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¿Cómo contestas a las

preguntas hechas por Jesús?

NOVIEMBRE 2019
Edison Souza – Periodista y presbítero en La Iglesia Presbiteriana de
Campinas São Paulo, Brasil.

CADA DIA, Volumen 16, Número 11, Noviembre 2019. Copyright © La Hora
de la Reforma, Apartado Postal 130, Código Postal: 13012-970 - Campinas,
San Pablo - Brasil. Toda Escritura es de la: Nueva Versión Internacional (NVI).
Puede citarse parte de este librito devocional citando la fuente.

Tiraje: 5 mil
Texto: Edison Souza
Redacción Editorial: Nancy Ayala
Revisión: Raquel Gabriel
Editor: Guillermo Serrano
Cubierta: Lucas Pedro
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¿Cómo contestas a las
preguntas hechas por Jesús?
Edison Souza

Por toda la Biblia siempre hay muchas preguntas para ser contesta-
das. En el Antiguo Testamento Dios siempre llevaba mensajes o hacía
preguntas a través de los profetas. En el Nuevo Testamento Jesús nos
hace preguntas inquietantes, las cuales nos confrontan con la realidad,
y muchas veces no tenemos la respuesta. ¿Cuál ha sido tu posición
cuando el Maestro te ha confrontado? ¿Tienes siempre una palabra
positiva o lo que dices en la hora del almuerzo no lo puedes confirmar
en la hora de la cena? ¿Contestamos estas preguntas con sabiduría o
simplemente hablamos sin pensar?
En este mes reflexionaremos juntos acerca de la manera en que
contestamos a las preguntas hechas por Jesucristo.
¡Buena lectura!
Viernes
1 Noviembre Marcos 10:46-52

UNA MIRADA ESPIRITUAL


“Jesús le preguntó: ¿Qué quieres
que haga por ti?”
Marcos 10:51

El año 2018 comenzó de una manera inesperada. Al tercer


día, fui al hospital para hacerme un simple cateterismo cardíaco,
pero durante el procedimiento los médicos descubrieron otro
problema y una semana después tuve que retornar para que me
implantaran dos stents coronarios (pequeñas prótesis, como un
resorte de un bolígrafo que sirven para abrir las arterias).
En los dos días que estuve en cama, tuve una idea del sufri-
miento que se experimenta en un hospital. A mi lado derecho,
un señor estaba siendo preparado para aplicarle quimioterapia;
a la izquierda, una mujer gemía con dolor en los pulmones. Oré
por ellos y pensé, si Jesús se apareciera aquí y me preguntase:
“¿Qué quieres que haga por ti?” Ciertamente yo le pediría que
me dejase vivir hasta que mi nieta Carolina creciera.
El ciego de Jericó, confrontado por Jesús, pidió de acuerdo
con su mayor necesidad: Quería ver. Es así como procedemos,
tratando de suplir nuestras necesidades inmediatas, sin poner
atención a nuestras necesidades espirituales.
Por lo tanto, la sugerencia es: Si Jesús le hace esta pregunta, pida
ver bendiciones; pida por más justicia, perdón, por la presencia
del Espíritu Santo y comenzará a ver otras realidades, tales como
la urgencia de testificar o la necesidad de otros en su iglesia.

Querido Padre Celestial, hazme sentir cada vez más tu


presencia y que yo pueda mirarte con ojos espirituales.
Amén.
Noviembre
Mateo 14:22-33 Sábado
2

ES NECESARIO CREER CON EL CORAZÓN


“Jesús lo tomó de la mano y le dijo:
¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?”
Mateo 14:31

Con las facilidades del mundo moderno, el acceso rápido a


la información con la punta de los dedos hace que los hombres
crean que pueden hacer lo que quieren y que, así, pasan a dudar
de cualquier cosa. La duda es el gran mal de la vida moderna y
este pensamiento ha alcanzado hasta los cristianos.
No dudamos cuando, por ejemplo, escuchamos que en Londres
una madre da a luz quintillizos. No dudamos de que el hombre
ha llegado hasta la luna. Pero cuando una situación nos involucra
a nosotros mismos, muchas veces la tendencia es dudar. Yo po-
dría asegurarte que, si alguien le contara a Pedro algún milagro
hecho por Jesús, el apóstol lo creería al momento. En la lectura
de hoy, leemos de un momento especial en la vida de Pedro, que
solamente por la fe alguien podía caminar sobre las aguas.
La confianza debería ser ciega. Pero como ocurre en nuestros
días, el hombre se ha olvidado que está ante alguien quien es el
Hijo del Dios viviente. ¿Por qué dudaste? preguntó Jesús. Esa
pregunta persigue a muchos de nosotros en estos días.
Quiero darte un consejo: Las preguntas de Jesús tienen una
dimensión espiritual y, por lo tanto, deben ser respondidas espi-
ritualmente. Acepta a Jesucristo como tu Salvador y tú también
podrás caminar sobre las aguas.

Señor, que seamos conocidos como personas que tienen


fe. Que podamos declarar que solamente Tú tienes pala-
bras de vida eterna. Amén.
Domingo
3 Noviembre Mateo 16:13-20

¿QUÉ SABES A CERCA DE JESÚS?


“¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?”
Mateo 16:13

Si en un examen te preguntasen quién es Pelé, ciertamente


vas a responder que fue el mejor jugador de fútbol de todos los
tiempos. Si te preguntasen cuál es la mayor conquista espacial
hasta el día de hoy, seguramente tu respuesta será la llegada del
hombre a la luna.
Pero cuál será tu respuesta si te preguntasen, “¿qué sabes
acerca de Jesús?” Esta ha sido una de las mayores frustraciones
del pueblo cristiano, es decir, el hecho de no saber o no tener la
audacia de testificar acerca de Jesucristo. Algunos dicen que Jesús
fue un palestino muy sabio; otros que era un hombre común,
un maestro erudito; otros todavía aseguran que él nunca existió.
La dura realidad es esta: mientras Jesús no llega a ser el Señor
de nuestra vida, no seremos mejores que los que creen en un
Jesús histórico de Palestina. Jesús debe ser declarado el Señor de
nuestra vida, el que gobierna nuestras decisiones, el que dirige
nuestros pasos a cada momento de cada día, el único digno de
nuestra adoración.
Piensa cuidadosamente en este tema, porque lo que manifiestas
de tu fe en Jesucristo, ciertamente ayudará a llevar a otras perso-
nas hacia un Salvador personal.

