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Características de la célula animal

La célula animal se caracteriza por poseer un núcleo celular por lo que se


denomina eucariota. Además, es la unidad básica de todos los tejidos y órganos
del organismo del reino animal y se encarga de las funciones vitales e
indispensables para la vida, de su nutrición y de su reproducción.
Las células animales son divididas por funciones como, por ejemplo:

 las células epiteliales protegen la piel, las cavidades y los órganos,


 las células óseas que forman los huesos dando soporte,
 las células del sistema inmunológico que protegen a los organismos de
enfermedades,
 las células sanguíneas que transportan los nutrientes y el oxígeno,
 entre muchas otras funciones.
En este sentido, la célula animal ejerce todas las funciones vitales y todas ellas se
caracterizan por poseer las siguientes partes:

 Membrana celular o plasmática: envoltura de la célula que lo separa del


ambiente externo. Es semipermeable.
 Citoplasma: fluido en el que se encuentran las otras estructuras de las
células.
 Núcleo celular: lugar donde se encuentra el nucleolo, que produce
ribosomas, y el material genético en forma de cromosomas.
 Lisosomas: organelos en el citoplasma que contienen enzimas digestivas
cumpliendo 3 funciones: reciclaje de estructuras en desuso, digestión de
patógenos y descomposición de moléculas.
Además, las células animales obedecen al ciclo celular de toda célula eucariota
(con núcleo celular) que se compone de la Interfase y la fase mitótica. En esta
última fase se produce la división celular asexual (mitosis) o sexual (meiosis).

1. Núcleo
El núcleo es posiblemente la parte de la célula animal que resulta más
importante, porque no solo contiene un “manual de instrucciones” sobre
qué moléculas sintetizar para construir y regenerar ciertas partes de la
célula, sino que también es un plan de estrategia para el funcionamiento
y mantenimiento del organismo del que forma parte la célula.

Es decir, que en el núcleo se contiene toda la información relativa a lo


que debe hacerse dentro de la célula y también fuera de ella. Esto es así
porque dentro de esta estructura, que consta de una membrana que la
recubre, está protegido el material genético, es decir, el ADN
contenido en forma de hélice y plegado formando diferentes
cromosomas.

De esta manera, el núcleo ejerce como filtro de lo que entra y sale de la


zona donde permanece guardado el ADN o ácido desoxirribonucleico, de
manera que este no se disperse y se pierda, y tratando de minimizar que
ciertas moléculas entren en contacto con los cromosomas y
desestabilicen o alteren la información genética contenida en ellos.

Eso sí, tal y como veremos, en las células animales aún hay otra
estructura celular que contiene material genético y que no está
dentro del núcleo.
2. Membrana celular
La membrana celular es la capa más externa de la célula, de manera que
la cubre casi entera y protege por igual todas sus partes. Está formada
por un conjunto de lípidos en los que quedan intercaladas /o incrustadas
en estas capas) algunas proteínas con funciones especializadas.

Eso sí, la membrana celular de las células animales, como las de


cualquier otro ser vivo eucariota, no son totalmente impermeables, sino
que tienen ciertos puntos de entrada y de salida (en forma de poros) que
permiten el intercambio de sustancias con el exterior.

Esto aumenta el riesgo de que elementos nocivos entren adentro, pero a


la vez es necesario para mantener la homeostasis, el equilibrio
físico-químico entre la célula y su entorno.

3. Citoplasma
El citoplasma es la sustancia que llena el espacio que hay entre el
núcleo y la membrana celular. Es decir, es la sustancia que actúa
como soporte físico para todos los componentes internos de la célula.
Entre otras cosas, contribuya a que dentro de la célula siempre estén
disponibles sustancias necesarias para que la célula animal se
desarrolle, o se regenere, o se comunique con otras.

4. Citoesqueleto
El citoesqueleto es un conjunto de filamentos más o menos
rígidos que tienen el objetivo de dar forma a la célula y mantener sus
partes más o menos siempre en el mismo sitio.
Además, permiten que ciertas moléculas viajen a través de sus
canales internos, como tubos (de hecho, algunos componentes del
citoesqueleto son llamados “microtúbulos”).

5. Mitocondrias
Las mitocondrias son una de las partes más interesantes de la célula
animal, porque contienen su propio ADN, distinto al del núcleo. Se cree
que esta estructura es en realidad el remanente de una unión entre
una célula y una bacteria (siendo la mitocondria la bacteria insertada en
la célula, fusionadas en una relación simbiótica).

Cuando tiene lugar la reproducción, también se realizan copias del ADN


mitocondrial para que pasen a la descendencia.

La principal función de las mitocondrias es la producción de ATP,


molécula de la que las células animales extraen energía, por lo que las
mitocondrias son muy importantes para los procesos metabólicos.

6. Aparato de Golgi
El aparato de Golgi se encarga principalmente de crear moléculas a
partir de materia prima que le llega de otras partes de la célula
animal. Así, interviene en procesos muy diversos, y todos tienen que ver
con la reparación y producción de nuevos materiales.

7. Retículo endoplasmático
Como el aparato de Golgi, el retículo endoplasmático también se
caracteriza por sintetizar materiales, pero en este caso lo hace a una
escala menor. En concreto, está especialmente implicado en la
creación de lípidos con los que mantener la membrana celular.

8. Lisosomas
Los lisosomas intervienen en la degradación de componentes celulares
para reciclar sus partes y darles un mejor uso. Son cuerpos
microscópicos que liberan encimas con la capacidad de
“disolver” elementos de la célula animal.

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vegetal"

Tipos y funciones
Podemos establecer una clasificación de células animales según sus
funciones y tipo de tejidos y órganos biológicos que suelen
constituir al agruparse entre sí. Veamos cuáles son estas categorías
básicas. Eso sí, no todos están presentes en todas las formas de vida
animal.

1. Células epiteliales
Este tipo de célula animal forma estructuras superficiales y de apoyo al
resto de tejidos. Forman la piel, glándulas y ciertos tejidos especializados
que cubren partes de órganos.
2. Células conjuntivas
Estas células tienen como objetivo crear una estructura interconectada
que, más allá de la piel, mantengan todas las partes internas en su
sitio. Por ejemplo, las células óseas, que están incluidas en esta
categoría, forman los huesos, estructuras rígidas que mantienen el resto
de elementos en su sitio.

3. Células sanguíneas
Este tipo de células animales permiten que todos los nutrientes,
vitaminas y moléculas necesarias para la vida viajen a través del sistema
circulatorio, por un lado, y evitar que agentes externos nocivos se
propaguen por el organismo, por el otro. Así, su actividad está ligada al
movimiento.

En esta categoría están incluidos los glóbulos rojos y los glóbulos


blancos, o eritrocitos y leucocitos, respectivamente.

4. Células nerviosas
Este es uno de los tipos de células más característicos de la actividad de
los animales, pues estos seres vivos se caracterizan por su capacidad de
moverse y de procesar muchos tipos de información correspondiente a
este cambio constante de entorno.

Se trata de una categoría que incluye a las neuronas y a las células


gliales., gracias a las cuales los impulsos nerviosos viajan por el
organismo.
5. Células musculares
Las células musculares forman fibras con la capacidad de contraerse
y relajarse dependiendo de las órdenes que lleguen a través del sistema
nervioso.

Finalidad de los cinco sentidos


Los sentidos lo conectan con su entorno. Con la información que
recaban, usted puede oír, aprender y tomar decisiones más informadas.
Por ejemplo, un sabor amargo lo puede alertar de que un alimento podría
ser dañino. Los chirridos y gorjeos de los pájaros le advierten de que
cerca podría haber árboles y agua.
Los órganos de los sentidos captan sensaciones que se interpretan en el
cerebro. ¿Pero cómo llegan al centro de mando del organismo datos
como una textura y la luz? En el sistema nervioso hay una rama
especializada, dedicada a los sentidos, y tal vez ya haya deducido que se
llama sistema sensorial.
Los órganos de los sentidos del cuerpo (más al respecto después) se
conectan con el cerebro a través de los nervios. Los nervios mandan
información al cerebro mediante impulsos electroquímicos. El sistema
sensorial reúne y envía un flujo constante de datos sensoriales del
medioambiente. Esta información sobre el color, la forma y la textura de
los objetos que lo rodean, ayuda al cerebro a determinar qué son.
¿Qué son los cinco sentidos?
Son cinco los sentidos básicos que percibe el organismo: oído, tacto,
vista, gusto y olfato, cada uno de los cuales es una herramienta utilizada
por el cerebro para construir una imagen clara del mundo.
El cerebro se apoya en los órganos de los sentidos para reunir
información sensorial. Los órganos relacionados con los cinco sentidos
son:
 Oídos (oído)
 Piel y cabello (tacto)
 Ojos (vista)
 Lengua (gusto)
 Nariz (olfato)
Los datos recopilados por los órganos de los sentidos ayudan al cerebro
a entender la diversidad y la dinámica de su entorno, lo cual es clave
para tomar decisiones en el momento y también para formar recuerdos.
Ahora es tiempo de profundizar en cada uno de los sentidos y de
aprender cómo se reúne la información sobre sonidos, texturas,
imágenes, sabores y olores.

