Está en la página 1de 3

Los moluscos (Mollusca, del latín mollis "blando") conforman uno de los grandes filos del reino

animal. Son invertebrados protóstomos celomados, triblásticos de simetría bilateral (aunque


algunos pueden tener una asimetría secundaria) no segmentados, de cuerpo blando, desnudo o
protegido por una concha. Los moluscos son los invertebrados más numerosos después de los
artrópodos, e incluyen formas tan conocidas como las almejas, machas, navajuelas, ostras,
calamares, pulpos, babosas y la gran diversidad de caracoles, tanto marinos como terrestres.
Se calcula que pueden existir cerca de 100 000 especies vivientes y 35 000 especies extintas.
Los moluscos tienen una larga historia geológica, esta abarca desde el Cámbrico Inferior hasta
la actualidad.1​Aunque son originalmente de un ambiente marino, conllevan un gran éxito
evolutivo. Están presentes en la mayoría de los hábitats: dulces, marinos, terrestres, desde las
grandes alturas a más de 3000 m sobre el nivel del mar hasta profundidades oceánicas de más
de 5000 m de profundidad y por último, en aguas polares o tropicales. Estos animales suelen ser
organismos comunes del litoral de todo el mundo.
Son animales de cuerpo blando, este se encuentra dividido en una región cefálica o cabeza, una
masa visceral y un pie muscular. Han desarrollado tres características únicas en el reino animal
por las cuales se identifican:
● Un pie muscular.
● Una concha calcárea protegiendo la masa visceral, excepto en algunos órdenes de
cefalópodos que carecen de ella o la tienen interna. La concha es secretada por un
integumento subyacente llamado manto que en ocasiones se encuentra ausente.
● Un órgano de alimentación llamado rádula (formada por hileras de dientes quitinosos
curvos).
El interés del ser humano en los moluscos es enorme: por un lado, los moluscos son una
importante fuente de alimentación para la especie humana; por otro, numerosas enfermedades
parasitarias humanas y animales son transmitidas por moluscos, ya que pueden actuar como
hospedador intermediario, por ejemplo de gusanos trematodos.
La especialidad de la zoología que estudia específicamente a los moluscos se denomina
malacología. Durante los siglos XVIII y XIX se elaboraron importantes colecciones
malacológicas y conquiliológicas desde prestigiosas instituciones como museos, academias de
ciencias y colecciones privadas. Hoy en día, sigue siendo unos de los principales pasatiempos
coleccionar conchas de moluscos, debido a esta afición, los moluscos son unos de los grupos
zoológicos mejor estudiados después de los vertebrados, aunque también un peligro para la
supervivencia de algunas especies muy cotizadas.2​
Una quinta parte de las especies de moluscos terrestres está en peligro de extinción, según la
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.3​
a variedad de formas, tamaños, tipos de vida y ciclos vitales es extraordinaria; sin embargo, la
organización de todos los moluscos sigue un plan fundamental.
Los moluscos son triblásticos, bilaterales y celomados. El celoma en los adultos queda reducido
a vestigios alrededor de los nefridios, gónadas, corazón e intestino. El cuerpo se encuentra
cubierto por el manto. Este último está formado por una epidermis ciliada con glándulas
mucosas y una cutícula cuya función se limita a la formación de la concha calcárea mediante
secreciones glandulares. Aquellos moluscos que no tengan concha, en su lugar aparecerán
espículas o placas calcáreas. Por debajo del manto encontramos la cavidad paleal donde se
encuentran los ctenidios, osfradios, nefridioporos y el ano. Han desarrollado un sistema
circulatorio abierto (en su mayoría hemocele) formado por un ventrículo y dos aurículas. Un
aparato digestivo completo provisto de la rádula o lengua raspadora localizada en la región
bucal.
Anatomía externa[editar]

Manto, concha y cavidad paleal[editar]

