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Derecho Civil I
Parte General del Derecho Civil Patrimonial
I. INTRODUCCIÓN
El Derecho privado constituye uno de los grandes ámbitos o sectores del Derecho, por
contraste con el otro, que es el Derecho público. Esta distinción, Derecho privado/Derecho
público, es una especie de summa divisio dentro del sistema jurídico, y aunque su
fundamento es discutido y acaso difícil de precisar, la existencia de los dos ámbitos con
características diferenciales es ampliamente aceptada y sus efectos permean la comprensión
y la aplicación de las normas jurídicas.
La distinción entre Derecho privado y Derecho público ha sido abordada a partir de varias
teorías:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
De ahí que las instituciones centrales del Derecho privado sean los individuos, sus estados
civiles, su capacidad, libertad o poder de autonomía, y su responsabilidad; las
organizaciones que los individuos crean para conseguir sus fines, económicos o de otra
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
clase; la familia; el estatuto de los bienes económicos y el intercambio de los bienes y de los
servicios por individuos y organizaciones.
• Es derecho privado, pues su objeto son las relaciones y derechos entre particulares.
De ahí que se dé un cierto margen de actuación a la voluntad privada y que, por
tanto, muchas de sus normas sean dispositivas.
• Es derecho supletorio, en el sentido de que las reglas del derecho civil se aplican
como supletorias de las regidas por otras leyes cuando no exista una norma
especial.
El art. 111-5 CCCat establece que “Les disposicions del dret civil de Catalunya s’apliquen amb
preferència a qualsevol altres. El dret supletori només regeix en la mesura que no s’oposa a les
disposicions del dret civil de Catalunya o als principis generals que l’informen”. Por su parte, el
art. 4.3 CC dispone que “Las disposiciones de este Código se aplicarán como supletorias en las
materias regidas por otras leyes”.
La formación de los derechos civiles modernos fue un proceso largo y complejo en el que se
contrapusieron y relacionaron varios elementos: romanos, germánicos, canónicos y otros.
A finales del s. XVIII surge la codificación como fenómeno ideológico y jurídico, basado en
la racionalización, generalización y abstracción de las reglas jurídicas que han de regir un
cierto sector de la vida. La racionalización implica condensar en un número relativamente
breve de principios y reglas las normas de la sociedad, accesibles e iguales para todos los
ciudadanos.
El primer y más conocido fruto de la codificación es el Code civil, el Código civil de los
franceses o Código Napoleón (1804). Tras la invasión napoleónica, en el proyecto de la
Constitución de Bayona –impuesta por los franceses- se estableció que el Derecho civil
francés se aplicaría a España y las Indias.
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1.3. Las divisiones tradicionales del derecho civil: la parte general del derecho civil
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
2. El art. 143 CE dispone que: “en el ejercicio del derecho a la autonomía (...), las
provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes,
los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica, podrán acceder
a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas (...). Las Comunidades
Autónomas podían acceder a la autonomía por dos vías:
• La vía rápida del art. 151 CE, reservada a las regiones que históricamente hubieran
alcanzado ya un Estatuto de Autonomía (Cataluña, País Vasco y Galicia) y otras
regiones que alcanzaran la autonomía de acuerdo con el procedimiento del art. 151
CE.
• La vía lenta del art. 143 CE, para el resto de Comunidades Autónomas y que
implicaba una menor asunción de competencias. No obstante, tras varias
modificaciones estatutarias, hoy en día han alcanzado el mismo nivel o techo
competencial que el resto de Comunidades Autónomas (a salvo la competencia en
materia de conservación, desarrollo y modificación de los derechos civiles forales
existentes).
Según el art. 149.1.8º CE, el Estado tiene competencia exclusiva en: “Legislación civil, sin
perjuicio de la conservación, modificación y desarrollo por las Comunidades Autónomas
de los derechos civiles, forales o especiales, allí donde existan. En todo caso, las reglas
relativas a la aplicación y eficacia de las normas jurídicas, relaciones jurídico-civiles
relativas a las formas de matrimonio, ordenación de los registros e instrumentos públicos,
bases de las obligaciones contractuales, normas para resolver los conflictos de leyes y
determinación de las fuentes del derecho, con respeto, en este último caso, a las normas de
derecho foral o especial”.
• Amplia: donde existe Derecho civil propio, foral o especial, éste podrá regular las
materias del Derecho Civil, salvo las que cita expresamente la CE como reservadas
al Estado.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
3. “Reserva final”: atribuye al Estado la competencia exclusiva “en todo caso” sobre las
siguientes materias:
a) La aplicación y eficacia de las normas jurídicas
b) Las relaciones jurídico-civiles relativas a las formas del matrimonio
c) La ordenación de los registros e instrumentos públicos
d) Las bases de las relaciones contractuales
e) Las normas para resolver los conflictos de leyes y la determinación de las fuentes
del derecho, con respeto, en este último caso, a las normas del derecho foral o
especial.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
El proceso de codificación del derecho civil catalán ha entrado en una nueva fase con la
aprobación de la Llei 29/2002, de 30 de desembre, primera del Codi civil de Catalunya; de la Llei
5/2006, de 10 de maig, del Llibre Cinquè del Codi Civil de Catalunya, relatiu als drets reals; de la
Llei 4/2008, del 24 d’abril, del Llibre Tercer del Codi Civil de Catalunya, relatiu a les persones
jurídiques; y de la Llei 10/2008, del 10 de juliol, del llibre quart del Codi civil de Catalunya, relatiu
a les successions.
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Tradicionalmente, las reglas más importantes de la parte general del derecho civil español
están recogidas en el Título Preliminar del Código civil. Así, en este se contienen reglas
sobre fuentes, interpretación, eficacia normativa y temporal de las normas jurídicas, y
algunas cuestiones generales sobre consecuencias de su aplicación e infracción.
INTERPRETACIÓN
La interpretación jurídica consiste en averiguar el sentido de las palabras que integran una
norma para aplicarlo al caso concreto o, dicho de otra manera, es la actividad dirigida a la
búsqueda del sentido o significado de la norma a través de los textos o signos de
exteriorización.
Tipos de interpretación:
1. En función del sujeto que interpreta las leyes podemos tradicionalmente distinguir
• Interpretación auténtica: la lleva a cabo la propia ley.
• Interpretación judicial: la realizan los jueces.
• Interpretación doctrinal: la realizan los estudiosos del derecho, pero no tiene
valor vinculante, ni directo ni indirecto, tan sólo a través de alguna de las
anteriores.
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Criterios de interpretación o hermenéuticos (art. 3.1 CC): son los criterios que debe
utilizar el juez para interpretar la norma, sin que ello signifique que deba aplicarlos todos.
En cualquier caso, el juez no puede apartarse ni prescindir de ellos, pues tienen carácter
imperativo. No existe una jerarquía de precedencia, uso o peso diferenciado entre tales
criterios, si bien el de la interpretación teleológica parece recibir un carácter prevalente en
la algo ingenua visión del art. 3 CC. El art. 111-2 CCCat se refiere fundamentalmente a los
principios generales de la tradición jurídica catalana, y a la jurisprudencia de los tribunales
como principales herramientas de interpretación (además de las del art. 3.1 CC).
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Además, los jueces y tribunales deben interpretar las normas jurídicas de acuerdo con los
principios constitucionales (art. 5 LOPJ)
El art. 3.2 CC regula el criterio de interpretación de la equidad, que se aplica junto con los
criterios de interpretación del art. 3.1 CC. De acuerdo con este criterio, el juez debe aplicar
la interpretación más justa para las partes en litigio. Se trata, por tanto, de resolver el caso
con arreglo a la justicia al caso concreto. La equidad debe concurrir con los otros criterios
de interpretación, pues la resolución concreta de un caso no puede basarse, de manera
exclusiva, en la equidad, salvo que una norma expresamente lo autorice (en el mismo
sentido, art. 111-9 CCCat).
INTEGRACIÓN
Para saber si existe o no una norma aplicable al caso, hay que recurrir a las fuentes del
derecho (ley, costumbre y principios generales del derecho, complementadas con la
jurisprudencia, según el art. 1 CC). Pero si no existe ley o costumbre aplicable al caso, se
debe recurrir, si es factible, al sistema de integración por analogía con anterioridad a los
principios generales del derecho.
Tipos de integración:
1. Autointegración: se puede llevar a cabo mediante:
• La expansión lógica del derecho positivo (método analógico): es el defendido
por una concepción rígidamente positivista del ordenamiento que no admite la
existencia de otras normas que no sean las positivamente dadas. Es decir, el
propio ordenamiento jurídico nos da una solución para el caso no resuelto
mediante una norma que se aplica a otro caso parecido.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
ANALOGÍA
El método analógico en sentido tradicional consiste en aplicar a un caso dado una norma
prevista para un supuesto de hecho distinto, pero con el cual el caso guarda similitud, a los
efectos de la regla de decisión que haya de aplicarse a ambos, al previsto y al no previsto.
Es decir, consiste en aplicar al hecho no regulado normativamente la norma establecida
para el hecho análogo o similar.
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El artículo 4.2 CC establece que las normas sancionadoras o prohibitivas, así como las
temporales o excepcionales, no se podrán aplicar analógicamente. No podría ser de otro
modo, a tenor del principio de legalidad en materia penal y sancionador, que está en la CE.
1. La entrada en vigor (art. 2.1 CC): las leyes entraran en vigor a los 20 días de su completa
publicación en el BOE. Algunas leyes pueden establecer una vacatio legis distinta. Los
requisitos que debe cumplir una ley para que pueda entrar en vigor son: i) la ley debe
haber seguido el proceso legislativo; ii) la ley debe haber sido publicada en el diario
oficial correspondiente (DOCE, BOE, DOGC).
2. Pérdida de vigencia: las normas jurídicas dejan de tener vigencia cuando desaparecen
como tales. Las normas jurídicas de carácter legal cesan por mandato del propio
legislador (derogación). También puede ser que la ley especifique en qué momento
perderá su vigencia. De acuerdo con el art. 2.2 CC, una norma podrá ser derogada por
otras normas posteriores. Esta derogación tendrá el alcance que expresamente se
disponga y se extenderá siempre a todo aquello que en la ley nueva, sobre la misma
materia, sea incompatible con la anterior.
Tipos de derogación:
• Tácita: la nueva ley no expresa qué leyes deroga pero se entiende por su contenido.
• Expresa: la nueva ley establece las normas que deroga. Puede ser:
i) Formal: se indican las leyes, artículos o normas que se derogan.
ii) Material: se indica la materia sobre la cual se quieren eliminar los preceptos
pero no dice qué concretas normas quedan derogadas.
• Total: se deroga toda la ley anterior.
• Parcial: se deroga simplemente parte de la ley anterior.
• Otro sistema de derogación es la declaración de nulidad de una ley.
Una ley es retroactiva cuando se aplica a actos realizados antes de su entrada en vigor, y a
las situaciones jurídicas nacidas o hechos acaecidos bajo la vigencia de las normas
anteriores en el tiempo a aquélla. En cambio, una ley es irretroactiva cuando sólo tiene
efectos jurídicos para los hechos acaecidos después de entrar en vigor.
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conocida ni tenía aplicación); seguridad jurídica (los sujetos, al realizar la conducta, tenían
en mente un régimen legal distinto); incentivo (si las normas tratan de crear incentivos para
que se realicen conductas deseables, y no se realicen las indeseables, las conductas pasadas,
por definición, no se pueden incentivar).
Principio general de irretroactividad de las normas (art. 2.3 CC): en principio, y salvo que
se establezca lo contrario, las normas son irretroactivas. El principio de irretroactividad de
las normas es subsidiario (“si no dispusieren lo contrario”), pues sólo se aplicará cuando la
nueva ley no haya establecido nada sobre su posible efecto retroactivo.
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¿Son tácitamente retroactivas también las normas de carácter procesal? Se suele entender, y
así se practica de ordinario, que las normas de carácter procesal son tácitamente
retroactivas, pues los actos de ejercicio de derechos, aunque éstos hayan nacido con
anterioridad al momento de dictarse la ley procesal, deben someterse a los procedimientos
o trámites por ellas establecidos. Sin embargo, no hay una verdadera retroactividad de la
ley procesal en cuanto al procedimiento mismo, que es la materia directa de su
reglamentación, pues si estuviera ya iniciado, deberá seguir tramitándose con arreglo a los
trámites de la ley antigua o bien ajustarse sólo en su continuación a los trámites de la ley
nueva, pero ni en uno ni en otro caso puede hablarse de una verdadera retroactividad.
Eficacia general de las normas jurídicas: sujeción al ordenamiento y respeto a la ley (art.
9.1 CE). Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico.
1.3.1. Buena fe. Prohibición del abuso del derecho (art.7 CC)
El artículo 7.1 CC establece que los derechos subjetivos se deben ejercitar conforme a las
exigencias de la buena fe. El concepto de la buena fe no se encuentra definido en el CC, si
bien podría haber utilizado la fórmula del ejercicio de derechos con arreglo a principios de
lealtad y honradez, pues ese es su significado. En realidad, la buena fe (en sentido objetivo,
no en el sentido subjetivo: arts. 433 y 1473 CC, entre otros muchos) tiene la consideración
de un estándar jurídico de comportamiento, es decir, sería un modelo de conducta social o,
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si se prefiere, una conducta socialmente considerada como arquetipo o una conducta que la
conciencia social exige conforme a un imperativo moral de conducta socialmente asentado.
Una de las aplicaciones judiciales más importantes de esta exigencia de ejercicio conforme a
la buena fe es la del retraso desleal en el ejercicio de los derechos. Si el titular de un derecho
se retrasa de modo notable en ejercitarlo o reclamarlo –pero no tanto como para que hayan
ya prescrito las pretensiones que nacen de ese derecho, pues en ese caso opera la
prescripción- de forma que el deudor ya no podía razonablemente esperar esa reclamación,
el deudor podrá oponerse a las consecuencias negativas para él de ese ejercicio
deslealmente extemporáneo por parte del titular. Podrá llegarse incluso a la extinción del
derecho, si ello es necesario para evitar las consecuencias negativas del retraso desleal.
La prohibición del abuso del derecho o el ejercicio de forma antisocial guarda similitudes
con la sujeción a la buena fe del ejercicio de los derechos. Ambas son derivaciones, en
esencia, del disfavor hacia las conductas que no se ajustan a las exigencias de la buena fe. El
ordenamiento jurídico no va a proteger un ejercicio anormal del derecho, en la medida en
que la anormalidad no es mera excentricidad o singularidad, sino contradicción con la
conducta que generalmente se entiende como correcta –no sólo como habitual o normal.
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• Acto u omisión del titular del derecho realizado con ocasión del ejercicio del
mismo.
