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JOHN WHEELER

EXTRACTOS

He estado en el camino espiritual desde mis años de adolescencia. Me he pasado unos


treinta años participando en varios senderos y prácticas, incluyendo el cristianismo, la
teosofía, las enseñanzas de J. Krishnamurti (fui a sus pláticas en Ojai en la década de
1980), el budismo, el hinduismo y el yoga. Hubo también otros caminos y maestros,
demasiado numerosos para mencionarlos aquí. A mediados de mis años veinte, conocí a
Ramana Maharshi y a Nisargadatta Maharaj (a través de libros sobre su vida y sus
enseñanzas). Había algo sobre esos grandes maestros hindúes de la espiritualidad no-
dual que parecía sólido e inquebrantable. Me encontré regresando a sus enseñanzas en
los últimos años, aunque no puedo decir que hubiera comprendido o experimentado
totalmente (o incluso parcialmente) lo que estaban diciendo.

Por el camino, me hice el circuito de muchos de los maestros contemporáneos que


participaban en la espiritualidad no-dual. Hubo sin duda algún beneficio, pero yo no
estaba plenamente satisfecho por alguna razón. O bien es que yo estaba confuso o que
algo no estaba del todo claro en las enseñanzas que se presentaban. ¡Lo más probable es
que fuera esto último! Por alguna razón, mi destino era encontrarme con Sailor Bob
Adamson, uno de los estudiantes occidentales de Nisargadatta Maharaj.

Lo que descubrí fue que no era mucho lo que podía obtener de los libros y de meditar
por mi cuenta. El crecimiento estaba ahí, pero con frecuencia era lento, y no estaba
recibiendo mucha experiencia directa. Vagamente sentía que estaba progresando, pero si
miraba honestamente mi experiencia, no comprendía completamente lo que los
maestros estaban señalando. Lo más importante, es que mi vida del día a día no estaba
exenta de sufrimiento. Sabía que la búsqueda no había terminado; algo faltaba. Si no
hubiera conocido a Bob Adamson, la búsqueda podría haber seguido durante décadas, o
al menos hasta que conociera a alguien con un verdadero entendimiento. Quién sabe
quién pudiera haber sido o cuándo, pero, excepto esto, estoy bastante seguro de que la
búsqueda —y el sufrimiento— habrían continuado durante mucho tiempo.

En un determinado momento, me encontré con algunos seguidores de Ramana Maharshi


que habían estado en el sendero de la auto-indagación durante veinte o treinta años (¡y
que siguen trabajando en ello, por cierto!). Yo estaba muy lejos de su nivel de
dedicación, así que consideraba que ese enfoque no podría funcionar para mí. Cuando lo
miro en este momento, no es tanto la enseñanza de Ramana la que tiene la culpa, sino la
inevitable tendencia de la mente para hacer de cualquier enseñanza una práctica. Las
prácticas, como finalmente aprendí, por lo general son interminables. Esto se debe a que
a menudo se basan en falsas premisas.

Intuitivamente, sentí que era importante para mí conocer a alguien que hubiera realizado
su verdadera naturaleza, alguien en quien yo pudiera confiar, alguien a quien yo pudiera
hablar para compartir mis dudas y preocupaciones. Sin embargo, no estaba seguro qué
maestros eran auténticos; ninguno parecía resonar completamente. Solía leer los
diálogos de Nisargadatta Maharaj con frecuencia. No podía comprender su enseñanza
totalmente, dada toda la verborrea hindú y los problemas de traducción (él
originalmente hablaba en Marathi), pero sentía intuitivamente que era un ser libre.
Muchos buscadores espirituales, a través de la lectura de sus palabras, pueden sentir la

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autenticidad de su realización, aunque no siempre experimentan todo lo que habla. Yo
me preguntaba si había alguien aún vivo que hubiera conocido a Nisargadatta Maharaj y
hubiera conseguido realmente la experiencia del auto-conocimiento (conocimiento del
ser). Después de todos esos años de búsqueda, al final me encontré con Bob Adamson.
Algo resonó con fuerza. Incluso cuando leí las páginas de su sitio web, se produjo un
fuerte sentimiento de "quizás sea esto".

Justo antes de descubrir a Bob Adamson, tuve un sueño muy vívido de Nisargadatta
Maharaj, en el que me estaba animando a no renunciar a la búsqueda de la comprensión
espiritual. Poco después, tuve conocimiento de Bob Adamson. Como no quería perder
la oportunidad de conocer a un auténtico maestro (habiendo perdido la oportunidad de
ver a Nisargadatta Maharaj mientras estaba vivo), decidí visitar a Bob en persona en
Australia. Se pueden imaginar mi motivación (¡o tal vez la desesperación!) en ir a
Australia con la remota posibilidad de que él fuera capaz de aclarar mis dudas y
preguntas.

Lo que he descubierto es que la comprensión de nuestra verdadera naturaleza casi nunca


viene de la lectura de libros o de pensar en ello. Los mejores libros son principalmente
los registros de diálogos que tuvieron lugar entre un buscador y un maestro en algún
momento en el pasado. En la lectura de tales libros, intentamos entender una
experiencia que tuvo lugar en el pasado (a través de las palabras y los conceptos de la
página). Un libro es como un mapa que apunta a algo real que fue experimentado en un
diálogo entre personas vivientes. Por lo general, no tenemos una idea clara de lo que
está siendo revelado (al menos yo no) y tratamos de resolverlo en la mente. Este es un
intento noble, pero como Bob Adamson señaló a los pocos minutos de hablar con él,
"La respuesta nunca puede ser encontrada en la mente". La experiencia de la
comprensión espiritual y la libertad no se produce, por lo que, naturalmente asumimos
que no estamos "ahí" (donde sea ese "ahí"). Creemos que tiene que haber alguna técnica
o camino para llegar ahí. ¡Pero de alguna manera no estamos muy seguros de lo que es!
El resultado es que la mente sigue generando la misma vieja esclavitud y sufrimiento.
Este es un ciclo frustrante, porque intuitivamente sentimos un rayo de luz o de verdad
en las lecturas, pero la experiencia real se nos escapa. La mayoría de los buscadores que
he conocido han tenido una experiencia similar. Muchos se ven impulsados a tratar de
encontrar un maestro viviente, con el fin de conseguir un poco de orientación y
asistencia en el camino espiritual. Esto fue lo que me ocurrió a mí.

Conocí a muchos maestros, pero no fue hasta que conocí a Bob Adamson que estuve
convencido de que estaba tratando con alguien que había realizado plenamente su
verdadera naturaleza. Algo cambió radicalmente para mí, porque me encontré cara a
cara con la vitalidad, la confianza, la energía de esa comprensión. Fue una experiencia
inolvidable y muy diferente de todo lo que había encontrado en mis años de buscador.
El primer día después de mi llegada, tuvimos la oportunidad de conocernos y hablar.
Cuando nos sentamos juntos, él me miró a los ojos y me dijo a quemarropa: "¿Tienes
alguna duda o pregunta? ¿Hay algo que necesitas saber?" Fue un tanto desarmador,
porque me di cuenta de que él estaba libre de dudas y esencialmente me estaba
ofreciendo la oportunidad de tener la misma experiencia en ese mismo momento. La
implicación, me parecía, era "La búsqueda ha terminado, la lectura ha terminado. Estás
aquí. ¿Estás listo a ir a por ello completamente aquí y ahora?" Afortunadamente, no dejé
pasar la oportunidad. Eché a un lado mis conocimientos teóricos y terminé confesando
mis verdaderas dudas, preguntas y problemas.

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Sorprendentemente, las cosas se aclararon rápidamente. Estar cara a cara con esa
claridad —junto con mi propio deseo de ser libre— permitió que las cosas cambiaran
rápidamente. La enseñanza básica es muy simple, demasiado simple. Es tan simple que
la mente la pasa por alto. Lo que no me daba cuenta era que no tiene nada que ver con
leer, meditar, hacer algo, resolver algo, aquietar la mente, y así sucesivamente. Todas
las técnicas están buscando en la dirección equivocada. Nisargadatta Maharaj solía
decir, "La comprensión es todo". En esencia, Bob decía, "Ahora mismo en tu
experiencia directa ve lo que es tu verdadera naturaleza. ¿Qué eres ahora? ¿Qué has sido
siempre?" La mente pensante es inútil para esto porque ver o mirar no es una función
conceptual en absoluto. Es más como ver una manzana en la mano. Simplemente la ves,
no piensas.

