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SALA SOCIAL Y ADM. II.

AUTO SUPREMO: Nº 043

Sucre, 30 de marzo de 2.006

DISTRITO: Cochabamba PROCESO: Social.

PARTES: Karina Peredo Valencia c/ Empresa Terminal de Buses Cochabamba

MINISTRO RELATOR: Dr. Julio Ortiz Linares.

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VISTOS: El recurso de casación de fs. 129-131, interpuesto por Karina Peredo


Valencia contra el Auto de Vista No. 320/2001 (fs. 123-124 vta.), pronunciado por la
Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial de
Cochabamba, dentro del proceso social instaurado por la recurrente contra la
Empresa "Terminal de Buses Cochabamba", representada por Jaime Veizaga
Hidalgo; la concesión del recurso efectuada mediante resolución de fs. 134 vta., los
antecedentes del proceso, y:

CONSIDERANDO: Que tramitado el proceso de referencia, el 5 de junio de 2001, el


Juez de Partido Segundo del Trabajo y Seguridad Social pronunció la sentencia de
fs. 100-102, declarando probada en parte la demanda, sus correcciones y
aclaraciones e improbadas las excepciones perentorias de pago y prescripción, por
consiguiente ordenó que la empresa demandada cancele a la actora, heredera ab
intestato del trabajador Limbert Ponce Orellana, la suma de Bs. 41.788,65.-,
debiendo aplicarse los reajustes dispuestos en el DS 23381 de 29 de diciembre de
1992, en ejecución de sentencia.

Deducida la apelación por el representante de la empresa demandada, la Sala


Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba,
mediante Auto de Vista No. 320 de 20 de julio de 2001, fs. 123-124 vta., confirmó la
sentencia impugnada respecto de la indemnización por tiempo de servicios y las
primas de 1999, 2000 y revocó en lo referente al pago del desahucio e
indemnización por muerte, determinando que la empresa demandada cancele a la
actora la suma de Bs. 5.843,01, sin costas.

Esta decisión, motivó que la demandante interponga recurso de casación a fs. 129-
131, aduciendo que en el Auto de Vista impugnado, el tribunal ad quem efectuó una
errónea interpretación e indebida aplicación de lo dispuesto por el art. 9 del DS
1260 de 5 de julio de 1948, que le reconoce el derecho a que se le cancele el
desahucio por el fallecimiento de su esposo. Asimismo afirma, que se vulneraron los
art. 88 de la Ley General del Trabajo (LGT) y 94 del DS 224 de 23 de agosto de
1943, que establecen su derecho a cobrar el equivalente a dos años de salario por
concepto de indemnización por la muerte de su esposo. Agrega que estas figuras
jurídicas no son excluyentes entre sí y que de existir duda sobre su aplicación,
debió tomarse en cuenta el principio laboral "in dubio pro operario" y disponer que
en lugar del desahucio, se le cancele la indemnización por muerte por ser de mayor
beneficio para ella. Concluyó solicitando se case el Auto de Vista impugnado y se
declare probada la demanda en los términos de la sentencia de primera instancia.

CONSIDERANDO: Que resolviendo el presente recurso, en el marco de los hechos


denunciados tenemos:

I. Sobre el desahucio: El tribunal de segunda instancia consideró que los arts. 1 y 9


del DS 1260 de 5 de julio de 1948, son contradictorios entre sí, razón por la que
aplicó de manera preferente lo dispuesto por el art. 13 de la LGT, en sentido de que
el desahucio sólo procede en caso de despido por parte del empleador y no así al
fallecimiento de un trabajador, como sucedió en la especie, puesto que no se
produjo tal despido; por ende, determinó que el pago del desahucio es
improcedente.

En ese contexto, conviene precisar que el desahucio es la sanción que se impone al


empleador por el incumplimiento del preaviso de retiro al trabajador, o dicho de otro
modo, el incumplimiento del preaviso por parte del empleador deriva en el pago del
desahucio, cuya finalidad es cubrir el tiempo considerado como prudencial para que
el trabajador busque una nueva fuente laboral a efectos de tener una subsistencia
digna.

En consecuencia, si se produce el fallecimiento de un trabajador por causas


imputables o no a éste, conviene precisar que el empleador no incurre en
incumplimiento del aludido preaviso, por lo tanto, es lógico concluir que no está
obligado al pago del desahucio, análisis que es respaldado por el AS No. 5 de 19 de
enero de 1981.

