¿Qué vínculos encuentra entre el derecho y la moral?
En una sociedad primitiva, la base del orden social está constituida
casi exclusivamente por reglas. En una sociedad primitiva, las normas que se siguen y que rigen el comportamiento de los sujetos pertenecen aproximadamente a la clase de reglas del lenguaje: son normas que espontáneamente han surgido, que espontáneamente son seguidas por los miembros del grupo; son normas que no obedecen a un propósito o a una intención creadora deliberada. No hay alguien que en algún momento haya ordenado que los intercambios entre los sujetos, a partir del momento de la orden, se tienen que cumplir. Las relaciones entre la Moral y el Derecho constituyen una de las cuestiones más importantes y complejas de la Filosofía del Derecho. La Moral y el Derecho hacen referencia a una parte importante del comportamiento humano y se expresan, en gran medida, con los mismos términos (deber, obligación, culpa, responsabilidad). Entre las opiniones expuestas por el jusfilósofo Giorgio Del Vecchino y pensadores de la época puedo concluir que los vínculos que existen entre el derecho y la moral es que ambos son sistemas normativos de la conducta humana, porque nos ordenan de tal manera como debemos actuar; van de la mano de la ética, ya que el derecho y la moral siempre van en un fin de unos ideales de honestidad y corrección proyectados por nuestra conciencia; ambos actúan de una forma íntegra en el acto humano; se encuentran íntimamente relacionados, pero son órdenes normativos distintos no equiparables. La moral es un elemento interno de nuestra conciencia porque nos dicta de manera individual y naturalmente como debemos actuar. El Derecho es un elemento exterior que forzosamente llega a nuestro ámbito que nos dicta como debemos actuar en sociedad. En pocas palabras la moral es el orden de la persona, mientras que el Derecho es el orden de la sociedad. Por lo tanto ambos son muy importantes y necesarios para nuestra convivencia en sociedad, ya que nos rigen de forma interior y exterior, nos dictan como deben ser nuestros comportamientos. Aunque en la moral no habría un castigo legal, por lo que son actos que nos dictan nuestra conciencia y el castigo que podríamos tener es el de recibir lo que doy. En el derecho siempre habrá un castigo para todo, si actuamos mal, si no cumplimos una norma, si insultamos a alguien, si robamos, etc.; para todo recibiríamos un castigo contemplado en su legalidad. El derecho ha venido perdiendo valorización en nuestra sociedad. A las personas no les importa ir a la cárcel o tener que pagar una multa, tampoco les importa si los demás está bien, si robar o matar está bien, solo les importa su bienestar individual y eso es algo que logran conseguir por encima de quien sea. Más que todo siempre actuamos desde nuestra moral, como nos dicta nuestra conciencia pensando que todo lo que hacemos está bien aunque en realidad sabemos que desde el punto de vista del derecho está mal, no nos importa. En conclusión, que el Derecho y la Moral sean diferentes no significa que entre ambos órdenes exista una separación absoluta, como pretenden algunas concepciones positivistas: por el contrario, el Derecho y la Moral están íntimamente conectados, y la pista para esa conexión nos la da precisamente algo que hemos dicho antes: la Moral es el orden de la persona, y el Derecho el orden de la sociedad. Que la Moral sea el orden de la persona y el Derecho el orden de la sociedad nos muestra que la Moral y el Derecho son distintos, pero a la vez nos muestra que están íntimamente relacionados, pues la dimensión social es precisamente una dimensión esencial de la persona humana, y la armonía social es uno de los fines existenciales del hombre en función de los que valorar la corrección moral de nuestros comportamientos.