Ahora mismo, mientras lees esto, tú existes y sabes que existes. Estás, indudablemente,
presente y consciente. Antes de que surja el siguiente pensamiento, estás absolutamente
seguro de la realidad de tu propio ser, tu propia conciencia, tu propia presencia. Esta
conciencia es lo que eres; es lo que siempre has sido. Todos los pensamientos,
percepciones, sensaciones y sentimientos aparecen dentro o sobre eso. Esta conciencia
no se mueve, cambia o se desplaza en ningún momento. Siempre es libre y
completamente intacta. Sin embargo, no es una cosa o un objeto que se pueda ver o
comprender. La mente, siendo simplemente pensamientos que surgen en la conciencia,
no puede comprenderla o conocerla o ni siquiera pensar en ella. Sin embargo, como dice
Bob, no puedes negar el hecho de tu propio ser. Es obviamente palpable, y sin embargo,
desde el momento en que nacimos, nadie nos ha hecho ver esto. Una vez que se ha visto
puede ser captado o comprendido muy rápidamente, ya que es sólo una cuestión de
darse cuenta, "¡Oh, esto es lo que yo soy!" Es una brillante, luminosa, vacía, presencia
de conciencia; es absolutamente radiante, aunque sin forma; es aparentemente
intangible, pero es el hecho más sólido en tu existencia; es aquí y ahora sin esfuerzo,
siempre intacta. Sin dar un paso, has llegado; estás en casa. Ninguna práctica puede
revelar esto porque las prácticas están en el tiempo y en la mente. La prácticas tienen
por objeto un resultado, pero tú (como presencia-conciencia) ya estás aquí, sólo que no
lo reconoces hasta que se señala. Una vez visto, no se puede perder, y no tienes que
practicar el existir, el ser. Esto es, en esencia, lo que Bob me señaló en la primera
conversación que tuve con él

Una vez que vi esto, inmediatamente me sentí muy claro y libre. Más tarde, algunos
pensamientos vinieron, algunos viejos patrones de la personalidad, algunas viejas
definiciones de quién creía ser. Me parecía perder la clara comprensión de mi naturaleza
como presencia-conciencia. Al día siguiente, hablé con Bob al respecto. Me dijo:
"Vamos a echar un vistazo. ¿Existes? ¿Eres consciente? ¿Qué es lo que ilumina tu
pensamiento de que se ha perdido?" Entonces me di cuenta de que los pensamientos de
sufrimiento sólo eran conceptos que pasaban siendo iluminados por la conciencia
omnipresente. Yo no había perdido nada en absoluto. ¡La conciencia de lo que somos
nunca es oscurecida! El sufrimiento parece real porque no tenemos una clara
comprensión de nuestra verdadera naturaleza. En lugar de ello, nos creemos los
pensamientos que pasan, como "no soy bueno", "todavía no estoy allí", "estoy atascado"
o cualquiera que sea el pensamiento. Finalmente comprendemos que no somos esos
pensamientos. Una vez que nuestro verdadero yo es advertido, el sufrimiento pierde su
agarre.

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Bob señaló que no hay una persona aquí en absoluto. La persona que creemos que
somos es un concepto imaginario. Hay pensamientos y sentimientos y percepciones,
pero no son un problema. Ellos sólo suben y bajan como motas de polvo en la luz de la
presencia-conciencia que somos.

Lo más cerca que la mente puede llegar a representar lo que somos es el pensamiento
"yo soy". Pero ese pensamiento no es lo que realmente somos. Ya sea que el
pensamiento esté ahí o no, aún existimos. Conocemos el pensamiento "yo soy". Ese
pensamiento es el comienzo de la falsa sensación de ser un individuo, un yo separado.
Debido a que no conocemos nada mejor, la mente agrega otras etiquetas a este
pensamiento "yo", tales como "yo soy bueno", "yo soy malo", "yo tengo este problema",
y así sucesivamente. Pero esos pensamientos no tienen nada que ver con nosotros,
porque el propio pensamiento "yo" en sí, la sensación de separación, en realidad no es
lo que somos. Una vez que se ve la falsedad del pensamiento "yo", que lo que somos no
es un persona individual en absoluto, las identificaciones y las ideas de toda la vida se
derrumban, ya que se basan en una premisa falsa.

No hay un método para superar el sufrimiento. Es simplemente cuestión de ver que el


falso "yo" es una presunción, que todo el mecanismo es un castillo de naipes
conceptual. Entonces una vida de sufrimiento se evapora. Como dice Bob, sin la causa
(el "yo"), ¿puede haber algún efecto (sufrimiento psicológico y esclavitud)?

Mientras estaba sentado en su sofá en una de sus charlas escuchándole decir "No hay
ninguna persona", de repente me di cuenta. Miré y vi que aquí y ahora, no hay una
persona separada en absoluto. En ese momento, todas mis dudas y la confusión se
evaporaron. Me di cuenta de que todos los problemas y preguntas se derivan de la
sensación de un "yo" que se supone que hay en el centro de mi vida. Al mirar realmente,
descubrí que no estaba allí en absoluto. Quince años de meditación no pudieron lograr
lo que ocurrió en unos momentos de visión directa. En este reconocimiento surgió un
sentido directo e inmediato de claridad y paz. Intuitivamente sentí que la búsqueda
había terminado. Recuerdo levantar la mano y preguntar Bob, "Así que cuando te ves a
ti mismo como la conciencia omnipresente y que el "yo" que nos imaginamos ser
nosotros mismos es en realidad inexistente, entonces no puede haber más dudas,
preguntas o problemas. ¿Es eso?" Confirmó que eso era así. A partir de ese momento en
adelante, no he sentido ninguna dificultad o sufrimiento grave, ni sentido el menor
deseo o impulso de buscar, meditar, o seguir algún camino espiritual particular. Todo el
paisaje cambió y yo intuitivamente sabía que la búsqueda había terminado. El "yo" en el
que todo se basaba no estaba allí. Sin embargo, la brillante presencia-conciencia seguía
allí sin esfuerzo, el simple hecho de nuestro propio ser.

Por último, Bob señaló que todas las cosas surgen en la conciencia y nunca existen
aparte de la conciencia. Todo es una sola sustancia, todo una sola luz; es todo eso; es
no-dualidad. No hay ningún lugar adónde ir y nada que obtener. Todo está resuelto.
Nosotros "vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser" en ese océano de luz y nunca,
nunca nos alejamos de eso.

Esta fue la comprensión que vino a mí, por cortesía de Bob Adamson. Todo son
palabras, pero tal vez un atisbo de algo se haga realidad.

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Cómo esta comprensión se desarrolló en mí

La forma en que esta comprensión se desarrolló en mí fue a través de las siguientes


revelaciones. Bob me señaló la verdad de nuestra naturaleza como presencia-conciencia
o vacío cognoscente. De alguna manera esto resonó en mí. No era tanto las palabras que
yo había leído en innumerables ocasiones. Era la energía o vitalidad que viene a través
de las palabras lo que era potente e impactante. Sentí que él estaba diciendo no sólo las
palabras, sino también viviendo desde esa realización. Esto permitió que la resonancia
ocurriera. Encontrarse personalmente con Nisargadatta Maharaj y participar en un
diálogo vivo con él probablemente sería más potente que la lectura de su libro YO SOY
ESO. Había una gran diferencia entre leer las palabras en el papel "Tú eres la
conciencia" y tener a un discípulo directo de Nisargadatta Maharaj diciéndome en
términos inequívocos: "Tú eres la conciencia!"

Después de haber visto esto, y sentir un cierto sentido de libertad, todavía me parecía
perderlo cuando surgían pensamientos contradictorios. Bob señaló que esto, en realidad,
no es posible. No puedes perder tu verdadera naturaleza, ya que es el sustrato de
cualquier pensamiento y percepción. Me di cuenta de que nunca podemos dejar esto.
Incluso si el pensamiento "yo lo perdí" surge, la conciencia está ahí conociendo ese
pensamiento. Así que el pensamiento es evidentemente falso.

El "golpe de gracia" estaba viendo la ausencia de una persona. No existe tal entidad en
la máquina. Sólo hay pensamientos, experiencias y objetos que surgen y desaparecen en
la conciencia. No hay nadie controlándolos ni nadie que sea afectado por ellos. Una vez
que esto se ve, todo sucede como antes, pero la persona imaginada es eliminada de la
película. La película continúa pero no hay ninguna persona protagonizándola. Hay
pensamientos, pero ningún pensador; acciones, pero ningún actor; opciones, pero nadie
que que decida. Básicamente, no hay diferencia con lo de antes, excepto que la
sensación de separación se ha ido, junto con el sufrimiento psicológico, la confusión y
la duda que aparecen junto con la creencia en un "yo" separado. No hay nadie a los
controles. La vida está aconteciendo; los pensamientos surgen; las acciones ocurren
espontáneamente. Tú, como persona separada, no estás haciendo ninguna de estas cosas.
No eliges tus pensamientos, sentimientos, sensaciones. Como Bob dice: "Tú estás
siendo vivido".