• Este ejercicio del derecho puede ser abusivo por la intención de la persona o las
circunstancias en que se ejercita el derecho.
• Este ejercicio genera un daño a un tercero.
La ignorancia de la ley y el error del derecho (art. 6.1. CC): Al fundarse la regla de la
inexcusabilidad del cumplimiento de las leyes en razones objetivas de efectividad social, se
hace posible deslindar claramente la irrelevancia de la ignorancia de la ley como excusa del
no cumplimiento de la misma y la posible relevancia del error de Derecho como base de la
falta de validez de determinados actos jurídicos. La ignorancia de la ley no puede alegarse
como excusa para justificar el no haber cumplido con el mandato de la norma. El
desconocimiento que una persona tenga de una norma jurídica no la libera del
cumplimiento y de su aplicación, ya que todo el mundo tiene la posibilidad de conocer las
normas por su publicidad.
El error de hecho recae sobre circunstancias de hecho del acto, es decir, hace referencia al
objeto en el que recae el contrato. En cambio, el error de Derecho radica en la ignorancia o
falso conocimiento de la norma jurídica en cuanto a su contenido, existencia, interpretación
o aplicación al caso concreto, siempre que el sujeto se haya decidido a actuar como lo ha
hecho a causa de aquella ignorancia o falso conocimiento.
La exclusión voluntaria de la ley aplicable sólo será válida cuando no contraríe al interés o
el orden público, ni perjudique a terceros, y se refiere, sin duda, al Derecho interno y a
relaciones jurídicas reguladas por el Derecho interno. En el ámbito del Derecho
internacional privado, la elección del Derecho nacional aplicable está regulado por normas
propias (Reglamentos Roma I y II; arts. 9 y ss. CC) de Derecho internacional privado.
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antes de que surja el supuesto generador del efecto jurídico, deberá tratarse de una ley
dispositiva (ejemplo: arts. 1477 y 1485 CC). Por otro lado, la renuncia posterior, aunque con
restricciones significativamente menores, no es tampoco plenamente libre en todo caso
(derechos irrenunciables, por ejemplo).
• La nulidad de los actos jurídicos: La nulidad es una ineficacia del acto y, por
consiguiente, una privación de todos los efectos que el acto estaría normalmente
llamado a producir. Es decir, ese acto que hemos realizado violando el
ordenamiento jurídico no va a desplegar efectos.
La nulidad de los actos de contravención (art. 6.3. CC): Los actos contrarios a las normas
imperativas y a las prohibitivas son nulos de pleno derecho, salvo que en ellas se establezca
un efecto distinto para el caso de contravención. En realidad, la regla general de nulidad
del art. 6.3 CC tienen una esfera de aplicación más restringida que la que parece resultar
del texto de la norma. La consecuencia de nulidad, en realidad precisa:
• Que la conducta infractora esté dirigida a producir efectos jurídicos, que son los
que pueden quedar afectados por la nulidad. Los actos materiales y puros hechos
jurídicos no son susceptibles de nulidad.
El efecto de nulidad se produce como consecuencia subsidiaria, esto es, cuando la norma
infringida no ha establecido una consecuencia distinta (punitiva, de aplicación forzosa,
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etc.). La consecuencia distinta puede ser expresa, pero también deducirse de la correcta
interpretación de la norma. Por otro lado, también cabe que la recta interpretación de la
norma infringida lleve a entender que la nulidad es compatible con otras consecuencias
sancionatorias. Es incluso posible que esta interpretación pueda modificarse a lo largo del
tiempo, como muestra la jurisprudencia del TS en materia de viviendas de protección
oficial (VPO). Inicialmente, el TS consideró la nulidad civil de los contratos con precio
superior al máximo autorizado compatible con las sanciones administrativas por el
sobreprecio, pero más adelante consideró que sólo cabían las sanciones específicas de la
legislación de VPO, que excluían la sanción adicional de la nulidad civil.
Conviene recordar que el CC contiene normas especiales en materia de nulidad que tratan
de reforzar el carácter disuasorio de la nulidad como sanción: los arts. 1305 y 1306 CC, que
tratan de aumentar los incentivos a evitar contratos que sean delictivos, o que tengan una
motivación inmoral.
Ej.: Resolución de 7 de enero de 2009, de la Dirección General de los Registros y del Notariado, en
el recurso interpuesto por Elías González Pinto y Rosario Cuevas Barba, contra la negativa del
registrador de la propiedad de Sanlúcar de Barrameda, a inscribir una escritura de compraventa.
Nulidad de actos jurídicos salvo que se prevea otro efecto para la contravención.
STS, 1ª, 10.10.2008 (nº sentencia: 878/2008): préstamo a jugadores por el propio casino. Las
sanciones administrativas no evitan la nulidad civil. Causa torpe: el préstamo al jugador
introduce un elemento de causa torpe que lleva a la aplicación del art. 1306 CC.
STS, 1ª, 19.11.2008 (nº sentencia: 1057/2008): aplicación del art. 1306.2 CC a una compañía de
seguros que, contra la prohibición legal, había prestado un aval, además estando en situación de
crisis.
Fraude de ley: una persona se ampara en una norma jurídica que lo permite o lo autoriza o,
al menos, no lo prohíbe y, sin embargo, su finalidad es conseguir un efecto o resultado
contrario al propósito del ordenamiento jurídico en esa circunstancia. Por ejemplo, hay
fraude de ley en los matrimonios de conveniencia cuya finalidad no es la de establecer una
relación de convivencia matrimonial, sino conseguir la nacionalidad para uno de los
cónyuges.
El art. 6.4 CC establece que los actos realizados al amparo del texto de una norma que
persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se
considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma
que se hubiere tratado de eludir.
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Requisitos:
• Que se hallan ejecutado uno o varios actos al amparo de una norma legal (norma
de cobertura).
• Que se produzca un resultado prohibido por el ordenamiento.
• El ordenamiento jurídico aplicará la norma que se ha intentado eludir.
• No es necesario que la persona que realice el acto o actos en fraude tenga la
intención probada de burlar la ley, ni consiguientemente la prueba de la misma,
porque el fin último de la doctrina del fraude de ley es la defensa del cumplimiento
de las leyes, no la represión del concierto o intención maliciosa de que se encargan
otras instituciones.
El tiempo genera efectos jurídicos. En el ordenamiento civil todas las medidas de tiempo
que se utilizan tienen en cuenta los días completos.
• Plazos señalados por días (semana, quincena): Por norma general, se excluye el primer
día y el cómputo deberá empezar a correr el día siguiente. Pero hay normas
específicas que no excluyen el primer día de partida.
• Plazos señalados por meses o años (trimestre, semestre): El cómputo de tiempo se cuenta
de fecha a fecha y se incluye el día de inicio. Si hay un mes que no tiene todas las
fechas, se acorta el plazo al último día del mes.
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NACIMIENTO
• “Para los efectos civiles, sólo se reputará nacido el feto que tuviere figura humana y
viviere 24 horas enteramente desprendido del seno materno”.
Por lo tanto, sólo se considerarán personas, a efectos civiles, a aquéllas que cumplan las
características anteriormente señaladas. Cuando no concurran tales requisitos, se habla
tradicionalmente, con arcaica terminología, y a efectos civiles, de criaturas abortivas.
• Tener figura humana: ha sido comúnmente exigido por la tradición jurídica, que ha
excluido de la condición de persona al nacido que, en la apreciación común, no se
puede conceptuar como tal como consecuencia de su apariencia.
• Estar enteramente desprendido del seno materno durante 24 horas: éstas se han de contar
desde la ruptura del cordón umbilical. Por tanto, no adquirirá personalidad si
muere antes por accidente, aunque biológicamente fuese viable, y la adquiere si
llega a cumplirlas, aunque sea por efecto de los cuidados médicos y no resulte
viable desde el punto de vista médico.
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La Convención sobre los Derechos del Niño, obliga a que los niños sean inscritos
inmediatamente después de su nacimiento, y tendrán derecho, desde que nacen, a un
nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y
ser cuidado por ellos.
Concebido no nacido (nasciturus): arts. 29- 30 CC. El concebido no es persona según el CC.
Por supuesto, el concebido no nacido recibe también protección penal, cuya vida y salud
son bienes jurídicos tutelables. Pero no tiene personalidad civil.
El derecho romano dispuso ya una cierta protección del concebido y no nacido. Si bien no
se le reconoció personalidad, se protegieron los intereses de la futura persona. La doctrina
romanista formulaba la máxima nasciturus pro iam nato habetur, quotiens de commodis eius
agitar, que expresa la idea de una cierta equiparación entre los concebidos y los nacidos en
relación con los efectos o consecuencias jurídicas que fueran favorables a los primeros. La
idea es similar en el CC: el concebido aún no es persona, pero se anticipan, dada la
posibilidad de llegar a serlo, mecanismos de protección que serían de aplicación si ya
hubiera nacido. Así, el art. 6 LEC le reconoce capacidad para ser parte, y los arts. 627 CC y
531-21.3 prevén que se puedan aceptar donaciones en nombre del concebido y no nacido.
El Código Civil no admite que los no concebidos puedan ser titulares de derechos, ni
siquiera en esta forma anticipada y provisional, pues falta el sujeto del derecho subjetivo.
Las medidas protectoras específicas que establece a favor de personas que no existen se
limitan a los concebidos, aunque caben medidas sobre bienes que, en último extremo,
podrán acaso beneficiar a quien aún no ha sido ni siquiera concebido (hijos o descendientes
de hijos).
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vida…). No tiene gradaciones sino que toda persona tiene capacidad jurídica y la tiene de
modo pleno y completo.
Capacidad de obrar: aptitud para realizar eficazmente actos jurídicos, o en otros términos,
para adquirir o ejercitar derechos y asumir obligaciones. Puede ser plena o limitada, si el
sujeto no puede realizar por sí mismo con plena eficacia actos o negocios jurídicos o algún
tipo de ellos. Las únicas limitaciones de la capacidad de obrar que hoy reconoce el derecho
de la persona español son la menor edad y la falta de aptitud de la persona para gobernarse
a sí misma, que darán lugar a los estados civiles de la menor edad e incapacitación,
respectivamente.
El mayor de edad, por el contrario, tiene plena capacidad para regir su persona en todos los
aspectos de la vida, los económicos y los que no lo son. De hecho, no cabe una capacidad
en derecho superior a la de las personas mayores de edad (salvo que, por los motivos
tasados previstos en la ley –art. 200 CC- hayan visto judicialmente restringida su
capacidad).
El menor de edad no es, en principio, capaz, no tienen la plena capacidad de obrar, si bien
el menor de edad tradicionalmente ha podido actuar por sí en los siguientes casos de
carácter excepcional:
• A partir de los 12 años, si va a ser adoptado o acogido por otra familia, debe prestar
consentimiento.
• Desde los 14 años puede contraer matrimonio –con autorización-; hacer testamento,
excepto el ológrafo; optar por la nacionalidad española; reconocer un hijo; optar por
otra vecindad civil distinta de la que tiene, y ser testigo en los procesos civiles.
• A los 16 años ha de consentir en salir de la menor edad y emanciparse u obtener la
habilitación de edad; puede ser testigo en los testamentos en ciertos casos y puede
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realizar los actos de administración ordinaria sobre los bienes que haya adquirido
con su trabajo o actividad.
Además, y de modo creciente, el menor puede actuar por sí mismo –aunque requiera
asistencia de otros- en relación con derechos personales, y los padres y tutores han de
contar con su criterio para los actos más relevantes que le afectan:
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del facultativo, los padres serán informados y su opinión será tenida en cuenta para
la toma de la decisión correspondiente.
Según el art. 145 CF, pertenecen a los hijos los frutos y rendimiento de sus bienes y
derechos, así como las ganancias de su propia actividad y los bienes o derechos que
se puedan derivar. Asimismo, de acuerdo con el art. 149 c) CF, se exceptúan de la
administración del padre y de la madre los bienes y derechos adquiridos por el de
más de 16 años con su actividad que genere beneficio, en relación con los cuales
debe actuar como si fuera emancipado.
a) Art. 9 LO 1/1996: El menor tiene derecho a ser oído, tanto en el ámbito familiar
como en cualquier procedimiento administrativo o judicial en que esté
directamente implicado y que conduzca a una decisión que afecte a su esfera
personal, familiar o social. En los procedimientos judiciales, las comparecencias
del menor se realizarán de forma adecuada a su situación y al desarrollo
evolutivo de éste, cuidando de preservar su intimidad.
Se garantizará que el menor pueda ejercitar este derecho por sí mismo o a
través de la persona que designe para que le represente, cuando tenga
suficiente juicio. No obstante, cuando ello no sea posible o no convenga al
interés del menor, podrá conocerse su opinión por medio de sus representantes
legales, siempre que no sean parte interesada ni tengan intereses contrapuestos
a los del menor, o a través de otras personas que por su profesión o relación de
especial confianza con él puedan transmitirla objetivamente.
Cuando el menor solicite ser oído directamente o por medio de persona que le
represente, la denegación de la audiencia será motivada y comunicada al
Ministerio Fiscal y a aquéllos.
b) Art. 154 CC: Si los hijos tuvieren suficiente juicio deberán ser oídos siempre
antes de adoptar decisiones que les afecten.
c) Art. 92.6 CC: antes de acordar el régimen de guarda y custodia, el Juez deberá
recabar informe del Ministerio Fiscal, y oír a los menores que tengan suficiente
juicio cuando se estime necesario de oficio o a petición del Fiscal, partes o
miembros del Equipo Técnico Judicial, o del propio menor, valorar las
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f) Art. 213 CF: El tutor debe convivir con el menor. Sin embargo, si existe motivo
suficiente, el juez puede autorizar que resida en un lugar distinto, con la
audiencia previa del menor si tiene 12 años o más, o si es menor de 12 pero
tiene conocimiento suficiente.
h) Art. 215 CF: En las decisiones relativas a la educación del menor, si éste tiene al
menos 12 años y manifiesta una opinión diversa, el tutor necesita también la
autorización judicial o la del consejo de tutela, si existe.
i) Art. 156 CF: Para cualquier acto que implique una prestación personal de los
hijos, es necesario su consentimiento si tienen 12 años o más, o si, siendo
menores de 12 años, tienen conocimiento suficiente.
j) Art. 133.2 CF: Antes de tomar decisiones que le afecten, el padre y la madre
siempre han de informar y escuchar al hijo de 12 años o más, y el de menos de
12 si tiene conocimiento suficiente.
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• Potestad del padre y de la madre: los menores, dadas sus condiciones normales de
madurez, necesitan la asistencia y protección de los adultos (los padres,
prioritariamente, por motivos tanto biológicos como culturales), que tienen
obligaciones de cuidado personal y educación, y ostentan la potestad sobre los
mismos, lo que determina su representación legal –son los titulares de la potestad
quienes actúan jurídicamente en nombre del menor- y quienes gestionan los
intereses patrimoniales del menor.
