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La empresa es una organización de recursos productivos (materiales, inmateriales,

humanos y técnicos) que goza de autonomía para el establecimiento y ejecución de sus


planes económicos y que tiene por finalidad la producción y/o distribución de los bienes
y servicios demandados por los consumidores finales o por otras empresas.

El empresario será la persona que actuando en nombre propio (si se trata de una persona
física) o a través de unos órganos de administración (si se trata de una persona jurídica)
asume la dirección y organización de los factores de producción y el riesgo empresarial,
a cambio de la obtención de un beneficio. Para él, la contabilidad se convierte en un
importante instrumento que le informa de la composición del patrimonio (es decir, de la
riqueza de la empresa), de los cambios en la posición financiera, de la actividad
realizada (compra-producción-venta) y le explica cómo se ha obtenido el beneficio o
pérdida (es decir, cómo ha variado la riqueza).

Entre los múltiples criterios existentes para clasificar las empresas nos vamos a referir a
tres: el primero atendiendo a la actividad desarrollada, el segundo a la forma jurídica
elegida y el tercero en función de su tamaño.

Atendiendo a la actividad económica desarrollada, se distinguen:

• Empresas comerciales Son intermediarias entre productor y consumidor; su función


primordial es la compra/venta de productos terminados. Pueden clasificarse en:

• Mayoristas: Venden a gran escala o a grandes rasgos.


• Minoristas (detallistas): Venden al por menor.
• Comisionistas: Venden de lo que no es suyo, dan a consignación.

Como ejemplos de empresas comerciales tenemos a las grandes superficies,


supermercados y comercio minorista en general.

• Empresas industriales o de transformación, en las que se lleva a cabo la trasformación


de las materias primas mediante la aplicación de trabajo y tecnología, para obtener un
producto final que puede ser vendido a los consumidores o a otras empresas.

Las industrias, a su vez, se clasifican en:

• Extractivas. Cuando se dedican a la explotación de recursos naturales, ya sea


renovables o no renovables. Ejemplos de este tipo de empresas son las
pesqueras, madereras, mineras, petroleras, etc.
• Manufactureras: Son empresas que transforman la materia prima en productos
terminados, y pueden ser:
o De consumo final. Producen bienes que satisfacen de manera directa las
necesidades del consumidor. Por ejemplo: prendas de vestir, muebles,
alimentos, aparatos eléctricos, etc.
o De producción. Estas satisfacen a las de consumo final. Ejemplo:
maquinaria ligera, productos químicos, etc.

Como ejemplos tenemos a las fábricas de automóviles, calzados, muebles, etc.


• Empresas de servicios, cuya actividad consiste en la prestación de servicios y
desarrollan su actividad en sectores como el turístico (hoteles, agencias de viajes), el
financiero, el transporte, la educación, la sanidad, la asesoría, etc.

Son aquellas que brindan servicio a la comunidad que a su vez se clasifican en:

• Transporte
• Turismo
• Instituciones financieras
• Servicios públicos (energía, agua, comunicaciones)
• Servicios privados (asesoría, ventas, publicidad, contable, administrativo)
• Educación
• Finanzas
• Salubridad

A la clasificación anterior podían añadirse las empresas de nuevas tecnologías, que


comparten características con las industriales y las de servicios, según los casos.
Ejemplo de estas nuevas empresas son las que desarrollan aplicaciones informáticas, las
e-commerce, los servicios globales de distribución vía Internet, los servicio financieros
on-line, etc.
La Comisión de la Unión Europea sugiere: "Se considerará empresa toda entidad,
independientemente de su forma jurídica, que ejerza una actividad económica. En
particular, se considerarán empresas las entidades que ejerzan una actividad artesanal u
otras actividades a título individual o familiar, las sociedades de personas y las
asociaciones que ejerzan una actividad económica de forma regular."[2]

De acuerdo al Derecho internacional, la empresa es el conjunto de capital,


administración y trabajo dedicados a satisfacer una necesidad en el mercado.[3

En atención a la forma jurídica elegida, las empresas se clasifican en: empresas


individuales, sociedades mercantiles y un tercer grupo de empresas sin ánimo de lucro
como las fundaciones, asociaciones, ONG, etc.

