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DIOS TRAERA UNA COMPLETA RESTAURACION

DIOS NUNCA DEJA OBRAS INCONCLUSAS, EL HARA TODO A SU TIEMPO.

CAPÍTULO 8

(518 a.C.)

DIOS PROMETE RESTAURAR A SU PUEBLO (ISRAEL)

Y VINO a mí Palabra del SEÑOR de los Ejércitos, diciendo:

2 Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: He estado celoso por Sión con gran celo, y con gran ira
estoy celoso por ella. («Así ha dicho el Señor de los Ejércitos», ocurre diez veces en este Capítulo y
declara la certidumbre de la acción venidera. «He estado celoso por Sión con gran celo», conlleva,
en el verbo, el ímpetu de: «Estuve, estoy y estaré celoso». La totalidad de este Pasaje demuestra el
gran Amor de Dios por Israel y que se muestra con el castigo de sus enemigos.)

3 Así dice el SEÑOR: Me he vuelto a Sión, no ab y habitaré en medio de Jerusalén; y Jerusalén será
llamada ciudad de la Verdad; y el monte del SEÑOR de los Ejércitos será llamado el Monte Santo.
(«Me he vuelto a Sión, y habitaré en medio de Jerusalén», tenía un cumplimiento limitado con la
restauración de Israel de Babilonia. Su mayor cumplimiento espera un Día Venidero, cuando
Jesucristo volverá a esta Tierra Personalmente. Será la Edad del Reino venidero. id «Y Jerusalén
será llamada ciudad de la Verdad», significa que será una «ciudad fiel» [Isa. 1:26], en la que todo
lo que es verdadero y auténtico florecerá. La frase, «Y el monte del Señor de los Ejércitos será
llamado el Monte Santo», se refiere al sitio del Templo, descrito en Ezeq., Caps. 40-48]-)

4 Así dice el SENOR de los Ejércitos: Se sentarán aún en las calles de Jerusalén ancianos y ancianas,
y cada cual con su báculo en la mano, por la muchedumbre de sus días. (A pesar de que esto tuvo
un cumplimiento parcial durante la época de Zacarías y de ahí en adelante, todavía, el completo y
futuro cumplimiento glorioso espera la Edad del Rei- no venidero. Por consiguiente, este Pasaje no
habla de los que son decadentes en años, sino más bien de vitalidad y vigor de vida, a pesar de ser
«viejo o «por la muchedumbre de sus días».)

5 Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas jugando en las calles de ella.
(Este Pasaje sigue hablando de la Edad del Reino venidero y hace nota de una ciudad libre de
crimen, que también habla de todo el mundo de ese día. A propósito, matrimonio y tener hijos no
incluye a los que son parte de la Primera Resurrección, que, por consiguiente, tienen cuerpos
glorificados, ellos [nosotros] serán como Cristo [Mat. 22:30; I Jn. 3:2].)

6 Así dice el SEÑOR de los Ejércitos: Si esto parecerá maravilloso a los ojos del remanente de este
pueblo en aquellos días, también será maravilloso delante de Mis Ojos? Dice el SEÑOR de los
Ejércitos. (¡Si la restauración de Babilonia fue maravillosa, cuanto más maravillosa será la futura
Restauración de Israel! Lo primero fue maravilloso a los ojos de los hombres; ¿lo segundo, debe
ser maravilloso a los Ojos de Dios?)
7 Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: He aquí, Yo salvo a Mi Pueblo de la tierra del oriente, y de
la tierra donde se pone el sol (hasta cierto punto, este Pasaje comenzó a cumplirse en 1948,
cuando Israel, y por primera vez en 1.900 años, llegó a ser un Estado soberano. Desde ese
momento, los Judíos han continuado a ser reunidos en Israel, con la última incursión que fue de la
antigua Unión Soviética. Sin embargo, el cumplimiento pleno de este Pasaje espera el comienzo de
la Edad del Reino, cuando todos los judíos sobre la faz de la Tierra volverán a Israel con gozo. «He
aquí, yo salvo a Mi Pueblo», proclama la Salvación más grande que el mundo jamás ha conocido,
que acontecerá inmediatamente después de la Segunda Venida [13:1]);

