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Tarea Semana 8

Historia Social Dominicana


Luego de ver los videos y leer los materiales indicados en
la guía, publica en este espacio el ensayo indicado.
La ocupación militar haitiana de Santo Domingo en 1822 
fue un período histórico que duró 22 años, en el cual Haití gobernó la parte oriental de la isla
imponiéndose sobre el nuevo Estado de Haití Español, el cual fue dividido en dos departamentos:
situándose en la porción norte, el Cibao y en la porción sur, el Ozama.
Los veintidós años de la ocupación haitiana de Santo Domingo, después de un breve período de
independencia son recordados en gran medida por los dominicanos como un período de régimen
militar brutal, aunque la realidad es más compleja. En este período se llevaron a
cabo expropiaciones de tierra a gran escala, en desmedro de los esfuerzos necesarios para la
producción de cultivos de exportación. Se impuso el servicio militar, se restringió el uso de
la lengua española y se trató de eliminar las costumbres tradicionales como las peleas de gallos.
Esta situación avivó la percepción que tenían los dominicanos de sí mismos y sus diferencias con
las costumbres haitianas en términos de idioma, raza, religión y costumbres nacionales.1 Sin
embargo, este fue también un período que terminó definitivamente con la esclavitud como
institución en la parte oriental de la isla.
Haití prohibió la constitución de los blancos como propietarios de tierras y las principales familias
terratenientes se vieron privadas por la fuerza de sus propiedades. La mayoría emigró
a Cuba, Puerto Rico o a la Gran Colombia, por lo general con el apoyo de funcionarios haitianos,
que adquirieron sus tierras. Los haitianos, que asociaban la Iglesia católica con sus amos franceses,
que les habían explotado antes de su independencia, confiscaron todos los bienes de la iglesia,
deportaron a todos los clérigos al extranjero y los restantes miembros del clero rompieron los
lazos con el Vaticano. La Universidad de Santo Domingo, la más antigua de América y que carecía
de estudiantes y profesores, fue cerrada.
Con el fin de recibir el reconocimiento diplomático de Francia, Haití se vio obligado a pagar una
indemnización de 150 millones de francos a los ex-colonos franceses, suma que posteriormente
fue reducida a 60 millones de francos. Esto motivó que Haití impusiera pesados impuestos sobre la
parte oriental de la isla.

El nacimiento de una nación 


es una película muda estadounidense de 1915 dirigida por D. W. Griffith. Es, debido a su técnica,
una de las más famosas de la época del cine mudo, con avances técnicos no utilizados hasta esas
épocas que tornaron a la película en un notable progreso en cuanto a la aún joven cinematografía.
No obstante, la película ha sido una de las más polémicas debido a que su argumento promueve
abiertamente el racismo, apoya sin ambages la supremacía de la raza blanca y describe en sus
escenas el supuesto heroísmo de los miembros del Ku Klux Klan. En honor a la precisión, la película
acabó por definir lo que sería el pensamiento del grupo extremista "Ku Klux Klan", avivó sus
prácticas y también supuso una nueva secuencia de episodios racistas en el país norteamericano,
desde inicios del sXX hasta la actualidad.
La película se estrenó el 8 de febrero de 1915, en el Auditorio Clune en el centro de Los Ángeles.
En su estreno la película fue titulada The Clansman, pero el título fue cambiado posteriormente
a El nacimiento de una nación para reflejar la creencia de Griffith que Estados Unidos emergió de
la guerra civil estadounidense y la reconstrucción como nación unificada.
En 1992, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por
la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National
Film Registry.

