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ENFERMEDADES CRONICAS NO TRANSMISIBLES.

¿Qué son las enfermedades no transmisibles?


Las Enfermedades No Transmisibles constituyen la principal causa de muerte en el mundo.
Las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) son enfermedades de larga duración cuya
evolución es generalmente lenta. Estas enfermedades representan una verdadera epidemia que va
en aumento debido al envejecimiento de la población y los modos de vida actuales que acentúan
el sedentarismo y la mala alimentación.
En su conjunto son responsables de más del 60% de las muertes, 80% de las cuales ocurren en
países de bajos y medianos ingresos.

Las principales ECNT son la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las
enfermedades respiratorias crónicas , y se caracterizan por compartir los mismos factores de
riesgo:
• Tabaquismo
• Mala alimentación
• Falta de Actividad Física
• Sobre peso y Obesidad.
Se cuenta, en la actualidad, con medidas eficaces para prevenir estas enfermedades, interviniendo
sobre estos factores de riesgo.

La Prevención y Control de las Enfermedades No Transmisibles que comprende tres líneas de


acción:
• Intervenciones en la población general, Promoción de la salud.
• Vigilancia de las enfermedades y sus factores de riesgo.
• Reorientación de los Servicios de Salud para la atención de las personas con enfermedades
crónicas.

DIABETES MELLITUS

¿Qué es la Diabetes Mellitus?


La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar niveles aumentados de
azúcar en sangre (glucemia). Una enfermedad crónica es aquella que no se cura pero con un
seguimiento y tratamiento adecuado la persona con diabetes puede prevenir complicaciones y
llevar una vida normal. En muchas personas la enfermedad por varios años permanece silenciosa,
aproximadamente la mitad de quienes la padecen, desconocen su condición.
¿Cuáles son sus causas?
La glucosa es un azúcar que proviene de la digestión de los alimentos que comemos, circula por la
sangre y es utilizada por el organismo como fuente de energía. La causa de la diabetes es una
alteración en la producción o el funcionamiento de la insulina, hormona fabricada por el páncreas,
que funciona como una llave facilitando el pasaje de la glucosa desde la sangre a los órganos y
tejidos.
Tipos de diabetes.
En la diabetes tipo 1 no hay producción de insulina por lo tanto el organismo no cuenta con la llave
que permita abrir la puerta de entrada de los azúcares a los tejidos. Comienza generalmente antes
de los 30 años y su tratamiento requiere seguir un plan de alimentación adecuado y la aplicación
de inyecciones de insulina.
La diabetes tipo 2 es la forma más común. Si bien suele comenzar después de los 40 años, la
enfermedad se observa en forma cada vez más frecuente en jóvenes y adolescentes. Este tipo de
diabetes suele ser consecuencia del sobrepeso, la obesidad, la mala alimentación y el
sedentarismo. Si bien existe producción de insulina la misma actúa de forma inadecuada. La llave
no encaja en la cerradura de modo que el pasaje de la glucosa a los tejidos, se ve dificultado. En
consecuencia, a través de cualquiera de los dos mecanismos, la glucosa se acumula en la sangre y
los órganos se quedan sin combustible para su funcionamiento. El aumento del azúcar en sangre
por encima de valores normales se denomina hiperglucemia. La hiperglucemia sostenida y sin
tratamiento puede dar lugar a complicaciones en diferentes órganos, como los ojos, riñones,
corazón, arterias y pies, entre otras.
¿Cómo se detecta la Diabetes?
El diagnóstico de diabetes se realiza mediante la determinación de glucemia en ayunas en sangre
venosa. La determinación en sangre capilar (punción en la yema del dedo) es útil para la
supervisión del tratamiento en las personas que reciben insulina, pero no se recomienda como
método diagnóstico.
¿Cómo se presenta la enfermedad?
La diabetes puede presentarse por varios años de manera silenciosa. Esto significa que a veces no
presenta síntomas, pero con el tiempo pueden aparecer:
• Tendencia a infecciones en la piel
• Aumento de la sed
• Pérdida de peso
• Aumento del apetito
• Aumento de la producción de orina
• Sequedad de boca
Existen algunas situaciones que aumentan el riesgo a desarrollar la enfermedad:
• Tener más de 45 años
• Padres o hermanos con diabetes
• Obesidad o sobrepeso
• Hipertensión arterial
• Enfermedad cardiovascular
• Colesterol elevado
• Diabetes durante el embarazo
• Mujeres con hijos nacidos con peso mayor a 4,5Kg.
Si tiene alguno de estos síntomas o características, acérquese al centro de salud más cercano para
realizar un control.
¿Cómo prevenir la diabetes?
• Aumentar el consumo de frutas y hortalizas
• Evitar los alimentos con alto contenido en sodio (fiambres, embutidos, aderezos, productos de
copetín, quesos, etc.)
• Cocinar sin agregar sal. Reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos.
• Realizar 6 comidas diarias: 4 principales y 2 colaciones
• Consumir carnes rojas o blancas (pollo o pescado) no más de 5 veces por semana.
• Cuidar el cuerpo y evitar el sobrepeso.
• Sumar al menos 30 MINUTOS diarios de actividad física de manera continua o acumulada: usar
escaleras, caminar, bailar, etc.
• Muy importante, no fumar. Incluso pocos cigarrillos por día son muy dañinos para las arterias, en
especial para las personas con diabetes.

Para tener en cuenta…


Las personas con diabetes tienen mayor riesgo de presentar niveles elevados de colesterol,
hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. La prevención y control de estos factores
son un aspecto fundamental del tratamiento de esta enfermedad.
Si Ud. tiene diabetes, recuérdele a su médico:
• Pesarlo, medirlo y tomarle la presión.
• Examinarle los pies.
• Calcular su riesgo cardiovascular global al menos una vez al año
• Control con oculista y odontólogo.
• Consulte si debe recibir aspirina.

Tratamiento
Se basa en 4 pilares:
1. Actividad física.
2. Plan de alimentación saludable.
3. Tratamiento farmacológico: medicación vía oral o inyecciones de insulina, y otros dependiendo
de los factores de riesgo asociados.
4. Educación diabetológica: Incorporar conocimientos acerca de la enfermedad y las estrategias
para los cuidados cotidianos es un componente esencial del tratamiento de la diabetes y otras
enfermedades crónicas.

ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
¿Qué es la enfermedad cardiovascular?
Las enfermedades cardiovasculares constituyen un conjunto de entidades que afectan el corazón y
los vasos sanguíneos. Cuando afecta los vasos sanguíneos puede comprometer órganos como el
cerebro (enfermedad cerebrovascular), los miembros inferiores, los riñones y el corazón. Dentro
de las enfermedades cardiovasculares las de mayor ocurrencia son la enfermedad coronaria y la
enfermedad cerebrovascular.
La enfermedad coronaria es la enfermedad del corazón secundaria al compromiso de las arterias
que lo nutren (arterias coronarias). Puede manifestarse como angina de pecho, o en forma aguda
como infarto de miocardio.
La enfermedad cerebrovascular se manifiesta principalmente en forma de ataques agudos (ACV)
ya sea por obstrucción o sangrado de una arteria. En cualquiera de los dos casos, pueden
comprometerse en forma transitoria o permanente las funciones que desempeña el sector del
cerebro irrigado por esa arteria.

¿Cuáles son sus causas?


Existen varios factores reconocidos que aumentan el riesgo a desarrollar enfermedad
cardiovascular, muchos de los cuales son modificables. Un factor de riesgo modificable es aquel
que se puede prevenir, eliminar o controlar. Entre ellos se encuentran:
• Niveles elevados de colesterol, triglicéridos y otras sustancias grasas en la sangre.
• Presión arterial elevada.
• Elevados niveles de ácidos úrico en la sangre (ocasionados principalmente por dietas con un alto
contenido proteico).
• Ciertos desórdenes metabólicos, como la diabetes.
• Obesidad.
• Tabaquismo.
• Falta de ejercicio físico
• Estrés crónico

¿Cómo prevenirse?
• Deje de fumar
• Evite la exposición pasiva al humo de tabaco
• Reduzca el consumo de alimentos con un contenido alto de grasas saturadas, azúcar y sal
• Aumente el consumo de frutas y hortalizas
• Cocine sin agregar sal. Reemplácela por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos
• Sume al menos 30 MINUTOS diarios de actividad física de manera continua o acumulada: use
escaleras, camine, baile, ande en bicicleta, etc.
• Limite el consumo de alcohol

ENFERMEDADES RESPIRATORIAS CRONICAS.