Eterno Dios. Que, cuando nos pregunten sobre ti, que


podamos decir en voz bien alto: “Jesús es mi Señor y
Salvador, a él sea toda la gloria”. Amén.
Noviembre
Mateo 9:27-31 Lunes 4

¿POR QUÉ LAS PERSONAS DUDAN?


“Cuando Jesús entró en la casa, los ciegos se le acercaron,
y él les preguntó: ¿Creen ustedes que puedo hacer esto?”
Mateo 9:28
Nosotros tenemos muchas dudas durante nuestras vidas.
Cuando somos niños dudamos que un amigo pueda hacer esto
o aquello. Después, cuando crecemos, dudamos de muchas co-
sas. Mi abuelo, por ejemplo, nunca creyó que el hombre haya
llegado hasta la luna.
Hoy en día la velocidad alcanzada por las redes sociales
también nos presenta situaciones increíbles. La duda siempre
ha acompañado al hombre, y en los tiempos de Jesús también
fue así. Dos ciegos estaban siguiendo al Maestro y empezaron a
gritar: “¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David!” Cuando
Jesús entró en la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó:
“¿Creen ustedes que puedo hacer esto?”
Su respuesta fue rápida y positiva: “Sí, Señor.” Sin embargo,
conociendo los corazones de aquellas personas, Jesús les tocó los
ojos, y les dijo: “Que se haga conforme a la fe que ustedes tienen.”
¿Perciben el secreto? Hoy día Jesús sigue preguntándonos si
creemos que él puede actuar en nuestras vidas. Creer es fun-
damental para los cristianos, pero hay que recordar que las
bendiciones solamente vendrán si tenemos fe.
Al levantarte de una oración, o al terminar una petición rápida,
ten la certeza de que Dios ya está operando en tu vida.

Santo Dios, enséñanos a vivir como obreros que no


tenemos dudas acerca de la salvación y que no nos
avergonzamos de predicar tu Palabra. Amén.
Martes
5 Noviembre Marcos 5:25-34

QUIERO TOCAR AL MAESTRO


“Jesús… se volvió a mirar a la gente, y preguntó:
¿Quién me ha tocado la ropa?”
Marcos 5:30

A los seres humano nos gusta el tacto. Tocar las cosas con las
manos. Es una actitud normal. Tocar con las manos demuestra
cariño. El Dios creador actuó así. Después de crear todas las cosas
tan sólo con su palabra, decidió usar las manos para crear al hombre
en una actitud de extremo cariño sin paralelos.
Para tocar a alguien es necesario estar cerca a esa persona. Jesús
nos ofrece una vida entera llena de bendiciones, pero es necesario
que seamos personas cercanas a él, que él nos conozca y que él
nos toque con sus manos.
Es triste pensar que en el mundo de hoy muchas personas viven
lejos de Jesús. Para recibir las bendiciones de Dios es preciso “tocar”
a Jesús, y eso tal vez es más difícil hoy, de lo que fue para aquella
mujer. Si aquella mujer tenía una debilidad física, hoy en día la
humanidad tiene una debilidad espiritual.
El mismo esfuerzo es exigido de nosotros: necesitamos seguir a
Jesús, sobrepasar la distancia física, extender nuestra mano y “to-
carlo” por fe. La mujer tocó las ropas del Maestro. Sus vestiduras
caracterizan la Justicia Celestial y la sanidad ofrecida gratuitamente
a todos sus seguidores.
¿Cuál es el mal que te aflige hoy? ¿Cuál es el pecado que te
esclaviza? Acércate a Jesús, toca su manto y experimentarás ese
poder liberador.

Rey de los Reyes, quiero tocarte todos los días.


No permitas que me aleje de ti ni si quiera un segundo.
Amén.
Noviembre
Lucas 17:11-19 Miércoles 6
AGRADECER ES UNA GRAN VIRTUD
“Jesús dijo: ¿Acaso no eran diez los que quedaron limpios
de su enfermedad? ¿Dónde están los otros nueve?”
Lucas 17:17

En su camino a Jerusalén, Jesús pasó entre las regiones de Sa-


maria y Galilea y llegó a una aldea, donde le salieron al encuentro
diez hombres enfermos de lepra. Como la ley lo pedía, los leprosos
se quedaron lejos de él, pero le gritaron: “¡Jesús, Maestro, ¡ten
compasión de nosotros! “
“Cuando Jesús los vio, les dijo: Vayan a presentarse a los sa-
cerdotes. Y mientras iban, quedaron limpios de su enfermedad.
Uno de ellos, al verse limpio, regresó alabando a Dios a grandes
voces, y se arrodilló delante de Jesús, inclinándose hasta el suelo
para darle las gracias.” Entonces Jesús dijo: “¿Acaso no eran diez
los que quedaron limpios de su enfermedad? ¿Dónde están los
otros nueve?”
Dicen los pensadores que ser agradecido es una gran virtud, tal
vez la mayor de ellas. Cuando sucede algo muy bueno en nuestras
vidas, es raro que alguien caiga de rodillas inmediatamente y agra-
dezca. En aquel momento de conmoción y de extrema alegría, es
posible que la gente celebrara y que después de algún tiempo se
olvidara. Pero Jesús hizo y hace tanto por nosotros que Él espera
que la gente vuelva para agradecerle.
Muchos son aquellos que se olvidan de agradecer por las ben-
diciones en sus vidas. Permíteme que te pregunte: ¿Estás entre los
que recuerdan volver y agradecer?

Renueva mi espíritu, Señor Dios, pues no quiero


ser mal agradecido. Quiero reconocer tu gracia en
cada nuevo día. Amén.
Jueves
7 Noviembre Juan 8:1-11

EL JESÚS QUE ABSUELVE


“[Jesús] se enderezó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están?
¿Ninguno te ha condenado?”
Juan 8:10
Jesús estaba enseñando cuando le presentaron a una mujer, a
la que habían sorprendido cometiendo adulterio. La pusieron
en medio de todos los presentes y dijeron a Jesús: “Maestro, esta
mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de cometer adulterio.
En la ley, Moisés nos ordenó que se matara a pedradas a esta clase
de mujeres. ¿Tú qué dices?”
Observa la maldad del corazón humano. En vez de estar des-
cansando con sus familias, los maestros de la Ley y los fariseos
se dispusieron a acechar la vida de una mujer para condenarla.
Jesús no sólo los colocó en su debido lugar, también absolvió a
la mujer de sus pecados.
Parece que aún no comprendemos que Jesús vino a llamar a los
pecadores. “Porque no he venido para llamar a los justos, sino a
los pecadores, al arrepentimiento” (Mateo 9:13). Cuando miras
los pecados de otros, estás haciendo igual al enemigo de Jesús. El
cristiano debe amar y restaurar a los pecadores.
Jesús no nos condena, pero el diálogo final con aquella mujer es
emblemático: “Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?
Ella le contestó: Ninguno, Señor. Jesús le dijo: Tampoco yo te
condeno; ahora, vete y no vuelvas a pecar.”
Jesús no condena al pecador, pero al pecado sí, porqué es el
pecado que nos aleja del Señor.

