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Otras clasificaciones para el conocimiento

Bienvenidos,

En la clase pasada adelantamos que el conocimiento podía clasificarse de diversas maneras y


comentamos la primera de estas clasificaciones, diferenciando al conocimiento compartido y el
conocimiento personal.

Comentamos en su oportunidad que ambos tipos de conocimientos, según dicha


clasificación, comparten un terreno y trabajan con cierta interdependencia: el conocimiento
compartido ayuda a generar nuevo conocimiento personal y el conocimiento personal amplía y
complementa al conocimiento compartido.

Pues esta segunda clasificación comparte la característica de la interdependencia y la


ejercita, tal vez, un poco más que la clasificación anterior (pero esto ya es una concepción
meramente subjetiva de mi parte) y se trata de una clasificación tripartita, es decir, de tres
tipos: conocimiento experiencial, habilidades y afirmaciones de conocimiento.

Mantengamos la metáfora de los mapas y la navegación para dar un primer acercamiento a


esta clasificación: el conocimiento experiencial es el caminar un sendero, una ruta; las
habilidades, el saber usar una brújula o un mapa; y las afirmaciones de conocimiento son el
saber que las líneas del mapa representan los contornos del paisaje o que el sendero marcado
lleva a la cumbre.

Así que comencemos por el principio, el conocimiento experiencial. Este primer tipo de
conocimiento es aquel que se obtiene por medio de la vivencia, “experimental” de experimento,
de práctica; es el resultado directo de ser humanos y estar vivos. Pero no se queda en esa
esfera, pues también incluye a la reflexión, recurrir a experiencias pasadas para analizarlas,
aplicar nuestros conocimientos actuales para desentrañar vivencias anteriores. De esta forma
podemos entender que el conocimiento experimental son ambas vertientes: la experiencia y la
reflexión.

Sobre la experiencia, no hay mucho que no hayamos dejado por fuera en la explicación
anterior, es el resultado de una vivencia y por lo tanto es único, sin importar cuantas personas
vivan un mismo fenómeno, cada uno de ellos lo registrará de forma distinta, sus percepciones,
sesgos, los apartan del resto.

Por otro lado, la reflexión requiere un poco más de detalle. Si decimos que el primer tipo de
conocimiento es experimental, ¿Por qué la reflexión forma parte de esta?

Pues ella es parte de este conocimiento experimental por la misma razón por la cual las
vivencias están en ella, se trata de un análisis de experiencias… intentaré ser un poco más claro:
Cuando sucede un evento y lo presenciamos, no sólo estamos registrando el evento, estamos
comparando este con nuestros conocimiento anteriores, estamos organizando, distribuyendo,
explicando y sintiendo la situación; hablábamos de “experiencial” por experimento y así lo es.

La reflexión pasa por ese mismo proceso, solo que esta vez, la variable personal ha cambiado,
pues no se trata del mismo individuo que registró el suceso, sino uno con más conocimientos.
Se dice que la experiencia es la mejor profesora de la vida, pero esto no podría ser cierto si no
pudiéramos “experimentar” los sucesos desde nuevas perspectivas, con nuevos conocimientos,
con opiniones distintas; no podríamos aprender de los eventos que vivimos si no pudiéramos
acceder a ellos y re analizarlos.

¿Cuántas veces no hemos pasado por situaciones que parecen negativas en el momento,
pero que luego, en retrospectiva, fueron positivas para tu desenvolvimiento incluso si fueron
eventos “malos”? Eso es el resultado de este proceso reflexivo, de esta reflexión sobre
experiencias.

Pasemos ahora a la segunda “clase” de conocimiento: Las habilidades. Con lo que


desarrollamos anteriormente, es posible comenzar a ver la fuerte interconexión que toda esta
clasificación posee entre sí y con “las habilidades” es aún más visible. Supongamos que has
comprado uno de esos muebles ensamblables (!), debe incluir un manual de instrucciones, los
pasos, las herramientas necesarias, todo; Podríamos decir, sin duda alguna, que adquiriste un
conocimiento experimental, pero ¿podrías decir que adquiriste la “habilidad” de armarlo?

Una forma más simple de entender las “habilidades” es reduciendo su título a uno más
descriptivo: conocimiento procedimental o mejor aún, el “saber cómo”. El acto repetitivo de
ciertas acciones, ciertas experiencias, que te permiten comprender el proceso por el cual
ocurren las cosas y no las cosas en sí (aunque si definimos al proceso como una cosa a conocer,
técnicamente si estamos conociendo una cosa en sí, pero no se pierdan). Estas habilidades
están fuertemente relacionadas con la experiencia, después de todo, hacen falta vivencias para
poder retomar y repasar para poder comprender su proceso, su “como”.

Aun así, las habilidades tampoco son iguales entre las personas: podrías decir, después de
mucho tiempo jugando fútbol que “sabes cómo jugar fútbol”, pero eso no significa que sepas al
nivel de un jugador profesional; no desestima tu habilidad, tu conocimiento procedimental.

Por último, tenemos las “afirmaciones de conocimiento”. sobre estas podríamos hacer la
misma reducción utilizada para las habilidades, puesto que si estas últimas son el “saber cómo”,
las afirmaciones de conocimiento son el “saber que”. Dijimos que las experiencias son lo que
percibimos y las habilidades lo que “entendemos”, pues las afirmaciones de conocimiento son,
precisamente, lo que afirmamos.

Y aquí viene la parte confusa, así que no se pierdan: no hablamos de lo que lo que sabemos o
de lo que es verdad, estamos refiriendo a lo que decimos que sabemos. Estamos poniendo en
palabras lo que nuestra cabeza ha recopilado como conocimiento y, como el resto de los tipos
planteados, no se tratará jamás de la representación exacta de lo que está en nuestra cabeza,
de ese “objeto” que tanto nombramos al hablar del conocimiento.

Tampoco podemos referirnos a estas afirmaciones como “verdades” pues no siempre es el


caso, las afirmaciones de conocimiento que no son verdad son precisamente “falacias” o un
argumento que es presentado como válido o cierto pero que no lo es; puede ser de lleno una
mentira, un argumento que es falso y se presenta con la intención de engañar al otro. Decir “Sé
que Sudáfrica ganó el mundial 2010” es una afirmación de conocimiento, no es cierta, pero es
una afirmación.
Lo importante de este tipo de conocimiento es que lo identifiquemos, que podamos precisar
entre los otros; el expresar en palabras los conocimiento adquiridos por la experiencia y su
reflexión o la explicación del proceso por el cual llegaste a cierta conclusión, ese acto consciente
de presentar tus conocimientos ante otros (o ante tí mismo) son consideradas afirmaciones.
Pueden ser afirmaciones personales (Yo se que…) o pueden ser el resultado de un conocimiento
compartido (Sabemos que.../ Se sabe que.../ entre otros)

El la próxima clase discutiremos un poco más sobre este último tipo de conocimiento, las
afirmaciones de conocimiento.

Muchas gracias por su atención.

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