¿Qué son las enfermedades respiratorias crónicas?
Las enfermedades respiratorias crónicas (ERC) son enfermedades crónicas que comprometen al
pulmón y/o a las vías respiratorias. Dentro de ellas se encuentra el asma bronquial y la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC),
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que 235 millones padecen asma y
64 millones padecen EPOC. La misma fuente indica que mueren anualmente en el mundo
alrededor de 4 millones de personas a causa de las ERC, siendo la EPOC la principal responsable.

¿Cuáles son sus causas?


Los factores de riesgo más importantes de las Enfermedades Respiratorias Crónicas son los
siguientes:
• Fumar
• Contaminación del aire en espacios cerrados, por ejemplo la exposición pasiva al humo de
tabaco.
• Contaminación ambiental
• Exposición a alérgenos
• Inhalación de polvo y productos químicos en el medio laboral
• Antecedentes familiares de asma u otras alergias.

¿Cómo se presenta?
La tos persistente, la falta de aire (disnea) y las secreciones respiratorias son los síntomas más
frecuentes, cuya intensidad varía de una persona a otra, de acuerdo a la enfermedad en cuestión,
su grado se severidad y tiempo de evolución.
¿Cómo prevenirse?
No fumar y evitar la exposición pasiva al humo de tabaco, son las medidas más efectivas para
prevenir el desarrollo de ERC, y reducir los síntomas y complicaciones una vez que la enfermedad
ya está instalada. Por otro lado, deben tomarse las medidas necesarias para proteger a los
trabajadores con riesgo de exposición a polvo y productos químicos.
Las personas que tienen síntomas persistentes de tos, silbidos o ronroneos en el pecho o falta de
aire deben consultar al médico porque el tratamiento puede evitar que la enfermedad progrese.
Si no fuma no inicie
Si fuma abandone definitivamente.
Proteja a los suyos: declare su casa y automóvil libre de humo de tabaco.

CÁNCER
¿Qué es el cáncer?
El cáncer es un conjunto de enfermedades en las cuales el organismo produce un exceso de células
malignas (conocidas como cancerígenas o cancerosas), con crecimiento más allá de los límites
normales que invaden tejidos sanos.
No todos los tumores son cancerosos; puede haber tumores benignos y tumores malignos. Los
tumores benignos no son cancerosos. Pueden extirparse y, en la mayoría de los casos, no vuelven
a aparecer. Las células de los tumores benignos no se diseminan a otras partes del cuerpo.
Los tumores malignos son cancerosos. Las células de estos tumores pueden invadir tejidos
cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina de una parte del
cuerpo a otra, esto se llama metástasis.
El cáncer puede afectar a todas las edades, pero el riesgo de sufrir los más comunes se incrementa
con la edad.
¿Cuáles son las causas?
El cáncer es causado por anormalidades en el material genético de las células. Estas anormalidades
pueden ser provocadas por agentes carcinógenos, como la radiación (ionizante, ultravioleta, etc),
de productos químicos (procedentes de la industria, del humo del tabaco y de la contaminación en
general, etc) o de agentes infecciosos. Otras anormalidades genéticas cancerígenas son adquiridas
durante la división normal del ADN, al no corregirse los errores que se producen durante la misma,
o bien son heredadas, causando una mayor probabilidad de desencadenar la enfermedad.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
El diagnóstico de cáncer en pacientes está, en gran medida, influenciado por el tipo de cáncer, así
como por la etapa o la extensión de la enfermedad, la presencia de metástasis entre otros. La
realización periódica de estudios en personas asintomáticas para detectar precozmente el cáncer
se justifica en aquellos casos en que un tratamiento oportuno puede modificar la historia natural
de la enfermedad (curación, prolongar la vida y mejorar la calidad de vida). Este es el caso de
algunos tipos de cáncer como el de cuello de útero y de mama. Por esto es importante realizar
controles periódicos de salud que permitan detectar la enfermedad antes de la aparición de los
síntomas.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
El plan de tratamiento depende del tipo de tumor, la localización, la edad del paciente, su salud
general y el estadío de la enfermedad. En general incluye cirugía, quimioterapia y/o radioterapia, y
en algunas ocasiones tratamiento hormonal o terapias biológicas. El objetivo del mismo es en
muchas ocasiones la curación de la persona, en otras el control de la enfermedad y en los casos
avanzados, la reducción de los síntomas y la mejoría de la calidad de vida.
¿Cómo prevenir?
1. Evitar la exposición al humo de tabaco: no iniciar el consumo, dejar de fumar y evitar la
exposición al humo ajeno salva y prolonga la vida más que cualquier medida de salud pública
2. Comer saludablemente: Reducir el consumo de comidas rápidas y otros alimentos con alto
contenido de a grasas trans, como frituras, confituras, golosinas y productos de copetín. Aumentar
la ingesta de frutas, hortalizas, cereales, legumbres, semillas y demás alimentos ricos en fibras
3. Practicar al menos 30 minutos de actividad física en forma continua o fraccionada. Por ejemplo
una sesión diaria de 30 minutos o dos de 15.
4. Practicar sexo seguro: muchas enfermedades de transmisión sexual como la Hepatitis C, la
hepatitis B, la infección por HPV y el VIH-SIDA pueden predisponer al desarrollo de algunos tipos
de cáncer. El uso sistemático de preservativo protege a las personas de contraer estas
enfermedades.

