legalidad de la represión, como conquista trascen-

•.Ü
la Conve"ción 's9!]re l()~ Den~·,ho.s del Ni~o que, en este puñio,.controviert~ dental de la filosofía de l~ Ilustración, se vincula a'la función de garantía
lo dispuesto por# ley de ):>al'0\1ato 10.903 ' . ' . . . . . . ..

·'. .
individual que tiene la ley penal frente al poder del Estado, ESleprincipio ~e
: Olro aspicto a dc~tacar serefieq' a h .apli~ación del principio p';ó lixpresa, en su aspecto fOffi13l, con ~I aforismo nullwn crimen, nl~lla poenn
homill,is, l:'<?r'~,~ cua\ tratál}~o:;e d:e d~rec,hos ~lIman<?s,.debe aplica~.s,~,en el sine lege (formlilacíón originada en FEUERBACH), que consagra a la ley pe-
caso conc':eto. la flOJ!,BJ más' favorable aJ ser hlJina'no." ' . ,,'
.:: ': ,,' i nal previa como única fu~nte del derecho pen~l. En su aspecto mate.rhl,

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, \1 ~ Tran$cr~'p~~ ~erarqll(a, C0I1S1i;U~iOIl~~,/ (~~ Ir~ta.d?s ¡n~e~n.~~it?!l(l(e.s:'~ll~~: Car,¡,?~
en Iq;,
VEGA)' Marrsa Adnana GRf\HA~I, cllreclares, A's!rea, Buenos Aires, 1996, pp,,32 Y33.
Iqdem,r¡,301, :,' " ,"" ~ " , .:" ,',
',CaIJsa JO.883. eI,el 4/5/95, autos «.Jei'ez,:Nalalia», '
:, ' I
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, " . ': .. ; ,,: ,'"
6 VEGA, Juan Carlos y GRAHAM, Marisa Adrian~, ab. cit.,' p. 44.

? Confr. FERRAJOLI, Luigi, Derecho y razón, Teorfa del garallt~~mo penal, Trattn,
Madrid, 1997, p. 91 Y ss.
112 Luis M. SoneHo
Derecho penal y ConstiLución , [13

sigilifica que el contenido de dicha ley debe sujetarse a los límites constitu-
cionales lit Supra· descriptos. " " 2.1.3. Asimismo, la lloLmajurídica (ley) rc¡¡uladora del hecho deliciivo y
su sanción, debe cumplimentar los requisitos de ser ley previa, escrita 'Y estricta.
Los antecedentes anteriores a la Ilustración más importantes -la Magna
Charla Libertatlml inglesa de Juan Sin Tierra, de 1215" y la Constilutio 2.1.3.1. La exigencia de ley previa consigra elpri'nci~io de la
Criri.i,/{/lis Carolilla germánica, de 1532- no poseen el septido moderno irretroactividad de la ley penal miÍs severa, ya que es preciso que cJ.sujetQ
del principio de legalidad. . pueda conocer en el momenlo en que act~a 'si H. a incurriremm dé lito y,en
, ,La.regla mencionada adquirió la categoría de garantía limitadora de la su caso, cuál será la pena. Contrariamente, en heneficio ~el impu:ado rige
ley.r enal , en el derecho constitucional norteamericano (1776) y en la De- el principio de retrorict,ividad y ultraa;,tividad de la ky p1na. más .Jefilgna
claración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la RevoluciÓn (art. 9°, Con,,~nción Americ[!na sohre Derech6s H,,¡manos; !<lrt. 15.1, Pac-
Francesa (1789). to Internacional de Derechos Fviles y Políticas; are. 2° c.P.).
.'Entre nosotros, se halla consagtado como garantía penal por la Con s- 2.1.3.2. Conla ex:gencia &0 ley escrila, q.leda excluida la costumbre
t;lución Nacional, la que en su art 18 reza: Ningún habitante de'la Na- como posible fuente de delitos y penas. Es pr,dso que se Iratelde una ley
ci~J1 puede ser penado sin juicio previo fundado en ley allteriOl~ al emana&a del Poder Legislativo, en su copdiciiJn de representante del'pue-
hecho del procesó... blo, sea nacional, provincial o ffiullicipar
. Se explicita, además, en los siguientes trat'ados internacion'ales COn 2.1.3.3: En tercer lugar, el requisito de ky estricta, impone ;n cier.o
jerarquía constítucional (art. 75, inc. 22 CN.): Declaración Universal de grado de precisión (te ia ley penal y exchlye la analog,ía en pel.j .licio del
Derechos Humanos (mt. 11,2); Pacto Internacional de DerechosCiviles y imputarlo (a:lalogía iI, malan. partell1). La pre.;isión,seexi¡;,e tru\(q respec,-
Políticos (art. 15, 1); Convención Americana sobre Derechos Humanos to de la delimitación de la tipicidad como respecto de la determinación de la
(art. ,9·) y en la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 40','2). pena (rnanda/o. de determJnaciól1 ~').

2.1.2. Del principio de legalidad surgen los siguientes ~spectos a COn-


siderar: una garantía criminal, una garantía penal, unagarantíajl,lrisdiccio- 2.2. Principio de reserva
na} o judicial y una garantía de ejecución. ' ,
2.1.2.1. La garantía criminal exige que el delito (= crimen) se halle Conforme a nuestro sistema constitucjonal, «Nifi.gún haoiturue de h,
determinado por la ley (nl/l/l/Ill crilllen sine lege)., ' , Nación será obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de lo que
, 2.1.2.:<. La garantía penal requIere que la ley ¿eña'le la pena que co- ella no prohíbe" (art. 19,2° párrafo, C.N.)
rrespollda a! hecho (nl/l/a poena sine,lege).
Este principio, derivado del principiode legalidad, implica la idea polí-
" 2, 1.~.3., La garantía jurisdiccional ojudicial exige que la e~istencia del tica de « ... reservarles., a los individiws, como zona exenta:lle castigo,'
qel:to y la imposiciéin de la pena se,determinen por medio de una sentencia
la de aquellos hechos q"e porjn/llorales o perjudicialeS. ql/e .,ean, no
judicial y según un procedimiento legalmente establecido. . .
están configurados y castigados por una ley previa a su acaecer» 10,'
2.1,2.4. La garantía de ejecución requiere que ta,mbién el cumplimien-
Tratándose de una garantía individual, debe estar cl,ramente trazada.
to de In pena se sujete a una ley que lo regule, ' , ' , ,
Esto se logra, fundamentalmente, mediante la enumeración taxativa por laley
«Estas distintas garantías también deben exigirse respecto d'e l;impo-'
'sición de medidas de seguridad» '. , .. -"'~

9 Ut!m, p. 78. : .
:: MIR PUla, Santiago, Derecho penal. POrle general, PPU, Darcelona 1996, pp. 76 y 77: 10 NUÑEZ. Ricardo C., 1i"atado de derecho penal, Bibl:.ográfiéa Argent'il"!a, Buenos.
Aires, 195~, t. l. p. 105.
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L.lli5 M. Baneno Derecho penal y Constitución liS

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de los hechos punibles)' de las penas peni"uentes, de ¡,,"al1era que aquéllos y
. éstas rer:resenten un 'numenJf¡ cla,/.isus en recíproca e inalterable corréspon-
cambio de los beneficios en libertad individual obtenidos, los posibles en'o:
res en las decisiones penaHzadoras que se pueelan producir y la potenciación
dencia., Es, en palabras de SI)LER, un sistema discontinuo de Uicitúdes.

'.""'
••
"
A !.lenar esa fin.lidad tienden las !,'eglas consagradas por el derecho
penallit:eral, a saber: la -regla liullun' cr;;nell Illtll(l paella sine praevia lege
de una sociedad dinámica abierta a la eventual modificación de ciertas
perspectivas valorativas» [2.
. S,e trata, siguiendo a FERRAlOLI, de restringir numerosos tipos Je~ales

'.
poenali y, como consecuencia de este prin<;ipio, la irretroactividad dela ley consohdados, partiendo del principio de lesividad, y tomando como parámetros
penal m(¡" severa y la prohibición de la aplicación de la ley penal por,analogÍn, lo siguiente: un carócter cuantitativo (que afectaría a los d~litos de bagnte-

'.••
i. , " El <I"e~ho pen~l estructuradosobre el principio de reserva, se opone al
edificado sobre el principio rector de una justicia penal sustancial, inspirada
en la lucta efectiva contra lo:; llamados enemigos de la sociedad o del Esta-
tia: Esta idea,revivida en el aspecto político por los est'telos totalitarios, 'lile ve
,e11 el der~cho penal un medio utilizable libremente" por la sociedad, sin obst"-
la); un carácter cualitativo (que afectaría a delitos en lasque no se concre-
le lesión alguna a personas físicas) y una restricción estructural (que "fec-
taría a los delitos de peligro abstracto) 13, ' .

No obstante, en esta tarea de deflación legislativa, «.. , el" alcance del


principio no debe rebasar los límites existentes de cara al mantenimiento de


'.••
culos legales, pará ltichar contra el delito, modifica radicalmente la posición elementos esenciales .para la convivencia ... » 1".
de
. de las P~rLes que están en juego en la realización la facullad punitiva. Así " El principio en estudiohal1a su razón de ser en los de lesividad y pro-
erodemo!j diferenciar c1ar~me:lt.e un sistema penal fu'odado en el prjncipio de porcionalidad y en las normas constitucionales que los fundamentan, SOLER
reserva, 'lue opone,,,l poder punitivo la valla de un cat~logo legal de delitos y lo acepta en relación con la pena luego de desarrollar sus caracteres",
, pellas abwlutamerite circun:;,;ripto, haciendo prevalecer la idea de libenad Se trata de un principio general que se integra con dos subprincipios: el
sobre la,; necesidades" de la autotidad, de otro fun'dado en el principi~ dé

,-•
de subsidiariedad y el de fragmentariedad del derecho penal, que se tra("'l
justicia l>!"al sustancial, que dejva ese poder punitivo de ulla legalidad ampljable independientemente,

'••.
por anak,hía o en vit1ud de fuentes represivas independientes, de la ley misma,
esforzándose por libera~'la represión ,de todo conlralor legnI. 2.3.1, Principio de subsidiaricdad
En virtud de este principio, y a fi~ de proteger los derechos fund.men"
tales, en la realización estatal de un programa de derecho p!'nálmÍnimo <L
Deberá preferirse ante todo la utilización de medios desprovistos del carlic-

•• Este princ'irio « ... supoqe aceptar un cierto nivel de conflictividad sin


u~a conse'~uente r~acc.ión d'~ las instancias de control jurídico-penal, pese
, ter de sanción, como una adecuada política sociaL Segtiirán a cont;nuación
las sanciones no Penales: así, civiles,., y administrativas.. .. Sólo c\l"~do

•• a !la habe., ¿ttdas sobre la les:'xidad del comportain;"-nto,", Ello se asume a

'••. 11 ESle,princir-io ha sidO reconcr;ido jurisprudencillmente, sin :It=ignnrle rango constitu-


cional, en materia de suspensión d!! jtticio n rr'lf!ba 'por el Tribunal Superior úe Justicia de
Córdoba en el rallo N" 47, P. 262, T.S.J., Sal, Pella 1, autos: '«Boudoux, Fermín p.s.a. de'
j} DIEZ RIPOLLES, José, «La contextualizaci.ón del bien jurfdico protegido en u~
derecho penal garantista», publicado en Teorfas actuales e'~ el derecho penal, Ad-Hoc,
Buenos Aires, 1998, p. 445 ..
"Confr, FERRAJOLl, Luigi, ob, cit, p, 447,


•-
hOmicidio culposo - Recurso de :-asación e inconstitucionnlidfld», Sent.· N° 36, 7/5/01. "DI,EZ RIPOLLES, josé, ob, citip, 445"
,Con fr. VALDES, Eduardo Rodolf"., «¿Resulta positivo que los jueces introduzcnn en sus " Ya Soler expresaba « .... In mínima suficie~cia, es de9ir, la elección de una pena debe
. (Idlos valoraciones sobre fines de pcdtiea criminal?», en Pensamie.nto penal y criminológico, representar el máximo de eficiencia con el mfnimo de lesión ... », Confr, SOLER, Sebastián,
'uño Ur,-ND.d. Mec'iterránea, Córdoba, 2002, p. 289. Derecho penal argenrillo, TEA, Buenos Aires" 1978, l. 11, p. 350. .
, ,.:.
,

lIó Lu¡s M. Bonctto uereclLo penal y COllstitüción <17


•'t
ninguno de: los medios anteriores sea suficiente, esta,l:á.legitimado el recur.:
so de la pella o de la medida de seguridad» 16 .' •
peljuicios indi vidualcs y sociales causados .. con la tiascegdencia p..íblica de
.la ilfectación ilícita, etcétera) 0.
••
•••
El principio en cuestión, se encuentra Íntimamente conectado con él También se producirá una violación del principio « ... cuando ~t. castiga
",su¡tado de Un juicio de /lecesidad acerca del derecho penal, en virtud dd a delitos de gravedad y circunstal1cias simrlan:s¡ con JThtlas extraordinaria- .
c"ol, SI la protección de los bienes jurídicos' puede lograrse a' través de mellte desproporciolladas' entre sÍ» ;;.
medios no penales -menos lesivos- aquél dejará de ser necesario. Se ha sostenido 'llle tamoién loó valoraciones sociales han:le servir

••
como parámelro a la húra de la imposición de medidas de ~egur~dad, ¡as que
2.3.2. Principio de fragmentariedad , deberán guardar ¡lroporcionalidad con el grddc de pelil',.-osidad criminal del
En su función de protección de los bi~nes jurídiéos, el derecho penal sujeto y con la graveduLI del hecho c6/r..,tido.

••
ha de limitarse a sancionar sólo las modalidades de ata;lue máspeligrosas Pueden cilarse como ejemplOS <le desproporción en lo relativo al::.'
para aquéllos. Con otras palabras, no todos 'los ataques a los bienes jurídi- pena, lo previsle 'po: el ano 872 de la lej 22.<15 (CÓc,;gC·H,\".a,"~[Q), que
establece la misma l)cna para la.te.llativa de I,"ontrabañ.~o. qt~e la .?revista·
cos deben constituir delito, sino s610 las modalidades consideradas especial-
para el hecho consumado. Igual s-ituació,t :~lil da con ei-3: ...18 del tiecrcto-
mente peligrosas.
Este carácter de fragmentariedad, al igual que el principio de
, ley 6582/58 (que fllera catificado por ley ,4.457), hoy dellog,'dO, '1ue esta-
blecía un mínimo"mayor para el delito de ¡o~o (k~ autor.\.Oto~{jejadC en ,a vía ••
subsidiariedad, deriva de la limitación del derecho penal a lo estrictamente
lIecesario (principio de mínima suficiencia). " ,
pública, que el míním? previsto para bi. homlcldic.., lo que vulnbraba ra 4xiología
de la Constitución Nacional.
••
2.4. Principio de proporcionalidad 25 Principio de .Iesividad ••
Se trata de una exigencia que nació para ser aplicada a las,medidas de
seguridad, pero que luego se extendió al campo de las penas.
'El principio "e lesiónjurfdica o lesividad (alt. 19, ¡lrimer párrafo, CN.),
configura la base de un derecho penallibera/. y tIene como regla esencial ••
Si el principio de culpabilidad nos dice c"ándo una persona podrá scr
co"siderada responsable por un hecho delictivo;el de proporcianalidadlimi,
aquélla que impide prohibir y 'castigar un:, ncción humana"si ésta no perju e
dica o de cualquier modo ofende los derechos ir.jivid·dates ó sociale~ de un
••
t" la eSpecie 'f medida de la pella a aplicar en el caso concreto.
La gravedad de la pena debe resultar proporcionada a la gravedad del
hecho cometido.
tercero, la moral o el arde,l pGblicos.
La separación axiológica entre derecho y mora\ veda, por otra parte,
el castigo de comporta,niento~ meramente inmorales o de estarios de ánimo ,.•
••
En este sentido, seha dich", «La especie y envergadura de la pena pervertidos, hostiles o, i:lcluso, peligrosos. COlTelativamente, impo,le la to_
conminada, debe tener cierta correspondencia con el hecho dañino pre~isto lerartciajurídica de toda actitud o comportamiento no lesivo para t,!rceros.
por el tipo básico, agravado o atenuado, con las características criminológicas' S. trata de un prillcipio que tiene su origen en ARISTÓTELES y que se
. del autor, can Su estado anímico al momento de cometer el hecho, con los constituye en un denominador camllO en toda la tradición ilustrada que ve,
•••
17VASQUEZ, Roberto, La raciollqliddd de la pella, Alción, Buenos Aires, 1995, p. 39.
•••
lb MiR PU~G, Santiago, ob. cil., p.. 89. 18Ib!dem.


-- \' .
,.:.;/::~:- .

1 !J 8 Luis t<1 ..Hof'etlo


Derecho penal y C~nstituci6n 119
en el dañiq causado a terc«.=!ros a.través de actos humanos, las razones y las
medidas de las prohibióones y su castigo. lable, como también la correspondencia epistolar y los papeles.privados; y
. La r.cces"ria lesividad del resultado constituYe' el principal límüe una ley determinará en qué casos y. con qué justificativos podi'á'procederse
o'xioló¡;ico externo al derecho penal, concebido con'o instrumento de tutela. a su allanamiento y o~upación.,,»'. : f .::.Il. '. ,o-.:.j :-','1.' \,: , ' ; . ) j
En igual sentido se pronuncian, la Declaración Universal de Del'echos
2.5.J. Principio de acción· exterioridad , Humanos (art. 12); la Declaración Americana .de Derechos y Deberes del
Hombre (art. 50); la Convención Americana soore Dere¡::hQs Humanos (mt.
Enseña SEBASTIÁN SOLER que, aun cuando el derecho en general es un
11.2) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 17) .
. sistema rejsulador del comporlilmiento de los hombres en sus relaciones exter-
Se ha. consagrado así, una zona de intimidad (áre~,pri,,~<!~de¡'¡ndivi­
nas, cn' el ámbito del Derecho Penal conviene,subrayar este aspecto, pues es el
duo), que no puede. ser amenazada ni le.si,onad.a por yl p,9,g~r.ss~~.~~f.:e iInpH.-
resultado de una laboriosa conquista de·lacultura humanaque se patentiza bajo
ca, en última instancia, un respetoa lá dignidad huma~.a;,ois¡int.'?s'~.meGfqs
la influen:ia de la filosofía de la'Jlustración Y que consiste en hacer depender la
se encierran en esta garantía 'constituciopal: . , ",':1; ','. .',';
punibilidnj, de la constante ex;gencia de una actuación externa I? 1. Conforme con el art.19 C.N., esta ZOna de priváci(fac!~onlpre;lde,
, , ,- '. ' '. . _'" :" "'0;;', .. ,,:·,: .... ~.I •
El derecho penal se caracteriza como un conjunto de ilicitudes defi- por una parte, el fuero interno del hombre (ideas, pens¡¡mieptos, creencias,
nidas, qu,. tie~en por objeto '.a prohibic.ión de acciones determinadas, en etcéterai que no trascienden 'al f~ter~or), y po: ot~a p~.r~?: '~'g~;~i!~~':~~~~i#p~:
tanto' sólo a 'través deéstas se pueden lesionar los bienes jurídicos objeto personales que, aun con trascendencia al exterior, no. ~f~¿~~tl.~~ ord~D. ~o;
de protecc:ión penál.' Por lo CJal, donde nq hay acción, como exterioriza- cial, la moral pública, ni perjudican a terceros. . .... " ." .......... '.'... :... .
. - ' ~" '.' • -. '.' I!' "'!,., 1:'",
ción,'no Iny delito. La sanci-:Sn sólo puede ser impuesta a alguien por algo 2. Pero, además de loexpuesto, la garantía se extieil~e. a .u.n.a.s,erie de
reahnent" hecho por él Y no por algo sólo pensado, deseado O propuesto. ámbitos vinculados íntiinaincnte con la vida privaaa dél iiídividli("(era~t, ¡ 8
Ello ponpe sólo meuiante LcCión externa, puede un hombre provocar se refiere 'expresamente al 'domicilio, correspol1defii:i~'·é¡iiSiQ!á.f y pJp¡/;.:
lesiones a un bien jurídico .. :F'Or lo que nuestro derecho penales un d~re-' les privados). En estos ámbitos, para que la privacidaq ¡Jtie'da' s~r ¡;,'¡;tidiU
cho de 11''':ho (o de responsai,ilidad por los. «hec/IO,'" cometidos) Y no un da legítimamente, se requerirá ordenjudicialfundada;'ae'au(¡jriiJ~d éd."pe-
•• ,i)

.•.•
derecho penal de autor. ten te, conforme jurisprudencia de la C.S.J.N. 20., ·u . • . . '.. ''' ..... ,
Constitucion'almente, este principio surge de lo dispuesto por el art. 19, . Aunque esta garantía constitucional así consag&ada;:aparcd'"
l' parte CN. y'se desprende ¡'Tlplícitamente del principio· de legalidad. burdamente menoscabada con la teoría del consentimiento, aceptad~l por
~;;; .
la C.S.I.N. 2i, en virtud de la cual, si media consentimiento para el ;ngreso
I
( . '-o al domicilio, no se requerirá ordenjudicial, puesto que nO estaríam<Js'atite'"í
2.5.2. Principio de pril'acidad
l. . Esta ~arantfa COl1stitucirnaJ, tiene su fuente en lo preceptuado por el
verdadero allanamiento; así, el funcionario policial qUe ingrese al domicilie

.·•
consentidamente. n.o estará sujeto ni siql:i~ra a las reslri(ki~nesi·mfnill1<l~

'
• '".'
arto 19; 1" parte C.N.; este último expresa en fOffi1~ genérica: «Las accio-
pes prívadas :de los hOP.1br~s 'lud de ningún modo ofendan al orden y la
moral púh .. ica, ni perjudiquen a üntercero, están sól() reservadas. a Dios, y
exentas <.k la a'Jtorid~d de 10,1) magistrados».
, I •
o,' •

. ",'.1 ,IJi' ,., lO,


á que surgen deJa orden de,allanamiento. . "'" .•.. ;.

«él derecho a que se respeten por el Estado, aquello~~~mbitos·.prii,iado!:


", .'
3~ Finalmente, se ha conceptualizado este principio c;!c'Priva¡jidad,como

donde sus titulares han exhibido un interés en que asf,s'ernantenga;>. ", .. ".

•• .
.
Se desprende también deo los arts. 14, 17 infinf y, especialmente, del
arto 18 de 'uestra C;rrga MaglH. Este último reza: « ... El domicilio es iuvio- .

'

·'.oc·
20 Es la Ifnen seguida n partir del caso «Fiorentino», Fallos 306:1752.
e c. ~I Caso «Fato», Fallos 311:836.

• ....
"o!
19 so.'_ER. Schasliíh, DerecllO pena} orgenlillo, TEA, Bue.no~ Aires, 1989. t. J, p. 17. n CARRIO. Alejandro, Garan,"as cOllstitucionales en d proceso p~hal'~ Hnmmurnbi,
Buenos Aires, 1994, p. 251. .. ','" .." ;-:. ; .":':'1-:;"11(.1
.1
I~:
'1
;r.
..-•• '.
,

12e Luis M. BonelfO ,


Derecho penal y COllititución 121

••
•,.•
hecho no es perseguible. Según nucstroloerecho positivo, los' órganos
El.princi¡iio, aSI fOlmulado, nos pone de cara aaquellos ámbitos cuya
encargados de conocer y resolver ·en l~s caUSas por responsabilidad
privacidad no ha sIdo resguardada como garantía constitlIcional específica; pero
penal, son los lribunalesjudiciales» ", que, conforme al sistem_, republi-
respecto de los cuales existiría el mismo interés de resguardo (art. '33 C.N.).
cano de gobierno (arls. l' Y 5'. C.N.), deben ser independien:es de los

2.6. Principio de culpabilidad

Al igua.l que las otras garantías penales, o quizás más, este principioes
poderes Ejecutivo y Legislativo. . ',1 ' . ; ' .'.

exige un juicio previo fundadoen ley a~terio .. al h~cho del proce,;,J (art. 18
C.N.), que debe observar las formas sustanci,!les de la acusación, defensa,
prueba y sentencia dictada por los jueces naturales <lel imputado (art. 18
'.
. A su vez, « ... la realización judicial deJa ley penal no es libre:, sino que

••el

-••
también ·una·conquista moderna ignorada por la mayor parte de los
. C.N.) y en el cual es inviolable la defensad¿ la persona y de sus derechos
ordenamien'tos primitivos. El principio de culpabilidad exige, como presu-
(art. 18 C.N.»> ". .
puesto de la pena, recoilOcer la capacidad de libertad del hOlribre.
, .. ,',' : , . -' \
. Debe remarcarse, por su trascendencia, la vigencia de un derecho
penal'de culpabilidad por el.hecho, el que excluye toda posibilidad de san,

••
cionar pen.alme~[e, h lln~ persona en ra~ón de sus·idea~. creencias, perso- 2.8. Principio del nOIl bis in idelll
nalidad ó supuesta peligrosidad, que han sido el fundamelito delos sistemas'
represivo~)mpuestos parlas regímenes'autoritari'os.' , . '.". Este principio, por el que se prohíbe perseguir pe,,~lmente' Ir.ás de lllía

••
. En intima i~~\ancia, la responsabilidad personal del individuo (culpabi- vez por el mis,mo he~ho, adquiere el.rango de garantía.c;:onstitucicnal a par-

.•
lidad) se b~sáensu'librealbedrío, en virtud del cual, es .él quien elige delÍn- ' tir de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 8.4), a~í
quiq)no deli~quir.' ". . . . . . como por el Paclo de Derechos Civiles y Políticos (art. I~. 7), in~() .. por~dos.
ConstituciOliai~elj¡e, el principio en estudio halla Stl fundamentación en a la Constitución Nacional (art. 75, inc. 22).
ia
los arts. l' Y 33 de CMa Magna y en el prinoipi09~ legalidad, recenocido El primero de 1los tratados citados prohíbe que. el inqllpado
. .
absuelto
'. .,
t~mbién en,los arts. 11 y 8, apartado 2, del Pacto de San José de Costa Rica ". sea procesado de nuevo p0.r el mismo hecho; mientras que el segundo abar-
ca la doble hipótesis del condenado:y el absuelto, prohibíend6.eri·ambo~ ;~.
:.
2.7.. Principio, de judicialidad
casos que se proceda a posterior juzgamienlo y sanci6il. ,. , I

De esta manera queda, en nuestro sistema constituCionaL aSl~mj'da la


prphibición de nuevo juzgamiento, tanto cuando en uno 'ant~rior: sobre los'
'

'i.
Lajudicialidad representa para'los acusados una garantía respecto de la
. imparcial y correcta aplicáción de la ley penal. Tiene su fuente' constitucional
mismos hechos, ha recaído absolución, cOlno cuando ha l~abido condena.
Asimismo, la C.SJ.N. ha entendido que se vulnenlría dicha gara;jtía, rio .
r''.
-.•
en los principios de juez natural, de división de poderes' y de juicio previo. sólo para el caso de cosa juzgada, sino también par'a' el.·súplI"est& .dé
:" El" derecho pena!" na puede realizarse legítimamente frente a' un'con- propiciarse unjuzgamicnto por separado 'de preSuntos deiiios resllltante~'d~

••
flicto, en formaptivada, <<. •• la responsabilidad y el castigo del autor, deberá un IÍnico hecho (caso «Rava», del 9 / 2 / 8 8 ) . 1 ' .
emanar de un órgano público, aunque más no sea para declarar que el

'.-1 i .~

•••.•
Confr. BUTELER,losé Antonio. ~(Concepción actual del principio de culpabilidad)) en .
II
, . 2~ NUÑEZ; Ricardo, ab. cil., p. 38.
H Idem, pp. 38 Y 39.
,;'
Buteler, 1. A, Y Olros, Temas de derecho penal, AdVOCnlus-Alveroni, Córdoba, 1999, p. 50.
" , ' .."/
..
,' " •
,
¿.¡,-, ,

~:\~:
.....
.,'
t22 Luis M. Bonetfo Derecho penal y Constilución 123
i, .'

.'·.,' Además de los tratados expuestos. la garantía del non bis in idem.
linede ser 'oonsiderada una derivación del principio de inviolabÚidad de la
defensa (3rt. 18 C.N.).
no no sólo pierdecualquiei legitimidad; sino que contradice su rizón de ser
poniéndose al nivel de los mismos delincuentes»)26, '-" ' .; •
Nuestro derecho 'constitucional consagra el principio aludido, n través
",'
Proce,almellle, a los fines de la aplicación de eStH garantía, se requie- del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos(art 10, ap. 1), ,la
re la concurrencia de las tres identidades: persona, causa y objeto. Convención Americana sobre Derechos Humanos (art 5°, ap: 2) y .\a De~

• •• 2.9. Principios de hum.qnidad y pe"'sonalidad de las penas


c1aración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (XXV).

2.9,2. Persollalidad
Este principio, que es una consecuencia del de culpabilidad, impide

•• 2.9.1. Humanidad
El sistema penal contemporáneo nació, en gran medida, de la mano de
castigar a alguien por un hecho ajeno, esto es, producido por otro. Recono-
cido modernamente, fue fruto de la larga evolución del derecho penal hasta
nuestros días; evolución q~e,ltevó a superar el principio'de responsabilidad

•• la reivind'¡r.ación de una humanización del rigor de las penas previstas en el


derecho penal anterior a la Ilustración.
colectiva que, en otros tiempos, hacía responsables atodós los miembrci~
'del grupo familiar o pueblo, por el hecho de uno de ellos.

••
Un primer paso en lá evolución de las penas, fue la sustitución de un En la actualidad se ·plantea la cuestión tie si deben responder
sistema penal que giraba en torno de las penas de muerte y corporales, por penalmcnte las personas jurídicas y las empresas 0, alternativamenfe; s'.'s
otro cuya espina dorsal han ,;ido las penas privativas de la libertad. Las, directores por los hechos éometidos por aquéllas. ' " . .

:.'
!;. '
"'.:.
• penas cot,paraJes desaparecieron primero, mientras que la pena de "muerte
va siendo ,\bolida en los últimos años en muchos países civilizados.
COJTÓ 'nna:conÚnuación Je,la evolución' apuntada, en nuestros días se
observa u:in progresiva sustit"ci'ón de las penas privativas de la libertad por
otras ,!leh')s lesivas, como la 'nu!ta' o el trabajo en beneficio de la comuni-
dad. En e~l:a línea se insc~ibe 'ambién la tendencia a la 'despenalización de ,
La responsabilidad penal por cl'hecho de otro, es propia de las formas
primitivas de cultura, cuando en el seno de una sociedad dada, no se hebia
operado et'proceso de diferenciación individualizadora. .
Ei pri'ncipio de personalidad excluye toda posibilidad de extender'for-
mas de responsabilidnd penal a grupos sociales e~ conjunto, o de imOC.nt: ..
'penas sobre personas no individuilles.

•.'
~

cierta~ co,~Jirctas a'ntes punitles. También se ~tenúa la gravedad de la pena , ,En la Constitución Nacional sehalla la baseal principio depersOI;ali-
dad de la pena, en cuanto el art. 119, que tipifica el delito de tr~ici6n" lo
preyí,sta para ciertos deUtos, mientras se ,busc'an disminuir'los lími~es máxi-

••
'Nación, establece que la pena no podrá"trascende"[ directamente O"C" k! per-
mos de las penas privativas c',da libertad. , ,
sona del delincuf;llle (igualmente, Convención Americana de D~recbos

j.••
, Dos~rgumen(os se han ·,Izado en favor de la humanidad de las penas: Hum;ulOs, art. 5°, al'. 3). ' '
en un primer nlorrie~t~ ~e sos-t'!nía que era consecuenCia dei piintipio ,uti1l..
tarista de necesidad, coilIon;e ai cualIa ¡rena ha de ser la estrii:JarnCilte
necesaria, ':especto, del fin dé prevenc'ón de nue~os delitos. Posieriorrr.en- , 2.10. Prillcipio ,de r,-socializaciólI

;.•• te, corno el 1 argumenta decis '/0 en cmitra de la inhull1ilnidnd de lasp~;;a's, '
se erigió e! Qrincipio m0ral ,jel respeto a In persona humana, cuyo valor
impone url límite fundamenl'1 y a«iol6gico p,la calidad y cantidad de las
penas. ESle argumento tiep'~ un carácter po1.ftico. a.:J,emás de moral:
« .•. sirve p"r3fund~r ia.legiti'f jdad del Estado únicamente en laSfuncion'es
"..La exigencia democrática de que sea posible la participación de todos
los ciudadanos e~ la vida social, conduce a reclamar que el derecho penal

••
de tutela di, l'a vida y los ~est"ntes derechos fundamentales; de suerte que,
confort"" p, ello. un Estado que mata, que tortura,'que humiIia a un ci\ldada- "FERRAJOLI. Luigi; ob. cit., p. 396.

¡,.-'"
Luis M. Bonelto Derecho penal y Constitución, t25

evite la marginación de los condenados, Ello hace preferibles', en limedida


de lo posible,.!as penas que no impliquen separación de la sociedad, Pero,
¿uando la privación de la libertad sea inevitable, habrá que configurar una
chos Humanos, la que en su art. 7,7, expresL:«Nadie' será detenido p'OL
deudas, Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial compe~
tente dictadaS po'r incumplimientos de deb¡;res alimentarios»;'y 'de lo
••••
ejecución de' forma tal que no produzca efectos desocializadores, y que,
además, fomente cierta comunicación con el exterior y facilite una adecua-
dareincorpo'ración del recluso a la vida en libertad, '
preceptuado por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y?olíticos
(art. 11) y la Declaración Americana de Derechos y DeberÚ del 'Hótn"
bre (art. 25, 2° párrafo), . " '•.
""l'

••
, La ,,:socialización constituye la finalidad de la ejecución de las penas
privativas de la libertad (art. lO, ap, 3 del Pacto lnternacionalde Derechos
Civiles y Políticos; art, 5°, ap, ti de la Convención Americana sobre Dere-

••
chos Humanos; art. ¡O,ley 24,660), 3. El proceso legislativo penal argentino
Se postula, en ",lecuación a este principio, la importancia de trabajar
,en UI' «Programa de Readaptación Social Mínimo», concepción que tiene El proceso de codifictlción del derecho peníl~ argeqtino, -S~,I3I1I.r~n~f\.
COhlO eje central el respeto a la dignidad humana'(art. 11, ap, 1 y art. 5°, al',
6 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; art. !O, ap, I del
con el fenómeno sudamericano d~ recepción de la legislacióu penal euro,
pea, no abrevando en-fuentes nativas. . l" ,
••

Pacto de Derechos Civiles y Políticos; y art. 33 C,N" conforme interpreta- Con el proceso de codificación, que er,tre ,nosotros rien" 'suco-
ción de la C,S,I,N" caso «Costa»), por la cual pertenece a todo ser humano mienzo con el 'Proyecto Tejedor (1866- 1868); se inicia e¡ c'ambo hacia
una cap~cidad personal que le permite adoptar libremente.us propias deci-
.siones sobre sí mismo, sobre su ·eoncjencia y sobre la co~figllración del
mundo que lo rodea,
la unificación de 'la legislaCión penal dei país, Antes de ese 1'0<000';,,"'
legislación'penal se componía, por una parte, de las "atiguas le)"" ¡,spa,' ••
••
ñolas; y por aIro lado, de las distintas resoluciones de'éaráct"I' penal;
La resocialización no puede estar orien~ada a imponer un cambio en e~anadas de las autoridades nacio.\ales Y'_p'rovinciaies; qúe en i~Jieral
el sujeto, en su personalidad y en sus convicciones a fin de obligarlo a

:•
regulaban delitos especffic0s (robo, abigeato, lesiones, horr¡icidio:conjÚ:
adoptar el sistema de valores que el Estado tiene por mejor 2'.
Su objetivo es más modesto: se trata de ofrecer al interno, a través del cio de esclavos, ~tcérera), , ' . :,':" '" ",:',""
'Entre la legislación más import~nte sanciéniada en este Pf,río}lo;,
tratalilienlo penitenciario, una ayuda que le permita comprender las causas
tle su d~lincuencia, sin alterar coactivamente su escala de valores. ~e bus- sedestacan las leyes 48, 49 Y 50, del 14 de setiembre_ de 18(i3'".L~
prime~a establecía la jurisdicción y cOlilp';tencia de lbs tri"unales,
ca hacer comprender al sujeto que ha delinquido (violando así las normas)
las expectativas que dichas normt~s contienen, evitando en el futuro la co-
misión de flllevos delitos.
federales; la ley 49 tipiUcaba los delitos [¡;Jerale;;; la ley 50, por su
part~, consagraha,el proceoimiento federal. La ley 49, una.suerte de,
Código de los delitos federales, quedó vigen,:e hasta 1922; legisiándose •••
••
por separado los delitos de competencia Jderal y ordinaria, fue J¡¡
2,}], Prillcipio de prohibición de prisión po'" deudas Corte Suprema, la eilcargada de r'edaclar.lc.,; proyectosorigi'u.lléS de"

•••
las tres leyes ·citadas.
Este principio, consagrado modelllamente, s,e ha incorporado a nuestro . Como primer antecedente en el proceso ele codificación inie,lado por
derecho constitucional a partir de la Convenci6n Americana sobre Dere- el Proyecto Tejedor, se ha destacado el' proyeelo de Código Penal para el
país, obra del francés Guret Bellemare, en ~ncviembre de1822, y c,llyo'
texto se ha perdido, Este áutorrealizó ademá,'¡' por enc~rgo del 'e IItºre:~;,

;', MI" PUlG, S.nliago, ob, cit., p, J01.


gobernador de Buenos Aires,'Manuel Dorrego; un P¡'an,Genera1deOrga-
nización Judicial para Buenos Aires.

,:.
..'" ,""',
:,'.
,
·.
.~~
",-'
,,~ :. ,o-~
,

·.'"
'"",

126 Luis M. Bonetto I?erecho penal y.Constitución t¡P,

",:, 3,1, El Proyecto T.ejedor vez federalizadá la ciudad. de Buenos Aires, obtuvo sailción fedenillimitada'
,1 al ámbito de la Capital. ". "1',":,' 'y' ",,'\,,\'c"/)

,l.
• ',e
El p imer pn;>yecto de Código Penal argentino fue el de Carlo~ Teje-
'le", rlor. Naci,:o en Bu'enos Airet', formó parte de la-Asociaeión de Mayo; abo-

1:·' gado de p,:ofesión, también s.: dedicó al periodismo; fue doeente de bere-
eho PelÍ,,1 en la Universidad de Buenos Aires; oeupó numerosos eargos
3.2. El Proyecto de 1881
.. ,"; ':;;
. ,-

'.·
",' '}'

~.
públieos" neluyendo el de gobernador de la Provincia de Buenos Aires,
El Congreso autorizó al Ejecutivo (~I n de setiembrede,18,68),'a nom"'
El Poder Ejeeutivo Naeionalle encomendó a Tejedor, el5 de dieiem-
bre de 1864, la redaeeión del proyecto de Código Penal que debía ser pre- brar una comisión de 'tres miembros para examinar ~I Proyecto Tejedor.
sentado d Congreso, Luego dc succsivos rcemplazos, la comisión quedó conformada con Sixto
'-- , El prayeeto se GOmponfade dos partes y un título preliminar, que esta- Villegas, Andrés Ugarrizay Juan Agustín García:'Los'autoies,eratHom:
bres formados en la actividad judicial, graduados en la Universidad qe BJ.'e-

•'."'. "
:bleda la d:.fereneiaentrecrímenes, delitos y eontravenciones, asignándoles
la jurisdiceión respectiva, Pero sólo regula sobre erÍmenes y delitos, La nos Aires y ocuparon impdriarites cargos enel,P~d6tJudidal;'-' ,ir;,"
,El 3 de enero de1881la comisión presentó al PodúEjecurivo él iestil"

·.",;
primera parte trata de los prineipios generales, mientras que la segunda se
ocupa de los crímenes, delitos y sus penas, tado de su labor. ' ,, " "" """':" .;" .,,:
'"
El poyecto de Carlos Tejedor se inspiró fundamentalmente, en el , El proyecto se 'compone de dos Libros'y unTítulo PrdirTÚ'nrlr y: aFigm\V
• '< que en el de Tejedor, se mantienen independientes los deiitos'de¡'füero'hc','
., ','
Código Penal de Baviera de J gJ 3"sobre todo en las disposiciones genera,les
de la primera parte, Se ha di.,:ho que esta eleeción de la fuente bávara no ciOl\al,penado~ por 'leyes especiales.' , ,. " ' , : " "," ,,,!
fue 'arbitraria, puesto que, si bien «Tejedor no pOdia comprender c1ara~ente

,'"'..
: Este proyecto; que conserva la pena de muerte, inc6rpor.nloO:ib'no,\it!;·
'las ideas del autor del Código de Baviera, pues FEUE,,~~cli nobe trad~cido dad ell ¿I Segundo Libro, referido a los ,ielitos, élhechodeihiciátla ~nh,\ie"
:'. al eastell"!lo» suficienteÍnenle, el auto' «,,, intuyó el profundo sentido libe- ración por aquellos delitos que afectan «inás direcÚúntnle1a]¡i sb~í~:dit~,¿;!
'-' ral del tex,tohávaro, que lo di.~:ing;te nitidtimenie del ~odelci bol13partista,:. sti colectividad,;, relegando a Un 'segundo lughr;aaqu~lIos en'l¿~'q¡j¿'prcdo:

· mina el irÚeres privado, 10 ,que constitÚye \tmiextepción'ert;U¡¡I&tili d~co"


el texto d,: Tejedor es más reprlblieano, en este sentido,'que los de verliente
::,-<,! ; ,-;. ",'.¡ !
' francesa» ". A su vez, la elección de' esta fuente ~e apartó 'de la tradición •• • . . -
dtfIcaClónpenalenelpats.'
',. ,.
, '
" - . . , . , .. ',í
'""
> ',' ',.;
"',' " .. ~'
• <, latinoaméricana; que, en general, sé orient6 hacia 'el Código espanOI !Ie' ,'. !.En su tr~~ajo.los· ~utoies ahandonan la 'fuente ba\'ai~, 'párÁ :irispÜ~}~l~!
',;"
1848ysü, reformasde'l850 y'18?0."· "'.' ,/,., en el modelo españold.! 1 8 7 0 ' , " ; , , , ' , ' " "':" :,.,

.•
:. <- Se Je reprocha haber' nuntenido las' leyes federale,s sobre crímenes y ·EI pr~yccto no' logiGsanclón parh;meÍ1iaii~; perÓ fue' ''¡dopt~dp ]:r'r'
,• ,c:;, delitos cor tra la Nación; come una su"-rte de Código:.~dependiente al por él. CÓ;',loba cciinó códIgo local. " . ' . '," , : .'J "
proyectado. , o'. .: ,,'! 1, _. .: '." <'-':'.!:.;.;'>'!!"

··
" ,,,,'
El pr')yecto, que no llegó a ser sancionado p'or el Congreso, fue sin, : i :
embargo a,joptado ~qmo Código local por onc, pr9y:,'cias 29 e, incluso, una ; i;' "..' .r " . ~
3.3. El código de 1886
~' . :,'. .
Una vez desechado el Proyecto de 1881 y mediante ley 1920 (del? de
l.
.,.,,",.'
\)
.....:..:... ..
diciembre de 1886), ftie sancionado el primer Código Penal de la Nación,
sobre las bases del Proyect~ Tejedor, entrando a regir el J de marzo de J 8'87 .
II ZAFFARONI, E~gellio Raúl y ARNEPO', Mí-gueí"Á., tJigeSr~ co"dlf,cación p~~al .
'de
,

rÚ'gell'i/la, AZ Editora, Madrid, 19S6, t: 1(, p. 18. ~ ,.' '" . El Código sancionado mantiene la estructura del Proyecto Tejedor, a
• '<,
29 La Rklja, Buenos Aire's, Erwe Ríos. :Srm 'Juan, Corrierités¡ SaT¡o Luis, entamarea; pesar de las numerosas modificaciones. La propia ley 1920"en su.art. JO,

.<•
• <, Me"'doz~, Santa ¡:;"e;:Saha y TuclImán. 1,• .
orden"ba la 'sanción del '«proyecto de Código' Penal 'redactadd, por:'el Dr.
.':!
, . '.

Luis 1\1. Bonetto


Derecho penal y Constitución

Carlos, Tejedor. con las ,modificaciones aconsejadas por la Comisión de


Códigos de la Honorable Cámara de Diputados», Este proyecto es d primero en incluir la materia contenida eh :a ley 49
Se le ha recriminado el hecho de haber dejado subsistente la legislación
sobre los crímenes cuyo juzgrtmiento comp~te a tos tribunales nacio"ll.9.1és, mar-
penal de jurisdicción federal y no haber tenido en consideración las nuevas cando un avance en el proceso de unificación de ~a legislación penal de fondo.
instituciones de la época. como la Iibenad yla condena condicionales, El proyecto. dividido en tres libros. inti'ocluCía reglas sobre ,:a aplica-
Este primer Código del país rigió. con distintas reformas. hasta su sus- ción de la ley penal en el espacio. recep\aba la .ibenad condiciorfal'¿ó'ntem-
titución definitiva porel de 1921. piaba la reincideilcia y ~antenía la pcna.de,muerte.
Con él se inicia el camino que llevaría al Código Pemil de '1921, previo
paso por los proyectos de 1'906 y ¡ 9 17. ' ,
3,4, ,E/. ~royecIO, de 1891 Remitido al Congreso el proyecto de 1891. na logró sauciónJegislativa,
;." '
Sin embargo, sobre la base del pioyectO. sel'roduj'o'~,i'a rcfdina par"
SOb;'e el CódigpdcTejedor. seha dicho que no podía entenderse ensu cial al Código Penal de 1886. a través de la I<,y 4189. sane.ionadi'el22'dé
ti~mpo en la Argentina. entre otras cosas. por la «dificultad para acceder a agosto de 1903. Esta reforma derogó todOs los ¡,rtículós'deITítulo Primero.
las ideas liberales del inspirador de ese texto» JO. lo que generaba que se lo salvo la presunción de dolo, .2 introdujo, ·den:.ro dernumeroso' si 5tema 'jé
l~~erpretara :~n, base a doctrinas que, como la francesa. o la 'italiana eran penas que preveía. hi figura de la deportación,
conL"r.adidori.a.s a las ideas.de FEUERBACH' :.' I Estando en vigor el Código Penal de 1886. COli''IaS refi:írmas de la ley'
p~~'elio el Pod~r Ejecutivo. con fecha 7 de junio de 1890. nombró ~'na 4189. se 'sancionaron otras leyes c'oniplemerÍta 'ias. cornci I~ ley reglamé~tá­
conlisióll,con(ormada por NorbertoPiñero.Rodolfo Rivarola yios'é Nico- ria del trabajo de mujeres y niños (N° 5291J'.la'ley sobre ¿he~ues 9077.'10
lás ,N1atienzo, paraprqyectar por primera vez la refOrma al Código de 1886. ley contra la prostitución 9143 y otras disposiciones incorporadas ~jCódigo
Elp~oyecto, f~e presentado al Poder Ejecutivo. en junio de 1~91.' , " , Penal mediante la ley 9643, " .
" ,Losinteg~~ntes de la conlisió~ er~n ,catedráticos y públiCistas de prim~­
ra m~g~itud .. Piñero. doctor en jurisprudencia. fue profesor universitario de
Derecho Penal en la Universidad de Buenos Aires. ocupó,nunierosos carg~s 3.5, Ef Proyecto de 1906
púh.liC:,?~; lvIatienzo. psr su pane. ocupó nU!;nerosos cargos p'úblÍcos y jtidicia~
ér
les; mIentras que Rivarola ejerció la docencia universitaria Buen'os Aires y En diciembre de 1904. el Poder Ejecutivo Nacional \!<lc~rgp la revi-
La Plata.} realIZó el comentario más completo al Código de)886. ' sión del Código Penal" Ulla coinisión conformada por Roúolfo Rivarola.
.' . . . " " " .. ' ¡ -"
Los tres. considerados los «jóve~es ióicleciuales» de la'ép~ca. fueron Norberto Piñero (componentes ambos d, e 1',"comiSión, queJeaa,c,tó"el Pro-
fundadores de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, ' ' yecto de 1891). Francisco Beazley. Diego Saavedra.C.ornelici Moyan()
, Ri varola. a quien se ha considerado el orientador general del proyecto. Gacilúa y José María Ramos Mejía, Esta comisió~ elev6:s~ p'r¿yectoal
Jeu0ta una Importante influencia kantiana. que lo aleja del positivismo rei- Ejecutivo el 10 de marzo de 1906. siendo presentado al C~ngreso.de·,a
nante en lá P.ooca. Nación en septiembre de ese año" ,,'
Esteproyecto.qu~ sigue la orientación del de i89í. se divid(','¡1 igual
que est~ último, en treS" libros. Insistía con la introducción de .l~ tibertaq .
condicional, suprimía la [lena de muerte, admitÍ.lla condeNación cor,dicionai
(propuesta por Lisandro S'egovia en 1895J. unilicaba la legislación penal. al
, igual que el Proyecto de 1891. pero mantenía la deportación,
El catam"rqueiio Julio Henera. le for~uló la que se ha dado en llamar ,(.
"zAFrARONI. Euge~io R,úl y ARNEDO. Miguel A,. ob, 'ei' .. p, 32,
la más cientílica crítica registrada en nuestro proceso legi'slativo penal.
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'~\'".'(
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•• 130 Luis M. Bono:rto Derecho penal'Y Constitución

•• A pesar de la, buena Crítica, el proyecto no fue tralado por el Congreso


de la Nación. '
En relación con las ideas que subyacen en el texto, se ha 'dicho:l<EI
codificador de 1921.adopt6 una actitud científica prudente, al no ceder al .
fuerte empuje del positivismo que, entonces, dominaba nuestras cátedras

.'.,-••
• 'ce, 3.6. El Proyeclo de 1917

En 1916, el diputado Rodolfo Moreno retom6 el Proyecto de 1906 y,


de derecho penal..Ellegislador mantuvo,el principio de la responsabilidad
morál del delincuente,furidada en la conciencia y voluntad del hecho;Ad-
mitió, sin embargo, no sólo instítucionestendientes a la individuálizaci6ri de
. la pena, como 'la c~ndena'y la libertad condicionales y la peligros,idad persb-

'.••
luego d" formularle alguna:; modificaciones, lo present6 a la Cámara de
Diputadc's, Moreno nació en Buenos Aires y fue profesor suplente de De- nal como criterio para establecer, en alguna medida,laespecie y la medida
recho Pe'.1,1 en la.Universi,lad de Buenos Aires y profesor titular dcDere. de la pena, sino que, supliendo el v~cío del Código de 1886, acogi6 un siste·
cho Civ.il comparado enla Universidad de La Plata. ma de medidas de seguridad aplicables a ciertos delüicuentes'iniriJj:JUtables.
El proyecto fue sometido a una encuesta entre prof"sores, magistra· No admitió la pe~a de muerte» ". ' '.' . .
dos y especialistas. Luego, Moreno consult6 con Rivarola, Herrera, Jofré y

•• Gonzálei. ROtlra, redactó el proyeclo y lo presentó en el Congreso, en 1917.


, . El r·royeclo, en general, conserva la estru~tura, del de 1906, con
alguna~.modificacionGs: $u!,ri~ía,e.I libro sobre fallas y la pena qe ~uer­
3.8. Reformas y proyeclos d,e reformas 'al 'Código Penal'


;.'
te, rebajaba el mínimo de la escald penal del homlcid.io,d'erogabn le'
yes' especialGs, etcétera '. . :'
El Código Penal sancionado en 192 1, ha .mantenido ~u vig:e~cia ~ 10
largo del siglo XX, pero se le han incorporado nUmerosas leyes c0mple-
~. Las principales críticas provinieron del positivismo: 'Ramos,ColI, mentarias, Por aIra p~r¡e .. sé han diseñadO gran c,antidad <je,proyectos ~e

•••
Peco y, otros.' ,
,reforma total o parcial, que no llegaron a cristalizarse,
Entre los proyectos de reforma parcial al Código Penal,'merecen des

• 3.7. El Código Penal de 192] , tacarse losi mbuidos de la doctrina del «estado peligroso» de los años"9?.4,

.'~.
1926,1928,1932, Y el Senado de 1933; entre los de reforma ¡üf"l, se·?n-
El Proyecto de 1917 f!'eaprobado á libro cerrado en la Cámara de cuentran el de Coll-Góm'ez, de 1936; el dé Peco de 194,'., el de 1951' Y:'I

• Diputado;, sierido objeto de lIiodifi~acione¡; en el Senado.' ,


Dict,o,proyecto f~e ;;mbonado por el Congreso como Código Penal
"

de la Naci6n,el.30 de septiéobrede, 1921, mediante ley 11.179, prorriulgada


redactado porSeb,astián Soler (1960). Luego de éste; vinierori el ve ]1\!í31
(redactado por umi comisi6n nOInbráda por el Poder Ejecutivo), d l'ro)'eció,
de 1973 (es el Proyecto de 1960 corregido y mejorado), el.Proy~ctode
'e . el 29 de ::ctubre del mismo ,"DO. ENró en vjgencia el 30 de abril de I 922~ 1974. Pinalmente, están el Proyecto de 1979 (Soler, Aguirre Cabral YRizzi)

e•
conforme lo dispuesto por S',1 arto 303. ' . y el de 1994, propiciado por el Poder Ejecuti~o, sobre la base de las innova-
El CódigQ Penal derogó numerosas leyesen forrrio específica" y ciones sugeridas por Eugenio R. Zaffaroni.
re·~eñados.

•'.-
también e 1 forma genérica todas las leyes penales opuestas a lo preceptuado , ' Veamos. sólo un repaso de los proyectos
. . ,
por el C6ógo. ' . ,

..
••
.<: . ,

•.-- " Leyes 49.1920,3335,3900,3972,4189,7029, 9Q77 y 9143.


., •. ~
)2 NUÑEZ, Ricardo, ob. cit:. p. 83.
, . i

l:. ' i
:.'.f .' ¡

"
,~
.. ,.(-;~¡;,;::

"\,1.
Luis M. BOlLetto Derecho penal y Constitución t33 le
!J.S.1. Proyectos de 1924, 1926, 1928,1932 Y 1933 (de refolma parcial)
En pleno auge del positivismo en el país;, el Ejecutivo nombró, en 1923,
3.8.3. El Proyecto Peco
José Peco se ooraduó en la Universidad de Buenos Aires, ~iudad de
.r. •i.
t.
! . .
\<113 comisión que elaboró un proyecto de reforma parcial al Código Penal, donde era oriundo. Fue profesor de Derecho' Penal en las univer~ idades de
. sobre la base del proyecto de Eusebio GÓmez. El proyecto, conocido como Buenos Aires y La Plata. En septienibre d~ ;941 prese'iltÓsuProyecto de
Proyecto de 1924,'proponía la incorporación al Código Penal de un Tínllo
XII bis llamado «Del estado peligroso». En él se. Incluían una serie de medi-
das para iriimputables, enfermos mentales, multirreincidentes, vagos ymen-
Código Penal, definid. como de oricntación neo-positivista: " . "
Este proyecto, al igual que el anteriór, no tu va IrltamieiltO
.
parlamentario.
,
' , .',
'•.
digas habituales, toxicómanos y ebrios, quiene~ vivían o'se beneficiaban del
coh1ercio sexual y los qUf; observaren una con~ucta desarreglada y vicios.a.
El proyecto, remitido por el Poder Ejecutivo, no tuvo recepción.en .el
3.8.4. El Proyecto de 1951
sa
Con la rcfomia constitucional de 1949, inicia un intento'oe adecua- •••
J.•
ción de la legislación vigente en el país, a la necva Ley Suplema. Isidoro D~
seno del Congreso.
Benedetti, profesor de Derecho Penal en la 'Jniversidad d~1. Litoral, pro-
En 1926 se insistió con un nuevo proye.cto de estado peligroso, que·se
yectó la reforma total del Código Penal, la qu~ fue remitida al Co~greso de


ocupaba de la peligrosidad post delictua!. . ,
la Nación, ellO de agosto de 1951. .. . .' '..'
Este proyecto, Can modificaciones del Poder Ej~cutivo, fue elevado al
. Este proyecto, que no tuvo reCepciÓl\ legi;lativa, segu(ajos linúmie~tos
Coogreso en 1928. :.
NiÍlguna de estas reformas parciales propuestas, sobre la base del
pensamiento positivista, tuvo recepción legislativa. .
neo-positivistas del Proyecto Peco de 1941.

3.8.5. El Proyecto de 1960 •'.


••
Los'Cuestionamientos más importantes hacia las ideas del positivisrno,
por esos años, provino del entonces profesor de la Universidad Naciorial'oe Sebastián Soler nació en España, pero vino de niño.al país. F"e profe-
Córdoba, Sebastián Soler, quien enunció demoledoras críticas al concepto sor en las universidades nacionales de Córdoba y Buenos Aires. E.n 1958 el
del es(ado peligroso, en sus versiones integral, predelictual y delictual.
El 29 de noviembre de 1.932, el Poder Ejecutivdinsistió con elPro-
yecto de 1928, y en forma inmediata; el6 dediciembre de ese año, remitió
un nuevo proyecto de reforma parcial.. Este obtuvo media sanción ,en el
Sellado (1933), el que le incorporó modificaciones, como la introducción
Poder Ejecutivo le encomendó la redacción oe un proyecto. de C6digoPe-
nal. En cumplimiento del decreto respectivo, fue nom.brada umi comisión
asesora, integrada por representantes de la Corte Suprema, de.las ..faculta-
des de Derecho de las universid,desrlaciona:cs,de la Federaci61,Argenli-
na de Colegios de Abogados y Je la Sociedall Argentina de CriOl;nologfa. ••.-
i.•
de la pena de inuerte por electrocución ..La Cámara de Diputados no E! proyecto, elevado ¡J 2jecutivo el 3 ¡ de marzo de 1960, fue sometido a la
tr"té ei proyecto.. .

3.IU. F:l Proyecto 'Cot!~Gómez


. . .' . ' . . . . revisrtsn de la comisi6n, para ingresar lbego al Congreso dela Nación. El
golpe de 1962, interrumpió definitivamente el tratamiento' del J,ióyectoc., ••
. ..'
Eusebio OÓmez nació en Rosario, se graduó en laUniv~~~id~d de
Buenos Aires, y ocupó Illimerosos cargos pdblicos. JorgeE. tOIl, nacido 'en
Buenu; Aires, se dedicó' fundamentalmente, a la problemáticade'la' delin-
3.8.6. Proyecto de 1963 (de reforma parcial) ,
E! gobierno de facto nombró, en 1962, "ua comisión conforrnadÍlpor
. ,. l." ' , : .
.,.

,.• .•.. ••
- ~..,.. ''','
Argibay Molina, Oderigo, González Millán y leña i;Juzmáii, encargad,a de
cuencia de los menores. Confesos positivistas, trabajuron por encargo' del ';
proyectar re faunas 'al Código Penal. El lrab'jo de·la .cori\i·si~n 'fue ar¿¡u~'
\ .,:'

Podee Ejec),l.tivo (19 de'setiembre de 1936), en la redacción de un proyecto'

.'
'
mente cuestionado ~or Ricardo C. Núñez, pnfésorde la Unlveri.;dad. Na'.
de Código Pe~'iJ: A pesar de su ideología positivista, no alteraron demasia- cional de Córdoba, quien fue integrante del.Tribunal Superio'r de Justtpa de
Jo la estructura del Código vigente.
El proyecto no fue tratado por el Congreso.
esta Provincia. Enjunio de 1963, se incoIporarónal CódigOfbnal, las ~efor,
mas propuestas. Aunque quedaron sin efecto pocos meses después. . •••
,-l.
..
-~:.,'7'
r'. "
!t' •.........
";",
':.'

Derecho penal y Conslitución 135

'.•••·
3,8,7. El Proyecto de 1973 .,. ,.... ,."-....' ,..
~:,. ,,' " 1996),,24,760 (131111997), 25,087 (14/5/1999), 25.173 (8110/99), 25.188
·"J'l,?5.de .pct\J.lJre d~ 1.97,?s~nqmbrÓ una comisipn iJara,q4e r~<lactara (1/11/99),25.189 (28110/99),25.246 (1115/2000), 25.297 (22/9/00), 25.326
:.; un pro)'ec.f.O de Código Penal: la qlle se conformó con SebastiánSo)er Eduar- (2/lUOO), 25.456 (111512000), 25.528 (711/2002), 25,601 1/612002) ", ci
.do Agulr!'e, Obarrlo, Eduardc H, Marquardt y.LuisC. (:;abral., E¡ p~Qyecto 25,602 (19/612002) 34, entre aIras, .
elaborado por es la comisión, quedó en suspenso en virtud de la asunción'de
las autoric'adcs.constitucionale~, en 1973. Sus resultados s61~',~é cO;lOcieron
'aftos 'más t~rde; al ser publicados en el Cuadernos de los In~titu'tos de la
t·' dispe~sióri legislativo penal
"
4 •. La actual
,e Facultad de Derecho de la Universidad Nacional.de Córdoba en' 1976, Se


trata del Proyecto Soler, mejorado, ..', La sabia expresión <dcyc'~: pocas y c}¡lrasn, parece hoy desatendida.
Elliempo actual del saber penal y la política crirrtinal, se encuentran inmersos

.''•.
,e 3,S:8. El Proyecto de 1974 en una paradoja, En efecto, en momentos que cobra mayor vigor el pensa"
La ley '20,509, dictada por el Congreso Nacional reinstalado en 1973', . miento de un derecho penal mínimo, esto es, enlender lo penal como úlli"
prescribía .la formaci6n de una comisióri reformadorá de la legis)aciónpe- mo recurso del Eslado frente a afectaciones,socialmente intolerahles de
nal, la que fue integrada al aJ10 ~iguiente, Esla comisión elaboró un anteixo- bienes jurídicos, y en eL marco de los límites formales y materiales de! /IlO-
yecto de p1fte general en 1974 y, luego de una encuesta, se redactó el te.,to delo constitucional penal, antes descripto; se advierte, paradójicamente,'

• definitivo, en 1975. El tratamiento del proyecto, una vez más, fue suspendi- que la legislación penal tiende a expandirse 3l. Se intenta, a nuestro modo

·1":
do por la ;nterrupción del orderylfonstitucional, en marzo de 1976,: de ver equivocadamente, resolver por medio del sistema punitivo y SI.! .!"('l
.~: simbólico, vacíos de·valores·y conflictos sociales y clllturales que exist~'l
3,8.9, El Proyecto de 1979 en la sociedad y .que responden a diversas causas: Se verifica así una fuga
" En abriLde 1979, se encargó auna comisión supervisada por Soler, la
,,/ redacción'jé':Un nuevo proyecto de Código Penal, el que fue presentado en
noviembre de ese mismo año, Continúa la línea iniciada por el Proyecto de /
(é'
1960. No Uva mayor repei'cu:;ión ..

•• , ,
,
',;", Apartir,de'1950, el Código Penal ha sufrido numerosas modificacio" JJ Incorpora el inc. 8 del art. 80 del Código Penal, por el cual se agrava el homicidio

,~
\.:..::'
nes a través de leyes y decre1os-leyes, Pueden citarse como ejemplos, la. cuando se matare a <<un miembro de las fuerz.as de seguridad pú~lica, polic.iales o·oen:.tc:n-
<11 ley 17.567 (12/l/l 968), inspin.da en el Proyecto Soler, que reforn\ó el Códi' ciarias, por su función, cargo o condición.»

'f¡
, •• ",
...~: :
go Penal, pero dicha refornJa fue 'dejada sin efeclo en líneas generales por
la leY,fO.:;')9 (28/5/1973); la '.ey 21.338 (25/6/1976) restableció todas las
34 Esta 'Iey ·vetada parcialmente por e-.l Poder Ejecutivo CI'l su inc. 4 que incorporaba un
tipo culposo de defraudación- deroga la ley 20.840 (cuyo remanente contenra In denorf'ina~
da «subvcrsión económica)~): agrega el siguiente texto como inc. 6 del art 17d del CódigCl

~

•• ~
"
reformas de la ley 17.567, Fl,~staúrada la democracia, el Congreso de la
Nación restableció la mayoría de los texlos de la leY 11:179,a .tr~vés de la
ley23,077~27/8/1984), '.' . . ' • .'
. Finalmente, luego de op"rada la restauración. republicana enl983,el
.Pen~l: «El que maliciosamente afectare el normal desenvolvimiento de un cstablecjTJ1jen~o. e
explotación comercial, industrial, agropecuaria, minera o destinado a la prestación de senij.
cios; destruyere, dañare, hiciere desaparecer, ocultDre Q·fralidulentamente disminuyere e!
valor de materios primas, productos de .cualquier naturaleza, máquinas, e'luipos u otros
';,...: .. bienes de capital.,,; modifica el último párrafo d.d nnkulo 174 del Código Penal el que queda

•• ..l:?
Código Penal' suhó importa"!es modificaciones, entre.ellas.las produci"
das por las. ley"s 23.057 (51;11198,4),23,468, (261l11987), 23,47Q(2'6tV .
1):
1987),23.4~7(26/1I1987),' 23, 588 (24/8/1 988), 23.~74(J 7i,91J 99 2f198
redactado de la siguiente Inanera: CIEn los casos de 16s tres incisos precedentes, el culpnble,
si fuere funcionario o empleado público, sufrirá además inhabilitación especial perpetua)),
.13 Confr. SILVA SANCHEZ, Jesús Marfa, Ln expansiólJ del derecho perla/, Cuadernos

••
,-~.

, , (3/6/,993), 24,286 (;19/12J} 99,:3), 24) 16 (13/5l1994),,24:~ 10Ú~/,l2/J994), Civitas, Madrid, 1999. p. 21 Y ss .. Para el autor, las principales causas de expansión del
derecho penal son: 1) la efectiva'aparición de nuevos riesgos;.. 2) la sensación social de
24,527(8/9/1~Q5), 24,721 {15(1l/
.... , J

~.,
.24.453 (12/3/1995), 24.454 (7../3/1995),
" , . ' .... .
.,. . '. . i~lseguridad: 3) la identificoción de "la mayoría so.cial con la víctima; 4) el descrédito de otras

't.. "
,...

·Luis ¡Vi. BOllct(O ... Dere~ho penal y Constitución 137

(// derecho penal,. que se agrava por la mala técnica legislativa en la for, combatir la impunidad)' la corrupción'apiicánc:o las leyes ya existentes y
mulaClón de las leyes penu!c,s, y el recurso, cada vez más frecLiente, a leyes
.de excepción y leyes especiales, luera del.sistema del Código' Penal.de la
N?ci6n, Así, por ejemplo, el proyecto de ley que prete~de'castigar el «ho-
l~ICJ.dlO pOI." .OdlO deportivo», como consecuencia de la violencia imperante
desarrollando políticas sociales y fundamentalnente educativas, '1,le con-
soliden una responsabilidad ciudadana de resptto a la ley, pues la crisis de
la legalidad, especialillente evidenciad& en el ejercicio del po&.r público, es
un problema cultural y ético.3 8 • l.
enlus estadios de.fatbol, procura sólo penalizar más severamente el delito
de hon1icidio, sin atender a las'causas de este conflicto, Los desequilibrios y
VIOlenCIas estructurales de la sociedad no pueden resolverse can más dere-
cho. penal. L~ mejor po.1ític.u criminal, COmo dijo VON LIZoST, es una.políti<;:a
lt.1'..'
.~.

socHlI, y hacIa ella debe propender la tarea pr,"ventiva que contenga los

''i..
conflictos sociales, haciendo del recui'so al derecho penal, s610 una última .~
ratio, allí donde fracasen los otros medios de control social formal sin caer
en posiciones ingenuas o utópicamente abolicionistas Jo. ' .

, La ,tensión entre legalidad y garantías, entre defensa. de la sociedad y ,


raclOnalldad en la respuesta punitiva, es Una antinomia intrínseca e inheren.,.
te a todo sistema penal. Su solución no es faci!, especialmente 'en momen-
tos de crisis.y emergencia, en que la sociedad derrianda al sistema.punitivo
mayor segundad y eficacia, juzgándolo demasiado tolerante y exigiendo
• •
lJ1crementar la gravedad. de. las penas. La manipulación de los medios de
cOlOunicación, también acrecienta la sensación de inseguridad ciudadana y
de disfuncionalidad del sistema penal para contener el delito, generando un
cLudr,o de situaci6n propicio para la dispersión legislativa penal", En lugar
'.'i.'
:¡:.¡
de mas derecho penal es, en nuestra opinión, fundamental e impostergable 'j. 1
, ·',1
~.i

n.!)'.á~ICH:CS Ge protección; 5) los gestores «atípicos « de la moral; 6) la· actitud de· la izquierda
~ollllca; .~) E.I desprecio por las fo~mas». Sil~a Sánchez p~onoslica.que el derecho·penal de
~J Desde un enfoque crítico a los criterios de (.tolerancia ccro~) léase ~(Otra mirdda sobre la
inseguridad» de Marcos aCAMPO y Jorge PERANÓ. La Voz de·¡ Interior, Córdoba, In/02,
Ag. Silva Sánchez es escéptico en relación con la política criminal de la globalización y entiende .
que la misma será ¡¡',enos garantista y se flexibilizarán los criterios constitucionales de Umiles,
.li..
le'
, .. f..lobaIL.,~cI6n será ~I!I1ÚS garuntl~(a,·especlalmenle en temas de.crimirialidad.organizada, ,.~,¡

-.J.'.
especl:lImente en materia de criminalidad económica, corrupción y crimen organizado.
~e!m~Il~lIcla.eccn6mlca y corrupción (p. 64). ~OXIN, Claus, La evolución de la po/{rica JI En el Congreso de Academias Iberoamericanas de Der~cho, celebrado en Córdoba, en
~~.;
"mll,,,a,, t!/ derecho penal y el proceso penal, Tlrant lo Blanch-Altemativ3, Valencia 2000 1998: se deslacó la importancia del modelo 1:1Ultidimtnsional en la enseñanza del derecho,
,;, .7 Y ss,; LASCAND, Carlos J, -ZAFFARDNI, Eugenio y CAFFERATA NDRES José como una forma de abordar la.complejidad de ia realidad de las so~iedad.es actuales. Asimis-
~' Cdsi~ II~gj~im{/~idll de [apoJúica c:fimillal, el derecho ~enQI y procesal pe/la/, Advo~atus, mo, en orden al dereG~o·penal se ~estacó: «Ahora bien, por.lo q\í7 u~specla a la temática
Ik" 2002, p, 72 ] ss..' ". . ' '. . ' '... .. _, .' deJictual,"sólo un cambio en las condiciones sociales y en la formación cultural y ética de la
~ (,L~. mejor política eliminal consiste, por tanto, en conciliar de ·Ia 'mejor fúima ~~Siblc población permile vislumbrar una transformación efectiva~. (Confr. Congreso de Acade-
y
la ¡'revene.lón general, la prevención·especial oneOlada a la integración soCial la limitación de mias iberoamericanas de Deo·ccho, Hildegard RONDaN de SANSO, Las ttmdenciasfllnda.-
la·pe~l~ en un Esta.do de der~cho», ROXIN, Cbu·s, LA evolución.... , p. 34. El ~utor.piopone
tamblen ra reparación del dano, como una tercera . vía de 'solución del conflicto·pe na.1
memales en la e~'oluc;611 del derecho, Academia Nacional de Dere~ho y Cien,cias Sociales de
Córdoba, p, 764), . . •••
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1. FUENTES DEL DERECHO PENAL: DE PRODUCCIÓN Y 1:.
DE CONOCIMIENTO. 1.1. La costumbre. 1.2. Los prin-
cipios generales del derecho. 1.3. La jurispruden- .. ')

cia. 1.4. La analogía.


2. LA LEY PENAL. 2.1. Concepto. 2.2. Elementos de la
ley penal. 2.3. Caracteres de la ley pena). 2.4. El
federalismo y la ley penal. 2.5. La ley penal en blan-
co. 2.6. Los denominados lipos abiertos: 2.7. La
. delegación legislativa en el Poder Ejecutivo. 2.8.
Los .decretos uc necesidad y urgencia.
.1..•)'
3. LA'U;Y y LA NORMA PENAL. EsTKU0UR~, CONTENI- (1 ~ .
DOS Y DESTINATARIOS. 3.1. L~ ley y la norma penaL ,:.i,.
3.2. Estructura. 3.3. Contenidos. 3.4. DestinatarioS.
3.5. Norma primaria y secundaria. De valoración y le ~

l.
--: ,." '

determinación. . ,l.
4. INTERPRETACIÓN DE LA LEY P.ENAL. 4.1. La Consti-
tución como parámetro interpretativo. 4.2. Concep-
:'i •
~o, necesidad, objeto, métodos y Ifmites; El princi-
p~o i/l dubio pro reo.

. .le1.'
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1. Fuentes del derecho 'penal:, de producción y de conocimiento

.'••• La expresión ji/ente sirve para designar el lugar de donde mapa un


líquido. Referida al dereCho, es multívoca porque tiene varias acepciones.
Una de ellas, fuelIteS históricas, alude a las disposiciones leg;cles

·· (

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)
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concordantes, los precedentes legislativos -nacionales o extranjeros- y los
antecedentes doctrinarios o jurisprudenci;les que han ilustrado al legislador
para la formulación de las normas jurídicas; también al conjunto de ide,as_
valoraciones y creencias que influyeron en aquéL Todo ell.o será motivo de .

.(
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análisis en uno de los métodps de interpretación de la ley penaL
En el 'sentido jurídico que aquí nor. interesa, aplicada al derecho ep
general, tiene el significado de origen de, éste, pudiendo distingUj'se ,los

•• (,
"
clases de fuentes: de producción y de conocimiento. a) La primera alude
a la voluntad ,que origina el derecho, o sea, a la autoridad que dicta las

••• <-" ••
normas jurídicas; b) la segunda, a la manifestación de dicha voluntad, e;'
decir, a la forma que el derecho objetivo asume ee la vida social o, e, ('tro~
términos, dónde se conoce el derecho.

·
• ~';
En relación al derecho penal, modernamente el Estado es su l;'Jica
fl/eme de producción, ya que -una vez eliminada 'la potestad de crear
nonnas jurídico-penales que anteriormente tuvieron el patet famili"., ','


.0' (O;
Iglesia Católica, los señores feudales y las corporaciones- dicha facultad
sólocorrespondó en la actualidad al Estadó, quien tieneel moriopolig ~e la

··
• e.c;;
(,
potestad punitiva. También debe descartarse como fuente de producción al
pueblo, que en otras ra~as del derecho lo crea en forma directa a través de
las costumbres, pues ello vUlneraría el plÍncipio de legalidad en la represión,
Si bien se puede sostener que las normas del ordenamiento jurídico

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'",,' I
general se pueden conocer -y por ello constituyen fuentes de cognición- a
través de la ley, la costumbre, el contrato o la jurisprudencia, dicha afir-
Carlos JulioLascano (h) .
La ley penal, t45

mación nO es válida ~n lo glJ"C resp~~ta al derecho ~cnal, (;~ya ~nj~~ fuen-


Sin emhargo, el derecho consuetudinario .. espománe,o y no e:¡crito- no
te de conocimiento es la ley. . . . .
es una fuente autónoma (cóstumbre contra hgem), m·odificatori'l o dero-
Ello se debe a que el principio constitucional delll~dlltm crimen, ntdia
gatoria de la ley, pl~CS s610 si ~sla se refiere a t.lla o se· trata de sillJaciones
pOella, si"e praevia lege cumple una función de garantía política de liber-
no contempladas por la ley, la costumbre puoí,e tener capacidad creadora
tad, certeza y seguridad jurídica para todos, pues restringe el poder estatal
de derechos y obligaciones, según el art.·17 e.C. aigentino' (costumbre
de coerción penal al exigirle que únicamente pueden ser consideradas como
seclllldunI legem y praler legem, respectiva:lIente).
delictivas las conductas descriptas en el texto de la ley y reprimidas con las
En el derecho penal argentino, dada la \ igencia M los prill ;ipios de
penas que ésta conmina en abstracto,
legalidad y reserva, qt:e exigen la ley escnta pre.'ia, 1.1 costc/nbre w
, Al Jl1isl1~o tiempo emana de la ley penal un~ prelensión· subjetiva a
constituye una fuente inmeoiata de ~OnOcinl"lento,.por lo ('¡u~ .,J"puede
fav?r de los Ciudadanos, quienes no podrán ser castigados más q;¡"e por las
. dar base a la creacióil de tipos delictivos, l",nas o medidas ú ) seguri-
accIOnes y omisiones que aquélla establezca, ni sufrir una pena distinta de
dad .. El art. i8 C.N" al disponer que "ninpín Habita:nre de k Nación
la pr:vista legalmente para cada infracción, POI' eso VON LISZT ha dicho que
puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterioral ,¡¡ocho del
el Coctlgo Penal constituye la Carta Magna del delincuente. I .
proceso", ha limitado el poder de coerción pena. a lo estableci(.» por un
". ·P~ro a~e~tís aquel principio constituye lIn~ exigencia ci~ntífica para
acto concreto emanado del P¿'rlamento. Y el arto 19, in Jihe, prescribe:
la construcción de la teoría del delito, el cual según FRANCESCO éARRARA ¡ es
"Ningún habitante de la Nación será obligada a hacer lo que· no manda
una ú!fracción a la ley del Estado, es d'ecir, una conducta an(¡jurídica; y
la ley, ni privado de lo que ella no prohibe".
como a nadl~ puede atribuírsele la voluntad de violar'una ley'que no existe,
Tales pautas constitucionales excluyen que la costumbre illtegrativa
tampoco su comp0l1amiento puede serle reprochado sin una ley que' pre-
pueda ser fuente mediata de conocimiento del derecho penal, en el caso de
.vlam~nte lo haya p/;'hibido. . . , . :
las leyes penales en blanco que se remiten a disposiciones extra penales
En consecuencia, no· pueden considerarse fuentes de conocimiento
-derecho civil, comer.cíal, administrativo, etcétera- integradas po¡-
del derecho penal los principios generales del'derecho, ni las leyes análQ- .
'contenidos regidos por normas consuetudinarias, que operan de modo com-
gas, como sucede respeclO de otras ramas del derecho, según lo dispone el
plementario. "La ley a la cual se refieren los.arts. 18 y 19 C.N. es ley a
art. 1·6 e.e. argentino; tampocó lo pueden ser lajurisprudencia de los tribu-
secas, y no ley complementada por una costumbre" 2 • En igual sentido,
nales, ni los usos y costumbres, .
NÚÑEz sostiene: "No resulta lícito que en las leyes penales en blaqco, por
ejemplo, se llene el Círculo de lo punible mediante un precepto consuetudi-
j .1. La costumbre

. ' El uso Constante y general de' una regla de por con~uct~


de 'los pa~te
nario;o que la especie'o la cantidad de la pena quede en alguna medida,
supeditada al derecho de costumbre'" ' .
Sin embargo, la [alta de valor de la costumbre como fuente jurídico-
:: 1

", •.•
.•••.•
penal no impide que ella pueda tener influencia",n el juicio sobre la licitud o "
r,uemb ..os de la.comunidadconstituye la costumbre, que adquiere el qrác-
ilicitud de una conducta, que resulta de la regulación efectuada por otras
ter de fuente de cnnocimi.ento del derecho, ,sin la'intervención de un Órgano
del Estado que realice un acto expr~so de creación (fuente de producción). ••••
..,

, Pr(!grtll/J(I del Cw'so de derecho criminal, traduciJ~


Scler, Depal1l1a; Buenos Aires, 1944, § § 21, 34, 35, 125·. . .
bajo la dirección
' .
d~ Sebasli6.n
!TERAN LOMAS,· (~oberto A. M" Dcrecl¡o pel.úll. Parte general, Astrca, Buenos
Aires, 1980, 1. 1, p. 124: . ' .
J "L.¡ ley,.única fllente: tlel derecho .penal argentino", .Óp~sculos de Derech·o Penal y
.,.••
.,

Criminología, N" 50. Lcrncf, Córdoba, 1993,.p.:25.


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r' .~t' , 146 Carlos Julio Lascano (11)

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La ley pci131 147:
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1'·< rama~ del ordenamiento jurídi,;o general. Ello puede suced~r cuando el tipo Hoy en día se la entiende e.n un selltido amplio como las sentencias.de los
~'. ,~, ~ellct1vo c(jntierie elemeútos,flormativos de índole jurídica (p. ej.;·la costum- órganos jurisdiccionales (judiciales o administrativos) que aplican el dere-,
bre comcrcial para fijar los plazos de cons,;gnación de mercadería; 'a falta ,che a cada caso concreto, y. en un sentido estric.to como r~s !esolucio~es

•'.
de una conención expresa, en caso de de'fraudación del art. 173, inc. 2, de los más altos tribunales de justicia.
c.p, argentino) o de carácter cultural (1" cj:, eL,significado de conceptos Sin embargo, el significado actual, en relación a su re](:vanc;acomo

.'.'•
como ponlOgrafía y obscenidad, arts. I28 y 129 c.p, 'argentino, respec- fuente de conocimiento del derech'o, sólo es adecuado cuando hace refe-
'- tivamente, en su actual redacción según la ley 25,087) '. 'rcncía a un conjunto de sentencias numerosas y cOllteste~ .~\ es decir,'
repetidas y en sentido concordante sobre cierta materia. Ese dercc/10
judicial deriva del hecho de que ciertos fallos de los jueces pueden ac,
'-.:' J.2. Los principios gellerales del derec/1O tu al' como modelos y ser utilizados para resolver en el futuro casos seme- '
J "
jantes en igual sentido,

·.'.'
,e ::: En el derecho argentino, el art. 16 c.c. establece: "Si una cuestión Las soluciones .con una ,misma orientación sentadas por los pro-
civil no puede resolverse, ni por las palabras, ni par el espíritu de la ley, se nunciamientos judiciales en reiterados casos, puede teiler en el 'ordena:
atenderá a los principios de leyes "nálogas; y si aÚn la cuestión fuere dudo- miento Jurídico general destacada. importancia c6m·o precedente p(lra la
sa, se resolverá por las prilzc:ipios getiera/es'-del derecho, . teniendo. en tarea de interpretación de la ¡ey que el juez puede aplicar a un c'"so

,.·.'
" co~sideracjón las circunstancias del caso:', singular sometido a su de~isión.
Estos principios, ,que deben ser extraídos ¡ior el juez en cada caso Sin embargo, tal jurisprudencia no puede,¡;onstitJlir en nuestro sistema
particular, de la concepción 'de vida que sustenta el derecho positivo vi- . jurídico el carácter de fuente de conocimiento del derecho penaL tod~ "el.
' gente, co¡j¡Prenden también las yaI mencionadas garantías constituciona- . ,
que conforme los principios de legalidad y reserva (arts. I,8y 19 Cons!;t:':-
les de legabdad y reserva, que excluyenJa utilización en materia penal de ción argentina), los hechos delictivos y sus penas deben ser eslab'e.¿i,!os
cualquier al,ro principio qu!(:n;:¡ulte contradictorio. Por ello, los principios por una ley previa emanada del órgano legisferante éompeient~. y de ac',~rc\o
e
t.••
'
generales del derecho s6lopu"den tomarse en cuenta pOr el órgano juris-, al procedimiento de sanción, promulgaci6n, publicación y puesta ect vige,-
diccional d" aplicación dd • .ley penal, como un medio' de-interpretación cia establecido por la Carta Magna, requisitos que de ninguna ~;me¡~' .;;.
'..... tclcológica; pero ~1Unca como fuente de conoCimiento. -inmediata o mediata~ únen las sentencias dictadas por los distinto.s tribunal.es -"1i si~lli~r~ . :;." rlc

l.••
del derecho penaL máxima jcrarquía- que componen el Poder Judicial., " " . ,1"
.,:..
La necesaria labor de interpretación de la ley ,penal 'qúere,alizdn 10<
magistrados en sus sentencias, sólo tiene fuerza ob~i!?alori.a pa~a. p.I C.~:;:0
J .3, La jurisprudencia concreto sometido a juzgamiento y no puede tener efeclo vinculante pltra
I otros supuestos similares que se decidan en el futuro, pUes'en nuestnrr','!e-

••
, A la expresi6n jurisprudellcia se le han: asignado distintos 'Sig'nifica-' ma republicano de gol;>iemo eljm,z no puede atribuirse la función legislativa,
dos, Antiguamente era em;>leada para
, de¡1ominar a In cienda efel derecho. '
que es la exdusiva fuente de producción de la ley penal, sin que ello imp":-t~

••
•• 1 Antes de la reforma de la ley.25.0B? Que ca~llciÓ la denominaciÓn de les delitos COl/tra

la honestidad por deli/os COI1I!-D la ·¡ni !gridad.sexllal. el art. 140 ,e~igfa que la víctima del.
estupro ftlerrl.l111lje:- ¡'o,,~sla y el arto J28 aludíll al cCllceplo de ob,ff:el?idad.' ,:.,"
s JIMENEZ DE ASUA, Luis, Principios de derecho pellqf. La ley y el delito. Abelerlo· .
Perrol, Buenos Aires-, 1990"p. 87·, .

.•
Carlos Julio Lascano (h)
".:...a ley penal' 149

un grave lüenoScabo al recíproco control y equilibrio entre los distintos po- sino. de un ncto del régillien i~lIel:l1o de las-cál.:iar~sl·par'qtie Se le'l'ecotl6-'
deres del Estado de d e r e c h o . '
ce los efectos de la le~ misma al afirmarse que obliga a todos 'los jueces
. , ., El control difuso qúe la Constitución Argentina reconoce a los jlle~
superiores e illferiores yextiellde Sil 'mitoridad sobre todas la,i ·persa-.
CeS de cualquier jerarquía para declarar la inconstitucionalidad de las le-
nas y hechos jurídicos. . " _ '.....
yes, no puede tlerogar los delitos ni las penas establecidos en ellilS, pues
Agrega el maestro cordobés que el sistema de la dIVISIón dt,' IOS'PO- .
el cumplimiento de dicha obligación q'le emerge del ordenjerárq~ico nor-
deres del gobierno y la imposibilidad de delegación redpwca 'mt/e los
mativ9 emimado ele los arts. 31 y i5 incs. 22 y 24de aquella Constitución;
;;'ismos de las facultades conferidas por la pWI"" ConstlulC¡Ón Nnponal,
s6lo puede prQducir el efecto de invalidar tales disposiciones en relación
impiden la nsimilnción de la decisión Jel t.ribulHit en,~len~' a ulla ley . ... ~I no
31 ca.so·c·oqcreto, pero de ninguna manera puede ser. entendida camo creQ-
c(4/~ de 1~9rplas penales, . .puede equipararse a la ley, es aQvio ql~e el pr:munclamlentaplcnana no
puede ser fuente penal. Lo que quiere decir: a pesar de los .text~, 'Iegales
.1 • Tan claras oremisas. sin emhanw,'resultan puestas en eI).tredicha cuando.

fie~te.aJallos co.ntradictorios sobre una mismacuestiónjurídjca, emanados contrarias .. r¡ue losjuece.s en los casos pasterIores al,c,tle acaslona el acUer-
dCJli~ti~tos)ribllri~les 9 de las distintás salas de un mismo tribunal, q~e do, deben buscar el tipo penal y la pena en la ley mISma y no en la resolu-
serfan¡:;ontrarios a la .seguridad jurídica, se .ha propugQado la necesidad ción del tribunal en pleno" ': .
de logra¡: la;miformidqd de la jurisprudencia a través de la fueáaobIígato- Compartimos la siguiente canclusión: ... .. ' ,
ria que se asig'ne i~ga'lrnenteal pronunciamiento de un Tribunal Superior (, La observancia obligatoria por los ifibún~les inferiores'de la ':;octnna
Corte Suprem~. -por yíadela casaciÓn u ot;os ~ecurs6$ extfai)rdinarlos- o a de los fallos plenarios es inconstihlcional; coLlraria , disposiciot,es de la
la' decisipry 1,i1aroritada. de los iniegrante~ de las cárnarasd2 apelaciones de Convención Americana sobre Derechos Hum¡,nos; propIa de sIstemas to,
la misnia 'proyinCia'ó de las distintas salas de un iitismó tribunal colegiado, talitarios, no democráticos, de gobierno; entorpece el desarr~¡¡o de la mter-
n1eiÚdnt!" úis d~nonliriadÓ~ acuerdos ¡ile~ar¡,os." , .' ..'. " .' .,' pretación de la ley, impidiendo su enriquecimiento. La doctnna sólo se Im-
, .. ,., i · . . . . " t . , ' . , " .' ' ,.:,.. ... , ..
'
'.. Lo'últimoha ocürrido en Argentina con las leyes nacionales 11.924 pane por su valor científica y su fuerza moral ~-.
(nit.'23)·,:/ IZ:3ZiÚri:'5'j: Similarsituación se plaritea en la actuÍilid~cÍ'itl
haDérs¿'~StrihleCidoe¡:¡lo~ árts. 10 yl ¡, de la ley 24.050, que la sentencia
pI2na'r,¡¡:d'é lá'C'ama;a' NaCional de CasaéiónPenal sea deaplicacióri'obli- 1.4. La ana/ogí"
g~t()ria:para'lcis trib"Ílalé,i'ilependientes'de ella.···· '. "..... ,.,,, ."'. , . ¡ ' : . .