Tacto

La piel es el órgano más grande del cuerpo, y también el principal para el


sentido del tacto. El término científico para tacto es mecanorrecepción.
El tacto parece simple, pero es un poco más complejo de lo que usted se
imagina. El cuerpo puede detectar diferentes formas de tacto, así como
variaciones de temperatura y presión.
Como el tacto puede sentirse en todo el cuerpo, los nervios que lo
detectan mandan su información al cerebro a través del sistema nervioso
periférico. Son los nervios que se ramifican a partir de la médula espinal
y llegan a todo el cuerpo.
Los nervios que están bajo la piel envían información al cerebro sobre lo
que usted toca; son células nerviosas especializadas para diferentes
sensaciones táctiles. Los receptores táctiles de la piel de las yemas de
los dedos, por ejemplo, son diferentes de los de la piel de los brazos o
las piernas.
Las yemas de los dedos pueden detectar cambios de textura y presión,
como una lija o apretar un botón. Lo que mejor detecta la piel que
recubre brazos y piernas es la extensión y el movimiento de las
articulaciones. La piel de las extremidades también manda información al
cerebro sobre la posición del cuerpo.
La piel de los labios y de la planta de los pies es más sensible a toques
ligeros. La lengua y la garganta tienen sus propios receptores del tacto.
Estos nervios informan al cerebro de la temperatura de los alimentos o
las bebidas.

Gusto
 

Hablando de comidas y bebidas, intente evitar que se le haga agua la


boca durante la descripción del siguiente sentido, el gusto, que permite
que el cerebro reciba información sobre lo que se come. Al masticar los
alimentos y mezclarse estos con saliva, la lengua se ocupa de reunir
datos sensoriales sobre el sabor de la comida.
Las pequeñas protuberancias que hay por toda la lengua se ocupan de
transmitir los sabores al cerebro. Estas protuberancias se llaman papilas
gustativas, y en la lengua hay miles. Las viejas se sustituyen
semanalmente por nuevas para mantener en su punto el sentido del
gusto.
En el centro de las papilas gustativas hay de 40 a 50 células
especializadas. Las moléculas de los alimentos se enlazan con estas
células especializadas y generan impulsos nerviosos. El cerebro
interpreta estas señales para que usted reconozca los sabores de los
alimentos.
Son cinco los sabores básicos detectados por la lengua que se envían al
cerebro: dulce, ácido, amargo, salado y umami. Este último, umami,
proviene de la palabra japonesa “sabroso”. Los sabores umami provienen
de alimentos como el caldo y la carne.
Un ejemplo clásico de sabor dulce es el azúcar. Los sabores ácidos
provienen de alimentos como las frutas cítricas y el vinagre. La sal y los
alimentos ricos en sodio dan lugar a sabores salados. Por otra parte, la
lengua detecta sabores amargos en alimentos y bebidas como café, kale
y colecitas de Bruselas.
Anteriormente se aceptaba una teoría sobre el gusto respecto de que
había regiones de la lengua dedicadas a cada uno de los cinco sabores.
Ahora ya no es aceptada, por el contrario, investigaciones recientes
demuestran que en cualquier punto de la lengua se pueden detectar
todos los sabores.
Así, durante las comidas o las colaciones, el cerebro recibe
constantemente información sobre lo que usted come. Los sabores de
diferentes partes de una comida se combinan al masticar y deglutir. Cada
sabor detectado por la lengua ayuda al cerebro a percibir a qué saben los
alimentos.
En su siguiente comida, vea si puede identificar cado uno de los cinco
sabores. Tendrá una nueva percepción del cerebro y de lo mucho que se
esfuerza para hacer que destaque el sabor de los alimentos.

Vista
 
El tercer sentido es el de la vista (también conocido como visión),
formado por el cerebro y un par de órganos sensoriales: los ojos. A
menudo se piensa que la vista es el más fuerte de los sentidos porque,
en cuanto a información sobre el medioambiente, los humanos tienden a
depender más de la visión que del oído o el olfato.
Cuando usted mira a su alrededor, la luz del espectro visible la detectan
los ojos. Rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violete son los
colores del espectro de luz visible. La fuente de esta luz puede provenir
de una lámpara, la pantalla de la computadora o del sol.
Cuando la luz es reflejada por los objetos que lo rodean, los ojos mandan
señales al cerebro y se crea una imagen reconocible. Los ojos utilizan la
luz para leer, discernir entre un color y otro, incluso para coordinar
prendas de vestir y crear un atuendo combinado.
¿Alguna vez ha tenido que vestirse a oscuras y se ha puesto calcetines
que no combinan? ¿O hasta después de llegar al trabajo se ha dado
cuenta de que trae la camisa al revés? Para evitar un paso en falso en lo
que a moda se refiere, lo único que necesita es luz en el clóset. Ahora
verá por qué.
Los ojos necesitan luz para enviar información sensorial al cerebro. Las
partículas de luz (llamadas fotones) entran al ojo por la pupila y se
enfocan en la retina (parte del ojo sensible a la luz).
En la retina hay dos tipos de células fotorreceptoras, bastones y conos.
Los primeros reciben información sobre la brillantez de la luz, en tanto
que los conos distinguen entre diferentes colores. Estos fotorreceptores
operan en equipo para reunir información sobre la luz y transmitir los
datos al cerebro.
Cuando la luz ilumina a bastones y conos, se activa una proteína llamada
rodopsina, la cual detona una cadena de señales que convergen en el
nervio óptico, que es el vínculo entre el ojo y el cerebro. El nervio óptico
es el cable que transmite la información recibida por el ojo y que se
conecta directamente al cerebro.
Una vez que el cerebro recibe datos sobre la luz, forma una imagen
visual. Lo que usted “ve” al abrir los ojos, es la interpretación cerebral de
la luz que entra a los ojos. Cuando hay abundante luz, el cerebro
entiende más fácilmente lo hay alrededor, por eso es más problemático
escoger la ropa a oscuras.
Para mejorar la visión, los ojos se ajustan, de modo de dejar entrar el
máximo posible de luz. Por eso las pupilas se dilatan (su tamaño
aumenta) en la oscuridad: para que entre más luz al ojo y la imagen
cerebral sea lo más clara posible.
Por eso, proporcione a los ojos toda la luz que necesitan leyendo,
trabajando y jugando en lugares bien iluminados y así, aliviar el estrés de
los ojos y tener una visión más clara y confortable. Además, pruebe a
instalar lámparas de noche en los pasillos para encontrar sin riesgos el
camino en la oscuridad.

Oído
 

El término científico para oído es audición, pero este tipo de audición no


tiene por qué ponerlo nervioso. El oído es un sentido poderoso, ese que
puede alegrarlo o protegerlo del peligro.
Cuando usted oye la voz de un ser querido, la audición permite a su
cerebro interpretar como conocida y tranquilizadora la voz del otro. La
melodía de su canción favorita es otro ejemplo del oído en acción.
Por otra parte, los sonidos pueden alertar de posibles riesgos. Vienen a
la mente el claxon de un auto, el silbato del tren y las alarmas contra
incendio, pues el oído puede utilizar esos sonidos como garantía de
seguridad.
Las orejas recogen este tipo de información sensorial para el cerebro,
que llega en ondas sonoras, que son un tipo de energía mecánica. Cada
onda sonora es una vibración de frecuencia única. El oído recibe y
amplifica las ondas sonaras que el cerebro interpreta como diálogo,
música, risa o mucho más.
Las orejas vienen en muy variadas formas y tamaños, pero todas
comparten ciertas características. La parte externa, carnosa, llamada
aurícula, recoge las ondas sonoras transmitidas en el entorno y las
canaliza hacia una membrana que se encuentra al final del conducto
auditivo.
Dicha membrana se conoce como membrana del tímpano, o más
comúnmente, tímpano. Las ondas sonoras rebotan en esa membrana y
dan lugar a vibraciones que al transmitirse, son amplificadas por unos
huesecillos pegados en el otro lado del tímpano.
Una vez que las ondas sonoras entran al oído y el tímpano las amplifica,
viajan a través de ciertos conductos llenos de líquido que están en lo más
profundo. Estos tubos se llaman cóclea, y están recubiertos de células en
forma de pelo que detectan cambios en el líquido que las rodea. Cuando
las ondas sonoras se transmiten a través de la cóclea, el líquido empieza
a moverse.
El movimiento del líquido entre las células pilosas del oído genera
impulsos nerviosos que se envían al cerebro. Sorprendentemente, las
ondas sonoras se convierten en señales nerviosas electroquímicas casi
de inmediato. Así, lo que empieza como sencillas vibraciones, se
convierte en un tono familiar. Y todo esto, gracias al sentido del oído.
Olfato

