Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La definició n propuesta por el art. 1123 CCyC resulta adecuada, pues identifica los
elementos esenciales del contrato: cosa y precio;
Caracteres.
1) bilateral (art. 966 CCyC), pues emergen obligaciones para ambas partes
contratantes (transferir la propiedad de una cosa el vendedor, y pagar un
precio en dinero el comprador);
2) oneroso (art. 967 CCyC); ya que representa ventajas y sacrificios para ambas
partes;
3) en principio conmutativo (art. 968 CCyC); en tanto las ventajas para todos los
contratantes son ciertas. Sin embargo, puede ser aleatorio en los supuestos
contemplados por los arts. 1130 (cosa cierta que ha dejado de existir) y
1131(cosa futura) CCyC, o cuando así lo hayan previsto las partes en ejercicio
de la autonomía de la voluntad;
4) formal (art. 969 CCyC) en el caso de los bienes inmuebles (art. 1017 CC) y no
formal en los demá s supuestos;
5) nominado (art. 970 CCyC), ya que tiene una regulació n legal completa y
específica.
6) Paritario o de consumo
Si bien la compraventa es un título causal idó neo para transmitir el dominio de una
cosa, no basta su celebració n para producir el efecto transmisivo; pues de
conformidad con lo dispuesto por el art. 1892 CCyC: “La adquisición derivada por
actos entre vivos de un derecho real requiere la concurrencia de título y modo
suficientes...”. El modo al que hace referencia el citado artículo es la tradició n
posesoria. En concordancia con ello, el art. 750 CCyC prevé que: “El acreedor no
adquiere ningún derecho real sobre la cosa antes de la tradición, excepto disposición
legal en contrario”.
Por ello es correcto definir, tal como lo propone el art. 1123 CCyC, que en virtud de la
compraventa el vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa; pues con la
celebració n del contrato, revestido en su caso con las formas establecidas por la ley, se
tendrá el título causal, restando la obligació n de cumplir la tradició n posesoria a partir
de la cual quedará verificado el dominio en cabeza del comprador. Ello sin perjuicio de
la oponibilidad frente a terceros que en materia de bienes inmuebles requiere el art.
1893 CCyC.
Así las normas de la compraventa resultan de aplicació n supletoria a los contratos que
transfieran derecho reales (art. 1887 CC), como el condominio, propiedad horizontal,
superficie, usufructo, uso, habitació n, conjuntos inmobiliarios o servidumbre.
También resultan aplicables supletoriamente las disposiciones de la compraventa a la
transmisió n onerosa de títulos valores.
Distingue en qué casos el contrato debe considerarse como locació n de obra o como
compraventa. A tal fin se centra en la prestació n característica del contrato.
Locación de obra
De conformidad con lo dispuesto por el art. 1251 CCyC: “Hay contrato de obra o de
servicios cuando una persona, segú n el caso el contratista o el prestador de servicios,
actuando independientemente, se obliga a favor de otra, llamada comitente, a realizar
una obra material o intelectual o a proveer un servicio mediante una retribució n”.
Así también deberá entenderse que resulta una locació n de obra si una parte
substancial de los materiales con que debe ejecutarse la obra es provista por el que la
encarga (comitente). La solució n resulta razonable, pues si los materiales son
provistos por el comitente, el contrato se aleja de la compraventa en la que lo esencial
es la transmisió n de la propiedad de la cosa vendida.
Compraventa
1. Introducción
2.1. Compraventa
Si la parte del precio en dinero es mayor o igual a la otra cosa se aplican las reglas de
la compraventa.
2.2. Permuta
Si el valor de la cosa intercambiada tiene mayor valor que el precio en dinero pagado,
el contrato debe reputarse permuta.
ARTICULO 1127.- Naturaleza del contrato. El contrato no debe ser juzgado como
de compraventa, aunque las partes así lo estipulen, si para ser tal le falta algún
requisito esencial.
Si bien las partes tienen aptitud para calificar los contratos que crean, no es dable
entender que se trata de una compraventa si el negocio celebrado no reú ne los
requisitos esenciales de aquella.
ARTICULO 1128.- Obligación de vender. Nadie está obligado a vender, excepto que
se encuentre sometido a la necesidad jurídica de hacerlo.
ARTÍCULO 1129.- Cosa vendida. Pueden venderse todas las cosas que pueden ser
objeto de los contratos.
Puede ser objeto de este contrato todo aquello que se halla en el comercio y también
la cosa futura.
Caracteres
De conformidad con lo dispuesto por los arts. 1003 a 1011 CCyC referidos al objeto de
los contratos, la cosa objeto de la compraventa debe ser:
determinada o determinable en su especie o género segú n el caso, aunque no
lo estén en su cantidad, si esta puede ser determinada. Es determinable cuando
se establecen los criterios suficientes para su individualizació n;
susceptible de valoració n econó mica;
no prohibido: no pueden ser objeto de la compraventa aquellos bienes que
por un motivo especial se prohíben que lo sean. Ejemplo de estos lo
constituyen las cosas que está n fuera del comercio (art. 234 CCyC); las cosas
sobre las que pesa una incapacidad de derecho para contratar (art. 1002 CCyC).
ARTÍCULO 1130.- Cosa cierta que ha dejado de existir. Si la venta es de cosa cierta
que ha dejado de existir al tiempo de perfeccionarse el contrato, éste no produce
efecto alguno. Si ha dejado de existir parcialmente, el comprador puede
demandar la parte existente con reducción del precio.
Puede pactarse que el comprador asuma el riesgo de que la cosa cierta haya
perecido o esté dañada al celebrarse el contrato. El vendedor no puede exigir el
cumplimiento del contrato si al celebrarlo sabía que la cosa había perecido o
estaba dañada.
La cosa objeto del contrato de compraventa debe ser existente al tiempo del contrato
o susceptible de existencia (cosa futura). Siendo que la cosa es un elemento esencial
del contrato de compraventa, si se trata de cosa cierta y esta ha dejado de existir al
tiempo de la celebració n, como principio general el contrato no surte efectos.
El principio general
El principio general sustentado por el art. 1132 CCyC en armonía con lo dispuesto por
el art. 1008 CCyC es que la venta de cosa total o parcialmente ajena es vá lida.
De esta manera podemos concluir, como principio general, que el vendedor de cosa
ajena asume la obligació n de adquirirla de su dueñ o para transmitírsela al comprador;
para hacer que el dueñ o se la transmita al comprador.
Obviamente, quien no queda personalmente obligado, por no ser parte del contrato, es
el dueñ o de la cosa vendida.
Los arts. 1135 y 1136 CCyC prevén dos formas de determinació n del precio de los
inmuebles. El primero es el precio convenido por unidad de medida de superficie. En
este caso, las partes previeron cuá l es la superficie del inmueble vendido y
establecieron el precio del mismo.
En el segundo caso, las partes fijaron el valor de la unidad de medida, pongamos por
caso el precio del metro cuadrado. En tal caso el precio de la venta será el resultado de
multiplicar el valor de la unidad de medida por la superficie real del inmueble.
En los dos sistemas de fijació n del precio antes aludido puede ocurrir que exista una
diferencia entre la superficie real y la determinada en el contrato.
ARTÍCULO 1138.- Gastos de entrega. Excepto pacto en contrario, están a cargo del
vendedor los gastos de la entrega de la cosa vendida y los que se originen en la
obtención de los instrumentos referidos en el artículo 1137. En la compraventa de
inmuebles también están a su cargo los del estudio del título y sus antecedentes y,
en su caso, los de mensura y los tributos que graven la venta.
ARTÍCULO 1140.- Entrega de la cosa. La cosa debe entregarse con sus accesorios,
libre de toda relación de poder y de oposición de tercero.
Obligación nuclear
El art. 1137 CCyC enuncia la obligació n nuclear del vendedor que es transferir al
comprador la propiedad de la cosa vendida.
Deberes secundarios
El CCyC, en la Secció n referida a las obligaciones del vendedor, enuncia una cantidad
de conductas que este debe asumir y que coadyuvan al cumplimiento de la obligació n
nuclear descripta.
a. recibir la cosa y los documentos vinculados al contrato: el inc. b del art. 1441 CCyC
explica el alcance con el que debe entenderse dicha obligació n. En tal sentido expresa
que consiste en realizar todos los actos que razonablemente cabe esperar del
comprador para que el vendedor pueda efectuar la entrega, y hacerse cargo de la cosa.
Esta obligació n resulta de suma importancia puesto que, antes de la entrega de la cosa
vendida, los riesgos de la misma corren a cargo del vendedor (art. 1151 CCyC). Es por
ello que, si el comprador fuera remiso en su obligació n de recibir la cosa, el vendedor
podrá consignar judicialmente la cosa vendida a fin de liberarse de su obligació n;
b. pagar los gastos de recibo, incluido los de testimonio de la escritura pú blica y los
posteriores a la venta.
Precio
ARTICULO 1143.- Silencio sobre el precio. Cuando el contrato ha sido válidamente
celebrado, pero el precio no se ha señalado ni expresa ni tácitamente, ni se ha
estipulado un medio para determinarlo, se considera, excepto indicación en
contrario, que las partes han hecho referencia al precio generalmente cobrado en
el momento de la celebración del contrato para tales mercaderías, vendidas en
circunstancias semejantes, en el tráfico mercantil de que se trate.
En el caso de las cosas muebles, si las partes no determinaran el precio por ninguno de
los mecanismos expuestos, el CCyC prevé, excepto indicació n en contrario, que las
partes han hecho referencia al precio generalmente cobrado en el momento de la
celebració n del contrato para tales mercaderías, vendidas en circunstancias
semejantes, en el trá fico mercantil de que se trate.
Para que rija la presunció n de que las partes se han ajustado al precio del mercado es
necesario que:
a. la cosa vendida sea mueble;
b. no exista disposició n en contrario de las partes;
c. las partes no hayan previsto ningú n otro mecanismo de determinació n del
precio;
d. el contrato cumpla con el resto de sus requisitos esenciales.
ARTICULO 1144.- Precio fijado por peso, número o medida. Si el precio se fija con
relación al peso, número o medida, es debido el precio proporcional al número,
peso o medida real de las cosas vendidas. Si el precio se determina en función del
peso de las cosas, en caso de duda, se lo calcula por el peso neto.
En el caso de los bienes inmuebles, el CCyC regula los supuestos en que el precio haya
sido convenido por unidad de medida de superficie (art. 1135 CCyC).
Para los bienes muebles, el supuesto contemplado por el art. 1144 CCyC es el del
precio fijado por peso, nú mero o medida. Sería, por ejemplo, el caso en que se fija el
valor del kilogramo de una mercadería, o de la unidad de la mercadería, o del metro
de la mercadería vendida.
Entrega de la documentación
El art. 1145 CCyC prevé que el vendedor debe entregar al comprador una factura.
Dicha factura debe describir la cosa vendida, el precio o la parte de este que ha sido
pagada y las demá s condiciones de la venta.
En los casos en los que la ley o los usos no exigen el otorgamiento de factura, el
vendedor debe entregar un documento que acredite la venta.
sin plazo: si la factura no indica plazo para el pago del precio se presume que la
venta es de contado;
Entrega de la cosa
ARTICULO 1147.- Plazo para la entrega de la cosa. La entrega debe hacerse dentro de
las veinticuatro horas de celebrado el contrato, excepto que de la convención o los
usos resulte otro plazo.
Puesta a disposición
Las partes pueden pactar que la puesta a disposició n de la mercadería en lugar cierto
y en forma incondicional surta los efectos de la entrega. En tal supuesto, le asiste al
comprador el derecho de inspeccionarla y expresar su conformidad dentro de los diez
días de recibida.
