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CAPÍTULO NO 3. SUSTANCIAS EN EL AGUA.

Muchas substancias provenientes de las diferentes actividades humanas, pueden


incorporarse a las fuentes hídricas de donde se abastece una determinada población,
ocasionando de esta forma, eventos de contaminación que ponen en riesgo la salud de sus
habitantes.

Como norma general, las aguas superficiales son más susceptibles a la contaminación que
las aguas subterráneas y su contaminación suele ser un proceso evidente y de efectos
inmediatos. La contaminación de fuentes subterráneas es por el contrario, un proceso
inicialmente inadvertido pero de efectos mucho más persistentes, costosos y técnicamente
difíciles de remediar.

Se han identificado una gran variedad de contaminantes en el agua, que involucra


prácticamente, a cualquier tipo de sustancia tóxica. Desde el punto de vista exclusivo del
reservorio o fuente hídrica, tiene particular importancia la susceptibilidad natural o
fragilidad del sistema a la contaminación, es decir, su vulnerabilidad Intrínseca.

Desde el punto de vista del contaminante, es de particular importancia su naturaleza


fisicoquímica, es decir, su persistencia o estabilidad química en diferentes ambientes, su
facilidad para a ser transportado por el agua (solubilidad) y su grado de toxicidad.

Conforme aumenta la variedad de contaminantes en el agua, aumenta también la


complejidad para su detección. A esta dificultad se suma el alto grado de toxicidad de
muchas substancias, que aún estando en concentraciones muy bajas, la hacen inadecuada
para el consumo humano.

Cuando se habla de “bajas concentraciones”, es preciso tener conciencia de la dificultad


que involucran estas mediciones. Detectar y medir una sustancia en la escala porcentual o
de las partes por mil, es una labor técnica relativamente fácil. Pero conforme disminuye la
concentración que se requiere medir, aumenta la dificultad, el costo, y la incertidumbre en
la medición.

Colocando las escalas analíticas de medición en un lenguaje común, la capacidad para


detectar una parte por millón, equivale a ser capaz de distinguir un pariente o amigo,
“¡inmerso dentro de una muchedumbre de un millón de personas!...” Aunque parece una
tarea difícil, muchos de los métodos analíticos en Calidad de Aguas, tienen sensibilidad en
la escala de las partes por millón.

A su vez, detectar una parte por billón equivale a ser capaz de detectar el sabor dulce de un
gramo de azúcar, disuelto en el agua contenida dentro de una piscina olímpica [1]. O si lo
prefiere, correlacionando la variable concentración con la variable distancia, considere que
si la distancia Tierra—Luna es de 380.000 km y la altura promedio de uno de sus saltos es
de 38 cm, entonces, cada vez que Ud salta hacia arriba, se habrá ubicado
momentáneamente “¡una parte por billón más cerca de la luna!...”
La toxicidad de la mayoría de los contaminantes que han sido detectados en el agua,
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(pesticidas, metales pesados, compuestos organoclorados, compuestos orgánicos sintéticos,
etc.), exigen mediciones confiables en la escala de las partes por billón. Este es el reto que
deben asumir los laboratorios de análisis de aguas, en cualquier parte del mundo.

3.1. Aspectos Generales Sobre Análisis de Aguas


Una muestra de agua puede contener una gran variedad de compuestos, disueltos o en
suspensión, algunos de origen natural y otros de origen antrópico. Un análisis no puede
estar orientado a la identificación y cuantificación de todos ellos, de la misma forma a
como el examen médico que se realiza a un paciente, tampoco puede estar orientado hacia
la detección de todas las patologías posibles que puedan afectar a un ser humano. Es tan
incosteable e innecesario realizar exámenes para todas las patologías posibles a un paciente,
como realizar análisis para todos constituyentes posibles que pueda contener una muestra
de agua.

Es por esta razón que las operaciones de muestreo y análisis de aguas, deben estar siempre
“dirigidas” a un ”Propósito Específico”. El propósito generalmente lo define el cliente o
usuario de los resultados. El muestreo y el tipo específico de análisis que se ajustan a los
requerimientos de cada propósito, lo prescribe el laboratorio que realiza los análisis, o en
situaciones de conflicto, el laboratorio y la persona o institución que actúa en calidad de
perito o especialista.