Para terminar atando cabos sueltos, era útil ver el hecho de que todas las experiencias
son sólo movimientos en la conciencia. Son como las olas que surgen y se desvanecen
en la conciencia que somos. Todo es una sola sustancia. Sólo hay una energía, una
sustancia, un sabor. Pasado, futuro, allí, aquí, yo, tú, esto, aquello, y así sucesivamente,
son sólo distinciones conceptuales. Incluso los conceptos son esa conciencia. Así que tú
no puedes ganar.

Entonces, ¿cuál es el resultado? Como el escritor Wei Wu Wei escribió una vez: "El
único problema es que el 99,9 % de todo lo que piensas, dices y haces es para ti mismo
— ¡y no hay nadie!" Entrar en alineación con el verdadero estado de cosas significa que
el habitual conflicto, lucha y sufrimiento basado en la comprensión errónea se
desvanece. La vida sigue. Es como cuando una extremidad dislocada se pone en su
lugar. Difícilmente se puede decir lo que pasó, pero de repente ¡todo se siente mucho
mejor! Nisargadatta Maharaj dijo algo en este sentido, "Sólo puedes decirlo en términos

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negativos: no hay nada malo nunca más". Hay un reconocimiento claro de que la
búsqueda ha terminado. Puedes leer libros o visitar maestros espirituales, pero tienes la
experiencia de que ellos están diciendo lo que ya sabes.

En la práctica real, mientras que esta comprensión va penetrando, el buscador es a


menudo atormentado con vestigios de dudas, preguntas y preocupaciones, a pesar de lo
avanzada que pueda ser la comprensión intelectual. He visto a muchos (incluido yo
mismo) capaces de conversar sobre todo esto con la más increíble precisión y agudeza
verbal. La única prueba está en la experiencia directa del día a día a nivel visceral,
emocional. ¿Hay alguna sensación de sufrimiento, separación, ansiedad o miedo?
¿Estoy sintiendo dudas o incertidumbre metafísica? ¿Es inquebrantable el conocimiento
de mi verdadera naturaleza? Si no, la comprensión no es completa. El mejor rumbo, me
parece a mí, es encontrar a un maestro en vida y conseguir que tus dudas se resuelvan
directamente. Nisargadatta Maharaj solía decir: "Yo no estoy interesado en lo que usted
ha abandonado, sino en lo que todavía se está aferrando". Un buen maestro puede
ayudarnos a resolver las dudas que subsistan. Entonces la comprensión simplemente se
vuelve clara y firme y fuera de toda duda.

Para mí, esta comprensión fue provocada por mi asociación con Bob Adamson, quien a
su vez fue realizada a través del contacto con Sri Nisargadatta Maharaj en 1976.

Todos los problemas, asuntos, preocupaciones, preguntas, dilemas y así sucesivamente


son para el "yo". Por ejemplo:

Yo soy feliz / Yo estoy triste

Yo lo conozco / Yo no lo conozco

Yo lo tenía / Yo lo perdí

Yo he nacido / Yo moriré

Yo soy bueno / Yo soy malo

Estos son sólo algunos ejemplos de pensamiento ego-centrado. Como se puede ver,
todos estos pensamientos giran en torno al sentido del "yo". Define claramente la
identidad del "yo" y todos los problemas se resuelven. La sensación imaginada de ser un
"yo" separado es la fuente de todos los problemas. Puesto que el "yo" como
pensamiento es realmente muy intangible, todo tipo de otras ideas se adhieren alrededor
de este yo, con el fin de darle una apariencia de solidez. Todas las auto-definiciones,
identidades y condicionamiento aparente dependen de la sensación no examinada del
"yo.

Las enseñanzas más directas dejan de lado todo el filosofar y teorizar y van
directamente a una investigación del sentido (significado real) de la palabra "yo". Esto,
creo, es la auto-indagación de Ramana Maharshi. ¿Qué es esto que llamo "yo"? Estamos
constantemente diciendo "yo", "yo", todo el día, toda la vida, pero ¿qué es?

Si la causa ("yo") se ve que es inexistente, ¿pueden todos los efectos (todas las
definiciones construidas sobre el "yo") sobrevivir? Había leído sobre esta idea durante

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años, pero toda mi visión de la vida fue radicalmente alterada cuando realmente
investigué esto por mí mismo. En el momento en que vi que la "persona" que yo
pensaba que era no estaba ahí, que era una suposición falsa, experimenté directamente
una profunda liberación de todos los problemas, dudas y sufrimiento. Fue algo
extraordinario. No hice nada en absoluto. Sólo hubo un mirar y ver que la persona, el
"yo" separado, no estaba ahí. No había un intento de ser libre o de resolver algún
enigma intelectual.

Eso es todo lo que puedo decir. Nunca se puede encontrar la respuesta en la mente, por
lo que es inútil buscar ahí. Ninguna cantidad de pensamiento pueda liberarte de los
enigmas creados por el pensamiento.

Los problemas, si los hay, solamente son creados por la mente. Son un producto del
pensamiento. Pero no tienes que hacer nada con el pensamiento, como deshacerte de él,
modificarlo o suprimirlo. Sólo tienes que ver que lo que realmente eres, aquí y ahora, es
esa presencia-conciencia que es la base sobre la que el pensamiento está ocurriendo. Eso
que conoce todas tus sensaciones, sentimientos y emociones, es radiantemente
consciente. Es el conocer y ser sin esfuerzo. Es simplemente la clara y espaciosa
presencia de la conciencia, o como dicen los budistas, "el vacío cognoscente".
Familiarízate con ello. Ten la voluntad de mirar esto. Percíbelo, siéntelo, sélo, relájate
en ello. Que sepas con seguridad que no eres una persona limitada ligada a tus
pensamientos. Tú eres la presencia-conciencia como el cielo en la que todo el universo
está apareciendo.

La próxima vez que pienses: "yo soy esto o aquello", "tengo un problema", o lo que sea,
simplemente suelta el aparente problema y pregunta "¿Quién es este 'yo' que creo que
soy? ¿Es esto lo que realmente soy?" Puedes incluso investigar y tratar de encontrar este
"yo" en tu experiencia directa. ¿Hay una sensación, un pensamiento o un sentimiento
que puedas llamar "yo"? Decimos "yo", pero precisamente ¿qué es? Entonces caes en la
cuenta, "¡Eh! ¿No soy consciente? ¿No estoy presente? ¿No es la presencia de mi
verdadera naturaleza aquí, perfectamente intacta, inmaculada, como el sol brillando
sobre las nubes, completamente inafectada por la aparición (y desaparición) del
pensamiento?

Este tipo de mirar tirará del tapón de desagüe del fregadero de la mente, y todos los
problemas serán arrastrados al vacío de la no-existencia. No exagero cuando digo que
toda una vida de problemas se evaporará. Como se suele decir, una cueva puede haber
estado a oscuras durante miles de años, pero cuando traes una antorcha a la cueva, la luz
elimina al instante esa oscuridad.

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Comprensión, Conciencia y Pensamiento

Cuando me encontré con el libro y los CDs de las charlas de Bob Adamson, empezaron
a suceder cambios internos. Yo no hice nada conscientemente, pero el control de los
pensamientos conceptuales empezó a relajarse. Las cosas comenzaron a cambiar y
desmoronarse. Ni siquiera podía expresar lo que estaba pasando, pero había una
experiencia de libertad. Sentía que era lo correcto. Cuando te encuentras con una buena
y clara enseñanza, es la sabiduría y la claridad de la enseñanza lo que es liberador, no
necesariamente algo que haces para que la comprensión suceda. En última instancia, es
tu propia sabiduría innata la que está funcionando en respuesta a las claras indicaciones
del maestro.