Endoso
Las partes pueden prever que la entrega de mercadería en trá nsito opere con el mero
consentimiento de las partes materializado en la cesió n o endoso de los documentos
del transporte.
Entrega anticipada
Si el vendedor entregara anticipadamente la mercadería y esta no fuera adecuada al
contrato, sea en cantidad o calidad, puede hasta la fecha fijada para la entrega
completar el faltante de cosas o sustituir las dadas o subsanar cualquier falta de
adecuació n. Ello no debe ocasionar inconvenientes ni gastos excesivos al comprador,
quien conserva la facultad de reclamar los dañ os y perjuicios.
Riesgo de la cosa
Antes de la entrega de la cosa, son a cargo del vendedor los riesgos de dañ os o
pérdida. Ello resulta una aplicació n del principio que las cosas perecen para su dueñ o.
ARTICULO 1152.- Tiempo del pago. El pago se hace contra la entrega de la cosa,
excepto pacto en contrario. El comprador no está obligado a pagar el precio
mientras no tiene la posibilidad de examinar las cosas, a menos que las
modalidades de entrega o de pago pactadas por las partes sean incompatibles
con esta posibilidad.
ARTICULO 1154.- Compraventa de cosas que no están a la vista. En los casos de cosas
que no están a la vista y deben ser remitidas por el vendedor al comprador, la
cosa debe adecuarse al contrato al momento de su entrega al comprador, al
transportista o al tercero designado para recibirla.
ARTICULO 1155.- Cosas que se entregan en fardos o bajo cubierta. Si las cosas muebles
se entregan en fardo o bajo cubierta que impiden su examen y reconocimiento, el
comprador puede reclamar en los diez días inmediatos a la entrega, cualquier
falta en la cantidad o la inadecuación de las cosas al contrato.
b) son aptas para cualquier fin especial que expresa o tácitamente se haya hecho
saber al vendedor en el momento de la celebración del contrato, excepto que de
las circunstancias resulte que el comprador no confió o no era razonable que
confiara, en la idoneidad y criterio del vendedor;
ARTICULO 1158.- Plazo para reclamar por los defectos de las cosas. Si la venta fue
convenida mediante entrega a un transportista o a un tercero distinto del
comprador y no ha habido inspección de la cosa, los plazos para reclamar por las
diferencias de cantidad o por su no adecuación al contrato se cuentan desde su
recepción por el comprador.
ARTICULO 1159.- Compraventa por junto. Si la venta es por una cantidad de cosas
“por junto” el comprador no está obligado a recibir sólo una parte de ellas,
excepto pacto en contrario. Si la recibe, la venta y transmisión del dominio
quedan firmes a su respecto.
El plazo para aceptar es de diez días, excepto que otro se haya pactado o emane
de los usos. La cosa se considera aceptada y el contrato se juzga concluido cuando
el comprador paga el precio sin reserva o deja transcurrir el plazo sin
pronunciarse.
Si el pago, aceptación o acto de que se trate debe hacerse por medio de un banco,
el vendedor no tiene acción contra el comprador hasta que el banco rehúse
hacerlo.
Excepto que otro plazo resulte de la convención, los usos o las circunstancias del
caso, el vendedor debe ejercer su derecho de preferencia dentro de los diez días de
recibida dicha comunicación.
Si las cosas vendidas son muebles no registrables, los pactos no son oponibles a
terceros adquirentes de buena fe y a título oneroso.
ARTICULO 1167.- Plazos. Los pactos regulados en los artículos precedentes pueden
ser convenidos por un plazo que no exceda de cinco años si se trata de cosas
inmuebles, y de dos años si se trata de cosas muebles, contados desde la
celebración del contrato.
Si las partes convienen un plazo mayor se reduce al máximo legal. El plazo
establecido por la ley es perentorio e improrrogable.
Las clá usulas especiales previstas por el CCyC que pueden incluirse en el contrato de
compraventa son las siguientes:
1-Pacto de retroventa
El pacto de retroventa es la facultad que tiene el vendedor de recuperar la cosa
vendida y entregada al comprador, restituyendo a este el precio con el exceso o
disminució n que se hubiera pactado.
2-Pacto de preferencia
Concepto
El pacto de preferencia le permite al vendedor recuperar la cosa vendida con prelación a
cualquier otro adquirente, si el comprador decide enajenarla.
Diferencia con la retroventa
A diferencia del pacto de retroventa, en el de preferencia la facultad del vendedor solo
aparece si el vendedor decide enajenar.
Comunicación al vendedor
A fin de permitir el ejercicio de la facultad que le asiste al vendedor de recuperar la cosa
vendida, el comprador debe notificar al vendedor su decisión de enajenarla y todas las
particularidades de la operación proyectada o, en su caso, el lugar y tiempo en que debe
celebrarse la subasta.
Plazo para el ejercicio de la preferencia
Salvo que un pacto expreso o los usos y costumbres establezcan un plazo diferente, el
vendedor debe ejercer su preferencia dentro de los diez días de recibida la
comunicación.
Intransmisibilidad
El derecho emergente del pacto de preferencia es personal: no puede cederse ni se
transmite mortis causa
Naturaleza de los bienes. Oponibilidad a terceros
Los pactos de reventa, retroventa o preferencia pueden incluirse en contratos de
compraventa cuyo objeto sea tanto cosas muebles como inmuebles.
Los pactos son oponibles a terceros interesados si la cosa vendida es registrable y el
pacto resulta de los documentos inscriptos; es decir cuando el pacto incluido por las
partes en la compraventa tiene publicidad registral. También serán oponibles a los
terceros interesados si de otro modo han tenido conocimiento efectivo del pacto.
Si la cosa vendida es mueble no registrable, el pacto especial incluido en la compraventa
no es oponible a los terceros adquirentes de buena fe y a título oneroso.
Plazos máximos
El CCyC impone un plazo máximo legal por el que pueden convenirse los pactos de
reventa, retroventa o preferencia. Si la cosa vendida es inmueble el plazo máximo de
vigencia del pacto no puede exceder de cinco años; y si es mueble de dos años. Si las
partes convienen un plazo mayor, se reduce al máximo legal. Dicho plazo máximo es
improrrogable y perentorio.
Boleto de compraventa
b) el comprador pagó como mínimo el veinticinco por ciento del precio con
anterioridad a la traba de la cautelar;
Inscripción:
Escritura pú blica: para transmitir el dominio con efecto declarativo a 3º.
Permuta
ARTÍCULO 1172.- Definición. Hay permuta si las partes se obligan recíprocamente a
transferirse el dominio de cosas que no son dinero.
El contrato de permuta o trueque tiene una larga data en la economía del mundo, pues
antes de la acuñación de la moneda era el contrato de intercambio por excelencia. Si
bien a partir de la aparición de la moneda, la mayor parte de las operaciones de
trasmisión de la propiedad onerosa de cosas se celebra a través de compraventa, el
contrato de permuta sigue teniendo vigencia en la realidad negocial moderna.
El CCyC define a la permuta como el contrato que las partes se obligan recíprocamente a
transferirse el dominio de cosas que no son dinero.
Caracteres
a) bilateral (art. 966 CCyC): puesto que ambas partes se obligan a transferir a la
otra la propiedad de una cosa;
b) oneroso (art. 967 CCyC): en tanto que el contrato representa ventajas y
sacrificios económicos para todas las partes;
c) conmutativo (art. 968 CCyC): en principio, el contrato es conmutativo ya que las
ventajas y pérdidas para ambas partes son ciertas. Sin embargo, el contrato
podrá ser aleatorio si las partes en ejercicio de la autonomía de la voluntad
incorporan algún acontecimiento incierto del que dependan las ventajas o
sacrificios para una o ambas partes;
d) no formal (art. 969 CCyC), en el caso de los bienes muebles, y formal, si se trata
de inmuebles (art. 1017, inc. a, CCyC);
e) nominado (art. 970 CCyC), por contar con una regulación legal completa y
específica. ARTÍCULO 1173.- Gastos. Excepto pacto en contrario, los gastos
previstos en el artículo 1138 y todos los demás gastos que origine la permuta, son
soportados por los contratantes por partes iguales.
El art. 1138 CCyC en materia de compraventa prevé en relación a los gastos de entrega
que: “Excepto pacto en contrario, están a cargo del vendedor los gastos de la entrega de
la cosa vendida y los que se originen en la obtención de los instrumentos referidos en el
art. 1137. En la compraventa de inmuebles también están a su cargo los estudios del
título y sus antecedentes y, en su caso, los de mensura y los tributos que graven la venta”.
El art. 1138 CCyC pone en cabeza de quien debe entregar la cosa (vendedor) los gastos
que demande la entrega.
Teniendo en consideración que en la permuta ambas partes se obligan a transmitir la
propiedad de una cosa, es razonable la solución adoptada por el art. 1173 CCyC en el
sentido que, salvo pacto en contrario, los gastos que origine la permuta son soportados
por partes iguales.
3. hacer efectiva la responsabilidad por saneamiento que prevén los arts. 1039 y
1040 del CCyC.
Función económica
La característica esencial de este contrato es la periodicidad o continuidad de varias
prestaciones singulares por parte del suministrante, vale decir que lo importante es la
actividad dirigida a proveer las cosas o servicios prometidos, en determinada cantidad y
calidad, según las necesidades previstas en el contrato, a cambio del pago del precio por
parte del suministrado. El suministrante debe asegurar el aprovisionamiento de
materias primas, mercaderías y productos imprescindibles para la continuación de la
producción, es decir, garantizar la disponibilidad constante de recursos a los agentes
económicos a los que les suministre.
Sujetos
Las partes del contrato de suministro son:
suministrante o abastecedor: sujeto que posee la organización y la solvencia
necesaria para cumplir con la entrega continua o periódica de las prestaciones
(bienes y servicios sin relación de dependencia) comprometidas;
suministrado o abastecido: sujeto o empresa que, a cambio del pago de un
precio y para satisfacer necesidades ordinarias de su giro empresarial, requiere
la provisión de esos bienes o servicios en forma continua o periódica.
Clase de suministros
Conforme la necesidad que tiende a satisfacer, el suministro tiene diversas modalidades
que pueden ser:
3) de uso y goce: los bienes no se entregan en propiedad, sino para ser utilizados
por el suministrado según su voluntad.