• Por concesión de los titulares de la potestad: se exige que el menor tenga 16 años
cumplidos y la consienta. Se otorgará por escritura pública o por comparecencia
ante el juez encargado del Registro Civil. Es un acto irrevocable.
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edad). Se otorga en los casos en que los padres estén separados, la situación
familiar sea mala y el ejercicio de la potestad se vea gravemente entorpecido,
existan nuevas parejas de los padres, etc.
• Por vida independiente: cualquier menor de edad mayor de 16 años que vive de
forma independiente en sentido amplio, con consentimiento de los padres, se le
considera emancipado de hecho.
El menor emancipado puede actuar, en un principio, del mismo modo que un mayor de
edad, si bien no puede realizar algunos actos de carácter patrimonial que la ley considera
potencialmente perjudiciales para su patrimonio. En estos casos, el emancipado necesita
que comparezcan junto a él su padre y madre, su cónyuge o su curador, etc. El emancipado
toma la iniciativa de sus actos pero necesita el complemento de capacidad en el momento
de la celebración de los actos de que se trate.
Dicho complemento de capacidad será necesario, según los arts. 159 y 151 CF, y 323 CC,
para:
• Vender o enajenar bienes inmuebles (pero no para comprarlos).
• Enajenar, gravar o vender empresas y participaciones en sociedades.
• Renunciar a créditos.
• Renunciar a donaciones y herencias.
• Dar o recibir dinero a préstamo.
El Código Civil regula la declaración de incapacidad para aquellas personas de las que se
prevé que, dadas sus condiciones físicas o psíquicas, no estarán en condiciones de regir su
vida, o que, en algún momento, dejan de estar en condiciones de hacerlo.
Una persona será considerada incapacitada y, por tanto, tratada como tal, siempre que
exista una sentencia judicial (declaración formal). La sentencia es graduable, pues ha de
señalar el nivel de incapacitación y los actos jurídicos que puede y no puede realizar.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Causas (art. 200 CC): son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias
persistentes de carácter físico o psíquico que impidan a la persona gobernarse por sí
misma.
Procedimiento de incapacitación: Una persona puede ser incapacitada siendo mayor o menor
de edad (en este último caso, siempre que se prevea que la enfermedad persistirá cuando
cumpla la mayoría de edad). Según el art. 756 LEC, la legitimación para solicitar la
incapacitación corresponde a los parientes (cónyuge, ascendientes, descendientes y
hermanos), la propia persona y el Ministerio Fiscal. Cualquier persona (no pariente) que
observe la existencia de una posible y relevante causa de incapacitación de una persona
tiene que comunicarlo al Ministerio Fiscal para que este pueda iniciar el proceso. En el caso
de los menores de edad, sólo los padres, y de común acuerdo, pueden iniciar el proceso de
incapacitación.
Prodigalidad (arts. 297 CC y 749 y ss. LEC): el pródigo es aquella persona que en relación con
sus intereses económicos tiene una conducta desordenada que puede poner en peligro los
derechos de asistencia económica de personas ligadas a ella. El CC regula la declaración de
prodigalidad, en virtud de la cual una persona es declarada pródigo y se limitan sus
facultades de actuación sobre sus bienes.
Para que una persona sea declarada pródigo es necesario que realice, con carácter habitual,
actos irregulares y con cierta reprobación social en la gestión del propio patrimonio que
pongan en peligro, de forma injustificada, los intereses económicos de las personas que
pueden reclamarle alimentos (hijos y cónyuge) La declaración de prodigalidad sirve para
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Es la protección que se ejerce por los padres de una persona. Se habla de patria potestad
prorrogada o rehabilitada cuando un incapacitado llega a la mayoría de edad, o es
incapacitado tras llegar a ella y tiene padres. Remisión al Derecho de familia.
II. Tutela
El tutor asiste, representa y gestiona los intereses del tutelado. El régimen de tutela se
aplica a los supuestos más graves de incapacitación cuando los padres no existen ya –o por
su edad no conviene que se encarguen de las tareas propias de atención, representación y
gestión de los intereses del incapacitado- así como para los menores que no tienen padres o
cuando estos han sido privados de la potestad.
Excusas de la tutela (arts. 187-188 CF): aunque los cargos tutelares son obligatorios, se
admiten causas por las que el designado puede excusarse del nombramiento o del
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
desempeño del cargo, según que la causa exista en aquel momento o sobrevenga
posteriormente. Las causas no están enumeradas taxativamente, pero el denominador
común es que hagan “excesivamente gravoso el ejercicio del cargo” (edad, enfermedad,
ocupaciones personales, falta de vínculo…). Las personas jurídicas sólo podrán excusarse
cuando carezcan de medios suficientes para el adecuado desempeño de la tutela.
1. Atención y cuidado personal (207 y 218 CF): el tutor debe cuidar del tutelado y debe
procurarle alimentos, si los recursos de su patrimonio no son suficientes, así como
darle una educación integral y, en su caso, hacer todo lo que sea necesario para la
recuperación de su capacidad y para su mejor reinserción en la sociedad. Asimismo,
ejercerá cualquier otra facultad que se le haya conferido en virtud de la sentencia
judicial de incapacitación.
El internamiento de una persona por razón de trastorno psíquico, cualquiera que sea
su edad y su condición de incapacidad o no, en una institución adecuada y cerrada
requiere autorización judicial previa si su situación no le permite decidir por sí
misma. No será necesaria dicha autorización previa por exigencias de urgencia
médica pero, en este caso, el director del centro debe informar al juez competente del
partido judicial al que pertenece el centro, en el plazo máximo de 24 horas (art. 255.1
CF). No es precisa autorización judicial para la salida del internamiento por efecto del
alta médica.
De acuerdo con el art. 763 LEC, el internamiento, por razón de trastorno psíquico, de
una persona que no esté en condiciones de decidirlo por sí, aunque esté sometida a la
patria potestad o a tutela, requerirá autorización judicial, que será recabada del juez
del lugar donde resida la persona afectada por el internamiento. La autorización será
previa a dicho internamiento, salvo que razones de urgencia hicieren necesaria la
inmediata adopción de la medida. En este caso, el responsable del centro en que se
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
6. Educación (en relación con la tutela del menor) (215 CF): es necesaria la autorización
judicial para internar al menor en un centro o institución de educación especial. En
las decisiones relativas a la educación del menor, si éste tiene al menos 12 años y
manifiesta una opinión diferente, el tutor necesita la autorización judicial o la del
consejo de tutela, si existe.
III. Curatela
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Régimen jurídico: se aplican a los curadores las normas sobre nombramiento, inhabilidad,
excusa y remoción de los tutores. No obstante, si el sometido a curatela hubiere estado con
anterioridad bajo tutela, desempeñará el cargo el mismo que hubiese sido su tutor, a no ser
que el juez disponga otra cosa (241 CF). El régimen jurídico de los actos realizados sin
intervención del curador cuando ésta sea la preceptiva es el de la anulabilidad, es decir,
producen sus efectos hasta que no sean anulados por las personas legitimadas para ello,
esto es, por el propio curador o el sujeto a curatela desde que salga de ella.
Contenido de la curatela (242 CF): el curador no tiene la representación del pródigo, del
emancipado o de la persona que esté en situación de incapacidad relativa, y se limita a
completar la capacidad. La sentencia que declare la prodigalidad o la incapacidad relativa
debe determinar el ámbito en el cual la persona afectada puede administrar sus bienes y
aquél donde necesita la asistencia del curador. Esta asistencia será necesaria para los actos
del art. 212 CF (actos de carácter patrimonial para los que el tutor o administrador de la
tutela necesitan autorización previa) y para otorgar capítulos matrimoniales. Si el curador
se niega a prestar la asistencia en alguno de los actos que la requieran, la persona afectada
puede solicitar la autorización judicial para hacerlo sola o, alternativamente, la designación
de un defensor judicial.
Para resolver los conflictos, y situaciones transitorias, entre los titulares, entre ellos y entre
los titulares y los sometidos a tutela o curatela, existe el defensor judicial (arts. 247 y ss.
CF). El juez lo nombrará en los siguientes casos:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
V. Guardador de hecho
Para las situaciones de hecho en las que todavía no se haya producido a constituir la tutela
o la curatela, existe la figura del guardador de hecho (arts. 253 y ss. CF), que es la persona
física o jurídica que tiene acogido transitoriamente a un menor que quedado desamparado
por aquella o aquellas personas que habían de cuidar de ella, o cualquier otra persona que,
por razón de sus circunstancias personales, puede ser declarada incapaz o sujeta a curatela.
El guardador de hecho debe poner en conocimiento del organismo competente en
protección de menores, si se trata de un menor, o de la autoridad judicial o del Ministerio
Fiscal, en otro caso, el hecho del acogimiento. Su actuación deberá ser siempre en beneficio
de la persona que guarda y se debe limitar al cuidado y administración de los bienes de
manera ordinaria. Tiene derecho a ser indemnizado por los gastos soportados y por los
perjuicios que le haya ocasionado la guarda, siempre que no le sean imputables, con cargo
a los bienes de la persona en guarda.
Según el art. 32 CC, “La personalidad civil se extingue con la muerte de las personas”. Las
consecuencias jurídicas que conllevan la muerte de una persona son:
Aunque el CC no señala en qué momento se considera que una persona ha fallecido, dicho
momento debe situarse en el del certificado de fallecimiento que se exige para la
inscripción del fallecimiento en el Registro Civil.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Ese procedimiento podrá ser instado por persona interesada o por el Ministerio Fiscal,
aportando las pruebas conducentes a la justificación de los requisitos que señalan dichos
artículos.
Cuando no hay constancia de la muerte, se presume si existe algún elemento que nos hace
sospechar.
• Art. 193 CC: Desaparición prolongada: para considerar que es prolongada han de
haber transcurrido, como mínimo, 10 años desde las últimas noticias habidas del
ausente y, en caso que no haya, desde su desaparición; o que hayan pasado 5 años
desde las últimas noticias habidas por el ausente, o en su defecto, desde su
desaparición, si al expirar el referido plazo el ausente hubiera cumplido ya 75 años
(los plazos expresados se computarán a partir del último día del año en que se
tuvieron noticias del ausente, o en defecto de ellas, desde el año de su
desaparición).
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Efectos: Presunción de muerte (art. 195.2 CC); disolución del matrimonio (art. 85 CC);
apertura de la sucesión (art. 196 CC).
Si las personas reaparecen, de acuerdo con el art. 197 CC: “el ausente aparecido recobrará
sus bienes en el estado en que se encuentren y tendrá derecho al precio y tendrá derecho al
precio de los que se hubieran vendido o a los bienes que con este precio se hay adquirido,
pero no podrá reclamar de sus sucesores rentas, frutos ni productos obtenidos con los
bienes de sus sucesión, sino desde el día de su presencia o de la declaración de no haber
muerto”. En el caso de que aparezca (el supuesto fallecido) la declaración de fallecimiento
que existía será ineficaz.
Concepto: registro público del Estado cuya finalidad es garantizar una información fiable
sobre el estado civil de una persona y proporcionar un medio de prueba privilegiado sobre
dicho estado (art. 1 LRC). Los asientos del Registro Civil constituyen la prueba prioritaria
de los hechos a los que se refieren, y su contenido se presume cierto, salvo que en el
oportuno procedimiento judicial se pruebe otra cosa.
Secciones del Registro Civil: Existen 4 secciones que hacen referencia a hechos diferentes.
En cada sección hay un libro diferente.
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Asiento: Es el apunte o nota que se realiza en los libros de un Registro Civil y que
constituye la expresión escrita de los datos o hechos que se documentan. Tipos:
El sistema del registro civil funciona sobre la base del folio personal, es decir, cada persona
tiene asignada una hoja. Asimismo, no funciona el principio de rogación sino que la
inscripción se puede hacer a instancia de parte o de oficio.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Las inscripciones se practican mediante comparecencia ante el juez encargado del Registro
civil y documentos auténticos, que pueden ser notariales, judiciales o administrativos,
siempre que den fe del hecho que se trata de inscribir. También se pueden practicar
mediante documento auténtico extranjero, con fuerza en España con arreglo a las leyes o a
los tratados internacionales.
Formas de publicidad: El Registro Civil es público, cualquier persona puede tener acceso a
él (art. 6.1 LRC). La publicidad se realiza por manifestación y examen de los libros, previa
autorización del juez de primera instancia, o bien por certificación de alguno o de todos los
asientos del mismo folio, literal o en extracto, o negativa, si no los hubiere. También existe
el Libro de Familia (arts. 36-40 RRC), una especie de certificación permanente donde se
certifica el matrimonio, las indicaciones sobre su régimen económico, el nacimiento de hijos
comunes o las adopciones comunes, la muerte de cualquiera de ellos, la nulidad,
separación o divorcio.
Existen una serie de datos cuyo acceso queda restringido. Será necesario una resolución
judicial que justifique el interés especial de quien solicita la información para que ésta le
sea facilitada (art. 51 LRC, 21 RRC).
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
DESAPARICIÓN
AUSENCIA
El ausente tiene capacidad de obrar plena, tanto sobre los bienes que adquiera donde se
encuentre como sobre los que dejó. La declaración de ausencia no modifica en nada la
capacidad del ausente, sino que origina un régimen especial de administración de su
patrimonio abandonado.
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El juez, de oficio o a petición del Ministerio Fiscal o de cualquier otra persona capaz de
comparecer en juicio, nombrará defensor a quien estime más idóneo para el cargo. El
nombramiento de defensor debe inscribirse en el Registro Civil del lugar en que se
constituye la defensa. El defensor tendrá las atribuciones que le haya concedido el juez.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Por analogía con el tutor (en cuanto representa o suple al desaparecido) debe ser
remunerado, correspondiendo a la autoridad judicial la fijación del importe y modo de
percepción.
La declaración judicial ha de ser solicitada por las personas obligadas a ello o por las
personas interesadas. Los obligados son indistintamente el cónyuge del ausente no
separado legalmente y los parientes consanguíneos hasta el cuarto grado. El Ministerio
Fiscal estará siempre obligado, bien de oficio o en virtud de denuncia.
La declaración de ausencia legal no tiene como misión abrir la sucesión mortis causa del
ausente, sino básicamente la protección y defensa de su patrimonio. Por ello, se nombra un
representante para su conservación y administración. Sus funciones y obligaciones son:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Este nombramiento recaerá sobre una de las personas designadas en el art. 184 CC. Sólo a
falta de ellas el juez nombrará a persona solvente y de buenos antecedentes, oído el
Ministerio Fiscal. Aquéllos son representantes legítimos y, éste, representante dativo. Los
derechos y obligaciones de ambos tipos difieren, incluso dentro del grupo de
representantes legítimos. El hermano del ausente, caso de ser representante, es tratado en
ocasiones como un representante dativo.