Gracias, Jesús, porque no miras a las personas de la


misma forma que lo hacen los seres humanos. Amén.
Noviembre
Mateo 22:15-22 Viernes 8
JESÚS CONOCE EL CORAZÓN
“Jesús le preguntó: ¿De quién es esta cara y
el nombre que aquí está escrito?”
Mateo 22:20
Pagar impuestos no es algo agradable, ¿no es cierto? No es algo
que hacemos con alegría, aunque como ciudadanos cristianos
tenemos el deber de hacerlo.
Los fariseos tampoco estaban interesados en pagar impuestos, lo
que más deseaban era tener alguna prueba contra Jesús. Entonces
algunos emisarios se acercaron a él y le preguntaron: Maestro,
sabemos que tú dices la verdad... Danos, pues, tu opinión: ¿Está
bien que paguemos impuestos al emperador romano, o no?
Jesús, dándose cuenta de la mala intención que llevaban, les
dijo: ¿De quién es esta cara y el nombre que aquí está escrito? Le
contestaron: Del emperador. Jesús les dijo entonces: Pues den al
emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios.
Una vez más Jesús enseña a las personas que hay que ver con los
ojos del espíritu. Quien duerme y despierta pensando en las cosas
terrenas sólo va a ver cosas terrenas.
Jesús no planteó en ningún momento la cuestión del impuesto
en jaque. La preocupación de él es con su pueblo: la moneda es
de “César”, pero el pueblo y la tierra es de “Dios”. Somos pueblo
de Dios, comprados por la sangre de su Hijo y como propiedad
de Dios debemos actuar.
Pague sus impuestos, sí, pero por encima de todo obedezca a los
mandamientos del Señor.
Abre nuestros ojos, Dios Creador, para que
tributemos honor y gloria solamente a ti. Amén.
Sábado
9 Noviembre Juan 1:35-42

¿QUIERES SEGUIR AL MAESTRO?


“Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les preguntó:
¿Qué están buscando?”
Juan 1:38

La pregunta puede parecer sencilla, pero en el aspecto espiritual


tiene un significado muy amplio. Al final ¿qué es lo que buscaban
aquellas personas al seguir a Jesús?
En realidad, Jesús era una novedad. Un hombre sencillo, que
hacía algunos milagros, que decía ser Hijo de Dios y que el pre-
mio para sus seguidores sería la vida eterna. Sé que, si yo hubiera
vivido en aquella época, me hubiera gustado seguir a alguien así.
Pero tú, ¿qué buscas en Jesús? Cuando aceptaste ser un dis-
cípulo cristiano ¿estabas buscando lo que Jesús ofrece? Esta es
la pregunta para sus seguidores del siglo 21. Muchos buscan en
Jesús la prosperidad, el don de lenguas, la sanidad y decenas de
otros motivos. Pero Jesús sólo quiere dar Salvación.
Jesús no es un empresario en busca de personas para que ha-
gan señales y maravillas para usarlas en algún tipo de “show”.
El propósito del Maestro es salvar vidas, y lo más sorprendente
en todo eso, es que él propone un plan para pescar a hombres.
La orden de Jesús nos fue dada al final del evangelio de Mateo:
“Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis
discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Es-
píritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado
a ustedes” (Mateo 28:19, 20).
Sigue a Jesús, y él te hará un pescador de almas.

Capacítame Señor, para que yo traiga más


personas hacia ti. En el nombre de Jesús. Amén.
Juan 5:1-18 Domingo 10 Noviembre
QUEREMOS SER SANOS
“Cuando Jesús lo vio allí acostado... le preguntó:
¿Quieres recobrar la salud?”
Juan 5:6
Parece que Jesús hacía preguntas extrañas. Vea usted que él
pregunta a un hombre que había estado enfermo durante 38
años si quería ser sanado. ¿Cuál es la respuesta que Jesús estaba
esperando?
En ese caso específico hay dos situaciones que tenemos que
considerar. La primera es que Jesús deseaba escuchar, oír una
declaración de aquel hombre de que sí quería ser sanado. En se-
gundo lugar, Jesús no quería la gloria para sí mismo, simplemente
quería manifestar el poder de Dios a través de esto.
Si Jesús anduviera físicamente hoy en día por esta tierra,
ciertamente escucharía millones de veces este tipo de pregunta.
A pesar del avance de la medicina y de los muchos recursos
tecnológicos, nunca hemos tenido tantas enfermedades y tantas
personas enfermas como en nuestro siglo.
En aquella época como hoy en día, Jesús recomienda que cui-
demos de nuestro cuerpo, ya que el maltrato del cuerpo también
es una forma de pecado. “No vuelvas a pecar” es el encargo
constante del buen Maestro. En seguir su consejo está el secreto
y nuestra certeza de victoria sobre el pecado y la muerte. “¿Acaso
no saben ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu de
Dios vive en ustedes?” (1 Corintios 3:16).

Santo y eterno Dios, mantennos alejados de las prácticas de


este mundo. Queremos ser sanos, todo el tiempo. Amén.
Lunes
11 Noviembre Mateo 20:20-28

APRENDIENDO COMO PEDIR


“Jesús contestó: ¿Pueden beber el trago
amargo que voy a beber yo?”
Mateo 20:22

“¿Pueden ustedes beber el trago amargo que voy a beber yo?”