Caracteres
1) Consensual (art. 957 CCyC): se perfecciona con el simple consentimiento de las
partes;
2) bilateral o sinalagmático (art. 966 CCyC): impone obligaciones recíprocas a las
dos partes: una se obliga a entregar periódica o continuamente una cantidad de
bienes o servicios (sin relación de dependencia) y a desarrollar toda una
actividad tendiente a proveerlos; la otra se obliga a pagar un precio por ello;
3) oneroso (art. 967 CCyC): tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes; la
prestación a cargo del proveedor (suministro de bienes en forma continua o
periódica) tiene su razón de ser en la contraprestación del suministrado (pago
del precio);
4) conmutativo (art 968 CCyC): cada contratante busca y obtiene una ventaja a
cambio de una prestación equivalente; las prestaciones se encuentran
determinadas al momento de la celebración del contrato y las ventajas o
pérdidas que pueden proporcionarse las partes son ciertas, determinadas (o
determinables) y susceptibles de inmediata apreciación pecuniaria al tiempo de
la celebración;
5) nominado (art. 970 CCyC): se encuentra regulado en este Código;
6) no formal (art. 969 CCyC): no está sometido a ninguna formalidad. El Proyecto
de Unificación del año 1993 (art. 1365) preveía a los fines de asegurar el
cumplimiento en especie del contrato de suministro, la inscripción en el Registro
Público del domicilio del suministrante, otorgando derecho de preferencia a la
entrega en especie al suministrado cuyo título hubiera sido inscripto. Si se
registraba más de un contrato, la preferencia se determinaba por el orden de las
fechas de inscripción y, a falta de inscripción, prevalecía el acreedor de título más
antiguo;
7) de tracto sucesivo o de duración (art. 1011 CCyC): en este tipo de contratos,
caracterizado por la periodicidad o la continuidad de las prestaciones
convenidas, el plazo es un elemento esencial para el cumplimiento del objeto, de
modo que se produzcan los efectos queridos por las partes o se satisfaga la
necesidad que las indujo a contratar. También resulta importante el
cumplimiento del deber de colaboración y el respeto de la reciprocidad de las
obligaciones, considerado en relación a la duración total;
8) de adhesión (arts. 984/989 CCyC): si se trata de sujetos con similar poder
económico será posible la negociación individual o contratación paritaria. En
cambio cuando estos sujetos no son igualmente libres y tienen un disímil poder de
negociación, el contrato se formará a través de la estructura jurídica de adhesión
(arts. 984/989 CCyC). A modo de ejemplo —siguiendo a Gregorini Clusellas—
podemos mencionar como casos de posición dominante del suministrante a los
contratos de suministro de electricidad, gas, agua o del servicio telefónico, en los
cuales existe una actividad monopólica controlada por decretos y entes
regulatorios que muchas veces no alcanza para equilibrar la relación;
9) de empresa: en virtud de su instrumentación se asegura el aprovisionamiento de
materias primas o productos indispensables para la continuación de la
producción;
10)Intuitu personae (art. 1024 CCyC): tiene por fundamento la mutua confianza
que las partes se dispensan para concertar el contrato, en especial, la existencia
de una organización económica, técnica y comercial para garantizar el
cumplimiento del objeto.
ARTICULO 1177.- Plazo máximo. El contrato de suministro puede ser convenido por
un plazo máximo de veinte años, si se trata de frutos o productos del suelo o del
subsuelo, con proceso de elaboración o sin él, y de diez años en los demás casos. El
plazo máximo se computa a partir de la primera entrega ordinaria.
c) debe ser pagado dentro de los primeros diez días del mes calendario siguiente
a aquel en que ocurrió la entrega.
ARTICULO 1182.- Pacto de preferencia. El pacto mediante el cual una de las partes se
obliga a dar preferencia a la otra en la celebración de un contrato sucesivo
relativo al mismo o similar objeto, es válido siempre que la duración de la
obligación no exceda de tres años.
La parte que desee contratar con terceros el reemplazo total o parcial del
suministro cuyo plazo ha expirado o expirará en fecha próxima, debe dar aviso a
la otra de las condiciones en que proyecta contratar con terceros, en la forma y
condiciones pactadas en el contrato. La otra parte debe hacer uso de la
preferencia, haciéndolo saber según lo acordado. A falta de estipulación en el
contrato, se aplican la forma y condiciones de uso. En su defecto, una parte debe
notificar por medio fehaciente las condiciones del nuevo contrato con una
antelación de treinta días a su terminación y la otra debe hacer saber por igual
medio si utilizará el pacto de preferencia dentro de los quince días de recibida la
notificación. En caso de silencio de ésta, expira su derecho de preferencia.
La cláusula de exclusividad es un elemento accidental del contrato de suministro, y como
tal debe estar expresamente estipulada por las partes. Si nada dicen acerca de ella, no
tendrá lugar.
La cláusula de exclusividad puede significar tanto que el proveedor solo venda sus
productos al suministrado, como que el suministrado solo se provea del proveedor, o a
favor de ambas partes. Para que dicha cláusula tenga vigencia, deberá referírsela a una
zona geográfica determinada y a un mismo objeto.
Para Ferri, el pacto de preferencia es una modalidad que se estipula habitualmente a
favor del suministrante, en la cual el suministrado se obliga a preferir, a paridad de
condiciones, a aquel en la estipulación de un nuevo contrato de suministro por el mismo
objeto.
La parte que desee contratar con un tercero debe comunicar al otro contratante las
condiciones propuestas a los terceros con una antelación a treinta días del vencimiento
del contrato, y aquel debe declarar bajo pena de decadencia en los términos
establecidos, o en defecto de aquellos de los requeridos por las circunstancias o los usos,
si intenta valerse del derecho de preferencia dentro del plazo de quince días.
ARTICULO 1614.- Definición. Hay contrato de cesión cuando una de las partes
transfiere a la otra un derecho. Se aplican a la cesión de derechos las reglas de la
compraventa, de la permuta o de la donación, según que se haya realizado con la
contraprestación de un precio en dinero, de la transmisión de la propiedad de
un bien, o sin contraprestación, respectivamente, en tanto no estén modificadas
por las de este Capítulo.
el cedente;
el cesionario.
En los casos en los que el contrato de cesió n es empleado como un negocio jurídico
indirecto, de garantía para el respaldo de otras operaciones, el contrato conserva su
estructura y régimen general, pero pasa a ser causalmente conexo con otro negocio
jurídico, prenda de créditos.
Conforme este principio general, todos los derechos patrimoniales pueden ser objeto
de cesió n, sea que se trate de derechos personales, reales o intelectuales. Aú n los
derechos hereditarios pueden serlo.
Es decir que el límite que encontraremos al principio de que todo derecho puede ser
cedido, puede ser:
ARTICULO 1618.- Forma. La cesión debe hacerse por escrito, sin perjuicio de los
casos en que se admite la transmisión del título por endoso o por entrega
manual.
El CCCN establece recaudos formales para la cesió n de derechos. Puede ser efectuada
por endoso o entrega material del instrumento en el que consta, cuando se cuenta con
uno, o por escrito, en todo supuesto en el que no se cuenta con un instrumento que
pueda ser materialmente entregado y no se trate de uno de los contratos en los que se
impone la escritura pú blica, má xima exigencia formal, establecida para los siguientes
supuestos:
Es obligación del cedente del derecho que entregue al cesionario los instrumentos
que tenga en su poder y que prueben la existencia del crédito o derecho cedido a su
favor. Esta imposició n se deriva del principio de buena fe contractual que se establece
en el art. art. 9° del CCCN, de obligatoria interpretació n para todo el cuerpo normativo.
En todos los casos, para que la cesió n sea oponible (al deudor cedido o a los terceros),
se requiere la notificació n al cedido por instrumento pú blico o privado de fecha cierta.
Este mecanismo resulta eficaz a los fines de establecer a partir de qué momento puede
oponerse la cesió n. Así entre las partes surte efecto desde la celebració n del contrato
de cesió n; y en relació n a los terceros (deudor cedido, acreedor del cedente, etc.), la
cesió n só lo será oponible desde la fecha cierta de su notificació n al cedido.
Con respecto a la cesió n de derechos registrables, ella debe observar los recaudos
establecidos para el tipo de bien del que se trate y su publicidad y oponibilidad a
terceros requiere de la pertinente inscripció n.
Cuando el acto conservatorio deba ser ejecutado frente al deudor cedido, y sea el
cesionario quien lo concrete, deberá ir razonablemente acompañ ado de la notificació n
de la transmisió n para dar cuenta de la legitimació n de quien lo realiza.
El CCCN prevé la posibilidad de que la transferencia del derecho sea parcial, es decir,
que se transmita solo una cuota parte del crédito conservando el cedente la calidad de
acreedor del cedido, pero ello no le da preferencia respecto del nuevo coacreedor,
salvo que se haya pactado expresamente.
Rige también el criterio de la concurrencia paritaria entre coacreedores de una misma
fuente negocial. Se prevé que el cedente pueda conferir al cesionario una preferencia;
pero no que pueda establecerla a su favor, en detrimento de los derechos de este.
Disposiciones generales
Con la vigencia del CCCN queda derogada la Ley que regia la locació n de viviendas
urbanas, no así la de arrendamientos y parecerías rurales.
Resultan sinó nimos aceptados para esta parte contractual los términos “arrendatario”
o “inquilino”.
Caracteres
bilateral: el contrato de locació n es bilateral, segú n se desprende de la
definició n, ya que implica una relació n de contraprestació n. Así, por un lado, el
locador se obliga a otorgar el uso temporario al locatario en la inteligencia de
que este ú ltimo le pagará por ello un precio en dinero; y a su turno, la
obligació n que asume el locatario encuentra su motivació n en el uso y goce de
la cosa al que accederá a partir del cumplimiento del acuerdo;
oneroso: esta misma diná mica del negocio contenido en el contrato lo supone
como oneroso (art. 967 CCyC), ya que el locador alcanza la ventaja patrimonial
materializada en el precio que le abonará el locatario, en funció n de la
prestació n a la que aquel se obliga, y viceversa, el locatario a través de su
prestació n encuentra la ventaja patrimonial en el uso y goce concedidos.
1. Cosas muebles
2. Cosas muebles registrables
3. Cosa inmueble
El art. 1188 exige la forma escrita para la locació n de inmuebles (tanto urbanos como
rurales), agregando que también deberá n hacerse por escrito las locaciones de
muebles registrables (por ejemplo, automotores, buques) de una universalidad que
incluya inmuebles o muebles registrables (por ejemplo, un fondo de comercio) o de
una parte material de un inmueble (por ejemplo, la locació n de una habitació n dentro
de un inmueble).
Se requiere facultad expresa (poder especial) para celebrar contrato de locació n por
má s de tres añ os o para cobrar alquileres anticipados por má s de tres añ os. Quedan
excluidas las locaciones que sean para vivienda.
Objeto y destino
ARTICULO 1192.- Cosas. Toda cosa presente o futura, cuya tenencia esté en el
comercio, puede ser objeto del contrato de locación, si es determinable, aunque
sea sólo en su especie. Se comprenden en el contrato, a falta de previsión en
contrario, los productos y los frutos ordinarios.
La norma tiene como eje de regulació n no ya el objeto del contrato sino la persona del
locador. Y dice que si el locador es una persona jurídica de derecho pú blico el contrato
se va a regir por las normas administrativas y en subsidio por las del capítulo de
locació n.
ARTICULO 1194.- Destino de la cosa locada. El locatario debe dar a la cosa locada el
destino acordado en el contrato.
1) La determinació n del destino puede ser subjetiva, dada por los contratantes y en
este supuesto es obligació n del locatario dar a la cosa el destino que fuera pactado en
el contrato.
Es nula cualquier clá usula que discrimine a las personas incapaces o con capacidad
restringida, aunque el locatario o sublocatario pueda no estar habitando el inmueble y
la protecció n se aplica. Obviamente surge claro que frente a esta situació n un locador
puede, porque tiene libertad para hacerlo, no contratar si se da alguna de estas
circunstancias, pero lo que sanciona la ley es que no puede plasmar contractualmente
esta exigencia. Un locador puede no querer alquilar si hay hijos menores,
lamentablemente está en su decisió n poder hacerlo, y va a poner cualquier otra excusa
para no realizar el contrato; lo que no tiene ningú n valor es que se prohíba a futuro
que habite con sus hijos menores. Lo mismo se aplica en caso de personas de
capacidad restringida, cualquiera fuera el motivo de la misma.
Estas disposiciones son solo para la locació n habitacional, pero siendo que no son de
orden pú blico pueden ser renunciadas por el locatario parte má s débil.
Tiempo de la locación
ARTICULO 1197.- Plazo máximo. El tiempo de la locación, cualquiera sea su objeto,
no puede exceder de veinte años para el destino habitacional y cincuenta años
para los otros destinos.