Representantes legítimos (familiares previstos por la ley): los derechos y obligaciones de tales
representantes son los siguientes:
1. Tienen las más amplias facultades para la administración de los bienes del ausente,
sin necesidad de rendir cuentas al Juzgado, a menos que éste aprecie circunstancias
singulares que aconsejen imponer alguna limitación. También quedan exceptuados
de la obligación de prestar fianza de su gestión. El hermano, en cambio, se
considera un representante dativo a estos efectos, a él no le alcanzan estas normas
de privilegio.
2. Tienen la posesión temporal de los bienes del ausente. Deben atender el interés del
ausente, no el suyo propio.
3. Tienen derecho a los productos líquidos del patrimonio en la cuantía que el juez
señale, habida consideración de su activo (frutos, rentas, aprovechamiento) y
pasivo (obligaciones alimenticias en su más amplio sentido respecto del cónyuge e
hijos del ausente, etc.), y de los cuidados y atenciones que la representación
requiera. Cuando el representante legítimo es un hermano, no podrá retener más
de los dos tercios de los productos líquidos, reservándose el tercio restante para el
ausente o, en su caso, para sus herederos o causahabientes.
4. Respecto de los negocios dispositivos sobre bienes del ausente, siempre a título
oneroso, se exige la autorización judicial y la necesidad o utilidad evidente de los
mismos. El art. 186 CC señala que los poseedores temporales de los bienes del
ausente no podrán venderlos, gravarlos, hipotecarlos o darlos en prenda, sino en
caso de necesidad o utilidad evidente, reconocida y declarada por el juez, quien
determinará el empleo de la cantidad obtenida. Se prohíbe al representante
disponer del capital, pero no realizar actos de disposición que entren en las
facultades de un buen administrador.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Adquisición de derechos. La sucesión a que ha sido llamado un ausente: El art. 190 CC dispone
que, para reclamar un derecho en nombre de persona constituida en ausencia, es preciso
probar que esta persona existía en el tiempo en que era necesaria su existencia para
adquirirlo. El demandante o reclamante del derecho ha de probar la existencia cuando ello
sea un elemento constitutivo del supuesto de hecho que produce como efecto una
adquisición para él.
El hecho de que la titularidad sobre los bienes que correspondería al ausente pase a otras
personas no significa que aquél carezca ya de toda facultad para recobrar los que debía de
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
haber heredado cuando se presente, o sus herederos cuando se pruebe que existía al tiempo
de abrirse la sucesión habiendo fallecido después salvo, salvo que los terceros contra los
que se dirigían los hayan adquirido por usucapión.
Efectos en la esfera familiar: La declaración de ausencia legal determina que la patria potestad
será ejercida solamente por el cónyuge del ausente. Este cónyuge necesitará la licencia
judicial para la realización de actos de administración y de disposición sobre bienes
gananciales para los que se requiere el consentimiento de ambos cónyuges. Si es el
representante del ausente, se le transfiere la administración y disposición de los
gananciales y, si no lo es, puede pedir judicialmente esa transferencia. Como la ausencia
implica un cese efectivo de convivencia conyugal, es causa de divorcio al transcurrir dos
años desde la declaración. También es causa de separación legal.
En cualquiera de los tres casos, el representante debe rendir cuentas de su gestión al frente
del patrimonio, dada su calidad de gestor de intereses ajenos. Incurrirá en responsabilidad
si incumplió la obligación de defenderlo y obtener de sus bienes los rendimientos de que
fuera susceptible, o si actuó dolosa o negligentemente en su administración.
Se anotan:
• La existencia de inventario de muebles y descripción de bienes inmuebles que ha
de hacerse judicialmente con intervención del Ministerio Fiscal.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
El encargado del Registro Civil examinará anualmente los asientos vigentes y dará cuenta
al Ministerio Fiscal de lo que juzgue conveniente para la mejor defensa de los intereses de
la representación.
Nombre: Es uno de los derechos de la persona, responde a una necesidad desde el punto
de vista de su personalidad y también tiene algunas consecuencias públicas. Mediante el
nombre se distingue su individualidad de la de los demás en la vida social. El nombre no es
sólo un distintivo, invoca idealmente a la misma persona en sus cualidades morales y
sociales y a su ascendencia. Por ello su protección es la protección de su personalidad.
En nuestro derecho positivo, se diferencia entre el nombre y los apellidos, siendo éstos los
determinantes de la pertenencia familiar de la persona, los que designan a los individuos
de una misma familia.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
El juez puede autorizarlo, previo expediente y siempre que haya justa causa y ausencia de
perjuicio a terceros, en los siguientes casos:
• El nombre ostentados e ha impuesto con infracción de las normas establecidas.
• El nombre propio no coincide con el usado habitualmente.
• El nombre extranjero que se traduce a las lenguas españolas.
Apellidos: Los apellidos de una persona, distintivos de pertenencia a una familia, derivan
de la relación de filiación. Si ésta es matrimonial, el hijo llevará como apellidos el primero
del padre y el primero de la madre, y por ese orden. Si es filiación no matrimonial, y se ha
determinado frente a un progenitor exclusivamente, llevará sus dos apellidos por el mismo
orden que él, salvo que la determinación sea frente a la madre, pues entonces el hijo puede
invertir ese orden.
El adoptado tiene los apellidos del adoptante por su orden. El adoptado transmite el
primer apellido a los descendientes y el cambio de su apellido afecta a los descendientes
que están bajo su patria potestad y a los demás que expresamente consientan.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Los mayores de edad pueden solicitar en cualquier momento la inversión del orden de los
apellidos.
Hay casos en los que la modificación puede ser acordada judicialmente mediante
expediente, por el Ministerio de Justicia o por decreto.
El juez de 1ª instancia puede autorizar previo expediente, siempre que exista justa causa y
ausencia de perjuicio a tercero:
• El de Expósito u otros análogos, indicadores de origen desconocido, por otro que
pertenezca al peticionario o, en su defecto, por un apellido de uso corriente.
• El cambio de los impuestos por infracción de las normas establecidas.
• La conservación por el hijo no matrimonial de los apellidos que venía usando antes
de la determinación de su filiación, siempre que inste el procedimiento dentro de
los 2 meses siguientes a la inscripción registral de aquella determinación o, en su
caso, a la mayoría de edad.
• La adecuación gráfica al español de la fonética de apellidos extranjeros.
Efectos del cambio de apellidos: las autorizaciones del cambio de apellidos no surten
efectos mientras no se inscriban al margen de la correspondiente inscripción de
matrimonio. El cambio de apellido se extiende a los hijos sometidos a la patria potestad y a
los descendientes que expresamente o consienten.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Protección civil del nombre: Pese que al art. 53 LRC dice que la ley ampara el nombre y los
apellidos frente a todos, no se regulan acciones protectoras de los mismos. Sin embargo,
puede afirmarse la existencia de dos acciones civiles distintas:
• La acción de reclamación: tiende a que la sentencia declare que una persona posee el
derecho a llevarlo y se ejercita frente a quien lo contesta o desconoce.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Los individuos pueden ser titulares de derechos no sólo sobre entidades, tangibles o
intangibles, del mundo exterior a ellos mismos, sino también en relación con ellos mismos,
sus propias capacidades y facultades, tanto físicas como de otra naturaleza. Y el Derecho
privado debe ocuparse de la protección de los atributos de las personas físicas, porque ello
es esencial para su libre desarrollo y desenvolvimiento como seres humanos (art. 10 CE).
Hasta hace no tanto tiempo, esa protección correspondía casi en exclusiva al Derecho
público y a sus instrumentos, tanto en el plano constitucional como penal. Se reconocía así
una esfera que el Estado debía fortalecer y sobre la que debía actuar positivamente. En la
actualidad, la preocupación por la defensa de la persona se ha extendido al Derecho
privado. Así, por ejemplo, el principio de no discriminación por razón de sexo obligará a
que el contenido de determinadas relaciones jurídicas no sea distinto para el hombre y la
mujer en razón exclusivamente de aquella condición (por ejemplo, en contratos de trabajo,
en contratos sobre bienes y servicios ofrecidos al público, etc.).
Aunque no se pueda establecer una identidad completa con el arquetipo central del
derecho subjetivo en el terreno patrimonial, la similitud funcional es muy importante.
Parece preferible, sin embargo, continuar utilizando la expresión “derecho o derechos de la
personalidad” para designar el ámbito de protección de la persona y de sus atributos o
cualidades, con independencia de que su arbitrio o libre decisión sobre algunos de ellos sea
mayor o menor. Se trataría, por tanto, de aquellos derechos que el ordenamiento jurídico
reconoce a las personas sobre aquellas dimensiones de sí mismas y de su conducta, por el
hecho de ser personas.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Caracteres:
• Derechos innatos: se poseen por el hecho de ser persona, no se adquieren por efecto
de actos de adquisición.
• Derechos absolutos: oponibles erga omnes, frente a terceros (particulares) o frente a los
poderes públicos.
• Derechos inherentes a la persona:
o Intransmisibles
o Imprescriptibles, aunque no se ejerciten o no se utilicen en la práctica.
o Irrenunciables con carácter previo o, incluso, posterior, de manera general,
aunque cabe renunciar posteriormente (una vez adquiridos) a los derechos,
pretensiones y acciones que proceden y corresponden por efecto de los
derechos de la personalidad y su infracción.
o Disponibles sólo muy limitadamente.
o Extrapatrimoniales (no tienen contenido económico directo, aunque en los
casos en que haya agresión, los daños se valorarán económicamente).
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
El ser humano no tiene un poder total y absoluto sobre su propia vida, pues ello
legitimaría de manera incondicionada el suicidio y el consentimiento prestado al
homicidio cometido por otro. Ello es así porque la vida no posee un valor puramente
individual, sino acaso también más amplio. Dice el TC (SSTC 27.6.1990, RTC 1990\120;
19.7.1990, RTC 1990\137; 17.1.1991, RTC 1991\11) que el derecho a la vida no puede
configurarse como un puro derecho de libertad que incluya el derecho a la propia
muerte. Ello no impide reconocer que, en el ejercicio de su libertad sobre el bien de la
vida, la persona pueda realizar y tomar decisiones en relación con su propia muerte.
Así, la Ley 41/2002 y la Ley 21/2000 permiten dictar instrucciones previas en cuanto a
la asistencia y tratamiento médico para situaciones en las que puede expresar su
voluntad.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Del mismo modo que sobre la vida, el hombre no tiene sobre su propio cuerpo y sus
atributos corporales un pleno e incondicionado poder de disposición. Se pueden llegar
a sancionar penalmente, bajo ciertas condiciones, las automutilaciones y el
consentimiento que una persona pueda prestar para la mutilación llevada a cabo por
otra no exime de los efectos penales (art. 155 CP). Naturalmente, toda agresión
ilegítima a la integridad física de una persona es un hecho antijurídico que determina,
además de las sanciones que se pueden imponer por vía penal, la obligación del
resarcimiento de los daños patrimoniales y extrapatrimoniales.
Ello, sin embargo, no equivale a negar todo el poder del ser humano sobre su propio
cuerpo y sus propios atributos corporales. Caben actos de disposición sobre el propio
cuerpo, aunque la línea de su licitud es siempre muy difícil y prácticamente imposible
de fijar a priori para todas las circunstancias. En esta materia también desempeñan un
papel muy importante las convicciones establecidas en la conciencia social, con gran
influencia de la idea de orden público y de moral y buenas costumbres. El derecho que
examinamos impone el necesario consentimiento de la persona a los actos de
disposición que tengan por objeto el mejoramiento de la salud, o afectan al aspecto
físico (ej. intervenciones quirúrgicas), o tienen otra finalidad admisible. El
consentimiento es otra vez aquí estrictamente personal a partir de los 16 años, aunque
exige la mayoría de edad en casos especiales: reproducción asistida (art. 6 Ley
14/2006), aborto y ensayos clínicos (art. 9.4 Ley 41/2002). Sólo en casos de
extraordinaria urgencia que pueden encuadrarse grosso modo en el llamado estado de
necesidad, es posible omitir el consentimiento del interesado.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
que, en estos tres casos, cuando hay consentimiento o una intervención sobre estos
derechos, la ley no nos protegerá. El consentimiento debe ser expreso y es revocable,
sin que por ello quepa pena o castigo. Si la revocación comporta daños o pérdidas, se
podrán emprender acciones legales.
Tutela judicial:
• Pueden demandar: el afectado y los herederos.
• Plazo de caducidad: 4 años para pedir indemnización.
• Alcance de la protección: i) Daños y perjuicios; ii) Solicitar al juez que adopte las
medidas necesarias para poner fin a la intromisión o evitar que se repita.
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Rasgos característicos:
• Los seres humanos, en la realidad social, se agrupan y organizan para perseguir
finalidades de muy distinta naturaleza.
• No todas las agrupaciones de seres humanos con elementos en común son tratadas
como persona jurídica (ej. familia, comunidades de bienes, comunidades
ocasionales de intereses).
• El sistema jurídico reconoce ciertas organizaciones como una unidad, como si se
tratara de una persona entendida como centro de atribución de posiciones jurídicas
y de imputación de conductas y resultados de ciertos miembros de la organización.
• Sujeto de derechos y deberes: la persona jurídica tiene capacidad jurídica y
capacidad de obrar; el problema es que la persona jurídica puede estar formada por
muchas personas. Por tanto, toda persona jurídica necesita individuos que actúen
en representación de la misma: los órganos que toman las decisiones (arts. 312-1,
312-3 y otros que las ejecutan).
• Separación patrimonial de la persona jurídica: el patrimonio de la persona jurídica
se encuentra separado del patrimonio que tiene cada una de las personas que la
integran. Esta separación admite distintos grados (p. ej., entes con responsabilidad
limitada, tienen separación plena; otros, sin responsabilidad limitada, implican una
conexión entre el patrimonio de la organización y el de sus miembros).
• Separación de responsabilidades: la responsabilidad de la organización se
diferencia de la de los individuos que la integran, pero la organización responderá
por los actos que realicen los individuos que ocupan determinadas posiciones en la
organización: los órganos de la persona jurídica. También responderán, bajo ciertas
condiciones que se estudian en Derecho de daños, de los daños causados por sus
empleados o dependientes).
• Por su carácter
a) De derecho público: tienen una base territorial (Comunidades Autónomas,
Estado, Municipio, etc.) o institucional (creadas por la ley, para desempeñar
ciertas funciones públicas)
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• Por su estructura:
a) De tipo asociativo: el sustrato de la organización es un conjunto de personas que
se agrupan poniendo esfuerzo y/o bienes para un fin.
b) De tipo fundacional: el centro de la organización es un conjunto de bienes, para
cuya administración para la obtención de un fin exterior determinado existe la
organización.
