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MI RESPONSABILIDAD.

José Gregorio Palencia Colmenares.


Escritor, poeta, articulista de medios.

“Acepta la responsabilidad de tu vida.


Debes saber que eres tú el que te llevará a donde quieres ir, no hay nadie más”
Les Brown.

Gran consternación ha causado a nivel nacional el tema desafortunado de la muerte y


lesiones a un importante número de venezolanos en una populosa barriada caraqueña
producto de la explosión de una vivienda a consecuencia de un manejo inadecuado de un
producto tan peligroso como el gas domestico. Está es mi opinión al respecto,
considerando mis mayores respetos a las víctimas y sus familiares.

He leído con mucho interés, las innumerables opiniones generadas al respecto,


empezando por el llamado de alerta que por vía de whatsapp realizo un muy angustiado
funcionario de defensa civil y gestión de riesgo de la Alcaldía de Caracas el cual acompaño
con un video donde se evidencia la magnitud de la desgracia. Estoy convencido que para
opinar del comportamiento social de los venezolanos, debemos empezar por entender
nuestra actual realidad.

En Venezuela, por las razones que sean, (no voy a iniciar un debate por las circunstancias)
estamos viviendo una situación en casi todos los ámbitos de un escenario de guerra.
Todos los días al levantarnos, nos encontramos una cotidianidad increíblemente
desafortunada, bizarra, catastrófica. Donde la única diferencia con Siria, Yemen, Gaza es
que no estamos pendientes dónde caerá la próxima bomba.

En un escenario de este tipo, todo deja de ser normal, cada evento diario es
extraordinario. La energía eléctrica, la telefonía, el transporte, el gas y la gasolina, entre
otros es una calamidad por decirlo menos, indescifrable. Cada uno de nosotros entonces
en una medida desesperada, apela a cualquier artilugio con tal de dotarnos de esos bienes
o servicio que tanto necesitamos. Es allí donde se inicia la aproximación al riesgo.

En ese afán, no reparamos en las probabilidades de los peligros a que nos exponemos
nosotros y a nuestras familias. Una estadística interesante la representa de manera
evidente el incremento importante de los accidentes viales con víctimas por quemaduras;
un accidente de tránsito que no debió pasar de una colisión o un simple abarrancamiento
por diferencias no tan importantes en los niveles del peralte de la carretera, se convierte
en un accidente fatal, producto de que a quien introdujimos en primer orden en nuestros
vehículos junto a nuestros hijos, fueron los recipientes con gasolina.

No hacerlo es correr el riesgo de no llegar a nuestro destino. Pero en ese preciso


momento no observamos la mínima prudencia de analizar las consecuencias
costos/beneficio en la toma de decisiones.

Las normas y convencionalismos para cada situación existen. Normas de manejo, las de
depositar, de transporte, entre otras. Es por eso que no se trata de normas, esas se
aplican en situaciones normales. Así que ante una situación tan extraordinaria como lo
que estamos viviendo, la primera y única responsabilidad de protegernos nosotros y a los
nuestros es individual.

Paz y bien.

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