Fue precisamente ésta la respuesta de Jesús a la pregunta de los
discípulos Santiago y Juan, cuando su madre pidió que sus hijos
se sentaran, uno a la derecha y otro a la izquierda en el Reino
Eterno.
Una de las características más marcadas de los seres humanos
en todos los tiempos es el egoísmo; si todo está bien conmigo,
entonces todo está bien con el universo. La gente quiere que
Dios las bendiga con una posición destacada, un buen empleo o
un coche nuevo, pero no están listas para dejar de vivir una vida
centrada en sí mismas.
Dios considera el egoísmo como un bajo nivel de vida y nos
enseña que existe un nivel mucho más alto. Jesús recomienda:
“pongan toda su atención en el reino de los cielos... y recibirán
también todas estas cosas” (Mateo 6:33). Este es el objetivo que
debemos buscar. Puedes elegir pasar tu vida tratando de conse-
guir lo que quieras a la hora que quieres, pero esto es un bajo
nivel de vida.
Allí están las normas: si estamos dispuestos a dejar el bajo nivel
de vida, lo natural para nosotros, entonces Dios nos dará un alto
nivel de vida, lo espiritual. Haz tus peticiones a Dios, pero hazlas
con sabiduría.
Dios, enséñanos a pedir solamente cosas sabiamente.
Danos sólo lo que necesitamos. Amén.
Noviembre
Marcos 2:1-12 Martes 12
EL PODER DE JESÚS
“Pero Jesús les preguntó:
¿Por qué piensan ustedes así?”
Marcos 2:8

A veces, Jesús tenía que hablar en voz alta y bien claro por-
que las personas no lo entendían, o no lo querían entender. El
Maestro hacia milagros, y sus acciones eran autenticadas por Dios
mismo y no necesitaba de cualquier otro tipo de autorización.
Sin embargo, las personas siempre encontraban una manera de
intentar poner a prueba su autoridad.
Cierta vez Jesús sanó a un paralítico diciéndole: “Tus pecados
quedan perdonados” pero eso quitó el sosiego de los oyentes.
Entonces Jesús, percibiendo la intención que había detrás de todo
dijo: “¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: Tus pecados quedan
perdonados, o decirle: Levántate, toma tu camilla y anda?”
Los fariseos no creían que Jesús tenía el poder para ofrecer
perdón de los pecados, que es lo mismo que pasa con muchas
personas en nuestros días. Más importante que cuestionar la
autoridad de Cristo, necesitamos cambiar nuestro estilo de vida.
Necesitamos recibir perdón del Rey de reyes y olvidar nuestra
vida de pecados.
Cuando Jesús ordena: “Levántate, toma tu camilla y anda”, en
verdad está diciendo que nos alejemos del pecado que nos hace
esclavos. Nuestra vida necesita mostrar la realidad de haber sido
perdonado y nuestros pecados olvidados.
¡Piense en eso! levántate, toma tu camilla y anda.
Querido Dios, que en nuestro corazón nunca
dudemos del poder que tienes para curar almas.
En el nombre de Jesús. Amén.
Miércoles
13 Noviembre Marcos 8:14-21

EL REINO DE DIOS EN PRIMER LUGAR


“Jesús se dio cuenta, y les dijo: ¿Por qué dicen que no tienen
pan? ¿Todavía no entienden ni se dan cuenta?”
Marcos 8:17
Desde que éramos pequeños, nos enseñaron que debíamos
estudiar, tener un trabajo fijo y un hogar. Esta norma impuesta
por la sociedad nos lleva a pensar en la estabilidad, en las cosas
materiales que nos hacen olvidar que es Dios quien nos da todas
estas cosas.
Claro que necesitamos tener un trabajo. En el Salmo 128 hay
una recomendación bien clara: “Feliz tú, que honras al Señor y
le eres obediente. Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y
te irá bien” (Salmo 128:1).
Pero los hombres sólo tocan la perspectiva humana e inme-
diata, Jesús toca la gran expectativa existencial y materialista del
hombre: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o
“¿Con qué vamos a vestir?”
Jesús nos enseña a descansar bajo la protección del padre y a
dominar la ansiedad “Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen
por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que
necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y
el cuerpo más que la ropa?” (Mateo 6:25).
El Señor desea que gastemos nuestras energías con las cosas del
reino. Nuestra preocupación no debe estar en las cosas materiales
porque esas cosas las buscan todos los seres humanos. Dios sabe
de lo que necesitamos y nos va a dar lo que Él quiera y en el
tiempo en que Él desee.

Ayúdanos, Santo Dios, a tener la mente de Cristo


y a pensar primero en las cosas del cielo. Amén.
Juan 16:25-33 Jueves 14 Noviembre
JESÚS HA VENCIDO AL MUNDO
“Jesús les contestó: ¿Así que ahora creen?”
Juan 16:31

Durante gran parte del tiempo en que estuvo con los apóstoles,
Jesús habló con ellos a través de parábolas y ellos, en muchas de
las veces no lo entendían. Curiosamente, antes de ascender al
cielo, el Maestro les habló claramente, pero aún no conseguían
entenderlo.
Después de escuchar las últimas palabras acá en la tierra, los
discípulos dijeron: ‘Ahora vemos que sabes todas las cosas y que
no hay necesidad que nadie te haga preguntas. Por esto creemos
que has venido de Dios.”
Jesús les contestó: “¿Así que ahora creen?” Y les digo más: “Pues
ya llega la hora, y es ahora mismo, cuando ustedes se dispersarán
cada uno por su lado... En el mundo, ustedes habrán de sufrir;
pero tengan valor: yo he vencido al mundo.” Los discípulos, hasta
aquel momento no conseguían entender las palabras de Jesús y
él esperaba que sus compañeros tuvieran más fe.
Y así es. Jesús espera que tengamos fe. El gran desafío es vivir
hoy mismo en el estilo de vida que Jesús nos ha pedido: obediencia,
fidelidad, pureza, mansedumbre, amor y, por encima de todo, fe.
El príncipe de este mundo intentará inducirnos a un estilo
de vida separado de la identidad de los cristianos. Necesitamos
resistir y creer que Dios es quien está al control de todo. Y él sólo
pide que tengamos fe.

