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¿Qué se esconde tras los impuestos ambientales?

Mario Gil Aguilar Sánchez*

RESUMEN
La globalización económica ha acelerado el deterioro del medio ambiente, preocupando a políticos,
científicos y sociedad civil, así como a organismos internacionales. Derivado de esta preocupación se
han llevado a cabo diversos acuerdos internacionales, así como ciertas medidas económicas para
reducir este deterioro. Bajo el pretexto de la protección al medio ambiente, muchos gobiernos de los
Estados han visto una oportunidad para allegarse de recursos económicos, por medio de los llamados
impuestos ambientales, que en su carácter de extrafiscal, quieren justificar su implantación como un
medio de protección al medio ambiente, siendo que en realidad, estos impuestos sólo tienen fines
recaudatorios, constituyendo así, una falacia.

Palabras clave: Globalización económica, medio ambiente, impuestos ambientales, falacias,


externalidades.

Sumario:
1. Una mirada al estado del medio ambiente ; 2. Los Tributos;
3. Impuestos Ambientales; 4. Falacias; 5. Conclusiones

1. Una mirada al estado del medio ambiente

Como consecuencia de la globalización económica, el mercado por medio de sus procesos de


comercialización ha ocasionado un deterioro ambiental de tal magnitud, que ha hecho que la
comunidad internacional adquiera conciencia de lo que es y significa el medio ambiente, así como la
necesidad de su protección y correcta explotación de sus recursos naturales. 1 Este deterioro se ha visto
reflejado en el calentamiento global.

**
Maestro en Contribuciones Fiscales por la Universidad Mexicana de Educación a Distancia; doctorando del programa
“Doctorado en Derecho y Globalización” en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
1
Ibarra Sarlat, Rosalía, La explotación petrolera mexicana frente a la conservación de la biodiversidad en el régimen
jurídico internacional, México, D.F., Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, 2003, Serie DOCTRINA JURÍDICA
Núm. 150, p. XVIII.
2
El fenómeno del calentamiento global puede resumirse en los siguientes puntos 2: 1. Desde el siglo
pasado la Tierra se ha venido calentando en promedio un grado Fahrenheit; 2. A pesar de este dato que
pareciera insignificante, los pequeños cambios de temperatura pueden tener efectos importantes; 3. Esta
tasa del aumento en el calentamiento terrestre no tiene precedentes, nunca ha sucedido en varios
millones de años en el tiempo; 4. Ha estado subiendo el nivel del mar; 5. Al igual que la temperatura,
los pequeños cambios del nivel del mar pueden tener graves consecuencias; 6. El incremento de los
gases invernadero en la atmósfera ha sido asombroso, alcanzando niveles alarmantes; y 7. Es probable
que el ritmo del cambio de las temperaturas se acelere, con pequeños incrementos en la concentración
de gases invernadero que conduzcan a cambios climáticos todavía mayores que los de nuestro pasado
más reciente.

El primer antecedente que se tiene respecto de la protección al medio ambiente es en 1962 con Rachel
L. Carson en su obra titulada la Primavera silenciosa, en donde la autora manifiesta una llamada de
atención para poner fin a la destrucción masiva del medio ambiente. 3 El mundo reconoció que existía
un problema potencial y en 1988, la Organización de las Naciones Unidas creó el Intergovernmental
Panel on Climate Change4 (IPCC), cuya finalidad era llevar a cabo un estudio para que se valorara el
impacto sobre el medio ambiente. El IPCC publicó tres estudios significativos entre 1990 y 2001, los
cuales concluían que cada vez habían más pruebas de los peligros del calentamiento global.5

En 1992, más de cien jefes de Estado se reunieron en Río de Janeiro donde acodaron un procedimiento
para elaborar un tratado que restringiese las emisiones de gases invernadero, mediante el cual los jefes
de Estado se comprometieron a estabilizar las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera
en un nivel que evite una peligrosa interferencia antropogénica con el sistema climático […] dentro de
un marco temporal suficiente para que los ecosistemas se adapten de forma natural. Después de toda
una serie de reuniones técnicas sobre calentamiento global que tuvo lugar en Kioto, se conformó el
llamado Protocolo de Kioto6.