Desde un punto de vista genérico, los diversos parámetros que se miden a una muestra de
agua, pueden clasificarse como “Análisis de Componentes Mayoritarios”, “Análisis de
Componentes Minoritarios” y “Análisis de Componentes Traza o Específicos”. Los
primeros están orientados a la identificación y cuantificación de los constituyentes mas
frecuentes en una muestra de agua, (generalmente en la escala de las partes por mil), tales
como el calcio, el magnesio, el sodio y los bicarbonatos, etc.

Los análisis de componentes minoritarios buscan identificar y cuantificar componentes


cuyas concentraciones en el agua son más bajas que las anteriores, (generalmente en la
escala de las partes por millón) y cuya probabilidad de ocurrencia, no es muy alta. Tal el
caso de los nitratos, fosfatos, hierro en solución, manganeso, etc.

Los análisis de componentes específicos buscan identificar y cuantificar compuestos aún


menos frecuentes en el agua, muchos de ellos, generalmente en la escala de las partes por
billón. Este tipo de análisis solamente se realiza cuando existe un interés particular o
cuando existen sospechas que justifican su búsqueda. Tal es el caso de los metales pesados,
los pesticidas, los compuestos organoclorados, etc.

Desde una perspectiva diferente, los diversos análisis que se realizan sobre una muestra de
agua, también pueden visualizarse de acuerdo con el significado de las mediciones: Así por
ejemplo, si se quiere tener idea de la cantidad total de substancias inorgánicas disueltas, la
conductividad eléctrica de la muestra constituye una buena estimación. Si se desea saber,
ya no la cantidad, sino el tipo de substancias inorgánicas disueltas, se deberán realizar
análisis específicos para cada uno de estos componentes.
Si se quiere tener idea de la cantidad total de substancias orgánicas disueltas, una medición
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de DQO constituye una estimación rápida y aceptable. Si se desea ahora especificar del
total de materia orgánica, la proporción mas fácilmente biodegradable, una medición de
DBO5 suministra esta información.

También podemos visualizar los diversos análisis que se realizan sobre una muestra de
agua, bajo la perspectiva del fundamento de las mediciones. Así por ejemplo, algunas
determinaciones como cloruros, alcalinidad, calcio y magnesio, se miden regularmente por
métodos conocidos como “volumétricos”.

Otros parámetros tales como el color, la turbidez, los nitratos y muchos compuestos
orgánicos, se miden regularmente mediante métodos analíticos conocidos genéricamente
como “fotométricos”. Estos métodos consisten en la medición de la absorción de luz de la
muestra, en una solución, (absorción de iones o moléculas) o en una llama, (absorción de
elementos en estado atómico). Mediante este último método se pueden medir
prácticamente todos los metales presentes en una muestra de agua.

Figura No 3.1 Análisis de Aguas

Tomado de: az.water.usgs.gov/cazb/ pix/SWsampling.gif

3.2. Química Analítica en Calidad de Aguas


ya que la calidad del agua se determina en última instancia mediante muestreos y
procedimientos analíticos e interpretativos, es importante comprender el fundamento
teórico de estas mediciones o al menos, de las que con mayor frecuencia se emplean en los
laboratorios de aguas. En este texto se hace una breve exposición de algunos métodos de
análisis fisicoquímico. Sin embargo, para una información mas detallada, el lector debe
remitirse a un texto de química analítica o de microbiología de aguas.

3.2.1 MÉTODOS GRAVIMÉTRICOS


En el análisis gravimétrico, la concentración de la sustancia de interés, se obtiene midiendo
directamente su peso o el de algún compuesto, directa y estequiométricamente relacionado;
estas substancias se obtienen inicialmente bajo la forma de precipitados que se secan por
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calentamiento y se pesan posteriormente utilizando una balanza analítica.

