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El servicio debe buscar como estrategia que todos esos momentos se dirijan a la
satisfacción de las necesidades prácticas y personales del cliente. Cuando las
necesidades del cliente no son satisfechas en un momento de la verdad, se le
conoce como momento crítico de la verdad.
El ciclo de servicio se activa cada vez que un cliente se pone en contacto con
nuestro servicio. Así como hay centenares de momentos de la verdad en un día
determinado, hay también ese número de ciclos de servicio.
Bajo esta noción, debemos reivindicar y reconsiderar el saludo inicial al cliente como
un elemento fundamental en el proceso de buena atención. Este vínculo primario
afecta y determina el resto de toda la interacción, y compromete cualquier objetivo
de servicio, venta o de negocio.
Aún más, el saludo satisface una necesidad esencial de los seres humanos: ser
identificados, reconocidos, valorados, respetados, aceptados e incluidos. El saludo
es un factor esencial para la autoestima y un elemento emocional insustituible en la
interacción humana.
Para brindar buena atención, hay que saludar con expresiones que transmiten con
más claridad y hacen sentir al cliente que su presencia es “bien-recibida”, oportuna
y valiosa. En consecuencia, atender bien es un placer y no una mera obligación
laboral.
“Buenos días, bienvenido. Gracias por visitarnos; pase adelante. ¿En qué puedo servirle?”
es un buen ejemplo de saludo interesado, explícitamente, en producir una percepción y
una influencia positiva.
Cuando lo primero que decimos para saludar son las típicas preguntas
“¿cómo estás?”, “¿cómo te va?”, o “¿cómo has estado?”, lo hacemos
mecánicamente, sin pensar que son saludos comunes y corrientes,
automatizados, que no transmiten claramente especial interés en la persona
que se atiende.
En otras palabras, si de verdad quieres saber cómo está esa persona, pregúntaselo
después de haberla saludado, como desarrollo de la conversación y no cómo el
inicio de la misma.
Para enriquecer este punto y darle la merecida relevancia que tiene en lo que consideramos
una buena atención al cliente, nos parece muy útil e interesante la referencia que hace
Peter Senge en su libro La quinta disciplina.
Comenta este reconocido asesor del mundo empresarial que en ciertas tribus de
Sudáfrica, el saludo común entre las personas es “sawu bona”, que significa
literalmente “te veo”.
Los miembros de las tribus responden a este saludo diciendo “sikkhoma”, que quiere decir
“estoy aquí”.
El término ubuntu tiene varias posibles traducciones, entre las cuales se destacan
algunas que están muy relacionadas con la influencia que puede tener un saludo.
Por ejemplo: “Soy porque nosotros somos”. O “una persona se hace humana a
través de las otras personas”.
“Te necesito para ser yo mismo, al igual que tú me necesitas para poder ser tu mismo. Esto
quiere decir que estamos ligados unos con otros, todos juntos.”
“Yo no podría hablar como ser humano, ni caminar como ser humano, ni pensar como ser
humano, ya que todo esto lo aprendí de otros seres humanos.”
“En realidad necesito de otros seres humanos para poder ser humano.”
Según las palabras del arzobispo Tutu, el respeto y la mutua valoración se sustenta
en el reconocimiento explícito del otro como persona. A lo cual agregamos que este
es un proceso que comienza con el saludo.
Esta ha sido una de las razones por las que permanentemente en todos mis cursos
y conferencias recomiendo practicar cambios de saludo. Se trata de una gran
oportunidad que tenemos muchas veces en el día a día, para rescatar el valor de
nosotros mismos, a través del lenguaje.
Las preguntas más frecuentes o FAQ (por sus iniciales en inglés) son una
lista de preguntas y respuestas que tu soporte de servicio al cliente tiene
que responder a menudo. Incorporarlas en tu sitio web y mostrarlas
prominentemente significa que muchos de tus clientes serán capaces de
encontrar las respuestas a sus preguntas en sí, sin contactarse con el
soporte al cliente. Esto significa que la atención al cliente tendrá más tiempo
para dedicarse a otros clientes con problemas más inusuales o difíciles de
resolver. Anota todo lo que sabes acerca de lo que tus visitantes puedan
llegar a tener problemas, desde su registro en el sitio web hasta la manera
de encontrar tu política de devolución, y mantenlo actualizado cuando
añades nuevas características o tu servicio al cliente identifica nuevas
consultas recurrentes de clientes.
No hay nada más frustrante para un cliente que gastar su precioso tiempo
en busca de una manera de ponerse en contacto con el servicio al cliente.
Viendo un número de teléfono, horario de apertura y una dirección de correo
electrónico en el pie de página de cada página reducirá los niveles de
frustración de tus clientes y hará ¿más fácil a la atención al cliente ofrecer
un buen servicio. También ayudará a aumentar el nivel de confianza de tu
sitio web, lo que demuestra que es un negocio real con gente real detrás de
él.
El miedo causa situaciones negativas para todos. Los errores suceden, pero
no permita que éstos le provoquen temor para el uso del Apoderamiento.
http://www.zeusconsult.com.mx/artmverdad.htm