2
Stiglitz, Joseph E., Cómo hacer que funcione la globalización, trad. de Diéguez Amaro y Gómez Crespo, Paloma, Madrid,
Santillana Ediciones Generales, S.L., 2006, p. 217.
3
Ibarra Sarlat, Rosalía, op. cit., p. 106.
4
Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.
5
Stiglitz, Joseph E., pp. 219 y 220.
6
Ibídem, p. 220
3
Como consecuencia del persistente menoscabo de los ecosistemas, la comunidad internacional propició
la creación de organismos internacionales con la finalidad de crear normas que permitieran prevenir,
evitar, disminuir o restaurar los problemas que ha casado el ser humano a la naturaleza.7

Después que se consolidó la doctrina ambiental, las acciones internacionales trataron de armonizar la
economía con la protección del medio ambiente. 8 Los acuerdos se establecían para soluciones
globalizadoras, constituyendo el principal instrumento de política ambiental internacional. De esta
forma comienza el debate teórico y político para darle su verdadero valor a la naturaleza, e internalizar
la externalidades socio-ambientales al sistema económico, aparece el concepto de desarrollo
sustentable, estableciendo nuevos estilos de desarrollo, basados en las condiciones y potencialidades
de los ecosistemas y el manejo racional de los recursos9.

En 2002 se celebró la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, Sudáfrica,


estableciéndose metas importantes tales como: reducir a la mitad, para 2015, el número de personas
que no tiene acceso a servicios básicos de saneamiento; para 2020 producir y utilizar productos
químicos que no dañen la salud humana y el ambiente, por medio de los protocolos de Kioto y
Cartagena.10

2. Los Tributos

Los sistemas impositivos de la mayoría de los países se desarrollaron a lo largo de un dilatado período;
el Estado necesitaba recursos para poder funcionar. El origen de las necesidades públicas es el origen
del Estado, que para satisfacerlas se requiere de la contribución.11

La definición de impuesto contiene muchos elementos, y por lo tanto pueden existir diversas
enunciaciones sobre el mismo. Algunas de estas definiciones son las siguientes: Para Sergio Francisco
de la Garza12 señala que El impuesto es una prestación tributaria obligatoria ex-lege, cuyo presupuesto
de hecho no es una actividad del Estado referida al obligado y destinada a cubrir los gastos
7
Ibarra Sarlat, Rosalía, op. cit., p. 161.
8
Aguilar Rojas, Grethel, Derecho Ambiental en Centroamérica, Suiza, 2009, Serie de Política y Derecho Ambiental Núm.
66, Tomo 1, IUCN, p. 8.
9
Sachs, Ignacy, Ecodesarrollo, desarrollo sin destrucción, México, El colegio de México, 2007, Programa sobre desarrollo
y medio ambiente, p 86.
10
Ídem.
11
Fernández, Luis O., Recaudar impuestos en un mundo globalizado, Buenos Aires, EDICON, 2009, p. 17.
12
De la Garza, Sergio Francisco, Derecho Financiero, 11ª ed., México, Ed. Porrúa, 1982, p. 337.
4
públicos.”; Juan Manuel Ortega Maldonado,13 nos dice que: el impuesto son las contribuciones
requeridas a los contribuyentes por la autoridad a título definitivo y sin contrapartida.

Los impuestos se clasifican en: a).- Directos e Indirectos, son impuestos directos aquellos que se
establecen sobre el ingreso o patrimonio de las personas, y son indirectos los que se establecen sobre el
consumo o transferencias (Criterio de manifestación de capacidad contributiva 14); y, b).- Reales y
Personales. Los primeros son aquellos que se establecen atendiendo a los bienes; los segundos en
atención a las personas15.

Un aspecto importante de los tributos es lo que se denomina el hecho generador o hecho imponible de
los impuestos, al respecto Ortega Maldonado16 menciona que el hecho imponible debe tener una
naturaleza económica en forma de una situación o de un movimiento de riqueza y que las
consecuencias tributarias son medidas en función de esta riqueza.

Los impuestos tienen en el sistema económico una gran transcendencia en virtud que a través de éstos
se pueden alcanzar diversos objetivos. Así los impuestos tienen fines fiscales y extrafiscales. Los fines
fiscales hacen referencia a la obtención de recursos para satisfacer el gasto público, mientras que los
fines extrafiscales se refieren a la producción de ciertos efectos que pueden ser económicos, sociales,
culturales, políticos, etc.

3. Impuestos ambientales

Tanto en el Acta Única Europea como en los tratados de Maastricht y Ámsterdam nada se dice sobre
utilizar el aspecto tributario, como instrumento de protección al medio ambiente, lo cierto es que si se
usa con fines extrafiscales.