El quinto y último sentido es el del olfato. La olfacción, otra manera de


llamarle al olfato, es única, pues el órgano sensorial detector está
directamente conectado con el cerebro, por eso el sentido del olfato es
extremadamente poderoso.
Los olores entran al cuerpo por la nariz, provenientes de las partículas
transmitidas por el aire que se captan al respirar. Inhalar profundamente
por la nariz e inclinarse hacia la fuente de un olor, puede intensificarlo.
Dentro de la nariz se encuentra un gran nervio llamado bulbo olfatorio, el
cual sale de la parte superior de la nariz y se conecta directamente con el
cerebro. Las moléculas aéreas aspiradas por la nariz desencadenan una
respuesta nerviosa del bulbo olfatorio, que al notar los olores, de
inmediato informa al cerebro.
Mientras mayor la concentración de moléculas del olor, más profunda la
estimulación del cerebro por el bulbo olfatorio. Por eso los olores fuertes
son poco atractivos y repugnantes. Los aromas más ligeros mandan
señales más leves al cerebro.
El sentido del olfato es necesario por varias razones. Los olores fuertes y
desagradables son excelentes para alertar al cerebro de que eso que
usted está a punto de comerse está echado a perder. Los olores dulces y
agradables le ayudan a sentirse a gusto. Los olores que despide el
organismo (feromonas) ayudan, incluso, a crear lazos con los seres
queridos. Sin importar de qué olor se trate, cerebro y nariz funcionan en
equipo para que usted pueda disfrutarlo.
Los sentidos operan conjuntamente para crear
sensaciones fuertes
Es raro que el cerebro tome decisiones basándose en información de
uno solo de los sentidos: los cinco operan conjuntamente para ofrecer
una imagen completa de su entorno.
La próxima vez que salga a pasear, verá en acción este principio.
Piense en cómo se siente cuando camina al aire libre. Tome nota de las
diferentes sensaciones que experimenta. Tal vez vea una puesta de sol
llena de color o perciba el sonido del agua de un riachuelo entre las
rocas, o quizá toque hojas secas. Prestar atención a la convergencia de
sus sentidos significa que difícilmente saldrá a pasear sin experimentar
algo nuevo.
A continuación, algunos ejemplos reconocibles de sentidos que operan
conjuntamente:

Olfato + Gusto = Sabor

Así como un paseo al aire libre reúne a varios de los sentidos


también, una buena comida. Sabor es una palabra que suele utilizarse
para describir a qué sabe la comida, pero el sabor realmente es la
combinación del sentido del gusto y el del olfato.
Los cinco sabores antes descritos no describen exactamente la
experiencia de comer. Es difícil calificar de dulce, salado, ácido, amargo
o umami a algo como la menta o la piña, pero el cerebro no tiene que
interpretar el sabor nada más a partir de las papilas gustativas, el sentido
del olfato también ayuda. Es lo que se llama olfacción retronasal.
Cuando usted come, ciertas moléculas viajan hacia la cavidad nasal por
el conducto intermedio entre nariz y boca. Al llegar, el bulbo olfatorio las
detecta y se interpretan en el cerebro. Las papilas gustativas también
recogen información sobre el sabor. El cerebro recopila estos datos
sensoriales de nariz y lengua y los percibe como sabor.
Diez consejos para cuidar la vista

Para cuidar los ojos, además de visitar periodicamente una óptica, es importante
tener unos buenos hábitos.

La vista es uno de nuestros sentidos más preciados (así lo piensa el 95% de los españoles).
Sin embargo, no siempre la cuidamos como deberíamos ni invertimos lo suficiente en ella,
a pesar de que los ojos son los órganos más delicados que tenemos. Para cuidar los ojos,
además de visitar periodicamente una óptica especialista como Visionlab Granada (en
Parque Granaita), también es importante tener unos buenos hábitos.

La importancia de hacerse
exámenes de visión
periódicamente
La mitad de la información que recibimos de nuestro entorno nos llega a través de los ojos.
Estos trabajan en coordinación con el cerebro para interpretar el tamaño, la forma, el color
y la textura de los objetos que nos rodean. Al igual que la distancia a la que se encuentran o
la velocidad a la que estos se mueven.

Los exámenes oculares no sólo son necesarios cuando se empieza a notar que la visión
está fallando. Estos exámenes sirven también para comprobar el estado de los vasos
sanguíneos, los nervios, defectos de la vista y afecciones comunes como el glaucoma (que
daña el nervio óptico), la degeneración macular que se relaciona con la edad, o las cataratas
(visión nublada).

Por otra parte, el estudio de los ojos también nos puede ayudar a saber lo que está
sucediendo en otras partes del cuerpo, como enfermedades en otros tejidos. Por ejemplo, un
oftalmólogo puede detectar diabetes si encuentra daños en la retina y los vasos sanguíneos.
Esta enfermedad puede detectarse incluso antes en el tejido ocular que en una prueba de
glucosa en la sangre.
Muchos problemas oculares no presentan síntomas, por lo que será necesario acudir al
especialista al menos una vez al año. Y si ya estás corrigiendo un problema de visión
con gafas o lentillas, se tendrá que verificar de forma habitual la graduación.

Por todo esto, se tenga una buena visión o no, es recomendable hacerse exámenes de vista
de forma periódica.

Cuidar la alimentación para


cuidar la vista
Somos lo que comemos. Así que como no podía ser de otra forma, cuidar la dieta es una
forma más de cuidar los ojos. En este sentido, son beneficiosos los alimentos ricos en
vitamina A, esencial para una buena vista. Algunos alimentos que la contienen son las
zanahorias, los espárragos, albaricoques, nectarinas o la leche.

Ojo a la hidratación de los ojos


La piel no es el único órgano que requiere un extra de hidratación. Mantener los ojos
hidratados también nos ayudará a cuidar la vista. Para ello, es recomendable parpadear a
menudo, especialmente si se trabajan muchas horas frente al ordenador.

Otras cosas que ayudan a hidratar los ojos es beber suficiente agua todos los días, ventilar
las estancias, colocar humidificadores si la estancia es muy seca, o recurrir a soluciones
individuales de lágrima artificial.

Llevar gafas de sol y vigilar la iluminación

Las radiaciones solares pueden poner en peligro la integridad de nuestra visión. Por eso es


importante utilizar gafas de sol homologadas con filtro para los rayos ultravioletas,
tanto en verano, como en el resto de estaciones del año.

Además, las gafas de sol nos ayudarán también frente a agentes ambientales agresivos para
los ojos, como es el viento o el humo. Son también un accesorio esencial cuando se viaje en
moto o se practiquen deportes al aire libre.

Trabajar o realizar actividades cotidianas que requieran un esfuerzo visual a corta


distancia con la iluminación adecuada,nos ayudará a prevenir la fatiga visual ocular.
También es importante hacer breves pausas para descansar la vista.

Para relajar la vista cansada y los músculos que rodean a los ojos, puede ser útil realizar
masajes con leves presiones al rededor de los ojos o sobre ellos. Para aliviar la fatiga visual,
también son útiles los ejercicios de cambio de enfoque y de relajación muscular.
¿Cuáles son las causas de la miopía?

En realidad, se suele considerar que el origen de la miopía se encuentra en


variaciones biológicas del sistema visual que producen un fallo en la correlación
entre los diferentes componentes del ojo (curvatura corneal, potencia del cristalino,
longitud axial y profundidad de la cámara anterior).

Además de los factores que tienen que ver con la propia estructura del sistema
visual (características del ojo miope) o de alguno de sus elementos, como la
córnea, y que hemos señalado con anterioridad, la miopía puede estar causada
por otras circunstancias:

 Genéticas. En muchos casos, la aparición de la miopía tiene que ver con


factores hereditarios. Es decir, que el hijo de uno o ambos padres miopes es
muy probable que también lo sea. Sin embargo, es imposible predecir la
aparición de este problema refractivo estudiando únicamente los antecedentes
familiares.

 Patológicas. Algunas enfermedades pueden producir miopía de forma temporal


o permanente. Es el caso de la diabetes, el queratocono o algunos tipos
de cataratas.

 Ambientales. Según algunos estudios, trabajar con dispositivos electrónicos


con una luz ambiental no adecuada o durante demasiado tiempo o desarrollar
pocas actividades al aire libre (especialmente durante la infancia) pueden ser
factores que estén involucrados con el proceso de aparición de la miopía.

