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“Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de
recaudación de impuestos. «Sígueme», le dijo. Mateo se levantó y lo siguió. 10
Mientras Jesús estaba comiendo en casa de Mateo, muchos recaudadores de
impuestos y pecadores llegaron y comieron con él y sus discípulos. 11 Cuando
los fariseos vieron esto, les preguntaron a sus discípulos: — ¿Por qué come su
maestro con recaudadores de impuestos y con pecadores? 12 Al oír esto,
Jesús les contestó: —No son los sanos los que necesitan médico sino los
enfermos. 13 Pero vayan y aprendan lo que significa: “Lo que pido de ustedes
es misericordia y no sacrificios.” Porque no he venido a llamar a justos sino a
pecadores.
Introducción:
VALOR PIB SATÉLITE: Compartimos nuestra fe con todos.
Te voy a decir una GRAN verdad que, quizás ya sabías pero que debes
recordar: Todos estamos aquí porque alguien más nos compartió de Jesús.
Uno de los valores de nuestra iglesia es que compartimos nuestra fe con todos.
Porque Jesús es para todos, no solo para unos cuantos. Obviamente, No todos
son para Jesús, pero Jesús es para todos.
Pero también todos los días digo ¿Y de qué manera puedo ser de testimonio,
de bendición sino es interactuando y relacionándome con ellos? Ahora más
saben que soy pastor. Y algunos de ellos ya me responden los mensajes
también con un Dios te bendiga
Quizás algunos pudieran decirme, ¿cómo nos pides que interactuemos con no
creyentes? Nosotros somos apartados del mundo. Somos nación santa. Bájale
dos rayitas a tu religiosidad.
La biblia no dice que no nos juntemos con no creyentes, de qué otra manera
podríamos ser de testimonio para ellos, pero si dice que no nos juntemos con
nadie que llamándose cristiano sea;
Yo sé que ninguno de los que están aquí cree que hay personas que son
demasiado pecadoras como para que Dios las perdone. Pero es muy posible
que nuestros prejuicios, que todos los tenemos, nos impidan compartir de
Jesús con otros.
En cierto que muchas personas ya tienen sus agendas, sus prioridades y Cristo
no aparece en ellos, lo vemos con claridad, pero no todos son así.
Ustedes saben que como iglesia vamos a tener un ministerio que se llama mil
por mil, evangelismo relacional.
Por favor, apunta los siguientes teléfonos. 55 4838 2847, José Roque. Y 55
5434 2221, Adrián Paredes. Ellos son los responsables de este ministerio.
Llámales y diles que quieres aprender a compartir tu fe.
Como campus todos debemos estar compartiendo nuestra fe con alguien más.
Y ellos pueden ayudarnos a hacerlo.
“Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de
recaudación de impuestos. «Sígueme», le dijo. Mateo se levantó y lo siguió.”
Mateo 9:9
Mateo era considerado como un traidor por los de su pueblo. Su trabajo era
quitarles su dinero a manera de impuestos y dárselos a los romanos. Y para los
judíos de su época, no había pecado más grande que ese. Por esa razón era
excluido y criticado.
Pero aquí vemos a Jesús viendo a Mateo por encima de todo esos juicios y lo
llama. Cuando leemos el resto del evangelio de Mateo, nos damos cuenta de
que él legaría a ser uno de los 12 apóstoles y que, hasta escribió el evangelio
que estamos leyendo. Y la razón era simple, Jesús había perdonado y
transformado su vida.
Para Dios no hay pecado grande o chico. Para él solo hay pecado. Y Santiago,
el medio hermano de Jesús dice en su carta que, si alguno guarda toda la ley,
pero falla en un punto, se hace culpable de toda. Así que para Dios nos hay
personas más o menos pecadoras.
Mientras reflexionaba en este punto, Dios me mostró algo que quiero compartir
contigo: Mateo mostró interés y siguió a Jesús cuando él lo llamó, porque
Jesús había mostrado interés en él primero.
Y Mateo recién había conocido a Jesús así que no sabía todo, no tenía todas
las respuestas. Solo invitó.
Mateo usó lo que tenía a la mano para presentar a Cristo a los demás:
Utilizó su CASA
Los expertos en evangelismo dicen que hay más probabilidades que una
persona te acepte a una invitación a tu casa, que a la iglesia. Ponen menos
pretextos, levantan menos barreras porque es un lugar neutral, con atmosfera
de hogar. Por eso tenemos grupos pequeños en casa. Mateo sin saberlo, uso
su casa.
Utilizó su COMIDA.
Si tú quieres que las personas te visiten, invítalos a comer. Invítame. Como
cultura latinoamericana nos encantan las invitaciones a comer. Pasar tiempo
alrededor de la mesa y la sobre mesa. Mateo fue estratégico, no rentó un salón
e hizo una reunión con cantos y predicación, hizo una comida e invitó a muchas
personas para acercarlos a Jesús.
Si tú tienes una casa, puedes dar unos sándwiches y tienes amigos, vecinos o
compañeros de trabajo con los que tengas cierto tiempo de buena relación,
bien puedes hacer evangelismo personal.
¿De qué manera podrías estar usando lo que ya tienes para compartir de
Jesús con otros? Usa tu casa, usa tus redes sociales, usa fechas especiales e
invítame a compartir algo. Lo que sea, pero hazlo.
“Cuando los fariseos vieron esto, les preguntaron a sus discípulos: — ¿Por qué
come su maestro con recaudadores de impuestos y con pecadores?” (9:11)
Los que están listos y escuchan el llamado de Dios, responden. Otros tendrán
su tiempo. Y otros te dirán que no. Pero lo importante, es que sigamos
compartiendo.
Conclusión: