“Dada la desigualdad de los seres humanos, todo lo que se haga para "limar" aquellas
desigualdades será antihumano puesto que es contrario a su naturaleza y
necesariamente hará que la nivelación opere hacia abajo buscando el común denominador del reino puramente animal. El único tipo de igualdad compatible con la liberación de energía creadora que requieren los individuos para expresarse humanamente es la igualdad ante la ley. Entonces, la diversidad, la individualidad del ser humano conduce a que la educación formal que recibe debería impartirse también de modo individual”1. El presente trabajo refleja una visión anticuada y sumamente liberalizada de la Educación. No resulta extraño que date de 1984 en pleno esplendor liberalizador o porque no declararlo de forma abierta, Neoliberal del Estado. El problema no radica tanto en lo que señala cómo en que sus bases epistemológicas se hunden además de una doctrina económica de reducción de los tentáculos del Estado, además en una sociedad libre como la que plantea Paul Feyerabend. Si bien las fuerzas motrices de este pensador no son necesariamente la destrucción del Estado, sí es la homologación del discurso educativo tecnicista y cientificista con otros tipos de saberes de la sociedad (ancestrales, religiosos etc.) dejándoles a los padres o a la ciudadanía en su sentido más amplio la posibilidad de elegir qué tipo de enseñanza se desean para sus hijos. Con esto no hablamos de la enseñanza de religión o no o la capacidad de enseñar la teoría evolutiva o creacionista en Historia sino que si alguien desea ser enseñado en el arte de la cacería, la física cuantica y la acupuntura el Estado y la educación no debería entregar solamente las herramientas científicas sino que bajarla del pedestal y ponerla a la par de todos los demás saberes de la sociedad. De una sociedad libre. Pero esto es escaparse un poco del tema central… sin embargo queríamos mostrar como las ideologías de fondo enmarcan posibilidades interesantes de cómo direccionar el curriculum y como las tergiversaciones o los usos utilitaristas de una visión de sociedad libre pueden terminar simplemente dejando algo tan importante como la Educación en las manos de los privados y con un fin púramente economicista. Él mismo autor cae en señalar que no todos los individuos son iguales (principio metafísico de la naturaleza humana) ypor lo tanto declara que no todos tienen las mismas oportunidades, dados estos principios de desigualdad. “en nombre de la igualdad de oportunidades, el gobierno aplica la coacción de re-distribuyendo ingresos, el resultado neto será el haber disminuido las oportunidades de todos pero muy especialmente de los relativamente más pobres. La re-distribución de ingresos significa que el gobierno vuelve a distribuir co- activamente aquello que el mercado ya había distribuido según la eficiencia de cada cual para atender las necesidades del prójimo. Dicha re-distribución tácitamente apunta al igualitarismo” (BENEGAS; 1984. 235-236). Este principio liberal y casi Darwiniano y de carácter absolutamente determinativo choca con las actuales políticas públicas en temas de Igualdad y de cómo admitir la desigualdad e intentar superarlas. Hé aquí la planificación de la Fundación para la Superación de la Pobreza para Educación. En ella se estipula so siguiente: Las innegables brechas de cobertura en la etapa inicial del ciclo formativo están marcando fuertemente las trayectorias y los resultados futuros de los estudiantes según su origen socioeconómico, por lo que apremia 1 ALBERTO BENEGAS LYNCH, Revista Estudios Públicos 1984. Pág. 228-229. reforzar y diversificar la oferta educativa de educación inicial, para hacerla accesible y que esté disponible para todas las familias que la requieran. Necesitamos asegurar acceso de los niños y niñas menores de seis años a instancias educativas enriquecidas y atender oportunamente a aquellos que presentan necesidades educativas especiales2.