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DISEÑO CURRICULAR

CON EL ENFOQUE DE
COMPETENCIA
LABORAL
ESCUELA NACIONAL DE
INSTRUCTORES

Formación
 Pedagógica
DISEÑO CURRICULAR CON EL ENFOQUE DE COMPETENCIA LABORAL.

Presentación
Es la esencia para el desarrollo de los procesos de formación para el trabajo y desarrollo
humano. Atiende las perspectivas y requerimientos de capacitación del sector productivo y
el tejido social, acorde con los niveles de productividad y competitividad; define las
competencias requeridas por las diferentes áreas de desempeño.

Su estructuración responde a un modelo funcional basado en el enfoque y modelo


pedagógico, las metodologías de enseñanza y aprendizaje, las estrategias didácticas, los
perfiles de aprendices e instructores, la estructura de los ambientes de formación, los
medios didácticos, las mediaciones y los materiales requeridos en el proceso de formación.

Se constituye además en el eje de la formación profesional integral y contempla: las


competencias laborales específicas, competencias básicas, competencias claves y
competencias transversales. De esta manera es la respuesta institucional que facilita el
logro de la formación profesional integral con calidad y pertinencia, el cual traza la ruta de
aprendizaje para el desarrollo del perfil del egresado.

Introducción
Por su quehacer institucional es función principal del SENA identificar las necesidades de
formación para proponer y actualizar los diseños curriculares pertinentes para responder a
los requerimientos de la demanda del sector productivo y también social, así como la
formulación de nuevos programas de formación y de aprendizaje a lo largo de la vida. Es el
mejoramiento continuo, como acción sistemática de la visión que conduce al cumplimiento
de la promesa de valor de SENA.

La internacionalización de la economía y la apuesta de inserción en las dinámicas de


desarrollo mundial han puesto al sistema e ducativo nacional a pensar en la definición e
incorporación de un “Marco de Cualificaciones para Colombia”, lo que implica entre
muchos otros factores, proponer al SENA un mejoramiento de la estructura curricular
vigente de los programas de formación titulada y complementaria, en sus diferentes niveles,
metodologías y modalidades, que responda a los nuevos desafíos de la sociedad
contemporánea.

Tal como se plantea en el Manual de Diseño Curricular para el Desarrollo de Competencias


en la Formación Profesional Integral (SENA, 2005): La educación es para el país el
principal factor de competitividad y las exigencias que se presentan al sector productivo le
generan nuevas y mayores demandas al sector educativo, para que el nuevo talento humano
comprenda, apropie y aplique conocimiento, desarrolle habilidades, actitudes y valores
requeridos para las especiales condiciones propias de nuestro proceso de desarrollo
económico y social y las realidades del mercado internacional (p.70).

El desarrollo del país depende en gran medida de la formación del talento humano, que
posean las competencias necesarias para su desempeño social y productivo, lo cual implica:

- El desarrollo de competencias específicas, relacionadas con el desempeño técnico –


tecnológico pertinente con sector productivo
- El desarrollo de competencias clave: asumir comportamientos éticos en la relación
consigo mismo, con el otro y con el entorno, del que hace parte, lo laboral.
- El desarrollo de competencias transversales, para incorporar el desarrollo tecnológico, en
el fortalecimiento de los procesos investigativos y productivos del país.

En este ejercicio de mejoramiento curricular, los sectores económicos demandan nuevas


tecnologías, desarrollos e innovación, a los cuales debe responder el SENA en sus procesos
formativos, desafían la Producción Curricular en términos de aseguramiento de la calidad,
pertinencia, internacionalización, flexibilidad e integralidad de la formación; todo ello,
determina un cambio en los contenidos de formación para alinearse a las tendencias
mundiales previstas en la implementación del Marco Nacional de Cualificaciones, de forma
que resulte consecuente a las demandas actuales.
En resumen, el mejoramiento curricular pretende rescatar las buenas prácticas
institucionales alcanzadas durante los últimos años y apropia experiencias exitosas de otros
sistemas formativos, con el fin de integrar un sistema ajustado a las necesidades presentes y
futuras de los empresarios y aprendices del mundo globalizado.

La producción curricular.

La producción curricular del SENA, se determina por los programas de formación titulada
y complementaria ofertados a la sociedad, y se busca a través de ellos asegurar:

La modernización y actualización de la oferta, mediante el análisis y revisión de los


programas existentes, su impacto en el sector productivo y las dinámicas sectoriales (en las
cuales están inmersas las tendencias nacionales e internacionales) y ocupacionales.

La promoción de la movilidad dentro del sistema de formación profesional y hacia el


modelo educativo nacional e internacional, situación que exige una mirada pedagógica
sobre la incorporación de un sistema de créditos que resulte compatible el con el sistema
educativo nacional, y en lo posible se articule con diseños internacionales.

