Fundamentos culturales

4.2.1 Estructura de un árbol solitario

El crecimiento genérico de un árbol solitario constituye el estándar con el que se reconoce a

cada especie. El individuo que crece sin competencia con otros árboles, lo hace de acuerdo con
el optimo posible de la estación forestal donde vegeta. Sus raíces y su copa se expanden sin
limitaciones de proximidad y muestran la estructura típica de la especie, siempre que no
presente daños bióticos o abióticos. El porte del árbol se corresponde por lo tanto con el
especifico de la especie. La descripción de la estructura global de un árbol puede desglosarse en
tres partes diferenciadas en el porte, la estructura de la copa y la estructura de la raiz.

Porte

Según Serrada (2002) se denomina porte de una especie forestal a la descripción de la forma
que adopta la parte aérea. Cada especie posee un porte especifico o natural que es el que
corresponde a un individuo que vive aislado, en condiciones normales de estación, dentro de su
habitación y sin que haya sido alterado por la acción del hombre u otros elementos (viento,
nieve, granizo. rayo, plagas, enfermedades o animales).

Normalmente los elementos de definición del porte lo constituyen tanto la altura y

conformación del árbol, como la propia forma de la copa. De esta última se hablará en el
siguiente subapartado, por lo que aquí centraremos la atención en la forma general del fuste y
en la relación entre la altura de fuste y el diámetro normal, indice denominado de esbeltez. Una
buena aproximación a la descripción de la forma de un árbol seria su diferenciación en sólidos
simples de revolución como el cilindro, el paraboloide, el cono o el neiloide (ver Fig 25). en la
que:

-La base convexa del árbol es similar a un neiloide truncado, que termina en el punto de inflexión
de la curva exterior del árbol denominada curva de fuste

-Una parte media que se asemeja a un paraboloide truncado y que finaliza en la copa del árbol.
-Una parte superior que es aproximadamente similar a un cono.

Los árboles individuales se caracterizan por una conicidad extrema, es decir, su diametro
disminuye rápidamente desde la base hasta la punta asemejando la figura de un cono.

Para describir la forma de árboles individuales puede emplearse:

El coeficiente de forma, que es la relación entre el diámetro a determinada altura (normalmente

medio fuste) y el diámetro normal, se designa con la letra k y su expresión.matemática seria:

k=d/d

El coeficiente mórfico para estimar el volumen del árbol a través de la relación entre el
volumen de un árbol y el de un cilindro del mismo diámetro normal y altura. Se designa con la
letra f y el volumen v se deduce por la ecuación:

v=fx AB xh
El indice de esbeltez (h/d) relaciona la altura en metros de un árbol entre su diametrs normal
en cm y el resultado se multiplica por 100. Si el árbol tiene valores inferiores a 80 se considera
estable, entre 81 y 100 inestable y valores de más de 100 indican una alta inestabilidad. Estos
altimos sólo se alcanzan en masas cerradas donde la estabilidad individual del árbol se garantiza
principalmente por el conjunto de la masa.

Los árboles aislados invariablemente tienen valores de h/d inferiores a 80. El hecho de que
lirboles inestables frente a los factores meteorológicos puedan sobrevivir se debe a la resistencia
conjunta del grupo, de la masa. Los árboles se sostienen mutuamente impidiendo unas
oscilaciones demasiado amplias y peligrosas para su estabilidad. Si con el tiempo la estabilidad
media individual de la masa no mejora debido a la reducción de densidad por causas naturales
(mortalidad) o selvícolas (clareos, claras). las probabilidades de derribos o roturas masivos
aumentan considerablemente. El indice de esbeltez medio de una masa, así como el individual
es aume uno de los factores más relevantes a la hora de planificar y ejecutar los tratamientos
selvicolas de mejora (ver capitulo 7).

El indice de esbeltez también puede ser utilizado para caracterizar la forma y extrapolar el
volumen maderable transformable hacia diferentes destinos (sierra, trituración, etc.). pero es
sobre todo en árboles dentro de una masa donde su información sobrepasa la mera estimación
de la estabilidad individual (Abetz. 1976).

Copa

La copa es la portadora de todos los órganos de asimilación y fotosíntesis del árbol. así como de
sus flores y frutos. Su principales funciones se derivan por ello de este hecho, por lo que la copa
influye decisivamente sobre los siguientes aspectos:

Capacidad fotosintética del árbol y capacidad total de producción de biomasa que en términos
selvico las se traduce en crecimiento en altura, diámetro de fuste, diámetro de la propia copa y
desarrollo de la raíz

Capacidad de producción de fruto y con ello de potencialidad diseminación y regeneración.

Transpiración del árbol y relacionado con ello tanto el transporte de savia en el tronco como la
capacidad de tensión de succión de las raíces. Influye además a nivel de masa en la humedad
relativa y la temperatura del aire.

Repercute en la estabilidad estática del árbol frente al viento y la nieve.

Raiz

La raiz desempeña tres funciones fundamentales para el árbol:

Anclaje firme en el suelo en el que está involucrado todo el sistema radical

Absorción de agua y nutrientes concentrado principalmente en las raíces finas no leñosas

Almacenamiento de nutrientes, sintesis de compuestos orgánicos y secreción de productos
metabólicos

Algunas especies tienen además la capacidad de emitir brotes a partir de las raíces, tal y como
se verá en el capitulo dedicado al monte bajo.
La forma de la raíz depende en gran medida de la especie y la edad de la planta, pero se ve
además influida por las condiciones edáficas, sobre todo por la profundidad y la textura del
suelo, así como por el nivel de la capa freática. En la arquitectura de la raíz se diferencia las raíces
principales con frecuencia pivotantes, de las secundarias que se derivan de la principal y suelen
enraizar horizontal y verticalmente y de las raíces finas o raicillas, no leñosas, objeto de la
simbiosis micorrícicas y que realizan las funciones de absorción de agua y nutrientes.

Temperamento

Según Ruiz de la Torre (1993) temperamento es "el carácter de una especie vegetal por el que
tolera o exige determinados grados de intensidad de insolación en sus primeras edades. Esta
mayor o menor tolerancia a una reducción de la radiación activa que alcanza a las jóvenes
plántulas tiene una relevancia importantísima en la Selvicultura, determinando en gran medida
los tipos de tratamiento de mejora y regeneración de cada especie. Sin embargo, es conveniente
recordar que se trata de un término cualitativo no absoluto y que la misma especie muestra
diferencias de "sensibilidad en las distintas latitudes donde vegeta.

El temperamento también influye en la duración de cada una de las clases naturales de edad.
siendo la densidad de pies más alta en las especies de sombra durante mayor tiempo que en las
especies de luz por lo que los procesos de diferenciación de los pies dentro de una masa se
ralentizan en las primeras con respecto a las segundas. Estas características tienen implicaciones
selvícolas en los tratamientos de mejora tal y como se verá en los capitulos correspondientes