El plazo má ximo:
20 añ os para vivienda
50 añ os para los otros destinos (comercial, profesional, industrial,
empresarial)
El plazo mínimo legal para la locació n de un inmueble, cualquiera que sea su destino,
es de dos añ os, pero el locatario puede renunciar si está en la tenencia de la cosa, esto
es para evitar abusos.
c) guarda de cosas;
Tampoco se aplica el plazo mínimo legal a los contratos que tengan por objeto el
cumplimiento de una finalidad determinada expresada en el contrato y que debe
normalmente cumplirse en el plazo menor pactado.
ARTICULO 1201.- Conservar la cosa con aptitud para el uso convenido. El locador debe
conservar la cosa locada en estado de servir al uso y goce convenido y efectuar a
su cargo la reparación que exija el deterioro originado en su calidad o defecto, en
su propia culpa, o en la de sus dependientes o en hechos de terceros o caso
fortuito.
ARTICULO 1202.- Pagar mejoras. El locador debe pagar las mejoras necesarias
hechas por el locatario a la cosa locada, aunque no lo haya convenido, si el
contrato se resuelve sin culpa del locatario, excepto que sea por destrucción de la
cosa.
ARTICULO 1203.- Frustración del uso o goce de la cosa. Si por caso fortuito o fuerza
mayor, el locatario se ve impedido de usar o gozar de la cosa, o ésta no puede
servir para el objeto de la convención, puede pedir la rescisión del contrato, o la
cesación del pago del precio por el tiempo que no pueda usar o gozar de la cosa. Si
el caso fortuito no afecta a la cosa misma, sus obligaciones continúan como antes.
1-El locador debe entregar la cosa conforme a lo acordado (cuando las partes no
previeron en qué estado se entregaba la cosa motivo del contrato, el locador se obliga
a entregarla en un estado apropiado para cumplir con el destino pactado, salvo los
defectos que tuviera la cosa y que hubieran sido conocidos efectivamente por el
locatario al contratar o que pudieran haber sido conocidos por éste, por ser visibles o
por el conocimiento que pudiera tener el locatario por su profesió n u oficio).
5-Si por caso fortuito o fuerza mayor, el locatario se ve impedido de usar o gozar de la
cosa, o ésta no puede servir para el objeto de la convenció n, puede pedir la rescisió n
del contrato, o la cesació n del pago del precio por el tiempo que no pueda usar o gozar
de la cosa. Si el caso fortuito no afecta a la cosa misma, sus obligaciones continú an
como antes.
Se exceptú a el caso que hubiera mediado dolo por parte del locador, por ejemplo, por
haber tenido conocimiento de la realizació n de una futura construcció n en el terreno
lindero ocultá ndolo al locatario, en cuyo caso, el locatario podrá optar por resolver el
contrato o reducir sus obligaciones dinerarias, con dañ os y perjuicios.
A falta de convención, el pago debe ser hecho por anticipado: si la cosa es mueble,
de contado; y si es inmueble, por período mensual.
ARTICULO 1209.- Pagar cargas y contribuciones por la actividad. El locatario tiene a
su cargo el pago de las cargas y contribuciones que se originen en el destino que
dé a la cosa locada.
No tiene a su cargo el pago de las que graven la cosa, excepto pacto en contrario.
También debe entregarle las constancias de los pagos que efectuó en razón de la
relación locativa y que resulten atinentes a la cosa o a los servicios que tenga.
1-El locatario no puede variar el destino para el cual contrató aunque no cause dañ o al
locador
4-Responde por la destrucció n de la cosa por incendio no ocasionado por caso fortuito
(¿siempre es fortuito?).
8-Al término del contrato el locatario deberá reintegrar al locador la cosa en el estado
en que la recibió , excepto los deterioros producidos por el mero transcurso del
tiempo, también deberá entregar constancias de los pagos que efectuó en
cumplimiento de lo acordado (expensas, tasas).
Régimen de mejoras
ARTICULO 1211.- Regla. El locatario puede realizar mejoras en la cosa locada,
excepto que esté prohibido en el contrato, alteren la substancia o forma de la
cosa, o haya sido interpelado a restituirla.
La regla general es que el locatario está habilitado para realizar mejoras en la cosa
locada con las siguientes excepciones:
Las mejoras ú tiles y las suntuarias será n por cuenta del locatario y las mejoras
necesarias por cuenta del locador, pudiendo en este ú ltimo caso reclamar su valor al
locador.
Como no es una norma de orden pú blico se puede convenir expresamente el pago por
el locador de las mejoras ú tiles de la cosa y aú n las suntuarias, en tanto incrementan el
valor de la cosa.
Si se realizan mejoras estando prohibidas contractualmente, se está violando la
obligació n de conservar la cosa en el estado en que se recibió . Aunque no lo dice
expresamente, el locador en este caso puede intimar al locatario a que deje sin efecto
la realizació n de la mejora o inclusive la destrucció n de la misma si estuviera hecha,
con má s los dañ os y perjuicios que se le pudieren haber ocasionado
Cesión y sublocación
ARTICULO 1213.- Cesió n. El locatario sólo puede ceder su posición contractual en
los términos previstos en los artículos 1636 y siguientes. La cesión que no reúna
tales requisitos viola la prohibición de variar el destino de la cosa locada.
El locador sólo puede oponerse por medio fehaciente, dentro del plazo de diez días
de notificado. El silencio del locador importa su conformidad con la sublocación
propuesta.
Extinción
ARTICULO 1217.- Extinción de la locación. Son modos especiales de extinción de la
locación:
b) la resolución anticipada.
a) por cambio de destino o uso irregular en los términos del artículo 1205;
b) en los casos del artículo 1199, debiendo abonar al locador el equivalente a dos
meses de alquiler.
Efectos de la extinción
ARTICULO 1222.- Intimació n de pago. Si el destino es habitacional, previamente a
la demanda de desalojo por falta de pago de alquileres, el locador debe intimar
fehacientemente al locatario el pago de la cantidad debida, otorgando para ello
un plazo que nunca debe ser inferior a diez días corridos contados a partir de la
recepción de la intimación, consignando el lugar de pago.
ARTICULO 1224.- Facultades sobre las mejoras ú tiles o suntuarias. El locatario puede
retirar la mejora útil o suntuaria al concluir la locación; pero no puede hacerlo si
acordó que quede en beneficio de la cosa, si de la separación se sigue daño para
ella, o separarla no le ocasiona provecho alguno.
Es nula toda disposición anticipada que extienda la fianza, sea simple, solidaria
como codeudor o principal pagador, del contrato de locación original.
Cabe señ alar, finalmente, que a esta figura le será n aplicables las normas relativas a
los contratos de consumo, en tanto el contrato encuadre en la definició n establecida
por el art. 1093 CCyC. (ARTICULO 1093.- Contrato de consumo. Contrato de
consumo es el celebrado entre un consumidor o usuario final con una persona
humana o jurídica que actú e profesional u ocasionalmente o con una empresa
productora de bienes o prestadora de servicios, pú blica o privada, que tenga por
objeto la adquisició n, uso o goce de los bienes o servicios por parte de los
consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social).
En cuanto a quiénes resultan ser las partes del contrato, con una terminología
renovada, se indica que estas son
ARTÍCULO 1252.- Calificación del contrato. Si hay duda sobre la calificación del
contrato, se entiende que hay contrato de servicios cuando la obligación de hacer
consiste en realizar cierta actividad independiente de su eficacia. Se considera
que el contrato es de obra cuando se promete un resultado eficaz, reproducible o
susceptible de entrega.
Los servicios prestados en relación de dependencia se rigen por las normas del
derecho laboral.
Las disposiciones de este Capítulo se integran con las reglas específicas que
resulten aplicables a servicios u obras especialmente regulados.
El precepto, en su primera parte, establece las pautas para dirimir la calificació n del
contrato en tanto la duda verse sobre si se trata de un contrato de obra o de servicios,
considerando que hay contrato de servicios cuando la obligació n de hacer consiste en
realizar cierta actividad independiente de su eficacia y se considera que el contrato es
de obra cuando se promete un resultado eficaz, reproducible o susceptible de entrega.
La segunda parte del artículo describe las pautas para diferenciar el trabajo
autó nomo, es decir el realizado por cuenta propia, de los servicios prestados en
relació n de dependencia que se rigen por las normas del derecho laboral.
En los casos donde las partes no han convenido la forma de realizar la obligació n,
tanto el contratista como el prestador autó nomo tienen discrecionalidad técnica, es
decir, libertad para elegir los medios que utilizará n para la ejecució n del contrato
conforme con la ciencia y los conocimientos que ponen en juego en cada prestació n.
ARTICULO 1255.- Precio. El precio se determina por el contrato, la ley, los usos o, en
su defecto, por decisión judicial.
Si debe fijarse el precio por decisió n judicial sobre la base de la aplicació n de las leyes
arancelaria su determinació n debe adecuarse a la labor cumplida por el prestador.
a) pagar la retribución;
ARTICULO 1262.- Sistemas de contratación. La obra puede ser contratada por ajuste
alzado, también denominado “retribución global”, por unidad de medida, por
coste y costas o por cualquier otro sistema convenido por las partes. La
contratación puede hacerse con o sin provisión de materiales por el comitente. Si
se trata de inmuebles, la obra puede realizarse en terreno del comitente o de un
tercero. Si nada se convino ni surge de los usos, se presume, excepto prueba en
contrario, que la obra fue contratada por ajuste alzado y que es el contratista
quien provee los materiales.
ARTICULO 1266.- Obra por pieza o medida. Si la obra fue pactada por pieza o medida
sin designación del número de piezas o de la medida total, el contrato puede ser
extinguido por cualquiera de los contratantes, concluidas que sean las partes
designadas como límite mínimo, debiéndose las prestaciones correspondientes a
la parte concluida.
Si se ha designado el número de piezas o la medida total, el contratista está
obligado a entregar la obra concluida y el comitente a pagar la retribución que
resulte del total de las unidades pactadas.
El sistema de contratación puede ser:
Por ajuste alzado (de entrada se cuánto cuesta, es riesgoso por el tipo de
economía actual)
ARTICULO 1271.- Vicios o defectos y diferencias en la calidad. Las normas sobre vicios
o defectos se aplican a las diferencias en la calidad de la obra.
ARTICULO 1272. Plazos de garantía. Si se conviene o es de uso un plazo de garantía
para que el comitente verifique la obra o compruebe su funcionamiento, la
recepción se considera provisional y no hace presumir la aceptación.
a) a toda persona que vende una obra que ella ha construido o ha hecho construir
si hace de esa actividad su profesión habitual;
ARTICULO 1278.- Normas aplicables. Resultan aplicables a los servicios las normas
de la Sección 1ª de este Capítulo y las correspondientes a las obligaciones de
hacer.
La norma prevé que el contrato de servicio puede ser por tiempo determinado o
indeterminado. En ausencia de convenció n se lo entiende por tiempo indeterminado.
En tal caso para poner fin al contrato se debe dar preaviso con razonable anticipació n.
CONTRATO DE MANDATO
EL PODER
LA REPRESENTACION
ARTICULO 1319.- Definició n. Hay contrato de mandato cuando una parte se obliga
a realizar uno o más actos jurídicos en interés de otra.
