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AdiV

Aparentaba ser un día como cualquiera, tomo mi celular y reviso mis redes sociales,
estaba saturada de publicaciones sobre una gran tragedia así que decidí leer la nota para
saber lo que había sucedido.
“Hoy por la mañana ha muerto Will Smith tras ser aplastado por la torre Eiffel”
Mi rostro se entristeció no tanto por la caída de la torre sino porque estimaba mucho a Will
Smith y es una lástima que un gran personaje como él dejara esta vida.
Al pasar de los días a mis cercanos les comenzaron a ocurrir sucesos trágicos de una
manera inexplicable. Todo siguió extraño, sucesos misteriosos.
No podía ser tanta coincidencia entre un evento y otro, simplemente era casi imposible
que tuvieran tanta similitud entre sí; como los días transcurridos, la posición de la
tragedia, la forma en que se efectuó y lo peor de todo era lo que yo había nombrado como
“la marca”...
La revolución que estaba ocasionando todos estos sucesos hacían que la gente se
volviera aún más paranoica de lo que ya estaba, para un pueblo como “Avid” el ser de
casi diminutas dimensiones cualquier cosa inusual era motivo de alerta y atención máxima
a cada detalle que pudiera ser útil para su investigación a una posible solución. Cada hora
que pasaba, cada “accidente”, cada muerte tenía esa marca en común
¿Es que nadie la notaba? Era demasiado evidente como para ser ignorada por naciones
enteras que están “al pendiente” de todo lo sucedido.
Pasando unas semanas desde el comienzo de estos sucesos de repente recibí una
llamada, era mi madre, sonaba con un tono bastante angustiada pidiendo que fuera a su
casa urgentemente la cual se encuentra en un pueblo muy alejado de la ciudad así que
hice lo posible por llegar deprisa, al llegar a verla le noto una horrible palidez y terror como
si hubiera visto al mismo demonio, estaba tan aterrada que no podía mencionar ni un
palabra; desesperadamente al ver la dirección que tornaba todo le pregunto que si a que
se debía su llamada así que silenciosamente me dirige hacia su habitación, entonces lo vi,
tendido en el suelo, ya no era mi padre, ahora solo era un cuerpo inerte tendido en la
habitación, podía reconocer su viejo rostro que no iba de acuerdo con su edad, sus
cabellos plateados y esas manos que siempre trabajaron por nosotras y por todos.
Un hombre conocido por todos, amado por muchos estaba ahora simplemente sin vida
en una oscura habitación, pero, si de algo estaba segura era que ese hombre no se había
ido sin antes haber dejado algún indicio; pero antes de cualquier cosa decidimos llamar a
la policía.
No tardó en llegar la policía y de inmediato se aproximaron a revisar el cuerpo; después
de un tiempo confirmaron nuestras sospechas, mi padre estaba muerto, pero había algo
extraño no tenía señales por la cual hubiera muerto, heridas, ataque al corazón, ni
siquiera alguna sobredosis y mucho menos un asesinato; mi padre estaba intacto como si
solo estuviera dormido y antes de que los forenses se llevaran a mi padre sus ojos se
abrieron repentinamente y se tornaron negros que en el instante nos asustamos, pero
luego fue algo irrelevante ya que solo pudo haber sido movimiento involuntario que hacen
los muertos.
Un mes después de lo que le sucedió a mi padre, mi madre y yo fuimos a la morgue ya
que el proceso no podía seguir hasta encontrarle alguna explicación lógica a su muerte,
como en la ciudad hay solo una morgue ubicada en el hospital no hubo problema en
encontrar esa fría bóveda .
Cuando llegamos en la sala principal donde estudiaban a los cuerpos y practican las
autopsias, el edificio se encontraba más lleno de lo usual, pues al parecer a partir desde
caída de la torre Eiffel se descubrió aquel que muriera sin importar de la forma que fuera
sus ojos se tornaban negros incluso Will Smith.
Mientras seguían investigando la muerte de mi padre invité a mi madre a quedarse en mi
casa hasta que todo se resolviera porque era aún muy reciente el suceso y para ella más
que para mí, fue muy traumático, mi madre me dijo que había olvidado algunas cosas en
casa y que necesitaba que la llevara por sus pertenencias, a lo que negué porque no
permitiría que fuera recordar el suceso, a lo que le dije que solamente iría yo. Al llegar al
pueblo se sentía una vibra muy extraña porque podría ser un pueblo tan apartado que
hasta podría considerarse fantasmal o que se encuentra embrujado, pero no era el caso
el lugar era bastante acogedor por la calidez de los habitantes por lo cual fue
verdaderamente extraño que al llegar los habitantes de ahí estuvieran encerrados y con
miedo de que alguien se les acercara, entré a casa de mis padres y saqué las cosas de
mi madre, cuando salí me di cuenta que los vecinos me miraron asustados y uno
murmuró -¡qué valentía para entrar!-
Yo no entendía nada aún porque sabía que hubo un muerto en esa casa y aunque aún
no se logra explicar su muerte los comportamientos seguían siendo bastante extraños así
que decidí ir con unos vecinos muy amigos de mis padres para comprender mejor la
situación por la que el pueblo vivía, al tiempo que estoy en su casa y comenzamos a
hablar les pedí que me explicaran porque se hacía tanto escándalo la muerte de alguien,
no es que no me sintiera mal por la muerte de mi padre o que no me importara lo que le
pasó, al contrario, me importaba tanto que quería entender claramente lo que sucedía;
pero no es como si mi padre fuera la primera persona en el mundo o en el pueblo que
muriera, o sea la muerte es algo normal y el comportamiento era muy exagerado.