Quien introdujo el concepto de externalidades, estableciendo la idea de gravar los costos externos
derivados de la contaminación, fue Pigou17 (1920). Así, en el caso de la “contaminación ambiental” se
13
Ortega Maldonado, Juan Manuel, Primer Curso de Derecho Tributario Mexicano, México, Ed. Porrúa, 2004, p. 55.
14
Ibídem, op. cit., p. 56.
15
Ibídem, p. 57.
16
Ibídem, p. 61.
17
Arthur Cecil Pigou se considera el fundador de la Economía del Bienestar y principal precursor del movimiento
ecologista al establecer la distinción entre costes marginales privados y sociales y abogar por la intervención del estado
mediante subsidios e impuestos para corregir los fallos del mercado e internalizar las externalidades., en
http://www.eumed.net/cursecon/economistas/pigou.htm, consultado el 9 de agosto de 2014.
5
dice que existe una externalidad negativa cuando los efectos derivados de las acciones de un agente
económico afectan a otros agentes, o bien a la sociedad en general, y los mismos no se reflejan
correctamente en los precios de mercado.18

Para explicar el concepto de externalidad, puede decirse que cuando un sujeto usa recursos naturales o
contamina, consigue una ganancia, ya que no considera el costo de limpieza o de la degradación
ambiental, y como consecuencia de ello, no se refleja dicho costo en los precios y en el mercado, es
decir, queda externo al sistema de precios, llamándosele externalidad negativa, o si este sujeto aporta o
gasta sin transferir el costo se le llama externalidad positiva. Para reparar estas alteraciones, se
proponen instrumentos económicos que internalicen la externalidad negativa, y así los precios y el
mercado reflejen el costo económico del daño ambiental, para que el sujeto contaminador tenga la
obligación de admitir el costo ambiental; surge de esta manera el principio el que contamina, paga.19

Bajo el Principio de quien contamina paga, en las últimas dos décadas, la mayoría de los países
europeos de la OCDE crearon nuevos impuestos y modificaron los ya existentes con el fin de alcanzar
objetivos ambientales, llamándolos impuestos ambientales o impuestos verdes, por su doble objetivo de
generar recaudación y de modificar las señales económicas que reciben las personas físicas y jurídicas
sobre los costos ambientales de sus acciones. 20 Las críticas hechas a este principio se centran en su
carácter sancionador o penalizador, y a lo que lo desvirtúa, que le permite contaminar a cambio de un
precio.

El establecimiento de los impuestos ambientales puede llevarse a cabo por la reestructuración de


impuestos existentes o por la introducción de nuevos impuestos ambientales. 21 En el primer caso,
muchos de los países han reestructurado algunos de sus impuestos de tal forma que ahora están
indexados a los niveles de emisiones de azufre, bióxido de carbono, plomo, benceno o fósforo. Estos se
crearon con el objeto de producir ingresos tributarios para los gobiernos. En la actualidad, en los países

18
Gómez Sabaíni, Juan C. y Morán, Dalmiro, Política tributaria y protección del medio ambiente: Imposición sobre
vehículos en América Latina, Santiago de Chile, Naciones Unidas, 2013, CEPAL-Serie Macroeconomía del Desarrollo No.
141, p. 7.
19
Figueroa Neri, Aimée, “Tributos ambientales en México. Una revisión de su evolución y problemas”, México, Boletín
Mexicano de Derecho Comparado, nueva serie, año XXXVIII, núm. 114, septiembre-diciembre de 2005, p. 995.
20
Moreno Arellano, Graciela et al., Impuestos ambientales. Lecciones en países OCDE y experiencia en México, México,
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Instituto Nacional de Ecología INE-SEMARNAT, 2002, Moreno
Arellano, Graciela et al., (Comps.), p. 9.
21
Ibídem, op. cit., p. 17.
6
de la OCDE, 80% del precio de los combustibles son impuestos. 22 El impuesto ambiental básicamente
tiene una finalidad extrafiscal, es decir, además de recaudar, busca incidir en la conducta del individuo
o agentes que contaminan.

La definición de impuesto ambiental fue acordada por la OCDE, la Agencia Internacional de Energía y
la Comisión Europea señalando que es cualquier pago obligatorio y sin contraprestación, aplicado
sobre determinadas bases imponibles que se consideran de particular relevancia para el medio
ambiente. Regularmente estas bases imponibles corresponden a productos energéticos, vehículos
automotores, los residuos sólidos y líquidos, las emisiones gaseosas, los recursos naturales, etc.23

Las actividades que deterioran el medio ambiente son la fuente de los impuestos ambientales. Por esa
razón, se puede gravar la fabricación y comercialización de productos que degradan la naturaleza, las
emisiones contaminantes a la atmósfera, las descargas de desechos sólidos, el ruido, el uso de
fertilizantes y pesticidas, entre otros.