 Tóxicas. El consumo de ciertas sustancias puede provocar alteraciones


temporales o definitivas del proceso de la visión.

¿Cuáles son los síntomas de la miopía?

Los síntomas de la miopía suelen presentarse desde la infancia y pueden aumentar con el
paso del tiempo al producirse cambios en la graduación asociados al crecimiento. Por regla
general, la miopía tiende a estabilizarse a partir de los 18 años. Puede presentarse asociada
a otros defectos refractivos, como el astigmatismo (astigmatismo miópico) y la presbicia o
vista cansada.
El principal síntoma de la miopía es que el paciente ve claramente los objetos cercanos,
pero percibe de forma borrosa y le cuesta enfocar los objetos que se encuentran a una cierta
distancia.

Otros síntomas pueden ser:

Entornar los ojos para ver los objetos lejanos.

Acercarse a los objetos para verlos.

Fatiga visual.

Dolores de cabeza o migrañas.


¿Qué tipos de miopía existen?

Generalmente se suelen distinguir dos tipos de miopía:

 Miopía simple. Se presenta en pacientes que tienen menos de 6 dioptrías La miopía simple
es el tipo más frecuente, es normal que se estabilice alrededor de los 18 o 20 años y no se
puede prevenir, aunque sí debe ser detectada a tiempo a través de un examen
oftalmológico completo y corregida mediante el uso de gafas, lentes de contacto o
mediante diferentes tipos de técnicas quirúrgicas.

 Miopía magna, alta miopía o patológica. Cuando la graduación del paciente supera las 6
dioptrías. La miopía magna suele estar producida por una elongación excesiva del globo
ocular. En algunos casos, este tipo de miopía avanzada puede derivar en cambios
degenerativos asociados a la elongación excesiva del ojo, especialmente a nivel de la
retina, comprometiendo seriamente la visión de la persona que la padece. Las personas
que padecen alta miopía deben realizarse revisiones periódicas para conocer el estado de
su fondo de ojo.

¿Cómo se corrige la miopía?

El tratamiento de la miopía permite corregir su principal síntoma: la visión borrosa de lejos.


Esto constituye una gran ayuda para los pacientes miopes, que pueden volver a hacer su
vida con normalidad y ver correctamente tanto de lejos como de cerca.

Existen distintos tratamientos para corregir la miopía y, según cada paciente, será más
recomendable decantarse por uno u otro.

 Gafas: La forma más habitual de corregir los problemas visuales derivados de la miopía es
mediante el uso de gafas. Las gafas colocan lentes delante de los ojos previamente
graduadas para ajustarse a las dioptrías de cada paciente. De esta forma, se consigue
corregir el lugar en el que se produce la refracción de la luz en el ojo, logrando que el
paciente vea correctamente tanto de cerca como de lejos.

 Lentillas: Otro posible tratamiento es el uso de lentillas para miopía. En este caso, lo que
se hace es lo mismo que con las gafas pero, en lugar de colocar las lentes delante del ojo,
se hace directamente sobre estos, consiguiendo el mismo efecto que con las lentes de las
gafas.

 Cirugía: La miopía puede ser tratada empleando diferentes técnicas (Lasik, PRK/Lasek,


implantación de una lente intraocular...) en función de las características fisiológicas de
cada paciente. Debe ser el oftalmólogo el que, analizando estas particularidades en la
consulta preoperatoria indique qué tipo de operación es más adecuada para cada caso.

¿Cómo es la operación?

Para ser candidato a la cirugía refractiva, se deben cumplir una serie de requisitos:

 Ser mayor de 18 años.

 Mantener estable la graduación.

 Disfrutar una buena salud ocular, independientemente del problema refractivo (miopía,
hipermetropía y/o astigmatismo).

 Tener una graduación adecuada para la intervención.

La técnica LASIK es la más extendida en la actualidad para la corrección de los defectos


refractivos y está plenamente consolidada tras más de veinte años de aplicación. Este
método es rápido, sencillo, eficaz y permite que el paciente se reincorpore rápidamente a su
actividad cotidiana. Este tipo de intervención se desarrolla en tres pasos:

1. El cirujano levanta una fina capa de tejido corneal dejando libre la zona en la que va a
actuar el láser.

2. A continuación se aplica durante unos segundos el láser Excímer sobre la capa intermedia
de la córnea para moldearla.

3. Se recoloca la capa de tejido corneal, que se vuelve a adherir sin necesidad de puntos de
sutura.

La operación con técnicas de superficie (PRK/LASEK) consiste en la separación del


epitelio, que es la capa más superficial de la córnea. A continuación, se aplica el láser
Excímer para corregir la curvatura de la córnea y eliminar el defecto refractivo.
En ambos tipos de técnica la anestesia es por vía tópica (gotas).
El láser siempre se indica como primera opción en la corrección de problemas refractivos,
aunque para corregir la miopía, existe un tercer método: la implantación de una lente
intraocular. En este caso, se coloca una lente con la graduación del paciente en el interior
del ojo. Existen dos tipos de lentes, unas que sustituyen y otras que complementan el efecto
del cristalino (conocidas popularmente como ICL).
¿Qué pruebas hay que realizar para detectarla?

La miopía se suele diagnosticar en el transcurso de un examen oftalmológico estándar que


suele incluir las siguientes pruebas:

 Examen de la refracción.

 Evaluación de la agudeza visual.

 Medición de la presión intraocular.

 Análisis de la percepción cromática y visión binocular.

 Examen del fondo de ojo (sobre todo de la retina).

 Evaluación de la motilidad ocular (movimientos 

HIPERMETROPIA
Las principales causas de este defecto visual se deben esencialmente a una córnea y un
cristalino débil y a un glóbulo ocular corto. En el primer caso, la córnea se caracteriza por
una baja potencia de refracción, es decir no es capaz de converger correctamente los
rayos sobre la retina.
Qué es la hipermetropía?
La hipermetropía es un defecto ocular que provoca la falta de nitidez o
visión borrosa de los objetos próximos como consecuencia de
enfocar las imágenes por detrás de la retina y no directamente sobre ella.
Por este motivo, una persona con hipermetropía puede tener problemas
para ver la televisión, pero no para distinguir una señal de tráfico. Si la
graduación es muy elavada, también pueden llegar a verse borrosos los
objetos lejanos.
Cuando nacemos, todos somos hipermétropes y, conforme se va
desarrollando nuestro cuerpo, también lo hacen nuestros ojos. Si el
crecimiento del ojo, por tanto, es menor de lo necesario, ese ojo será
hipermétrope siempre, a no ser que se corrija más adelante tras previa
valoración del oftalmólogo.

Causas de la hipermetropía
Se produce porque el ojo es más corto de lo normal o
porque la córnea es demasiada plana.
En el paciente hipermétrope los objetos se enfocan detrás de la retina
y no sobre ella, a diferencia de lo que ocurre en un paciente emétrope
(sin graduación).
En las personas jóvenes, si la hipermetropía no es muy grande, puede
ser compensada con los músculos oculares y conseguir ver bien de lejos
y aceptablemente de cerca, pero con la edad esta capacidad se pierde y
se desenfocan los objetos de cerca y, más tarde, también los de lejos, lo
que se conoce como presbicia. 
Este tipo de anomalía, aunque no aumenta con la edad estrictamente, se
puede incrementar gradualmente (un hipermétrope puede ver con
normalidad hasta los 35-40 años, a partir de esta edad su problema se
incrementa), aunque la cifra aumenta hasta en un 60% a los 70 años de
edad.
Síntomas de la hipermetropía
La hipermetropía es el defecto contrario a la miopía. Un paciente con
hipermetropía ve peor de cerca que de lejos. Cuantas más dioptrías,
más desenfocados verá los objetos cercanos. Los síntomas más
comunes que pueden sufrir los pacientes con hipermetropía son:

 Visión borrosa.
 Fatiga ocular o astenopatía: suele aparecer en personas con
hipermetropía que realizan durante un tiempo prolongado
actividades, por ejemplo delante del ordenador, que requieren
visión de cerca, habitualmente con mala iluminación y/o con
agotamiento físico o psíquico produciendo por tanto molestias
visuales. 
 Dolor de cabeza: preferentemente en la región frontal al final del
día tras el sobresfuerzo de acomodación del ojo por enfocar. La
elevada intensidad de la cefalea puede provocar naúseas y
vómitos. 
 El estrabismo convergente (cuando el ojo se desvía hacia el
centro) puede aparecer en alguna ocasión vinculado a personas
con hipermetropía.  Como consecuencia de cuando el objeto llega
borroso a nuestro cerebro, involuntariamente nuestro sistema
nervioso busca acomodar los ojos para enfocar correctamente.
Esta orden de acomodación va asociado a un reflejo de
convergencia, es decir, de un desvío de los ojos hacia la nariz, algo
normal. Cuando la convergencia es excesiva aparece el estrabismo
convergente. Si lo logramos hacer desaparecer con el uso de gafas
y la persona tiene hispermetropía hablaremos de estrabismo
acomodativo.
 Enrojecimiento ocular al final del día.
También puede haber casos de hipermetropía no corregidas que pueden
originar blefaroconjuntivitis (que es la asociación de la conjuntivits y
la blefaritis o inflamación de los párpados), pero no es lo habitual.
¿Qué es la hipermetropía infantil?
La hipermetropía infantil suele aparecer a partir de los 4 años, cuando
la graduación no es muy elevada. No obstante, es complicado detectar
un ojo hipermétrope, ya que el niño suele compensar su mala de visión
de cerca acomodando con el cristalino (o lente natural del ojo) para
enfocar los objetos.
Por eso, es especialmente importante que los niños se hagan revisiones
periódicas a edades tempranas cuando pueda colaborar con el
oftalmólogo para la detección precoz de cualquier defecto refractivo
infantil.

