Está en la página 1de 8

LA LECCIÓN DE LA LENGUA EXTRANJERA

En la historia de enseñanza el sistema de aprender en clases es el sistema más antiguo de la


organización de los estudios.
La lección de la lengua extranjera es la principal unidad organizativa en la organización del
proceso de enseñanza pero a la vez es una unidad autónoma y completa. En ella se sintetizan las
regularidades de la enseñanza, cooperan de una forma orgánica los objetivos, el contenido y los
métodos.
La esencia de la lección como una unidad autónoma se basa en su contenido metodológico,
es decir, en el conjunto de disposiciones que determinan sus peculiaridades, estructura, tipos y
métodos de funcionamiento.
La orientación comunicativa de la lección de la lengua extranjera (LE). La prerrogativa
de la actividad comunicativa en el proceso de enseñanza supone la formación de cuatro tipos de esta
actividad: comprensión auditiva, expresión oral, comprensión de lectura y expresión escrita. Para
conseguir esta meta es necesaria, primero, la orientación práctica de la lección, es decir, tienen
que prevaler durante la clase las actividades de desarrollo de las habilidades y destrezas
comunicativas en vez de explicación y reflexión de los conocimientos. Además, la orientación
comunicativa de la lección significa el carácter comunicativo de las actividades puestas en práctica
durante la lección. La práctica comunicativa es siempre una actividad comunicativa en nuevas
situaciones con una cierta meta de alcanzar. Realizando la actividad comunicativa el alumno supera
la tarea comunicativa planteada por el profesor, su habla está relacionada con una concreta situación
comunicativa real o creada de una forma artificial.
El carácter global (integral) de la lección de LE. Esta peculiaridad de la lacción se basa en
la naturaleza del habla: en la comunicación todos los tipos de actividades cooperan entre ellas,
favorecen la formación de cada una. O sea, en la leccion de LE todos los niveles del idioma –
fonético, léxico, gramático- se aprenden de un modo coordinado igual que la enseñanza de los tipos
de la actividad camunicativa. Así, cada parte del material del habla debe ser trabajada en todos los
tipos de la actividad comunicativa. Por ejemplo, aprendiendo la estructura de la activa base
gramatical, hay que prever ejercicios de audición, expresión oral, comprensión de lectura y de
expresión escrita de este tema. Para adquirir la pasiva base gramatical es necesaria la práctica en
lectura y audición. A pesar de eso, durante la lección no es obligatorio desarrollar en la misma
medida todos los tipos de la actividad comunicativa. Uno o dos de ellos van a sobresalir.
La lengua extranjera es el objetivo y medio de la enseñanza. Estas exigencias para la
lección están vinculadas con el uso de los medios de ejemplos directos realizados por el profesor
para que los alumnos adquieran la actividad en la LE. El habla del profesor realiza dos funciones
importantes. La primera, se usa para organizar el proceso de enseñanza y educación durante la
lección. Por eso tiene que ser claro, correcto, bien estructurado y económico. La segunda, es que el
habla del profesor es el medio de la enseñanza que debe servir de ejemplo y motivar a los alumnos
a aprender.
Ya que crear un ambiente auténtico de la lengua meta tiene que ser la prerrogativa del
profesor, él debe intentar usar solamente el idioma extranjero durante la clase. Al principio está bien
que el profesor traduzca a los alumnos sus frases a la lengua materna, y con el tiempo limitar su
presencia acudiendo a su uso sólo en los casos más necesarios. Hay que mencionar que el discurso
del profesor en la clase no debe superar el 10% del tiempo total, ya que el 90% del mismo tiene que
ocupar la actividad del alumno.
Alta participación de las actividades mentales y comunicativas del alumno. La eficacia
de la clase se determina con el nivel de la participación mental y comunicativa de los alumnos, por
eso la tarea del profesor es motivarlos a realizar una actividad mental activa y actividad