La Guerra de la Independencia Dominicana 


fue el proceso histórico que inició con la proclamación de la República Dominicana y su separación
de Haití en febrero de 1844. Durante los 22 años que precedieron a la independencia, toda la isla
de La Española estuvo bajo el dominio de Haití, a consecuencia de la ocupación por parte de este
país del estado de Haití Español, surgido fugazmente en 1821 en la parte oriental de la isla.
La separación de Haití fue proclamada en la puerta de la Misericordia luego del disparo del
trabucazo dado por el patricio Matías Ramón Mella en la madrugada del día 27 de febrero de 1844
y por la enhestación de la bandera tricolor en la puerta de El Conde por el patricio Francisco del
Rosario Sánchez, ambos inspirados por los ideales del fundador de la nacionalidad, Juan Pablo
Duarte. El fin a la ocupación haitiana tuvo buena acogida en los residentes de la ciudad de Santo
Domingo quienes hondearon banderas españolas en su mayoría y algunas francesas . Como
respuesta, Charles Rivière-Hérard encabezó desde Haití una invasión que fue sofocada por el
general Pedro Santana, secundado por el general Antonio Duvergé en la batalla del 19 de
marzo de 1844 en Azua. Quedaron en el campo más de 1000 haitianos muertos, 5 mientras que los
dominicanos solo sufrieron 2 muertos y 3 heridos.5 No obstante Hérard en su retirada incendió el
pueblo de Azua, fusilando a los prisioneros que había hecho. El 30 de marzo de ese mismo año las
fuerzas dominicanas al mando del general José María Imbert en compañía de Fernando Valerio en
su «Carga de los Andulleros» derrotaron al ejército invasor haitiano, el cual en su repliegue
cometió numerosas fechorías, robos e incendios hasta llegar a Haití. La primera batalla naval se
libró el 15 de abril de 1844. El resultado de la batalla fue que los dominicanos hundieron tres
buques enemigos, sin perder ni uno solo de los suyos.
En mayo de 1845 el general Pedro Santana asistido por el general Antonio Duvergé y el
general José Joaquín Puello, vencieron a las tropas haitianas en la Estrelleta y en Beller y
capturaron en Puerto Plata a la escuadra haitiana que había bombardeado esa población
causando cuantiosos destrozos. En marzo de 1849 el presidente de la República de Haití Faustino
Soulouque inició su campaña contra la República Dominicana al frente de un ejército de 18 000
soldados matando a todo el dominicano que encontraba a su paso, haciendo que las poblaciones
se llenaran de terror tratando de refugiarse en la Ciudad de Santo Domingo ante la violencia
desatada por los soldados haitianos. En razón de esta situación, el presidente dominicano Manuel
Jimenes fue derrotado en su intento de parar la invasión haitiana y se vio obligado a aceptar la
decisión del congreso de la República de llamar al general Pedro Santana en compañía del general
Antonio Duvergé para hacerle frente al ejército invasor. Más tarde el general Duvergé logró
derrotar a los haitianos en la batalla de El Número, y tres días después de esta batalla el general
Pedro Santana derrotó a los haitianos en la batalla de Las Carreras. En 1855,
el emperador Soulouque invadió de nuevo la República con 30 000 soldados,4 divididos en tres
columnas sembrando el terror e incendiando todo lo que encontraba a su paso hasta que fueron
derrotados en las batallas de Santomé y en Cambronal huyendo los haitianos en dirección a Haití.
Más tarde fueron reducidos en Sabana Larga. Este triunfo dominicano le valió al general Pedro
Santana el reconocimiento del Senado de la República Dominicana y el 27 de febrero se celebra lo
que se le llama la independencia dominicana.
No obstante, como la situación fronteriza no quedó definida después del conflicto, Haití siguió
ocupando el altiplano central, donde están emplazadas las ciudades de Hincha, Las Caobas, San
Miguel de la Atalaya y San Rafael de la Angostura. Tras el tratado fronterizo de 1936, la República
Dominicana terminó renunciando a esos territorios.

BATALLA DEL 19 DE MARZO – AZUA

Publicación de la entrada:19 de marzo de 2021

Comandados por Pedro Santana, grupos de valientes soldados dominicanos vencieron en Azua un
gran contingente de haitianos, defendiendo la recién proclamada Independencia Nacional.