En efecto, resolviendo la presente acción extraordinaria, cabe señalar que el art. 1


del DS 1260 de 5 de julio de 1948, establece el derecho de los herederos a recibir la
indemnización por los años de servicio que prestó el trabajador fallecido; empero,
no dispone que por esa causal tengan derecho a recibir el pago del desahucio. Por
su parte el art. 9 del Decreto Supremo citado, señala que el abandono del trabajo
por causa de muerte no producida por accidente de trabajo ni motivada por
enfermedad profesional, como sucedió en autos, se reputa como retiro forzoso para
los efectos de la Ley de 8 de diciembre de 1942. La Ley invocada, modificó el
contenido del art. 13 de la LGT, determinando que cuando fuere retirado el
empleado u obrero por causal ajena a su voluntad, el patrono está obligado
independientemente del desahucio, a indemnizarle por el tiempo de servicios con la
suma equivalente a un mes de sueldo o salario por cada año de trabajo continuo.
Debe entenderse que el "retiro forzoso" al que hace alusión el art. 9 del DS 1260, es
para efectos del pago de la indemnización por tiempo de servicios y no así para el
pago del desahucio que está regulado por el art. 12 de la LGT, pues, de la
interpretación armónica y sistematizada de los preceptos citados, se colige que el
legislador boliviano pretendió otorgar a los herederos del trabajador fallecido,
únicamente el derecho a recibir el pago de la indemnización por el tiempo de
servicios prestados y no el pago del desahucio; de lo contrario, esta figura jurídica
estaría consignada dentro de la norma del art. 1 del DS 1260 anteriormente
glosado.

De lo expuesto, resulta evidente que el Tribunal de alzada, aunque con


fundamentos diferentes, realizó una correcta interpretación de los artículos citados,
sin que se advierta violación, errónea interpretación o aplicación indebida de la ley,
deviniendo el recurso planteado en infundado.

II. Sobre la Indemnización por causa de muerte: A efectos de dilucidar esta


problemática, conviene referirse al régimen normativo que regula la indemnización
por muerte del trabajador y la indemnización por el tiempo de servicios prestado por
el trabajador que fallece por causas ajenas a la labor que desempeñaba.

En ese orden, cabe señalar que el art. 88 de la LGT, modificado por la Ley 102 de
29 de diciembre de 1944, establece que en caso de muerte del trabajador por
enfermedad profesional o accidente de trabajo, los herederos tendrán derecho a
cobrar la indemnización equivalente a dos años de servicios. En desarrollo y
complemento de esta disposición, el art. 94 del Decreto Reglamentario de la LGT,
dispone que la indemnización debe ser equivalente a dos años de salarios, por
meses de treinta días pagaderos de una sola vez. Consiguientemente, de la
interpretación sistematizada de dichos preceptos, se entiende que la cancelación de
la indemnización en caso de muerte, abarca a aquellos casos en que el deceso del
trabajador se produjo por enfermedad profesional o por accidente de trabajo; es
decir, que necesariamente debe acreditarse el nexo de causalidad entre dichos
elementos a efectos de determinar el pago de la indemnización por causa de
muerte.

En autos, el deceso de Limber Ponce Orellana, esposo de la demandante, se


produjo por causas ajenas a las funciones que desempeñaba en la Terminal de
Buses Cochabamba, aspecto totalmente esclarecido en el proceso y que no fue
objeto de debate. En consecuencia, al no existir relación de causalidad entre el
trabajo que realizaba el esposo de la demandante y su deceso, no corresponde a
sus herederos recibir el pago de la indemnización por causa de muerte,
razonamiento desarrollado en el Auto de Vista impugnado, sin que se advierta
violación, interpretación errónea o aplicación indebida de la ley.

Por otro lado, cabe precisar que los preceptos normativos consignados en los arts.
1 de la Ley de 18 de noviembre de 1947 y 1 del DS 1260, prevén el pago de la
indemnización al fallecimiento del trabajador, sólo en cuanto al tiempo de servicios
prestados se refiere y no así, como pretende la recurrente, a la indemnización por
causa de muerte, en la que, como se tiene dicho, necesariamente debe acreditarse
el nexo de causalidad entre el deceso del trabajador y la enfermedad profesional o
el accidente de trabajo que hubiere propiciado esta.
Además, debe considerarse que en virtud a lo dispuesto por el art. 27 de la Ley de
Pensiones, la administración y otorgamiento de las prestaciones de jubilación,
invalidez, muerte, gastos funerarios y riesgos profesionales del seguro social
obligatorio de largo plazo y la administración de los beneficios de la capitalización
son de responsabilidad de las Administradoras de Fondos de Pensiones AFP. De
los datos del proceso, se concluye que la Terminal de Buses Cochabamba se
encuentra registrada y realiza sus aportes a la AFP Previsión BBV, en cuyo mérito
se le fijó una renta vitalicia a la demandante.

Por estos fundamentos, el Tribunal Supremo concluye que las acusaciones vertidas
por la recurrente al respecto, son infundadas.

POR TANTO: La Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Suprema de


Justicia de la Nación, en ejercicio de la atribución prevista en el art. 60.1) de la LOJ,
arts. 271.2) y 273 del Código de Procedimiento Civil, aplicables por permisión del
art. 252 del CPT, declara INFUNDADO el recurso de fs. 129-131, con costas.

Se regula el honorario profesional en la suma de Bs. 500.- que mandará hacer


efectivo el Tribunal de alzada.

Relator:Ministro Dr. Julio Ortiz Linares.

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

Firmado: Dr. Julio Ortiz Linares.

Dr. Eddy Walter Fernández Gutiérrez.

Dr. Juan José González Osio.

Proveído: Sucre, 30 de marzo de 2.006

Ma. del Rosario Vilar G.

Secretaria de Cámara de la Sala Social y Adm. II.

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