Aun cuando estos métodos son frecuentes en química analítica, su aplicación en el caso
específico de los análisis de aguas, no es muy frecuente, debido principalmente, a la baja
escala de concentraciones que se maneja en estos casos. En realidad la sensibilidad de los
análisis gravimétricos esta directamente relacionada con la sensibilidad de la balanza
empleada.
La aplicación de los análisis gravimétricos en Calidad de Aguas se halla restringida a la
medición de los sólidos disueltos, suspendidos, volátiles y totales. En algunas ocasiones,
particularmente en aguas residuales o naturales altamente concentradas, puede ser posible y
mas adecuado medir por métodos gravimétricos, el fósforo total, (precipitándolo como
fosfomolibdato de amonio), los sulfatos, (precipitándolos como sulfato de bario), y la
dureza total, precipitando el calcio y el magnesio como carbonatos.

Figura No 3.2 Balanza Analítica, Fundamento del Análisis Gravimétrico

Tomado de: quimilab.com.mx/nuevaprop/ sartorius/BP211D.jpg

3.2.2 MÉTODOS VOLUMÉTRICOS


El análisis volumétrico consiste en la determinación de la concentración de una sustancia
presente en una solución, midiendo el volumen de otra solución de concentración conocida,
cuyo soluto reacciona estequiométricamente con el constituyente que se analiza o con
cualquier otra sustancia presente y químicamente equivalente.

El proceso de adición controlada de un volumen de la solución de concentración conocida,


para que reaccione con el constituyente contenido en un volumen fijo de muestra, se
denomina valoración o titulación. La solución de concentración conocida utilizada como
referencia, es una solución patrón, es decir, una solución de concentración certificada, que
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puede prepararse de forma directa o por normalización mediante reacción con un patrón
primario.

El punto final de la valoración se determina mediante el cambio brusco en alguna de las


propiedades del sistema reaccionante, generalmente, mediante la adición de una sustancia
que actúa como indicador. Idealmente, el cambio debe producirse en el momento justo en
que la cantidad de agente titulante adicionado desde la bureta, es exactamente equivalente a
la sustancia titulada, es decir, en el punto estequiométrico de la reacción.

Figura No 3.3 Titulaciones, Fundamento de los Métodos Volumétricos

Figura No 3.4. Cromato de Potasio como Indicador en la Medición de Cloruros.

3.2.2.1. REQUISITOS FUNDAMENTALES EN VOLUMETRÍA

Para que un sistema reaccionante sea susceptible de ser utilizado como método
volumétrico, este debe cumplir con los siguientes requisitos mínimos: La reacción entre el
constituyente analizado y el agente titulante, debe ser sencilla, estequiométrica y
perfectamente definida.

La reacción de valoración debe ser rápida, con objeto de que la valoración pueda realizarse
en poco tiempo. Aunque la mayor parte de las reacciones iónicas son tan rápidas que
pueden considerarse instantáneas, muchas de las reacciones Redox son lentas; en estos
casos se utilizan catalizadores para adecuarlas a los propósitos volumétricos.
Se debe disponer de una solución patrón como reactivo valorante. Debe existir un
indicador que señale el punto final de la valoración.

3.2.2.2 SOLUCIONES PATRÓN


Una Solución Patrón, es por definición, una solución cuya concentración es exactamente
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conocida. Las soluciones patrón pueden prepararse por dos métodos distintos:

Método Directo: Este método consiste en pesar exactamente una cantidad de un soluto de
composición constante y definida y en disolver y llevar la solución a un volumen conocido,
en un matraz volumétrico. La concentración se calcula a partir del peso y el volumen
medidos.
Para que pueda aplicarse este método, el soluto debe ser una sustancia que cumpla con las
características de un Patrón Primario. La sustancia utilizada como patrón primario debe
tener una pureza absoluta del 100,00% o, en su defecto, su concentración en componente
activo debe ser perfectamente conocida, (por ejemplo, 98,55%).
Cuando la sustancia patrón no es absolutamente pura, todas sus impurezas deben ser inertes
con respecto a las sustancias que intervienen en la reacción de valoración. Así, por
ejemplo, un carbonato sódico del 98,25% en Na2CO3 y con impurezas de NaCl es
perfectamente adecuado para la normalización de un ácido.

