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El experimento

El vaso a la mitad

Cuando observas un vaso con agua a la mitad... ¿qué ves?

Un vaso medio vacío o un vaso medio lleno???

Cuanto tiempo miramos el vaso medio vacío y que pocas veces vemos el vaso medio lleno!!!!

........ Las personas desperdician gran parte de su vida porque siempre están preguntándose
que vendrá más adelante, mañana que se convierte en presente (y no lo disfrutan por estar
preocupado por el futuro)

........ Cuántas veces no puedes dormir por un problema que, incluso se resuelve con el tiempo.

........ Cuántas veces sufren por no obtener lo deseado, sin darse cuenta, que si se forza algo,
puede ser que no les favorezca, al contrario les puede empeorar.

.........Cuantas veces no se disfruta a la familia porque siempre hay muchas cosas que hacer, y
cuando los hijos se van, en ese momento quieren recuperar ese tiempo perdido.

.........Cuantas veces no se agradece lo que se tiene, solo se queja de lo que carece.

Solo observamos lo que queremos, podemos ver lo bueno que hay en lo que nos sucede, no
todo es malo.....
pero el ritmo de vida que llevamos no nos permite ver que el vaso está medio lleno, que si hay
agua, que lo que falta de rellenar depende de la actitud que le demos a la vida.

¿Cómo vas a llenar la otra mitad del vaso?, de Tí depende.

¿Medio vacío o medio lleno?

El experimento está basado en una clásica pregunta, quizás uno de los primeros intentos
para establecer rasgos de la personalidad con un test psicológico. Se le entregó a los
participantes una hoja, en la cual estaba impresa la foto de un vaso con agua, como el de
la figura. Se le pidió a las personas que indicaran en la hoja cuál de las expresiones
impresas debajo de la foto les parecía más representativa de la situación:

A. El vaso está medio lleno

B. El vaso está medio vacío

Se presupone que las personas optimistas, aquellas que tienden a ver las cosas en el
aspecto más favorable, tienden a tildar la opción A; mientras que las pesimistas tienden
a tildar la B.

CÓMO SER POSITIVO?

Marianne Lizana

(Descargar)

Ser positivo es un rasgo de personalidad o un rasgo de carácter, el cual está

constituido por muchos pensamientos y hábitos.

Ser positivo no es solamente levantarse y decir: “me veo bonita” frente al

espejo, o “hoy todo me va a salir bien”, de la boca para afuera. Si uno tiene la
visión de que cualquier cosa que pasa es una fuente de dolor y de sufrimiento,
cómo sería la actitud ante la vida. Por el contrario, uno podría tener la visión de
que cualquier cambio es una oportunidad de aprendizaje, la vida es un regalo
maravilloso, cada momento es especial.

Cuando mantenemos el condicionamiento negativo es muy difícil salir de ahí,

todo se ve bajo esos lentes, entramos en patrones cada vez más fuertes de
miedo. Hay personas que ni siquiera salen de la casa porque piensan que si
salen les van a robar la casa, o los van a asaltar. Hay otra gente que se queda
en el mismo trabajo donde lo maltratan o en una misma relación de pareja
problemática y no cambia por el miedo a lo que pueda venir, no ve
oportunidades en las cosas. Aunque sean cosas negativas las seguimos
manteniendo por miedo.

Una persona positiva va más allá de los límites que ella misma se pone. Una
persona que tiene confianza, que puede arriesgar porque sabe que puede
ganar. Puede haber dos personas con la misma situación y una persona va a
ver que es algo positivo y otra que es algo negativo. Por ejemplo, un vaso con
la mitad de agua algunos lo verían medio lleno y otros lo verían medio vacío, y
es el ¡mismo vaso de agua!. Todo depende de nuestra visión de la realidad y la
actitud.

La actitud esta compuesta de varios pensamientos que uno mismo crea. Los
pensamientos reflejan una visión del mundo y de la vida, y depende de cómo
es la visión así van a ser las palabras y las acciones, relaciones y conexiones
con los demás.

La actitud con la que uno se sienta, con la que camina, con la que trabaja, con
la que se relaciona con la familia, no siempre es la más positiva. Cambiar de
actitud no es solamente cambiar la posición física, sino la posición mental que
estoy adoptando. Observen lo que hablan durante el día, ya que eso refleja la
actitud de uno.

Por ejemplo la pereza. Esta es una postura mental que refleja sufrimiento, que
uno no está contento con nada, hace las cosas sólo porque hay que hacerlas y
ya, y la realidad responde a eso. Si uno hace las cosas con pereza y sin ganas,
cómo va a resultar todo. Por esa actitud nos limitamos y sólo hacemos las
cosas para sobrevivir, no hacemos el esfuerzo al cien porciento y nos
quedamos en la mediocridad.