Entonces me explicaron que desde la muerte de mi padre todas las noches en casa de
mis padres parecía que algo merodeaba alrededor de ella y que un hombre que tenía muy
poco viviendo ahí tan poco tiempo que ni siquiera estaba enterado de la muerte de mi
padre, aquel hombre al escuchar los ruidos decide acercarse para inspeccionar y no duró
ni cinco minutos cuando salió de ahí despavorido hasta su casa de la cual no ha salido de
ahí desde entonces.
Esa información fue bastante buena y tal vez me podía ayudar a saber la causa de su
muerte, pero tendría que volver otro día porque ya se hacía muy tarde y no quiero que mi
madre se preocupe así que volví a mi casa; a los días le inventé a mi madre que tenía un
viaje de trabajo para tener más tiempo de investigar el caso en el pueblo, cuando llegué
fui a la casa del hombre estuve frente a ella como una hora ya que no me quería abrir, de
algún modo lo entendía pues acaba de pasar el trauma de su vida y es de esperarse que
desconfíe de todo, después de tanta insistencia me dejó pasar aún horrorizado y le
expliqué un poco de quién era y para lo que estaba ahí, luego proseguí por preguntarle
qué fue lo que pasó a lo que el hombre me responde:
-Iba caminando a mi casa de regreso del abarrote, cuando paso frente a casa de sus
padres escuché ruidos extraños a lo que decidí ir a revisar porque puede que alguien
estuviera herido y requiriera ayuda, al adentrarme al patio trasero veo a lo que parecía ser
un hombre herido, comencé a hablarle para saber su gravedad, cuando ya me encontraba
a un metro de distancia de él, el hombre se levanta y al estar de pie se notaba muy
diferente.
-¿Cómo se veía?
- Era como de tres metros de alto, sus extremidades eran bastante largas y parecía que
no tenía rostro; y de repente se agachó hasta quedarse viendo mis ojos fijamente, sentí
como si se quisiera llevar mi alma, fue tan extraño, era como si algún modo intentara
entrar en mí, fue la sensación más horrible que he experimentado.
Regresando a esa casa, la cual ya no podía ver como un hogar, me dije a mi misma que
era todo por mi madre, el shock que le causó a mi madre no lo podría superar apenas
pasado un mes, tal vez ni siquiera en un siglo. Juntos vivieron cientos de fantásticas
aventuras que con el paso del tiempo registraron en diarios de los que nunca se me
permitió leer ninguno.
Al recordar todo eso una lagrima escapo de mí, había algo que no encajaba y tenía que
resolverlo a toda costa.
Volviendo a aquella habitación de algo muy claro me pude percatar, había un diario extra,
volví a contar, seguía sobrando uno. A diferencia de todos este tenía un tono rojizo oscuro
y mi nombre grabado en el cuero de la portada
Al regresar a mi solitaria casa con mi madre a mi espera le entregue sus cosas y su rostro
se tornó un poco más tranquilo pero a la vez nostálgico.
El reloj dio exactamente las 3:00 am, era el momento perfecto, tomé el diario y con todo el
cuidado del mundo lo abrí, no sabía que podría haber escrito mi padre en él, ni porque
tenía la especificación con mi nombre pero pronto lo descubriría
Comenzaba en París con la muerte de mi ídolo, seguía a sus alrededores con notas que
especifican cientos de desempleos, se expandía como una peste más grande, registraba
miles de muertes específicamente de recién nacidos e infantes, creció aún más
continuando por África, en el mapa marcaba con rojo el regreso de la que en algún
momento fue muy temida y tratada, una palabra miles de muertes, ÉBOLA
Cuando volví a consultar el reloj eran las 4:30, no me importo la pesadez que recaía en
mis ojos y continúe leyendo.
Después de aquel mapa había un apartado específico de fotografías y muestras, ahora
veía en qué gastaba su tiempo aquel viejo que viajó por todo el mundo, era impresionante
la cantidad de sucesos o más bien de TRAGEDIAS ocurridas en los últimos tiempos, pero
como sospechaba todas coincidían.
Como una plaga se estaba expandiendo por todo el mundo, afectando a las grandes
naciones y tomando por sorpresa a la población de distintas maneras.
¿Será acaso que mi padre era el culpable eso? ¿O solo se encargó de estudiarlos? ¿Y si
aquello que ocasiona las tragedias lo descubrió antes de que lo divulgara?
Mi mente comenzó a llenarse de preguntas y cada página que leía de ese diario
provocaba que me llenara de miedo porque si aquel sujeto extraño de mi casa sabía de lo
que me estaba enterando podría terminar como mi padre y no quería provocar más
sufrimiento a mi madre, pero necesitaba saber más acerca de esto pues ya había llegado
muy lejos, sentía como la adrenalina invadía mi cuerpo no podía creer que después de
todo este tiempo estuviera a un pequeño paso de desenmascarar al responsable de los
sucesos cuando de la nada entró una fuerte corriente de viento a la habitación que hizo
volar todos los papeles y ese torbellino se empezaba a hacer cada vez más visible, pero
por la falta de luz debido a que ya era de noche no lograba distinguir de que o quien se
trataba hasta que instantáneamente el torbellino cesó y se iluminó la habitación de
manera repentina. Levanto la mirada para conocer a aquel culpable de todo, pude ubicar
lo que sería su rostro, lo miré a los ojos entré en un estado de shock en verdad no podía
creer lo que estaba viendo, no era posible; el culpable fue…

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