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Pelot en la playa

A menudo los psicólogos hacemos uso de metáforas para referirnos a problemas que traen los
pacientes. Hoy vamos a hablar de una metáfora, propuesta por Steven Hayes, que puede
aplicarse a muchos casos de niños en duelo por la muerte de un ser querido.

Vamos a imaginarnos que estamos tranquilamente en una playa o en una piscina. De pronto,
empiezan a aparecer pensamientos y emociones muy desagradables: dolor por la ausencia de
nuestro ser querido, tristeza, nostalgia, ansiedad, miedo, enfado, pensamientos de no tener
nada por lo que vivir… Todas estas emociones y pensamientos se meten dentro de una gran
pelota de playa. Esta pelota nos recuerda todo lo doloroso y desagradable que tenemos: ¿Qué
podemos hacer con ella? Lo que intentamos es meterla debajo del agua para que no se vea.
Una vez sumergida, todo está bien: la piscina o la playa vuelven a ser como eran antes, salvo
por el hecho de que estamos esforzándonos mucho en intentar mantener la pelota bajo el
agua. Además, tampoco podemos nadar o jugar, porque en el momento en el que lo hagamos,
la pelota volverá a emerger a la superficie.

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