Mandato con representació n (art. 362 y ss.) la representació n como el acto que
permite imputar efectos directos a una persona por la actuació n de otra, el cual puede
tener como fuente un origen:
1. legal (“la ley” los padres que representan a los hijos menores)
2. Voluntario (a través de un contrato)
3. Convencional (viene del estatuto de una persona jurídica ej. adm. de
consorcio)
Administración
Disposición
Se presume oneroso,
A falta de acuerdo sobre la retribució n, la remuneració n es la que establecen
las disposiciones legales reglamentarias aplicable, o el uso;
A falta de ambas, debe ser determinada por el Juez.
d) mantener en reserva toda información que adquiera con motivo del mandato
que, por su naturaleza o circunstancias, no está destinada a ser divulgada;
e) dar aviso al mandante de todo valor que haya recibido en razón del mandato, y
ponerlo a disposición de aquél;
g) entregar al mandante las ganancias derivadas del negocio, con los intereses
moratorios, de las sumas de dinero que haya utilizado en provecho propio;
El mandatario tiene que anteponer los intereses del mandante a los suyos, ante un
supuesto de conflicto de intereses y, como complemento con lo dispuesto en el inc. c)
del art. 1324, debe dar aviso inmediato si se presenta tal conflicto, imponiendo como
regla de conducta que debe priorizar los intereses del mandante o, caso contrario,
renunciar al encargo conferido.
El ú ltimo pá rrafo del art. 1325 CCyC determina como sanció n la pérdida de la
retribució n pactada, frente a la percepció n por parte del mandatario de un beneficio
no autorizado por el mandante.
Como se indicara, ante un mandato plural y con el objeto de determinar los efectos y
validez de los actos que pueda haber ejecutado uno o varios mandatarios, deberá n
analizarse los términos en los cuales ha sido otorgado.
conjunta: deben actuar todos coordinados para que el acto tenga efectos
jurídicos;
solidaria: cada uno puede actuar vá lidamente por sí solo;
fraccionada: cada uno tiene una esfera de actividad exclusiva de actuació n;
sustitutiva o subordinada: cada uno tiene indicada su actuació n en cierto
orden o subordinada a determinada situació n.
a) por el transcurso del plazo por el que fue otorgado, o por el cumplimiento
de la condición resolutoria pactada;
b) por la ejecución del negocio para el cual fue dado;
c) por la revocación del mandante;
d) por la renuncia del mandatario;
e) por la muerte o incapacidad del mandante o del mandatario.
Son aquellos que se otorgan por plazo cierto para un negocio en particular o para
actos especialmente determinados.
ARTICULO 1331.- Revocación. La revocación sin justa causa del mandato otorgado
por tiempo o asunto determinado obliga al mandante a indemnizar los daños
causados; si el mandato fue dado por plazo indeterminado, el mandante debe dar
aviso adecuado a las circunstancias o, en su defecto, indemnizar los daños que
cause su omisión.
Siempre que no exista justa causa el derecho a revocar el mandato ejercida antes de la
conclusió n del negocio o del plazo estipulado obliga al mandante a la indemnizació n
de los dañ os causados al mandatario al igual que sucede con la resolució n anticipada
de cualquier otro contrato ya que obviamente el mandatario si es un profesional en
virtud del contrato celebrado deshecha otras alternativas, cuenta con los ingresos ya
que son su modo de vida, etc.
El plazo de preaviso deberá ser adecuado a las circunstancias, por lo que creemos ya
que acertadamente no se impone un plazo específico, deberá tomarse en
consideració n en cada caso concreto el tiempo efectivo transcurrido, la realidad
econó mica del mandatario etc. para la determinació n de lo que habrá de considerarse
adecuado.
Si el mandante omite el preaviso deberá reparar los dañ os que cause dicha omisió n
GESTIÓN DE NEGOCIOS
Gestor → una vez que inicia la gestió n la tiene que terminar o esperar que el otro
accione.
➢ Si el dueño del negocio ratifica la gestión, esta tiene efectos retroactivos al momento
que empezó la gestión y se le aplica, supletoriamente, el contrato de mandato.
a. avisar sin demora al dueñ o del negocio que asumió la gestió n, y aguardar su
respuesta, siempre que esperarla no resulte perjudicial;
c. continuar la gestió n hasta que el dueñ o del negocio tenga posibilidad de asumirla
por sí mismo o, en su caso, hasta concluirla;
• Conclusión de la gestión
La gestió n concluye:
a) a reembolsarle el valor de los gastos necesarios y ú tiles, con los intereses legales
desde el día en que fueron hechos;
c) a repararle los dañ os que, por causas ajenas a su responsabilidad, haya sufrido en
el ejercicio de la gestió n;
• Responsabilidad del gestor por culpa El gestor es responsable ante el dueño del
negocio por el daño que le haya causado por su culpa. Su diligencia se aprecia con
referencia concreta a su actuación en los asuntos propios; son pautas a considerar, entre
otras, si se trata de una gestión urgente, si procura librar al dueño del negocio de un
perjuicio, y si actúa por motivos de amistad o de afección.
- Principio general del derecho: el que por su culpa o negligencia causaré un dañ o a
otro, está obligado a reparar los dañ os.
b) si emprende actividades arriesgadas, ajenas a las habituales del dueñ o del negocio;
• Ratificación El dueñ o del negocio queda obligado frente a los terceros por los actos
cumplidos en su nombre, si ratifica la gestió n, si asume las obligaciones del gestor o si
la gestió n es ú tilmente conducida.
EMPLEO ÚTIL
c) al tercero adquirente a título gratuito del bien que recibe la utilidad, pero só lo hasta
el valor de ella al tiempo de la adquisició n.
• Responsabilidad del gestor por caso fortuito El gestor es responsable ante el dueñ o
del negocio, aun por el dañ o que resulte de caso fortuito, excepto en cuanto la gestió n
le haya sido ú til a aquél: a) si actú a contra su voluntad expresa; b) si emprende
actividades arriesgadas, ajenas a las habituales del dueñ o del negocio; c) si pospone el
interés del dueñ o del negocio frente al suyo; d) si no tiene las aptitudes necesarias
para el negocio, o su intervenció n impide la de otra persona má s idó nea.
• Responsabilidad solidaria Son solidariamente responsables: a. los gestores que
asumen conjuntamente el negocio ajeno; b. los varios dueñ os del negocio, frente al
gestor.
• Ratificació n El dueñ o del negocio queda obligado frente a los terceros por los actos
cumplidos en su nombre, si ratifica la gestió n, si asume las obligaciones del gestor o si
la gestió n es ú tilmente conducida.
CONTRATO DE DEPÓSITO
La función social y económica del contrato de depósito es la custodia de las cosas
depositadas.
La guarda y custodia de las cosas depositadas es la obligación principal del depositario,
a diferencia de otros contratos en los que la custodia es una obligación secundaria, como
por ejemplo, la locación de cosas o el mandato.
El contrato de depósito es un contrato de confianza, independientemente de su carácter
oneroso. La obligación de custodia es intransferible y debe cumplirla el depositario
personalmente.
Disposiciones generales
el deber de custodia
la restitució n con sus frutos de la cosa depositada.
La obligació n de restituir la cosa es una nota típica de los contratos en los que se
concede el uso o la tenencia de una cosa ajena, como en el comodato, la locació n y el
mutuo, por lo que no constituye un elemento tipificante del contrato de depó sito.
En el CC, el art. 2183 establecía el cará cter gratuito del contrato de depó sito. El art.
573 C.Com., por el contrario, establecía la onerosidad del contrato de depó sito
comercial, teniendo en cuenta que no había contemplados contratos gratuitos en el
á mbito comercial.
Se presume que el contrato de depó sito es oneroso, permitiendo a las partes pactar la
gratuidad. Esta gratuidad se refiere exclusivamente a la remuneració n del depositario,
ya que los gastos en los que se incurra para la custodia y restitució n deben ser
reembolsados por el depositante.
En el depó sito oneroso si bien el plazo convenido se presume a favor del depositante,
el depositario tiene derecho a percibir la remuneració n acordada por todo el plazo,
independientemente de si el depositante decidiera retirar antes del vencimiento la
cosa depositada. Primando la autonomía de la voluntad, la norma faculta a las partes a
pactar en contrario.
Los gastos extraordinarios para la conservació n de la cosa tales como refrigeració n,
ventilació n del ambiente, entre otros. Es de suponer que los gastos necesarios, tales
como estanterías, está n incluidos en la remuneració n pactada.
El obligado al pago de los gastos extraordinarios es el depositante, sin embargo el
depositario tiene la obligació n de dar aviso inmediato al depositante si hay peligro de
que la cosa pueda sufrir algú n dañ o para que este autorice el gasto o lo sufrague
directamente. Independientemente de la decisió n del depositante, el depositario
cumple con su obligació n dando aviso de la novedad, pero si omite avisar, responderá
por los dañ os causados por su omisió n.
Si el peligro de dañ o a la cosa depositada es inminente, el depositario debe tomar las
medidas y realizar los gastos necesarios para evitar ese dañ o. Si no lo hiciere,
responderá por su incumplimiento. Estos gastos son por cuenta del depositante.
La cosa depositada debe ser restituida en el lugar en que deba ser custodiada. No
admite que las partes puedan pactar otro lugar para la restitució n que no sea el mismo
donde la cosa debe ser custodiada.
ARTICULO 1362.- Modalidad de la custodia. Si se convino un modo específico de
efectuar la custodia y circunstancias sobrevinientes exigen modificarlo, el
depositario puede hacerlo, dando aviso inmediato al depositante.
Las partes pueden convenir un tipo especial de custodia del bien y si por
circunstancias sobrevinientes el mismo debe ser modificado, se autoriza al
depositario a efectuar tal modificació n dando inmediato aviso al depositante.
ARTICULO 1364.- Pérdida de la cosa. Si la cosa depositada perece sin culpa del
depositario, la pérdida debe ser soportada por el depositante.
Depósito irregular
Depósito necesario
La diferencia entre depó sito voluntario y depó sito necesario consiste en el menor
grado de libertad del depositante en elegir al depositario. Esta restricció n a la libertad
contractual se da cuando el depó sito es consecuencia de una situació n urgente de
necesidad como, por ejemplo, la ocurrencia de una catá strofe ambiental, inundació n,
incendio, terremoto, naufragio, entre otros.
La situació n urgente de necesidad antes mencionada acota la libertad del depositante
al no poder elegir libremente al depositario, pero esta circunstancia no le quita el
cará cter convencional al depó sito.
El ingreso de los viajeros a un establecimiento hotelero acá también se trata de un
contrato concluido en virtud de la necesidad sin que exista margen de opció n para el
depositante, sin embargo en el caso del hospedaje el depó sito surge por conexidad del
contrato principal y consideramos que ademá s debe ser armonizado con los
principios protectorios establecidos por la Ley de Defensa del Consumidor.
ARTICULO 1369.- Depósito en hoteles. El depósito en los hoteles tiene lugar por
la introducción en ellos de los efectos de los viajeros, aunque no los entreguen
expresamente al hotelero o sus dependientes y aunque aquéllos tengan las
llaves de las habitaciones donde se hallen tales efectos.
El hotelero responde por los dañ os y las pérdidas sufridas en todos los efectos
introducidos en el establecimiento, inclusive de los vehículos dejados en las
dependencias del hotel o en cualquier lugar adecuado puesto a disposició n del viajero
por el hotelero.
Son responsables todos los que proporcionan alojamiento en forma profesional, esto
es: pensiones, posadas, albergues, etc. Ademá s, se incluyen en la norma los hospitales,
sanatorios, casas de salud y deporte, restaurantes, garajes, lugares y playas de
estacionamiento, y otros establecimientos similares que prestan sus servicios a título
oneroso.
La responsabilidad del hotelero surge tan pronto como las cosas han sido introducidas
en el hotel, sea por sus empleados o por el propio viajero, y aú n antes si las cosas
fueron entregadas al empleado del hotel para que las introdujera.
La responsabilidad del hotelero es objetiva, nace con el dañ o causado a las cosas que
integran las pertenencias del viajero introducidas en el establecimiento.
