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¿Qué invadimos ahora?

El 12 de febrero de 2015 llegó a los cines ¿Qué invadimos ahora?, un divertido viaje alrededor de
Europa en busca de posibles soluciones a los problemas de Estados Unidos. El país estaba presidido
por el demócrata Barack Obama, y el mismo año del estreno de la película, Estados Unidos normalizó
su relación con Cuba. La guerra de Irak ya había finalizado y los estadounidenses disfrutaban más
de su vida diaria. (Saldaña, 2011) El Estado entero había pasado por una gran crisis financiera y
económica, de la cual estaba comenzando a salir. Obama se caracterizaba por su predisposición al
diálogo. En 2015 firmó un pacto con Irán para evitar un nuevo conflicto en Oriente Medio, aunque
un año antes declaró la guerra contra el Estado Islámico a través del apoyo aéreo a Irak. En
educación se optó por limitar la presencia de los bancos privados en los préstamos para estudiar,
otorgándolos directamente el gobierno. También se aumentó el número de becas para estudiantes
al año. La delincuencia es un asunto muy importante en Estados Unidos. En 2015, por cada 100.000
personas, hay 372,6 crímenes violentos y 2487 delitos contra la propiedad (Crime in the United
States, 2015). La brutalidad policial contra las personas de otra raza sacude constantemente a las
fuerzas de seguridad del país, observando en las noticias constantemente casos de este tipo. Con la
llegada de Obama al poder, las mujeres ganaron un mayor protagonismo del que gozaban con
George Bush.

Estados Unidos es un país muy grande, poderoso, pero con enormes problemas sociales. Moore, en
un nuevo intento de mostrar su verdad al mundo, enseña gran parte de esos problemas, viajando a
países europeos en los que estos están superados. ¿Qué invadimos ahora? no mejoró a su
predecesora en la taquilla, recaudando tan sólo 3.827.261 dólares durante los 77 días que estuvo
en la gran pantalla (Box Office Mojo).

Michael Moore juega con el título de su película haciendo referencia a la predisposición por invadir
que tiene su país. Sin embargo, se refiere a ámbitos concretos de estas otras naciones que Estados
Unidos debería “invadir” para instaurarlos en su sistema, tomar las mejores ideas de estos estados.
Viaja por Europa analizando y estudiando la forma de actuar de otros países en educación, sanidad,
seguridad policial, papel de la mujer, etc. Finalmente, Moore reflexiona sobre las ideas aplicadas en
los diferentes ámbitos, así como la forma de actuar en los diferentes lugares que ha visitado,
llegando a la conclusión de que todas estas ideas y actuaciones tienen su origen en América.

En nuestra búsqueda de la temática de la película, es obligatoria la segmentación en bloques de


contenido que realizaremos a continuación.

1. Introducción. Moore “invadirá” otros países. Se muestran carencias de Estados Unidos.

2. Italia. Habla con italianos sobre su forma de vida, las empresas del país y la forma de tratar a sus
empleados.

3. Francia. Aprende de la alimentación que se ofrece en los colegios. Se comparan los impuestos
entre los dos países. Aprende también sobre educación sexual en los colegios.

4. Finlandia. Investiga sobre la educación del país, número 1 del mundo.

5. Eslovenia. Moore nos muestra que la Universidad en Eslovenia es gratuita.


6. Alemania. Observamos cómo es el trabajo en las fábricas y sus trabajadores. También observa
cómo los ciudadanos, principalmente los jóvenes, ven el pasado del país.

7. Portugal. Unos policías nos muestran la forma de tratar con las drogas, la sanidad pública y los
policías.

8. Noruega. Analiza el sistema penitenciario.

9. Túnez. Clínicas para la mujer financiadas por el estado y el papel de la mujer.

10. Islandia. Moore nos enseña a la primera mujer presidente del país. Las mujeres llegan a ser
directivas de grandes empresas. Nos explica el problema existente con los banqueros.

11. Desenlace. Recuerda con un amigo la caída del muro de Berlín. Reflexiona sobre todas las ideas
que ha ido observando, relacionándolo con Estados Unidos.

