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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD


SERVICIO POLICIAL
CENTRO DE FORMACION UNES APURE

PROCEDIMIENTOS ORDINARIOS EN MATERIA DE


SEGURIDAD Y CUSTODIA

PROF.: WILMER TOVAR. PARTICIPANTE:


-ANDRÉ CARREÑO
C.I.: V- 30.291.081
AMBIENTE 4

San Fernando de Apure, Noviembre de 2021.


INTRODUCCIÓN

Indudablemente son múltiples las variables que intervienen y se interrelacionan para


generar este fenómeno. Su prevalencia se debe no sólo a la incapacidad de la Administración
Penitenciaria para dar respuesta a los pormenores, desviaciones y eventualidades que día a día
se presentan; además, existe una gran cantidad de aspectos y decisiones que corresponden a
diferentes ámbitos de la Administración Pública, desde la Presidencia de la República, la
Asamblea Nacional, y demás Despachos de autoridad y poder, que deberían responder a una
política de Estado. La superación de la problemática, indudablemente requiere antes que todo
de voluntad política.

Las fallas en la prevención dan como resultado el incremento de la criminalidad


con en consecuente agravamiento de las condiciones de funcionamiento de todo el
Sistema de Administración de Justicia Nacional, el cual evidentemente no se encuentra
suficientemente preparado para atender la coyuntura, donde el Sistema Penitenciario
aun cuando cumple una función preponderante sufre el mayor desarreglo.

La legislación en la materia es abundante, aun cuando se requiere de adecuar


algunos instrumentos legales a la realidad actual, adaptando algunas normas a los
principios Constitucionales, no es menos cierto que la Constitución Nacional dispone de
los principios rectores que deben conducir la reestructuración y el funcionamiento
penitenciario, por ello se evidencia, antes que todo, falta de voluntad política para
abordar con responsabilidad la crisis.
Procedimientos ordinarios: son las labores que se realizan diariamente en los
establecimientos penitenciarios en cuanto a la seguridad y la atención integral a los
privados de libertad, con el objetivo de mantener el orden y en buen funcionamiento de
los recintos carcelarios, buscando siempre la reinserción social de toda la población
reclusa.

Procedimientos extraordinarios: es un conjunto de planes o dispositivos que se


realizan de manera espontanea para restablecer el orden, por lo tanto no es necesario
ser planificado. Dentro de cualquier penal deben existir mecanismos de reacción
inmediata por parte de las autoridades para evitar que los hechos violentos no generen
consecuencias mayores.

En los actuales momentos se puede afirmar que uno de los mayores retos
que enfrenta la sociedad venezolana es lograr un Sistemas Penitenciarios o
Carcelarios, más efectivo, que en condiciones adecuadas, desarrolle la capacidad
legal y jurídica, para cumplir la misión que tiene el Estado para mantener y
garantizar la integridad corporal de los sujetos privados de libertad dentro del
marco del orden Constitucional y del Estado de Derecho, así como a la propia
sociedad. Su principal fundamento está en las leyes que sustentan y
fundamentan esta materia en el ámbito de la seguridad ciudadana. La materia de
Penitenciaria es seguridad de Estado, por lo tanto hay que entenderla como: La
seguridad penitenciaria es concebida por algunos expertos en esta materia, como
un estado de salvaguarda y protección ante posibles eventos y situaciones de
carácter negativo capaces de comprometer la buena marcha de los
establecimientos penitenciarios, o que supongan un daño a la integridad física,
psíquica o moral de los internos, del personal penitenciario y de los familiares y
visitantes (jueces, fiscales, defensores y altos funcionarios de Estado (ministros) y
Diplomáticos (caso extranjeros).La seguridad penitenciaria deber ser considerada,
entonces como: “el conjunto de medidas y acciones sistematizadas y relacionadas
entre sí que tienen como propósito fundamental, prevenir, minimizar, y en su caso
enfrentar acontecimientos que pongan en riesgo la tranquilidad o integridad del
establecimiento, de los internos, del personal, y de los visitantes”, de acuerdo a
la normativa vigente Además de garantizar la presentación de los internos
procesados por la autoridad competente en el momento en que ésta los requiera,
garantizando además la permanencia de los internos sentenciados y ejecutoriados
dentro de la institución penal en el tiempo que legalmente corresponda. La anterior
conceptualización, se puede afirmar que: “la seguridad penitenciaria está constituida
por toda una gama de tareas que están encaminadas a garantizar una protección
integral de las personas, no sólo en el aspecto físico de las mismas, sino
también los aspectos psicológicos y morales, por considerarse de importancia,
tomando en cuenta el estado anímico que presentan los internos(as) debido a su
condición, así como sus familiares, e incluso el personal que participa dentro de
la función penitenciaria”.