Tampoco responde por las cosas dejadas en los vehículos de los viajeros.
Por tanto entendemos que el hotelero no se exime de responsabilidad por los efectos
dejados en el vehículo del viajero, corriendo por cuenta de éste la carga de probar la
naturaleza y el valor de tales efectos.
ARTICULO 1372.- Cosas de valor. El viajero que lleve consigo efectos de valor
superior al que ordinariamente llevan los pasajeros debe hacerlo saber al
hotelero y guardarlos en las cajas de seguridad que se encuentren a su
disposición en el establecimiento.
Hay una obligació n de informació n que pesa sobre el viajero de hacer conocer al
hotelero cuando lleva valores superiores a los que normalmente transporta un
pasajero; para que los mismos sean guardados en las cajas de seguridad que se
encuentran a su disposició n.
Por cuanto qué sucede si el valor no es conocido pero la cosa es declarada, es decir un
pasajero no realiza un valor estimativo de los valores que deposita sino que declara
qué cosa deposita; por tanto lo que debemos interpretar es que el hotelero
responderá hasta el valor de la cosa declarada y depositada por el pasajero.
Debemos tener presente ademá s que se trata de un contrato de consumo por tanto
toda aquella limitació n de responsabilidad del proveedor puede resultar una clá usula
contractual abusiva (art. 988 inc. b Có d. Civ. y Com.) y en caso de duda se deberá
efectuar una interpretació n a favor del consumidor, má s aú n hasta puede tildarse a tal
restricció n como inconstitucional.
Debemos tener presente que este derecho que se le otorga al hotelero debe ser
ejercido siguiendo los lineamientos de la buen fe contractual (art. 961 Có d. Civ. y
Com.) y dentro del marco del ejercicio no abusivo (art. 10 Có d. Civ. y Com.)
Expresamente la ley 24.240 determina la ineficacia de todas las clá usulas que
impliquen un traslado de riesgos econó micos a los consumidores descalificando su
inserció n en el marco contractual sin ningú n tipo de restricciones objetivas o
subjetivas.
De forma tal que en esta como en otras situaciones similares la abusividad puede no
ya provenir de la clá usula inserta por el empresario en el presente supuesto el
hotelero, sino de la determinació n de la norma.
La eximente prevista en la última frase del artículo 1371 no rige para los
garajes, lugares y playas de estacionamiento que prestan sus servicios a título
oneroso.
Otros establecimientos en los cuales se introducen efectos y vehículos en una lista que
consideramos es meramente enunciativa en la que se incluyen hospitales, sanatorios,
casas de salud, deportes etc. bajo el requisito de que lo realicen a título oneroso.
Compartimos la postura de los Dres. Frustagli y Herná ndez que sostienen que la
relació n de consumo se individualiza por el mero contacto social entre proveedor y
consumidor o usuario en los términos que fija la propia ley 24.240, no siendo
necesario la existencia o subsistencia de un vínculo contractual (Frustagli, Sandra A.
Herná ndez, Carlos A., "Las exigencias de seguridad en las relaciones de consumo", Sup.
Esp. Obligació n de Seg. 2005 (septiembre), 12/9/2005, 21 - Responsabilidad Civil
Doctrinas Esenciales VI, 1/1/2007, 439).
Casas de depósito
ARTICULO 1376.- Responsabilidad. Los propietarios de casas de depósito son
responsables de la conservación de las cosas allí depositadas, excepto que
prueben que la pérdida, la disminución o la avería ha derivado de la naturaleza
de dichas cosas, de vicio propio de ellas o de los de su embalaje, o de caso
fortuito externo a su actividad.
a) dar recibo por las cosas que les son entregadas para su custodia, en el que se
describa su naturaleza, calidad, peso, cantidad o medida;
Contrato de mutuo
El mutuo o préstamo de consumo ha sido una preocupació n de los legisladores en
relació n con las consecuencias econó micas del mismo desde la antigü edad.
El derecho romano mantuvo el cará cter gratuito del contrato pero —con el paso del
tiempo y también a raíz de la expansió n territorial y el comercio con otros pueblos—
reconoció el cará cter oneroso del contrato, aunque limitando la tasa de los intereses.
Con posterioridad, el derecho canó nico también tuvo una fuerte influencia en la lucha
contra la usura, prohibiendo prestar dinero a interés. El fundamento bíblico es el
mandato “mutuum date, nihil inde sperantes” (Evangelio San Lucas, Capítulo VI,
Versículo 35). Esta prohibició n comienza a aparecer en la legislació n civil en la época
de Carlomagno.
Caracteres
Respecto a los caracteres del contrato de mutuo, puede sostenerse que se trata de un
contrato:
Objeto
De la propia definició n legal surge que del contrato de mutuo solo pueden recaer
como objeto, las cosas fungibles. Cabe recordar que el art. 232 CCCN dispone que son
cosas fungibles aquellas en que todo individuo de la especie equivale a otro individuo
de la misma especie, y pueden sustituirse por otras de la misma calidad y en igual
cantidad.
Las cosas fungibles, generalmente, son también consumibles, por lo que al ser usadas
perecen. Por consiguiente, el mutuario solo puede devolver otras de la misma especie
y calidad. Generalmente el mutuo recae sobre sumas de dinero, de moneda nacional o
extranjera, aunque también puede recaer sobre otras cosas muebles fungibles, como
alimentos, combustibles, semillas, etc.
Causa
La causa en el contrato de mutuo desempeñ a un papel destacado a la hora de
diferenciarlo de otros contratos, como el depó sito.
En el contrato de mutuo, la obligació n de entregar la cosa se hace en interés principal
del mutuario, mientras que, en el depó sito, la entrega se hace en interés principal del
depositante.
Esta norma, que constituye una derivació n de la clá usula rebus sic stantibus, tiene su
fuente en el art. 1822 del Có digo Civil italiano y resulta aplicable cuando, por ejemplo,
sobrevienen alternaciones o cambios en la situació n patrimonial del contrayente que
habría de recibir la cosa.
Al respecto, resultará n también de aplicació n las prescripciones del art. 1032 CCCN
que, a manera de tutela preventiva, habilita a una de las partes de un contrato a
suspender su propio cumplimiento si sus derechos sufriesen una grave amenaza de
dañ o porque la otra parte ha sufrido un menoscabo significativo en su aptitud para
cumplir, o en su solvencia.
Los intereses se deben por trimestre vencido, o con cada amortización total o
parcial de lo prestado que ocurra antes de un trimestre, excepto estipulación
distinta.
Intereses
Los intereses son aumentos que las deudas pecuniarias devengan en forma paulatina
durante un tiempo dado como precio por el uso de la cosa o suma de dinero por el
mutuario.
Ademá s, los intereses se deben pagar en la misma moneda prestada, salvo pacto en
contrario.
No obstante, por aplicació n del art. 765 CCyC, si la obligació n fuese en moneda
extranjera, el deudor podrá liberarse dando el equivalente en moneda de curso legal.
Por la funció n econó mica que cumplen, los intereses pueden ser clasificados en
intereses compensatorios (o lucrativos o retributivos) y punitorios.
Los intereses compensatorios son aquellos que funcionan como una retribució n por el
uso del capital ajeno. La funció n econó mica que cumplen estos intereses es la de
“precio por el uso del capital” y, como tal, se gradú an. El interés compensatorio
“compensa” al acreedor por el tiempo en que este “cede” su dinero al deudor. Esta
característica funcional es decisiva para fijar en tasa y, recíprocamente, la tasa
contribuye a configurarlos y moldearlos en su forma nominal. En este sentido, la tasa
de interés aplicable puede ser determinada, por ejemplo, cuando fijada de manera
expresa en el contrato o determinable, remitiéndose a una tasa de interés en plaza;
por ejemplo, la tasa activa de una determinada entidad financiera.
Sin embargo, en el caso de las relaciones de consumo, por imperio del art. 36 de la Ley
24.240 de Defensa del Consumidor, en las operaciones financieras para consumo y en
las de crédito para el consumo deberá consignarse, de modo claro, al consumidor o
usuario, bajo pena de nulidad, entre otras cuestiones, la tasa de interés efectiva anual,
el total de los intereses a pagar o el costo financiero total, el sistema de amortizació n
del capital y cancelació n de los intereses, la cantidad, periodicidad y monto de los
pagos a realizar y los gastos extras, seguros o adicionales, si los hubiera. Asimismo,
cuando el proveedor omitiera incluir alguno de estos datos en el documento que
corresponda, el consumidor tendrá derecho a demandar la nulidad del contrato o de
una o má s clá usulas.
Al respecto la Corte Suprema ha sostenido que, como regla, la clasificació n de una tasa
de interés como exorbitante o usuaria no puede establecerse en abstracto, para todos
los casos y en todos los tiempos, sino que está sujeta a una ponderació n judicial que
tenga en cuenta los vaivenes de la economía mientras el proceso tramita, la que cabe
realizar, precisamente, en el momento de la liquidació n.
En cuanto a los institutos que resultan eficaces para atacar los intereses irrazonables o
abusivos, resultan aplicables los principios generales, tales como el orden pú blico y
fraude a la ley (art. 12 CCCN), la buena fe (arts. 9° y 961 CCCN), el abuso del derecho
(art. 10 CCCN), el abuso de la posició n dominante (art. 11 CCCN), la moralidad del
objeto (arts. 279 y 1004 CCCN) y la causa (arts. 281 y 1014 CCCN).
En el caso de los intereses punitorios, podrá recurrirse también al art. 794, pá rr. 2,
CCCN que faculta a los jueces a reducir las penas cuando su monto, desproporcionado
con la gravedad de la falta que sancionan, habida cuenta del valor de las prestaciones
y demá s circunstancias del caso, configuran un abusivo aprovechamiento de la
situació n del deudor.
Periodicidad
Las partes pueden pactar libremente la periodicidad en que devengará n los intereses.
Si nada han pactado, los intereses se deben por trimestre vencido, o con cada
amortizació n total o parcial de lo prestado que ocurra antes de un trimestre.
Pago de intereses en mutuos gratuitos
Si se ha pactado la gratuidad del mutuo, los intereses que haya pagado el mutuario
voluntariamente son irrepetibles.
Presunción de pago
Por ú ltimo, el artículo bajo aná lisis dispone que la extensió n del recibo de pago de
intereses por un período por parte del mutuante o prestamista, sin condició n o
reserva, hace presumir el pago de los intereses anteriores. Dicha presunció n tiene el
cará cter de presunció n iure et de iure.
Plazo de restitución
Las partes, al fijar las condiciones del contrato, determinará n el plazo de restitució n
del capital. De conformidad con la modalidad que revista el mutuo, este podrá
restituirse en un ú nico pago o en diferentes pagos parciales, de manera conjunta o no
con los intereses, si hubiesen sido pactados.
Lugar de restitución
También las partes, en virtud del principio de autonomía de la voluntad, podrá n
pactar el lugar de restitució n del capital prestado.
Ante la ausencia de previsiones al respecto, la norma sub examine hace una remisió n
expresa al lugar establecido en el art. 874 CCCN. Cabe recordar que el referido artículo
establece que, si nada se ha indicado, el lugar de pago es el domicilio del deudor al
tiempo del nacimiento de la obligació n y que, si el deudor se muda, el acreedor tiene
derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en el anterior; igual opció n
corresponde al deudor, cuando el lugar de pago sea el domicilio del acreedor.
La norma también establece que esta regla no se aplica a las obligaciones de dar cosa
cierta. En este caso, el lugar de pago es donde la cosa habitualmente se encuentra. Esta
previsió n podría resultar aplicable para el mutuo de ciertas cosas fungibles.