La incorporación de modelos de planificación para la ejecución de la formación, estrategias


didácticas e instrumentos de evaluación.

Fortalecimiento de la integralidad de la formación profesional a través de la inclusión de


competencias clave y transversales en los programas de formación, con el fin de que el
aprendiz desarrolle condiciones laborales específicas, que faciliten su ingreso y
permanencia en el sector laboral y social, alineado con el modelo pedagógico institucional.
En prospectiva, desde la revisión de los Sistemas de Educación y Sistemas Formativos, en
los países desarrollados, se puede observar que se entiende que un componente
fundamental para cerrar la brecha entre la formación profesional y el mercado laboral, y en
particular de las demandas empresariales del talento humano, es el desarrollo de perfiles
ocupacionales, diseños y marcos curriculares, basados en la identificación de los
requerimientos de cualificaciones en el sector productivo (Rauner, 2008). Es así como la
cualificación comprende el conocimiento, manejo de habilidades y actitudes como planear,
ejecutar, evaluar, reflexionar y ajustar que deben ser desarrolladas y demostradas por los
aprendices y trabajadores, y aplicadas en el desempeño de sus ocupaciones profesionales.

Propósitos

El diseño curricular, se considera como la mediación pedagógica entre la producción y la


distribución del conocimiento (gestión del conocimiento) que debe velar por la
convergencia entre la sociedad y el mercado. Buchmann y Husinga (2008), indican que
desde finales de 1960 se ha tratado de implementar internacionalmente este mecanismo de
control para lograr la estandarización en la ejecución de la formación; garantizando la
calidad y la pertinencia de los resultados de aprendizaje.

El SENA, como entidad de formación profesional en Colombia, promueve el


mejoramiento curricular como una estrategia dinamizadora de sus procesos de formación y
su articulación con el sistema educativo y formativo del país y proyectado a un Marco
nacional de cualificaciones, que permita armonizar las perspectivas y dinámicas del trabajo,
con el modelo educativo y formativo, para facilitar a la población colombiana la educación
continua.
Componentes

Las propuestas de mejora curricular institucional se enfocan a partir de las exploraciones de


las tendencias internacionales, la experiencia institucional y los requerimientos de las
regiones y las localidades. Los siguientes son los componentes a considerar en el
mejoramiento curricular:
Articulación con Relacionados con Flexiblidad en la
la cadena de la demanda del estructuración
formación sector del currículo

Pertinencia del
Coherentes con nivel de
los perfiles de formación y las
ingreso y egreso competencias

Articulación con la cadena de formación


Los programas actuales no facilitan la cadena de formación, pues están diseñados por
niveles únicos e independientes y en su estructura de formación no se encuentran
articulados o encadenados; el aprendiz no puede transitar por los diferentes programas y
niveles de acuerdo con sus intereses y necesidades de formación.

Programas coherentes y articulados con las expectativas y demandas del sector


productivo.
Hay un desborde de programas en el catálogo de la oferta institucional.
Desde el año 2007 están desactualizadas las competencias básicas; Claves, Transversales,
TIC y Bilingüismo, no cumplen expectativas y demandas del sector productivo. La
coexistencia de la Resolución 3139 de 2009 y la 117 de 2013, fractura el principio de
unidad como referente normativo, que reglamente el diseño curricular de los programas de
formación.

Métodos en la estructuración de los diseños curriculares


Se demanda la definición de métodos en la estructuración de los diseños curriculares.

Articulación y coherencia entre nivel de formación y las normas de competencia


Se observa que las normas de competencia laboral no corresponden al nivel de formación
enunciado en los diseños curriculares, por lo que el perfil de egresado no responde a las
expectativas que tiene el sector productivo; es frecuente la vinculación de aprendices en
ocupaciones que subestiman la formación impartida.

Coherencia entre perfiles idóneos de ingreso y egreso y estructura curricular


Los perfiles idóneos de ingreso de los aprendices no tienen relación con los contenidos de
los respectivos programas.

Articular el contexto social y productivo con los diseños curriculares


Se demanda conocer las exploraciones y estudios de observatorios laborales internacionales
para valorar tendencias y establecer mejoras en las propuestas de diseño curricular. La
competitividad de las empresas y las regiones son factor determinante del desarrollo de la
sociedad, por lo que los diseños de formación curricular deben responder a las tendencias
de desarrollo que respondan a los estándares internacionales en conocimiento, tecnología e
innovación

A continuación en la figura No. 2 se presenta gráficamente la propuesta de estructuración


del diseño curricular de los programas de formación titulada, la cual resume los elementos
de mejora más importantes a desarrollar:
Figura No. 2

Con el fin de clarificar la gráfica anterior, la estructura curricular tendrá en cuenta las
directrices institucionales relacionadas con los elementos de entrada para el diseño
curricular, de acuerdo con lo establecido en el Sistema Integrado de Gestión - SIGA.