Un importante sector de la doctrina argentina ha considérado que lit En el derecho penal liberal, por impedo de' los principios de legalidad y
obligatoriedad de los fallos plenadosen materia penal es lesiva del ptiricipio reserva, el juez debe descubrir la voluntad de la ley, que.. constltuy~ la
de' legalidad', porque impliéa lacreaci6IÍ de una norma general qu~ esiablec única fuente de cognició'll, por lo que se le permite tanto la tnterpretac¡ón
ce la interpretación vinculanU!de ltn tipo delictivo'o de la pena abstnicta extensiva -cuando d sentido literal de su texto es'insuficiente yhace entrar
COílllii¡úda para él, en relación' a conductas ·no. éomprendidas en el caso en su regulación hipótesis fácticas que s6lo han sido contempladas'de modo
cc..;~re," sometido ájuzgarnietúo; para los tribunales que en el fututo deban implícito- coma' la interpretación analógica ordenada por la mIsma l,:y pe-
rt:oolver sitmicio,nes fácticas semejantes,. .. .
1\1 analizar la noturaleza del acuerdo pIel/ario, NÚÑEZ 6 entiende que
na se salvan las objeciones anteriores diciendo que no se trata de,una ley,

1 Ob. cit., jJ. 75. . ' .. d'. I ." en .


a GARCIA VITOR, E,~rique, "La obligalOnedad de la J~n~pru encla p enan.a .' s a
Planteas Penales Colección Jurfdica y Social, N° 14, Secre[~na de Posgrado y. Serv1.lcSIO .
Terceros, FacultaJ. de Clcnclils
. , 'Jundtcas
, . y SOC13. tCS,UOIV
' ersidad Nacional
.. .
del Lltora. . anla, ."
, t:. ·'L. ley, úllica fuente del derecho penal argentino", cit" pp, 73 Y 7.4.
Fe; 1994, p. 138.
U
--e :"r'F;:~':;"').'"
~., • '~.J¿;.~{.~"' ...
~, e cer"';
150
.~ Carlos JlIli~ Lnscano (h) La ley penal 15.1

'..'•
.
eL
,.'. ",,1, cuandola nescripción casuísiica no comprende todl\s las hipótesis, pero
adICIono, una expresión que exige al juez aplicarla a hechos,similares alas
previstos (por ej" el art. 14J C:E argenüno casti'ga al que rediljera a una
persona a servidllmbre O ,1 olra condición ánáloga), En am,bas clases
del imputado para extender la zona de punici6n definida taxativamente por
la ley penal. Por ello se ha dicho que, dado que el ar!. 127 c.p, argentino
-en su redacci6n anterior a la ley 25,087~ no había tipificado el simple
manoseo, pues al remitir expresamente a las figuras de la violaci6n, el toca-

e ,'" d,p i~terpretación, ,el límite (:1,1tre lo tolerado y lo prohibido estará dado por el
,sentido l'teral y lingUístico l))sible del texto, ' ,
miento imp'údico por sorpresa, sin ejercicio de violencia; no cons.tituía el

••
,
delito de' abuso deshonesto'·,
, Per') dichos supuestm; de interpretación de lá ley peA al 110 deben ser Es controvertida en la doctrina la aceptación de la analogía in bOIWm

."
contundidos con el recurso a.la analogía como fuente del derecho penal, partem; algunos autores que se p.fonuncian a favor la amp~ían'iI ¡os princi-
para II c1 i ar los vacíos lcgal~s de punición o zonas de .impllnüj~ld que se pios generales Jel derecho,
. generan euando la conductl! que el j~zgador analiza en lln caso concreto no , Adherimos a ln()pinión de NÚÑE~, para quien, dado que la garantía del
e guarda (!,Hricta concordancia COn la descripción abstracta contenida en el
tipo pena.l que primafacie "odría serie aplicable, , ,
arL 18 e.N, funciona en beneficio y no para perjudicar al imputado, "es
admisible la aplicación,de laley penal por analogía ill bOllan; parlem, vale

'..·
". 'i, " En tal situación, en que el hecho es atípico porque la ley penal no ha decir, la que se hace para excluir o minorar la pena o mejorar la situación
e quendo alraparlo, no podrá el tribunal aplicarle ladeterminación legaI'de del interesado: así, para eximir de castigo a' los contraventores de leyes
otro tIpO de!Jctlvo previsto para regular otra hip6tesis fáctica distinta, por la policiales locales, se han aplicado por analogía las'reglas del Código Pel,"J
sImple nnón de guardar similitud con aqliéL ' , ' sobre prescripción y cau.sas de inimputabilidad" ".
"- Admitir lo contrario, e" decir, la allalog(a legal -que el art 16 e.e.
(:"
, '

argentino reconoce como fuente para !>olucionar las lagúl1a~ del derecho_o

." e sería suplantar la voluntad qe la ley por la del juez, ya que en materió penal 2. La ley penal ,
éste nunca puede crear una norma copiando otra " Tampo~oes, válido
~dJudlcar a ~m co..mportamiento previsto por un determ.inado tipo penll}. una 2,1, COllceplo
e consecuencIa mas graVosa. . . '
e Por :IOS motivos que' di.~os al referirnos' a los principios.g~ll~r(lle.s La ley pellal es aquella disposición escrita y general, emanada dcl6rga-,

• e
del derecho-a los que tambíén remite el art. 16 e.e. argentino-' no cab~
duda' de ('ue la analogía jurfdica está igualmente vedada en el ámbito
jurfdico-p,nal para reprim~r';;o~ductas atípicas o para hacerlo con mayor
'no del Estado,que constitucionalmente está inve,tidode la potestad legi,h';-
va, que tiene por objeto establecer los principios que deben regir el deree l1?
penal, definir COITl.O delitos determinados hec;hos. ilícitos y conminar 1'(\8 re.~­

•• sevendad, en base a las oriqt.ciones teleológicas del sistema normativo


, pu'es ella importaría una verdadera creación del derecho por ~olL1ntad,deí
-; sent~nciar te, para regir sI(UI'::iones que no han sido reguladas e¡¡presa ni
pcctivas penas o las medidas de seguridad 'para Jos partíc,ipes de éstos, ' ,
, Tal es la l~y penál ell s~lltido,eslriclo o formal por ser la r~glajurídj- '

• e "
I/IlplIcltaIr,ente en la ley punillva, , ' " : '
Ello es así por cuanto ex iste consenso doctrinario sobre In,rrohibi~iÓn
de la analogía in 1IIala1ll par/lml, O sea, la utilizada por el juez en perjuicio
ca que -~onforme el prillcipio de legalidad de la represión- constituye}a '
única fuente formal de cognición del.derecho,peIJaL Carecen de taIGl'At-,

e ci
"

e• ,9
~ 10 Velo disidente del pro Ouviña, <;NCrim. y Corree., Sala VII, 6/4/95. "P.• H.A.", L,L,.
e ~: CR~US, Carlos¡ Derecho penal. Parle geneml, 2" cd. ~e'tualizad'a y ampliada~.A·s[rea.
1. 1995-D-532, " ' ,

.',
'1
II Mimual de'derecho pellal: Parte general, 41 ed. actualiz.ada por Robe.rto E. Spink~
Buenos J99.~. p. 50. '. . . ". ,
e AI--CS,
y Félix. González., Marcos ~ernér Editora'Córdoba, Córdoba, 199:9. p. 69. .' '
------------------------------------------------------------------------------------------------~~-
'-.',
., ' ,.".
152
'. '.

Carlos Julio L:J.scano (J¡)


JUAt\ tlORACIO DAY
Abogado
Mal. 4471 - 1" 76 F" 121
':é
":t'
La ley penal 153

dad todas aquellas normas jurídicas que si bien configuran la ley en sentido
amplio o material (Constitución, decretos reglamentarios, resoluciones,
rniento na surge de la consideración aislada de nn solo art(clilo del Código'
, Penal, por lo qu~ éste 110 debe identificarse COLla 'normajurídico-:)cnal.
. 1. I~
l.
etcétera) y son fuente de derechos subjetivos y de deberes, no h;m sido Por el contrario, para conocer el contcni(o total de ésta, es preciso
sancionadas por el Poder Legislativo mediante los procedimientos y los relacionar artículos ubicados en la Parte Especial con otros de la Parte _I~
requisitos establecidos en la Carta Magna, ni han sido p,cimulgadas por eJ General del Código Penal.
Poder Ejecutivo ni publicadas debidamente,

,.-
Así el artículo que describe el tipo del homicidio y le asigna;a escala
J' Sin embargo, estas últimas normas pueden constituir leyes no pena- penal en abstracto, para su aplicación al caso c.)ncreto -la muerte de Pedro I~
les y-en ciertos casos tener estrecha vinculación con la represión punitiva, causada 1101' Juun- requiere ser vinclIlado c"en I(I~; que prevén los ti~os <lgm-
como se puede apreciar en varias cuestiones: naturaleza sancionatoria 'dél . vado -por ejemplo, p'arricidio- o atenua~lo -por ejemplo, homicidio emocio- ... :1.•
derecho penal, consideración pretípica de la antijuridicidadYsu' carácter nal- y también con los dispositivos de la Parte General referidos a las cau-
unitario, leyes penales ell blanco, retroactividad de la ley más beíligna, sas de justificaciót; como la legítima defensa, da impu:.abilidad d,l sujeto
elementós normativos jurídicos del tipo Objetivo,justificatíón por cumpli- activo, a las reglas sobre participación criminal, :1: plazo de prescripción de la ~:¡.
miento del deber, ejercicio legítinio de un derecho, autoridad o cargo, auto- acción penal, a las pautas de individuaLzación judicial de la pena, etcétera, ::1.".'
":',' ,

rizaciones legales de actividades curativas o prácticas' deportivas, tipos


d.'
culposos por inobservancia ~eglamenlariat etcét~ra. .
2.3. Caracteres de la le)' pellal ".. ,

••••
2.2. Elemelltos de la ley pellal

Las leyes penales no tienen elementos diferentes de las.oom1as de las


Sin perjuicio de otros, se suelen asignar a la ley peltal los siguientes'
caracteres: . .
2.3,1. Escrita: para proporcionar la seguridad jurídi9 del principio de
;-:.
restantes raIDas del ordenamiento jll~rdico ... ya que a la realización del supues- legalidad que pretende que sus destinatarios "puedan tener delante de lbs
ojos especies de delito~ .exactamente dcterniinados y penas Crelimitadas con
'~~i
to ele hecho "COmúnmente denominado preceplO- se asocia una detennina- ,~,!
da consecuencia jurfdica, a· la que muchos designan como,sanción. La igual exactitud" (BELlNG). . .. , '.
.~.!'
••
. 2.3.2. Estricta: debe tener precisión tanto respecto de la descnpctón
nota distintiva debe ser buscada en los contenidos específicos d~ ambos ele-
típica delsupuesto de hecho conio respecto dela d~terin!nación ~~.l~ pena
mentos: el tipo delictivo como supuesto de hecho descripto parla ley penal 'y

,.;••
(mandatocle deterlllinación), lo cual excluye la ana.logta en perJUICIO del
la pena o la medida de seguridad como sus consecuencias jurídicas ..
imputado (analogía itl malam par/em): .' .'
Tales elementos -que se relacionan como antecedente y consecuente-
. 2.3.3. Exclusiva: sólo ella tiene el monopolio en la 'creación de los
. san imprescindibles, pues una regla de conducta desprovista de sanción
delÚos y sus consecuencias jurídicas, en virtud e,e los principios de l,'galidad


'retributiva sería como una campana sin badajo (BINDtNG)'-Y umi pena que
y reserva (arts. 18 y 19 C.N.).Luego, ciertas conductas ilícitas (daño no

}":
no sea cgull1inada abstraetamente para asegurar el acatamiento de la pro-
intencional, adulterio) o inmorales (incesto), es ':in libres derepresi5n perial
hibición p' el mandato ínsito e,n cierto precepto, carecería de razonabilidad.
porque no se encttentrati actualmente descriptf.s en los tipos delictivos del.
La ley penal indica en cada tilla qué conducta está prohibida u ordena~ Código Penal.. '.' .. . " . ,
.•

..•.••
da y amenazada su realización u omisión con Una 'determinada consecuen- . 2.3.4. Obligatoria: todos deben acatarla: los 'particulares qte deben .
ciajurídica negativa para su autor,'que por lo general'está contenida'en la abstenerse de realizar la conducta activa u'omi::;iva que ella considera :ielictiva '
.. :
misülD disposición que enuncia el supuesto de hecho, a diferencia, de la y los jueces que deben aplicar la sanción a quienes ha~ delinquido, En c_an~- .'.
sanción civil de nulidad que es común a varios pre.ceptos. Pe~o tal conoci- bio, en el derecho civil, salvo cuando se trata de ,cuestiones de orden publt-
••••••
".'" '. ,~
• (.:
11ft. ':i\'; ' , ..•. ',. ,"

11.~(,; -",

·
,pt .'-.iJ:·
'-t ..'('.' 154 Carlos Julio ~nscallo (h) La ley.penal ¡55
. ":
" . }IL",
~/, CO,en virtu9 del principio de la autonomía de la vollJnta~ de las partes, éstas . precisión, "sistema discontinuo de' penalidades" (CREUS) ,\ nb exis(en'la-

·....
';.:;.: pueden apart,arse del cumplimiento de ciertas disposiciones. ' gUllas del derecho. que puedan ser iil\egradas mediante l. analogíacclIl
¡, • LJS órganos del Estado que tienen a su cargo el ejercicio de las accio- otros 'preceptos de la ley penal'"iÚlaldg(a' legal- 'pues no 'existe
nes pe"'lles -salvo en las ("pendientes de instancia privada'y en las priva- comunicabilidad entre los distintos lipos, ,;al'lo el caso de lóstij:>6s esp¿cia-
'- , das- fre,r:te. a la hipótesis c:e un hecho ,que podría constítuir delito están les vinculadosa un tipo básico (por ejemplo, homiddio simpli:;hoinkidio's

.
obligados a perseguir la aplicación de la ley penal al cru;o concreto,la cual agravados y homicidio atenuado por emoción violenta:, 'arts:'· 79,80 y 81,
' 'no adIiÚe restricciones, pl es el proce,o debe ser iniciado sin esperar la respectivamente, del Código Penal) .
decisiól de un6rgano político, dadó que no rige el principio de oportunidad .
"" La excc?cióll está éoristilllida por los supuestos dohde la Constitución de
f '~... ,

.
cada Estado exige un antejuicio.
It- 2.4. El federalismo y la' ley penal
2.3.5. lrrefragable: mientras dure su "igencia será ineludible su apli-
l· .

•.'
cación a todos los casos cQncretos que se produzcen, ya que sólo otra ley
' La Constitución Nacional de 1853-1860 adopta en snart. 1° la
posterior de igual jerarquía podrá derogarla o modificarla, expresa o implíci-
forma federal de Estado. Ella importa (art. 5° C.N,)' qil'" el poder se
tamente. No se admite pues, su pérdida de vigencia por el desuso. Laley de
amnistf1 no plantea Un prob.'ema de sucesión de leyes penales en el tiempo, descentraliza políticamente con base eminc'ntemeIl"te teri"it?'ri.al, rrieriia~f~
tres órdenes de gobie'rno. '. " .,
ya que h ley penal bajo la cual se cometieron los hechos alcanzados, no
:1 ·resuH<;t de ninguna manera:¡ :cctada en su validez y vjgencia; en realidad, la En el reparto de competencias e.ntee la Nació!) y las proy"inc.i(!s. el ~rt
"" . " \e
121 de la mencionada Constitución ;,stliblece; "Las prov¡'ncias co'nsén"ui
,e amnistL; sólo se 'liIilita' a :Jroyectarse s.obre la eficacia pasada de la ley

...l'.
penal, cl'ya fuerza ejecutoria queda suspendida. , ' todo el poder no delegado por estáConstituci6n al gobierno fede.r ói ,.. :.. ":110
2.3,6. Igualitaria: e;"íirtud del principio de igualdad ante la ¡ey, ésta -importa la existencia.de facuHades reservadas por las p'rq:vjn9~as._~ :"""lderC?f¡
• r no puede individualizar a s~..s destinatarios. ,como [lsÍ tampoco se adiniten limitados otorgados por éstas a favor del gobierno'federaL
',,' fueros ~'''rsonales o prerrogltivas por los que algtinospuedan quedar ex- Según su fuente ~e producción las leyes p~nales p~lede!1 ~p.r cl~:o:;fi('?

··
'. cluidos de su alcance, q!.K abarca a todos los que se ~nC_tlentren en .las d(l~.en: " :....' ' .. ,"
'
mismas drCt~stancias (p. e:., comerciante declarado en" quiebra, Ilrt. i76 2.4.1. Legislaciól1emanada del Congreso ,de Ja, Nvciq'. '
C:P.). N: obsta a lo antes e;\?uesto.Ia determinación judicial de lapchaen a) Leyes p~nales comunes (art. 75 ine. l'2 CJ,!.); C6digc!:'e~"L)'
' base a }¿;s 'ci.rcunstellcias· r.grav.antes o atenuan,tes de cada 'caso (art. 40 leyes complementarias 14. '. ' ;,' ,

' . C:P.) y a las condiciones I'"rsonales que demuestren I."mayor '0 menor , 'b) Leyes penales, especiales o federoles o naCionales (art.75 in~~: '1:
e , peligrosl,jarl del autor (art L"I del ,"1isino Código)., , ' 7., !O, 14, 18 Y 32 CN.): en virtud de h potestad del Congreso \'e~': "e:

•• 2.3.7. Constitucional: debeajus'a'r8e a expresas directivas de la

••
r . .'. ,
Constitución. Por ejel"'plo, .rts, 16, 18, 19,29,31,36,41,42,75 ¡"cs. 12,7.0
Y22, 119, 127, Constitución Nacional, 1 9 9 4 ) . . " , .1, ."

2.3,8. Desc,.ipli11~ de. tipos. no cOr.l!{lii~ablet en"lre 'i~~{~.' por ser el

•• derecho penel un "sistema disconti'luo de ilicitudes" (SOLER)" o, can más


D Ob. cit.. p. 50. .
.• Son ejemplos: profilaxis antivenérea, ley 12.331; incumplim~ento-de los deberes de

•• 11 Dereclio pelf'r./ argentino. Tipográfic1 Editora Argentina, Buenos Aires, 1970.


11, p. t45.
a1\istencia ramiliar. ley 13.944; violencia en espectáculos deportivos; ley 23,184 'i su
modificatoria 24. l 92;-discriminación y persecución racial o religiosa, ley 23,592; est~rda­
Cientes, ley 23.737; trasplantes de órganos y material anatómico', ley 24. ~ 93;'impedi~e~t?


l. de contacto de menores con sus padres no convivientes, ley 24.270. . ..
Carlú:> Julio L.;¡.scano'(h) ':"flley penal 157

s.anci~n~.s p~niti·v.as para asegllIar el cumpliÍDientó por pane d~ s~s destjna- Serídll vioiatori.s de' tal exigencia, pues n: permitirían a ros ciudada-
tarios de'las obligaciones impuestas por dichas leyes ,IS. ' ' nos predecir qm suficienle ,grado de certidurobr~. los comportami,entos
El art. 4' c.P. argentino -para unificar la legislación penar del Congre- punibles "supuesto de hecho- y las penas o med.. "as de seguridad aplicables
~o de la Nación- dispone la aplicación subsidiaria d~la Parte General de -corisecuenci,u jurídica- las leyes penaks qKC ··por ejempkJ- coral~nar~n
dicho Código ~ ¡as infracciones previstas ,por leyes especiales, en cllanto con prisión de 6 meses a tres años al que aledare eOlltra e/'derec/IO de
éStas
:.'
110 dispusierqll /0 con/rarro.
'.
" " ' propiedad ajeno, o será penado 'el que matare '~ otro. N!.Cl'e pOdÚl d<1d~r '
que el empleo de unIenguaj~ ex~esivamente vago e iildeluminad,)desca-,
2.4.2. Legis/aCión dic/udapor /as/egiS/aturas 'provincialeS: lificaría constitucionalmente tales hipotéticas d:sposiciontS lega'les,
a) Leyes provinciales de ini'prenta (mt, 32 C,N,), No tan claras resultan las ·sl(l·.nciones en las cuales es inevilnhle
,b) Leyes Contravencionales provinciales queem~nan de'los poderes' para el legislador -por tratarse de lIlaterias d, conten,do fluc,uante que
locales de polIcía (art. 121 C.N.; ejemplos: códigos de faltas'y rurales) y de requieren una regulnei6n flexible, como laS económicas, .,¡a'nitarias.'o am~
la protección de su propia actividad administrativa (arl. 122 C.N.). bientales- remitir a otras normas para la conf.guraci6n ·de las r.cciQnes L
,' VI.'3, iJ;cienanzas diCtadas por los, órganos legisÚlIivos munici- ' omisiones punibles,' como ocuf!e con. la 'lécr.ica ·}.e.gisla.Üva ~e l~s leyes
poles: la~ consíitucion~s provincialesdelegana los municipios y comu~as pella les ell blanco. . , f'
,el eJerCICIO de poderes locales de policía a través de ordenanzas qué coniie-, Dicha expresión ,:'ue acuñada IJar KARL BINQING I.",;;:c ... ei<ljlicana
n~n disposiciones represivas. Ejemplos: códigos detránsito, ordenanza~ de delegación que hada laley p~nal del ,¡"perio alemán ~1110s cst4dos jl muni-
espectáculos públicos, de higiene de los producto~ alimentici<is, etcétera. , cipios,los cuales podí~n compl~mcnt4rlu' a t~:..av¿s de d~stintas nbq..:~s, co~o
!'" . ' .. : . " .. ; si se tratara de un docllmento fIrmado en blanco, y nuentras ello nd ?curra,
la ley penal busca su alma como un cuerpo err~l1ltt!; era pu~s ulla cu~s-
2.5.' La ley penal en blanco tión de competericia legislativa. .
MEZGER 17 se encargó de comprender el; dicha deno.ninación;,aqllell~s
De los principios.'constitucionales de legalidad, y reserva penal -ley situacioneS en las cllaies la coris'ecuenchl pena: se -"inculta a la tra~l~gresión
penal previa- derivan como importante consecuencia vinculada con.la fun- de una orden o prohib;ción sólo genéricament.: designa"a, cuyo contenido
oi~ngarantizad<ira de la tipicidad -además,de la irretroactividad de la ley debe ser llenado por distintas normas penales o no penales. .'
n~as,gravosa y de la prohibición de la a~alogía in. malam partem-Ia exigen- En rigl)r, 9ichv autor distingda dos formas de ley penal en bíanco: a) ,
Cia de la predeterminación legal del delito y de la pena, que impone un En sen/ido amplio: que el tipo (complemento) esté contenido en la misma ley
;~andat? de certeza y taxatividad dil-igido al legislador para impedir que los que co~mina la pena, aunque en distintas partes; o; por lo menos, qlle,dicho
~\ÚOS o. ,'dS sancIOnes penales sean formulados en forma t~n amplia que so complemento se encuentre en otra ley emanada de I,a 'misma instancia legis-,
al'llCaClón dependa de una decisi6n libre y arbitraria del juez. Por ello, aquél lativa el Parlamento. b) Que seencuentre en oúa norma jurídica emanada de,
debe emplear Un lenguajelo m:ís claro, preciso, compl,eto y objetivo posible distin;ainstancia legislativa, es decir, d'e una aGtoridad dif~rente del Parla-
en la descripción de ambos elementos componentes de la ley penal. mento. La"últimá s'ería la ley penal en bl~nco en sentido estricto.

" '

.~ I!j.:mpl~,s: régi~en pe,!1al c~~biario.l~y.19,35.9;,aba.s[et;i~li~;1~O, ley"~'Q':6BO; defensa


de, la competenCIa, ley 22.262: rriarcas y designaciones, ley 22.362; Código Adll~nero, ley 16 Die Normel/ l/lid ihre Ueberlrelllng, 1, 1922, § 24.
22.415; lealtad comercial, ley 22,.802; resid~os peligrosos. ley 24,051; defensa del consumi- 11 Derecho pellol. Libro dt! estudio. Parte géneral, traducción de la 6- ed. alemana por
dor, ley 24,240; armas y explosivos. ley 24,492; alcoholes, ley,2"4.566,,· " , .:. Conrado A. Finzi, DIN Editu'ra. Buenos Aires, 1989. p. 154.

:,".
- r;.:
,,

v .!58 Carlo~ .".'!jo LaSC31l(l (h) La ley penal J59

. Por ,su pmite, NÚÑEZ J81l:lce las sigl1i.cntes distinciones:' cido por In Corte Suprema de Justicia en el caso Moul'i'el ":.,'Í-aconfigu_

..•
a) La ley penal en bl, nco en sentido propio, eS,iluctllrada mediante ración de un delito ppr leve que sea, así COmo s~ represiqn, es materia que
d~s actos de legíslaqi6n, uq) de deter"minación genérica" y otro de creación , hace a la qencia,del Poder Legislativo y escapa de la órlW~ de'las faculta-
. específica de la conducta pu ,¡iJIe por la instancia legal complementaria, que des 'ejecutivas, Nadie está obligado a hacer lo que la I~y no manda ni pr;va-
' p~ecle cambiar el número y calidad de hechos t'ipificábles, sin más límite do de lo que eUa no prohibe (arL 19 de la Constitu~ión)", "
\ que la materi.a señalada por :'a ley priricipaL Ejemplo: el art. 206 c.p, argen- Aunque déntro de las medidas adoptadas por las al¡tr¡ridades

• tino qu,~ sanciona cQn prisié'n de uno aseis meses al que violare las reglas competentes pudieran comprenderse los reglan\entos ejec~tivos. si és-

,.'.
!:stablecidas por las leyes de policía 'sanitaria animal, . tos se limitaran a operar illl ra legem, ~s decir, realizando"la .indi.vidual i-

:.
~.'
I
Djc:ho supuesto -glle cJlclH1dra en la primera categoría de MEZGER- no
entra en cbJiflicto con los pr~ncipios.~onstjtucioi-¡ales de leg'alidad y reserva
y se diferencia de las leyes i;lcompletas ó imp'erjectas -que' veremos más
zación uc las especies cumprendidas en el género descripto por la ley
penal 20 -en este caso la prohibición de introducción o propagación de
una epiden~ia- nO,ex'istiría delegaci~n inconstitucional de l~s f~O¡;IJltr"rles
,adelant~- porque la ley en blanco puede variar indefinidamente su conteni- legislativo-penald del Parlamento, ,
,; do dentrJ del matco trazado por su enunciación' genérica, y":de esta manera En otras palabras, el- núcleo: esencial de:la materia prnhihirla

l.'..'
• puede r"sultar que conforme a la misma ley sea delito hoy lo que ayer era (concreción del desvalor del acto de ,la 'norma) debe quedar fijada
permitj'Jo y qu~ mañann sea pet.Jilitido lo que ayer era prohibido. por la ley; el reglamento ... 'sólo lendda por fUllción se 1lalar'cl?nrl.icio.
b) La ley penal en blahcoell sentido improjJio,' que só'lo castiga nes, ~ircunSIWlcias, Umites y otros aspectos claramente complemenio.

·
Ce ~specíficamelite determinac,as conductas violatorías de lo que en algunas. rios, pero 1tlmca entrar en definir lo' prohibido mismo']I.
materias ordena la ley, el reglamehto, etcétera, sin' posibilidád creadora a En igual sentido sepronuncia BIDART CAMPOS, para QlIien deben !!le-
("
favor de estas disposiciones, Ejempl,,: el arl.143, inc, 4, c.P, argc~tino, que dial' dos exigencia~: ','a) la norma complementária'siempre debe ser (:'l/e-
\, reprime "Ijefe de prisión u (01 ro establecimiento penal qlle colocare al deténi- rior al hecho punible; b) esa norma no requiere f'Ccesariamente ~:" '.laa

•• do e/l lugares del esiiJbleci"ienlo que no seall señalados alefea~.


SolJmepte se plantea su adecuación o no a la garAntía constitucional
de legaliJad yla consiguier,!e prohibición de deléga r la facultad legislativa
ley; pero si quien queda.habilitado para dictarla es el Poder Eje~utivo <llln
organismo administrativo, la ley penal en blancO debe fijarle con ""~c:-;~"
los con lomos" 22. " .,

.•ee:
.~
penal qll" le con'esponde e,dusivamenle al Congreso (arl.'18 eN,) cuan- Lacuestión de las leyes penales en blanco l,ambién tiene re~rrcl1,ión
do la en'Jt1ciación ge'nérica d,~ la ley.penal remite:l normas"de ia¡lgo in'ferior' en la aplicación de la ley permanente más benigna en (elación ;\·1(\ h.~;.:l,:" •
( , -como lo es un reglamel'to [1 le el Poder Ejecutivo puede dictaren'virtud de ci6n transitoria, como asimismo'en la proplemática de! urc: .

·¡..-
la facuh, d conferida por el orl.'99 inc, 2 del'teiíto reform;(do'en' 'i994; para Se habla de leyes peliales en blanco al revés (11M~N"Z Dr, ó"Sú,\) rilan-
caractelhar el supuesto dé hecho pvnible (segunda dítégoría'de MEZGER). do únicamente el supuesto de hecho está determinado, mientras que sólo
'En 'al scntidó, cabría'Jregurilarse sielar!. 2b5 'c.p, atgéntinb("Será existe un reenvÍo·a otra ley en lo rc.lativo a la pena. Ejemplo de 'l:'Er..ÁN

",,'
e'
ú~primjd) con prisión de sei s rnesés' a dos años' que violare' las' mediilas
addptad3.s por las autoridades Competentes, para'húpedir la intioducéión o
propagación de una epidemia",) resulta o no violatorio del p~,ncipioestable-

.c·
ti.
[1'
"CS" 17/5/57, L.L; 1. 88: Fallos 237,636,
10 NUÑEZ, Manual, p, 66,

.c
~~?!
, • 21 BUSTOS RAMIREZ. Juan. Manllal de derecho pellal. Parte general, 3" ed., aumen-

. 11 Derecho pellal argelltill'o. Parte geúeral':Bi,bliográfic.~ Argentina, Buenos Aires, tada. con'egida y puesta ni dfa, Ariel Derecho. Barcelona, 1989, p, 7f¡," ." " .
,~~' , 1959, t. 1, p, 100 Y ss, " "" 12 Manual de la 'CoIIstÍlución refonnada~ 1. U. Ediar, Buenos Aires, 1997, pp. '29~ ''14 95'.

~~
f.
- - - - - - - _ ...

Carlós Julio La~cano (h) La ley penal, , t6t

LOMAs":·el art..110 de la ley argentina de matrimonio civil2393 que remitía negligencia, impericia en su tirte o profesión o inobsclyancia de .los t'egla- .
a la pena del art. 147 del Código Penal de 1886, cuando los ministros, pas- mentas o de los deberes de su cargo" (art. 8', C.P.· argentin'o); sin describir
tores o sacerdotes de cualq~ier religión procedieran a celebrar un matrimo- específicamente la conducta prohibida, razón por la clial, ·el juez ·debar.a
nio religioso sin tener a la vista el' acta de' celebración del matrimonio ¿ivil. determinar en cada caso particular si ei comportamiento del irrip'ulado 'Ín.~
Se trata ~e una pésima técnica legislativa 24, fringió o no el deber objetivo de cuidado. . ..' .. , '. ' .
STRATENWERTIl 26 ,se interroga si en ,los. casos' de' apertura 'de u~ ¡'su-
puesto de· hecho típico se ha superado la m"dida de' ihdetermir,ación que
2.6. Los denominados tipos abiertos todavía es compatible con la fu'llción de garantía de la ley pen.'1. La res- .
pU,esta dependerá de cada situación: será afi:mati va sólo si. el Li;?o no des-
Esta.problemática -que también plantea su posible conflicto con los cribe el núcleo esencial de lit conductá prohibida, p"es le exigirá ,ijuzgador
\ principios constitucionales de legalidad y reierva- no debe ser conflindida una labor de complemcntación no sólo cu'antitativa, 's'ino cualitati'va;. ;. :.'
con la relativa a los elementos normativos del tipo,. que obligan al ju.ez a En tal sentido, BUSTOS RAMIREZ" menciona como eje,nplo1ímite la
remitirse a normas na penales del ordenamiento jurídico para precisar con- omisión impropia, cuando los tipos deIictiv3s·de la Párte·Especlal iío ha'
ceptoS de diversa índole, como ocurre con el delito de hurto que el art. 162 cen refere,;cia a la posición de garante ni a sus fuentes. ·P'or ell'o en· el
C.P. argentino describe como el apoderarse "ilegítilllamente qe una casa derecho comparado -párrafo 13 C.P. alemáll, art. 11 del nuevo C.P. espa-
mueble, total o parcialmente ajena". ñol, entre otros_o se ha recurrido a la introdücción en la Parte. General dé
WELZEL 2.5, quien acuñó la expresión lipos qbiertos, sostiene: "Una una cláusula de equivalencia con' los' 'tipos corhisivos, Así'lo hacen e.n
considerable restricción sufre el principio de la determinabilidad legal de la Argentina el Proyecto de Código Penal de SEBASTIÁN SOÚR de ·1 ?60 y
punibilidad en los tipos 'abiertos', en especial en los delitos de omisión im- otros proyectos posleriores, para salvar la objecióÍ1 constitucional'cte1afec-
propios,· ya-que en ellos sólo una parte del tipo qtá legalmente descrito, tación del principio de legalidad. .;: '" '
mientras' que la otra parte debe ser construida' por el juez mediante
complementación del tipo". .
Tal situación se asemeja a la de las .leyes pe~ales en blanco porque 2.7. La delegación legislativa en el Po.der EjeclIIivo
en ambas se requiere complementar el supuesto de hecho· genéricamente
enunciado en el tipo. Pero, mientras en las segundas la tarea complementa- La Constitución reformada en 1994 prohibe expresamente la delega-
ria es realizada por una norma jurídica jerárquicamente in·ferior ala ley ción legislativQ a favor del Poder Ejecutivo (art. 76f yla emisión por éste
penal, en lostipos abiertos lo es mediante la jurisprudencia; que segun ya se de disposicioneS de c~rácter legislativo (ait. 99,· inc .. 3°; 2°·páIT.):' ..
ha visto, no es fuente de cognición del derecho penal.·· Se vulnera el principio de legalidad'en la repr.~si6n si mediante
, Encontramos otro ejemplo de tipos abiertos en los delitos culposos normas jurídicas emanadas' del poder administradó(se:'éi:infíg!,.ra el"
dond~ la ley penal se limita a referirse en forma genérica a la "imprudencia, tipo delictivo o la pena, o se amplía o modifica algun'ó·de t~léseleirieitc
to~ de la ley penal. . .. . . . ',. .

." - ,~'.,' .

23 Ob, cit., t. 1, p. 135.


"CREUS, ob, cil., p. 60. 26 Derecho penol. Parte gel1eral. l. El hecho punible, 'lta~ucció~ ,de' Gladys Romero,
2!1 Derecho pellal alemán, Parle gellertll, traducción de Juan Bustos Ramírez y Sergio Edersa, Madrid, 1982~ p. 124. . .
Yáñez Pérez.. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1983, p. 28 .. n Ob. cit.. pp. 76 Y 77. ',", ..

o',: o,"
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!t.~)l
";;-", .. ;.,,""

r
~~
e'~.~w l' '.
. 162 Carlos Jlllio Lascñno (h)
I . . La ley penal )63
• 1-......:,1.
• ,'''l.

.'.<
Por ello resultan 'nconstitucionales los decretos del Poder Ejecutivo significativamente en comparación ,con ellap~o transcurrido desde 1853/
.> en Il1flteria penal o los edictos policiales. -disposicioneS de"carácter general
dictadas"por"d jefe de Poli ch- creando contravenciones y sus sanciones,
60. Agrega su juicio adverso: "No podemos obviar la valoración negativa
de la situación, Ilo.obstantc el reconocimiento que la sentencia de la Corte
porque ~I Poder Legislativo JO puede válidamente delegar en aque! otro
• t·. poder del Estado ni en susre~articio,;es administrativas el establecimiento
prestó a normas .de este tipo en el.caso .'Peralta', de 1990" JI •
Con la finalidad de poner límit.cs a dicha realidad, la reforma constitu-
de las illfflcciqnes de derechtl.penal y SllS consecuencias jurídicas. porque cional de 1994 circunscribió la atribución presidencial con el siguiente texto:

·.'•
•••• dio importaría atribuirles [acdtades que por su naturaleza SOn indelegables. "Solamente cuando.circunstancias:cxcepcionales hicieran imp.o.sible seguir
Tampoco el Poder Ejecttivo, sÓ pretexto de ejercer la facultad iegla- los trámites ordinarios previstos por est~ Consti.tución p~ra 'la· sanc.ión de las
menfaria"cllorgada por el art. ~19 ¡ne. i de tia Constilll.ción argentina -que no leyes, y no se trate de normas que regulen la
materia penal, tributaria, _
. illlplica excepción de aquella :ndelegabilidad- podría por sí arrogarse lapo- electorai o el régimen de los partidos políticos, podrá dictar .decreto~ por'
'. testad represiva penal q"e le ~orresponde al Congreso, pues la definición ra~ones de n~crsidad y urgencia, los ql~e s~rá~ d~cidi.dos .en acuerdo gene-

•,.•
de la conducta punible y la conminación de su correlativa sanción,."no re- ral de ministrqs que deberán refrendarlos, conjlllltamente con el jefe de
presentar. pormenores o deta!.'es .indispensables para la ejecución de la ley gabinete de ministros" (art. 99, inc. 3, tercer párrafo), El párrafo s;guiente
penal, sini> la esencia de ella, El reglaPlento ejecutivo de]a ley penal debe . impone al jefe de gabinete'el deber de someter la medida a I .. Comisión

· \.
operar ¡mia legem y no extra O contra legem, pues de otra manera, ~ la
vez qde desconocería la prela:ión de la ley respecto de Sllreglamento eje-
Ct~tivo.alterarfa el espíritu de aquélla, contrariando lo dispuesto por la Cons-
Bicamenil Pennanente, para que eleve despacho al plenario de 'cada Cá-
. mara; ádemás, dispone que una ley especial regulará el trámite y los ak~p-
ces de la intervención del Congreso. .

.'•.
titución Nacional en su <lrt. 2H" 2B.. <;:omo vemos, entre los temas expresamente excluid9s de la alr,ibu~jór;
.C ' . . .
por consiguiente, no p""de el reglamento acordar jurisdicción para
. :
presidencia1 que tratamos, se encuentra la materia penal, es ·decir. la c~itfl:t
imponer los penas establecida:: por la ley, ni tran~fcrirla a personas distintas. guraciólI del tipo delictivo o la.pena. o la amp·lidció1t o' 1~·oé..ifi.c(J'::;ó,t
de las designad~s por ella ". . de algllllo de tal~s elemelltos de la ley penaL Ello obedece .. s;n I'"~,,.:'"
principio de legalidad del ar1.·18 CN.: .. "' .
' La importancia de aquel principio también determina qu~ dicha Cnlls_

.'••
• 2.8. Los decretos de necesidad y w'gencia • tilución reformada en 1994, en el art. 39, hayaprohibi(lo.~xpresam.nte glle
sean presentados proyectos 'de ley sobre materia penal, Inediante el.nc"co,
. NÚÑEz se refería a esta r.uestiórt cuand.o sostenía que el "decreto-ley dimiento de iniciativa populqr, que ese mismo texto 'introdujo'. . .
. era una ve,dadera ,ley elllanac:a del poder Ejecuti~o c~ forma 'de d~creto,
en casOS excepciollale·s o urgentes, pero que ~n nues~ro régimen carece
,3_ La ley y la nornia pella!. Estrnctura, contenidos y destinat"dl\<
qUf
•;.• de validez coma ley, salvo
üvo le dé ese carácter" JO
.BIDART CAMPOS afirllla
su apnibación ulterior poi el Po.derLegisla-

q',e
. . ..

desde 1989 el número de los de~retosde


Ilecesidad y urgencia -se los :,ubiera llamado así o no- habfa aumentado'
3.1. La le:v y la norma penal

. El derecho, a diferencia de la moral, es coercible porque, ademé.s de

••• ordenar o prohibir d~terminadas conductas, dispone las consecuencj~s q!le

...•
,. - la NUÑEZ, Mallual, p. 65 .

l. 29 Corle Suprema de la Nacj6n, Fapos; '143:27l.


)/1 "La ley, única, fuente del deret::ho p;~nal argentiro.", cit., pp. 54 Y 55.
JI MallLlal de la COllstitución reforlllada. t m, p. 250.

~.
'.1.:1.
:.fe

>.1-,.
aun en contra de su voluntad.
Carlos Julio LusclLno (h)

se derivan del incumplimiento, que les pueden ser impuesta,s al infractor


' .
Sin embargo, la calidad de dichas consecuencias' nO es igual en todas
",las ramas del ord~namiento jurídico, pues se distinguen'las' consisten'tes en
La ley penal

imperativo, que tiene la funci~n de motivar a los destinatarios de aquélla y


es independiente ele la amenaza de sanción q~le no integra la norma sino
constituyé uno de los elementos, de la ley penal.
165

- ~

•'•*
Otros 34 la dcnomi'nan teoría dualista de'las normas; 'señalando que
la reposición de las cosas a su estado anterior, las que exigen la reparación BINDlNG ~ÚlCÓ dur{lmell~e la concepción in'zptrativista monista como e.1
del daño causado y, finalmente, las que constituyen una retribución o casti,. ";lOnstruo,' dog'lIIático más raro que seJwbíc.:d.ado,en el mundo (Nonuen.·

•.•
go por el hecho cometido; únicamente estas últimaS son propias de las nor- IIl, {J. 307 ss.), pues si la 'única tarea de las noit"s jurídicas se agottlra en el
mas jurídico-penales, e implican una privación o menóscábo de. un ,bien deber, entonces desapareceóa el concepto de·d"echo subjetivo.
jurídico que debe sufrir el transgresor. Entre las principales objeciones a la teo,-/a de las tlOl,-m,as, ~;uya co-
.Ha sido y continúa sie~do motivo de debate en la dogmática penal la nexión con lri concepción retributiva d~ la pena es indudable )5, merecph
cuestión de la naturaleza jurídica de la norma jurídico-penal y su relación
co~ la ley penal. Las principales teorías formulaclasson las siguientes.
destacarse las que 'enumera FERNANDO VELÁSQlEZ ": a) 4'e la preexistencia
de las normas 'con respecto alas leyes penales conduce a un derec:lO penal .;.
3.1.1. Teoría de las normas de Binding
Según esta posición, se debe distinguir la norma -que ordenao prohibe
accesorio del ordenamiento jurídico geucral, linitado 3 imponer sanciones
penales por la infracción de normas que le son ajenas.y lo preceden
cronológicamente; b) que como no se ha podido determinar fehacierltemente
••
••••
••
"
determinada conducta- dela ley penal, que describe er>'su precepto la ac- . que tales normas estén expresamente formuladas en el derecho positivo, que·
ción o la omisión violatoriade la norma y establece en su sanciori la pena darían flotando eH una imprecisa zOlla metaleful; c) que resulta absurda la
correspondiente al infractor. pretensión de excluir de la aplicabilidad de la norma a los inimpütables.
En contra de lo que comúnmente se .cree que el delincuénte viola la ~.
ley, esta concepción afirma que en realidad la cumple, porq~,e s~ 'conducta
se adecua a la descripta en el precepto. Sostiene que lo transgredido por
aquél es ra norma que está implícita y es anterior a la ley 'penal, y no perte-
3.1.2. Teoría monista de los imperativos
Conforme este punto de vista, originariamente expuesto por A. H. ••
••
VON FERNECK, A. TIlON, E. R. BIERLlNG Y 1. AUSTlN, que consideran a las
nece al derecho penal sino al de~eeho público 'genera/, aunqu'é ~agamen­ disposiciones penales como )lOrmas subjetiVl:s de, deterrllillacióll, la l~or­
te llega a decir que no siempre debe encontrarse formula?';,en el ordena- ma es unimperotivo -mandato o prohibición' c¡ne expresa la voluntad esta-
miento jurídico, admitiendo una imprecisa zona de supr~legalidad, que daóa tal, dirigióa a todos los individuos, que'están obligados a cuinplirlo.· .
luga. " I~ posición de MAYER sobre las Ilormas de el/I/l/ra. , 'Nuevamente adherimos a V~I~ÁSQUEZ 3~ p:lla :resllmir 13s crítica~ efec- ',e
Conforme a esta teoría -que fue actualizada por ARMIN MUFFMANN a
medianos del·siglo XX "- mientras la norma que prohibe, elhprnicidio expresa
/10 debes matar a ta prójimo, la ley penal dice el que matare a otro será
tuadas al pensamiento monista: a) que,subyace un enfoque absolutista de)
es
Estado; b) que no exacto que el vínculo obligacional sea lo esencia? en la.
norma, pues el!3 vincula a todos los slljetos,' así no' se 'sientan compelido~,
•e
.e
..
repfimido con reclusión o prisión deS a 25 años (art. 79 c.P. argentino).
Para algunos )J se trata de una posición monista emparentada con la
que ,eremos a continua'Ción, que considera a la norma jurídica como un
•••
14 BUSTOS RAMIREZ, 'Malltlal, p. 9. :.~.
n Teor(a de las tlormas, Depalma, Buenos Aires. 1977.
BACIGALUPO, Enrique, Manllal de derecho pellal. Parte general, 3 reimpresión,
II
Temis, Bogotá, t996, p. 27. .
a
" BACtGALUPCJ, .9b. cit .. p. 27.
l6 VELASQUEZ VELA5QUEZ, Fernando, Derec1IO,pem./1.

Temis, Bogotá, 1997, p. 97 Y ss ..


J1 Ob. cit.. pp. 99 Y IDO,
P~rfe gelleral. 31 ed.;, ••
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. • 166 . Carlos hliio Lascano (h) La ley pell.al 16/

·.•.\
!. •
como sucede con los i',imputables, Fues "no hacen distingos según la edad, la etapa finalista donde se impuso la teoría monista de rafz bindigniana, parece
salud mental o la capacidad dI: comprensión del destinatario de la norma" 38; haberse consolidado en la ~ctualidad en la orientación de la ."teoria de la
...\. c) que .de acogerse enplen:.Jud esta teoría "se llegaría a una concepción unión, pues ni los partidatios de la norma penal como nonna de valoración
' .. puramente subjetiva del injusto penal (entendido como desobediencia al niegan que ella sea, además, nonna de determinación, ni estos últimos,niegan

.'•• derecho); para la cual no pude afirmarse que la lesión de'bienes jurídicos que la idea de valoración es lmu especie dé prius lógÍco de ésta" ".
es la tare'1 prioritaria del derecho penal, sin olvidar que puede tomar inoficiosa
la distinción ""tre antijurididad y culpabilidad; agregamos que la normajuri- 3.1.4. Teoría pura del derecho de Hans Kelsel1
dica no s0lo eS norma de valoración respecto al des valar de la acción, sino

·••
Este autor realizó una a"guda crítica a la teoría de las llomzas de BINDING,
también en cuanto al'desvalor del resultado"". afinnando que ella importaba!a aceptación de normas jurídicas sin sanciones,
con lo que se producía su indiferenciación con las normas morales y su u~ep­
'" 3.1 J Teorfa dualista tación de un derecho supralegalla hacía incUlTir en jusnaturá~isrn,o': .
Tiene su punto de partida en la réplica de FRANZ VaN LISZT a la teorfa Sostiene KELSEN que todas las normas ju¡ídicas -sin' particularizar en
las de derecho penal ... tienen una misma estructura y que Stt" ~senda ~'~'rn

.'·•"
de los imperativos, que aparejaba desconocer que la pella está al servicio
·de la protección ·de bienes JurídiCQS. Sostiene que la selección de' los imposición de deberes y la amen~za de san~iones f~en.te a su incump~i'mien­
intereses dignos de tutela pellal implica unjuicio de
valor, razón por la cual to, motivo por el cual'carece de sentido 'la distinción entre norm'a y. Jey~e:rj~l

.•'.
(1 . . " " .
el derechJ penal 'está compeesto por '~on1Jas objf?tivas de.vaLora·ción: la
,~ anlijllridicidad contiene Wl juicio. de des vaLor' sobre ·el" hecho, y la
postulada por BINDlNG. ' ..
. Pese a coincidir eoil el monismo imperativist.a en que todas l~lS ilOnnas
.

culpabilidad, un juicio de desvalor sobre el autor. jurídicas tienen la misma estructura, KEtsE,,! se diferencia de dic~? teoría "¡
\. Pero quien formuló la ~I~oría fue MEZ~ER, quien'distinguió "una nor- también de la dualista, al introducir la coacción o sanción' como Clemento deci-
-~ ... ma objet:va de valoración oIel derecho que materializa esa ordenación sivo de la norma como juicio hipotético (si A es, debe ser B): si se tea':~'

'.•
obj~tiva de la vida y una !lOl1na sul?Jetiva de deterlllina.c(ón que se dedu-' cierto comportamiento indebido (condición), debe ser determinada congec"'~"­
• \L ce de aquella norma y que s'o dirige al individuo y le dic~ y le quiere decir . cia (sanción). Distingue entre'llOl7na primaria -que establece la rektiÓh:~ ~·t.
:'~ lo que debe hacer y omitir ¡nra satís~acer dicha norma deyal.oraciól1. Lo el hecho ilícito y la sanción- y Ilorma secundaria, que prescribe la con~uclc

•..•
que p~rmite evitar la sanción. Se elimina así la cuestión ne los destin"~,L:.J~ ~.
.~ que contn¡dice la norma ob,¡,tiva de valoración e.s 'antíjuridicidad obje,
tiva', o como se acostumbra i:Ie~ir' en la act~alidJld. 'injJlS~o 1". 40, Agre~ las nonnas;que asullÚa importancia esencial en 1a teorí~ peJas norr!ms~ .
gamos ql'e la norma subjeti"{a de determinaci(m ó de m,otivaeió~ incide También disiente con hi. concepción dualista -qu~ distingue:cntre for~
,. sobre el elemento culpabilidad. secuencia juddica y nqrma objetiva. de valoraGÍóf}- c.uando ~firn'a 0.VI;':
Esta posición basada en una teoria mixta de la pena -retribuGÍón y pre- mientras el juicio constituye una función del intelecto, el imp~rativoes la
vGnción al mismo tiempo- fue la prevaleciente eli el C('.usalismo, y luego de la expresióp direcla de una voluntad dirigida al comportamiento de olro.
':.'.
La crftica más importante a esta concepción indic~ qU,t:? s'u el1~r:nd\­
•·
<,.

".~ ,
miento de la pena como prevención general cuya, esencia e.s .la aCll'-'iaa4
cOaCciO{ladora o intimidante' del Estado. puede conduci.r a. un ge~ec~o.
,- penal autoritario 42.

• ~8 JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de derecho penal. Parte'general, 4- ed. corre-


gida y ampliada, tr.. ducei~ de José Luis Manzanares Sarhaniego, Comares, Granada, 1993.


• ·e..
p. 214.
)9 JBSCHECK. ob. y lug. cits. 41 VELASQUEZ. ob. ~¡t.. p. 101, quien remite a ROXIN; Claus, S.trafrec/ll: ~~·p ... 200".
40. Derecho pf.flol. Parle gel/eral. Li~ro de eSlIIdio, p, 134. ~2 BUSTOS RAM'IREZ, ob, cit., p, 9, quien la considera doble monisn{o:'~'-' .: ..
• '-e;
Carlos Ju'lio Lascano ctl) L: iey p~II<l1 169

Compartimos la conclusión de BACIGALUPO ", para quien la adhesi6n a Otros autores, cor11O LARENZ 45 , cata;Qgan de -[Ilcompletas a las leyes
alguna de las concepciones sobre la ~orma jurídico-penal depende de la que no 'obstarHe ser gramaticalmente comple·:ns. no 'contienen por sí mis- '
" orientación que se adopte en materia de teoría de la pena. La opción por la mm) un SUpllC5~0 de hecho o'una consecuel\ci:ljurídica. Distingue entre: .
.
, prevención especial o la teoría de la unión pareciera'conducir
. a la teoría
.
a) Aclaratorias: las qile sirven sólo p-a;-a' determinar más concreta-
düri,lista, mientras que la concepción retribucio~1ista se inclinaría por el mente el supuesto de hecho, un eleme,lto del s-'puesto de'hecho, o la conse-
monismo imperati vista. cuenciajurídica de una ley penal completa; ejemplo: arl. 77 C. P. ,;rgentino
define qué dene enl~nderse por fllliciQw.·io público y '¡"plcadp públi-
CO, en los,tlpos espeCiales que eXigen ¡(¡¡chas calIdad'es en el.st1Jc~9 actIVO,

3:2. Estructura . b) Restrictivas: ldS que reducen el alcance de u\\..1 norm~' jurídica
ampliamente concebida al exceptuar (fe su aplicaci6n' cielto grupo de ca-
sos; ejemplo: mt: 132 C.P. -en la redacción anterior J I;a reforma (le in ley
Segúnsu estructura 16gica•. las leyes penales suelen ser distinguidas en
completáJ ,o pelfecias e incompletas o impelfeétas. 25.087- que eXimía de pena por violación, eSlepro, rapto o abuso cJeshones-
to de una mujer soltera, en caso' de Inatrim·onic ~o"n,la ofendida'.
'3.2 ..1. Leyes pellales co'mpletas: las que cO,ntienen ambos elementos
e) RemislIms: aquéllas que -para evitar ,:>(;peticioncs- envían en rda- '
constitutivos, es decir, el slipuesto de.hecho (precepto) y la consecuencia
ciórra un elemento de'j supuesto de hecho o en relación qon la consecuencia
júrídica (sanción). Por ejemplo: el que matare a otro s,erá reprimidq con
re~lu~ión o prisi6n de 8 a 25 años (art. 79 C.P, argentino). .
la
jurídica, .a otra norma; ejemplo: art. 133 . C.P.. que rer.lite a pe.la de los
autores, a ciertos parientes IDliy próximos de ~a víctima,'tutores, curadores
3.,2.,2~ Leyes pella les incompletas: las que contienen sol~mente uno
o a las personas que, con abuso de una relacÍón de dependencia, de autori··
de los elerilentos constitutivos. Para algunos pueden ser de dos' das'es: ~) dad, de poder, de confianza o encargo, cooperan en ía perpeiraci6n de los
met9me~lte sQ!Icionat9rias, cuando contienen en .. form~ 'completa sólo la deli\os.contra la illlegridad sexual.
s:.nción perola descripci6n de la conducta está enunciada genéricamente,
remiti~ndQ.a.otra ley; b) meramente preceptivas, cuando contienen única-'
. menle el pre.cepto, cuya sanción Se encuentra en otra ley, porejedplo¡ ·art. 3.3. Contenidos'
181cy 12.331, que castiga con la pena dd art.·202 C.P., a quien, sabién(1ose
afectado'de'una.enfermedad venérea transmisible, la contagia a otra perso- Los contenidos de la ley penal están determinados por las funciones
.~~. Sir; embar:go', ,no debemos ,confundir las leyes penales en blanco -que que debe cumplir el derecho pe"a! como instrumento de' control social: '.
hemos estudiado antes" con las disposiciones legales "i/1cO/npletás o im- 3,3.1.Establecimiento de los principios gellerales que
peljcctas; en.las que se 'Contiene tan sólci una palte,de la norma penal,y sistemMicamente sUIl.,necesarios para una re'presión justa y racionalmente
~l~Li-::f ú,tra ~~peci~ .,~ti,nÍl~ q,H~m .p~rfecta:' en que' el prec,ep~o :pénal se adecuada: áml;>itos de validez espacial, tempü,al y personal dela ley penal,
cOln~l.i,:;~a reuniendo diversas dlSposlclOnes de leyes, a las que el artículo san .. teoría, del delito, y sus elementos estructurales, teoría de la's consecuencias
donador hace referencia. Estas leyes invocadas ·no son
flltlfraS 'sfno jurídicas del'injuslo (pena y medida.de seguridad),
pre~xistentes, y·si cambiaran, forzarían a variar también el texto púnjti~o" 44, 3.3.2. Definición 'de los distintos lipos del:ctlvos en su individualidad,
" .' a l,1artir de deterrn~l~adas conductas que el ordenam,iento jurídico gen,e~al ya"

.:. p,r alllw? p. 28.


" J1MENEZ DE ASUA. Luis', ob. cil., p. 96, ~l k~etodolog(a de la ciellda del derec}¡o, Ariel Derecho, Barcelona, 1994, p. 249 Yss,

... , ,~ .
-':G" .
.'~ .
.
· 'f!).},'l1.::----
.
t:'~-'
':-;"
170 I Carlos Julio Lascano (11)

,..'
La le~ penal

considel:a antijurídicas y <:¡;1Il~ionti de diferentes Il1Jncr~~, a las que -por su


. a) Una de ellas, derivada de la lesis monista o imperativista:próxima
gnive lesividad de los bienes jurídicos que I.a sociedad· protege por consliwir
; al esqüema bindingnianoi sostiene que el precepto· se dirig~·a tó~os. "los

·••••
condiciones básicas ue convivencia entre Sll~ micmbros- se les adiciona la
pena como castigo específico del derecho penal. ' , rhiembros de la comunidad, mientras que la sanci6~ va ·destInada al Juez.
que debe aplicarla. .' . .. "',' ," "." ",',,' "." .'
• i 3.3.3: Determinación ('te la pena conminada abstraclnmel.lle para
',,; cada tipo delictivo, por !m c::pecie y por su cantidad, teniendo en cuenta
MIR PUla -aclarando que no coincide exacfamen,le con lateona?e las

·'.'.
normas de BlNOiNG- 46· al explicar el concepto de norma"j~rfd~cb-penal,.so~­
también las circunstancias qlld producen suagravación,O atenuación .
tiene .que el eIiundado' legal que caStiga' un heth~ ~o,n' ~'n~rená h~de
3.3:4. Previsión de las medirlas de segllridad. que modernamente
interpretarse· Como forma de comunicación de ~os .nO~]~laS Jur.l~lco-peI)a.les
" 't.~
represenlal! otra consccücncia del injusto ·sustitutiy¿¡ de la pella ell algullOS
casos, compl.ementaria en oll"OS- y tiel~en un sentido preventivo fundado en distintas: de una norma prqhibitiva dirigida al ~1Udmlano. a la 9~e .J~.I,?n}l,~~~~

·
• l la peligrosidad deliclual del sujelo aclivo . norma prinlQ'ria, y de uria norma que óbliga a cas~~g~r .~i.r~~,ida ~1)U~~~:3 l~
que designa, co~~ norma seculldaria. 1'\0 debe confundme esta cl""lflca~
ción con la de KELSEN. - . . . . ',,' ..

.'.'
"
1. 3.4. Desfillatarios b) La otra posición 'entiende qtie ia 'norma peñal es unilaria y se di.rige
• 'e..
a todos los alCanzados po~ la amenaza de la pena,.es decir, ~ los, individuos

·•."
No tratamos aquí el problema ncerCa de si la extensión de In obligato- que cQmponen la sociedad qt,l~ la sufrirán si delinquen y a los 6l'~~n~~ es'':l.-
riedad de las I~yes penales de lira desu úmbilO lerrilorial de validez abarca tales que deben imponerla en cada caso concreto. .
. o nu a todos los habitantes de! Estado -ciudadnl1OS o cxtrunjeros- sean resi- Como bien ~nscña CHEUS 47 la .~lIestión no es abstract~, ·"PC?r~tle de
dentes o transeúntes; tampocó de.dilucidar si el principio constitLlcional de eUa dependería la exigencia ó no del conocimiento de I~ punibil!da 4;. sl)",1e.y
(: igualdad ante'J" ley puede ad 11itir o po que algunos funcionarios públicos penal-~9 sólo la norro.a- tiene como d.estin~tano al ~t:ldlVldu9.•. este ~~,{we que
conocer]a pllnibjlid~d para ser penalm~nte responsable, 10.~~aJ no.ar.f·J).t~~

••
queden eximidos de la aplicar:ión personal del derecho penal. Nos ocupare"
mas de e¡'los niás adelante (Lección 6). en general, la doclrina, aunque veremos que una;r~gl~absoluta en este.

.•
. La cuestión de los destinatarios de normas y leyes penales encierra un sentido no puede ser apl.ica.c1a sin gr.aves consecueIl:c~a~ .
doble interrogante: 1) ¿A quii:nes se dirigen? ¿n los miembros de la COmu-
• ,_o 304.. 2. La 'segunda pregUIHa, vinculada·a la anlerior, también ¡l'sino
.nidad y a los órganos eSlatale:; encargados de su aplicación.o únicamente a

·•
" n'lgunos de esos exlremos de la l'elación jurídico penal?; 2) ¿Se dirigen a . respondida de dos maneras:. . .' . ' .. .
lodos los miembros de la corrunicJad o sólo a un secta/de ellos? a) Sólo son deslinalarios de las normas penales los s~ljeros 'Ca~aces
de CO~'pfellder sus mandaros y 'prohibiciones, qUIenes estan somelldos, a
\. 3.4.1. La primera pf~gunta luyO inicial respue~ta en lú teoría de BTNDING: sus imperativos, quedando excluidos los inimputables (BINDlNO).· .
las normas -implícilas en 'el .6receplo de la"ley penal, n la que preceden.

':.;..

'e-
cronológicalllente~ se dirigen a I'os .i.ndividuos que deben abst~n.erse de. los
comporlam'ienios prohibidos; la ley penal, a través deh sanci6ri, se orienla
a los magislrados que deben oplicarla toda vez que algún individuo realice'
una infracción de aquellos rrnndntos Ilornl:al¡vos·~ mediante una con~ucta
que implica el cumplimiento del precepto. . .
A panir de allí, las soluciones a e.Sle inlÚrogante se han diVidido en
46 Derecho pellaf..Parte gene/al. 5" ed ,Tecnofolo, Barcelona, 1998. p. 28 Yss .. En los
puntos 11 y 12 n f Irma 'que - ,d Iferencla de BINDING , quien negaba el carácter. .de 1I0rlll~
.
la ley pellol que establece la pena- el dehncuente infringe una norma que se le dmge -dlstmta
de la que establece la pena- y que aque 11 a norma es Una norma)'urfdico-pellal, ponl\lc.
a

se
dos línea,~' . . halla apoyada por la ~menaza de una pena. .'

•• . H Ob. cit., p. 64. .

I
, ; 72 Carlos J~,lio Li::;cllno (h) La ier penal 173

b) Ln corriente mayoritaria entiende COl'reClnmente qlle ~o existe ra~ la pena del homicidio, literalmente sólo expresa la norma queobl¡ga al juez
zón panda exclusión d~ los inimputables, que poddn po{elio no ser s0111e-, a castigar al homic¡da (secundaria)l pero .al rr:ismo tiempQ ,cont.iene Qtrfl;
Ljdqs a. una pena, pero' sí a una medida de seguridad postdelictuaL Por ello, norma (la primaria) que pretende prohibir a los ciuda,danos,que maten a
el de~'echo penal' se dirige a tcidos los miembros de la co'munidad 1 sean otro, salvo qlle concurra una causa de ju.stificación 49.

. capaces o incapaces de culpabilidad. '


En síntesis, ambas preguntas pueqen contestarse diciendo que .son· 3.5.2. El profesor catalán se pregunta si ¡as normas, penales que
destinatarios de la ley penal tanto los habitantes del bstado -todos en'los establecen' meras valoradone.s sobre la.s c.ondcctas ~e'ictiYasl:pose:en por
.lipos deliétivo~ comunes o tan sólo los que tienen la calidad.funcional, pro- el contrario carácter i,nperativo, o cxicten lt.ormas penales. .de una.y otra.
resio.~1i.\19 el Víll<ulo de parentesco exigidos para ser sujelos aclivos el.1los naturaleza. Agrega que la discusión ele t~tes n'ternativas s610 lielle senti-
'- lipos·. cspeciales- quit.:lll.!s deben. aj listar sus conductas a los mandatos.y do con relación a las normas primarias; r.llles ft.suHa obvio que.~as normas
prohibiciones dcl derecho, cuanto -L1na vez cometido el hecho ilícito penal- secundarias liencrl carácter i.l1perativo 1 . pues orl!etla~'1 '~I juez la imposi-
los órgahos eStatales encargados del ejerciciocle las,aociones penales y de ción de una pelia 50.
la aplicación de las penas o medidas de seguridad. , Se plantea la cuestión que introdujo la ¡eoría düalista de MEZGER,
quien contemplaba la antijuridicidad eómo la viola.ci,ón de un~ .iO[m~l obje-
tiva de'valoración sin destinatario, de la cual (lerivab~ la·nonna subjetiva
3.5. Norma priJ/1aJ"l'l} y secundaria: De valoradón y determinación de determinación, en la que se basaba la culpabHidad,diri'gida
imperativamente nI cc,.creto sujeto sometido.u! derecho, -a"quien:k impb-
'3.5. J. El derecho penal cump.Ie sus fines merced a la mediación de las nía un mandato o lIna prohibición.
nOl"II13S jurídico-penales, existiendo en la actualidad consenso doctrinar'io MIR PUIG no coincide con la construcción de MEZGER, en cuanto atribu-
en distinguir dos clases de nOrmas: a) las normas ¡;rimarías 1 dirigidas a los ye el carácter de norma a la mera;valorac"ión: ·Sostie·ne.~u~ cünvienc·distin ...·
ciudadanos a quienes prohiben la realización de ciertas conductas; b) las, guír entre valoraciones y normas 1 Y qu~ el derecho penal está integrad.o
HorlllOS secundar/as, dirigidas a los jueces ordenándoles la imposición de por ambas, además de constar de principios, englobándolos dentro· del tér-'
sancio1les penales en el caso de que se cometan delitos 411; mino genérico prescripciones: ' "
Mm PUIG, para quien la norma jurídico-penal cumple Una función de Entiende que las normas penales p'¡imarias y secundarias;aunque·pre:..
enlace"entre el delito y la pena; entiende que un enUi1ci~do legal puede suponen dciermilladas valoraciones, siémpre tienen carácter':impérativo,
servir de base a más de una norma jurídica. Tal sucede en los preceptos de que es ló q'ie permite. distinguir entre una "norma vig'enle y una valoracióri
1" Porte Especial del Código Penal, cada uno de los cuales COntiene las dos a
jurídica, La!) normas primarías están destinadas a apelar la motiva,,:i6n del
clases de ;lOrm~s: primaria' y seculldaria. ciudadano, prohibiéndole delinquir. Las norma.:; secundarias refuerzan esta
Lr. existencia de la norma primaria no deriva del texto legal, que sólo motivación mediante la aI1:tenriza de la pen.a" 51,
!>e refiece a la norma secundnrin, pero es ad"nlitida por l¡l doctrina como un
presupuesto de la teoría del delilO concebido como in.fracción de una norma
dirigida al ciudadano. Por ejemplo, la disposición que conminaabstractamente
. ~9 Derecho pellál;Pnrte gellcral,·p. 26 y ss.
~o
MIR, or.
eit. p. 36.
---._-- a
MIR, op. cil., p. 37. En el prólogo a la Cl1arta edici6n:sc hace cargo' de la cdtica la.
ji

excesiva enfatizución dcl des\'alor de acci6u en las anteriores ediciones, 2n.perjuicio de la'
~'SIL\,'A $ANCHEZ, Jesús María, 1"1pmxiúwdóII al daecho pel/ol cOlHemporiÍlleo; . importancia ud de~valor del n::sultado. Trata de conciliar .:tmbos ext'remos distinguiendo los
Bosch. Barcelona, 1992, p. 310. , . conceptos de norma y de valoración, allrall:lf la naturaleza valQrativa o imperativa de la: .
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,;'¡-' .

p.'
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-
., 174 Carlos Julio Lnscilno (11) Lrqey pe~al 175 .

I
."• " Siguiendo a Roxlt~, entendemos que. las nOrmas primarias -constitLi-
dn~ por . las pt:ohibici.ones 'y los m<lrJdatos cuyn violación dete'rmimlla
<lnlijuridici~ad de In conclm:la- junto al c<lráctei' imperativo propio la de
importancia de dichJ~ jabor orgáni~a, ello no es conveniente. en u':l-sist<?tn.~.
regido por el principio de legalidad".
Según elslljero ql1~.1a·realiza,,~,l1el~ distinguüse: .
.

•• \. .. I/orma de determinación, que se dirige a hl volu'ntad del ser humano -sea a) Interpretación auténtica: es la que efectÍla el Poder Legislativo. ya:
c'lpa~ o incapaz de culpabilidad- y 'le dice lo' que debe' hacer o dejar de sea dentro de la ~isma ley "interpretac.ión contextual:.ej. ar(s. 77 y 78 C.P.- o
,
, bucer, admit~n la presencia de una 110rl11a de valoración, en cuanto 'que por medio de. otra ley -interpretación posterior:.ley de fe de erratas 11.222-.

•• " "la realización antijurídica del tipo se desaprueba por el derecho como
algo- que no debe ser. Según esto: mientrns que la infracción contra lu
norma de determinación fundamenta el dcsvalor de: la iJcció!1 y se ngota
Se trata de üna norma que tienefnerza obligatoria para todos los. casos que
sucedan a partir de la entrada en vigencia de la ley. .
b) Interpretación (ioct,-inal: es formulada por los autores para desen-

•• \.,

""
.. ~n el mislllo,.la norma de valoración también abnrca adicionalmente el
resultado. de tal.modo que el delito consumado supone IIn injusto más
grave que la merp tentativa" 52.
trañar el contenido de. la ley penal y lograr su exposición sistemática; .
carece de obligatoriedad. pero suele te~er influencia en la interpretación
judicial cuando sus .argumentos· son convincentes' o quienes la reaI.izall

•• \.
Veremos en la Lección 1I la doble naturaleza valorativn y determinativa
de las Ilqi'mas jurídico-penales primarins, que constituyen el primer estrato
gozan de prestigio intelectual.
c) Interpretaciónjudicia!: es'lIevada a cabo por los órganos jurisdiccio c
.

•• de la teoría ayalíticadel delito -antijuridicidad· y el carácter imperativo de


. nales para aplicar la ley pe,nal al caso concreto, descubriendo la vohil,'"d'
".
las normas secundarlas que confluyen en el segundo estrato de la estructu- contenida en ella; su obligatoriedad se circunscribe a dicho caso y '110 puede
ra ~~partita, es decjr; 1:)- responsabilidad personal.. (.
',';'

extenderse a otros: Ya.sn,bembs,que en materia penal PD son fuente de CO;1("\-

•• (.:
4. InteqJretación de la ley penal
cimiento la jurisprudencia ni los acuerdos plenarios (ver supra. 1.3.). Deesta
tercera categoría de interpretación ÍlOS ocuparemos a conti.nuación.

,
, •• '.e.
\.,.. . .Como result,ado d.el positivismo Jurídico imperante .en la primera parte
del sIglo XX. la interpretación de la ley penal concentró un alto grado <le
4.1. La Constitución com.o parámetro intel~T}retati)'o
, '

••.<:>.
l.
atención en la doctrina. '
Aunque Ins nuevas ~oITj'!ntes.-que acentuaron los aspectos extraIegales
Entre los criterios y principios de la dimensión! ética de' un derecho'
penal que tenga como centro'u la persona humann erl.slI realidarl :r:d~"-;­

••
de que seyale la interpretación- paiecieran haber descuidado un tanto la dual. social y cultural. a lasque hade orientarse la interpretoc:ón: "¡j~ ·'0'
~:·c
ren'singular relevancia' las p'aütas valor~tivas expresadas en los derechos
\~,-,'

fundamentales c01úagrádos en la C01istitución, 'es decir, 1" nrec r ':"

••
\.
nencia de la dignidad del ser hurilano, la protección de sti marco de I:b e ,...
t.:.;: . norma pennl. Sostiene q~e se debe '~elllpeznr exigicl1do en el delito lit presencia. de un tad. el.principio de igualdad y la idea de Estado de de~echo cMf6'·~.'e
dC5vul~r de resultado suficiente pa'<I que d~ba intervenir la valoración jurídico-penal. La

•• .,:..:.
aquélla lo concibe.: ". . . '
delimili.lc;iól1 de 1<11 uesvalor de rC!iuhada constilUye el cometido primordial de los tipos El modelo del Estado social y democrático de derecho que consagra
~ennk:s. ~i /la concurre e.ste desv:l"orde resultado típico, no esl:1mo.s frente a un hecho que
'-1;.;.;
Import\! de ;t!,gún modo al dereclw'pcnal. Eslo vale liI.nlo para el delito consumado como .
la Constitución reform~da en i 994, d.etermina ll,na concepción polÍtic p. 'j;

•• ,:..:.;

\:.:.;
pura la tenhllivn, incluida la ten~,ati 'In inidónca punible. Sólo cuando_se co'mpruebu In reuli •.
. zación d~ un resultado tfpico!le mita tle :;eguir, indngnrldo si el mismo es imputable a lino
Con~ucla que infrinja la cOlTespolldicn~e norma prillltlri:t'I. '.

••
~~ Derecho pellal. P(¡r(e gel/en,l, Pp. 322 Y 323. En sentido similar, JESCHECK. ob.
<.
cil., p. 21d. . . \
Itl' '.i:.
" CREUS. ob. cil.. p. 65.

,
ti.
h,f:
"
Cal:los Julio Lascano (h)
La ley pem¡] 177

social que Se debe traducir en las leyes penales, imponiendo ciertos lími-
Sostiene NOR"ElHO 00"810 en cl Prólogo de la aura ya citada de FERIWOLl "
tes a su interprelación. ,
que éste "es un positivista bien consciente qe que ~na'.vez producida en la
. Tales límites no se refi~ren sólo a las normas que regulan el procedi-
mayor ~ar,e de las constiluciones modernas.la constitucionalizac';;;n de los.
mIento de sanción de las leyes, sino que se reflejan en disposiciones COn-
derechos naturales, el tradicional conflicto ~nlr:! derecho positivo:y derecho
cretas que ufeclan el contenido del derecho penal.'
natural y entre positi vismo jurídico y ~llSnatUlalismo,ha perdido gran parte
"La exigencia de respeto a la dignidad de la persona humana es con-
de su significado, con la consecuencia de que la divergencia entre 16 que el
sustancial con. la idea del Estado democrático de derecho y de .ella surgen
los pnmeros IJm¡leS para el derecho penal" ;14. derecho es y lo que el derecho debe ser, expresada lradicionalmer,te bajo la
forma de contraste eiltre la ley posiliva y la by natllral, se ha ido . ransfor-
Por ello, la comisión de un hecho de!ícti vo genera la rcacciori del dere-
cho penal, que no pU,e~e producir un menoscabo a tal dignidad, Para mayo- mando en la divergencia entre lo que el dereC:lo es y lo que er derecho debe
res detalles nos remItImos a lo expresado en lu Lección 4. ser en 'el intet:ior de un mismo orden·am.iento jurídico, O con la~ palabras
Coincidin'lOs con LUIGI FERRAJOLl, en el prólogo a la edición española usadas repetidaniente por el a~(or, ent,e 'efectividad' y 'normati (idad''' .
',
.
Por todo ello, eslimamos necesario que los eSludios penale, .;e orien-
d~ Derecho y rmóll. Teoría del garnlltislIlo pella! '-'. en que el cumpli-
miento del pnnclplo de legalidad no puede llevarnos a confundirlo can la ten 'con un sentido pr:íctico de trascendencia forense, que no .1:erda de'
sacralización de la ley como expresión de la omnipotencia delleoislador vista su sustento en los principios y.valores c~::mstitucionales y Ll imprcs-'
de Inayoría: "En esta primacía de'la Constitución como sistema d;lín~ites cindible vinculación entre derecho penal de fondo) de forma .. os que en
y de vínculos para la mayoría, contra las recultentes tentaciones de in- verdad, la (eoría del pelilo parte de Ur.3 teo"ra general de la re, ponsabi-'
verlirlo poniendo las re,glas constitucionales en manos de. las mayorías, lidad, que se caracteriza sustanci.:tlmente en' razón ,de: las fLlalidades
debe reconocerse una dllnensi61~ esencial de la democracia' no menos e preventivas de la pena y procesal mente por las garantías que configu-
inclll~o más important~, que su dim~ll~ión polític'a, En la úl'tima p~rte ~Ie ran la estructura del júicio penal. .
e~te libro he llamado «sustancial>? a esta dimensión, en oposición a la Sólo así podrcmos alcanzar el punto de equilibrio entre el derecho
'1 on~al', cons~itLlida,precisamente, por el principio de mayoría, porque, penal como manifestación del ills pUllenc(i de] Estac/o que busca preser- .
en eteclú, gracias a.~lIa el derecho vincula a los podei'es públicos no sólo var el interés sociallllediante la prevenció" y la retribución de las conduc-
~Il 1,0 .rclallv~ a ln for~a de su ejercicio, o sea, a los procesos de toma de tas antisociales que generan inseguridad en la comunida.d, y la reglamen-
.decIslo"CS.' SlllO también en su sustancia, es decir, en lo 'que se· refiere a tación garantísticr. del debido' p¡'oceso fundado ell ley GII/er'or al he-
:los corlLenl,dos que las decisiones no deb~n o deb,en tener.·Estos vínculos cho, que asegure d resguardo de la dignidad de la perSona y susdere- .
, .... :',HS1UJ~Clú no son Olra COsa que las garantías de los derechos funda- chos fundamentales.
:~leIl:ales: ~esde los derechos de libe;·t~d hastu los dere.chos sociales, cuya
de
':.;~,',1-' ,.,aCiOn, ha Introducido, en la estructura mis'ma del princi"pio leoáli-
,Ia~ ¡Ko~io del actual Estado constilucional de derecho, ~na racionalidad 4.2, Concepto, necesidl/{4 objeto, métodos y lílllites. fl principio ill.dubio plU reo
~~-~l.'~i'!Cial, qt~e ~e ha añadido a la racion,~lidad formal propia deL viejo po-
sr (JI I~mo JU(Jd,co y del pa!'adigma roussoniano de la denlócraeia política, 4.2.1. ConCepto:
basados ambos en la ol11nipotencü\ del legislador d~ mayoría", . La interpretación' de la ley penal consiste en la tarea de buscar la.
voluntad de la ley,co'n el fin de aplicarla a un caso Concreto de la vida real. '.,
-----'--
)~ DACIGALUPO: Mallllol, p: 29 y ss,
~l 2' ed" TrOll¡I, l\1¡¡driJ, 1997, pp, 11 Y 12.
'60b,ciL,p.17,

'. : } . ,
..
.,

Cados Juli.o t.flt;¡ca~o'(h)


La ley penal !79

Se (r:Ita de una operación .lógico-jurídica de carácter. sistemático.


. La razón de tal negativa erij d~ orden histórico, porq;l~ surgió duranle
a) S·, dice que es.una·operació·, 16gica pprqu'e se deben aplicarlas
la Ilustración como una rea'cción contra la arbitrariedad absolutista qlle ha-
reglas de dicha disciplina filosófic,;, y no -épmp dice MANZINI· la., regi~s
bía imperado hasta entonces en la interpretación de las leyes. Por e~emplo,
COJlSUéluWnarias que siempre se ha'l1 ~pli.cadp para la inle;vr~lacio~ 1egal.
en Roma se admitía la analogía para castigaI: ad exemplum legls: algo
. b) Pero ~l miSI}1'J tiempo es una operQcIqn jurfdica,porqu"c, sobiOc"la
similar sucedió:en Grecia, en los derechos germánícó y'~an6nico. yen la·
'base de 'Iü lógi~a, se buscan CO~lceptos jurídicos. ' ..
COllsiítutio Criminalis Carolina.' . '.
e) El carácter sistemático impÜca que. tal.oper~ción debe encl¡"ad;arse Evidentemente se tra't6 de una posición extrem~ e incorrecta, dado
dentro del sistema normativo que implica todo el ordenam'ento jurídico y no que la,ley es lIn~ norma general y abstracta que expresa.\úna vohll1tad
disposiciones aisladas.
que el juez debe desentrañar para hacerla efeclÍ va eli el" qso cOJlcleto
La ley es·una expresión de voluntad: como expresión debe ser canaci-:

:'.'.
sometido a sU" decisión. .
da y como voluntad es obligatoria. . En la actualidad hay consenso en que resulta impracticable la concep-
La interpretación judicial abarcados mOlneptos: a) la intelecl'ión, que ción mecanicista del jue'z ·derivada de BECCARIA, 'que se'plasmó
\. . pretende descubór la voluntad Hbstracta contenida en la disposic ón legal, legislativamente en el"CódigoPenal bávaro de 1813- que le negaba la facul·
;~ es d~cjr, ~tI sell/ido,; b) la subsun~i6n, que persigue de'termina( s alcallce

.•'.•••
tad de interpretar la ley. . ..,.':.
pára ver d ~s aplicable al caso concreto.. La actividad mental cognoscitiva a cargo del Juzgador es Il.ecesana
"A los efectos (je esta doble exigencia y particularmente en el ámbito aun en los supue~tos en los que el texto legal es aparehtem~nte. claro e
•• de la adecuación del hecho ju"tici.al:ileal hecho punibleen cuestión, m~ntie­ inequívoco, pues el ~~oceso inferpr_etat~vo co~jenza.c~m. el s~ntldo .!J~e~al o~
'
no validez el silogismo cuya ¡:remisa generala mayor esla ley; .Ia pa~ti~ul~r .Ia ley y avanza haCia el desentranamlento de su flllahdad, el tradlclo.m
o menar es un hecho detern:.jnadO y la consecuencia es la 'íidecu~ci6n o aforismo según el cual lo. que es claro no necesit.a ser interp~efado"~o(s­

••.\.: \. inadecuación de éste a aquélla" 51. tituye una falacia pues todos los conceptos que empl~a~a ley ~cor.l~ excep-
ción de las cifras, fechas, medidas y .simiJares- admIten en ma}:?!' o ero

.'•
• '_c
4.2.2. Necesidad
Un importante fundamento del principio delegalidad radica en uno de
los basamentos del régimen republicano y democrático de·gobierno: ladiyi.:
sión de pcderes. La imposici.ón de la pena es una j~jerenc;ia tan.d~ra en la
libertad dd ciudadano que la li'gitimación p,ara determinar..sus presupuestos
menormedida varios significados. . . .... ' .
En consecuencia, el contenido de la ley penal sólo puede ser e~p"cltado.
mediante la interpretación judicial, 10 que no s.e opone a l~ n.~c~sldad?e l.::'.
predeterminaciQn legal del hecho punible y de la pena, denvada·del pnncJ-
pio de legalidad del arl. 18 C.N ..

••
••
sólo puede estar en manos del Parlamento, por ser el Poder del Estado que
represe~ta en forma más directa al pueblo. Mediante la división de poderes, 4.2.3. Objeto ' . ,
'. que se eXl,resa en el principio <le legalidad, se prohibe alju';z.!a creación del . La interpretación j udicialtiene por objeto el descubrim~el1\o dé la I'C ..

•• derecho, limi.tándolo a la f:me; ón de aplicarlo.


Algunos autores como lIEcCARIA y MONTESQUIEU entendieron que el
IUJlwdde la ley y no del legislador. Al insertarse la ley e~ cler~o conter'o.
social e histórico., su voluntad se independiza de la delleglSlac'or, q'Je h \¡a

·
creado. Por ello, cuandil se trata de inte'1'retarla para aplicarle al <¡aso


juez 110 podía illterpretar la leY"porque rlicha tarea sólo le ¿ilrtesponde al
legislador.' . . concreto, el objetivo de' la 'interpretación es determinar el sentido nC'l/nl de .
la ley, np la voluntad del legislador ".
'-

,.
¡.
~.

,~.
. }1 NUÑEZ, Mallllal, p. 79.
~I CREUS, ab. cit.. p. 65.
;,

>.lISO Carlos Julio ~ascano (h) . La ley penai t8t

Tal es' la $ituación quese plantea freni~ a,los 'nuevos aportes de a) El punto inicial es el procedimiento gramatical que, atendicn~p a la
investigac.iimes acerc~ del derecho y las modificacipnes de sus cO!lt~ni­ fórmul~ legal, procura desentrañar su sentido según los significados de los
dos 'V.aI9fn;ti.'¡os. Las nor.mas deben interpret::,trse p'rogresivamente teniendq vocablos que emplea y su orderÍ~miento 00. '
, encuenta:,las,~ambiantes 'situaciones que se prese~l~an en la vida real, Ello es así por cuanto "el legislador clea con el tenor literal de un
pues no existe, Una il)terpretación definitiva y válida en todos los tieIT!PQs; precepto un marco de regula6iónque es rellenado y concretado p·)r el juez.
la vari'edad inabarcable y la co~tinua fluctuación'de las relaciones y cir- A ese respecto el marco es delimitado por el sentido literal posible en el
cunstanciaspe,la vida, ponen constantemente al aplicador de la disl,<)si- lenguaje,corriente eleI texto de la ley, mientras que el juez efectúa dentro ele
ción .Iega(ante lluev.a~ cuestiones 59. ese marco''Ia interpretación, considerando el significado literal más próxi-
Por e!lo el juez tiene que aplicar cl dcrecho legislado tal como éste rige mo, la concepción del legislador histórico y el contexto sistenlálico-Iegal, y
en elmomentode su aplicación (derecho positivo) que puede ser diferente segdn el fin ele la ley (interpretación teleoiógica). Por lo demás, según el fin
al dc su cre~ción o al de los momcntos intermedios, sea 'poda inserdón de de la ley la interpretación puede ser tanto restrictiva como ~xtens:.va. Por el
la norm.a en las nueva's realidades. de la interacción social o en un sistema
contrario, tina aplicación del derecho al margen del marco ele la r'gulación
juddico que sufriÓ alguna modificación legal, o por los huevos conocimien-
legal (praeter legem), o sea una interpretacién que ya no esté cUJiCl'ta por
tos' alcanz~dos ·pó; la ciencia·j urídica.
el sentido literal posible de un precepto penal,' constituye una analogía
. El.sentido .literal posible de un texto normativo es el del lenguaje tal
fundamentadora de la pena y por tanto inadmisible" ".
conío éste eXiste en el momento de aplicación de la regla, salvo que pueda
La funci6n de garantía que en el sistelO" penal cumple el principio
mostrarse su, i~razonabilidad (por ejemplo, la aplicación de una pena
constitucional de legalidad, hace ilTenunciable la labór dogmática, pues ésta
desproporcionada en relación a la insignifica~te afectación del bienjl;rídico,
favorece la seguridad jurídica al fija!: el contenido de la ley y los criterios de
como sería ellllJrto de un caramelo o de mi moneda cte 10 centavos, o fa
lésión c,onsistente en arrancarle un cabeiJo aotro). su aplicación,
Algunos ¿onceptos empleados por el legislador son capaées de abar- ..Sin embargo, no debemos olvidar que la dogmática cumple asimismo
car cualquier modificación a lo largo del tiempo, sin trasc~nder a,un ca~bio una función de elaboraci6.i del derecho, al proceder a la creación de institu-,
de rcgulación, pero otros son más rígidos con relación a sus representacio- ciones jUfídic~s y a la formulación de conceptos en el ,marco'máximp e.sta-
nes: lo cual depende de su grado de abstracción. blecido por la ley. , " , .
.Las'modjficaciones de las ideologías socialeSitlfluyen tambié~ Sólo a través de esta labor creadora -de reflexión y reformulación de la
el~ los cambios de'significados de las ~ormas al desplazarciertos a p'riori nor~a- se posibilita la obtención de la seg~ridadjúrídica a la que I~:OS refería-
-COlllq el conCepto de acción- que justificaron' las estructuras 'de· ellas en el mos. Asr, por ejemplo, mediarite criterios dogmáticos sedetennina la diferen-
momento en que fueron elaboradas. cia entre el compoi'tamiento culposo y el doloso, o se 'establecen los límites .de
la imprudencia, o se deteriniria en qué casos existe uria posición de garante
4.2.4. Métodos de la que emana la obligación de actuar y en cuáles no. El doginático ejerce
'Para descubrir elsentido de la ley y su alcance al caS9 conCreto '$(; pues \in poder de definición sobre qué es delito y qué es pena paca la parte
deben 'ütiJizar:distintos procedimientl?s, que parten de los t~rminos o ~xpre­ Qenpral del derecho penal y ha de tener en cuenta su rol protagónico en el
siones con que ha sido redactada, hasta liegar a la finalid'adprotectora de Slsten'.de control social que constituye la totalidad del sistema penal.
bienes jurídicos'que la inspiró.

., CREUS, ob, cil., p. 67.


j9 LARENZ, Karl, Metodología.de la ciellcia del derechq, p. 311. 61 ROXIN, Cla~'s. Derecho pella/. Parte general, L 1, pp. 148 Y l49.

iI.:
• ,le." "":,

~
'l~,r' 1""
,e" .
~'.':_. \82 " Carlos Julio Lascano (h)
La ley penal j8~

t.",
"~'e ' 'lenguaje, también se .presentan proble/l1as derivados del uso déllengua'
Ii' . ,," Aunque el auxilio de la IingüísÚca -ciencia del lenguaje- es importante
tli~"

, e~:
,!

e,'
.l. ,
para una adecuada elaboración e. interpretación de los textos legales que
permita superar las problema3derivados de la ambigüedad yvag""dad de
los términos usad.os enel lengllaje normativo, no debemos creer que ella es
~a panaceé'.. En .efecto: pese a que una correcta :técnica legislativa facilita la
je en rnüchas hipÓtesis textuales, existj~ndo distintas d~signaciories literales.
i:I~: un mis~no obj~tb O cOITespondiendo L1na misma designación ~ plurale$'
representaciones, el texto nos plantea la posibilidad de'distinias,significa~
ciones (aillbigiied~di, o la dificlátad de determinar con precisión el alca~:
ce de ciertos términos, como el estado de emoción violenta que ~!enúa el
e , cuestión, dado que las)eyes se dirigen a una g~neralidad de supuestos, n.o
homicidio (vas L/edad); que en no pocas oportunidades el legislador emplea

..•.• ,
sieinpre pllcden prever la tol.a.~idad de las situaciones que la rcalidad PUC9C
termi.nología técnica atendiendo a representaciones que ~o 59"las nlism'a~

'..,
preselltar, y el juez que debe aplicarlas a cada caso particular al dictar ~mpi~'adas. ~Il olros sectores del dere.ello (cuma el bien jurídico propi~~dcirl
sentencia, deberá recrearla, Ello ocurre con la individualización de la pena tutelado contra el hurto o elrobo en nuestro Código Penal, con una concep'
conminada en abstr~cto por la ley penal, mediante las pautas objetivas y ción distinta que en el Código Civil; o el concepto.de illslrunl~l1td'.p,íblii:o
subjetivas de los arts, 40 y 41 c.p" . a los fines de las falsedadCs documentale's del art. 292 c.p, qu{ Pi:>' está
ROXIN 62 sostiene que la labor dogmático-penal es "mucho más que ¡,i
e subofdinado al significado de tal expresión en el Código Civil), .. ".

••.•
aplicación, SL\bsumible en el procedimiento de conclusión lógica, de una ley b) Otros procedimientos; cuando existen plurales sentidos posibles,la
ya determ:nada en sus deüiUes; IJl:ás bien es la concreción del marco de la decisión de cuál es el texto legal depende de otros criterios de interpreta-o
regulación legal, y en la elaboración creadora (o sea desalTollo y sistemati-

·.
ción: lógico-formal, sistemático, teleológico, principios jurídico'éticos,
zación) de las finalidades legi:;lativas ella misma es política criminal reves- , histórico, comparativo. , .
"'.
tida del ir.anta de la dogmática, Por tanto, la misión interpretativa de la La ficción, aun la legal, no tiene campo propicio en el derecho penal

:. \,
dogmátiCa requiere ya una sistematización bajo aspectos teleológico-políti- -como la voluntad de las personas jurídicas-; sin embargo no son pocos 1m

•.
co criminales. En consecuell::ia, el derecho como es·y el derecho'como ejemplos de ficciones legales aceptadas en el derecho penal y la tarea
debería s~r no son aspectos ""ntrapuestos en la medidaenque lo que,hay jurisprudencial no está exenia de eJla (por ejemplo, la capacidarl de cut.pabi-.
~,
que el abalar interpretativamente como derecho vigente supone el¡'esultado lidad adquirida al cumplir el sujeto la edad de 16 años; el principii> ;,,"or
". de la ulter;or reflexión quehay que efectuar sobre las concepciones y;fina- itlris nacet par~ excluir el CITor de derecho en IDlll.eria perial).· . .

e". lidades del legislador. El dog:nático (sea éientffico 'o jue'z) debe por ia~to Frente al texto de la ley p'enal argentina, son posibles distintascons-


•• c.
argumentpr político-criminalmente como el legislador; -en cierto modo tierle
que acabar de dibujar en toelco,' sus detalles la imagen o modelo '(jelderecho
trucciones del delito, sea, que se opte por una conce.l!ción· cau-'1r1.i.~-t~1
fina1ista o funcionalista. Lo único decisivo es qu~ el intérpr'!te respete
las exi gencias del método dogmático mediante u'l1a constnlcción cohe-

•• \. ....
vigente que el legislador sólo puede trazar a grandes rasgos",
La g"neralidad de los tbos penales se forma con unapí~ralidad de
conceptos abstroctos (expres.dos literalmente) correspOndientes a otras
.
rente Y. 8:rmónica, compatible con premisas filosófjcas, cientrf.ic~.t:. ~t r.~_~
líticas'previamente dadas, "

•e
• (L tantas representaciones.; muy .rara vez se presentan' tipos si~l1ples formados .Un excesivo apego a'la dogmática tradicional que postula que ellegis-
can ·una sola representación manifestada.en' un concepto.. ,',;,' . lador ha asumido una determinada sisteiná"tica que impide al e.x:posito~ ~Qr-·
mular cualqui~r elaboración no coincidente con el pensamiento oflcial,

. .• ",
Si bien exihen expresicnes del lenguaje vulgar donde las representa- .
ciones del legislador quedan c:laramente dibujadas por el uso corriente del conduce a la castración del empleo de la interpretación comiJ herramieJta
h~rmenéutica, con el riesgo de llevar al derecho pen~l a un estanca"ll' .... · ,t.~ .
teórico y a un divorci'o de la realidad social que debe regular. "

'~".
Sin que ello implique calcar el pensamief\to penal europeo cohtempo-
i! ',.2~ i
ráne.o con olvido de nuestro con,texto [lI1tropológico. soci.al-y cultural, ~rec:-.

~:,'
6~ Ob ell" p 224 Yss.