Síntomas: ¿Cómo detectar la hipermetropía infantil?


En el caso de un recién nacido, es un defecto muy frecuente que tiende a
corregirse con el paso de los primeros meses de vida ya que cuando
nacen, no está del todo desarrollado su sistema visual. 
No obstante,  si no se corrigiera, la hipermetropía ocular en niños deber
ser detectada lo antes posible ya que de lo contrario se puede producir lo
que conocemos como  ojo vago (baja visión de uno o ambos ojos por
falta de uso durante el desarrollo de su sistema visual, escogiendo por
tanto la visión del ojo con mejor defecto refractivo) o estrabismo infantil,
especialmente si el estrabismo es convergente (el ojo se desvía hacia
dentro). Se puede corregir total o parcialmente. 
Los profesores y los padres tienen un papel fundamental en la detección
de este defecto refractivo ya que podría manifestarse en estos casos: 

 Cuando el niño tiene problemas para leer o escribir. 


 Bajo rendimiento escolar o malas notas, así como difucultad de
concentración. 
 Fatiga visual.
 Enrojecimiento, lagrimeo o escozor de los ojos que provoca que el
niño se frote los ojos, parpadee excesivamente o arrugue la frente.
Tratamiento para hipermetropía en niños
Si en casos de hipermetropía infantil ésta no desaparece durante la
adolesciencia el oftalmólogo valorará como tratamiento la corrección
óptica mediante  el uso de  gafas. Principalmente si la hipermetropía es
alta y provoca sintomatología. Además, dependiendo de la edad del niño
el oftalmólogo valorará  corregir su hipermetropía con el uso de lentes de
contacto si tiene problemas para practicar alguna actividad, deporte o en
casos de anisometropía, es decir,  con una importante diferencia de
graduación en ambos ojos.

ASTIGMATISMO
Descripción general

El astigmatismo es una imperfección frecuente y generalmente tratable en la


curvatura del ojo que provoca visión lejana y cercana borrosa.

El astigmatismo ocurre cuando la superficie frontal del ojo (córnea) o el lente,


dentro del ojo, tiene curvas irregulares. En lugar de tener una curva como una
pelota redonda, la superficie es ovalada. Esto provoca visión borrosa a cualquier
distancia.

El astigmatismo a menudo se presenta en el nacimiento y puede manifestarse


junto con miopía o hipermetropía. A menudo no es tan grave y no es necesario
aplicar una acción correctiva. Cuando sí lo es, las opciones de tratamiento son
lentes correctivos o cirugía

Síntomas

Estos son algunos de los signos y síntomas del astigmatismo:

 Visión borrosa o distorsionada

 Cansancio o incomodidad ocular

 Dolores de cabeza
 Dificultad con la visión nocturna

 Ojos entrecerrados

Cuándo debes consultar con un médico

Consulta con un oftalmólogo si tus síntomas oculares impiden que disfrutes de tus
actividades o interfieren en tu capacidad para realizar las tareas cotidianas. Un
oftalmólogo puede determinar si tienes astigmatismo y, de ser así, hasta qué
punto. Este profesional podrá aconsejarte las opciones para corregir tu visión.

Niños y adolescentes

Es posible que los niños no se den cuenta de que su visión es borrosa, por lo que
necesitan que un pediatra, un oftalmólogo, un optometrista u otro profesional
capacitado les examine la vista en estas edades e intervalos.

 En el período neonatal

 En los controles de rutina de niño sano hasta la edad escolar

 Durante los años escolares, cada uno o dos años en visitas de niño sano, cuando
visite al oftalmólogo o a través de exámenes escolares o públicos
Solicite una Consulta en Mayo Clinic
Causas

Anatomía simplificada del ojoOpen pop-up dialog box


AstigmatismoOpen pop-up dialog box

El ojo tiene dos estructuras con superficies curvas que doblan (refractan) la luz
sobre la retina, lo cual produce las imágenes:

 La córnea, que es la superficie frontal transparente del ojo junto con la película
lagrimal

 El cristalino, que es una estructura transparente dentro del ojo que cambia de
forma para ayudar a enfocar los objetos cercanos

En un ojo perfectamente formado, cada uno de estos elementos tiene una


curvatura redonda, como la superficie de una bola lisa. Una córnea y un cristalino
con esta curvatura doblan (refractan) toda la luz entrante por igual para formar una
imagen nítidamente enfocada directamente en la retina, en la parte posterior del
ojo.

Defecto refractivo

Si la córnea o el cristalino tienen forma de huevo con dos curvas que no coinciden,
los rayos de luz no se doblan de la misma manera, lo que forma dos imágenes
diferentes. Estas dos imágenes se superponen o combinan y, como resultado,
producen una visión borrosa. El astigmatismo es un tipo de error refractivo.
El astigmatismo ocurre cuando la córnea o el cristalino se curvan más
pronunciadamente en una dirección que en otra. Tienes astigmatismo corneal si tu
córnea tiene curvas desiguales. Tienes astigmatismo lenticular si tu cristalino tiene
curvas desiguales.

Cualquier tipo de astigmatismo puede causar visión borrosa. La visión borrosa


puede ocurrir más en una dirección, ya sea horizontal, vertical o diagonalmente.

El astigmatismo puede estar presente desde el nacimiento o puede desarrollarse


después de una lesión, enfermedad o cirugía ocular. El astigmatismo no surge de
ni empeora por leer con poca luz, sentarse demasiado cerca de la televisión o
entrecerrar los ojos.

Otros errores refractivos

El astigmatismo puede ocurrir en combinación con otros errores refractivos, que


incluyen lo siguiente:

 Miopía. Esto ocurre cuando la córnea se curva demasiado o cuando el ojo es más


largo de lo normal. En lugar de enfocarse precisamente en la retina, la luz se enfoca
delante de la retina, y hace que los objetos distantes parezcan borrosos.

 Visión larga (hipermetropía). Esto ocurre cuando la córnea se curva muy poco o


cuando el ojo es más corto de lo normal. El efecto es lo contrario a la miopía.
Cuando el ojo está en un estado relajado, la luz nunca se enfoca en la parte
posterior del ojo, y hace que los objetos cercanos parezcan borrosos.

PRESBICIA
¿Qué es la presbicia o vista cansada y cuál es su causa?
La presbicia, también llamada vita cansada, afecta a al 100% de la población en
función de la edad, surge a partir de los 45 – 50 años. Esto se produce por a la
progresiva disminución de la elasticidad del cristalino. Esta pérdida de elasticidad
provoca la disminución paulatina de la acomodación del cristalino.
Con esto se va perdiendo la capacidad fisiológica que permite al ojo la visión nítida, se
pierde la capacidad de enfocar automáticamente al objeto cuando varia la distancia.
La presbicia, como las cataratas, es consecuencia principalmente del envejecimiento
de los ojos, por lo que es inevitable y no se puede prevenir. La única solución es
quirúrgica.
Al perder la elasticidad el cristalino, impide al principio la visión nítida y poco a poco
eso se hace insostenible y es imprescindible el uso de gafas de cerca para compensar
esto. En cierto modo es como si perdiésemos la capacidad de hacer “zoom” de la
cámara de fotos.
La presbicia afecta, en mayor o menos medida, al 90 % de la población mayor de 45
años.
A partir de una edad la revisión anual de la vista se vuelve cada vez más importante
para detectar esta u otras patologías oculares lo antes posible.
¿Quiere pedir una cita con el Oftalmólogo? Pida cita online.

Cuáles son los síntomas de la presbicia?