Señor Dios, sólo queremos pedir que aumentes


nuestra fe para que podamos ver con el corazón.
Amén.
Viernes
15 Noviembre Juan 18:9-24

AL LADO DE LA VERDAD
“Jesús le respondió: … y si lo que he dicho está bien,
¿por qué me pegas?”
Juan 18:23

En todo momento siempre hay alguien que nos observa, y al-


gunas veces hemos sido confrontados por nuestras acciones. Las
personas cuestionan nuestro modo de vivir, nuestras convicciones,
nuestro testigo de vida. Casi siempre tenemos una palabra pronta
para justificar nuestras acciones. Tal vez una actitud más inade-
cuada de nuestro hijo, pero no siempre tenemos esa misma postura
cuando se trata de defender la iglesia o el evangelio.
El hecho es que, en algunos casos, la gente no está preparada
para escuchar la verdad. En otros, preguntamos, por ejemplo,
a una persona cómo está y ni si quiera ponemos atención a su
respuesta.
Observa que en este texto de Juan 18, el argumento de Jesús es
incontestable: “...y si lo que he dicho está bien, ¿por qué me pe-
gas?” El problema es que el guardia no acertó a ni una palabra de
Jesús, en ningún momento estaba interesado en su respuesta. Sólo
quería un motivo para detenerlo. Y exactamente en este punto
se presenta la figura de Pedro. A continuación del texto de hoy,
el apóstol tiene la oportunidad de defender a su Maestro y com-
pañero, pero prefiere acobardarse y decir que no conocía a Jesús.
La enseñanza de hoy es esta: estemos siempre del lado de la
verdad. El Maestro sabrá recompensar a aquellos que no lo
abandonan.

Poderoso Dios, no permitas jamás que nos acostumbre-


mos más con las mentiras que con las verdades. En el
nombre de Jesús. Amén.
Lucas 24:13-35 Sábado 16 Noviembre

CON LOS OJOS CERRADOS


“Jesús les preguntó: ¿De qué van
hablando ustedes por el camino?”
Lucas 24:17

Muchas veces en nuestra vida nos dejamos llevar por la rutina,


sin poner atención a las cosas que suceden a nuestro alrededor.
Este parece ser el caso de aquellos dos hombres que iban rum-
bo a Emaús. Estaban tan entretenidos con los acontecimientos
del día que no prestaron la debida atención a quien se había
acercado a ellos.
Andamos por la vida en piloto automático, sin darnos cuenta
de nuestra esposa o marido, nuestros hijos, nuestros hermanos.
Este es un riesgo que corremos, porque puede ser que el mismo
Jesús esté queriendo acercarse a nosotros. Como respuesta a la
pregunta de Jesús: “¿De qué van hablando ustedes por el cami-
no?”, hablaban de lo ocurrido con Jesús de Nazaret, un profeta
poderoso en hechos y en palabras delante de Dios, pero que
había sido crucificado.
Así estamos hoy día, con nuestros corazones enfocados en el
trabajo, el empleo o en las deudas y nos olvidamos de mirar para
ver si no es Jesús quien está queriendo darnos una palabra de
consuelo. Estos hombres tenían cerrados sus ojos y sólo se dieron
cuenta de quién era Jesús cuando hizo algo que lo caracterizaba:
tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo
partió y se los dio.
Necesitamos buscar a Jesús, pero no debemos olvidarnos de
que él ya puede estar caminando a nuestro lado.

No te apartes de mí, querido Dios.


Enséñame a mirar tus señales. Por Jesús, Amén.
Domingo
17 Noviembre Juan 21:15-19

EL SIGNIFICADO DEL AMOR


“Jesús le preguntó a Simón Pedro: Simón,
hijo de Juan, ¿me amas más que estos?”
Juan 21:15

Uno de los temas más debatidos en estos días son las “fake news”
(noticias falsas en inglés), que en la mayoría de los casos se propagan
por medio de las redes sociales, y que las personas menos avisadas
repiten sin comprobar si estas noticias son verdaderas o no.
En el tiempo de Jesús la gente también se dejaba llevar por
rumores y Jesús constantemente cuestionaba a sus discípulos en
cuanto a lo que la gente decía sobre él. En este pasaje bíblico
Jesús pregunta a Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más
que estos?” En verdad muchas cosas estaban ocurriendo acerca
de Jesús en aquellos últimos días, y el Maestro deseaba obtener
una pública confesión de fe de aquel mismo hombre que lo había
negado unos días antes.
Y Jesús preguntó tres veces la misma cosa a Pedro, con la misma
respuesta de Pedro cada vez, hasta que con la última respuesta
escuchó: “Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero”, a lo que
Jesús respondió otra vez: “Cuida de mis ovejas”.
En esta enseñanza Jesús quiere mostrar que, cuando se ama a
alguien, se debe amar por entero, incondicionalmente, no sólo por
palabras. Amar es asumir el compromiso de estar juntos, cueste lo
que cueste, abrazar un mismo trabajo para Dios.
¿Y tú, qué responderías si Jesús te preguntara: “Me amas más
que estos?”
Mi buen Señor Jesús, quiero amarte de verdad, sin
avergonzarme ante las personas. Quiero cuidar de
tus ovejas. Amén.
Juan 13:1-20 Lunes 18 Noviembre

HUMILLARSE PARA SER EXALTADO


“Jesús les dijo: ¿Entienden ustedes
lo que les he hecho?”
Juan 13:12
Ciertamente Jesús es el mayor ejemplo de humildad que podemos
citar. Sé que, diciendo esto, puedo dar margen a pensamientos del
tipo: Ah, pero no puedo compararme con Jesús, pero lo que cuenta
aquí es un buen ejemplo.
Aunque era Hijo del Dios altísimo, éll nació en un pesebre,
enseñó a ofrecer la otra mejía, y en este pasaje bíblico llega al acto
extremo de demostración de amor al prójimo cuando lava los pies
de los discípulos.
No vamos a perder de vista la idea de que en los tiempos de
Jesús las personas no usaban zapatos y, por lo tanto, sus pies vivían
llenos de polvo. Ahora, para reflejar: Para lavar los pies de alguien,
es necesario doblarse ante esa persona. Entonces Jesús se humilló
dos veces, una vez cuando se agachó, y la otra cuando lavó los pies
de sus apóstoles.
Y cuando Jesús les pregunta: “¿Entienden ustedes lo que les he
hecho?” Es porque justamente quiere enseñar que el Señor es
aquél que sirve en primer lugar. El maestro quiere que sus segui-
dores adopten una postura de compasión, de humildad delante
de sus semejantes y promete que Dios exaltará a quien actúe de
esta forma. Y la promesa se completa cuando en el Sermón del
Monte Jesús afirma: “Bienaventurados los humildes de corazón,
porque ellos verán a Dios”.
Santo Dios, que tu ejemplo de humildad pueda
guiar nuestras acciones aquí en la tierra. En el
nombre de Jesús. Amén.
Martes
19 Noviembre Mateo 21:33-46