Las empresas individuales son unidades económicas de producción en las que la


titularidad del negocio corresponde a una persona física, que asume la propiedad, la
dirección y el riesgo. La responsabilidad frente a terceros es ilimitada, lo que significa
que responden no sólo con la aportación del empresario, sino también con su patrimonio
particular.

Las sociedades mercantiles son entidades jurídica y económicamente independientes de


sus propietarios, creadas con la finalidad de aportar un fondo patrimonial común con el
que emprender mayores inversiones y al mismo tiempo repartir o limitar la
responsabilidad del negocio.

Los principales tipos de sociedades mercantiles son los siguientes:

Las sociedades colectivas, entre cuyas características generales destacamos:

• Son sociedades personalistas, basadas en la confianza mutua de los socios.

• Todos los socios, en principio, participan en la gestión social, por lo que son
consideradas comunidades de trabajo.

• Su responsabilidad es ilimitada: los socios responden personal, subsidiaria y


solidariamente con todos sus bienes.

• Todos los socios, en nombre colectivo, se comprometen a participar, en la proporción


que establezcan, de los mismos derechos y obligaciones.

• La denominación de la sociedad estará formada por el nombre de todos los socios, o


por el de uno de ellos seguido de la expresión “y compañía”.

• No es necesario auditar sus cuentas ni depositarlas en el Registro Mercantil.

Las sociedades comanditarias son sociedades personalistas con dos tipos de socios:

• Los socios colectivos, que responden ilimitadamente de las deudas sociales.

• Los socios comanditarios, que sólo responden con sus aportaciones.


La denominación de la sociedad girará en torno a los nombres de los socios colectivos,
seguido de la expresión “sociedad en comandita”.

La sociedad limitada es un tipo de sociedad apropiada para empresas no excesivamente


grandes. Sus principales características son:

• Se trata de sociedades no personalistas.

• Los socios tienen responsabilidad limitada, esto es, no responden personalmente de las
deudas sociales.

• El capital está dividido en participaciones indivisibles y acumulables, que no tienen la


consideración de valores, no pueden estar representadas por títulos ni anotaciones en
cuenta, y no pueden denominarse acciones. Los estatutos de la sociedad podrán limitar
su transmisión.

• En la denominación de la sociedad deberá figurar necesariamente la indicación


Sociedad de Responsabilidad Limitada, Sociedad Limitada o sus abreviaturas SRL o SL.

La sociedad anónima es la forma jurídica más utilizada para la constitución de


sociedades. Sus principales características son las siguientes:

• Se trata de una sociedad no personalista.

• Los socios tienen responsabilidad limitada, esto es, no responden personalmente de las
deudas sociales.

• El capital está representado por títulos denominados acciones, que tienen la


consideración de valores y pueden ser representadas por títulos o anotaciones en cuenta.
Las acciones son de libre transmisión, bien directamente entre los socios o a través de
un mercado segundario organizado como es la Bolsa.

• La denominación de la sociedad estará seguida de la expresión SA.

Empresas de economía social

Existen otras formas sociales en las que la toma de decisiones recae sobre los socios
como personas más que sobre el capital que representan, estas sociedades son:

Las sociedades cooperativas, constituidas por personas físicas (salvo las cooperativas
de segundo grado) que se asocian con el objeto de realizar actividades empresariales
para satisfacer necesidades económicas o sociales de los cooperativistas, por ejemplo
ofrecerles bienes o servicios al menor precio posible o retribuir sus prestaciones al
máximo posible. Los resultados económicos de la sociedad se imputan a los socios
después de atender los fondos comunitarios.

Las Sociedades Anónimas Laborales (SAL) tienen responsabilidad limitada y el capital


es propiedad de los trabajadores. En este tipo de sociedad ninguno de los socios podrá
poseer acciones que representen más de la tercera parte del capital.
Y por último, señalar una fórmula novedosa de sociedad como es la Sociedad Limitada
Nueva Empresa (SLNE) que se regula como la sociedad limitada pero con un régimen
societario más sencillo. Esta nueva forma jurídica se ha creado con la finalidad de
incentivar la creación de empresas con la simplificación de los trámites burocráticos de
constitución y puesta en marcha del negocio y un régimen de contabilidad simplificada.
La cifra del capital estará comprendida entre un mínimo de 3.012 euros y un máximo de
120.202 euros. El número inicial de socios no podrá superar los cinco.

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