Una persona que está triste siente que le falta energía, y aunque haga algo que
le gusta no puede ser feliz, y la forma en que lo expresa es la pereza. Una
persona que es feliz siempre tiene entusiasmo, lo que le permite avanzar.

Hay días en que uno está tan positivo, tan feliz que todas las cosas las hace
bien, con ganas; hay días en que no es así, y la culpa no la tiene el día, sino
que uno debe ver como empezó pensando ese día.

Por lo tanto el problema no es lo externo, sino que es la forma de pensar de

uno mismo, porque nos ponemos un obstáculo que después no podemos
saltar.

Para ser positivo también se debe mantener el equilibrio entre ser sensible y
ser sensato. Los seres humanos somos muy sensibles y no sólo percibimos
con nuestros órganos físicos el olor, los colores, el calor, el frío, los sabores; el
ser además de eso percibe lo que es no físico: los pensamientos, el cómo se
siente otra persona, las vibraciones que emana.

Por lo tanto, se debe utilizar el poder de discernir, y de esta forma decidir qué
tomar y qué no, con sensatez, y si percibe alguna atmósfera negativa tener la
capacidad de transformarla a través de su propia paz, de su propio amor y no
ser afectado por ello.
Cuando no se utiliza la sensatez interior uno se deja llenar de cualquier cosa
que hay en la atmósfera, de cualquier vibración con la que alguien habla, de
cualquier cosa que dan en la televisión.

Todos tienen el potencial de escoger: lo que se mira, lo que se escucha, lo que

se piensa, lo que pasa es que a veces no se reconoce que es uno mismo a
quien le toca. Esperamos que las cosas externas estén bien para ser positivo,
porque uno se olvida de que puede serlo a pesar de que las cosas “no estén
bien”.

Lo que ocurre en la vida de uno no es negativo, sólo que a veces uno sólo se
centra en éste aspecto y se pone pesimista. Es muy fácil ser pesimista, porque
es el hábito que mejor hemos aprendido en el mundo de hoy: la gente se siente
muy mal y habla horas de asuntos de tanta negatividad sin cansarse.

Ser optimista es lo que le da salud a la vida. Si uno quiere ser una persona que
da vibraciones positivas y que tiene una vida positiva, se tiene que empezar
ahora, enseñándole a la propia mente a pensar de forma correcta y a crear
pensamientos positivos.

En lo más profundo del propio ser hay un deseo intenso de estar en paz, de ser
feliz, y al conectarse consigo mismos interiormente se puede volver a despertar
la positividad que nace de esa conciencia. Porque adentro somos tan valiosos,
tan lindos, tan llenos de espiritualidad, que es fácil ser positivo cuando uno esta
en ese estado.

El ser positivo no puede depender de otro, no puede depender de que alguien

me quiera o no me quiera, va mas allá de las cosas físicas, es un estado
interior.

Es cuando uno quiere ser positivo que se da cuenta de cuánto no lo es, y

muchas veces en vez de darse la medicina adecuada uno empieza a
maltratarse y sentirse culpable. Si se quiere ser feliz se tiene que dejar de auto
maltratarse, y verse con compasión, misericordia a sí mismo.

El ser tiene un depósito de cualidades espirituales y meditar es la herramienta

para volver a ser consciente de esa parte pura, y enseñarle a la mente a
permanecer controlada y creando pensamientos positivos. Cuando se está en
meditación se tiene que permanecer despierto y conciente, y conectarse con la
fuente de toda la pureza, de la paz, de la luz, que es Dios. De esa forma uno
vuelve poco a poco a tener una relación optimista con la vida, uno siente más
capacidad de permanecer insacudible, se siente feliz.

¿Cómo hacen las personas con enfermedades terminales para ser positivos y
para continuar con su vida?

La enfermedad es una situación del cuerpo, y se puede vivir con paz o se

puede vivir con estrés. El problema no es la enfermedad sino la perspectiva
que se tenga de ella y no sólo eso, sino también la perspectiva que se tiene de
su vida, de lo que ha hecho y de lo que no ha hecho, y cuán satisfecho se
siente de eso.
Una persona con enfermedad terminal también puede sentir que es libre para
permanecer en paz. Por ejemplo, la primera directora de la Universidad
Brahma Kumaris murió de cáncer en el estómago, y ella tenía dolor físico, pero
no experimentaba sufrimiento, porque el dolor no le impedía tener
pensamientos positivos. Una persona que tiene auto soberanía puede elegir.

El trabajo con personas en estado terminal va dirigido a apoyarlas para que

entren en otro nivel de conciencia que sea mas allá de su estado físico, el cual
es cada vez peor, y ayudarlas a que su estado interior sea cada vez mejor y
que se logre así una mejor calidad de vida en los últimos tiempos que le
quedan por aquí.

La verdad es que todos podríamos tener la conciencia de que podemos dejar el

cuerpo en cualquier momento, nadie lo tiene garantizado. La muerte no es el
problema sino cómo estoy viviendo la vida.