El tema central del documental son los problemas y carencias de los Estados Unidos. A partir de este
se desarrolla toda la película, sirviendo estos de excusa para viajar por diferentes países en busca
de “soluciones” a esos problemas. Entre los principales déficits de la sociedad estadounidense
tenemos, según Michael Moore, la sanidad, la educación, la relación entre trabajadores y empresas,
el papel de la mujer o por ejemplo, la seguridad nacional. En su viaje por los diferentes países
descubre cómo todos estos tienen medidas democráticas y lógicas ante problemáticas habituales
en los Estados Unidos. Aquí no es prioritario y primordial el bienestar social, algo fundamental en
los países que visita. En todos ellos se habla del “sueño americano”. Gran parte de los ciudadanos
europeos quieren viajar a Estados Unidos para vivir ese “sueño”, sin saber que varias de las
condiciones básicas para el bienestar diario allí son de muy difícil acceso. La sanidad por ejemplo es
algo básico y gratuito en países como Italia o Finlandia, sin embargo, en Estados Unidos es de pago
y privada para la gran mayoría, como bien explicó en el documental Sicko.

Al contrario que el resto de los documentales en el que el discurrir de la narración es fluido, en este
Michael Moore actúa demasiado. El humor es un pilar básico en el estilo de Moore, pero en esta
ocasión hay bromas que restan interés al documental o que simplemente sobran, no aportan nada.
A pesar de todo, Moore es un genio del montaje. Exceptuando varias bromas o gags superfluos, la
narración es idéntica al resto de documentales, haciendo del humor y la sátira el eje vertebrador de
la película.

Michael Moore es un documentalista que aborda temas sociales y políticos. Sin embargo, al viajar
por Europa, este se considera también un documental con una temática cultural: trata sobre los
modos de vida y costumbres de los ciudadanos de diferentes partes del mundo. Es también político
y social, ya que el motivo principal de sus viajes es encontrar solución a problemas que sufre la
sociedad norteamericana.

Con esta película, Moore muestra al resto del mundo las carencias de un sistema tan idealizado
como es el estadounidense. Los habitantes de los diferentes países no pueden creer los problemas
de la sociedad de Estados Unidos, demostrando de esta forma Moore que el sistema solo quiere
dinero, siendo el capitalismo la base de todo. Esta película no tuvo tanta relevancia como la gran
mayoría de las de Moore, aunque también hay que puntualizar que la temática de este documental
no es rival para el resto de los documentales. Con la llegada de Obama al poder, Moore
“desapareció” un tiempo. Mientras estaba Bush al cargo, Moore podía usar casi cualquier cosa de
la situación del país para hacer un documental. Esto queda reflejado en la película al hablar con un
finlandés y este decirle que su alfabeto carece de la letra “w”, a lo que Moore pregunta si la
eliminaron al llegar Bush al poder. Una crítica más hacía su máximo enemigo. A pesar de todo, esta
producción estuvo nominada a varios premios, aunque finalmente no ganó ninguno.

CONCLUSIÓN

Tras estudiar toda la filmografía de no ficción de Michael Moore, comprendemos mejor su forma de
pensar y podemos hacernos una mejor idea de su persona. Moore es un documentalista que ha
logrado hacerse un hueco entre los grandes directos actuales, situándose entre los que han logrado
hacer historia en la gran pantalla, pudiendo presumir de ser el director del documental que más ha
recaudado en taquilla de toda la historia.

Sus ideas y su temática son contemporáneas, analizando temas y problemas sociales que afectan a
la población de Estados Unidos. Esto es otro punto a tener en cuenta, ya que toda su producción se
centra en su país natal, sólo viajando al exterior para relacionarlo con Estados Unidos. Sin embargo,
hay quien lo acusa de odiar a su país: “tenía que ser catalogado como antiamericano, tanto que
comprar una entrada de cines se convertiría en algo muy cercano a un acto de traición” (Moore,
2012, p.31). A pesar de tener una producción tan localizada, Moore ha triunfado y triunfa más allá
de las fronteras de los Estados Unidos. Los espectadores solo tienen dos opciones: odiarlo o amarlo.
Debido a esto, tuvo que contratar seguridad privada por las amenazas que recibía. Al principio eran
verbales, pero terminaron siendo físicas. No podía aparecer en público sin que surgiese algún
incidente (Moore, 2012). Icono de lo revulsivo, Moore trata temas que otros no se atreven o no les
interesa, véase la sanidad en Estados Unidos, el 11-S o la administración de George W. Bush. No le
importa el precio a pagar para obtener el mejor producto. El propio Moore reconoce que no puede
entrar en una cadena de televisión por emitir un fragmento de Bush con la risa floja y en el que pone
caras, justo antes de anunciar en directo los bombardeos y la invasión de Irak (Moore, 2012). Sin
lugar a dudas, nos encontramos ante el profeta de la crítica social: Michael Francis Moore

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