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Discriminación
Integrantes
 Karen Andrea Daniela Quispe
Mamani
 Claribel Condori Mamani
 Fernando Hernan Mamani Rojas
 Yeseli Shail Chavez Montevilla
 Samantha Esther Casas Humerez
 Carla Ingrid Mamani Quispe
 Kevin Hector Antonio Alejo
Presentación
El existencia o no de la discriminación en el mercado laboral ha sido un tema
difícil de analizar. Comencemos por aclarar que para los propósitos de esta
investigación, discriminación es un término que aplica a grupos claramente
identificables por sus características físicas, religiosas, étnicas, por sus prácticas
sociales, o por cualquier otro rasgo fácilmente observable1 . En principio existe
discriminación si las personas de dichos grupos reciben un tratamiento diferente
basado solamente en su pertenencia al grupo en mención y dicho tratamiento
diferente las coloca en una posición desventajosa. En el lenguaje comúnmente
usado en la literatura sobre discriminación, el grupo discriminado generalmente
se denomina minoría y el resto se denomina mayoría. Así por ejemplo, se habla
de la población femenina o la población afrodescendiente como minorías, aunque
en ocasiones pueden ser una población numéricamente más grande que la
denominada mayoría. Se puede hablar de discriminación en el mercado laboral y
discriminación fuera del mercado laboral, pero que tiene efectos sobre los
resultados de dicho mercado. En el primer caso tenemos situaciones en las que
las minorías reciben tratamiento diferente y perjudicial a pesar tener las mismas
características productivas que la mayoría. Ejemplo de este tipo de
discriminación sería una situación en la que las mujeres reciben salarios menores
a los hombres, a pesar de tener los mismos niveles de productividad (vista en
sentido amplio). Habría discriminación fuera del mercado laboral, pero con
efectos sobre los resultados del mercado, cuando las minorías tienen menor
acceso a los factores que determinan la productividad que la mayoría. Por
ejemplo, si debido a las características observables mencionadas, los miembros
de las minorías tienen menor acceso a la educación o tienen un acceso a
educación de menor calidad que los de la mayoría. En este caso, llegan al
mercado en condiciones de desventaja que se reflejan en menores
productividades, lo que da origen a salarios menores que los de la mayoría
La discriminación
La discriminación ataca el corazón mismo de lo que significa
ser humano. Discriminar es dañar los derechos de alguien
simplemente por ser quien es o por creer en lo que cree. La
discriminación es nociva y perpetúa la desigualdad.

Todos tenemos derecho a ser tratados por igual, con


independencia de nuestra raza, etnia, nacionalidad, clase, casta,
religión, creencias, sexo, género, lengua, orientación sexual,
identidad de género, características sexuales, edad, estado de
salud u otra condición. Y aun así, con demasiada frecuencia
oímos historias desgarradoras de personas que sufren la
crueldad sólo por pertenecer a un grupo “diferente” de quienes
están en posiciones de privilegio o de poder.

La discriminación tiene lugar cuando una persona no puede


disfrutar de sus derechos humanos o de otros derechos legales
en condiciones de igualdad con otras personas debido a una
distinción injustificada que se establece en la política, la ley o
el trato aplicados. La labor de Amnistía Internacional se basa
en el principio de no discriminación. Trabajamos con
comunidades en todo el mundo para cuestionar leyes y
prácticas discriminatorias y garantizar que todas las personas
Tipos de discriminación
La discriminación puede adoptar diversas formas:

La discriminación directa: tiene lugar cuando se hace una distinción


explícita entre grupos de personas, como resultado de la cual los
individuos de algunos grupos tienen menos capacidad que los de otros
para ejercer sus derechos. Por ejemplo, una ley que exige que las
mujeres, y no los hombres, aporten pruebas de un determinado nivel
educativo como condición indispensable para ejercer su derecho al
voto constituirá discriminación directa por razón de sexo.

La discriminación indirecta: tiene lugar cuando una ley, una política


o una práctica se presenta en términos neutrales (es decir, no hace
ninguna distinción explícita) pero perjudica de modo desproporcionado
a un grupo o grupos específicos. Por ejemplo, una ley que exige que
todas las personas presenten pruebas de un determinado nivel
educativo como requisito previo para ejercer su derecho al voto tendrá
un efecto discriminatorio indirecto sobre cualquier grupo que tenga
menos probabilidades de haber alcanzado ese nivel educativo (como
los grupos étnicos desfavorecidos o las mujeres).