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••l. •

•.•.
'

l••i..
'
'184 Carlos JulioLásc3no (h) La ley penal

mas inadecuado pensar que cada norma e~ ''susceptibleo'de' una sola i~ler-' 4.2.5. Límites
pretación y que las demás sólo son la expresión de un.error lógico'carente Los principios de legalidad y reserva pt:nal que se desprenden de los
de validez científica, pues son aceptables las concllisiones que se "obtengan arts. 18 y 19 C.N. imponen límites infranqueahles'a la interpret¡,ciÓn judicial
en materia penal, entrc los cuales, el más significativo es ta pi"oh.bic·iód de.
sin violar los principios constitucionales y del razonamiento. . .~'A·;.'
En consecuencia, sin dejar de lado los momentos de lainterpretación y
recurrir a la analogía in JIIala/Jl partem, eS'df¡cir, en peljuicio' del imputa-

j.
.).

.,.'.
do, tema del cual ya nos hemos ocupado en esta lección (1.4).' .
sistemalipción propios de toda dogmática jurídica, el enfoque del modelo
Adherimos a la afi;'mación de ROxIN .... e01 el sentido de que el intérpre:
· 1~1l~[tid~~I~.eHsiollal permite construir Una ciencia imegrada del derecno
te debe argu~lentar polÍlico-criminalmente como ellegislado¡:, peró que "eso
pena! de (".-¡en/ación crílica, mediante el ingrc,so de elaboraciones de
no significa qu.c la polílica criminal dogmát:ca y 10.\ legislativa tc.ngan las

-''..-
:1tros campos del saber: la política criminal como disciplil)a que busca COn-
mismas competencias; dicha hipótesis"equipa::aría al juez con ellegisladol' e
, figura;' el derecho peqal de la forma 'más eficaz posible para cumplir su'
infringiría el principio de división de poderes) de legalidad. Por el contrarió;
misióu de'protección de los bienes jurídicos indi viduales y sociales más valio-
la dogmática (incluyendo la sistemática de 1a ~eoría gcne.ral del delito) ~j"eúe

-.••i.
sos; y la criminología como eie,ncia empírica de carácter interdisciplinario 'que que ejercer política criminal en el marco de la ley, es decir dentro de Jos
estudia el delito como un hecho individual y social, la personalidad del d~lin­ límites de la interpretación. Por ello choca el'. la interpretación dd derecho
cuellle,la de la víctima y el control soci,al del compor'tamiento,desviado.
.. El profesor RrcARDo C. NÚÑEz no fue. ajeno a tales inquietudes, pues
vigente con dos barreras que ya conoce.mos: :10 puede SLlStitl\jl~ ks coilcep-
ciones y finalidades dellegis'ladar por las suyas, y tampoco p~tede, allídonlle'
recurrió a criterios políticoHcriminales en la ¡iHerpretaci6n del dercch6 en la Parte General rige cllímite dellenor lite¡'al-del principio de legalidad,

¡.
l.
penl;ll positivo, como se puede apreciar en el siguiente ejemplo: "La fór- procurar imponer el fin de.la ley en contra de un tenor literal opuesto a ello".
Ill,da 'secuela 'del juicio' no admite sólo una limitación respecto del senti- a) Con respecto a 10 primero, de la vinculación de la dogmática a las
· do de los actos que la constituyen, sino también en lo que atañe al mo-
menfo procesal de los mismos. A favor de esta limitación habla más cla-
ramente la propia fórmula legal. Esta, para determinar los actos interrup,
tore::" remite a la fórmu'ta particular en que las leyes locales, sobe'ranas en
finalidades político-criminales del legislador se deriva, por ejemp:o, que'en
el análisis de las soluciones aplicables a los conflictos de intereses' que de~
ciden sobre la ulilidad o lesividad social y con ello sobre la antijuridicidad.de
una condUt;ta,lo importante .son los principios emergentes del oi·denamienlC?
-.;c.••
,.
la Il:.<lteria, han eS[fucturado el juicio penal. tomado en el s~ntido de etapa
'cúnlradictol'ia y con intervención plena e igualdad de. condiciones de las
parte!:. Tal. interpretación r,esulta tanto más admisible ante la necesidad
jurídico y-no las valoraeione, personales del intérprete. . .
Como excepción al primer límite, ROXIN indica la libertad de la dogmá- .
tica de elaborar nuevas perspectivas, pues.en la Parte General ellcgishidor
.. _.
· de que la interpretación limite en la mayor medida posible,. un instituto ha regulado muchas Illíllerias 'sólo con rasgos vagos'. En tal sentido, pense-

'-,..
anliciontífico insertado en la legislación mediante una fórmula teórica- mos en algunos ejemplos: la deficie,~te expresión seclU!la del ju icio intro-
merlli:. defectUosa. Aquí sí que la verdadera cuestión no es si es factible
'-'na Interpretación dis"tinta, sino si es conveniente hacerla ante la posibili"
ducida como causal ele interrupción de la pr~scripción de la acción penal
por una ley complementaria de "nuestro Código Penal, la naturaleza jurídica
•••••
de la eximerite obediellcia debida, el" conce'pto de delito imposible, la •..... ~
dad de que ella, alterando el real e intencional sentido histórico de la fór-
rtlula, conduzca a excesos lamentables" 63; noción 'de delito cOlllilllltldo. Qtras materias rlo han sido conterrlpladas en
absoluto por Ias',di~Jlbsiciones generulú del Código; como el concepto de

' ..' j'\j iJÑEZ, LJe~'ec/¡o penal arge/lIiIlO.


Aires, 1960, .. 11, p. 190.
Par/e gellt!ra/, Bibliográfica Argentina, Buenos

'::.," , ,.: ~
fH Ob. cit., p. 225.
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)86 Carlos Julio Lascanó (h)
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~. . . (¿:;:i
,) '. ,"
acción, el de omisión impropia, la teorfn de la actio liberq in causa,el dolo
e;~
, eventual, la cptcg9ría del autor mediato y talltas o~ras. . .'
T~mbién a menuelo e[científico o el juez pu~den illstrui~ al legislador

•• '::" sobre los principios que se desprenden de sus normas pero que él mismo no
ha tenido presente con claridad; como. en Alemania donde el desarrollo del

.".'.'",, estado de necesidad supralegal fue un ,producto. de la' do.gmática creadora


que, aunque se mante~ía dentro del marco de la ley, ha hecho posible sol~­
ciones de conflictos' so'ciales que 110. habíaprevisto el legislador,
Respecto del segundo límite de la interpretación) siguiendo a CREUS 65
admitimos queen derecho penal es por la vía del semido literaz'posible
LECCION 6

Ambitos de validez de la I,ey penal

".·.'•"
I
, (dentro de las posibilidades expresivas de representaciones) que laS des-
crjpc~one~ ¡;le los tipqs comí~nza~ a distipguirse enlre sí. .. María Noel Costa - Enrique R, Buteler

\, 5,2,6, El principio in dubio pro reo


Según NÚÑEZ 66 hay discrepancias'acerca de,si dicho principio -admi- 1. Af\.1BITO TEMPORAL DE VALIDEZ: PR1NCIPjO GENERAL;

•·
\, .. tido en el derecho procesat"penal respecto de la prueb~ de la responsabili- APLICACiÓN LA LEY VIGE,NrE EN EL MOMENTO DE

dad penaI- ta,mbién es' válido .como c.riterio rector deja interpretación d~ la COMISiÓN DEL DEUTO. CONCEPTO. 1.1. El rnomenta de.

·••.'
cornisión dcl delito. Consideración del delito conti-
ley penal de fondo,
nuado y el perm;:¡nenlc.' 1.2. Principio de excepc;ón.:
" Dicl~o autor se pronuncia afirmativame~lte, cuando sostlc;=.ne.que así retroaclividad y ul.traactividml. . . .
como la valoraCión de la prue'Ja puede conducir.a l,a incertidumbI.".e sobre
2. SUCESIÓN DE LEYES PENALES EN EL TIEMPO. HIPÓTESIS.
la responsabilidad del acusado, la interpretación tan¡poco está exenta de'

."'.".',
,",
llevar a igu.al situaci6n sobre l~ voluntad d~ la ley, Concluye: "La'restric- 3. LA LEY PENAL MAS BENIGNA, SU DETERMIN/~CION .
ción interpretativa por duda no s'ólo opera para evitar la interpret"ció~ 3.1. Concepto de la expresión "le)''' en el Código
ánalógica de la ley penal o su extensión interpretativa mqs,allá del marco PCIl<11 ::ugent.ino, en el POlctO Interail'lcricaúo de Dc-
, rechos del Hombre y del Ciudadano (Pacto de. San
real del hecho, sino, también: en la situación de ,incertidumbre del ánimo
José d.e Costa Rica) y en el Pacto Intern<lCiono\ de
sobre la pena referible a él" ", Derecho Civiles y Políticos. 3.,2. Ambito d,e aplica~

',e " ción del principio de extraactiv.idod de In'ley I>enai


m:ís benigna, in cósa juZg¡'_dil. 3.3 L:'lS ley'es inle.l'-

•• medias, tempandes )' excepcioqales. 3.4. Las ley~s


interpretativas. 3.5. Las medidas de segurichct ~' el

•'.
principio ge la ley penal !11:Ís benigna.

. "Seminario de profundiz:~ción sobre Nuevos e11foques de la ¡eoda del delito, dictado . 4. VALIDEZ PERSONAL DE LA LEY rENAL. EL PRINCIPIO DE
en,la Facultad de Derecho'de la Universidad Nacional de Córdoba en el mes de noviembre Limitaciones runcionilles
IGUALDAD 'ArirE Lo\ LEY. 4.1.

•• de 1994, juntamente con el ProL Ellg'enio Rnúl ZAFFARONI. p;'ovenientes'del derecho interno y del derecho in-
66 NUÑEZ, MallLlal, p, 78. tern¡lCional. 4.2. Inmunidades de (ndole procesal.

.'·. '"
'"
61 NUÑEZ, ob. y Jug. dlS. en nota precedente. En contra, CREUS, ob. cit., p. 75,
quien lo limita al ámbito procesal y .. firma que en nuestro sistema penal de fondo no es
obligaloria la prima~fa de la inlerpre'llción !'estricriva en caso de dl'da ~el juzg~dor.
'5. VALIDEZ ESPACIAL DE LA LEY PENAL. 5.1. Concepto.
j.2. Los principios reguladores)' sus alcances en el
derecho penal argentino. ·5.3. Lug:Jr de cOll1isióñ I
- - - - - . _ . -- ._----------------~

del delito: teorías.,'_AplicaciÓI1" el derecho penal ar~


gentino. l,.n cuestión en los 'delitos a distancia y de
tránsito. 5.4. Lá extradici6n. .

, ,
. .- ! ,

"El cI~JiIO, dllllhiéll CU{1II10 e:'i ·colI:;ider{/(/o COIlIO eiue jllrídico. cOllslilitido
por la relación de contradicciolles ei1l1y el /¡ecJlO-y la ley, se poarfa dedr que.
igualmellte, .bajo ese aspecto fIIvo SI/ pel.fecciOfltll1liemo eH el día eH que I/ació.
Pero el eme jlfridico debe ~ontil/l¡al' SI/ I'irla hasta el ¡,;omellto eH el cl/(/1 opera
Sil ú/tilllo efeclo. Si el/ esle mOI!lellfO mIl/ella vida se ha modificado, porque la

re/~ción ell1re el hecho y la ley ha cambiado, la vida del ente jllrídi~o. concluida
o miJdificada, 110 se encuentra ya eH aquellas condiciones que le JOII·neceSarias
partl (.'tlllsaraqucl efecto dado: y )'t1110 debe-producirlo" l.

1. Ambito tempora', de validez. Principio general: aplicación de la


ley vigenle en el momento de comisión del delito. Concepto

El principio general que gobierna la validez temporal de la ley penal en


el sistema positivo argentino es el -leI1lPlt,~· ,:egit actus-. 1 es decir rige la I.ey
que estabfl vigente almomenro de In comisión del hecho delictivo. Ello es.
así, toda vez que las leyes penales sólo aléanzan a los hechos cometidos
durante su yigencia, esto es, en el pericldo comprendido desde su entrada en
vigor 2 hasta d momento de su derogación: no pudiendo. aplicarse, como"
~egla general, retroaclivamente.

JCARRARA, rralll.:csco. Programmn dd Corso de Dirifl() Criminale, parágrafo 741.


l Conf. lo eswblec¡: t'.1 mI. 2" C.C., tí! ley comienza a ser obligDloria después de su
publicndón y desde c·1 día que determine, y si 110 lo determinara, s'cr:í obligatoria después de
los ocho días siguientes ¡¡ su publicación ofic~íll,(a .. ts. 2" y 3" C.c.).

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, ......
'l.' .

'~~.

.190 MOlda Nocl Costa- Enrique R. Buteler


\:, :Ambitos .ue·validez de la ley penal .191 '

•• le,." Este principio y, en consecuencia, la irretroacti~idaQ C:I,e la ley penal, se


,deriva del ya analiz.clo princi;Jiode 'legalidad " que exige' a los 'fines de la
imposición de una sanción pe.nal, la existencia de una ley previa que deter-
1.1. El momento de comisió/l del delito. COllsideración del delito
con.ti/luado y el permanente

•• mine el hecho purlible, la sanción penal a aplicar y las consecuencias acce-


sorias del oelito, ello en virtud de que "Sólo si una conducta está previamen-
La validez temporal de In ley penal exige determinar cpál es el .ilo-
mento de comisión del delito, a los fines de eSlablecercuál era la ley vjgente
en ese momento y en consecuencia la apli~able al caso. En nuestro ·ordena.-

•• \ ..
te prohibida puede el ciudadaco saber que si la realiza incurre en responsa-
bilidad, sólo así puede acomodarse a la ley y disfrutarde seguridad en su
posición jl'rídica, A su vez, sólo si el legislador se acomoda a este principio
miento, a diferencia de la legislación comparada, e.) ef Código no se en-
cuentra preyj'sto expresamente Glicho criterio 6. Sin' cmbafgo';'Ia doctrina

•• é.:

"
"
,podrá estimarse que actúa racionalmente y de acuerdo con el sentiqo mate-
'rial de su p.copio instrumento jurídico: motivaren el ciudadano un 'comporta-
miento determinado de hace~' u on~itir algo',' 4.
dominimtc sostiene que deberán teners.e en cuenta: en el caso de tipos de
comisión, el momento de ejecución de'la ncdón y'en el caso de ,tipos de
omisión, el momento en que debía realizarse la acción on1itida.

••
':,
Sin embargo, la determinación del momento de comisión del, delito,'
En efecto, la prohibición de retroactividad; se encuentraintimamen-
plantea una problemática especial cuando nos encontramos frente a un'
-,. te vinculada al significado material de dicho principio, pues en el.hipotéti-
delito continuado, e.s decir~ el formado con un solo delito a partir de suce-
i• ",~;
CQ caso de que una ley posterior declarara delictiva una conducta que en
sivos hechos ~ep.eJ1d~enles, 'idéntiCos '0 similares que se extienqen en el

I•
su rnamento ~o lo e'ra o apLicara a uria- ·conducta anterior una pena no tiempo, o frente a un .delito permanente, el cual no se corycluye con la
'/,.'
'1 prevista en e:l momento de SIl comisión -aunque formalmente se respeta-

•• , realización del tipo, sino ql,le se mantiene, por la voluntad delictiva del autor,
rla el principio de legalidad, .l'ues se habría cumplido con la exigeilcia de tanto tiempo como subsiste en el estado antijurídico cr~a90 por él.
l',1 que sólo el, Poder Legislativo estaolezca la responsabilidad penal-, mate- En estos supuestos, determinrll' cuál es el momento de comisión uel
"
,1I
• "
rialmente se habría vulnerac10 la garantía 'de seguridad jurídica para
los ciudad lnosde no 'poder ""1'
sorprendidOs á postúiori don uúa' prohi-
bición des,~bnoci'da, o ill niCHOS desconoci~a en cuanto ~ la' das.e y'grave!
delito adquiere especial re.levj:ncia en el caso de que ,mientras . se e,~tfin
cometiendo los hechos :..,6 presente .una su::esi6~ de leyes pellí.llc~
Ejemplificando: X cometiq L1n<1 privación ilegítima de la libertad conl.ra p\
't •
~'.
~.
dad de la ~anción, en el momento de actuar '.
Sin enbargo, el princip:'o geneeard'e aplicar Jil'ley vlgénie al mo-
desde comienzos dell11e's d~ enero hasta fines del mes de marzo. En p'~G':O
estaba vigente una ley que lio ~gravaba la pena por el tiempo de ~!.'l·~cj6n.

J.
¡:.
',~ ..
mento en que el deÚncuent') hizo,la inaterialización de' su volu'ritad de'la privación y a comienzos de marzo se dicta una nueva ley que agra·y".
",.
delictiva, tiene exCepciones cleraigaillbre constitticiomü fundadasen la ,la figura básica si la 'privación dura más de 30 días 1, ~

l' ',:
:J.
".:.
.,,~.

"'
aplicacló:l de la ley más be~igna, las males-retroactividad y
ultraactividaQ-, 's~rán ·an.aIizilda:~ ~·~p·ra·. .
l• ...:....:

I• /o El Código ..t1em{¡n, en su pmúgr:l(o 8. estublece: "Se considernni cometido e! dcJil1l en

el momento en que el autor o partícipe haya <lctundo, o en el CilSO de la omisi6!l; tir.t-r;':rf~¡ ,

•• ;
~;

,,",
."",.'
,"

) Establecido en el art. 18 C.N. y Sl;I aclual consagraciÓn en el arto '9<1 de la Convención


Americana sobre Derechos Hu.man')·; (inc. 22 del art. 75 C.N.). .
haber actuado. El momenlo en el que se produce el resultado 110 es ~elevnnte ':\ :,:<;ros
ereclos"; Asimismo, el Código espafiol, prescribe en su urL JO: "A los eFectos de deterrninar
1..1 ley nplicable en ·elliempo. los delitos y (:l113S se consitleran cometiéndose en el mame.n.to

•• .
4. BERDIJGO GOMEZ DE LA TORRE. "Ign3cio ~t al., Lecciones. de derecho penal.

. Parte generar, 2- ed .•. Praxis, ·Barce~(lna. 1999, p: 50.


~ -En. es((~ ~entido, LUZON PEl~A, 'Óiego Ma'1uel:' .C!irio. de' derecho peital: Parle
general,· Univeisitas; Madrid,·'1996, t; I,.~:·18J; .
en queel sujeto ejecuta la ¡,cción u on~itc el neto que est01b01 obligado a realizar",
1 En rclOlción con esta hipótesis, sostiene LUZON PEÑA (ob. cit.. p. 199) que 101

cuestión es dudos"l en lu creación o ngrnvación de una mera cualificación por el trunsclIrso ele
un cierto tiempo en los delitos permanenles, afinnOlndo que los dlidos sllrg~n.cl,anclo· ~o
.

1: ',-
"
192 Marííl Noel Costa- Enrique R: Üutcler' Ambitos de validez de la !e"y penal 193

Dei ejeJilpl,O anterior'surgeri los siguientes interrogantes: a) ¿Cuál fue GUILLE:RMO J. FIERHO, al ll1anifesta.r-quc qeb\"! aplicarse la ley I'l~ev'a 'más
el momento de comisión del delito? ¿Al comenzar la privación de libertad desfa~orable. si él sujeto persistió en su condllcta punibl'-e, sasten:endo que
. en el meS de enero, ~l concluir dicha conducta en el mes de "marzo, o, en su " ... invocar como argumento conLrario a la tesi~: que defendemos, la "unidad','
caso, durante el periodo comprendido ehtre ·Ios meses de enero y marzo?; del concepto de cIelito permanente,.es hacer IJrev'aleccr, indebidaLlente ün
b) ¿C1ué leydebe'aplicarse?'la que estuvo vigente en los ini:ses de enero y aspecto secundarib y formal sobre un elemen:o esencia}" rr.
febrero, qtie ¡:s'más benigna, o la que' empezó a regir en el ines de inarzo? La postura contrada, que aparece como ~nayoritaria, sostiene que se
N6áiste \ma regulación expresa en nuestro ordenartliento' para ta- debe aplicar la ley rllás benigna, existente al comienzo de la actividad volun-
les hip6tesis', :Autores Como ROXIN 8, sostienen, tal como se encuentra taria, en preferencia :l la más gravosa vigente al moinento,cn que :.os actos
regulado en dCódigo Penal alemán 9,. que en tal supuesto se aplicará la delictivos dejan de cometerse, razón por la cual et~ el caso de su::esión de
léy vigente en 'el momento de terminación del hecho. NO'infringe la prohi- leyes más desfavorables, a los firies ne su aplicación, debe I,'nerse en
bición de irretroa'cti,iidad la imposiciÓli Múna pena cuandó el hecho, en cuenta el·comieílZo de le; actividad voluntaria. Así, FONTÁN ;3ALESTRA
unperí6do"thif¡~itório entre sil comisión y la resolución, hubiera dejado de sostiene que la aplicación de la ley más benigr:a "cubre todos los momentos
estar su"ncionado con p'ena .. del delíto, desde el comienzo·de la acción has'a el de la cohsumación y aun
Eida dÓctrina'naciorial se puede distinguir unapostuni que sostiene que los de la prolongación de la segunda, caracle¡:¡'stita esta de los dditps per-
debe aplicarse la ley vi'gente, más desfavorable al imputado, existente al mo- manentes y continuos" 12. En el mismo scntiC:ó,))E LA RÚA 13 sostiene: liLa
mento de~finalizar su"actividad"delictiva, si éste persistió en la comisión del
sucesión de leyes ell el curso de la cOllsumac'.ón·(permanenéia) '" dalugar
detito cuaridó ya estaba vigente la ley menos benigna. ASI'EuSEBIO GÓMEZ,
a la aplicación de la ley más benigna, pues los límites temporales ¡'.el art. 2°
sostiene que: ",:: en el supuesto del delito permanente, nada obstará a la
se inidan en el tiempo de comisión (art. 2°,-pírr. 1), ní? de consurr..ación":
aplicaCión de la ley nueva, si desp"ésde entrar ésta a regir, el agente persiste Esta última postura, es también sostenida por ZAFFARON1, ("tien en un
en 'su adiv~dad·ihiciada anteriobnente" 10. En el mÍsmo sei'ttido s'e pronuncia
primero momento" apoyaba la postura de EUSEBIO GÓMEZy FIRRi"i, p~ro
recientemente ha cambiado su -postura al .so·stener que " ... en el caso' de
delito permanente hay que aplicar la ley más benign'a, y .no la más severa,
que sobreviene después de iniciarse la consumación y que está vigente'
~1:an5Cu~~ t~~q pr~9iso
el' t,iempo tr~~ ~u~"a ie~,
para la cualiric'ación la 'q~e '~na
$lnO parte
del tiempo"era anterior a la nueva ley y tras ésra sólo se completa el tiempo'restanle'hasta
el tol:1 requerido para la cualificación, sosteniendo que por una parte se puede argumentar
que es ciespu,és de la nueva ley y cuando ya se la puede copocer, cuando el sujeto decide
completar, aunque sea por pocos días, el período anterior hasta llegar al tiempo requerido rl FIERRO, Guillermo J., La. ley penat'y el derecho trmrsito";o, Depalrna, Bueno3
ahora por la ley que prevé la cualificaci6n, de modo que ésta no se aplica de so~resa y por Aires, 1978, pp. 222 Y 223, ! . ' .
:,,) laillo na es retroactiva, pero también, y en lo que parece se~ ul13 pOstura más acertada, 12 FONTAN llALESTRA, Carlos, Derecho penaL Parle general, 2-.. ej:l., Abele~o:-.
1l:...•. ,ifil.;,,~rt q~.! hasta la nuev .. ley el tiempo transcurrido era irrelevante (o insuficiente) para .Perror, Buenos Aires, 1970,1. 1, p. 297 Y ss.
1oIla'l.:u::.:;fica..:ión, por lo que el momento para apreciar ésta debe'comenzar a corirarse a o DE LA RUA, Jorge, Código Pellal argentiml. Parte general, 2~ ed., Depalm~,
partir t.I~ b vigencia de la nueva ley. - " BlIenos Aires, ,1997, 'pp. ·74.y 75. En el mismo sentid(¡: BID.(\RT CAMPOS, Germán, el .
~ ROXIN, Claus, Deréc.J1O p.ma/. Parte general, Fundallienlos. L(¡'estructltl-a de la Derecho,.1. 140, p. 579. También, por 'la aplicación de I:t ley más benigna, JHvl~NEZ DE
y
leo' ¡ll clel deJi/o, rr~ducción y notas de Diego Manuel Luzón Peña oU'os, C¡';'Üas, Madrid, ASUA, Luis, T/"lIlá~lo·.de der~cho penal, Losada;' BlI~n'os Aires, 1964, t. 11. r. 636: "por·
J 9~)7, 1. 1.. p, 329. . , nuestra parte, preferimos la solución de Liszt-Sch'midt (p. 351),'en lodo Caso se debe aplicar .
') Có~jgo ~er'lal alemán. párágrnfo 2.2.: "Si la conminación penal fuere nroMfi.cada durante la ley mtis favorable, porque el delito perm<ll1cnte y el ("onlinl,lado, en pura' doctrina juris[a,' .
la comisión del hecho, se'aplicará la ley vigente en el rpornento de la terminá'ci.6n del rr\ismo". es un delito ú n i c o " . ' . ' .
11} GOMEZ, Euseb,io, 'Derec/w pe/ral, Cía: Ar'g. de Editl?r~s S.R.L., Bu~nos Aire's; u ZAFFARONI, Eugenio ~<lúl, Tratado de derecho perla/. Parte general. 'Ediar, Bue-·
1939,1. 1, pp, J531l57. . ' .'.,..' nos Aires, 1980. L 1, pp, 477/9, _. ..
-
,:1

María Noel Costa- Enrique R., Butelcr Ambitos de. validez de In ley penal 195

cuando cesa de cometerse". '5,'afirmando que "cu~ndp una ley más gravo- político social, dado que carece de' sentido dictar o mantener la ejecución de,
·sa entr~ en vigencia en un morhenlo posterior al comienzo de la acción, penas por hechos que ya no se consideran delitos o cuando la gravedad d~' ,
' ,existe ur. tramo de ella que no está abarcada por la tipicidad de la nueva ley, . aquéllas aparece como desproporCionada" 17.
sa,lvo 'que se haga Uf1ll aplicaci6~ retroactiva", la cUéll está proh~bida.
o
La extraactividad de la ley penal más benigna, regulada enel art. 2°
C.P., el cual será analizado' supra, reconoce en la· actualidad fundamento
constitucional; sin embargo, resulta ne~esario distinguir distintas'etapas en
1.2. Principio de excepción: retroactividad y u/traactividad la evolución de la legislación y del constitucionalismo ~rgentin.o,
En un primer momento -durante la vigencia del texto 'de la Constitu·
'. 1~11 como expresamos, el principio general d,e la apllcación tic la ley ción de 1853- la base era meramente de carácter legal; es decir, no tenía
vIgente al momento de la comisión de hecho delictivo no es absoluto, pues

••
ningún fundamento de tipo constitucional. 'Durante este período tanto la
,!'.
('econoce lo que en doctrina se denomina la extraactividad de la ley penal, es
doctrinp como la jurisprudencia eran contestes en sostener que, por encon-
decir, 'la aplicación de la ley fUera de su perí~do nomlal de vida legislativa, '
", trarse regulada únicamente en el 3rt. 2° C,P., la extraactividad de la ley

••
sIempre que resulte más favorable al imputado o, en su caso; condenado.
penal, podía ser modificada, derogada o dejada de lado por otra ley".
" Estos supuestos de excepción al principio general se dan cuando al
Este fue el criterio que sostuvo la propia Co'rte Suprema de,Justicia
" fallar se "plica la ley vigente a dicho momentó procesal, pero q~e es 'distil)la
de la Nación, en la causa "Muler, E.icardo" 1', donqe expresó que el art.

•• '.,
a,la que regía en el moment')'de la comisión del hecho(retroactividad) o,
por el. co.~tr~rio, cuando ~e aplica uria ley que no está vigente ni'omento
de la senlencia, pero que sí l·) estaba al momento de la comisióri del hecho
al 18 eN, sólo proscribía la aplicación de l~s leyes p~nales ex post Jacto y
qe ninguna manera co~p~endía la garantía de la ret:oactividad de 1,. Iey

,~
••'"
o en la eÜpa intermedia (uJi.raactividad), .
.I?s decir•. que el principio "geüern! analizado en el apartado 'precedente,
ti~ne Como excepciones:' .
penal más benigna, '
En 1949 se produce la sanción de una nueva ConstitudÓn que
tener una vigencia acotad~ hasta la revoluciÓn de 1955; es el te;t0'de la
~ "3
i
~
'; ••\... ...

,
a
La ,.'etroactividad que aUlori~~ la aplicación"de ¡[lley u~ hecho ocu-
.rrido Con anterioridad a su f:ntrada e~ vigencia, siempre que ·b~neficie al
acusado' y " , " ,
denominada Constitución de 1949, en la cual se recepta la retroactivided de
la ley penal más benigna en el art. 29, establecien10: "Siempre se apUcará v
aun con efecto retroactivo la ley penal perm:mente más favorable /:tI ir,!}\,-

•• ----
'-<:.
"
"
',.~'
'
La ;tltr¿wctividad que permite que la ley vigente'al ¡¡empo de la comi-
sión del delito o en el tiempo intermedio entre el delito y cHalla, posterior-
tado", Es decir, que entre 1949 y 1955 el prinCipio sí tuvo jerarquía c0",,:i:·
ciomll. La Corte en 'numerosos. precedentes reconoció la raigambrl! ~Ol1sti­

•• ,'-_o mente sunituida por otra mil'; gravosa, siga rigiendo púa la reglllación del tucional del principio y así lo dijo, poI' ejemplo, cuando falló en'la:call$a'
" hecho aUn después,de su derogación. '.. ',,',' "Compa.ñía Azucarera Concepción c'o'ntra Provincia de Tl!c,-!.m.án h er> 1.95~
Estas excepciones, que no implican una contradicción al principio de

••.'"
''-,. >

legalidad, como algunos aut'lres han sostenido ", tienen un '''fundamento


\.
'"
. ,~"

"' ... 11 BACJGALlJPO, Enrique, ob. y Jug. dts.. "


En este sentido FIERRO, Guillermo J.,LA ley penol y el derecho transitorio. Depalma,
ALAGI~, Aiejand~o AI~jandro,
II
, '·"ZAFFARONI, Eu!!;enio Rat1l; y SLOKAR, Dere: Buenos Aires. 1978, p. 237. era categórico cu'nllf"jo afirmaba que ..... el principio de .Ia aplica-

• cho pellal. Parle general, Ediar, E'Icnos A.ires, 2000, p. 116; 2" edición, 2002, 'p. 123.
.16 ~obre esta discusión, confr. C/\SABO RUIZ, Comen/arios al Código Penal, t. lIt p. 46,
. ción de la ley penal más benigrfa no ¡¡ICanza en nuestro régirnen juridico vigente lajerarqura rle

.
una 'regla constitucional y" que no se puede sostener que él está implícito o comprendido
It" • ... con mdl~aciones bibliográficas; citíl·jO por BACIGALUPO,- Enrique, Derecho penal. Pan~ dentro del nI/l/un! crimen n/lUa pella si/le lege previa estipulado en el nrt. 18 p.N.".
g~.nerol, 2" ed. totalmente renova~a y ampliada; Ham":lurabi, Buenos Aires~ 1999, p. 188.
I¡. ", .. ,"
19 Fallos,' vol. 260. .

.,f·!~:
:.}
"",.;
..

.. · .
.. 96 lVJaría Nod Costa- El1~ique R. Bureler
Ambi\os ti'\:: validez de In ley penal 197
••
•••.•
Luego, en 1955, se retorna al texto constitucional de,18S3,cuyo arto 18
"Que la nueva ley cree hila figura delictiva que ano\:es n? exisÜa ...
no <.¡onsagraba el carácter de garantía constitucional , para arribar así a la
Que la nueva ley desincriminc una condu:ta que era conslde~'il(~a delIto.
reforma constitucional de 1994, por la cual se incorporail distintos docu-
Que la nuevH ley ~igrave la especie o es.cala penal d~ llna figura ya
mentos internacionales con jerarquía constitucio~al por imperio ~el art. 75
existente. '
ine. 22, entre ellos, la Convención Americana de los Derechos del fIambre
(Pacto de San José de Costa Rica) y el Pacto Internacional de' Derechos
Civiles y Polítiéos, los que consagran, en los respectivos arts. 9° y 15, la
Que la nuev'a ley disrilinuya la especie'o escala penal de una figura ya
existente.
••

Que la nueva ley exija más requisitos que la ley derogada a los fines,
g~ra'nlfa de la retroactividad y ulli'aactividad de la ley penal más benigna.
de la configuración de la figura delictiva· . . ,
ArL 9" (Pacto de San José de Costa Rica): "Nadie puede ser conde-
nado por acciones u omisi.ones que en el momento de cOI~lt?~erse no fueran
delictivos según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más
grave que la aplicable en el momento de la comisióndel delito. S.i con pos-
ierioridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición dé u'na pena
Que la nueva ley exija menos requisito, quela ley óerogaüó a los IlIles
de la configuración de la figura delidiva.
Que la nueva ley exija más O menos condiciones de aplrcabllldad
de la sanción (forma de condena, régimen de prescnpclón de la accIón
. ..

-•-
más leve, el delincuente se beneficiará de ello"., , y de la pena)" " . , ., :'. .' ,
En el caso de que se den algunas de e:)tas hIpótesIS, resu,ta nftpres-
ArL 15 (Convención de Derechos Civiles y Políticos):' "Nadie será
co.ndenado por actos u omisiones que en e! momento de c.ometerse.no. fue- cindible deter,ninar cuál de las leyes en ju,'go es la más beni¡;na, laque
,~
,ran delictivos según el derecho nacional o jntemacional~' Tampoco" se im-
pondrá pena más grave que la aplica\Jle en el momento de la comision del
delito, Si can posterioridad a la comisión del delito la ley dispoÍlela imposi-
implica un proceso ele cOIT\pqración entre dos o más normas, el que ana-
lizaremos a continuación. . .

••
ción de una pena más leve, el delincuente se béneficiapá de ello".

~. Sucesión de leyes penales en el tiempo. Hipótesis


3. La ley penal' más benigna. Su determinación

A los tlnes de delermi:tar qué leyes más benigna, puede sllc~der que
••
EstablecidQ el principio general y las excepciones, la cuestión,de la
¡jamada ~ucesión de las leyes penales en el tiempo se plantea "siempre
se den hipótesis siml;les o sencillas, como ser que una ley penal que .ha
a
derogado otra, desi:'.crimine una conducla: por ejemplo, la1ey 24.453 de-
rogó la figura del adulterio; esto significa que el legislador conSIderó que n,o.
,.•• .1

,..•
quc er,tre el momento de la comisión de un hecho punible 'j la extinción existían motivos para tutelar penal mente esa conducta.
de la pena impuesta, han regido sucesivamente en Tela,ción a él, dos ° Otro caso simple son aquellas ~eFormas parciales que se. suel~n hac~r
más leyes p·enales" 20, en el Códiao Penal en donde se disminuye el quantúm de la pena S10 modI-
28 ¡leci! que el problema de la sucesión de las leyes penales en el ficar los il1~titutos de la Parte General; por ejemplo, si un delito estaba cas- -
tiempo abarca el período comprendido entre la comisión del hecho delictivo tigado con una escala penal de 4 meses ~ ~ añQS ~e prisión , y. tilla ley
yel Inom'ento en que se extingue la pena, dándose así distintas hipótesis
entre las que se pueden diferenciar las siguientes: '
posterior, qúe mantiene la misma figura d~li.ctlva, sustituye la sa:lcI6n~ con-
minándole prisJ.ón de 3 meses a 2 años, evid.::.ntemente en ese ca.w vamos a
.e
e

estar frente a,_~ln.a ley penal más benigna , porque' la nueva escala penal

,-
.'-: '¡

c. , Derecho penal argel/lillo. Parle general, Bibliográfica Argen'. •••


.
ZII NUÑEZ. Ricardo
tina, iluenos Aires. 1959, 1. 1, p. 132. , '. , . 1970 ,po. l86 .
~I SOLER, Sebastiáll, Derecho pellal ~rgellt¡l/o, TEA, Buenqs AIres, t. 1,
.,e
. '\".
~
,.
~ . •

.1....
• C
'c;'
~.""

198 M¡lTi,a Noel COStíl- ~nrjqlle R. Butder


"f "o'.

Ambitos de valide7. de la ley p~nal .199

t' • '<c..,
1" '.; • " beneficia al impu1tl:do; lo mismo ocurre cuando se cam1¡ia,.- la especie de Sin embar&o, el jllez no puede' ~fcctllar una combinación entre los
-.~::~;..,..' pena, por ulIa de m~nor entidad (por-ejemplo, prisión por multa). aspectos fa~orublesde las dos leyes; es decir, tengo una ley A -vigente ~n
• Pero' ¡:ueden darse casoS en los cuales no es tan'simple determinar el momento del hecho- que otorgaba cierto beneficio al imputado· y.una ley
• l.::..., cUí.lI es la lel más benigna. pL1e~ puede sucede.e que una ley sea parcialmen~ B -vigente en el momento de la sentencia-, que establ~ce otro asp~ct9.ven­
te más gravo que la otra y más benigna en otro aspecto; así por ejemplo la tajoso: a veces la comparación integral dt:'los institutos nos l11u~stra que
• hipótesis que plantea CARRARA 22: "Supóngase que la le)' de 1872, castigase para algunas cosas es más favorable una:ley y para o!ras cosas no:lo es
• ('. un hecho cc'n cárcel de un me" a cuatro años, y la ley de 1873 lo castigase tanto; en ese caso, ¿el juez podría combin3l: los aspectos má~ fa,vorables ne
~ Con cárcel de uno a tres años. Si se mira los. mínimos, es más benigna la ambas leyes? No, el juez no puede hacer tal mixtura de leyes. sino que tiene
¡ • '.' antigua, si ~e mira los máximos es más benigna la llueva" 23. que aplicar ulla sola ley, A o n, porque, si obrara de .alfa IIWnCn\, eSlaría
(
• ',:. O en .el siguiente ejemplo': hay 'una ley A vigente en el momento del construyendo una. nueva ley, 10 cual 'está prohibido por tratnrse de una fa-
• hecho que ~astiga determinado delito con una escala penól de 6 meses a 4 cultad rese~vada al legislador ".,
años de pe'Ja privativa de libertad, pero esa ley no permite la condena de La única exce'pción que tiene este principio que prohíbe la cOlnbina-
• " ejecución ccuidicional(esto si,gr.ifica, conforme al art. 26 C.P., que en deter- ci6n de leyes penales, está establecida en el art. 3~ C.P.: el cómputo de la
• minados cm¡os sea posible que. la pena sea impuesta pero no se ejecute, es prisión preventiva 26, donde sí le. es permitido al juez combinar dos leyes
• ...... deCir, que no se cumpla el encierro, sino que el condenado permanezca en porque la ley. expresamente está' autorizando' tal excepción.
'-.:. . libertad ba;,o determinadas reglas de canducta )' el control judicial); luego, Resulta dable destacar en este análisis el criterio seguido por IR legis-
• .er) el transcurso del proceso, comienza a regIr la-ley B que establece una lación española, que en el art. 2' c.P. (1995), establece: "En caso de nuda
• ',,' escala penal de 2 a5 ~ñ~s de igual e~pecie de pena, pero establece la sobre la determinación de la ley más favorable,-será oído el reo ... ", prt'1.rnetro
• ~_. po.sibilida~ 'de la ~ondena de ej.ecución condici~na~, es decir, que esa p~na ,éste que parece razonable toda vez que.es eI.condenado quien en definitiva
sea cumphdaen hbertad; ¿que ley vamos a,aphcar7 . suJrirá la pena impuesta.
• \~~,;. En pri1ner lugar, es nece~'-lrio advertir que no existen criterios gene-
• rales y uniformes para determinar la ",ayar benignidad de una ley sobre
• '-'.... otra, sino qt'e qc~erá ser, en cada caSO particular,'cl juez quien determin~
qué ley a,pli'::ar, debiendo tomar en cuenta las pena<: principales, las con-
' , . .,,".. secuencias '.ccesorias, las modificaciones del tipo penal y de'las reglas de particip'ar en una asociación ilícita que cOlltribufa a pOn'!f en .peli!;fc:'l·ln vigencia de la
, • ,,' . la parte general, como la prescripción, la causas de justificación, las cau- Conslilüción Nacional. El abogado defensor interpuso recurso de casa.ción, por: c;)nsiderar'·
. • ._. sas de inculpabilidad, etcétera ". . errnd.a la aplicación del art. 2~O'~i;, pues, en la época de :omision de.1 il:cito -197.11 a ! 9:3-
la ley que agregó dicho artículo todavíá no estabn vigenfe y no I'CSUltabo más ~cnign!" C-::nl(l
para excepcionar In regla de aplicación lemporaJ de la norma. La Cámarn de Cnsnci(l:, f"~.,al
••••
·.·

hizo lugar el recurso y sobreseyó al imputado por prescdpción de la n'cción pcnal.
n En este sentido: "Para decidir sobre In vigencia de una.determinnda ley, segú:', el
principio de benignidad (nrt. 2° c.P.), debe tenérsela en Cllentn en su conjU/¡t~ y PO
II CARRARA, Fra'ncesco, ob. cít., parágraf9 762. fnigmentariamente", T.S.J ..Córdoba, Sala Pennl, Sent. N° 15, ~111i87, causa ": ,~:{';:/g.),
"".
-..;;:. 2~De similar man.era; en e'J cD..mb.in de'la p~na d~1 art. 172 c.P., por la ley ~1.338. Más Rolando Ricardo", p~blidda er. Semanario Jurídico, N° 689, 26/5/88. p. 19 .
.
26 La prisión preventiva es un' instituto de carácter procesnl que importa una excepción
detalles, Semann:ri,o Jurídico, t. XXXI[, 1981, p. 21, fallo del T.SJ. de Córdoba, Can nota de
Ricardo ü NUÑEZ, "La omisión de rc:stituir defraudatori.(. al principio; esta prisión supone la detención cauti::!nr del imputado mientras dure el proce- .
\:",
so; es' decir que el procesado aun cuando no se haya dictado una senten.cin oovimnenfe
.(2 . 24 Sobre lB detenninadón de la ley penal más benigna, en caso de sucesi6n,de-Jeyes
pt;nales y refe~¡do espedficainente al5 elit~,de ",sociación ilfcHa: -Suplemento de Jurispru.: condenatoria, está detenido por seguridad proces,,', pc:.ru que no eluda o entprpezca la
denciu ·Pen.:Ii a cargo de Fra'ncico J. Dnlbora, Bs. As., 5 de julio de 2002, pp. 45/54. En el inveslignción de la justicia. Luego, si es condenado se le computa eltierrypo de privnci6n de
• ':2'

1:
caso .~I i~plltado-fue éondenado'por ~I ,Trib.unnl Ora! en,lo Criminal Federal N°. 6, por libertad a 1m: efectos de la peno,
Marí.~ Noel Costa- Enrique R.,Bule)er Ambilos oc validez de la ley penal 201

Finalinente,. es necesario desticar que el concepto de benignidad que también se deberán tener en ,cuenta aquellas mOdifi,caciones"'que inciden
goza ele rango constitucional solamente comwenc!e al tipo penal y a la pena, sobre una ley penal pero devienen de otras áreas del derecho, como por
.pero no :ll;¡s causas ctejustificación, ni alás de,inculpabilidad, ni a la pres- eje~plo de) derecho ci vil, administrativo, comercial, etcéter:l.
áipciórt Oe I,a aCClOn pen'al y ele la pena. Estas últimas' están comprendidas Es decir, si una ley posterior civH o admini~;trativa modifica una estruc-
dentro del concepto de benignidad que brinda el art. '2' C.P., que siempre tura típica "de lInü ley penal anterior, se debe tener o no por incorpofJ.da esta
utlhza el términO ley, y no el limitativo concepto de tipo penal o pena, como ley dentro de ley penal más benigna ".
lo hacen los pactos de San José de Costa Rica y el Paclolnternacional de Partiendo de un método de interpretación sistemático y gramqical, la'
DerechosCivilesy Políticos. jurisprudencia ha sostenido que el concepto.de ley penal más benigna sólo
Ello, en virtud de que los pactos refereociados (arts. 9' y 15 respecti- alcanza a las leyes penales, ello en virllld de qu::! el art. 2°, que establece su
vamente), al referirse a la ley más benigna y asu posible retroactividad, en aplicación, se encuei,tra en el Capítulo 1, Título 1 c.P., que reg,la 1" aplica"
sus fórmulas sólo se refieren al tipo penal ya la pena, de la'siguiente mane- ción de la ley penal; además que'los propios tér~lÍnos en que se encuentra
ra: "Nadie ser~ condenado por actos u omisiones que,""en el momento de concebido el referido artículo, disponúl que la pena se liinitará a la ·~stáblc'­
cometerse, no"fuera,n delictivos", haciendo alusión así al tipo penaL A su vez, cida por la ley más benigna, donde claramente se pone de manifif'sto que
disponen que tampoco se impondrá "pena más grave" que la aplicable en el' hace referencia a una ley penal. ' ,
momento de la comisión del delito, haciendo alusión a la pena; por último Lo anterior ha conducido a expresar que una modificación"de tina ley
señalan que si can posterioridad a la coinisión de" delito la Icydispone la extra penal -aun cuando tenga ilicide"ncia s~bre una norma penal-:n:l queda
imposición de una "pella más leve", el delincuente se beneficiará con ello. comprendida en el principio de retroactivid"d de la ley penal más tenigna.
'" En este sentido se afirma que "cuando la ley posterior más benigna La doctrina, pOI; su parte, ha sido múcho más cuidadosa al desarro-
e~ tal no por referencia a la pena más leve sino a otros aspectos penales llar estos aspectos;" así SeoAsTIÁN SOLER entiende que la ley no solamente'
diferentes de la sanción y del tipo, el principio de aplicación retroactiva está integrada por la sandón sino también por el precepto y éste puede
110 queda impuesto por los Pactos, y depende excluSivamente de nues-
tra ley interna" 27.

3.1. COllcepto de la e;q,;esióll "ley" ell el Código- Penal argentino, en el Pacto " Si durante la condena se diclare una ley más benigna, la pena se limi!ará a la establecida por
,Il1termneriCQIlO de DelecllOs del Hombre y del Ciudadano (Pacto de San José esa ley. En lodos los casos dél presenle artículo, los efeclos de la nueva ley se operan1n de
pleno derecho". Para los lexlOS del 3rt. 9° de la Conveilción Americana,sobre DcrechQ~
de Costa,Rica) y ell el Pacto Internacional qe Derecho Civiles y Políticos 18
Humanos y del art. 15 del Paclo Internacional de Derechos Civiles y PoHticos. ver supra 1.2.
1'1 El primer preceden le jurisprudencial que se planleó sobre esta cu~stiÓn", es el.fallo
" l....l doctrina y ia jurisprudencia no han sido pacíficas en "esta nl"ateria, ""Santoro ~ilano"; la hipólesis Lle hecho fue que se había violmlo.la ley de p~ecios máximos" "
plauteándose interrogantes sobre si la expresión ley utilizada'en las normas que se había ftjado, pura delenriinados arlículos, el Poder Ejeculivo en virlud ce lo dispues-"
bajo análisis se refiere a una ley penal que sucede a otra en el tiempo, o 10 por la ley 12".8"30; con puslerioridad, el Pod~r Ejecutivo produjo "In ab,olición "de ese
precio máximo y" al ser Juzgados los impulados re"sullaron absueltos, por aplicacióo"del art.
2" c.P.. El caso fue resurrido a·ote la Carie Suprema de Justicia de la Na~i6n. El. procurador
general dijo que la i·esblució~ Jel tribunal que había absuello ~ los condenad9s por violuci611
a los 'precios rnáximos'"a'plicando lo dispuesto por el ur!. 2" era incqrrecla"y qúe:i:lebfa s~r
, 17 D.IDART CAMPOS, Genniín. Tratado "elelllellt~l de dér~cJ¡o constitucional argw- revocOIda; soslenía que las incidencias del Poder Ejecutiv9,sobre la ley J2.830 no pod(iú¡
lino, Edlür, Buenos Aires, 1986, t. fIJ, p. 2 2 5 . " "" " computarse en favor de los imputados; el argumenlo que"~io el procurador y qut:: "la Cá"rle" "
P
An. 2 c.P,.: "Si la ley vigente alliempo de cometerse el delitQ fuere""disli"nta de lá 4ue
" 21
siguió cuando revoCÓ ~I falJo absol';lforio fue que la e:ar!clu inlerpretación del nrt. 2" señala'""
eXlsr[a al pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio, se aplicará siempre la más benigna. -en efeclo- que él alcanza únicame~te a la sucesión de leyes penales. '
202 Marfa Nocl Cost~- Enriqtje R. Buteler Ambftos de validez de In ley penal 111)

est~r condicionado por di~tilltos aS"pectos qu'e provienen d~- otras ramas 3.2. Ambilo de aplicación. del principio de exlraaclilJidad de la ley
dd ordenamiento jurídico; esto s'e ve mucho en el derecho penal econó- penal más ben'igna, la co~a juzgada
JJ1.ICO~ en I.a ~elacl6n con el derecho administrativo 0, por ejemplo, con el
derech·J cIvIl o el derecho comercial. Como ya adelantárall1o~, las excepciones al principio general, es decir
~ostiene así el autor citado que l~s ya¡iaciones en estaS leyes ext'rapenales, la retroactividad y la ultra actividad de la ley penal, se dan en el período de
es declr,las leyes civiles, administrativas o comerc~ales que incidan sobre las tiempo comprendido entre la 'comisión del hecho y la extinción de la condena ..
leyes pe~al~s deb,en ser computadas como leyes más benignas: en tanto que Ello implica, tal C01110 lo prevé el art. 2° ¡iá;,·. 2°, c.P., la posibilidad que una
esas Vanaclones .Importen una variación de la figura del derecho penal en sentencia firme puedp. ser modificada por una ley posterior más· benigna.
ab~trac!o. es decir del tipo penal al cual se refiere, ejemplificando de la si- La sentencia firme es aqueJla resolución, que por haberse agotado -o
gUiente manera: si una I~y exige -como elemento integrante qe la figura delictiva no utilizildo- las VfilS recllrsivas previstas por la ley procesal, no puede 'ser
·contra. la hbnestidad- la mayoría de edad de la víctima, si se produce una objeto de impugnación pasando a ser lo que se denon1ina cosa juzgada.
modIfIcacIón en el Códig<;> Civil de manera que la mayoría de edad de lil Así, por ejemplo, si una persona es condenada por la comisión de 1111
víctima pasa a ser de.21 años, como es' ahora, a 20 años por ejemplo, aquella delito, supongamos adulterio y luego, tal como sucedió, se deroga esa figura.
ref~nh" debe ser telllda en cuenta a los efectos' de evaluar la mayor o menor
¿Qué pasa con dicha persona? ¿Se puede beneficiar con. esa ley posterior?
belllgn~dad de la ley penal, es decir, que están comprendidos en la comparación.
No ha sido pacífica en la historia de la doctrina penal moderna la preponde-
. . SI-porel q"lntrari,o- como lo soslienen SOLER y NÚNEZ, las variaciones rancia del principio de cxtraactividad sobre la cosa juzgada o vicevers~ .
Unos, profund¿lmente arraigados a conceptos formales de segurjclad
. n~.afect:1I1 .el tipo penal abst(acto y el motivo mismo de la represión (por
ejemplo, en el caso de· falsificación de monedas, si determinada moneda
jurídica, sostienen la intangibilidad de la 'cosajuzgada y en consecuencia se
oponen a la posible modificación de una sentencia firme 30; otros sostie.n~r:
com') ~ii,austral deja de ser ce cur,o legal) no par ello desaparece la figura
que la retroactividad de la ley penal más benigna debe primar siempre so~
de falsJJI:3clón de mO~1Cda; ello porque se trata de una circunstancia que no
'. altera el ':lpO de represIón prnal que establece la falsificación de la.moneda·
brc la c,osa juzgada, hasta el cumplimiento de la
condena o hasta ?IJC ~':
extingan todos los efectos ~c ésta.
de allí 9ue. el hecho de dej:?I: sin circulaci6n determinada moneda no serí~
Este último, como expresáramos supra, es el criterio sostenido por
esencial B los fines de la rep~esi61l, con lo cual no estaría computado dentro
nuestro ordenamiento al' establecer: "Si durante la cOIJdena Sy dictar~ 1.H~:l
del conc"pto de ley más be.1igna. .
ley más benigna, la pena se limitará a la establecida por esa ley".
. ..E~ :;Íntesis: en principio la vari~ción de ulla non~la de" car.~ct~r ext~apenal
Mediante este precepto el Código opta por la tesis más liberal (1" il
que 111clde sobre la estrucwra de un tipo penal de manera tal que altera la
constante prevalencia de la ley más be,~ign.c, tal como .Ia hace, enl:c
fIgura atstracta del tipo perlll,.debe cOiúprenderse dentro del concepto de.
otros, el Código español". .
)" ley pena,.. más·belllgna; en CIS0 contrario, si'se tm'ta de una mera Circu'ns-
Ahora bien, cabe interrogarse en este estado del análisis: ¿ante la
. tancia que dejisubsistente el motivo dela incriminaCión,no debe aplicarse.
cosa juzgada, resulta necesaria o no la petición del condenado para la ó1pli·· .
. En "S te sentido, la Con, Supremase ha expedido en lo concerniente a
cación de la ley .penal inás benigna?
la influenoia yalcahce ~ue tieren estas modific~ciones de norma~ extmpenales,
sostelllendo que constituye Inahipótesis de ley más benigna,'cuando revela
una nueva orientación en la. f.l:ltena, cO!1'el co.nsiguiente cambio de criterio en
cminto a la incriminación'de las hechos' considerados punibles .<C.SJ.N., Fa~ :tIl Asr, por ejemplo, el Proyecto Tejed~r (arlo JO) no establecía la posible retroólctlvirl,u1
Hos 229:160 y 364, 81.6 Y ¡1"14). IOn cambio, rechazó la aplicación de este' de la ley penal nH~s benigna, frente n una condena.
cnleno .cuando no ~e produce modificación alguna en la norma penal implica- • ~I Art. 2" ine. 2: "No obstante, tendrán ('.recto relron:::ti'{o aquellas leyes pcnale~ ql1 e
da, SIIlO que se trata -por ejelr plo- de cambios en las disposicioneS'arancela- favorezcan al reo, aunque al entrar en vigor hubiere recafdo sentencia firme y el slIje.IQ
rias y coeficientes de tributaci.ón(C.S.J.N., Fallos 293:672). estuviese cumpliendo condena ......
201.1 María Nod Cosla- Enrique R. DUleler Ambitos /le validez tic la ley penal 205

La respuesta la da el párrafo tercero del arL 20 C.P., al establecer que: En este caso, es de aplicación la ley penal más benigna; :,,1 como ló'
"En todos los casOS del presente artículo, los efectos de la nueva ley se prevé el Código Pena!.'en'el art. 2", párr. 10. "Si la ley vigente al tiempo de
ope!'arán de pleno derecho". . Gometerse el delito fuere distinta de la que existía al protJúnciaf3~ el fallo o
La doctrina, en Sus orígenes, inteipretó el. concepto de p/~llo derecho en el tiempo iNtermedio, se aplicará siempre la'más benigna'·'.
como sinónimo de oficio; así lo hicieron autores como MAUGARRIGA, G6NZALEZ Estamos frente a lo que se denomina 11 IIltraactividad de : a ley penal
ROURA, etcétera. Por su parte, RICARDO C. NÚÑÉz sostiene que no se debe más benigna. Pues aUD'cuando no es la· ley vigente al·fIlomento de la comI-
sinonimizar de pleno derecho con de oficio, sino que el párrafo transcripto ia
sión, ni vigente al momento del fallo, pues está derogada por qtra ley, al '
implica que In ley más benigna tiene virtualidad en sí misma, sin necesidad de , ser la intermedia más benigna,.se permite c¡ue actl¡e ultraactiv::.mente.
cOlldicionamiento, 110 es necesario que lo picla el imputado y ningún otro tipo Esta solución es la única que puede. evitar la injusticia comparativa de
de requisitos y, como consecuencia de ello, surge el carácter de oficioso. '
la desigualdad de trato que se prodl,ciría en caso de lentitud <¡el proceso
En este sentido, se ha afirmado: "Dicha aplicación debe hacerse de
frente a los sup'uestos de mayor celeridad :}ue permitiere!"} ...111:\ sentencia
oficio cuando la nueva leyes notoriamente más benigna, supliéndose de tal
estando aún vigente 1" ley anterior. 'En efecto, sería inadmisibie (l'.1e habien-
nrodo la eventual ignorancia del condenado" ".
do cometido dos sujetos una conducta idéntica en el mismo perioo o de tiem-
Por último, cabe resaltar que parte de la doctrina considera· que la .
po, por ejemplo en el mismo mes, bajo'la vi¡;encia de la ley "¡", y habiendo
retroactividad beneficiosa debe aplicarse'incluso tras ,el total cumplimiento
entrado en vigencia una ley "2", mús favorable a uno de ellos, cuy) juicio'no
de la condena, modificando o suprimiendo los antecedéntes penales, deján-
dolos de tener a efectos de reincidencia u otros " , ' , , se prolo;lgn, i'uera condenado por esta segunda ley, mien(ras que al otro, por
dilaciones del proceso no imputables a él, no se le senten,iara hasta después
de haber entrado.en vigor una ley "3". menos favorable que la. "2~' (inteff!1e-
",3.3. Las leyes intermedias, temporales y excepcional~s
día), y que por esa razón sufriera una condena mayor que el 01[(:) sujeto 34.

3,3,1. Las leyes intermedias 3.3.2. Leyes transitorias: leyes teillporales y leyes excepcionales
nasta ahora, hemos analizado la hipótesis más sencilla, de la sucesión En primer lugar, debemos distinguir las leyes temporales de las excep-
de la leyes en el tiempo, Es decir, una ley A, existente al momento. de la cionales. Las primeras, son aquéllas que establecen ellas mismas sus pro·
comisión del hecho y una ley B, vigonte al momento de la sentencia. Por pios períodos de vigencia. Las segundas son aquéllas en las cuales ·su vi-
últilllO. en el punto precedente, se analizó la existencia de ~na ley D, poste- gencia está supeditada a la persistencia de la situación especial por la cual
rior a la condena firme . . fueron dictadas.
;;in e,,]bargo, puede suceder, que entre la ley A (vigente al momento del La circunstancia de que estas léyes sean sancionadas -por la general-
hecho) y 1" ley B (vIgente al momento de la sentencia), exist,a Una ¡f,y C, que para situaciones excepcionales y que al ser trahs.itorias tengan un periodo de
tuvo vigencia en el tiempo intermedio entre la comisión del hecho y su juzganuento. vigencia ,determinado O no-, plantea la cuestión de si ellas son o ni> aplicables
Esta ley e, es la que la dq~trina ha denominado ley penal i/1tennedia. -luego deslrderogación-a los hechos cometidos durante SK vigellcia.
Con anterioridad a la reforma de 1994, la mayoría de los autores y la
jurisprudencia sostchían que una excepción al principio de la retroactividad
~:, .

H lUGI-II, Esteban - FERNANDEZ~ AlberlO, Derecho penal. La ley. El delito. El


proceso y/a pelTa, Hnmmurabi, Buenos Aires, 1996, p. 103,
Más d~talles, LUZON P.EÑA, Diego Manuel, ob,·cil., p. 184. En este sentil.h>, LUZON PEÑA, Diego.Manuel, ob, cit., p.'188.
J.' .J.¡
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20p María Noel Costa- Enrique R .. Buteler


'~ . ~'-mbitos de validez de la ley pena,' 207

.',
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de la ley penal más benigna es (aba dada por las leyes penales excepciona-
les y temporales. en las cuales no regía dicho principio. .'
bcn~gna-por imperio de la garantía constitucional establecida en el ;rt. 9° del
Pacto yen. el art. 15 de la Convención ",
: Ello er virtud de que, (om2lldo como punto de partida el método, teleo-
-lógico de' in:erpretación. se afir:11aba que en'la medida que estas leyes per-

•·
!' . " , derán vigcllda en un determinado lapso de tiempo ante las leyes permanen-
tes, por lo general más favorab,les, su autoridad, es decir, su capacidad
intimidaloria, se vería anulada o seriament~ afectada :15,
3.4, Las leyes in/elprefatívas

. Son leyes interpretativas aquélJ~s que aclara~do. determinan el conte-

•• " Otro argumento que se utiliza, a los fines de sostener la ultraactividad


nido de otra ley que puede entenderse de varíos modos o admite distintas

·''..
de la ley penal transitoria más gravosa, es In interprelación que se realiza
interpretaciones. Por el contrario, no constituye-una ley interpretativa ~quélla
del art. 32, apartado 2°, de la Convenci,ón Americana sobre Derechos Hu-
manos, que establece: "Los derechos de cada persona están limitados por que -'aun cuando el legislador haya manifestado su intención de:intcrpretár~
, los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las exigencias modifica el a\cance posible del contenido de la otra ley, como' sería el agregar
del bien·común en una sociedad democrática". supuestos no coniprendidos en ella o alterando los comprendidos ",'
,
En este sentido se sostiene que, en aras a la seguddad jurídi~a, debe En el caso de las leyes interpretativas, también rige el principio gene-

• '- establecerse la ultraactividad de las leyes transitorias, critefio este seguido ral de la irretroactividad de la ley penal y sus excepciones la ultraacfividan
y retroactividad de la ley penal más benigna, sierl1pre que se trate de un~

,.'.".--
por el Código español en su art. 2° inc, 2, al establecer que: "Los hechos
"~e . ..::~ cometidos bajo la vigencia de una ley temporal seránjl.lzgados sin embargo interpretación auténtica, es decir,,Ia realizada por.el propio legislador, Dis-
,conforme a dla, sal,vo que se disponga expresamente lo contrario"; y por el tinto es el supuesto de un cambio en la Jnterprela~i9n jUdicial de l~ norma
Gódlgo alemán: ':Una ley que deba regir sólo por un tiempo determinado se que ,nunca puede tener efecto retroactivo.
aplicará a IJs heGhos co:netidm: durante su vigencia, incluso aunque. haya
dejado' de estar en vigor, a no ser que uila ley establezca lo contrario",

•• Sin embargo, con posterioridad a la reforma de 1994, las circunstan- , '3,5, Las medidas de seguridad y el p;'incipio de la l¿y pena/más b~nigll"

.-'.' :.:~
cias han cambiado sustancialmente, en virtud eI,e que -conforme el art. 75
inc. 22 CN" que incorpora los ya analizados Pacto de San José de Costa
Rica y COnl'ención de Derechc's Civiles y Políticos- rige con carácter de
garantía cmstitucional el principio de ia retroactividad de la ley penal más
"
El Código Penal, al establecer las consecuencias del delito, "¡gula t~h- ,
to las penas (art. 5°) como las medidas de seguridad, Estas últimas, q'le no
y
son penas que tienen una finalidad distintá, pueden cJa~ificarsP'·enclw·.~l.
i

•• benigna, sea ésta permanente o transitoria 36.


Es decir, que si en el momento de la comisión del hecho hubiera una
vas, educativas y eliminatorias. I
Con relación ~las penas y tal como se analizó pre¿edelJ:teme!~lC, no
existen dudas?e la aplicación de la ley penal más benigna', aurt~n'fe ,1" CO.~· ..

•.'
ley 'A tnuisitoria, y luego se dictara una ley Bque deroga la ley transitoria

·',-
vol viendo al régimen anterior del Código, se deberá aplicar la ley penel má&

"
',,",
'-'. 31 Sin e'mbargo, la Corle Suprema de JU~ljcia de la Nación, 16/4/98, la cimsn "Aye,rza,
,.~' Diego Luis sI infracción 011 régimen cambiario", en concordancia con 10 resuello en F?lbs

•• J' BACIGALUPO, Enrique: 'Derecho penal. Parle geller:(/I, p. 130 Y ss.


Asr, BACIGALUPO: Enrique)' ZAF"'"ARONI. Eugenio Ruól. En COnlrD. CREUS,
)<'i

Carlos. Derecho penal. Parle geneTllI, 4- ed. actualizada y ampliada, 1- reimpresión,


293:522 y 313: 153, sostuvo que en principio las leyes transitorias siguen s¡endó eX~,ep·
ciones.a la ley más benigna, aun con la jerarqufa cOlOslitucional nsignada a tales p,él:>s
sobre d'erechos humanos.

• ASll'ea, Buenos Aires,"t999. p. 104. la Así, NUÑEZ, Ricardo c., Derecho penal wgenlillo, 1. 1, p. J53.'
i .,
·~e'
..J••
....,,~e·
',. .
20~ Marfa Noel Cosw- Enrique R. BUleler
Ambiros de validez de la ley pCl'la.l 209 Je
jltzga~/{/, Sin embargo, no existe en la doctrina un criterio unánime respec':' "$1";"
..~'
Código Penal español, también en su.art. 2°, ~parlado. 1, se les niega el
~e
to de las medidas de seguridad.
La doclrillH 111ayoritaria sostielle que -en lo atinente a las medidas de
seguridad- es necesario diferenciar previamente los objetivos que.persi-
carácter ·retroactivo, al expresar: " ... Carecerán, igualmente, de efecto re-
troactivo, las leyes que establezcan medidas de seguridad". JI.ie
guen en cada caso, esto es, si tienen una finalidad tutelar o eliminatoria,
Así, en las medidas curativas y educativas no rige el principio lempus
. 4. Validez personal de la ley penal. El. principio de igualdad antCla ley
·¡e
regis aClLis. Es decir, si con p~sterioridad a la,comisión de Un hecho' el
,le,
legislador establece una nueva medida de esta clase, p~ra un hecho que
4, J. Limitaciones fU1lciona/es prol'ellicllles del ticrec/ro i~llerl/O y del ~e
antes no'la tenía prevista, esta medida -educativa o curativa- se aplica
retroactivamente, aun cuando sea más, pe1judicial para el .reo. Ello' se derecho internacional ¡e
fundí.imenta en que si bien es una medida conectiva que supone una carga ~e
pa.a la persona que está afectada por ella, "se parte de la hipótesis de que la 4. J. J. Inviolabilidad o indem1lidad parlamenlarit.'
nueva Ie.y recepta los últimos y más adecuados medi~s para el 'tratamiento
le

.·f.
del imputado, logrando de esta manera su res:uperación o educaci6n. 4.1.1.1. Conceptualización ~e
Por ejemplo, si luego de la comisión del hecho, se crea una medida de El principio de igualdad de lo~ hombres en·te la ley, constituye una de .,Ie,
I seguridad, que por los avances científicos, permite un mejor tratamiento .".1". . las reglas constitucionales·fundamentales de los estados civilizado; mQder- .
)
para un imputado adicto a los "estupefacientes, se la tendrá que aplicar, pues
::;in duda es para su mejor tratamiento y recuperaci6n.·
Por el'contrario, si la medidn de seguridad no es curativa ni educativa,
11 nos. Sostiene la eliminación de lada ,discrimir;ación arbitraria, a partir del
reco~ocimiento de una correspondencia o igualdad de status entre. los se-
res humanos, (¡u.e extrae de Sll idéntica ~ondici6n de pers·onas dott1das de
·,Ie

1 .J.• le
sino que tiene un fin eliminatorio del delincuente, es decir es una medida libertad ". La máxima de validez general de la ley penal, con relación a las
.
puesta en defensa eJe la sociedad frente al sujeto peligroso, en tal caso se
sostiel1e que rige el principio ele la retroactividad de la ley penal más benigna.
personas, en cambio, constituye un derivado de aquél, e implica el imperio
de la norma penal para todas las personas por igual.
,)·e
Es, por ejemplo, el caso del art. 52 c.P., que :iigunos autores llaman
med,ida para la reincidencia múltiple; aquí hay .u~a accesoria po~ tiempo ~1~ . . En consecuencia, la estrecha vinculación de ambos principios no debe
llevar a confundirlos, porque no toda excepción personal a la validez ge-
,

ill(:elc.nninado a la pena que viene cumpliendo, la cual ha sidó·de~oinjnada


po\' :.ligllnos autores cerno medida asegurativa, oti·os dicen que .e~ una ~~\
;?,~\~¡
neral dela ley penal, importará necesari·amente una restricción al princi-
le
pelln~ PCtO q'..lienes sostienen que se lrat.a de una medida de seguridad van
a C'o¡nciuir cn que su contenido es más gravoso y como no tiene"ún fin de ;il···
pio deigualdad. Ello sólo ocurrirá, cuando se trate. de una "limitación o
beneficio que excluya a unos de .lo que se concede a otros en iguales ,e:
.... ,

d3Llraleza ~ducativa ni correctiva, sino que simplemente está' pu·esta· en


:;:11' .~ circunstancias" 40, como sucede cuando las. e~ceptiones~ personales obe- ., Le'
,JefelJ3 .. Jc Iü sociedad, debe aplicarse el principio de la ~etroactividad de la lli' decen sólo a calidades individuales del sujeto activo del delito, como en
.te
ley pci~rh 'l~ás benigna.
"or último, cabe resaltar que en la legislación comparada también exis- t. .~.
..r~

l'
·'.";Ii.ll.? '
~cn cli,crepancias en cuanto a la regulación ele este punto. Así, el Código ·,;·!tl"· .
~\f l. ' ,¡ .
Pc.tn~1 alemán, en su art. 2° parágrafo 6, establece: "En cuanto a las me.di-
r~­
.\,~ .
,:"

39 Confr. BIDARr CAMPOS, Germnn J., Mallllal de 'Ia COllslilllción reformada, ,-

Jas de correcci6n y seguridad, si no· se dispone legall.nente otra casal se


;i~ .• reimpresi6n, Ediar, nuenos Aires, 1998, r. 1, p. 529. .
I~

~I-.
dCl.iditá según la ley vigellte en el mom.ento de la sentencia"; ello implica ~IJ Fallos, t. 16, p. 118, 1/5/875, cit. por NUÑEZ, Ricardo G., Manllal de derecho
pellal. Parte gelle/'{;¡, 4~ ed. actualizada por Roberto E. Spinka y Félix González, Marcos q.,r
acepLar la retroaCtividad de la ley que ·las regula. Por el contrario, en .el

JII¡':"~' ·>r.
Lerner, C6rdoba, 1999, p. 95.

:)~¡ I,f¡'
IJ.
-• .~í. ,.
r·,·j"H1~"
.. • I,.,.:·:!m·
'2fO MOlda Noel COSttl- Enrique R .. BUleler

·
,:t.' Ambitos de validez de la ley penal 211
• ¡rr
.:ti'
. los Estados monárquicos en los que el derecho penal nq es apHcable al
,rey. en razón de su investidura
ocalificaciones 015 emitidos por los legisladores a través de sus votos, ponen-
\' 4 1• ..
cias (verbales o escri,tas), actitudes (entendidas como las señas efectuada~

•·.'
• '1' En un sistema ,democrMico, representativo y I:epublicano de gobierno con los miembros, cabeza o cuerpo 46) y toda otra fOlTIla de expresarse 47 ~
C0l110 el :1ucstro, que niega IJS fueros personales y consagra ampliamente Pero es necesario. además, que dichas opi'l~iones sean vertidas como
el principio de igualdad de los hombres ante la ley -mts. 16 y 75 inc. 23 y pat1e de la aClividad funcional del legislador. Ello sucederá, cuando el pensa-
cones. C.N.- esta última ~Iase de excepciones re~lIltaría inaceptáble. Al- miento, juicio o calificación, se emita dLÍrá~te' ~l qci;arrollo de l'as -sesion.es
(} guien podría preguntarse qué sucede ante el art. 68 de nuestra Carta Man- parlamentarias, de. las aclividades propias de las comisiones no 1'1 Cámara o


b
de lás investigaciones parlamentarias ". Ex~edelj djcho marco funcional y,
o • •

'na l1aclOl'ul, que consagra la llamada inviolabilidad o indemnidad parlamen-


.,,' taria, prohibiendo que los miembros del Congreso, sean acusados, interro-
gados j udici ulmente o molestados po'r las opiniones o discursos que emitan
por lo tanto, se ~IlCllelltran sometidas .a 1!1 ley. p~nal como la con~L1cla de
cualquier aIra persona, las expresiones vertid')s poxel legislador 90mo doceri-- .

.t;
" . l'
desempeñando Su mandato de legislador. Pues, se tratn de una excepción al te o disel1anle en aclos protocolares, políticos,
.. .
culturales públicos
' .
o privados ".

.••
postulado de validez general del derecho penal con relac'ión'a las personas,
que no lo es al de igualdad ante ]a ley, porque no se asienta en la calidad 4.1.1.3. Na/uraleza
personal o la investidu.ra del autor, sino en la función que desemp~ña 42• Se trata de una excusa absollltoria de respOllsa,bj.Iidad,~ que, como tal,
".,.. sólo beneficia al autor del delito y no a los cÓ~lpfices e instigadqres SI. SU razón

•.; l.
(.,:

.1
No es· que "un privilegiq.persona,1 haga impune el acto, sino que es el
carácter del acto el que hace impune. a la persona" '13, y en ello no se
'advj~Jte r.na discriminación a:bitmria .. D~s(into" sería, si los hechos quedaran
exenlos del ámbito de aplicación de·la ley penal, por la sola razón de haber
política, estriba en que, siendo la libertad de opin~ón l'hfbase' mi~~a de1 réghn~n
democrático, ha sido preferible cOITer el riesgo excepcional de.uq abuso, )'
soportarlo, que el de establecer un conirol de los que tienen que aplicap la ley'

• ••

.r·· sido cometidos por un legislador "". .


sobre los que tienen qúe hacerla, con grave peligro de estancamiento" :" .

I
l1: .
~"
• ''
..'- 4.1.1.2. Procedencia
La inviolabilidad parlamentaria sólo proc~de frente a opiniones o dis-
4.1.1.4. Características
La inviolabilidad o indcmnidad parlamentaria es absoluta y permanente.

•..·
,; Absolllla, porque 'el privilegio ha sido instituido para proteger la fun-:
cursos y no ante otro tipo cO/ductas que pueda 'desarroliar el legislador. Por ción y no a la persona del1egislhdor~ ..quicn P9r,~s.~ ~a~Ón 't~IJlP9~O ~~l'~'~~
lo tanto, g'Jedan incluidos en el conceplo lodos aquellos pen'samieútos,juici~s
. . . ,
;'"

·•.
,
.
:\'" ~.
! '.

(,.
. ~I "En Inglaterra, es una antigua' regla de derecho públ ico.ia siguiente: "The killg cant
do no wru,~,? (El rey nO puede obrar mal), y de ella deriva su irresponsa~ilidad penul".
conrl". NUNEZ, Ricardo c., Tratadc.,.1e derecho penal. Parte general, 2- ed., 2- reimpre~ión,
45
46
Con fr. NUÑEZ, Ricardo C" Manual, 96 .
Autor, ob. y lug. e i t s . · ,
47 Confr. CREUS, Carlos, Derecho penal. Parle general, 3" ed. nCllHllizildn )" ,",",:,,~I;::'h.
1" reimpresión, ASlrea, B.ue!l0s Aires, 1994, p, 123.

·..'"
Marcos Lener, Córdoba.!. J, p. I·B, 'nota N° 225. . 4' Confr. NUÑEZ, Ric3rdo C., Malll/al, 96.
41 "Lo I··!sponsabilidud por ~as p~opias 3cciOl~es es la base del sistema democrático y ~9 NUÑEZ, Ricardo e, Las disposicivnes gellerales del CódiS(' Penal, M3rcos Ler,,~r.
a ello no se substraen los runciOm'.n05, cualquier.. sea su jerarquía. No debemos, pues, Córdoba, 19BB, p. 1B. .
., buscar en nuestro sistema jurídico ningún nlstro de privilegio o exención que sea estricta-
mente pei·sOllllJ. .. ". Confr. SOLEH. Sebastián, Derecho pel/ol argelllil/v, 5' ed., IO~
.!lO Conrr. NUÑEZ, Ricardo C., Malllla/, 96.
.!ll En contra, ZAFFARONI, Eugenio Raúl, Md,iíwl de derecho penal: Parle gellern1,
r~impresió" acwalizndo por Guillo:rmo J. Fierro, TEA,Buenos Aires, 1992, L J, p. 266. 6' ed., Ediar, BlIenos Aires, 1~91, p. 185. quien entiende que se Irata de.,l~n caso de

.•
" ~) Autoí Y ob. cits., p. ~72. '. . atipicidad que, como f31, excluye la responsabilidad'pena1.ue los c6mp~ic~s.e.ins~ig§""dores .
." ~J Conrr. BJDART CAMPOS, Germán J., ob. Y" lug. dls. '2 SOLER,. Sebastián. ob. cit., p. 273. . •.

,.
,
1, {~S~\r, ~}
h1~i~~r,' ~_;

Alflbitos de validez de l:! ley pen.:tl 213


María Nocl Costa. Enrique R. BLltele.-

renunci~r1o. Tampoco se ha previsto para favorece'r a la ~ámara respecti- acreditante Tenuncia al beneficiü, el derecho PVnal nacional recobra plena-
va, que en consecuencia, no puede restringirlo; excepto en los casos de mente su validez para ser actuado por sus tribltna;es 61 y si 'no lo hai;e; -rige
traición a la patria del are 29 C.N. 53. Y permanente, porque aunque sólo hl.~ey penal del país de origen 63, cuyos t~ibunales hlaplic~rál~ en'repres'en-
protege las conduelas realizadas desde el inicio hasta la finalización del tación de la ley nacional 64. Se tra~a entonces, de excepciones pe'~:;oriales
respectivo mandalO legislativo, lo hace indefinidamente hada el futuro ~,4. pero '''a otro principio, el de territorialidad de vé.lidei espadar de la ley pe-
nar' 65, qu~ operan como inmunidades de 'ju'risdicci6n 66 de naturabza pro-
4.1.1.5. Alcances cesal inter'nacional 67, parIa que sus alcances (~ependerán de lo d.spuesto
Aunqúe se trata de, una garantía constitucional que inicialmente se por los tratndos y convenciones internacionalas 68. , ' "
Com~) consecuencia de ello, sólo henefielan a quienes 'gOZ111: de un
dirigín sólo a los legisladores -a ellos se refiere" expresamente el art" 68
C.,N.~ su campo de acción se ha ampliado y en la actualidad comprende,
"status diplomático", es decir: a) a los jefes y 100áximas autoridad" .• de un
"\í;'i; Estado extranjero 6', su familia, los funcionarios y demás integral:tes del
con vigencia en todo el país, las opiniones vertidas por: ' ," .
a) los legisladores nacionales y provinciales (diputados y senadores) ". séquito que lo acompaña 70, y b) al personal diplomático de diferente jerar-
b) los candidatos a legisladores de Córdoba -desde la oficialización de guía, acredilado, transiloria o permanentemente, ante el Estado al que se
listas hasta la proclamación de los electos (art. 96 híc. 1 Const. Pcial.) 56.
¿) los convencionales constituyentes nacionales y provinciales 57.
. d) los defensore, del pueblo de la Naci6n (ar"!. 86 C:N.) y de la provine
c!a de Córdoba (art. ¡ 24 Const. Pcia!.) " . . . '
e)·el gobernador y vicegobernador de la provinci·ri de Córdoba y los ~2 Posición sustentada por Hippel, V. Liszt. Schmmidt, Maurach; Zipf y Welzel, eutre
can(lidalOS n·'esos cargos -desde la oficialización de listas hasta la procla- otros. Confr. JESCI-lECK. Hnns·Heinrich, Trawdo de derecho pe'lOl. Pa'rte general, 4- ed.,
;;¡r1.)","', '
mación, de los eleCIOS- (art. 137 Corist. Pcia!.)". ,1;'~'1J" traducida por José Luis Manz.anares Samanicgo, Com~res, Granada, 1992, p. 168, nola pie
:::f)¡if~ ,
f) los ministros de la provincia de C61uoba (art. 145 Const. Péiál.) "'. i~~J . de página N° 13'.
63 Con fr. ZAFFARONI, Eugenio Raúl, ob. cit., p. 187.
'::~~, 64 Confr. CREUS, Carlos, ob. cit., p. 124,
4, j .2. lnlJlúnidcides dipI011Já{i~'as ",;!:#&,
~:j:':~~ ~s FIERRO, Guillermo J" Código Pellal y normas complementarias. Análisis lJoclrina·
Las inrnuñidades diplomáticas no co~'stittiyen verdadúas 'excepciones i~l!, . rio y jurisprudencial, dirigido por David Daigtín y Eugenio R. Zaffaroni,' Hammurabi,
a la validez general de la ley penal con relación a las personas, porgue no
imporlan privilegios de irresponsabilidad penal ". En efecto, si el Estado l~
;'-';'~l\
Buenos Aires, 1997, pp. 28 Y 36.
66 Confr. CREUS, Carlos, ob. y 1ug. cits.
61 Tamhiéli en el derecho pe~al alemán es la posición de Baumann, Weber; .Beling,
,':::&~{ , Binding, Wengler y otros, Con fr. JESCHECK, .Hans·Heinrich, ob. cit., p. 168, E'n nuestro
'''''')'¡q
..!i}7~~:
país, niegan el carácter material de esta excepción diferenciándola de la inviolabilidad O
indemnidad: SOLER, ab. cil., p. 286; NUÑEZ, Mallllal, p.97; CREUS·,'ob. di., p. 124 Y

Con fr. CREUS, Carlos. ob. cit., p, 123.


,',<
'1' ZAFFARONI, Mallllal, p. 187, entre otros.
68 Ya que "la aplicación de la ley penal y el sometimiento a lajurisdicc¡ónJocal en lodo

I
!J Autor, ob. y [ug. cits. ' el ámbito del territorio argentino, no éS, .. total' y absoluta, pues reconoce limitaciones
'J Confr. NUÑEZ. Ricardo C" Mallual, pp. 95 Y96, nOla pie de página N° 30. fundadas 'e·n el derecho inlern~cional". Confr. FIERRO, Guillermo J., ob, cit., p. 28. ,;.,
~6 AutCJf, ob. y [ug. cits, 6!1 Es Jefe de Est~db, "la persona que representa y ejerce el poder polftico supremo de

,Heonfr. SOLER, Sebnstián, ob. y Jug. CilS. determinado Estado·'y.kicmprc con alTeglo a sus propias normas constitucionales, cualquie·
~B Confr. NUÑEZ. Ricardo c. , Manual, Jug, cit. ra qu~ sea el título que invistJ, el origen y fOima de adquisición del cargo, alcance de sus
;1!;t~,
atribuciones y forma de desempenarlo". Con fr. FIERRÓ, üuillermo J:, La ley pellal y el
'9 AUIOI, ob. y Jug, cits. . :;'':;;t~~
,r.~

1;
60 Autor, ob. y Jug. dlS. derecho internaciollal, Depalma. Buenos Aires. 1977, p, 115. ' "
61 COllfr. NUÑEZ, Ricardo C., Ma/lual, 97. 1U Autor, lIb, y Jug, cits.
• '"1'
,.~~:
.:,$~.

• '-11 ~14 Ma~ía NoelCosla- .Enriq~le R. Bu!\eler


.i; Ambitos de validel. de la ley penal 215

• .'•"'"1
encuenlra destinado 7J, (embajadoT'·es. ministros, cónsules e~lranjeros. ~gent,es
diplomfi':icosl personas que comp0nen la legación 72)._. . . . .
Sujustificación se encp~ntra en la necesidaa de "preservar el respeto
.'

y la ,Ill 1I '.1.1 a consideración en~re los Estados; asegurando para. sus represen-
p~ichos obstáculos consis'ten en:

4.2.1. Inmunidad de arresto: prevista por los arts. 69 cN.


y 94 de la

•• tantes di ploqtáticos. las máxim~,S garantías que, con arreglo a l~ práctica


unifonl:.e de las nacior:leS, d·~be'reconocérsele para el más eficaz cumpli-
'Constitución de Córdoba, establece que ningún senador o diputado, desde
el día de su elección hasla el de su cese, puede ser arrestado; excepto en
caso de ser sorpren"dido in fraganti en la ejecución de algún crimen que


miento ce sus funciones" 73. Siil.embargo, las inmunidades diplomáticas
pueden ~er renunciadas por el Estado acre,ditante, supuesto en el que, la . merezca pena de muerte, infamante,' u otra aflictiva, de 10.que se dará
• 1 caus~ será competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la cuenta a la Cámara respectiva .

•• Nación (CSJ.N.). Así lo establecen los arts. 116 y In C.N .. Pero el Esta- 4.2.2. Desafuero: regulado por el art. 70 CN., consiste en el proce-
do eXlranjer~ también puede renunciar'este pfjvilegio para q'ue el cas~ sea dimiento necesario para suspender en sus funciones a un legislador, a fin de

·
juzg~do por los jueces nacipnales 74.- . '. posibilitar que se inicie un' proceso penal en su contra.

•• \ .. , 4.2 . .Inmunidades :de fndole procesal


1.2.3. juicio político: lo contemplan los arts. 53, 59 Y 60 CN. y 119
de la Constitución cordobesa y consisle en el procedimiento previsto para
destituir a los miembros del Poder Ejecutivo, sus miniSlros y los inlegrantes

• .'· Tampoco constituyen verdad.eras exc~pciones al imperio general de la


de la Cort~ Suprema de Justicia, a Jin de someterlos a proceso judicia1
4.2.4, Jurado de Enjuiciamiellto de miembros del PoderJudicktl:

.'C-. ley penal con relación a las personas 75, sino obstáculos constitúCÍonales
'que han sido impuestos al iricio y desarrollo del proceso penaJ'~ contra un
'Iegisladór, miembro del Poc'.<!f Ejecutivoo del fodee Judicial (entre otros).
.regulado por los arts. 115 CN. y 159 de la Constitución de Córdoba, con,is-
te en el procedimiento necesario para remover y posibilitar el sometimie.!1t0
a un proceso penal de los jueces de los tribunales inferiores de la Nqción 'v


Su objeti'W no es otro qne la protección del funcionamiento, independencia de los demás funcionarios designados con acuerdo del Senado.
y jerarql~.fa de tale,s poderes frente '3 eventuales inje~encias judiciales infun·
dadas; y no el beneficlo part::cular de su~ integrantes 77

••
• 'c.
5. Validez espacial de la ley penal

.•

5.1. COlJcepto
'r
71 AUIOI:, ob. y Il;Ig. j::its.. , . '. .' Bajo el [ítulo de validez espacial de la ley penal, se e~tt1diar:\ ,'-1
• ec· 7! Fallos, 244:124. Confr. BOGGIANO, Aptonio, (:urso de derecho il/temaciol/al privado,
( Abcledo-Pellut¡ ~uenos Aires, 199J, p. 163. En contra: NUÑE~ Ricard9. C." ,,!anual, p. 97: conjunlo de disposiciones legales dictadas por los Estados,.co" el objeto
1) CS.;., J 7/3/87, Fallos: 31 O;~;67. Citado por FIERRO, Gu'illenno ~.; CódigoP!nal)' de determinar el ámbito espacial de imperio de sus leyés penaks " Se
norm~s cOI:lpleme'.llar;as, p. 36. '. . ,
••••• '-'
• H NUÑEZ, Ricardo c.. ob. y lug. c i t s . , .
trata de normas "seculldarias" o "integraqoras" del detecho pemd, .porqll~
no se refieren ;:t l~ p~te~tad estatal misma de castigar (ius plmie"(ii~' 79,
',e n "N~ :iOn casos de real abstención de la ley penal rc::.pecto de todos (, de algunos nct9S

•• de ciertas p"!rsonas". Confr. NUÑEZ, ob. y lug. cits.·· . .' .

·
1(',E1 Código Procesal Penal de In pJ:ovincia de Córdoba (ley 81231.al re{erir'se a estas
inmunidades en el Título 11. Sección 2-, las denomina "bbstácuios fundados en.pri'lilegios
, constltucicnales", . . I ' .

11 Expos'ición de M~tivos del e.p.p. Córdoba - Ley 3831 de la, "vn¡¡'d~z" de la ley penal

'.·
.
\
;:. '1 Con fr. FIERRO, Guillermo E, C6digo Penal y flon1lfJS compleme~lIarias, p. \'5
'¡ • '.c, (as( también, los 'proyecros de 1941 y 1951). . .
79 Confr. NUÑEZ, Ricardo C., Tratado de,derecho peflal, t.l, p. 157,

,
;,.;'
'" 1~JT1bito~ tle validez Oc la ley penal 2t7
~
,:".J Maria Noel Costa- Enrique R. B~tcler

sino al ámbito de validez de las normas que sí lo hacen so. Se dis¿ute su das IJar convenios celebrados entre dos o más Estados -sin que lleguen a
carácter nacional o internacional. Sin embargo, cualquiera "sea el punto c~onstituir la comunidad dé naciones o una parte importante de ella l porque
de vista teórico que se sustente ert torno a la ubicación sistemática de .que en esos casos estaremos ante normas de ql~recho inte·rnaciona:. penal-
esta porción del saber jurídico, su análisi. en una ob¡a de derecho penal, con el objeto de unir esfuerzos y generar cooperación y asistencia e"tre las
resulta insoslayable en virtud de la trascendencia y repercusión que. tie. naciones, para la lucha contra la delincuencia. Tales serían, por ejemplo, las
i disposiciones de los tratados de extradici.6n.·
nen este tipo de normas" 81.
Desde la perspectiva aquí sustentada, salvo las disposiciones referi-
das al principio universal o cosmopolita -que luego se estudiarán en detalle- 5:1.2. Derecho intemacional penal: se emplea para denom:nar los
llamados delicIa ¡/Iris ge1/tj¡~J/l (9 cielitos ~urra,lacionales). Es dcci~, nquc-'
se lrala d.e normas de derecho inlerno (no internacional), porqu~ constitu-
Has infracciones-que por afectar ada co.munidad de I)aciones en su·,:onjun-
yen mdnifestaciones unilaterales de la soberanía de los Estados, que deter-
to, han sido obje~~ de elaboración internacional a ,través de conver.ciones.
minanla validez de sus propias leyes penales (con exclusión de las de otras
Es decir, aquellas cuya validez ~spacial se rige por el principio wl~versal.
naciones)'2 Sin perjuicio de ello, event\lalmente pueden operar coma nor-
r.l~S de col iSión, al referir el derecho válido cuando resulta posible aplicar el
5.1.3. Derecho illtemacional público: se refiere a las infra~cioncs
derecho de otro,Estad.o 8], circunstancia generalm.ente aducida para soste-
cometidas, no por un individuo sino por un Estado, y'que son sanc·.onadas
ner el c~rácter internacional de sus normas 84.
por las diferentes organizaciones internacion"les (O.N.U., O.E.A., etc.).
Dadas las dificultades que present~n las numerosas denominacio¡;es asig-
Es el caso de los crímenes coHlra la paz, por ejemplo 8:;.
nadas a esta temática, resulta útil distinguir entre las siguientes.expresiones:
Finalmente, no puede dejar de señalarse, por fas implicancias q~e pue-
.de tener en esta material que las Naciones Unidas, a través del Esthtuto de .
5.1.1. Derecho penal interna~iollal:, e~ la denomi'naci6n q~e em- ~oma, ha dispuesto la creación de una Corte-P,~nal. Internacional, que juz-
plean para aludir a las normas que regulan la validez espacial de la ley penal gará !a responsabilidad penal internacional de los individuos respeCto de
quienes se pronuncian por el carácter internacional de éstos. . aquellos "crímenes más gra~les de trascendencia internacional", que
·Como para nosotros constituyen disposiciones de derecho interno -ver clasifica como: 1. Genocidio; n. Crímenes de lesa humanidad', m:. Críme-
. ,
s"pra- en esta categoría sólo consideraremos las presc~ipciones e,stableci-
,

nes de guerra; y IV. Crimen de agresión " ..