LA VERDAD QUE DUELE


“Jesús entonces les dijo: ¿Nunca han leído
ustedes las Escrituras?”
Mateo 21:42

Jesús se complacía en enseñar y siempre lo hacía a través de


parábolas.
En una de esas ocasiones contó la historia de algunos labradores
malvados que, no sólo no querían pagar al dueño por el uso de
la tierra, sino aún mataron a los empleados que fueron a efectuar
el cobro. Y la historia continúa ya que los labradores malvados
también mataron al hijo del dueño de la tierra, quien fuera también
enviado para cobrar la deuda.
En realidad, Jesús estaba trazando un paralelo con su propia
historia y de ahí surge la pregunta: “¿Nunca han leído ustedes las
Escrituras?”
Esta pregunta alcanzó a los oyentes y a los jefes de los sacerdotes
y a los fariseos. Al oír la parábola, se dieron cuenta de que hablaba
de ellos y quisieron entonces arrestarlo, pero tenían miedo, porque
la gente creía que Jesús era un profeta.
La verdad siempre duele y justamente por eso debemos poner
atención a las palabras del Maestro. Debemos leer las Escrituras
porque contienen la verdad absoluta sobre el reino de Dios.
En algunas ocasiones Jesús es directo, y en otras, habla por pa-
rábolas. Lo cierto es que necesitamos vivir tan cercano a él como
podamos para interpretar sus palabras y vivir con la vista puesta
en la morada eterna.

Nuestro deseo es estar siempre, querido Dios,


listos para escuchar y entender tu palabra. Amén.
Juan 14:1-14 Miércoles
20 Noviembre
ES NECESARIO CONOCER A JESÚS
“Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes,
¿y todavía no me conoces?”
Juan 14:9
Hay un antiguo dicho popular que dice: “¿Quiere conocer a
una persona? Entonces concédele poder”. Esa es una gran ver-
dad. Cuantas veces pensamos que conocemos a alguien, pero de
repente, esa persona cambia tanto su manera de ser que puedes
llegar a pensar que es otra persona.
Tal vez puede ocurrir esto con compañeros de trabajo. Cuando
son promovidos de cargo, empiezan a tratar a otros de una manera
como si nunca hubieran trabajado juntos.
Jesús enseña que no debemos ser así. Él mismo nos da ejemplos
y más ejemplos. Jesús, que era una persona razonable, se quedó
sorprendido cuando Felipe le dijo: “Señor, déjanos ver al Padre,
y con eso nos basta”.
Un poco decepcionado respondió a Felipe: “Hace tanto tiempo
que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces?” Y además lanzó
un desafío: “Les aseguro que el que cree en mí hará también las
obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo
voy a donde está el Padre”.
Este es Jesús, el Hijo de Dios, el León de la Tribu de Judá, el que
abrió la puerta para estar junto a la gloria de Dios. Él lo sufrió todo
para que nosotros vivamos, él sintió nuestros dolores y murió en
nuestro lugar. ¿Quieres tener una vida de victoria? Acércate a Jesús,
conócelo de cerca y disfruta, en tu futuro, una vida eterna con él.

Quiero presentarme ante ti, oh Dios, porque sé que


conoces a los que son tuyos. Abre mis ojos,
en el nombre de Jesús. Amén.
Jueves
21 Noviembre Lucas 22:32-46

MUCHA GENTE ANDA DURMIENDO


“¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren,
para que no caigan en tentación”.
Lucas 22:46

No es secreto para nadie que todas las personas tienen alguna


misión en la vida. La Biblia misma lo asegura.
Acerca de los dones espirituales, en la primera carta a los Co-
rintios, Pablo dice que Dios da a cada uno alguna prueba de la
presencia del Espíritu para provecho de todos. Y de la misma
manera, todos nosotros fuimos bautizados para formar un solo
cuerpo por medio de un solo Espíritu.
Tal vez por este motivo Jesús se quedó decepcionado cuando se
alejó por unos instantes de los discípulos y al volver los encontró
durmiendo. Era un momento importante, de aflicción, donde Jesús
había pedido a Dios que lo librara de aquel sufrimiento y, en vez
de compartir aquel momento de crisis, los discípulos simplemente
se dejaron vencer por el sueño.
Mucha gente hoy en día aún sigue durmiendo. Mientras que
las iglesias necesitan obreros, mientras que organizaciones envían
misioneros a los más lejanos rincones del mundo para predicar el
Evangelio, hay personas que apenas calientan los bancos de las
iglesias, sin asumir compromisos, sin hablar una sola palabra acerca
de la salvación en Cristo Jesús.
La palabra de Dios es actual y las advertencias también. Y no
sería exagerado si esa misma pregunta se dirigiera a nosotros: “¿Por
qué están durmiendo? Levántense y oren, para que no caigan en
tentación”.
Acuérdate de mí, mi buen Jesús, para que yo salga
de la inercia y predique tu palabra. Amén.
Noviembre
Marcos 7:1-23 Viernes 22
DE DONDE VIENE LA CONTAMINACIÓN
“¿No entienden que nada de lo que entra de afuera
puede hacer impuro al hombre…?”
Marcos 7:18

Desde muy pequeños aprendemos nociones de higiene. Por


ejemplo, siempre debemos lavarnos las manos, principalmente
antes de comer. Esta es una de las más básicas lecciones de salud
pública. Es necesario tener cuidado porque muchas enfermedades
que ya habían sido erradicadas vuelven por falta de aseo.
En el dialogo arriba, Jesús no está en ningún momento diciendo
que las personas no deben cuidar de su higiene personal. Lo que
él está afirmando es que mayor cuidado debemos tener con las
cosas que salen de dentro del corazón.
Y no es difícil comprender este mensaje. Lo que el Maestro
estaba destacando es que de nada sirve mantener tradiciones
de los antepasados. Los fariseos y los maestros de la ley estaban
preocupados en confrontar a Jesús sobre la base de tradiciones,
pero fue Jesús quien los confrontó.
Dijo el Maestro: “Porque de adentro, es decir, del corazón de
los hombres, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual,
los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el
engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de
juicio. Todas estas cosas malas salen de adentro y hacen impuro
al hombre.”
Qué hermosa enseñanza, ¿no es cierto? Jesús quiere que tengas
limpias las manos, pero también, y sobre todo el corazón.
Limpia mi corazón, bondadoso Dios,
para que de mi boca sólo salgan
cosas buenas. Amén.
Sábado
23 Noviembre Juan 13:36-38