El "tú" que trata de comprender, que (aparentemente) lo consigue y lo pierde, que se


esfuerza y así sucesivamente, no es quien realmente eres. Es sólo un juego de
pensamientos, de conceptos, de suposiciones no examinadas acerca de ti mismo y el
mundo. Tú inocentemente los has ido adquiriendo durante el curso de la vida. Son estos
pensamientos los que crean la perplejidad y la confusión. Observa que cuando estás
dormido o absorto en alguna actividad interesante tus problemas desaparecen. Es un
punto clave el darse cuenta de que todos los problemas son creados en el pensamiento y
en ninguna otra parte. Esto es fundamental. Todos los problemas, dudas y confusiones
se generan en el pensamiento. Al no tener claro cuál es nuestra verdadera naturaleza,
nos creemos los conceptos e historias de la mente y somos engañados. Tu conciencia
viva, lo que realmente eres, está totalmente presente y no es afectada ni lo más mínimo
por los pensamientos. Tú eres consciente de la mente, al igual que el sol brilla sobre las
nubes. Eres completamente libre del pensamiento. Cualquiera cosa que diga sobre ti el
pensamiento es falso. Tú eres antes de la mente.

Hay el conocer, oír, ver y sentir sucediendo todo el tiempo, de forma espontánea. Esta
conciencia primaria está presente. Es (existe) antes de cualquier actividad conceptual.
Hay una diferencia fundamental entre la conciencia (o la experiencia directa de conocer)
y el pensamiento conceptual, que es sólo palabras y etiquetas. Tomamos las palabras y
etiquetas como reales. ¿Podéis beber la palabra "agua"? ¿Es el pensamiento "yo veo" lo
mismo que ver realmente? ¿Dicen tus ojos "yo veo"? ¿O hay simplemente ver y después
surge el pensamiento "yo veo"? Es lo mismo para todos los demás sentidos.

Trata de ver la diferencia entre la conciencia (o el conocer no-conceptual o conocer


directo) y la actividad etiquetadora de la mente. Por supuesto, el pensamiento también
es conocido directamente en la conciencia. El pensamiento está sucediendo en la
conciencia directamente, espontáneamente. Más tarde, surge el pensamiento "yo estoy
pensando". Ese "yo" es espurio, falso. No está realmente presente, excepto como un
concepto.

Tú brillas como la luz viva de la conciencia pura en todo momento, nunca tocado por el
pensamiento o sus definiciones. Por ignorancia, tendemos a enfocarnos en los
pensamientos y las etiquetas, las historias y la "persona" imaginada en el pensamiento.
Un cambio sutil te trae de vuelta al simple reconocimiento del hecho de tu verdadera
naturaleza como presencia-conciencia.

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La mente nunca puede aprehenderla (tu verdadera naturaleza), ya que contiene (está
hecha de) pensamiento. Sin embargo, puedes conocer tu verdadera naturaleza con
certeza en cualquier momento, porque sabes que eres consciente, sabes que existes,
incluso sin tener que pensar en ello. Normalmente, esto se pasa por alto porque es muy
simple. La mente es apropiada para minimizar este indicador, pero es completamente
profundo. Si tienes la suerte de conocer a alguien que vive en esta comprensión directa,
él o ella te indicará de nuevo esto incansablemente, hasta que sea tan claro como la
nariz en tu cara. Es inútil luchar para conseguir esto. Simplemente deja que el indicador
te lo señale. Siente la resonancia. Te atrapará.

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Lidiando con la Mente

Es clave darse cuenta de que la mente simplemente no puede obtener esta comprensión.
El hacedor, la práctica, la meditación, etc., están todos en el nivel de la mente. Pero el
conocimiento de tu existencia, tu conciencia, está aquí de inmediato en la experiencia
directa. La razón de que la mente no pueda obtenerla es porque la mente aparece en eso
(la conciencia). Tú estás presente se halle ahí la mente o no. El sentir, pensar y
funcionar están ocurriendo de forma espontánea y sin esfuerzo sin que la actividad
conceptual tenga un papel importante. Tú estás viendo ahora mismo, ¿pero te están
diciendo tus ojos "yo veo"? "Yo veo" es un pensamiento, pero el ver está ocurriendo.

La mente es como el ojo de una cerradura. Te acercas y miras a través de ella. No hay
problema. Pero entonces te imaginas que toda tu vida tiene lugar en lo que ves por el ojo
de la cerradura. Si simplemente das un paso atrás, te das cuenta de que hay todo un
universo fuera del ojo de la cerradura. No hay ninguna práctica o actividad en lo que ves
por el ojo de la cerradura que pueda llevarte más allá, porque ya estás más allá.

Basta con escuchar lo que se está indicando. Siente la resonancia. Tu sabiduría interna
se despierta, y comienzas a sentir la verdad que se está indicando. Eso es todo. Tú no
puedes hacer nada como un hacedor separado para comprender quién eres. Si quieres
hacer algo, al menos hazte la pregunta, "¿Quién soy yo, de todos modos?" "Me he
creído que soy la mente, que estoy vinculado a la mente. ¿Es eso realmente cierto?"
Hasta que este cuestionamiento no se produzca, seguirás creyendo que la mente es la
realidad. La mente no es un enemigo, y no hay nada en particular que tengamos que
hacer con ella. En realidad ella no tienen ningún impulso, pero hasta que no sea
cuestionada, seguiremos fascinados con el espectáculo. Es nuestro propio interés el que
alimenta el impulso. Una vez que comienzas a vislumbrar tu verdadera naturaleza como
la conciencia en la que aparece la mente y todo lo demás, estás fuera de juego. No hay
ningún esfuerzo o lucha implicado aquí. El esfuerzo y la lucha son parte integrante de la
mente conceptual. Si te encuentras a ti mismo esforzándote o luchando con la mente,
has tomado un giro equivocado. Has pasado por alto la presencia-conciencia y has
saltado a bordo del tren del pensamiento. Date cuenta de que no es necesario hacer esto.
No hay nada que te obligue a hacerlo. Sólo ve (o date cuenta) que todo esto está
teniendo lugar en el pensamiento, y que la conciencia, el verdadero tú, ya es libre. Es así
de simple. Tú no llegas a ser libre; te das cuenta de tu libertad presente.

Los pensamientos que te atan a la mente tienen todos su raíz en el pensamiento inicial
de separación, el pensamiento "yo". Hasta que esto no se vea con claridad, la mente
seguirá dando problemas. Define esto claramente, investiga esta única cosa y toda la
vida de conceptos y de actividad ego-centrada, la esclavitud de la mente, se resolverán.
Lo digo por mi propia experiencia real. Este tipo de ver socava por completo la mente
sin ningún esfuerzo personal. La cura para la ignorancia es la sabiduría, que es sólo ver
claro (clear seeing). Inicialmente, esto puede ser indicado por un maestro, pero luego tu
propio ver se activa y puedes seguir desde ahí. Pronto el conocimiento es
inquebrantable, y la necesidad de un maestro está cumplida.

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La sabiduría o el reconocimiento que surge en ti es la respuesta al reconocimiento de la
verdad que ha sido indicada. Tu propia sabiduría innata se despierta y te lleva a lo que
necesitas ver. Hay una inteligencia innata dentro de ti que es mucho mayor que la mente
pensante. Intuitivamente lo sabes. Sólo ten un poco de fe en eso. Quédate con los
indicadores. Deja que resuenen. Todo se desarrollará de forma natural. Lo verificarás en
tu propia experiencia de vida y lo confirmarás por la liberación del sufrimiento y la
limitación que conlleva.

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Pregunta: Parece que muchas personas sienten curiosidad acerca de la vida después de
la muerte o la vida eterna o la reencarnación. (Yo también estoy de acuerdo en que lo
que verdaderamente somos siempre lo será.) Si yo soy "Eso", ¿qué cree usted que le
ocurre a "Eso" cuando la frágil experiencia fenomenal del organismo cuerpo-mente
humano llegue a su inevitable desaparición? Entiendo que cualquier respuesta es, en el
mejor de los casos, sólo una especulación conceptual. Entiendo que debemos
preocuparnos por quién y qué somos y dónde estamos ahora, y no especular en o sobre
el futuro o el más allá, ya que al hacerlo se establece el escenario para nuestro propio
sufrimiento. ¡Pero soy curiosamente optimista!

John: Yo no pretendo ser un experto en las doctrinas metafísicas como la reencarnación


y demás. Dentro del reino de las apariencias, y mientras te consideres a ti mismo como
un buscador, hay teorías y doctrinas sin fin. En última instancia, todas ellas son
producto del pensamiento y la imaginación. Parecen convincentes para el buscador, ya
que proporcionan razones para explicar su (aparente) existencia separada.