El principal síntoma de la presbicia, o vista cansada es la dificultad para enfocar
objetos cercanos (cosas a menos de un metro).
Probablemente esto lo notaremos porque instintivamente alejamos el móvil o el libro
para leer mejor o porque las letras “bailaran” si están demasiado cerca. También
puede provocar dolor de cabeza si fijamos la vista durante demasiado tiempo. El
enrojecimiento, la sequedad o el lagrimeo pueden ser síntomas de fatiga ocular
derivados de la vista cansado, estos se pueden producir tras tiempo de trabajo o
atención de la vista o si se está en condiciones de poca luminosidad.
La aparición de estos síntomas no es lineal, sino que van apareciendo y o
aumentando su intensidad de forma intermitente. Se puede dar incluso periodos en
que el paciente sienta que los síntomas mejoran pero acabaran volviendo a empeorar
por que el proceso continúa.
La acomodación del cristalino va disminuyendo con la edad, pero a partir de los 40,
por norma general, se empiezan a notar las consecuencias, en general estas
aparecen primero por la dificultad para leer sin la ayuda de gafas. El proceso de
pérdida de acomodación, y por lo tanto de vista cansada, es continuo  y de media
suele llegar a su límite a la edad de 65 años.
Se puede dar que a pesar de la presbicia haya personas que puedan leer sin ayuda,
esto puede tener múltiples explicaciones, por lo general este hecho se ve
compensado y contrarrestado por miopía o astigmatismo míopico.  Estos defectos
retrasan la aparición de la vista cansada pero llegará el momento que incluso los
pacientes que sufren miopía necesiten una graduación en las gafas diferente para ver
de cerca o de lejos.

Cómo es el tratamiento de la presbicia? ¿Cómo es la cirugía de la


presbicia?
Debes saber que no existe cura para la presbicia. El primer tratamiento al que se
recurre cuando aparece la presbicia es el uso de gafas.
En los casos más graves o en personas que no desean usar gafas, se puede realizar
una cirugía con la que se extrae el cristalino y se sustituye por una lente artificial o
multifocal.
¿Se puede prevenir la presbicia?
Se han hablado de numerosos ejercicios e incluso de dietas con la ingesta de
suplementos nutritivos que supuestamente retrasarían la aparición de la vista
cansada, sin embargo, a día de hoy, no existe evidencia científica de que estos sean
eficaces.
OÍDO EXTERNO
El oído externo está formado por el pabellón auditivo, que funciona como una especie de
embudo que recoge las ondas sonoras y las envía hacia el interior del oído, y el canal
auditivo. El pabellón auditivo es de gran importancia, ya que se encarga de compensar la
presión que existe en el exterior del oído con la presión que existe en el interior, que es
mucho mayor puesto que el aire está comprimido. Después de entrar en el pabellón auditivo,
las ondas se dirigen hacia el tímpano por el conducto auditivo.

OÍDO MEDIO
El oído medio se encuentra entre el tímpano (una membrana que delimita el conducto auditivo
del oído medio) y la ventana oval. Está compuesto por tres huesos (el martillo, el yunque y el
estribo), que son los encargados de transmitir los movimientos del tímpano a la ventana
oval, que es una membrana que recubre la entrada a la cóclea en el oído interno.

OÍDO INTERNO
Finalmente, en el oído interno, concretamente en la cóclea, tiene lugar la transformación de
las ondas sonoras en impulsos eléctricos que se envían al cerebro. Esto se hace a través
del nervio auditivo. En el oído interno se encuentran también las células ciliadas. Los daños en
las células ciliadas, precisamente, son una de las causas más comunes de las pérdidas
auditivas.
LA OREJA...

LOS OÍDOS...

EL CEREBRO...
Qué es la Hipoacusia?
La hipoacusia, también conocido como sordera parcial, es la disminución
de la sensibilidad auditiva. Esto afecta a uno y ambos oídos y se puede
presentar en diferentes tipos y grados.

En cuanto a los tipos, pueden ser 3:

 Hipoacusia neurosensorial: el problema reside en los órganos del


oído interno, vinculados directamente al sistema nervioso.
 Hipoacusia conductiva: la lesión se encuentra en el oído externo o
en el oído medio, lo que impide detectar sonidos que provienen del
exterior.
 Hipoacusia mixta: el problema se encuentra tanto en los órganos
conductivos como en el sistema neurosensorial.
En la escala de los grados se encuentran los siguientes:

 Hipoacusia leve cuando al paciente le cuesta entender el habla en


espacios ruidosos.
 Hipoacusia moderada cuando es difícil entender el habla sin una
prótesis auditiva.
 Hipoacusia severa o profunda cuando el paciente necesitará
prótesis auditivas o un implante

Síntomas de la hipoacusia
La hipoacusia puede presentarse en diferentes edades, por lo que los
síntomas pueden variar. Entre los síntomas más comunes, pueden incluir
algunas de las siguientes condiciones:
 Percibir sonidos demasiado fuertes sin que en realidad lo sean.
 Dificultad para seguir conversaciones cuando dos o más personas
están hablando.
 Dificultad para diferenciar sonidos agudos entre sí.
 Mayor entendimiento de las voces masculinas.
 Sensación de estar sin equilibrio o mareado.
 Sensación de presión en el oído.
Otros síntomas pueden ser:

 Sensación de pérdida de equilibrio o mareos.


 Sensación de presión en el oído.
 Zumbidos constantes.

¿Cuáles son las causas de la hipoacusia?


Las causas pueden ser por diferentes motivos. Algunos de ellos son los
siguientes:

 Edad. Las personas mayores de 65 años pueden sufrir pérdidas


auditivas.
 Ruido. La exposición prolongada puede generar pérdida de
audición.
 Los factores hereditarios pueden suponer problemas hipoacusia por
causa del gen conexina-26.
 Infecciones. Virus y bacterias pueden dañar el oído, además de la
otitis infantil no tratada.
 Otosclerosis. Afecta a la movilidad de los huesos del oído medio,
reduciendo la eficiencia en la trasmisión de las vibraciones.
 Agentes “ortotóxicos”. Ciertos fármacos, alcohol y tabaco pueden
perjudicar al oído.

¿Se puede prevenir?


La prevención se basa en evitar en la medida de lo posible, los factores
de riesgo. Esto también depende de la causa que lo origina, es decir, si la
hipoacusia es genética, la prevención no es posible.

Es importante evitar volúmenes elevados, especialmente para promover


una higiene auditiva saludable.

¿En qué consiste el tratamiento?


El tratamiento varía dependiendo del grado de la patología. En los casos
donde es leve o moderado, el tratamiento convencional es la colocación
de un audífono.

Para casos de hipoacusia profunda, se puede realizar un implante de


conducción ósea que transmite el sonido a través del hueso del cráneo
hasta el oído dañado. Es importante seguir las indicaciones de
un otorrinolaringólogo. 

TACTO
El tacto es un sentido clave y tan vital como la vista o el oído, pero mucho menos
visibilizado y más difícil de estudiar. Esto quizá se debe a que es un sentido
pasivo que no podemos usar a voluntad, a punto tal que muchas veces ni
siquiera lo asociamos con las sensaciones concretas que nos permite, como el frío
o el dolor.

También se emplea el término tacto como metáfora en las relaciones


interpersonales, para referirse a una comunicación empática, delicada o
considerada: “Decirse las cosas con tacto”, por ejemplo, significa hacerlo de buena
manera, sin lastimarse.

Ver además: Aparato fonador

¿Cómo funciona el tacto?


El tacto opera en base a las sensaciones internas del cuerpo.

El tacto forma parte del sistema sensorial, que está permanentemente activo


en el ser humano.

Es un sentido que funcionaría incluso si nos privaran de los demás.

Opera en base a la confluencia del sistema nervioso y de la piel, nuestro


órgano más extenso.
Utiliza una importante y diversa cantidad de receptores que transmiten al
lóbulo parietal del cerebro, encargado de descifrar los estímulos nerviosos y
proporcionarles una respuesta.

El tacto también opera en base a las sensaciones internas del cuerpo: el


movimiento, la presión, el dolor, todo es registrado por el sistema nervioso, que
nos tiene constantemente alerta sobre el estado de nuestro organismo.

Órganos involucrados en el tacto


En la epidermis se hallan los pigmentos que brindan a la piel su color particular.

El tacto no se encuentra confinado a un órgano principal, como ocurre con la vista


o la audición. Por el contrario, se extiende a lo largo y ancho de nuestra
piel y nuestros tejidos internos.

La piel es de suma importante para el organismo. En primer lugar, es una barrera


protectora que nos aísla y comunica selectivamente con el afuera. Por otro
lado, nos mantiene constantemente informados sobre la temperatura ambiental,
sobre los daños que sufrimos o sobre los objetos que tropezamos.

La piel cuenta con sensibilidad por toda su superficie, pero concentra sus


receptores especializados en algunas zonas específicas. Por ejemplo, la lengua o la
punta de los dedos son particularmente sensibles. Por otro lado, los genitales son
la zona más sensible, ya que son responsables de las sensaciones placenteras del
coito, necesarias para la reproducción.