CUESTE LO QUE CUESTE


“¿De veras estás dispuesto a dar tu vida por mí?”
Juan 13:38

En los años 70, en toda América Latina, hubo una “lluvia” de


cursos y talleres que eran llamados “Entrenamiento de Liderazgo
Cristiano”. Las personas pasaban dos o tres días en cursos moti-
vacionales dictados por profesores especializados y salían de estos
cursos dispuestos a cambiar el mundo.
Pero la realidad fue muy diferente. En el mundo real las perso-
nas matan asaltan, engañan y, presionadas, muchas veces actúan
de manera muy diferente de la que enseñamos todo el tiempo.
Imagino que más o menos eso haya ocurrido con el apóstol
Pedro. Emocionado, encantado con las enseñanzas de Jesús, Pedro
dijo que sería capaz de morir por el Maestro, pero fue confrontado
por Jesús quien le dijo: “Pues te aseguro que antes que cante el
gallo, me negarás tres veces”.
Seguir a Jesús es una decisión que debe tomarse para toda
la vida. No puedes aceptarlo y desistir cuando surja la primera
dificultad. Jesús nos ha dejado muchas enseñanzas. Pero entre
todas ellas hay una incondicional: “Les doy este mandamiento
nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a
ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman
los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son
discípulos míos.”
¿Amas a Jesús al punto de dar tu vida por él, cueste lo que cueste?

Señor, el compromiso que ahora asumo es para siempre


porque toda mi vida quiero estar a tus pies. Por Jesús,
amén.
Noviembre
Marcos 4:30-34 Domingo 24
COMO UNA SEMILLA DE MOSTAZA
“¿A qué se parece el reino de Dios, o con
qué podremos compararlo?”
Marcos 4:30
Como ya vimos en varias oportunidades, Jesús tenía una gran
predilección por enseñar a través de parábolas y este método fue
elegido también cuando el Maestro decide explicar cómo sería el
reino de Dios.
Dijo Jesús: “¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podre-
mos compararlo? Es como una semilla de mostaza que se siembra
en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo,
pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las otras
plantas del huerto, con ramas tan grandes que hasta las aves pueden
posarse bajo su sombra.”
La primera enseñanza que vemos aquí es que siempre debemos
sembrar y no sólo sembrar, sino saber lo que se está sembrando. La
segunda enseñanza: tener paciencia para saber esperar el resultado
de la siembra. Hay un tiempo: debemos sembrar y confiar que
Dios mismo va a regar nuestra siembra.
Tercera enseñanza: El resultado recogido debe ser para Dios, no
sólo las primicias, pero toda nuestra cosecha debe ser sometida a
Dios para que él haga la distribución.
Y la última enseñanza es que Jesús quiere compartir con noso-
tros la oportunidad de sembrar, generar y, en el tiempo oportuno,
cosechar frutos. Necesitamos prepararnos para eso.
Qué magnífico ejemplo de confianza Jesús comparte con noso-
tros… no podemos decepcionarlo.
No desistas nunca de nosotros, grandioso Dios. No
nos dejes desperdiciar la sangre que derramaste en
aquella cruz. Amén.
Lunes
25 Noviembre Juan 20:11-18

RECONOCIENDO LA VOZ DEL MAESTRO


“Jesús le preguntó: Mujer, ¿por qué lloras?
¿A quién buscas?”
Juan 20:15

¿Por qué una persona llora? Puede llorar porque tiene hambre,
porque está con algún tipo de dolor, por haber quedado sin empleo
o por haber perdido a alguien muy querido.
Para muchos, llorar es una demostración de debilidad, para
otros puede significar una demostración de fuerza, principal-
mente si llora en público, pero las lágrimas no deben impedirte
para ver la realidad.
María Magdalena quería ver con sus propios ojos donde Jesús
había sido enterrado. Ella se quedó afuera, junto al sepulcro,
llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro.
Entonces escuchó una voz, y pensando que era la voz del hombre
que cuidaba el huerto, le dijo: “Señor, si usted se lo ha llevado,
dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo.”
Jesús entonces le dijo: “¡María! Ella se volvió y le dijo en he-
breo: ¡Rabuni! (que quiere decir: «Maestro»)” Aquí en este punto
sucede algo maravilloso, aunque un poco tarde. Desde el punto
de vista humano, la oveja reconoció la voz de su pastor y eso es
lo que importa.
Jesús se presenta a nosotros todos los días de muchas y diversas
maneras. Es responsabilidad de nosotros estar listos para atender
su llamada y reconocer sus promesas de vida eterna. Déjame
escuchar tu voz, Señor.

Ayúdame, bondadoso señor, a reconocer tu voz


y a seguirte por dondequiera que vayas. Amén.
Juan 20:24-29 Martes
26 Noviembre
LA INCREDULIDAD QUE CIEGA
“Jesús le dijo: ¿Crees porque me has visto?”
Juan 20:29

El mundo prácticamente se detuvo el 24 de mayo de 2018 para


acompañar la boda del Príncipe Harry con la actriz Meghan
Markle. Unos querían ver el vestido de la novia, otros querían
ver a los astros y estrellas invitados y otros todavía sólo querían
ver el lujo y la riqueza de un matrimonio real.
Para mucha gente la vida se resume a esto: un espectáculo de
luces y colores y todo tiene que ser lo más grandioso posible. Tal
vez por este motivo el apóstol Tomás dudó cuando Jesús apareció
y habló con él poco después de haber resucitado. Puede ser que,
ante todo lo que había presenciado, de todos los milagros hechos,
Tomás quería ver a Jesús resucitar de una manera espectacular
En lugar de eso, Jesús fue hablando con las personas más cer-
canas a él entonces Tomás, que no había presenciado ningún
espectáculo acabó dudando al punto de decir: “Si no veo en sus
manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y
mi mano en su costado, no lo podré creer”.
Después de permitir que Tomás le tocara, Jesús dijo: “¡Dichosos
los que creen sin haber visto! En esta frase está el secreto de la
vida cristiana.”
Tomás podía verlo personalmente, pero pidió una prueba.
Nosotros no podemos verlo, pero podemos sentirlo y obedecerlo
y compartir las bendiciones de una vida eterna con él.

