Está en la página 1de 3

INSTITUCIÓN EDUCATIVA LA FUENTE

ÁREA: EDUCAC RELIG Y MORAL- GRADO: SEXTO


CUARTO PERÍODO 2021
DOCENTE: JAIME CORDERO VÁSQUEZ

Semana del 2 al 5 de Noviembre 2021

UNIDAD 4 EL CAMINO DE LA IGLESIA ES EL HOMBRE


GUÍA #4 DIVERSAS FORMAS DE LA PRESENCIA DE JESÚS
ESTÁNDAR:
- Valora la pertenencia a la iglesia y su papel de camino ordinario para la salvación.
- Reconoce su identidad en relación con el bautismo recibido.
DERECHOS BÁSICOS DE APRENDIZAJE – D.B.A.
- Analiza las distintas formas que tiene el hombre en sus actitudes.

A ACTIVIDAD BÁSICA
En esta guía se analizarán los elementos más importantes de las diversas formas de la presencia
de Jesús. Analizar con detenimiento el siguiente interrogante: - ¿Cuáles son las diversas formas
en que hace presencia Jesús?

B LECTURA
PRESENCIA DURANTE LA MISA. Cuando los Obispos se reunieron para el Concilio Vaticano
Segundo, uno de los puntos principales que establecieron inmediatamente con relación a la
liturgia es que Cristo está presente en la misa en cuatro maneras únicas. Este principio es
considerado tan importante que la iglesia continúa recordándonos que Cristo está presente para
nosotros y en nosotros, no sólo en una o dos, sino en cuatro diferentes y especiales formas en
dondequiera que celebramos la liturgia. Veamos a cada una de estas cuatro presencias de Jesús
que experimentamos – sea de una manera consciente o no – cada vez que participamos en la
Misa, cualquiera de los sacramentos, o en la Lectura de la biblia. Estas son:
1• Especialmente, en la Eucaristía partida y compartida. Cristo está presente cuando la asamblea
se reúne en su nombre. Esto es justo como él lo ha prometido: "Dondequiera que dos o tres se
reúnen en mi nombre, estaré Yo en medio de ellos" (Mt. 18:20). Por tanto, cada vez que nos
reunimos para orar y cantar en cualquiera de las liturgias de la Iglesia, Cristo está presente en y
con nosotros.
2 • En la persona del ministro. Una Segunda forma en la
que Cristo está con nosotros en la liturgia, es en la persona
del ministro; Cristo está presente para nosotros en quien
llamamos celebrante o sacerdote de la asamblea litúrgica.
El celebrante dirige a la comunidad en oración y ayuda a
entender las palabras y acciones de la liturgia. Cuando lo
hace, también actúa en nombre de la persona de Cristo,
para nuestro beneficio. El celebrante hace esto por la
forma en que habla y actúa - con dignidad, reverencia, y humildad – para que la presencia viva
de Cristo sea comunicada por él y a través de él.
3• En la palabra de Dios. La tercera forma de la presencia de Cristo para nosotros en cualquier
liturgia que celebramos es la Palabra de Dios. No importa si participamos en la Misa, los otros
sacramentos, o la Liturgia de las Horas, siempre escuchamos la Palabra de Dios proclamada en
las Escrituras. Ya sea que la lectura sea del Antiguo o del Nuevo Testamento, Cristo está
presente en esta Palabra. De hecho, al principio del Evangelio de Juan, escuchamos que Cristo
ES la Palabra de Dios. Él es Dios hablando a nosotros. De manera que cada vez que escuchamos
la Palabra de Dios, de la ley, de un profeta, un salmo, un evangelio, una carta, o cualquier otro
pasaje de las Escrituras; Cristo está ahí para nosotros y con nosotros.
4 • En el pan y el vino. La cuarta forma de la presencia de Cristo para nosotros en la liturgia, está
en lo que la iglesia llama "las especies eucarísticas". Esta es la preeminente presencia de Cristo.
Cristo está especialmente presente en el pan y el vino que se convierten en el Cuerpo y la Sangre
de Cristo. Lo que parece pan y vino se transforma verdaderamente en el Cuerpo y la Sangre de
Cristo por el "tomar, bendecir, partir y compartir" del celebrante, de la asamblea reunida, y por la
gracia de Dios. ¿No fue en el "partir el pan" que los discípulos en Emaús reconocieron a Jesús
presente con ellos? Por lo tanto, cuando recibimos estos sagrados elementos, nos convertimos
aún más en el Cuerpo de Cristo. "Nos convertimos", como nos
recuerda San Agustín en la iglesia del siglo 4to – 5to. "en lo que
comemos y bebemos". En otras palabras, nos convertimos en
Cristo presente, y el ciclo comienza de nuevo-- Cristo presente en
la reunión de la asamblea, en el celebrante, en la proclamación de
la Palabra de Dios, y en la fracción y el compartir de la Eucaristía.

