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LIFE GOES ON

En pleno siglo XXI, nos enfrentamos a una amenaza casi medieval, una pandemia global, un

virus que atraviesa fronteras ajeno a cualquier idea de límite territorial y, sin embargo, se nos

impone un aislamiento casi total, en unidades familiares, en los domicilios particulares lo que,

siendo necesario, no deja de ser una especie de incongruencia.

Todo esto nos llena de incertidumbre, nos coloca en una situación incierta y, por eso, más

difícil de enfrentar. La crisis generada por el COVID19 nos obliga a afrontar en primer lugar y,

sobre todo, una crisis de bienes primarios, esenciales, la vida misma. En esta crisis, la salud es lo

primero, porque es una condición necesaria para cualquier otra, porque abre las posibilidades a

todo lo demás. Por eso, ahora, lo que toca a cada uno de nosotros es dejar trabajar a los

profesionales, seguir las demandas de los que mandan en este momento y ya llegará el momento

de pedir cuentas por lo que nos ha llevado a esta situación y de lo que se ha hecho para sacarnos

de ella. Esto no quita para que, mientras esto acaba, podamos analizar situaciones que se nos dan

ahora mismo.

Han sucedido tantas cosas, y en tan poco tiempo, que no resulta fácil seleccionar alguna

temática sin dejarnos fuera otras igualmente relevantes. Probablemente nos pasaremos los

próximos años debatiendo sobre lo acontecido, entre otros motivos, por la escasa información

que aun hoy tenemos sobre la apisonadora que ha triturado nuestro estilo de vida. Estoy segura

que nadie se imaginaba que esto ocurriría, tener que estar encerrados en nuestras casas sin poder

salir, tener que pasar clases virtuales ,ver a tus parientes, amigos, etc. atreves de una pantalla con

unas las ganas de querer abrazarlos y no poder .Triste realidad y tener que quedarse en casa

escuchando las noticias esperando a que informen que esto ya termino.

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¿Una anécdota chistosa en este tiempo de pandemia? No me viene a la mente nada en

concreto. Son tantas cosas, buenas y malas. Surgen palabras sueltas, frases que son lanzadas al

viento del pensamiento, cada una con un significado simple o complicado: pandemia, miedo, uso

de la mascarilla, distancia social, saludos codo a codo. Internet sin control. Los reflejos de la

enfermedad. Viacrucis. Deficiencias, medicinas que no existen. Semestre a distancia, Zoom.us.

Encuentros sin abrazos. Agonía, lucha y muerte. Se agota el dinero, los alimentos no alcanzan.

Días en que los ojos se ponen cuadrados de tanta televisión, películas van y vienen, dramas,

comedias, series; como en la vida real. El experimento de hacer un huerto en el jardín. Las

oraciones que no paran, es Dios en medio de todo este desastre, en medio de lo imposible, hay

luz. ¡Hay risas por las torpezas!. Me molesta hablar al computador, necesito ver los rostros,

surgen las excusas, no se puede porque se cae la señal, no se puede porque se acaban los megas,

no se puede porque ando sin camisa….El trabajo se ha redoblado. Se busca la excelencia a pesar

de todo. Y a pesar de todo salimos a entrenar, hemos convertido la placita que está frente a la

casa, en una pista, simulando la del Polideportivo. ¡Mi tía Ronilda tiene a su esposo enfermo, qué

rayos!, no hay una certeza sobre qué tipo de enfermedad es. La familia que se une a través de una

pantalla. En los pueblos pasan varias horas sin servicio eléctrico, como en tiempos de los

abuelos, es la oscuridad y un radio viejo que tiene una sola emisora con éxitos del ayer. El

colegio continúa, es el bastión en medio de la crisis. El negocio de mi mama cerrado hace ya…

olvidé cuántos meses, me afano en mis clases, detrás de cada recuadro negro con el nombre del

alumno, hay una historia, algunos la comparten, algunos están lejos de la patria, pero siguen

conectados……..y se cayó la señal, no pude estar en la cita. Suben los números de casos, ¿el

coronavirus es el demonio?. Mi amiga que es de otro país la cual conocí por internet, es de Perú

y pienso al menos la tengo a ella, ya que es muy divertida. Me ha tocado pasar mi cumpleaños en
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cuarentena, se suponía que haría una gran fiesta, me pondría un lindo vestido bailaría mucho y

sobre todo me divertiría a lado de mis amigos y familiares .Es la primera vez en mi vida que paso

tanto tiempo en casa. Nuestro párroco no nos descuida, se ha dado a la tarea de mandar la

homilía a diario, ¡hasta Dios usa las redes sociales! Está bien. Las personas necesitan

acompañamiento, hay demasiada incertidumbre y dolor, pero también se mueve la esperanza por

las rendijas de la paciencia y el consuelo que da la fe. A pesar de que la gente alrededor está en la

onda de la comunicación a distancia, me pregunto: ¿Cómo harán los que no tienen acceso a ello?,

¿los niños de la calle, los que no pudieron terminar la escuela? Rabia, impotencia. Busco en la