5.2. Los principios reguladores y sus alcances en el derecho penal argentino .


~o COllfr.. FIERRO, Guillermo F., op. cit., p. 16,
!I Autor, ob, y 1ug. cils. • ' . Se cuenta con diferentes criterios· para establecer el alcance esp·acial
u Confe FIERRO. Guillermo J., La ley péllal y el dere~ho illte~I·/a~iol1al, p.·S. Es la del derecho penal:
p03ici6n de 1<1 "mayor pan~ de los penalistas alemanes, como von Liszt, Be1ing yotros más a) Principio territorial.
\llOÚC1JIOS COmo Mezger, Welzel y Mouracli".
Rl BACfOALUPO, Enrique, Principios de derecho pellol. Parte ge1leral. 5& ed. actua-
liz.ulÍ':'. Aleal: Madrid, 1998, p. 112.
-.'1·1 En ese sentido, JESCHECK, ob. cit., p. 146, sostiene que "bien visto, no afectan,en . ;
~~(~. .
9::. :·,.e: 'rigor ai ám.bito de aplicación del derecho penal maceridl propio, sino ni problema, u Confr. FIERRO, Guillel:fllo J.. Ln ley pellal y el tltrecho:illlernacionol, pp. 33/43.
prcvl,j ;l esa clIesuón. del aleanc·: del poder punitivo del Estado, cuya existencia puC'de
~¡¡ Con fr. Lilia R. y V; eJe HU~EÑAK, Corle Pellll·/lnternacional Permanente (Estatuto
manifestarse asimismo en la remis;6n a otro derecho. Sólo en segundo lugar el derecho penal
de Roma), partes r y 11, El Derecho; diario de jurisprudencia y doc[rínn, N° 9723, año
i1~crl\Jcional t!S derecho de aplicación de derecho penal". En nuestro ámbito, considera que . XXXVIl, 3 t/3/99. . - .
:;e trala de derl':cho internacional: ZAFFARONI, Eugenio Ra~J, ob, cit. p. 113.
1

.,.~'
.,

218 Ambitos de validez. de la ley penal 219

b) Principio real o de defensa. Para poder comprender acabadamente su alcan~e. será me-n,ester un
e) Principio de personalidad (activa o pasiva) ... análisis particularizado sobre el contenido de la e~presióri "territorio" y ele

..•
rl)'Pri.·lcipio unive'rsal. lo que debe entendcl'se por lugar de Gomisión de un delito, Ello es así. toua
A..unque estos punto3.de, vista suelen ¡;:ombinarse para posibilitar una vez qucJla legislación' vi&ente ad.opta,un concepto jurídico de "territorio",
luch., eficaz cO;ltra el delito ", siempre hay .alguno de 'ellos que predomina;
,. comprensivo tanto del territorio argentino propiamente dicho -o t~ITitorio
~:-! En 11 JéSlrO derecho positivJ vigehte, como_en la mayoría de los ordenamientos
físico-, como de los lugares sometidos a lajurisdicción nacional 94 •
.'
com!Jaradós, la regla es la territorialidad de la ley penal argentina 88, Fren-
~ te a cHa, las demás pautas, sólo actúan como excepciones que buscan salvar
.5.2.1.1, El territorio argelllino propiamente dicho comprende:
~. Las falencias que podrían derivarse de Su consideración aislada 89,

•• ".,¡
\"1"
p,
5.2.1'. Pril'lcipio lerritor¡{ll
'Según este critcri9~ es válidl1 la ley penal del lugar don.de' se' comele el
a) La superficie de fierra ubicada entre los· Jímites establecidos con
los países colinda,ntes 95.
b) Las aguas illteriores de la República. Es decir,las situadas en el

•• delit/)o No interesa dónde deba producir sus e(ectos, ni la nacionalidad de su


autor.o elel suje~o pasiv'J. Su origen moderno; se encuentra:en las ideas
interior de las líneas de base del art. 1° de la ley 23.968 (art. 2° de ésta).
e) El mar territorial, conformado por las' aguas ubicadas entre las
citadas líneas de' base y las Í2 millas marinas, entendi~ndo por ~illa mari~a.

••
,¡iber:lles de la Revolución Francesé''':X¡ y como henÍos dicho; constitllye la
coI.un:na vertebral en nuestro sistema positivo vigente 91."E1 fundamento' de la milla náutica internacional equivalente a mil ochocientos cincuenta y dos
'este :Jostulado descansa en' qué, siendo lá potestad estatal de castigatuna metros (art. 7° ley 23.968). En este ámbito, el Estado argentino goza de

••••
• 'jndiscutible'rnal]ifestació:,l de la sf?beranía' de un 'Estado, también. .lo'es su
imperio dentro delterritcrio que conforma esa unidad política". En efecto,
sería' nadmisible "que ur Estado se desentendiera' de la repreSión de he'
chos crirni"nales'ocu~rjdo:¡ dentro de su jurisdicción tenitorial y ellos queda-
plena soberanía.. con excepción 4el "paso inocente" d~ n;~víos ext"ranjeros,
en tanto se practique de conformidad con las normas de derecho jntcrn'l:-
cional y las Ieyes'y reglamentos q~e eI Estado A-rgenti.no dicte en ~u Cf)~?,li­
ción de ribereño (art. 3' ley 23.968). ,
ran irt'punes o sujetos al ~'uzgam~ento por parte de' un E~tado extranje'ro" 93. d) La zona comigua argentina: consiste en el espacio marítimo Sítll~·.'1
El pr,i1.zcipio de ttúritorialidad, se encllenú-a receptado: como regla do desde las 12 millas marinas -donde finaliza el mar lerritorial- hasta td, 2"·
bási((~: de nuestro "Ordenamiento posit'tvo vigehte, en el arto 10 CP., que millas marinas de distancia a partir de las líneas de base. E.n.este o":lbi!.p, ~.,...
prescribe la validez de ley pehal argentilla, parfl los delitos "co.metidos Nación' ejerce "todos sus poderes"fiscales y jurisdiccional,es, prev(,jti\'ú~ ~
... en el territorio dé la N,lciqn Argelltilla o en los lugares someticfos, a su
represivos. en materia impositi~a, aduanera, sa~itaria~ ?~~bi":'':': ..,
jurjS,r~ciÓll.". Ta~;,bién ¡Uf sido' reconocido por nuestro "país en el Trata~
inmigratoria, sin'perjuicio de las ~xenciones parciales o totales que !ega:-
do de Derecho Penal lnlemacional de MOlllevideo de 1889.
tnente se' determinen" (art. 4' según el decr. ky 26Z3i91). '
e) La zona ecorlómi.ca exclusiva. Se trata de las aguas com~~el1rF ..
. d~s entre las 24 millas marinas -donde finaliza la zona contigua nrgen~i.'la- y

87 FIERRO, Guillermo J" Código Penal y IIwmas complementaria.f, p. i2.


~3 Confr. FIERRO. Guillermo J" La lev pella! y el derecho i/l/ernaciollal, p. 64.
a>, Confr. SOLER. Seb~Sfián. ab, cit .. t. 1, p. 207, ". '
9Q LUZON PEÑA. Diego Manuel, Curso de derecho penal. Púrle geueml, l. 1, p. 202.

el
'111 Canfr. FIEI{RO, Guillermo J., La fey pellal 'Y derecho illfernaciónai, p. 65: . 9-1 En contra, DE LA RUA. Jorge, Código Pellalllrgenti"o. Parte g~lIera.1. 2" ce!., p. 8, p:lra '.
91 LUZON PEÑA, ob. cit.,·p: 202. ; ." . Quien los lugares somelidos a la jurisdicción del Eslado están fuera del concep!o de ler.::<.c ...I? .
9.1 Canfr, FJERRO. Guillel:mo J., Código Pellal y nonllD.f complemen"~rias. p. 23: 9,5 Conrr. NUÑEZ, Ricardo C., Mallual, p. 82. '
,,220 María Noel Costa- EnriC)u~ R. Butelcr Ari-jbilOS d~ validez de l~ ley penal 221

};:LS 200 l~:üllas marinas de distancia 'J6. E,n este sector marí~imo. al igual que 5.'2.1.2. Lugares sometidos a la jurisdicción' de la Nación Argentina
cnla zona contigua, la Nación ejerce "todos SllS poderes fiscales y jurisdic- ¡'J
Son lugares sometidos a la jurisdicción de la ~ación A~.gent·.lla aqué-
cionales, preventivos y repres'ivos, en materia iinposjtiva", aduanera, sanita-
llos que se encuentran .amp.arados p'or el pabellóI,1 nacional, aUf. estando
,fia, 'cambiaria e inmigratoria, sin .peljuicio de las cxcnc,iones 'parciales o
. fuera del territorio propiamente dicho 102.
totales que legalmente se determinen" (art. 50 decr, ley 2623/91),
Pueden enumerarse los siguientes: , . ..
Las disposiciones nacionales relativas a la,conservación de los recur- a) Las sedes diplomáticas argentinas en el extranjero ..Bn efecto, no
sos, también se aplican más allá de las doscient,as millas marinas, cuando se constituyen parle del te'rritorío arge.ntino propiamente dicho 1,03, sir.o lIIr~Li.­
trate de especies de carácter migratorio o que sean parte de, la cadena gar sometido a la jurisdicción nacional. El fundamento de la aplicación de,
tr6fica.cl c las esp,ccies de la zona económica exc'lllsiva ue'gentina. nuestra ley penal ;:¡ los hechos allí cometido:;" radica en "la nec(;!;illad de
f) El subsuelo del territorio, Se [rata del espacio comprendido de~ resguardo de la [unción diplomática y, pa~ticlllarment~ ... la indep~n~encja .
bajo ge la capa de tier~a 91. de dicha funCión fr~nte a los estados extranjeros" 104.
g) La plataforma continel1ta!, Abarca 'tanto el l~cho como el b) 'Los territorios enemigos oCllpados por tropas argel\tinas· eH
s'~lbstlelo de lilS áreas submarinas que se extienden desd,e e'l f~n de la tiempo de gllerra (arts, 111 y 112 C.1,M,), En los casos 'de territorios de
superficie de tierra. hasta el borde extedor del margen continental; o has- Estados amigos o neutrales, habrá que estarse a lo dispuesto por las con~
ta las 200 'millas 'n;arinas a contar desde 'las líneas de base estab'lecidas,' venciones internacionales respectivas IOj. .
por el art.1 o ley 23.968 ", , , c) Las J1~IVeS y Q'erOIlQves plíblicas arg~nfinas' que se encuentren
h)EI espacio aéreo, Conformado por el ámbito sit~ado entre el terri- en territorió'extranjero (art. 37, 1~ disposición C. Aeronáutico). En eSe.
torio nacional y el espacio exterior, que comienza entre los 100 y 110 kil6- sentido, el carácter públ.ico de un~ nave o ae~Ónave no 'depende ,de su
ni~tros de altura 99. No debe confundirse el espacio 'con el aire que puedán pert~nencia a UIl Estado, sino de su af~ctación ·al servicio ~le .·UII poder
contener esos lugar~s lOO, Sin embargo, cuando los hechos a~óntecen en 'plíblico de 'éste' 106. .
una aeronave privada extranjera, el Código Aeronáutico arg~ntino (ley d)i Las llaves privadas argentinas qtie s'e encuentren en aguas o .
17,285) restrl~gela aplicación de la ley penal nacional,a cuando: atmósferas libres o neutras. O las que estén. en el extranjero, en tanto' la .
- EI'primer aterrizaje po~terior al delito se hubiera r~:ilizado en nuestro i~fracción sólo afecte la disciplina interna de la nave o aeronave (arts. 2°; 8°
país y no haya ~n pedido de extradiciÓn, , ' y 10 Tratado de Montevideo) J01, ' •

-Seiíirrinjan leyes de seguridad pública, militares o fiscales, :j: e) Las aeronaves privadas argentinQs en: territori,O extraJJ}ero,
'. !'
- Se infrinjan leyes o'reglamentos de circulación aérea, cuando los delitos cometidos a bordo de ellas hubiesen lesionádo un inte-
- Sé Comprometan la seguridad o el orden públiCo, ' , , rés legítimo del ESlado argentino, de personas domiciliadas en él, o' se,
- Se ,afecte el interés del Estado o de personas dorrüciliadas en él 101,

IUl Colifr. NUÑEZ, Ricardo C.• Tratado de'derecho pellal, l: 1, p. 1,68,


96 NUÑEZ, Ricardo C., ob. Y lug. cits.
rOl Corno se so'ste;lfa;lIltiguamente. . .
91 Dicciol/ario de la Real Academia Espmiola. 21" ed., Espnsa Calpe, Madrid, 1992.

95 Confr, NUÑEZ, Ricardo C., ob. Y lug. cilS. .


tll-I NUÑEZ"Ri~ardo e., Los disposiciolles gel/erales del Código PeT/al, p, 14 (citando
a Jiménez de Asl1a{~;
. ~ Can fr. SOLER, Sebastián, ob. cil., t. 1, p. 204. 1o, Confr. NUÑEZ; Ricardo e., Tratado, t. J. p. 170. _.
roo Confr. FIERRO, GuiJlermo J., La ley penal y' el derecho internacional, p. 81.
1U6 Confr. NUÑEZ, Ricardo c., Mallllal, p. 83.
ror Confr. NUÑEZ, Ricardo C, ManLlal, 82'
rOl AUlor, ob. y lug. cits.

, 1,
-'el"JI' /
J
, . ';'~r,':•. " "

."~Q
el. ",222 María Noc:1 Cos(a~ ·Enri,que R. Bule[er Ambitos de validez de la ley penRI 223
'1
.ll'
t .1"
hubiese realizado en el país el primer atelTizaje posterior al delito (arL 199 actuación de la volu!1tad del sujeto activo, porque entienden que los criterios
.,_1 'c. Aeronáutico) 1"; , que acuden al resultado consumativo no brindim respuestas a los delitos
tentado,\) y a los que~carecen de un resultado conmutativo (delitos de simple
5.2.1.3. Lugar de comisión del delitoJloClfS de/¡eti commi~'si) . . actividad). Además destacan los inconvenientes que se presentan en cier-
,
• • 1.,
'
Delitos a distancia y d~li(os de trállsito . tos n~~ultados delicti\los para d6terrninar su lugar de produc~ión "0.
,e \.,
.'1
e
e"
Es frecuente que. el supuesto de h~cho de la,l1onna penal secundaria,
se integre tanto con un comportamiento, como con un resultado material
consLlHlfHivo ·(v,gr. en U'l delito' de"homicidio, ~I comportamiento s~rá la
conductlletal desplegada y"' resultado material,la muene de su destinata-
rio). Est'! restl~tfldo material no debe.confundirse c;on el resultado juríd.ico o
, "
La teoría del resllltado, en.camb.io, sólo tiene en cuenta el lugar en
el que se produce el resultado material' del delito, omitiendo toda conside-
ración del comportamiento, Sus sostenedores apuntan a que el hombre
recién ha obrado cuando las fuerzas naturales que emplea y que operan'
según las leyes de causalidad, han alcanzado su meta produciendo el re.
"

e '1 efecto de un delito, que consiste en el peligro o daño sufrido por el bien
~ jurídico que se intenta proteger a través de la respectiva figura penaL Mien-
sultado, m,nterial "' . Asim'ismo, señalan que resulta absurdo,que el.Estad.o

e, tnis este último concurre eJl todo ilícito penal -principio d,e lesividad- la
que ve perturbado su orden jurídico a causa del delito, sea privado de su
derecho al castigo pe;,ál 11'. .

e, necesidgd de un re,sultado rnateria~ consumativo, depende,de las exigencias En tercer lugar, en~ontramos la teoría mixta o de la llbicuidad que
e
.•
de la respectiva figura delictiva, pudiendo (} no concl~rrir.. '. . , es la adoptada' por el ordenamiento argentino \IJ y que' por: su criterio
'¡ ,
No se presentan In ayo res incO!lvenientes cuando el comportamiento ecléctico, brinda respuestas a todos estos planteas, aventanqo toda posibili-
e':r .Y el 're~l\ltad~ mateda.l -en qq"uellos delitos qu y 10 exig~n-,ocurre en un dad de impltn~dad que pU9iera resultar de un conflicto etc comp~tencjas II~ .
\ misl1lo I·Jgar:.Sin embargo, en ocasiones el c¿mportarl1i~nto y el.resultadq SU acierto radica en advertir que' tanto el comportamiento como el res~llta~
"~,e ", , &contecen e~ territorios estatales distintos, conformeUldo los lJamados do del delito -cuando la figura lo exige- integran el supuesto de hecho pre-
f delitos e distancia, v.gr. el iisparo efectuado desde un lado de la froºte: visto por la norma secundaria y que, como consecuencia de ello~ 3')"b05
e'j m, que z.lcanzn·a la.víctim,) que se encuentra en el otro país y :viceversa; tienen la misma relevancia jurídica y resultan ~,uficientes para determinl.lf la
e "¡- o, en los delitos ecológico! ·no previstos en nuestro país- ",~ando losver-
tid9s, e.rnisjon~s. o actos contaminantes, ,que realizados ,desde \.111 país. o
ley penal aplicabl~, Por 1-0 tanto, es i,ndiferent.e s'i en nuestro país J;e rI.r·~~­
rrolló el comportamiento o el resultado material, porque en arr.bos casc . . .
e
',r , desde a~ uas jnternacionale~, acaban por ~legar y,afecta~ el. t.erritorio, CQS- será aplicable la ley penal argentina. Su recepción suele argumentarse ate~-'

.)
~. 'l'
'e J
e \":·'
'tas, .frQS, etcétera, de otro pís 1("'.. '"',,., " '
,,', Para determinar si en estos ,casos, a los fines de la, ley penal aplicable
interes,a i!l comportamiento o el del resultado deliciivo, la doctrina ha elabo-
rado tres teorías principales: la teoría dela acción, la teoría del resultado y
diendo a la expresión "efectos" del citado ait. 10 c.p" por entenderse n~e
, . I
,..

'.
, ¡' la teoría mix.ta o de la ubicuidad.' .
Para la teoría de la acción el delito se comete en el telTitorio en el Autor y ob. cits., p. 114.
'e} que se desarroJla el comporte,miento delictivo, siendo irrelevante el lugar en'
110

111 Se trata de la posición de Von LisZI, que difícilmente podría superar las c":'in:' r"':
el que Se produce el resultado. A sus partidarios sólo les inteiesa el lugar de se le hacen desde la contrari.a, Confr. BACIGALUPO, ob. cit., p. I t5.
I

e "

j
m Autor, ob. y lug, cits.
11.\ Este criterio mixlQ o de la ubicuidad es el punto c'e vi!oita predominante en mall"r~ '!e

-.,,0
connictos internacionales (e.SJ .N" caUSRS "Brunello" (Fallos 275:361); "Villarre<ll" (Fa-
:,e'i' llos, 295:693), "Balenzaurán y otros" (Fallos 302:515), "Fernández y Ferná.nd~z" (Pa'~lós
306: 120), 'íorregiani" (Fallos 307: I 029). C.onff. FIERRO, GlLiI1er~o"j., r:;ódigo ~e.'1r¡1 )'
e.,:,i, 101

, II1J
AlItot", ob. y lug. cits.
CO'lfr. BACIGALUPO, Enrique, Principio.s de derecho p~lfal, p. 210.
tlormaf complememarias,. p. 27.
114' Confr. FIERRO, Guillermo J., La ley penal y efderecho internacional, R. ~~9.
' ,,

e y
María Noel Costa- Enrique lt Buteler Ambitos de vi.llidez de la ley penal 225

¿sta l además de receptar el principio real o de defensa, importa la adopción el principio real y no el de tenitoriltlidad, el c;iterio científi&o determinante
del criterio de ubicuidad elleJ de territorialidad (aunque estimamos que el para ]a validez espacial del ius puniendi .nacional 120.
término sólo puede referirse a uno de tales extremos) Jlj,. . . Este principio encllentra recepción en el art. 1~ incs. r (2° supjesto) 111,
Otra cuestión que ha generado dificultades, es la de los de/itas de y 2 del C.P., que establece la validez de la ley penal argentina para los
tránsito, es decir, aquéllos en los que el proceso ejecutivo recorre más de delitos "cuyos efec!Os deban producirse en el territorio de la Nación Argen-
un"jurisdicción (para que ello sea posible, debe tratarse de delitos permanen- tina o en los lugares sometidos a su jurisdicción" (art. 1°, inc. 1, 2~ supuesto, .
, tes, l¡nicos en los que tod,os los momentos son igualmente consumativos) 116. c.P.) y para los '.'cometidos en el extranjero poi agentes o empleados de
autoridades a,gentinas en desempeño de su cargo" (art. 1°. ·inc. 2 c.P.).
Sería el caso de un secuestro en el que la víctima'es trasladada p~r distintas
Sin embnrgo, resulta poco afortunada Ir, técnica legislativa ,mpleada .
jurisdicciones.l~rente a·lo dicho, consideramos que si una parte del estado
en la fórmula del art. 10. inc. 1, 2° supuesto, c.P., porque la. e.xpresión
cOI~sumati\'o se concretó en nuestro país, resultara aplicable la ley penal "efectos" adolece de extrema de vaguedad y exige importantes esfuer,
'" ",rgentin" en virtud del principio de territorialidad. zos dogmáticos' para ser precisada m, Incluso nos obligará a efectuar
una 'serie aclaraciones.
J.¿.L. Principio ret!l, de defensa o de protección del Estado 117 En primer lugar, no deben confundirse los efectos de un delito con.su
?ropono la validez de la ley penal nacional para los delitos cometidos r~sultado material consumativo, como se ha visto a.I..tratar los {klitos a
~.~cl extranjero, cuando éstos deban afectar bienes jurídicos .cuya titulari- "distancia!!, Este último se ,conlorma con la alteració~ que el comporta-
dad ejerza el Estado Nacional y puedan incidir en su integridad Como tal. . miento del sujeto activo debe producir en el mundo exterior Cll'l1do así lo
Al.lq~e en nuestro país constituye el segundo criterio de valide~ dela ley. exige la figura legal. y su pr¿ducción en el país hace aplicable la ley penal
penal del espacio en importancia, sólo opera en forma s~bsidjaria frente a la nacional por el principio de territorialidad y no por el re~l o .de defensa.
regla de su territ<?rialidad 118. . .
Los efectos de un delito ("resultado ju·rídieo"). en cambio. consisten en el
menoscabo 6 la puesta en peligro del bienjurídico qlif, e( leghlador ha
Su justificación estriba en la obligación que. tiene todo Estado ·de de-
pretendido proteger a través de la respectiva figura delictiva:' v.gr.: ek el
su
fel.?er integridad, a través de la protección de ~os bienes que. constituyen delito de alteración de moneda de curso legal (art. 283 C.P.), el resultado
los pilares de toda sociedad organizada, como sucede con sus i~stitllciones material consistirá en la modificación sufrida por el circulante auténtico:
fundamentales. la salud pública. o s·u estructura política, económica; finan- mientras que su efecto o resultado jurídico, estará conformado por la COn'-
y
ciera cultural. Se considera que frente a la importancia de esos bienes ·secuente afectación produeida a la fe pública.
para su soberanía, resulta irrelevante que los ataques provengan de hechos Pero no cualquier efecto resulta suficiente para justifica> la·validez de
cometidos en el p~opio tenito~io o en el extranjero 119. Incluso hay autores . la ley penal argentina frente a un delitO cometido en· e\ átránjerii,De otro..
como LUIS C. CABRAL, que siguiendo a BIND1NG, sostienen que como la fina- modo, podríamos llevar su aplicación a ext¡'e~os e.xorbitantes :2\ . con.f~in- ..
lidad esencial del dtlrecho penal es la de defender'bienesjurídicos; debe ser
.:."

110 Con fr. r=IERRQ, GlIi'llermo 1., ob. cit., p. 19.


III El primer supuesto se refiere al principio de territorialidad. .
111 'Autor y ob. cits., p. t'l l. Jll SOLER se'~unUl a las numerosas críticas que se le han formulado 'y 'propone su

116 Confr. autor y ob cits., p. 103. modificación en el proyecto de 1960, ob. cit., ·r.,I. p. ,209. " .
117 Esm última es la denominación empleada por JESeHEcE(, Hans-Heinrich, ob. cit., p..152. Il~ BQGGIANO, Antonio, ob . eir., p. 808: "baste tan's'~lo pensar que el.hurtq de una
118 Con fr. FIERRO, Guillermo J., Código Penal y Ilormas complementarias, p. 29. billetera si.lfrido por un argenrino en París, sería título suficiente p¡1ra reClamar eljllzgamiento .
Ir~ ~onfr. autor y ob. ejts., p. 30. del autor". Confr. FIERRO, Guillermo J., ab. cit, p, 30;
- . , "

,:::,~,~MA!,"

226
,. Mada'Noel Costa· Enrique R. Duleler
Ambitos de validez de la ley penal - 227

diéndolo con el.principio de person?lidad pa,siV3. q~e Iu~go se. verá en deta- efectos el ilícito, rii la nacionalidad del sujeto pasivo. El oIigen de ~~te'prindpio
lle 124, Debe trata~se de'un delito que proteja un .bienjuríd!cO 9~, naturaleza, se encuentra en las' fuentes romanas, habiendo sido, hasta antes de]a Revo-
pública In de tal entidad, qu;~ su menos~abo reperc'u.ta enJ~ integridad del lución Francesa, la principal regla de validez espacial de la ley penal'''. La
Estado "ugentino,J26, como ~ucede cuando se atenta contra Hla seguridad idea subyacentes es que ley penal del país debe seguir "al súbdito, donde
de la Nación, los pacieres púh'.icos y el orden constitucioilal, el patrimonio"el \ quiera que éste vaya" 132., como consecuencia de .Ias implicanci.as que· se
crédito:l la fe 911blica de la Nación, las provincias o municipios""'. asignan arvínculo de nacionalidad que une al autor del delito con su Estado
Por ·otrapárte, el principio real o de defensa ·también se aplica ,r los (res publica imerest habeFe bonos,stlbditos, BARTOLO) 133. Como varian-
delitos pi'evistos por el ·art. 10 inc.2 C.P., es decir, "los cometidos en el te de este criterio, la legislación comparada suele receptar el principio del
extranjero por agentes 6 empicados de autoridades argentinas en desempe- domicilio, que"se diferencia porque se toma en cuenta el lugar domiciliooe
ñu de Su cargo", aU11 cualluo no se.trate de delitos "peculiares a los funcio- en vez de la nacionalidad del autor "'. .
narios públicos", como la usurpación de autoridad u otros de aquéllos que . Es cierlo que el principio de la personalidad activ~ nO,rige en forma
sólo pqcden ser cometiqos'pór funcionarios públicos 128. En estos casos,la directa en el derecho penal argentino. Pero indirectamente encue.ntra aco-
. afectación al interés nacional que justifica la aplicación de la ley penal ar- gida a través del art; 12 de.la ley de extradición (24'.767j, que aútor\~a al
.gentina frerite a delitos cometidos en el extranjero, radica en el carácter nacional que ha delinquido en el extranjero a ser juzgado por los tribunales
oficial de la función cumplida o transgredida '29: . y según la leyargentina,aunque,sólo cuando no exista un tratado intec",-
./ cional que obligue a entregarlo." ·Pero aun así, se tr~ta de una, dispqs:i,c~ón
~.2.3. Prillcipio de p,erso/líllidad D lI(lcionalidad que ha.recib~do numerosas c(íticas. En ese sentido, se señala que ·'no s610
" , • t

I " . .' " . . tlÓ 'afecta el 'sistema de solidaridad entre las nacion~s si,no que, en de.finl~ivf\,
5.2.3:1. Pril'r;ipio personai o de ti! per~t;}flal!~aJ{j a(:,~l.v~ conduce a una desvinculación dei delito y su·enjuicia~iento. y ~ una}úris-
Po:r:ula como criterio de validez]a IIacionalit(f!d del sl:ljeto activo del . dicción ~xorbitante y déb'il que, al negar la entrega del naci!mal, totoa difi·
delito.
.-' '
"N J le .inlPoáa el luga de comisióil.O en
el CJu~ debe
":
prodúcir sU,S '
'.
cultosa la investigaci,ón 'de un hecho cometido en' el extranjer,o"'co rl ";":';;.'!'.'-
do la nacionalidad ':en un injustificable foro de refugio" "' .

5:2.3.2. Principio de la personalidad pasiva o de prolec r '¡'"


individual 116
tl~,Conrr. FIERRO, Guillermo!-~ ob. cit., p. 2 1 . . . , . '" Sostiene el imperio de la lCy penal dé! Estado frente a los deEtos co-
m L1e~ar SUS álcances n bienesjurfdicos par{ic~lares. importuria: ademós"de c?nf~ndir~ ','
, 10"con"eI rri'n~ipi~ de la pe~soníllidad pasiva, mi gra'~e error ya que"introduciría "umi metidos contra sus nacionales, aun en el'extranjero:'Resulta irrelevaJ"lte e.l
contradic<:ión dentro de la an'nOl:fl que debe' prevalecer en la coexistencia de múltiples .lugar de comisión o en el.que d~ba producir sus efectos el delito, O la nacio-
sistemas [\uónoJT)0s, creando urya ,zona de continuos'conflictos con al aplictl<;i6n normal nalidad del suje'to activo. Se trala de un c,riterio que no ha sjdoTec'-ptad0
reconocida del principio terri~orial por parte de los Estados ex.tranjeros y viceversa". Confr.
FIERRO, (iuillermel J., La ley pelwl y; el derecho internacional, p. 137.
116,Corfr. SOLER, Sebnstián, ob.- cil., t. 1, pp. 207/9:'
111 Asf 10 especifica la fórmula de! Proyecto-de Reforma de 1960. Confr. autor y ob. ,
cit., t. 1, p. '209" . , 131 LUZON PEÑA, Diego Manuel, oh. cit" p, 206.
118 NUÑEZ. Ricardo c., Las disposiciones' gellerales.del Códico Penal, p. 22. "1 Confr. FIERRO, Guillermo J., Código Penai y normas complemell(aria,~, p. 3!.
.
129
'y no al carácter oficinl del,~mpleíldo~, Confr: SOLER. Sebastián, ob. cit., t. 1, p. 211. m Con fr. NUÑEZ, Ricardo c., Manual, p. 85 .
no' Se tratn de un principio que'· I:omo secuela filosófica del idealismo kantiano, dominó I~~ Confr. JESCHECK, Hans-Heinrich, ob. cit., p. 152 .
. en Alemania hasta el segundo terdo del siglo pasado. C;onfr. JIMENEZ DE ASUA, Luis, m ConCr. BOGGIANO, Antonio, ob. cil., p. 809.
ob. cit., t. 1.1, p. 759; JESCHECK, Hans-Heinrich, ob, cit,; p. 152,') , . 1~6 Esta última, denominación empleada por JESCHECK, ob. dt" p. 152.'
nR María Nocl Costa· Enrique R. ButeJer Ambitos de validez de ¡la ley penal 229 .

por Iiuestro derecho positivo vigente lJ7 y que, en aquellas legislaciones.en sidad de sus autores para la generalidad de los estados civilizado:; 144. P.a~a
las ptieda tener algún grado de aceptación, no debe hacerse valer cuando el este criterio con el anterior,. se s~ñala.que aun tratándose de do~ cúnc;epcio-·
hecho sea impune según el derecho del lugar de comisión del delito. De·otro nes distintas del derecho penal; ambas -resuaan válidas porque mientras
moclo, stl aplicación terminaría por violar. el principio de "prohibición de ·~'una protege bienes juríd·icos amenazando con la sanCión pt:!nal'~, "otra .los
abuso" del derecho internacional (requisito de la idenlidad de la norma), al protege sancionando a los autores peligrosos" 14.5.
intederirse en la órbita de otro Estado"'. . Por último, debe destacarse que a pesar de .Ia escasa cqnsideracion
inicial de este principio·-se aducía, CÓ'ltre otras cosas. l~ utópico .que resulta-
5.2.4. Pril¡cipio universal (o dejllsticia universal. mwulial o cosmopolita) ~a un verdadero derccl;o penal inte~nacional 146. su importancia se ha
Propone la validez de la ley penal de un Estado para todos los caso~ 1", incrcmcnt<lOO sensiblemente como consecuencia del gradual ílumcnto del
sir. ¡mpo'flar el lugar de .comisión b en el que deba producir sus efectos el catálogo de infracciones internacioiwles que lo comprenden 147. Se trata·
delito, ni la nacionalidad del sujeto activo o pasivo'. Se trata·de un principio del resultado del fenómeno de "globalizació'l", que "caracterizado por la
interdependencia·en los campos social, político, ec~nómico,cultural y jurídi-
que, debido a la coexistencia de las distintas soberanías, resultaprádiCa y
co, y por la facilidad y celeridab de los rnedios ~e tianspqrte de' p~rsonas y
cieiWficamente insostenible como regla general 1". ror ese mismo nloiivo,
bienes, al igual qtle de las comunicaciones de imagen,.soniqp •. informacio-
sb imperio requiere de un acuerdo previo entre las tlifetlentes n'acianes para
nes y datos", ha llevado "a la internacionalización de ciertos bienes ¡ptelados
(ILlle nio se traduz~a en intervenciones jurídicamente infundadas de l,ln"Esta-
por el derecho penal, en desmedro de las fronteras nacionales y del con-
do .sobre las cuestiones: interiores de otró 141, . ' .,'
·cepto de soberanía, y a· la concreción de Una vasta trfl·ma (.le conven.ios y
. \ En consecuencia, ~ólo rige para ·Ios llamados delitos c~ntia el derecho
tratados bilaterales y multipartitos de asistencia judicial y de a~xil'\o.elúre
dá ·g¿ntes (deliCia iuris gelllium), es decir, aquéll~selaborado~ a.tra~és,de
los distintos países para el pronto·y adecmido juzgamient9 y sanción de los
cqn~~ncion.es internacior:tales, con el objeto de proteger b'ie'nes jhrí9icos delitos que corresponden a su respectivas jurisdicciqne~" ~48: .
supnúÚlcionales 141, Su fundan)ento descansa en el p~il1cip.io de solida'~idad El principio universal encuentra acogida en el art. 11.8 (ex,102) .de .
intenladonal, que 3ut9riza la persec~ción mundial de aquellos d~litos que nuestra Constitución Nacion,}I, que hace alusión a "delitos come.Lidos fue- .
. \.31 nt?n contra los intereses jurídicos comunes a la~ naéi~nes tivili~ada.s 14].
r , , .Hay quienes argúmentan que la regla 'de la solidaridad persecutoria
ra de los límites de la nación contra el derecho de gentes", f"cullando al
Congreso de la Nación para dictar una ley especial que establezca el
inter.nacional y, por lo tanto, el principio universal, también resulian aplica- lugar er¡ que haya de seguirse juicio a los mismos. No.obstante, la falla de
ble:s a delitós que no afectan pienes jurídicos supranaciona1es, cú~ndo p~r enunciación expresa por parte de ]a ley, argentina ob.lÍga.a su ".inaividuali.-
la (inalidad perseguida o por su forma de ejecución, demuesuan I~ peligl'o- zación a través del examen de los insttunic·ntés
.. internacio·nales
. , . ... celebra-· .

',.11 Conre. NUÑEz'. Ricardo C" MalluaC87. 144 Posici6n de ObJer, Ituernacionale.\' Strafr~ch", ~itado por. BACIGALUPO, Enrique,

11f JESCHECK. Hnns~Heinfjch. ab. cit., p. 153. ab. cit., p. 118. .


m Con fr. NUÑEZ, Ricardo e., ab. cit, p, 86. H~ Confr. BACIGAL.UPO, ab. y, lug. cits.·
I~., Así lo en'rendían Van Liszll Schmidt, citados por JESCHECK, Hans-Heinrich, ob. H6 Con fr. JIMl:;NEZ DE ASUA, Luis, op. cit., 1'. 11, p. 775. .... . .
47
cit., p. 153, .' . : .t 1 Confr. FJERi(Q, Guillermo 1., Código Penal y Hormas comp(en./e'}lqrias!. p. 31.

14.' BACIGALUPO, Enrique~ ab. cir ... p. 119. 148 Con fr. LASCANO (h), Carlos Julio, "La cooperación penal il)ternac!onal. La extra·

14~ FIERRO, Guillermo J., Código Penal y normas complementarias, p. 31. dici6n (análisis ue la ley nacional 24.767)", Semanario Jurídico, Comercio y Ju~ticia, t. 79·
UJConfr."JESCH~CK, Hans·Heillrich, ob .. y Jug. cits. 1998·8, pp. 225/34. .
"
."-1""
, ~ .. ~ '~;.

230 María Noel Costa·-Enrique R. nutele~ .Ambitos d.~ vali~c=z ~e la ley penal 23t

,_dos por la Rep.ública '49; A partir de allí, se sostiene queconstituyell deli- ley de extradición (N" 24,767, art, 11 inc" a), exige como, requisito pora
tos cOllri-a el derecho de gentes, para los que rige el principio de validez qt.orgar una 'extradici6~ pasiva,.que el tribunal argentino a.nalice la subsis-'
U1~iversal de la ley penal: el tráfico de drogas, el c0l11etcio de esclavos; la tenda de la acción pen:al pde la pena prevista para e.I delito, segú.n his leyes
trata de jlrinc,as. el comerc~o con pubJicaciones pornográficas, "la lucha del Estado extranjero solicitante,''', Por su parte, el art. 50, C.P., establece
elJOtra la falsificación de moneda, la defensa de los cables submarinos, la que, a los fines d~ la reincidencia, se debe tener en cuenta la 'condena
Iúcha contra.1a piratería aérea,' la toma de rehenes, la. t.ortura, el tráfico cumplida en ,el extranjero 1~6. . '. .

. internacional de menores y' el terrorismo 1.10,

5.2.5. Derecho pellal por representaci6n 5.3. Lugar de cOllli~ión del delito: teorfas el! el derecho G/'gentil/n.
No se trala de un postulado relativo al ámbito espa,ial de validez de la La cuestión en los delitos .a distanc;ia y de tránsito
ley pe-naJ, sino de un criterio en virtltd del cual, cuando por aigún motivo no
se puede extraditar al acusado de un delito"'; el tribunal en cuyo poder se Constituye una ~uestión que no será tratada aquí, por haber sido abor-
erlcuentn podrá juzgarlo aplicando la ley de su país ~n 'representación de la' dada al tratar el principio de territorialidad (punto 5,2, L).
del Esta, O requirente "2, AlI:Jque este instituto encuentra fundamento en el
principie de solidaridad interestatal, el respeto a las soberanías nacionales
: impon~ que ~u práctica se rf;duzca a los casos de protecCión de los bienés 5.4. La extradición
jurídjcos más importantes 15J. ,

Nuestro derecho positi-¡o lo recepta'en elart..l:2 de'la ley de extradi- 5,4.1. CO.J.lcepto
ción (2 l -,767), que' regula el supuesto de opción del nacional ~ ser juzgado Se trata del "acto por el cual un Estado entrega un individuo él otro
p()r la ley argentina por hechos cOIll~tidos en e¡ extranjero, cuando no exista Estado que'lo reclama, a objeto de someterlo a~n-juieio penal o a la
. t~atado \nternacional que ob';ig1,le a lo contrarió. En estos casos,' la vaÚdez ejecución de una pena ... conforme a nonmis preexistentes de valitiez,.in-
.'de la ley penal argeliÚna sóh:J'se explica en Cuanto represénta'a la extranje- . terna o internacional" 157. Aunque por su naturaleza proces~l interntlc.io-
ra que rige en el lugar de cOI:1isión del hecho p'unible.' ','" na! no pertenece a nuéstra rama jurídica (sino al derech.o interrl~ciQ.nnl .
" '
privado), haremos un br~v'e desarrollo de este instituto, 'l\tendiendo a que
5~2,6, Aplicación de la ,ley extrcmjera y reconocimie~to' de,' ' sus fundamentos se askiltan en las pautas de cooperación internacional
sentencÍ1s penales extrafJjeras .. , en materia penal ISil ~ qucJradicionalmente han sido. abordad::l.s 'lt.\rp.~.-¡r y.
En :iertos casos; el ES·.ado ~rgeriti~10 :e'conóce ios efectos de regl~s validez espacial de la ley penal. ' , '
. jurídicas Osentencias penales extranjeras, sin que ello, de ninguna manera, .Hay dos clases·de extrad~Ci6n. La extradición activa que, consiste en
,implique el imperio de leyes foráneas en nuestro 'país 1>,. En ese sentido, la el procedimiento previsto para pósibilitar la entrega al fstado Nacional; de IIn
'-,

1~9Confr. CREUS, Carlos, ob. cit., p. 116. In Confr. aut~~, ob. y 1ug. dlS.
IjO Confr. FIERRO, Guillermo J., Código Pellol y ~orl1las 'complemelUarias, p. 3 L
1~6 Confr. autor, ob: y lug. cits,
Ul Conrr. LASCANO (h), Carlos Julio. ob. cit., p. 22S:"quien conslrllye este cpnceplo
m BACIGAI::;UPO, Enrique, ab. cit., p. 119. '. .'
m Confr. CREUS, Carlos, ob. y Jug. ·cits. ' . n partir del elaborado, por Sebaslián Soler, agregándole la nola de "juridicidad ", que're:;cflln
UJ aACIGA~UPO, Enrique, ob. cit. •. p. .120.
Quintanó Ripollés (por ello alude a normas preexistenles).
1}4 Con fr. NUÑEZ," Ricardo c., Mnnúal, p. 89. ". LASCANO (h), Cartas Julio, ob. cil., pp_ 228,y 229,'

, '
María Nocl COs.a- Enrique R. BUleler
Ambilos d~ validez de la ley penal 233

d~lincutnte que se encuentra.en un país extranjero. Y la extradición pasiva


internacionalmente protegidas; d) Hechos análogos contra la poblaci6n o el
que regula el trámite que debe seguirse para lograr la entrega a un Estado
personal civil inocente no·comprometido en la violencia generada. por un
extranjero, de un delincuente que se en<;.:uentra en el Estado nacional. : .
conflicto armado; e) Los delitos contra la seguridad de la aviación o la
·En nuestro país, la primera fuente legal relativa a la· extradición está
. navegaci6n civil o comercial; t) Los actos de terrorismo; ,g)Los delitos por
constituida por los tratados intemacionales. Sólo en seguhdo lugar y en
forma subsidiaria de aquéllos, rige la ley de.extradici6~ 24.767 ,,'. los que la República Argentina hubj~ra asumido internac;;ionalh1ente una
obligación convencional.de extraditar·o enjuiciar, c0!D0;sUcede en el caso
5.4.2. Condiciones respecto al delito, al delinclle~te, a la de la Convención'de,l,ts Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estu-
punilJilidad, al proceso y 1I la L:ollveniellcia políf(ca en la ley 24.767 peFacientes y Sustancias Sieotrópicas (Vien", 1988, ley 24.072)" 'M
La ley 24.767 establece las siguientes condiciones respecto de la extradi:.
Por otra parte, la persona cxtra~itada no podrá ser encausada, pers~-·
ción pasiva (entrega del delincuente de Ol¡estro país a up Estado extranjero): guida ni molestada sin pre~ia autorización de la Repliblica Argentina, por
hechos anteriores y distintos de aquéllos por los que se concedi61a extradi-
5.4.2.1. Relativas al delito: el delito debe estar comprendido en el . ciÓn '''(''principio de especialidad", art. 18, 1" párrafo).
tratado o en el" derecho interno, en forma taxativa o no, como susceptible de Finalmente, aun cuando el delito cayere. bajo lajuriscticción ¿¡j"gentina,
extra.dición (principio de legalidad o nl/Ila Iraditio sine íege) '60 Asimis- el Poder Ejecuti vo" podrá :llItorizar la extradición, si aquél integra una con-
mo, debe tratarse de un ilícito incriminado en ambos bstados (principio de duela punible s.igniTicativa más grave, ajenq a lajuiisdicci6llúgentina o en
"doblc incriminac.i6n" o de "identidad de la norma") 161 y de' cierta magni- el que sea competente el Estado requirente (art. 23 inc. a) 'oó.
tud. Esto es, que la infracción constituya un delito propiamente.dicho en
ambos Estados ~no una contravencióh- que esté pr:evisto cOn 'Una ·sanción a 5.4.2.2. Rélativas al delinCllellte: es ·necesa·rio que, a( momento de
pena privativa dda libertad y q'ue la semisuma del mínimo y del'máximo de comisión del delito, el autor del hecho haya (:ontado con I~ edad exigidá por
. ella, Sea de por lo menos un año.de encierro (art. 6°) '62 •. Pero' aún no ha- la ley argentina para ser imputable (art. 11 inc. c.) '6'.' '. ...
brá extradici6n cuando se ·trate de delitos' polí¡ic~s 'ide delitos pr~vi~tos . Además, ~u3ndo el requerido seu·de riacionalidu.d arge.lllina,:tallto·en·
exclusivamente' por la ley penal militar (art 8°); Por delitos políticos delien el'momento de la solicitlld ele extradición, como en el de cOInisi6n del'd~j¡io
entenderse aquéllos con¡etidos por los gobemados;'qúe lesionan "directa' por el que se lo solicita, podrá optar por ser juzgado por nllest~os' trj.blll;;lí~~.
mente el orden'político vigente o los poderes de gobierno en su constitución, a
en tant'? no medie UIl tratado internacional que o~ligu~ !a.ext.ra~)c¡6ry dl~.
eslabilidad o facultades o el ejercicio de la soberanía popular" 163 •.. nacionales (art. 12) " ' . . . . .. ' .
No lo Son: "a) Los crímenes de guerra ylos de "lesa humanidad" ,.......
como el genocidio; b) Losateniados Contra la vida, la integridad corPoral o 5.4.2.3. Relativas a la p",'¡bilidad y a la pella: )1.0, deben!h,al;>ef~e
laliberlad de unjefe de Estado" de gobierno, o·deun miembro de su extinguido la acción penal o la pena, según lo que disponga la,legislaci6ndel

..•.
. familia ... ; e) Similares ataques a· personal diplomático u otras personas Estrido extranjero (art. 11 inc. al.
'

IH

160
Confr. BOGGL.\NO¡ Antonio, oh. cie, p. 812.
~ASC;:ANO (h), Carlos Julio, ob. cit.., p. 230. 16-1 LASCANÓ.~(lr). Carlos Julio, ab. y Jug. cits ..
Confr. NUÑEZ Ricardo e,: MmuU/I, p. 89.
••
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,~I~'
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J\.Ulor, ob. y Jug. dls.

•••:t.·
161

J6l Confr. NUÑEZ, Ricardo C" Mamw/, 88. 166 Confr. aUlor y ob. cirs., p. 88.
163 Con fr. NUÑEZ. Ricardo C" Tratado, t. n, p. 353.
167 Cenfr, nulor, ab. y lug. cits. •

J6S Confr. aqlOr, ob. y ¡l1g. cils.

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Noel riq\,e R ' ¡Amb.ites. de validez de la ley penal
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"1 Co~¡elación a la!~e~a~si la ~o~d a dxtranje¡a se dictó en rebeldía la 'fiPallnente, deb¿'señalarse que aun cuando el
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• 'ce ,pre1cripcidh se considerará,cQA relació\' a'la acción y el Estado solicitante,
~c~h~:d~~' ~egurid;]cI tle q:¡e
ell~c~~o s,e reabri.rá pri..:~"permitii· a,l cbJld~J,lado "
jurisdiq:ión argentina, exista o no tratado, el· Poder EJeclitivo
ellr.so ~ 'lfl extra.di,ció¡l.si ei Estado req~lirente tuviese ¡aIOlllo"de'$,)HJI'q,'

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ij~k~r su d~recho de defensa (arL II inc, b) "9,,', I '.,'
tampoco procederá cuanUo se trate de delitos por los que 'pueda ser
. !som¿tido'a iorturas u otW$ tca,tos o penas crueles" inhumanas o degr~dan,...
~es o que tuviesen 'pena de muerte en el Estado requirente y ~ste. no diere'
seguridades de que na será aplicable,
, riamente' mayores que la República Argentina para w .. ",¡;,,,, 1',,,Jilr!"":
ba,s (art, 23 inc, ti):

5.4.2.5. Relativa.s a la conveniencia política. Como la ",extradi-


,'ción puede afectar derechos individuales de los habitantes de'la'Nación,
es el" Poder-Juclicial quien, en resguardo de éstos, actuará antb un re-
\. '", 5.4.'2.4. Relativas al proceso: .será necesario que se 'cumplan una querimiento extranjero y su decisión denegatoria obligará al Poder Eje-


e '~,
serie de requisitos de forma expresamente establecidos por la ley (arts, 13,
14, 11 inc, d, y concs,) '70, ,
Por otra parle, la ex'~radici6n no se concederá si
,

se
:advierte. que el
cutivo, No obstante, si declara procedente la extradición pasiva, será el
Poder Ejecutivo quien, como encargado de las relaciones exteriores de
un Estado, podrÓ'imponer su criterio,


'~·' •.
.'Y
deJincuel;te solicitado:
- Va a ser juzgado por una comisión especial (art. 8"),
'

... Va a ser sometjrjo a torturas II otros tratos o pe,Has crueles, inhuma-


nas Q degradantes (art. 8"), .
Sin embargo, para revocar la decisión judicial que conceda la extradi-
ción solicitada, deberá atender a los siguientes ·criterios de com.:enienda
política 175: a) que no exista oftecimiento de reciprocidad (art. 3°);¡y b) que
eXistan razones de soberanía nacional, seguridad u orden públicO, y otros

I
, -Ji"sido juzgado por el mismo hecho en Argentina o en otro país int~n!scs·nacionales esenciales que 10 torncn'in~onveniente (1;1rt: .'10) 176 •
,-.;;.:
¡;;:; . (principio delllon bis ill idell1) (arl: 11 inc, b) "',
- Es reclamado por raz~nes persecutprias motivadas en opiniones
.• < polfticas, nacionalidad, raza;sexo o religión (a(l, 8")0 que éstas den moti-

t!~
vos fundudos de que podrán perjudicar el ejercicio del derecho,de defen-
sa en juicio 172. . .

- FUe condenado en ,rebeldía y el Estado requirente no da seguridades


, de que se reabrirá el caso para oír al condenado y permitirle ejercer el
derecho ·de defensa al!tes de dictar ·una nueva sentencia 11) •.

t.e
n \.c'
,~,
,No cuenta con garantías de que sé le computará el tiempo de per-
manencia en encierro dur~nte el trámite extraciitorio y. el proceso que
motivó c.l requerimiento 174~

• (c:'
e ~,
• .1\..... .
! ' '''C 011
"fr. rlulor, o b. y 1ug. " CH,.
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·".:·t,,;
¡lO COI\fr. autor y ob. cils., p. 89.
111 Confr. LASCANO (h), Corlos Julio, ob. cit., p. 231.

e0' m Con fr. autor, ob.·y lug. cils.


11' Cenfr. LASCANO (h), Carlos Julio, ob. cit., p. 229.
l7l Confr." autor, ob. y lug. dlS.
. 174 Canfr. autor, ob. y lug ..cils. 176 Canfr. autor y ob. CiIS., p. 231. .

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lECCION 7

La acción
José Ricardo Piñero

,
1. LA ACCiÓN. 1.1. Caracterización de ,su contenidó.
1.2. La voruntnd para un esquema causal o' persa·
nal de lo injusto. 1.3. Las estructuras 16gico-objéti-
vns~ lA. Concepto social de acción. 1.5. Responsa-
bilidad penal de las personas jurídicas.
2. FAZ NEGATIVA DE LA ACCiÓN, 2.1. Factores exter-
nos: 2.1.1. Fuerza física irresistible (vis absoluta) ..
2.1.2. Movimientos reflejos o involuntarios. 2.1.3.
Los comporwmientos áutomatizados: 2:2. FactC,{cs
internos: ,estado de inconsciencia. Supuestos.
;:...• ,

••.•
;.
"

••
,

••
1. La acción
•:.•
1.1. Ca/:acieriiacióll de su cb111ellido
••
El desnirollo del concepto de acción, como primer elemento del delito,
ha ido eYolu.c.ionand9 paulatinanlentc en la ciencia' del derecho pe~ai del
sig'lo XIX. FEUERBACH no Ii: brindó especinl atencilín, correspondiendo a
I-IEGELI,;'formulación del pri~,er coqcepto jurídico-penal de acción.
'••.
.Las·concepciones analizadas discrepan en cuan'to' al contenido que
deba atribuírsele a la noción de acción. Por otra parte, han sido y son nume- .
Tos'as la.denotni~1acion~~ para referirse a este eÍemento de~ delito: MAYER
••
en~ple6- fa palab'ra Gaontecimienlo; otros .autores· hablan. de 'condl;Cta
(ANT9uSEI~ ZAFFARONI); algunos emplean el vocablo hecho (M~ZGER, VON
't..IszT),hecÍlO pUllible(MAuRAcH) o hecho legal (NÚÑEZ);JIM~NEZ DE ASÚA
••
h~bla de ~u:to, .MIR· PUlO .parece i~c!inarse por la va? compRrt~~;ie!llo;.· pero
la ~ayorí~ ~ai1tuvo e~ nombre acción (JESCHECK, \\"ELZ~L, BAUMANN. RqXI~.; ••
entre ¡,asOlros SOLER, FONTÁN BAI~ESTRA, TERÁN LOMAS). .
Sin perjuicio de las di~tintas posturas éiabor~dás por la dogmáticajurí-
dico pen·ai. pueden señalarse algunos ras'gas distintivos del 'concepto de
••
acción, a saber:

. - EXleri~;jdad: sólo pueden ser alcanzadas por el derecho penal aque-.
:llas condui;:tl;ls.I~Llmanas que trasciendan la esfera' interna de la persona, en
tanto sólo a través de ellas es factible lesionar los I:>ien~s jurídicos que la ley
tutela. Constitucionalmente, el principio de exterioridad surge de lo dis¡lUes-
'.•.• '


. l·
to enel a;t 19,p~imera parte, de la e N. ne de~~rende implícitamente. del

....•.
principio de leg~¡idad. . . ' '. . ...
- SLlj~tos de acción: sólo las personas físicas pueden ser sujetos ac-
tivos del d~recho penal, pues sólo a ellas se les puede atribuir la comisión de ....

~ 1,,\,
':.. ......
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,242 . Lit acción 243
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et Un h.echo delictivo_ Se excluye así la responsabilidad penal de las personas expÍicar las teorías sobre la relación de causalidad. Esta, efectiv'amente, trató
'e;¡~ jurídicas, como se verá más adelante en la presente lecdón. , de determinarse a través de la ·teoría <de la equivalen~ia de·las condiciones
- Formas de conducto.: La conducla -Qcción en sentido amplio- en (VON BURI). Luego se formularon otras teorías como correctivos de aquélla,
'"e"- tanto primer elemento del delito, es susceptible de asumir dos modalidades: como la de la causalidad adecuada (VQN KRIES) y la de,," relevancia (MEZGER).
e!- o bien, bajo la forma de acción en sentido estricto, o bien, como una El concepto de acción así entendido es comprensivo tanto del hacer
e · omisió1I. El primer supuesto implica una actividad de la persona que vulne-
· fa una norma prohibitiva. La omisión, por su parte, se configura como u~a
(acción propiamente dicha) cuanto del no hacer (omisi<)I.').
a,2, Normatil'ismó neokaHtiano o sistema f1eoclási~o: surge a prin-
e-' inactividad violatoria de una norma' preceptiva, es decir,:de una nOrma que
:1 e manda implícitamente realizar una conducta determinada (véans~1 por ejem-
cipios del siglo XX, bajo la influencia del pensamiento filosófico neokuntianó
cn la versión de la Escucla Sudoccidentaf alemana', La acci6n pasa'a ser un
.':'- plo, los arts. 108,249, 250 c.P.). . . concepto referido a u~ valor y n~· un simple concepto ~aturaL Su'princiiJaI
Hagamos un repaso de las principales posturas en torno de la acción: expositor, MEZGER:'coilsidera a la acción como la "conducta humaria'·yal.dii-
.:.e a. Concepción cQusal de acción: a esta concepción corresponde z·ada de detennimlda manera"; este concepto engloba el hacer y,eromitir,
.'. 'i' uria visión mecanicista de la acción. El causalismo abrevó de dos fuentes Pero MEZOER aclara que la valoración del contenitlo de 'la volunÚ{d 'deoe
; . !:. principaies, 'a saber: dejarse para el momento de la culpabilidad, llegmído a sostener'que'i:! don-
'a.,l. Positivislno juridico o sistema clásico: fueron sus principales ceplo d~'acción sea estructutad"o y construido' cóino u'n' concep{d~~~tu~al:
el' exponentes VON LISZT, BELING y RADDRUCH 'y, entre nosotros, es la concep- a
Es decir, que pesar de su refc'rencia valoratiy~.' el concepto -d~.!.·~7~i.6h
eli ·.ción sostenida. por NÚÑEZ; SOLER y FONTÁN BALESTRA, entre otros. sigue sien,do causal. . " -
. en:' La acción se concibe como "toda conducta humana"voluntaria que

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causa Un cambio en el mur.do exterior" (VaN LISZT). De lo dicho se des-
prenden sus elementos: 1) manifcstaCiónde voluntad, y 2) resultado.
Se entiende por man,f"staci6n de voluntad, toda'conducta defhom-
bre comisiva u omisiva que, libre de violencia física o psicológica, está
determinada (motivada) por las representaciones. Consist<; en la. inervación
, Inuscular proveniente de lo" centros superiores del cerebro. No debe cári:
b. Concepción finalista de' acción: el descubrimiento de lós ele,
mentos sllbj~tivos del inj usto facilitó el desarrollo de la teoría fin.lista delá
acción, concepción que se inicia con la obra de HANS WELZEL il'comienz6s
de la década del treinta del siglo pasado. Entre nosotros los pripcipales
sostenedores de esta corriente son BACIGALiJPó, ZAFF..\RONI y.SANCINETTI ..
. \ IÚ origen filosófico dústa concepció~,ie 'encuelHra el' ARlSjÓTÉ,L&¡,
."'t'
e<¡
· fundirse esa manifestaci6I1 de vol~ntad con su éontenido; 'qbe:pertenece
al campo de la culpabilidll:l. De esta manera el causalismü generó una
quien no con~ebía ninguna con9ucta voluntaria Rl:1e no" fuese fi~al.· .. ,. ...
. ' WELZEL rechaza' la concepción irH~canicista' de ·Ia acción, p~oP'!a del
voiuntad ~in contenjdo, re(:urso que fue objeto' de las' más"iíPportantes causalismo, con el arguniento d~ que d con~epto de a~c:i6n del.?erecho
.\; críticas'que reCibió esta corriente. ..,' penal; ha de ser un ~o'ncepto ontológico, pro.veiüente del c~~po dd .ser ),
por ello: preexistente a t,oda valoración; concepción que armon~za fon SIJ

..•.,~-
Por otra parte, sólo el hombre es capaz de realizar una' manifestación
de VOlUntad que trascienda al derecho. ' . te~ría de las estructuras lógico-objetivas. Es decir,este autor'considera que
'r : En cuanto al resultadoi éste cánsiste en un cambio en el mnndo exte- no hay un concepto jurídico-penal de la acción hum'ana distinto del concep-
:'r ,-..,- rior cau"ado por la mariifestaclón de' voluntad, o lana mutación de ese to óntico-ontológico. . '

t.~,
ti
•e '-'-i.
mundo externo, por la accilin esperada 'y que no se ejecuta. El efecto de!'
delito puede consistir en un cambio físico o psíquico. A su vez, son resulta-
· dos el daño y el peligro. .
El resultado ha de estar vinculado con aquella manifestación de volun-
!.,
Para el finalisIT,lo, ia esencia de la acción humana no reside en tlna
causalidad ciega que prescinde del contenido de la voluntad, sin? .en ,l~fi/la­
lidad que constituye ese contenido. " , , ," ..:"
Dice WELZEL: "acción humana es ejercicio de actividad finar'·.: E~ta
í • ""( tad del sujeto. La existencia" inexistencia de ese vínculo es lo que tratan de finalidad consiste en que "el hombre, gracias a su saber causal, puede pro!

:i . ) "
,! • "'jI!
\ ..
•-.•
JoSt Ricr.rJo Piñero

VCf"del)tro, de ciertos límites, las consecuencias posibles de su"actividad,


La ílcci6n' 245
,'.
,l',.
pÚac(se, por tamo, fines diversos y dirigir su actividad, conforme a su plan,
a ia consecución de estos fines". Por ello, ..... actividad final es un obrar
'El profesor alemnn CLAUS ROXIN eiabora un concepto ;norn1a,tiVo de
acción, carac'te'rizúndola'como "manifestación de -la pe.rsonalidad'.', Del
•.,.
'.'
orienta90 con~cienteme,nte desde el fin" J. concepto así expuesto se sigue, en primer'lugar, quc"sólo pueden ~~t COIl.l
sideradas acciones las, conductas exteriQres -manifestadas- ·del sujeto,
Conforme al concepto finalista de acción, ésta. abarcados etapas. La

••
excluyéndose los procesos que, como los pensamientos¡ tr~nscllrren en ~a
primera transcurre en la esfera del pensamiento y comprende la proposi-
faz interna de la persona. .
ció" d'el fin po'r c"I autor, la selección mental de los medios para obtenerlo y
<, ' . ; , '

.Por otro lado, ~¡cho conceplo abarca sólo las manifestaciones que'
la consideración de los efectos concomitantes. Luego' viene la segunda eta-

'••.
p'ueden ser atribuidas a un ser humano como centro anímico-espil'itüal de
el
pn (rcaJizaciÓ,n externa). en la que ~lltor pone ~n movimiento, conforme a
'. un plan, los medios de acción (factores causales) escogidos con anteriori-
acción, excluYGlldose de su ámbilo uqueJlos efectos que nO es~áll gob~r­ e
nados por "la instancia coi1ductorá anírnico-espiritual del' ser 'humal)o" ,
dad, en dirección a la producción del resultado: .
, (efectos provocados por fuerza física irresistible, en el transcurso del sueño, ,
En COntraste con la relación causal, en la cual todas las consecuencias
en un delirio, etcétera).
están determinadas causal mente, pertenecen a la relación final sóloaque-
El concepto de acción analizado ·configura un elemento básico·o
lIas que hansido incorporadas a la voluntad anti"cipadora de realizació!l.
s,upraconcepto que abarcú' todas las manifestaciones de la coneJucta delictiva: ·:e
••
. Confon],e a lo visto, el finalisnio traslada el dolo y la cuipa desde la

.••
acciones dolosas e imprudentes, así como las omisiones,
culpabilidad a la acción y los agrega al elemento subjetivo del tipo, <\1 que se
Dicho concepto de acción, opera, a ,su vez, como eleme'nt?' sistemá-
considenfun tipo de acción, un tipo final. . .
tico de enlace o unióIJ. pues permite vincular a ladas las concretas' cate-
El desarrollo de la bio-cibemética ha puesto de manifiesto queeri toda goríasi:Jel delito. La acción es el sltstantivo que se va dOlando de predica- '
conducta hay una programacióñ a partir de una anticipación del resultado. dos valorativos cada vez más ricos en contenido, como acción típica,
Por ello WELZEL, en sus últimos años, consideró más conveniente hablar de antijurídica, culpable y punible. . . . . . .... .",

•••
una "anticipación biocib~mética del resultadO",'e], lugar de .c.ción final. , El concepto de acción debe ser neutral frente a los demás- el'ementos.
" " , , ' :
del delito, a los'"que sólo se relacionará en etapas ulteriores, 'en las que,

•••
c. 'Esquemas fWlciorwlistas: se desarrcJllan a partir de los 70, otor- recibirá el aporte valorativo de cada ullÚ'de dichos elementos.:No obstante,
gando prl?valenchi a ias consideraciones teieológIco-n,orrnfl:tlvas e'n el siste- ROXIN advierte que en el caso de ciertas conductas.omisivas no puede con.!
rnajuódico del delito. Se ha dicho que implican un retomo. al neokantismo y siderarse a la acción en forma neutra al tipo, pues en 9ichqs'casos ':no hay,
acción antes del tipo, sino que el tip~ es el pres~puesto de aquélla". Se trata

o.
una renormativización de las categorías dol delito. El,funcionalismo busca
abrir el derecho pen~1 a los criterios de val~ración que proporcióna la P9 lí- de omisiones que- tienen 'como base expectativas de acci~n n<?"fundadas :;~
tica criminal: Deben mencionarse: ". . ' . . socialmente, sino exclusivamente en el preceptojurídico. ' . .
~.J. FlIncionQlis~o moderado (ROXIN): "ConcepioperÚmal de
/e
-.:-.
Por último, el concepto de manifestación de. la personalidad describe
acción 11 2:'
también el criterio decisivo para la' delimitación entre acción y falta de acción,

WBLZEL, Hans, Derecho penal alemán. Parte general, Ed, "Jurídicas 'd~ Chile. San-
c.2. FuÍlcionalismo· radical y sociológico (JAKOBS) ': para JAKOBS
la acción d~be concebirse como "expresión de sentido'.' .. Acción consiste·

,'
~
.

,1 ..
. tiago, t 97Ó, p. 53. . .... . '. , :;
~ JAKOBS, GU;llher, Derecho penal. Parle gtmeral. Fllndamel11~s y leoría.d~ '~ jmp'u~

.:.'.
, lROXIN, Claus, 'Derecho penal, Parie general, trad, por Diego tuz6n'Peña, Miguel
lación; Irad. por Cuello Con1reras y Serrano Gonz:ilcz de Murillo, Mardal rons, Madnd,
D!az y Gurda Conllédo. Javier de Vicente Remesal, Civitas, Madrid, 1997.,1, pp; 2~2 a 266, ,.
,~,
1995, pp. 156 a 182. . . . ,:;f
',~
~i',
.. , .
.. ....

,246 José·Ricardo Piñero La acción. ·247

en la causaci6n individualmente evitable, esto es, dol,osi:l:.P individualmente .u,n delito sino quet.para que' éste se concrete será necesario que ·ese.injusto
imprudente de d.etenninadas consecuencias, que no se' ,producirían si con- le sea jurídicamente reprochable a su autor, o sea que su autor sea cuip,ble.
c!Jrriese úna motivación'dominante dirigida a evitadas. En Ci desarrollo
. . han confrontado dos posiciones en
de la dogmática,
/>. partir del concepto de acción como causación evitable del resul- relación a la forma de en.tender el injListo: concepción causal y con~ep­
tado y del correlativo concepto de omisión como no evitación evitable ción personal del iIijusto '.
de un resuItado, se puede formar un supraconcepto de comportamiento Una primera posición -hoy superada- partía de la división objetivo-
que en la respectiva diferencia de resultado, evitable, abarque la comu- subjetivo en la consiperación de los elementos del.delito. Mientras 'que al
nIdad entre actuar y omitir. . injusto pertenecían I~s caracteres externos objetivos. del delito', 10s elemen-
La expresión de sentido jurídico-penaImcnte" rel~vai1lc de una acción tos ¡mímicos subjetivos debían constituir la culpabilidad; de este Illod(l se
.injusta, está en la toma de postura frente a la vigencia de la norma, que no . incluyó todo lo externo en el injusto y todo lo interno en la culpabilidad. El
es reconocida por el autor; esta falta de reconocimiento de la vigencia de la , fundamento doctrinal de esta concepción erá suministrado por .l~ teOrta de
norma, es lo que constituye el resuItado específicamente jurídico-penal: lo la acción causal que, comp ya vimos, concebía a la acción.en forma mer3-
graveno'es el sUCeSO externo, sino la actitud del autor ante la norma, puesta "llente mecánica, como un impulso de voluntad, pero sin tener en cuenta el
de manifiesto en el hecho de la ejecución de la acción. El no reconocimien- . contenido de.esa voluntad que se desplazaba hacia la culpabilidad. En esla
to de la vigencia de la norma puede ser completo, sin qu~ se produzca un .concepción, el tipo era un concepto objetivo, que tenía por función.la-des-
. resultado externo del delito. .,' , cripción formal de la conducta humana punible. También la antijuridicidad
-Finalmente JAKOBS, ql\ien forn~ula u~ esquema d~ a~ción compaq,ble era c9ncebid~ en forma objetiva, como oposi'ción fonnal de.la 'acción al
con la concepción hegeliana. ~"'~tie,!;l,e que "no ,existe impedimento lógi¡co derecho no amparada por .causas de jusqficación.
es
alguno en llamar·acción sólo al hechb é'nteramente imputable, decir, cul- Si"conforme a'esta cO[lcepción, lo ilícitO.se refería al proceso causal
pable. Un comportamiento a.lltijurídico, pero no culpable; para este' modo de externo, sin importar en este momento los factores internos' del'autor, la
.hablar, no' es una accióQ completa, sino imperfect;;t". i¡, 'doctrina dominante tenía que concebir lo injusto como lesión o peligro de un
le " bien jurídico (disvalor del'resultado).

••
"11
d, ··Olros conceptos de conducla: Junto a las concepciones expues- El desarrollo de.la teorfa normativa dela culpabilidad yel descubri-
.~ tas, el desarrollo de la dogmática presenció otras posturas, entre las que miento de los elementos subjetivos del tipo, resquebrajaron esta·concepción
pueden citarse: . -. " del injusto, dando paso a una nueva sistemática en teorfa del delito, la llama-

••
'.¡ .'
d. L Concepto social de acción: ver el desarrollo' específico de este
,,
da teoríafil1a/ista de la acción, cuyoinspirador (WELZE\,) formuló la ccn-
"t tema en la presente Lección. cepciót1 personal del illjusto.
d.2 .. La. absorción de la acción por el tipo: se trata de abandonar el Observaba WELZEL que "al examinar los tipos' penales en bus'~a de

••
j
concepto de acción pretípico y en su lugar erigir a la tipicidad en concepto los elementos subjetivos delo injusto, se advirtió además que en la tenta-
'":1
. fundamental del sistema de derecho penal. La acción pasa a ser realizado- tiva el dolo es uno de ellos .. ·. la consecuencia lógica de ello debería ser...
ra del tipo penaL En esa Iínease ubican RADBRve"; (en su última versión),

••
~I que si el dolo pertenece al tipo y no sólo a la culpabilidad en l"tentativa,
vaN WüBER y otros.
--ji

•• .~

....;:~
. 1.2. La volult/ad para un esquema causal o personal de lo injusto

Se llama illjusto penal (o ilícito penal) a la acción la acción típica y


,",

4 En r~alidttd. la discusión sobre la esen,:ill del ;[(ciIO se r~mOT}la n las primeras

formulaciones del derecho penal y s~ relaciona, básicament~. con el contenido que s~ le


e "
nsigne a la no'fmajurídirco-penlll y a Quien se considera su destinatario.


c"l," antijurídica. Configurado un injusto penal, no estamos aún en presencia, de
.) : .,.
.~
"::~,j;':.:
-'e

•••
José Ricardo Piñeco l.a ar.:ción 249 ,

liene que conservaF la misma función cuand~ la tentativa pase al estado parte, requiere junto al disvalor del resultado un disvalor de acción -lo que el
de consumación .... Lo injusto nose agota en la callsación del resultado
(lesión del bien jurídico), de'sligada en su contenido dela persona del au-
tor, sino que la acción es antijurídica s610" como obrade'un autor determi-
nado .... La antijuridicidad es siempre la desaprobaci6n de un hech'o refe-
a~Itor quiso hacer importa tanto como lo que hizo 6, .

Si bien el concepto personal de lo ilícito nació como urr concepto


bidimensional: junto a la lesión del bien jurídico (disvalor de; resultado)
i'ncluyó los elementos personales que fundamentan el significado social ne-
-.••
rido a un autor determinado, Lo "injusto es inJusto de la'acción referido al
'autor, es injusto 'personal';'~.
gativo del comportamiento (disvalor de acción); en la actualidad hay u'na,
fuerte corriente que estima que, en verdad, el concepto personal de lo ilfcito' ••
••
A partir del concepto personal de lo.injusto, se deja atrás la antigua debería agotarse en el disvalor de acción y que el disvalor del resultado
concepción bipartita del delito, Conforme' a esta nue~a postura, el injusto nada agrega,'a éste (KAUFMANN, ZIELlNSKI, cntre nosotros SANClNE'ITI),
penal se conforma de una naturaleza mixta{objetiva"y" subjetiva), puesto En eSt;rSenlido se pronuncia SANCINElTI, quien dice: HEI ilícito está cons-
que el dolo y la culpa se han trasladado'a la acci6n e integrariel tipo subje-
tivo el que,junto al tipo 'objetivo, conforman el tipo complejo.
Es decir, la materia de lo ilícito requiere que se tomen en considera-
ción elementos que pertenecen a la persona que realiza la acción. Para la
, tituido exci~sivamente y siempre, por la voluntad de realización, el dolo; no
por la realización de la voluntad ... Imputable al autor es sólo su decisión <le
acción, su acto de,vol11n~ad; lo que exceda,je esto constituirá u,n elemento

c.•
, . casual respecto drl aut()r imputado ... Que el resultado se prodmca efecti-'
"teoría de la acción finalista esos elementos son la direcció? de la acci1n a

'••.
vamente o np ... no agrega n,ada ~ ¡1.3 tenclenda. de la acció~, hacia ese res~ll­
un flO prohibido (el dolo) en los delItos dolosos'y la IOfracclón del deber de
tado, del mi~mo modo que el fraqFo de la aocló" ~o le qUlt~,~ ésta un ápice
cuidado en los delitos culposos. Otros puntos de vista no 'se conforman con
de voltmtad!JLa decisión de voluntad perm.1nece lnvanada .
ello'y reclaman para,el concepto personal de lo,ilícitó algo más que el dolo
Se l~a dicho que la principal consecuenda de este pL,mto de vista extre-
(concienciil.de la antijuridicidad, conciencia de la significación social, con-
ciencia de la antijuridic'idad material, etcétera). ' mo, sería que "la distinción entre delito con~umado y delito frustr~d? carece ~'.'
Estos dos puntos de vista se' diferencian en lo que exigen que el juez
de toda significaCión: el delito frustrado contiene ya todo el ilícito y por lo
••
••
compruebe para determinar la tipicidad 'f la justificación: can el concepto tanto no debe ser necesariamente menos punible que el consu~nad,o" 8.
causal de lo ilícito, latipicidad de la acción dependerá de <¡ue haya causado
la lesióll, del bien jurídico. A su vez ,la antijutidicidad dependerá de si la
lesiÓn está o no autorizada.
Por el contrario, con el concepto personal de lo ilícito, 'la ti¡¡icidad re-
querirá ,comprobar no sólo la lesión del bien jurídico, sinó también que el
1.3. Las estructuras, lógico-objetivas

Esta teoría se halla encuadrada dentrodel movimiento que en la pos-


•••
autor quisg Tealizar la acción; la justificación requiere, 'paralelamente, no guerra tendió a buscar limitaci~lles alaactividad del legislador, basándose
en la Ilall/raleza de las cosas, es decir, la naturaleza del objeto con que el •
••
.••
sólo la autorización,de la lesión del bien jurídico, sino talribién que el autor "
"

haya conocido las circunstancias que determinan la justificación: ,-v


·1

Por lo tanto: la teor!a causal de lo ilícito 'agota este Concepto en la


comprobación de un disvalor del n;sultado de la acción (importa lo que el ~
autor hizo y no lo que quiso hacer); la teoría personal de lo ilícito, por su
. ;; "
6 BACIGALlJPO, Enrique, Lineamiel/tos de la tepría del delito, Hnmmurab¡, Buenos

Aires: 1994, p, );~::' ' .


--e
1 SANCINE1ti ;'Marcelo, Teoría del delito y disvalor de acciólI, Hammurabl, Bue~~s ,~.'
••
',,1, .

Aires, 1991, pp. 42, 62, 63, " '. '.


s DACIGALUPO, Enrique, Derecho pellal. Pai,te gener:,al. Hammurabl, Buenos Al·
, WELZEL, Hans, ob. cil., p, 90. res, 1987, p, t53, ' .' ,',

,
-".', 1:
- ~.:.- ..

750 José Ricardo Piñero Ln acción 251

legislador se vincula. Se trata de una reacción anti-posiliyista jurídica qu~ 1.4. Concepto social de acción
responde a la problemática que dejaba planteada· la guetrá y sus preceden-
tes más inmediatos, esto e~, los regímenes autoritarios. Dentro de este Esta teoría, que es expuesta de muy diversas formas, ffe desarrollada
mo~imi~nto cabe mencionar, 'entre otros, a RADBRUCH~ M~1I10FER. , por vez primera por EDERHARD SCHMIDT en 1932. Mas la nocLón quepropor-
STRATENWERTB, LARENZ y, lógicamente, al propio WELZEL. dona este aulor dista mucho de ser la única, tratá~dose más bien de v.arios
P"3ra WELZEL el mundo empírico está ordynado previamente al cono- conceptos que ternlinaron adoptando una similar denominación, cuya carac-
cimiento humano, en estructuras lógico-objetivas. Lógicas, porque desde terística unitaria residiría;en la relevancia social del hacer u. omitir ~l:'manqs.
el punto de vista del derecho, su inobservancia trae aparejada contradic- El concepto social de acción se presenta como una super,!ción de las
insuficiencias del concepto causal y del concepto fina'} de acción, huscando
ción interna y falla de unidatl en el orucllumicnto jurídico. Objetivus,
explicar satisfactoriamente todas las distintas formas del comportamknto
porque una vez conocidas existen independientemente de toda acepta-
humano, relevantes para el derecho penal.
ción o rechazo posterior.
Esta teoría entiende: que la única forma de encontrar un concepto de
La teoría de las estructuras lógico-objetivas puede sintetizarse así:
acción común a los delitos dolosos, los culposos y los de omisión, es r~P.1on­
a) F'artiendo de que ni el conocimiento ni el método crean el objeto,
'tarse a un denominador común que pueda aglutinar las .distintas modalida-
tampoco lo crea el juicio de valor, y ni siquiera lo modifica.
des ~e comportamiento que dan lugar a cada una de, aquellas clases de
b) La valoración debe respetar la estructura del ser del objeto que
delitos. Ese denominador común no puede hailarse en el ámbit~'-del ser; sino
, valora, pues el desconocimiento de esta estructura hará que la valoración
que para reunir a~bas ~ategorías en un concepto unitario dc'acción, hay
recaiga sobre. un objeto Qistinto oen el vacCo. que remontarse a UIl punto de vista superior de naturaleza valoratiVf;Z: la
e) Conrorme a ello, ~e Haman estructuras lógico-objetivas a las que perspectiva socia/. Vemos así, que el concepto de acción que' de~3rrolla
. vinculan al legislador con el objeto que desvalora: la relación no puede alte-
esta concepción, es valorativo .
. rar el ser del objeto con el qu e se relaciona, porque de lo contrario se rela- Para uno de la autores más destacados de esta corriente, lF...sCHECK,
cionará con otro objeto. "acción es toda conducta hum~na socialmente relevante"; esta conducta
d) Una de las estructuras lógico-objetivas es la acción, la cual tiene socialinente relevante puede consistir en: a) en el ejercicio:de una aCtividad
por es~ncia la finalidad del autor, concepción que no puede ser modificada finalista, b) en la causación de consecuencias dominables por el autor, y c)
por elleg.islador. en una inactividad f~ente a una determinada expectativa de acción. De esta
e) El desconocimiento por el legislador de la estructura lógico-objeti- manera, elabora un concepto de acción que le per~ite poner orden entre
va, hará imperrecta la legisladón, pcro no por ello dejanl deúr válida. causalidad, finalidad y acción jurídicamente esperada (omisión).
f) Hay supuestos en que dicho desconocimiento invalidarálanor- Al incluir la finalidad en la acción, JESCHECK
. se
. ubica en la denominada
,
ma: esto sucede cuando el legislador desconoce la estructura que lo variante stlbjetiva del concepto ',social de ac"ción.
vincula a la persona humana,> es decir, el concepto de hombre como Frente a -esta posición se 'alza la variante objetiva, uno de "cuyos .
persona, o sea, como ente responsable y capaz de autod.eterminación. exponentes es MAIHOFER, para quien "acción es todo d.ominio objeti~'o de la
No pued~ considerarse sometido al deber ser a quien no es ·capaz de acción de un hombre con dirección a un resultado social previsible", Con
autodeterminación. esta versión objetiva, la concepción social de acción se asemeja a la teorfa
De esta manera, la teoría de las estructura"s lógico-objetivas no puede causalista. Igual pos'iciónque MALHOFER sustentan ENGLSCH y DEL ROSAL.
hacer más que sentar algunas premisas generales limitativas del poder del Se ha cuestionado a estas teorías diciendo que: .
Icgislador. De allí que se haya hablado de un derecho natural negativo, - El hecho de que la conducta penalmcnte relevanle requiera una sig-
concepto que rechaza WELZEL. nificación respecto de otro (social), no hace a[concepto de acCión Siro a los
252 José Ric¡;,rdo Piñero
La acción 253

1illlitf:s de la lipifica'lión: si as'í no fuere, la conduda nunca se;ría típica En líneas generales, la responsabilidad penal de las personas jurídicas
porque no habría bien jurídico afectado (BAuMANN, ZAFFARONI); ;' no _excluye la de lás personas físicas a quienes se les atribuya ,~l mismo
- el concepto social ele acción no puede cumplir COn la función hecho delictivo. Asimismo, se adopta un sistema de sanciones pf:nales ade-
delimitadora, ya que, buena parte-de lo que se busca exCluir del concepto de . cuado a esta nueva 'categoría de sujetos: multa, disolución de la persona
acciÓn (actos de personas juridicas, efectos de la vis absolu~a, movimien- Jurídica, colocación de ésta bajo vigilanciajt:.dicial, confiscaci6~, etcétera.
tos reflejos, etcétera) sí que son socialmente relevantes, por lo cual los Una modalidad distinta se ha adoptad) en el derecho ale:nán, en el
defensores de este concepto, se .ven forzadbs a desplazar la función que se prevén sanciones de naturaleza penal-administrativa con:ra las per-
delimitadora a un elemento situado al margen de'lo social (ROXIN); sonas jurídicas. Así, la responsabilidad de la~ sociedades responde, en Ale-
- el concepto social de acción en el derecho penal aparece COI~10 im- .mania, 'a un sistema estructurado a moclo de parte general en el Código
preciso en el plano teórico y peligroso e inlÍtil a nivel práctico (ZAFFARONI). , Contravencional Federal. .
Aparte de estas r~spuestas legislativas, se esbozan otras posibles so-
luciones: en España,'la tloctrina mayodtaria, parece inclinarse por la posibi-
1.5. Responsabilidad penal de las personas jurídicas lidad de imponer a los entes ideales medidas de, seguridad. La línea mgumental
,se complementa,!6gicamente, con el reconocimiento de una llamada peli-
grosidad objetiva'de la corporación .
. El problema de la ,llamada responsabilidad penal de las personasjurídi-
cas -tema arduamente debatido en la historia del de'recho penal- ha cobra-
1.5.2. Las críticas
, do una inusitada importancia en las más recientes elaboraciones de'la cien-
Las soluciones legislativas referidas 'han recibido numerosos
. cia jurídico-penal. Este fenómeno se ex'plica debido al creciente papel
cuestionamientos, entre los que se pucden'señalar:
protagónico desempeñado por las grandes corporaciones, principalmente
Se ha dicho que la penalización de las'personasjurídicas quebraría los
en dos ámbitos de la criminalidad: la delincuencia'económica y ambiental:
principios de culpabilidad y de person'llidad de las penas, que impide que el
El de,bate se i~stala en el marco de la teoría de la i'mputaci.ó~ delictixa, castigo recaiga sobre todos los miembr'os de la persona jurídica., como su-
campo en el que buena parte de la doctrina intern~cional propicia la perse- cedería en caso de imponérsele una p~na a ella.
cución penal de los entes jurídicos. Esta apreciación vale asimismo para los sistemas que, como el ale-
mán, propugnan la sanción contravencional de los entes ideales. Ello por-
1.5.1, Las respuestas en legislaci6n y en doctrina que es sabido que -para la mayoría de la doctrina- la distinción entre delitos
La magnitud del fenómeno tratado ha llevado a poner en crisis el prin- y contravenciones no es cualitativa, sino simpleI11énte cuantitativa. De roa_'
,cipio socielas delinquere non pOlesl y a la elaboración de distintas alter- nera que, si la persona jurídica no puede cometen!n de/ito,'tampoco podrá
nativas tendientes a la criminalización de la personajurídica.·· ser sujeto activo de una contravención.
En efecto, se acepta la 'responsabilidad criminal de las personas,jurí- En relación con las propuestas de combatir la delincuencia e~onómica'
dicas en sistemas legisiativos del Common Law (Gran Bretaña, -EE.UU., aplicando a las personas jurídicas medidas de seguridad, se ha dicho que tal
Canadá y Australia). posibilidad requiere la existencia de un fundamento de carácter subjetivo, al
En el, ámbito europeo la tradición ha sido contraria a la admisión de que se ha llamado principio de peligrosidad: sólo se pueden imponer
medidas de se!\~ridad a un sujeto que manifiesta peligrosidad criminal, esto
dicha posibilidad; no obstante en los últimos años se advierte una paulati-
es que sea capa'z>de cometer un delito. Y si se establece que só16 las perso-
na reversión de dicha tendencia. Así, admiten lá responsabilidad penal de
nas físicas pueden cometer delitos, no podr:ill-entonc~s las persJnas idea-o
personas jurídicas: el Código Penal de Francia de 1993, el CÓdigo Penal
les, ser slijetos peligrosos. De allí que algunos autores como MIR PUla; pre- ,
hólandés (1976), el portugués (1983).
fieran hablar de consecuencias accesorias del delito .
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254 José Ricardo Piñero . 255
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'lí ),5.3. Las respuestas en l1uestr,o de,.e~ho '"", entidad tal que haga al sujeto incapaz de dirigir sus movimientos, o sea, que
-~~ II Existe consel,1so eilla imposibilidad de\ltilizar el sistema de imputación .; lo haga obrar mecánicamente. '
C-·l' del Código Penal vigente. para atribuir responsabilidad a los entes ideales. El sujeto no domina la acción, sino que es un instrumento de un ter~

•• \ '1i-
,
(

'l
'
Podemos decir que, salvo el antecedente del proyecto de 1951, ha sido
invariable en nuestro proceso legislativo el principio socie,las delinql/ere
IJ01lpotest. Aquel proyecto de 1951 establecía en su artA2: "Las disposi-
y
cero, aquélla es la resultante de la impulsión de una fuerza natural' o
mecánica extraña. Con lo dicho queda claro que la fuerza' físiql'qlle se
torna irresistible, puede provenir de una tercera persona (que asume así

•• cio.nes de este Código se aplicarán a todos los sujetos de derecho, con


excepción de las personas jurídicas'de existencia ,necesaria",
el carácter de &utor del hecho), o de una fue{za de la ilaturaleza (aluvión,
carda de un árbol, etcétera).

••
"
Respecto <lla imposibilidad de peilar a las personas júrídicas, nuestra Se distingue de In vis relativa (amenazas de sufdr un mal grave e
;
' ..l' doctrina mayoritaria Se inclina por negarles capacidad de acción (NÚÑEZ, inminente) regulada en la 2a parte del mismo inciso del art 34, situi\cióp que
SOLER, FONTÁN BALESTRA. ZAPPARONI. CREUS, LAJE ANAYA, etcétera). Por su podrá darlugar a la inculfabilidad del sujeto, pero que no excluye!a acción.

••
'11
, parte, LUIS JIMÉNEZ DE ASÚA les niega capacidad de culpabilidad.
-1' Además, debe tenerse en cuenta que nues(ro sistema constitucio- .. Uso de medios hipnóticos o narcóticos
nal ha consagrado el principio de personalidad de la pena. En efecto, la Durante años se debatiÓ el verdadero alcance del hipnotismo y la medida
l'
.. ConvenciÓn Ameri~ana de Derechos Humanos (con r~ngo constitucio- en que el hipnotizador pc(día adueñarse de la voluntad del hipnotizado. con-
1, nal a partir pe la reforma de 1994, conforme al arL 75 inc; i2 C.N.), en frOlllando, dos posicione's que estaban' representadas por las llamad" es.-
"
','
'., ~..
su art. 5", apartado')", reia: "La pena no puede trascender de la perso-
na del delincuente!'. ' ' ,1,
. 1,'
cuelas de.París y de Náncy.
1 i Si bien la discusión tuvo sobre todo una importancia teóri~a, ladoctri-
na ha dado cuenla de casos reales qlle suscitaron arduol;'debates en su
'1 oportunidad. " '
'>"v
, 2. Faz negativa de la acción 'En nuestro derecho positivo, porexpreia disposición del art 78 C.P.,
'-é, "el aso de m~dios hipnóticos o narcóticos" que~a comPr~.n9~dQ ~n el
I
Durante mucho tiempo, las causas que excluyen la acción fueron tra- concepto de violencia.
~ tadas en distintos capítulo,s de la teoría del delito, particu}armente entre las En consecuencia, los actos típÍl;:osrea]j~ado~ en di.chos estados.~.á~n
~
que tien-,n por efecto la declaración de inimputabilidad ode inculpabilidad; dentro de la causal de falta de acción, regulado en el,art 3(in~.2,;I~'p~rt,e,
es de data reciente su sistematizaci6n como causas excluyen(es .de) acto. c.P. (vis absoluta). Es ésta la opinión domi~ante (NÚ~EZ, FóÑTANllAL~-ri<o'\,
r Se trata de supuestos.'en donde, por motivos c"xtenlos o inteirios, entre otros).
-, no hay a';ción -desde un punto de vista jurídico penal- y, por' ende, tam- Por su parte, ZAFFARONI opina que tan viólentado está el que sll.freuna
',- .. 'poco hay delito. ' , . fuerza física irresistible, como el que obra ·coaccionado ante las a:l]le.na~as
de sufrir un mal grave e inminente, por lo que puede haber viole1lcid -en la
.~ ~
propia concepción del Código Penal- que no excluya la acción. Luego de
'2.1. Factores externos esta observación, este áutor se inclina por considerar al hipnotismo como'
un supuesto de falta de 'acción, en razón de las dificultades ,clínicas para
>r
•• '-r
.' .....
2.1.1. Fuerza física irresistible (vis absoluta)
Está prevista como causa de exclusión de pepa,en el arL 34 inc. 2;,1'
, parte, C.P. y corresponde a lo qU,e tradicionalmente s~ conoce como--vis
establecer su verdadera esencia. Mas, en relación al uso d_e· narcóticos,
habrá que"ver en cada c~so qué tipo de incapacidad le .han ,provocado al

• ~
sujeto, púdiendo según los casos, configurar una situación devis'absoluta
absoluta. Por fuerza física irr~sistible. debe entenderse una fuerza de 'o bien una .situaciÓn de vis relativá. :',.,' . ::.; ".. , . .),
'1

..;
"""~'I"
'tl'
jl~"
:/I;i; ,

~¡~,
256 José Ricardo-Piñera
La acción 257

2, J. L. A1ovimie1ltos reflejos C! involuntarios '.~"i' ., . La conciencia puede estar perturbada: en estas ocasiones, no hay au-
Se definen como la "acti vidad o inactividad atribuible a Una excitación
de los nervios motores debida a un estímulo fisiológico-corporal, interno o ,~ . sencia de conducta, porque no desaparec\, la voluntad del sujeto. Estas
situaciones, generadas en una perturbaciór. de .la conciencia, podrán dar
··r~¡.:r·
ex,,,rno, ajeno a la impulsión voluntaria de la persona': (NUÑEZ). Al nO ser' . lugar a la inimputabilidad de la persona, pero no a la falta de acción.
uua expresión.del psiquismo del sujeto, resulta incuestionable la falta de ac- En cambio, cuando la conciencia no ~xiste, porque está transitoria o
ción. Estosactos pueden ser espontáneos, como el "stornudo o los movi- . permanentemente suprimida, no puede hablarse de voluntad y de~aparece­
mientos del epiléptico, o provocados, como los producidos por las cosquillas. rá la"co·ndllcta. Entonces, "hay inc~nsciencia cuando en el hecho no inter-
vienen los centros ·altos del cerebro o cuando lo hacen en formé'. altamente
.t.1.3. Los ~ol1lportall1jenro.'1 olltrJ17!ntiz(ldos
discontinua o incoherente" '. Ejemplos de esta situación lo configuran los
Se ubican en una discutida zona límite, al igual que los hechos produci- .;iN~~ casos del sujeto afectado de crisis epiléptica, desmayo, estado de coma,.
.dos bajQimpulsos afectivos de alta intensidad (corto circuito) o en embria- ~;;Blj
,~, sujeto privado de sentido por una fiebre muy aHa, sonambulismo .
guez sin sentido. . .
Se eutiende por acción ;3utomatizada, "una disponibilidad de acción .~~~~
Al!i1·t
En relación con la embriaguez, se busca distinguir la ordinaria de la
embri~guez sin senti1o, afirmándose que sólo en' este úHimo caso habrá
adquirida mediante larga piáctica y que llegado e¡' Caso se transforma en
i~
falta de acción. .
movimientos s,in reflexión consciente" (ROXIN). E.n el ser humano es~án Findh~ente, ha1 ciertos estados del sujeto cuya naturaleza .es ·muy
ampliamente autQ~atiz~dos los movimientos constantemente repetidos y :Ú~ discutible, h·allándose sometidos a continua investigación: son los casos.de
:.rj~í
su cursq-(caminar, conducción.automovilística, etcétera).
En el caso normal 'ello es absolutamente adecuado,-pues acelera
,la reacción en situaciones en que una re'flexión duraría demasiado tiem-
po; pero en fas casas concretos pueden produCirs·e reacciones equivo-
:1
~~jt~
sueño fisiológico y el trance hipnótico. En relación al sueño, la doctrina se
inclina por la falta de acción. En cuanto al tranc!= hipnÓtico, remitimos a lo
dicho al tratar la fuerza física irresistible.
Cuando hay inconsciencia no hay voluntad y, por ende, no hay conduc-

¡~]
.cadas, que en tal caso tienen lugar tan poco conscientemente, como ta. La inconsciencia es~á expresamente prevista en el inc. 1 del arto 34 c.P.
las rni.J.niobras con éxito.
De inmediato se apr.ecia que estos estados serán,. por lo común.. fuente
La opiníón dominante admite el carácter de acciones de estos com- :l~!,l .de omisiones. Se exceptúa, sin embargo la particular situación del sonáni-
portamientos, en virtud de que "'as disposiciones para la acción apren¡lidas '¡1~
~¡~~ . bulo. Este puede realizar movimientos propios de un delito de comisión y es
pertenecen a la estructura de la personalidad, y su' desencadenamiento es ··l.,,"
·'11,~ respecto a éstos que no hay acciónde su parte.
manifcsiación de ésta, con independencia de si en determinadas situacio-
'1 El sujeto que se procura un estado de inconsciencia, realiza una con-

f~\Jti
nes condúce a consecuencias provechosas o nocivas" (RoXIN); o bien so-
ducta (la de procurarse ese estado), que podrá ser !fpica según las circuns-
bre la base de que es posible que tengan lugar en forma consciente
tancias. Así, el señalero del ferrocarril que toma un fuerte narcótico para
(STRATENWERTH); o bien que es posible interponer la voluntad consciente ,,(,~ dormirse y no hacer las señales, para provocar de ese modo un desastre, se
orientadora del comportamiento (RUDOLPfll). . :.'~~~.
·f?J,i vale de sí mismo en estado de ausencia de conducta; en este caso la con-
/~~ ducta de procurarse la inconscieIicia causa direc"tamente el resultado lesi~
.·.1~ I

2.2. FactOl:es intemos: estado de incollsciencla. Supuestos vo, pues el individuo se vale de su cuerpo como si fuese u.na maquinaria.