En el supuesto del mutuo gratuito, la norma en aná lisis señ ala que, después del
incumplimiento, el mutuario deberá también los intereses moratorios, también
llamados “punitorios”.
Para el caso del mutuo oneroso, se prescribe también que —a falta de convenció n
sobre intereses moratorios— rige lo dispuesto para las obligaciones de dar sumas de
dinero. En este caso, podrá n ser fijados por la autoridad judicial, siendo de referencia
las tasas de interés que, al respecto, aplican los bancos pú blicos, nacionales o locales,
segú n el caso.
Se aplicara a la figura del mutuo, de manera clara y concisa, los lineamientos generales
en materia de defectos redhibitorios.
ARTICULO 1531.- Aplicación de las reglas de este Capítulo. Las reglas de este
Capítulo se aplican aunque el contrato de mutuo tenga cláusulas que
establezcan que:
COMODATO
❖ Hay comodato si una parte se obliga a entregar a otra una cosa no fungible,
mueble o inmueble, para que se sirva gratuitamente de ella y restituya la misma
cosa recibida.
Se dice que es el préstamo de uso.
Cosa inmueble o mueble no fungible: la misma e idéntica cosa hay que devolver.
Requisito de esencia: es esencialmente GRATUITO. Préstamo gratuito.
¿Cuándo se devuelve la cosa? En el plazo que se haya convenido. Puede ser
expreso o tácito. Si no hay plazo: cuando lo requiera el comodante (el
comodatario lo puede devolver).
Comodato precario.
Cualquiera de las partes le puede poner fin en cualquier momento. No tiene
plazo mínimo.
- Restituir la cosa con sus frutos: darle el destino de la cosa que naturalmente tiene. Ej.
sacar limones.
Si hay varios comodatarios, responden solidariamente.
Deber de comodatario: mayor diligencia en las cosas prestadas que en las cosas
propias. La ley no puede establecer un deber de comportamiento en el mutuo porque
pasa a ser de esa persona (se transmite la propiedad).
El comodato se extingue:
a) Por decisió n del comodatario que devuelve la cosa.
b) Por pérdida o deterioro de la cosa.
c) Por vencimiento del plazo.
CONTRATO DE DONACION
ARTICULO 1542.- Concepto. Hay donación cuando una parte se obliga a transferir
gratuitamente una cosa a otra, y ésta lo acepta.
En la donació n no se transmite el dominio pleno y los bienes pueden ser atacados por
los acreedores.
Se llama actos mixtos a aquellos contratos de donació n que son en parte onerosos y en
parte gratuitos. É stos se van a regir:
ARTICULO 1546.- Donación bajo condición. Están prohibidas las donaciones hechas
bajo la condición suspensiva de producir efectos a partir del fallecimiento del
donante.
Dos formas:
POR SEPARADO: cada uno acepta la parte que le fue donada, la parte no
aceptada regresa al donante.
SOLIDARIAMENTE: basta con que uno acepte y hay derecho de acrecer
ARTICULO 1548.- Capacidad para donar. Pueden donar solamente las personas que
tienen plena capacidad de disponer de sus bienes. Las personas menores
emancipadas pueden hacerlo con la limitación del inciso b) del artículo 28.
Pueden donar todas aquellas personas que tengan capacidad para disponer a
excepció n de los emancipados con sus bienes recibidos en gratuidad
ARTICULO 1551.- Objeto. La donación no puede tener por objeto la totalidad del
patrimonio del donante, ni una alícuota de él, ni cosas determinadas de las que no
tenga el dominio al tiempo de contratar. Si comprende cosas que forman todo el
patrimonio del donante o una parte sustancial de éste, sólo es válida si el donante
se reserva su usufructo, o si cuenta con otros medios suficientes para su
subsistencia.
ARTICULO 1552.- Forma. Deben ser hechas en escritura pública, bajo pena de
nulidad, las donaciones de cosas inmuebles, las de cosas muebles registrables y
las de prestaciones periódicas o vitalicias.
Será n hechas por escritura pú blica bajo pena de nulidad las donaciones:
Cosas inmuebles
Cosas muebles registrables
Prestaciones perió dicas o vitalicias.
Efectos
ARTICULO 1555.- Entrega. El donante debe entregar la cosa desde que ha sido
constituido en mora. En caso de incumplimiento o mora, sólo responde por dolo.
Una vez celebrado el contrato, nace para el donatario el derecho de exigir la entrega
de la cosa. Expresa la nueva norma que el donante está obligado a la entrega de la cosa
desde que fuera constituido en mora. No responde por culpa, pero si por dolo ante la
destrucció n o desaparició n de la cosa.
ARTICULO 1556.- Garantía por evicción. El donante sólo responde por evicción en los
siguientes casos:
ARTICULO 1558.- Vicios ocultos. El donante sólo responde por los vicios ocultos de la
cosa donada si hubo dolo de su parte, caso en el cual debe reparar al donatario
los daños ocasionados.
1-DONACIONES MUTUAS
ARTICULO 1563.- Responsabilidad del donatario por los cargos. El donatario sólo
responde por el cumplimiento de los cargos con la cosa donada, y hasta su valor si
la ha enajenado o ha perecido por hecho suyo. Queda liberado si la cosa ha
perecido sin su culpa.
Reversión y revocación
ARTICULO 1566.- Pacto de reversión. En la donación se puede convenir la reversión
de las cosas donadas, sujetando el contrato a la condición resolutoria de que el
donatario, o el donatario, su cónyuge y sus descendientes, o el donatario sin hijos,
fallezcan antes que el donante.
Esta cláusula debe ser expresa y sólo puede estipularse en favor del donante. Si se
la incluye en favor de él y de sus herederos o de terceros, sólo vale respecto de
aquél.
Si la reversión se ha pactado para el caso de muerte del donatario sin hijos, la
existencia de éstos en el momento del deceso de su padre extingue el derecho del
donante, que no renace aunque éste les sobreviva.
1) La clá usula debe ser acordada expresamente y só lo puede estipularse a favor del
donante. Si se incluye que sea a favor de los herederos del donante o de terceros, só lo
valdrá respecto de aquél.
2) La reversió n pactada en el caso de muerte del donatario sin hijos, si existen hijos al
momento del fallecimiento de su padre extingue el derecho del donante, que no
renace aunque éste les sobreviva.
ARTICULO 1569.- Revocación. La donación aceptada sólo puede ser revocada por
inejecución de los cargos, por ingratitud del donatario, y, en caso de habérselo
estipulado expresamente, por supernacencia de hijos del donante.
ARTICULO 1570.- Incumplimiento de los cargos. La donación puede ser revocada por
incumplimiento de los cargos.
Los terceros a quienes el donatario transmite bienes gravados con cargos sólo
deben restituirlos al donante, al revocarse la donación, si son de mala fe; pero
pueden impedir los efectos de la revocación ofreciendo ejecutar las obligaciones
impuestas al donatario si las prestaciones que constituyen los cargos no deben
ser ejecutadas precisa y personalmente por aquél. El donatario que enajena los
bienes donados, o imposibilita su devolución por su culpa, debe resarcir al
donante el valor de las cosas donadas al tiempo de promoverse la acción de
revocación, con sus intereses.
ARTICULO 1571.- Ingratitud. Las donaciones pueden ser revocadas por ingratitud
del donatario en los siguientes casos:
CONTRATO DE FIANZA
Cuando se celebra un contrato una de las partes puede asegurar el cumplimiento de
las obligaciones de la otra mediante el otorgamiento de una garantía.
Las garantías pueden ser reales o personales. En las reales se afecta una cosa al
cumplimiento de la obligació n; en las personales se afecta todo el patrimonio del
fiador. El contrato de fianza es una garantía personal.
El contrato de fianza constituye un instrumento simple y eficaz para el
desenvolvimiento del trá fico negocial, siendo que puede insertarse en el contrato
como una clá usula má s del mismo, al contrario de las garantías reales que suponen la
rigidez de la forma, la publicidad y la onerosidad para su constitució n.
Disposiciones generales
ARTICULO 1574.- Concepto. Hay contrato de fianza cuando una persona se obliga
accesoriamente por otra a satisfacer una prestación para el caso de
incumplimiento.
Si la deuda afianzada es de entregar cosa cierta, de hacer que sólo puede ser
cumplida personalmente por el deudor, o de no hacer, el fiador sólo queda
obligado a satisfacer los daños que resulten de la inejecución.
El contrato de fianza constituye una garantía personal, por el cual el fiador se obliga a
satisfacer la obligació n contraída por el deudor, en el caso de que este no lo hiciera en
el tiempo y modo convenidos con el acreedor.
La gran diferencia entre la garantía personal que ofrece la fianza con las garantías
reales, es que en este caso el fiador responde con todo su patrimonio, siendo que en
las garantías reales solamente queda afectado a la garantía un solo bien registrable.
Es cierto que en la garantía real el acreedor conoce de antemano el valor de esa
garantía y por ese motivo la acepta, siendo que en la fianza el acreedor desconoce el
valor del patrimonio del fiador, pudiendo, por caso, ser el mismo inferior al valor de la
deuda afianzada.
Este contrato tiene la funció n econó mica de facilitar el crédito, pues el acreedor puede
prever la eventual insolvencia del deudor mediante la fianza.
La fianza es un contrato accesorio que, como tal, sufre las vicisitudes del contrato
principal al cual está subordinado. Por esto, el contrato de fianza se celebra entre el
acreedor y el fiador, no es parte del contrato de fianza el deudor del contrato
principal.
En el segundo pá rrafo del artículo comentado, el legislador prevé el caso del
incumplimiento, por parte del deudor, de entregar una cosa cierta, que bien puede
haberse perdido; de una obligació n intuito personae, la cual sería imposible de ser
satisfecha por el fiador; de una obligació n de no realizar una determinada conducta.
En este caso la fianza alcanza solamente los dañ os y perjuicios ocasionados al
acreedor por el incumplimiento del deudor, estableciéndose una excepció n al
principio de identidad entre la obligació n asumida en el contrato principal y la
obligació n garantizada por la fianza, segú n se desprende del primer pá rrafo del
artículo comentado.
Clases de Fianza
La Fianza Contractual: es de origen Voluntario y Convencional es la que surge
del acuerdo entre el acreedor y el fiador, y que garantiza la obligació n del
deudor para con el primero;
La Fianza Legal: es aquella que se funda en una disposició n de la ley, que
impone al deudor la obligació n de afianzar su deuda, ej. “el usufructuario debe
prestar fianza antes de entrar en uso de la cosa sujeta al usufructo”;
La Fianza Judicial: tiene lugar cuando un Juez decreta el afianzamiento en
ciertos casos, con base también en un texto legal, aunque con facultades má s o
menos amplias de apreciació n y que tendrá n relació n con la situació n
patrimonial del deudor que examinará el magistrado. El caso má s comú n es el
de la garantía que debe prestarse ante el pedido de ciertas medidas cautelares,
tales como embargos o inhibiciones, ordenados en un juicio. Es la llamada
contracautela, que regulan los có digos procesales, como eventual cobertura
por los dañ os y perjuicios que pudiera ocasionar el dictado de una medida
precautoria.
La prestació n a cargo del fiador debe ser equivalente a la del deudor principal o
menor, y no puede haber estipulaciones que la hagan má s onerosa que la obligació n
principal. Si así ocurriera, no se invalida la fianza sino que la fianza queda reducida a
los límites de la obligació n principal.
ARTICULO 1577.- Obligaciones que pueden ser afianzadas. Puede ser afianzada
toda obligación actual o futura, incluso la de otro fiador.
"Toda" obligació n actual o futura puede ser afianzada, incluso la subfianza, o sea la
fianza de otro fiador.