Adquisición de la personalidad:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Corporaciones (art. 37 CC): Adquieren la personalidad jurídica según la ley que las
crea o reconoce, de ordinario cuando la ley entra en vigor.
• Personas jurídicas de interés particular (art. 36 CC): Se regirán por las disposiciones
relativas al contrato de sociedad.
1. Civil: art. 1669 CC (“No tendrán personalidad jurídica las sociedades cuyos
pactos se mantengan secretos entre los socios, y en que cada uno de éstos
contrate en su propio nombre con terceros (...)”). Basta pues, su creación y
actuación abierta, no reservada u oculta (como si no existiera la organización,
siguen apareciendo los miembros por separado).
2. Mercantil: art. 116 CCom (“El contrato de compañías, por el cual dos o más
personas se obligan a poner en fondo común bienes, industria o alguna de estas
cosas, para obtener lucro, será mercantil, cualquiera que fuese su clase, siempre
que se haya constituido con arreglo a las disposiciones de este Código. Una vez
constituida la compañía mercantil, tendrá personalidad jurídica en todos sus
actos y contratos”) y 119 Ccom. (“Toda Compañía de comercio, antes de dar
principio a sus operaciones, deberá hacer constar su constitución, pactos y
condiciones, en escritura pública que se presentará para su inscripción en el
Registro Mercantil, conforme a lo dispuesto en el artículo 17. A las mismas
formalidades quedarán sujetas, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 25, las
escrituras adicionales que de cualquier manera modifiquen o alteren el contrato
primitivo de la compañía. Los socios no podrán hacer pactos reservados, sino
que todos deberán constar en la escritura social”); 7.1 LSA (“La sociedad se
constituirá mediante escritura pública, que deberá ser inscrita en el Registro
Mercantil. Con la inscripción adquirirá la sociedad anónima su personalidad
jurídica”); y 11.1 LSRL (“La sociedad se constituirá mediante escritura pública,
que deberá ser inscrita en el Registro Mercantil. Con la inscripción adquirirá la
sociedad de responsabilidad limitada su personalidad jurídica”).
58
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Capacidad jurídica (art. 38 CC, art. 311-2 CCCat): es la misma en las personas
jurídicas y en las físicas, salvo algunas excepciones relativas a actos o derechos que
sólo son predicables de las personas físicas (ej. integridad física, derecho a contraer
matrimonio).
Estructura: las leyes establecen tipos preestablecidos de personas jurídicas dentro de las
que cabe amplia autonomía organizativa (art. 312-2 CCCat). Pero no caben tipos de persona
jurídica no consagrados legalmente.
• Contractual: nace del contrato y otros actos llevados a cabo por los representantes de
la persona jurídica. Responde la persona jurídica de las deudas con sus propios
bienes (arts. 10.4, 15.1 y 15.2 LO reguladora del Derecho de Asociación). Los
miembros no responden personalmente de las deudas sociales (art. 15.2 LO
reguladora del Derecho de Asociación), sólo excepcionalmente (art. 10.4 LO
reguladora del Derecho de Asociación), salvo en el caso de las sociedades sin
59
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
responsabilidad limitada (arts. 1698 CC y 126 Ccom) en las que los socios
responden de las deudas sociales una vez agotados los bienes propios de la
sociedad.
Existen dos criterios para conocer la nacionalidad o el ordenamiento aplicable (el lugar de
constitución o el lugar del centro de actividades):
• Donde se encuentra el domicilio (Ej. debe estar en Cataluña para que se considere
sujeta al Derecho catalán: art. 311-8 CCCat, pero en realidad, al preverlo como
obligación, adopta el del centro de actividades).
• Donde tiene su ámbito principal de actividad (p. ej., asociaciones o fundaciones
catalanas: art. 311-1.1 CCCat).
Esta es una cuestión muy relevante en el Derecho europeo de sociedades mercantiles, pues
afecta libertades fundamentales en el ámbito de la Unión Europea (libertad de
establecimiento y libertad de circulación de capitales). No es una sorpresa que haya dado
lugar a importantes sentencias del TJCE (Centros; Überssering; Daily Mail)
60
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
La Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, tiene por
objeto el desarrollo del derecho de asociación reconocido en el art. 22 CE y el
establecimiento de las normas de régimen jurídico de las asociaciones que corresponde
dictar al Estado.
En Cataluña rige con preferencia, para los aspectos que no constituyen desarrollo del art. 22
CE, la Llei 4/2008, del 24 d’abril, del llibre tercer del Codi civil de Catalunya, relatiu a les persones
jurídiques.
Ámbito de aplicación de la ley (art. 311-1.1 CCCat): se someten a la ley catalana las
asociaciones que ejerzan sus funciones mayoritariamente en el territorio de Cataluña, salvo
que estén sujetas a una regulación propia que les exija, para su constitución, la inscripción
en un registro especial. Se excluyen, por tanto, las asociaciones que, aunque tengan su
domicilio en Cataluña, desarrollan sus actividades en todo el territorio español, o la
finalidad de sus actividades sea de carácter internacional. También se someten a esta ley las
delegaciones en Cataluña de asociaciones reguladas por otras leyes, incluidas las que, de
acuerdo con la legislación estatal tienen la consideración de extranjeras, en los casos y con
los efectos que dispone el Libro III del CCCat.
Concepto de asociación (art. 321-1 CCCat): entidades sin ánimo de lucro, constituidas por
tres o más personas –físicas o jurídicas, públicas o privadas- para cumplir una finalidad de
interés general o particular, mediante la puesta en común de recursos personales o
patrimoniales con carácter temporal o indefinido. Con carácter general, el patrimonio de las
asociaciones no se puede repartir entre los asociados ni se puede ceder gratuitamente a
personas físicas determinadas o a entidades con ánimo de lucro.
Aunque no tienen ánimo de lucro, las asociaciones pueden realizar actividades económicas
accesorias o subordinadas a su finalidad si los rendimientos que se derivan se destinan
exclusivamente al cumplimiento de la misma.
61
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Los asociados pueden transmitir su condición si los estatutos lo permiten (art. 323-8
CCCat). Asimismo, tienen derecho a darse de baja de la asociación y a recuperar, en su
caso, las aportaciones retribuibles que hubieran realizado (art. 323-9 CCCat).
Capacidad para constituir una asociación (art. 321-2 CCCat): pueden constituir
asociaciones tanto las personas físicas como las personas jurídicas, públicas o privadas.
• Personas físicas: deben tener capacidad de obrar o, al menos, 14 años, y actuar con la
asistencia de representantes legales si no están emancipadas. En las asociaciones
infantiles, juveniles, de alumnos y otras integradas por menores de edad, basta la
capacidad natural. Para realizar aportaciones o asumir obligaciones patrimoniales,
deberán tener la capacidad necesaria para realizar tales actos. En cualquier caso,
deberá formar parte de la asociación, como mínimo, una persona mayor de edad, a
efectos de formalizar los actos que lo requieran.
• Personas jurídicas: las normas que las regulan no deben prohibir la constitución de
asociaciones y el acuerdo de constitución debe ser adoptado por un órgano
competente.
Constitución (art. 321-3 CCCat): el acuerdo de constitución se debe formalizar por escrito y
debe tener un contenido mínimo:
• Lugar y fecha en la que se extiende el acta fundacional.
• Denominación, domicilio, nacionalidad y, si los fundadores son menores, su edad.
• Voluntad de constituir la asociación, que se acredita con la firma del acta acompañada,
en el caso de las personas jurídicas, de la constancia documental del acuerdo o
decisión correspondiente.
• Estatutos de la asociación. Los estatutos hacen referencia a la normativa acordada por
los propios miembros de la asociación para regular su funcionamiento. De acuerdo
con el art. 321-4 CCCat, deben incluir, como mínimo: denominación; domicilio;
duración (si no se constituye por tiempo indefinido) y la fecha de inicio de las
actividades (si no coincide con la del otorgamiento del acta fundacional); finalidades y
actividades que se propone llevar a cabo con indicación del ámbito territorial; tipos de
asociados y requisitos que se deben cumplir para adquirir esta condición, las causas
de pérdida de dicha condición, los procedimientos de admisión y de baja, incluyendo,
si se ha previsto, la baja disciplinaria; derechos y deberes de los asociados y régimen
disciplinario; mecanismos de participación en régimen de voluntariado; reglas sobre la
convocatoria y constitución de la asamblea general ordinaria y extraordinaria; reglas
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Inscripción registral (art. 321-5 CCCat): para que una persona jurídica tenga personalidad
jurídica no se exige la inscripción. No obstante, a efectos de publicidad, se deben inscribir
en el Registro de Asociaciones.
1. Asamblea general: constituida por todos los asociados. Como órgano soberano, puede
deliberar sobre cualquier asunto de interés para la asociación, adoptar acuerdos en el
ámbito de sus competencias y controlar la actividad del órgano de gobierno.
Reuniones (art. 322-3 CCCat): se deben reunir con carácter ordinario, como mínimo, una
vez al año, para aprobar, en su caso, la gestión del órgano de gobierno, el presupuesto
y las cuentas anuales. Se reunirán con carácter extraordinario cuando el órgano de
63
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Constitución (art. 322-6 CCCat): salvo que los estatutos dispongan otra cosa, se
constituyen válidamente sea cual sea el número de asociados presentes o
representados.
Adopción de acuerdos (art. 322-8 CCCat): se exige mayoría simple de los asociados
asistentes o válidamente representados en la reunión, aunque los estatutos pueden
exigir, para determinadas cuestiones, un voto favorable más cualificado.
Los asociados que, como consecuencia de un conflicto de intereses con la asociación, no
puedan votar un determinado punto del orden del día, no se computan a los efectos de
establecer la mayoría necesaria para adoptar el acuerdo, salvo que éste tenga por objeto
la resolución de un procedimiento sancionador, la destitución de la persona afectada
como miembro de un órgano o el ejercicio de la acción de responsabilidad contra ella.
Derechos de los miembros de las asociaciones (art.s. 322-7 y 323-3 a 323-5 CCCat):
• Voto
• Participación en la actividad de la asociación.
• Información sobre la buena marcha de la asociación.
• Recibir los servicios que la asociación ofrece en cumplimiento de sus finalidades o
con carácter accesorio.
Elección de los miembros del órgano de gobierno (art. 322-12 CCCat): serán elegidos en
reunión de la asamblea general o mediante el procedimiento electoral que establezcan
los estatutos, por votación de todos los asociados que estén en situación de ejercitar sus
derechos sociales.
64
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Gratuidad del cargo (art. 322-16 CCCat): los miembros ejercen sus cargos gratuitamente,
aunque tienen al reembolso de los gastos debidamente justificados y a
indemnizaciones de los daños sufridos como consecuencia del ejercicio del cargo. Los
miembros que ejerzan funciones de dirección o gerencia u otras que no sean las
ordinarias de gobierno de la asociación podrán ser retribuidos, siempre que se
establezca una relación contractual, incluida la laboral.
Responsabilidad (art. 322-17 CCCat): sus miembros responden por los daños que causen
a la asociación como consecuencia del incumplimiento de la ley o de los estatutos, o
por actos u omisiones negligentes en el ejercicio de sus funciones. El ejercicio de la
acción de responsabilidad deberá ser acordado, por mayoría simple, por la asamblea
general. Un número de asociados que, conjuntamente, represente al menos el 10% de
los votos sociales o el porcentaje que fijen los estatutos puede ejercitar la acción de
responsabilidad, en interés de la asociación, cuando: (i) no se convoca la asamblea
general solicitada para acordar el ejercicio de la acción de responsabilidad; (ii) el
acuerdo adoptado es contrario a la exigencia de responsabilidad; (iii) la pretensión no
se formula judicialmente en el plazo de 1 mes a contar desde la adopción del acuerdo.
La acción de responsabilidad prescribe a los 3 años desde que los responsables cesan
en el cargo. Esta acción es independiente de la acción que corresponda a los asociados
o a terceros por actos u omisiones de los miembros de los órganos de gobierno que
hayan lesionado sus derechos o intereses. Esta última acción prescribe en un plazo de 3
años de acuerdo con lo previsto en el art. 121-23 CCCat. Cuando la responsabilidad se
pueda imputar a varias personas, será solidaria.
Cese del cargo (art. 322-18 CCCat): por muerte o declaración de ausencia, en el caso de
las personas físicas, o extinción, en el caso de las personas jurídicas; incapacidad o
inhabilitación; vencimiento del cargo, salvo renovación; renuncia notificada al órgano
de gobierno; separación acordada por la asamblea general; otra causa establecida por
la ley o los estatutos.
Función de gobierno (art. 322-14 CCCat): los miembros del órgano de gobierno han de
ejercer sus funciones con la diligencia de un buen administrador. Para ello, tienen el
derecho y el deber de asistir a las reuniones, informarse sobre la marcha de la
asociación y participar en las deliberaciones y adopción de acuerdos. También deben
cumplir deberes contables, custodiar los libros, actualizarlos y guardar secreto de las
informaciones confidenciales relativas a la asociación, incluso después de su cese en el
cargo.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Modificación estructural y disolución (art. 324-1 CCCat): para adoptar los acuerdos de
modificación estatutaria, transformación, fusión, escisión y disolución de una asociación,
los asociados presentes o representados en la asamblea general deben representar, al
menos, la mitad de los votos sociales, salvo que los estatutos dispongan otra cosa. En este
caso, bastará la aprobación por mayoría simple. Si no se alcanza el quórum de asistencia
requerido en primera convocatoria, será necesaria una mayoría de 2/3 de los votos sociales
presentes o representados en segunda convocatoria.
Destino de los bienes sobrantes (art. 324-6 CCCat): se deben adjudicar a las entidades o
destinar a las finalidades que prevean los estatutos. No se pueden adjudicar a los asociados
o a otras personas físicas determinadas, ni a entidades con ánimo de lucro. En caso de que
no se puedan cumplir las disposiciones estatutarias sobre su designación, se deberán
adjudicar a otras entidades sin ánimo de lucro con finalidades análogas a las de la
asociación disuelta.
Concepto de fundación (art. 331-1 CCCat): entidades sin ánimo de lucro, constituidas por
uno o varios fundadores, mediante la afectación de unos bienes o derechos de contenido
económico y la destinación de sus rendimientos o de los recursos obtenidos por otros
medios al cumplimiento de finalidades de interés general.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
No se pueden constituir fundaciones cuya finalidad principal sea destinar las prestaciones
a los fundadores o a los patronos, a sus cónyuges o a las personas vinculadas por una
relación de afectividad análoga, o a sus parientes hasta el cuarto grado, ni a las personas
jurídicas singularizadas que no persigan fines de interés general.
