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LA LITERATURA DE LA
PRIMERA MITAD DEL SIGLO
XIX: El Romanticismo
Lengua castellana y Literatura (4º ESO)
REBELDÍA
AFÁN DE EVASIÓN
INDIVIDUALISMO
IDEALISMO
GENIO CREADOR
PROYECCIÓN DE LA NATURALEZA
EL GUSTO POR LA FANTASÍA
EL NACIONALISMO
1. EL ROMANTICISMO
LA REBELDÍA
EL AFÁN DE EVASIÓN
El rechazo de la sociedad en que viven provoca en los artistas un deseo de huida, que
puede orientarse en el espacio o en el tiempo.
INDIVIDUALISMO
IDEALISMO
EL GENIO CREADOR
LA PROYECCIÓN DE LA NATURALEZA
NACIONALISMO
EL AMOR
EL AMOR
Vinculado al tema del amor aparece el tema de la mujer con dos papeles:
LA CREACIÓN POÉTICA
LA REBELDÍA
El mendigo
Con todo, en el Romanticismo español
hay dos corrientes: la conservadora,
apegada a las tradiciones, y la liberal o
revolucionaria, defensora de las
libertades.
El bandolero
El pirata
2. LA POESÍA ROMÁNTICA
LA MUERTE
LA NATURALEZA
LENGUAJE Y MÉTRICA
MÉTRICA
LENGUAJE Y MÉTRICA
José de Espronceda
2. LA POESÍA ROMÁNTICA
MOTIVOS TRADICIONALES.
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
2. LA POESÍA ROMÁNTICA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
2. LA POESÍA ROMÁNTICA
RIMAS
RIMAS
Tras su muerte, sus amigos prepararon una edición de las Rimas, publicada en 1871, en la
que los poemas aparecen ordenados en cuatro grupos
Amor
Soledad y muerte
RIMA XXXI
RIMA XI
RIMA LXVI
Rima XLI
RIMA XLVIII
Comparación
Como se arranca el hierro de una herida
Hipérbole
su amor de las entrañas me arranqué,
aunque sentí al hacerlo que la vida
me arrancaba con él.
Metáfora: la amada como dios.
Del altar que le alcé en el alma mía
la Voluntad su imagen arrojó, La razón (voluntad) / la pasión (fe)
y la luz de la fe que en ella ardía Luz-fuego = amor
ante el ara desierta se apagó.
Comparación
RIMA XLIV Hipérbaton
Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio Interrogación retórica: emoción,
risas que se desmienten con los ojos?
patetismo.
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
Diálogo
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre y también lloro.
Exclamaciones, puntos suspensivos:
énfasis en la emoción.
2. LA POESÍA ROMÁNTICA
RIMA X
RIMA IX
TEMAS
El dolor y la soledad
Tratados desde una visión pesimista de la vida. El
dolor vital, que impregna todos los aspectos de la
vida, se une al desengaño, al rechazo y al
cansancio de vivir.
2. LA POESÍA ROMÁNTICA
TEMAS
Galicia
Sus costumbres, sus paisajes, su lengua, sus
creencias, sus personajes La autora dedica
especial atención a la denuncia de la injusticia en
que vive el pueblo gallego.
2. LA POESÍA ROMÁNTICA
TEMAS
Recursos de repetición
Anáforas y paralelismos que recuerdan
ESTILO características de la poesía popular.
Además de aportar ritmo, sirven para
En el estilo de la poesía de esta remarcar ciertas ideas.
escritora gallega predominan el
lirismo contenido y la sobriedad. Contrastes y comparaciones
Hay que destacar la reiteración Para conseguir una mayor claridad.
de ciertos rasgos algunos de los
cuales se identifican al final de su Símbolos
obra.
El clavo = dolor
El hueco que deja el clavo = soledad
La fuente = la vida opuesta a la muerte
El camino = la vida como trayectoria.
2. LA POESÍA ROMÁNTICA
ROSALÍA DE CASTRO
Inacabable angustia
hondo dolor del alma
recuerdo que no muere
deseo que no acaba
vigilia de la noche
torpe sueño del día
es lo que queda del placer gustado
es el amargo fruto de la vida.
3. LA PROSA
ROMÁNTICA
3. LA PROSA ROMÁNTICA
Leyendas (1860-1864)
3. LA PROSA ROMÁNTICA
Leyendas (1864)
-Mirad- le dije-, monsieur Sans-délai, que así se llamaba; vos venís decidido a pasar quince días, y a
solventar en ellos vuestros asuntos.
-Permitidme, monsieur Sans-délai [ ] que os convide a comer para el día en que llevéis quince
meses de estancia en Madrid.
-¿Cómo? [ ]
-Os aseguro que en los quince días con que contáis, no habréis podido hablar siquiera a una sola de
las personas cuya cooperación necesitáis. [ ]
3. LA PROSA ROMÁNTICA
Amaneció el día siguiente, y salimos entrambos a buscar un genealogista, lo cual sólo se pudo hacer preguntando
de amigo en amigo y de conocido en conocido: encontrámosle por fin, y el buen señor, aturdido de ver nuestra
precipitación, declaró francamente que necesitaba tomarse algún tiempo; instósele, y por mucho favor nos dijo
definitivamente que nos diéramos una vuelta por allí dentro de unos días. [ ]
Pasaron tres días: fuimos.