comunicativa expresiva. Los factores, que estimulan este tipo de actividades, cuentan con el uso de
material didáctico informativo y de contenido que está a nivel del desarrollo intelectual de los
alumnos; cuenta con los ejercicios que hacen al alumno superar la tarea comunicativa, a expresar
sus opiniones propias; con los modos de la enseñanza que dan la posibilidad a cada alumno a
realizar la actividad comunicativa y aumentan su tiempo activo en la clase (trabajo individual, en
grupos, etc.). Eso quiere decir que el elemento dominante en la clase debe ser el alumno y no el
maestro. Estas exigencias corresponden al método activo (el método de acción) según el cual en el
centro de la enseñanza se ubica el sujeto – el alumno. El profesor, a su vez, organiza, y corrige el
proceso de enseñanza apoyándose en las necesidades de los alumnos, su nivel de hábitos y
conocimientos.
La variedad de actividades realizadas por los alumnos. Según las nuevas tendencias en la
enseñanza, donde el alumno es el sujeto de la actividad de enseñanza, lo actual es utilizar las formas
que intensifiquen el aprendizaje, estimulen la participación del alumno y al mismo tiempo le
permitan a el mismo controlar el ritmo y las condiciones de realización de la actividad. Las
exigencias acerca de la variedad de actividades en la clase son especialmente importantes para el
aprendizaje de la expresión oral, porque en cambio de la audición o comprensión de lectura, ésta
necesita un contacto que tiene que ser proveído por el profesor.
Un buen fruto en este sentido nos da la combinación de las formas individuales del trabajo
con las colectivas. Entre las formas individuales encontramos las del trabajo simultáneo (la
respuesta del alumno según el turno), examinación de unos cuantos alumnos, las actividades
individual-colectivas (realización individual sincronizada de las tareas de audición, lectura y
escritura). Las formas colectivas del trabajo abarcan las actividades colectivas en parejas con o sin
cambiar de compañero y en los grupos pequeños de tres a cinco alumnos (realización individual
sincronizada en grupos de dos, tres y más alumnos), repetición en coro en el ritmo de grupo-grupo,
grupo-un alumno, un alumno-grupo. Los trabajos colectivos en grupos son perspectivos para el
aprendizaje de la comunicación ya que además de aumentar el tiempo activo del alumno durante la
clase ayudan a quitar el miedo de cometer errores.
La motivación de las actividades de la enseñanza. La motivación se determina por el
mundo sujeto del alumno, son sus propias ganas de aprender, su interés personal en el aprendizaje.
En la lección de la LE la motivación se consigue con los siguientes factores.
Lo primero, el material que se utiliza en la clase tiene que estar acorde de los intereses y
necesidades del alumno. Nos puede servir no sólo un texto intresante sino también una canción,
poesía, anécdota etc.
Lo segundo, los modos de trabajar con el material tienen que atraer al alumno. Aquí nos
ayudan las formas colectivas de trabajo donde el alumno se siente como un sujeto de la
conversación, también los juegos.
Lo tercero, el alumno debe estar consciente de su nivel de la LE lo que da la sensación de
autosatisfacción, el sentido de avance. Para que la tarea sea comprensible y asequible para el
alumno, este último tenga que poder apoyarse en un modelo, sugerencias, claves para realizar
autocontrol, lo que se consigue utilizando tanto medio técnicos como los no técnicos.
Lo cuarto, la motivación la favorece el ambiente positivo durante la lección. La atmósfera
de amistad, tranquilidad, confianza, igualdad en la comunicación provoca en el alumno la
satisfacción del proceso de aprendizaje, el deseo de colaborar y participar.
TIPOS Y ESTRUCTURA DE LAS LECCIONES DE LA LE
Los principales criterios para clasificar las lecciones de la lengua extranjera (LE) son las
metas de las lecciones y el nivel de formación de destrezas y hábitos. Actualmente en la
metodología todas las lecciones las dividen en dos principales tipos. El primer tipo – son las
lecciones que están centradas en la formación de hábitos comunicativos del uso del material