8 Y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y Me serán por Pueblo, y Yo seré a ellos por Dios
en Verdad y en Justicia. («Yo los traeré», denota la certidumbre de la acción, porque es hecho por
Jehová mismo. «Y habitarán y para siempre, la posesión de esta ciudad. 636 en medio de
Jerusalén», proclamará, de una ver le pertenece a los Árabes, como lo afirman en la No pueblo de
antaño, a los Judíos, a la simiente de Abraham, la simiente actualidad, sino a ese de Isaac, y, sobre
todo, «tu Simiente, la cual es La frase, «Y Yo seré a ellos por Dios en Ver- dad y en Justicia»,
significa que como Él los trata con verdad y justicia, ellos, y por primera vez, Lo tratarán en verdad
y justicia. En realidad, Dios no puede tratar con nadie, c en «Verdad y Justicia», que es la esencia
misma de Su Naturaleza. ¡En ese entonces estos dos atributos prevalecerán en el mundo, mientras
Cristo» [Gál. 3:16]!

JUDÁ RESTAURADA SERÁ BENDECIDA SI CUMPLE LAS CONDICIONES

9 Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: Esfuércense vuestras manos, los que oís en estos días
estas palabras de la boca de los Profetas, desde el día que se echó el cimiento a la Casa del SEÑOR
de los Ejércitos, para edificar el Templo. («Así ha dicho el Señor de los Ejércitos: Esfuércense
vuestras manos». simplemente significa creer en Dios y no permitir que los obstáculos impidan
que uno lleve a cabo su misión debidamente ordenada.)

10 Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre ni paga de bestia, ni hubo paz para el
que salía ni para el que entraba, a causa del enemigo; y Yo dejé a todos los hombres, cada cual
contra su compañero. (¡La idea de este Versículo es que el estado de asuntos durante el cese de la
obra del Templo era verdaderamente triste! Debido a que el pueblo no obedeció a Dios en seguir
adelante con lo que El les había dicho que hicieran, que era la construcción del Templo, el Señor
permitió que ciertos males acontecieran. El descuido de su deber causó los tres juicios de este
Versículo, y su obediencia que aseguro as cuatro bendiciones del Versículo 12.)

11 Pero ahora no estoy como en los días anteriores para con el resto de este pueblo, dice el
SEÑOR de los Ejércitos. (La frase, que habla del Señor, «Pero ahora no estoy com0..." se refiere a la
Actitud del Señor que cambia a obediencia.) beneficio del pueblo, debido a su

12 Porque habrá simiente de paz la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, los cielos darán
su roció; y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto. (El dijo, «Y haré...», en
referencia a Su manejo de la tierra, los cielos, los enemigos, etc. ¡El hace lo mismo en la
actualidad, al menos para los que 163 le creen y obedecen!)

13 Y sucederá entre las naciones, oh Casa de Judá y Casa de Israel, así os salvaré y seréis
bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos. (¡El Pueblo de Dios en harmonía con El es
una bendición para todos! ¡El Pueblo de Dios fuera de harmonía con Él es una maldición para que
como fuisteis maldición todos!)

14 Porque así ha dicho el SENOR de los Ejércitos; Como pensé haceros mal cuando vuestros padres
Me provocaron a ira, dice A SENOR de los Ejércitos, y no Me arrepentí (este Versículo describe la
desobediencia pasada de Israel, con las palabras, «No Me arrepentí, habla del Señor que no alteró
Su Propósito, sino que en realidad desterró a Israel por setenta arios. Con igual fijeza de propósito,
ahora les hará bien y restaurará, así como el siguiente Versículo proclama. La desobediencia fue la
causa del juicio, mientras que la obediencia es la causa de Bendición),

15 Así al contrario he pensado hacer bien a Jerusalén y a la Casa de Judá en estos días; no temáis.
(A pesar de que Israel había sido desobediente durante los últimos dieciséis años de haber
terminado el Templo, todavía, con el Arrepentimiento sincero apropiado, el Señor cambia Su
Actitud hacia Israel de juicio leve a bendición. Por consiguiente, les dice, «no temáis».)