En la actualidad uno de los objetivos fundamentales en que se basa la


seguridad en espacios de reclusión es el referido la aplicación de aspectos
técnicos, tendientes a hacer de los privados y privadas personas refugiadas y
aseguradas, apartadas del fin principal que es la reinserción social.

Para el pleno cumplimiento de de una efectiva reinserción social que incida


positivamente en la seguridad ciudadana, es necesario contar con los recursos
materiales, financieros y humanos adecuados, que permitan, por un lado, contar
con las instalaciones adecuadas para tal fin, contar con el personal idóneo para
la implementación del trabajo disciplinario, y por otro, contar con las condiciones
de orden y el sentimiento de confianza y protección que debe proporcionar la
seguridad penitenciaria interna y externa a través del cuerpo creado para tal fin,
los Custodios Penitenciarios u Oficiales de Seguridad Perimetral.
Brindar un Sistema Penitenciario capaz de asegurar la transformación social de
las personas incursas en él, dirigido fundamentalmente a garantizar los medios que le
permitan adquirir conciencia de clase, así como su conversión en sujetos capaces de
participar en la construcción de la sociedad socialista, mediante un conjunto de políticas
dirigidas y coordinadas por este Ministerio, en consonancia con el Proyecto Nacional
Simón Bolívar.

Ser la Institución pública que logre la coordinación entre los órganos del poder público
corresponsables del sistema penitenciario, de manera que se garanticen los derechos
constitucionales de ser juzgado en libertad a través de la aplicación de políticas
eficientes, humanistas, socialistas y científicas.

Para impulsar la ejecución de las políticas públicas inherentes al sistema penitenciario y


establecer un servicio social y humanista, se diseñaron los siguientes objetivos
estratégicos: Transformar socialmente al privado y privada de libertad sin importar la
situación jurídica en la cual se encuentre.

 Garantizar los derechos de los adolescentes y las adolescentes en conflicto con


la Ley Penal.
 Unificar la acción del gobierno en materia penitenciaria.
 Alcanzar una población privada de libertad y de las adolescentes y los
adolescentes en conflicto con la Ley Penal con un alto potencial de transformación
social.
 Salvaguardar la integridad física de los privados y privadas de libertad,
familiares, visitantes y funcionarios.
 Reducir la violencia intracarcelaria, el tráfico de armas y drogas.
 Eliminar las mafias carcelarias en el marco del sistema penitenciario venezolano.
 Garantizar la ejecución de los procesos relacionados con la obtención,
mantenimiento y desarrollo del talento humano en un marco de transparencia y alto
nivel moral.
 Implementar procesos y procedimientos que hagan uso eficiente de la tecnología
de punta en cada una de las áreas de trabajo.
 Mantener las condiciones adecuadas de la infraestructura y espacios físicos para
los privados y privadas de libertad.
 Mantener la motivación y moral de los privados (as) de libertad a través de la
formación musical.
 Satisfacer las necesidades y demandas de los familiares y ciudadanos
relacionados con los procesados(as), penados(as), las adolescentes y los
adolescentes en conflicto con la Ley Penal.
 Transformar socialmente al egresado del sistema penitenciario a la sociedad, a
su comunidad y a la familia.

Los procedimientos de seguridad que se realizan en los centros de reclusión,


ordinariamente deberían estar encuadrados en el plan global de seguridad y
tratamiento, que se ajuste a derecho. Su propósito sería evitar evasiones, garantizar la
integridad física de los reclusos y funcionarios y la disciplina, para con ello propiciar
condiciones sanas de convivencia que permitan el cumplimiento de la misión de la
cárcel.

El logro exitoso de los procedimientos depende en gran medida de los recursos


materiales y humanos con que se cuente; de la efectividad con que se realicen y de los
planes a que respondan; es decir, nada puede hacerse improvisadamente, pues todas
las acciones deben estar preconcebidas para lograr los objetivos señalados.

Las variables que se han mencionado durante el análisis de los diferentes factores que
intervienen en la seguridad, relativos a los dispositivos, los recursos tanto humanos
como materiales con que se cuente, la capacitación de los actores que se involucran y
los mismos planes, evidencian que existen debilidades en los propios procedimientos,
haciendo que pierdan eficacia, de allí, la extrema vulneración que se observa.