JESÚS ES PRESENCIA DE DIOS. “Cristo Jesús es la máxima manifestación del amor del padre,
el cumplimiento de las promesas divinas y el centro de la historia de la salvación, en efecto la
Ley y los profetas estaban orientados hacia Él y sólo en Él encuentran cumplimiento. Esto es lo
que trata de dar a entender el texto de Lucas 24,27; “Y empezando por Moisés y continuando por
todos los profetas, les explico lo que había sobre Él en todas las escrituras” Jesús es la presencia
de Dios en medio de la humanidad, la autodonación y automanifestación personal, que no solo
viene a iluminar y dar sentido a toda revelación precedente, sino que continua presente en el
medio de los suyos para dar luz y vida a quienes lo reconocen como Señor, Cristo es pues, el
centro de la historia porque es el culmen y la plenitud de la revelación. En Él, Dios ha puesto en
la historia un acontecimiento determinante capaz de hacerla sensata y mediadora de la
revelación”. La presencia de Jesús la podemos encontrar a lo largo de su ministerio y en su
historia, como un verdadero hombre, pero también la podemos ver ahora después de dos mil
años de historia y este aspecto es como verdadero Dios. Para los Evangelios Sinópticos Jesús
es el anunciador del Reino de Dios que recorría Galilea para predicar y enseñar el Evangelio del
Reino, llamando a la conversión (Mt. 4,17.23), De todas maneras los sinópticos aunque similares
destacan algún rasgo diverso de su ministerio; Marcos por ejemplo lo presenta como el que
proclama el Reino de Dios, Lucas hace ver que Él es el portador de la Buena Nueva para los
pobres y los que sufren, Mateo resalta el aspecto de Maestro cuya doctrina permanece para
siempre. En los hechos de los Apóstoles Jesús viene presentado como autor de la salvación y
manifestación y manifestación última de Dios, el evangelio de Juan es el de la revelación por
excelencia, en que Jesús va manifestando los diferentes aspectos de su persona y de su obra
“Yo soy” el buen pastor, el pan verdadero, la vid, la luz del mundo, el camino la verdad y la vida,
la resurrección. Par describir la revelación que acontece en Jesucristo, Juan lo presenta como el
hijo que manifiesta al Padre, que ha sido enviado por el Padre. De acuerdo con el contenido de
sus cartas, se ve que Pablo tiene la clara convicción de que en Cristo se encuentra la plena
realización histórica de todas las promesas divinas (Gal 4,4; Ef. 1,10) Jesús fue visto de muchas
maneras en su tiempo, como profeta, como sacerdote (Rabí), como hacedor de milagros, y
muchos enemigos suyos como un mago o un hechicero; pero la verdadera relevancia de la
persona de Cristo es como el Hijo de Dios, el enviado a salvar al mundo, con su mensaje de
amor, que hoy después de dos mil años no ha pasado de moda ni ha perdido vigencia. “Amaos
los unos a los otros” ese mandato hecho con esa fuerza y que ha tratado de mantenerse ha sido
ignorado en muchas ocasiones por muchos de nosotros, hablamos mucho de el pero no lo
practicamos lo dejamos para los locos y los santos.
JESÚS HACE PRESENCIA HOY, EN EL PRESENTE. En la actualidad encontramos a Jesús
presente de muchas formas entre nosotros, su mensaje de amor se encuentra en las acciones
de todos aquellos que practican el bien y la caridad; no olvidemos el canto aquel “Donde hay
caridad y amor allí está el Señor” y pese a lo difícil de los tiempos actuales no podemos perder
la esperanza de que la persona de Jesús sigue entre nosotros, cunado damos al que necesita,
cuando amamos a nuestros enemigos, cuando agradecemos a Dios por todo lo bueno que nos
ha dado y siempre en nuestras buenas acciones esta Él de alguna manera presente, son esas
