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La potencia calorífica es el requerimiento que tiene un local para satisfacer las necesidades de
calefacción para alcanzar el confort térmico.
Existen varias fórmulas para hacer un cálculo aproximado de la potencia calorífica que se necesita para
calentar cada estancia de nuestra vivienda. Para realizar el cálculo de los Vatios (W) de calefacción eléctrica
que va a necesitar tu vivienda, te proponemos que realices esta sencilla operación.
Toma papel, lápiz y calculadora porque tendrás que trasladar los valores de 4 variables a la fórmula de
cálculo:
A. la superficie de la estancia (m2),
B. la orientación de la vivienda,
C. su nivel de aislamiento,
D. la zona climática en la que se encuentra.
Nota: El resultado de la fórmula de cálculo será aproximado e indicará la potencia en vatios que necesita tu
vivienda en calefacción. Esta ecuación puede tener una variación de entre 64 w/m2 hasta 125 w/m2.-
B = Orientación
De la orientación de la vivienda depende que reciba una mayor o menor cantidad de luz solar. Una
casa con orientación Norte siempre es más soleada y por tanto, está más caliente. Así, elige entre cuatro
opciones y transfiere el dato a la fórmula:
C = Aislamiento
El aislamiento es básico para determinar una mejor o peor eficiencia energética de un edificio. Una
vivienda con carente de aislamiento sufrirá pérdidas de calefacción y por lo tanto de energía. A menor
aislamiento, mayor consumo de calefacción. Sabido esto, elije entre estas tres opciones:
D = Zona climática
Existe un mapa que marca las zonas de incidencia de radiación solar que determina un índice que se utiliza
para el cálculo, que es el siguiente.
Pongamos como ejemplo el cálculo de una habitación de 20 metros cuadrados situada en Entre Ríos, con
orientación norte y un buen aislamiento. La fórmula quedaría de la siguiente forma:
No hay una sola respuesta correcta a esta pregunta ya que, como hemos explicado anteriormente, la
necesidad de potencia no sólo viene definida por el espacio a calentar, sino por la orientación del edificio, el
aislamiento de su fachada o la zona climática en la que nos encontremos
Sin embargo, siguiendo con el ejemplo anterior, podemos realizar un cálculo para saber cuántos kW
se necesitan para calentar un metro cuadrado de una habitación de 20 metros cuadrados situada en Entre
Ríos con orientación norte y un buen aislamiento.
Sabemos que necesitamos 1,639 kW para calentar 20 m2 por tanto, necesitaremos 0,081 kW para
calentar un metro cuadrado.
3. Calcula los elementos del radiador: las kcal/h o kW/h obtenidas habrá que dividirlas por la potencia
calefactora de cada elemento del radiador y el resultado es la cantidad de elementos que serán necesarios
en el radiador.
Haremos para saber cuántos radiadores necesitaremos para calentar una casa de 75 m2, con una
altura de 2,5 m, nos da 187,5 m3
De todas formas, volvemos a recordar que estamos hablando de unos cálculos muy simples. Para
que las potencias realmente se correspondan con las necesidades de una vivienda, el cálculo debe
realizarse mediante la valoración de ubicación de vivienda, orientación, m2 de aberturas acristaladas, m2
de pared exterior, m2 suelo exterior o con vecinos, m2 techo con vecinos o exterior, coeficientes de
transmisión, etc ...
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Potencia Calorífica FICHA 7
Para efectuar el cálculo de las necesidades caloríficas de una vivienda, deben determinarse las
pérdidas de calor por transmisión en paredes, ventanas, suelo, techo, puertas y las pérdidas por infiltraciones
de aire para cada uno de los locales que componen la vivienda.
Además, deberá añadirse unos suplementos por orientación sur, intermitencia y por dos o más
paredes al exterior. Para facilitar y determinar, de un modo rápido y aproximado, la potencia calorífica de una
vivienda, es importante tener en cuenta distintos factores, como son:
Factor A
Base en W/m². El factor varía en función del uso al que se destina la habitabilidad del local, del
emplazamiento en el contexto del edificio y del régimen de calefacción que se utilice en la edificación. No es
lo mismo vivir en un primer piso que en un quinto.
Factor B
Coeficiente corrector, se aplica en base a la temperatura de cálculo en el exterior del edificio a calcular.
Factor C
Factor que regula las necesidades a partir del tipo de construcción, basándonos en la antigüedad del
edificio.
De esta forma, uno de los métodos más eficientes para calcular las necesidades térmicas de
nuestro hogar, consiste en multiplicar la superficie del local (habitación) por estos tres factores, variables en
función de las características y situación de la vivienda.
Prestando un poco de atención a las condiciones de nuestro hogar y siguiendo una serie de consejos para
ahorrar en calefacción simples pero muy útiles, podemos conseguir un ahorro muy considerable en la
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factura energética.
Revise los aislamientos de ventanas y persianas. Una medida muy eficiente es instalar
sistemas de doble ventana (o, al menos, el doble acristalamiento), ya que reducen
prácticamente a la mitad la pérdida de calor con respecto al cristal sencillo. Procure
asimismo que los cajetines de las persianas no tengan rendijas y estén convenientemente
aislados. Colocar cortinas gruesas también ayuda a mantener el calor.
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Potencia Calorífica FICHA 7
Una vivienda mal aislada necesita más energía; pequeñas mejoras en el aislamiento entre
muros pueden conllevar ahorros energéticos y económicos de hasta un 30% en calefacción.
Aunque la sensación de confort sea subjetiva, se puede asegurar que, en invierno, una
temperatura de entre 19ºC y 21ºC es suficiente para la mayoría de personas. Por la noche,
basta tener una temperatura de 15ºC a 17ºC para sentirnos bien. Por cada grado que
aumentemos la temperatura, se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un
7%.
Para los sistemas de caldera y radiadores de agua caliente, un procedimiento sencillo para
mantener la temperatura deseada en cada una de las habitaciones consiste en la instalación
de válvulas termostáticas sobre los propios radiadores.
Es conveniente apagar la calefacción durante la noche, salvo en zonas muy frías, y hacer
vida en la parte de la casa en la que de el sol. En aquellas habitaciones que sean menos
utilizadas, se puede bajar la temperatura o incluso apagar o cerrar el radiador.
Si se ausenta por unas horas, reduzca la posición del termostato a 15ºC (la posición
"economía" de algunos modelos corresponde a esta temperatura), y si va a dejar la vivienda
por unos días, apáguela.
Para ventilar completamente una habitación es suficiente con abrir las ventanas alrededor
de 10 minutos: no se necesita más tiempo para renovar el aire y se malgasta energía.
Las calderas deben someterse a revisiones periódicas. Es aconsejable una revisión anual al
inicio de la temporada de calefacción. Una caldera sucia tiene dificultades para la
combustión y, por tanto, consume más y lo mismo ocurre si no sacamos el aire de los
radiadores periódicamente. Un mantenimiento adecuado le ahorrará hasta un 15% de la
energía.
Procure no tapar ni obstruir los radiadores para aprovechar al máximo el calor que emiten.
En el caso de que estén situados en huecos u hornacinas, es importante colocar elementos
reflectantes detrás de los mismos.
A tener en cuenta:
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El calor en la vivienda fluye desde las habitaciones calientes hacia las más frías, y desde abajo hacia arriba.
En promedio, el calor de la casa se pierde por las siguientes vías: paredes (35%); techo (25%); rendijas
normales (15%); piso (15%); ventanas (10%). Una rendija o hendidura anormalmente grande puede
aumentar mucho la proporción de calor perdido por esa vía.
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