La piel consta de varias capas de tejido especializado que se halla en


constante renovación. Cada una posee sus propios mecanismos de mantenimiento.
Dichas capas son:

 Epidermis. La capa externa de la piel, donde se hallan los pigmentos que le


confieren su color particular (la melanina) y en la que están los poros que permiten
su lubricación y refrescamiento (sudoración).
 Dermis. La capa intermedia, es abundante en terminaciones nerviosas,
vasos sanguíneos y glándulas de dos tipos: sebáceas (encargadas de segregar el
sebo que lubrica la piel) y sudoríparas (encargadas de segregar el sudor que enfría
y limpia la piel). Allí también están los folículos pilosos, de donde salen los vellos.
 Hipodermis. La capa más interna, llamada tejido subcutáneo (“bajo la piel”),
consiste en un conjunto de tejidos grasos que cumplen funciones de reserva y
de células defensivas del organismo.
El sentido del tacto no se ubica en las capas externas de la piel sino en la
intermedia, donde se hallan los receptores nerviosos.

HERIDAS
Tres tipos de sensaciones

La sensibilidad protopática responde a sensaciones amplias como el dolor.

Las sensaciones percibidas por el tacto son de tres tipos y se transmiten al cerebro
por vías distintas:

 Sensibilidad protopática. La más primitiva y poco diferenciada, responde a las


sensaciones más gruesas y amplias, como el dolor, el frío o calor extremo. Es la
primera en reaparecer luego de lesiones en los nervios.
 Sensibilidad epicrítica. La más fina, localizada y exacta, permite apreciar
estímulos de poca intensidad, permitiendo reconocer formas y tamaños.
 Sensibilidad termoalgésica. Aquellas que se vinculan con la temperatura y el
dolor.
Presión

Los corpúsculos de Pacini registran la presión en la piel.

Los encargados de registrar la presión en la piel son los corpúsculos de


Pacini. Suelen acumularse en áreas próximas a las articulaciones, en tejidos
profundos y en las mamas y los genitales. Son gruesos, con forma de cebolla, y
son muy sensibles a la vibración o la variación. Su concentración en el rostro lo
hacen particularmente sensible.
Temperatura

Los corpúsculos de Ruffini se acumulan mayormente en la lengua.

Los encargados de registrar la temperatura en la piel son los corpúsculos


de Ruffini. Se encuentran por debajo de la piel y son capaces de informar tanto
de las subidas como las bajadas de temperatura.

La lengua es el órgano en donde más se acumulan. Además, son los


responsables de iniciar las acciones para combatir el frío o el calor, como la
sudoración, el temblor o la vasoconstricción o vasodilatación.

Dolor
Los receptores especializados en el dolor se denominan nociceptores. Se
encuentran muy repartidos por la piel, haciendo énfasis en las zonas más
vulnerables, ya que su misión es alertar al cuerpo de las lesiones sufridas lo más
rápida y focalizadamente posible, para evitar la fuente del dolor.
El tacto y el cerebro
El cerebro recibe en cada lóbulo parietal todas las emisiones nerviosas
provenientes del costado contrario del cuerpo. Para ello dispone de dos áreas
sensibles, llamadas áreas somatosensitivas (I y II) que ocupan distintas
porciones de cerebro.

Estas áreas permiten dos tipos de percepción:

 Autopercepción consciente. La que notamos y diferenciamos activamente.


 Autopercepción inconsciente. Es una percepción pasiva, que registra el mundo
a nuestro alrededor o el dolor ante alguna situación.

¿Por qué es importante el tacto?


Además de alertarnos del peligro, el tacto es un medio para comunicarnos.

El tacto es fundamental para la vida. Nos alerta constantemente de la


situación en que nos encontramos, de la situación de nuestro entorno y nos
da una señal de peligro en caso de que nos hagamos daño: el dolor.

Sin dichos estímulos, podríamos realizar acciones sin saber que nos estamos
lastimando, o nos costaría mucho más determinar ciertos estímulos corporales.
Además de ofrecernos los placeres asociados al tacto, este sentido nos
permite comunicarnos con otros seres humanos, a través de abrazos,
apretones de mano, etc.

Enfermedades que afectan el tacto


Algunas afecciones comunes del tacto son:

 Hiperestesia. Percepción exagerada de las sensaciones táctiles, debido a un


trastorno de percepción, que ocasiona reacciones desmedidas ante el menor
estímulo.
 Hipostesia. Lo contrario al anterior: una notoria disminución en la capacidad para
percibir los estímulos táctiles, haciendo que todo se perciba muy mitigado o lejano.
 Anestesia. Ausencia total de estímulos táctiles en alguna región del cuerpo.
 Hiperalgesia. Aumento desmedido de la sensación de dolor, haciendo que todo
duela más y que se responda de modo desproporcionado al grado de daño
infligido.
 Hipoalgesia. Lo contrario: ausencia de la percepción del dolor, lo cual impide al
individuo darse cuenta a tiempo del daño que se causa o recibe, o haciendo que se
lo perciba como menor de lo que realmente es

HERIDAS

Una herida es una lesión consecuencia de una agresión o un traumatismo en la


que se produce una alteración en la integridad de la piel y en las partes blandas
de la misma. Los agentes que producen las heridas pueden ser de distinto origen:

 Agentes físicos, como cortes, quemaduras o golpes.


 Agentes biológicos, como bacterias, virus y hongos.
 Agentes químicos, como ácidos.

Clasificación de las heridas

Las heridas se pueden clasificar desde diferentes puntos de vista o aspectos. A


continuación veremos algunos de los más comunes, si bien se pueden encontrar
otras categorizaciones:

Según el objeto o el mecanismo causante, la herida puede ser:

 Cortante o incisa: Es ocasionada por un objeto cortante, como un cuchillo o un


vidrio. Los bordes de la herida están limpios y definidos. En este tipo de heridas, el
sangrado suele ser abundante.
 Punzante: Es producida por un objeto punzante, como un clavo. La gravedad de
la herida depende de la profundidad y de si daña nervios o vasos sanguíneos.  
 Contusa: Es ocasionada por el impacto de un objeto como una piedra o un
martillo. En estas heridas, los bordes son irregulares y suelen presentar un hematoma.
 Por desgarro: Es producida por objetos con dientes en su parte cortante, como
una motosierra. Los bordes son irregulares.
 Por raspadura: Producidas por objetos con dientes o palas, como una trituradora
de comida, o por el asfalto, cuando la piel se arrastra por él en un accidente de tráfico y la
carne queda al descubierto.  

Según la profundidad, la herida puede ser:

 Superficial: Cuando solo atraviesa la piel.


 Profunda: Cuando la herida atraviesa el tejido subcutáneo.
 Penetrante: Cuando penetra una cavidad, como puede ser la boca, el abdomen,
la vagina, etc.
 Perforante: Cuando atraviesa el cuerpo.

Según la cicatrización, la herida puede ser:


 Aguda: Es aquella que el organismo es capaz de cerrar o sanar en el tiempo
esperado. La cicatrización se producirá sin infección y en un periodo que suele oscilar
entre siete y catorce días.
 Crónica: Es aquella que el organismo no puede cerrar o sanar en el tiempo
esperado, ya que la herida suele ser más profunda y la zona suele estar inflamada. El
proceso de reparación y cicatrización es desordenado se alarga en el tiempo.

Según su riesgo de infección, la herida puede ser:

 Limpia: Es la realizada en un entorno aséptico, por ejemplo en un quirófano.


 Contaminada: Ha estado expuesta a bacterias un corto periodo de tiempo.
 Sucia o infectada: Ha estado expuesta a bacterias un periodo largo de tiempo

Según la integridad de la piel, la herida puede ser:

 Abierta: Se observa la separación de los tejidos blandos de la piel. Estas lesiones


tienden a infectarse con facilidad.  
 Cerrada: No se observa lesión aparente, pero hay hemorragia debajo de la piel,
en cavidades o vísceras. Así, los tejidos dañados no están expuestos al exterior.

Según la gravedad de la herida: Es probablemente una de las categorizaciones


más representativa. Una herida puede ser leve o grave. La gravedad se medirá en
función de otros factores: si la herida es superficial o profunda, si está
contaminada o no, si está abierta o cerrada, si el objeto o mecanismo que lo ha
causado puede quedar en el interior del cuerpo, etc.

Cómo curar una herida

Dada la heterogeneidad de las heridas, también existe un abanico amplio de curas


y cuidados a llevar a cabo. Por norma general y como primeros cuidados, las
heridas deben limpiarse con agua y jabón neutro (de dentro de la herida hacia
fuera) y secarlas cuidadosamente. También es aconsejable aplicar algún
antiséptico para prevenir infecciones y cubrirla con un apósito o vendaje. 