En el plano de la mente, hay un sin fin de teorías para explicar los "cómos y los
porqués" de la persona individual. Son en gran parte especulativas y nunca tienen una
finalidad. Pero, ¿ha nacido alguna vez tu verdadera naturaleza? ¿Tienes alguna prueba
de que se muere? ¿Está en un cuerpo? Como una cuestión de hecho, tanto Ramana
Maharshi como Nisargadatta Maharaj, los parangones de la espiritualidad de la India del
siglo pasado, cuando se les insistió sobre el tema declararon que no existía la
reencarnación. Bob Adamson me dijo una vez: "Date cuenta de la trampa sutil de tratar
de analizar lo que alguien ha dicho y lo que quiere decir. Al hacer esto, la presencia
aparentemente se pierde. Buscando un estado o no-estado, un conocimiento o no-
conocimiento o nada en absoluto, sólo puede ser conceptualización". Esto fue en un
contexto diferente, pero puedes ver que al tratar de desentrañar los enigmas metafísicos
pasas por alto el hecho evidente de que ahora mismo eres libre. La conciencia es la
presencia inmutable en la que aparece el universo.

A un nivel más relativo, podemos descender al reino del pensamiento y de las teorías
metafísicas, pero en ese punto, una teoría es tan buena como otra y todas ellas son
especulativas. Quédate con lo fundamental. La respuesta no está en la mente.

Incluso si se tomara en serio la reencarnación, ¿quién se reencarna? La investigación


revela que no hay un "yo" separado. En el reino de la apariencia tú (como entidad
individual) no existes: el "yo" está ausente. ¿Cómo puede la ausencia de un "yo"
reencarnar? Si los elementos físicos se reciclan, que así sea. Si los pensamientos se
reciclan, que así sea. Pero tú sigues siendo lo que eres. La conciencia espacio que tú
eres está intemporalmente presente tal como es. De cualquier manera que se mire, la
reencarnación parece bastante tenue.

No estoy tratando de negar las teorías y la mecánica de la reencarnación, pero a mí me


parece más directo observar que sólo hay una conciencia y todo es eso. Si las olas
reencarnan en otras olas, que así sea. Las olas pueden estar tremendamente fascinadas
con el lugar de dónde provienen, pero al mar eso no le preocupa. Desde el punto de
vista del agua, todo es una sola sustancia de todos modos. Con tu atención centrada en

12
tu verdadera naturaleza como conciencia, ves que todas las teorías son sólo
movimientos en la mente. La conciencia es real; los pensamientos son sombras. El
sueño de la reencarnación es una nube que pasa por delante del sol resplandeciente de la
conciencia, que tú eres ahora.

En mi experiencia, es más liberador quedarse con hechos sólidos, como el hecho de que
tú existes y sabes que existes, en lugar de participar en debates metafísicos que son
interminables. En lugar de preguntarse lo que uno era en una vida anterior o lo que será
en la próxima vida, ¿por qué no investigar lo que uno es en este momento?

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Cuando las creencias se desvanecen

Cuando eres expuesto por primera vez a esta comprensión y las creencias de toda la
vida son desafiadas, puede ser un poco desorientador. Los puntos de referencia que
dabas por sentado durante tanto tiempo empiezan a debilitarse. Hemos construido una
vida sobre conceptos y creencias de lo que somos. Durante años, nos hemos dedicado a
reforzar la persona, a acumular, fortalecer y solidificar sus creencias y conceptos.
Cuando comenzamos a ver a través de las falsas ideas, la marea cambia. Inicialmente,
esto puede parecer desconcertante o inusual. Pero al mismo tiempo, te sientes
inmensamente más libre y más ligero.

Demasiado pensar y analizar todo esto sólo nos lleva a la mente. En última instancia, las
palabras sólo son útiles en su función como punteros hacia tu verdadera naturaleza. El
intento de aclarar las cosas a un nivel conceptual o de articular el conocimiento en
palabras puede generar una leve sensación de confusión. En algún momento,
simplemente ves que la mente aparece en esto que tú eres. Tú conoces los pensamientos,
pero los pensamientos nunca pueden conocerte (como esa presencia-conciencia).
Conocer tu ser, tu existencia real, como esa conciencia espacio es algo inmediato y no-
conceptual. No requiere de ningún agente mediador, como la mente o los sentidos.

Para la mente, tu verdadera naturaleza no es algo (es decir, no es un objeto). La mente


no puede comprender la nada (ninguna cosa). Esto es desconcertante, ya que siempre
hay una tendencia a comprender algo objetivo. Afortunadamente, no hay necesidad de
hacer esto. Sin embargo, los viejos hábitos de hacerlo de esa manera pueden seguir
apareciendo durante un tiempo.

Si surgen pensamientos como "me siento perdido", "¿qué hago ahora?", y así
sucesivamente, pregúntate simplemente: "¿Quién es este 'yo' que se siente perdido o que
quiere saber qué hacer?" Este "yo" es sólo una suposición vacía. Los pensamientos son
sólo vórtices de energía que giran en la luz de la conciencia. No hay ningún "yo" en su
centro. Los pensamientos se mueven, pero la conciencia permanece, libre, luminosa e
intocable. No hay nadie perdido, nadie que necesite comprender, nadie que haga o no
haga, nadie que tenga miedo.

El "yo" conceptual es la piedra angular de la persona, con todos sus problemas, dudas y
sufrimiento. A medida que el sentido de identidad se desplaza hacia tu ser real como
presencia-conciencia, la vida de sufrimiento se disuelve como la niebla ante el sol
naciente. No hay necesidad de luchar para ser lo que ya eres. Tú eres eso ahora. La
libertad total está e menos de un paso.

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De la teoría a la experiencia

Lo que eres en este mismo momento es la conciencia o el sentido de ser. Es totalmente


libre, completamente en paz, y completa y finalmente lograda, incluso en este momento.
Al no ser claros en esto que somos, la mente ha imaginado separación y ha construido
un conjunto de creencias e identidades sobre este concepto no examinado. Cuando te
ves expuesto a este tipo de enseñanza, varias cosas comienzan a suceder.

En primer lugar, obtienes un atisbo de lo que es tu verdadera naturaleza. Es señalada,


quizás varias veces, hasta que la ves y la conoces con certeza. Esta es la comprensión
más importante para empezar. Tu ser real, que está radiantemente presente y vivo como
eso que conoce tus pensamientos en este momento, es la verdad señalada. No hay otro
entendimiento o realización más allá de esto. De hecho, conoces esto ahora. Tú existes y
sabes que existes. Todo lo que un maestro hace es asegurarte con la mayor convicción
de que esto es ello.

La mayoría de nosotros hemos acumulado un montón de equipaje en forma de creencias


acerca de lo que es esta comprensión, cómo se supone que ocurre, y así sucesivamente.
Este tipo de enseñanza ayuda a exponer esas creencias erróneas, por no hablar de las
creencias que tenemos acerca de nosotros mismos. Son sólo estas creencias no
examinadas las que generan nuestro sufrimiento y nuestro sentido de estar separados de
la paz que estamos buscando.

Todo sucede como sucede. Es solamente desde el punto de vista limitado de la mente y
sus creencias que juzgamos las cosas como "correctas" y "equivocadas". Todas las
evaluaciones se hacen en la mente. Desde el punto de vista de lo que somos, todo es
simplemente una manifestación de la armonía profunda de lo que es, sólo un surgir y
cesar en la luz de la conciencia, que es/está siempre en paz y libre. Esto es verdad para ti
en este momento, una vez que se aclara la confusión sobre tu naturaleza real. Esto no
lleva tiempo; no hay camino hacia esto; y no se requiere práctica. Simplemente es ver la
verdad de las cosas.

Todo surge y se establece en la luz de tu ser. Nada está separado de eso. Las formas
aparecen y desaparecen, pero nada se pierde ni se gana. Todo lo que aparece surge de
eso, existe en eso, y se desvanece en eso. A pesar de la aparición y desaparición de las
personas y las cosas, hay un omnipresente trasfondo luminoso, que arroja una fragancia
de perfección que impregna todo. Ese es tu lugar de nacimiento, tu verdadero hogar.

Conócete a ti mismo claramente y todo esto comienza a tener sentido. Se convierte en tu


experiencia directa. Si estás en resonancia con este tipo de enseñanza, entonces esta
comprensión ya se está abriendo para ti. Sólo tienes que seguir tu corazón y dejar que la
comprensión se desarrolle. Tu propio ser más profundo te conducirá a donde necesitas
estar y te revelará lo que necesita ser conocido. Entonces te darás cuenta de que la vida
es perfecta aquí y ahora y que tú nunca has dejado la paz y la verdad que estás
buscando.