Palabra las señales, pero la respuesta es la misma, confía, como quien sujeta la mano de Dios

cuando se hunde en medio de la tormenta. No hay olvido, todo está presente. Chistes en la web,

como una cosa la otra, el humor boliviano suavizándolo todo. Hay un tipo medio loco que no

canta nada, pero sale dando alaridos para sus fans (según el); ruedan los mensajes, ruedan los

emoticones y figurillas pretendiendo sustituir el lenguaje. Me provoca comer unos helados y

hablar con mis amigas como solíamos hacer, pero… no hay permiso, no hay permiso del destino

que se empeñó en este año, ponerlo todo patas pa’arriba. Me tomo como el helado en casa, así

tranquilita, acompañada de mi hermano que también le gusta. El celular suena a cada rato, estoy

en varios grupos…. ¿por azar, o por casualidad?, los webinar están a la orden del día. Es tiempo

de sembrar, estudiar, transcurre el semestre y todo ha fluido. Los chicos se animaron al final del

camino, los hay flojos, pero hay los estudiosos, mientras… yo cocino, hago tareas, leo y cocino,

estudio, voy al jardín, chateo y cocino, nunca había cocinado tanto en mi vida, mi padre bromea

diciendo que seré una buena esposa , ríe a carcajadas, la verdad es que en mis planes no esta

casarme mas sobre todo con lo que eh vistió y oído en estos meses mis tíos se separaron, ya que

la comunicación no era tan buena el hecho de pasar tanto tiempo juntos en esta cuarentena no les
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hiso bien ,descubrieron que no se soportaban del todo, pero bueno supongo que así tuvieron que

ser las osas y también veo la relación de mis padres que se ha deteriorado un poco. Desgraciada

pandemia, o bendecida pandemia, no sé, hemos aprendido tantas cosas, hemos visto la otra cara

de la realidad. Estar en casa, y compartir hasta la saciedad el día entero. Crisis. Apego. Cambios.

¿Resiliencia? Pero también veo las imágenes de la enfermedad y la curva que solo sube. Y las

noticias que de todos lados llegan; bomba en Beirut, un hongo gigante. Hay otras bombas, más

cercanas, una mujer da a luz en la calle, la vida nace sobre un pedazo de cartón. La vida se aferra

a pesar de la adversidad.

La verdad la vida me ha cambiado mucho si soy sincera en todo este tiempo ha cambiado mi

forma de ver la vida y estoy segura que a la mayoría le paso, ha sido muy difícil y ha esto me

refiero a la condición económica de mi familia ya que por la pandemia la tienda de mis padres

tuvo que cerrar y era el sustento de mi familia a pesar de eso supimos salir adelante aunque a

duras penas pero pudimos.

En esta familia somos 5 y todos somos muy ingeniosos. Primero comenzamos a hacer pan,

luego yo y mi hermana empezamos a hacer donas y estaban tan ricas que las empezamos a

vender. La verdad es que mi familia es muy cocinera y estoy feliz de estar en ella y por eso mis

padres empezaron a vender comida esto fue desde el mes de agosto ya que se nos estaba

acabando el dinero y no había más opción que salir a vender a las ferias ,claro con nuestras

medidas de bioseguridad y sinceramente no nos fue nada mal gracias a dios, luego mis hermanas

empezaron a vender barbijos y elementos de bioseguridad, lo cual incluso trajo más ganancia de

lo que solíamos ganar cuando mi mama atendía su tienda en la ceja. La verdad siempre he

admirado mucho a mis padres y en esta pandemia los llegue a admirar mas sobre todo a mi

mama que hiso de todo para que nunca nos falte nada ella es muy emprendedora siempre tiene
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ideas para ganar dinero, mi padre es igual pero él esa caso a lo que diga mi mamá, ella es la de

las ideas. Si bien como lo había dicho antes con respecto a la relación de mis padres no iba muy

bien pero aun así supieron salir adelante como la pareja de esposos que son.

En fin la pandemia está dando lugar para quienes lo quieran ver, a un cambio de mirada y de

conciencia, porque nos ha mostrado que ni ricos ni pobres, ni potentados, ni negros ni blancos ni

cobrizos, son mejores. Este virus ha desnudado la fragilidad de todos los seres humanos y sus

grandes construcciones, sus grandes fortunas, pero también sus grandes miserias...Estamos en un

momento de la historia de la humanidad en el que tenemos la opción de un crecimiento

imperativo fundamental hacia grados de conciencia superiores que suponen, abrirnos hacia una

nueva visión del sentido de la vida, o, la opción de luchar a ultranza por mantener un sistema

supuestamente impecable y perfectamente establecido, que no había tenido los cimientos

necesarios para un verdadero desarrollo y avance de la humanidad, porque mantiene al grueso

de la población absorta en escenarios de competencia y luchas por la hegemonía en todas las

áreas de nuestra vida...personales, sociales, laborales, económicas y otras, desafiando nuestra

propia finitud, mostrando lo absurdo de un ego que no tiene otro asidero que sí mismo. ¿Las

consecuencias? Cada día se van develando mostrando a un mundo sin compasión alguna frente al

dolor ajeno.

Aprendamos las lecciones de sufrimiento que deja en toda la humanidad esta pandemia,

trabajemos sobre aquello que dignifique al ser humano, pongamos la mirada en lo esencial, en

aquello que hemos estigmatizado por estar fuera de los límites de una aparente normalidad, y

ampliemos el horizonte hacia el reconocimiento del valor y la cualidad de todo ser vivo que

habita en este planeta; sólo la apertura de una nueva perspectiva hacia la expansión de nuestra

conciencia, nos permitirá potenciar valores y recursos olvidados del ser humano que tienen que
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ver con la compasión, solidaridad y empatía, en un nuevo contexto de hermandad donde puedan

compartir todos sin las murallas impuestas de posiciones ególatras que sumieron en la muerte y

desesperanza a millones de habitantes del mundo entero.

Y con esto termino, gracias por leer un poco con respectó de lo que me pasó a mí en esta

pandemia. Espero que tenga un lindo día. Y no lo olvide LIFE GOES ON (LA VIDA SIGUE).