Adicionalmente, de acuerdo con las dinámicas políticas, sociales y económicas del país, se
contemplan nuevos referentes tales como: Marco Nacional de Cualificaciones (en proceso
de construcción), referentes internacionales (Estándares internacionales), Clasificación
Internacional Uniforme de Ocupaciones CIUO, Matriz de pertinencia y análisis
prospectivo, entre otros.

Un programa de formación profesional, orientado hacia las cualificaciones, estará


compuesto por competencias laborales específicas, propias para el desempeño técnico, y
competencias básicas (claves y transversales), propias para el desarrollo humano, las cuales
conforman un bloque formativo nuclear y unas rutas formativas opcionales.

El bloque formativo nuclear (etapa lectiva) y su correspondiente etapa productiva


responderán a una salida ocupacional específica, por lo que el tiempo y el número de
créditos estarán acordes con la normatividad interna que se establezca.

Para la movilidad horizontal se establecen rutas opcionales de primer, segundo, tercer u


otro orden superior, de acuerdo con el desarrollo tecnológico y ocupacional del sector, o del
área de desempeño, así:

Primer orden, es la ruta opcional inicial que permite la profundización del conocimiento y
pueden ofertarse junto con el bloque nuclear.

Segundo orden, cuando el aprendiz opta por profundizar sus conocimientos en el mismo
nivel y requiere como pre-requisito contar con la certificación del programa de primer
orden.

Tercer orden y subsecuentes, obedece a mayor profundización en el mismo nivel y área, y


requiere como pre-requisito contar con la certificación del programa de orden anterior

Como un aporte adicional desde la formación profesional para el mejoramiento curricular,


se propone que en los bloques formativos nucleares se deben encontrar como competencias
independientes las competencias clave y transversales, necesarias para lograr el dominio de
las capacidades matemáticas, comunicación oral y escrita, bilingüismo, física-química-
biología, TIC, habilidades sociales para la vida, investigación, actividad física y protección
de medio ambiente y seguridad en el trabajo.

En las rutas formativas opcionales, cada una de las competencias laborales específicas que
se diseñen, debe contener dentro de su estructura los elementos clave y transversales
necesarios para el logro de la competencia.
Otros aspectos para la reflexión son:

Un cambio a este nivel implica ajustes en el procedimiento de ejecución de la GFPI-P-006,


lo que deriva afectar la Resolución 184 de 2013, en lo relativo a las funciones del Equipo
Pedagógico de Centro. Las actividades de aprendizaje y las estrategias didácticas deben
responder a las necesidades de los aprendices en cuanto a estilos y ritmos de aprendizaje

Armonización de los tiempos asociados al desarrollo de competencias

En la estructuración del diseño curricular se requiere modelar un equilibrio entre las


competencias técnicas, clave y transversales que integran el perfil idóneo del egresado para
el desarrollo integral del aprendiz, asociado al nivel del programa, y la complejidad de las
competencias. Además, se analiza el impacto en el desarrollo de cada sector económico y,
de los diferentes contextos de desarrollo regional. Además se deben revisar los niveles de
cualificación que se pretenden alcanzar, asegurando que las competencias clave deben ser
propias y pertinentes a la disciplina, acordes con la flexibilidad del diseño curricular, de tal
manera, que sea pertinente y se adapte a las condiciones de movilidad y desarrollo local,
regional y mundial, y la capacidad emprendedora, como una cultura dinamizadora de la
generación de empleo.

En el modelo de diseño curricular y en los procesos de formación del SENA desde un


enfoque por competencias, es importante articular las competencias técnicas con las clave y
transversales, para garantizar la calidad del perfil idóneo del egresado y lograr el desarrollo
de sus habilidades en la sociedad.

Se valora trascendental la inclusión de las competencias clave y transversales para el


desarrollo del SER, desde el diseño curricular; garantizar su desarrollo en el proceso de
ejecución de la formación con calidad, demanda idoneidad en el perfil de ingreso, un factor
clave para orientar la efectividad de la formación profesional integral. La acertada
orientación vocacional al aprendiz, asegura el buen desempeño durante el proceso de
formación y su actividad profesional, acorde con las expectativas del empresario y del
entorno social.

Es importante afirmar que las competencias clave y transversales responden al mismo nivel
de complejidad de las técnicas, y depende de los programas de formación; además se
requiere que desde el diseño curricular se muestre la coherencia y congruencia entre todas
ellas.

La demanda actual de los empresarios se concentra en aprendices revestidos de


competencias clave, enfocadas a la dimensión axiológica como impronta institucional para
incidir en la transformación de su medio.