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Quédate con los punteros, los indicadores. Saboréalos como el buen vino. Deja que el
puntero se despliegue dentro de tu propio corazón. Lo más importante de todo, ver tu
verdadera naturaleza como es. Todos los indicadores están sólo para revelar esto.

La Búsqueda Espiritual

Pregunta: La pregunta que me sigo haciendo es, "¿Este sueño de una búsqueda y una
persona que está buscando tiene algo que ver con la aparición de la gracia y la
realización?"

John: Depende de lo que se entienda por gracia y realización. Para mí, la gracia y la
realización son otros términos para tu verdadera naturaleza, llámala el Sí mismo, el ser,
la conciencia, la presencia, Dios o espíritu. Eso nunca aparece, ya que es la base sobre la
que surgen y desaparecen todas las apariencias. Desde el punto de vista del que se
imagina a sí mismo como separado y un buscador, hay muchas preguntas que
aparentemente necesitan ser comprendidas. Desde el punto de vista de tu naturaleza
real, la conciencia, todo es simple, directo y claro. No te preocupes demasiado acerca de
las preguntas y cuestiones que la mente plantea. La respuesta no está en la mente. La
gracia y la realización que estás buscado es la conciencia ordinaria que brilla en tu
centro justo en este momento. Comprende esto y comprendes todo.

P: ¿El motivo de ser libre procede de eso que está más allá? Porque me parece que es
parte del sueño también.

John: Eso no está más allá. Está aquí y ahora. Al haber olvidado aparentemente tu
verdadera naturaleza e identificado con las creencias incuestionables de la mente, tu
sabiduría innata simplemente se mueve para restaurar la claridad. Algunas apariencias
se dan la vuelta y se dan cuenta de su origen, algunas no lo hacen. Pero no importa,
porque nunca nadie ha dejado eso (su origen). La conciencia pura es un hecho crudo;
está indudablemente presente y es intuitivamente evidente. Las preguntas aparecen en el
nivel del pensamiento y de la mente. Siempre que la existencia del "yo" separado no sea
cuestionada, las preguntas ―incluso las preguntas espirituales aparentemente
convincentes― continuarán viniendo. Una vez que ves tu naturaleza como conciencia,
descubrirás que hay muy pocas preguntas, si es que queda alguna. Estás en casa; estás
en paz; hay un sentido de unidad. El deseo de buscar, conocer y hacer se desvanece
porque el conductor raíz de todo esto ―la persona separada― no está en juego por más
tiempo. Perder, encontrar, despertar y así sucesivamente son sólo apariencias en la luz
del ser-conciencia, que observa todo con afectivo desapego.

P: ¿Hay incluso un momento para la búsqueda?

John: ¿Quién pregunta? En lugar de tratar de responder a preguntas de este tipo,


deberías darte cuenta de que es interesante investigar quién está preguntando. No hay
una finalidad última o respuesta definitiva a las preguntas, siempre que el sentido de
separación sobreviva. Tanto si la respuesta a esta pregunta es "sí" como "no", todavía
tienes que conocerte a ti mismo y resolver la pregunta metafísica fundamental, "¿Quién
o qué soy yo?" Todas las preguntas son sólo diferentes formas de preguntar: "¿Qué es
real?" "¿Qué soy yo?" "¿Cuál es mi verdadera fuente?" Ten claros los fundamentos y las
demás preguntas se resolverán automáticamente.

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En cuanto a si hay algún momento para la búsqueda, diría, si me apuras, que la
respuesta es sí y no. Desde el punto de vista del buscador que se imagina a sí mismo
como separado, no hay empresa más relevante que resolver la pregunta "¿Qué soy yo?"
Desde el punto de vista de la conciencia (tu esencia real) la búsqueda no tiene sentido,
porque ya eres lo que estás buscando. La conciencia es ya libre y está completamente
presente en toda su plenitud. Las preguntas continúan viniendo debido a que el buscador
no es claro sobre su verdadera identidad. Has de verte a ti mismo como esa conciencia,
ver que el buscador separado no está realmente ahí y toda la búsqueda llega a su fin, ya
que, como se mencionó anteriormente, eres lo que estás buscando.

Antes de que esto estuviera claro para mí, el sentido de la búsqueda había continuado en
varias formas durante unos treinta años. Después, hubo y hay una sensación inequívoca
de que la búsqueda finalmente y completamente ha terminado. No es una afirmación
mental, sino un sentido básico a nivel visceral.

P: ¿Cuál ha sido tu experiencia con esto? Supongo que tendré que descubrirlo por mí
mismo.

John: Por supuesto que tienes que ver todo esto por ti mismo, o de lo contrario seguirá
siendo sólo una historia interesante. Nada de esto es particularmente relevante a menos
que algo resuene en ti. Tengo la sensación de que estás profundamente interesado en
todo esto, así que estoy seguro de que el despliegue ya te está ocurriendo.

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NINGUNA PERSONA

Interlocutor: Puedo ver que mi comprensión generalmente se centra en el tema de la


competencia. Parece que lo que estás diciendo es que no debería preocuparme si surge
miedo o ansiedad con respecto a mi trabajo y mis logros.

John: Una vez que la sensación de separación surgió en la primera infancia, todos
desarrollamos ciertas estrategias para compensar (siendo asertivo, pasivo, competente,
indefenso o lo que sea) en un intento de recuperar la totalidad. Estos son solo intentos
conceptuales para encontrar seguridad, totalidad y completitud. Pero en última
instancia, las estrategias están destinadas a fallar, debido a la falsedad de la base
conceptual inicial ― que soy un "yo" separado. Comprenda la premisa fundamental de
que si se ve que el "yo" es falso, los efectos no pueden permanecer. Todavía existe la
aparente apariencia de una persona con aparentes habilidades y preferencias, pero el
cautiverio es eliminado por completo.

Int: Después de leer tu último correo electrónico, vi surgir la idea de "¿Cómo evitar que
surja el miedo?" En ese momento me di cuenta de que este era un ejemplo perfecto de lo
que estabas hablando. El pensamiento y las emociones no tienen el poder de afectar mi
existencia básica. Entonces no necesito usarlos como un indicador de mi progreso
espiritual. La existencia no progresa; simplemente es.

John: Sí, no hay absolutamente nada que hacer o arreglar, nunca. Hacer y arreglar son
consecuencias de imaginar a una persona separada y a un "hacedor". ¿Hay realmente
alguna entidad haciendo algo, haciendo que suceda algo? ¿O están apareciendo
espontáneamente pensamientos, sentimientos y percepciones? Si es así, entonces todo
está sucediendo como está destinado a suceder, y no hay ninguna base para imaginar
una "autoría personal de la acción".

Int: Supongo que incluso si la apatía o la tensión parecen surgir debido a la


comprensión, en última instancia, no será productivo analizar ese comportamiento. Es
mejor perder el interés en la historia y prestar más atención al campo básico de la
conciencia.

John: En última instancia, no tienes ningún control sobre los estados mentales, así que
déjalos ser. Suelta la preocupación de que hay algo significativo acerca de la mente y
los estados emocionales. Son solo estados transitorios. Fin de la historia. No significan
absolutamente nada sobre ti. A medida que aclaras tu identidad real, la mente cuidará de
sí misma.

¿"Quién" está ahí para prestar atención o perder interés? Puede surgir la sutil idea de
que lo que eres es alguien que es una persona separada con la capacidad de elegir o
prestar más atención. Este no es realmente el caso. Siempre eres lo que eres, presencia-
conciencia. Perfectamente entero y completo ahora. No se puede mejorar, obtener o
perder. No hay ninguna persona en la máquina cuya atención, falta de atención,
competencia o lo que sea constituya un factor crítico para comprender tu verdadera
naturaleza. Esta idea sostiene ingeniosamente la creencia de que existe una persona.
¿Quién o qué hay ahí que pueda hacer o conseguir, que pueda ser competente o sentirse
ansioso? Mientras persista esta idea de ser un "fantasma dentro de la máquina"
separado, todo en la vida está destinado a generar cierta sensación de problema.

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Fundamentalmente, este "yo" no es sustentable y no puede sobrevivir a un examen
minucioso.

Entonces, en lugar de preocuparte por los estados o las acciones, ten en cuenta que el
verdadero problema existencial, si lo hay, es el sutil sentido de ser una persona separada
que puede tender a volver a aparecer en la imagen. Incluso cuando esto sucede, en
realidad no cambia lo que verdaderamente eres. Tú eres en realidad siempre libre e
inmutable. Pero existe la aparente sensación de sufrimiento debido a la fijación en la
idea falsa.