Por otra parte, en el tema de los impuestos ambientales, la base gravable del impuesto es la medida del
daño ambiental que se quiere evitar. No hay que olvidar que la finalidad del tributo ambiental es
disminuir o evitar la contaminación y sobre todo el sujeto obligado debe determinarse en virtud del
principio quien contamina paga.24

Falacias

Recientemente, Matt McGrath de la BBC publicó que científicos y funcionarios convocados en Japón
dieron a conocer la evaluación más exhaustiva hasta la fecha del impacto del cambio climático en el
mundo señalando que dicho calentamiento global es probablemente grave, generalizado e irreversible,
según un informe elaborado por Naciones Unidas.25

Bajo el pretexto del carácter extrafiscal de los impuestos, pueden señalarse diversas falacias como:

22
Ídem.
23
Gómez Sabaíni, Juan C. y Morán, Dalmiro, op. cit., p. 13.
24
Ibídem, p. 60.
25
BBC, ONU advierte del abrumador impacto del cambio climatico, en
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/03/140330_cambio_climatico_onu_informe_jgc.shtml, consultado el 9 de
agosto de 2014.
7
La base gravable de los impuestos ambientales es la medida del daño ambiental que se quiere evitar;
cuando los impuestos lo que gravan es la manifestación de la riqueza de los particulares, la cual se da a
través de la obtención de ingresos, la propiedad de un patrimonio o el consumo.

La fuente de los impuestos ambientales son las actividades que deterioran el medio ambiente; cuando
se conoce que la fuente de los impuestos se refiere al monto de los bienes o de la riqueza de una
persona física o moral, es decir, las fuentes resultan ser el capital y el trabajo.

El hecho generador los impuestos ambientales lo componen las actividades que directa o
indirectamente deterioren el medio ambiente; siendo que la doctrina ha señalado que el hecho
imponible debe tener una naturaleza económica en forma de una situación o de un movimiento de
riqueza.

La más grave de las falacias es que se haya hecho creer que mediante los impuestos ambientales se va a
disminuir o hasta evitar el daño al medio ambiente.

Acaso, ¿no será la implementación de todas las políticas pro protección al medio ambiente, a través de
impuestos ambientales la madre de todas las falacias?

Conclusiones

El establecimiento de impuestos ambientales no es la solución al grave problema del deterioro del


medio ambiente al que se enfrenta la humanidad.

Con el pretexto del carácter extrafiscal de los impuestos para dar solución al problema de la
contaminación al medio ambiente, se han creado un sin número de impuestos ambientales y, si bien es
cierto que la diferencia de los impuestos comunes y los ambientales, tienen la virtud de lograr que los
sectores gravados incorporen dentro de sus costos los impactos ambientales de las actividades, también
es cierto que este impuesto ambiental es recaudatorio.

Los gobiernos de los países han visto un extraordinario medio de oportunidad para allegarse recursos
económicos a través de la implementación de impuestos ambientales, abanderados con el principio de
8
quien contamina paga, puesto que al internalizar la externalidad negativa, los precios y el mercado
reflejen el costo económico real, aumentando el impuesto.

Finalmente, no puede concebirse que se permita contaminar a cambio de un precio.

Referencias

1. Aguilar Rojas, G. Derecho Ambiental en Centroamérica, Suiza, 2009, Serie de Política y Derecho
Ambiental Núm. 66, Tomo 1, IUCN.
2. De la Garza, S. , Derecho Financiero, 11ª ed., México, Ed. Porrúa, 1982.
3. Fernández, L, Recaudar impuestos en un mundo globalizado, Buenos Aires, EDICON, 2009.
4. Figueroa Neri, A., “Tributos ambientales en México. Una revisión de su evolución y problemas”,
México, Boletín Mexicano de Derecho Comparado, nueva serie, año XXXVIII, núm. 114,
septiembre-diciembre de 2005.
5. Gómez Sabaíni, J. C. y Morán, D., Política tributaria y protección del medio ambiente:
Imposición sobre vehículos en América Latina, Santiago de Chile, Naciones Unidas, 2013,
CEPAL-Serie Macroeconomía del Desarrollo No. 141.
6. Ibarra Sarlat, R., La explotación petrolera mexicana frente a la conservación de la biodiversidad
en el régimen jurídico internacional, México, D.F., Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
2003, Serie DOCTRINA JURÍDICA Núm. 150.
7. Moreno Arellano, G. et al., Impuestos ambientales. Lecciones en países OCDE y experiencia en
México, México, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Instituto Nacional de
Ecología INE-SEMARNAT, 2002, Moreno Arellano, Graciela et al., (Comps.).
8. Ortega Maldonado, J. M., Primer Curso de Derecho Tributario Mexicano, México, Ed. Porrúa,
2004.
9. Sachs, I., Ecodesarrollo, desarrollo sin destrucción, México, El colegio de México, 2007,
Programa sobre desarrollo y medio ambiente.
10. Stiglitz, J. E., Cómo hacer que funcione la globalización, trad. de Diéguez Amaro y Gómez
Crespo, Paloma, Madrid, Santillana Ediciones Generales, S.L., 2006.
11. Unión Europea, en
http://europa.eu/legislation_summaries/institutional_affairs/treaties/treaties_singleact_es.htm,
consultado el 9 de agosto de 2014.

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