Las fundaciones pueden tener una duración indefinida o temporal. En este último caso, la
duración debe ser suficiente para cumplir la finalidad fundacional.
Concepto de fundador (art. 331-1 CCCat): personas físicas o jurídicas que han aportado, en
concepto de dotación, bienes o derechos evaluables económicamente que constan en la
carta fundacional.
Inscripción de la fundación (art. 331-10 CCCat): los patronos han de solicitar la inscripción
de la fundación en el Registro de Fundaciones. También la pueden solicitar los fundadores
o las personas encargadas de ejecutar la última voluntad del causante. La inscripción sólo
se puede practicar si se acredita al protectorado que ha aceptado el cargo un número de
patronos suficiente, de acuerdo con los estatutos, para constituir válidamente el patronato,
actuar y adoptar acuerdos.
Constitución (art. 331-2 CCCat): pueden constituir fundaciones las personas físicas y
jurídicas, públicas o privadas. Las personas jurídicas públicas sólo pueden hacerlo
conjuntamente con personas privadas, de acuerdo con su normativa.
La constitución puede tener lugar mediante actos inter vivos o mortis causa. En el primer
caso, es necesario el otorgamiento de una carta fundacional y, en el segundo, la
manifestación de la voluntad fundacional en testamento o codicilo y la designación de las
personas físicas o jurídicas que deban ejecutarla. Éstas deberán otorgar la carta fundacional,
si es necesario completar la voluntad fundacional, o solicitar la inscripción de la fundación.
A falta de personas designadas por el causante o en caso de que éstas hayan sido separadas
del cargo, el cumplimiento de tales actos corresponde al protectorado.
67
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Dotación inicial (art. 331-5 y 6 CCCat): debe hacerse en dinero o bienes fructíferos. En
cualquier caso, no podrá ser inferior a 60.000 euros. Los bienes deben ser adecuados para
iniciar o llevar a cabo las actividades fundacionales y deben estar libres de cargas que
impidan o limiten de manera significativa su utilidad para la fundación.
La dotación inicial, salvo en los supuestos de dotación sucesiva (desembolso inicial del 50%
y, el resto, en un plazo de 4 años), se debe haber aportado y desembolsado íntegramente
antes de solicitar la inscripción de la fundación en el Registro de Fundaciones. Si se trata de
una aportación dineraria, se debe ingresar en una entidad de crédito a favor de la
fundación en constitución y, si el ingreso se efectúa con anterioridad al otorgamiento de la
carta fundacional, se debe hacer constar en la misma y se debe protocolizar el resguardo o
el certificado del depósito. Si la aportación se realiza mediante bienes o derechos, se debe
incorporar como anexo a la carta fundacional un informe con su descripción, datos
registrales e información de las cargas sobre los mismos, si hay, así como su valoración,
rentabilidad potencial e indicación del criterio que se ha seguido para realizar tales
estimaciones. Si se trata de una explotación económica, también se deben presentar las
cuentas anuales debidamente auditadas.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Las reglas sobre organización y funcionamiento del patronato, que han de indicar su
composición, la manera de designar y renovar sus miembros, la duración del mandato
de los patronos, el régimen de convocatoria de las reuniones, la manera de deliberar y
adoptar acuerdos y el procedimiento de aprobación de las actas.
• La regulación, en su caso, de otros órganos que se pueden constituir, incluidos los de
control y supervisión interna. Dicha regulación debe incluir la composición y las
funciones que deben asumir.
• Las disposiciones que se consideren pertinentes a fin de evitar conflictos entre el
interés de la función y los intereses personales o profesionales de los patronos, las
personas con funciones de dirección o los empleados de la fundación.
• La destinación de los bienes sobrantes, en caso de disolución.
Modificación de los Estatutos (art. 335-1 CCCat): los estatutos de la fundación se pueden
modificar por acuerdo del patronato, siempre que convenga al interés de la fundación y se
tenga en cuenta la voluntad de la persona fundadora. La modificación de los estatutos se
debe formalizar en escritura pública y requiere la aprobación del protectorado, que la debe
negar: (i) si es contraria a la ley.; (ii) si contraviene una prohibición expresada por el
fundador o fundadores; o si (iii) se aparta de la voluntad fundacional relativa a la
denominación, finalidades, aplicación de los recursos, destinación de los bienes sobrantes o
composición del patronato.
Actos que no puede delegar (art. 332.1 CCCat): modificación de los estatutos; fusión,
escisión o disolución de la fundación; elaboración y aprobación del presupuesto y de los
documentos que integran las cuentas anuales; actos de disposición sobre bienes que, en
conjunto o individualmente, tengan un valor superior a 1/20 parte del activo de la
fundación, salvo que se trate de la venta de títulos valor con cotización oficial por un precio
que sea al menos el de cotización; constitución o dotación de otra persona jurídica; fusión,
escisión y cesión de todos o una parte de los activos y pasivos; disolución de sociedades u
otras personas jurídicas; los que requieren autorización o aprobación del protectorado.
Composición y requisitos para ser miembro (art. 332-3 CCCat): órgano colegiado, que
puede estar formado por personas físicas o jurídicas. Si son personas físicas, deben cumplir
los siguientes requisitos: tener capacidad de obrar plena, no estar inhabilitadas para el
ejercicio de cargos públicos o para administrar bienes y no haber sido condenadas por
delitos contra el patrimonio o contra el orden socioeconómico o por delitos de falsedad. Si
son personas jurídicas, se habrá de estar a lo que establezcan sus estatutos en relación con
la representación en los órganos de representación, dirección y gestión de otras personas
jurídicas.
Designación de los patronos: estatutaria o por los fundadores (art. 332-4 CCCat).
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Responsabilidad de los patronos (art. 332-11 CCCat): sus miembros responden por los
daños que causen a la asociación como consecuencia del incumplimiento de la ley o de los
estatutos o por actos u omisiones negligentes en el ejercicio de sus funciones. La acción
puede ser ejercitada por la fundación, mediante un acuerdo del patronato en la adopción
del cual no debe participar la persona afectada; el protectorado; cualquiera de los patrones
disidentes o que no han intervenido en la adopción o la ejecución del acuerdo o acto
determinante de la responsabilidad; los fundadores; y los administradores concursales. La
acción de responsabilidad prescribe a los 3 años desde que los responsables cesan en el
cargo. Esta acción es independiente de la acción que corresponda a cualquier persona por
actos u omisiones de los miembros de los patronos que hayan lesionado sus derechos o
intereses. Esta última acción prescribe en un plazo de 3 años de acuerdo con lo previsto en
el art. 121-23 CCCat. Cuando la responsabilidad no se puede imputar a una o varias
personas, responden todos salvo los que se hubieran opuesto al acuerdo o no hubieran
intervenido en su ejecución y los que no hubieran intervenido ni en la adopción ni en la
ejecución del acuerdo, siempre que hayan hecho todo lo posible para evitar el daño o, al
menos, se hayan opuesto formalmente al saberlo. Si la responsabilidad es imputable a
varias personas, será solidaria.
Cese de los patronos (art. 332-12 CCCat): el cese se puede producir por:
• Muerte o declaración de ausencia, si se trata de personas físicas, o extinción, si se trata de
personas jurídicas.
• Incapacidad o inhabilitación.
• Cese de la persona física en el cargo por razón del cual formaba parte del patronato.
• Transcurso del plazo de mandato, salvo renovación.
• Renuncia notificada al patronato.
• Sentencia judicial firme que estime la acción de responsabilidad por daños a la fundación
o que decrete la remoción del cargo.
• Cualquier otra causa establecida por la Ley o por los estatutos.
Régimen económico:
• Actos de disposición y deber de reinversión (art. 333-1 CCCat): la venta, gravamen o
cualquier otro acto de disposición de los bienes y derechos que integran el patrimonio de
la fundación se deben realizar a título oneroso y de acuerdo con las condiciones
establecidas por los fundadores o donantes de tales bienes. El importe obtenido se debe
reinvertir en la adquisición de otros bienes y derechos o en la mejora de los bienes de la
fundación.
• Aplicación obligatoria (art. 333-2 CCCat): las fundaciones deben aplicar al menos el 70% de
las rendas y otros ingresos netos anuales que obtienen al cumplimiento de las finalidades
fundacionales. El resto de debe aplicar al cumplimiento diferido de dichas finalidades o
al incremento de los fondos propios de la fundación.
70
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Destino de los bienes sobrantes (art. 335-6 CCCat): se deben adjudicar a las entidades o
destinar a las finalidades que prevean los estatutos. Las entidades adjudicatarias deben ser
fundaciones, otras entidades sin ánimo de lucro con finalidades análogas a las de la
fundación disuelta o entidades públicas. En caso de que no se puedan cumplir las
disposiciones estatutarias sobre su designación, se deberán adjudicar a otras entidades sin
ánimo de lucro con finalidades análogas a las de la fundación disuelta.
71
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Intervención judicial (art. 336-4 CCCat): de oficio o a instancia de cualquier miembro del
patronato o de cualquier persona con un interés legítimo, puede solicitar a la autoridad
judicial que ordene la intervención temporal de la fundación, cuando advierta: i) una
gestión gravemente irregular; ii) una gestión que ponga en peligro la continuidad de la
fundación; iii) una divergencia grave entre las actividades que lleva a cabo y los fines
fundacionales. Antes de solicitar la intervención judicial, deberá requerir al patronato para
que adopte las medidas necesarias para que se respete la voluntad fundacional y la
normativa correspondiente.
72
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Concepto que tradicionalmente en el mundo del derecho ha sido central (últimos 250 años).
Introducción:
a) En la reflexión sobre el sistema jurídico, el lenguaje de los deberes y de los derechos
ocupa un lugar prioritario.
b) Multiplicidad de nociones, con énfasis distintos: Savigny (poder y voluntad),
Ihering (interés), Kelsen (reflejo de norma de conducta o deber para otros).
Hoy se acepta, en términos generales, una noción más bien abierta y no formal, de
contenidos muy variables.
Es un poder que el sistema jurídico concede a un individuo sobre uno o varios recursos
económicos (en sentido amplio, no sólo materiales) con carácter exclusivo y en su propio
interés. Se dice que existe un derecho subjetivo cuando las normas conceden a una persona
decidir y actuar sobre una determinada entidad de la realidad, que suponga un recurso
valioso. Al que tiene ese poder se le llama titular y los usos que éste haga sobre el recurso
serán, en principio, lícitos y legítimos, sus decisiones estarán amparadas por el sistema
jurídico (elemento activo: conjunto de facultades).
Hay muchos tipos de derecho debido a que son muchas las posibles facultades de decisión
y actuación sobre un mismo objeto o recurso. Igualmente, la naturaleza de los objetos
posibles es muy variada. Por lo tanto, derechos subjetivos diferentes dan lugar a diversas
posibilidades materiales de decisión o acción.
a) El carácter exclusivo que caracteriza esta noción implica que si uno es titular de un
recurso, otro no tiene poder de decisión sobre él. Cualquier uso de alguien que no
sea el titular será, en principio, un acto ilícito. Pero la exclusividad no es
incompatible con la cotitularidad ya que la condición de titular puede recaer sobre
varias personas (aunque hay ciertos derechos que no admiten la cotitularidad).
73
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
b) El poder se concede en interés propio, es decir, para que el sujeto satisfaga sus
preferencias. No se concede pensando en una persona diferente al titular, no se
concede en beneficio de otros. El derecho se concede para que él, en principio,
“haga lo que quiera”, aunque esto no significa que no puedan caber límites a esta
capacidad de decidir.
c) El derecho se pone a disposición del titular: la aplicación de las normas en las que se
apoya el derecho y sus sanciones se confían, en general, a su titular. Cuando el
alcance de las intromisiones afecta a otros o a la colectividad, también se confía, en
ocasiones, a agentes públicos, como la Administración, los fiscales y los jueces por
obra de normas de Derecho público.
Clasificaciones:
a) En cuanto al contenido:
74
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
b) Otras clasificaciones:
La distinción entre derechos reales y personales es menos nítida de lo que parece: los
derechos personales, a pesar del art. 1257 CC (“Los contratos sólo producen efecto entre las
partes que los otorgan y sus herederos; salvo, en cuanto a éstos, el caso en que los derechos y
obligaciones que proceden del contrato no sean transmisibles, o por su naturaleza, o por pacto, o por
disposición de la ley. Si el contrato contuviere alguna estipulación en favor de un tercero, éste podrá
exigir su cumplimiento, siempre que hubiese hecho saber su aceptación al obligado antes de que haya
sido aquélla revocada”), generan deberes de respeto de alcance general, esto es, al menos en
ciertas circunstancias deben ser respetados por todos y pueden ser defendidos frente a
sujetos distintos al obligado o deudor.
Por otro lado, hay derechos reales que no implican un poder directo (hipoteca,
servidumbres, por ejemplo) y algunos personales sí, como el arrendamiento (alquiler) de
cosa.
75
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
- Traslativa: el derecho que se adquiere por el nuevo titular es el mismo que el que
tenía el antiguo titular. La regla general se establece en el art. 1112 CC
(transmisibilidad de los derechos patrimoniales: “Todos los derechos adquiridos en
virtud de una obligación son transmisibles con sujeción a las leyes, si no se hubiese pactado
lo contrario”).
- Constitutiva: el derecho que se adquiere se desgaja del derecho anterior, pero no son
exactamente coincidentes en sus facultades.
Mecanismos de pérdida:
a) Renuncia: acto voluntario del titular del derecho con la intención de desprenderse de
él. Hay algunos derechos irrenunciables como, por ejemplo, muchos de la
personalidad o de carácter familiar.
b) Extinción: es la muerte o fin del derecho y hay muchos tipos o causas: el fallecimiento
provoca la extinción de algunos derechos, la destrucción del objeto, el tiempo, etc.
76
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
- Universal: afecta a todos los derechos subjetivos trasmisibles que tuviera un titular.
El nuevo titular se pone en el lugar del antiguo para todos los derechos
trasmisibles. Ejemplos: la sucesión hereditaria, la fusión de personas jurídicas.
- Singular o particular: sólo afecta a ciertos derechos singularmente, no a la globalidad
de los de un sujeto.
a) Dar incentivos al trabajo y al esfuerzo: sería el derecho a la recompensa por el trabajo del
individuo ya que una parte muy importante de los recursos de la sociedad son los
productos o resultantes de nuestro trabajo. Si sabemos que nos van a recompensar por
nuestro trabajo, esta claro que lo haremos.
b) Dar incentivos al uso y conservación de los recursos escasos: la atribución de derechos
subjetivos, al ser éstos excluyentes, es un mecanismo de protección de los recursos
sobre los que recaen. Los derechos de propiedad, por ejemplo, evitan la llamada
“tragedia de los comunes” que es la situación de sobreexplotación de determinados
recursos a la que se llega en caso de que todos puedan hacer uso de ellos.
c) Evitar un exceso de medidas de protección y agresión de los recursos: si el Estado no asignara
estos derechos subjetivos, los individuos tendríamos que estar todo el día vigilando
nuestros recursos porque nada nos garantizaría que éstos estuvieran a salvo. Con la
atribución, se evita la lucha del todos contra todos.