comunicativo. En ellas prevalece el conocimiento del nuevo material comunicativo y el
entrenamiento para su uso en audición, comunicación, lectura y escritura. El segundo tipo – son
lecciones dirigidas al desarrollo de las destrezas comunicativas. En ellas prevalece la práctica en la
actividad comunicativa, a la que pueden prevenir unos ejercicios preparativos.
Lógicamente, estos tipos de lecciones no se presentan en una forma absoluta y separada. Las
lecciones de la LE se agrupan por rasgos comunes, pero se realizan en diferentes variantes
formando así distintos tipos de lecciones dependiendo del carácter de la actividad educativa.
Lógica de las lecciondes del primer tipo se determina por las peculiaridades del material
nuevo y por el tipo de su actividad comunicativa donde se utilizará. Dentro de las lecciones de este
tipo podemos diferenciar las del conocimiento de las nuevas unidades léxicas (UL) y formación de
los hábitos léxicos de la comunicación oral y lectura, del conocimiento de las nuevas estructuras
gramaticales (EG) y formación de receptivas destrezas gramaticales etc.
El esquema de las lecciones del segundo tipo depende de la forma de la actividad
comunicativa que se desarrolla y de las peculiaridades de su desarrollo en los alumnos. Pueden ser
las lecciones del desarrollo de los hábitos de audición y comunicación, del habla oral y lectura,
comunicación y escritura etc.
La estructura de la lección se determina por su contenido y posición dentro del ciclo de
lecciones. Tradicionalmente la lección se compone de etapas. La noción de “etapa” está relacionada
con el avance hacia la meta determinada enmarcado con un período de tiempo, por eso en la
didáctica la etapa es unos de los elementos estructurales de la lección. Pero, hay que mencionar, que
solo el contenido, “conjunto” de etapas de la lección organizadas en una cadena sucesiva, no
forman su estructura: la lección no es una estructura sumaria sino acabada (íntegra). La estructura
de la lección se determina con un conjunto de normalidades de su organización interior según las
cuales se agrupan sus etapas.
En su estructura acabada (íntegra) se diferencia el inicio, la parte básica y el final de la
lección (el cierre).
Entre los principales componentes del inicio de la clase encontramos el momento
organizativo y el ejercicio comunicativo (зарядка). El inicio ejerce dos funciones importantes:
organizar el grupo para realizar un trabajo activo en la lección (saludo, preparar a los alumnos para
que puedan colaborar, avisar los objetivos y metas de la lección) y crear atmósfera adecuada de la
lengua extranjera con el fin de llevar a los alumnos a la actividad comunicativa en este idioma.
Hay que prestar una atención especial al ejercicio comunicativo. La razón psicológica de
haber destacado este componente está determinada con la necesidad de la afinación (del ajuste) de
los aparatos articulatorio y del oído de los alumnos y transformarlos del nativo al idioma extranjero.
Lo tradicional es hacer el ejercicio comunicativo en forma de charla con los alumnos de una
situación determinada. Debe incluir el material adquirido y ser psicológicamente motivada, es decir,
natural. De pretexto para la charla puede servir un acontesimiento actual, un caso o una noticia. Los
diálogos estereotípicos del tiempo, estaciones del año no dan a los alumnos las emociones
necesarias para la práctica comunicativa en la lección.
Además de esto, para coger el ambiente del idioma que se aprende, es bueno hacer una
audición de cuentos breves, aprender un trabalenguas, un verso, hacer un ejercicio de fonética, etc.
Hay que evitar la rutina a la hora de realizar el ejercicio comunicativo ya que esto apaga el interés
hacia la lengua meta. La novedad de su contenido, un ambiente amistoso, da a la lección un toque
necesario, activa la participación de alumnos en las actividades comunicativas posteriores.
Durante la parte básica de la lección se resuelven sus objetivos principales. Ella se
compone de los siguientes elementos: presentación de material nuevo, ejecución de los ejercicios