Luego de la proclama del 27 de febrero, el presidente Hérard hizo un llamado-amenaza para que
los dominicanos dejaran sin efecto la misma. Al no obtener respuesta positiva, se preparó un
fuerte plan militar y organizó su ejército para recuperar el territorio nacional por diferentes
posiciones. A sabiendas de los preparativos bélicos por la parte haitiana, la Junta Central
Gubernativa envió a los hermanos Pedro y Ramón Santana a comandar el sur y a los próceres
Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez a Santiago.

Las tropas haitianas avanzaron hacia Azua y se enfrentaron con los nacionales en el Paso de la
Hicotea, Los Jovillos, Paso del Jura, San Juan de la Maguana, Los Conucos, El Barro y El Cerro de
Resolí.

El 19 de marzo las tropas dominicanas, a las cuales se habían integrado jóvenes azuanos, hateros y
montoneros entrenados por Antonio Duvergé y Francisco Soñé, estaban posicionados en puntos
estratégicos de Azua con fusilería, cañones y artillería comandados por Vicente Noble, Nicolás
Mañón, Francisco Soñé, José del Carmen García, Matías de Vargas, José Leger y Federico Martínez,
listos para enfrentar las tropas de Hérard. Cuando los haitianos entraron en Azua, los dominicanos
rechazaron el ataque.

Ante la superioridad numérica de las tropas invasoras, la victoria dominicana se logra por la
estrategia de lucha utilizada, como fue la práctica de guerra de guerrillas, el ataque sorpresivo y la
determinación y valor demostrados por la defensa de los ideales de independencia, manifestados
el 27 de febrero.

La batalla del 30 de marzo o batalla de Santiago 

fue la segunda batalla posterior a la Guerra de la Independencia Dominicana y se libró el 30 de


marzo de 1844, en Santiago. En esta batalla, el general José María Imbert, al mando de una parte
del ejército del norte, derrotó al general Jean-Louis Pierrot, quien comandaba las tropas del
ejército haitiano en una relación numérica superior a su favor.
Antes de iniciar la batalla en Santiago, los dominicanos se aprestaron a realizar preparativos
consistentes en obtener dinero para la compra de armas. Con la asistencia de Matías Ramón
Mella y Pedro de Mena, se lograron donativos de muchas personas pudientes de Santo Domingo.
En Santiago, personajes como Ángel Daniel, Juan Luis Bidó, Ramón Bidó y otros dominicanos
también se unieron a la causa.
Comenzaron a llegar refuerzos a Santiago desde Baní al mando del coronel Ramón Santana. El
general Francisco Antonio Salcedo avanzó hasta Talanquera y Escalante con el propósito de
contener el avance militar haitiano hacia Santiago. Este militar estableció su cuartel general en
Escalante, cerca de Guayubín, Montecristi. Las tropas de Pierrot avanzaron rápidamente y este
tomó a Dajabón el 23 de marzo de 1844
El 27 de marzo de 1844, el general y comandante de operaciones en Santiago, José María Imbert,
fue llamado por la Junta de Gobierno dominicano con el propósito de que organizara el
contraataque a los haitianos.
Imbert atrincheró la ciudad, construyó fosos y tomó precauciones importantes para ganar una
batalla junto al comandante Achilles Michel quien dirigió junto a otros compatriotas a los que
adiestró en el dominio de las armas, la batalla del 30 de marzo de 1844, en Santiago; construyó los
fuertes “Dios", "Patria" y "Libertad” en los que fueron vencidos los haitianos. Se hizo acompañar
de los oficiales Pedro Eugenio Pelletier, Ángel Reyes, Ramón Franco Bidó, Gaspar Polanco Borbón,
José Nicolás Gómez, Fernando Valerio, José M. López, Lorenzo Mieses, Dionisio Mieses, Toribio
Ramírez, Marcos Trinidad López, entre otros. El 27 de marzo, el general haitiano Pierrot dividió sus
tropas. Se acercó a la ciudad de Santiago de los Caballeros con más de 2000 soldados en cada
columna. Antes del amanecer, las tropas invasoras se atrincheraron en Gurabito. Después de
haber cruzado el río Yaque del Norte y de atrincherarse, el ala derecha se dirigió hacia el camino
de La Herradura.

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