16 Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según
la verdad y lo conducente a paz en vuestras puertas (el Espíritu Santo la dice claramente, «Estas
son las cosas que habéis de hacer por consiguiente, como el Profeta lo deletrea, el pueblo no tiene
excusa. Saben exactamente lo que se espera de ellos).

17 Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso;
porque todas estas son cosas que aborrezco, dice el SENOR. (Esto muestra que los pecados
prevalentes de esta época no eran la idolatría sino más bien la estafa, mentira e injusticia, vicios
que pueden haber aprendido m el exilio, cuando concentraron sus energías m el comercio en lugar
de servir al Señor. En otras palabras, los caminos de Babilonia habían llegado a ser sus caminos.)

RESPUESTA DE DIOS SOBRE LOS AYUNOS (7:1-3)

18 vino a mí Palabra del SEÑOR de los Ejércitos, diciendo:

19 así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno
del séptimo y se convertirán para la Casa de Judá en gozo y alegría, y en fiestas solemnes. Amad,
pues, la verdad el ayuno del décimo, y la paz. (Los hombres religiosos, empeñados en la voluntad
propia, inventan ayunos, que sólo agravan su auto justicia; Dios ordena fiestas, ¡que son todo lo
opuesto! Estas fiestas podrían y desde ese entonces, haber sido disfrutadas, si los Mandatos de los
Versículos 16 y 17 hubieran sido obedecidos. No fueron obedecidos, aunque los ayunos y
tradiciones del hombre se observaron rígidamente. Como resultado, el Señor les dice que cesen
sus ayunos en esos días en particular, y, a su vez, conviertan estos días en tiempos de «gozo y
alegría, y fiestas solemnes».)

JERUSALÉN SERÁ EL CENTRO ESPIRITUAL DE LA TIERRA

20 así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: Aun vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades
(esto corresponde a la Edad del Reino venidero, porque no ha acontecido en el pasado, al menos
en esta capacidad, que es una de paz y prosperidad);

21 Y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor del SEÑOR Y a
buscar al SEÑOR de los Ejércitos. Yo también iré. (Durante la Edad del Reino, Israel entonces
buscará al Señor con muchas ansias, porque han aceptado al Señor. «Yo también iré, se refiere a
los Gentiles y su igual anhelo de adorar al Señor, exactamente como los judíos.)

22 Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar al SENOR de los Ejércitos en Jerusalén, y
a implorar el favor del SEÑOR. (En este momento, la Edad del Reino venidero, las naciones más
grandes del mundo enviarán emisarios a Jerusalén constantemente para «buscar al Señor de los
Ejércitos» y «a implorar el favor del Señor.) LOS JUDÍOS EVANGELIZARÁN OTRAS NACIONES

23 Así ha dicho el SENOR de los Ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las
naciones de toda lengua tomarán el manto de un Judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque
hemos oído que Dios está con vosotros. (En tanto que, por siglos los hombres han hablado de los
judíos como malditos, en ese entonces hablarán de los judíos como benditos, y tendrán un gran
deseo de asociarse con ellos.)

EZEQUIEL 36 la iniciativa de Dios en restauración

Restauración futura de Israel

36  Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: Montes de Israel, oíd
palabra de Jehová.

Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto el enemigo dijo de vosotros: !!Ea!

también las alturas eternas nos han sido dadas por heredad;

profetiza, por tanto, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto os asolaron y os

tragaron de todas partes, para que fueseis heredad de las otras naciones, y se os ha
hecho caer en boca de habladores y ser el oprobio de los pueblos,

por tanto, montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el

Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas y
asolamientos y a las ciudades desamparadas, que fueron puestas por botín y
escarnio de las otras naciones alrededor;

por eso, así ha dicho Jehová el Señor: He hablado por cierto en el fuego de mi

celo contra las demás naciones, y contra todo Edom, que se disputaron mi tierra
por heredad con alegría, de todo corazón y con enconamiento de ánimo, para que
sus expulsados fuesen presa suya.

Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, y a

los arroyos y a los valles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, en mi celo y en mi
furor he hablado, por cuanto habéis llevado el oprobio de las naciones.
Por lo cual así ha dicho Jehová el Señor: Yo he alzado mi mano, he jurado que las

naciones que están a vuestro alrededor han de llevar su afrenta.

Mas vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestras ramas, y llevaréis vuestro fruto

para mi pueblo Israel; porque cerca están para venir.

Porque he aquí, yo estoy por vosotros, y a vosotros me volveré, y seréis labrados y


sembrados.

Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda la casa de Israel, toda ella; y las
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ciudades serán habitadas, y edificadas las ruinas.

Multiplicaré sobre vosotros hombres y ganado, y serán multiplicados y crecerán;


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y os haré morar como solíais antiguamente, y os haré mayor bien que en vuestros
principios; y sabréis que yo soy Jehová.

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Y haré andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel; y tomarán posesión de
ti, y les serás por heredad, y nunca más les matarás los hijos.

Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto dicen de vosotros: Comedora de


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hombres, y matadora de los hijos de tu nación has sido;

por tanto, no devorarás más hombres, y nunca más matarás a los hijos de tu
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nación, dice Jehová el Señor.

Y nunca más te haré oír injuria de naciones, ni más llevarás denuestos de


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pueblos, ni harás más morir a los hijos de tu nación, dice Jehová el Señor.

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Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba en su tierra, la contaminó con


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sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino
delante de mí.

Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra; porque
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con sus ídolos la contaminaron.

Les esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus
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caminos y conforme a sus obras les juzgué.

Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre,


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diciéndose de ellos: Estos son pueblo de Jehová, y de la tierra de él han salido.


Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel
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entre las naciones adonde fueron.

Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por
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vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis
vosotros entre las naciones adonde habéis llegado.

Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual


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profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová,
dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.

Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a


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vuestro país.

Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras


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inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de


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vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y


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guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.

Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo,


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y yo seré a vosotros por Dios.

Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré,


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y no os daré hambre.

Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que
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nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones.

Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron


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buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por


vuestras abominaciones.

No lo hago por vosotros, dice Jehová el Señor, sabedlo bien; avergonzaos y


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cubríos de confusión por vuestras iniquidades, casa de Israel.

Así ha dicho Jehová el Señor: El día que os limpie de todas vuestras iniquidades,
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haré también que sean habitadas las ciudades, y las ruinas serán reedificadas.
Y la tierra asolada será labrada, en lugar de haber permanecido asolada a ojos de
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todos los que pasaron.

Y dirán: Esta tierra que era asolada ha venido a ser como huerto del Edén; y estas
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ciudades que eran desiertas y asoladas y arruinadas, están fortificadas y habitadas.

Y las naciones que queden en vuestros alrededores sabrán que yo reedifiqué lo


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que estaba derribado, y planté lo que estaba desolado; yo Jehová he hablado, y lo


haré.

Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado por la casa de Israel, para
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hacerles esto; multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños.

Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus fiestas
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solemnes, así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán
que yo soy Jehová.

Ezequiel 37 restauración en el pueblo de Israel

Salmos 51 restauración de los pecados

51 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;


Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.

Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.

He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados,

Y borra todas mis maldades.


10 
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11 
No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
12 
Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
13 
Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.
14 
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.
15 
Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.
16 
Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.
17 
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
18 
Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.
19 
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.

Salmos 32 la dicha del restaurado

La dicha del perdón

Salmo de David. Masquil.

32  Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su


pecado.


Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.

Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.

Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah

Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.

Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.

No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.
10 
Muchos dolores habrá para el impío;
Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
11 
Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

Apocalipsis 2-3 el arrepentimiento

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