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Pueden dejar de ver a sus amigos del mismo sexo por el miedo a que les
produzcan excitación sexual verles, al hablar con ellos o al abrazarles. Por la
misma razón pueden dejar de practicar deporte o de ir al gimnasio. Asimismo
les puede causar problemas tener contacto con personas de autoridad del
mismo sexo, por ejemplo en el trabajo.
También es posible que dejen de ver ciertas series o películas por el miedo a
ver escenas de contenido homosexual o a que les atraiga el protagonista del
mismo sexo. Las personas que sufren de TOC homosexual suelen confundir la
ansiedad interna y la ansiedad generada por la evitación constante con
excitación sexual, lo cual les propicia aún más el comportamiento de evitación.
Pueden evitar el sexo por miedo a que les vengan imágenes o pensamientos
de contenido homosexual. En el caso de que practiquen sexo es posible que
se fijen tanto en si les está gustando o no, o si les surgen pensamientos
obsesivos o no, que la ansiedad suba y la capacidad de disfrutar desaparezca.
Esto les genera aún más dudas sobre si son homosexuales o no.
“Si no soy capaz de disfrutar el sexo con personas del sexo opuesto ¿puede
significar que prefiriera estar con una persona del mismo sexo ahora mismo?”
Hay muchas personas que sufren del TOC homosexual que tienen miedo a
arruinar su relación de pareja o a llegar a engañarle. Piensan que si tienen
obsesiones de contenido homosexual también serán capaces un día de coger
sus maletas e irse a vivir con alguien del mismo sexo. Esto les causa mucha
angustia por el futuro sufrimiento que, hipotéticamente, podrían causar a su
pareja.
¿Qué puede pasar para que una persona no desarrolle el Ánima? Puede ser
que la persona haya crecido en un entorno en el que mostrar la sensibilidad no
estuviera bien visto o simplemente no se expresaba. También es posible que la
persona haya tenido miedo de lo que pensaría la gente de él/ella si hubiera
mostrado su lado más femenino, sensible o creativo.
Por otra parte las personas que sufren de TOC homosexual suelen haber
vivido experiencias traumáticas en la infancia, juventud o adolescencia o bien
han vivido periodos de estrés prolongados. En la edad adulta suelen sufrir
represión en alguna área de su vida, como por ejemplo el trabajo (un jefe que
le trata mal, o que no respeta los límites de la persona), familia intrusiva, o una
relación en la que quedan anulados como personas. También suelen estar
alejados de las cosas que les apasionan de verdad o ni siquiera saber qué es
lo que les puede apasionar.
Dos amigos íntimos donde la unión rompe los límites hasta antes
experimentados, donde una dimensión sensible entre ellos surge como fuente
de expresión y comunicación. Él me atiende y entiende, encuentro una
comunión y una dimensión que va más allá del colega, del amigo. Lo sexual no
es necesario, sería casi como una extensión del deseo y de la necesidad del
amigo amado, del amigo del alma.
EL ENAMORAMIENTO DE LAS ÁNIMAS
En IPITIA hemos afirmado muchas veces, Damián Ruíz in primis, que el TOC
homosexual (miedo obsesivo a ser homosexual) es algo profundamente
distinto a la homosexualidad.
En los casos del TOC no existe ninguna homosexualidad latente o reprimida
que esté luchando por salir, ninguna atracción física por personas del mismo
sexo que estuviera escondida hasta la fecha. No hace falta remarcar de que no
habría nada malo o raro en ello pero simplemente, en los casos de TOC, no es
así. Sin embargo, las personas que sufren TOC de contenido homosexual,
tanto hombres como mujeres, son los primeros que, a causa de su
problemática, dudan de su propia sexualidad siendo muchas las obsesiones y
compulsiones relacionadas.
Dicho esto la cuestión es por qué hay hombres jóvenes, y no tan jóvenes,
heterosexuales que viven con el miedo a “que les gusten los hombres”. En
IPITIA hemos tratado ya a muchos pacientes con esta obsesión, algo que, en
algunos casos, les llega a atormentar.
FALTA DE ATREVIMIENTO
Eso por una parte y por otra también, y paralelamente, existe el temor al
contacto afectivo con personas del mismo sexo. Es decir nos encontramos
normalmente con jóvenes con temores vitales ocultos al tiempo que no tienen
vínculos afectivos físicos (abrazos por ejemplo) con otros hombres.
Quiero empezar con una frase contundente: La gran mayoría de los afectados
por un trastorno obsesivo cuyo pensamiento se mueve alrededor de la idea de
si podrían ser homosexuales o lesbianas, no lo son. Lo afirmo con rotundidad
después de haber tratado muchas personas con esta problemática.
No todas las personas que han sufrido alguna de estas circunstancias van a
desarrollar un trastorno obsesivo, pero sí es cierto que la mayoría de personas
con un problema obsesivo han pasado por alguna de ellas.
Hasta no hace mucho en algunos países se consideraba al varón activo (el que
penetra) y que tenía sexo con mujeres y hombres como “macho”, siempre y
cuando él no fuera “sometido”. De hecho, en el mundo animal es lo que ocurre,
en algunas especies los machos alfas tienen el “derecho” de “poseer” tanto a
las hembras como a los machos beta del clan. Por tanto ¿un exceso de
“heterosexualidad” podría comportar, en determinadas ocasiones, atracción por
varones femeninos?
2. Un varón heterosexual de alta sensibilidad reprimida.
Hay hombres que han sido tratados como perros a los que se les violenta,
perros buenos pero espoleados por la humillación, la vejación, el insulto o el
miedo y que han tenido que encerrar su lado más sensible. Hay y ha habido
padres déspotas, tiranos y crueles que, debido a su insignificante impotencia,
han convertido a sus hijos varones en el objeto de su desprecio obligando a
estos a actuar de una manera casi automática, robotizándose y estando en
alerta ante tal desvarío. También ha habido acosadores en la escuela que han
llevado a algunos chicos y chicas a un “bloqueo” de su verdadera personalidad
sensible aunque heterosexual.
Pero sin ir más lejos ¿por qué los héroes de una gran mayoría de películas son
varones atractivos? ¿Por las espectadoras femeninas? Sí, pero también
porque nos identifiquemos con ellos, porque si nos pusieran hombres feos, a
no ser que sea una comedia, no la veríamos, no nos interesaría. Curioso ¿no?
Por eso, el trabajo que debes realizar es el de liberar esa parte de ti que está
bloqueada, colapsada, y cuando lo hagas descubrirás que eres plenamente
heterosexual.
Realmente nunca llegué a pensar que habría tantos hombres a los que solo les
gustan las mujeres, y por tanto que son exclusivamente heterosexuales, con
miedo a que le gusten los hombres.
Cierto es que todos y cada uno de ellos piensan que son un caso único y que
están a punto de descubrir su verdadera naturaleza sexual, es decir: la
homosexualidad.
Nada más lejos de ello, y lo digo sin ningún tipo de prejuicio ni personal ni
psicológico, porque a mí me parece tan normal la hetero como
lo homosexualidad. Simplemente es que no son gays.
Comprueban una y otra vez si un hombre les gusta, si pueden llegar a sentirse
atraídos por un chico, o si tiene alguna reacción fisiológica si piensan en un
hombre desnudo o en un pene. Se someten a todo tipo de pruebas mentales
imaginándose de todo, incluso haciendo una felación a otro varón,
simplemente para comprobar una y mil veces si les gusta o no.