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Actividad preliminar

Antes de iniciar la clase consiga cajas vacías que anuncien llamativamente su


contenido, pueden ser de cereal, chocolates, detergentes, etc. Ponga dentro de
cada caja productos o elementos diferentes a los que anuncia su etiqueta, por
ejemplo, si es de cereal coloque algodón o pedacitos de madera, si es una caja de
chocolates coloque dentro de gratos de arroz o cualquier otra cosa. En el
momento de la clase muéstrelas una a una a los niños y pregúnteles: ¿Qué
esperan encontrar dentro de esta caja? ¿Por qué? ¿Qué harían si compraran un
producto que por fuera anuncia una cosa y al abrirlo encuentran otro? Guíelos a
llegar a la siguiente conclusión: Lo que las personas muestran por fuera debe ir
acorde con lo que hay en su interior.

Estudio Bíblico
En la época de Jesús había unos hombres muy religiosos, que se creían más
santos que los demás, eran los “escribas y fariseos”. En una ocasión, Jesús
estaba reunido hablándole a un gran número de personas y vio que estaba un
grupo de escribas y fariseos. El Señor aprovechó la ocasión para acusarlos.
Ustedes se preguntarán, ¿por qué Jesús hizo esto? Pues verán, Jesús aborrece
todo aquello que sea engaño o mentira. Si una persona dice que ama a Dios, sus
hechos deben mostrar que es cierto, es decir, debe tener un corazón limpio y
aparado para Él.
El Señor no podía permitir que gente que se decían llamar “maestros de la ley” y
que pregonaban que amaban a Dios por encima de todas las cosas, que criticaban
y condenaban a los que no cumplían la Ley de Dios, hicieran lo contrario a lo que
pregonaban. Entonces, decidió descubrirlos en público para que todos se
enterasen de cómo eran verdaderamente estos señores. Así que advirtió a
quienes lo escuchaban que se cuidaran de los escribas y fariseos, pues detrás de
su apariencia, la solemnidad con que se sentaban en los primeros bancos de las
sinagogas y en las grandes actividades religiosas, demostrando atención y
espiritualidad, no había nada más. Les dijo que ellos le pedían a la gente en
nombre de las leyes de Dios que hicieran cosas que ni ellos podían hacer, es más,
iban a las casas de las viudas que por lo general eran mujeres pobres, con el
pretexto de orar y se demoraban para que les dieran comida y acababan así con
el poco alimento que éstas tenían. ¿Saben algo? Para el Señor no hay nada
oculto, Él sabe quiénes somos y conoce el más mínimo pensamiento, aunque al
instante desistamos del mismo, por eso, Él conocía el corazón de estos hombres.
Tal vez los escribas y los fariseos pensaban que repetir las leyes y procurar que la
gente las obedeciese era lo justo y necesario para estar en paz con Dios.
Por este hecho Jesús no dudó en gritarles:
 ¡Hipócristas! Ese nombre se les da a quienes hacen leyes y pretenden que
los demás las cumplan pero ellos no lo hacen, mientras los critican y hasta
los castigan. Son los que muestran una cara diferente a lo que en realidad
son. Debemos recordar que nada se escapa de los ojos de Dios. Sin
embargo, una vez que hay arrepentimiento verdadero y alejamiento total de
esto, Dios en su misericordia brinda perdón y rehace la vida de cualquiera
que a Él se acerque.
Conclusión y aplicación:
Hipocresía es lo contrario de sinceridad, autenticidad, franqueza, honestidad. Dios
quiere que los que lo aman sean honestos y auténticos, esto se debe demostrar
en todo lo que hacen. El que dice que ama a Dios y hace cosas como mentir,
copiar en un examen, quedarse con los vueltos del dinero, hacen cosas malas en
lo oculto, no está actuando con autenticidad. Ninguna de las actividades
mencionadas es compatibles con alguien que diga que ama a Dios y diga ser
seguidor de su Hijos Jesús.

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