El personal sanitario será el encargado de valorar y analizar la gravedad de la


lesión y aplicar las curas más idóneas según las particularidades de la misma y del
paciente.

GUSTO

El gusto es uno de los sentidos. Es la capacidad de detectar sustancias a través de los


receptores gustativos, el sentido corporal que permite la detección de sustancias químicas
disueltas en la boca, procedentes generalmente de los alimentos. El sentido del gusto
depende de la estimulación de los botones gustativos, los cuales se encuentran en las papilas
gustativas situadas en la lengua, órgano musculoso ubicado dentro de la boca o cavidad oral.1
El sabor se define como la sensación que causa un alimento u otra sustancia al introducirse
en la boca. En el sabor influye el sentido del gusto, pero también el olfato y la textura.[cita  requerida]
Los sabores primarios conocidos con los que se identifica a
los alimentos son dulce, salado, ácido y amargo, a los que desde principio de siglo se ha
añadido el umami ("sabroso", en japonés). El gusto se percibe por el contacto de
las sustancias químicas solubles con los quimiorreceptores situados principalmente en la
lengua. El sentido del gusto puede considerarse una fuente de placer, pero su función
consiste en permitir seleccionar aquellas sustancias más adecuadas para la nutrición y evitar
en gran medida las que pueden representar un peligro para la vida por ser tóxicas o por
encontrarse en estado de descomposición

Anatomía y fisiología del gusto[editar]


El sentido del gusto es posible gracias a los botones gustativos, también llamados corpúsculos
gustativos. En un adulto humano existen alrededor de 10 000, la mayor parte de los cuales se
encuentran en la superficie de la lengua. Cada botón gustativo tiene forma ovalada y está
constituido por un conjunto de células, entre las cuales se encuentran las células gustativas
que disponen de cilios que entran en contacto con las sustancias disueltas en la boca por
la saliva. Los botones gustativos se agrupan en estructuras mayores llamadas papilas
gustativas que son las que proporcionan a la lengua una superficie rugosa. 2 Cuando una
sustancia se disuelve en la saliva y entran en contacto con la membrana celular de las células
gustativas, se produce la liberación de moléculas neurotransmisoras que
desencadenan impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro principalmente a través
del nervio facial y glosofaringeo.2

Papilas gustativas[editar]

Papila gustativa en la que pueden observarse 6 botones gustativos.

Las papilas gustativas se encuentran en la superficie de la lengua y le dan a este órgano un


aspecto rugoso. Cada papila contiene numerosos botones gustativos, que son receptores
sensoriales que reciben y transducen una señal química en un potencial de acción. Para que
las papilas sean estimuladas, las sustancias deben diluirse en la saliva y así entrar en
contacto con la membrana de las células sensoriales. Según su forma, se distinguen cuatro
tipos de papilas:3

 Papilas fungiformes: tienen forma de hongo y se encuentran distribuidas en la parte


anterior del dorso y bordes laterales de la lengua. Hay hasta 5 botones gustativos por
papila fungiforme que suelen estar ubicados en la parte superior de la papila.
 Papilas circunvaladas o caliciformes: tienen bases de forma de cáliz o copa y se
distribuyen cerca de la base de la lengua formando una V. Las grande papilas
circunvaladas contiene cada una hasta 100 botones gustativos.
 Papilas filiformes o cónicas: tienen forma de filamento y se encuentran en la punta y
bordes laterales de la lengua. A diferencia de las papilas fungiformes y caliciformes no
tienen función gustativa y carecen de botones gustativos, solamente son receptores
táctiles y captan la temperatura.
 Papilas foliáceas: Su forma recuerda la hoja de un árbol. Se encuentran a ambos
lados en la región posterior de la lengua.
Botones gustativos[editar]

Botón gustativo.

células receptoras gustativas conectadas a la dendrita de una neurona sensitiva.

Los botones gustativos son corpúsculos sensoriales para el gusto que se encuentran en las
papilas gustativas. Tienen forma ovoide, cada uno de ellos está constituido por 3 tipos de
células, células basales, células de sostén y células receptoras gustativas. Estas últimas
hacen conexión sináptica con las fibras nerviosas sensoriales y disponen de microvellosidades
receptoras que se proyectan hacia el poro gustativo, un orificio en el epitelio lingual. Los
cuellos de estas células se encuentran conectados entre sí de manera que la única parte del
receptor gustativo que está expuesta a los líquidos de la cavidad oral es la corona apical de
microvellosidades. Cada botón gustativo está inervado por cerca de 50 fibras nerviosas y a la
inversa cada fibra nerviosa recibe información en promedio de 5 botones gustativos. Las
células basales tienen su origen en las células epiteliales que rodean los botones gustativos;
estas células se diferencian en nuevas células receptoras y los receptores antiguos son
remplazados continuamente con un periodo aproximadamente diez días. En el ser humano los
botones gustativos se localizan principalmente en las papilas fungiformes y circunvaladas de
la lengua, existen algunos en el paladar blando, cara interna de las
mejillas, faringe y epiglotis.3

Vías gustativas[editar]
Las fibras nerviosas sensoriales que provienen de los botones gustativos de los tercios
anteriores de la lengua viajan por la cuerda timpánica, que es una rama del nervio facial;
mientras que las que provienen del tercio posterior llegan al tallo cerebral por el nervio
glosofaringeo y las fibras de otras áreas distintas de la lengua llegan a través del nervio vago.
En ambos lados, las fibras de estos tres nervios se unen en el núcleo del fascículo solitario en
el bulbo raquídeo; ahí estas fibras hacen sinapsis con neuronas de segundo orden; luego
termina en los núcleos de relevo sensoriales específicos del tálamo, junto con fibras que
llevan información de contacto, dolor y temperatura. Desde aquí, los impulsos son conducidos
al área de proyección cortical para el gusto, situada en la base de la circunvalación poscentral
del cerebro.

Modalidades gustativas básicas

EL OLFATO
El sentido del olfato, se asocia en el habla cotidiana con la nariz, pero más exactamente está
relacionado con las fosas nasales que se encuentran detrás de ella.
El esqueleto de la nariz se compone de hueso y cartílago hialino. El tabique nasal óseo divide
la nariz y la fosa nasal derecha de la izquierda, este tabique está conformado por la lámina
perpendicular del hueso etmoides que forma la parte superior y el hueso vómer que forma la
porción posteroinferior.

El área olfatoria de la Mucosa Olfatoria,1 antiguamente llamada pituitaria amarilla, corresponde


a la mucosa de la porción superior de cada fosa nasal y contiene el epitelio olfativo.
Los dos nervios olfatorios se originan en las dendritas de las neuronas receptoras olfativas y
se dirigen luego de un trayecto de pocos milímetros, hacia adentro del cráneo, al bulbo
olfatorio del cerebro.2Los axones de las células olfativas entran en el cráneo, a través de
micro-orificios ubicados en la lámina cribosa del etmoides y alcanzan el bulbo olfatorio, situado
en la región anterior del cerebro. Estos axones finalizan en las estructuras
llamadas glomérulos olfatorios, pequeñas terminaciones de células olfativas de forma esférica
donde se procesan las señales aromáticas que luego son conducidas por células receptoras
especiales.
La información llega al sistema límbico y al hipotálamo, regiones cerebrales filogenéticamente
muy antiguas que son fundamentales en el procesamiento de la memoria y la información
emocional. A través de otras conexiones, la información olorosa alcanza la corteza cerebral en
las regiones temporal y frontal, con lo que se vuelve consciente. 3
Enfermedades olfativas[editar]

 Anosmia: Es la pérdida del olfato. En ocasiones es congénita (presente desde el


momento del nacimiento) y puede deberse a un trastorno de origen genético. 8
 Hiposmia: Es la reducción de la capacidad de detectar los olores. Puede deberse
simplemente a la edad avanzada que provoca pérdida fisiológica en la capacidad para
detectar sustancias odoríferas, pero gran parte de los casos se deben a infecciones
repetitivas de las vías aéreas superiores tanto de la nariz como de los senos
paranasales que dañan a la mucosa. En ocasiones está causada por la existencia
de pólipos nasales o es debida a traumatismos craneales.8
 Hiperosmia. Aumento en la capacidad de detectar olores.
 Parosmia. Percepción distorsionada de un olor presente en el ambiente.
 Fatiga olfativa. Es un proceso normal y no una enfermedad. Consiste en que en
presencia de un fuerte olor, la sensación se atenua si se prolonga la exposición en el
tiempo. En realidad se trata de un proceso fisiológico de adaptación sensorial en el que
el sistema nervioso altera el umbral de sensibilidad a determinados estímulos odoríferos.

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