Desde Un punto de vista clínico (el que aquí i,roporta); la conciencia


es el resultado de la actividad de las funciones mentales; no se trata de
Una f~cultad del psiquismo humano, sino del resultado del funcionamiento
de todas ellas. . 9 ZAFFARONI, ElI~enio Raúi, Tratado de derecho pe/IlII, EcHar, Buenos Aires, 1981, t. m. p. 154
-

LECCION a
El tipo doloso de comisión
!I ~ .'
.. crr10s Julio Las~ano (h)

I \ 1. EL
\~ 1,
T~~O·.• TIPo
.
GARANTíA. TIPO SISTEMÁTICO. 1.1.
1
El tipo. 1.2. Ti"P9 garantía. Tipo s,istemático.
2. FUNCIONES D~L TIPO. 2.1. .Indiciaria. 2.2. Vinculante
(<<figura rcctota»): i.3. Didáctica. 2.4. Limitadora.
3. Su CONSTRUCCiÓN COMPLEJA. -3.1. Tipo objetivo.
3.2. Tipo ~ubjelivo.'
4. FALTA DE TI~O. AtIBICIDAÓ. 4.1. Evolución de la
al
tcoría del error~'·-'4.2: error sobre las circunstancias
del tipo objetivo. 4). Error in objecto. in persona,
sobre el nexo causal, aberratio iCIUS. do/us
generalis. 4.4. "E¡' crror de tipo, sus modalidades y
cons~cú~ndas,. E~ror sobre los elementos normati-
vos y nórmas penales en blanco. Error' sobre los
elementos' accidentales. 4.5. El error sobre-los pre-
supuestos objetivos de urta causa de justificación
y su relación con los elementos negativos del tipo.
4.6. El er~or sobre los presupuestos objetivos de
-una excusa absolutoria.
"
...••
,

••
••
C.
• '.
1. El tipo; Tipo garantía. Tipo sistemático
.••.'.
'
:

-.:..•..'
••
1.1. El tipo

Luego de habe .. estudiado la conducta comocaracterística básiCa y .

'•••.•
genérica del delito. debemos analizar su primer elemento específico, el tipo
-. ,
pellal qU.e es la descripción abstracta de la conducta prohibida parla norma
que efectúa el legislador.
El tipo equivale· a Tatbestand, ..o sea, aquello en que el hecho con-
,.;-
siste, el supuesto {re hecho; por ejemplo, el matar a otro que describe el
art. 79 de nuestro e.p"
NÚÑEZ enseña que el tipo delictivo no es el hecho punible, sino uno de
sus elementos, pues el hecho punible comprende el hecho como soporte
;\.
real del delito y todos los caracteres que lo convierten en el presupuesto' ~
•.
legal de la aplicación de la pena. Que en ese ámbito, "el tipo sC'lÍlnita a la ,~\.
determinación conceptual de la figura formal del hecho punible, La fórmula
.=.'
.,
con la que'la ley expresa el tipo corresponde al siguiente esquema: ¡'El que
haga.es'to ... " o "El que no hag~ esto"'" l., ','

Agrega que no se debe corif~ndi.r el tipo con el artículo; inciso, pár:afo,


>.•
."J.
parte o disposición legal que lo contiené. Estos pueden vincular unoo varios
tipos a una pena. .
La tipicidad es el resultado de un juicio u operación mental llevada a :;2,~: ••
cabo por el intérprete.o el juez, que permite 'determinar que. la conducta ,~;.
:.'.1 I
objeto de examen coincide con la descripciÓn abstracta. contenida en la ley"

.:';,.:¡
I Mall'lIol de derecho peJlC:!, Parte genera'/o 4- ed. actualizada por Roberto E. Spinka y.
,.".. I
Félix González, Marcos Lerner Editora Córdoba, C.6rdoba, '1999. p. 139.. . '.~

., ,''..l. ".". ;: • .
\l'~
-
~:.,

262 Carlos Julio Lascano (h) El tipo d91oso de comisión 263

pe;nal. ~or el contrario, si realizado dicho procedimiento.s,urge que el resul~ Sólo el m~tar realmente a un hombre y la intención dirigida a la muerte de
tado es f!c:gatlvo porque el comportamiento en cuestió~:'~o se adecua al un hombre hacen posible que' surja la figura delictiva "asesinato". El con.
respecti vo tipo delictivo, se dirá que estamos en presencia de la atipicidad. . cepto abstbctode matar a un hombre es el delito-tipo. .
. Por ende, la conducta será típica o atípica segúl1.s~ subsuÍna o no en La función garantizadora del tipo -en sentido amplio- deriva del
la descripción abstracta del tipo penal. principio de legalidad (nullum crimen sine lege) que asegura que sólo
lbs comportamientos descriptos previamente en
la ley penal serán so·
¡;netidos a castigo '.
!-2. Tipo ga~·antía. Tipo sistemático . Este Jostulado fundam~n\al de un derecho penal liberal exige al legisla.
1or:a? pre' i.sión y uso adecula~o del lenguaje en la redacción de 1. ley penal;
"
De acu tdo con su contenido. es factible distinguir -por 10 menos- dos ~) inC~Í1ni . ifió~:~e conductas,\\,specíficas (derecho penal de acto); c) .fecw-.
~ I . ~ión de bi6~,es j~rídicos (desvalor de acción y des valor de resultado) .
conceptos de t i p o : · .
1.2.1. 7ipo garantía: contiené la totalidad de los presupuestos que
1.2.2. Tipo sistemático o en sentido estricto.. es el que deScribe .1(1
~ol).diciotlan la aplicación de una pena.
conducta prohibida parla norma. . .
~ería algo similar,a la figura delictiva total -rectora- de la que nos
En opinión de BACIGALUPO 4 el tipo sistemático se obtiene mediante una
hablaba BELlNG en 1930, a la q4e entendía wmo. un' Cl/adro normativo que
delimitación de sus elementos -descripción abstracta del comportamiento-
se distingue del tipo,que se inscribe en el'vasto dominio de la conducta
respecto de los de la antijuridicidad -no autorización de la conducta por el
culpable 'y antijurídica: el tipo de ilicitud esla específica conducta valorada orden jurídico-: por ello la falta de a11lijuridicidad 110 eXc/llye la tipicidad,
coma antijurídica; el tipo de culpabilidad es el doloo laculpa específicamente pues la relación entre ambas categorías se expresa en que la tipicidad r.s
. requeridos en cada delito. . sólo un indicio de la antijuri1icidad, que cede frente a una causa dejustHica-
Daba el siguiente ejemplo: para el tipo "lesión següida de muerte" ción. Esta. posición se enmarca dentro de la estructura tripartita dp.l deli-
-similar a n'lIes~ro homi.cidio ~reterinten.cional- es·fLindamc·ntal el "daño en el to -tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad- que se contrapone a l~ teori. de
cuerpO o en la salud", y éste' debe primero habersec~metido; segundo estar los elementos negativos del tipo. .
apoyado en el dolo del autor y, de ello, tercero haber sobrevenido la muerte.
Es .·sa forllla básica o esquema (Leitbild. /a.imag'élujfigurarecto-
ro), que denomina delito-tipo (en aquel caso, inferir un daño en'eI cuerpo 2. Funciones del tipo
o en la salud), lo que indica, en general,que un tipo de iiicitudy un tipd'de
culpabilidad. juntos, pueden constituir ..
estti. figura
,.
de deI'íto
.
':. En
'
e~ejemplo,..
,r'..
Dentro del denominado tipo sistem_áti~o se han encontrado diferentes
la muerte de la víctima es un 'eleniento constitutivo de la figura tala!, pero funciones. a saber:
'no del delito-tipo. . .' ...
, La fazobjetiva y la ,subjeti¡'~ debelÍ siemp~e coi~cidir,de m~doque
.tanto aquélla como ésta (dolo, culpa) sean regidas por un idéntico esquem~.
} ROXIN, Claus, Derecho pellol. Parre general, traducción y notas de Diego Manuel
Luz6n Peña, Miguel Draz y Gar.cfa Conlledo 'j Javier de Vice,nte Remesal, Civitas; Mad~d,
1997. pp, 277. Y278; BAtIGALUPO, Enrique, Manual de derecho penal. Parte general,
3- reimpresión, Temis, Bogotá, 1996. p. 80; DE LA CUESTA AGUADO, Paz M., 1ipicidad
1 Esquema de derecho penal- La doctri"a del delito-tipo, tr:tducción de Sebastián Soler,
e imputación objetiva, Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendozil.; 1998, p. 69.
Dep.tma.Bs. As.; 1944. pp. 6y 7. . 40b. Y lug. cits.
.
~'. '

""~o.
.'-'e
" ""

264 Carlos Julio Lascano (h)


El tipo dqloso de comisión 265 •
2J Indiciaria

En'e~ta' función, explicadaporM~YE" con'el ej~n;plp'del humo que es


También es vinculante para las formas delictivas accesorias como la
tentativa y la participación, en las cuales resulta imposible prescindir del ••
un indicio del fuego, ~oinciden el positivismo jurídico, el finalismo y algunos
autores enrolados en posIciones postfinalistas. ' . .
concepto ,ipificante. Así, por ejerilplo, en la tentativa de homicidio el sujeto
debe comenzar a ejecutar la conducta descripta en el tipo (mat:!: a otro),
que no es 'la misma del tipo del hurto (apoderarse ilegítimamenle de una
••
••
_, ,Quienes ,afirman el valor indiciario del tipo penal -como ratio
coglloscendi de' la antijurídicidad- sostienen que podemo,s encante,af ~on­ cosa mueble ajena), Del mismo modo, será coau"tor de'homicidio aquel que

.•
duelas lípicas que,no son anrijurídic,as porque en el c~so c;ol1c;reto co~curre toma paáe en la ejecución del comportamiento descripto por el art. 79 C,P.,
algu,na c3lis~úJe justificación, que qetermina que el comportamiento,típico y cómplice el que aporta al hechq común una coop¿raci6n, auxilio o ayuda,
es permitic;io P9r e.1 o~denam.ientojurídico. ". ,.' ." .
"A est~ I'óncepción se oponen quienes defienden la teoría de los ~lel1len­
que no impliquen ejecución de la conducta típic<l.
•- "" '
tos negativos 'del 'tipo," En este sentido, MIR PU'G ' entiende que la tipicidad " I

•-.'
-.'.
2.3, Didáctica
penal es la base de la antijuriqicidad penal,lo cual no o,bsta a que la éxigencia de
1;; tipicidad -c6rilO parte positiva del su'puesto de hecho penalmente antijurídico-
n.o .ba,ste p.a~i?-l.a,q~tijuridi_cidad. pu.~s requiere ~.de~ás!a ~l.lsencia· de c~usas de La exigencia del tipo implica que los destinat,;ri"os de la ley penal de-
justifi~ki6Q, ;~omo llarte negativa del supuesto de hech~ antijurídic~-_<?pn,c1u­ ben tener la posibilid<.td, antes d~ realizar determinada conducta, de conocer
si eUa está o no prohibida y amenazada Con una pena; sólo así podrán
ye que la tipiciclad esratio esselldi n,ecesana pero no ~ufic,entea l~ antfJun,~lcldad


'••.
penal." Oel rusmomoclo que no.todo hecho antijurídico es pe,nalmente típIco, no internalizar en su conciencia la exigencia normativa y ser motivados a res-
todo);lech()penaiin~nte típico es' antijurídico. pet<)r el bien jurídicamente protegidb en cada caso. .
" De tal modo, la función didáctica o pedagógica del tipo penal y el
" ..
principal medio de coacción jurídica -la pena- sirven para mot.ivar a todos
2,2,Yi/Ui.'Í/Q/]le(''jieura rectora")

El Leitbi/d ~ delito-tipo de que nos hablaba BELlNo,'para las figuras a~tó­


los individuos que. in.tegran la cOI"flll.nidad a abstenerse de realizar el COffi-
pottai1üento prohibido (prevenci6n general).

'••.
.••
nomas de delito de que se trata en cada caso, tení'} el significado de un eS9uema
2.4. Limitadora
regulador, ya que, por ejemplo, en el homicidio, al analiz,;,:"la antij~~1i~i,dad
debía advertirse que no era cualquier antijuricidad sirio la que correspondía
En el momento de la sanción de la ley penal el "legislador selecciona

''.•.
preCisamenté. ese delito-tipo; lo mismo OCUlTÍa con la culpabilidad,." ,
' Por 'ello el delito-tipo importaba un concepto fllnd~mental que doml~ -de entre· un conjunto de comportamientos, antijurídlcos- con un criterió de "

na el derecho penál en toda su extensión y profundidad, pues si" referen- intervención mínima, aquellas conductas que atentan más gravefl.lente con-
cia a una figura autólloma de delito, toda disquisición jurídico-pellal tm los bienes jurídicos rnás importantes y las sanciona COn una pena.?,;"·
cae en el vacío 6.
, Los hec;hos típicos no son valorativamente neutros -como en.el·
finalismo-' sino q~e configuran comportamientos penalmente relevantes, .
cOIl significado válofativo propio, pues suponen una l(sión o puesta en
••
.~ Dcrec'"o pellal. Parte general, 5" ed., Tecfoto. Barcelona, 1998, p. 131.
6BEUNG, Úl doctrina del delitO-lipo, Ir. 5, p. 12. •••.
, DE LA CUESTA AGUADO, paz M" ob, Y Jug, cits,
.:.
" . '
. i66 Carlos Julio LaSC8nO (h) El tipo dolosu de comisión 267

. riesgo de 1m bien jllddico valioso para el derecho p~.nal -que constituye po' y el espacio, la fonua y modo de ejecución y sus nexos con airas acciones .
el davalor del resu/tado- que debe ser impu¡able á un comportamiento " Al margen de la acciÓI), algunos tipos'exigen la producción de un re,ullado ".
'. ,
desvalorado ex ante -desvalor de la conducta- '. Por ello, la exigencia del
tipo limita el castigo del delito imposible.
3.1.2. Tipos de pura ~ctivfdad y de reslIlrado.
Esta c1~sificaci6nl~se bnsa en .?eterniinar si para la consumación del
3. Su construcción compleja respeclivo ti;p~ deliclivo es ~uficienle la realización de la conducta prohibi-
da, o se reqili"re algo más.
Partimos del tipo complejo cuya construcción se efectllé1 me~iante la . 3.1.2.1. Los tipos de pura actividad son aquellos que s610 requieren
descripción objetivo-subjetiva de la conducta '. el comportamiento del autor, sin exigir un resultado -potencial o efe~tivo­
En el tipo doloso la realización del tipo es querida por el autor, de modo separable de aquél. Por ejemplo, la violación de domicilio, art. 150 c.P..
tal que existe coincidencia entre los dos niveles que lo integran: el tipo . 3.1.2.2. En los tipos de resultado la modificación sensible del mundo

I
objetivo y el tipo subjetivo. En cambio, en el tipo culposo no existe úil co- :¡ ., exterior -tanto en el plano físico como psíquico- está. separada esp::.cial y
,~

rrespóllllencia entre lo ocurrido y lo conocido y querido por el sujeto 10 f' lcmporalmente de la acción del sujelo.Yara-que exista homicidio na basla
".. CO~l la condllct" del autor tendiente a p'rivar de la vida a otra persona, p'.'es
el tipo exige ~OIT).O resultado la muerte de la víctima.

i
'.
3.1. Tipo .objetivo ,i . El resultado puede consistir en una ·lesión.o puesta en peligm del
"~
respecti vo hien jurídico. Conforme a ello, se distin~uen:
El tipo objetivo comprende el aspecto externo del comportamiento
huma;lO prohibido por la nonna, que abarca no sólo su descripción abs-
.•
.~
3.1.2.2.1. Tipos de lesión son aqueilos en que la conducta debc haber
producido la lesión del biknjurídico median le el daño o la modificación del·
tracta sino también valoraciones de distinta índole. Se excluye puesio que ~ objeto material sobre el cyal recae. Por ejemplo, la estafa exige un perj'Jicio
:f patrimonial derivado de la conducta engañosa del autor; el abcrlorequiere
se enGuenira situado dentro de la esfera animica del autor, que corres-
~
ponde al tipo subjetivo. la muene del feto. '

3.1.1. Elementos objetivos o descriptivos "


"
.~
3.1.2.2.2. En los tipos de peligro no se exige que la conducta haya
ocasionado un daño sObre su objelo, pues es suficiente que el bien jurídica-
mente protegido haya sido pueslo en riesgo de sufr.ir la lesión que se quiere
El núcleo del tipo objetivo está con~tituido por la conducta o la acción .,.~
::~

evilar. El peligro puede ser COllcreto, cualldo se produce la posibilidad real


descripta por el verbo (matar, apoderarse, defraudar, falsificar, etcétera).
Pero encontramos además -como elementos que describen procesos u y efectiva de lesión al bien jurídico (ejemplos, disparo de arma de ft:ego,
objetos captables sensorialinente que acompañari' a la acción,- diferentes cir- art. 104 c.P.; incendio, 3rt. 186 C.P.), O abstracto; cuando el tipo se lim;!"
i

cunstancias como su relación.con personas o cosas, su vinculació11 con el tiem- ~;\ a describir un comportamiento que generalmente representa en sí mis.mo
un peligro para el inlerés penalmenle tUldado (ejemplo, el arl. 200 c.P.) ".
"

j:
!
II JESCHECK. Hans.Heinrich, Tratado de derecho pellol, Parte general, 4" ed. com~
'M!R PUIG. ob. cit., pp. 13J.a 1·33.
9YELASQUEZ VELASQUEZ;Femando, Derecho pena/. PC/rte.gcneral~ 3' ed., Temis, '.~ pletamente corregida y amp.liada, traducción deJosé Luis Manzanares Samnniego. COlllares.
Bogolá, 1997, p. 3 8 0 . . ". .:, Granada, 1993, pp. 247 Y 248. . ,
" BAC1GALUPO, Manupt, p. 85.
'OBACIGALUl)O, Malllla/, pp. 82 Y 83.
"\, "
:;
,:.
••
Carlos Julio Lascano (q) ..

3.1.3. La causalidad.· Principales ieorfas


Los tipos de lesión reqltieren la constatación
,
de
que la acción y el
El tipo doloso de cOll1isión

mental de una condición no hace de.sapare'cer el resultado, puesto que exjs~


te otra condición que ha Gooperado Jimultáfleamel1/e y cqn la mísma efi·
269

,.• •
resultado se encuentra~ en una relación que permita afirmar que el resul-
lado es produCIO de la acción.
El punto de vista clásico afirmaba que u~ resultado era el producto de
una acción cuando ambos estaban uni90S por una relación de causalidad
en sentido natural 13.
cada en su producción. Ejemplo: un conductor de camión se adelanta a un
. ciclista sin respetar la distancia reglamentaria, y en ese momentc;>, el ciclista
completamente ebrio gira su bicicleta en dirección del camión'y mucre atro-
pellado: El resultado mortal también se. hubiera producido aunque el con-
ductor hubiera respetado la distancia exigida 15.
..
'.
-.•
e
.

. 'La problemática de la causalidad plante;el interrogante sobre cuán-


el e'
e
":.,
d~) lInn l1lodl,ficaci6n en el mundo exterior, relevante desde punto de 3./.3.2. Teorías individualizar/oras
Vlst~ penal, puede serie atribuida Q. una persona, endilgándole a su Luego se· suced.ieron distin.tas teorías causales denominadas
acclOiwr el mOle de "callsa". "Las· respuestas dadas a la cuestión han


individualizado ras que (>retendkron limitar la excesiva amplitud de la pri-

-.(,.'.'.
sido variadas 14. mera (pues en ei primer ejemplo se podría llegar a decir que tamb¡'én fueron
~ausas de la muerte de B la conducta de quien vendió a A el arma o de
3.1.3.1. Teoría de la equivalencia de condiciones quien la fabricó, COIllO igualmente el acto sexual de los padres 'lile engen-
. Para algunos -GLASER, VON nURI- todas las condiciones que determi- draron a A). Se postuló así la necesidad de efectuar una selecciól\ entre las .

na~ el resu~tado tienen idéntica y equ¡·vah.:nte calidad de causa. Esta es la condiciones según diversos criterios valorativos jurídicos (condición más

'<..
teSIs más vl/lculada a las ciencias de la naturareza. eficaz, la última condición puesta por una conducta humana, la condición
Ya dentro del derecho penal, se hace us(J de la doctrina de. la conditio promotora, etcétera).
siile qita non para verificar si la condición qu~s.e ha enumerado como causa Entre las principales, podemos referirnos a las siguientes:
efe~Ji~a?lente ha contribuido a la producciqn.del resultado. No obstante, se
adVierte entre los juristas tina confusión entre ambos métqdos, pues la conditio 3.1.3.2.1. Teoría de la causalidad adecuada
e'
sólo puede ser utilizada cuando se conoce de ,antemano la causa1idad¡ por Según otro~, no todas las condic·iones son cau~as del ft~sl1Jtado, sino
. haberse comprobado que la condición ha sido realmente la causa. . solamente aquellas que, de acuerdo con la experienCia ge'neral, habitual- "S)·'
A hiere a B, el que es trasladado en ambulancia al hospital, en cuyo
trayecto se produce un accidente en el c'ual B fallece (O se produce un
mente producen el resultado (causalidad adecllada). Por ejemplo, el dis-
paro de un~ ai·ma de fuego norma!mente prodllc~ la muerte o iesiones a {~i·.
Illcendio en el hospital que deviene en su deceso). Si a títulode hipótesis se .t;
otra persuna, por lo que siendo. adecuada a tales resultados, es causa de .~-;e .
..'f
supnrne mentalmente el comportamiento deA, seelimina la muerte 'de B,lo . ellos; pero no se podría decir lo mismo en relación a una simple bofetada. .:--;;.

••.
. ~

que significa, que la conducta desplegada por A es causa del resultado letal. . Al aplicar esta teoría se pasa por dos fases claramente diferenciables:
La teona no permite resolver los problemas derivados de l~s ~lIrsos primero se debe comprobar tina relación de causalidad, y segundo, exami-
Cal/sales hipotéticos o de doble causalidad, toda vez que la supresión nar si esta relaciólÍ. es típicamente relevante. En Lecciones de Derecho . ~",e
Penal, aceptábamos la conclusión de Fabián BALCARCE I.~ de que la teoría ~, .
J,
, ''le!
1:' BACIGALUPO, Lineamientos·de [a teorra d~[ deliro, 3" ed. renovada y ampliada ., F',·'
,;
HanUllurab?,.Buenos Aires, 1994, p. 72. .
. r~BA.LCARCE, Fabiá.n l., La relación de causalidad en la doctrina penal argent¡:.
' .
Ij BERDUGá'OOMBZ DE LA TORRE, 19nncio et aL, Lecciones de derecho pellal.
Parte general, Praxis, Barcelona, 1996, p. 139. .
·.-e
t,a, FrnnclS~o Ferreyra Bdltores, Córdoba, 1998, p. 25 YSS., cuyo c~pasición tomamos " 16 Ob.. cil., p. 26, donde adhiere a la opinión de LOPEZ DJAZ, Claudia,Introducci6n
,-e
co~o base. . , :; a la imputación objetiilQ, Coh:cc;ión de Estudias, NI> 5, Universidad Externado de Colombia, .
-e.
\
¡~';
.'-;:>..,
\ ,¡
-e'
;-

i
,270 ~ endos Julio Lascano (h) ¡ El tipo doloso de comisión. 271

.,.,
I '
I
de la adecuación no era. una alternativa de la equivalenci:¡~isino más bien su,
1:

. . . lo ilfcito de acuerdo con criterios ded~cidos de la naturale7:3 de la norm'a y


comple:mentació~l. Pero, los buenos argumentos de FIERRO 17 nos han hecho de su finalidad protectora de bienes j,urídicos '".
cambiar de opinión: ...... cuando una teoría parte de la pren1isa de que todas Confonne con este punto de vista -que expuso ROXIN eri 1962 COliJO la
teorÍa del iIlC,.e~lellI0 del riesgo y tiene sus precedentes en los trabajos

."·
las condiciones no son iguales, porque enlre ellas a alg,unas se le asigna un
valor causal más importante que a otras, ya en ese m0l1nento hay una clara de LARENz (1927) y HONIO (1930)- "se intenta establecer ciertoscriteriós
diferenciación que impide llamar a la una complemento de la otra", valoralivos que permitan, específicamente en el ámbito del derecho penal,
La teoría de la causalidad adecuada no puede superar la crítica en el esclarecer cuándo .una ca'usación se puede calificar como acción típica
'-,'

l :~"'
sentido de que "según la experiencia general también los comportamien- desde el punto de vista objetivo (imputación objetiva), Para esta concep-
tos illadec/lados producen resultados no habituales" 18. ción existen dos categorías sucesivas e independientes en el tipo pen(l]: la
causalidad y la imputación, La primera es condición necesaria pero no su-

!.
i~. 3,1.3.2,2, Teoría de la relevallcia típica ficiente para la tipicidad, Pued~ haber causalidad sin imputación pero no

':..,·.
También se pretende limitar la desmesurada extensión de la teoría de imputación sin causalidad" 21.
la'equivalencia de condiciones mediante la comprobación de -la relevancia La teoría de la imputación objetiva establece la necesidad de pelermi-
típica del nexo causal, según una correcta interpretación del tipo (MEZOER), nar la confluencia de dos niveles O escalones:
La relación causal importante para el tipo del homicidio (art. 79 C.p,) 1. Si la acción ha creado 1m peligro jurídicamente desaprobado.
"
no es la ~x'istente entre la lúu'ertc y otros hechos que de algún modo hayan 2. Si el resultado producido es la realización del mismo peligro, am-
PQsibilitldo.que]a víctima muriera' en tales'circunstancias, como por ejem- bos deducidos del fin de protección de la norma,
, plo la cil:a que un tercero le dio en el lugar o la invitación del pulpero que Se ejemplifica diciendo que conducir un automóvil constituye una
"
'-ir·

'•.
impidió que se fuera antes, Por el contrario; la relación causal captada por conducta peligrosa, pero si ef autor produce lesiones corporales a ot.ra
·ii aquel ti~o es ':la que' demanda el concepto de matar socialmente aceptado pers!=ma sin haber infringido los reglamentos de tránsito -manteniéndose
como atentado criminal contra la vida de otro" 19. dentro de los límites del peligro permitido: el resultado no le será objeti-

:. Dt~ntro de la evolución histórica, esta teoría es clasificada, lo mismo


que la teoría de la adecu~ción, c0l!l0 precursora de una concepción integral
vamente imputable 22. .

, De la misma manera, no habrá imputación objetiva de los r~s\lltados


de la imputación, mortales en los conocidos ejemplos del sobrino que desea heredar a su tío

•• ,
<,
millonario y lo induce ~ viajar en avión con la esperanza de que se estrelle,

'••.
3,1.4. La imputación objetiva del resuitado lo que acontece; o del que envía a una perspna a pas~ar 'al bosque en medio
En la actualidad tiendc.a imponerse un punto d~ vjsta. distinto -la impu- de una tormenta, siendo alcanzada por un rayo. ,
taciólI objetiva del resultado- pues lo decisivo no es ya la causalidad desde " En ambos casos nos encontramos frellte a cursos causales irregula-
el punto de vista natur~l, sino la relación c~¡jsal que resul.ta relev~nte para res donde el riesgo creado no está jurídicamente desaprobado,Tampoco
'- lo está en la denominada prohibición de regreso, como en el caso del

.. comerciante qiJe'-,cumpliendo los recaudos legales que lo autorizan- vende.

•• Centro de Investigaciones de Derecho Penal y Filosofía del Derecl!o, Bogotá, 1998, p. 42;
' "

•• dicha autora sigue la opinión de ROXIN, ob. cit., §, 11: N° 33, p. 361.
11 FIERRO, Guillermo Julio, TeorflJ dé la participaci611 crimillal, 2- ed. actualiz.ada y

'. ampliada. Astrea, Buenos Aires, 2001, p. 259.


lOBACIGAUjpO, ob. Y lug, cits. en la nola 18.
21 BALCARCE, Fabián. ob. ciL. p. 27, quiencila a Claudia LOPEZ DIAZ,lfl¡roduc-

••
IB,BACIGALUPO, Lilleamientos... , p. 75. ción n la imputaci611 objetiva, p. 23.
19 NUÑEZ, R.icardo C., Manual, p. 130. n BACIGALUPO, Lineamienlos.. , ~ pp. 76 Y 77 ..
-
272 Carlos Julio LascJno (h) El tipo doloso de comisión 273

llll.ri~e a un comprador aparentemente normal; por ello, no:le es imputable 5) No hay imputación objetiva si el resultado quedafitera de la esfe-
objetivamente el homicidio que el comprador ejecuta usando el arma i3, ra de protección de la lIorma. Por ello, A, el conductor del automóvil que
S~ ~an. elaborado los siguientes criterios o pautas, que tienen carác- imprudentemente atropelló al peatón B.~ causándole la muer te, no-debe res-
ler enuncIativo: . 'ponder por la muerte de la madre de B producida por un síncope. cardíaco
, 1) No esobj~tivamente imputable el resultad6 producto'de una ac- sufrido al enterarse de la mala noticia. La tutela del bien jurídico -en este
ción que dismilluye el riesgo. Tal el caso de A que aparta bruscaOlente a casó la vida o'la integridad física- sólo bL,ls'ca impedir consecueqcias direc-
B -el cúa~ está a punto de ser cnibestido por un automotor- quien 'cae y tas lesivas de aquél y nq incluye preservar a personas distintas del afecta-
sufre'lesiqnes leves, ' do, de iás repercusiones psíquicas del suceso 25. .

~2) TAlllpoco c~lando la acción no cree el riesgo paj'a el bitJl/ jurídi- El momento en que dehe hncerse el juicio sobre el peligro para el hien
co. Esta pauta permIle resolver los, casos de la mUerte del herido leVe, tanto jurídico es aquel en que el autor ha obrado, pues allí -ex ante- deben tomar- ,
en."' accldcnte que sufre la ambulancia que lo llevaba al hospital, como en se en considerac,ión los conocimlcntos de que disponía el agente ~6.
, el mcendlO, que se desencadena en el nosocomio (supra 3.1.3.1.).
, ' 3) Cuando el objeto de la acción ya estaba expuesto a un riesgo: e

:•
a) SI el resultado era probable (cl/rso caúsal hipotético) es inlputa- 3.2. Tipo subjetivo
ble SI sealllllellta el riesgo. Con este criterio se puede solucionar el ejemplo
/.
ya exa.mmado (3.1.3.1.) del camionero que se adelanta antirregla- En el conjunto de conductas lesivas de los bienes jurídicos s~pueden'
mentanam~nte al CiclIsta ebrio. . distinguir dos diferentes clases según la actitud subjetiva del.a.ulOr res-
pecto del bienjurídico y la dirección de su voluntad 2'.

••
, b) Si el resultado era segl/ro e ,inevitable habrá imputación objetiva si se
. adelallla su producción -causalidad- como sucede si A dispara sobre B -que En un primer grupo -tipos dolosos- el s~ljeto es plenamente consc~en­
te de que 'su actuar lesiona el bienjurídico y quiere afectarl9. Lo sucedido

'..'.••.
anres ,había -ingerido una dosis mortal de ve.flenO- y le produce la muerte.
, 4) Las nOrmas jurídicas no prohiben las lesiones de bienes respecto de debe haber sido conocido y querido por el autor (por' ejemplo, ia'mur.rte de
los cuales el titular tiene la posibilidad -jurídicamente admitida- de consen- 'la vCctima y la conducta letal del sujeto que la produj·o). .'
'lirlas; ROXIN ilustra el supuesto de la puesta en peligro de un tercero acep- En el otro grupo -lipos culposos- el agente no pretende lesionar el
·tada porésle, con el ejemplo del acompañante que incita al conductor a bien jurídico, p~ro su conducta descuidada produce su aiectaci6~1~.P~:ejt;m:­
. que vaya a velocidad excesiva porque quiere lIega.r a tiempo a una cita; a plo, el conductor del automotor -con la intención de llegar a destino antes de
c(.IOseeu.enCÍa de la conducción imprudente se produce un accidente, en el cierta hora- aumenta la velocidad por encima del1ímite" reglánientari.amente
admitido, causando la muerte del peatón que cruzaba la ~alle, resultad() que
"
( ·q.ue resulta muerto el acompañante.
, .' 'Tamp~cohay imputación objetiva en los supuestos en que el propio aquél no quería alcanzar. , e
titular del bien jurídico lo ha, puesto en riesgo con su conducta intencional
(cooperación en una aUlOpuesta en peligro dolosa). Ejemplo de ROXIN:
A entrega a B para su propio COnsumo heroína, cuya peligrosidad tienen en
claro ambo~; B se inyecta la sustancia y muere por ello 14.
Ambas conductas son estructuralmente distintas, pues las dolosas son
dirigidas por la voluntad contra la norma que le prohibe dañar'e! bienjúrídi;
ca de que se trate. Por su parle, las culposas 'se "limitan a infringi~ tina
'norma de cuidado.
••e
-----",/,'., ••
1"

H
lbidelll, p. 79.
Véanse ambas situaciones en:ROXIN, Clutls. ab. cit., pp. 386 a 398.
HBERDUGO, Ignacio el al.,.ob. cit., p. 145.
"BALCARCE, ob. ciL, p. 93. .
nnERDUGO el aL, Leúijmes de derecho pellal. Parte general, p. 159 Y ss.·
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~l tipo doloso pe comisión


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274 Carlos Julio Lascano (h) :~'
275

Como se advierte, tales.comportamientos tienel1.l;1Il8 gravedad dife- Es decir, el dolo estaba compuesto de dos elementos: la intención de
rente, que se traduce, en la intensidad de la pena, la c'u;~1 generalmente es realizar el hecho y el conodimiento de su carácter il.ícito .
. inferior'para el ti"po culposo; así, el homicidio doloso ~stá castigad9 en nues- 2. A partir de FRANi< se produjo en la dogmática alemana el desmem-
tro Código (art. 79) c.on una pena de reclusión o prisión cuyo mínimo es de bramiento conceptual del dolo, cuando se advirtió que el parág~afo 59 del
ocho años, mientras que el homicidio culposo (art. 84 c.P.) tiene conminada Código Penal de 1870 n~ requería la conciencia de. la antijurididdad, pues
pena de prisión cuyo máximo es de cinco años.
solamente aludía a un error sobre cii'cunstal1cias de hecho.
La mayoría de los delitos de la Parte Especial del Código Penal son
Este enfoque concibe al dolo como vorsatz (iplención) -que no es
tipos dolosos, pues el dolo es el elemento subjetivo por excelencia que -por
decisivo para la culpabilidad- puesto que existen casos como 'el estado de
razones de economía legislativa- está implícito en todos eltos. Cuando el
necesidad en que: no obst.unte existir dolo -entendido como intencionalidad-
art. 79 c.P. define al homicidio tan sólo como matar a otro, da por sobre-
entendido que debe tratarse de ~ma conducla dolosa, es decir, conociendo y
queda exCluida la culpabilidad. .
queriendo matar a la víctima. Si el dolo ya no contenía el conocimiento de la ilicitud y si, ¡¡demás,
Los lipos culposos constituyen Iacxcepcíón. pues son menos numero- existían hechos dolosos inculpables, el dolo ya no podía seguir tenienno
· sas las conductas descriptas en el Código que expresamente contienen esa una posición dominante en la culpabilidad como una de sus especies y, en
exigencia subjetiva. adelante, será un elemento dela culpabilidad aliado de otros. Lo decisivo
será lareprochabilidad,juicio sintético de valoración -en sentido neokantiano-
3.2.1. El dolo: concepto. Teorías tradicionales sobre el dolo que recaerá sobre di ~ersos elementos, uno de los cuales será el dolo.
El concepto de doloy su'contenido están ligados a su ubicación sis- . El dolo resultÓ así escindido en la teoría normativa: se transforma en
· ·temática dentro de las categorías del delito. üitenci6n y conocimiento de circunstancias de hecho; mientras que I~ COI1-
Hasta ia apariCión del finalismo era pacífica ia doctrina que situaba al ciencia de la antijuridicidad será uno de los ekmentos de la culp.abilidad en
dolo er..la culpabilidad, Sea cOllloforma o especie de ella -de acuerdo con el los que se basará eljuicio de reprochabilidad.
psicologismo- sea como elemento -en la concepción normativa-o . 3. El paso final, o sea, el traslado del dolo al tipo de injusto -quedando
. 'La teoría finaiista pretendió romper estos esqu'emas, trasladando el en la culpabilidad la conciencia de la ilicitud junto a la capacidad psíquica-lo
· d~lo, a 'través de la acción, áltipo, para c()risti'tuir su aspecto subjetivo, a la dio WELZEL cuando reparó en la dificultad sistemática de colocar en un
, par que redujo la culpabilidad a una ptira repro¿habilidad, cuyosprdupues- mismo 'plano lá valoración y el objeto valorado. Se llega así a un concepto
tos se limitan a laimputabilidad-capacidad de culpabilidad~ y alaposibili- de dolo natural, carente de valor, que'lconsistía en conocer y quer-er le
· d_ad de c~mprensión de lo ¡';justo. realización del hecho ·típico. .
1. El primer enfoque analfti<;o, es decir, el sist~ma c.ausalis!a, había . 4. Superada la estéril disputa doctrinaria entrecausalismo y finnlismo,
adqptadQ el concepto romano de dolo malo " guecolliprendía tanto el en los últimos treinta años se ha dejado de lado el paradigma ontológico-
.·aspecto. qbjetivo de' la conduct.a ·típi~a.: cuanto la concieI~cia de su . naturalista de .Jas estrutturas lógico-objetivas que h'abía imperado hast.
antijlll."i.jicidad, pues el d6Ío n'o consistía en la simple intención, sino en 'algo los años 70, para intentar la construcción de un derecho penal orientado a
más: quer:er algo que se sabe malo o ilícito. .
las consecu(!Oc¡'as, es decir, a los fines y valoraciones político-criminales,
que implica un retorno 'al neokantismo y una renormativizaci6n de las
categorías del delito.' . .
En este sistema moderno lo importante pasa a ser la funci9n de motiva-
11 Canfl". VIDAL, HlIIl1berto S .. (Teorfa clásicD del dolo". en Doctrina Penol. año 3, ción de la conducta humana que se asigna a la norma jurídico-penal. El
1980. Depalr'm'l, Buenos Aires, p. 265 Y ss. . .
carácter doloso o culposo de la infracción dependerá de cuál sea la norma
.. ,:.:
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..•..•.
C~rlos Julio Lascano (h)
El tipo doloso de comisión 277 .... :.;.
infringida por el sujeto: si la norma es prohibitiva, el tipo será doloso; si la
·norma es de cuidado, el tipo será culposo 29.
Para comprender mejor las diferentes concepciones del dolo del siste-
Así CARRARA JO ("intención más o menos perfecta de ejecútar uh act9
que se conoce contrario a la ley") privilegiaba el elemento volitivo.
Por su parte, VON LISZT, con su teoría de la representación, priorizaba

•••
••
ma causalista y del sistema moderno, recurriremos a un ejemplo, el art. 175, . el elemento intelectual, pues le bastaba la previsión del resllltildo. Definía al
il:c. 1 C.P., que castiga al que encontrare perdida Una cosa que no le perte- dolo como "el conocimiento de todas las.circunstancias de hecho COITéSpon-
nezca y se apropiare de ella sin observar las prescripciones del Código dientes a la definición legal, que ~compaña a la actuación voluntaria" 31 •.
Civil, como dar aviso a la auroridad.
Imaginemos que Juan realiz~ esa conducta desconociendo que es ilícita, . :.
Podemos ver qtie en el fanClo existía una complementación entre ambas
••
.•
... "
teorías, pues si bien daban relevancia a un elemento, nO olvidaban al restante .
lo cual es bastante verosímil. Si se analiza este caso de acuerdo al $istema La teoría del aselltimiento de BELING sostenía que lo decisivo parala
causalista, habría que negar el carácter doloso de la conducta, porque el
,Hitar tenía la intención de apoderarse de la cosa perdida ·(primer elemento
del dolo), pero al desconocer su ilicitud faltaría el segundo.
.'\
existencia del dolo no era la representación puray simple, sino la actitud del
sujeto frente a esa representación, ~Ionde hay una·gradación.que va desde •
••
'

la intención directa de la voluntad de causar el resultado previs~o, hasta el


Por el contrario, si se resuelve utilizando el sistema moderno habría consentimiento prestado a un resultado que se prevé s610 como probable".
que decir que la conducta es dolosa, porque basta con la intención de apro- Intentando sintetizar tales proposiciones, NÚÑEZ 3J conceptúa al dolo
piarse la COsa perdida (dolo na/tlral). Sin embargo, al abordar el an'álisis
de la culpabilidad,habría que negar su existencia, porque dsujeto descono-
ce la ilicitud del hecho que realiza, lo que lo convierte en inculpable.
5. El fimcionalismo radical o sistémico de JAKOBS redefin~ el doló'
como la "intención de cometer el delilo o, por lo menos, la indiferencia de
cometerlo frente a su representación como probable".
En definitiva, podemos decir que el dolo consiste en el conocimiento
••
sobre la base del elemento cognitivo, pues -salvoel dolo directo donde tam-
y la volulltad de realización del tipo pella/. El autor debe saber que
realiza el hecho, qué hecho realiza y las circunstancias gue lo rodean, y .
7e
bién.sigue teniendo relevancia el elemento volitivo- lo decisivo será la re- además, debe querer realizarlo. ·re'.0:'

presentación y no la voluntad; por ello, el dolo eventual es. Convertido en un


dolo de peligro, para el cual basta que el agente haya obrado con conciencia
?
3.2.3. Sus clases (directo, indirecto y eventual)
~ de la peligrosidad de la acción en sí misma, aunque no acepte sus COnse-
'cuenéias,con lo cual, prescinde del elemento volitivo. Desaparece la idea
Los elementos cognoscitivo y volitivo del dolo se pueden dar con dis-
. tintas intensidades. La combinación de sus variantes nos permite diferen-
',~.'
.
-c.'., . .
de Una culpa consciente -con representación- diferente del dolo eventual. ciar tres clases de dolo: directo, indirecto y eventuaL •• ¡

f".'.-.
.. :-... .
. La culpa queda reducida a la inconsciente -sin 'representación- y sólo sé da 3.2.3.1. En el ámbito de la voluntad, nos encontramos frente al dolo
en(easo de error evitable. -:!, ,. .
... ':. directo cuando la acción o el resultado típicos constituyen el objetivo perse'

,.',..
guido por el sujeto: quiere matar a otro y lo mata.
3.2.2. Sus elel1l.,lIos (cognoscitivo y volitivo)
:~.:
Dentro de la concepción clásica del dolo se habian desarrollado distin-
tas teorías para expliC~r su contenido, a través de sus dos componentes: el
conocimiento (elemento cognoscitivo o intelectual) y la voluntad (elemento
Programa del" Clfrs~ de Derecho Criminal dictado el! la Real Ulli~'ersidad de Pisa.
;:.
•.•
volitivo), asignando preponderancia a uno u otro. 30

Parte gelleral, Depalmn, BLle·nos Aires, 1944, vol. I, §69, p. 71.


JI Según cit.r.·J.e SOLER, SebnstiÍln, Derecho pell~¡[ argentino, Tipográfica Editora

Argentina, Duenos Aires, 1970, t n, p. 90 Y ss.


.~.

.•.•
11 SOLER, ob. cit., p. 92.
-
",'.
n Derecho penal argentino. Parle general, Bibliográfica Argentina, Buenos Aires,
,l~ BERDUGO el aL, ob. cit., p. 107. 1960.1. 11, p. 62.

;::'
,~
-
278 Carlos Julio Lascano (h) El tipo dolo.~o de comisión 279

3.2.3.2. El dolo ilIdirecto -también llamado directo, <le segu/ldo grado autor, en caso de haber~e representado el resultado como seguro, hu~
o dolo ti"! c'ollsecuencias necesarias- abarca los resulÚldos nq queridos biera renunciado a actuar.
directamente por el autor, pero que aparecen unidos qe modo necesario e El problema de esta posición, sostenida por FRANK, es descifrar la ac··
ineludibl,:! al resultado comprendido en la intención del sujeto . Por ejemplo, titud interna del autor, para cuya captación por terceros no su.ele haber
la actitud de quien colóca una bomba en un avión para cobrar el seguro de , indicios objetivos. Por ello, como dice GIMBERNAT. 3~, al final eljuicjo sobre 10
vida con,¡ituido a su favor por uno de los pasajeros: la muerte de los demás que hubiere hecho el sujeto -de haber tenido como seguro el resultado- se
·pasajeros y la destrucción de la aeronave son consecuencias no buscadas reduce a un juicio sobre el aspecto de facineroso o de buena personfl: del
por·el agente, pero ligadas inexorablemente al efecto querido. sujeto y sobre la confianza moral que le merezca al juez, Con lo que se
3.2.3.3. Dolo eventual: en ocasiones, quien rcaliza la conducta cono- podría incllITir en la culpabilidad por el carácter -propio de un derecho penal
ce que probablemente se produzca el resultado típico, y no deja de actuar de autor- y no en la culpabilidad'por el hecho.
por ello. Estamos en presencia del dolo eventual que significa el umbral b) Un intento de objetivarla configuración del dolo eventual es la teo- .
.mínimo del dolo, fundamentado por BELtNG mediante la teoría del asemi- ría de la probabilidad, para la cual la definición del dolo depend.e del
miellto, pues la egoísta indiferencia ante la representación de la eventuali- grado de probabilidad del resultado advertido por el autor con el conoci-
dad del resultado, se equipara a quererlo. miento que dispone de la situación.
Esta clase de dolo -de difícil delimitación con'la culpa por imprudell- Así, se afirma el dolo cuando el sujeto consiPeró sUl11al1le/lt~'prQbnble
. cia, conscie1lte o eDil represel1(aciólI- ha obligado a la doctrina a elabo- que se produjese al resultado y pese a ello no desjstió de proseguir su compor-
rar.varias conslrucciones del concepto, que pueden sintetizarse en dos, se- tamiento (H. MAYER). En cambio, si el grado de probabilidad)1o es elevado,
. gún se pt;:mga·el acento en la esfera del conocimienlo del sujeto o en la de su nos encontramos ante la culpa consciente y no frente al dolo, pues en tal caso
. voluntad, d.enominándose la primera, teoría ·de ld probabilidad O repre- el agente no tenía necesariamente que contar con el resultado (WE·LZEL).
sen/ación, y ·la segunda, /eoría de la voluntad o del consentimiel1lO. La decisión en favor'· de"ta probable lesión de bienes jurídicos C::;t:l-
El ejemplo de Guillermo Tell y sus variantes 34 nos permiten descubrir blece la diferencia entre el dolo eventual y la culpa conscien.te,justifica"do
lps problemas que se tratan de resolver. Tell no falla !mnca con su flecha en el más severo castigo del primero ".
¡ una manzana ubicada sobre la cabeza de su hijo, desd~ u·na distancia de ROXIN" expresa: u ... hay que afinnar el dolo eventual cuando el Sl~eto cuenta
., . veinticinco metros; no quiere en absoluto la muerte del muchacho, pero un· senamente con la posibilidad de realización del tipo, pero a pesar de ellt' sigue
'día, pese a estar en la plenitud de sus facultades, falla y lo mata. actuando para alcan~ar el fin perseguido, y se resigna ~sí -sea de buena o mala
'. Otros supuestos diferentes serían que er mismo Tell dispare la flecha gana- a la eventual realización de un delito, se conforma Con ella" 37. '.
un día ql'e sabe que 110 tiene el pulso firme por haber bebido, o que un De este m6do lo que' importa no es la actitud interna del aut.or -de
espectador que nunca ha efectuado esos ejercicios, reproduzca el lance difícil captación segura- sino que, a pesar de conocer el grave peEgro de
con su propio hijo. . realización del resultado como consecuencia de su obrar, el·sujete: ha qlle-
a) La teoría de la volulItad "exige, que el autor se haya represen- rido 'seguir actuando, implicando ello su conformidad Con el resultado, lo
tí¡ldo el n:sultado lesivo como probable y que en su es/era· interna lo que encierra ·una dimensión volitiva a la que no se debe renu.11:cior. ~c"
.haya COnsentido. No habría dolo, sino imprudencia consciente, si el

J' "Acel'ca del dolp eventual",ltn E.HI/dios de derecho pellal, 3" ed., ~ecno5, Mnúrid.
t 990, p. 253. ' .
... ROX1N, ab. C;I., § 12. N' 23, p. 425.,
..1'1 BERDUGO el aL~ ob. cit., p. 161 Y ss .. nOb. cit., § 12, N° 27, p. 427 .

. .. '
."

,
...•••
..•. )., .. ":'

••
28G Carlos Julio Lascano (h) El tipo doloso de comisión 281 ..
., ~,

ello, no basta sólo con el indicadot consistente en el nivel de riesgo siste en el conocimiento del peligro de realización del tipo, esta finalidad
conocidamente creado por el autor.
Esta 'teoría resulta prefefible porque aporta datos objetivos al juicio
sobre el dolo y responde'a la id~a sobre que 10 que la'norma prohibe, na es
.ulterior del autor trasciende la consumación del delito y se dirige a un· fin
jurídicamente desaprobado". ••
tanto la producción de resultado~ lesivos, sino la realización conscieilte y
a~eptQda de conductas altamente peligrosas para. los bienes jurídicos ".
NÚÑEZ 42 es ,m:'Ís abarcativo pues afirma qúe "representa un elemento
subjetivo del tipo todo elemento slIyo que aluda a una situación atlímica del
autor del delito, cualquiera que sea su n'aturaleza". Comprende -además de
••
3:2.4. Elementos subjetivos del tipo distintos del dolo
Pese a que el dolo es el núcleo del tipo subjetivo, varios tipos delictivos
los que antes se señalaron-un determinado conocimiento ("sabiendo que lo '
son", en el homicidio agravado por el vínculo, al1 .. 80 inc, 1 c.P.); un senti-
miento ("maliciosamente", art. 179, segundo párrafo, C.P.); un estado afec-
••
de la Parte Especial contienen la expresa exigencia de ciertos contenidos
especiales de índole subjetiva diferentes de . aquéL ,
Son los llamados elementos subjetivos del tipo o del injusto, dentro
tivo ("estado de ~moción violenta", art. 81 inc. 1, apartado "a" C.P.) .
. El mismo autor 4J -bajo el rótulo dolo específico- sostiene que cuan- ••
••
'do el tipo delictivo exige un conocimiento o u'na intención especial, se
de los cuales VELÁSQUEZ comprende a los especiales elementos subjeti- produce la especialización del dolo, que excluye la imputación de ese delito
'VOS, es decir. los que "suponen en el autor un determinado prop6sito ti in-
a título de culpa o, cuando consiste en una determinada intención, la impu-.
tención, una motivación o un impulso, que se s'uman al conocimiento y
voluntad de la realización del tipo (dolo))9
Entre nosotros, el secuestro extorsivo del art. 170 C.P. exige que
tación a título ele dolo eventual.

3.2.5. Elementos normativos


••
Su autor obre con el propósito de "sacar rescate''. y el tipo de sustrac-
ción de cadáver del art. 171 c.P. que el sujeto activo obre con la inten-
ción ,de "hacerse pagar su devolución"; el homicidio calificado' del arto
En algunos tipos nos encontramos, además de los elementos descrip-
tivos -que nunca pueden faltar, en especial, su núcleo- con e(e~llentos ••
80 inc. 4 C.P. requiere como motivación que suautor obre "por placer,
codicia, odio racial o religioso".
BACIGALUPO' 40 los' denomina especiales e~ementos de la autoría,
. - entendiendo por tales los que réquieren que ~I autor -además de haber
, querido la realizació~ del tipo- haya perseguido con ella una finalidad
.
valoralÍl'os, los cuales no san perceptibles por medio de los sentidos y sólo
se pueden captar por un "acto de valoración, que,requiere
paralelo en la esfera del lego" 44.
un
con.ocimie~to

Según la distinta naturaleza de la valoración podemos establecer la


siguiente clasifica.ción:
-.:..
-

3.2.5.1. Va/oraciones jui'ídicas: algunos tipos contieilen referencias

•••••
¡¡lterior. Ejemplifica con el rapto que, en la anterior redacción del art.
130 c.P., exigía que su autor hubiera querido'la realización del tipo con
a conceptos jurídicos, dentro de lo.s cualt;s podemos distinguir:
"mir"s deshonestas" ". También con el homicidio cometido para prepa- a) Las valoraciones de índole jU~'ídica que adelalltan sistemáti~amellte

•••
rar, facilitar u ocultar otro delito (art. 80 inc. 7 C.P.). Agrega que "la la antijuridicidad del hecho al momento elel examen de su tipicidad y son
diferencia entre estos elementos y el dolo es clara: mientras el dolo con- incompatibles con la concurrencia de causas pe justificación 4S. Ejemplos:
"ilegítimamenie" (art. 162 C.P.); :'ilegalmente" (arts. 141, 145,249 c.P.),

J3Confr: DERDUGO el aL, ob. cie, p. 162.


J~ Derecho pellal. Parle general, 3" ed., Temis, Bogotá, 1997, p. 412 Y 55 ..
",
Mallllal, p."·140 y
"
,'':0'., ••
••
41 SS.
~ij LiIlt!amieJJlos de la teoría del deliro, p. 88. 4} Ob. cil., p. 18,9.
41 El talO, ahora vigente de dichp artículo, sustituido por el ar~. 11 de la ley

•.
25.087, 44 DACIGALUPO, Lineamientos .. " p. 65; NUÑEZ, Manual, pp. 142 Y 143.

'.
exige que el autOr obre con la intención de menoscabar la integridad sexual de la víctima. 4' NUÑEZ, ob. y lug. cits. '.

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~.
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• ~
~ l,t-
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..... ,
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~:."'l. 282 Carlos Julio Lascano (h)


El tipo doloso de comisión 283

••
~ '1
• ':ro
"

1i' "indebidamente" (arts, 143 incs, 2 y 3,153,155 c.p,); ",sin causajustifica- '3) Cuando la conducta realizada no coincide con la ac~i6n-descripta .
en el r:túcle~ del tipo; cuando no se produce el resultado qu.e éste requiere;
,
••
~j da" (arL 250 C.p,); "contrarias a la ley" (arL 269 c.P.) 46, '

. . l;Ü Las v.aloraciones ·sobre petermitladas, cuestiones jurídicas que no o cuando, a pesar de la existencia del comportamiento exterior y del re'sul-
¡ deciden sobre la ontijuricidad del hecho, razón por la cual es factible la tado típico, no se comprue~a el nexo causal entre ambos ó no 'se puede
r

••
subsister:.cia de la tipicidad penal pese a la con:currencia de alguna causa de atribuir objetivamente el resultado a la actuaciÓn del sujeto,
I b) Por falta de sujeto activo ("oficial público", arl, i36 C.P.; 'Jefe de pri-
i '"
; , justillcación, Ejemplos:, "cheque" (arts,,l75 inc, 4, 302 c.P.); "cosa mueble
total o paeci.linente ajena" (arL 162 C.p,); "instrumentos público y priva- sión",311, 143 ine, 4 c.P.; "comerciante declarado en qQiebra", 311, 176 C.p,),

•• '"
do" (art 292 C.p,),
3.2.5.2. Valoraciones cllllUrales: ciertos tipos contienen elementos
con significación cultural, como la exigencia de que la mujer víctima del
. e) Por falta de sujeto pasivo. o deobjeto ("orado.r", arl. 160Cp,;"per'
sona incapaz de valerse", art. 106 C.p,),
d) Por falta de las circunstancias temporales o espaciales (~n hempo de

•• "f
estupro de la anterior redacción del art 120 c.p, fuera "honesta"; el carác-
ter "pornográfico" de las imágenes, material o espectác;ulos mencionados
el' el tipo del arL \28 c.p, '
;'guerr~", art, 218 c.P.; "en el maro en ríos navegables",' att, 198,inc, Le,p,),
e) Por carencia del medio ("fuerza en las cosas o violencia -física en

•• \1-
"
3,2,5,3, jlaloraciones científicas: algunos tipos requieren juicios de
índole científica por parte de profesionales de la salud, como la determina-
las persoll<ls", arL 194 c.p,; "intimidación", art. 168 c.P.).
También se puede dar la atipicidad de la c~)Ildll~ta d~l sujeto, c:uando
concurren los siguien.tes defectos ,del tipo subjetiv<?~

•• ¡-
ción de c;ue la lesión produjo "debilitación permanente de la salud, de un
sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la
palabra" o puso "en peligro la vid~ del ofendido" Q le hubiere "ihutilizad~
a) Por error de ¡ipo que recae sobre cualquiera de los elementos del
tipo objetivo, sean fácticos o descriptivos, sean normativos o valo~ativos. Al .
excluir el dolo, no hay lipicidad dolosa, aunque puede subsistir re'pohsabi!!c

•• \.,:..
i
para el trabajo por más de,un mes" o le hubiere causado una "deformación
, permanente del rostro" (arL 9Q C.p,); o la evaluación que del atentado
contra la integridad sexual resultó un "grave daño en la $alud física o mental
dad penal si existe el tipo culposo y la conducta del ,sujeto se adecua a éste,
b) Por ausencia de elementos subjeti vos del tipo distintos del dolQ ("cnn

•'. t- ,
de la víctima" (arL 119,a, C.P,). la intención de menoscabar su integridad sexual", art 130 C.P,),

•'. ';~

'i:,...i.
, 4., Falta de tipo.. Atipicidad
'
4.1. Evolución de la teoría del error 47'

•• ! ,La falta de adecuación del hecho concreto a la descripción abstracta 4,],], Inicialmente se hablaba de error de III;cJlO -como categorra
'-;:.: contenida en el tipo penal -sea objetivo o' subjetivo- nos pone en presencia opuesta al error de derec;70 que no eximía de responsabilidad pé~al-' l;"
' ' de la aiipicidad de la COnducta del sujeto, que excluye su delictuosidad , que no se advertía que en los tipos había -además de los elementos f~ttkos­

•• '"
,'J •.,
'penal, au~que puede quedar subsistente su ilicitud y la consiguiente respon-
sabilidad civil resarcitaria. . j .

La ausencia de cualquiera de los elementos d,eltipo objetivo supone


componentes m;>rmativos.

4,],2, En un segundo momento se distinguió entre error de hecho,

••
..:.'
atipicidad: , ,
error de derecho ~xtrapellal que recae sobre una ley distinta de la pena!,
-;

•• \..:.- .. ,", '".:

l.•
I ·~NUÑEZ. ob. Y lug. cilS,; TERAN LOMAS.. Rober.to A. M., Derecho penal. Parle (1 - i ". ¡l.
Conrr. NUNEZ, Mallllaf, p. 190.
f geIJem[,1. i, As.trea, Bs. As .. J980, p. 322.
,

'1'
o ' • .'.,

'r-',
""'\~;,i:'v:i':
••
••
,284 Carlos Julio Lascúllo (h)
El lipo doloso de comisión 285

que le sirve"d.eJundamenro a ésta ~8 y error de.derecho penal referido a


1" existencia {le la ley penal. Las dos primeras categorías excusaban de
responsabilidad penal, no así la última, , '
Como ejemplo'de un error que recae sobre la existencia de la prohibi-
ción penal, pode¡nos exponer el de MUÑOZ CONDE: Mary, ciudadana británi-
ca, encontrándose de vacaciones en España, descubre que está embaraza-
miento (error), como la [alta de conocimiento (ignorancia) excluyen el
elemento intelectual o cognoscitivo del dolo, es decir, la comprensión de la
criminalidad del acto, entendida como el conocimiento del he~ho y sus ca-
caete.res constitutivos que fundamentan el tipo y su antijur.idicidad..
Expresa NÚ~EZ que -a pesar de que el. mencionado dispositivo legal
••••
•••
.'
.para caracterizar la" imputabilidad únicamente exige que el autor haya podi-'
da. Ha escu'chado hablar mucho de la Unión Europea, de los avances hácia
la unión política. monetaria y jurídica. entre los países miembros y. por todo
ello, cree que no hay ningún inconveniente en qu.c se le practique un aborto,
do comPI'ender la cl:iminalidad del acto (mera posibilidad)- cuando se trata
. del dolo esa posibilidad se transforma eli comprensión o conocimiento
efectivo, ya que si no flleraTlsí, el autor ignoraría la criminaliclad del acto y
••
tal como puede hacer libremente en su país, Ella conoce lo que hace, pues estaría en error a su resp ect 9 49.
••
•.•.
••••
sabe.qne está consintiendo su propio aborto, pero ignora que esa conducta Este conocimiento,que debe ser real, efectivo y verdadero, abarca los
está prohibitla por el derecho español. elementos descriptivos de 19S tipos que pueden captarse por los sentidos y
los elementos normativos o valorativos que a ellos se refieren.
4,1.3. En el sistema moderno la distinción es error de tipo y errar de Por ello, es error d~ tipo el que se da cuando el cazador dispam creyen-
\
prohibición. Cuando el autor desconoce (ignorancia) O conoce equivoca- do que está matando un jabalí y resulta que lo hace contra otro cazador que
damente (error) la realización de alguno de los elementos del tipo de injusto indebidamente seha desplazado de su puesto, El auto~ del disparo de,;conoce' ,'.'
. .. ,
-se trate de componentes descriptivos o normativos- nos enContramos ante·
lo qne se denomina errar de tipo, que funciona como excluyente del dolo
ubicado en el tipo subjetivo,
Dicha categoría debe distinguirse del errar de prohibición -del que
que éste se ha proyectado sobre una persona, elemento objetivo o d~scriptivo .
requerido por el tipo del arl. 79 C,P, SU'error impide considerar que ha queri-
do matar a otro, con lo que se elimina el dolo del homicidio simple,
Un error de tipo sobre un elemento normativo se da cuando in el .~•.•
-
.c:.,
.•
nos ocuparemos en la Lección 13- que se refiere a la conciencia de delito de evasión fiscal el sujeto desconoce que está alcanzado por eldeber
antijlllidicidad y elimina la culpabilidad. de tributar por la donación de un departamento que recibe de su padre; o
cuando en el hurto 'el autor cree que la cosa de la eu'al se apodera es suya
de acuerdo a la ley civil '0
'-'e '
-, ',
':". \
. 4,2. El error sobre las circunstancias del tipo objetivo
--e,
Todos los elementos del tipo sistemático deben ser alcanzados por el 4.3, Error ill abjecto, in persona, sobre el nexo C¿lUsal, aq~rratio (~!
ictus, dolus generalis
dolo, cuyo reverso es el "error o ignorancia de hecho no imputable", previs- r.):
to como eximente por el art. 34 inc. 1 C,P., porque tanto el falso conoci-
.
Porque .recaen ~obre elementos accidehtales del. Úr~ S'?Il. ~r~eleva~-' . ....
.,'.

tes como eXlmentes del dolo los supuestos de error In :obJeclo y 'error In
".
,;.•
persona, como así también los de error sobre 'el nexo :causal (aberratio

.,.
ictus y dolus generalis).

~! A un r,l¿dico s,e le imputó el delito de malversación de cosa depositada porque había


'\!IJdido ~u propio automolor que le había sido hurtado y luego entregado en cDlidad de
de~ós;t(, judicial. Se consideró que medió error de derecho eXlrapenal porque el imputado
no supo que no podía vender el vehículo, debido a que la ~uloridad policial que se lo 'i".
••••
Manllal, p. 188.

'.
49
devolvió' no le explicó sus obligaciones como depositario. ji} Ambos ejemplos provienen de BERDUGO el al., op. cit .•. p. 163 ..

,'. "., .•
- \"
-1"
:"',~

'!~";,
1::
------ . _ - - - - - - - - - -

, 286 Carlos' Julio Las~ano (h) I El tipo doloso ~e comisión 287

En los casos de error in objecto'y error in pers0l,lQ (sobre su iden- 4.4. El error de tipo, sus modalidades y consecuencias. Eri·or sobre
. tidad), en principio carece de eficacia como excluye~te~ del tipo subjeti- las elementos normativos y normas penales en blanco. Error sobre lo;
vo, que el autor haya querido apodúarse del abrigo de Juan y lo haya elementos accidentales ' ,
hecho respecto del perteneciente a Pedro; o que queriendo m~tar a Diego,
se haya confundido de- víctima y haya privado de la vida a Mario. En Existe unasola clase de errar excluyente del' dolo. Si en la construc-
ambo.s casos !1éty un ún.ico delito doloso consumado de hurto Y'de homici- ción compleja del tipo, el dolo q\leda comprendido en el tipa' subjetivo, el
dio, respectivamente. . error que lo elimine s,n\ error de tipo ".
Como ya vimos (4.2.), la exclusión del dolo generada por la'deficiencia
Ordinariamente los errores sobre e/nexo causal son accidentales y.
I
cognoscitiva del autor puede comprender tanto los elementos fácticos o
¡~;. :r por -lo lanto, irrelevantes como eximentes del dolo. Estas hipótesis, por lo
descriptivos como normativos del tipo objetivo, de modo,que el error de tipo

.'.>.;,.!
general, sepiantean cuando el autor previó el resultado como producto de bien puede tener una rajz áe derecho, teniendo presente que la bipartición entre
, . 'j' su acción según una determinada niecánica causal, p~ro aquél se produjo error de hecho y error de derecho ha sido abandonada y que estas categorlas
por una forma diferente, aunque sin impedir que el resultado sca producto no siempre coinciden con las de error de tipo y error de prohibición.
( de su aCción. .
En la aben·atio ictus (error en el golpe)" el curso causal previsto por 4.4.1. Modalidades
el autor se produce según una mecánica no esperada, en virtud de la cual el El error de tipo puede recaer sobre un elemento del tipo básico, sin
resultado querido se produce, pero sobre una persona distinta de la tenida éJ cual desaparece la tipicidad -por ejemplo, el autor cree que la cosa de la
¡ ., en mira por el autor. Ejemplo: Santiago quiere n~atar a Luis. disparándole eual se apodera no pertenece a un tercero sino que es suya< o sobre una

¡.• con un revólve;. pero el proyec.til se desvía en s.u dirección, roza .un póste de
. alumbra.do público e impacta contra un peatón, causándole la muerte.
circunstancia agrú"an"te o atenuante del tipo calificado 'por ejemplo,
aunque quiere matar a otro, el sujeto no sabe que la víctima es su padre: en

.-•
cuyo caso su error es accidental porque sólo excluye el tipo del parr;,cid;o,
En la dó"c'trina tradicional se'considera que en tal caso exi~te lln único
pero no el de homicidio simple ".
delito d.e homicidio doloso. pues al fin lo que quiso el autor fue p~ecisamente

·.-
u~ hon:.icidio. Sin embargo, últimamente 51 se propugna la solución del COn- 4.4.2. COlIsecuencias
/:úrso ideal de 'homicidio doloso tentado -respecto del resultado· buscado y Si bien el error de tipo trae como consecuencia la exclusión del dolo,
' . '1 no alf;:anzado- y homicidio imprudente consumado -en relación al resultado la existencia de cualquier error que afecte los elementos del tipo objetivo no
:,,:" efóctivamente logrado- si era previsible su producción y existe el tipo culposo. siempre producirá la eximición total de responsabilidad penal. Para que'
En el dolus generqlis el procedimiento causal 'es puesto voluntaria- ésta se produzca -por exclusión del dolo y de la culpa- debe tratars,~ '~e

•• mente 'por el autor, aunque sin conQciiniento de qu.e éste ha sido el Ínecanis-'
',1110 que produjo el resultado propuesto. Por ejemplo, el que queri~ndo matar

a otro, le dispara, y creyéndolo muerto -cuando sólo estaba lesionado y


un error esencial e invencible.
Si bien el error esencial vencible puede excluir el dolo, no elimina la
culpa, quedando una responsabilidad penal remanente del sujeta si el delito

•• desmayado- la arroja al ría para ocultar el cadáver, muriendo ahogado. admite la forma culpos~ yla conducta de aquél se adecua al resP7ctivo tipo

·:. -
.,
32 ALVAREZ, Ricardo Carlos María, «Error y teoría del delito», Colección Jurídica'y
• ,,> 31 EllIre otros, ZAFfARONI, Eugenio R., Tratado de derecho penal. ParU gelle,ral, l. "
Social, N° JI, Secretaria de Postgrado y Servicios a Terceros, Facultad de Ciencias Jurídi·
.~
11I, Ediür, Buenos Aires, 1981, p. 327)' ss.. ' cas y Sociales, Universidad Nacional del Litoral,. Santa Fe, 1993, p. 28 Yss.
;
33 BACIGALtJPO. Lineamientos, .. , p. 90.
Cm'los Julio Lascano (h) El tipo doloso de comisión 289

culposo. En el ejemplo del cazador que mata a~tro que confunde con un Por ello, se refiere a .Ia equivocación que versa sobre los elementos
animal, no responde por homicidio siúlpie del art. 79 C.P., pero si nO'realizó objetivos, 'normativos, al igual que sobre las circuns~ancias,de justificación e
las ~omprobaciones que las circunstancias exig(an antes de disparar el arma, inculpabilidad (como la coacción) ~'"
puede responder por homicidio culposo (art. 84 c.P.).
Quedan como puros errores de derecho qu~ no excusan, lasque se'
, í'l errOr se considera invencible o 110 imputable cuando no hubiera
, relacionan con la exislencia d~-Ia prohibició,n penal ~il sí1misDla (Gqmq creer
. podido evitarlo una persoila cuidadosa y diligente,en'las mismas circ'unstan-
das que rodearon la conducta del autor. que el apóderamiento de la cosa ajena no está castigado penalmer,te) O d~
~la péevisión legal que c'rea una causal de justificación (Como cr'ee~ que el
4.4.3, Envr sobre los elementos 1l0171lativos y Ilonnas penales en blanco Código Penal contempla un supuesto que autoriza'~ apoderar~e de una'
rambién es error de tipo el que r~Ci1e sobre los elementos normativos, cosa'ajena) o de inculpabilidad.
sean valoraciones jurídicas, culturales o científicas. b) NueStros autores finalistas postularon la viabilidad -dentro del
Cuarido se 'trate de tipos que contienen elementos normativo.r jurídiM derecho penal argentino- de la distinción entre error de tipo y error de pro-
cos que na adelanten una valoración sobre la antijuridicidad del hecho y que hibición, afirmando que tal conclusión se extrae del elemento subjetivo de la
remiten a disposiciones prescriptivas extrapenales (leyes penales en blan- tentativa requerido por el art. 42 C,P., qu~ es la fuente que tal doctrina
'co), el falso conocimiento o el desconoc.imiento de dicha normativa puede utiliza pÚa construir In noción legal del dolo Gomo dolo natural, dejando de
dar lugar a errores de tipo. , . lado la fuente del nrt. 34 inc. J C.P" que brinda una noc;ión valorada o
Esta situación suele ocurrir con frecuencia en el ámbito de los, delitos valorativa del dolo. .
'Socio-económicos, por el empleo, ~e aquella técnica legislativa, que puede com- El error de tipo impide al autor comprender la criminalidad del acto
plicar' el acceso al conocimiento de la ley para sus destinatarios, debido a las porque excluye el fin de cometer un delito determinado, o sea, pertenecien-
remisiones a nonnas de muy distinta importancia y origen, que continuamente
te a untipo particular; el error de prohibición, aunque tamoién i!1compati"
sufren modi~cacioncs, como las tributarias, ambientales, bancarias, etcétera.
ble con la comprensión de la criminalidad,no elimina el fin de ,realizar la
4.4.4. El error sobre los elemel1tos accidentales no excluye 'el dolo conducta descripta en el tipo.
ili la culpa, porque no afecta el conocimiento del hecho y sus caracteres
constitutivos que fuodamentan el tipo y su antijuridicidad. Son los casos que
hemos analizado en 4,3, También cuando el error recae sobre una
circuns- 4.5. El error !;obre los. pre~uplles~os. ~)bje'ivos de Jln~ c:~usa, de.
tahcia agravante o atenuante del tipo calificado (4.4.1.). justificación y su relación COIl los .elenientos llegativos, 4,et. tipo.

. 4.4.5. En el sistema del Código PelÍal cii'gelllino el principal pú'blc- P~rticul,arme~te prob~'emáti~o' es, e} 'error ~~I;>r'~'l~s pr~~¡lp~estos ob~
ma de la fórmula del arto 34 inc. 1 deriva de la limitación d.e la eximente al jetivos de /lIla cal/sa de justificación. (error de prohibición indirecto),
error de hicho, con lo que para muchos ello implica la introd~cción al como el que recae sobre la existencia de la agresión en la legítima defensa.'
derecho penal del principio error juris /locet proveniente del ¡jrt. 20 C. C ..
a) La teoría más tradicional respeta la distinción de la ley, aunque trata
d~ ampliar la comprensión pel significado de la expresión error de hecho.
, En tal sentido, NÚÑEz" sostiene que este concepto no Se apoya en la '
nOCIÓn n.~tural de hech~, sino que se extifnde en la medida que la errónea' JJ En las anteriores ediciones del Mal/ual, NUÑEZ admitía que el error pudiera afeclar
aplccI3cLon puede lnflulr penal mente corno hecho criminal. los elementos sUbjell;V.os correspondientes a la víctima (por' ejemplo. el consentimiento de
, 1 "
éSIa en el viejo tipo'del estupro). En la edición actualizada -pp. 192 Y 193- se rechaza la .
posibilidad ,de error "sobre e' lIam'ado lipo subjetivo: CIja nilo se admi~e que se elimina por.
error el agravamiento del ho,~icidio por no saber el autor qudu-v(c(ima es su ascend.iente,
~ MllIJIlal, p. 192. el error funciona porque recae sóbre el elemento objetivo de la relación parental'y no porque
",,'. !
• "11,'>", ,
~~.... I'¡~;~"'': "
:.';li¡t'~ ,
Carlos"Julio LBscanQ (h) , El lipa dQlosp de comisión
' . 'lij'

'.1
e • "~;i

'..,
. r¡
Analicemos este ejemplo de MuÑoz CONDE. Antonil)" opulento banque- como error de prohibición al error sobre la'exjsten~ia Y.1os 1íqlit~s de tina
rO que últimamente venía recibiendo amenazas de seclieslro provenientes causa de justificación, En cambio, al que recae sobre los presupuestos
'¡I de miembros de un supuesto grupo terrorista,' dispara en la oscuridad de la . fácticos de la causá de justificación lo ubica como error en-el tipo, qtl~ si es
noche contra un joven que está escalando la verja de su chalet, causándole inven~ible conduce a la impunidad y. en caso contrario, al.~elito ¡:ulposo .."

•.,
•.¡
la muerte; luego se desc:ubre que la víctima resultó ser su hijo adolescente
que no quería que su padre se enterara de que regresaba a casa tan tarde. 4.5.2. A la misma solución llega por otra vía la ieoría de '[os elemen-
'tos negativos del' tipo adoptada por ROXIN .¡ seguida 'en España por

.¡.1
4,5.1. Su solución ha divididó a los partidarios de'la teoría de la cut- ' GIMBt¡RNAT, M'R PUlO yBElwuco, entre olros,
pabilidad, que surgió cunndo se abandonó el concepto "de dolas mallls y Para esta tesis la tipiciclad iJl1p~ica siempre la antijuridicid.ad y, vicever-
se diferenció al dolo de la conciencia de la antijuridicidad; según dicha teo- sa, la presencia de causas de justificación excluye la tipicidad, Pot' ello el
ría se debe distinguir entre el error de lipa -que afecta al dolo ubicado en el tipo 'consta de dos partes: la positiva equivalente al tipo tradi~ional, con los

·•
'.'),
"
'tipo subjetivo- y'el error de prohibicióll, que excluye la conciencia de la
antijuridicidad, uno de los elementos de la culpabilidad,
Respecto del terna que nos ocupa, podemos encontrar en la teoría de
la culpabilidad las siguientes posiciones.
elementos que fundamentan el injusto" y la negativa, que consiste en h
exigencia de no mediar una ~ausa de justificación. .
La ubicación sistemática de la equivocación sobre los presupuesto,s
objetivos de las causas de justi*ación como error de tipo, ha sido objeto de
atendibles reparos por MUÑoz CONDE ", quien sostiene que,h~y que tener

'.•
4,5.1.1. Teoría estricta de la culpabilidad ·'en cuenta las consecuencias que pueden producirse:
.'¡, ," Es la sostenida por el finalismo de WELZEL y'sus seguidores, la cual J ') En caso de error invencible -al faltar el tipo de injusto- el hl'cho no
. brinda el mi,sITIo tratamiento como error de prohibición al crror que recae podría ser considerado como antijurídico, con lo que no cabria fr~ntea él la
\ sobre la exis,tencia, los límites y los presupuestos fácticos de his causas de posibilidad de legítima defensa, teniendo el tercero ~víctima del error- qU,e
• lT~; justificación: ' soportarlo como si se tratara de un hecho lícito. El cliente que -por su pare-
a) En caso de error invencible no hay culpabilidad y, por ende,tampo-

•'.
cido físico extraordinario con uno de los sujetos que lo habían asaltada oOn
~o se puede imponer pena.
anterioridad- e~ tirotéado por el comerciante que creyó efT~neamentl;'. ser

·• '
, b) En el error vencible, se llega a la atenuación de la pena, que en el
Código alemán es facultativa y poco utilizada por la jurisprudencia, por la
concepción amplísima de la potencialidad del conocimiento de la ilicitud, En
pasible de u~ nuevo ro~o, no podría defenderse legítimamente pprql1e el
error invencible del cOÍnerciante afectarfa la relevancia .típica de S~l con-
ducta. La licitud o ilicitud de ~n hecho iípico no puede depende.'" "';;~>:'

·'.
(,.
España, con la reforma de 1983 al anterior C6digo Penal y con el nuevo
de las creen.das subjetivas· del particular. . ' ,
Código de 1995,la atenuación es obligatoria,
:; ,
, 2') En el mismo ca~o, la 'secretaria del comerciante, que le '!lci),nzó el
'-', arma, sabiendo que el supuesto asaltante era uno persona conocida parella,
\j~
4,5,1,2, Teoría /indtada de la culpabilidad
a la 'que odiaba, no podría ser cómplice, pues no existiría el ne~!:o típico'y
"

Es la posición mayoritaria en Alemania (STRATENWERTH, WESSELS y


antijuddico p,incipaL
• "",< MAURACH), Coincide con la teoría estricta de la culpabilidad al encuadrar

·
' . e'

,.'.Ji
'-2

'---,
se admita el error del autor sobre su propio cOl1tenido menlal"1 'Se trata de la posició,;'
sostenida por el mismo autor en Las dispos~cio"es generales del C6digo Penal, Lemer, .
, Córdoba, 1987, p, t27y no 'a al pieW-255, -'1
"

¡'o .,
~ El error en derecho penal, TIrant lo Blnnch, Valencia. 1989. p. 54 Yss. De clich'l. fJl:>ra
hemos tomado Jos ejemplos citados en el text~.

• ~i ~i
.;~
"o'.'
.>
'. '''i'
., '. ••
Carlos JuliQ Lascano (h) •••
4.5.3. La teoría de la culpabilidad que remite a las consecuencias
jurídicas del error de tipo, formulada- por JESCHECK 57, im'plica una posi- ••
••
ción autónoma que ubica 'al error sobre los presupuestos fácticos de las
· causas de justificación en el error de prohibición, pero en caso de error
vencible, en lugar de aplicarle una pena atenuada -com6~haría la teoría de la
LECCION 9
culpabi-lidad .estricta- acude a la anaJogía in bpnam partem y le impone la
sanción del delito culposo, pese a que subSiste el dolo. Dicha solución slIi
••
•.•
gelleris presenta la ventaja sobre la teoría de la culpabilidad limitada, que
nO excluye la ilicitud, con lo que puede dar lugar' a lnesponsabilidar\ civil y El tipo doloso de omisión
permite la legítima defensa y las reglas de la participación criminal.
. ,· .

-.•
" . .' " .

p¡-esl/pl~eslos' objettvos de ¡/na eXCllsa'abso.lutoria


4_6_ El 'error sob,:e los Guillermo A. Lucero Offredi
•••••
Sostiene co~ razón SPOLANSKY 58 que en ciert,as excusas absolutorias como
la del art. 18Sc.P. -qüe exime de responsabilidad penal,' entre otros, a los
1. CRITERIOS DISTINTIVOS ENTRE ACCiÓN Y útl1IS,ÓN.
cónyuges, ascendientes, descendientes y afines en línea recta; por los hurtos,
defraudaciones o daños que recíprocamente se cáusaren- se puede admitir la
1.1. Su concepto nntural o normativo. 1.2, C1ases d,e :;.
omisión: omisión propia (o simple omisión) y omi- r'.
eficacia del error sobre la existencia del vínculo parental con la víctima.
._-.
.c Partiendo· del principio de la soberanía del pueblo· consagrado por
'c! 3rt. 33 C.N., entiende el profesor de Buenos Aires que las. leyes penales
· "están dirigidas a todos los habitantes capaces d. comprender su significa-
sión impropia (o corrlÍsión por omisión).
2_ LA OMISIÓN SIMPLE.

3_ LA·OMISIÓN IMPROPIA_ 3.1. Objeciones provenientes


c.
i::' ."

••
c.
do, y éstos .tienen que conocer: a) los hechos que han sido. considerados del principio de legalidad.·Cláusula ~e equiv¡Ü~nci~;
3.2. Las denominadas "fuenles del deber de (lcluar
. ""relevantes para: la razón o fundamento de, la inCriminación ,en cada ca'so
previsto por la ley, y b) poder saber q;le a' esos )Jechos se les asocia (posición de "garante"), '-'e
'norm~tivament'e una sanción retributiva_ Precisamente.panl al~anzar"e'se 4. LA CAUSALIDAD DE LA OMISIÓN, LA IMPUTACIÓN OB-
· óbjetivo las ¡eyes s~n previas y públicas .... Por cierto cju~ apoderarse de ,--e
cosas ajenas esun hecho antijurfdico' y constituye el contenidó de la norma
, prohibitiva. Sin embargo, d poder cono~e~ es"ia hórma no eS"s'uficiente;pára
JETIVA.

..-..•
.'.
',"

furidar la responsabilidad penal, ya que ella presenta unúeconstrucción ."


egoísta:'olvida que el destinatario de la'ley penal tiene quepoder s.ber bajo
qué conditiones se le asocia una pena" 59;' . '. .,'" ":-'i
.:.-. '.'

••
~1 Tratado de derecho pellal. Parte ge/leral, 4- ed, completamente corregida yamplia-
da, Irad~cc!6n de José Luis Manzanares Samaniego. Comares, Granada, 1993. p, 420.
ji "belito, error y excusas absollúorias", en Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia

renos
'-..-.,..
,.,:,.

,..

'.:ce
PeniJl, año m, Nna 4 y 5, Ad-Hoc, Aires, p. 109 Y ss.
"Ob. cil., pp_ 117 Y 118. "',:

1
','.: .':- ',."
" O',

",

n. ,'j,
' . i ':

1. Criterios distintivos entre acción y ~misión

1.1. Su concepto natural o normativo

El concepto de acción., como comportamiento humano. ya hasidCl de-


sarrollado Stlpra, en la Lección 7 de es.ta obra, por lo que remitimos a lo
que -con toda solvencia- se ha dicho arrespecto. Lo que allí se expusiera
está referido a la acción en sent(do amplio y. por lo tanto, resl.l.ltr1 extensi-
vo a ¡as dos modalidades con las que -co'nforme se admite unánimemente-
:',
ella puede manifestarse;' esto es, a la acc.ión que se expresa positivamen.te,
como un hacer, "llamada acción en sentido estricto,' e igualmente a Ja oue
se manifiesta negativam~nte. como lIn.,~·~ ha.cer, denominada'·om~siór.·
La distinción entre las formas que pl,Iede revestir la ac'ción.(en sentido
., amplio)ha dado lugar a discusión entre quienes la'resuelven en el pl(\t.~
lIonllativo, por un lado, y los que, por el otro, sostienen que hi acción es "en
sr misma, ajena a t0d~.valoración" I y, así, afirman que una y otra modali~

I Con fr. NUÑEZ, Ricardo e, Mallllal de derecho pellol, Parle general, 4" ed. actuítli-

zllda por Roberto"E. Spinka y Félix G~nzález, Marcos Lemer. Córdoba, 1999, p. 17.3. Este
notable autor no"dej6 de.advertir el ingrediente normativo en la acción, descte que al alur1¡r a
la relación de callsalidad"{incluida en aquella noción), señaló que traduda también ,'na
"
cue~tiónj!lrídica en t~nto la. ley pedal aprecia como jurfdicame/lte válido UlI deterflli.,aclo
lipo de relación causál fáctica" (ob. cit.. p, 125); así también, ni momento de referirse
"concrelamente a la omi~ión en "su Tratado de derecho penal (1. 1, Lerner, Bs, As.; 1976, p.
" 237), expresa "es un conceplo normativo, porque s610 tiene sentido cuando la in~ct"ividad
del indjvi~uo se mira con referenCia a una norml que demandaba una aclividad"; e inclusC] en
el Mallual ... -citado- seiiala que "la omisión "no trasciende simplemente como"tal"al derecho
penal, sino como una omisió." penal mente tfpica, vale decir, como una conducta contrarh I!
---------------------------------------------------------------------------------------------------------

••••
~,

296 . Guillermo A. Lucero Offredi'


Ellipo doloso de omi"si6.1 297 .
••
•••
d"d Se distinguen dntológicamente. Esta última i~situra, congruente con la Para sadsfncer semejan?e demanda, parte de la doctri"na s·e ha inclina-
concepción natural de la a~ci6Ii'adop[ada inicialmente por el positivisnlO

•••••
do por identificar la omisión con la ;l1acrividacÍ, y atribuirle -por lo tanto-
jurídico o científico ~, pretendió encontrar un sustrato fáctico a uml y otra una s~lstancia fáctica opuesta a la comis!ón c.omo actividad 4. As.í se expre-
modalidad, lo que imponía descubrir la sustancia Óntica que las caracteriza- só que mientras la acción es propia del autor cuando su comportamiento

••
rse y permitiera distinguirlas. Además de esta exigenc¡a, que hacía a la co- "ha sido impulsado causal mente por su voluntad, eso no ocurre siempre
here'ncia del sistema que se propugnó en los 'albores de' esa etápa de la respect'? de la omisión, porque cómo sllcec.e en los casos de olvido. una
esciJela dogmática (cHusalismo), el criterio lIatw:alista fue impulsado tam- inactividad puede resu·lt.ar Jjena-a un efectivo impulso voluntario" 5. Empe- \
bién por la estrecha vinculación que de esta cuestión se hizo Con el presu-
pueslo de un derecho penal fundado el! el hecho cometido y no ·en las
condiciones o cualidadesdcl ailtor, todo lo cualllev6 a recliaz ar la idea de
ro, el conductor del rodado que por distracci6n cruza una luz roj.l y lesiona,
. a un peatón, al igu~1i que el" camionero ~Lle 01 vida cuidar del. Illi.\llle.llimiento
de su unidad y, por ello. provoca un accIClentt! mortal al quedarse SIO frenos. .
•• .\~
que la omisión pudiera constituir una simple creación del derecho. A esta también incurren -respectivamente- en inadvertencia y olvido, y .~o por ello:
tesilura seguramente ha contribuido la sentenciosa observación de ARMr~
KAUFMANN: "El ordenamiento jurídico no ¡i'uede, de niJiguna manera, hacer
nacer mediante exigencias o -valoraciones algo que,' si no, no· exist"iría; el
se dirá que ~u comportamiento ha dejado de ~jcr impulsado causa;'.mente por
su voluntad; tanto es así que se les atribll~.rá las. acciones coa:.isivas de
causar un daño en el cuerpo o salud de otro (lesiones culposas) -al primero-.
••
. acento valora ti va no hace un Algo de una Nada, sino que únicame'nte pue- y homicidio culposo -al segundo-'. Otro autor ha sostenido que ¡~l omisión
••••
. de hacer de Un Algo un Algo v'alorado" '. . .
....
"es·un núcleo energético reprimido. pero con posibilidades de d~senvolvi-·
miento", y que objetivamente "es la no realización de algo", lo cual le pro- ••
•..'
porcionaría realidad óntica 6.

U}l 1~~nda[Q implícilo .~e la ley penal de real~zar ~na accién'~. (ob. ~il., P., .1.31) .. En este
.:'

senlldo, la visión de Seba;>tián SOLER se muestra d!~tinta destle:un principio, pues·bajo el
título de "acci6n y calfsalid~d'.' disdllg~ióla relación éausal !necanicista', de lo que· impli.~a­
~ NUÑEZ, Ricardo C., Manllal, p. 131; en el "mismo sentido WELZELdistinglle nmbas
nocio;les, aunque unificadas en el concepto común del comportamiento (citado por ~ID~.L, .:-.
ba atribuir a una persona las consecuencias de un tíecho·(OPA.·t ..J, p: 329) 'y, así; e-rifatizó
que una cosa eru ser ClHlsa ·de un ·resullado y, -o"tfa-'muy distinta, ser autor, pue"S"·.eÜo
involucraba una relación imputativa plena de valoración. De manera congruente, ni momen-
to de analizar la causalidad en la omisión la circunscribe al acto debido, fij6 el límite de la
impul.ación del.resultado a los casos en que el orden jurídico imponía al sujeto la obligación
.~.. 1
Humberto S., Derechq pellal. Parte genel"lll. Teoría del delito,. Advocatus, Cba .• 1991, p. 93).
, Ibíd.
6 Conf. VIDAL, HlImberto S., ob: cit., p. 94; más detalles por el mismo autor e·o
"Delitos de omisión", Doctrina Penal, ~ño 1, N°. 0, Depalma, Buenos Aires, 1977, p. 1.65.
.