77
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
d) Los recursos irán a parar a quien más los valore, siendo transferibles los derechos exclusivos
sobre los recursos: en principio, habrá que esperar que obtenga el recurso aquel que más
lo valore, por ejemplo, el que más esté dispuesto a pagar por él.
Coase dijo que si se da la condición “costes de transacción = 0”, el uso de los recursos
económicos será eficiente en cualquiera de las asignaciones que haga el sistema jurídico.
Con lo cual, bajo esa condición, el sistema jurídico en principio pasaría a ser irrelevante.
Aunque, en realidad, los costes de transacción nunca serán 0 y por eso es por lo que
siempre deberá estar presente el sistema jurídico asignando y protegiendo derechos
subjetivos. La conclusión del teorema es que las normas son las que finalmente establecen
la organización de los recursos (aunque también caben los acuerdos entre las partes que
pueden modular dicha asignación).
En su formulación más simple el Teorema de Coase nos dice que, cuando los costes de
transacción son cero, cualquiera que sea la regla jurídica sobre uso de los recursos, se
alcanzará el resultado económicamente más eficiente.
Supongamos que el daño por el ruido es de 100, el coste para la empresa de aislar su
estructura es de 30, y el coste para el médico de hacer lo propio es de 50 (el coste de
reubicación para cualquiera de ellos es más elevado que todo eso).
En el conflicto sobre el recurso escaso (el silencio y tranquilidad) entre médico y fábrica de
pastelería debe resolverse, desde el punto de vista económico (eficiencia), con el pastelero
aislando su maquinaria: esta es la solución eficiente.
Que los costes de transacción sean cero quiere decir que los interesados pueden transferir,
reajustar o determinar sus titularidades y posiciones jurídicas sin impedimento ni coste
alguno.
Analicemos los tipos estilizados de normas jurídicas que pueden regular la situación:
a) Regla de propiedad a favor del médico: para poder causarle ruido, el otro interesado ha
de “comprar” ese derecho, debe contar con su consentimiento → en este caso, como
el máximo que el pastelero ofrecerá por el derecho a hacer ruido es 30, y el mínimo
que el médico aceptará es 50, el pastelero aislará su fábrica.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Con cualquier regla, la negociación entre las partes puede conseguir, que si la asignación
del “derecho” no es la más eficiente, se corrija, y finalmente el uso de los recursos sea el
más deseado económicamente.
Sin embargo, la conclusión no es la futilidad del Derecho, sino todo lo contrario: dado que
la realidad está llena de costes de transacción, la regla jurídica es decisiva para que se
alcance la eficiencia económica.
Por ejemplo, ¿qué ocurre si el sistema jurídico impone la celebración notarial del contrato,
lo que cuesta 25, y la regla en vigor es la de propiedad del pastelero?
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
médico bajo una regla de propiedad del pastelero, si sólo pudiera hacer una oferta
de “lo tomas o lo dejas”?
c) Costes de supervisión y eficacia del acuerdo: los costes de controlar y asegurar que las
partes se comportarán de conformidad con el acuerdo alcanzado.
a) Las reglas de propiedad: la ley impone que nadie pueda actuar sobre el objeto del
derecho sin el consentimiento del titular, frente a estas perturbaciones existen incluso
sanciones penales. Ej.: propiedad frente al expolio y el robo.
b) Las reglas de responsabilidad: esta medida ofrece el remedio de la indemnización de
daños y perjuicios al titular sobre el uso no consentido del objeto del derecho. Por
ejemplo, propiedad frente a la expropiación forzosa de los poderes públicos.
c) Las reglas de inalienabilidad: el titular puede evitar las interferencias de otro, pero lo que
no puede es disponer de su derecho en la totalidad o parcialmente, o sólo de forma
muy limitada o controlada. Motivos de información, cuestiones distributivas y otras
razones. Ej.: derechos de la personalidad que, o bien son inalienables por entero, o son
transmisibles en circunstancias singulares y con serias restricciones(p. ej. trasplantes
de órganos, que exigen gratuidad y anonimato) o derechos de naturaleza política
(sufragio activo o pasivo, libertad sindical, etc.)
En relación con la –lógica- pregunta de cuál de estas reglas es mejor, Calabresi y Melamed
consideran que si los costes de transacción son bajos, son mejores las reglas de propiedad y,
si son altos, las de responsabilidad. La cuestión es más compleja, sin embargo, y la
literatura económica y jurídica que se ocupa de esta opción es muy abundante, apuntando
hacia la idea de que no existe un único criterio o factor de preferencia, sino múltiples, que
serán decisivos en función de un variado conjunto de circunstancias.
Ésta puede ser objeto de dos niveles de aproximación, o de dos nociones, si se prefiere:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
quedan sujetos a ese derecho. Según esta segunda noción, la relación jurídica sería el
nexo que une entre sí a sujetos titulares del derecho y destinatarios de deberes. Alguno
de ellos puede exigir al otro determinada conducta que éste deberá observar.
Ello es importante porque los derechos no operan en el vacío y no tienen una relevancia
aislada, sino que generan deberes, conductas y expectativas de conducta entre sujetos.
2. Prescripción y caducidad
Fundamento: Radica en la seguridad jurídica ligada al transcurso del tiempo. Hace que no
sea conveniente que la posibilidad de reclamar o ejercitar ciertos derechos quede pendiente
durante un plazo que se considera más que razonable para su ejercicio y para que la
situación jurídica quede zanjada. Por lo tanto, se promueve que la gente sea diligente y
tempestiva en el ejercicio de sus derechos en el terreno jurídico y tiene, igualmente, un
efecto de incentivo para un ejercicio de los derechos de forma más acorde con el bienestar
social. Lo cual no quiere decir que todos los plazos de prescripción o caducidad están bien
pensados y resulten positivos en este sentido. El ejemplo más claro es el plazo anual del art.
1968 CC, que ha malgastado muchas energías de litigantes y tribunales en torno a una
cuestión secundaria desde la perspectiva de los objetivos del Derecho de daños.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Objeto de la caducidad: Los derechos y los poderes jurídicos. Los poderes jurídicos
expresan la facultad de obtener algo conforme al ordenamiento jurídico. En la
caducidad lo que se va a extinguir es el poder o derecho en sí mismo.
PRESCRIPCIÓN
Ejemplos:
• Acción para reclamar alimentos. Se considera que el derecho a pedir alimentos es esencial
para la vida del necesitado de ellos y no puede extinguirse nunca.
• Acción para obtener la declaración de nulidad absoluta de un negocio jurídico, o de
elevación a escritura pública de un documento privado.
• No prescriben entre coherederos la acción para pedir la división de la herencia, entre
comuneros la división de la cosa común, y la de deslinde entre propiedades contiguas.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Ejemplos:
Plazos:
• Plazo general: 10 años (art. 121-20 CCCat.): Se utiliza para todo tipo de pretensiones,
no distingue si son de naturaleza real o personal.
• Plazos trienales o anuales (art. 121-21 y 22 CCCat.): Los plazos trienales se refieren a
las acciones o pretensiones que hacen referencia a pagos periódicos,
remuneraciones de servicios y responsabilidad extracontractual (recientemente el
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Papel de la autonomía privada en relación con los plazos de prescripción: el art. 121-3
CCCat. permite a las partes ampliar los plazos hasta el doble y reducirlos hasta la mitad.
Cómputo del inicio del plazo (art. 121-23.1 CCCat.): El CCCat. introduce un sistema
subjetivo y exige que:
• La pretensión haya nacido, es decir, que se hayan cumplido todos los requisitos de
la misma y que sea exigible.
CADUCIDAD
Clases:
• De relaciones jurídicas indisponibles: No cabe la suspensión ni la interrupción. Opera
automáticamente y el Juez la puede y la debe apreciar de oficio. En cambio, la
prescripción debe ser alegada.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Plazos: El CCCat. regula la caducidad pero no señala ningún plazo. Los plazos de
caducidad han de irse a buscar a las concretas reglas sobre derechos y poderes en la
regulación de cada institución jurídica.
Objeto: El CC menciona a las acciones como objeto de la prescripción. La acción hay que
considerarla aquí como la facultad o poder de exigir a otro un comportamiento, activo o
pasivo, para la satisfacción de nuestro interés, y se reclama al órgano judicial.
Comienzo de la prescripción (dies a quo): Para que pueda comenzar a contarse el tiempo
de la prescripción es menester que la acción haya ya nacido (teoría de la actio nata), lo cual
requiere, como regla, que la acción pudiera ser ejercitada (art. 1969 CC). El Tribunal
Supremo insiste, por tanto, en fijar el dies a quo en el momento en que pudo conocerse la
posibilidad de ejercitar la acción y su alcance.
• Acciones personales: Prescriben a los quince años todas las acciones de naturaleza
personal que no tengan señalado en la ley un término especial de prescripción (art.
1964 CC).
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Prescripciones trienales: Según el artículo 1967 del CC, por el transcurso de tres años
prescriben las acciones para el cumplimiento de las obligaciones siguientes
(típicamente, procedentes de contratos de servicios y similares):
b) La de pagar a los jueces, abogados, registradores, notarios, escribanos, peritos,
agentes y curiales sus honorarios y derechos, y los gastos y desembolsos que
hubiesen realizado en el desempeño de sus cargos u oficios en los asuntos a que
las obligaciones se refieran.
c) La de satisfacer a los farmacéuticos las medicinas que suministraron: a los
profesores y maestros sus honorarios y estipendios por la enseñanza que
dieron, o por el ejercicio de su profesión, arte u oficio.
d) La de pagar a los menestrales, criados y jornaleros el importe de sus servicios, y
el de suministros y desembolsos que hubiesen hecho concernientes a los
mismos.
e) La de abonar a los posaderos la comida y habitación, y a los mercaderes el
precio de los géneros vendidos a otros que no lo sean, o que, siéndolo, se
dediquen a distinto tráfico.
• Prescripciones anuales: El art. 1968 del CC engloba estos supuestos en que el plazo
prescriptivo es de un año:
a) La acción para recobrar o retener la posesión.
b) La acción para exigir la responsabilidad civil por injuria o calumnia , y la que
tiende a la reparación del daño ocasionado por cualquier acción u omisión en la
que haya intervenido culpa o negligencia , sin estar las partes litigadas por
relación jurídica. El plazo del año se cuenta desde que lo supo el agraviado.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Sin este ámbito de libre determinación se viviría en una tiranía. Estos dos elementos
explicados deben darse para poder hablar propiamente de autonomía privada. Tiene un
respaldo bastante claro en la Constitución y es doble:
Ejemplos:
STS, 1ª, 13.7.2007 (RJ 2007\5069): denegación por el comité de admisión de una asociación
deportiva del ingreso como socio de la misma a un particular. El control judicial de la decisión de
inadmisión de un socio no sustituye la decisión de la asociación, sino que sólo exige que los
órganos de la asociación tomen la correspondiente decisión sobre una “base razonable”.
STS, 1ª, 17.9.2007 (La Ley nº 6802): estimación de la demanda de rectificación registral del
nombre y sexo formulada por un varón que no se había operado para reasignar su sexo. La
imposición de la operación quirúrgica de reasignación de sexo como requisito para autorizar la
rectificación de la mención registral del sexo y del nombre no vulnera el derecho fundamental a la
intimidad privada, pero se produce un freno al libre desarrollo de la personalidad (art. 10.1 CE)
que se proyecta en una lesión de la dignidad humana, en una falta de tutela de la salud (art. 43.1
CE), al respeto a la intimidad y a la propia imagen (art.18.1 CE) y a la protección de la integridad
física y moral (art. 15 CE). Aplicación de la Ley 3/2007, de 15 de marzo, en materia de
rectificación registral de la mención relativa al seco de las personas, a los asuntos judiciales en
curso en el momento de su entrada en vigor.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
a) De carácter moralista: han sido las dominantes y hoy probablemente también lo sean.
En definitiva, la autonomía privada existe porque esas decisiones de los individuos
promueven el bien y la virtud. Es bueno que el sistema jurídico las haga obligatorias y
el Estado las respalde precisamente porque persiguen el bien. Ideas de Aristóteles o
Tomás de Aquino, muy influyentes históricamente, aunque sea de forma inadvertida.
b) De carácter libertario: no hay libertad plena sin el respaldo jurídico a muchas decisiones
de los individuos, ésta implica libertad de obligarse jurídicamente. Y la libertad debe
ser protegida al máximo por el Estado respetando las decisiones elegidas por los
individuos. Según este fundamento, los límites externos a la autonomía privada son
mucho más reducidos.
c) De carácter utilitarista: el respaldo jurídico de la autonomía privada mejora el bienestar
de los individuos y, en definitiva, de la sociedad en su conjunto. Aunque esta teoría no
implica dar respaldo a aquellos actos que no lleven al bienestar por muy libres que
sean. Se trata de promover el respaldo jurídico a las decisiones libres de cooperación
entre los individuos, los cuales no podrían prosperar en muchas circunstancias sin el
respaldo jurídico y la vinculación jurídica consiguiente.
1. La relevancia vertical de la autonomía privada: referente a las reglas que rigen en las
relaciones entre el Estado (poderes públicos) y los individuos. En éstas los derechos
fundamentales rigen de manera inmediata.
Los poderes públicos, al intentar limitar la autonomía privada, deben ir con cautela ya
que las medidas pueden ser fácilmente tachadas de inconstitucionales en caso de no
traspasar los límites en la intervención de la autonomía privada, aunque ésta se halla
sujeta a restricciones (ponderación del derecho afectado con otros bienes
constitucionalmente protegidos. Ej.: STS, 3ª, 24.12.1985 (Ar. 872): improcedencia de
exigir la conducción personal del taxi por el titular de la licencia; infracción del
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
principio de libertad de empresa). Estas limitaciones, para ser válidas, deben superar
tres requisitos: deben ser necesarias, adecuadas y proporcionales (la medida tomada no
puede ser exageradamente gravosa).
Ejemplo: STS, 3ª, 15.1.2007 (La Ley nº 6701): exclusión de la participación de mujeres
como soldados en la celebración del “Alarde de Hondarribia” no discriminatoria. El
principio de igualdad no se opone a que entidades particulares promuevan o celebren
actos en la vía píublica con restricciones o límites en su participación. La prohibición de
discriminación por razón de sexo en el plano privado no significa que toda actividad que
lleven a cabo los particulares, y suponga la intervención de una pluralidad de personas,
exija una determinada participación de hombres y mujeres, si es que sus promotores no la
contemplan o no la consienten. Será preciso examinar, en cada cas, cuál es la naturaleza de
la relación entre particulares, qué circunstancias concurren en ella y si se ven afectados
otros derechos de quienes reclaman el trato igualitario y si sus pretensiones entran en
conflicto con los de quienes conciben la actividad en cuestión.
