Capítulo decimotercero

Gígnesthai
Tratemos de pensar ahora, de un modo más sistemático, la condición ontológica del
surgir. De entrada podemos decir que el término "ontológico" no es precisamente el más
adecuado, a no ser que se le tome cum mica salis. /Dontología designa, en principio,
el tratado del ente y, si se quiere, por extensión, el tratado sobre el ser. Sin embargo, los
actos consisten en un surgir, y el surgir, como hemos visto, no nos remite al ser, sino a lo
que se encuentra más allá del ser. Se podría pensar HQWRQFHVFRPRKDKHFKR=XELULHQOD
expresión "metafísica" como alternativa a la "ontología". No la metafísica como estudio
de lo que está más allá de la física, sino la metafísica en el sentido de ÀORVRItDde
la realidad". Sin embargo, como hemos visto, también la realidad, en el sentido de
=XELULse caracteriza por la presencia. Y por más que la realidad sea anterior al ser, aquí
nos estamos tratando de referir a algo que es anterior tanto a la actualidad del ser como a
la actualidad de la realidad. No hablamos del estar presente, sino del hacerse presente, del
venir a la presencia, del surgir. Sin embargo, podemos utilizar estos términos en una
primera aproximación para preguntarnos por la textura ontológica o metafísica de eso que
acontece más allá del ser y más allá de la realidad.

Acontecer

El Ereignis de Heidegger designa, como vimos, aquello que está más allá del ser y
que Heidegger entendía en términos de pertenencia y apropiación, sin que esto, por
supuesto, negara la diferencia y la alteridad. Estos últimos elementos, sin embargo, se
nos han mostrado como esenciales al surgir. No obstante, es interesante atender a las
traducciones castellanas del Ereignis. Algunos autores han optado por "evento". Tal vez la
traducción no sea del todo feliz, pues un evento suele designar, al menos en el castellano
de España, algo que sucede de forma imprevista. En el español de $PpULFD /DWLQD
un evento suele ser una reunión social previamente programada. Nada de eso es, 261