El acreedor só lo puede iniciar acció n contra el fiador una vez que pruebe que no hay
má s bienes del deudor.
Una vez que se han terminado de liquidar los bienes del deudor y quedara un saldo
impago, el acreedor só lo puede demandar al fiador por lo restante.
c) la fianza es judicial;
El que afianza a un fiador goza del beneficio de excusión respecto de éste y del
deudor principal.
ARTICULO 1586.- Subsistencia del plazo. No puede ser exigido el pago al fiador
antes del vencimiento del plazo otorgado al deudor principal, aun cuando éste
se haya presentado en concurso preventivo o haya sido declarada su quiebra,
excepto pacto en contrario.
Se puede agregar, que en el caso del rechazo de la demanda contra el deudor, esta
sentencia aprovecha al fiador, por la naturaleza accesoria de la fianza, por la cual si se
extingue la obligació n principal, queda extinguida la obligació n accesoria.
ARTICULO 1593.- Aviso. Defensas. El fiador debe dar aviso al deudor principal
del pago que ha hecho.
El deudor puede oponer al fiador que paga sin su consentimiento todas las
defensas que tenía contra el acreedor; y si el deudor ha pagado al acreedor
antes de tener conocimiento del pago hecho por el fiador, éste sólo puede
repetir contra el acreedor.
a) El fiador debe dar aviso al deudor principal del pago que ha hecho. Esta
disposició n es necesaria para evitar el doble pago de una misma obligació n, con
el consiguiente reclamo al acreedor que cobró dos veces. Se evita de este modo
el dispendio jurisdiccional y el enriquecimiento sin causa. En tal caso, el fiador
puede reclamar al acreedor si no dio aviso previo al deudor que también pagó
la deuda. Si el deudor paga después de haber sido anoticiado del pago
efectuado por el fiador, este tiene derecho a reclamar a aquél la devolució n de
lo abonado.
e) el deudor asume riesgos distintos a los propios del giro de sus negocios,
disipa sus bienes o los da en seguridad de otras operaciones;
f) el deudor pretende ausentarse del país sin dejar bienes suficientes para el
pago de la deuda afianzada.
Acá alude a una relació n jurídica entre el fiador y el deudor, que es independiente del
cumplimiento de la obligació n del deudor con el acreedor en el plazo establecido en el
contrato principal.
el deudor se ha obligado a liberarlo en un tiempo determinado y no lo
hace;
El siguiente inc. d hace referencia al plazo legal otorgado en el art. 1578 CCyC en el
contrato de fianza general, establecido a favor del fiador.
han transcurrido cinco años desde el otorgamiento de la fianza, excepto
que la obligación afianzada tenga un plazo más extenso;
El inc. e se refiere al caso de que el deudor principal agrave el riesgo asumido por el
fiador, menguando su patrimonio o asumiendo riesgos que lo pondrían en peligro de
mengua o extinció n.
el deudor asume riesgos distintos a los propios del giro de sus negocios,
disipa sus bienes o los da en seguridad de otras operaciones;
El inc. f menciona el supuesto de que el deudor realice una maniobra para eludir el
pago de su deuda, tal como sería el ausentarse del país sin dejar bienes suficientes
para el pago de la deuda afianzada.
el deudor pretende ausentarse del país sin dejar bienes suficientes para
el pago de la deuda afianzada.
En todos los supuestos enumerados anteriormente, el procedente la medida cautelar
que faculta al fiador a solicitar el embargo de los bienes del deudor, a modo de poner a
resguardo su derecho a repetir el pago contra el deudor y que ese derecho no se torne
ilusorio.
Extinción de la fianza
a) si por hecho del acreedor no puede hacerse efectiva la subrogación del fiador
en las garantías reales o privilegios que accedían al crédito al tiempo de la
constitución de la fianza;
La nota má s destacada de este contrato es su cará cter aleatorio, esto es, que las partes
no conocen, al momento de contratar, los beneficios o las pérdidas que deberá n
soportar. El á lea es la duració n de la vida de la o las personas humanas ya existentes,
designadas en el contrato.
CABEZA DE RENTA. eSla persona cuya vida se toma en cuenta para definir el
plazo del contrato.
El constituyente tiene la obligació n de entregar el capital; en el caso de que no fuera
dinero, sino una cosa, debe la garantía por evicció n y vicios redhibitorios.
ARTICULO 1602.- Renta. Periodicidad del pago. La renta debe pagarse en dinero.
Si se prevé esta prestación en otros bienes que no son dinero, debe pagarse por
su equivalente en dinero al momento de cada pago.
La primera parte del artículo establece la obligació n de pagar la renta en dinero, pero
en el caso de que las partes acuerden otro tipo de prestació n, esta deberá pagarse en
su equivalente en dinero al momento de cada pago.
La norma otorga libertad a las partes para pactar la periodicidad con que se pague la
renta.
La periodicidad del pago de la renta nos pone frente a un contrato de tracto sucesivo
en el cual cada una de las cuotas tiene previsto un plazo suspensivo expreso,
determinado y cierto, por lo que la mora se produce respecto de cada una de ellas en
forma automá tica al vencimiento.
La norma aclara en su pá rrafo tercero que la renta se paga por período vencido, por lo
que se debe la parte proporcional de la cuota al tiempo transcurrido desde el ú ltimo
vencimiento hasta el fallecimiento del cabeza de renta.
ARTICULO 1603.- Pluralidad de beneficiarios. La renta puede contratarse en
beneficio de una o más personas existentes al momento de celebrarse el
contrato, y en forma sucesiva o simultánea. Si se establece para que la perciban
simultáneamente, a falta de previsión contractual, les corresponde por partes
iguales sin derecho de acrecer.
Cada una de las partes del contrato es susceptible de estar compuesta por una
pluralidad de personas. Es posible que haya uno o má s constituyentes, uno o má s
beneficiarios y uno o má s cabeza de renta.
Los beneficiarios simultá neos cobrará n la renta al mismo tiempo, y se dividirá entre
ellos, por partes iguales, la renta perió dica si no se acordó la diferenciació n de cuotas.
En el caso de los beneficiarios sucesivos, el segundo de ellos cobrará la renta cuando
fallezca el primero, y así sucesivamente con los restantes beneficiarios.
En los contratos bilaterales la clá usula resolutoria está implícita. En el caso del
contrato oneroso de renta vitalicia, el constituyente no debe emplazar al deudor de la
renta, bajo apercibimiento expreso de resolució n del contrato, a que cumpla en un
plazo no menor a quince días, pues este artículo lo faculta para declarar
unilateralmente la extinció n del contrato, entonces la resolució n se produce de pleno
derecho.
En el caso de que se haya estipulado que la renta se debe pagar a un tercero
beneficiario, el art. 1027 CCyC —que es al que remite la norma— establece que el que
entregó el capital le confiere al beneficiario los derechos o facultades resultantes de lo
que ha convenido, por lo que el mismo beneficiario tiene la facultad de demandar la
resolució n del contrato y la entrega del capital al constituyente.
La carga de probar la muerte del "cabeza de renta" se asigna al deudor, lo que resulta
atinado, puesto que es má s sencillo acreditar la muerte que la sobrevida y que el
fallecimiento debe probarse una ú nica vez.
3) La clá usula que autoriza a substituir dicha persona, o a incorporar otra al mismo
efecto será nula.
En el artículo bajo aná lisis, el deudor no está obligado a garantizar su obligació n, pero
se configura la obligació n de garantizar el pago de la renta en tanto es “la garantía a la
que se obliga”.
Esta es una obligació n nacida de un pacto expreso, es decir, una norma introducida
por las partes en una clá usula del contrato. No es un elemento esencial del contrato.
Para el perfeccionamiento del contrato oneroso de renta vitalicia no es necesario dar
garantía por el pago de la renta.
La norma bajo aná lisis resuelve de pleno derecho el contrato cuando la persona
designada cabeza de renta fallece dentro de los treinta días de celebrado, ya sea “por
propia mano o por una enfermedad que padecía al momento” de la celebració n.
ARTICULO 1609.- Concepto. Hay contrato de juego si dos o más partes compiten
en una actividad de destreza física o intelectual, aunque sea sólo parcialmente,
obligándose a pagar un bien mensurable en dinero a la que gane.
Desde esa ó ptica, y desde el punto de vista del derecho civil, la regulació n del contrato
de juego se origina a partir la producció n de consecuencias jurídicas, como lo es la
creació n de la obligació n de pagar a quien resulte ser el ganador. El fin es el
compromiso de pago, que está totalmente vinculado a los resultados de la relació n
bilateral establecida desde el punto de vista del juego en cuanto a su resultado
aleatorio o azaroso.
En ese sentido, se consideran tres aspectos fundamentales del juego segú n lo
establecido en el artículo en cuestió n: la competencia entre dos o mas partes, que esa
competencia sea de destreza física o intelectual y por ú ltimo, como ya se dijo, la
obligació n a pagar un bien mensurable en dinero a la parte ganadora.
consensual,
bilateral,
típico,
nominado,
oneroso,
aleatorio,
tiene finalidad recreativa,
intuito personae,
no requiere de formalidad.
Es oneroso porque el objeto de este contrato debe ser una transacció n jurídica, si o si
de contenido patrimonial, aunque su finalidad sea recreativa. Se ha sostenido y se
sostiene, atento a la definició n de la nueva norma, que no se admite que el contrato de
juego pueda ser de cará cter gratuito, ya que no se consideraría un contrato típico.
Es la facultad que la norma le concede al juez para morigerar las deudas por motivo de
los juegos tutelados. El juez debe evaluar si la deuda es extraordinaria respecto de la
fortuna del deudor y la naturaleza del juego tutelado, debiendo aplicar el principio de
equidad.
Por ello es que, uno de los fundamentos de la aplicació n del principio de equidad por
parte de los jueces en las deudas es la de resguardar a las partes de posibles
situaciones de aprovechamiento de alguna de ellas, de conductas abusivas o de un
posible fraude. Se entiende que el juego tiene una finalidad recreativa, aspiració n a la
destreza física o desarrollo intelectual, y lo que se evita es que —a través de estos
contratos— se incremente el patrimonio del ganador.
ARTICULO 1611.- Juego y apuesta de puro azar. No hay acción para exigir el
cumplimiento de la prestación prometida en un juego de puro azar, esté o no
prohibido por la autoridad local.
El CCCN, por el contrario, no brinda una noció n legal del contrato de apuesta como
contrato autó nomo y omite una regulació n expresa del mismo.
Por lo tanto, el artículo comentado no dispone a qué reglas debe someterse el contrato
de apuesta pero lo equipara con los juegos de puro azar, a los que hace referencia la
norma comentada, a los cuales la norma priva de cualquier tipo de acció n judicial para
este tipo de juegos en los que dependen completamente de la aleatoriedad, es decir, de
la suerte o puro azar.
Tipos de juegos
La doctrina ha diferenciado las clases de juego segú n el grado de protecció n que le
provee el ordenamiento jurídico.
c. Juegos prohibidos. Son aquellos que está n expresamente prohibidos por el Estado.
Por cierto, no dan origen a ningú n tipo de obligació n ni civil ni natural. Y, tal como dice
la norma comentada, tampoco dan lugar a acció n para exigir el cumplimiento de la
prestació n prometida por motivo de un juego de puro azar, los cuales por decreto-ley
6618/1957 se encuentran expresamente prohibidos.
Entre las condiciones previstas por este artículo se prevé la responsabilidad del
oferente frente al apostador y la obligació n de individualizarlo en la publicidad. Ante
un incumplimiento se responsabiliza al que efectú a la publicidad en forma solidaria en
funció n de las normativas de consumo.