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Hospitecnia

Revista de Arquitectura, Ingeniería, Gestión hospitalaria y sanitaria.


ISSN: 2462-7348
Boletín 27 15/07/2019 Consultas externas y unidades de hospitalización

EXPERIENCIA Y PROBLEMÁTICA DE LA UNIDAD DE HOSPITALIZACIÓN

Albert de Pineda, arquitecto fundador de Pinearq

A lo largo de la historia de la arquitectura hospitalaria, la superficie de la unidad de


hospitalización ha variado sustancialmente. Originariamente, un hospital era un
edificio de habitaciones para pacientes pero, con los desarrollos de la tecnología
médica, esta unidad ha perdido jerarquía en la configuración de lo que ahora es un
hospital: un equipamiento complejo.

La forma y el reparto de las funciones al interior hospital han cambiado,


principalmente, por la estancia media de los pacientes en él, ya que se ha
disminuido al pasar de 12 días por paciente a 4 días por paciente. Este cambio es
posible por los avances en medicina, con nuevas técnicas de cirugía mayor
ambulatoria, de cirugía menor y con los hospitales de día.

Para desarrollar una unidad de hospitalización, primero se debe definir la habitación


tipo y, por lo tanto, el número de camas por habitación. El origen de esta unidad es
una sala única para 20 pacientes, como la definió la enfermera inglesa Florence
Nightingale en el siglo XIX; luego, se crea la unidad de hospitalización al agrupar
varias habitaciones de diferentes tipos: individual con baño, doble con baño, triple
con baño, y cuádruple con baño (que se conforma por la eliminación del muro que
divide dos habitaciones dobles). La definición de este parámetro es fundamental
para concretar la forma de una unidad de hospitalización.

Especificar el número de camas es básico en esta definición. Generalmente, se


desarrollan unidades de 20 habitaciones con dimensión de dobles, para utilizar 10
de estas con dos camas y las otras 10 con una sola cama. Esto es porque el coste de
construcción de una habitación doble con baño y de una individual con baño es muy
similar: de esta manera, se obtienen unidades de hospitalización flexibles que
pueden acoger entre 30 y 40 pacientes en función de las necesidades del hospital
e, incluso, de los cambios a lo largo del año.

Nos preocupa, fuertemente, la relación de cada habitación con la ventana. Por la


posición horizontal del paciente, buscamos soluciones que permitan la visión hacia
el exterior, como antepechos bajos, que suman en el confort y la tranquilidad de los
usuarios de estos espacios. Por lo tanto, se busca la orientación solar para
aprovechar el máximo número de horas de luz natural y, por consiguiente, se
apuesta por un control lumínico que complete este criterio. La luz y las vistas ayudan
en la recuperación del paciente, además de hacer las horas de espera más
placenteras.

Por otro lado, la coordinación y elección del módulo estructural de la unidad de


hospitalización es un tema que nos preocupa y trabajamos constantemente. Hace
años se utilizaba el módulo de 7,20 x 7,20 metros, que permite obtener habitaciones
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de 3,50 metros de lado; pero el incremento en las dimensiones del mobiliario y los
cambios en las normas de seguridad estructural han hecho que, actualmente, se
utilicen módulos de 7,20 metros para habitaciones de 3,70 metros, o módulos de
8,00 x 8,00 metros en zonas con grandes riesgos sísmicos.

Otro tema es cómo agrupar las habitaciones en una unidad de hospitalización. En


principio, el criterio más importante de diseño es la distancia desde el control de
enfermería hasta cada habitación y, sobre todo, hasta la habitación más lejana. La
distancia máxima aconsejable es de 35 a 40 metros, porque más significaría
incrementar el número de personal asignado a una unidad, con el consiguiente
incremento de coste operacional del hospital.

Al agrupar habitaciones en una unidad se definen, también, diferentes tipos según


la disposición de todos los elementos que la conforman. La manera más habitual es
la de pasillo central, es decir: habitaciones-pasillo-habitaciones, con los servicios
intercalados. También se utiliza mucho la de doble pasillo: habitaciones-pasillo-
servicios-pasillo-habitaciones, que es la que permite aprovechar la distancia entre
el control de enfermería y las últimas habitaciones. Este tipo de unidad se utiliza
cuando se tiene poca dimensión de fachada, ya que no se disponen sobre ella los
servicios de apoyo a la unidad. Existen diversas tipologías de agrupación, como las
circulares que mejoran la distancia pero los movimientos dentro la unidad son
difíciles. Aquí es necesario apuntar que se debe tener en cuenta que los
movimientos en el hospital se hacen con camas y con carros que cada vez son más
grandes.

Un criterio más a considerar es la posibilidad de que, en un futuro próximo, la


robótica se encargue del transporte del material al interior del hospital, así que se
deben pensar en unidades diseñadas para el adecuado movimiento de robots (que
podrían transportar ropa, comida, etc.)

Es esencial ubicar la unidad para que sea accesible a las visitas del público, así que
se debe crear un circuito lógico y sencillo para llegar a ella. También debe estar bien
conectadas verticalmente con los servicios asistenciales, el área quirúrgica, de
radiología, de exploración especial; el núcleo de ascensores de esta zona debería
estar bien conectado con la cocina y los servicios de almacén del hospital. En la
actualidad, se utilizan sistemas neumáticos para la recogida de la ropa sucia y de
los residuos domésticos (los residuos médicos o clínicos tienen un tratamiento
especial); estos sistemas neumáticos se realizan con un tubo de acero estirado de
aproximadamente 50 cm que hace que sea rápida y eficaz la recogida de residuos y
que permite el acceso al área de producción de forma muy rápida y sin cruces
técnicos. El hecho de que en las unidades de enfermería de hospitalización se
utilicen estos tubos neumáticos para el transporte (de muestras de sangre a
laboratorios, por ejemplo) mejora la eficacia del hospital.

Otro criterio importante es la ubicación de la unidad: sobre la base del hospital o en


contacto directo con el suelo. Esta última tiene la ventaja de conectar con el paisaje
pero se utiliza en hospitales de pequeñas dimensiones o cuando las condiciones
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urbanísticas impiden crecer en altura; estos edificios, además, hacen que se


incremente la longitud en planta. La forma más utilizada es, por eso, la de ubicar las
unidades de hospitalización sobre la base del hospital, con diferentes agrupaciones
de unidades.

Finalmente, la orientación solar, como ya se escribió antes, es sustancial en el


diseño de estas unidades. En Europa, se orienta este-oeste para que unas
habitaciones aprovechen el sol de mañana y otras el de tarde. En otras latitudes,
obligan a ubicar las habitaciones hacia el norte; en Chile, por ejemplo, las
habitaciones deben estar orientadas al norte (al encontrarse en el hemisferio sur),
lo que comporta que se aumente la distancia desde el núcleo de enfermería.

En definitiva, la experiencia formula unos criterios de diseño que deben acogerse a


las condiciones de cada lugar, a una normativa específica, y a unas maneras de
hacer que, a lo mejor, tienen que ver con la cultura de cada comunidad.

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