Todas estas fallas se manifiestan en la anarquía de la población reclusa, la indisciplina


y desacato de cualquier norma; el porte de armas de fuego, etc. Es tan extrema la
vulnerabilidad, que últimamente los reclusos portan y accionan granadas explosivas.
Todo expresa un marcado descontrol sobre las negociaciones ilícitas, las mafias
internas, el tráfico de armas, el tráfico y consumo de estupefacientes, que desbordan en
actos violentos sin precedentes, lo cual describiremos posteriormente; pero todo ello
refleja la deficiencia de los procedimientos y la vulnerabilidad de la seguridad, en la cual
viene incurriendo los representantes de la Guardia Nacional y la Vigilancia Civil de los
centros.

Esta situación deja ver que los sistemas de seguridad no responden al logro de los
objetivos, por tanto, sus debilidades impiden cualquier posibilidad de rehabilitación,
pues no puede realizarse tratamiento si no se dan condiciones mínimas de convivencia,
y precisamente los dispositivos de seguridad responden a este propósito.

Para posibilitar la seguridad el personal debe contar con herramientas que les faciliten
el seguimiento; deben estar preparados para interactuar con los reclusos obteniendo la
mayor información posible, lo que significa que cada acción debe corresponder a
directrices y procedimientos claros, previamente establecidos.

Un individuo que tenga la misión de vigilancia de personas sometidas a restricción de


libertad, debe poseer conocimientos abundantes sobre como responder ante un
comportamiento específico; tener claro que métodos utilizar, cual debe ser su forma de
operar para obtener el resultado deseado. Esto no puede estar sujeto a la eventualidad
o a criterios personales dado que comprometería el fin esperado.

La actuación del personal de seguridad interna se inicia desde el ingreso del recluso al
establecimiento. Cuando nos referimos a que el funcionario debe conocer cada uno de
los procedimientos; se trata de estar preparados para actuar en todas y cada una de las
incidencias del ejercicio de su cargo. La actividad de la vigilancia, debe tener
fundamentación técnica; es decir, los funcionarios de seguridad, deben saber que hacer
cuando el interno ingresa, cómo y dónde ubicarlo, obedeciendo a razones técnicas;
cómo efectuar las requisas personales; qué hacer cuando se producen decomisos de
contrabando; cómo pasar la lista y número; cómo y cuándo hacer uso de armas para el
control de disturbios; cómo hacer el seguimiento; cómo prestar custodia en hospitales,
cómo notificar las novedades, cómo elaborar informes; cómo actuar ante situaciones de
contingencia, etc.

Entendiendo su función de facilitadores del tratamiento deben conocer de qué forma su


actuación posibilita el objetivo, cuándo incurre en conductas inapropiadas que
obstaculizan ese objetivo, cuándo el recluso pretende manipularle, e inclusive, de qué
manera tiene que tratar a visitantes y familiares de internos.

La seguridad penitenciaria interna, en pocas oportunidades es sometida a revisión. Los


custodios ejercen la función de modo muy empírico. El aprendizaje se adquiere en el
día a día a través de la experiencia de los vigilantes más antiguos; pero no se conoce
que la Dirección de Rehabilitación y Custodia dedique esfuerzos para que el personal
de vigilancia interna de alguna manera sea adiestrado en técnicas especiales para
abordar situaciones críticas o rutinarias.
CONCLUSION

En la disociación existente entre lo señalado por la ley de régimen


penitenciaria y la realidad carcelaria venezolana, constituye una antítesis total
de la praxis carcelaria, lo que pone de manifiesto la necesidad de analizar esta
problemática a los fines de determinar cuáles son los aspectos de la Ley que no
se están cumpliendo. La cárcel sigue siendo para muchos el instrumento más útil
y legítimo de la sociedad para prevenir y reprimir a quienes realizan conductas
delictivas, pues se piensa, que entre más tiempo permanezca la persona en la
prisión será mejor para la sociedad, no sólo porque estará protegida frente al
trasgresor que ha encerrado en ella. El lapso de tiempo, en proporción a su
duración máxima, será el que permita la regeneración del individuo. Con la
construcción de nuevas cárceles se pretende proponer soluciones a este
respecto y adaptan la legislación penitenciaria a los criterios personales y no
científicos y tratar de responder a las exigencias de la ciudadanía, con políticas
erradas. Las leyes no son soluciones apropiadas para resolver problemas de
inseguridad, más bien su uso excesivo distorsiona tal finalidad para la cual
fueron creadas.
BIBLIOGRAFIA

- https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-
reform/Manual_de_Seguridad_Dinamica_e_Inteligancia_Penitenciaria.pdf.

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