Int: La desventaja de perder interés en la historia es que la mente puede malinterpretar


esto como un alejamiento o aversión a la actividad.

John: ¿Quién se aleja? ¿Quién siente aversión? ¿Puede la mente hacer algo excepto
producir palabras y recuerdos y eventos pasados y etiquetar cosas después de que hayan
sucedido? Vivir, percibir y sentir están sucediendo en todo momento, sin referencia a la
mente en absoluto. Con el énfasis fuera del pensamiento, que es solo una pequeña
porción de todo lo que está sucediendo, estás más plenamente vivo y presente con lo-
que-es. El hecho de implicarte en la mente y en los pensamientos es lo que te aleja de la
vida mientras está sucediendo. Toda la aversión y la resistencia se basan en ideas y
conceptos sobre cómo deberían o no deberían ser las cosas. Sin ese enfoque, estás
mucho más lleno de energía, presente y vivo.

Int: Perece que aún es buena idea participar sincera y plenamente en las actividades
diarias. Al menos en mi experiencia, he descubierto que ese es el caso, porque mi
trabajo exige que esté totalmente comprometido en todo momento.

John: Con el énfasis fuera de la mente y la historia conceptual, estarás mucho más
presente, porque no hay filtro. No hay ninguna persona con todas sus preferencias y
parcialidades tratando de negociar cada experiencia. Pero, ¿quién es ese que va a tratar
de participar sincera y plenamente? Solo sería la persona separada quien trataría de
convertirse en algo. La Conciencia, la luz de vida que eres, siempre participa sincera y
plenamente, porque es el factor que informa y sustenta toda experiencia. No hay
necesidad de tratar de convertirse en algo, incluso en una persona presente y
comprometida. Esto enfatizaría sutilmente el sentido de separación, bajo el disfraz de
tratar de convertirse en algo.

La verdadera claridad proviene de ver la ausencia de la persona. Es la persona la que


aglutina los asuntos y crea todos los problemas y las supuestas soluciones. Solo vuelve a
lo fundamental. Tu naturaleza es luminosa, siempre presente, radiante, perfecta; es ser-
conciencia. Esto está completamente realizado y completo en este momento.
Literalmente no hay nada que necesites hacer o practicar. Solo date cuenta de lo que
está aquí y míralo. Está en realidad completamente presente. Lo pasamos por alto
debido a los viejos conceptos y hábitos.

En lugar de enfrascarte en los estados y en hacer esto o aquello, pregúntate quién es el


que imagina que los estados y las acciones son tan importantes. Descubrirás que es la
sensación de ser una persona separada, algo separado de la fuente (que es la realidad, la
presencia o como quieras llamarlo). Pregúntate esto hasta que veas que ahí no hay
ninguna persona separada. Mira esto profundamente, y todos los problemas se

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resolverán sin esfuerzo adicional. Es casi increíble, pero es cierto. Todos los problemas
son para el "yo". Date cuenta de que no hay ningún "yo"y todos los problemas quedan
resueltos. Hay una lógica en esto que puedes confirmar por experiencia directa.

Resonancia

Todos los indicadores convergen en un tema central. Esta es la simple verdad de lo que
somos, la realidad esencial e ineludible que brilla detrás de la sensación indudable de
estar presente y consciente. Nadie puede decir "yo no soy", ya que la misma afirmación
presupone la existencia de alguien que intenta negar su propia existencia. Esta es la
razón por la cual la propia existencia es la piedra de toque o el "patrón oro" por el cual
se evalúan todas las otras verdades. Todos los indicadores nos animan a investigar el
hecho fundamental de nuestro ser auto-existente, que no sólo es sino que conoce. Este
es el meollo de la cuestión, el tema constante y final de todas las grandes tradiciones
que han llegado hasta nosotros bajo la bandera de la "no-dualidad". La no-dualidad
habla de la no separación entre el buscador y la realidad final buscada. Como todas las
tradiciones nos dicen, cada una a su manera: tú eres eso.

En nuestros tiempos, la comunicación directa de esta verdad básica fue famosamente


compartida por el muy conocido sabio de Mumbai (Bombay), Nisargadatta Maharaj.
Tuve la suerte de conocer a uno de los estudiantes directos de Nisargadatta Maharaj,
Sailor Bob Adamson, en Melbourne, Australia, hace unos años. Él compartió conmigo
los consejos esenciales que había recibido de Nisargadatta Maharaj. Más importante
aún, fue capaz de señalar la realidad de mi ser tan directamente que ya no podía ser
evitada ni pasada por alto. Como me mencionó una vez, no son las palabras en sí
mismas las que son importantes, sino que es la realidad viva detrás de las palabras lo
que marca la diferencia. Esta realidad, cuando es reconocida por alguien que sabe,
informa cualquier palabra que pueda utilizar como indicador. Esto provoca una
resonancia en el ser interior del oyente receptivo de tal manera que la verdadera
naturaleza del oyente es reconocida en toda su inmediatez y vivencia. Esta es la pura luz
de la conciencia no-conceptual más allá del pensamiento. No es que la realidad sea
difícil de percibir. En verdad, es tan simple que pasamos por alto lo evidente. Porque,
¿cuántos pensamientos, sentimientos o experiencias puedes tener sin estar presente y
consciente de tenerlos? Sin embargo, un indicador que apunte directamente a esto por
alguien que sabe es extremadamente útil, como muchos pueden atestiguar.

El reconocimiento de la naturaleza ineludible y siempre presente del yo real del oyente


pone al descubierto la base falsa de la creencia de que uno es una persona separada,
limitada y aislada aparte de la realidad. Como esta es la base de todos los conceptos e
identificaciones que generan limitación en la vida, esta revelación efectivamente anula
el sufrimiento psicológico innecesario. Este sufrimiento sólo se sostiene a través de una
falsa creencia en ser algo que no somos. No sólo se descubre que la realidad brilla
dentro de uno mismo como nuestro propio yo, sino que la búsqueda, el sufrimiento y la
duda que puede haber sido acarreado por toda una vida se supera de golpe.

Al ver y experimentar estas verdades básicas por uno mismo, puede surgir naturalmente
el deseo de "compartir las buenas nuevas" con otras personas que resuenen con los
mismos indicadores. No hay un conjunto fijo de indicadores o manera de hablar de estas
verdades fundamentales. Mientras que los puntos esenciales, al ser atemporales,
permanecen constantes de año en año y de era en era, la manera en que se enmarcan y

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se comunican debe necesariamente variar, según las necesidades de los tiempos. Por
otra parte, las preguntas y cuestiones planteadas por aquellos comprometidos en la
verificación de las verdades en su propia experiencia están obligadas a cambiar. Es por
eso que es útil tener nuevos indicadores y expresiones con palabras y discursos
contemporáneos. Esto nos permite centrarnos en la esencia y nos libera de tener que
digerir términos arcaicos y vestigios culturales anticuados.

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Más allá de las palabras, brillando en tu corazón

Si estamos buscando respuestas a un nivel conceptual, los indicadores son sólo palabras.
Claramente, las palabras no tienen vida real o sustancia, son imágenes muertas.
Escuchar palabras es tan satisfactorio como tratar de beber agua de la pintura de un
lago. En algún momento, puede surgir un interés que deje caer todos los conceptos,
indicadores y palabras ― de hecho, dejar de mirar en la mente por completo. En esa
pausa, deja que el mirar se vuelva directamente a esa existencia clara e indudable que
brilla en tu corazón.

Si estás escuchando los indicadores, pero sin mirar hacia lo que están señalando, esto se
parecerá como mucho a un parloteo vacío, ya que es todo lo que puede ser a nivel
verbal. Pero toma la señal y mira directamente en tu propio corazón. Ve, conoce y sé lo
que eres. Deja caer los conceptos y encuéntrate cara a cara con tu yo real, tu ser
innegable.

Todos los indicadores tales como "amor", "unidad", "conciencia", "vida", "vivacidad",
"incondicionado", "libre de sufrimiento", etc., sólo tratan de dar una idea de la
naturaleza de lo que eres. Si se dejan como palabras, son sólo cáscaras vacías. Pero ¿es
lo que brilla en tu corazón una imagen muerta sin vida? Si no, ¿qué es? Esto es lo que
hay que ver, no conceptualmente, en la experiencia directa. Nada se gana o se alcanza,
porque lo que eres ha estado aquí todo el tiempo.