Calidad y pertinencia de los programas de formación profesional integral

Desde el estatuto de la formación profesional y su concreción conceptual en el modelo


pedagógico, se contempla la calidad y la pertinencia en todos los procesos de formación en
el SENA, estas características son fundamentales en los programas procurando la
modernización de sus diseños curriculares.

La complejidad del sector productivo exige respuestas novedosas acorde con los desarrollos
tecnológicos de cada uno de ellos; el SENA desde su misión, le corresponde buscar
respuestas polivalentes e integrales que faciliten la movilidad de sus egresados de manera
concreta y específica. Es responsabilidad desde el diseño curricular generar un catálogo de
condiciones acorde con la demanda del mercado, el nivel ocupacional y la movilidad
ocupacional.

En relación con las competencias básicas: clave, transversales, TIC y bilingüismo, en los
diseños curriculares se articulan con las competencias técnicas y de esta manera ajustar el
perfil del egresado con los requerimientos del sector productivo. En los diferentes
referentes normativos internos se evidencia la necesidad que cada uno de ellos haga
relación entre la denominación, el perfil de egresado y los resultados de aprendizaje de
acuerdo con el nivel de cualificación.

Es importante considerar en los diseños curriculares la facilidad de articulación con la


cadena de formación, ante esta situación la entidad debe considerar la duración de cada uno
de los programas desde los diferentes niveles de cualificación, su equivalencia en créditos
académicos y las rutas de aprendizaje asociadas a la ejecución de la formación profesional,
los que deben responder al área de desempeño y la movilidad en los diferentes escenarios,
en el contexto nacional e internacional.

La estandarización y flexibilidad en la ejecución de la formación, se considera critica por


la misma dinámica en la cobertura de los programas en el territorio nacional, con
características propias acorde con la realidad de la región; por lo que es importante
establecer diseños flexibles, que permitan el desarrollo de las estrategias pedagógicas y
garantizar así la calidad de la formación profesional, su pertinencia y especificidad.

Con respecto a los diseños curriculares asociados a los niveles de formación, estos deben
guardar relación directa con la órbita de ocupación, y los perfiles idóneos de egreso acorde
con la demanda del mercado. Se evidencia que la principal necesidad de un cambio
curricular es articular este proceso con el Marco Nacional de Cualificaciones, para lograr
diseños curriculares de calidad, pertinencia, que garanticen su coherencia y articulación.

Se requiere definir la certificación de los aprendices considerando además su movilidad, no


solo en el mundo laboral sino en el proceso de la cadena de formación, para lograr los
procesos de homologación con la educación superior. Es conveniente que desde el diseño
curricular se defina en qué nivel (primer, segundo o tercer orden), se ubican los tecnólogos
para hacer cadena de formación; de igual forma ocurre para los técnicos. Estos cambios
implican modificaciones en los niveles de formación.

En lo referente al procedimiento de ingreso, es importante considerar las diferentes


poblaciones que el SENA desde su misión atiende con sus particularidades, necesidades y
oportunidades frente a la mejora de su proyecto de vida; esto exige la flexibilización de
los requisitos definidos en el perfil de ingreso. Se requiere además contar con estrategias
que permitan la orientación vocacional de los aprendices, logrando así desarrollar sentido
de identidad y pertenencia para responder con calidad en su desempeño laboral, la realidad
de su contexto ocupacional, y las expectativas del sector productivo.

Para el caso de competencia de bilingüismo se debe tener en cuenta los tiempos requeridos
para garantizar la oferta al mercado de aprendices integrales con dominios en una segunda
lengua y definirlas desde el diseño curricular, bajo consideraciones precisas; el
bilingüismo depende del programa de formación, el contexto y las necesidades,
garantizando las condiciones que permita evidenciar su desarrollo. En relación con los
tiempos específicos y estrategias de aprendizaje, están directamente relacionadas con los
contextos reales de trabajo, integrada al diseño curricular y a los componentes técnicos, la
infraestructura y las herramientas necesarias para su desarrollo.

Esta competencia se valora necesaria para el desempeño de la ocupación y se debe enfocar


al dominio del lenguaje técnico, de acuerdo con su área de desempeño y de la diversidad
de la región, para lograr mejorar el nivel de formación de los aprendices, continuar su
ciclo de formación y hacerlos competitivos con los estándares internacionales. Las
competencias de bilingüismo, deben considerar otros idiomas de acuerdo con sus intereses
y programas de formación que están desarrollando.

De lo anterior se sintetiza que las competencias transversales, así como las bilingües son
importantes en la formación integral del aprendiz, su desarrollo debe estar dentro de los
currículos de los programas, con los tiempos y herramientas necesarias. Merece especial
consideración de los tiempos requeridos para la adquisición de competencias bilingües,
garantizando las condiciones para que los aprendices las desarrollen.

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