El patrón básico de un molusco consiste en un organismo de cuerpo blando; oval, con simetría
bilateral y una concha convexa en forma de sombrero chino (ausente o interna en algunos
grupos). En vez de concha, también pueden poseer espículas que pueden aparecer en estado
embrionario (en adultos pueden fusionarse para dar una concha) o placas, aunque todas con el
mismo origen. La concha se forma gracias a la epidermis subyacente, denominada manto (en
posición dorsal), que tiene células secretoras de carbonato cálcico que cristaliza en el exterior
en forma de aragonito o de calcita; el manto también secreta una substancia quitinosa de
composición compleja, la conquiolina, que se deposita sobre el sustrato calcáreo formando un
estrato orgánico denominado perióstraco, esencial para evitar la disolución de la concha en
ambientes ácidos.
a variedad de formas, tamaños, tipos de vida y ciclos vitales es extraordinaria; sin embargo, la
organización de todos los moluscos sigue un plan fundamental.
Los moluscos son triblásticos, bilaterales y celomados. El celoma en los adultos queda reducido
a vestigios alrededor de los nefridios, gónadas, corazón e intestino. El cuerpo se encuentra
cubierto por el manto. Este último está formado por una epidermis ciliada con glándulas
mucosas y una cutícula cuya función se limita a la formación de la concha calcárea mediante
secreciones glandulares. Aquellos moluscos que no tengan concha, en su lugar aparecerán
espículas o placas calcáreas. Por debajo del manto encontramos la cavidad paleal donde se
encuentran los ctenidios, osfradios, nefridioporos y el ano. Han desarrollado un sistema
circulatorio abierto (en su mayoría hemocele) formado por un ventrículo y dos aurículas. Un
aparato digestivo completo provisto de la rádula o lengua raspadora localizada en la región
bucal.

Anatomía externa[editar]

Manto, concha y cavidad paleal[editar]

El patrón básico de un molusco consiste en un organismo de cuerpo blando; oval, con simetría
bilateral y una concha convexa en forma de sombrero chino (ausente o interna en algunos
grupos). En vez de concha, también pueden poseer espículas que pueden aparecer en estado
embrionario (en adultos pueden fusionarse para dar una concha) o placas, aunque todas con el
mismo origen. La concha se forma gracias a la epidermis subyacente, denominada manto (en
posición dorsal), que tiene células secretoras de carbonato cálcico que cristaliza en el exterior
en forma de aragonito o de calcita; el manto también secreta una substancia quitinosa de
composición compleja, la conquiolina, que se deposita sobre el sustrato calcáreo formando un
estrato orgánico denominado perióstraco, esencial para evitar la disolución de la concha en
ambientes ácidos.

Sistema circulatorio[editar]
El sistema circulatorio es abierto, a excepción de los cefalópodos (estos necesitan un sistema
cerrado debido a que son muy activos y necesitan una mayor presión). El corazón está tabicado
y se divide, principalmente, en tres cámaras (dos aurículas y un ventrículo), aunque el número
de estas es muy variable. El corazón está recubierto por una fina tela que forma la cavidad
pericárdica. La hemolinfa transporta pigmentos respiratorios del ventrículo a los espacios
tisulares mediante los vasos. En los espacios tisulares va a ser recogida por otros vasos que
van hacia las branquias, donde la sangre se oxigena para volver al corazón a través de la
aurícula.

Sistema excretor

Sistema circulatorio[editar]
El sistema circulatorio es abierto, a excepción de los cefalópodos (estos necesitan un sistema
cerrado debido a que son muy activos y necesitan una mayor presión). El corazón está tabicado
y se divide, principalmente, en tres cámaras (dos aurículas y un ventrículo), aunque el número
de estas es muy variable. El corazón está recubierto por una fina tela que forma la cavidad
pericárdica. La hemolinfa transporta pigmentos respiratorios del ventrículo a los espacios
tisulares mediante los vasos. En los espacios tisulares va a ser recogida por otros vasos que
van hacia las branquias, donde la sangre se oxigena para volver al corazón a través de la
aurícula.

Sistema excretor

También podría gustarte