-Vuelva usted mañana- nos respondió la criada-, porque el señor no se ha levantado todavía.
-Vuelva usted mañana- nos dijo al siguiente día-, porque el amo acaba de salir.
-Vuelva usted mañana porque el amo está durmiendo la siesta.
-Vuelva usted mañana porque hoy ha ido a los toros.
[ ] Vímosle por fin, y "Vuelva usted mañana -nos dijo-, porque se me ha olvidado. Vuelva usted mañana, porque
no está en limpio". [ ]
-¿Qué os parece de esta tierra, monsieur Sans-délai?- le dije al llegar a estas pruebas.
-Me parece que son hombres singulares...
- Pues así son todos. No comerán por no llevar comida a la boca.
3. LA PROSA ROMÁNTICA
Dirigíanse las gentes por las calles en gran número y larga procesión, serpenteando de unas en
otras como largas culebras de infinitos colores: ¡al cementerio, al cementerio! ¡Y para eso
salían de las puertas de Madrid!
Vamos claros, dije yo para mí, ¿dónde está el cementerio? ¿Fuera o dentro? Un vértigo
espantoso se apoderó de mí, y comencé a ver claro. El cementerio está dentro de Madrid.
Madrid es el cementerio. Pero vasto cementerio donde cada casa es el nicho de una familia,
cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazón la urna cineraria de una esperanza o
de un deseo.
Entonces, y en tanto que los que creen vivir acudían a la mansión que presumen de los
muertos, yo comencé a pasear con toda la devoción y recogimiento de que soy capaz las calles
del grande osario.
3. LA PROSA ROMÁNTICA
Llegada la hora fatal, entonan todos los presos de la cárcel, compañeros de destino del
sentenciado, y sus sucesores acaso, una salve en un compás monótono, y que contrasta
singularmente con las jácaras y coplas populares, inmorales e irreligiosas, que momentos antes
componían, juntamente con las preces de la religión, el ruido de los patios y calabozos del espantoso
edificio. El que hoy canta esa salve se la oirá cantar mañana. Enseguida, la cofradía vulgarmente
dicha de la Paz y Caridad recibe al reo, que, vestido de una túnica y un bonete amarillo, es trasladado
atado de pies y manos sobre un animal, que sin duda por ser el más útil y paciente es el más
despreciado; y la marcha fúnebre comienza.
Un pueblo entero obstruye ya las calles del tránsito. Las ventanas y balcones están coronados de
espectadores sin fin, que se pisan, se apiñan y se agrupan para devorar con la vista el último dolor
del hombre.
- ¿Qué espera esa multitud? - diría un extranjero que desconociese las costumbres -¿Es un rey el
que va a pasar, ese ser coronado que es todo un espectáculo para el pueblo? ¿Es un día solemne?
¿Es una pública festividad? [ ] ¿Qué curiosea esta nación?
Nada de eso. Ese pueblo de hombres va a ver morir a un hombre.
-¿Dónde va?
-¿Quién es?
-¡Pobrecillo!
- Merecido lo tiene.
-¡Ay, si va muerto ya! [ ]
3. LA PROSA ROMÁNTICA
He aquí las preguntas y expresiones que se oyen resonar en derredor. Numerosos piquetes de
infantería y caballería esperan en torno del patíbulo [...] ¡Siempre bayonetas en todas partes!
¿Cuándo veremos una sociedad sin bayonetas? [...]
Un tablado se levanta en un lado de la plazuela: la tablazón desnuda manifiesta que el reo no es
noble. ¿Qué quiere decir un reo noble? ¿Qué quiere decir garrote vil? Quiere decir indudablemente
que no hay idea positiva ni sublime que el hombre no impregne de ridiculeces. Mientras estas
reflexiones han vagado por mi imaginación, el reo ha llegado al patíbulo [...] Las cabezas de todos,
vueltas al lugar de la escena, me ponen delante que ha llegado el momento de la catástrofe; el que
sólo había robado acaso a la sociedad, iba a ser muerto por ella; la sociedad también da ciento por
uno; si había hecho mal matando a otro, la sociedad iba a hacer bien matándole a él. Un mal se iba a
remediar con dos. El reo se sentó por fin. ¡Horrible asiento! Miré el reloj: las doce y diez minutos; el
hombre vivía aún... De allí a un momento, una lúgubre campanada de San Millán [ ] resonó por la
plazuela. El hombre no existía ya [ ]. sociedad, exclamé, estará ya satisfecha: ya ha muerto un
.
4. EL TEATRO
ROMÁNTICO
4. EL TEATRO ROMÁNTICO
El drama fue el género predominante en el Romanticismo. Sus rasgos son los siguientes:
El drama fue el género predominante en el Romanticismo. Sus rasgos son los siguientes:
El drama fue el género predominante en el Romanticismo. Sus rasgos son los siguientes:
Personajes: el héroe
El drama fue el género predominante en el Romanticismo. Sus rasgos son los siguientes:
Forma