Se recomienda que:
• Las mujeres a partir de los 18 años de edad, después de comiencen a tener relaciones sexuales
hasta los 60 años, realicen un Papanicolaou anual. Luego de dos estudios anuales consecutivos si el
resultado es negativo, puede repetirse cada tres años.
• Las mujeres mayores de 40 años realicen una mamografía cada uno o dos años.
HIPERTENSION ARTERIAL.

¿Qué es la hipertensión arterial?


La hipertensión arterial es el aumento de la presión arterial de forma crónica. Es una enfermedad
que no da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones
severas como un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se puede
evitar si se controla adecuadamente. Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las
arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se
hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a su través. Esto se conoce con el
nombre de arterosclerosis.
¿Cuáles son las causas?
Se desconoce el mecanismo de la hipertensión arterial más frecuente, denominada “hipertensión
esencial”, “primaria” o “idiopática”. En la hipertensión esencial no se han descrito todavía las
causas específicas, aunque se ha relacionado con una serie de factores que suelen estar presentes
en la mayoría de las personas que la sufren. Conviene separar aquellos relacionados con la
herencia, el sexo, la edad y la raza y por tanto poco modificables, de aquellos otros que se podrían
cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres de las personas, como: la obesidad, la
sensibilidad al elevado consumo de sal (sodio), el consumo excesivo de alcohol, y un estilo de vida
muy sedentario.

¿Cómo se hace el diagnóstico?


La única manera de detectar la hipertensión en sus inicios es con revisiones periódicas. Mucha
gente tiene la presión arterial elevada durante años sin saberlo. El diagnóstico se puede realizar a
través de los antecedentes familiares y personales, una exploración física y otras pruebas
complementarias.
• Se consideran normales los valores de presión arterial que se encuentran por debajo de 120/80
mmHg la mayoría de las veces.
• Se considera hipertensión cuando los valores de presión arterial son mayores a 130/80 mmHg la
mayoría de las veces.
• La presencia de valores de presión arterial entre 120/80 y 130/80 se denomina presión arterial
elevada.

¿Cómo se realiza el tratamiento?


La hipertensión no puede curarse en la mayoría de los casos, pero puede controlarse. En general
debe seguirse un tratamiento regular de por vida para bajar la presión y mantenerla estable. Los
medicamentos son sólo parte del tratamiento de la hipertensión, y el mismo requiere la adopción
de hábitos de visa saludables evitando el consumo de tabaco, siguiendo un plan de actividad física
y alimentación saludable con reducción del consumo de sal y de alcohol.
Además de los cambios en el estilo de vida, existen numerosos fármacos para controlar la presión
arterial.
Consejos para el paciente con hipertensión:
· Moderar el tamaño de las porciones cuidando el cuerpo y evitando el sobrepeso.
· Evitar consumir en exceso los alimentos con alto contenido en sodio (fiambres, embutidos,
aderezos, quesos, etc.)
· Cocinar con muy poca sal. Reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros
condimentos.
· Reducir la ingesta de alcohol.
· Sumar al menos 30 MINUTOS diarios de actividad física de manera continua o acumulada: usar
escaleras, caminar, bailar, andar en bicicleta, etc.
· Consumir alimentos ricos en potasio, como legumbres, frutas y verduras.
· Abandonar el hábito de fumar.

SOBREPESO Y OBESIDAD
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa en el
organismo que puede ser perjudicial para la salud.