Las sustancias que acompañan como impurezas a un patrón primario, deben ser
susceptibles de identificar mediante ensayos sencillos de sensibilidad conocida. Además,
los patrones primarios deben ser estables a las temperaturas de secado en las estufas. Por
esta razón, rara vez se utilizan como patrones primarios sustancias hidratadas, pues es
difícil eliminar la humedad adsorbida sin que se genere una descomposición parcial del
hidrato, lo que conduciría a un material de composición desconocida.
Un patrón primario no debe ser higroscópico, ni reaccionar con el oxígeno o con cualquier
otro componente normal en el ambiente. El patrón primario debe reaccionar con la
solución que se normaliza, de acuerdo con las exigencias de los métodos volumétricos.
Estas exigencias se resumen diciendo que la reacción debe ser “cuantitativa”, lo cual quiere
decir que la reacción es sencilla, rápida, completa y estequiométrica.

Por último, las substancias utilizadas como patrón primario deben ser fáciles de adquirir,
baratas y poseer un alto peso molecular, con objeto de que los errores cometidos en su
pesada, sean siempre inferiores a los errores implícitos en el proceso volumétrico.

Método Indirecto: Ya que muchas de las substancias que se utilizan como reactivos
valorantes no cumplen con las características de un patrón primario, sus soluciones no
pueden prepararse por este método. Es por esto, que sus soluciones, una ves preparadas,
deben ser normalizadas frente a una solución patrón, con el objeto de obtener un valor más
confiable de su concentración. Tal es el caso de las soluciones de la mayor parte de ácidos y
bases.

3.2.3 PUNTO FINAL DE UNA VALORACIÓN


Figura No 3.5 Punto Final o de Equivalencia, para una Reacción Ácido—Base
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Tomado de gaia.fc.peachnet.edu/ tutor/ab14.htm


El punto final de una valoración se detecta mediante el cambio brusco de alguna propiedad
de la mezcla reaccionante o de alguna sustancia que se añade a la mezcla con este
propósito. Aunque el mecanismo de acción de los indicadores sobrepasa los objetivos de
este curso, se resumen a continuación los métodos visuales de detección del punto final de
una valoración.

Los métodos visuales se fundamentan en la observación de la generación de un cambio


repentino en el color o en el aspecto de la mezcla reaccionante. Tal es el caso de las
reacciones Ácido-base, de las reacciones complejo métricas y de la determinación de
cloruros por el método argento métrico.

En las valoraciones volumétricas, el agente titulante tiene capacidad para reaccionar con la
sustancia de interés y/o con el indicador o con cualquier otra sustancia equivalente a este.
Sin embargo, mientras exista en el sistema la sustancia a analizar, esta reaccionara con el
agente titulante, de forma preferente a las demás substancias presentes en el sistema.

Una ves que la sustancia de interés ha reaccionado totalmente con el agente titulante, la
siguiente gota de titulante adicionado, reaccionará con el indicador o con la sustancia
equivalente. El uso de estos indicadores se fundamenta en que la reacción entre el
indicador o su equivalente químico y el agente titulante, generan como producto una
sustancia de aspecto contrastante.

Por lo anterior el punto final de la valoración se obtiene cuando la siguiente gota de agente
titulante imparte al sistema reaccionante el aspecto del producto contrastante. “Cualquier
adición posterior de agente titulante, involucra error en la valoración”. Los cambios
contrastantes más frecuentes suelen estar asociados a cambios en la coloración de la mezcla
o a la generación de precipitados.

Son muchas las reacciones que cumplen con las condiciones fundamentales para poder ser
aplicadas en valoraciones volumétricas. Desde este punto de vista, las valoraciones pueden
clasificarse de acuerdo con el tipo de reacción implícito en la valoración:
3.2.3.1 VALORACIONES ÁCIDO-BASE
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Son reacciones que consisten básicamente en el desplazamiento, de un extremo a otro de la
escala de pH. Estas reacciones se conocen también como reacciones de neutralización y
tienen por objeto, la mayoría de los casos, determinar la concentración ácida o básica de
una solución. Constituyen ejemplos, las determinaciones de acidez y alcalinidad. Para
mayor información, el lector puede remitirse a la sección de Química de esta misma página
o al texto “Química para Estudiantes de Ciencias Ambientales”, del mismo autor.

3.2.3.2 VALORACIONES DE PRECIPITACIÓN


Son valoraciones en las cuales a partir de la reacción entre dos soluciones, se obtiene un
precipitado o producto insoluble. Estas valoraciones pueden consistir en la observación de
la aparición o desaparición de un precipitado o del cambio en la coloración del mismo. Un
ejemplo de estas valoraciones lo constituye la determinación de cloruros por el método
argento métrico.