Las palabras son sólo indicadores

Es un poco delicado citar las palabras de los "grandes" maestros para confirmar
cualquier cosa, porque las palabras son sólo indicadores y conceptos que surgen en
situaciones particulares. En otras palabras, en el momento en que se pronunciaron las
palabras, eran indicadores espontáneos para animar a alguien en ese momento para que
dejara caer algún concepto o perspectiva particular para darse cuenta de lo que está aquí
antes de los conceptos. Más tarde, cuando leemos las palabras, estamos en realidad
volviendo de nuevo a los conceptos y alejándonos de lo que es claro y presente. Ver
esto puede liberar mucho espacio. Es por eso que leer acerca de la no-dualidad es un
poco engañoso ya menudo complica su simplicidad.

Para cada pasaje que uno cita, puedes encontrar docenas más que aseveran la opinión
opuesta. Es útil ver por qué esto debe ser así. No hay una "enseñanza" fija en absoluto.
Hay una corriente de puntos espontáneos que surgen para exponer cualesquiera
nociones dualistas que el "buscador" pueda haber mantenido como verdaderas. Es más
una cuestión de amor en expresión que alguna verborrea espiritual que uno debe tamizar
a través de años o siglos después. La gente piensa que uno llega al corazón de esto
estudiando filosofía, aprendiendo sánscrito, o profundizando en las palabras grabadas de
Shankara, de Buda o quienquiera que sea. Esto es totalmente erróneo y está
completamente fuera de lugar. Sólo engorda el stock de conceptos y mantiene la
atención encerrada en la mente. Se está pasando por alto tu estado natural siempre
presente.

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Detén los conceptos, cualesquiera que sean, y observa lo que está presente, lo que
realmente está aquí y ahora. Eso ya es evidente y está disponible en toda su inmediatez.
Ningún maestro, gurú, escritura, satsang o despertares son necesarios. No puedo dejar
de insistir suficientemente en esto. Así que vuelve a lo básico y mira por ti mismo.

En lugar de hablar de conceptos, tíralos todos por la borda y habla desde lo que
realmente está presente en tu experiencia. Los libros sobre no-dualidad, las citas, la
jerga espiritual y los hipotéticos "qué pasa si" son completamente incapaces de revelar
el reconocimiento directo de la inmediata libertad y felicidad. Eso está presente como la
pura luz del simple conocer y está brillando en el núcleo de tu mente o en el centro de tu
corazón. En esa luz, el universo y todos los cuerpos y mentes surgen y pasan como
motas de polvo en el calor de un vasto cielo sin nubes, que es el cielo de tu ser. Esa
conciencia no conceptual o presencia de vida más allá de la mente se derrama a través
de tus sentidos y baña cada pensamiento, sentimiento y experiencia en un claro
conocimiento intemporal e ineludible. Llámalo como quieras ― ser, conciencia, amor,
presencia, lo que es, conocer, luz, vida, inteligencia, espíritu, etc. Sea lo que sea, es
innegable e ineludible. Es ser que no se puede dudar ni contradecir; una conciencia
incesante no nacida y eterna; vida sin límite; una paz y alegría sin causa que abarca a
todas las apariencias, todas las posibilidades, todos los opuestos. Nada puede estar fuera
de eso; nada se distingue de eso; no hay nada más que eso. Y tú eres eso.

La Conciencia y los Objetos

La resolución de la aparente dualidad de la conciencia y los objetos radica en ver que la


supuesta diferencia no está realmente presente. En otras palabras, hay una suposición de
que hay conciencia y objetos. Entonces la mente se enreda en la forma en que se supone
que se entrelazan. Esto es como la persona que pregunta, "¿Cómo me despierto?" Y
luego se enreda en ese concepto. Él o ella pasa por alto que la conciencia ya está
despierta y que la supuesta entidad "yo" no está realmente presente, excepto como
suposición. En la clara visión de esto, el dilema se colapsa.

La cuestión es similar con la conciencia y los objetos. Ningún objeto o experiencia


puede estar fuera o aparte de la conciencia de ello. Esto resuelve el problema
directamente. Los objetos y la conciencia no están separados, ni siquiera ahora.
Entonces, ¿por qué hablar de cómo juntarlos o cómo verlos como uno? Para empezar,
¿están separados? No. Por lo tanto, el concepto y el problema desaparecen.

La mayoría de la gente asume naturalmente que solamente hay objetos y no tienen un


sentido real de la conciencia en sí. Así que el indicador se utiliza para distinguir los
objetos y la conciencia sólo con el fin de poner de relieve la presencia de la conciencia,
no para crear una división absoluta entre ellos (porque no hay ninguna). Una vez que la
conciencia y tu identidad como tal están claras, puedes volver a mirar los objetos
aparentes y ver que no tienen sustancia real o naturaleza independiente aparte de la
conciencia de ellos. Esto es algo así como las figuras esculpidas en el mármol que no
están separadas del mármol en sí. El falso dilema es evidente en la pregunta: "¿Cómo se
ven las figuras esculpidas y el mármol como uno?" La verdadera pregunta es: "¿Alguna
vez has visto separadas las figuras del mármol?" La conclusión es que no hay
experiencia fuera de la conciencia. Por lo tanto, hablar de conciencia y de objetos como
si fueran independientes no es posible basándose en la experiencia directa.

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Es muy importante mencionar un punto sutil que muchos se pierden en esta coyuntura.
Los objetos no son en sí mismos lo mismo que la conciencia, o la realidad permanente.
Los objetos son apariencias, pero tu ser real permanece independiente de la presencia o
ausencia de los objetos. En la experiencia práctica, puedes ver que los objetos están
cambiando constantemente, pero tu propio ser permanece sin interrupción. Una ola no
es más que agua; pero el agua como tal no es una ola como tal. Por lo tanto, no es una
equivalencia de uno a uno. Es por eso que cuando la gente dice "todas las apariencias
son la unidad", no es una declaración clara y precisa.

Las imágenes y los pensamientos no son yo

Pregunta: Tu encuentro de ayer por la noche fue muy útil para mí. Ahora veo que la
mente y sus conceptos son sólo eso ― mente y conceptos. Reconocí la verdad desde la
primera vez que me lo explicaste hace unos años, pero durante los últimos años he
estado confundido en lo que respecta al pensar y los pensamientos. Como Alicia
Silverstone en la película "Clueless" (Fuera de Onda), sólo tienes que decir a los
pensamientos: "¡Lo que sea!".
¡He estado invirtiendo en los pensamientos y proyectando identidad en ellos, que es un
rasgo típico de Géminis! La noche pasada me ayudó a ver el simple punto de que el ser
o la conciencia es lo que yo soy, y no necesito (¡ni puedo!) dejar mi eseidad. Los
pensamientos no son el problema. Puedo ver mucho más claramente ahora que es sólo
la ignorancia (ignorando la obviedad y la sencillez de quién soy realmente) lo que me
indujo a identificarme a menudo con los pensamientos y a perderme en mi mente.

John: La cuestión básica en este contexto tiene que ver con "retornar" a la mente con
cierto sentido de que lo que la mente dice acerca de ti (el "yo" conceptual o la noción de
persona) es una definición adecuada, real o verdadera de quién eres. Pero esas imágenes
y conceptos en la mente son siempre en referencia a nuestra propia identidad según esa
imagen o entidad, que en sí misma es una apariencia en la mente. Nuestro propio ser o
naturaleza de la consciencia no es una imagen, un pensamiento o una apariencia en la
mente, ya que siempre precede y sobrevive a tales pensamientos. La visión directa y
clara de esto evita cualquier tendencia a buscar nuestra realidad, identidad o felicidad en
esa red de pensamientos. ¿Por qué el cielo se buscaría a sí mismo en una masa de nubes
pasajeras? Nunca se imaginaría ser una nube entre todas las que están pasando,
diciendo, "esa nube particular soy yo". El cielo está abierto y bien como está, siempre
intacto e inafectado. ¿Qué puede hacer una nube para obstruir el cielo? Lo mismo
ocurre con los pensamientos; son imágenes que soplan a través de la claridad y la
naturaleza espaciosa del ser-conciencia no-conceptual, que es tu yo innato. El ver claro
muestra que las imágenes y los pensamientos no son yo. No me definen. Existo en un
"nivel" o "lugar" completamente diferente (como el espacio en el que aparecen los
pensamientos). Mirar de esta manera hace que sea difícil aferrarse a un pensamiento
particular con un sentido de que "esto es lo que yo soy". No es un obstáculo el
pensamiento o el uso significativo de la mente en la apariencia de las cosas. Sin
embargo, hay un reconocimiento claro y enfático de que ningún pensamiento define o
limita tu ser innato y permanente.

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