formas de presencia de Jesús las que estuvieron en el pasado y las que siguen estando en el
presente.
OTRAS FORMAS DE PRESENCIA DE JESÚS. Hay otras formas de presencia de Jesús en la
iglesia: 1. En la PALABRA que se anuncia y se proclama. 2. En los SACRAMENTOS que se
celebran. 3. En la COMUNIDAD CRISTIANA reunida y comprometida. 4. En cada PERSONA
que lo acepta, especialmente en el pobre.
JESÚS SE HACE PRESENTE A LA VIDA DE LOS HOMBRES. El quiso plantar su tienda entre
nosotros. Su presencia corporal en el mundo fue el gran signo de la presencia del Padre, porque
en la vida de Jesús, en sus palabras y en sus obras se percibía el amor de Dios. Por eso le dijo
Jesús al apóstol Felipe: Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has
conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos
el Padre? Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido,
Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
(Juan 14:9). Tras la ascensión del Señor a los cielos, no podemos tener la misma presencia de
Jesús que conocieron los primeros discípulos: Lo que era desde el principio, lo que hemos oído,
lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos
tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os
anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto
y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra
comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. (1 Jn. 1:1-3); Finalmente,
sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos,
amigables (1 Pd. 3:8) pero tenemos otras presencias de El ante nosotros, por ejemplo, su
presencia viva en el corazón de cada cristiano, porque El dijo que vendría y haría morada en
cada discípulo. Es la presencia de la fe, de que habla Pablo en Efesios 3:17. Para que habite
Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor (Efesios
3:17) Su presencia de protección y guía de la Iglesia, puesto que prometió que permanecería con
los suyos hasta la consumación de los siglos. Su presencia profética en la proclamación del
Evangelio, pues cuando se lee su Palabra divina, es El mismo quien nos habla. Su presencia
cuando se predica la Palabra suya en todo lugar, y en la celebración de las ordenanzas, siendo
El quien bautiza, quien perdona, quien santifica. Su presencia en todo aquel que le sirve en
cualquier ministerio. En todo aquel que acepta una responsabilidad en la obra de Dios, para
servirle a toda persona que lo necesita. La presencia humilde de Jesús en los pobres, en los que
sufren, en los que son peregrinos. Él lo aclaró a Pablo, camino de Damasco, y lo explicó al hablar
del juicio basado en el comportamiento de amor a los pobres y pequeños. La presencia entre los
dos o tres hermanos que se reúnen para orar en su nombre. Es la presencia suplicante ante todo
que intercede por su pueblo. El gran saludo cristiano es: “El Señor esté con vosotros”. Quien
acepta que el Señor vive y está cercano debería orar con facilidad, es decir recurrir a Él, hablar
con Él, apoyarse en su ayuda.

C ACTIVIDADES DE PRÁCTICA
Después de ANALIZAR COMPRESIVAMENTE LA LECTURA responda las siguientes preguntas:
1. Según el Concilio Vaticano Segundo, ¿Cuáles son las cuatro presencias de Jesús? Enumerarlas
y explicar cada una.
2. ¿Por qué se dice que Jesús es la presencia de Dios?
3. ¿Cómo hace presencia Jesús en la actualidad?
4. ¿Cuáles son las otras formas de presencia de Jesús en la iglesia?
5. ¿Cómo se explica que Jesús haga presencia en la vida de los hombres? Explicar brevemente.

D ACTIVIDADES DE APLICACIÓN Y COMPROMISO


Resolver el laberinto y responder la pregunta, elaborando un texto.

También podría gustarte