•• •
SERRANO PlEDECASAS, José Ramón. en Crítica formal del cOllcepto de la omisiólI.
de eVitarlo, y diO la razón a MEZGER, en cuanto a que '_/el·estudio de es las condiciones ...
con:espon~e propiamente al aspeclo antijurídico de la acción; pues en· él io que se resuelve
es SI el sUJeto·t~nía o no tenía el deber jurídico de evitar el resultado'·' (ob. cit:,.p. 341).
1 Al enunciar los caracteres esenciales del delito,FranzVON LISZT (Tratado de dere-
AOPCP. Fasc. rn, Madrid, 1993, p. 1007, parece coincidir -por lo menos en parte- con .
Vidal, al decir que "son dos las p-ropiedades constitutivas del concepto; una propiedad de
ser -el comportamiento-, en este caso pasivo" (el destacado en cursiva nos pertenece).
También parece de acuerdo ENGISH -cilado por STRUENSEE, Eberhard en Actl~"r y
••
cho pellal, Iraducción de la 20· eHición alemana por Luis Jiménez de Asúa, ·2- ed., Instituto
Editorial Reus, Madrid, p. 262, t. II), comienza por el elemento.aclo humano; y:al tratar el
delito como acto indica que "se debe partir del concepto general del·acto, y. deb~ hacerse
om;I;r, delitos de comisión y de omisióll, p. 12 (facsímil ~in pie de imprent3)-, c~ando
expresa que "actual' es ra apiicación de energía en una dirección determinada ... omitir, la no •••
•••
aplicación de energía en 'un; dirección determinada". De acuerdo a esta visión sería posible
abstracción,. e~ CUanto es pos.ible, de su sig~ificací6n jurídica. Pues el delito está· precisa- " Ílfirmar que un siÜ~~o 'lile permanece quielo omite; empero, aun ae~de el punto de vis.tu
menle COflS[!tuldo por un acto, y debe ser estImado como taL ... En esta consideración tiene natural, se .advierte que el bombre es un ser dinámico~ y que está Inserto en un mediO
que prescindirse, en primer término, del valor jurídico del.acto: .. " -ob. cit.. p: 295-. . iglla!.rncnte dinámico; por consiguiente, para pennanecer-q~ielo -si ello fuera posible- d~be

.•.
JCitado por GIMBERNAT ORDEIG, Enrique, ':Sobre los conceptos de omisión y de aplicar una significativa dosis de energía ·que contrarreste la fuerza de la gravedad, la fnllga,
,. l·
. comportamiento", en Estudios de derecho penal,?- ed., Tecnos, Madrid, 1990, p. 183 .. elcétera,llIs cuales ex.presan factores que necesita ne.utralizar para mantenerse relativametl- ,
~
....•...
.",
"
:]
",.'

298 Guillermo A. Lucero Offredi ~Itipo doloso eje omisión 299

~oinddirnos en que la omisión Sl:Ipone necesariamQPtc un comporta- dad). Asiste razón a MEZOER cuando expresa· que omitir no implica no hacer
miento hmnano voluntario y. tambi~nt en que la libertad qüe se reconoce en nada, sino IZO hacer algo· que el derec,ho esperaba y exigfa que se hicie,.
la persona humana se infie.re de su capacidad para refrenar los impulsos se. En otras palabras, no es posible acceder a un concepto natural de omi-
instintivos 7. lo que deja Illgtr a la afirmación de que la omisión responde a sión, porque ello supondría remitir al conjunto Il.casi infinito- de actividades
una voluntad semejante a la que se expresa en la acción comisiva. Pero la posibles que el sujeto no desarrolló !o, ,
pretensión de distinguircomisión (acciÓn_"n sentido estricto) y omisión con En este último sentido la doctrina dominante en el ámbito.del sistema
una visión esti"¡ctamerHe naturalista y. prescindiendo de toda valoración, no continental europeo entiende que tant~ la accióllcuanto la om.isión no pue-
parece conducente, porque si en ambas existe una manifestación de volun- den captarse sino a través de la instancia valorativa, y que sólo es posibl~
tad equivalente es clara la imposibilidad de diferei,ciarlas a partir dcallí. La· distinguir una eJe otra mediante la regulación ele la norma rectora ctel C',ISO,
identificación de la comisión con la actividad y la omisión con la pasividad SILVA SÁNCHEZ lo expresa en los ~iguientes términos: "En el plano del ser,
no parece mcilOs infructuosa. Al respecto MEZGER destacó que la alriqu- sólo" hay procesos causales, algunos de loS cuales, 'que son capaces 'de
. :ción de una o[r~isi6n es perfectamente comp¡,1.t~ble con una' actividad muy sentido, esto es, interpretables 'J no meramente explicableS, rc\=iben el nOn1-:
intensa por parte del autor y, en el mismo sentido, aunque mirando la otra bre de acciones. Estas, ni ser contempladas desde perspectivas normativ~s
car3; de la moneda, STRUENSEE señaló que "un tipo. de oon'lisión puede tam- (es decir, a partir de algún siste,ma de normas, sea éste del género q~te sea),
" bién ser Teali zado omitiendo"8, Para comprobarlo imaginemos un lipa pro-
_'o
hibitivo represivo de la conducta que mejor traduzca la inactividad humana:
dormir. El precepto podría construirse de este modo: "Será sancionado el
funcionaría policial que, puesto a cargo de la custodia de presos, duerma Hl Más aún, rcpáresc en que mientras algunas de las a~cionesposibles súfalúonciliablc~
,durante su guardia" 9, ¿Podrá decirse que el delito -de comisi6.n, puesto que entre sí, de modo que dejarían lugl)r para sostener que ei sujeto omitió re~lizar todas ellos
',' ,
viola Una norma prohibitiva (no dormirás mientras custodias los presos)- se (v.gr.: el agente no caminó por el pasillo y tampn¡.:n J.!ritó. dl' ... dc que bien pudo recorrerlo
comete median'te una inactividad, olque ella carece del sustento fáctico que vociferando), otras muchas resullan absolutarnente illl:\JIL1p¡ltibl~s; A~l', c.1 sujeto ql!!! ~r.
exige la preservación d.e un d,!recho penal del hecho, por oposición al dere- maneció detenido de pie y conversando amigablemente con otra persona, se podría atribi.lit
. -desde una' óptica naturnlista- además de aquéllas (caminar gritando por el pnsi¡:o), las
cho penal de autor? Pareciera que nO_ El ejemplo dado tiene la Virtud de
siguienle~ omisi'ones: no se manlUVO callado, no se sentó.. no se arrastró por el p~sillo,.no
mostrar que cualquier conduc'ta humana puede ser vis.ta nO~Í11ativamente' descendió al sótano de la casa, no se colgó del !echo¡ no corrió, no ~aldijo asu interlocutor,
como el desarrollo de una actividad positiva; y también que la acción (co;"o· etcétera, sea porque traducen comporl;únientos naturalmente alternativos (hacer una COSll
comisión) y la omisión, guardan totál indepen~encia cO!"ella (con la ac.tivi- impide hacer la aIra, v.gr. caHnr·hablar), sea porque implican modalidades alternatiVil'i en el .
desarrollo de una misma acción (con prisa'o sin eHafLa finitud humana·genera la pnradojP
de que la expresión más ple'na de su libertad, el acto de e.lección, fatalmente i~pl~que
renunciar a todo aquello que no se ha elegido. Por consiguiente, y aOle el absurdo de Impl~tar
conjunta y simultáneamente una pluralidad de omisiones incompatibles: ¿cuál será el ~nte:~
rio pilrn determinar ·con una visión puramente noturnlisto-, qué ,porCión de las. ar:ClOnes
te inmóvil. STRUENSEE -ob. cit., p: 13-, cita aSTOFFERS, Formel, p. 97, en cUimtoafirma posibles será escogido -en desmedro de. las restantes acciones posibles olternutivas~, para
que el hombre "prácticamente nunca se' t;ncuentra en una situación de completo reposo", imputar.a alguien su omisi6n?-En su caso,'¿podrá usurparse sin más la de~isión del &gcnte,
porque nadie puede evit{\r ciertos mÍ>vimientos. Sin perjuicio de que, en cuanto son inevita-
.,:. o deberá brindarse a él la elección? En uno y'otro cuso, el absurdo vuelve a presentar~e,
bles. tales movimientos 110 traducen una conducla humana voluntaria, hi observación·sirve porque la omisión ya n9 habda' ~xistido en el momento del comport~mienlo,.sin~ .en.ln
para subrayar que la inmovilidad pm:de demandar una aClividad-'denodada y fatigosa. elección ulterior, sea del que juzga, :ien del autor, No dejamos de adverUrque I~~ omlSIOnl.'.S'
'En palabras de Max SCHELLER, en la capacidad de decir no. con las que se ha ejemplificado aquí no-serían penalmente releva~tes: pero pre~ls~men~c se
I Ob cit., p. 2. han mencionado cosos que cQnfiguran omisiones en la primera.a.cepclón del DlcclO~ono de
9 Aunque para otros fines (brindar un ejemplo de acción irl/rollsitivá) SOLER cita el delito la Lenglla Castelltllla, vale decir simples abslellcioiles.de hacer o decir, pues.ello 'pon~ en
pre~i~to en el Código de Justicia Militar, del r.entinela que se durmiese durante su guardia. evidenc!aque es necesaria una valoración para definirlas.
'. '"''".
,'o, ),"
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]00 Guillermo A."Lucero Offredi

pueden manifestarse como comisiones o cOmo omisiones" 11 12. El" único


,1"
El tipo doloso de omisión

do, y el autor del hecho ha matado a otro, parece evidente que éste no ha
301

•• •
••
modo de concebir la omisión -por consiguicnte- consiste en la confronta- violado, sino cu",plido ·Ia previsión del tipo penal. A partir de estas·
ción entre compo.rtarnlento desarrollado realmente y ~ma conducta posi- " .: constataciones BlNDlNG desarrolló la tesis de que el objeto de la violación es
:ble; yen cuanto omisión jurídicamente relevante, con la condllc/a debida. la norma penal que eslá elípticamente contenida en la ley, y que 15gicamen-
y ello no puede hacerse sin exceder el ámbito de lo natunil; será imprescin-
dible acudir a una instancia normativa que permita definir ese algo que el
te la precede: puesto que la vida humana es valiosa se prohibe de"truirla (no
••
.,.••
matarás a otro), y para elevar a norma jurídica tal prohibición, la ley asigna
autor debía hacúy que'-pese a que podía- no hizo ". una sa~ción al q"ue lo haga (el que mate a otro será penado) 16.
A pa~tir de est.3 premisa, la distinción entre acción comisiva (o en De lal modo, y dado que la voluntad de la norma sólo pued" expresar-
sentido estricto) y acción omisiva (omisión) habrá de extraerse de la norma " "' se ordenando no hacer esto, o hacer aquello, invariablemente habrü de adop-
de que se trate, por lo que conviene remitir aquí a lo expresado al desarro- tar la forma de mandatos {para que se desarrolle positivamente una con-
llar la "Teoría de la ley penal" en esta obra 14. Más allá de tales precisiones ducta), o prohibiciones (para que no se haga algo en concreto). La natura-
'y de las críticas que "ha merecido Su teoría de'las normas, puede ser ilus-
trativo recordar.¡as observaciones de BtNDlNG " en el sentido de que el
autor deun delito no viola la ley penal, sino que -al contrario- lo que hace es
acomodar su comportamiento a la descripción 'de la conducta humana que
leza prescriptiva o prohibitiva de la normatie extrae de la conduo::ta que la
viaJa, pues sólo ésta ~stá expresada en la ley, desde que .ella "" limita a
mencionar cuál es el comportamiento que debe ser penac!o. Por ende, la
norma tendrá siempre un sentido inverso al del texto legal: si la ley san-

.,.;.•••
contiene el precepto legal que la SOrne té a pena. Así, el homicida no ha ciona un hacer algo (¡natar a otro), es porque la norma es pwh:.bitiva (no
.·violado el arto 79 c.P., desde que se limitó a realizar lo que éste prevé bajo matarás a otro); si la ley castiga un no hacer a,lgo (omitir auxilio) es por-
sanción retributiva. En efecto, si la ley reza el que mate a o"lra será pena- que fa norma mandaba hacerlo (prestarás au'¿ilio). Co·n este ~ecanisn1.o
es posibie diferenciar con claridad los tipos de omisión, de los de comi-
. sión: en aquéllos la norma ordena hacer algb, en éstos, 10 prohibe ". Como
c.<,•
Jt

.'~.

'';.c.
II Confr. ((Comisión y omisión. Criterios de distincióm), p. I3 Y ss., Consejo General
Poder Judicial .. Cuadernos de Derecho Judicial, "La comisión por omisión", ,dirigido por
Enrique GIMBERNAT ORDEIG, Madrid, junio de 1994.
~-.
16 A partir de esta construcción se ha sostenido que la ley contiene, además de la
, 12 Posiblemente con el propósito de preservar el presupuesto fáctico de un derecho , "~xpues(a. otra norma dirigida II la autoridad pública, para que" haga" lo conducente a la
"pellaf.del hecho, en materia de omisión algunos autores optan por la remisión al comp0l1a- aplicación de la pella que ella conmina para el autor del delito, pero el análisis de la cuestión ~.
miento positivamente realizado por el autor; de tal manera la omisión no consistiría simple- . excede loslímiles del desarrollo que nos hemos propuesto, Circunscripto a la distinción
mente en no haber hecho lo que se exigía, sino en ejecutar un comportamiento distinto al
debido. Así, BACIGALUPO, Enrique, Delitos impropios de omisiólI, PannediJle, 1970;"·p.
71, dice "la omisión sería la realización de cualquier'conducta que no fuere la ordenada", citado
entre comisión y omisión. Más detalles proporciona Carlos"Julio LASCANO (h) en esta
misma obra al desarrollar "La ley y la norma penal".
11 Algunos casos pueden ofrecer cierta diti'cultad, v.gr. la retellció" "ilegal de detenido o
•••
por VIDAL, Humberto S., ob. cit., p. 94: también ZAFFARONI, Raúl Eugenio _ ALAGIA,
A:ejandro - SLOKAR, Alejandro, Derecho penal. Parte general, Ediar, Buenos Aires;2000,
p. 544 'i ss., adhiere a-Ia tesis del aliud agere; por su parte MIR PUlG, Santiago, Derecho
preso (art. 143 inc. 1 c.P.), al igual que la omisión de liberar al dele"nido ilegalmente (art.
143 ioc, 6 c.P"), parecen cont~neruna norma que ordena hacer algo. En efecto, el texto de la •••
pCllai. Parte general, 4- ed., Tecfoto, Barcetona, 1996, p. ~96, se expresa, aunque menos
primera disposición reza: "~I funcionario que retuviera a un detenido o preso, wya sol/ura
"" haya debido decrewr o ejecutar"; el de la segunda: "El funcionario competente que teniendo ••••••
.:.
exclllyenlemcntc, en ténninos parecidos cuando escribe "el tipo de omisión ... suele cometerse noticias de una detención ilega!.oi"iliere, retardare o rehusare hacerla cesar o dar cuenta a la
mediante la realización de llna conducta activa distinta de la ordenada". áutoridad que"de~' resolver". Se han destacado en cursiva"los términos que pueden genera~
;.~:

.•.
IJ Conf. STRUENSEE, Ebertlard en Actllar y omitir, delitos de comisión y de omisión, confusión, pues de ellos podría inferirse que la norm_as contenidas en "tales preceptos
ob. cie., p. 15. " mandan desarrollar determinadas conductas: decreta o ejecuta la debida"soltura del detenido
14 Por Carlos Julio LASCANO (h). o preso (inc. 1 del arto 143 C.l.l.); y hat. cesar (y sin tardanztt), la detención ilegal de que
¡.s"Citado porSOLER, Sebastián, Derecho penal argenlillo, TEA, Buenos Aires, 1970. L l. p" 110. tengas noticia, o da Cllellta de ella a la autoridad que deba resolver. En realidad, debe tenerse
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l' .}~ '302 Guillermo A. Lucero Offredi El t.ip.o doloso d.e OI~isión 303,

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puede advertirse, la distinción entre tipos de acción y tiP9S de omisión, se
extrae del sentido prohibiti va o prescriplivo de la nom'!. (según que ella
mande o vede el desarrollo de determinada conducta); vale decir, la dis-
importa, ni mucho menos, sostener que la omisión. pueda prescindir de las
notas comunes a todo comportamiento humano voluntario. Por.consiguiell-
te, la concurrencia de cualquier causa que lo .excluya impedirá que la 'qmi..;
,sión le 'sea atribuible como obra s~y,~"(v,gr,, si los maleantes coparon la

'.'n
• 'n tinción no es natural, es normativa IR .
De acuerdo a lo dicho, la ornisión se refiere exclusivamente a la COlh comisaría -o preGinlO- y dejaron encerrados, a todos los policías.en una de
ducta que el. derecho le exigía desarrollar, por lo que en modo algunore~ las celdas, no podrá imputárseles la omisión de asistir a los restante~ pre-

,."'!
quiere pasividad física en el autor 19. Por estas razones, parte de la doctrina sos, pues ha mediado lIna fuerza física irresistible que, como faz negativa
• 'n elude tratar la problemática del a onlisión en el capítulo del comportamiento de la acción, se aplica plenamente también a la omisión), "
humallO, y se inclillan por ~lsjgllarlc la ubicación que aquí se le ha dado, al Con lo dicho hasla ~qllí, dejamos fijadas las sigUIentes premisas:
1(;. • :'"tl: desarrollar el tipo doloso de omisión'" o el tipo imprudente, Empero, ello no , a) La acción (en sentido estricto) y la omisión no dependen de que la
f~ ."1:. conducta del sujeto haya expresado actividad (como movjmiento corporal)
o inactividad (su ausencia) 21. I ... . ;
.:')11 '"
b) Los tipos de coq,isión se ,distinguen de los tipos de omisión segílli
.St presente que una y otra son formas de comeler una privación ilegal de la libertad, por lo que
que la norma prohiba desarroll~r determinada conducta (comisi.ón),·":! que·
;.I!! la norma contenida en cualquiern de estas figuras, lo que en verdad establece es una prohi. ordene cumplirla (omisión)" '
. e) Tales normas se encuentran elípticamente contenid~s. en.1a ley y,
~ e .'n~ bici61J:' 110 prj¡'es ilegalmeme de Sl/ libertad a otro, Sea omitiendo decrl!tar o ejecutar la
l:orrespolldiellre soltura, sea por /la hacer cesar oportunamente o por 110 dar Cuenta a la
autoridad que deba resolver sobre una detención ilegal de que tengas noticias. Po~ consi~
lógicamente, la preceden, ~u carácter (prohipilivo o prescriptivo) se,infiere
invirtiendo el sentido de las conductas descrjp,tas en'los tipos delictivos ~ue
;\

¡ ••
' . il)
)1
:guiente, limbos son tipos de comisión; lo que ocurre es que el d~lito se consuma. por la
omisión d;: cumplir determinados deberes que particularizada mente competíim al funciona-
rio; vale decir, son delitos de comisión por omisión, cuyo concepto se d~snrrolla il/fra.
respectivamente las incriminan. - .

1.2. Clases de omisión: omisión propia.( o simple omisión).y


.

("ri.;i;J1t

••
rf¡ 18 Confr. GIMBERNAT ORDEIG, Enrique, i<Sobre los conceptos de omisión y de

:1, comportamiento)), pp. 182 Y 183, en Cuanto al carácter normativo de la omisión, sin perjuicio impropia (o comisión por omisión)
de reconocer realidad ontológica a~. no hacer humano: "Laomisi6n es una especie tlel género no

'•,.
~.~ hacer, es;),!cie que viene caracterizada porque, de entre todos los posibles comportnmienlos
En la lección anterior se ha visto que. los tipos de comisión P\J.cden ~er
pasivos,.,SI! seleccionan (normativilmente), sólo aquellos que merecen un juicio nxiol6gico
~,~I negntivo: la omisión es un no haC(~r que se deberra hacer ... un no hacer desvalorado". de pura actividad o de resultado, En el primer c'asola consumación ~el
19 Conf. MIR PUIG, Santiago, Derecho pellal. Parle general, 4- ed .• Tecfoto, Barcelo- delito solamente demanda Ía realización de la conducta prohibid, -v,gr. Vi?-
"¡I
•• 'H
'-'!;;
na, 1996, p, 296,
lU Ib(dem. Sin embargo, cabe destacar que pese a que este autor·parte de la premiSa de

Que "la prl!sencia de una oOlisi6n no depende del carácterf(sico-natumlístico de una con-
.. ducla cotila activa o pasiva, sino de la estruc~lIra del tipo y de su· significado COJ.1lO base de
, lación de domicilio,art. 150 c.p,- en tanto que en los delitos de resultado les
preciso que la aoción determine una modi:tIcación sensible de] mu~do ey'e-

•• -¡: la infrac(:i6n de una norma penal }receptiva",lo cual r'emite al tipo penal;al momento de
ilbordar el tralCllniento de la omisión impropia (o comisión por omisión) ·s910 admisible en
los delitos de coinisión-Io desarrolla en la lección corresp·ondiente al tipo de omisión,Esta

•• ,
~~

suerte de inconsecuencia sistemátkn en la doctrina dominante en Alemania ·c~ya innuencia lesivas es esencial ni momento de la atribución de ese resultado al autór, nQ por eso deja de.
-1; ser un mecanismo al seryicio de la tipiddud de la conducta que impide causarlo,"por lo que
es notoria en España y también t:n nuestro pufs-, responde ~Bparentemente- a la 'opción
" metodoJó!:ica derivada de la observación de que "todos lo.f delitos'de omisiól1, propios e la norma collfellida en fa ley penal illvariablemellle habrá de ser prohibitiva (v,gr.. l1o

•• impropios ...• cO/lstifuyen infraccio/les de normas precefJfil'as" (JESCHECK, Hans·Heinrich, matartÍs); empero, la ubicación deltratarnierlto de la omisión impropia, como modalidad lle
~i; Trtlw(/o de derecho pellal. Parf~ general. 4- ed. completmnente corregida y ampliada, la omisión, ha sido dominante. antes y ahora.
traducción de José Luis MANZ/~NARES SAMANIEGO,· eomares, Grunada, 1993, p. 21 Conf. STRUENSEE, Eberhard, Actuar y omitir, delitos de comisió11 y de cmüipn,
"l¡j cit., p. 15. ..

••
541). En nuestra opinión. si bien es cierto Q.ue el deber de evitar ciertas consecuencias
, 1
.)
'~

'01
.'.
Guillermo A. Lucero Offrcdi ~.•
•¡.r.
El tipo doloso de ,omisión 305

rioC" separada física y temporalmente dc la acc'ión del sujeto 22 -v.gr. la modo (genéricamente), la acción que supone infringir la prohibición.("e! que
extorsi6n, prevista en el arl. 168 de nuestro c.P.-, requiei~ que, como pro- matare a otro" delart. 79 c.P., "el que' deshonrare o desacreditar" a otro"; ~.
ducto de las acciOnes típicas, el autor obtenga que la víctima le entregue la 110 C.P., etcétera), en los delitos de omisión c_abitualmente seliac •.. preciso
eos'a, el dinero o el documento exigido. Pues bien, d.el misrn·o moda, los tipos calificar a.l sujeto activo· del delito, para referir la omisión:a la ob:;ervancia
de omisión pueden ser también de conducta y de resultado; 'pero debido a de ciertas obUgaciones a su cargo (v.gr. ar.ts. 274 y. 248 .-úl[imo.,t;~lpuesto­
~.

i.ü.
que éstos se distinguen de aquéllos por el carácter prescriptivo de la norma c.P.)¡ o bien definir la situación típica en que se impone ,a todos" cumplit
(que I/Iemda hacer algo), en el primer caso ella se limita a ordenar el desa-
rrollo de cierta conducta, en tanto que en el segundo impone, además; que
una determinada conduCta (art. 108 c.P.) o bien ambas cosas (art. T77 inc..d
C.P.). Desde luego,· también es necesario que ·ella describa apropiadamente
He
mediante ej desarrollo de la conducta ordenada se. evite un ·resultado lesi-· cuál es la conducta ordenada; finalmente, la nlribución de .la omisión que
vo para el bien jurídico protegido. configura el delito exige que el sujeto haya podido realizarla. Por consiguien-
Los de. la primera categoría reciben el nombre de delitos de omisión te, los elementos que estnl(;turan el tipo de omi~ión simple son: a) la situación ~.
propia (o de simple omisión); los de la segunda, delitos de omisión impro-
. pia (o comisión poromisión). Ahora bien, debe advertirse que por un lado
típica generadora del deber de obrar, b) la no realización de la acció" ordena-
da; y c) poder fáctico para realizar lo ordenad" (capacidad de obrc,rl.· .'
'•.
,

'•.
la ley r.egula c·asos en los que expresamente sanciona la atribución de un . La remisión al clásico ejemplo de delito de omisión simple, previsto en
. resultado a la omisió~ de evitarlo (ver los ejemplos referidos en la nota 18 el ar~. 108 C.P., Y denominado omisión de at/x.ilio, será ilus~rati~'~.: a)lí se
de esta lección -arts. 143 incs. 10 y 6° c.P.-J, en tant.o ql;e por el otro lado, reprime con multa al que "encontrando perdido o d~s~mp,!rado.a 1111.I~lenof
todos los delitos de comisión y de resultado, en principio, podrían ser de diez años o a una persona herida o inválida o amena~ada de, Ui1 pe.Iigro
cometido·s por omisión, si es c;oncebiblc que una persona quede colocada ~u:alquiera, omitiere prestarle el.auxilio necesaxio, cuando P~.~(~.~.~ ~a~er~o l.,
en posición de garante, vale decir, obligada a evitar que la lesión al bien
jurídico se verifique. Por consiguiente, dentro de los delitos de omisión
impropia cabe distinguir los casos expresamente regulados por la ley penal
sin riesgo personal o no diere .
aviso'inmediatamente
.
a. la autoridaq" He allí
. • . . .J ...
definida la silllaciól1 típica generadora .del deber de obr.a.r., ... .., ....
Como puede advertirse, y conforme a un derecho penal de·signo pred9~

~.

'0)

•'.
de aquéllos que no han sido previstos de ese modo, al punto que muchos minantemente liberal, la ley no impone el deber genérico de.:aYu.da.r a. todo
semejante que enfrente cualquier necesidad, sino que ha detcfri:ii,nado cuál es
••
'.
autores incluyen a los primeros dentro de la categoría de delitos propios
de omisión, y reservan· la designación de omisión impropia para los segun- 'la situación que hace nacer la o.bligación de auxilio, con directa vÜwúladón a

--l.
dos (conf.MIR PUlO). los bienes tutelados en ese título del Libro Segundo del q9il\2·h~al.(vida~
integridad física de las personas). Frente a esa situación de 'necesiclad de-
. mental de una persona (sea por tratarse de'~n ~e~orde di.eZ'.~p~sperd;docl
2. La omisión simple desamparado, o porque es alguien que .está herido, inválido o amenazado <le
peligro), la ley impone el deber deauxili~rlo,¡)ero a ~ondicióride qU~ ·see~~.

••l.
. . . . . . . .. . . . . . I

De acuerdo con la concepción del tipo complejo,Jos delitos de omisión cuentre con el necesitado (ha existido pOlémic,. entre quienes,p'iens~~ q~e.yi
cuentan también con un aspe¡;to objetivo y otro subjetivo. A diferencia de lo
que ocurre con los tipos dolo5::>s de comisión, en los que frecuentemente es
posible prohibir de m~nera ge.lérica una conducta y así incriminar, de igual
autor debe hallar'"o darse ton él, y quienes sostienen ~ue e.I t~~.in(?""elú:·i.J11trá1~e
incluye a quieil se .enconlraba·con el·o~ro desde antes que !st.ir·gi~·ra·'su necesi~
d~d), y también d~.que pueda asistirlo sin riesgo p~rsona¡'''. . . .. ,

. .:~i:~ ... ,
.'.
~.

21
,.
,
Confr. LASCAND, Carlos J. (h), "Tipo doloso de comisión", en esta obra.
Conf. nuestro trabajo "Abandono de personas", en Eswdius de lasfigllras delictivas,
1)

dirigido por Daniel Carrera, 1. l. Ádvocatus~ Córdoba; 1994, pp. 212·Y 2Ó. • ••••
.1• .
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~, .,'1-
, ~-"" 306 GuillermoA. Lu~,ero Offr~di EllÍpo doloso: de omisión 307

e
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'V-
e ::¿:' En segundo lugar, la ley indica el cQmportamientoqlle debe observar
quien se halle ante'una tal situación, cual es e~ de presrar'2útxilio. Ya se I{a
tisf~ce CO.ll aceptar (asentir) el hecho (dolo eventual);y en 'segundo lu-
gar porque "tanto en los delitos de acción corno en los de omisión ,es
'dicho ameriormente que la oritisión no se identifica ni requiere la pasividad, necesario decidir realizar una.conducta", de modo C'iJt~e c.onCluye :
pues lo'v_nico reJevanlc es que el autor no desarrolló la 'conducta debida. atin?damente a nuestro modo de ver- que ,no se regi~trtl: ninguna altera-
.':' En terc€r lugar, será,preciso que el alltar-'haya tenido capacidad de ción de la estructura misma del dolo en dichos delitos ".
......
e' hecho para realizar la conducta, que es 10 que se denomina capacidad de
e',:, obrar. Algunos relacionan, en el caso que usamos de ejen~plo. dicha capad-
3. La omisión impropia
e . dad de obrar con la salvedad que contiene la ley, referida al riesgo personal,
pero entendemos que eHa más bien afecta propiamente la existencia del de-
e< . ber de brindar auxilio; en rcalidad, la capacidad de obrar desaparece, y.con Ya se ha advel1ido qu~ los tipos comisivos pueden construirse de modo


e,
ello la po~ibilidad de atribuir materialmente la omisión a quienefectivamente
estaba obligado a actuar, por los mismos factores que toman involuntario el
tal que la lesión al bien jurídico protegido provenga de la omisión, por el autor,
de hacer lo conducente para preservarlo. Al respecto, los ejemplos consigna-
dos en la nota 17 son suficientemente expresivos (arts. 143 incs. 1 y 6 C::.P.;

••
/, comportnmiento (fuerza física irresistible, movimientos reflejos, etcétera).
En cualito al llamado tipo súbjetivo, MIR I'UIG cita las'opiniones que íámbién pueden citarse la hi~óte.sis del abandono a su suerte del incapaz o
encuentfa" una peculiaridad en el dolo de esta Clase de delitos y las refiere en incapacitado delart. 106 c.P., los tres primeros incisos del arto 144 cuarto y el
'.los siguie.lltes· términos "se alega que con frecuencia falta en el actuar omis"lvo arto 144 quinto C.P.)_ En todos estos crisos la atribu'ción del resultado a la
e'
·
el momento de decisión activa, característico dc·hi acción p"ositiva dolosa, , omisión de impedirlo proviene de la propia ley penal que expresamente


.~,
","
correspondiendo a la pasividad de la conducta externa la pura pasividad en la
'voluntad delaútor( ... ), v:gr. en el sujeto previamente decidido a no socorrer a
ninguna víctim~ de tráfico que se pueda enconlrar, pues en el m~mento en
inc~mina el incumplimiento del deber de resguardo. por lo que con tpda. Dr('l··,
piedad puede decirse que se trata de tipos de comisión por omisión. ..
Pero ocurre que, en todos los delitos de comisiór y de resultado, (ma-'
que efecti'úlménte tropiece eDil un accidentado y anlita pl:estarle auxilio (úni- terial O formal), se genera igualmente -en abstracto y en principio- la p<'Si-

e" co momento de la conducta típica), nO precisará adoptar hiúguna resolución bilidad de que alguien afectado porlaobligación de resguardar el bi¿njurí-

•• activa de "aJuntad para ello, sino sólo no decidir cambiar de actitud".·


Tal observación condujo a algun.os au'totes a negar ~e:·n ·estos casos-
lapresérda de dolo, o bien adaptar su conc'epto a la "Iáesúúctu,,; de la
dico, haya omitido. pudiendo hacerlo, evitar la lesión respectiva. A.sí, pese"
~e el homicidio (de nuestro art. 79 C.P.); se limita a describir la ,cción d,e
ma.tar a otrp, la doctrina .y.juri~prudencía·mayoritarias.~nacjonal yextraJi-

.-'.
;1 • ~,'

,e '"
<.;:.::
pasividad, presCindiendo enél del requisito -delquereryc'oiltentándose
o
cOn 'el de, COllocer (JESCHECK)", bien úustituÚ "la necesidad de verda:
dero dol,)" (querer lacomisión del hecho), por un no
ordenado (con cita a ARMIN F:AuFMANN, y ¡.WáZEL)". MIRl'UIG rechaza
querer
réaÜzar lo

tales plameos con dos a'fgurI!entos: en primer término señ~la qúe tampoco
jera- no han dudado en reputar -en ciertos casos- autor de: la muerte a (I1.1~er:.
estaba obligado a preserVl1r o cuidarel bie'n jurídico y' omitió' reali;'af "
conducta dirigida a impedir el resultado típ'ico, aunque éste fuera delcrl)1;,
nado -directa e inmediatamente- por un proceso que aquél no inició, . .-
Considerada como una subespecie o modaLidad del tipo de omisión, la

".


i;::;
:-i¡'
i
los delitos de acción rei:¡uieren invariablemente el dolo directo (de primer
grado en su ierminología), ya que frecuenteT?eiite el tipo subjetivo se sa:
omisión impropia debe re~nir las mismas condiciones del género a quere,r-
tenece (situación típica generadora del deber de obrar, no realización de la
acción ordenada, y poder, fáctico para-realizar lo ordenado -capacidad de'

,..-'
• '¿'

,~,
N MIR PUlO, ;iantiago, Derecho penal. Pane. general, p. 304. 13 Ibídem.
~.
.;l.
l-

lll...
308 Guillermo A. Lucero Qffrcdi Ellipo doloso de omisión 309

obrar-l. Sobre el'primer elemento comÍln a'lodo género de 'omisión, en la (prohibida en materia penal) para "sustituir la causalidad real del hacer.
omisión impropia 110 regulada expreSamente (también den'ominada, "no positivo por la causalidad'hipotética de la omisión", con compromiso del
eSGrita") se regislra la particularidad de que.Ia ley no se refiere explícita"' principio de legalidad de la represión " ..
mente:,-como lo hace'en las omisiones propias- a'la situaCión tfpica'gene- Ello no obstante, la jurisprudencia nacional y la doctrin~ t:~adicional
radora del deber d~ ~br(lI; d~sde que 'como en todo tipo de comisi6n-se I dominante no han dudado sobre la compatibilidad entre éste y aquóllos. Con

l.
limila a describir la causación del resultado; y así, sólo indica el bien jurídico mayor o menor extensión, la jurisprudencia extranjera ha seguido un crite- l.
que debe preservarse, el peligro respecto del cual se lo protege y, en su rio sem~jante, pues no encontró que l<i omisión·impropia no regulada legal- ,l.
caso, algún otro factor, de modo que lo que falte "debe completarse confor~ mente fuera en desmedro del principio de legalidad 30; pese a todo, la ten-
·me a sentido" i6 y de acuerdo a las circunstancias. Es muy expresivo JESCIIEK sión que allí se registraba -y que [ue destacada por ciertoó sectores
con al ejemplo del niño que se quema con agua hirviendo, pues reflexiona doctrinarios )I~, condujo a que vari~s legislaciones europeas incorporaran '.1.
"del alcance y grado de la quemadura, de la edad y la constitución del niño
y del lugar y tiempo del accidente se infiere lo que deba hacerse, o sea, si
basla aplicar Una pomada contra quemaduras, si hay que llamar a un médi-
:Jcláusulas' de equivalencia desde principios del siglo XIX 32,
La reforma de 1975 al Código Penal alemán modificó el pad,grafo 13
en ese sentido; por su pane, el Código Penal español sancionad) en 1995
•••
,l.
co o si es necesario el traslado al hospital" 27. . también incluyó -en su ano ll-una ~láusula deSauivalencia enlos;iguientes .J.

· . 1.l.
Además de esta paniculatidad, el funcionamiento de' csta modalidad términos: "Los delitos o faltas que COriSIstan ellla producción de un\'esultado ;,1.
comisiva (por bmisión impropia!, requiere que s,e trate de un delito de comisión
y de resultado, lo que repercute directamente en el tipo objeti va, pues se pasa a
sólo se entendcr.án cometidos por omisión'cua.1do la nb evitación del mismo,
al infringir un especial deber jurídico del autor, equivalga, según el sentido del
.).
incluir las condiciones que deben concumr pura que él resultado sea atribúible texto de la ley, a su causación. A tal efecto se equiparará la omisión a la
a quien omitió e~itarlo. Tales exigencias consist~n e'nlo que se'denomina posi- acción:W Cuando exista una específieá obligación legal o contractual de
ción de garante y 'capacidad (no -ya meramente para obrar), sinO" para evi- actüar.<§.1Cuando el omitente haya creado una ocasión de:riesgo p31;a el bien.
far. La primera de ellas se desarrolla infra, bajo el tí~ulo '.'fuentes;del deber. de jurídicamente protegido mediante una acción II omisión precedente" JJ, . . .~I.
actuar", la restante a tontinuación suya ("la causalidad de la. omisión"). .
.J.
, .-:1.:
3.1. Objeciones provenientes del principio de legalidad Cláusula de equivalencia >t.:
La imputación de la comisión de un hecho por vía de laomisión de
evitarlo, en. aquellos casós en que la ley nO ha previsto expresamente esa
_19 Confr. JESCHECK, Hans.Heinrich, ob: cit., p. 553.',
JO Ibfdem.

JI Con El'. el desarrollo que al respecto hace ZAFFARONI, Raúl Eugenio et al., Derecho' ."J.. 1.
'.',

l"'l...
. forma de cometerlo, ha recibido severos reparos de la doctrina, pues' se penal... , p. 548 Y ss. Y su definida toma de posición por la 'inconstitucionalidild de la
omisión impropia no escrita; niega en principio la posibilidad de situaciones escandalosas J•
a~gumentó que mientrps los delitos de omisión simpleuhari encontrado su
. por impunidad. y añade que aun' si se presentasen "se trataría de omisiones del legislador .1•.
regulación en la ley, .... los impropios han sido creados al margen de la ley, que los jue,:cs no están autorizados a col.mar por vfa de la analogía, y que no sería diffcil .:.-
por la jurisprudencia y la doctrina""~ lo que implicaría el uso de la analogía resolver por legisladores responsables"; y concluye: "La responsabílidad legislatiVa no ,.
'autoriza la violación de la C~nstituci6n por parte de los jueces y, menos aun, la ínstig~ción .
a ella por parle de lu'doct"rina". \,..,

,l.
. Jl JESCHECK'L'Hans Heinrick, ob. cit.;,p. 554, cita el Código Criminal Holandés de
1809, y el StGB de Braunschweig dé 1840, Y varios,proyectos o códigos penale~ en el cúrSD
lOCOI,f. JESCHECK, Hans Heinrich; TrMado de derecho penal. Parte general, p. 560, del presente s¡glo (el un. 40 c.P. italiano de 1940, la Sect. 2.01 111 b del ModcJ Penal Code ije.
!i Ib{dellt, p. 559. de los Estados Unidos 'de 1962 y el parágrafo 1 1 del StOB de ~a RDA). '.
23 ConEr. JESCHECK, Hans Heinrich, ob. cit., p, 552. n Citado por MIR PUlO, S~ntiago, ob. cit,. p. 302.
.}e
"-.\.
ri~}~~;;'i,ó,
• !~I'".
•• nf'
'illi
,310 Guillermo A. Lucero Offredi . I;I tipo' doloso de omisión 311

".'tii: En nuestra legislación no hay una disposición.ge~érica de cquiva- relaciones de familia ~ntre ascendientes,'descendientes y cónyúges·cntre.·
f .~rlll· lenci,a, a la manera de ,ésta, sin pefjuicio de que exi~t~n. pl1r:ttu.aI~ntli sí, tutela y curatela,e igualmente las refeI'ldas' ,,'los 'deberes de 'qliienes
e\ii algunaf normas que, de modo más o meno.s tá.ci~o 3\.la establecen para ocupan cargos públicos 'para con los bienes que les son confiados en'e1
Ciertos casoS. De cualquier modo, la experienc)a. de la legislación com- marco de sus respectivas funciones 3.5. Es importante tenar presente'-'esta
• 1\, parada (:arcce ihdicar que su inclusión.h~ servido más bien 'para acallar noción, porque si se aludienl a cu~lquie~ fuente ~egfll que·impusi~ra-el deber
.Ií. los cueslionm:nientos que se formulaban a la omisión irppropia. (comisión de obrar en resguardo de ,otro, podría ,ten.ninarse reputando a quien sólo
por omi:;ión no prevista expresamente en la, ley) con r~spect9 al prin- incurrió en un delito de omisión simple (.v;gr. la omisión pe auxilio deLate, .

.11 !O8 c.P.), COrÍlO autor de la muerte o le~¡~nes sufridas por. el nec.eóitado;

.h
• !I; ·cipio de legalidad, que para avanzat-significativamentc en la's~peraci6n
de las definiciones formales. . posibilidad que ha sido rechazada invariablemente 36; Por.consiguiente, l~s
disposiciones legales generadoras del deber de resguard9 no s~ enc~entran

·•



T;i
)::
')ii
\Ih
3.2. Ins denominadas "filentes del deber de 'actuar" (posición de "garallfe")

En algunos caso~, cO,mo en el de la madre que, 00 ali~entó a su niño'


pequeño hasta que murió -desmitrido- por deshidratación, o de· la que -al
(- cabo del
.".,
alumbr~miento- dejó qu.~ el r~cién
nacido s~,d~sangrara por·el
\
en las' normas penales, sino eolas otras rama~.qel:derec.n.o?7'1
El contrato (así como el cuasi contrato), responde a las n¡ismas pau-
tas referidas precedentemente: debe tratarse de una relaciQn contractua)
por la que el agente asunia particularizadamente ciertas obligaciones~de "las
que depende la preservación d~l bien jurídico. Es clásico el ejeI11plo de la
enfermera, diplol~lada qúe' ofl.lite sumiriis't~ar
., .. ." '
'medicáci~q.·
la 1 ,:"
qJ~ ;e~~liere
; ,'. ".' ......
CQrdón umbilical previamente ~ortado, ~.a ju.rispru4enci.a admitió pacífjca- vitalmente el enfermo grave. Aquí también el resullado paree,e p~()ve.njr de
• Jilli u~ proceso causal que n.o ha ,sido iniciado por ella (cual.es la enfer~ne4ad)J'
eW mente la imputación del resultado-a quien debía evita~lo; empero, era nece-
sario pJ'4!:isar los criterios para definir. bajo qué condiciones, y respecto. de pero cuyo curso natural el agente debía imp~dir mediante acci0!1es condu-
quiénes "e patentizaba el deber de evjtación. ¡;;.llo.dio lugar a un proceso centes (aplicar la droga que lo' mantenía con vida)".: Con·:la exp'e.il)';
• )W{ . '""., .
que tenr.inó -consagrando ··doctrillnriamente.- tr~s fuentes en que ,puede
• ',rl
encontra: su origen la.oblig'.ción de resguardo, también Ua~ada posición
• '¡¡ de garante: la ley, el contrato y ,la conducta precede,ite.

.,·
~I
H En nuestro trabajo "Abandono de personas", p. 186, incluimos como slijet? p-,~§.i'vo
La primera de eUas (la ley), se restringe a los casos en'que, atendiendo
• del abandono a quien se encuentra legalmente privado'de su libertad por orden rli"iÍuróriclad
.11 a una particular relación o situa~ión que vincula a una 'persona con el bien J competentedic'tadaenejerciciolegítimodel'cargo. " . ::,' .\'f,.' ,\',' ,
jurídico ~Ipe demanda resguardo, se Jo impone indivirlualizcidamente. Cons- J6 Confr. LAJE ANAYA, Justo R.. Aplintes de den!cho penal. Parle ge,,~lal,·Ma.r~os
'~. tituyen vfnculos de este lipo los que se derivan de la patria potestad y demás Lerner, Córdoba; 1994, p. 93 Yss .. SOLER résue'lvc'de este ni~do el"ejem'plo. tJ~J j!l.~djne'ro
despediclo que "por venganza,.dejil ahogar en 'un·pequeño estanque al hijo del dueilo"rJe'la

·· ;.'11'
'.• H La ley 19.550 (arls, 296 a 298,'274 y'59) delermina que l~s síndicos de las'socieda-

des anónimas responden por ucciórl o por omisión, puesto que la ley.1os hace solidariameli-
casa";y' Critica e,l criterio de Jiméná de AsUa, que se -inclina-por el hc:>miciCJio por.oinisiólI
(DPA: t l. p. 342, nota .12).: ' ..... :.. '
n Confr.. SOLER, Sebastián, Derecllopenol argentino, TEA. Buenos Aj-res;' 1970;·1. 1: p. 296.;
,38 En el mismo sc';tido, se'condenó, como autora responsable de la muerte'del nconato

pre,~aturo que estab;a en incubadora. a la enfermera que omitió controlarlo debid,amente y

,..'f
• r así"hizo posible que muriera por las graves quemaduras'que el niño sufrió a.1 corrc~sé 'de la·
, le responsables con los directores "por los hechos u omisil,Jne's de éstos, cualld,~ td dañp ~'a
posición indicada, quedando expuesto a la fuente de calor del aparrito. Si b~en~e,rl esté:caso
se hllbiem producido si /¡lIbi~ren actuado de cO/iforlliidad,c,!" I~,s obligacio'lles' de su
"
la imputación fue bajo la forma de culpabilidad culpo$B,'és igualmente ilustrativo ~e lo'Que
cargo". El art. 14 inc, b ley 24.0!l3, parece consagra¡:, aunque de un modo aun menos
representa el contrato como fuente de. In obligación de resguartto "a que se' ~hli:le'nquf:,
.ex·p'reso. ULa responsabilidad seme,iante, para los miem~ros de la' Sociedad Dep.ositaria de
'~ También es clásico el ejemplo del.guía alpino (andino en estas latitudes), que abandona al:

.•
los Fondos Comunes de Inversión. Lo mismo importa e1.illc. e que la ley i(441 agregó al
contingente de exploradores'en el medio de la e'xcursi~n,'dejándolos libra~os·a su-s.'lcite y

e ,~I•.
arl. 14 de la ley 24,083, para los F'ondos Comun<fs de. Inv.ersi6n Inmo~iÜaria.
. . . '" - expuest~s a los p:1igros de un,terreno inhóspito' y desconocido, .. \ .': .\.. .

,~
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l.
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..
- '
311 . Guillermo A" Lucero Offredi El lipa doloso <le omisión 3t3 ','

eOlltrato se al\.lde a un acuerdo de voluntades, sea expreso o tácito y, más En estos casos se puede apreciar clafi.lment~ la diferencia con la omi-
le
allá de cualquier formalidad, pues lo queimporta'es que el sujeto inequívo- sión simple, porque el agente ha sido el cre .. lor del peligro que. una vez
camente haya despertado en otros la expectativa de que procu~aría conju-
rar determinado peligro, y que de su incumplimie.to se haya derivado, di-
generado. deberá de conjurar aclllando en salvaguarda, pues de lo contra-
rio se le imputarán, a título doloso, las consecuencias mortales o lesivas si
'e
I .
rectamente, la materialización del daño. aquel riesgo se concret:\ de ese modo. e
Fin·a·lmente, la cOlJdticta precedente, Como tercera fuente de este Adviértase de qué manera se diferencia est~ situación, de la que se le
género de obligaciólí;<supone que, 'por,un acto inocente 39 o culposo, el presenta respecto de quien solamente 'ha encontrado una persona necesi- l•
. agente ha<cééado la situación de riesgo para el bien jllfídico ". Suele
cjemplificarse con el caso de quien culposamente embiste'a Un peaton con
tada, sin haber contribuido en modo alguno a la concurrencia de sus tribula-
"] ci.ones. lvtienlras en ~sle (¡ltiillO caso. ~l I:esultad~ mort~ll. o lesivc qll~ :'
le
suvehíctilo, pues de este hecho (conducta precedente) se deriva la misma j necesitado pueda sufnr no podrá ser atnbllldo a qmen omlttó prestar aUXIlio ,le
obligación de resguardo que opera en los anteriores". (sólo puede incurrir en la omisión simple del art. 108 c.P.). en aquél, en la le

l.1..
le
medida en que el agente generó del riesgo de daño, asume la posición de
garante y. ·por lo tanto (si amit.;: prestar la asistencia).se le imput::.rá haber
, .
puesto en peligro la vida o salu0 de otra por abandonarlo a su suerte (art. le
> l!i~OL~R,-ob. cit, p. 296- menciona efejcmplo ":tomado de'USZT-SCHMIDl'- del 106 C.P.) y. también -conforme se dijo-, se le hará extensiva la res?onsabi-
. . r- cirujano que después de iniciar una operaci6n deja q~e el paciente se desangr.e. '. lidad por los resultados (el delito se agrava po;: el resultado mortal o grave-
. de
" . '40 La e·x.c1usióri las situaciones én que' el bien ha sido dolos~mente puesto en situa-' mente lesivo). Esta hipótesis, está expresaménte prevista en la,ey, pero
ción de peligro obedece a la irrelevancia de añadi'r la obligación de evitar un resultado a la .idéntico mecanismo opera respecto de quien se da cuenta que, inadvertida- . Ie

li..
prohibición de cometerlo. En efecto, p.1reciera poco útil analizar el deber de evitación del·
dañq respecto. .de quien dolosa y positivamente lo ha causado; al co~trario la omisión .do!osa
de evitar un daño que no se buscó, pero que se origina en ID propia conducta, se justifica
mente, ha encerrado a una persona en un habitáculo que carece de! la ven-
tilación suficiente. Este hecho, que de suyo'es petialmente atípicc (porque
le
porque tiene la virtualidad de someter al signo doloso una consecuencia que se ha generado la privación ilegal de la libertad exige un obrar doloso -urt. 141 c.P.-), sil; !e
culposa o)noccntemente. Si alguien coloca un artefaclo explosivo, y minmos antes de la embargo tiene virtualidad para generar la obligación de resguarqo; de tal
-, hora en que debe.estallur se arrepiente, e infru~tuosarnente intenta desactivarlo, responderá
íJ lílulo:dc dplo respecto de las consecuencias que se produzcan (daños,lesiones), pues el
manera, si una vez conocida la situación que no intencionalmente ha provo-
cado, el autor no hace lo condu~ente para liberarlo, cometerá aquella priva-
le

l.
rl~sistimien~o ,<\~tiv9 .del art. 43 ~.P. sólQ opera fre~te a hi no COllsl.lInacióll del delito.
C(lmptet~mente dis"tin"tb es el caso del ingeniero a cargo de la difección de ·Io.s .t~ab~jos, qu~ ción pór omisión 42, e igualmente responderá, bajo idéntica forma de cul-
:. luego ~I! .din~lJlitar.la mon.tafia por donde se abrirá el earnin.o, advier.te que una persona ha
sido .a,trapada por las piedr~s de la voladura, pues aquf sí cabe analizar si en aquél c,?n~41."ren
pabiliclad (dolo), por el delito contra las personas que pueda resultar con
motivo de las condiciones del encierro (homicidio o lesiones).
le
o no las condiciones l'ar3:,situarlo en posición de garante:' . r ' . ,i· .
': •.•• .
Corresponde aclarar que lo expuesto hasta aqur sobre las "fuentes del
~I En ~sta hip6t~s.is ~e discute si el solo hecho de haber,intervenido c.omo conductor- del
rodudo genera esa obligación, o si t:S preciso que el accidente liaya ocurrido cuando"~enós
deber de actuar". siglle la orientación de la llamada "teoría formal del deber le
ppr cldra de la persona que I~e~o omite al!xiliar. MI~ PUla (ob, cit. p. 313) an~liza el caso
de quie.n c(;)Oduc~ c9n toda prudencia su ~utomotor, y. embiste. a un suicida que se arroja bajo
jurídico", y q~e s.in perjuicio de su consagraCión doctrinaria y jurispmdencial,
posteriormellte ella fue reputada insuficiente p,)fque sólo atiende a las fuen-'
le
~! •
. las ruedl"j.S del, vehículo, con respécto ~l art. 195 inc. 3 del Código Español que agr~va la
omisión.de auxilio "si la víctima.lo fuere por accidente ocasionado ... P9r el que omit¡Ó. el
auxilio debido~" para plantear -en caso de lesiones o muef!:~ re~ultantes.d~ la falta de auxilio-
si cabe atribuirlas.aI aulor .de aqu,~l. CoincidiqlOs ~OI1 es~e putor en la respuesta .negl;lt.iva,
!.
J.
'/Ie

.'. l.
pues tanto l¡:t·~gra.vante del inc. 3 del i95, cuanto la.posibilidad.de .imputar.por omisión I.as
I~siones r,esul.t3Iltes d~ la f~lta de l:sistenéÍa, exigen que el pe!igrq sea imput!lble af autor, y
do como obra suya (art". lll~ a contrario C.C.).
de
la noción dI! riesgo que in\'olucf~ el tránsito automotor, modo que no puede serie atribui-
. ,
-le
si éste se mantuvodenlro del riesgo permitido para.1aconducción ve~iculaf y el efTlbestimiento
4! Conf. NUÑEZ. Ricardo e, M{lIIlwl de derecho I'ella!,' Par/e general, p. 134.
ha resultado exclusivamente. por la conducta intencional de la víctima, se sustrae inclllso a
," .
••. ····l.•
-
Guillermo A. Lucero Offredi El tipo doloso de omisión" .315

......•
\.
...... les del deber de obrar, de modo que se propició su sustituci<;iD por "la teoría de peligro atribuible a su autor), además dela creación material del peligro,los
,' las fUllcl.ones" procedente de ARMIN KAUFFMANN '''. Sus seguidores procuran casos de "determinación a ,otras personas a correr riesgos o a no socorrer",

••
r,.
'i '¡
exponer los requisitos sustaIlciales que hacen a la posición de garante Y. pre-
cisamente atendiendo al carácter formal de la simple remisión a las' fuen-
tes del deber de resguardo, criticaron la cláusula de equivalencia sancionada
vale decir que también es crear un riesgo la acció,: de genc;rar .en los ,demás
"lf{peCtativas de confianza que les llevan a correr rje~gos que,de otro mpdo

i•
,. no asumirían (supuestos de comunidad de peligro o de ciertas relaciones fa-
en el Código Penal españoi de 1995, desde que se limitó reproducirlas, miliares o cuasi familiares), o a no socorrer a quien .est~ ~n peligro por creer

1;
~,
• ••
Sin pCljuicio de que, a partir de tales objeciones, se. han efectuado
provechosos análisis tendientes a delimitar conceptualmente los casos en .
que (más allá de tIue meLlie un dispositivo legal, una relación convencional o
una conducta anterior generadora del peligro), realmente corresponda ubi-
que ya se le atenderá (así en los casos de asunción voluntaria de. un desgay
. en relaciones familiares próximas)", Y a contiI1uación añade.q~e I'esa crea-
ción de peligro puede proceder tanto de una actuación anterior como de una
determinada posici6n familiar o social que genere ci.ertas expectativas so·
;.
:f
!~

•• car a alguien en la posición de garante del bien respectivo, conviene subra-


yar que las nociones apuntadas (y recogidas en las cláusulas de equipa-
raciólI) brindaban el punto de partida para desarrollar esa labor ".
ciales de dependencia o control" 41. pe tal manera 4B,.JVJ.1R PUI~,distinglle las
hipótesis de posición de garante según medie un deber de protecciól! del
bien jurídico (sea por relaci~es familiares estrechas; o porque volunlarin y

'1
•• ,
Pero pese a todo, y al desencanto parcial de sus propios autores ", la
visiónfimciollal ha proporcionado notas valiosas para profundizar las pautas
enunciadas tradicionalmente, Así, MIR PUla propone dos nociones centrales:
~ ,
convencionalmente se lo asumió), o de control de U~lQ fuente de peligro 49.
El aporte de la teorfa de' las funciones es valioso porque proporcio"il
una orientación sustancial para deslindar los·casos en que cabe atribuir un

• '.
'_."'
"-"
"a) La.c:reación·o aumento, eil un momento anterior. de un peligro atribuible a
su autor, y b) que tal peligro determine, en el momento del hecho, una situa-.
hecho a quien no lo evitó. Por ejemplo, al.aludir ala responsabilidad por Ir,
hechos de otras personas, se destaca la insufi,iencia de la norma qu~ ;lT'po·
~e el deber de cuidado sobre los hijos menNes (265 C.C,), porq~t :':10


dón de dependencia personal del bien jurídico respecto de su causante" 46.
t; , Para no dejar fuera los casos en que la obligación de resguardo tiene formalmente permitiría el exceso de reputar a los padres autore'; c.'~. !~s

1•
"·1 '~: ,"
su fuente directa en la ley o en la inducción a otros a, afrontar riesgos, este delitos cometidos por sus descendientes,' así fueren menores adultm; \P11

•• autor induye en la primera noción (creación o aumento -anterior- de' un contrario, es preciso que '1;:1 deber',de vigilancia abarque' "la, obliga~i?r '~~ .
controlar una específica peligrosidad que encierre el vigilando", lo que si
ocurre "cuando los sujetos a vigilar sean l11enoi:~s irresponsar1es.'b f':pfer-

•• ,-:.,!..
'0~
() Conf. MIR PUIG.,Santiago, ob. cit., p. 305. ,
. mas mentales peligrosos, con independencia' de quiénes sean los encarg'a-
dos de su vigilancia (padres, tutores, maestros, erife91leros; mépicosY: ~c.
En nuestra opinión, la posición de garante requiere'que el agente haya

•• ~ .. ,
~(, A párt}r de esa e~'posición, NUÑEZ, Ricardo C" TraUldo de derecho. penal, 1. 1,
Lerner, B'uenos Aires. 1976, p. 243 Y ss., can abundante citll doctrinaria, nacional y
en
, q,lranjcfiI, insiste en la insuficienda de un deber formal y lá necesidad de que'''de acuerdo
contribuido eficazmente, aunque de un modo mediato y particular. a la ve~j­
ficación del hecho. En realidad, la mayor parte de los casos permite visll1lu-

•• '''';.- con la figura delictiva de que se trale", la omisión haya sido "típicamente causal respecto del
resultado prohibido".
4!1 JESCHECK, Hans Heinrick, ob. cit," p. 554 Y ss., expresa: "Lo que aún falt~ para
brar esta relación, En efecto, cuando la cOllducta precedelll~ ha consisti-

• .)
,
cumplir el mandato de determinación es, de un' lado,. la descripción más detallada de las ,
posicion(:~'de garante, de las que se deduce el deber de evitar el resultado: y de olro, la

••l.'.
,e ;;,.~.

,.,
caracteriznción de las circunstancias a las que ha de referirse la comprobación de la equiva~
le~cia. Sirl embargo, el estado de la dogmática en el momento ac;tual no permite hacer· .1 Ibfdenl (el destacado nos pertenece), .
<•.F todavía. en ninguna de esas direcCÍ':)IIes, una regulación definitiva de la Parte General, y por ",Y siguiendo la clasificación que JESCHECK expone en SU Trptado, p .. 856 y ss ..
,~v'
eso no cabe exigir del legislador otra cosa que una cJáusula,gener~1 de clara estructura".
.. Ob. cit., pp. 306 Y'307. l>•
. :~(
.v Ob. cit., p. 308 Y ss.
j(llbídem', p, 316.
'

.~~

" fl' . ¡;:.


••
••
Guillermo A: Lucero Offredi El tipo doloso de omisión 317

Las hi~ó[esis en que :esulta más ~i~ícil encontrar cst.3 contribución es


••
••
do eJl embestir'culposamente al peatón que resuita herido de gravedad, la .)..
rela't.:ión causal ~por llamarla así_o aparece evidente, Lo mismo ocurre, ,'.. ~ .J la que se refiere 3 las relaCIOnes de famlIta y en todos aquellos ca ;os en que·
frente··a una colisión v~hicular.lesiva ·ocasionada por animales en la ruta,
respec.to del propietario de los vacunos que, deliberadamente, dejó que.pas.
taran suello~·a su· vera; e igúalmente con el encargado del taller·de mante~
.nilDiento que omite·.reparar el sistema de· freno.s del·camión, si esa fue la
causa de la. colisión de que se t r a t a . ,
no se percibe ab ¡'~it¡o la creación lI.atural de la situación de riesgü; el caso
de la madre que Olrtilc alinlentar a su hijo, o ·::¡ue no lo rescata de la piscina
'donde'lo ve ahogándose. Sin embargo, también es posible descl,brida. En
este sentido, es feliz la expresión de Mm PUla en cuanto afirma que también
es crear un desga la ·acción de gerierar en los demás "expectativas de
'.••
'.•••.
.También es··p.o~ible advertir esta contribución po,rquien·se compromete


¿lollfiai1Za que les llevan ... a no socorrer a quien está en peligro por creer
,~.
a gUIar a Un gru110 tle andillistas (en la medida de la 'importancia que ::.d"e que ya se le atenclen'í", ya que dctenninad<1 "posición familiar ,) social"
acuerdo a las circunstancias del c.aso.~ haya tenido·su concurso para que los genera "ciertas .expectativas sociales de dependencia o contra}'"'.
~tros:afrontarari una excursión peligrosa 51),·o.cuando un,grupo de amigo·s Esta nació,n ·de la relación existente entrc el peligro deriHldo de la
emprende. un paseo. de· iguales características, porque ~allnqlle tácito- se· en- natural vulnerabilidad de ciertos bienes jurídicos (p.ej. la vida e integri-
.tiende .convenido ·un compromiso de asistencia recíproca;· Estos casos Son
semejantes al de la enfermera que debe s"umio;.strar al paciente la medicina
,vital, y del·guardav,idas o.profesor de.natación a cuyo. cuidado se confían los
,niños en el natatodo· 52 : en ~:ada ·uno se verifica esa contribución al curso de
dad física de niños pequeños o de personas muy ancianas), con .'as expec-
tativas sociales de que delerminadas personas prodigarán el :~esguardo
necesario, es determinqnte para la configuración de las normas"> .:tctitudes
sociales, Frente a la realidad de que un neon.ato no pue·de subsistir por sí ".
.."
.':.".

:e
••
••••.,...'
. los suceso$I·.pues cabe pensar que si no hubieran asumido d desarrollo de ~islTlO,")' sentado el interés jurídico en protegerlo, se abren distinifs posibi-
cjcltas funci.ones, 'Ia·~itllación de:riesg~ na se hubiera afrontado o hubiera lidades de acción social: a) imponer a los pa,jres el deber de resguardo; b)
.siQo resuelta.cqn ~I concurso de otro. Dicho en otro~·térrnir:tos: si lla enfenne- oblig<)r a los padres a er¡tregar al recién nacido a un establecimien':o p(¡blico .
(a I~~ se·.C.OITIprometía a hac.er·lo.necesariQ para m<intener con vi.da al. pacien- para que se lo atienda, salvo que desee·n asumir personalmente.e~ rol pro-
. te·,. SI cl. profes()r·dc natación nO hubier~ concurrido a trabajar ese día si d tector, c) implernelltar co"ntroles p(¡blicos constantes sobre mLjer:~s con
. guia no ~ubiera aceptadocon(juciral cqmingente, o;,si e\amigo no acc~d(a a embarazo'a término para asumir la custodia oficial del neonato 5J~ Con toda
acompanar ,al otro en la trepada, es válido conc\,uir que los parientes no ha- sabiduría, la ley presume el" interés de los padres.·en ~uidar y educar a· sus ..

brían .dejaposolo.al enfermo, los padres ¡la habrían permitido que los ~iños hijos; tanto es así que si la legislación hubiera optado por alguna de las dos ..•c,....•
·
,lermanepe,an ~in vigilancia en la pileta y los exc:ursionistas habrían. buscado
.otro guía u ptr" .a¡nigo, o postergado el paseo para m~jor oportu~idad .. ' .
últimas vías (planteadas a t(tulo de posibilidades lógicas, no sensatas), ha·
bría provocado indignación. Siendo ello así, y dad.o que existen mecanismos
por los que los progenitores pueden desprenderse de las obligaciones tuitivas ,. ••
..
(renuncia a la patria potestad), la actitud de la madre al conservar a su niño
indica que ha asumido voluntariamente la fU~lción protectora, gell~ra ·la ex,:
pectativa social de confianza de que ella lo protegerá y' así determina ;'C •

. J: Es Claro" que no se h·llla 5610 de fallar fÓrmalment~ al ~Ol;lrato, sino de·úáíc·ionar·las
.....•
,"..::.
que otros 110 lo· socorran He allí su contribuci6n al curso del SUGeso de la
e:cpec~alj¡,;{/S determinantes para que los guiados asumieran el riesgo, y de la in~idencia
m?(ena~ (jue aquella omisió~ para la concreción de éste. De tal modo, si por encono -ya en
muerte del hiño por inanición, a ahogado en la piscina de su vivienda.
el r~grcso- el guía abandona' al conlingente en el llano, y en un ~itio en que ya no corrían los. En síntesis,.lo expuesto precedentemente, parece mostrar que, en to~
p:~ilgros de que debía preservarios, no podrá decirse que contribuyó eficazmente, por das las hipótesi~:~íl:llIctidas (ciertamente diversas unas de otras), concurre un X' • .
ejemplo, a la I~uerte por paro cardíaco de uno de sus integrantes, por más que, de haber ..11:':. . . .. . . . ' .
estado allf,·hublera podido prestar un auxilio valioso, . ..:...

•.'.
',.
, . n A:dviérlase de qué modo los sujeto"s aludidos (guía, enfermera, etcétera) han·asumido
la tutela·de los bienes (incolumidad personal) con relución a ciertos peligros, y admitido que.
ellos queden -a tales efectos- bajo -su directa dependencia personal. . H La contracara de Herodes:·

. .,......
, . ,re
-
.• ;r
."'lí, '. ·V~,il;~··~i( ,
.\.'Ii··
;'. J.

• ·'n.····
Guillermo A. Lucero Óffr~di El tipo doloso de omisión 319

I ...... denominador común: de manera más o menos inmedial~ ..el agente ha inci- Por un lado, elpoder de evitación no existe "si la protección realizable
dido en ,el ,curso 'de los sucesos, sea porque haya gencrado.'3utónomamt?nte por el garante no hubier.~ evitado el resullado" 50. Por otra parte,.se sostie-
' . "1' una si (unción de riesgo, sc;a porque aumentara su intcnsid;d, sea porque; de
'(eii modo más o menos formnl, se comprometiera a conjurarlo 54.
';'
ne la imposibilidad de pretender en la omisión una certeza absoluta respecto

.':,: Desde luego que esta noción, por sí sola, no hace más que propor-
.\ .; "de su causalidad, ya que no se refiere a un suceso real sino meramente
posible que "escapa a todo cálculo seguro (cau.sali,dad hipotética)" "_

¡.• '1
{
• cionar una condición necesaria -pero no suficientc- para atribui~·posicióll
de garal/te respecto de la preservación de un bien jurídico; de macla que.
ella debe complementarse con las .conceptos aportados por la doctrina
desenvuelta a partir de la "t!,oría formal del deber jurídico" y enfatizada
En el mismo sentido, MiR PUIG expresa ,citando a ARMIN KAUFFMANN;, que
"lo decisivo en la comisi6q por omisión no es la existencia efectiva de una
relación causal entre la omisión y el resullado, sino sólo la virtualidad 'cnu"l

'l·'
~e ".
por la "teoría de las funciones", en cuanto a la importancia de que la
de la acción que hubiera debido realizarse para evitarlo ('causalidad hipoté-
LÍca', ya que hubiera concu~ri¡jo en el caso hipotético de que hubiese podido
obligación de~ resguardo se refiera directa y específicamente a la evita-
el ción del daño de que se trate, que "la situación de absoluta dependencia
';
,,'
evitar el resultado)"; y añade "en cualquier caso, resulta imposible sost,e~er
que un resultado positivo pueda haber sido causado, en el sentido dp. !~s
:.
.•
'personal que caracteriza la posición de garante se produzca en 'el caso ciencias de la n?turaleza, por un puro no hacer (t!x "ihilo nihil fit)".
concreto"; y tener presente que, en caso de duda, "es preferible negar la , Por ende, tradicionalmente se exigió que la proYf(cción imaginaria de
:;.' ( presen.cia de condición de garante" S5. la acción debida permitie~a concluir, con L/na probabilidad rayana t:'l1 la
' ")'
seguridad, que hubiera evitad~ el,resul~ado. Aotualmente .. la doctrina do-
~.\:i
.\.•
minnnte en Euro'pa se vale de la imputación objetiva y; tras admitir que r-e
-4. La causalidad de' la ornisión. La imputación objetiva trata de 'un juicio hipOtético ~xpuesto a un inevitable margen de error, em-
:; '.'1
;
~
Lo expuesto en n~ateria de simple OJll~sión (u omisión propiti) sobre la
capacidad de' obrar es -en l.íneas generales- aplicable a esta modalidad.
pIca un' rneca~ismo inverso alque se aplica en los delitos de comi,~.;~··.
'Mientras en éstos y, frente a la prohibición de h.3cet algo, se mide la
ción.o. aumento ~i~nificativ.o ~e un ri~sgo no permitido, tratfiodose d~
c:-et
.lr
'.' ~ero exi~te una-diferencia que debe deStacarse, derivada de que estos tipos ,comiSión por omiSión -que Impone evItar el rcsultado-, se repara en e! 1111\-
~. • r 'no se contentan (como aquéllos) solamente en la omisión de desarrollar' una pacto derivado del incumplimiento del debe¡' de' actuar para disminuir el

s·••
(e I
.,
I

I
conducta en particular, sino que se exige al ag~nte que efectivamente imp~­
da la les:'ón del bien que debé preservar; en' otras palabras. que evite,el
. resultadc lesivo. Por consiguiente, la capacidad de obrar adquiere aquí tina
singular relevancia, pues ya na se satisfará c~n que el sujeto haya podido
actuar en el sentido de salvaguarda, sino'que deberá afirnlarse -razonabl~­
. mente- la posibilidad de'e~iLar el resultado lesivo con la conducta debida.
riesgo de dano. Aun entre los funcionalistas se registran diferencia:: de
gradp'en el juicio hipotético de e,vitabilidad, pues mientras para algunos es
suficiente que medie un.a segura disminuciol1 del riesgo, o~r:os ryqni~rell
se compruebe, al menos con práctica seguridad, que el reslllladb te 'ta-
. bría evitado mediante la intervención omitida 58.

•• ., r ' . " .
En todo caso, la posibilidad de evitación debe ponderar,e bajo el
signo domína~te del priiicipio ultra posse nema obligatur. -para excluirla

•• .'~ ~s

l.l.
., claro que estas obserJaciones no hacen más que abonar -'si aq¡.so lo logmnw el


esquema de Jescbeck y Mir Puig. .. 3'; NUÑEZ. Ricardo c., oh. cit.. p. 135. también MIR PUlO, ob. Y.Jug. dts.; para

T " Así, MIR PUJO, Santiago. ob, cit., p. 309. L:;t expresión en caso de duda nos ·ROXIN. Claus. Derecho pellol. Parte general. p. 379. sería un cuso de "conducta alterna-
. despierta r~paros, pero coincidimcs en que, tratándose de una interpretación de la leY'que tiva conforme a derecho".
conduce n imput~r un resultado a quien no lo impidió. Jos criterios deb~n ser eminentemente 37 Conr. JESCHECK, ob. cit.. p. 564.

, I
restricti.\,os.. . 38MIR PUlG. Santiago. ob. cit., p. 3.19.

~. "¡:

I
::": .. ••
320 Guillermo A. Lucero Offredi ••

'•.
1,·1
cuundo las demandas dei caso excedan lo 'que .el.garahte pudo hace'r
matel'ialmente (el infante que cae a un pozo de entrada tan estrecha que
impide al padre ingresar para rescatarlo).
Además, el deber de prevención de daños que pesa so~relos encarga,
-e
dos de la vigiláncia o cuidado de ciertos. bienes jurídicos ha de ser medido
incluyendo lanoción del riesgo permitido. Si bien esta expresión coo·espon-
de propiamente a la' imputación objetivá que se elaboró, en Alemania, el
desarrollo de la d~nominada causalidad adecuada expuesta en ~stas ..latitu-
lECClON 10
••
des por SEBASTIÁN SOLER lO, COn su remisión al art. 514 e.e., proporcionaba:
las bases para alcanzar idéntica noción, a partir del concepto de-la
El tipo culposo
La preterintencionalidad *
•e
••
iI!evilabilidad social de ciertos riesgos. Ella permite exciiriria atribuciÓn del
"' ~ resultado. aun cúando fuera materialmente previsi,ble.y. evir.able, e~ 10's cásos en
que las medidas de cautela c.onducentes para conjurar todo peligro jriiporlar'~n

•e
,da~ar efectivamente las condiciones'necesmias para la pr~servaéi6n.de·otros Gabriel E. Pérez Barberá .
aspectos igualmente importantes del objeto de la tlitela, o del medio en que éste
debe desenvolverse. En este sentido, la consideración del bien protegido es


.'
integral, y de¡ mismo modo se conciben las obligaciones del garante 60 ADVERTENCIA· PRELlMINAn.
El tipo subjetivo de la comisión por omisión ~ólo difiere de la omisi6n
L CONCEPTO DE CULPA. DENOMINACiÓN.
simple en que el dolo habrá de abarcar, ildeln·i;s de la ¿misión de lácóriduc:
"tu debida, la posibilidad y necesIdad de evitación del resultado lesivo, y la 2. UBICACiÓN SISTEMÁTICA. EVOLUCiÓN· HISTÓRICA.
e,·
situación generadora de la p<>sición de garante en·el óutor(por ejemplo el 3, SISTEMA DEL .CÓDl~O PENAl!'A~GENTI'N9 RESPECTO
act~,ar precedente, la relación materno filial para con el menor en peligro, DEL DELITO CULPOSO. CLAS.ES DE DELITO CULPOSO. e'
etcéte.ra). MIR PUIG coincide con JESCHEcK" en que la'conéiencia delsigni- '·1··
'4. EL SUPUESTO CONFLICTO ENTRE LOS 11POS CULPOSOS e
ficado jurídico de tal situación, y su virtualidad pára colocar al agenti: en ¡al- y EL·PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
. , , e
••
posición de garante, es cuestión ajena al tipo subjetivo y atinente ·!8 ·la 5. CLASES DE CULPA. 5.1. Por su representaCi6n pO.f
"ntijuridicidad del hecho, pero conforme se indicara supra, al aludir al dolo :parce del autor: culpa consciente e inconsciente·, La
de la omisión simple, discrepa con éste en cuanto a la estructura idéntica o distinci6n entre dolo y culpa. 5.2. por su· gravedad:
¿~ulpa grave o temeraria y .lev·c· o simple? La ·culpa


distinta con respecto al dolo del tipo de comisión ".
.insignificante. 5."3 .. Por su mo.dalidad: ¿negligencia,
.:. impericiá, imprudencja y violación de reglamentos?
' . . . 1 e
190b. cit., t, I. p. 289. medi·all[e In referencia a hlT:l.zonubilidad de la atrib~ci6n; más
6. EL DELITO. CULPOSO D~ COMISIÓ.N: ESTRUCTURA DEL
DELITO CULPOSO DE RESULTADO (DE LESiÓN Y DE
e
próximamente en tiempo y espacio se expide en igual sentido I,.A1E ANAYA, Justo R., ob.
cit., p. 76. Y ss, e
N1Por ejemplo, en el caso de bs menores y demás ·incapaces, frecuentemente es nece~
sario permitir que el vigilando corra cienos riesgos imprescindibles para su desimollo vita!.
Aquí el daó,? no es malerialmente inevitable, pero razonablemente no pueden soslayarse
ciertos peligros, porquc I~ contrario importaría impedir su ci!!cimienlo.
61 Con fr. JESCHECK, ob. cit., p. 573.

61 MIR PUla, ob. y Jug. cils.


. i~;".·
• Es nienesleh~c1uir aquí un 'lgradecirnienlo muy especial al mentor de esle libro, el Dr.
Carlos Lascano, a quien.el autor de este capftulo debe ¡nucho más que el honor de haber sido.
invitado a participar en la redacción de esta obra. Por. esto'últi,?o y po'r todo lo demás quede·
pues expresada la más profunda gratitud. .
.....•-e
••
..,
<:-......,
.:
'
,

.·.,'c~
"b} .. :~; .. :
- .'~~ .
. .;, . ',,/. ·;'~I."

PELIGRO CONCRETO). 6.1. Tipicidad.6.2.


Atltijuridicidad. 6.3. Culpabilidad.
7. DELITOS CULPOSOS DE PELlq~O ~DSTRACl'O y DE
ACTIVIDAD. CAI(ACfERES. REMisIÓN.

8. EL DEUTO CULPOSO PE ÓMIS,J(~)N .. REMISIÓN. " Ad v~rtcncia preliinin.ar

Lo que sigue constituye una exposici6r1 predonlinantemente-desc:~ipti­


va deja dogmática del delito culposo, Por tratarse deun texto dirigido p
estúdiantes de la carrera ~e grado de derecho se ha procurado utilizar nn
lenguaje llano que, en lo posible, no dé por supuestos ni suponga conocidos
los problemas, de manen~ tal que ~1 lector pueda aproximarse en form.a
&encilla'al estudio de un campo que, en rigor, ha aJcpnzado en la discusión
-. dogmático-penal actual un nivel relativamente ele~ado de abstracción.
Las opiniones doctfinarias que cuentan con mayor consenso se enun-
cian sin remisiones bibliográficas, debiéndose entdnder que pueden ser 01'-
contradas en varios de los textos incluidos en la b.ibliografía corrcspo~die.r:
te. Los puntos de vista específicos, minor,itarios o muy particulp.res se
exponen con una referencia e!1tre paréntesis -dentro del texto- afaulq:- o
grupo de autores que los sostienel.l, . basada. e.r:t el sisteJ!la ·autor-fe.cl;Iq-
página. Para facilitar la confrontaciÓn de estas referencias, en la bibliogra,
fía aparece, inmediatame,nte debajo del nombre del autor, el año de .bubl.ica-
ción de la edición de la obra citada. Con este siste.m.a.se evitan las notas a
. pie de página de mera referencia.
La opción por una exposición predominantemente dyscriptiva, que sig-
nifica no entrar el\ el de1;Jate -salvo pocas excepciones- con los auto':"es y
con los tribunales, trae C01110 consecuencia a su v~z la no inclusión d~·notas
al pie de distusión o de polémica, Tampoco 'hay notas al pie de envío o de
remisiones internas (ellas se realizan también dentro del texto er.tre parén-
tesis), con lo que se 'logra el objetivo deseado: un texto sin notas a pie de
página, mucho más accesible para el estudiante.
Los ejemplos, c~yo uso es tan tradicional en las exposiciones dogmá-
ticas, persiguen reducir elnivel de abstracción de los conceptos a los .Que se
3'¿4 Gabriel E. Pérez Barbcrá El tipo culposo - La pretf',rintencionalidad 325

retieren para. facilitar su comprensión, y se intercalan en el texto- con un ha solicitado al autor utilizar los términDs tradicionales "culpa" y "culposo"
. formato diferente. . en lugar de "jmpnidencia". e "imprudente", pues aquéllos son lOfj que em-
El estudiante debe, saber 'que se citan obras de autores alemanes y es- 'plean tanto el programa de la materia como los demás alltores del libro,
pañoles pues en esos dos países -principalmente en Alemania, que es donde Para no dificultar esta plausible necesidad de unificación terminológica, y
surgió 'la dogmática penal- es donde" más desarrollada se encuentra esta dis- por la profunda amistad que siente el autor,por el mentor de este lroro, se 'ha
ciplina, Particularmente la dogmática del delito culposo ha tenido en nuestro accedido a ese pedido, sin perjuicio de que, como queda sentadc, el autor
país un 'desarrollo muy pobre, de allí que la ci'ta de autores extranjeros sea prefiera 10s vocablos qllc aquÍ, transitoria y e:<cepcionalmente, abandon'a.
incluso abundante. En cuanto a las obras alemanas, se citan en lo posible las , Para finalizar; una advertencia import<;lní:c respecto del programa de la
traducciones al español, para facilitar al estudiante el accc~o a' la bibliografía. maleria y-del contenido ele este capítulo. El estudiante debe saber qlle en el
Que se haya optado por una exposición predorrÍifiantemente d¿scriptl- presente capítulo encontrará todos los temas incluidos en la Lección 10 del
va no significa que el texto na incluya tomas de posición del autor respecto prograilla (a excepci6n del punto !l: Los tipos complejos, La
_de temas básicos 'ei1' materia de clllpa, En dogmática penal la pura descrip- preterintencionalidad, Los delitos calificados por el resultado, Considera-
ción 'es en verdad prácticamente 'iQ1posible, pues toda exposición (incluso ciones sobre la,responsabilidad objetiva), más allá de que no haya una coin,
hasta el símplé tisó'de un término) 'parte"nece,sariamente de, por lo menos, cidencia exacta en el orden, de aparición de IOEi temas, lo cuul es c.ompleta-
U'I'la- ~~termr~adá toma' de- posicíón sisteniática. 'En dogmática penaL por mente irrelevante. En tal sentido, ténganse presentes las siguientes concor-
otra part,e'no hay -como en ning\lna disciplina científica~ verdades inconcusas. dancias entre los temas del programa y del capítulo (lós temas de la colum-
Toda afirmación es refutable, Que el alltor haya e1egidüúna forma 'de ex- na izquierda equivalen alos de l.a derecha):
posid6n'''q'Oe'facilite al'estudiante el acerc'amiento a'los' problemas no signi-
fica que el teXtci 'deba leerse acríti'camente, Mu y PQi el contrar¡'o: el objetivo
demáxiffiápúseguido es que el lector coirfronte las referentias bibliográ- Tem~s P~ograma Temas Capitulo
ficas CItadas y'ponga a prueba i'ncluso las afirmaciones puramente descrip-
ti vaS' que' se efectúan, de manera tal qué 'forme su ,propia opioi6ú a través 1. Sistemas legislativos. 3. Sistema del Código Penal argenti~
de una lectuta"c~ítica' de'este texto y'de las demás obras publicadas sobre el no respecto del delito culposo
, tema,' El objetivo de mínima es, claro está, que con la lectura dé lo que Slg'ue'
el éSlndfarite 'obtenga los conocimientos n~cesario.s c,6mb para aprobar 'el La estructura del tipo culposo. Sus , 6. El delito culposo de comisión: es-
examen final, de la materia 'si' le toca en suerte 'tener que exponéi'en 'él e¡lementos constitutivos: a) Imputación tructura, del deli!o culposo de resultado

sobre este' tema, A cada estudi ante le corresponde la resP9iisabilidad de o,bjetiva del resultado; b) Infracción del (de lesión y d,e peligro concreto). 6.1.

decidir qué objet~vo es más adecuado a sus intereses, en cuyo(centr~ puede deber de cuidado; c) El resultado en el Tipi~idad. 6.1,1. El. problema de la
delllo culposo. cau~alidad, 6.1.2. El papel del resultado
o no estar el derecho penal.
, en el ilícito culposo. 6.1.3, ¿PreviSibilidad
, Como Se indica en el punto siguiente. el autor prefiere los términos
, "ililpludericia" e "imprudente", en consonancia con la tende~cia actuaL: que 3: Causas de atipicidad: a) Ausencia objetiva, inobservancia del cuidado de,-
de elementos objetivos; b) Ausencia de ,b¡do o imputación objetiva?, 6.1 :4. ,Los
lcntamente va abandonando la terminología tradicional, más ambigua, qüe
previsibilidad y e,l error de tipo,invenci- criterios de la imputación objetiva.
emplea los términos "culpa" y "culposo", respectivamente, De hecho, en
, ble; e) Auseneia\de dañosidad social. 6.1.4.1. Cre'acló~ d,e un' riesgo (o peli-
Lec'dulles de Derecho Pellal aquella termin?logía, más precisa, fue la, que
se empleó 'en este capítulo, Para este Libro ae Estudio, 'que ,persigue entre
gro) n9 permitido. 6.1.4.1.1. ,Criterlos para
la 'determiñktción de la creación del ries-
otras cosas intentar unificar ciertos criterios, entre eUCis la 'terminología -lo
go, El papel deia previsibilidad objetiva y
cual de hecho es deseable en una obra colecti va- el director de esta obra le
- :'),).:: ;':::
>~it~ ~ "
376 Gabriel E. Pérez. Barberá~. í{F
¡~#­
El tipo culposo -1,.a prelerint~ncionalidad 327

'~.1
de las normas de cuid,~q~. en especial el "'H" que es la ill]prudencia (la culpa) y la categoría sistemática de 'I.culpa-

•• 0:,:,;

t:
~"
de las Ilam~das ~reglas técnicas",
6,1.4.1,2, Disminución del riesgo.
6.1.4.1.3. ¿Generalización o ind!viduali-
bilidad, que nada tiene que ver ton la imprudencia, que se estudia '-
según se verá- en la tipicidad (LUZÓNPEÑA, 1996: 490; MIR'PulG, 1996:
·268), Por aIra parte, el término "culpa f 'lie:ile una raigambre taJi psiColó-

l.,e•
gica que resulta chocante para el uso del .Ienguaje hablar, por ejemplo,
e 1,:,': zadón respecto de las incapacidades?
6.1.4.1.4. Deber general de información de un "concepto n.oi·maiivo de culpa"" expresión de hecho necesaria
';;'.
y de omisión. La ¡Iamada "culpa por asun-
porque actualmente la opción por tal concepto normativo es unánime en
i' : ción", 6.1.4.1.5. El pril)cipiq de cQnlian·
la doctrina'; la palabra "imprudencia", en cambio. no,presenl~ esa difi-
:~'~'<¡
cullad, El aulor ha adoplado ya·la terminología hoy mayorilar.ia.("impru,
za. 6.1.4.1.6 La prohibició~ de regreso.
"~,_o dencia", "imprudente",-; ,véas~ al respecto' Lecciortes, 'Lecci,óJ.l ~,2), )'

••
, 6.1.4.2: Realiza~ión del riesgo no perm¡~
( actualmente contiI).úa considerándola correcta. En est~ libro" sin embar-
go, por las razones apuntadas más arril;>a en l~ "Adv,~~t~~c::ia ·.p'reIimi~
.". lido en el resultado. 6.1.4.2.1,. El proble-
: ma de los cursos causales hipotéticos, .
¡ ~" . nar" (necesidad de unificar la terminología con el resto .p.e l~ obr~ y el
(' especialmente el del comportamlen!o al-
programa), se .ha aceptado adoptar, excepcionalmente, la t~rml~ología
e '--o "
.., ,'~ ',' ~

••
ternativo conforme a derecho. 6.1.4.2.2. tradicion.al ("culpa", "culposc(), .,.,'.
\..' "
: ,
f La'leoria.del nexo o de la evilabilidad. , Realizar un tipo penal significa que el aulor -una persona-lleva cabo a
\. .: 6.1.4.2.3. La teoría del Incremento delñes- 'en el mundo una condllc.ta que coincide.. objetiva y subjeÚvam.enté; con ,]=a
descripta en alguno ~ los tipos de la parte especial del Código' Penal, e~

••
go. 6.1.4.2.4. La teorla del fin de la noona,
i..: 6,1.4.2.4. Otros criterios de imputación, 'conjunción eventuálmente con el tipo'de la parte generai'cjue lo co'mple-
\e .. menla (como ocurreen los casos de tentativa, partiCipación, etcétera); Ca .