por parte de los alumnos para usar dicho material en la comunicación, prácticas en la actividad
comunicativa, sistematización / generalización de lo adquirido y el control de las destrezas y hábitos
comunicativos.
A la hora de presentar el material nuevo es muy importante acertar con la cantidad del
material para esta lección, el orden que hay que seguir, y la proporción del tiempo entre la
presentación y la práctica, poniendo énfasis en la segunda.
La mayor parte de la clase la ocupan los ejercicios y las prácticas en la actividad
comunicativa. Son sus componentes dominantes. La peculiaridad del proceso de enseñanza de
idiomas es lo que durante la lección tiene lugar no solo ejecución del material recién presentado
sino también del no adquirido todavía pero presentado antes. Es decir, que el carácter de la
ejecución o práctica dependerá de la meta de la clase marcada por el profesor. Hay que acordarse de
que dicha meta de la lección debe ser realizada en el conjunto de ejercicios que combina
perfectamente ejercicios tanto condicional-comunicativos (para formación de las destrezas) como
los comunicativos (para el desarrollo de los hábitos).
Formación de buenos hábitos y destrezas es imposible sin globalización de lo aprendido, sin
sistematizar los conocimientos, hábitos y destrezas adquiridos. Por eso hace falta incluir en la
lección los objetivos y globalización de lo aprendido. Hay que mencionar que dichos objetivos
pueden tratar no solo sistematización del material del habla sino la actualización de hábitos y
destrezas entre los temas aprendidos.
El control de los hábitos y destrezas comunicativos se realiza o directamente durante el
proceso de aprendizaje (el control diario) o en la etapa de terminar el tema o cierto período de
estudios (el control temático o final). En el primer caso el control, que es un componente autónomo
de la clase, no requiere un tiempo especial como sucede en el segundo caso cuando el control puede
ocupar una parte de la lección o incluso la lección entera.
Merece un momento especial el control o revisión de los deberes en la clase. Si los ejercicios
hechos tienen que ser corregidos durante la lección, hay dos maneras de hacerlo: dedicar una parte
de la clase a esto (que es lógico teniendo en cuenta el objetivo de una clase concreta), o incluir el
ejercicio de casa en un ejercicio correspondiente de la lección lo que actualiza el material de los
deberes de casa y en dicho proceso tiene lugar el control y la calificación del trabajo de casa. Las
dos maneras son eficaces a condición de que la revisión de los deberes de casa no se separe
artificialmente de las etapas de la lección, o sea, no distruye su lógica.
El final de la clase debe hacer conclusiones de lo logrado durante la lección. Sus
componentes son: hacer las conclusiones de la clase y dar los deberes de casa. Finalizando la clase
el profesor avisa los éxitos de los alumnos, fijándose a su vez en los momentos de fallos, motiva y
pone las notas, explica las tareas de casa. A la hora de dar los deberes es mejor apuntarlo en la
pizarra, dar instrucciones cortas en cuanto a los modos de hacerlo. En algunos casos hace falta
asegurarse si los alumnos han entendido cómo hacerlo y si han tomado notas necesarias.
En esta estructura de la lección no todos los componentes son permanentes. No en cada clase
tiene lugar la presentación de material nuevo, sistematización de lo aprendido, etc. La proporción
completa entre los componentes de la lección, su orden y correlación dependen del tipo de la
lección.
El esquema de abajo totaliza lo dicho:
Partes
Componentes Componentes
de la Componentes de la lección
permanentes variables
lección
Inicio de la clase
I Momentos organizativos .+
Ejercicio comunicativo o fonético .+
La parte básica de la clase
Presentación de material nuevo .+
Ejecución de ejercicios de comunicación .+
Práctica de comunicación .+
II
Sistematización de lo aprendido .+
Control de hábitos y destrezas
- notas diarias .+
- notas temáticas, finales .+
El final de la clase
III Dar los deberes de casa .+  
Hacer conclusiones de la clase .+  