Jesús, perdóname cuando no percibo que el mayor


espectáculo ya ocurrido, y fue la intervención de Dios
en la tierra, regalándonos su presencia. Amén.
Miércoles
27 Noviembre Marcos 3:31-35

LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA
“Jesús les contestó: ¿Quiénes son mi
madre y mis hermanos?”
Marcos 3:33

Una de las grandes verdades que encontramos en la vida es


ésta: no podemos escoger la familia de sangre a la que vamos a
pertenecer. Sin embargo, hay otra verdad también en todo eso:
nuestra familia de fe, esa sí podemos elegir.
El diccionario define familia como siendo un agrupamiento
humano formado por individuos con ancestros en común ligados
por lazos afectivos y que, generalmente, viven en una misma casa.
Basados en este hecho, los discípulos llamaron la atención
de Jesús porque, mientras él hablaba, llegaron algunos de sus
familiares, y mirando a su alrededor, Jesús añadió: “Estos son mi
madre y mis hermanos. Pues cualquiera que hace la voluntad de
Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.”
Observa que el Maestro no estaba negando a su familia de
sangre, sino que, estaba elevando en lo más alto, y tomado muy en
cuenta a las personas que ya estaban allí escuchando su mensaje.
Por supuesto, es importante tener en consideración a la familia,
pero es de mucho valor considerar, apoyar y adorar a Dios junto
con la familia de fe. Es precisamente este hecho que Jesús estaba
valorizando en aquella ocasión.
¿Cuál es tu iglesia? ¿Quién pertenece a tu familia de fe? ¿Tienes
hermanos en Cristo? ¿Haces la voluntad de Dios? ¡Piensa en eso!
Querido Dios, me inspiro a participar en una comunidad
donde yo pueda disfrutar de la alegría de poseer hermanos
en la fe. Amén.
Noviembre
Lucas 18:18-30 Jueves 28
DIOS ES BUENO EN TODO TIEMPO
“Jesús les contestó: ¿Por qué me llamas bueno?”
Lucas 18:19

¿Cuál es el concepto que tienes sobre una cosa ser buena o


mala? Y si comparamos este concepto a la gente, ¿qué hace un
ser humano ser bueno o malo?
Obviamente, si comparamos personajes de la historia, podríamos
citar, por ejemplo, Mahatma Gandhi como una buena persona y
Adolf Hitler como una mala persona. Sin embargo, esta afirmación
es muy vaga porque Gandhi, alguna vez debe haber hecho algo
malo al paso de que Hitler, por lo menos, una vez en la vida debe
haber hecho algo bueno.
Cuando Jesús es llamado irónicamente de buen maestro, por
aquel joven rico, inmediatamente él dispara una frase certera:
“Sólo Dios es bueno”. ¿Y sabe por qué dijo eso? Porque Dios es
bueno todo el tiempo.
El joven rico en ningún momento estaba interesado en la res-
puesta de Jesús, porque el objetivo en aquel instante era solamente
intentar desestabilizar al Maestro. Pero conociendo el corazón de
aquel joven, Jesús fue directo al punto, porque sabía de antemano
que el corazón del muchacho estaba preso a las riquezas que poseía.
Observa aún la humildad de Jesús: incluso haciendo bien en todo
instante, al ser llamado bueno, dijo: “¿Por qué me llamas bueno?
Bueno solamente hay uno: Dios”.
Gracias te rendimos, oh Dios, porque eres bueno
en todo momento. En nombre de Jesús, amén.
Viernes
29 Noviembre Juan 11:17-27

EL SECRETO DE LA VIDA ETERNA


“Jesús les contestó: ...y todo el que todavía está vivo y cree en
mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”
Juan 11:26

Durante todo su ministerio, Jesús habló sobre la obediencia a


Dios, amor al prójimo y la victoria sobre la muerte. El problema
es que cuando la muerte ronda nuestra casa o nuestra familia,
rápidamente nos olvidamos de las palabras de Jesús: “Yo soy la
resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá”.
Somos muy débiles en la fe y esta debilidad espiritual y física
nos ciega cuando tenemos que enfrentar la muerte de algún
pariente o amigo. Y fue exactamente lo que le pasó a Marta. Así
que cuando vio a Jesús disparó: “Señor, si hubieras estado aquí,
mi hermano no habría muerto”.
Marta se olvidó de la promesa de Jesús y ciega por el dolor de
la pérdida del hermano Lázaro, llegó a decir a Jesús: “...ya sé que
mi hermano volverá a vivir cuando los muertos resuciten, en el
día último”. Sin embargo, ella estaba equivocada.
La promesa de Jesús es para ser vivida hoy, aquí y ahora. No
es un sueño lejano. Con el poder que tenía, dado por el Padre
Celestial, Jesús resucitó a Lázaro y quiere hacerlo hoy también
contigo.
La invitación es para hoy. Acepta y vivirás una nueva vida en
Cristo Jesús.

Quita mi piedra, Señor Jesús, ayúdame a ser fiel a ti,


y vivir cada día recordando tus promesas. Amén.
Noviembre
Marcos 15:21-41 Sábado 30

DIOS NO DESAMPARA A SUS HIJOS


“Jesús gritó con fuerza: Eloí, Eloí,¿lemá sabactani?” (que signi-
fica: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
Marcos 15:26

La relación entre Dios-Padre y Jesús, el Hijo, siempre fue una


relación cercana, amorosa y de obediencia. Sin embargo, Jesús
nunca dejó de demostrar cariño por el padre, tanto que la expresión
usada por Jesús siempre fue “Abba”, que quiere decir padre, papá,
una forma muy cariñosa de referirse al Creador.
No sé si has prestado atención a este hecho. En aquel momento
de sufrimiento en la cruz, Jesús no se refiere a Dios como padre,
o papá, sino como Dios. Y grita en alta voz: “Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?”
Imagino que, con mucho dolor en el corazón, en aquel momento,
Dios no estaba siendo padre. Él estaba siendo Dios, el Dios que dio
a su Hijo unigénito para que él muriese para salvar a la humanidad.
Un poco antes, cuando oraba Jesús dijo: “Abba, Padre, para
ti todo es posible: líbrame de este trago amargo...”. Se percibe
que definitivamente no tenía miedo de ser azotado, humillado,
torturado y finalmente muerto. Lo que debe haber dejado a Jesús
horrorizado era la expectativa de tener que soportar todo el peso de
la ira de Dios, al cargar el pecado de su pueblo sobre sus espaldas.
Por lo tanto, lo que te pido hoy día es que no invalides el sacrificio
de Jesús, que lo aceptes como tu único Salvador. Sólo él puede
cambiar tu vida.
Presento en este instante mi vida a ti, Señor Jesús.
Quiero vivir contigo para siempre. Amén.

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