¿Cómo se detecta?
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla
(altura) que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se
calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
Por ejemplo una persona que pesa 60 kg y mide 1,60 m de estatura tiene un IMC=23.4 (60/1.60 =
60/2.56= 23.4).

Según la Organización Mundial de la Salud:


• Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.
• Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.
Pero además del peso importa el lugar donde se acumula la grasa. En el hombre es más frecuente
su distribución abdominal y en la mujer a nivel de la cadera.
La distribución abdominal de la grasa se asocia a aumento del riesgo de enfermedades
cardivasculares, diabetes, hipertensión arterial y cáncer, un indicador práctico para determinar el
sobrepeso es la medición del perímetro de cintura. Se considera de riesgo un perímetro de cintura
superior a 88 cm en la mujer y 100 cm en el varón.

¿Qué causa el sobrepeso y la obesidad?


La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es una alteración del balance de energía entre
las calorías consumidas y gastadas. En el mundo, se ha producido: un aumento en la ingesta de
alimentos híper calóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares simples pero pobres en fibra,
vitaminas, minerales y otros nutrientes, y paralelamente, una disminución de la actividad física
como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los
nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización.

¿Cuáles son las consecuencias comunes del sobrepeso y la obesidad para la salud?
La obesidad es un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades no transmisibles
como:
• Enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular)
• Diabetes Mellitus
• Algunos tipos de cáncer (cuerpo del útero, mama y colon).

¿Cómo pueden prevenirse el sobrepeso y la obesidad?


La prevención y control del sobrepeso, la obesidad y sus enfermedades asociadas, requiere de
intervenciones poblacionales y a nivel individual., una estrategia para la prevención y control de
los factores de riesgo y determinantes sociales de estas enfermedades en la población general.
A nivel poblacional la prevención se compone de tres líneas de acción:
• La promoción de estilos de vida saludables
• Regulación de la oferta de productos y servicios. Por ejemplo: reducción de la sal del pan,
reducción del contenido de grasas malas (grasas trans) en los alimentos que producen las
industrias.
• Promoción de entornos saludables para apoyar a las personas en el proceso de realizar
elecciones, de modo que la opción más sencilla sea la más saludable en materia de alimentos,
actividad física periódica y exposición al humo de tabaco.
Por otro lado en el plano o nivel individual, las personas pueden:
• Limitar la ingesta energética.
• Distribuir los alimentos en 4 comidas principales.
• Moderar el tamaño de las porciones
• Consumir por día 5 porciones de frutas y verduras
• Incorporar legumbres, cereales integrales, semillas y frutas secas.
• Limitar el consumo de azúcar y alcohol.
• Sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física

HABITO DE FUMAR O TABAQUISMO.


¿Qué es el tabaquismo?

El tabaquismo es una adicción a la nicotina del tabaco. En la mayoría de los casos, se produce a
través del consumo de cigarrillos y con menor frecuencia a través del consumo de habanos,
cigarros, pipas y otros. Se considera fumador a quien ha fumado al menos 100 cigarrillos en su vida
y actualmente fuma todos o algunos días.

¿Cuáles son sus causas?


La mayoría de las personas que comienzan a fumar lo hacen en la adolescencia, en parte para
identificarse con los adultos. El tabaquismo resulta muy accesible tanto por la multiplicidad de
lugares de venta, como por el precio, con campañas de publicidad que identifican valores
especialmente atractivos para el joven. Al mismo tiempo es una de las adicciones físicas más
intensas. La Organización Mundial de la Salud, identificó estos factores y propuso estrategias para
controlar esta epidemia a nivel mundial: aumentar el precio de los cigarrillos, prohibir -o regular- la
publicidad, generar ambientes cerrados libres de humo de tabaco (sólo fumar afuera), prohibir que
las empresas tabacaleras patrocinen eventos, incorporar información fuerte del daño del tabaco
en los envases o cajetillas de cigarrillos y prohibir su venta a menores de edad.

¿Cuáles son sus efectos en la salud?


El tabaquismo daña a todo el organismo. Las partes más afectadas suelen ser aquellas por donde
ingresa el humo, por donde se despiden los tóxicos introducidos, y las arterias. Existen datos
científicos del daño que también produce en quienes fuman ocasionalmente o sólo unos pocos
cigarrillos (ej. 1 a 4 cigarrillos por día).

