Regálame una brújula para centrarme.

Rosalba Parada

Diana Tabarquino Largo

Cecilia Restrepo

Fundación Universitaria del área Andina

Licenciatura en pedagogía Infantil

Escuela Inclusiva

2020.
 Regálame una brújula para centrarme.

Joseph
Joseph es un niño muy amable y trata
es un niño muy tierno, le gusta sentir el
de ayudar cuando su atención no está
viento en su cara correr, le gusta jugar
dispersa, sin embargo, siempre se le ve con
mucho, pero sin duda lo que lo hace especial
la mirada triste y a pesar de ser demasiado
,es que parece no estar nunca presente en
activo, inquieto y en momentos molesto, se
ninguna parte, se le habla y siempre parece
nota que desea cambiar su actitud, pero no
estar entre nubes, por lo general no le gusta
sabe cómo.
seguir instrucciones o por lo menos eso
parece, olvida la mayoría de veces sus Juanita, siempre esta callada, es muy

deberes y siempre trata de estar encima de observadora y se le ve como si estudiara

sus compañeros, no los deja trabajar, cosa todo lo que sucede a su alrededor, desde que

que no le agrada a Anita , a Sebas, María y a inició el año escolar, ha estado muy

Frank. pendiente de Joseph, y aunque no es la mejor

parlanchina, de vez en cuando cruza una que
otra palabra con él, un día, ella noto que
Joseph estaba llorando, y eso le partió el
corazón y decidió acercarse, le pregunto:
¿Qué te pasa Joseph? Y él le respondió, me
siento triste, parece que a nadie me quiere,
en casa mis papás parecen no soportarme, en
la escuela a nadie le agrado, siempre vivo
olvidando lo que debo hacer, pero no es mi
culpa, Juanita hizo solo un gesto que
permitía entender que estaba escuchando
atenta a Joseph, entonces el continuo, mira
Juanita mi mente parece un remolino, nunca
se detienen mis pensamientos, cuando estoy
en clase, trato de concentrarme pero en
cualquier segundo, parece que se abrieran
puertas en mi cerebro y aparece un mar de
diferentes pensamientos, cuando juego,
puedo estar armando un castillo e
inmediatamente quiero jugar futbol y al
mismo tiempo jugar dominó, no sé qué me
pasa, tú crees que es algo malo?
Juanita comprendiendo que Joseph
solo necesitaba ayuda para mejorar su
atención y controlar sus impulsos, decidió
crear una estrategia para ayudarlo, primero
respondió a su pregunta diciendo, no mi
querido amigo, tú solo necesitas encontrar
un ancla, una brújula que te muestre tu
camino, y te ayude a no olvidar lo que debes
hacer.
Los ojos de Joseph cambiaron su
expresión y se llenaron de un brillo que
nunca había visto Juanita, y su corazón se
llenó de alegría al escucharle decir, me
puedes regalar una brújula para centrarme,
Juanita sonrió y le dijo, claro que sí.
Esa noche Juanita puso manos a la
obra construyo una linda brújula, donde en
vez de orientar los puntos cardinales, tenía
algunos ejercicios para que Joseph no
perdiera la calma y nunca volviera a olvidar
lo que debía hacer, en un lado decía, respira
profundo, cuenta hasta 20 y solo mira lo que
sucede a tu alrededor, en otro decía recuerda
escribir lo que debes hacer, en una tercera
parte la brújula decía no olvides que todos te
queremos, solo relájate, y por último había
una nota personal que decía solo tú puedes,
habla menos y escucha más, además de esto
Juanita le regalo un libro a Joseph para hacer
sus anotaciones, y unos colores para dibujar,
ya que era algo que hacía muy bien y lo
calmaba.
 Joseph nunca dejaba su brújula y
cuando sentía que la ansiedad de apoderaba
de él, o cuando el remolino de pensamientos
se agolpaba en su mente, la sacaba muy
disimuladamente y la leía, respiraba
profundo y mejoraba todo a su alrededor,
aunque al inicio fue difícil con el tiempo
todo mejoro, y lo más importante siempre
contó con el apoyo de Juanita, con el correr
de los días sus compañeros y todos los que
vivían alrededor se dieron cuenta de los
pequeños cambios de Joseph y se integraron
más con él, ahora Joseph está más atento, y
es más tranquilo, ahora Joseph es más feliz,
y todo gracias a una brújula que le ayudo a
centrarse.