3.2.3.3 VALORACIONES COMPLEJO MÉTRICAS


Son valoraciones que involucran reacciones de formación de complejos, entendiéndose por
estos, el producto entre agentes quelatantes, tipo EDTA y muchos de los metales en su
forma iónica, Un ejemplo clásico lo constituyen las determinaciones de calcio y magnesio
con EDTA.

3.2.3.4 VALORACIONES REDOX.


Son valoraciones que involucran reacciones de oxidorreducción, es decir de transferencia
de electrones entre la sustancia de interés y el agente titulante. Un ejemplo lo constituye la
determinación de oxígeno disuelto por el método de Winkler.

3.3 Métodos Fotométricos


Se conocen con el nombre de “Métodos Fotométricos” al conjunto de técnicas analíticas
basadas en la medición de la radiación electromagnética, absorbida, reflejada o emitida por
una substancia presente en un fluido.

Con frecuencia, el nombre del método fotométrico específico, alude a la región del espectro
electromagnético dentro de la cual se realiza la medición. Así por ejemplo, se habla de
espectroscopia de RMN, Infrarroja, VIS o UV, para referirse a la región de las ondas de
radio, al infrarrojo, al visible o al ultravioleta. Cada uno de estos métodos tiene un campo
de específico de aplicaciones.

Figura No 3.6 Espectro Electromagnético


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Figura No 3.7 Espectrofotómetro y su Mecanismo Interno

444

Tomado de: www.palintestusa.com/images/photo5.jpg www.roper.co.jp/Html/ Acton


%20NCL.htm

3.3.1 ESPECTROFOTOMETRÍA DE ABSORCIÓN


Para que la concentración de una sustancia pueda ser determinada con base en su propiedad
de absorber energía radiante, debe existir una correspondencia lineal entre su concentración
y la magnitud de su absorción, en alguna región del espectro electromagnético. Este
requisito se expresa también diciendo que la sustancia debe cumplir la ley de Lambert-
Beer, ecuación que expresa la relación matemática entre la concentración de una sustancia
y la magnitud de su absorción de energía, Figura No 10.2. De acuerdo con esta ley,

-Ln IE / IO = kbc = - Ln T = kbc

En donde T es la “Transmitancia” o cociente entre la intensidad de la luz emergente, I E y la


intensidad de la luz incidente, IO. T = IE / IO.
Figura No 3.8. Radiación que Atraviesa un Medio Absorbente
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Tomado de: www.physics.csbsju.edu/ stats/chi_fit.html

A su vez, “b” es el camino óptico o ancho de celda y “k”, la “absortividad” del medio, una
constante de proporcionalidad. El Término “- Ln T” se conoce como la “Absorbancia” y
así,

--Ln IE / IO = kbc = A Ley de Lambert-Beer

O bien, en términos de logaritmos decimales,

A = 2,303 kbc

Nótese que si el “camino óptico, b” se mantiene constante para un conjunto de mediciones,


entonces la “Absorbancia” dependerá solo de la concentración de la substancia absorbente,
A = kc, Figura 10.3.

En los inicios de esta técnica, las mediciones se efectuaban construyendo primero una curva
de calibración de Absorbancia “vs” Concentración para la especie en estudio y luego se
interpolaba en ella, las absorbancias de las muestras.

En la actualidad, los espectrofotómetros disponibles en el mercado, almacenan en su


memoria un gran número de curvas de calibración, para el análisis de diversas especies, en
diversas escalas de concentración, de tal suerte, que el procedimiento de medida
generalmente se limita a la selección del método en el instrumento y a la lectura de las
muestras.

Pese a la complejidad aparente de los métodos fotométricos, también es posible medir con
gran precisión muchas substancias coloreadas por fotometría visual o Colorimetría. Esta
técnica consiste básicamente en la comparación visual del color de una muestra, con la de
una serie de patrones adecuadamente preparados.

En general, son susceptibles de cuantificar por colorimetría, cualquier substancia coloreada


o fácilmente coloreable por preparación de un derivado. Los métodos fotométricos de
análisis constituyen hoy por hoy, una de las herramientas de análisis más versátiles y
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poderosas que se conocen en el campo de la química analítica.
Una variante especializada de los de los métodos fotométricos la constituye la
Espectrofotometría de Absorción Atómica, método analítico utilizado para la medición de
metáles en solución, Figura No 3.9.

