En Aymas, Osnomocco, el primero de agosto, día de la Pachamama, fue una
noche oscura donde la luna se ocultaba tímida, el viento murmuraba con los árboles, los perros aullaban como si dieran aviso de que algo ocurriría. A la mamacha Santusa se le estremeció el cuerpo, dio un suspiro muy hondo y dijo: – ¿Qué ocurrirá? – Pidió a los apus y a la Pachamama que la protegieran de todo mal y se dispuso a descansar. A la mañana siguiente despertó con el canto del gallo, se apresuró a dar maíz a las gallinas del corral, pero las encontró reunidas y temerosas frente al cuerpo frío e inerte de su querida Dora, la gallina ponedora de los mejores huevos. La muerte había rodeado a la casa de la mamacha Santusa, a Dora le habían dado una fuerte mordida en la nuca hasta quitarle la vida, ¿Quién sería el culpable de tan horrible crimen? De inmediato la mamacha Santusa tendió en el suelo una lliqlla, e invoco al, apu Soccllaccasa, apu Ampay, apu Quisapata, apu Rontoccocha, luego cogió la hoja de coca y se hizo alcanzo de incienso, mirra, caña a los arcángeles y se dispuso a rezar el credo IÑINIM hanaq pacha kay pachapas unanchaq, tukuy atiyniyuq Dios Taytaypi IÑINIM Señorninchik sapallan churin Jesucristopi… de inmediato tiro la hoja de coca que reveló que el culpable era Boris la qarachupa, en ese momento los animales del corral comenzaron a contarle lo que ocurrió esa noche, Wili el gallo dijo; Yo miraba de lo alto y vi una sombra que se escabullía en la oscuridad y no le di mayor importancia. Rosa la gallina churu añadió: Yo sentía que alguien me observaba Lucía la mamá gallina: Yo estaba abrigando a mis polluelos, no escuché nada. La mamacha escuchó atentamente el dialogo, en ese momento. Wili el gallo propuso armar un plan para atrapar al responsable de tan lamentable desgracia, todos participarían, tenían que protegerse unos a otros. El plan consistía en hacer una gallina con arcilla, envolverlo con uña de gato que es un potente pegamento y colocar plumas para que se vea muy real, todas las gallinas comenzaron a sacarse las plumas una a una, aguantando el dolor que les ocasionaba. Con la ayuda de la mamacha las colocaron con tal destreza que se veía como una gallina más del gallinero, al terminar la colocaron con mucho cuidado, en un lugar estratégico para llamar la atención del intruso. Esa misma noche se ejecutaría el plan. A la medianoche todo estaba en calma unos minutos después alguien sigilosamente se acercó al gallinero, se divisaba una sombra pero no se podía ver con claridad, el muy escurridizo entró trepando la pared del gallinero, observo a las gallinas pero de inmediato le llamó la atención la más robusta y coqueta , se acercó sigilosamente, rodeándola pensando que esa noche tendría un buen festín, la cogió del cuello repentinamente y se dispuso a huir lo más rápido posible llevándose a su presa, pero se dio con la sorpresa que su pata quedó pegada, se desesperó y comenzó a moverse para desquitarse, en cuanto más se movía más pegada quedaba. En ese momento todos en el corral gritaron desesperadamente, el muy astuto intento huir escabulléndose entre las desesperadas gallinas que alborotaban todo el gallinero, eran minutos de terror, Wili y las gallinas acorralaron contra la pared a Boris la qarachupa, como ya se encontraba exhausta se dio por vencida; la amarraron fuertemente en una estaca en medio del patio. Muy temprano en la mañana, Wili y las gallinas rodearon a la qarachupa y comenzaron a reclamarle por el crimen que cometió. La muy soberbia nunca reconoció su error más al contrario negaba todas las acusaciones. – Mentira, yo nunca he lastimado a nadie; lo juro, soy inocente. – se defendía Boris. – No puedes negar, todos te vimos. – acusaba Wili el gallo Rosa añadió: – Mira tus patas, te delatan del crimen que querías cometer. – Que te hemos hecho nosotros para que nos hagas daño. – dijo Lucia. – Promete que nunca más volverás a lastimarnos, júralo. – exigió Wili Entonces Boris acabo aceptándolo, con un suspiro “Está bien nunca más lo hare.”, como prueba de su juramento se cortó un pedazo de pelo para darle a la mamacha Sin embargo, al menor descuido, Boris se desató con sus habilidosas manos y atacó de nuevo mordiendo la pierna de Rosa, en ese momento todos dijeron “haremos justicia, no se arrepintió”, pero el muy astuto huyó despavorido. La mamacha coloco en una vasija de barro el pelo de la qarachupa, la hoja de coca, el inciencio y la mirra, y pidió a la pacha mama que les protegiera, y lo enterró como ofrenda, desde entonces todo el gallinero siempre está alerta. Hasta el día de hoy no se sabe nada de Boris la qarachupa, pero en el gallinero están preparados para cualquier ataque. No los volverían a coger desprevenidos. Moraleja: “El trabajo en equipo, hace que podamos resolver cualquier problema”.