Modo en que una persona o una sociedad ordenan su sistema de creencias morales en la vida práctica y una manera de hablar o de concebir las cosas. Paradigmas para la comprensión de la Ética El Primer paradigma es el de la ética del bien común dice que la mejor manera de vivir es respetar y cultivar el sistema de valores de la propia comunidad, da mucha importancia a la vida en sociedad, al buscar los valores en la propia tradición, para encontrar ahí el ideal moral que dé sentido a la vida, agrupando armoniosamente a los miembros de su comunidad. “El paradigma de la felicidad”. Resalta el respeto y el cultivo del sistema de valores de la propia comunidad. Es importante para este paradigma el ideal de vida dentro de una comunidad, es que el lenguaje sobre los valores toma gran importancia. ( las virtudes, que representan el lado subjetivo de los valores). El Segundo paradigma es de la ética de la autonomía Dice que la mejor manera de vivir es construyendo una sociedad justa para todos los seres humanos, el que respeta la libertad de cada individuo, sin distinción de culturas ni de religiones, la vida en democracia y con tolerancia. Se habla de normas o principios de acción. “Paradigma de la justicia”. Diferencias entre paradigmas. El sistema de valores, que busca una manera homogénea de interpretar el sentido de la vida, sería contradictorio con este paradigma y sí rige el paradigma del bien común. - En el paradigma de la autonomía se busca un acatamiento racional del gran pacto de la imparcialidad, más allá de regirnos por un sistema de principios, con convicción y compromiso emocional que rigen el paradigma del bien común. El paradigma de la autonomía expresa una desconfianza hacia los sentimientos y las emociones, piensa que pueden conducir al fundamentalismo, al dogmatismo y hasta al fanatismo, por lo que solicita decisiones racionales, sobre las causas y las consecuencias. El paradigma del bien común, las toma más en cuenta para un adecuado juicio de valores. - El paradigma de la autonomía es concebido y formulado desde la perspectiva de la tercera persona, y no de la primera persona como el paradigma del bien común. El paradigma del bien común aspira a los valores. El paradigma de la imparcialidad aspira a las normas.