Figura No 3.9 Espectrofotómetro de Absorción Atómica y Esquema Funcional.

www.thebritishmuseum.ac.uk/ science/images/aa450.gif y www.chem.vt.edu/chem-


ed/spec/ atomic/graphics/gfaa.jpg

3.4 Epílogo
Carta de un Jefe Indio Azteca a los Gobiernos de Europa

Aquí, pues, yo, Guaipuro Cuahutémoc, descendiente de los que poblaron la América hace
cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace ya quinientos
años. Aquí, pues, nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca
tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que
me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por
Judas, a quien nunca autoricé verdaderamente. El hermano usurero europeo me explica que
toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros, sin
pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo.

También yo puedo reclamar pagos, también yo puedo reclamar intereses. Consta en


Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente
entre el año 1503 y el 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda, 185 mil kilos de oro y 16
millones de kilos de plata que provenían de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque eso sería pensar que los hermanos cristianos faltan a su
séptimo mandamiento. ¿Explotación? ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos,
igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar
crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que calificaron el encuentro de
destrucción de las Indias, o a fanáticos como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el
arranque del capitalismo y de la actual civilización europea, se debió a la inundación de
metales preciosos arrancados por ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos
de América! ¡No!
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Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el
primero de varios préstamos amigables de América, para el desarrollo de Europa. Lo
contrario sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no solo a exigir
devolución inmediata, sino una indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Guaipuro Cuahutémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis
hermanos europeos. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio del
plan Marshall-Tezuma, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada
por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la
arquitectura, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del “Préstamo” podemos preguntarnos: ¿Han
hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de
los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?
Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto,
Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar
ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo
financiero han sido incapaces después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar
capital e intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la
energía barata que les exporta el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual,


una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles – por su propio
bien – el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos los
siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos
europeos, las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y de hasta un 30 por
ciento que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos
limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico
interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años.

Sobre esta base, aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los
descubridores que solo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil
kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es
decir, un número para cuya expresión total serían necesarias más de trescientas cifras y que
supera ampliamente el peso de la tierra. ¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata!
¿Cuánto pesarían calculada en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido
generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su
absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí
exigimos la inmediata firma de una carta de intenciones que discipline a los pueblos
deudores del viejo continente y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta
privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera como primer
pago de una deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está
en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En
tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran con la bala con que mataron al poeta.
Pero no podrán, porque esa bala es el corazón de Europa.
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 Así es que siguen saqueando al que menos tiene.
 Así es que seguimos mirándolos con afecto y entregando humildes nuestra alma
 Así quedarán nuestras empresas, ... igual que los indios de entonces...

Ni hablar de aquellos que favorecieron estas entregas, deberían ser juzgados por traidores a
la patria y por incentivar la miseria....

Lean esto que es la expresión del indio... la expresión nuestra...


En la medida en que aprendamos a caminar solos, en la medida en que le compremos el
dulce al vecino y la ropa al amigo, llegaremos a construir una verdadera América, sin
distinciones ni miseria... Compremos nuestros productos a nosotros mismos y seamos
responsables de lo que hacemos para que otros nos imiten...

3.5 Ejercicios de Aplicación y Reflexión

 Describa con sus propias palabras el fundamento de las mediciones gravimétricas,


volumétricas y fotométricas y de ejemplos de su aplicación en análisis de aguas.
 La fórmula de mas amplio uso en volumetrías se expresa mediante la relación
V1*N1 = V2*N2. Deduzca esta expresión.
 Repase sus conceptos sobre soluciones y la forma de expresar su concentración:
Molaridad, Normalidad, % P/V, % P/P, ppm y ppb.
 Explique con sus propias palabras, que es un Patrón Primario y nombre algunos
ejemplos con sus aplicaciones respectivas.
 Explique detalladamente, paso a paso, como se prepara una solución 0,2 N de ácido
sulfúrico, a partir de un ácido concentrado cuya densidad es de 1,81 g/ml y cuya
concentración peso a peso es del 87 %.

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