Pues la estructura de la clase refleja normalidades del proceso de enseñanza, su lógica.


Los componentes de la clase hay que distinguirlos de sus etapas. Así, la presentación del
material, ejecución y prácticas en la comunicación también pueden ser las etapas de la lección, pero
el control diario de hábitos y destrezas de los alumnos no puede clasificarse como una etapa aparte.
El orden de seguir los componentes no es permanente: depende de la meta de la lección, su
relación con la clase anterior y la posterior, del carácter del material.

ANÁLISIS DE LA CLASE DE LE

El alto profesionalismo el dominio del arte pedagógico del profesor se consigue no sólo en
un proceso sistematizado, consciente y creativo de la preparación de sus clases, sino también
gracias al análisis y generalización de la experiencia de sus compañeros, enriqueciendo de esta
forma su práctica con eficaces métodos de enseñanza. Es decir, saber observar y analizar el proceso
pedagógico es profesionalmente imprescindible. Forma parte de la base de una realización exitosa
de la función de investigación del profesor y a su vez es una base para adquirir los conocimientos de
autoanálisis.
El análisis de la clase de le lengua exytanjera exige tener conocimientos tanto generales en
cuanto a la lección como hábitos especiales para su observación y valoración. La dificultad del
análisis del mismo consiste no sólo en su carácter multiaspectual sino también en la peculiaridad de
algunos de sus componentes y tipos. Pero existen unas características que son obligatorias para
cualquier tipo de clase de la lengua extranjera. Son, ante todo, la adecuación de una clase concreta
con las exigencias principales, acorde con la especialidad de objetivos, contenido y tecnologías de
enseñanza de esta asignatura en los centros docentes. La realización precisamente de estas
exigencias tiene que ser la meta del análisis general de la clase de la lengua extranjera, el fin del
cual es la valoración total de la leción a través de sus peculiaridades, que son típicas para todos los
tipos de clases. Entre estas exigencias podemos destacar:
‒ claridad de objetivo de la clase;
‒ integridad (цілісність) estructural y el contenido de la clase;
‒ participación de los alumnos en la clase;
‒ adecuación de la conducta lingual del profesor con los objetivos, contenido y condiciones de la
enseñanza;
‒ eficacia de la clase.
Podemos hablar de los siguientes esquemas del análisis general y profundo de la clase del
idioma extranjero, cuyos elementos estructurales son las exigencias principales de la lección de la
LE.

El esquema del análisis general de la clase


1. Claridad de objetivo de la clase
‒ Definir el tema de la clase, su lugar en el ciclo temático, el tipo de la lección.
‒ Nombrar los objetivos de la clase: prácticos, educativos, generales, de desarrollo.
‒ Establecer la adecuación de los objetivos marcados con su lugar en el ciclo temático y tipo de la
clase.
2. Estructura y tipo de la clase
‒ Marcar las etapas de la clase en su turno de desarrollo.
‒ Establecer la adecuación de los métodos (procedimientos) de la enseñanza con los objetivos
principales de la lección.
‒ Valorar (calificar) la racionalidad de correlación entre los ejercicios de entrenamiento y del habla.
‒ Nombrar los medios adicionales del aprendizaje que se han utilizado y valorar su adecuación y
eficacia.
‒ Definir el valor educativo, del desarrolo, de la formación que contienen los ejercicios y el material
lingual de la clase, su adecuación con los intereses de la edad de los alumnos.
3. Participación de los alumnos en la clase
‒ Definir las principales formas de la interacción entre profesor y alumno, su papel /en qué etapa,
para la realización de qué tareas/ y eficacia.
‒ Nombrar medios de estimular la actividad comunicativa e intelectual del alumno.
4. Comportamiento comunicativo del profesor
‒ Definir el habla del profesor a la norma lingual, su adaptación al nivel de conocimientos
comunicativos del alumno y exigencias del programa estudiantil (currículum).
‒ Definir el grado de conocimientos de expresiones del uso en la clase.
‒ Valorar (calificar) la claridad y accesibilidad con las que el profesor explica las tareas para los
alumnos y su manera de dirigirse hacia ellos.
‒ Definir la necesidad del profesor usar la lengua materna en clase.
‒ Determinar la correlación del habla del profesor y alumnos en la clase.
5. Eficacia de la clase
‒ Resumir lo aprendido por los alumnos.
‒ Definir la correspondencia entre el nivel de destrezas y hábitos del habla formados en los alumnos
y los objetivos establecidos.
‒ Valorar (calificar) la objetividad y el potencial motivador de las notas puestas por el profesor.