\ •• (,
........
2. MOdalid,ades subjetivas: culpa
concianl,a e inconsci~nle, Delimitación
5, Clases de culpa. 5.1. Por su repre-
senlación por parte del aulor: culpa cons-
ciente e inconséiente: ~a distinción entre
realización típica puede ser dolosá o'culposa, En este capítulo,sólo se ana'
lizará esla última modalidad, pero una 'distinción precisa entre dolQ y el1J'"
pa es importante para la caracterización de ambos conceptos; Esa distin-

•• ''-..:'.
"
dolo y culpa, ci6n forma parledel capítulo correspo.ndiente al dolo, pero también aquí
se dirá algo 'al respecto infra, en el 'punto 6, Por el momento· 'Ó l." os
necesaria un'a distirición muy prelimimir; .
e \..> ~ El profano asocia normalmente dolo ton intención, incluso cOI¡.mala

•• '-..
',1, Concepto de culpa, denominación
intención,EiIo es sin embargo 11IUy discutido -ymayorilariamente rechaza"
, do- en la ciencia penal. Cada vez ~dquiere incluso más f4erza en-la.doctri""'1
la idea de que la intención, entendida estrictamente como !~'volllntad

••
~.

incondicionada de realizar el tipo penal" (WELZEL, 1993: 79), o bi~njl'egflun


, Para evitar equívocos conviene invertir el orden del título y comenzar'
papel muy secundario en el concepto de dolo o bien directamente no juega
,00 la denominación, El' la dogmática jurídico-penal de habla hispana se
I ningún papel(BACIGAL~PO, 1997: 231 ss.),' Sin embargo, más ~¡¡~:dG est"
utilizan los sustantivos "culpa" e "imprudencia" (así como los adjetivos
discusión, existe amplio acuerdo en considerar a I~ intención cómo primer
,e '-' "culposo" e "imprudente") para designar el concepto que es objeto de estu-
elemento negativo en. orden ácara2terizar la c~",ducta culposa (KOHL,)994:
e -, .. dio en este capítulo, Ultimamente, sin embargo, existe la tendenCia, ya ma- 514), "Negativó" quiere decir aquí lo siguiente: quien actúa culposameiite

•• ','
... :
yoritaria, ce utilizar las palabn:'s "ilJ1prudencia" e "imprud'eilte", en lugar de
"culpa" y "culposo", puesto que ello evita al lego, e incluso al principiante
en d:erecho penal, la confusión entre esta posibilidad de realización típica
/10 tÍene intención de realizar el tipo, Esta opinión, con todo, ha sido obj~i~­
da -siempre minoritadamente- ya desde anliguo (MOLLER, 1912: 46), y hoy
debería ser sometidá seriamente a discusi6n. " .' -. ' :'1 ~ , ' , · , · c ,


'

"

l
328 : Gabrid E. Pérez Barberá Ellipo cuiposo - La prelerinlencioll.nlidnd 329

Ejemplo: Quien dirige intencionalmente su·revólver contra.Ia cabeza su


. una apuesta apünta rev.ól~er contr.a la manza·na que una persona sostie-
de ,una persona y dispara q'ueriendo matarla', sin dudas no actúa ne en su mano, y pese a haber's~ representado la'posibilidad de que ei
clllposamente. Esa persona quiere la realización típica y·actúa por lo tanto disparo no acierte en la manzana sino en la mano dispara. igualmente, Con-
dolosamente, Quien, en cambio, se dirige a toda velocidad con su automóvil 'fiando en su buena puntería y por tanto en que ese, resultado"d"ñoso no
porque llega tarde a una cita y en el camino arrolla a un peatón que cruza la suc~derá, si finalmente el.resultado se prOtl~ce habrá actua.clo culpcsa.mente;,
calle correctamente por la senda p_eatonal y lo mat.1, no quiere ese resulta- pero como ~e ha·representado el resultadQ su imprudencia es· "consciente":.
dode muerte (lo que quería era llegar a tiempo a una cita), pero dicho Entre nosotros,-Ja Concepción psiéológica ha sido sostenida por la doc'
resultado le será igualmente reprochable por haber .obrado culposamente trina, especialmente por los autores que. escribieron hasLa la década del
(de acuerdo a ciertos crilerios que se exponen enseguida). seseJlta del siglo XX (SOLER, 1940; NlIÑEZ, 1959-1960), y es todavía mayori'-
Con ello se hadado un paso para la caracterización'de la culpa, pero taria·en·.lajurisprudcncia. Los autores argentinos·que:·com·enzaron a escri ...
ciertamente muy' escueto y apenas alejado' de lo obvio', Ya. está claro qué bit a fines de esa pécada y se consolidaron en los años set~nta (BACIGAlUPO,
casos Son evidentes supuestos de dolo y no de cl;lpa, pero lo importante es 1974'; ZAFFARONl, '1973) :abandonaron esa concepción y sdstuvicrOn un coo-
.sape( qué se .entieride posi~ivamellte por culpa. cepto finalista de culpa, cuya e·xplicaci6n es básicamente·normativa.·
Históricamente han sido defendidos clos conceptos principales de cul- Quienes defienden un concepto norma ti va de' ctilpa trabajan en con-
., pá: lll10 psicológico (yen tal sentido naturalista, 'porque la psique 'del s'uj~to sonancia con un concepto puramente normativo de culpabilidad . esto es,
perLenece· al mundo del ser) y otro normativo, esto .es, ·deterr~·lÍnado con culpabilidad como puro juiciode reproche contra el autor concFeto por ha-
, ,base en paut:is val6rativas y jurídicas,' que como tales integran sólo el mun- ber obrado en forma contraria al derecho pudiendohabei'se compo;t~do'
do del deber:s~r,Como intento peculia~ no slasific~ble plenamente ~'nniry­ conforme a él. Y consideran que aquello que determina que una conducta
guna de estas dos categorías debe tenerse al concepto de culpa del finalismo, sea culposa no es un determinado nexo psíqtiico entre larepresentaci6n del
oscilante entre puntos de partida naturalísticos y explicaciones en rigor nor-:- autor y Stl hecho, si~o la posibilidad de que la conducta del autór,seaoük-
mativas (sobre la evolución del concepto de culpa dentro de la teoría de la tivamente reprochable, en función· de consideraciones juridiCo':normativas ..
acción finalista no es posible extenderse aquí; v., al respecto, SERRANO que atienden no a las particularidades individuales del suJéú,(elreproche'
GONZÁLEZ oEMuRlLLO,1991, 43 ss.; STRUENSEE, 1987,423 ss.). , que se 'cenlra en ello es el rel,roche de culpabilidad), sinoa'a'qüi:lIás ca(ac~
El concepto psicológico de culpa aparece ligado al concepto psicolÓgico terísticas de la conduCla que .hacen qué: eÍt gél1(?rdr-y' p(i,";a 'é::~iaiqúi·e~a
de culpabilidatl, defendido a principios de! siglo XX en Alemania por autores pueda ser tenida como reprochable. Una conductallevadri acabo' en' t';l~s
como BELlNG y VaN LlSZT. Según este concepto, la culpabilidad consiste en ~ondicic~mes es una conducta.~~~.posa:. ." ·. 1 • • • • , ' : . : ••' . . . ': •• : •• :.~ • .
Ull"n¡era relación psíquica entre la mente del sujeto y su hecho; y el 'dolo y la Existe, sin embargo,! llr{a corrie~te .:min-o:rit~r~a. ·P.~:~qJ.rit#~~ad~· p~r
culpa Son las dos "formas" posibles de la culpabilidad. Pero pronlO esta con- autores muy prestigiosos, que considera que iambiénlas partrcularidades
ccpdón se mostró impotente para explicar el fenómeno dé la llamada tLilpa individuales del sujeto deben tomarse e.n.CUeJ1t~ pa'ra ladet~r!b,i~~c.iÓn c:i¿
inCO,1Scier,te (v. inJra, punto 5,1), en la que ha existe ninguna conexiónpsí- la existencia de. culpa,· Esto se analiza\rá con precisión rríá~¡;:tdelan·te (v.
qui'ca entI'e el autor y el resultado, y es por ~1I0 que fue rápidamente ab~ndo­ punto 6. L4.1.3.). ' ' " . .'., "~i: ',',:.:.'... ";,,,;.:
nada el.. Alemania, país en el que esta concepción tuvo su origen.' Inicialmente
!
se
. .
sostuvo que el núcleo
.
de ese reproche ó¡'je!,ivq, ~~.é.1.
' . , . . . . • . . . ' . . ;. r.}

.ej.",plo: Quien por completa distracción',. descuido u 'olvido 'deja la que consiste la culpa s~gún el concepto norrJ1ativo reside ~q la yj'\lJ~ciónpqr
plancha encendida sobre una prenda y a raíz de ello tiene lugar un incendio parte del autord" un determinado deber objetivo cÍe 9ui~i<1dó<:C¡;~a.ls<;~:
que'lesiona a los hábitantes de la casa, actúa culposamente pero, sin ningu~ 1930). Esta ideá'iobtuvo mucha, acept~Ción y es todavía hOY'maYOIh~ria en,
na conciencitr sobre semejante res~ltado, que ~l.l1nca tuvo en mente;· s.ll.cul- Alemani~.y en Espa~a. Iv1;oderna.ment~ se con~i.~~r~ ~in·_~~baáiC?:qu"~· ~,'
pa e~ pJr tJnto "inconsciente". Si, en cambio, ·un e~perto ti~adpr.pára· ga~.~r concepto de "d~ber de suidadq" es demasiado vago'yqll~ ,elcarás!er culposo'

. ,,,",.., .-::.....
-
:~I:~,.,
"ti!f'e.1,.-
. ¡:".
! "¡;~.'
,:;:'"
:".!,;, .. '

·

.",'
í.
. , 330 . Gabriel.E. Pérez Barberá"'

de un cOl11portami~nto debe ser determinado a.través de los-criterios de la


lIamqda teoría de/a imputacióll objetiva (ROXIN, 1997: 1000). El desarro-
El tipo culposo - La preterintencionalidad 331

. Sin embargo, a la vez -en 1906- BELlNG publicaba Isu. . fundamental.. mo-
nografía Die Le",.e VOI1/ Tatbestand (La teoría del tipo) a través de la

•'. <'
llo de eSltos conceptos se lleva a cabo más abajo (punto 6.1.4.).
POr" ahora lo q'üe debe retenerse es 10 siguiente: la diferencia fundamen-
·tal entre el concepto normativo y el psicológico de culpa consiste en que,
~ual se in.corp~r6 ~I ti~o a I~ ~eoríi d~1 delito como categqría sistemática
mdepenql.ente, detendlda por el propiO BELlNG como puramente objetiva,
esto es, desprovista de todo elemeíllO subjetivo -todo lo s,ubjetivo era asig-
,~ según el p.cimefo, lo que detennina,que una conducta sea culposa es la formu- nado por BELlNG a la:culpabilidad-, y como completamente avalorada, esto

••
"

Iaci9n de UI1 reproche objetivo. perteneciente en cuanto tal al mundo del és, desprovista de todo juicio de desvalúr sobre la conducta, el cual quedaba

.'.."
deber-ser, que mira a la conducta yno' al autor, y que se fUIlda en c6n~idera­ reservado para la categoría de la antijuridicidad (BEUNG, 1944):' . i
, ciones jUI"ídico-normativa"s", En cadlbio, según el concepto psicológico, lo de- Semejante concepción del tipo'penal conducía inevitablemente a que
'terminante par<¡l afirmar la exi.stencia d~ culpa es un hecho, perteneciente en éste consistiera -.y se agotara- en la simple caus;.:tción de la conducta en él
cuanto tal al mundo del ser; como lo es'la existencia de un supuesto nc;o;.o descripta, pues la eallsación e~a el dato objetivo. perceptible u,través de los
psíquico de determinadas c;:;aracterísticas entre el sujeto y l'.l.conducta. sentidos, que podía coincidir Ono con el comp0l1amiento descripto en la ley,
,e'
··
En este capítulo se defiende un concepto normativo de culpa, y en ello ,.~ , independientemente de su consideración jurídica. Recién en la antijulidicidad
' coincide hoy práctic~mente en forma unánime la doctrina' . "
debía analizarse si esa causac"ión era además contraria a derecho y recién
~ ... " en la culpabilidad determinarse si había sido cometida con dolo O culpa. Ello
\- conducía al apsurdo de consiqerar penalmente típicas e inclu~o antijurídicas
,.1,.,.. conductas jurídicamente iI~relevantes.

.'- '-:. Hist6r1camente, la u.bicaci6J~ siMemática de la culpa ha evolucionado


Ejemplo: Si A cita a su novia B para encontrarse en un 'punto ueter-

..•
minado de la' ciudad, y B muere en camino hacia la cita por haber sidQ
desde su ubica.ión en la culpabilidad a fines del siglo XIX y comienzos del alcanzada por un meteorito,' la conducta de A sería típ~ca de hom.icidio,.pues
XX hasta suubicación en ~l [;PO ya desde 1930, .
¡• " .
. .
Según los prlmeros deslrrollos dogmáticos importantes en Alemania
fue causa,de la muerte de B. R~cién en la culpubilidad se determinaría.la
,
o~ i "-
(segunda mitad del siglo :XIX); todo lo ob)!'tivo debía perte~ecer a la
impunidad de A; por inexistencia tanto de dolo como de culpa (el eje-r'1plo

·.•.;..-'
-drástico peto instructiv'o- es de Graberger). Es claro que el citar ::J. una
' '. ,[¡tijuridicidad y todo iosub;,etivoa la culpabilidad: Se ~onsiderabá que
novia constituye una conducta jurídicamente irrelevante, pero la "ubicación
tanto el dolo como la culpa significaban diferentes f.armas de lo subjetiva
y por lo lanto difererites 'fórmas de la culp;;biiidad.Aútcires aleinai1e~
de la culpa y el dolo en la culpabilidad conducen a considerarla penah'lente
" como BIHDlNG, BELING Y VOl\.LISZT fueron los principales representantes
típica y antijurídica. De allí que esta concepc.:ón avalorada y pur~m~nte
objetiva del tipo procurará elimi~ar e~te absurdo jurídico a trav.és ete tecwÍas
,~ dI:! esta c{ncepción, seguida ~ri Arg'entina, con matices,' por SOLER~ NÚÑEZ,
"limitadoras de la causalidad", ló que la condujo a nuevos absurdos, e~q

•.•
bE LA RIl,_ Y eREUS, entre ot,ós. . ' . '. .
'Pero ya en 1907 un artkulo muy citado'y conocido de FRANK (Ober vez lógicos y metodológico.s, según se verá lllego (infra, 6.1.1.).
den Auf!>,u des Schuldb~gJ'iffs.""Sobre la estructura del concepto de Bien pronto, sin embargo, y gracias fund2mentalmente ,a los tra~ajos

'•.
de M. E. MAYER (1915) y de MEZGER (1924), quedó claro que muchos tipos
' . culpabilidad) llamó la atencié'n sobre la imposibilidad de que ese concepto
purameni<, psicológico de cH :pabilidad pueda explicar el fenómeno de la también estaban integrados por elementos sutjetivos (los llamados "ele-
culpa incchsciente, abriéndo·se así por primera yez el camino hacia un con- mentos subjetivos del tipo"), así como por e:.ementos norma~iv<1s. Ya '10
.• ,j cepto normativo de culpabilid ,d, el cual consistía en un juicio de reproche y podía pues sostenerse que la líDea divisoria enlre el ilícito'-o injusto- (cons-

· no en una relación psíquica. Con ello se quebraba'aquella rí,gida distinción thu.u" por las categorías sistemáticas del tipe y de la antijuridicidad) y la
de que toda lo objetivo perter,ecía'a la antijuridicidad y todo lo subjetivo a la culpabilidad pasapa p~r la distinción entre objetividady subjetividad. EStaba'
culpabilidad.·Ahora culpabilidad podía Ser también un concepto normativo. claro que del lado del ilícito se tomaban en cuenta elementos subjetivos y ,
".
',-,,:
el • . . . .
~ ,
'.

332 Gahriel E. Pérez,Harberá


El ,tipo culposo ~ La preterinlencionalidad 333.

normativos, y que la culpabilidad era fundaqlentalmente un éoncepto nor-


Ufuncionalismos" representados por autores tan diferentes entre sí como
mativo, no subjetivo. A eS"la altura de la evot'ución todo indicaba; pues, qüe
por ejerhplo ROXIN y JAKOBS-, aceptaran que la culpa tiene su lugar sistemá-
la culpa nO podría continuar siendo considerada una forma de culpabilidad.
tico en el tipo, pero justificaran esta conclusión con fundamentos completa-
En ese.contexto es que aparece en 1930.la importantísima investiga-
hlente diferentes a los·del finalismo. Estos fundamentos son 101' que están
ción de ENGISCH sobre dolo y culpa (ENGISCH, 1930), en hcual este autor
advierte ya que la "inobservancia del cuidado debido", característica fun- la
en la base, a su vez, de la teoría de imputación objetiva, para la cual s610
damenta) según él de los delitos culposos, debía ser considerada como un es culposa la conducta qtle crea un 'riesgo ll-3 permitido realizado a Su vez
en el resultado. En,tal sentido "lo que está amparado por el riesgo permitido"

'..
elemento del t.ipo, pues nunca una conducta ,:=onforme a la norma de cuida-
do podía ser ilícita. Con esto comenzaba a quedar c';laro no sólo que la culpa no es poi tanto culposo" (RmóN, 1997: 998), y es obvio que un riesgo
consistía más bien en un concepto normativo (inobservaneia del cuidado), permitido no sólo ha de disculpar individualmente al autor (COIllO sucede
si se está ante una causa que excluye la culpabilidad), sino que ha de .,.
sino también que ella..debía ubicarse sistemáticamente en el tipo.
A esta consideración de la culpa cama elemento del tipo contribuyó ya ·determinar qué ya la condHcta en sí no pueda' ser considenlda objetiva- . .::'
"··t·.
"n forma decisiva· la teoría final de la acción creada por WELZEL, la cual, mente ilícita, y ni siquiera típica, pues una conducta amparada por el ries-

:••
pese a sus insuperables dificultades para explicar el delilO culposo en forma go permitido es jurídicamente irrelevante.
coherenle con sus puntos de partida fundamentales, demostró definitiva- Según el punto de vista aquí defendido la culpa constituye sin duda un
mente con su concepción del "ilícito personal" -en el ámbito general de la. problema de tipo. Para fundamentar ello hay que tener en cuenta especial.:.
teoría del ilícito- que nunca la pura causacióndel resultado podía ser mente -además de los argumentos ya citados- la vigencia en nUC!ilrO siste-
penal mente relevante. Según WELZEL, "io fundamental en orden a considerar majurídico del principio constitucional de culpabilidad, entendido en el es-
ilícita una conducta es el des valor de acción, no el desvalor de resultado. La
presencia de dolo O culpa en la acción del sujeto es lo que dete~niina que la
conducta en sí, más allá del resulJado, sea jurídico-penalmente desvalorada, y
tricto ~entido de nullum crimen sine culpa (no hay pena sin por lo m~mos
imprudencia). Los ciudadanos no sólo deben poder saber qué está prohibi-
do (11111111111 crimen sine lege) sino también qué nO puede prohibirse .'.•
•••
en tül sentido pueda decirse que existe Un desvalor de acción. 'Cnullum crimen sine 'Culpa), pues ambas posibilidades de conocimiento
Siel dolo y la culpa han de cumplir un papel tan determinante en la contribuyen esenciallÍlentc a determinar cuál es el ámbito efectivo de liber-

:.•.•
cOi:stitución del desvalor de acción, es claro que deb·ían ser "trasladados" tad en el.que pueden desenvolverse socialmente (P~REZ BARBERÁ, 2000). El
del ámbito de la culpabilidad al del ilícito, y dentro de éste al de la fipicidad; tipo es el elemento comunicante fundamental con que cuenta el Estado
, pues es allí tlond.c se caracteriza positivamente a la conducta punible. Y para transmitir ~sa información a las person~s; de allí la conveniencia de
ese c,mbio del puesto sistemático del dolo y de la culpa desde la culpabi- que en un Estado de derecho la culpa· -límite mínimo de lo punible- sea
lidad luicia el tipo fue el paso que ya sin titubeos dio la teoría final de la . considerada en el tipo. ,
acción en la década de 1940.
Este triunfo sistemático del finalismo permanece hasta hoy indiscuti-
·En nuestro país, sin embargo, la jurisprudencia mayoritaria -y una p"ár-
le de la doctrina- trata todavía al dolo y a la culpa en la culpabilidad. ..'
do. Pdcticamente hay acuerdo unánime en considerar q\le,
sistemáticamente,
, la culpa -y el dolo- pertenecen al tipo penal. Pero lo der- • •••
to ~s que el finalismo fundamentó ese cambio sistemático no sólo con los
argur.1cr¡tos aquí reseñados .sino también, y fundamentalmente, con Slt" pe-
culiar lf!oría sobre la acción, cuyas bases y fundamentos fueron en general
3. Sis'tema del"' Código Penal argentino respecto del delito
culposo. Clas·~s· de delito culposo
.,' . ••
<.'.
rechazados por la doctrina.
De allí que las corrientes surgidas en Alemania después del finalismo,
a partir de la década de 1960 -fundamentalmente los diferentes
Existen dos posihilidades básicas de regülar el delito culpnso en un
código penal: ~ bien se pre§cribe a través de una cláusula de la parte gene'
ral que cada delito doloso Pllede ser a SU" vez cometido clllposamen~ (siste-
••
-
• y,.
,::.,,:'
I:~.C
".

¡¡~..• '
•••• ~t'
' .CU Iposo - L a pretenntencJOl1fl
",

.".'
334 Gabriel E. Pérez Darben1 . El tipO
, ldDd

.'e
'

., 1113 del crimen culpae o de numeras aperllls), o bien· se establecen 4. El, 'supuesto 'conl1ic"to 'entre los tipos culposos y el pri';cipi~ de
. ..específjci\mente en la' parte especial determinados tipos p'enales culposos legalidad " , "'1' ; , .
(sis~ema del crimina culposa o de llwnerus clausus). La- segunda posibi- I ~.

• ."·
lidad es !,referible pues es más respetuosa de los principios de legalidad y
de determinación de los tipospenales; es por otra parte la que predomina en
el derecho comparado. Hasta 1995 el Código Penal español era uno de los
Según' una opinión ba~lante extendida, los tipos culpos6s son tipos
:'ábiertos'.' (WELZEL, 1993: 157 ss.; ZAFFARONl, 1981, llJ: 388),·<\n.el sentido
de que su concreta forma de realización típica no e;stá expresamente seña-
"e pocos .que preveía un sistema de crimen culpa e o I1Ul1lerus aperUes; aC- , lada en la ley, la cual podo ¡anto debe ser completada por eljuez según las


tualmente incluso ese código se ha sLÍmado al sistema de llumeru.~ dausus. características del caso, concreto y en función de ,la especifica norma de

·
.....
, Dentro del siSlCJfla de HumerllS clausus es preferible, á su vez, contar cuidado que lo rige.

.•
••••
Con tina cláusula en la parte general que establezca que sólo se tastigará Ejemplo: El art 84 CP,establece: "Será repr-imido:" el que-por im-
una conducta como culposa cuando expresamente lo disponga la ley (§ 15 prudencia, negligencia, imperiei.~_en· su arte o profesión o inobservancia de
'. los reglamentos o de los deberes a su cargo,causare a otro la muerte,,,".
C,P. alemán; art. 12 CP, español), .
La forma concreta en que esa muerte puede causarse y su específica mo-

.•
N~e~tro Código Penal partiCipa del sistema del nWlIerus cla~tls. pero
no prevé en la parte general una cláusula del tenor de las del § 15 o del art. 12 . dalidad' culposa no pueden ser'establecidas por la ley pues ello conduciría a

• "
. ~"de los C.P. alemán y español, respectivamentc, recién citados':. El contenido
~ de esa cláusula puede considerarse, sin embargo, vigente en nuestro derecho
un casuismo interminable. La, causación culposa de un resultado de ml1er~e
puede
,
tener lugar por violacj6n
\ .
.a las normas deL tránsito viario, o de la
construcción, o de la [ex arti,s.; y ya sea a través del uso de. un automotor'·r


'a través de la aplicación directa del principio constitucional de legaljdad (art.
de un arma de fuego o de un~ sustancia 'peligrosa. etcétera.
18 CN.), :;egún el cual sólo es punible una conducta -en este caso la culposa-
De allí que, como la .acción concreta no está. determinadalegalmr.nte,
cuando así e~presall1enú~ lo establece la ley (Ilullum crimen sine lege). en

··.
. . • I~,
se sostenga que los tipos culposos afectarían de alguna manerá el principio
concreto, .s610 serán típicamer.te cqlposas en nuestro derecho penal positivo
constitucional de legalidad (nllUum crimen sinelege), que exige, ~ través
• \C. vigente a'luellas conductas que sc adecuen a lo~ tipos penales de la parte
de uno de sus principios derivados (l1~ll!lm crimen sine lt:ge slricta). que
;. ',--~ especial del Código Penal o de sus leyes complementarias que expresamente
los tipos penales deben describir exh;mstivamenle lti condu~ta prohil;ida;de
amena~en con pena supuestos de hecho culposos.

·•
una manera clara y'precis.a; es decir, se exige q~e los tipos 'se.an ·"ce.f:r'!l~~~"
'" \'ln nuestro derecho pelllle"isten.delitos culposos deresullado, pu-
...: (principio de determinación de los,tipos penales). . ..
diendo Sto,- éstos a su vez de ksión (aets. 84 y 94 CP) o de peligro concreto Tal punto de vista es,' sin embargo,' erróneo y, ·cie hecho, '10 rechi'.za
(art. 56 ley 24.05 L sobre re:;iduos peligrosos), Existen tam.bién: delitos parte de la doétrina, Como se ha advertido con razón (JAKoBs,:1997 a: ~8~)
'..
culposos de peligro abstracto (art. .189, prim~r párrafo, CP) y de mera los delitos culposos no son ni más ni menos "abertos" que los dol060S.,F-1l0

',.- '.
actividad (art. 204 bis CP.j, Todo delito culposo de resultado puede ser a su se comprueba fácilmente en nue'stro derecho positivo si se comparJ:!n el '(lrt
.
"'--
~ez realizado mediante comisión o mediante comisi6n por omisión (omi~i6~ 79 CP. (homicidio doloso) con el' citado art 84,del mismo ordenalJ1lP.n~o

••.
impropia). No existen en nue~'tro derecho penal positivo vigente delitos de (homicidio culposo). La locución "el que matare a otro" no es más Cf!.rrád'1
omisión propia culposos,

.'•
que "el que .causare a 6tro la muerte por imprudencia", En rigor, tanto hay
En la práctica los más irr.porlantes Son lQ$ deli\os culposos de resulta- delitos dolosos como culposos que pueden ser calificados ·de abiertos y
' '.~. do y, dentro de éstos, los de'lesión, Esto ,hace que la mayoría de los ejem~ e,errados (BURGSTAU.ER, j 974: 33 ss.), El tipo del art 162 C.P, (hurto) e'un
pI os se Construyan en base a esta clase. Ello no debe hacer perder de vista tipo doloso cerrado, pues describe exhaustivam~nte la condúcta prohibida;'
,-,.

',·.
q'ue, sin embargo, son perfectamente posibles las demás formas señaladas pero el del art 79 es un tipo doloso abierto. A su vez, el tipo del'1rt 204 bis
de delitos culposos, a las que le Son aplicables, en principio, los mismos ep., en función del 204, es un tipo culposo cerrado, pero'el del art 8"' es un
,.' principios, con excepción de.!o que expresamente se indica infra 7. tipo culposo abierto, '.
... ~.
...•
:. .


'
Gabriel E. Pérez Bnrbcrá
El tipo culposo - La pretcrintencíonalidad 337
"~
" Pero ni siquiera los tipos penales -dolosos o culposos- que,pued,n ser
'califi~ados de '''abiertos'' violan -por ese solo hecho- el principio de legali-
dad, Así, se ha sostenido que no es posible pensar en otra manera de Con-
(o de dos años si concurre la agravante del segundo párrafo del art. 84)
y IR máxirpa de cinco afias. AqUÍ se ve claramente hasta qué punto
•.
,cretar.o completar es<?s lipos que no Sea a través de la,tarea de los j,ueces,
,'siendo,incluso más fácil para el ciudadano distinguir.deberes de cuidado
repercute en la cuantía de la pena el qtle un hecho 'de homicidio sea
considerado doioso o clilposo.
'Por otro lado, en la defraudación del art. 173 inc. 1 C.P., sólo si se' ••
••
según sus,propias nociones que a través del contenido de las.leyes (JESc:HECKI
,WEIGENI?, 1996: 564), prueba el dolo del autor habrá delito. Si sólo se demuestra que obró'
culppsamente la conducta. será atípica. Aquí la no presencia de dolo implica
directamente la impunidad del autor.
S. Clases de culpa

5._ J.. Po~' su representaci6n por parte deL" alltor: culpa conscien(e
inconsciente .. La di.$tinci6n entre dolo y culpa
e.
El análisis detallado de las diferentes teorías elaboradas para la carac-
terización del dolo eventllal'y su conSecuente diferenciación con la culpa
consciente corresponde que se Iíeve a cabo en el capítulo correspondiente'
al dolo, y allí cabe remitirse. Aquí sólo cabe agregar que una corriente
•c.•
Ya ha sido explicada, Con base en ejemplos, la diferencia entre l'llla-
minoritaria pero muy importante sostiene que, en realidad, no cabe distin-
guir entre culpa consciente e inconsciente, rnüs precisamente: no h,ay una
••
••
Inada culpa "consciente" y la ;'inconsciente" .(slIpra 1). A.ctuar sin repre- imprudencia consciente. Para este punto de vista, dolo' es conocimiento y
sentarse de ninguna manera la posible lesión del bien jurídico impo~ta una culp~ desconocimiento; la culpa, en tal senlido, es siempre un caso de eITor:
culpa inconsciente: Actuar representándose esa lesión pero confiando en toda culpa es culpa inconsci~nte (SCHRODER, 1949: 244 ss.; SCHMIDHAUSER,

•l.
'que ella 0.0 sucede.rá,.i,mporta una cldpaJ:onsci~nte. Esta dif~renciación no 1957: 312; JAKOBS, '1997: 380 ss.). ' ,
tiene nirigun~ importancia práctica,. porque para ambas clases de culpa ,el
legisladora~igna la misma pena, y hay acuerdo doctrinario en afirmar que
el1tre ~ulpa cQnsciepte e inconsciente nQ existe a priori una diferencia.de
,gravedad en el nivel de la culpabilidqd. Tanto una culpa consciente,como
t!n¡.dnconscient~ ,puede m~recer un ,muy' elev8:do q.,un casi insignificante
5,2. Por su gravedad: ¿culpa grave o· t~merar¡a y 'leve ~':s¡l1:zple? La .
CHipa insignificante
•'.
replOche de culpabilidad, según el caso concreto.
La ¡listinción adquiere sentido más bien respecto de la diferenciación
enlre la forma más general del doio (el eventual) y la más exigente:de la
, culpa (la consciente), lo que significa qu~)al distinción determinará por
Hasta hace poco nuestro derecho penal positivo no' distinguía entre
culpa grave (o temeraria) y leve (o simple). Pero aci;,álmente, lr~s la re~
ciente reforma operada según ley 24.256 del 11/5/2000 al art. 278 C.P., '"
•'l.,
.
ha incorporado la distinción. Esta es ,la situación también en el derecho
,dónde pasa, en definitiva; la diferencia entre dolo y. culpa.: Y esta determi- comparado, que exige muchas veces una especial grav~dad' de,la, culpa
:nqdóli sí e~ rel~vante p;lra la práctica, pues· el legislador o bien asign~' una
.'pena mellPI". a la conducta culposa en relación, a la dolos.~, o bien ,¡lsigna
para la realización típica (art. 301 c.P. español; § 97 II C.P. 'alemán). 'e
Lo cierto es que la distinción entre culpa leve y grave -independiente- '
pena sólo a la modalidad dolosa de una conducta. De allí que la d.istinción
mente de que ah'ora en nuestro derecho sea fundamental t~mbién respecto 'e
J,.'•le
cncredolo y culpa pueda significar en ,la práctica una considerable diferen-
de la realización típica d~1 cit~do art. 278 (inc. :!) del c.P.- siempre ha sidoy ,
cia en)a aplicaciqn,de pena o directamente el paso de la punibilidad aJa
es relevante en or~en a 'determinar la medida de la culpabilidac\ y c()['secuen-,
: impunidad, según el caso.
temen te de la pena n imponer al autor culposo. Por otr;1 parte, existe consen:-
Ejemplos: Si un h,oQ1icidio es tenido por doloso, la pena mínimaes
,0" ocho años de prisión y la máxima de veinticinco (art.79 C.P.); si, es, , so doctrinario enfavor de la impunidad de la, fumias insignificantes de culpa

',l.
'.
o culpas levísimas (LUZÓN PEÑA, 1996: 522; ROXIN, 1997, 1028 ss,)~ de allLque,
en cambio. considerado culposo, 'la pena mínima es de sólo. seis lTIesf!s . .
sea fundamental establecer ci~gmtíticamentecriterios seguros al respecto .
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1
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i.

'7
,,' .".

.
338 Gabriel E. Pérez Barberá El tipo culp9S0 - La preterintencionalidad , '339

•• Pese a que lai~mportancja e1el ptlJ~to está fuera de duda la doctrina 'no

·•••••
;j' impericia, pero por asumir una responsabilidad que sobrepasa su capacidad
se ha oel'pado de él con el mismo rigor con que ha abord~d~ otros proble- actúa culposamenle, y viola con ello reglamentos médicos especffícos o
i
mas del delito culposo, ni logrado por consiguiente criterios preci~.os y con~ ¡ '? generales' ([ex artis), Parte de nuestra doctrina ha sostenido que se 'trata de
~:.' .'v·incentt~!;. Con todo, se coincide'en que la calificación de "grave" o "leve"
debe eSI',r referida al desvalor de acción y no al des valor de resultado; es J
. una pura cuestión terminológica (MALAMUD GOTI, 1972: 75), y esta es la
opinión que se apoya desde aquí.
1
•'.
-decir, ni) intel:esa la .cuantía del daño causado sino la característica de la
acción en sí. A su vez, respecto del desva~or de acción lo qu~ debe tomarse
1
., 6, El delito culpo5'o decomi5ión: estructur~'!lel delito c,Ilposo de

.•••
en cuenta no es la actitud interna del sujeto sino el nivel objetivo'de peligro-
sidad de la acción (ROlÚN, 1997: 1026). 1 resultado (de lesión y de peligro ~oncreto)
j
Pero al inte~tarse determinar cuándo concretamente u.na conducta
' culposa es lo suficientemente peligrosa como para ser calificad ... de grave o
· temeraria, o al revés, cuándo es tan poco peligrosa que merezca ser tenida
" . 6.1. Tipicidad
, '

6,1). El problema de la causalidad

,.·••....
· por leve o incluso por~evísima o insignificante, se cae invariablemente en

• definiciones ciiculares. Un buen ejemplo de ese tipo de definiciones e~ la


intentada por el Proyecto de Código Penal alemán de 1962: UActúa teme,
rariamente quien se conduce de modo gravemente o buniamente culposo" ~
El desarrollo en detalle de este problema corresponde al capítulo de
esta obr~ en el 9ue se analiza la tipicidad objetiva en general, al que cabe
remitirse. Aquí baste recordar que la. qmsalidad es una categora: concep-
tual ontológica, que corresponde al mundo del ser, y en tal sentido la única
". La doctrina,.por ~u parte, no ha avanzado mucho más; tar¡.ipoco Iajurispru- teoría que la explica 'correctamente es la llamada liteóría de la eql.livalencia
' dencia de países qu~ desde hac.etiempo cuentan en su legisladón Con estas de las condiciones", según la cua~ toda con,dición que ha influido en la rea-

·."•
· diferenci 'iciones, como el ceso de Alemania, cuyos tribunales deciden la
¡ -;;.;.
'cuestión :aso por caso, sir~ ~.~ego a un criterio rector detern~jnado.
lización del resultado es caus'a de él. Esta es la realidad del mundo.fís;c.o )'
." no le corresponde.a una disciplina normativa -como lo es ¿Iderecho- in'.en-
,. En Iq que hace a la detef':11inaci6n del carácter insignificante o levísimo tar regular la naturaleza,.' . ' .
"'," · de la culpa, .se ha propuesto trabajar en consonancia 'con ei principio de ' .. Causa del homicidio perpetrado por A contra B mediante un arma de
insignificancia o de bagatela, elaborado fundamentalmente en función del fuego es también, entre muchos otros eslabones de la cadena causal, 1"
delito doloso (LUZÓN PEÑA, 1996: 522), pero tampoco esta id~a ha sido ma- venta del arma, su fabricación, la producción del metal utilizado para S'I,

~.(
• ~¿ yormenté desarrollada. '. '. . fabricación, etcétera. Qúe ju'rídicamente no corresponda impu,Ia r ose ho-
micidio al vendedor o al fabricante dei arma o a quien 'produjo'el rnel.!es

• algo que decide el derecho, en función d~"¿'riterios jurídicos (normativcs), y

i.• • i<2:
5.3, Por ~u modalidad: ¿negligencia, impericla, imprudencia y
viol,ación de reglamentos?

'. Dada la redacción de muchos de los tipos culposos previstos en nues-


no una ley ffsica comó la causalidad, cdya regularidad es puest"·ind,,~·.~ Oc
dudil' desde la misma física, en su versión cliántica,
De ello se sigue que lo que compete al derecho penal es elaborar'
teorías de la iinputación, con lascuales imped.ir las consecuencias abs~r­
I

·.'·.
tro Código Penal, la doctrina nacional ha considerado de i~portancia li das de una aPlicación estricta de la ley causal, y na teorfas de la ca~saJidad'
<j.:' distinciÓn entre las 9ivers~s mo~a~idades de culpa mencionadas en la ley: la que persigan 'restringirla o limitarla (!). Todas las llamadas leNías .de' la
, • .
causalidad (teoría de la relevancia, teoría de la G.~usalid"ad adecuada,.tcf\ría
negligencia, la impericia, la imprudencia y la violación de reglamentos (NúÑEZ,'
1960 [t. lIJ: 79 ss.), Sin embargo, en la literatura comparada. na se le da a de l,interrupción del nexo causal, teorías individualizadoras, etoétero) sen
.,:
',.' 'esta distinción ninguna significaci6n, pues ~u iinp·ort.ancia práctica es nula y en" rigor teorías jurídicas de la imputaciól1. Erl"cuanto tales pueden resistir d
su diferenci'ación conceptual artificiosa. El médico que no posee la pericia' análisis é inclus.o ser aprovechadas. Como teorías causales nO son más
,:,; suficiente 'p'ara prac'ticar una operación'j. no obstante la practica, 'obra con que un despropósito lógico y no merecen ninguna consideración, ....
. • i.j
>• •

••
340 Gabriel E. Pérez Barberá

A'los efectos de la tipicidad' objetiva, tanto dolosa como culposa, en


El tipo culposo - La preterintencionalidad

SANCINE'M'I, 1991), que niega terminantemente que el resultado cumpla al-o


341
-.'...
· .

general coincide la doctrina en afirmar que la causalidad constituye nada


••
más que un presupuesto necesario, pero no suficiente, para que un resulta- ~I

'1
gún papel en la constitúdón (conformación) del ilícito; y del o,:ro ladó la
posición "objetivista" -por llamarla de algún modo-, que ie asigna al reslllta~
••
.-.•••
. do material pueda ser imputado al autor (BALCARCE, 1998: 27). Sin embargo, do algún papel constitutivo en el ilícito, Debe mencionarse, sin embargo,
!
un sector de la literp.tura afirma que, en verdad, a la causalidad ni siquiera le una 'tercera posición, que cada vez adquiere 'más peso y que,; sin s~r
correspondería ese papel de presupuesto mínimo para la tipiciclad objetiva i1 subjetivista, niega igualmente que el resultado constiruya el ilícito o forme
(SANCINETTI, 1997: 152). Lo cierto es que, más allá de esta discusión, existe ·1 parte de él (FRISe}l, 1995: 92 ss.; MIR PUlo,.l996: 280ss.; CORCOY BIOASOLO, ,::
acuerdo en asignarle a In existencia de relación de causalidad, a lo sumo, un
!
-:.:.
1989:.37 ss" 434 ss.; SILVA SÁNCHEZ, 1992: 4l5ss.).
papel muy limitado en el ámbito del tipo objetivo. La posición subjetivista ~clerelldida por un sector r.ninoritalio de Ihdoclri-
Ultimamente se sostiene que el papel de la causalidad no es ni el más na- sostiene, que la normajuddico-peñal es un imperativo y tiene por destina-

'•.
importante ni el más insignificante en la teoría del tipo. pues -se afirma-la , tarjas a las personas, y lo que persigue es determinar que éstas' obren de
.,
causalidad es en rigor nada más que una entre tantas categorías de deter-
minación, que explican ontológicamente un suceso, según cuáles sean las ,
,1
determinad~ manera, absteniéndose de realizar acciones prohibidas o reali~ ,
zando las mandadas. Por, eso es que la norma 'es de determinación, y en tal I
leyes naturales aplicables al caso: causales, estadísticas o teleológicas. Esta ..:1 ' sent}d~ no puede p~'~hibir, o mandar reslIltado,s:',sino acciones. D,e, allí que, .
••••
'••.
opinión erige, así, a la determina.bilidad como la categoría ontológica más ,1 seglln esta concepCtOll, el solo desvnlor de. nCClO1t .:.esto CS, la acc:ün dolos,a
general del llamado lipa objetivo -tanto elJ los delitos 'dolosos'como en los J o culposa- constituye y agota el ilícito,> siendo el resultado nada nli.lS que una1 "_.
culposos- y ubica la determinación causal, la determinación'estadística y la j condición objetiva de punibilidad y quedando, como tal, fuera del ámbito del )lJ I
;' '. dete rmi,i1ación tele'ológica COmo su~categorías empíric~s ,u'ontológíca~ de
¡
.,.•
ilícito. Para que una conducta,sea considerapa penaJmente ilícita; en resu-
, la determil)abilidad. Las repercusiones práctica-s más importantes de este men, no es necesario que en el mundo físico tenga lugar el resultado, lo cual
punto, de vista se aprecian en los ámbitos determinados no causalmente muchas veces depende del azar, sino que basta con qge el autor se comporte
. sino estadística o teleológicamente, como los casos d'e r~sp'~n's~bilidad pe~ .1
! de una manera desvalorada (con dolo o ,con culpa). La consecuencia práctica :
" nal por el producto, de omisión impropia, de instigación, etcétera (PÉREZ más importante de esta postui"a es que considera a la tentativa acabada como
BARBERÁ, 2001: 87 ss.). ' " modelo básico de lo ilícito y por lo tanto postula que su amenaza de pena debe

6.1.2. El papel del.resultado en el illcito cu~po<o' :.' ....


, Esle problema es de gran importancia en la,discusión dogmática actual.
SI en los delrtos culposos la cuestión de la causalidad cumple algún papel es
ser la misma que la del delito consumado (ZIEUNSKI, 1990: 160 ss.).
La doctrina dominante acepta,que lo fundament,al para la ,co'nfigura-
ción de lo ilícito pasa por el des valor de acción y no por el de resultado,
pero entiende que este último forma parte del ilícito, respecto del cual
:':..
;,A
porc;ue en algllnos de ellos -los que ahora se analiúm- tiene lugar un resultado
material, de lesión o de puesta en peligro de un bien jurídico. La pregunta a
tiene una función constitutiva. Fundamenta ese punto de ,vis'ta, básica-
mente, con dos argumentos, que son a su vez réplica de la~ 'tesis centrales :.
realizarse en este momento es si ese resultado, fal como viene descripto en
abstracto por la ley, cumple o nouna [unCión en l.conformación del ilícito en
de la concepciónsubjetivista. .
En primer'lugar, esta posición mayoritaria sostiene q~e, la nOffi1ajurídi-
•'.
'.
general, sea el doloso o el culposo. Con otras palabras: para afirmar que ha co-penal no es ~61o norma de determinación sino también de valoración.
tehido lugar una conducta típica y antijurídicfl: ¿es necesario tomar de alguna Es dec'ir, la norrra p~rslgLie determinar el comportamiento de las personas',
manera en cuenta el resultado descripto en el tipo o no? O más brevemente en un determiri~40 se¡¡tidó,'pero ese determi.nado· sentido surge de la valo-
aún: ¿contr;ibuye en algo el resultado a constituir el ilícito?' ración negativique ha hecho el ordenamiento jurídic'o del comportamiento • c• •

Dos posiciones fundamentales se disputan en la' doctrina el tener la \ que prohibe (delitos de comisión), o de la valoración positiva del que manda:
respuesta correcta para este interrogante: de un lado la posición subjetivista, (delitos de omisión). Si la norma jurídico-penal persigue, por ejemplo, deter-. ?~
'. ,~.
representada por una vertiente radicalizada ilel finalisnlo (ZIELlNSKI, 1990; minar a los ciudadanos a no matar, es porque'ha valorado negativamente el :::-,;
.•.... ~
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.• '
342 Gabriel E. Pérez Barberá

resultado de muerte. Para el derecho penal puede que n'o. sea relevante
toda acción desvaliosa (todo des valor de acción) sino úniciamente, aquella
que repercute en un resullado ~;ocialmenle desvaHaso. Las normas jurídico-
El tipo culposo - La preterintencionali~ad

Para'la pri11).cra concepción, que trabaja exclusivamente en"base al


denominado "juic'io de adecuación'; d~ f'a teoría de la causalidad adecÍJa-
da, una conducta será cu,lposa si ~l resultado, al momento de tener lugar

•••
penales "son, pues, normas de valoración entendidas imperativamente" la acción (criterio ex aTlte),se·prese~ta como previsible para un observa-

.• • <.
(STRATENWERTH, 1963: 348; MARTÍNEZEscAMILLA, 1992: 187),
En segundo lugar, la concepción mayoritaria enfatiza que el resultado
no puede ser considerado nada más, que un mero coniponente de azar,
puesto que precisamente los criterios de imputación desarrollados, por ejem·
dor razonable y objetivo, dotado de los éonociniie'ntos y características
propias del "h9mbre medio". ~ás los conociI:llie~tos especia'les .qllc even-
tualmente posea el autor concreW .

.-•
"",
Para la segunda concepción, una conducta es culposa si'viola un de-
plo, por la teoría de la imputación objetiva, lo que pi'ocuraú es demostrar ber objetivo de cuidado, lo c~al ocurre cuando alguna norma que regula la
que el resultado no ha sido puro azar en el caso concreto, no ha sido pura vida en socieda,d es vulnerada por la'conducta del autor. Tales normas pue-
casualidad, sino que, por las características de la acción, corresponde den ser l<1s reglas del tránsito viar,io, o las de la !ex, artis en el ejercicio
imputárselo al autor como obra suya, Para decirlo ~on una terminología profesional, o las normaS que rigen los procesos de elaboración de'produc·

•• más tradic!onal: S! el -resultado al momento de la acciÓn cra preyisible Sil


producci6n efecti-va no puede ser atribuida al azar sino a la conducta
desvahos u ·por dolosa o por culposa- del autor (GIMBERNAT OROErO, 1990:
tos, o'la construcción de"inmuebles, etcétc"ra. Se trata, según la teoría do~
minan te, de una ;violación al deber objetivo de cuidadó, lo que quiere

••
deci.r que no se loman; en cuenta las inéapacidades individuales del autor.

'·•.'
168 ss,; ZAFFARONI, 1981111: 3'16). Si éste, por algUl)¡a incapacidad determinada -física··o mental- no pddía
, Aquí se comparte el punto ,de vista, dominante. Ello implica aceptar
observar el deber <;le cuidado, realiza igualmente el tipo culposo., porqlJe el ..
que en el des valor de acción reside el fundamento principal del ilícito; pew
deber ha sido objetivamente violado, Su incapacidad' ha d~ tenerse ep
··~ambién concederle un lugar, en cuanto a su constitución, al des valor de
cuenta, pero recién en el nivel de la culpabilidad, ,'
'resultado. Una aplicación coherente de la posiciónsubjetivista ha de condu-

•."
Para la (¡ltin]a concepción, ni la idea de previsibilidad objetiva ni la de
cir.a negar que sea necesario un nexo determinado entre acción y resülta-
'. violación del d~~er objetivo de cuidado son adecuadas, por sí solas, pa,a,
:,' do, y con ello el requisito de b realización del riesgo en el resultado para la
explicar la tipicidad culposa. De acuerdo con la teoría de la imput'lci6ó

.'••
'o .imputación objetiva (v. iI~fra, 6.4,2.), Ello implicaría aceptar que pueden
objetiva, es necesario acudir a otros criterios (también nornia~jv9~)·.i;;~~a·
imputarse ¡JI autór consecuenci.as puramente ¿asuales de su, conducta (prin-
cipio del versari in "re illicito:), "que eS.' justamente lo que toda la teoría deter~inar si·un· suces~ es imput.able al tipo objetivo culposo; G~ter,¡9s,~s~cii
elaborada en torno al ilícito quiere evitar (PÉREz BARBERÁ, 2000). que -.s·egún e~ta pqsición- shn más precisos ·que-las no·cí9,~~S. '·4!~:
"previsibilidad" o de "violación del cuidado debido". Esos criterios se'ap'I,i·
6,1.3. ¿ Previsibilidad objetiva; inpbservallcia del cuidado debido o zan sintéticamente en seguida (~, infra, 6,104), ", ,

•• imputación objetiva?
Denlro de las concepciones no~mati vas de culpa puedé decirse que
hay tres que se han ,destacado o se destacan especialmente: la más tradi-
Aquí se sigue esta ú\tiIna'cQncepción; U teoría de la imput~ció~ obje-
tiva no niega que para que haya tipicidad objetiva culposa se'lp~cesarió
que el resultado sea. previsible, o.que se.viole una detenriin·~9il,n.ox~';,:.o"
e cional que sostiene que la c~lpa consiste, esencialmente, en I~ previsibilidad deber de cuidado, pero demuestra q\.lC esos elementos no son·sufiCícfJ~es

••
'. objetiva del resultado (BuRGSTALLER, 1974: 76; NÚÑEZ, ¡'960 [t.U]: 74 ss.); la ' -ni en rigor idóneos., para c'onducir a concluir que una conducta se' ad(!'~u.:':
objetivamente a un tipo culposo, o bien 'por demasiado.extensos (desde',

'.".
ya citada dI' ENGISCH"seguida luego mayoritariamente por la doctrina, según
'., la cual la culpa consiste esencialmente en la violación de un deber objetivo de cierto punto de vista todo resultado es previsible: MuÑoz CO~DE, 1989: .,
:~_. cuidado (J.scHEOcI<lWEIGENO, 1996,564); y la más reciente, que afirma que la 34 ss,) o bien por demasiado limitados (la sola violación de una'nornw,'
existencia de culpa dcqc detemIinarse en función d~ los criterios desarrolla- de cuidado no implica necesariamente que la conducta sea ,pe~a~Tnéntc··
'''e

· 1
dosyorla teoría de la imputaCión objetiva (IiOXIN, 1997;'999 ss.). típica: MALAMUO GOT!, 1972: 85 ss.). ,,' .,":,: ',';'" .o,.

'-
,'
.' " "" .••••••
344 Gabriel E. Pérez Barberá ~llipo culposo - La preierinlencionalidnd
••
La, verdad es que ni los partidarios de la previsibilidad objetiva ni los de
la violación del deber objetivo de cuidado sostienen que en la sola ocurren~
cia de esos elementos se agota la tipicidad del delito culposo, y es así que
campo de la culpa del ve.r.mri in re illicitQ,' y por ello ha sido -rechazada
unánimemente por la doctrina (LUZÓN PEÑA, 1996: 514).'
¿Pero. qué significa concretam.ente evitar, la imputación de consecuen-
••
los complementa.o con. una serie de criterios normativos q~e "terminan por
dar razonabilidad a la concepción respectiva; Muchos de esos criterios son
cias casuales?·Un simple ejemplo ayudará a comprender el problema: si A
le dispara a B sin ánimo de rnatarlo.y lo hiere en una pierna, ~' luego ,B ••
••
los asumidos por la teoría de la imputación obj"etiva, de allí que se haya muere carbonizado en'el hospital a causa' de un incendio, no podrá imputarse
sostenido que, en rigor, esta teoría no aporta "nada nuevo" a la dogmática a A este resultndo mortal por más que él ciertamente Jo ha causado, pues
de la culpa (HIRsC:H,'1999, 61). . . ese resultado, en relación con su conducta concreta, ha sido puramente
Lo "nuevo" que aporta la teoría de la imputación objetiva en el campo
del delito culposo es -por lo menoS- una exposición mejor y más ordenada
de los requisitos necesarios para la tipicidad objeiiva, evitando colocar el
casual. La única imputació.n que car.respondería a A en un caso así sería la
de lesion~s, pel:o nunca la de homicidio.
Esta problemática es conocida en nuestra dogmática tradicioital COIl el
••
énfasis ~n conceptos en sí mismos inadecuados'o ins.uf.icientes para expli-
car el fenómeno, o que -por su propia ambigüedad- se prestan a ser' utiliza- ..(,.
mote de "el problema de la con causa", II otros equivalentes. Pero tal deno-
minación y el enfoque que lees propio debe ser rechazado, pues no se trata ••
dós de o~alquier m.anera tanto por p:;¡.rtidarios de teprías normativistas como
naturalísticas del delito (los conceptos de previsibilidad y de deber de cuida-
clo son de hecho utilizados sin ninguna coherencia intrasistemática hasta
aquí de un problema causal, sino de un problema normativo. Como se dijo,
es evidente que desde el punto de vista causal A -en el ejemplo dado, ha
sido causa de la muerte de B, pues si no le hubiera disparado en'una pierna ••
por aurores causalistas, como por ejemplo NÚÑEZ).

Q.l.4. Los criterios de la imputaCión objetiva


éste no hubiera ingresado nunca a ese hospital·y no hubiera sido nunca
víctima de ese incendio. Lo que no corresponde es que jurídico-penalmente·,
deba imputarse a A ese resultado de muerte, a título de homicid~o, Pero·las
••
·.El cometido general de la teoría de la irilputación objetiva y sus funda-
mentos reóricos, así como su pretensión de validez, "Corresponde que sea ,;1
razones de que ello no corresponda no las da, ni corfesponde que las dé, uh
criterio causal -propio de las cie~cias naturales y pot lo tarito indiferel1te iá
las valoraciones jurídicas- sino un criterio jurídico; normativo, que es et que
•'.
expuesto en el capítulo alusivo a la tipicidad objetiva en general, al que cabe
I:emitirse, También allí han de ser expuestos con'detalle los criterios espe-
cíficos de imputación elaborados por esta teoría, En este lugar sólo co-
,1
decide dentro de qué límites es razonable la imputación de un· Suceso al tipo
objetivo de que se trate. Un resume.n de cuáles sao· es.os criterios (elabora- ••
rresponcje una exposición sintética de esos criterios, en relación única-
meJHe ~óo el delito· culposo.
Sobre' el objetivo general de la teoría de la ilnputación objetiva, sólo
dos por la teoría de la imputación objetiva) dentro'de la problemática dél
delito cu.lposo es 10 que sigue a continuaci6n.
••
•••
·scría.;lnportante repetir aquí que consiste en evitar la imputación al a~tor de 6.1.4,1. Crea ció" de 1111 riesgo (o peligro) /lO' permitido ,.

conGccuencias puram,ente casuales -yen tal sentido azarosas- de su obrar, En la vida social de hoy ~altamente tecnificadaS'práctícaril'enié'nohay
acti vidad que no pueela ser calificada de riesgosa:"CdndbCi"r ún: 'auto~óvjl es

•••
En derecho penal es iliacepwble -por ser violatorio del principio constitucio-
nal de cu1pabilidail- el principio canónico del versari in re iIlicita, según el riesg6~o; construir un ,edificio, fabricar ciertos 'piddüct6:s"Y'(Ítili~úÚloS·es
cuaí ·SOn imputables al autor todas las consecuencias, aun las casuales, que también riesgos~. Hasta la moderna medicina es 'rie~g6s·a:,;peró si'el1tlere ..
se siguen:.1 su accionar iniciHlmente peligroso o incluso ilícito.
De allí que sea completamente incorrecta la idea, sostenida antigua-
mente durante alglm tiempo por ef Tribunal Supremo español, de que para
l.
cho penal prohibiera toda conducta portadora de riesg'o~¡iaf¡il¡iatí~ l~'vida
social, que hoy no podría siquiera ser concebida sin es'as actividades: be: allí
que exis.te 'un riesgo permitido y un riesgo 110 -permitido.
••
. apreciar la culpa es necesario que el acto inicial sea lícito, existiendo de lo
contrario un <,Jelito doloso. Tal apreciación constituye imaapiicación en el
Determinadas conch!das ·que en sí entrañarfun·riesgo· para tiertos
bienes jurídicos pueden ser legítimame"nte realizadas en tanto·y en cuanto ••
••
',"1, ", ... ~ ••
..
I..
~ "

'

.\• '.
1-,
346 Gabriel E. Pérez Barbe'rá"

respeten ciertos márgenes de seguridad, que son los qu~ determinan el'
carácter permitido' de un riesgo. Conducir un aütomóvit"en una calle de'
El tipo culposo ~ La prelerintenci~n~lidad

no los conocidos después dela producción de!' resultado- más los conoci-
mientos y capacidades' especiales que poseía el autor en el caso concreto.
347

•• ¡,., ciudad a 30 km/h es riesgoso. pero ello está permitido porq~e ciertas ob-
ser.vaciollcs estadísticas plasmadas en normas de cuidado indican que
hasta esa medida ese ries,go es .tolerable socialmente, pues -hasta esa
:Por conocimientos o capacidades especiales,'se entienden aquellos
cqn.ocimientos o capacid.ades que un observador objetivo c.on las caracte-
rís~icas del "hombre medio'.' no tendría, pero que ~.1 autor sí poseía en el
,'
•• mcdida- ese riesgo proporciona más ventajas sociales que perjuicios. Pero
conducir un automóvil a 80 km/h en una calle de ciudíld es -según esas
ya
caso concreto, sea por s~ mejor formación intelectual o su mayor experien-
cia práctica, sea porque llegó a esos conocimientos de manera casual. Se
trata, por consiguiente, de conocimientos o capaddades . superiol:es a la media.
i.
,I
•• tilÍsmas observaciones estadísticas recogidas en normas- algo
ligroso que su permisión implicaría más costes que beneficios. Por eso es
que un tal riesgo es ya no pennitido.
tan pe-
éJcillplo: A mantiene una pc1~a con B, un heillQfílico, de apariencia
completamente normal. A, en el nlomento de fa pelea, sabe que B es

••
hemofílico, y no obstante le proqude una leve herida C'ortante en un brazo.
Toda conducta encuadrable dentID del riesgo permitido es, por lo tan-
B se desangra y muere a los pocosminulos. Un observador objetivo no'
to, necesariamente irrelevante desde el.punto de vista jurídico~penal, y en
podría conocer la enfermedad de B, imperceptible a los sentidos. Para un
cons·ecuen~ia na puede ser nunca considerada ni siquiera objetivamente
observador objetivo la muerte de B s.ería completam'ente imprevisibie y,
:. típica. De esto se sigue que el prhner peldaño que debe superar una con- . no
!.•
por lo tanto, no consideraría que la acción de A ha ·creado un riesgo
·;.dticta para i~gresar a la tipicid~d objetiva culposa es el de la superación de pcr~itido; pero concluiría de otra manera si conoci~r·a lo que A, el autor,

.'••
la· barrera del riesgo permitido (JAKOBS, 1997 a: 243 ss.). La creación de un conocía: la enfeqnedad que sufría B. Estos conocimi~ntos especiaJe.c;; de.l
, riesgo o peligro no permitido (desaprobado) permite afirmar ya, que se está autor en el caso concreto·deben ¡'-ncluirse; pues, en cl'j.uicio sobre 1:1 eren";
ante una acción desvalorada, con independencia de la producción del resul-· ción de un riesgo no permitido.
'~"
t~do. Desvalor de acción en el. marco del delito culposo es. pues. creación Otro punto de vista sostiene sin embargo JAKOBS (1997 b: 21,[ ss.),
de un riesgo desaprobado. Se trata de un requisito indispensable para la quien da el siguiente ej"emplo: un estudiante de biología trabaja e"c,.,tuí11-
..
'- -,
t¡i>icidad objetiva culposa, pero no suficiente. pues ·para actuar .eri forma menfe como caIimrero y recqnoce en la ens~lada que está por servir tlmi

•• pel1almente típica es necesario que tengan lugar otras condicione~ adicio- planta venenosa. No obstante, la sirve al comensal, quien la ingiere v ~ue­

• d;
re. JAKOBS no imputaría homicidio al estudiante, cOn el arg~mento ql1~ "1.

:.
"-.~
... nales, que se verán más adelante (irifra, 6.1.4.2.). '
un rol g~nera] corresponden tan sólq conocimientos generales, no. e·smila ..
:. 'c. I
'.
. 6.1.4.1.1. Criterios para lader~rminación de la crea.ción de¡ ries-
go,' El papel de la previsibilidad objetiva y de las' normas de cuidado,
les"; nadie tien,? la expectativa de· que lo~ camarer.os·conozcan sobr~·~l~.,­
tas venenosas. El camarero del ejemplo se ha comportado conforme a su

•• en especial el de las llamadas "reglas técnicas". Determinar sin embar-


go con precisión cuándo se ha sobrepasado la barrera del riesgo pennitido
no es' siempre sencillo. Para ello la teoría de la imputación' objetiva yiene
. rol y no corresponde por lo tanto que se le imputehol"icidio A le ·J"t1
serí~ responsable de una omisión de socono. .. ¡,
También es H!levante la violación de·ciertos deberes o nOf1n~s.d~ Cltiw

•• ..- desarrollando varios criterioE que todavía están en proceso de elaboraCión dado, pues ellas delimitan normalmente el ámbito del-cie~go permiti~'J. Este

'.
y por lo tanto existe mucha discusión al respecto: La base del juicioexanre concepto se. Visualiza mejor cuando la conducta del autor es violrltoria de
elaborada por la teoría de la causalidad adecuada (que como se' dijo es en alglina normativa específicamente reglada, como la~.llamadas re8Ia.~ téc-
realidad una teoría de.ta imputación y no de la causalidad) y u[¡¡¡Lada pa~a nicas, constituidas ~or las normas del tráfico (reglas que regula"';) ,trán·
\
•• ~
establecer la previsibilidad objetiva del resultado (sWra, 6.1.3) es teriida en
. cuenta aquí: para determinar:iÍ una conducta ha creado un riesgo no perrni-
. ¡Ido se ~ebe enjuiciar esa conducta al monien/o de s~ produ.ccióll. ~st9 es,
,
,l.
,
·sito viario, la construcción, la higiene, la claboraciór:t y utilizaCión de ~iertos'
productos riesgosos, etcétera) y las reglas de la l.ex arlis (normas queregu-
lart 'las distintas actividades profesionales.como la medicina, 1'. obogacía, !~

•• '.:::"
,..
\._::
~:.
t~ni~nd(j en cuenta únicamenfe los datos c?gno$cíbles .en ese·.momento -y
arquitectuf<l, etcétera). • .
...
~:'
''''J • .
'.
••
••
~'. ,.'..
),., ..

348 Gabriel E. Pérez. Barberá El tipo culposo· La preterinrencio!liIlidad 349


••
••••
Peró lo cierto es ijue todo actuar humano está regido implícitamente Como se<l, lo importante es tener presente que el objetivo es determi~
por normas de cuidado (normas de quid ado hay en todas partes), y que nar si se. ha creado un riesgo no permitido, y no si se ha violado un deber de
estas normas Son las que muchas veces det~rminan el carácter permitido cuidado o si el resultado era previsible. Acelltuar estas dos últimas metas
de un riesgo. En uno de los ejemplos anteriores, el autor habría violado una puede conducir a dejar de lado el problema central. La violación de normas
norma de cuidado que rezaría: "no debes aplicar una .herida cortante a quien
sufre lllla patología hemorrágica", y por ello creo un riesgo no permitido.
Por eso es que muchas veces se identifican la problemática de la
de cuidado o el carácter previsible del daño serán sólo'indicios de la crea-
ción de un riesgo no permitido, pero no l<i creación de ese riesgo en sí. :i:
~.
previsibilidad objetiva, la de la violación del deber de cuidado y la de la
crcación pe un riesgo no permitido, indicándose que son todas equivalenles
'(MARTfNEzEscAMILLA,1992: 88,121).
6.1.4.1.2. Dis~ninllc~óll del riesgo'
No se discute que quien con Sll accionar ha disminuido el riesgo de
lesión de un bien jurídico no puede ser COnsiderado responsable de la lesión
••
. Sin embargo, cabe destacar que, si la lesión d~l bien jurídico es obje-
t.i.vam~nte previsible o si se viola una norma o deber objetivo de cuidado,
es sólo probable que la conducta del autor cree un riesgo no permitido,
efectivamente resultante por su acluación.
. Ejemplo: A advierte que una piedra que viene por e~ aire accl1ará en la
cabeza de B, entonces intenta quitar a nde la trayectoria de la piedra, pero lo

••••
pero nO llecesario. Normalmente tanto la previsibilidad objetiva como las logra ~ólo a medias, dailc10 finalmente la piedra no' en la cab~za sino en un
,normas de cuidadó cumplen un papel sólo indiciario respecto de la de- brazo de E, provQcándole unas lesiones leve:;. No puede corisiderarse a A
-,e

-.•
terminación acerca de la creación de un riesgo no permitido. Esta afirma- responsable penalmente por esas lesiones, a pesar de que su obrt:tr ha sido
ción debe tenerse especialmente en cuenta cuando se está ante la viola- causa de ellas, púes su condutta ha disminuido el riesgo de una lesión más
. ciónde una regla técnica (norrna del tráfico O de.la ¡ex artís), pues, pese' grave, o incluso de una muerte (ejemplo tomado de ROXIN, 1976: 131).

-."e•
:a.su violación, puede ocurrir que la r~gla en cue'stión aparezca como irra- .'1 .
Lo que se discute es si esta exención!de responsabilidad tiene lugar
Z:Gn,able frente al caso concreto, y 'que corresp9nda 'concluir en contra de por exclusión ya del tipo o porque, pese ¡j la tipicidad de la conducta, ha
·130 cr~~~;ón de, lIn riesgo no permitido. P~énsese simplemente en que las operado la causa de justificación del estado de nece~idad (34 inc. 3 c.P.).

-.__e
normas del tráfico constituyen básicamente prohibiciones de puestas en Se ha respondido que esta última posición es incorrecta, pues ella presu-
peligro abstractas, y los delitos culposos son la mayoría de Iris veces de pondría que la disminución del riesgo constituiría igualmente la lesión de un
rewltudo. De allí que la simple violación de una de aquellas normas no bien jurídico, "yeso es precisamente /0 queJa//(¡" (ROXIN, 1997: 366). Si
pueda fundamentar siempre, per se, la creación de un riesgo'no ¡:j'ermiti- esta última es la respuesta conecta, sería este un ej~mplo muy claro de ,:'c.'
do, p"es "lo que es peli'groso in abstracto puede sin embargo no ser cómo la pr~visibilidad·objetiva no es suficiente -ni id6nea- co~o criterio.
'peligroso en el caso concreto" (ROXIN, 1997: 1002).
Por otra parte, el indicio respecto de.Ia creación de un riesgo no per~
milido que representan estas reglas técni~as será tanto más débil cuanto
para decidir la existencia de culpa, ni es por lo tanto equiparable al concepto
de creación de Ull riesgo no permitido; en el ejemplo dado salta en efecto a
la vista que el resultado (las lesiones) no sólo era previsible'sino que hasta ••
¡;,ás lej,lno sea el carácter formal de norma jurídica que posean. No es lo ha sido previsto efectivamente por el autor, y sin eml;argo' no ha tenido
,:-.
••
Illi;llIo, porejemplo, la ley de tránsito viario:silOcionada por una legislatura lugar allí una creación de un riesgo no permit;do. .
;,,;vvín;:;ial o federal que las "normas de .higiene en el trabajo sancionadas
il\lChtUl.Iente por el dir~ctoriO"de una empresa pr~vada, pues sólo las prime~ 6j.4.1.3 ... ¿Gene;alización o illdividualización respecto de l a s : · · ' . -
ras gozan de Un nivel suficier.te de legitimidad y sólo ellas son obligatorias
para lodos/Nada impide igualmente que, frente al caso conCreto, una nor-·
inca~:~i::c~~~'idades se enticnde aquí aquellas deficiencia~, físicas o ... " :":':::~ .
, Ola privada interna sea más razonable que una' norma jurídica general san- intelectuales, que aquejan al autor en el momenió del hecho. Por eso' puede· . ' "r:-:f'
denominárselas incapacidades individúales, pues atañen al autor concre< . ..' ,t., .~
cionada por el legislador.

" '~, ,i;,~~¡;


';' ".,'?, ;;;-':"U::
-
~:,t,~~f¿r ' ". ";"'" •• l.' ~.~. " ....

~, ~ '.' >,: 350 Gabriel E. Pérez Barb6rá El tipo culposo - Lo preterintellcionalidad 351

l. •
.'•" too No es necesario que se trate de deficiencias tales que cqloquen al sujeto
""en situación de incapacidad de culpabilidad (inimputabilidád), Se trata sim-
plemente de que las capacidodes o los conocimientos del autor sean, en el
momento del hecho, inferiores a la media.
se consideren ya en el ti}Jo y no suceda lo mismo Con las incapacidaqe.s
individuaks,,,,que son remitidas a la culpabilidad, tal como 10 postula)a
conocida fórmula de ROXIN: "generalizar hacia abajo e individualizar hacia
arriba" (1997: 1015)"

'1:
•• Ha quedado claro que la doctrina dominante considera que los conoci-
mientos y las capacidades especiales -esto es, superiores a la media-.deben
ser considerados en el nivel del tipo 'para la realización del juicio sobre la
La discusión no p~ede zanjarse en este luga"r. Quizá no sea ocioso
advertir que las consecuencias prácticas de una y olra .concepción apenas
se diferencian. El interés teórico de la discusión es, con todo,de gran im-

•• previsibilidad objetiva del resultado, el cual es de importancia para la deter-


minw.:ión de si la conducta ha creado o no un riesgo permitido. Esa misma
portancia, pues de asu·mir pna u otra posición no s610 se derivan consecuen-
cias sistemáticas dentro del problema de la culpa, sino también en otros

••
doctrina dominante considera, sin embargo, que ras incapacidades indivi- ámbitos de la teoría del delito, como en el delito de omisión, especialmente
duales no deben ser tomadas en cuenta en el tipo al momento de decidirse el de omisión impropia.
sobre la existencia de culpa, pues tal existencia ha de regirse por paráilletros

'. • estrictamente objetivos (en el sentido de generales). Dichas iÍlcapacidades


, deben analizarse -según esta concep¡:ión. recién en la culpabilidad, que es
donde tienen su sede los problemas individu~les del autor concreto (JEsCHECK,
6.1.1.1.1. Deber general de información y de omisión. La
llamada, "culpa por asunción"
Si el autor se encuentra frente a la posibilidad de Bevar a .cabo· una

•• ,'1981: 777 ss.). A esta concepción se la denomina "generalizadora"; porque


sostiene que para la determinación de la existencia de culpa (cn el nivel del
acción cuya realización sabe que puede significar la creación de un riesgo

..•
no permitido, y no está seguro de poder ejecutarla de forma tal de no crear
~ r tipo) deben tomarse en cuenta solamente parámetros generales, relegando el

•' tratamtemode lós problemas individuales del autor al nivel de la culpabilidad.


.Frente a ello; uÓipÓ~;'ici6n mi.norilaria sostiene que las ¡·ncapacidades
.. individuales debeit·se:f.Ú~n:idBs en cuenta y~ en el tipó·p-ara deddir la exis-
tal riesgo, debe, o bien informarse ~decuadamen~~ acerca de·las caraf"te,·
rísticas y exigencias de la acción, y decidir luego actuar o no en .fu.n~ió:l de
una cOf1).paración entre esas· exigencias y sus )ropias capacidades! () bien,
si no p~ede informarse cOlTectamenté, abstenerse de llevar· a cabo l~· :,c-.

',.
~.
,-"'.
tencia o no de ~ul¡Ía: yrio recién en la culpabilidad, argu;"éntando que la ción (omitirla). Si el autor (por ejemplo un médico practicante que "no esti '

.' ..
,,,' norma sólo Pllede exigir realizar aquello que es indivi"dualmente posible seguro de poder ~frontar con idoneidad una operación de cierta complcji.-
,,(STRATENWERT~, 1982: 323 ss.; en igual sentido pero con otros argUmentos dad) ejecuta la acción dudosa sin cumplir con este deber, general de ;.nfo~­

•• JAKOBS, 1997 a: 385 ss.). A esta concepCión se la denomina "individualizadoni",


pues exige que la problemática individual del autor sea coiisidenidaya para
la determinación de la existencia de culpa (en el tipo). ," ,,',," ,
mación o de omisión y crea un riesgo no permitido, pues su inC1.paód"'lrl le
impidió concretar con éxito la empresa emprendida, no podrá eScudarse
diciendo que al momento de realizar la acción era ~'incapaz" y.por lo t:ltl.~O

',.•.• En contra de esia última posición se ha sostenido que, "~n "verdad, la , sostener que actuó inculpablemente (tesis do la generalización) 0lque ni
norma no se dirige únic~mente a l·os capaces sino·a tod.os: siendo ello as.f siquiera actuó culpospmente (tesis de la individualización). '
precisamf;nt~ porque debe dejar· en claro a quien·es detentan una capacidad , Tanto la tesis generalizadora como la individU'alizadora coinciden en
dudosa lo mínimo que se esp"ra de ellos (ROXtN, 1997:1015)" Pero el prin- afirmar que· en tales casos el autor obra I;on. culpa por asunci6n, !~ ,que

·.'•
cipal argumento en con.tra d.e la posición individl1aliz~dora sería que ella quiere decir que la culpa del autor ha consistid.o'y se ha concrelJldo ya en oí!..
borra en cierta medida la frontera entre ilícito yculpabilidad, regresando a 1:techo de asumir una empresa, una acción, sin es~ar suficientemente capa~
tiempos superados de la dogmática. ' citado para ella. Por cierto que ello requiere.q\.e)a posibilidad de su incopa:
.. . :f)~r su.parte, el priJ.lcipal argumento en contra de la tesis generalizadora
~.,," . radjc:arí~ e~ l~ inexplicable que resulta que las capacidades y conocimien-
""cidad le sea cognoscible al autor al momerito de decidirse a actuar:
Ejemplo: Si una persona de sesenta año~, que hasta ese momento no
""

.'
.. ¡
l·. . .' .~

•• tos individuales (las lIa.mada:; "capacidades y conOCImientos ~speciales") ha tenido ningún inconvenÍente para conducir vehfculos, de pr0I!to constatt!.
.ic.•
, GalJrid E. Pére~ Barberá El lipa culposo - La preterinlencionalidad 353
••
una significaliva dismimición de sus reflejos porque justamente a causa de
ello ha provo~ado un accidente automovilístico, no ha sido imprudente al
asumir la empresa de conducir su vehículo ese" día, pues su incapacidad no
Por otra parte, este principio permite confiar a'quienes tienen deberes
de vigilancia en ámbitos regidos por la división del trabajo en que los demás ••
••
no cometerán hechos dolosos, Aquí el principio rige con más fuerza, pues
le era cognoscible; y coma al momento del infortunio su capacidad era de quien actúa dolosamente normalmente busca la oportunidad para sortear la
hecho inferior ¡¡ la media, puede que O bien se considere que obró, sin culpa . vigilancia y en consecuencia,es muy difféil advertir que alguien está a pun-
j

••
(tesis indiyidualizadora), o bien que Se sostenga que obró culposamente, to de cometer un delito de esta clase, De' allí que en estos casos el principio
peroún culpabilidad (tesis generalizadora), sólo cede cuando es extremadamente evidente qtl~ la otra persona se dis-
Lri culpa por asunción obra, 'pues, como límite a la exo~eración de pone n cometer un hecho doloso. "
, responsabilidad penal por incapacidad del autor.

6,1,4J5" El prillcipio de confianza


6,1.4,1,6, La prohibicióll de regreso ••
••
El instituto de la prohibición de regreso tiene una larga tradición, Por
En el tránsito viario es bien conocida la regla según la c,ual quien con- primera vez habló de él FRANK en 1931, púo esa formulación originaria,
duce Correctamente su vehículo pued~ confiar en que los demás rambién se concebida dentro del ámbito ele la causalidad, e,!; hoy completamente obsoleta,

••
comportarán prudentemente (ley nacional de tránsito 24.449, art. 64, se, y lo qüe en la actualidad se entiende por prohibición de regreso tiene poco
gundo párrafo; ley de tránsito de la Provincia de Córdoba 8560, art. 70 incs,
que ver con aquel originario punto de vista, Hoy está claro que la prohibi-
2 y 3), Esta regla es fundamental pue~, si rigiera el principio ,ontnirio, el
ción de regreso es un criterio de imputación y no una teoría call1;al.
tr{¡nsito no tendría la fluidez que lo caracteriza, ,Si, por ejemplo, para quien
.transita por 'una arteria con pripridad de paso fuera obligatorio igual-
mente detenerse-o disminui·r 'susta~cialmente la·~el~cidad e'n c'ada bo-
Los nuevos desarrollos alredédor de la idea de prohibición de regre-
so -como todo lo relacionado con la teoría de la imputación objetiva- son ••
••
sin embargo muy reciel~tes. y su contenido y límites están todayía necesi-
eacalle,'el tránsito general sería,tan lento y pesado que se,ne'utralizarían
tados de mayor precisión (FERRANTE; 1997: 235 ss',), Así, muchos de los
muchas de sus principales ventajas. '.', ,
problemas,que algunos autores incluyen en el ámbito de la prohibición de
El principio tiene sin embargo una limitación muy'im'portante: la COn-
fianza en el actuar prudente del otro debe ceder si eXisten'indiCiós ~laros de
qúe el tercer~ está a punto'deicome'tc'r un hecho'c~lp6so, _S~'trata: siempre,
regreso son tratado's por otros en diferentes institutos, como por ejemplo
en el principio de confianza (de hecho existe una estrecha vinculación,

• •
'••.
de evitar en lo posible la lesión de bienes Jurídicos, Si quien lieileúiprioridad
:~ entre ambos criterios), o en el llamado fin de protección' de la norma, o
de paso advierte que otro automovilista culposamente está a punto de cru- reciben un tratamiento independiente y con expreso rechazo de la idea de
zar la bocacalle, debe poi cierto'disminuir la velo'cidad'&'sú vehículo 'todo prohibición de regreso, etcétera,
lo que sea necesario para evitar la colisión, poi más qt.e'tenga el derechOa Aquí debe retenerse que el objetiv,o d,e la prohibición de regreso es
su favOL Si no hace esto'y por ello tiene '!lIgar 'úna colisiÓ'rf"entrc ambos impedir que un comportamiento inicial correcto -o incluso.culposo y hasta
autonl1)~F,res, sus conse~uencias penales le serán tambiérii él imput:ablés; y
no sólo a quien cruzó sin respetar la prioridad de paso,' '
doloso (lAKOBS, 1997 b: 262 s,)- sea vinculado a consecuencias lesivas ulte-
riores a las que', causal mente, .ha contribuido o favorecido. •••
••
Este principio es extendible aJodoslos ámbitos de la vida social regi- Ejemplos: a) Un grupo terrorista amenaza a un juez, manifestándole
dos por la idea de división del trabajo (GORA~SKY, 1999: 129 ss,): el cirujano que matarán a .una p¡;rsona si lleva adelante un proceso penal en 'contra de
puede confiar en que su asistente se comportará prudentemente durante la un miembro d61;grupo, El juez da curso al proceso'y los terroristas ~umplen


operación y le entregará ei instrumental correcto; en una empresa privada su amenaza (Tribunal Supremo Federal alemán, Sala Penal, t. 7, p, 268 ss:),
o en una oficina pÍlblica el director de un área puede confiar en que 'sus b) El vendedor de un negocio de helTamientas vende un destornillador
dependientes se comportarán correctamente, El principio siempre cede ante
indicios claros de comportamiento culposo, '
a una persona, que luego lo utiliza para abrir una caja fuerte y cometer as!
un robo (modificación de'uno de los ejemplos de JAKOBS, 1997 b: 243),

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.
~,.,.:,. , ..

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. ~­ 354 Gabriel E. Pérez Ba'rberá El tipo culposo - La p~eterintencionalidad 355
t \,.
.. . . e) Un fanático,quema]a bandera de un partido opositor:; un miembro Por último, el ejemplo. a) se resuelve normalmente acudiendo·a otros
. de ese par.tido sufre graves quemaduras al inléntar salva(;¿l paño de las criterios, que en general enfatizan que nadie pue.de ser obligado iflntegrar
llamas (Tribunal Supremo Federal. alemán, Sala Penal, t. 17, p. 359 ss,),
planes comunes de acción, y mucho menos si con ellos se fayorecen:intere-

• •••
el) Un parroquiano entra a la taberna y deja su rifle cargado colgado
en un gancho, a la vista de todos; el rifle es tomado luego por otro comensal
. y .con él mata al dueño de la taberna (ROXIN, 1998, 180).
ses contrariqs al orden jurídico.

••
.
6.1.4.2. Realizac.ión del riesgo ,/la permitido en· el resultado
. e) Dos personas mantienen una dura riña a golpes de puño; una de
ellas le· pide a un tercero que observa la pelea que le alcance un cuchillo, Con la creación de un riesgo no permitido o desaprobado.n'o está toda-
cosa que cllcrcero hace; el peleauOl: que recibe el cuchillo le provoe::) eDil vÍn todo dicho en orden a determinar si la conducta del autor es objetiva:

•• él una grave herida cortante a su rival (RQXIN, 1998: 174). mente imputable al tipo culposo de que se trale. Para ello es necesario
todavía pr.ecisar si ese ·riesgo creado se ha realizado en ~l resultado con~

·."•
f) Una mujer entrega a su amante un veneno COD el cual éste mata días
después a su esposa (Tribunal Supremo del Reich, Sala Penal, !. 64, p. 370). . creto. Con la creación del riesgo desaprobado tiene lugar ya el des valor de
"Mediante.1a expresión prohibición cje, regreso' quiere enfatiza~se que acción, que es lo fundamental en orden a la existencia de ilícito, Pl'ro toda-
~J1 ciertos casos la imputaci6n de un re.sultado des valioso no puede ir ·tan vía falta el desvalor de resultado, que también cumple una función en la
':,
uatrás" (temporalmente), de forma tal·de alcanzar á sujetos que si bien han r conformación de aquél (v. supra, 6.1'.2.). Puede ocurrir que, pese aque se
causado ~l resultado, de ninguna manera pueden considerm:sé autores del ha creado un riesgo no pemlitido, el resultado desva1ioso final sea imputable
• hcc:.ho, en sentido técnico. . o bien a la conducta de otra persona, o bien a la desgracia (caso fortuito), y
,.'<:.'
• .... e,
Segúll parte de la doctrina, deb~ sostenerse que existe una prohibición qU,e.por lo tanto no haya tipicidad culposa,
<Je regreso cuando el sentido d~ la conducta oculTida primero en· el·tiempo

.'.'·
El conocido ejemplo de quien consu automóvil atropella culposamentc
no tiene un significado unívocamente delictivo; a contrario, corrcsppnderá a un peatón provocándole umi herida c"onsiderable pero de ninguna manera
i • " la imputac.ión cuando. esa conducta s610 teq·ga sentido si se la refiere al
mortal en la pierna, por lo:cual es trasladado al hospital en una ambulando,
hecho delictivo que favoreció (JAKODS, 1997 b; 241 ss:). .
cuyo conductor pierde el controÍ y colisiona contra otro vehículo, ~urien~"
. Contra ello, se aduce que es muy difícH que una conducta t~nga única-
i,
l.,."
" el paciente por esta circunstancia, puede introducir adecuad~mente ~ este
mente un sentido delictivo, pues "incluso el venerio más· venenoSO puede

••• ser utilizado con fines no delictivos" y ·se propone por lb tant6l!-ti criterio de
imputación independiente: el "favorecimiento de una reconocib~e propen:..·
grupo··de problemas. En ese caso es evidente ql;e el automovilista cnus6
muerte del peatón, pues, si no lohubiera atropelJado, aquél no hubiese est"~··

.••
do nu·nca en la ambulancia que 10 condujo a la muerte, y es cIarp t.~~~~"é.~
~: ~
sión al hecho" (ROXIN, 1998, 173 ss,), según el cual corresponde la imputa- ...,
ción si en el caso concreto la propensión a cometer el hecho delictivo era "" que esa causación significó la creación de un peligro o riesgo no pecmitid0,
objetivamente recono.cible, y en tales circunstancias se llevó a c~bo la con- pues el caso da por supuesto que el conductor del •. utomóvil obró
~ ~' ducta favorecedora (entregar el cuchillo, o el veneno, dejar un arma carga- culposa mente cuando ~tropelló'al peatón. Pero el resultado de muerte co~­
~a al alcance de cuaiquiera, provocar la reacción de un tercero por cuestio- cretamente acaeCido no e's imp¿·table a esa culpa -a la que sólo cabr~.¡.n~p~·­

•• nes ideológicas, etcétera).


El ejemplo b) introduce al interesante tema de las llamadas uacciones·
v.
cotidianas" o uacciones objetivamente neutrales".(sobre el punto AMBOS,
tar unas lesiones por la herida de la pierna- sino a la culpa de un terrero -.el
conductor de la ambulancia- o ~ la mala sue~te en su caso. El riesgo creado
por el automovilista no fue, por lo tanto, el que se realizó en el resultado.

'•. • le,
2000). Pero debe tenerse presente que si en tales casos la imputación no Aquí ya no es importante la consideración del hecho desde pna pers-
corresponde·no e:s por el carácter cótidiano de la acción, sino porque o bien ;..
pectiva ex ante, como ocurría en ,el nivel de la creación del riesgo. Toda I.a
la conducta tenía y podía tener objetivamente un sentido no delictivo (JAKOBS) próblemática de la realización del riesgo se fundamenta en una considera-,
'. Oc, .' o bien no erá reconocible la propensión al hecha del autor doloso (ROXIN). .¡ ción del hecho una vez producido el resl/ltado (ex post).·
..~'

·e .,. :.~ .
..;. :
••
356 . Gabl'íel E. Pérez Barberá
••

El tipo culposo· La preterintencionalidad 3~7

6.1.4.2.1. El problema de los Cl/rsos cOL/sales hipotéticos, resultado pese al comport.3miento correcto es simplemente probable, o in- e:.
·
especialmente el del comportamiento alternativo
,
conforme' a cierecho
' . . .
Hay otro grupo de casos todavía más significativos en relación al pro-
olema de la realización del riesgo, muy ci.tados' en la literatura, que son los
cluso extremadamente probable, pero no segura.

6.1.4.2.2. La teoría del nexo o de la evitabilidad ••


siguie.ntes: ' .

:
·Ún importante sector de la doctrina considera que en tales' casos no
a) Un fabricante de cepillos de pelos de cabra no desinfecta los pelos puede considerarse aI- resultado una realización del peligro creado, pues·
.. tal COmo lo ordena el reglamento. Varios opera~ios de la fábrica mueren por aquél era en rigor inevitable, y hubiera tenido lugar igualmente cualquiera
· b illfe~ción que ¡os pelos de cabra les provOC(I, Luego, pericif'llll1ente se fllern la conrlllcrn del Autor. Estn opinión enr·jcncle qile elche otorgarse rele-
clel11u¿stra que la infección se debia a un nuevo tipo de bacilo, 9csconocido
hasta entonces y que, si se hubieran desinfectado los pelos de cabra con-
forme al reglamento; casi COn certeza el resultado se habría producido igual
yancia al cúrso causal hipotético constituido por el comportamiento correc-
to, y que sólo se puede imputar el resultado del curso causal re.ll cuando
sea seguro, o por lo menos probable COn una probabilidad rayana en la :••
(Tribunal Supremo del Reich, Sala Penal, t. 63, p. 21 I ss.).
b) Un camión se adelanta para sobrepasar a un ciclista sin respetar la
certeza, que el mismo resultado se hubiese evitado si el autor se hubiese
comportado correctamente (conforme a derecho). Esta es la denominada' c,
"distUlicia lateral mínillla reglamentari~, El ciclista cae haci.a su izquierda
juslO en el momento de ser adela~ll.ado y es ap!astado por las ruedas trase-
ras del cami6n, a raíz de lo cual muere. Luegó se demuestra que el Ciclista
estaba ebrio, y que si el camionero h'!bleSe respetado la distancia lateral
"teoría del n~xo "o de la evitabilidad" (la sostienen, entre otros,·· BAUMANNI
WEBER, 1985: 279 ss.; ZAFFARONI, 1982: 368; RUSCONI, 1996: 10 I ss.).

6.1.4.2.3. La teoría del incremento del riesgo


.:"e
reglamentaria el resultado hubiera sido niuy probablemente el mismo (Tri-
bunal Süpremo Federal alemán, Sala Penal, t. 11', p. l· ss,) .
c}Una persona es anestesiada, antes de.ser operada, con cocaína, e!l
v"{de novocaína que es la droga indicada. Elpaciente múere poracci6n de
Esta teoría, fundada por ROX1N ya en 1962, parte' de la idea de que 'no
hay que otorgar relevancia a los cursos caus~les hipotético·s, s\no que debe
atenderse a lo que realment,e ocurrió ef.1 el caso cOIi¿reto. Seg(tr~ esta' posi~
ción, por más que no.sea s·cguro que el resultado sc hubiera· evitado co~ un.
•'e.
1'; ;ocafliri. Luego se comprueba que el paciente sufría una patología muy
a
pac·ticuiar~·porla cual era extremadamente sensible ianov6cafria, I1egán:
comportamiento alternativo conectQ, debe imputarse igualmente al autOr si
es seguro que su conducta implic6 un incremento del riesgo ct'e lesi6n para ,e
dosea' la'co~crlÍ;;i6n de que si hllbiera sido imestesiadocon e~ta última el bien jurídico, en compara~ión con. la conduéta CO!Tect~, es. decir, c6il ~.
dC'oga muy 'probablemente Ilubiera también muerto (Tribunal'Súpremoélel
Reich, SalaPenal, 15/1011926). ., , ..
aquella que no hubiera sobr~pasado'el nivel del riesgo ~ermitido. La deci-
sión se remite así a los dictárl1enes científicos (periciales) sobre la exis~e~~
,:.
, De estD:s'·ejemplos resulta lo sigujente: si·quienes crearon· ti"h ·riesgo·no cia o node ese aumento del riesgo (ROXIN, 1976: 167 ss.). . .
••••
· ¡íe"'nitido se hubieran comportado conforme a.derecho,'muy probable-
mente elresultado des valioso se hubiera producida igual. Se destaca el giro
'n.uy probablemente" púrque si el resultado hubiese tenido lugar'con segu-
Las principales objeciones contra esta teoría son do~: por un lado,
se dice que viola el principio in dubio pro reo, pues si no es s~guro qu.~ .,.
'.'..
el resultado .se hubiera evitado con un comportamiento corre~to debe
ridad aun mediando un corr:portamiento correcto, sé· coincide en 'general
que no corresponde la imputaGi6n, pues ello implicaría castigar por el mero
absolverse al autor po.rimperio del principio citado, según el cual la
duda sobre cue~tion~s de hecho deb.e jugar en favor del acusado. Por'
••
a
inculnlllimiento de un deber inútil y, al castigarse quien sobrepasó el·niv.el otro lado, se I¿"ac.haca que transforma delitos de resuHado en delitos 'de
;;.
'-.••••,
del riesgo ,permitido y no al que se mantu'vo dentro de él siendo ambos peligro, violltnd'o así el principio de legalidad, pues en definitiva·deriva.!a.·
h~chos sin embargo idénticos en relación al resultado, se violaría el princi- imputación no de la rcalización del resultadO" si,no de la mera creaf::i6n ..
pio de igualdad (I1.0X1N, 1997: 376). Por eso eS que en estos ejemplos se ha (incremento) del riesgo,. También puede aducirse en su contra que en .. '
tenido el cuidado de señalar que en 'todos ellos' la producci6n del mismo rcalidad no deja de operar c.:omparati,v·amente COn cursoS causales hipo-~:'

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, .... , .........
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358 Gílbriel E. Pérez Bnrberá . El lipo culposo - La preterinlencionalidad 3.19

téticos, pues en d~finitiva parte de comparar la conductp real, que ha Las- principales críticas contra esta teoría 'apuntan a lo extremada-
creado un riesgo no permitido, con una hipotética. ubicáble dentro del mentedificultoso que resulta la mayoría de las veces determinar cuál es el
riesgo permitido (MARTINEz ESCA:v'ILLA, 1992: 219 ss.). fin de la norma en el caso concreto, lo que hace que el criterio sea muy
poco preciso (v. MARTfNEZ ESCAMILLA, 1992: 275 ss.). Otro problema que
6.1.4.2.4. La teoría del fill de la Ilorllla presenta, sobre todo.para el recién iniciado en el esiudiódel derecho penal,
Según la teoría del fin de la norma, fundada porGIMBERNAT ORDEIG ya es la notable cantidad de diferentes significados y ámbitos de actuación que
en 1962, tampoco debe otorgársele relevancia alguna a los cursos causales los distintos autores dan a~sta teoría. Aquí se ha seguÍ.do el que le otorga
hipotéticos p.n orden a decidir si el riesgo creado se ha reali~ado o no en el ENRIQUE GIMBERNAT ORDEIG.
resulla~o. Lo que Jebe. tenerse en cuenta es el fin ue la norma de cuidi.\do
que rige el caso, lo que equiv.ale a decir: es menester preguntarse si el
6.1.4.3. Otros criterios de imputac(ól1
resulLado concretamente ocurrido es precisamente un resl.!-itado que la. nor-
'ma tenía por fin evitar (GIMBERNAT ORDEIG, 1990: 140 ss.): Se admite que En este punto se exponen otros criterios de imputación sobre cuya posi-
esta propuesta logra efectivamente resolver el problema sin acudir a cursos ción sjst~mática dentrp de la teoi'ía de la imputación objetiva ~e incluso sobre
causales hipotéticos, esto es, teniendo siempre en miras únicamente al su- su deno~linación-,no exist.e ni~gú~ acuerdo. De allf que sea preferible -en una
'ceso realme~le ocurrido. Ténganse en ,cuenta los siguientes ejemplos, ela- exposición fundamentalmente descriptiva como ésta- tratarlos bajo un título y
borados también por GIMBERNAT: . 'en un lugar tales que no '¡mpliquen una toma de posición al respecto.
a) Un suicid.a s~ arroja delante d.e un autom6vil cOliducido a una velo- Se hac\, referencia a los criterios que, según los autores, han sido trata-
cidad superior a la máxima permitida y Illuere poi' efecto del a colisión, dos" bien bajo el nombre de "fin de protección de la norma" (RoxlN, 1976:
. b) U.n aUtomovilista conduce su automóvil dentro de los límites de la 181 ss.), o el de "alcance del tipo" (ROXIN, 1997: 386 ss.), o el de "compelen-
v'eloeidad permitida pero por el carril izquierdo de la calle, cu~~do 10 co- cia de la víctima" (JAKOBS, 1996: 109 ss.) -o "imputación a la víctima" (CANetO
rrecto según las normas de tr¿.Tlsito. es hacerlo por el dered;o .. De pronto se MELlÁ, 1998 b: 282 ss.)-, etcétera. Estos critelÍos se ocupan de lma serie de
lanza i:l la calle un niño desdt:~ la acera izq~icréla y es atropellado por el grupos de casos que.: tienen :..por: lq menos- una caractcrísUcn en cOD?ún: en
automovilista, que pese a la baja velocidad no pudo evitar la colisión por lo todos· 'ellos autor y víctima han contribuido conjuntamente a la afectación rl'cl
repentino de Ji aparición del niño. ..... .. -'.. '. . . .
bien jurídico (por "víctima" se entiende al titular del bien jurídico af~etado).
Aqur debe negarse en ambos casos la imputación 'objetiva, y con ello
Se trata pues de determinar si, conforme 'a las caracterfsticas, de 1a c~nt.ril.m- .
la existen;oia de culpa, pero no en base a análisis hipotéticos como "qué
ción de la víctima, corresponde exonerar ~ompletamente al autor y ?.ttH:·'::,:·~'";
hubiera p",¡ado si el autor hubiera observado un comportamiento conforme
únicamente a aquélla la lesión del bien jurídico, o no.
a derecho''', sino acudiendo al criterio del fin de la norma: ¿es el fin de la
Para quienes tratan 'esta problemática bajo el esquema del "alcance
. norma que impone un l,ímite máximo de velocidad evitar suiCidios? La res-
puesta es obviamente negativa, y·de.be por lo tanto rechaiarse la impüta-
del tipo" se trata aquí-de "ulteriores criterios de imputación" -pese al nl")PI-
ción. ¿Es el fin de la norma que obliga a circular por el carril' derecho evitar bre dad~ rll crjt~rio~, lo que básicamente quiere decir que considera;} q~~,
la muerte de personas que se aparecen. repentinamente desde la acera los' dos primeros niveles de la imputaci6n objetiva -creación y realización
i:t.quierda'! No, porque el fin de esa norma es que el tránsito conserve cierto del riesgo desaprobado: se han realizado plenamente, pero que pese a todo
orden y no evitar la muerte de persona,s. Respecto de este último ejemplo, no corresponde' todavía imputar la conducta al tipo objetivo, en virtllrlde
n6tese qUl! si se acudiera al procedimiento hipotético se concluiría que el estas 'Iulteriores" razones (íl:sí ROXIN). Para quienes, eQ c.ambio. e!lfatizar.
comportamiento correcto hubkra evitado con s~guridad el resultado daño- el rol de la víctima. se t~ata de criterios que"jllnto a las instituciones del.
so, pero no obstante, por aplicación del criterio del fin de la norma, lo que riesgo pennitido, el principio de confianza y la prohibiCión de regreso, deben'
co'rresponde ~s rechazar la imputación objetiva, .. ubicarse en el primer nivel de la teoría de la ¡'~put~ción objetiva;pup,s en.