Ejemplos de afecciones vinculadas a fumar:


• Alteración del olfato y el gusto
• Trastornos de la fertilidad
• Falta de aire, enfermedades respiratorias crónicas
• Numerosos tumores: pulmón, boca, laringe, páncreas, riñón, vejiga y muchos otros.
• Dolores de cabeza, sensación de embotamiento y cansancio por intoxicación crónica con
monóxido de carbono.
• Infarto de corazón, infarto cerebral (ACV) y otros
• Trastorno de las encías, mayor número de caries y pérdida de dientes
• Partos prematuros, trastornos de la placenta, recién nacidos con bajo peso.

Todos los daños que produce el cigarrillo son prevenibles, y desde que se deja de fumar los riesgos
disminuyen notoriamente. Mayores beneficios obtienen quienes dejan de fumar jóvenes, pero a
todas las edades representa un importante logro para la salud.

Existen algunas situaciones que aumentan el riesgo de daño del tabaquismo:


• La cantidad de cigarrillos y los años que se lleva como fumador
• Padecer otro factor de riesgo cardiovascular: Diabetes, hipertensión, colesterol elevado,
sedentarismo.
• Tener una alimentación desorganizada o poco variada.
• Alta ingesta de alcohol (aumenta el riesgo para cáncer y enfermedad cardiovascular)
• Sedentarismo, un estilo de vida poco saludable.

Razones para dejar de fumar

Toda la carga de enfermedad, invalidez y muerte que puede producir el tabaco, SOLO SE DETIENE
AL DEJAR DEFINITIVA Y COMPLETAMENTE DE FUMAR. No alcanza con fumar menos.

Algunos consejos a la hora de dejar de fumar:


• Aumentar el consumo de frutas y hortalizas, y evitar comidas ricas en grasas
• Aumentar el consumo de agua y jugos de frutas
• Utilizar respiraciones relajantes y otras técnicas similares
• Reducir el café y bebidas cola (en algunas personas también el mate)
• Sumar al menos 30 MINUTOS diarios de actividad física
SEDENTARISMO O INACTIVIDAD FISICA.
El término “actividad física” se refiere a una amplia variedad de actividades y movimientos que
incluyen actividades cotidianas, tales como caminar, bailar, subir y bajar escaleras, tareas
domésticas, de jardinería y otras, además de los ejercicios planificados.

El sedentarismo se vincula, entre otras cosas, al desarrollo de Obesidad, Diabetes, algunos tipos de
cáncer, enfermedades cardiovasculares. La práctica regular de actividad física no solo previene su
desarrollo sino que contribuye al buen control de la enfermedad cuando la misma ya se encuentra
instalada.
Beneficios de la práctica regular de actividad física:
• Prolonga la vida y mejora la calidad de los años por vivir
• Reduce el estrés
• Mejora el estado de ánimo
• Mejora la salud de los huesos
• Conserva y mejora el equilibrio y la coordinación
• Aumenta la flexibilidad articular
• Ayuda a mantener la masa muscular que se pierde con la edad
• Mejora la función cardio-respiratoria y muscular
• Ayuda a lograr una pérdida de peso si se combina con un plan de alimentación adecuado
• Contribuye a preservar las funciones mentales en el adulto mayor (comprensión, memoria,
concentración)
• Previene el desarrollo de enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión arterial,
dislipemia, obesidad, enfermedad cardiocerebrovascular, osteoporosis, cáncer de colon y mama.
• Disminuye los valores de colesterol LDL (malo) y triglicéridos
• Aumenta el coleterol HDL (colesterol bueno)
• Mejora los valores de presión arterial

Se recomienda:
• Sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física. Para lograrlo usted puede: Caminar
enérgicamente, subir y bajar escaleras, bailar, andar en bicicleta, nadar, caminar en vez de usar el
auto, realizar tareas domésticas y de jardinería, lavar el auto, practicar deportes.
• Comenzar en forma gradual
• Complementar la actividad aeróbica con ejercicios de fuerza 2 o 3 veces por semana
• Completar la rutina con 10 minutos de ejercicios de estiramiento al finalizar
• Al cabo de 8 semanas replantear la actividad (Por ejemplo: aumentar tiempo, intensidad o
frecuencia)
Realizar una consulta médica antes de empezar cualquier rutina de ejercicio físico permite adecuar
el plan de actividad física a las necesidades de cada persona.

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