Está en la página 1de 1

Bases Físicas De La Radioterapia

La radioterapia se basa en el empleo de las radiaciones ionizantes y su interacción con las


células y, por ende, con la materia viva. La absorción de energía transferida a la materia biológica
se traduce en:
-
Excitaciones:los electrones de los átomos ascienden a un nivel más energético.
-
Ionizaciones:por el desprendimiento uno o más electrones orbitales, se provoca una emisión de
energía ionizante por parte del átomo.
Las radiaciones que más nos interesan son aquellas que son capaces del ionizar el medio
sobre el que actúan, se clasifican en: electromagnéticas y corpusculares.
La radiación electromagnética no tiene masa, y lleva aparejado un campo eléctrico y otro
magnético representándose, en física cuántica, como cuantos de energía denominados fotones.
Los diferentes niveles de energía de los fotones conforman el espectro electromagnético. Los dos
tipos de energía electromagnética de mayor interés terapéutico son los rayos X y la radiación
gamma. Los rayos X se producen cuando un electrón acelerado choca contra el átomo arrancando
un electrón e ionizándolo. Para compensar la inestabilidad los electrones saltan a capas orbitales
más cercanas creando una cascada de emisión de energía sobrante en forma de rayos X hasta
conseguir la estabilidad atómica.
Las radiaciones corpusculares (y la radiación gamma) se producen por la desintegración
nuclear de átomos inestables (radiactivos), sobre todo cuando el número de neutrones es inferior al
de protones. Los núcleos de los elementos radiactivos emiten diferentes tipos de corpúsculos,
neutrones, protones, partículas alfa, muones, piones,.. La radiación gamma se ocasiona por el
reajuste electrónico del núcleo, después de un proceso de desintegración de algunos átomos,
emitiendo un fotón de alta energía, denominado radiación gamma. Actualmente se utilizan energías
que van desde los 4 a los 25 MV (megavoltios) de los aceleradores lineales y de 1.25 MV de las
unidades de cobalto.

También podría gustarte