.,':".,,,.
-.••
360 Gabriel E. Pérez ~arberá
El tipo culposo - Ln preterintencionalidad 361

i•
En los casos a) y b) es la víctima quien, con plena conciencia del
rigor 'su función ·es cqntribuir a determinar si se ,ha creado un ries'go no
riesgo, se pone a sí misma en peligro. Quien participa junto con ella en el
permitido (JAKOBS, CANClO MELlA).
suceso es impune. En nuestro derecho esa impunidad no se puéde fundar
, El problema de la contribución de la víctima es tratado mayoritariamente
en el argumento, básico en Alemania, de gu~ es impune la participación
. según el criterio de diferenciación desarrollado, sobre todo, por RoxIN,se-
gllO el cual deben tratarse de manera diferente lós ca"sos de autopuesta en dolosa en un suicidio ajeno, pues segÍln nu.estro derecho positivo la "instiga-
péligro de la víctima a los casos depuesta en peligro deun tercero acepta- ción al suicidio" es punible (art. 83 c.P.). Esa impunidad debe fundarse
da por éste (o de he/empuesta en peligro cansen/ida por la vfctima). Por entre nosotros en criterios generales de imputación.
regla la autopuesta en peligro de la víctima conduce a la impunidad del
:, Partiendo del denominado principio de alftorrespoflsabilir/ad, parte.
I
aulOr. Cuando se tr,ata qe una püesta en peligro qe un tercero aceptada por
él deben hacerse algunas distinciones .. i
'J
de la doctrina ha elaborado algunas pautas interesantes que serían ente-
ramente aplicables en nuestro derechoo Así, se sostiene que el suceso
Hay una autopuesta en peligro cuando la víctima consciente y volun- " debe imputarse,a la víctima cuando, e~ primer lugar, haya sido organizado
tariamente asume todo el riesgo de la acción. .' conjuntamente entre autor y víctima; en segundo lugar, cuando la víctima
Ejemplos: a) A invita a B a participar el; una alocada e irregular no haya sido instrumentalizada por el autor, es de.cir, cuando haya obrado
carrera de motocicletas. B acepta y muere en la, carrera como conse-
cuencia de su propia culpa (Tribunal Supremo Federal a"temán·, 'Sala ·Pe-
nal, t. 7, p. 112 ss.).
b) A le entrega a B una jer~nga con heroína, siendo ambos perf~cta­
se
mente conscientes de la peligrosidad de la sustancia. B inyecta lá.heroí-
na y muere por una. sobredosis (Tribunal Supremo .federal alemán, Sala
con plena conciencia del riesgo; y, en tercer lug~r, cuando no pese sobre
el autor un específico deber de protección frente a la víctima (CANelO
MELlÁ, 1998 a: 124s.).
En los casos casos c) y d) también corresponde la impunidad del autor,.
porque, pese a que no se trata de una autopuesta en peligro de la víctima
sino de una aceptación por parte ele é$ta a ser puesta en peligro por otro, los
...,
.. ,
:
Penal, t. 32, p. 262 ss.). ... . casos, en todos sus aspectos relevantes, equivalen a una autopuesta en·, •
Hay por su parte una puesta. en peligro de un tercero aceptada por
éste o una heteropuesta en peligro consentida c~and{) una p~.rSOI)a no se
pone en peligro a sí misma, sino que acepta con·plena concie.ncia del ri~sgo
que otra la ponga en peligro. . . .. .... ,

1 peligro (ROXIN, 1997: 395). Pero esa no es la situación en el caso e), en e l · ' "
cual la víctima no ha asumido conscientemente un riesgo desaprobado,
por lo tanto el·suceso debe ser imputado al autor.
y.'.
:,
Por cierto· que se presentan -y muy a menudo- casos en que no toda la A
. · · c } Vn pasajero sube a un taxi y le pide,al~hofer qliee~ceda los responsabilidad del suceso puede imputarse exclusivamente a la víctima o ' · , . .
límites dela velocidad.permitid·a porque tiene glle llegará tiempo a una al autor, sino que lo correcto es, por decirlo de alguna manera, imputársela ,
cita. ·El chofer acepta y durante el viaje, como consecuenciade. ¡,í eXce·: a ambos. Se trata de los supuestos .-que para el derecho civil no represen- .•
siva veloci<;lad, se produce un siniestro en d que pierde l~· vidael pasajero tanninguna dificultad- de la llamada "concu~encia de· culpas" (LuZÓN PEÑA,· .l""'.
(ROXIN, 1997: 394). .. ... .
1996: 526 ss.). La tesis tradicional defendida por nuestra j urisprudencia de ,--
d) A tiene ·sida y propone a B, su pareja ocasional,. tener rel~ciiJnes rechazar a p"riori que la concurrencia de culpa~ pueda tener algún efecto .' ..,
sexuales SIl1 protecci6no B, qtie ·es perfectamente consc"ieilte de la enfer-
en derecho pehnal(v. referenc ias juriS PrUden~ialeCs enfRuscoNII, 19 99: 27 s s.) ,~
medad que sufre su 'pareja. acepta la pnipuesta y sb ·infectacon el virus
no encuen tra ay, en genera,l apoyo (octnnano.
l ·on arme a os d esarroI1os
. ,.~.
(Tribunal Suprema Federal alemán, Sala Penal, t. 36, p .. I 7 ss.i .
dogmáticos expiicados en este punto, ha quedado claro que la imputacióna
. e) Vn Conductor normalmente prudente invita asu ~ovia a dar.un
la víctima puell~·excluir completamente la imputación al autor. Cuando ·ello". . .; ......•
paseo en motocicleta juntos, en la misma motocicleta. Durante el paseo
tiene lugar un siniestro como consecuencia de la culpa· del·conductor, y su no sea así y tenga lugar una auténtica "concurr~ncia de culpas" entre autÓr. :: .0·:'.·_
novia muere por los traumatismos sufridos (modificación de un ejemplo de y víctima, habrá que analizar la culpa subsistente en el autor en dos niveles:.:. ;c.:. " .
CANCIO MELlÁ, 1998 a: 114). ,. primero en el ilícito, pues'púede que su culpa sea insignificante Yen talca~o".: ... ,'c.'.'.' ,.. ,,¡-'

, .. ,. '.,~::
. "~,i?;"~,'!:_: .,
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:.

362 Gab~'iel E. Pérez Barberá .


. • '~i' El tipo culposo· La prele!intencionulidnd 363

.'••
.~ correspo~derá igualn;;;~te su impunidad (ROXIN, 1997: 1028 s.); y luego en
la culpab"!dad y en la determinación de la pena, pUé§ es posible que su
mlervenclOll, en razón del co-protagonismo de la vfctijna, merezca un re-
independencia de que ocurra o no el resultado desvalioso. La creación de
un-rie~go no permitido constituye cOllceptllalihente, por lo tanto, una ten-

·•. "_,'
pro~he de culpabilidad merior y la correspondiente disminución de la pena.
l,Jn sector ilún minoritario de I~ literatura postula que la decisión en
favor O en contra de la impunidad del autor en 'todos estos casos no debe
centrarse ~n la diferenciación entre auto puesta y heteropuesta C¡1l peligro,
tativa culposa. Que ella por faz.ones de derecho positivo no sea punible no
impide reconocer su posibilidad conceptual.
Que el legislador haya optado por no punir la· tentativa culposa obe-
dece, pues, no a su imposibilidad conceptual sino a que lal punición impli-

i..;••
; como sostlc.nc la doctrina mayorHaria, sino en criterios generales de im- caría muchos más cQsies que beneficios. La enorme dificultad probatoria
putación, que parten del ya nombrado principio de autorresponsabilidad y.de detección de meras tentativas culposas es uno de esos costes. Las
J~ la vú.ylll:J.y que se centran.cnlos,ya citados parámetros de organiza- personas crean en verdad p'erll1<lnentemente riesgos jurídicamente
desaprobados, los cuales son perceptibles normalmente sólo si en función
ción conjunta autor-víctima, no instrurnenlalización de la víctima por parte

..•
del aut~ry falta de un deber especffico de prolección en el autor respecto d.e ellos tiene lugal" un,. re.sultado dañoso. S·i hubiera que perseguir
penalmente cada tentativa culposa, esto CS, cada creación de un riesgo no
de la VlclJma (CANClO MELlÁ, 1998 a: 119 ss.; más detalladamente en 1998
b: 259. ss. y 282 ss.). ' . permitido, el Estado sería policíaco, y la convivencia s.ocial se :tornaría

··
' insoportable (SANCINElTl, 1991: 293).

', 6.1.5. ¿Telltativa y participación en el de{.ito culposo? 6.1.5.2. La participacióll átlposa


.~, 6.1.5.1. La te/ltativa culposa
Lo prim'ero a determinar es si en el d.elito culposo rige un c:oncepto
. . • .f, unitario de autor o un concepto restriclivo de autor. Sobre estas nociones'
En ~u~~tra doctrina tradicional o bicn se ha negado taja~temente la cabe remitirse para los detalles al Cl:ipítulo correspondiente, en esta obra,
',. me.ra posibilidad cO.llceptual de tentativa culposa. o bien se la ha aceptado Aquí baste tener en cuenta que, según el concepto unitario de autm, OIHly


•.¡'
• l'
pala 11:.1 muy redUCido grupo de casos (SOLER, 1989: 173). Ello ha sido
producto de construirse la teoría de la tentativa en base al derecho positi-
vo, que ~Ólo pune tentativas dolosas (art. 42 C.P.). Pero conceptualmente
autoría o hay impunidad, es decir, no cabe real~zílr distinciones entre auto!',
cómplice, instigador, etcétera. El concepto restrictivo de autor admite en
cambio esta posibilidad. Por eso es' que se dice que respecto del delito .
doloso.impera un concepto restrictivo de autor (el nombre de ¡'restrictivo'"
la posllJlhdad de una tentativa debe analizarse en función de los conceptos

.>,

.'o,
't
generales de desvalor de acción y dc resultado. De acuerdo con ellos
puede decirse que, en .los delitos de resultado, básicamente existe una
tentativa toda vez que hay un des valor d~ acción, y que -en los delitos de.
resultado- existe un delito consumado cuando a ese desvalor de acción se
se debe a razones que aquí no jnteresan).
En cuanto al delito culposo, la doctrina alemana sostiene casi 'unáni-
memente un concepto unilario de autor: sólo se puede cometer un pelito
culposo Como autor. El argumento de más peso par;,! esta tendencia h~ yido
.

e ,~
le suma el des valor de resultado. . .
. ~:l hecho de disparar contra una persona un a'rma de fuego con in-
la redacción de los parágrafos 26 y 27 c.P" alemán, que exigen ex;:,ccso-
mente un actuar . doloso en los partícipes, La doclri.o:'la esp<Jñola fllayoritar~1.
,
ei1 tenclOn de ~~tarJa constituye un desvalor de acción (pues es doloso), y apoya, por su parte, un concepto restrictivo de autor en el delito culI-'0~0 -c::;

•e 'y.
por el~.o sera Imputable como tentativa si la muerte no se produce; si se
produce, habrá ad~más un desvalor de resultado y se tratará' de un delito
. c?n~umado. Y, respecto d<!.' delito culposo, el análisis no tiehe por qué ser
decir, admite que tilIT1bién respecto de la culpa se distihga entre a1)lor, ~óm­
plice, ¡instigador" etcétera-, pero con la expr:sa nclaración de que ,'.-:;.1 .
forma de participación en el delito culposo que no sea de autorí!J. es iO"'pu:-
ne (PÉREZ MANZANO, 1999: 109 ss.). El derecho positivo español no e~ ""
e\ dlStlllto que el refendo al doloso. El hecho de circular en automóvil por
una calle de la ciudad a 80 kmlh constituye yaun des valor de acción, pues obsláculo para esta concepción.
'.\ . ha creado un nesgo no permitido
se .
o jurídicamente desaprobado, con Nuestra doctrina no ha trabajado especialmente el punto, salvo cxcep-
'.'y eiones. Algún autor sostiene aisladamente la posibilidad dedisti.nguir entre.

• '¡
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••
••':,.•
364 Gabriel E. Pérez Barberá
Ellipo clilposo· La preterintencionalid¡lU 365

distintas formas de participación en,"la culpa, pero 'sin dar prácticamente inconscienle. Y en segundo Jugar porque muchos casos que podrían encua-
ninguna fundamentación (SOLER, 1989: 174); otro la niega rotundamente, drar en un estado de necesidad P0r ejemplo, son considerados ya atípicos.
can argumentos naturalísticos (Z~FFARONI, 198:1 IV: 349 ss.); y otro la afir-
"'cee·
,:.
c.
·mediante el criterio de la disminución del riesgo y, e.n consecuencia, no es '
ma categ.6ricamente, con base en Su concepción subjetivista del ilíc::ito, que Inecesario analizar si medió una causa de justificación (v. :mpra, ¡j. 1.4. 1.2.) ..
lo conduce a observar también un "'inilll'~dolo '1 incluso' en la culpa No obstante, hay algunas causas ele justificación que, por sus caracte-
(SANCINEDt, 1991: 287 ss.). . .' .
rísticas, pueden ser aplicadas a los delitos culposos, en especial porque
Nuestro Código Penal-al igual que el español- no ofrece ninoún
~ o
veniente para la adopción de un concepto restrictivo de autor en-el delito
¡ncon-

cLliposo. Incluso sería posible admitir la PLlnibilidad de las ,¡¡stintas f01111as de


permiwn la consic!eración del elemento subjetivo de la justificación en e~
autor. Ellas son la legítima defensa y el estado de necesidad (ROXIN, 199,7:
1031 ss., que agrega el consentimiento presunto).
••
.••,-.•
participación culposa, ,la cual sería de menor grado en el caso de com"plicidad Quien, por ejemplo, es agredído y con ánimo de defenderse quiere. . .. ~'.
o··,

no necesa!'ia. Tampoco es un obstáculo nuestro derecho pos'itivo para la ad- aplicarle al agresor un dispa,'o de arma de fuego en la pierna, pero el
misión de Un concepto unitario d~ autor ellel·l~arco de la éulpa. tiro se desvía por un manejo culposo del arma y da. en el pecho del
. A primera vista parecería que la adojJCión de un.eoncepto rest~ictivo agresor provocándole la muerte, esa muerte queda también amparada .""
de nutor tornaría ~lás benigna la perse·cuéión del delito culposo, pues p.er- por la causa de justificación, que cubre no sólo las co.nsecuencias que-
mitiría una punición diferenciada -en menOr grado- a quien en~verdad sólo ridas de la defensa sino tambjén las no queridas, pero motiva.das por el
prestó (Culposamente) una colaboraCión no necesaria pára la ~cinsllma­

.;.'.
••
elemento subjetivo de defenderse (se da por supuesto que no se trata de
ción del hecho. Aquí residiría, posiblemente, la diferencia prácti~a funda- un caso de exceso: art. 35 C.P.).
men~al entre ambas posiciones. Pero Jo cierto es que quien prefiera un Si, por su parte, un bombero ingresa.a una casa que se incendia con.el.
concept.oynitario de autor puede ~imitar corre·ctamente las posibilidades objeto de salvar a un niño que se encuentra en la planta alta, y al arrojar al
de im~utación a títl.110 de autoría con un ~riejo adecliado de las reglas niño por la ventana lo hace sin mirar, pese a que hubiera podido hacerlo, y el
de la prohibición de re·greso, y si las características de la participaciÓn niño en lugar de caer:en la red que)o esperaba cae en el suelo. ya raíz qe ~.
. real del sujeto activo son ÚlS propias de un colaborador no necesario ello ello sufre lesio·nes graves, pero se salva de morir entre las llamas, el resu~tado .7'::,•
ha de reducir su grado de culpabilidad, y podrá tomarse en cuenta esta de lesiones ocuniclo realiza el lipa objetivo cOlTespondiente, pues el autor ha ,~.
ci.rcunstancia en la determinación q~ la pena. Esto disriünuye ·bastante, creado un rie~go no permitido que a su vez se ha realizado en e1.resultado,
como se. ve, la relevancia de la discusión, al menos en el nivel de las pero este resultado púede quedar cubierto por la causa dejustificación del
'~.
consecuencias. C;onceptuaimente paq,ce preferible el; el &'Iito culposo
un concepto unitario de autor. .
estado de necesid"d, dado que este apresurado bombero obró con el propósi-
to de evitar un mal mayor (ejemplo tomado de ROXIN, 1997: 366). ••

Distinta es la situación si el au·tor, con su obrar culposo, casualmente
6.2. Alllijuridicidad

eH gelleral no resulta sencillo imaginar .cond~ctas que sean típicamen- .'


te culposas pero que estén cubiertas por una causa de justificación. Ello es
, as; fundamenlalmente por dos motivos. En primer lugar pOrque la mayoría
impidió un mal grave pero sin tener ninguna conciencia de ello, o con su
culpa se defendió de hecho de alguien que, sin saberlo él, lo agredfa en
ese momento. .
Ejemplo; Un automovilista pierde culposamente el control de su ve-
hículo, el cual inváde una de las aceras y. atropell.a a quíen justo en ese·
momento, si'(qu'e lo supiera el conductor del automóvil, se disponía desde
<.•
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'.
de los supuestos de hecho justificantes exigen v'olulltad de re'alización de I~
causa de justificaciÓn (el denominado elemento subjetivo de las causas de
esa acera a .disparar un arma de fuego contra..él, para cumplir así con un
homicidio por encargo; ~e esta forma el c.onduct~r impide, gracias a su
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justificación), y ello sería imposible que tenga lugar por lo menos en la culpa' ·"~i ctilpa, el disparo mortaL': ,,,,,e
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, • "¡:-.~¡ 366 Gabriel E. Pére?: Barberá
El tip~ culposo· La preterinten~iorfalidad 367

" .. ,~,i '.


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! según los casos y, po~ lo tanto sólo disminuir o directamente eliminar la .;
~.':k~ En estos casos no operan 1a5- m'yncionadas catisa~ de ju~tificaciól1 culpabilidad (ejemplo tomado de ROXIN, 1997: 1037).
et por faltar el elemento subjetivo correspondiente, pei-o,:'según la.opiqión
lel; dominante, el hecho queda igualmente impune porqll~, tratáádose de deli-
to~ de resultado, s610 ha tenido lugar un des valor de acción ~sin el corres-
También puede excluir la culpabilidad la illexigibilidad, en aquellos
casos en que el autor no llega a estar cubierto por la causa de justifica-
'elr pondiente desvalor eI,e resultado, lo que Iransforma al caso.en una hjp9le~
ción del estado de nece"sidad pero tampoco se le puede exigir que actúe
de otra manera. El ejemplo más co·nocido es el del cochero que, por órde w

·¡elr sis de lenlaliva ctilposa, y por lo lanlo impune (STRATENWF.I<TH, 1976: 330; nes,de sú palrón que incluso lo había amenazado con la pérdida dellraba-
R()xIN;1997:.1032 s.).
.11 jo, ~tilizó un caballo que sabía lenía uña lendencia a desbocarse; lo cual

el de hecho sucedió y pOr ello hirió a una persona (Tribunal Supremo del
Reich, Sala Pep.al,L 30, p. 25 ss.). El cochero nO puede alegar eSlado de
e 'l. 6.3. Culpabilidad·
necesidad, pues)a pérdida de su lrabajo no puede oponerse a la lesión. de
el'. Siendo la culpa un elemento del tipo no hay ningl¡1l inconveniente en
la integridad física de aIro, pero aClúa sin culpabilidad porque, atento a la
especial situación de coacción: no se le podía exigir que, ;'ctuam de otra
el analiza'r respecto de ella las diferentes causas d$! exclusión de la'culpabili- manera. La presencia en nuestro derecho positivo del1art. 34 inc. 2 C.P.
.e'i" dad. En relación a la inimputabilidad no existe eri este ámbito ningún proble-. hac.e que, esta solución sea perfectamente aplicable entre nosotros. Pero
ma part.icular a tratar: quien al momento del hecho culposo sea inimputable
te r cbilforme a las reglas estudiadas en el capítulo corres¡;ondicIUe obrará típi-
. aun sin tomar en cuenta esta nOl:ma sería tal solución igualmente viable,
por aplicación directa del prinCipio constitucional de ~ulpabil~dad en senti-
e.· ca y anlijurídicamente, pero sin ~ulpabiJidad, salvo qlJe. se trate de un caso do estricto (esto es, no en el sentido de "no :hay pena sin imprudencia"
en de culpa por asunción (supra, 6.1 A.I :4.).
En lo que hace al error de prohibición, él resulla poco imaginable cn el
sino en' el de "no hay pena sin culpabilidad'.'). .'
ei delilo CI!lpos:o, pues ndnnalmenle el crror de prohibición presupone dolo.
'Finalmente, como caqsas adicionales de inculp~bilidad pue~en in-
cluirse todas las.hip6tesis que manifiestan una incapacidad indjvidllrl r::on~.
j el ¡' ~ .
Sin emca~'go, pueden concebirse hipótesis de CITOI: de prohibiciónlanto en .creta del autor que no llega a significar inimputabilidad, en I.anto no se
ca§os·de culpa conscienle como inconsciente. esté .ante ·una culpa por asunción, C0l110 siempre vale la pena achra,r.
elr
Ejemplos: a) Una persona ve que unos niños invaden su jard.ín y des-
e Ir' trozan SIJS rosas, y entonces les lanza Su perro dogo, confiando en que sólo
Recuérdese que la tesis individualizadora respecto de las incapacid'"t(Jcs
(supra, 6.1.4.1.3.) considera que lales incapacidades excluirían~" e.l'ti~o

.e 'i los aSllsr;ará y creyénd·ose además c.ubierto por·la causa de justificación de y no (sólo) la culpabilidad.
la ·legítima defensa~ El perro, tomo enl previsible, muerde a los niños y les
,le) c~usa he.ri.das graves: El autor actú:;t. COn culpa consciente pero ·en error de
):- prohibición, pues la legílima defensa no cubre esoS casos. Si el error era 7. Delitos culposos de peligro abstracto. y de actividad.
él! evitable corresponderá atenuar su ·culpabilidad; si era inevitable (porque ·Caracteres.· Remisión
:' · por ejemplo sus vecinos, dos abogados no niuy estudiosos, lo asesoraron
ell ·mal en la! J11ome'!to sobre el tema)., su cond~ctá será. impune por faltar Elllos delilos cul.posos de peligro abstracto y de aClividacl, por no re-
e/ comple~amenle la culpabilidad. querir ellos un resultado. son· ¡napl ¡cables las reglas estudiadas bajo la n.'il.H·i-
e Ir b) Una persona conduce su automóvil el~ una avenida de la ciudad a· ca de "realización d.el riesgo no p'ennitido en el resultado" (sul'l'a, 6.1.4.2.).

e h·'
80 kmJh creyendo que esa velocidad est.á permitida, cuando la máxima en
· realidad es de 60 km/h. Si provoca un accidente con culpa inconsciente su
Tampoco es aquí necesario el presupuesto de la causalidad, por la misma
-razón de que no se produce un resultado material. Parte de la doctrina
el':' · conducta será lípica, pues habrá creado y realizado.un riesgo desaprobado, sostiene que los delilos culposos de peligro abslraclo sólo ad",;len la CI"C".
e Ir: pero en error de prohibición, que también podrá ser evitable o inevit~ble

e ~~ .
• 'n
••-
363 Gabriel E, Pére:t. Dal'beiá :
••
¡nco'nsciente, pues la consciente equivale en esos delitos a dolo (LUZÓN PEÑA,
1996: 432; ROORIGUEZ MONTAMs, 1994: 137; en contra JESCHÉCK/WEIGENO, ••
:.•
1996: 568). En lo demás SOn apljcables a estos deliJos las mismas' reglas que
a los de resultado, a las que cabe por tanto remitirse.

lECCIIlN 11
8. El delito culposo de omisión .. Remisión

La antijuridicidad*
••
En nUeslro derecho penal·po~itivo vigente no hay delitos culposos de
omisión propia. En cuanto a la omisión impropia, se admite unánimemente
por la dOCtrina que todo deliio culposo de resultado puede ser cometido
••
tanto mediante comisión cuanto a través de comisión por omisión (omi-
sión impropia). Para la determinación de la conéurrencia'de tipicidad en
1
Fabián Ba/carce
••
••
estos casos son aplicables todas las reglas de imputación objetiva ya es- 1. CONCEPTO DE ANTIJURIDlCIDAD. 1.1. Ini.roducción. 1.2.
tudiadas en este capítulo para el delito culposo de comisión, más las ela- . .í El obrar irrelevnnte·y el obrar lícito. 1.3. Unidad del
boradas en relación a los delitos dolosos de omisión impropia (especial- iI ordenamiento jurfdic<?
mente. los requisitos de la capacidad individual.del autor y todas las reglas
relativas a la determinación de la concurrencia de üna.posición de garan-
Le), expuestas en esta misma obra en el capí.tulo correspondiente, al que
I

I
2. ANT·INORMATIVIDAD.

·3~ EVOLUCiÓN DEL CONCEPTO ·DE ANTUURIDI.C1DAp.

4. L.4. orSQU1S1CIÓN DOCTRINARIA SOBRE LA DISTINCiÓN


••
debe remitirse al lector.
Recuérdese que la doctrina mayoritaria admite para los delitos culposos
de omis¡ón impropia que las incapacidades inclividuaJes_del autor sean teni-
5.
ANTIJURIDlCIDAD OBJETIVA - ANTI1URIDICIDAD SUBJETIVA.'

ANTIJÚRIDlCIDAD FORMAL y MATERIAL. ••


das .en" cucl1ta ya en el nivel" del tipo, opinando en cambio que ~n caso de
comisión activa esas incapacidades Son relevantes recién en el nivel de la
culpabilidad. La tesis minoritaria (tesis individualizadora) postula en cambio
I
I

II
6. ·RELAClONES PROPUESTAS ENTRE TIPO Y ANTlJURIDICIDAD.

7. LA TEORfA DEL INJUSTO PERSONAL (D1SVALOR DE ACCiÓN


- DlSVALOR DE RESULTADO).
••
la relevancia de esas incapacidades ya en el tipo tanto para los delitos
culp~sos de comisión como para los d~ cOI:nisión por omisión.
8. BREVE CONS·IDERACIÓ!'" DE LAS NORMAS JURfD.lcO-
PENALES. SU NATURALEZA VALORATIVA o DETERMINATIVA.
••
••
9. EL BIEN JURIOICO COMO INTER~S JURlolCAMENTE
TUTEL."'OO.
u
10. LA "ADECUACiÓN SOCIAL .

11. EL PRINCIPIO DE INSIGNIFICANCIA.

·12. SINOPSIS. 12.1. AmbitOS' de la normatividad. 12.2.


Antijuridicidad y sus diversas manifestaciones. 12.3.
••
~;i nOI')":ll" jurídico-penal.
It' ••
. A Carlos Creus. Por ~u.piadosa crftica y sus p[llabra~_de ~Iiell(o.
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JUAN HORACIO DAY
. Abogado .

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"
1. Concepto de alltijuridicidad

1.1:
••
( [¡ltroducción'
!' .1
1
.~ Con la denominación i:lntijuridicidad se designa la característica,del
r

•• 1,',
l.'
";
supuesto de hecho concreto que 16 tóIT\a contradictorio con el 'ordena':
miento jurídico en general y, específicamente, con la ultima, ratio del siste-
ma: las normas jurídicQ-penales.

•• T
1"
La alltijuridicidad (retchswid.rigkeit, en alemán; wrongfulness, en
inglés), en realidad, como estrato ahairtico', es el ámbito de la juridicidad
general I en' donde se analizan aquellos supuestos que a pesar de tener

•• (j
1
ciertas c,ircunstancias e~ cC?rnún COI~ ..las de los tipos penales' ~ntijurídicos
(prohibiciones o úlandatos) se diferencian por otras circunstanciRI)'q'ue 10<;

••
i transforman en justificados 2 (ponderación de valores en juego)); ora; con-
¡
.!
1,'

•• .'¡'
,
r'
1 I GON'JlHER, Hans, "La clasi,ficación de las causas dejustificnción en derecho penal" en

Causéis ele justificación y de alipicidad en derecho penal, Arunzadi, Pamplona, 1995~ p. 46,

•• 1-:
i. ..:.
! 2 Acerca del problema en ciernes del concurso entre causas de justificvción, CUERDA
RIEZU, "Sobre el concurso entre causa de justificación" en Causas de justificaciól1 y de
atipicidad en derecho penal. coord. D. Luzón Peña - S. Mir Puig. Araf!zad i . Paw'1,lo'lfl.

•• 11
I
1995; p, 215 Y ss.. , '
r . ~ Existen en la doctrina internacional qllienes piensan que la COliJa de jusrificació,! se
configura como metaflormQ para el tratamiento de los casos en que entran en coli~jón

••
·nonnas. ~e compoi,t<trriiento a distintos niveles jerárquicos, en diferentes planos (Véase
,
~:
,
'"~,
GOESSEL, "Renexiones sobre la relación entre norma y tipo. El error sobre el presupt!esto
f¡\ctico de una causa de justificación", trad. M. Polaina Navarrete, .en Revista de Cie~cias
,.
~:/ Pen\\les, 1999-2. Mave, Buenos Aires, 1999. p, 100). Esto, sin más, significúía nbjll.l'í'r"d~

•• \Y;i'
"1\
, 16

'.;:
~~
todo lo relativo a la lógica de óntica. - i

.'I"f ~lJ
.'.
-

J72 Fabián Balcarce La untijllridícidad J7J


..


•••
trariando a los segundos 4 (prohibiciones o mandatos); ora, contradiciéndo-
los l (permisos fuertes) '.
. A diferencia de la doctrina mayoritari~, estimam.os que lo que común-
estratos perf:ectamente diferenciados el/ipo de la alllUltridicidad) Jel delito:
"la' bipartita e~ válida ell el ámbito de la anfijuridicidad genlrica y la
, tripartita en lo relativo a la amijllridicidad especifica. ..::
oO,.•
mente se denomina al1tijllridicidad no hace referenc'ia a un estrato analí-
tico superador de la estructura del tipo prohibitivo o pre.ceptivo. Sencilla-
mente se frata de un sector -el de la júridicidad general- a confrontar
En lo referente a la antijllridicidad general, sólo cuando existen
dudas en la elaboración del supuesto de' hecho cOl/creto, se comparan Is>s
sl/pllestos de hecho abstrac/osde los tipos antijurídicos y de lal justifica-
••
.'

eventuálmente 7 con aquél como resultado de una deficiente elaboración


del supuesto de hecho concreto H. .
ciones para verificar en
cuál se debe subsUinir el primero 10; pero ello, en
un estrato superior -didáctical)lente construido por la doctrina- en donde ••
Como característica del supuesto de hecho abstracto, la
anlijuridicidad general (contradicción con el~derecho) viene ya afirmada
por la comprobación de la tipicidad " mientras. que la a/ltijuridicidad es-
· ambos ~onfluyen y cUy'a denominación en nuestro idioma es Utluerto II~
gen.eralizándose en el medio local' las denominaciones ilícito 1) injusto.
Mientras la állfijuridicidad geáeral " ... designa una propiedad de la ac-
••-e
pecífica (penal) implica verificar si el sllpuesto es merecedor de pena: La
tipicidad es ratio e,fsel1di deJa antijuridicidad ge,neral y ratio cognoscendi
d~ a~tijuridi,~idad específica (penal). Pll~S bien, en nuestál ~laboración, con-
ción típica, a s.aber; su contradicción con las prohibiciones y mandatos del
derecho pena!..." 12, el e,iltuerlO, para la doctrina .mayoritaria, es la acción.
típicamente (o tfpica y) an!ijurídica, según se trate de defini.:iones del
••
'.
•••
fluyen los p~esupuestos de las teorías bipartitas,(las cuales conjugan en un delito bipartita (acción típicamente antijurídica y culpable) o tripartitas
solo e,strato' el tipo y Ia ant¡juridicidad) y tripartiltls (separan en dos · (aéción-típica, antijurídica y culpable) /J. Pero, como antes advertimos, tam-
bién,. y en forma ambigua, se denomina el/tuerto a un estrato máli amplio: a'
la un"idad en do'nde se resuelve la subsunción del supuesto de hecho COH- ,e

.:".•
ereto en el supl/esto de hecho abstracto de ,un tipo antijurídico o de una
causa de jllstifi~ación I~. Como se advieúe, en tal s~lperestrato de. ma¡'~a,s, ••••
,-e
,\ ·.,tERNENGO, Roberto, Curso de teoría gellem{ del de;ecllO, D.epnlma, Bs, ·As.,
1995, poO IOJ. , . . -""
"IERNENOO, ob. cil., p. 95.
~ Se acerca a nuestra definición la de R. MAURACH y H, ZIPF, Derecho pellal. Parte
gel/eral, trad, E, Aimone Gibson - J, Bofill Genzsch, Astrea, Bs, As,~ 1994, J, p. 24/1. Advertimos, desdc una ópticn semántica, cierto grado de g'efleralización mayor en
.•
.:•...

-.•
'10

También la de E, BACfGALUPO, Ma/lllal de.derecho pellal. Parte gelleral f.DP PG], los tipos de justificación genéricq~ que er:':lbs tipos antijurídicos: Sin embargo, cuando se ~
Temis, Bogotá, 1998, p. 88.
~ "Estáclnroque el jurista debe cnmbiarde categoría'según el objeto de investigación sea
analizan en relación con el slipl/esro de" hecho concrero, dicha usinlctría se reduce en lo que
de
.significa,la elaboración dI! los !lipllesto.f Irechq abstr;cros. . .
•••••
la fundamentación o exclusión del injusto" (W. HASSEMER, FúndCllllellfos del derecho · 1I Sobre la denominación, SANCINEITI, 'Teoría del deliro y disvalor de {/cd,r",

pelltll [Fur.Jnlllcr.Hos), trad. F. Muñoz Cónde y L. Arroyo 'Zapatero, Bosch, Barcelona, H¡UTlmurabi, Buenos Aire~, 1991, p. 3. El problCma dellJomell,illl'iJ también se advierte en
1984, § 22, p. 264) .. Italin con la palnbra rorro con significación ::::emejanle al vocablo hi~pano el/ruerlo (Confr.
I En algunos caso~ el procedimiento, incluso, se vuelv~ más complejo. Nos referimos.a

los siill:lciilnes en que el sll/JlleSto de hecho concreto 'pOI' error vencible sobre 10spresup·lleS-
tus fácticos de la cuusa de jllstijicaciólI se traslada de un supuesto de hecho abstracro
propio 'de una figura dolosa al correspondiente n una figura culposa (en los sistemas como
CARNELUTfI, Teoría gelleral dé[ deliro, trad, V. Conde,. Revista de Derecho Privado,
Madrid, 1952, p, 23, nota 7). En inglés se ~enomina wrollgdoillg (FLETCHE:R, Conceptos
b,hicos de daecho penal, trad, F. Muñoz Conde, Tirant Lo Blnnch, Valencia, '1997, P" 124).
12 ROXIN, D.ej'eclro penal. PlII'te gelleranDP PGJ, I, p. 14/3.
•••
JIlluestro de /lumUflS clllllSIIS, cuando está especiolmenle prevista) y, por ende, a la lesión
de una I,DJ'lna diferente .
"Acerco dei~slas, SILVA SANCHEZ - BALDO LAVILLA -CORCOY BIOASOLO,
Casos de lajurisfohulencia pel/al COII cO/llellfarios doctrinales, Hosch. Barcelona, 1997, p, 227.
, ~,
".'
"~o

. ~ JESCHECK~, H. H., Tratado de derecha pella l. R{me general: trad. J. Manzannres


~.
.,

14 Parece ser la interpretación de ESER-BURKHARDT, Derecho penal (Cllestiolles

S~llilaliie¡;:o, Comares, Granada, 1993, p. 209. La diferencia entre caracterfstica del tipo y fUlldall1enurles de Itneorfa del deliro sobre la bw;e de casiJfae sell/encia), !rad, S. Bacigalupo.
esl.atQ ¡lnaJítico In Ildviene G. STRATENWERTH, Dericlwpel1a/. Parte general. J, El y M. Cundo Meliá, Colex, M,adrid. 1995, p. 201) cuando afirlllan: ~'La justificación liene en ..~,

'hecho !m¡lible, trad. dladys Romero, Edersa, Madrid, 1982; p.: 67, párr. 17~. común con la tipicidad el obje~¿ al quc se refiere: el ilícito". ~-'
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;..,.:,...;,;! ."'!'.~
iJ~ - i ::;'?~,' ",' .'~
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374 Fabián Balcarce .


;~ La a.ntijuridicidad 375
" . i::..{i, ,.

".;
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"
.:: ,.¡.
1:""- ......... ·• .;~
La segunda cláusula del art. 19 'de la Carta Magna establece, por su
se comparan acciones penalmente relevantes (objeto 4l! valoraci6n) y su :2
parte, que l1in~ún habitante de la Nación. será obligado a hacer ir qu~
antijuridicidad o juridicidad (predicado) J5 general par~~'subsumirla en un .J
:\t ".0 manda la '[ey, lIi privado de lo que ella no prohibe. Con e~to la. Ley .

¡.l.·
tipo o ~n una causa ~e justificación. Pues, entonces, queda claro que aquí
f· " no s610 se hace referencia a la acción típicamente antijurídica sino también ~. .Fundamental declara existente un conjunto de conductas (acciones u omi-
si.ones) .relevantes: l~s P!'ohibidCf-s y las obligatorias. Á· su ~ez; la forma
I • ";' a-I::,. acción justificada. Aqur -en el presente ens~yo- utilizainos entuerto, {í
~~' negativa de redacción de la manda demuestra que· la conduéta·seráprohi_
iUcito o illj~lSto en el primer sentido (acción típicamente antijurídica). .,~
bida ti obligatoria cuando: 110 es~é ·específicamente p.ermi/icla. Este per-
'" .,;¡'
Pero es~,o no significa que el tipo lleve un "equipaje" e?Ctra reflejado en
las causas de justificación -como 10 piensan los defensores de .la teoría de ,
~!.

~:
miso, a diferencia de lafacuitad, es de carácter fuerte por.t~es motivos.
En primer lugar, porque para llegar a ·su concesjón· no se toma eh cuenta la
los elementos negativos del tipo-; por el contrario, In comparación alu~ida

'..'•
sola lesión a un bi.en; sino que se lo pqne en contaCto Con la posibilid·fld de la
¡. entre ambos sectores es sólo producto de una deficiente elaboración de la
hipótesis fáctica concreta 9ue obliga a la operación,
~
¡
1
lesión de otro bien y, en esta ponderaci6n se autoriza llevar a·delante u omi-'-
tir lo'que norrilalmente es prohibido u obligatorio, En segundó1ugar, dehi-"
~ do a que sólo pennit~ expresamente uno de los aspeétos que confluy~h en
¡
, la facultad: o permite hacer. 9 permite IJO hacer, pero no "1a's dos ·cosas al

.'."•
],2. El obrar irrelevallte y el obrar lícito .¡
,
¡ mismo· tiempo. Esta caracte~ística la comparte con las pi'ohibiCiones y las
.~ obligaciones.. en tanto las tres dejan una de las alternativas de las conduc-
La Constitución Nacional y la lógica deóntica concunen a la delimita- .l.' tas posil!Jes como ámbito de· libertad. Si. una conducta fuera plv/~ibida y
Ción de dos ámpitos diferentes de la normativi.dad 16. Efectivamente. el art. ~.~! obligatoria. a la vez. existiría contrariedad. Si a una coi1duct~ pro.hibiria,
,i?

',.
19 C.N., en su primera cláusula, prevé que las acciolles de los hombres. a1 mismo tiempo, se la permité, o si una conducta obligat(rfia;·
.~,
. q/le de 11i!lgún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perju- .,d coetáneamente, está permitido .110. realizarliz, existiría coritradicción. Por

··.'•"
diquen a terceros, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la auto- \~
'>1
último, la conducta permitida cn sentido fuerte está expresamente delinea-
-rielad de los magistrados. Se trala de un conjunto de condLlcta~ que se ;f
r. da en sus rasgos fundamentales· por el encargado de hacer)as leyes. La~
declar<!n irrelevantes primafacie. La ley no discierne cuáles son, sino que t prohibiciones, las oQligacjones y los permisos en sentido fuerte sn" d mu!',

"(
de un rnodo amplio las introduce en esta regla, clausurando así el sistema.
Desde el punto de vista de la lógica deóntica,' se trata de facllltades o 1<
'.~
do deJas COflductas relevantes:' - .
Ahora estamos en coildiciones de distinguir entre el obrar in·elevnllte
permisos en sentido débil; el individuo puede tanlo·real~zarlas (u omitirlas) l yel obrar./ícito,
,~
como r.o. realizarlas (o no omitirlas), sin consecllcnciajurídica alguna; existe El obrar irrelevante es aquel en donde el individüo realiza o deja (~'
\ ..
compa~ibilidad lógica entre la posibilidad de realizarlas (u omitirlas) o no j rea~izar una ~onductafact/lta/jva ~o descripta en forma particu~ar P?r .'.
realizarlas (o no omitirlas). Incluso el intérprete, a la hor,!'de subsumir una ¡Jí.1 legIslador (ej., motar a U)1 mosquIto), El obrar lícito, por su porte, es J
• 'n
.";,
,~~i
.• "t'. "'\
...• ' lY
conducta en una figura delictiva, dehe advertir prioritari'amente si la con-
ducta (acción u omisión) no rel"me las caraderísticas apuntad~s; pues, ~n
:..lt
,í;
,
sector de conducta que la iey ha descripto específicamente y, en atencjó, 1
una ponderación de.v~Iores, la ha p·ermitido expresamente (ej., matar ~ .........

··.r'
'
tal caso, la conducla es irrelevante. 'j
persona en legítima defensa) ..

• l'
~
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.,
;~

\, tf 1:3. Unidad del ordenamiento jurídico

• 'I!
'',
IjClaro en la definición de ambos conceplos~ NUÑEZ, Tratado de derecho penol
{Tratado]. Lerner, Córdoba, 1987, l, p. 290. .
16 Precursora en el inlenlo de explicación, María 1. DESPONTIN. Lafunciollalidad dé
fa ofensa al orden y fa moral e/1 el sistema jurfdico argentino, Academia Nacional de
i
:~..
.,l".
Una conducta ordel~ada por un sector del ordena'mient.o jurídico· no
puede estar, a la vez, prohibida por otra norma de un sector diferente dCl
mismo ordenamiento jurídico .. Consecuenteme?te; una condu·ct~ pr?l-Jibida ,
Derecho·y Ciencias Sociales de Córdoba, 1994:
·1'1
• 'H:I'
,• '1""(\
-
,
'.1,
,
I

••
376 Fabián Balcarce La antijuridicidlld 377 ••
no puede estar al mismo tiempo ordenada, ni unu conduct~ permitida -en
sentido fuerte- puede estar prohibida -si lo que se permite (en sentido fúer-
.:.: La fun.ción de. la olltijuridicidad penal no 'es separar ló autorizado de
lo vedado, sino delimitar 1.0 vedado merecedor de pena 21. La QmijHridicidad
••
te) es realizarla- o mandada -si lo que se permite (en sentido fuerte) es
omitirla- (principio de la unidad del ordenamiento jurídico),
Sin embargo, la transgresión a una norma piohibitiva u obligat~ria no
.
penal no surge del contexto del ordenal.niento jurídico. sino que t.e,·constru-
. ye sobre dicho ordenamiento. Claro eSlá 'qlle .si la conducta se encuentra
autorizada por otro sector del derecho, esto ya es condición sufic.:iente para
••
~atlsa siempre efectos en todos los sectores del ordenamiento jurídico. El excluir. toda posibilidad de ilícito penal. Es que "[s]ería una conr,adicción
••
reconocimiento por.todos los sec.tores de la transgresión no significa re-
cepción. Para que esta sitLl4Ción se dé, ha mene.ster que en más de una de
las ramas que conforman aquél, haya sido asimilada la conducta en forma . ~i
axiológica insoportable y contradiría además la subsidiariedad.del derecho
penal como recurso extremo de la política social, que una conducta autori-
za'da en cualquier campo del derecho no obstante fuera castigada
••
'; direccionalmente coincidente. Pero, aun en eSte caso, los efectos que se
prevén, generalmente no son los mismos (principio de especificidad de
la aJl/ijuridicidad).
penal mente" 22. Pero la existencia de ontijuridicidad genérica es condi-
ción necesaria, pera no sufi.ciente paí'a que exista ilicito.penaL Es indispen-
sabJe que conCurra la antiju,.idici~lad especifica.
••
El derecho penal tiene la caractenstica de consthtirsesobre la antijuridicidad
proveniente.de los demás sectores del ordenarnjento juridico 1118, aun cuando
en su configuración y tratamiento punitivo actúe con criterios
específicamente criminales (derecho penal como extrema ratio).
En síntesis, no sólo se trata de.1a cuestión de si un comportamiento
(activo u omisivo) debe estar, en general, prohibido (an/ij"ridicidad geJle-
ral), sino de si debe estar prohibido bajo pena 23 (alltijuridicidCla' penal) 24. •• •
La an"tljuridicidad generalsalistace los plincipiosde legalidad y lesividad;
La all/ijllridicidad gelleral, procedente de la filosofía del derecho,
de lo;; principios generales de éste y de la teoría general,.es el presupuesto
necesario pero'no suficiente de las antijuridicidades especificas, propias
la antijllridicidad específica, 1.05 de subsidiariedad y mínima intervención 25.
Sin lugar a dudus se debe reconocer -como lo hace. ROXIN 26 siguiendo a GONllIER- ••
••
la posibilidad de una cspecífi'ca excll¡sión clel)lícito penal 27.
. de cada sector jurídico. Ello hace que, si bien 'la presencia de una de sus
antijuridicidades específicas exprese simultáneamente la concurrencia pre-

••
':via de una antijuridicidad general, la exclusión de alguna de aquéllas no
'significa que desaparezca ésta.
De la antijuridicidad general se seleccionan las conductas típicas,
í,? 21 En sentido semejante. LARRAURI, "Fl1nción unitaria y 'funci6n teleol6gica 'de la
,\

•,.•
illterviniendo luego la antijuridicidad penal como correctora de los resul- antijuridicidad" en Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales, setiembre-diciembre,
tados obtenidos por el tipo 19. Pero, si hay lina caracteríStica que individualice
,
l L 48, fasc. JIJ , p. 873.
.'j 12 ROXIN, Derecho pella!. Parte genl!l"al (DP PG], trad. Luzón Peña ~ Draz y Garda
al derecho penal, esa es que realiza su selección de las conductas que ,
:l Conlledo - De Vicente Remesal, Civitas Madrid, 1997, cit.. pp. 14/31.
prohibe (o manda) a par/ir de los ilícitos de o/ras ramas 20. 2.l AMELU!,!G, "Contribución ,1 la crítica del sisteq-Hl jurídico-penal de orientación

••
políüco-criminal de Roxin" en El .\·;.flema .1Il()del'l1o del derecho pellal: cuestiOlles fUllda;
mentales, trad. J. M. Silva Sánchez, Tecnos. Madrid, 1991, p. 97.
~4 A diferencia de ANTOLlSEI (Mal/l/al de derecho pellal. P(lrle general, aet. L. Con ti,
.

.
trad. J. Guerrero y M. Ayerra Redrn, Temis, Bogotá, 1988, p. 137), consideramos que en .
r, 5i In conduela no está ex'pres::lInente prevista como f!ntijllridica en alguna de las otras
r.Jrnas del ordenamiento jurrdico, se reconduce ni derechC?'común a través de I~s principios
. gencmles del derecho o la analogía (al1. 16 c.e.) que le margan, en ese s~ctor, el carácter de ilícito.
estos casos no.hay delito (penal) por falta de alltijllridicidad (específica).
11 Similar ell tUZON PEÑA, "Causas! de 31ipicidad y causas de juslificaci6n" [Call-
.ras] en' Causas de j'tlsilfica(:ióJI y causas de (ItiiJicidad en derecho penal, S. Mil' Puig - D . •

1 IH No debe confundirse eSle prills l6gico con una precedencia temporal.
,
Luzón Peña, Ara¡!iadi, Pamplona: 1995, p. 26. Pero disentimos con el autor en lo que hace'


l!IDIEZ RIPOLLES, "La categoría de la antijuridicidad e:n derecho penal (La catego- a la recepdón tie':(jj '/~oría de los elemelllOs negarivos del tipo.
da)" en Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales, 1995, p. 720.
2U Lo avilora ROCCO, "El problema y el método de la ciencia del derecho penal" en

Monografías Jurídicus Na 3, trad. R. Naranjo Vellejo, Temis, Bogotá, 1999,lug. ciL


.


"ROXIN, DP PO cit.. 1, pp. t4/36. .
H'Hasta 'Ia fecha no se ha advenido que cienas'-cuusnles denom¡"nadas excusas
ab.wl'ltorias son par'tes eJe la nonntl primaria y no constituyen m:ís'que causas de exclusi6n
,/ -.,.••
...."

..
,

,
;.J- "
-
Fabitin Balcorce ,.'.•.. "
,La nntijuridicidad 379
Luego de Úegar a esta's conclusiones, hemos advertido que paulati-
namente se va adoptando ef.ta persp.ectiya. ~irvan com~::.rjernplolas con- Según este autor, toda realización del tipo de una nOrma prohibitiva es .
clusiones a que llegan BUSTOS RAMfREZ y HO.RMAZÁBAL MALAR~E 211: ..... sin ciertamente antinonnativu, pero no siempre es antijurídica. El ordenamien-
lugar a dudas hay 4ue afirrl1ar, partiendo de la premisa incuestionable de to júrídico -no se compone sólo' de normas (v.gr., prohibido matar,prohibido
que una causa de justificación puede proc,eder de cualquier área jurídica, hurtar, etcétera). Existen también preceptos permi~ivos que permiten, en
que lo- q~e U!1 sector del ordenamiento jurídico se considera justificado ciertos casos, la conducta lípica, por ejemplo la realización dellipo "dar'
,también tendrá que estarlo en eI'derecho penal, cualquiera sea e16rgano muerte a un hombre!' en caso de 'legítima defensa. Su interferencia'irilpide
creador de las normas ... Cualquier otra conclusión llevaría a consecuen- que la norma' general '(abstracta) se convierta en un deber jurídfco concreto'
Cias inaceptables y sería contradictorio con el car~cter·de·exlrema ratio par<! el éllllor. En este paso, la realización de un lipa de proh¡'bi~i6n es con-

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1
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1 •
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• \~!
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del perecho penal que una conduclf} aprobada en ?tro ámbito del dere~ho
estuviera prohibida en el derecho penal". Los autores, m~s adelante, agre-
·.gan: "No se puede afirmar categóricamente que si una conducta está
sifnultáneamcnte prohibida en el derecho civil O público y encaja en un
tipo pen'al, supone también un injusto penal. Si ello ocurre, no necesaria-
forme, a derecho. Antijurídicidad -para WELZEL-, por lo talllo, eS la COI!-
tradi~.Ciqri de' u.'w rea.liZac.ión típiFa cl!n el órden'amien~o ju'rfd.Ico en
SI' conjunto (no sólo con una norma aislada) "(confr. infra 1I, 13).
. ~iguie~do lfis ideas de WELZEL, ~~,HÓNE JO ~[i~ma: 'liLa condpéta tfpic~
c~ntr~qi~e la norm~ de .determiI1ac'ión iIidivjd~aJ. pe .Ia manC!"de lo's'precep-
1"1.,
1 mente hay que recurrir al der'echo penal que tiene valoraciones esp~cífi- tos permisivos,se dec~de, s.i va en contra tarnqién de todo el ordenatniento

!jl
~, cas y pueden justificar le conducla".. , juríqico, con. lo' cual.no s610, es (lI!tino~mal~VQ: sino ta,~bién, cinlijuríciica':.

1.:: ~.I
Como se observa, desde una 'óptica amplia" la anll}llridiCidad gene-
. ral es receptada como condición necesaria, .pero no suficiente par,a que
exista entuerto penal. Es indispensable que se corrobore la.alllijuridicidad 3. Evolución del concepio de aritijuridicidad "
.• ' especíJica (penal).
1: .~II
1
I~ • ')l!
2. Antinormatividad
No es posible indicar cqn precisión exacta 'quién file el primero en
utilizada voz aJ1,Ij,~ridicidad, lo cual·no impicle señalar que T.. DECIANtJS,.
•• lnl
'~r
en su Tractalus Criminalis (1590), formuló el concepto. como presupues ..

l.,. )I(
A HANS WELZEL corresponpe 'la elaboración de la leoría de la
Ql1tinOl"nwtividad. A pesar de haber sido abandonada en la actualidad,
to .indcp,ndiente del delito; incluso el Código 'Penal para el Reino ne
Ba,iiera (1813) empleaba la expresión en diversos artículos, al referirse. al
dolo aiúijurídico y cuando expresaba que 'el autor' de un crimen "cons-
resulta indispensable su conocimiento.
· .wil . cie~te de la antijuridicidád" (art. 37 y ss.) yP.J.A. FE.UERBAC>I (18<:/),

.ll¡ . ::".'
¡ • ' ¡mi
,¡ • "U: I de la antij~lridicida~ específica (v.gr., art. 68 C.N. [opiniones o discurso c;ldlegislador que l~WELZEL. Hans,' Derecho penal alemd/l, trad. 1. Bustos Ramfrez y S:Yáñez Pérr.7..
, • ,:-.. ' L. emita desempeñando su manda!.) y que se adecuen a un tipo..pe~al]; arto 18.5 C .. P. (hurt~ E.J.C., Chile, t993,p. 60. '. . .
')Di:~ <: entre parientes] y art. 277 [seglín ley 25.246, n.o., 11/5/00). IOC. 3 [encubrimIento entre, lU S.CHOl'(E. Wolfgang, Imprudellcia, tipo y ley penal, t~ad. Patricia Ziffer, Universir1nd
• )~' pariente.s}): Premonitorio. BAcrGALUPO, Delito)' IJ/lllibilidad, 2" ed., Hnmmurubi., Buc- Externado de Colombia, 1996, p. 18.

'! •
I: I~A ~.
'tl
' . "t

'..
.

,'""."""' """"" "'"


. ' nOS Aires, 1999, p. 205.

"BUSTOS RAMIREZ - HORMAZABAL MALAREE, Lecdones de derecho pe-

,m
. , JI Para la evolución previa a la labor dogmática que comienza en la Argenlínn con Soler

y Núñez, véase BACIGALUPO, "La evolución histórico~dogmática del concepto de


nntijuridicidad en la ciencia penal nrgenlina" en Evol1lción del derecho penal arfcnr::'!O
(Evolución]. Orbir, Rosmio, 1969, p. 89.
','

380 Fabián BaJcarce La antijl!ri.dicidad 381

comentando dicho estatuto, hablaba expres~mente de las "acciones trariedad del aspecto externo .del hecho (tipo.objetivo) Con el derecho 34,
(¡nt ijl/rídicas individuales" J2. con el ordenjurícJico del Estado lS. Como explica Mil< 36; "Si la antijuridicidad·.
No obstante, fue necesario esperar hasta 1867 para enContrar el con- califica el hecho, y ese hecho se concebía ,0010 me~o proceso causal [el
cepto de injusto formulado de manera tGcnica. Tal elaboración co~respon-.· tipo era una construcción totalmente ncutra, pa~a converti'rse lVego con un
dió a R. VON IHERING. El autor ment~do lo asumió desde el ángulo del dere- ligero criterio valorativo en ratio cognoscelldiJ.;don)ndependencia de la "
cho civil -delimitándolo, a su vez, del penal- como la mera.contradicción finalidad del autor, era.lógico que la aniijuridici~lacJ s~ refiriese solamente al
objetiva Con el ordenamiento jurídico de donde gorminó la noción de aspecto objetivo-externo (causal) de la acción.... "
(j!llijlfridicidnd objetiva, primera manifestación histórica de este funda- Esta teoría llevaba a confundir di"f~rentes planos de análisis y de lengua-
mental aspecto de la estructura analítica del delito. je. Del plano exterior (lenguaje descripti va) se pasaba al análisis de los. opera,.
F,:lconceptó de antijuridicidad (objetiva) pasó al derecho penal grao: dores deónticos (aspecto prescriptivo) para con posterioridad volver al ase
a
. cias FRANZ VON LISZT y ERNsT BELlNG e incorporado a la estructura dd pecto exteriory, 'en su caso, a los aspectos subjetivo (lenguaje descriptivo) en
delito. AUnque BINDlNG.no comprendiÓ!a importancia sistemática de su las causas de justificación y en la culpabilidad (de tinte psicológico), debiendo
paso', ·sepnr,ó del derecho penal, Il!ediante .la .teoría. ~le 1~IS normas, el caminar dos o más veces por el mismo sendero analítico ya recorrido.
concepto de amijuridicidad y le dio así significado au~ó~omo: la acción La teoría de los elementos s~lbjelivos del"tipo •. cuyo desclibrimiento
punible no lesiona en realidad la ley' penal, puesto'que,'ésta no sólo esta-' se relllOnta a I-I.LA. FISCHER (1910) J7 YqueJuego p,ofundizaran HEGLER,
blete la sanción, sino los mandatos y prohibiciones pel'ordenamiento jLirí- MAYER YMEzoER ", advirtió que no alcanzaba para resolver el problema de
dico (las normas) q'ue conceptualmente le preceden, de modo que toda la la antijuridicidad con elementos específicamente externos (tipo objeti.vo).,
teoría del entuerto (injusto o ilícito) puede ser captact'a ~xclusivamente a
partir del Contenido de estás normas ". . .
Sin embargo, el fruto todavía no 'estaba maduro.; la elaboraci6n del tipo.
complejo (objetiv'o-subjetivo) debería esperar. ;:ce
. ''..l...
;~_.

'l. 1..3 disquisición doctrinaria sobre la djstinción·al!tijuridicidad


192;' ~,s~~3;2ZT, Tratado de da,eho pellal, trad. L. Jimé~ez de Asó., Reus: M~d'rid,'
Te
>.
objetiva- antijuridicidad subjetiva
.H B¡;:LING. Esquema de derecho penal, trad. S. Soler, Depí).lma, 1944, p, 12~ Eilla- ' ,.-:.
En ia doctrina existen dos pos-icione,s divergentes: para algunos auto- doclrina vernácula, SOLER, Derecho penal argentino, TEA, Bue~os Aires; 1983, I,-§ 26, p. '-..1a.
• eS' la an/ijuridicidad es la contradicción del ánlbito exterior del hech.o 301, También NUÑEZ"MllIl/I/l1 de derel:ho pello/. Parte ge'l~ral, ac!. a cargo c,le Ro~er[o ' "'(•
acontecido Con el ordenamiento jurídico (antijuridicidad objetiva); para Spinka y Félix González, L~rner, Córdobaba, 1999, p. 154. Una.síntesis del pensamienio .•
:<:.
otros, antijuridicidad es la intención contraria a la norma de determina-
ción dirigida al individuo, manifestada a través dei hecho externo
de estos autores en María de las Mercedes SUAREZ, "Antijurídicidad y culpabilidad con
arreglo a la escuela de Córdoba del derecho penal" (Soler-Núñez) en L.l,., t. 1982-C, secc.
Doctrina, p, 974. Además Jaime COROMINAS, Teorías sobre la alllijuridicidad , Sem.
<._
.•
(m,';j'll'idicidad subjetiva). Jur, N° 1175. . :'::'
El pensamiento .clásico(positivismo jurídico para sus c~ltores; . 3& MIR PUIG, Derecho pellal. ~arte general, PPU, Barcelona, 1996, pp. 6/12. 'El :.
c{l//s~/isJ1lo para sus detractores) concibió a la afllijuridi~idad como la coo- contenido de Jos corchetes nOS pertenece. .
.\1 Pero su es[u~io c.ornienza en ei úmbito del derecho civil (corrobórese ZIELINSKI,. ..:~'.'
Disvalorde acciÓII iiie resultado en el concepto de ilfcifO, trad. Marcelo Sancineiti,'Hammlirabi, . '. '. '.':,•....
Buenos Aire!'i, .1990, p. 18 Y Aqnin. KAUFMANN, Teoría de las normas (Teoría), trad, E.
Bacigalupo, Depalma,' Duen9s Aires, 1977, p. 180 y, en.·la actualidad, SANZ MORAN, .' ':.~:.
)1 VELASQUEZ VELASQUEZ. Derecho penal. Parle gefleral, Temis, Bogotá, 1?97, Elemelllos subjetivos dejllJ/ificacf611, Dosc:h, Barcelona, 1993, ~p. 14 a 22). ,,', ';,
pp. 456 Y 458.
"JESCHECK, Huns H., ob. cil., p. 181.
.
,o,,: ;;:":\~,~c¡,:;,:,;~;~;~;;,/:o:~::¡.,::~:::;,:::,:;'O;:::C~i~t;~!
.. '. " .. .~
..
~.,
" - ,

'La anlijuridicidad ·3B3


3&2 Fabián BB1carce

óón .41·,·}0S criterios ti"oánativ:ós de:imputacióo,propios de:·la irórnü1:'de


Para el neoclasicismo (normativismo para s~s defensores; valoración quedan úcluidosde estese¿tor".2;.él"anáÜsis'd~1 tipO' será
Ileocausalismo para su~ ·::ríticos), de orientación :neokantiana, la la de un obj~tomeramente descriptivóy avaloradoc(objetivbcsiibjeti-
QlltijuridicÚlad aparece COJ1l0 un·juicio de disvalor sobre el. hecho. "Lo. va) y;.en'todo·caso;sus criterios de valorestarán má~:.';inculádb~¡co~
injusto se concebía ... como infra·cción de la "norma d~ valoración" d~~ he- una'posición ética que con un sistema.de·convivé~ti~·.5d~iáh:~;·u.~\·:!;: ~i
cho objetivo (como disvalor de resultado), a diferenCIa de la culpabilIdad . Descartada su filosofía ·de las eslr(ccturas lógicocolijerl"asi;lá' siste,
· a la que se reservaba· el dolo y la culpa, como infracción de la "norma de mática del finalismo es receptada por la mayoría de lós:dqttrinfirios .erl'la
determinación" dirigida a la voluntad (así MEZGER)" 39. .. actualidad. También se han receptado aquellos criterios;valorat¡vós'. ¿liíbo'
El pens:.JIlliento neoclásico, sill perjuicio de hnber s.ido el nrt~fi~e del rados por el pensamiento neoclásico dando lugar a:·ün·:Su¡J't1:ti¡Jb l "(O tipo
aspecto valor~tivo propio de los tipos., no lo.grará sistematIzarlo. A;:amlsmo, hipercomplejp),·en el cual se analizan simétricarnente·los'eIementb::r.exter-
su distinción en Horma de valoraci61l·-propia de este sector- y norma de· .nos (objetivos), internos (s~bjetivos) e intersubjetivos {norriütlivóscosodac
determinación -postergada hasta la culpa~ilidad- lo hará· incurrir en las les), vale decir, los ·componenles descriptivos, como aSÍ''lán'lbien:,lbS'ele'
asimetrías de la doctrina predecesora. . . mentas deónÜcos, o sea, los c"omponentes prescriptivos: :,. ¡. ~·!i!·: ~!\·:I.:¡: ,1";;;.:. j.~\ i:,.;
COIi HELLMUTH v. WEI3ER y AÜ:XANDER GRAF Zu DOHNA el paradigma : ~; i; ;': :-1. :.~; ·:~.·!":;.i ~ .';.'.

estructu;al que llevaba todo lo objetivo al entuerto y todo lo subjetivo a la


culpabilidad entrará definitivamente en crisis. Estos autores no sólo pon- 5. Anlijuridicidad formal y material .. : . ;. .. .::!·.';)~~.¡hn"(t':;:·;·.):"-":

· drán en duda la pertenencia del dolo a l~ culp~bilidad sino que iniCiarán los .. ü.:i.'I)·:! l.: .= .~.~ ¡:: '::.' ¡ , i" , ....
trabajos previos que abrirán paso ij la teoría final de la ~cción 40 y al apote~,­ La distinción -aunque con visos sociológicos· 43": nad~'·cónúVó~ LtsZr~~~
ma "objeto de valoración (entuerto) y valoraCión del objeto (culpabllrdad) . Atrás han quedado las posiciones metajurídicasosupr'alegiÍles 'qÜe;
· Pür úitimo, elfinalismo de WELZEL será quien pondrá,·a parltr de su partiendo de un subjetivismo foonal, estimaban ~.ue un~ aéCión ··eta a.~tijúrírlk~l
concepto ontológico de acción (estructuras lógico-objetivas) -de otro modo, cuando no se presentaba como un medi.o justo para un finJu~to'(Dó}ÍNA);' o
accióll (¡·,tal-, el último eslabón para la elaboración del. tipo complejo: Al aq~ellas que adhiriendo a un subjetivismo sociológico; túii·sideráb.~·~l;e.
traspa.s;.J: el dolo y, cO~lsecl:.entemente, la imprudencia al tipo, lo qu~ ..antes una acción era antijurídica porque más bien periudicabri:que·,beh~fidaha·31
era mero disvalor de resultado se transforma fundamentalmente en dlsvalor Estado (SAUER), porque se oponía al fin·último je todo derechb'aáiar:salis'
de acción (de intención). . facción, en la mayor medi~a conciliable, a l?s intereses individuale'i fren~.e::
Su defecto será proporcionaünente inverso al del.llormativis1110. . ..;.
Al ser el tipo un reflejo esencialmente de la norma de deterlllillo-

., .. :t

41 La cual es p~ecedida por un juido de valor sobre la cbndu"ct~:·c.úY~·:··?bje[o se

el descubrimiento de que el novenia por ciento de los tipos del Código Penal alemán identifica con el objeto de la norma de determiliación (KAUFM~NNt.te¿'j-(a. ~e Ir::
lIormas, cit., p. 120). ' . 1,· ··¡·f'·;·':'::.·:·" .,..".'
contenían elemdntos subjetivos '(c1):lfr. p. 134 de la abrí! mencionada; aden~~.s" ~~~CINE".ffJ.
·~2 Parece adverlirlo KAlJFMANN. ob, cit.; p. 120 ...· 1:.· .. ",':";:;/?: .. , .. ~., ..
. ab. cit.. p. 25. nota 33). En form¡¡ amplia sobre el tema, Moro, lA antl}!trldl.cldad penal,
4)Confr. FONTAN BALESTRA, Derecho penal. Illtroducción y Pd;t~ gl:ileral,..act.
trad. D. Santill3n, Atalaya. Buenos.Aires, 1949, p. lO!: . ' . .
)9 MIR PUIG, DP PG cit., P:J. 6/14. Remnrcaciones Yentrecomillados InternoS en Guillermo Ledesma, Abefedo-Perrot, Buenos Ai·res, 1998, p. 2.!i6:· . . ."... ,; . ' .. :l'
44 V. LISZT, ob. cit., t. n. p. 324, HEINITl. El probLema de la· antíjl/fidicidad mafe,
el original.· . .. ' .. .
~II Véase el meticuloso lrabnjo de FRISCH, "El error como. causa de exclUSIón del rial, trad. R. Golsdschmidt - R. Núñez. Imprenta de lri Universidad; c;:ófdoba·, 1947, p. 10,
injusto y/o como ca~sa de exclusió!1 de In culpabilidad" en El error en el derecho "en.al, quien aboga por un criterio material y objelivo de antijuridicidad viri-c"tJl"ado én'"n I~s r.orma!'
trad. E. Peñaranda, Ad-Hoc, ~l1e\1os Aires, 1999 (esp. p, 27) sobre el te~a, desde la óptica de cultura de Mayer. . :· r · · .

del error en el derecho penal.


.'
-.••
••
,384 Fabián Balcarce
La nntijuridicidad

los de la colectividad. o porque -ahora desde el punto de vista objetivo- era

•••
protegido jllrídic~1rnente". La antijLtri4i~idad material, si bien tiene una
contraria a una nOrma de: 'cultura reconocida por el Estado 4.5 (M AYER):
iOlportancia político~crimlnal, despIlega su eficacia mediante la interpre-
Como explicaba L¡szT. refiriéndose a este modo de definir la
tació'n del tipo. graduación' del injusto y ponderación de intereses dentro
anlijuridicidad material: "La ilegalidad formal y material pueden coincidir.
pero pueden también discrepar. No es pre,sumible una contradicción seme-
jante entre el contenido material del acto y su apreciación jurídica positiva.
de los límiles del derecho (il/lm Iypus). '.
A fin de evitar confusiones entre esta forma de interpretación del
concepto alllijuridicidad material y aqueUas primeras referencias que lo
' ..
••
pero no es imposible. Caso que exista..eljuez eslá obligado por la ley; la
rectificación del derecho vigente está más aUá de los límites de su misión" 46.
En la actualidad. la (111 tijllridicidad formal hace referencia a la rela-
vinculaban a lo sociol'ógico; TERÁN LOMAS" la denominaal/tijuridicidad
sustancial, explicando esta modificación lingüística de la siguiente forma: ••
••
"La alltijuridicidad sustancial se vincula con el plante¡lmiento de la poten-
ción entre la acción u omisión y la norma penal de determinación; la
cialidad dañosa de la acción como 'característica de la concepció,' objeti-
antijuridicidad material al conten'ido disvalioso de ésta (contradicción con,
va". El autor considera que cuando se habla de alllijllridicidadsltSlallCial
la norma de valoración en el sector que ésta excede a la de determinación).
Una acción u omisión (in abslracto) es formalmente antijurídica en la
medida que contraviene una prohibición o mandato legal (principio de le-
'galidad); y es materialmente antijurídica en tanto eUa plasme una lesión de
se hace referencia a l,lesión o puesta en peligro cle unbienjurídicÓ.', '."
"En un Estado social y democrático de derecho no existe u'n l~gislador
omnipotente; también él en su actividad se enouentra sometido.a 11 Consti-
••
'bienes jurídicos socialmente nociva y que no se puede cOffi?atir suficiente-
tudón; aun cuando pueda crear figuras penales, éstas ~e encuentraII some-
••••
mente Con medios extrapenales 47, (principio de lesividad) 48. No se trata
. de una ·contraposición de conceptos sino de una secuencia de análisis
tidas a dos restricciones: a) al cedazo genérico del art. 19. primera cláusula;
de la Constitución Na~ional: las acciones para estar prohibidas o mandadas
••
-.
deben ofender el orden o la moral pública o perjudicar a un tercero; caso


progresiva ": confirmada la anlijuridicidadJormal (tipo objetivQ - tipo
subjetivo) se verifica si se ha menoscabado el bien jurídico protegido por
la correspondiente norma'" (tipo normativo). Claras san las lucubraciones
de MUÑoz CONDE-GARCIA ARÁN 51: "Una contradicción puramente formal
contrario. son atípicas (penalmente irrelevantes); b) a la criba específica de
la lesión concreta del bien jurídico que supuestamente se protegé,~ través
de la regla jurídica" 53. " ,; ,::

entre la acción y la norma no puede ser calificada de antijurídica •. como ~"
tampoco puede ser calificada Como tal la lesión de un bien que no esté
6. Relaciones propuestas entre tipo y antijuridicidad
o-':,.. !"""'· ,!'
--e
....•..~

En la evolución de la teoría del delito se han propu'esto las siguientes .~.~


doctrinas sobre ia vinculación que existe entre lipo y. anlijuridicidad:
••
-.
~lcfara la I!xposición de: MAGOIORE, Derecho penal, trad. José Ortega Torres, Temis,
Bogotá, 1954, l, pp. 386 Y 387; semejante en NUÑEZ. Tratado eit. I. pp. 3'02 Y 303: 6.1. Tipo valorativamelJle neútro con relación a la_antijur~dicidad:' ~.
.. LISZT. ob. cit.. Il. p. 325.
,17 ROXIN, DP PG cit., 1, p. 14/4.
para BEUNO. creador del moderno concepto de lipa (1906). éste tiene ca-
~1 De ~fellsiy¡dad lo denomina Mónica TRABALLlNI, "Un concepto operativo de rácler puramente descriptivo Y. por ende, con ellos no se contesta la cues-
~.
.

bien jurídico prOlegido: interpretación teleol6gica y garanlfas constitucionales", Semanario tión de la antijuridicidad.o de la licítud. a pesarde su derivación de lo ilícito.
lurldieo. N' 1994-A. p. 58. . ".~
, 49"La ilicitud surge, entonces, de la proyección conjunta deforma y conlenido, ley y
~
Justa,lIcia" (VIDAL, Derecho penal argentino, Advocatus, Córdoba, 1994, p. 1~6).
lO lES CHECK'. ob. cit.. p. 211.
"MUÑOZ CONDE _ GARCIA ARAN, Derecho penal. Parle general, Tirant lo
. 12
• TERAN LOMAS, Derecho penal. Pone general, Astlea, Buenos Aires, 1980, I, pp. 346 Y347. ..".
Blanch, Valencia, 1996, p. 318. n Sobre los nuevos criterios, v'lctimodogmá1icos y el concepfo de anfijuridicidad mafe-
rial; ROXIN. DP PG eil.. 1. pp.·14/15. ~.
~.;
,H.
.~(.:
-
386 Fabián Balcarc~·' La antijuridicidad

Hay,~cciones' ~decuadas a(ti~o que no so.n antijurídi~~,~ Y. por contraparti- end tipo de· una nor¡na prohibitiva (así; p. ej .• el dar muerte a un h~l11bre).
da. hay accíOi\es antijurídicas que no se adecuan a url'tipo ":El tipo y la es~ condu"cta real entra .en contradicción con la exigencia de la norma. De
a/llij/lridicidad estaban claramente separados. . ahí se deriva "la antinormatividad" de la conducta. Ahora bien, toda realiza-
ción de; una norma prohibitiva es ciertamente antinormátiva, pero no es
6.2. El tipo eomo ralio cog/loseelldi de la antijuridicidad: MAX E. siempre an.tijurIdica, Pl:l~s el ordenamiento no se compone sólo de normas,
MAYUR considera a la tipicidad como indicio de la antijuridicidad. porque sino t~mbién de preceptos permisivos ('·.autorizaciones·'). Existen precep-
señala su existencia como el humo al fuego:' J j . '
ti . tos permi~ivos que permiten. en cierto,s casos. la conducta típica. por ejem:
J1ANS WELZEL 56; padre del finalismo. si bien·con las transformaciones plo. la realización del tipo "dar muerte a un hombre" en·caso· de legftima
gue implicó la conslrucciól,l del tiI~O complejo, se hanl eco de esta doctrina. , defensa b de gU"CITa.. Su interferencia impide que la ·norma general (abs·
. '; SILVA SÁNCHEZ ~7'nos ilustra de la siguiente forma: '~Para el finalismo, el tracta) se c·otlvicrta en un deber jurídico concreto pa~a el autor. En este
tipo,~xpresa la "Verbotsmaterie':', esto es, agota la caracterización fáctica caso. la realización de Mn tipo de prohibición es conform·e a derecho.
del hecho. La afirmación de la tipicidad expresa. por su parte. la "Yerbols" Antijuridicidad es, por lo tanto, la c01ftradicción de una" ..,Jaliza.ciÓtl
o "Nc:tillwidrigki!it", es dec:ir.la contradicción del hecho con la norma que, típica COIl el ordenamiento jurídico en su conjttnto (no s610. una Jlorm~
por un lado. supone una calificación .valorativa por completo autónoma (y aislada) (ver supra 2).; , ' ..,
muy importante) Y. por otro. se diferenciad"ramente de la contradicción del "La antijuridicidad es sí~mpre la contradicción entre ·una conducta rea!·
hecho con el ordenamien'.o jurídico en su. conjunto (antijuridicidad). De ahí yel ordenamiento i.urídico. No el tipo (como figura conceptuali, sino I~
. que:le sostenga.~í:;ese a Ja.intensa connotación valorativa de la afirmación de realización del tipo pu¿de.ser antijurídica. No hay tipos antijurídicos. sic')
la tipicidad de un hecho. la doctrina·de la tipicidad como "ratio coglloscendi" . sólo realizaciones antijurídicas del tipo". ..
de la antijuridicidad.De Gonfonnidad con esta perspectiva. ni las causas de En conclusión: el lipa es "la descripción concret~ de la. conducla
justiEcación ni ningún elemento de ésta afecta al hecho. sino a la valoración ·prohibida ·(del contenido o de la materia de la norm~). Es una figura pura-
del mismo· (con las consiguientes repercusiones ·en materia de en·or)". mente conceptual". En tanto la antijufidicidad es ..... la contradicción de
Ccrtifiéando lo antelior. WELZEL afirma;·"Eltipo -tanto si está descripto la realización del tipo de una.nqrma prohibitiva con el ordenam;e~to j:.":'(';_
legalmente de Un modo e:¡haustivo como si ha de ser complementado por el .co en su conjunto". .
juez [tipos abiertosJ- es el contenido de las normas prohibitivas ddl derecho La existenc;:ía de este nivel valorativo previo a la anlijt~ridit;,idad cte-
penal. por ejemplo. de las prohibiciones: no debes m·atar. hurtar.... ·con in- nominado aminormativiclad -propio del tipo- ·se basa!:J3 en un argumento
fracci.óndel cuidado requerido. etcétera. Ambos. la norma prohibitiva y el de WELZEL, más que moral, diríamos cuasi religioso, ercua1 tendría efect.os
tipo (materia de lanorma). pertenecen a la esferajde~l (irreal espiritual). El persuasivás h'asta la fecha: No es lo mismo matar a·un mosquito q~l(". d<:'~
tipo es u~a.figu~a conceptu.al que describe mediante· conceptos .formas po- muerte en legítima defensa a un hombre 58.
. I
sible, de conductá humana. La norma prohibe la realización de estas for-
mas de conducta humana . .si se realiza la conducta descritaconceptualme.nte

j'WELZEL, ob. cit., p:98. En la actualidad lo esgrimen JAKOBS, Derech(l pellol.


Flfllda~lIelltos y leoría de la impulación (D? PGJ, trad. J. Cue.1l0 Contreras . J: González de
34 BELlNG, ob. cit., p. 55.
. Mourullo. Mardal Pons.'Madrid. 1995. pp. 6/58 Y MUNOZ CONDE - GARd:1A ARAN,
"REYES ECHANDIA, AlIlijl/ridicidad. Temis. Bogotá, 1997, p. 27. . ob. cit., p. 270. Crítico de ambos, SCHÜNEMANN. "Introducción al ra7.0narAiento siste·
"WELZEL, ob. dI.. pp. 59 Y 60. mático en derecho penal" en El sistema moderno de derecho penal: cuestionesjllndamenta- .
~1 SILVA SANCHEZ. Aproximacióll al derecho pellal cOl1lemporáfteo, Bosch Bar~e· le.r, trad. J. M. Sil . . a Sánchez, Tecno!i, Madrid, 1991. p. 72 YLa/unción de la t!.elimifadrjll,
. lona. 1992. p. 390. . ' p. 222. Indec;so M1R PUIG. DP PG cil.. pp. 16/6.
,,"
j.¡
f

.~
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.... ,...

I,
388. Fabián BalCü.rce

Si bien tiene razón el profesor de Bonn acerca de que'hay diferencia


La antijurídicidad· 389 .fé;-e
,ce.
", .••
-.•
cación pueden incorporarse al tipo como elementos negativos. cabe sin más,
clltre amb~s conductas, ello no obedece,a'esta"reUgiosa" antinormatividad: tratar el error sobi'e sus presupuestos fácticos ca/no error· de tipo. .
La distirición radica en que matar a un mosquito pertenece a un segundo En Ilue.stro país. ·vinculado en más o en menos COn· la teQrta de los
nivel'normativo, el de las facultades (permitido hacúy, copulativamente, elemelltos negativos, se han hecho loables· esfuerzos para resolver ciertos
permitido /la hacer) (art. 19, primera cláusula, C.N.) y, porende,se en- problemas hasta ahora insolubles de la relación entre tipo y ántijuridicidad.
cuentra excluido del ámpito 'de la tipicidad, en tanto matar a un hombre
(cuando está autorizado) pertenece al pri mer nivel normati va, el de los per-
misos ftiertes "(permitido hacer) y, por ende, se encuentra tipificada de
6.3.2. 'CARLOS CREUS ha elaborado·!a teoría ai la antijuridicidad pre-
típica. S·egún e¡'autor, el análisis del delito debe comenzar pot el lema de la ..
antijuridicidad, porque ésta es un dato pre-penal.El cometido del diie~
••
algún modo (tipo de justificaci6n) (art. 19, segunda cláusula, c.r.). cho penal se constriñe a penalizar conductas quej'a.son antijtíríclicas, vale ••
6.3. El tipo C0ll10 ratio esselldi de la antijuridicidad: s,egú" EDMUND
decir, conducfas quc cxprc·sa O i1nplícitamente ya están prohibidas por d
ordenamiento j~lrídico gene'ial; e·1 tipo siempre se limita a sel~[:ciollar·(pára . •c.•
-.-.
'MEZGER el delito es acción típicamente alltijurfdicá; para SAUER, la punir) una conducta cualquiera que no se torna antijurídica porgüeel tipo
tipicidad es alltijuridicidad tipificada ". De este. modo, la penal la desc"riba; cuando esto ocurre en la práctica, el derecho penal no
(lllIijuridicidad se encuentra ínsita en él concepto de tipo. El tipo jurídi- está funcionando como tal, sino como derecho p~neneciente a cualquier
co-penal es fundamento real y 'de validez -ratio esSendi-. de la otro sector del ordenamiento jurídico. El derecho penal toma .trozos de
Qlltijllridicidad, aunque a reserva:, siempre, de que la acdón n,o aparez- antijuridicictad del ordenamiento·general para signarlos con el anuncio de la
ca justificada por una causa especial de exclusión del iftjusto. Si tal cosa pena. Cuando el derecho penal penaliza una conducta gile:n" há sido prohi- ~.
ocurre, la acción no es antijurídica, a pesar de su tipici~ad. bida (previamente) por el ordenamiento general, la convierte en prohibida ,~.
6.3.1. Abrevando en esta concepción del tipo, .la. teoría de los (antiJurídica), pero entonces opera como derecho (ordenamiento general)
•••••
-.-.
elementos negativos del tipo, cuyo nacimiento se remonta aJa·'labor no como derecho penal 62. ../,. ¡ •.',;;,;.•.í';
intelectual de ADOLF MERKEL 60,' estima que aquél consta de. dos partes: . Para el autor, " ... todo ilícito penal (delito) es antes un ílícito no ¡ienal,
parte positiva y parte ·negativa (o tipo positivo y tipo negativo). La determinado como tal en el ordenamiento"iurídico .g~neral (que es el.qu~

..-...:.
parte positiva equivale al tipo en sentido tradicional, c·sto es, ei ·conjunto contiene las "normas" de Binding)" 63. .... ~ ..•.... : .
de elementos que fundamentan positivamente el entuerto (ilícito o in- 6.3.3. EUGENIO R. ZAFFARONI ha construido una teoría pletórica de lma-
justo). La parte negativa añade la exigencia de que no concurran cau- ginación y con una interesante capac;idad de rendimie.nto. Nos ·referim?s.·a
sas de justificación 61. la tipicidad congloban te que, como subdivisión del.tipopos¡erior a.la
En la práctica: la teoría de los elemeniósnegativos del tipo Irans- tipicidad legal, es condición necesaria para que exista tipicidad, penaL El
formada en teoría de la culpabilidad restringida por. los funcionalismos autor, luego de analizar el tipo complejo (objetivo-subjetivo),propio'de su
Ilormativistas, que receptan la estructura analítica del delito delfinalismo,
sirve para resolver un intrincado problema de error: si las causas de justifi-
orientación finalista, avizora la falta de una estructl.lfa capaz' de resolyer .
ciertos problemas de difícil solución, más aún cuando se ha asumido una
concepción del tipo como ratio cognoscen4i de la (lntULl.ridicida~l. Esto -..'

••r.
.:~.
l~ ;iAUER, Derecho pellal (Parle gel/eral), trad . J. del Rosal -. J. Cerezo, .Bosch,
------"'.:! .
Baréelona, p. 111. .

.•
61CREUS; cai-Ios, II/troducción a la llueva dOClrinf.,-p-e·nal, Rubi!,znl-Culzoni, Santa
'" JAKODS, DP PG ci!., pp. 6/55.
Fe, 1994, pp. 57 a 59. .'

~."
" MIR PUIG, DP PG cit., pp" 6/27.
61CREUS, Carlos, DerecJlO"jj~;lQ/. Parle general, Astrea., Buenos Ai'res, 1996, § 81, p. 74.

'
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~.~~.,,~ ..

390 Fabián Balcarce': '. La nntijuridicidad 391

sería la pe la tipicidad congloban te el} donde se opera 1:, compn;¡bación de ga\-, su particular posición sobre antil10rmatividad (desligada de la lógica
que," conducta legalmente típica también es antinonriittiva a la luz de la deóntica), proveniente de un pensamiento moral y h<:st~ cuasi religioso, le
¡;:onsideración de la norma conglobada con las otras'ramas que intygran el impide tratar en un .mismo plano prohibic-iones y mandatos típicos como
orden normativo 64. En este ámbito se ,estudian las conductas típicas o~de­ permisos fuertes, El "argumento del mosquito" obnubila a ZAFFARONI 67,
nadas por otras normas (a), las favorecidas por Otras normas (1:», las que
quedan fuera del poder represivo del Estado (c) y las afectaciones insigni- 6.'4. El pensamiento co!1temporáneo: en la ·actualidad'. ia"di~cilsi6n
ficantes (d), Sin embargo, este compartimiento se convierte en una suerte sobre el tema tiene dos repercusiones: a) El sentido que' haya detener la
de "caja de sastre" en donde se incluyen problemas pertenecientes a dife- afirmación de que un hecho es típico (si por el hecho de ser típico ya es
rentes planos, entre ellos, los relativos a criterios normativos que restringen antijurídico [ratio qsendi] O si, a pesílr de ser típico, puede ~st~J Jl1'stifica-
el tipo (afectación del bien jurídico, principio de insignificancia) y los vincu-" do [ratio coglloscell'di]); b) La calificación que, deban merecer los presu-
lados c9n la relación entre operadores deónticos (contrariedad [no, como puestos objetivos de justificación y el error sobre éstos (efinte'rro'g~~te'es si
afirma ~I autor, contrn?~¿ción 65] e.n~re prohibiciones y. mand~tos. y vicever- deben tt:atarse como error de tipo o como error de prohibiCióil). '..
sa). Pero no todo es enlica; la posIción de ZAFFARONI ha servido para"adver- El debate en torno a ~stos temas parece hallarse don;'i"r~add 'por un
tir que los criterios generalmente denomin¡:tdos de imputación objetiva puntó de vista intermedio, el cual, sin embargo, se encuentr:a ~~s:. cerca de
sólo pueden ser tratados metódicamente después del tipo subjetivo (tipo los . resultados de la leoría de los eleme1l1OS negc;ztivos del 'tipo -aunque
normativo o social) y no, como hasta ahora se ha hecho, con indudable salto criticándole detenninados <)spectos- que de la propuestafin.bi,"ist4 su teo- y
.lógico, en el ámbito del tipo objetivo, También permitiólograr una estética y ría de la antinormativ(dad: la mayoría de la doctrina tiende a inc.Ilna.rs~·p6r
lógica distinción entre operadores deónticos contrarios (prohibiciones y el tipo como ratio essendi de la Qlltijuridicidad. Existe siIl~¡'f~tfía 'entre' el
mandatos) y contradictOf:os (prohibiciones y permisos fuertes positivos; tipo y la causa de justificació~ por lo cual el error sobre los prestipuestos
mandatos y permisos fuertes negativos). fácticos de las causas dejustificaci6~ debe tratatse, como erro~; ,fe' tiJJo ..
Este pensamiento se diferencia de la teoría de los elemen.tos negati-
vos del tipo, en primer lugar, porque en su elaboración fundamentalm"ente
se tiene en cuenta la relación de contraried.ad entre supuestos de-hecho 7. La teoría del inju~to personal (disvalor de acción-disvalor de'

l.·
, '.'
abstractos (prohibidos o mandados), En cambio, la teoría de los elemel!- resultado) '.' "c,C ,
.: .
~

't( ':' tos. negativos del tipo reduce las prohibiciones y m'andatos a. permisos
fuertes 66 (permitido hacer o, disyunliva~ente, permitido no ha.cer), tratan- A .partir de las crítica~ realizadas por elfinalismo. ál coiIcepto'éansal
\~ do todos,los supuestos de justificación como relaciones de con'tradicción de acción, la dóctrinadistingue entre la lesión o puesta en peligro de, u~ bien

'.
'B (prohibido/permitido hacer; mandado/permitido no hacer), En segundo lu- jurídico -disvalor de resultado' Uurídico]- y la acción desaprobada por el
.)(, ordenamiento jurídico -disvalorde acción-o Para WELZEL "La an.tijuridicidad
es siempre la qesaprobación de un 'hecho referido a un autor determinado,
~( Lo injusto es injusto de acci6n referido al autor, es ipju,sto 'p~r:~on<J~' " ...
"Lo injusto no se agol~ en la causación de un resultado (lesión del. bien
• l( 64ZAFFARONI, Traladode derecho penal. 'Parte gelleral, EcHar, Bue~os Aires, 1988, m, p. 235.
01 ZAFFARONI, Tratado (:iL, m, p. 233. Pero esta utilización indiscriminada de "la
jurídico), desligada en su ¡;ontenido de la persona del ~utor, sino llue la
• \r palabra contradicciólI es comiin en la doctrina (por todos, MORALES PRATS, Comellla-
rios al IIlIevo Código Pellal, dil". Quintero CHivares, ,Aranzadi, Pamplona, 1?95, p. 186),
66" •.. si un acto es obligatorio, entonces es permitido. "Se trata de un enunciado lógico

de la mayor importancia, qUl~ muchos autores no titubean en proponer también como


,axiom.n ~_g.a[gunos sistemas de lógica de6ntica construidos" (VERNENGO, ob. cit., p. 98). 67ZAFFARONI, Manllal de derecho penal. Pane general, EcHar. Buenos Aires, 1987,1). J88.

,~I

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