La discriminación interseccional tiene lugar cuando varias formas de


discriminación se combinan y dejan a un grupo o grupos específicos en
una situación aún mayor de desventaja. Por ejemplo, la discriminación
contra las mujeres en muchos casos supone que a ellas se les pague
menos que a los hombres por el mismo trabajo. La discriminación
contra una minoría étnica suele comportar que a las personas que
forman parte de ella se les pague menos que a otras personas por el
mismo trabajo. Cuando las mujeres pertenecientes a un grupo
minoritario reciben un salario inferior al de otras mujeres, y al de los
hombres del mismo grupo minoritario, sufren discriminación
interseccional debido a su sexo, género y origen étnico.
¿Qué impulsa la
discriminación?
En el fondo de todas las formas de discriminación están el prejuicio
basado en conceptos de identidad y la necesidad de identificarse con
un grupo determinado. Esto puede generar división, odio e, incluso,
la deshumanización de otras personas porque tienen una identidad
diferente.

En muchas partes del mundo, las políticas de la culpa y el miedo


están en auge. La intolerancia, el odio y la discriminación causan una
fractura cada vez mayor en las sociedades. La política del miedo
divide a la población mientras los dirigentes difunden un discurso
tóxico y culpan de los problemas económicos o sociales a
determinados grupos o personas.

Algunos gobiernos intentan reforzar su poder y el statu quo


justificando abiertamente la discriminación en nombre de la moral,
la religión o la ideología. La discriminación puede incorporarse a la
legislación nacional, a pesar de infringir el derecho internacional:
por ejemplo, la criminalización del aborto, que niega a las mujeres, a
las niñas y a las personas embarazadas los servicios de salud
específicos que necesitan. Las autoridades pueden incluso considerar
que ciertos grupos tienen más probabilidades de delinquir por el
mero hecho de ser quienes son, como los pobres, los indígenas o los
negros. 
Principales formas de
discriminación
La discriminación étnica y racial

El racismo afecta a todos los países del mundo. De forma sistemática, niega a
las personas la totalidad de sus derechos humanos sólo por su color, raza,
etnia, ascendencia (como la casta) u origen nacional. El racismo sin control
puede alimentar atrocidades en gran escala, como el genocidio de Ruanda
en 1994 y, más recientemente, la limpieza étnica y segregación racial de las
comunidades rohinyás en Myanmar.

En India, miembros de las castas dominantes cometen múltiples abusos


contra los derechos humanos de la comunidad dalit. Debido a actitudes
discriminatorias, la policía no se toma en serio los crímenes contra la
comunidad dalit —entre ellos violaciones por parte de grupos, asesinatos, y la
destrucción de sus viviendas— y a menudo no los investiga.

Discriminación contra personas extranjeras o xenofobia

La discriminación contra la población extranjera se basa muchas veces en


ideas de superioridad y racismo fomentadas a menudo por políticos que
buscan chivos expiatorios para problemas económicos y sociales en un
país.  Desde 2008, Sudáfrica ha experimentado varios estallidos de violencia
contra personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes procedentes de
otros países africanos, con asesinatos, saqueos, y quema de tiendas y
negocios. En algunos casos, los discursos cargados de odio de los políticos
han avivado la violencia, al calificar erróneamente a las personas extranjeras
como “delincuentes” y acusarlas de sobrecargar el sistema de salud.
Discriminación contra las personas lesbianas, gays, bisexuales,
transgénero e intersexuales (LGBTI)

En todo el mundo, las personas sufren discriminación por amar a quien


aman, por sentirse atraídas por determinadas personas y por ser quienes
son. Las personas LGBTI pueden ser tratadas injustamente en todas las
esferas de su vida, ya sea en el ámbito de la educación, el empleo, la
vivienda o el acceso a los servicios de salud, y pueden sufrir acoso y
violencia.

Algunos países castigan a las personas por su orientación sexual o su


identidad de género con penas de prisión o incluso con la muerte. Por
ejemplo, en octubre de 2019, el ministro de Ética e Integridad de
Uganda anunció que su gobierno tenía previsto introducir la pena de
muerte para actos sexuales consentidos entre personas del mismo sexo.

Discriminación de género

En muchos países, en todas las regiones del mundo, existen leyes,


políticas, costumbres y creencias que niegan a las mujeres y niñas sus
derechos.

La ley prohíbe a las mujeres vestir como quieran (Arabia Saudí e Irán),
trabajar por la noche (Madagascar) o solicitar un préstamo sin la firma
de su esposo (Guinea Ecuatorial). En muchos países, las leyes
discriminatorias limitan los derechos de las mujeres al divorcio, a la
propiedad, a ejercer control sobre su propio cuerpo y a disfrutar de
protección contra el acoso.
Discriminación por razón de discapacidad

En todo el mundo, 1 de cada 10 personas vive con discapacidad. Sin


embargo, en muchas sociedades, las personas con discapacidades
tienen que enfrentarse al estigma, al ostracismo y a que las traten con
pena o con miedo.

El 80 por ciento de las personas con discapacidad viven en países en


desarrollo. La inmensa mayoría de las personas con discapacidad —el
82 por ciento— viven por debajo del umbral de pobreza. Las mujeres
con discapacidad son dos o tres veces más susceptibles de sufrir abusos
físicos y sexuales que la mujeres sin discapacidad.

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