El esquema del análisis detallado (profundo) de la clase


1. Claridad de objetivo de la clase
‒ Nombrar los objetivos de la clase: prácticos, educativos, generales, de desarrollo.
‒ Establecer la adecuación de los objetivos marcados con su lugar en el ciclo temático-situacional,
el tipo de la clase y etapa de los estudios.
2. Estructura y tipo de la clase
‒ Nombrar las etapas de la clase.
‒ Marcar su orden y el tiempo acorde con los objetivos dados y las peculiaridades de edad de los
alumnos y con las condiciones reales del proceso de enseñanza.
‒ Dar una característica detallada a las etapas realizadas de la clase.
A. El inicio de la clase:
‒ definir la forma de procedimiento y valorar (calificar) tanto el potencial
motivador como la adecuación a las peculiaridades de edad y al nivel de
conocimientos de los alumnos;
‒ formular las tareas (objetivos) educativas del inicio de la clase y establecer
sus relaciones con el fin de la lección;
‒ establecer la correspondecia de las técnicas usadas con los fines marcados;
‒ valorar (calificar) la eficacia de los medios educativos utilizados;
‒ caracterizar el comportamiento del habla del profesor.
B. La parte principal de la clase (incluyendo los elementos concretos de la clase):
a) La explicación del material nuevo:
‒ definir si las técnicas educativas son adecuadas a las etapas de
formación de las destrezas comunicativas, a las dificultades de
adquirir este material y al nivel de conocimientos de los alumnos;
‒ valorar (calificar) el aspecto motivador y comunicador del material
nuevo, la participación comunicativa e intelectual de los alumnos;
‒ nombrar las técnicas utilizadas para realizar el control y valorar
(calificar) su adecuación a los fines marcados;
‒ definir el potencial educativo, de enseñanza, de desarrollo de las
técnicas utilizadas y su adecuación a las peculiaridades de edad de los
almnos;
‒ valorar (calificar) el comportamiento del habla del profesor.
b) La activación de las acciones de los alumnos a la hora de usar el material del
habla:
‒ establecer la adecuación de las unidades del habla y el orden de los
ejercicios a las etapas de formación de las destrezas comunicativas;
‒ difenir la correlación entre los ejercicios del habla y comunicativos y
valorar (calificar) su racionalidad teniendo en cuenta las dificultades
de la adquisición del material del habla;
‒ valorar (calificar) el aspecto motivador y comunicador en el proceso
de entrenamiento (las prácticas);
‒ definir todas las técnicas de activar la participación de los alumnos y
valorar (calificar) su eficacia teniendo en cuenta las peculiaridades de
edad de los almnos;
‒ establecer la relación entre las actividades de entrenamiento con los
deberes de casa, valorar (calificar) la eficacia de las formas de su
corrección;
‒ nombrar los medios educativos adicionales que han sido utilizados,
valorar (calificar) su eficacia y su adecuación a las peculiaridades de
edad y nivel de conocimientos de los alumnos;
‒ definir las técnicas utilizadas para realizar el control y valorar
(calificar) su adecuación a los fines marcados;
‒ definir el potencial educativo, de enseñanza, de desarrollo de las
técnicas educativas que han sido utilizadas;
‒ valorar (calificar) el comportamiento del habla del profesor.
c) Las prácticas de los alumnos en la comunicación:
‒ valorar (calificar) el aspecto motivador y situacional de la
comunicación en el idioma meta de los alumnos;
‒ definir la adecuación de las técnicas metodológicas a las etapas del
desarrollo de las destrezas comunicativas;
‒ nombrar los medios de activar la participación de todos los alumnos;
‒ definir la adecuación de las técnicas de realizar el control a sus
objetos;
‒ establecer la relación entre las actividades de la clase con los
deberes de casa y valorar (calificar) la eficacia de las formas de su
corrección;
‒ definir el potencial educativo, de enseñanza, de desarrollo de las
técnicas educativas que han sido utilizadas;
‒ valorar (calificar) el comportamiento del habla del profesor.
C. El fin de la clase:
‒ valorar (calificar) el momento y claridad de la explicación de los deberes de
casa, su adecuación a la clase dada y el potencial motivador;
‒ definir si hay elementos necesarios para que los alumnos se den cuenta del
nivel adquerido del uso práctico de la lengua;
‒ valorar (calificar) la objetividad de las notas puestas, sus potencias
motivador y educativo.
3. La eficacia de la clase
‒ Definir el grado de eficacia de la utilización del plan de la clase.
‒ Establecer la correlación entre el nivel de las destrezas adquiridas, obtenido en la clase y los
objetivos marcados.
4. Recomendaciones para mejorar la clase
Dependiendo de los resultados de la lección, formalice consejos concretos en cuanto a:
‒ mejorar la selección de las técnicas metodológicas de la enseñanza;
‒ asegurar (proveer) el elemento motivador y comunicador de las actividades;
‒ perfeccionar las formas organizativas de la clase;
‒ el uso racional de los medios adicionales en la clase;
‒ mejorar el comportamiento del habla del profesor.

También podría gustarte