Pero hay que plantearse una serie de advertencias a la hora de hablar de ambos tipos de
eficacia sobre la autonomía privada:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Relación con la dignidad de la persona. Según el art. 512 CP, “Los que en el ejercicio de
sus actividades profesionales o empresariales denegaren a una persona una prestación a la
que tenga derecho por razón de su ideología, religión o creencias, su pertenencia a una etnia,
raza o nación, su sexo, orientación sexual, situación familiar, enfermedad o minusvalía,
incurrirán en la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio, industria
o comercio, por un período de uno a cuatro años”.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
RD 1361/2007 (modifica el art. 7 del Real Decreto 2486/1998): “Cuando el sexo constituya un
factor determinante de la evaluación del riesgo a partir de datos actuariales y estadísticos
pertinentes, fiables y acreditables en función del análisis del riesgo realizado por la entidad,
podrán admitirse diferencias proporcionadas de las primas y prestaciones de las personas
consideradas individualmente. No obstante lo anterior, en ningún caso los costes y riesgos
relacionados con el embarazo y el parto justificarán diferencias en las primas y prestaciones de las
personas consideradas individualmente”.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
- Negocios obligatorios: son negocios en los cuales los efectos jurídicos que se
pretenden son crear una obligación.
A - Negocios dispositivos: afectan directamente a un derecho subjetivo que ya
existía, suponen un cambio inmediato en la titularidad de éstos. Ej.:
condonación, testamento…
- Negocios mortis causa: son los que producen efectos tan sólo después de la
muerte del autor de la declaración y en contemplación a la muerte de
B algunos de los sujetos del negocio.
- Negocios inter vivos:regulan las relaciones jurídicas de las personas en vida.
D
- Negocios atípicos: no son objeto de previsión y regulación jurídica
específica, aunque son válidos al amparo de la autonomía privada.
a) Un hecho jurídico es un suceso, de origen humano o no, al que una norma otorga un
efecto jurídico. Ej.: una cosecha, o la sedimentación en los cauces fluviales
• Art. 354 CC: “Pertenecen al propietario: 1. Los frutos naturales. 2. Los frutos industriales.
3. Los frutos civiles”.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Art. 366 CC: “Pertenece a los dueños de las heredades confinantes con las riberas de los ríos
el acrecentamiento que aquellas reciben paulatinamente por efecto de la corriente de las
aguas”.
El art. 382 CC establece que “Si por voluntad de uno solo, pero con buena fe, se mezclan o confunden dos
cosas de igual o diferente especie, los derechos de los propietarios se determinarán por lo dispuesto en el
artículo anterior. Si el que hizo la mezcla o confusión obró de mala fe, perderá la cosa de su pertenencia
mezclada o confundida, además de quedar obligado a la indemnización de los perjuicios causados al dueño
de la cosa con que hizo la mezcla”.
c) El negocio jurídico, en cambio, es una declaración de voluntad que produce unos efectos
jurídicos porque se desean. Los efectos por lo tanto, son ex voluntate porque sólo se dan
en la medida que se quieran.
Ejemplo:
STS, 1ª, 17.7.2007 (La Ley nº 6815): caída sufrida al pisar un juguete en el piso de unos amigos.
Según el tribunal, “En el ámbito doméstico son fácilmente imaginables acciones u omisiones
culposas o negligentes de los anfitriones para con sus invitados, como por ejemplo servir una
comida sin haberse preocupado de que esté en buenas condiciones o no haber reparado antes de
la visita desperfectos del material aislante de los cables eléctricos exteriores o a la vista. Pero ello
no significa que todas las situaciones hipotéticamente peligrosas sean merecedoras de imputación
objetiva si el peligro es remoto y aquellas entran dentro de la normalidad de un hogar”.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Además, hay actos y manifestaciones de voluntad a los que la ley asocia determinados
efectos legales, pero no porque sean queridos, sino por imposición legal (actos de
denuncia, comunicación, oposición): actos paranegociales.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
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¿Qué ocurre cuando hay discrepancias entre el aspecto interno y el externo? Por ejemplo:
un vendedor pone el precio de la cosa en 100. El comprador acepta mandándole una carta
de aceptación poniendo por equivocación un valor de 1000 en vez de 100. Hay tres posibles
soluciones:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Como ya se ha comentado, una declaración con reserva mental será válida, con
exclusión de la reserva, y por eso no se tiene en cuenta la reserva por el derecho civil
a la hora de determinar el valor de la voluntad declarada. El error obstativo, en
cambio, sí tiene consecuencias porque la declaración de voluntad no es válida y no
tiene efectos aunque sí pueden caber indemnizaciones por confianza (excepción:
testamento: el art. 773 CC establece que “El error en el nombre, apellido o cualidades del
heredero no vicia la institución cuando de otra manera puede saberse ciertamente cuál sea la
persona nombrada. Si entre personas del mismo nombre y apellidos hay igualdad de
circunstancias y éstas son tales que no permiten distinguir al instituido, ninguno será
heredero”). Es la principal causa del disenso y con éste se suele llegar a la falta de
eficacia del contrato.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Hoy, el carácter vinculante del contrato (art. 1091 CC) y su carácter de fuente de
obligaciones jurídicamente vinculantes (art. 1089 CC), procede más bien de la importancia
del papel de la voluntad humana, ya que si alguien queda obligado es porque ha querido
obligarse en uso de su autonomía privada.
Su régimen legal tiene como núcleo central el acuerdo de voluntades con contenido
patrimonial, pero sirve como paradigma general del entendimiento y regulación de las
interacciones voluntarias entre los sujetos.
¿Por qué se contrata en la vida económica y social? Un examen detenido de las razones no
es posible, pero esquemáticamente pueden señalarse algunas causas típicas:
1. Diferencias de valoración de derechos y recursos (el comprador valora más la casa
que el vendedor)
2. Ventajas en la producción o uso de recursos (a menor coste o con mayor calidad)
3. Complementariedad en habilidades, aptitudes y/o derechos
4. Anticipo de capital por quien lo posee
5. Distribución y cobertura de riesgo más acorde con las actitudes ante el riesgo (el
seguro, por ejemplo)
6. Expectativas diferentes sobre el valor futuro de derechos y recursos
El CC expresa lo que podría denominarse concepción liberal del contrato, basada en los
siguientes fundamentos:
• La importancia de la voluntariedad, que ha de asegurarse y preservarse
jurídicamente.
• Libertad contractual, expresada en dos libertades: libertad de contratar (no se puede
imponer con quién se contrata o se deja de contratar) y libertad de contenido
contractual (las partes eligen el contenido de su contrato con libertad plena, sólo con
escasos límites bien prefijados).
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Igualdad: todos son iguales ante la ley, y ante el contrato llegan en posición de
igualdad. El derecho del contrato ha de mantener esta igualdad.
Los límites a la libertad de contenido contractual son escasos, esencialmente los del art.
1255 CC: Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por
conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral, ni al orden público:
• Ley imperativa:
a) Dolo: 1102 CC (La responsabilidad procedente del dolo es exigible en todas las
obligaciones. La renuncia de la acción para hacerla efectiva es nula).
b) Donación universal de bienes futuros: 635 CC (La donación no podrá comprender
los bienes futuros. Por bienes futuros se entienden aquellos de que el donante no puede
disponer al tiempo de la donación).
c) Herencia futura: 1271 CC (Sobre la herencia futura no se podrá, sin embargo, celebrar
otros contratos que aquéllos cuyo objeto sea practicar entre vivos la división de un
caudal y otras disposiciones particionales, conforme a lo dispuesto en el artículo 1056).
d) Donaciones entre esposos
e) Pacto comisorio: 1859 CC (El acreedor no puede apropiarse las cosas dadas en prenda
o hipoteca, ni disponer de ellas).
f) Reglas sobre forma de algunos contratos
• Orden público:
Arts. 1.3 CC: La costumbre sólo regirá en defecto de ley aplicable, siempre que no sea
contraria a la moral o al orden público y que resulte probada.
Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de
voluntad tendrán la consideración de costumbre.
Art. 6.2 CC: La exclusión voluntaria de la ley aplicable y la renuncia a los derechos en
ella reconocidos sólo serán válidas cuando no contraríen el interés o el orden público ni
perjudiquen a terceros.
Art. 12.3 CC: En ningún caso tendrá aplicación la ley extranjera cuando resulte contraria
al orden público.
Poco después del CC, las transformaciones políticas, económicas y sociales provocan
cambios en el modelo liberal de contrato:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Contratos regulados: Quiebran la igualdad formal entre las partes y aparecen tipos
contractuales cuyo contenido se regula intensamente a favor, declaradamente, de
uno de los contratantes, a causa precisamente de la desigualdad (real o aparente) de
partida. Tipos específicos: contratos de trabajo, de arrendamientos urbanos y
rústicos, de seguro. De manera crecientemente importante, en todas, o casi, las
relaciones contractuales entre empresas y consumidores.
A pesar de estos notables cambios, la libertad contractual sigue siendo pieza esencial del
Derecho del contrato.
¿Cuál es la función actual del Derecho de contratos? El papel del Derecho de contratos no
es sólo preservar la voluntariedad, preservar la igualdad de armas y de información y
evitar efectos externos negativos, sino también ahorrar costes de transacción
proporcionando una regulación integradora de la voluntad (art. 1258 CC: Los contratos se
perfeccionan por el mero consentimiento, y desde entonces obligan, no sólo al cumplimiento de lo
expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias que, según su naturaleza, sean
conformes a la buena fe, al uso y a la ley) y controlar el oportunismo y la obtención de ventajas
ilícitas a costa del otro contratante, mediante el otorgamiento de remedios eficaces frente al
contratante incumplidor. Del correcto cumplimiento de estas funciones depende la
eficiencia del Derecho de contratos y, en buena medida, la contribución de un sistema
jurídico al desarrollo de una sociedad.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Elementos esenciales de los contratos: De acuerdo con el art. 1261 CC, los elementos
esenciales del contrato son:
1. El consentimiento contractual
2. El objeto del contrato
3. La causa del contrato
El consentimiento contractual: Para poder contratar, ambas partes deben tener una
voluntad interna y emitir una declaración que la exteriorice, es decir, prestar su
consentimiento contractual (voluntad común en que las declaraciones de voluntad de las
partes coinciden en su contenido). La capacidad para prestar el consentimiento y por
consiguiente, para contratar es la capacidad general de obrar: los menores no emancipados
y los incapacitados (estos de modo variable, en función de las específicas limitaciones a su
capacidad) quedan, en principio, excluidos de la válida prestación de consentimiento
contractual (art. 1263 CC).
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
En error en los motivos que han inducido al declarante es irrelevante, salvo que el
motivo sea determinante y se incorpore al negocio (mediante su consideración
como condición o por otra estipulación expresa) o fuera reconocido por la otra
parte como motivo (presuposición) o fuera ilícito (arts. 1305 y 1306 CC).
Caracteres del error para que sea jurídicamente relevante a efectos de anular la
voluntad contractual:
• Esencial: determinante de la voluntad.
• Excusable: no se hubiera podido salvar con la diligencia ordinaria. Se deben
valorar las conductas de ambos, no sólo la del que lo padece (inducción al
error provocada por la otra parte).
• Bilateral (esto es, padecido por ambos contratantes) o, al menos, si es unilateral,
recognoscible por el destinatario de la declaración. En caso contrario, se
lesionaría su legítima confianza.
• Especialidad de la transacción del art. 1817.2 CC: “(...) no podrá una de las partes
oponer el error de hecho a la otra siempre que ésta se haya apartado por la
transacción de un pleito comenzado”.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
3. Intimidación (art. 1267.2 CC): es, según el CC, un temor racional y fundado que se
inspira a una de las partes del contrato de sufrir un mal inminente y grave en su
persona y bienes o en los de su cónyuge, descendientes o ascendientes. El intimidado se
encuentra en la alternativa de sufrir el mal con el que le amenazan o celebrar un
contrato que, en situaciones normales, no querría celebrar. No hay posibilidad efectiva
de no querer contratar, sino que se da una situación forzada de necesidad que impulsa
a contratar, aunque con la voluntad contractual se estén perjudicando los propios
intereses.
Elementos:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
4. Dolo (art. 1269 CC): es conducta de engaño a la otra parte y apta para influir en la
conducta de consentimiento contractual. Este engaño lleva a contratar pero el
engañado, de saber la verdad, no lo hubiera hecho de la misma forma. Se requiere:
a) Conducta antijurídica dirigida a provocar la declaración, con actitudes contrarias a
la buena fe y proveniente del otro contratante (art. 1268 y 1269 CC). No hay dolo
invalidante del consentimiento contractual si el engaño procede de un tercero que
no está actuando en connivencia con la otra parte del contrato.
b) Que la voluntad del declarante haya quedado formada sin la libertad necesaria.
c) Que la conducta sea determinante de la declaración.
d) Que el dolo sea grave (art. 1270.1 CC).
Aspecto:
a) Externo: actuaciones, palabras y maquinaciones, activos, pero también según
criterio de aplicación creciente, omisivos (no revelar información que se posee y se
debe, según buena fe, revelar)
b) Interno: mala fe en la captación de la voluntad
Distinción entre dolo causante (dolus causam dans, art. 1269 CC), si el dolo es
determinante, es decir, sin el cual no se hubiera celebrado el contrato, y dolo incidental
(art. 1270.2 CC), cuando el dolo no determina la voluntad de contratar de la otra parte
sino que sólo supone hacerlo en condiciones más desfavorables y que obliga al que lo
empleó a indemnizar daños y perjuicios.
También puede ser relevante, aunque la tendencia creciente de los sistemas jurídicos es
reducir su importancia imponiendo sobre la parte que tiene más información o
conocimiento un deber positivo de revelar información, la distinción entre dolo activo
(conductas de engaño, mentir) y dolo omisivo (no revelar toda la verdad o toda la
información que un contratante posee y el otro no)
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• STS, 1ª, 11.12.2006: contrato aparente de préstamo que cubría una compraventa. En
cuanto al error, el tribunal señala que:
“La finca objeto del contrato de compraventa se encontraba al tiempo de la perfección del
contrato sujeta a un debate judicial (...) que afectaba a la titularidad dominical del vendedor, lo
que era ignorado por su comprador. Esta situación, desconocida para el adquirente, implica un
error esencial al recaer sobre una de las condiciones de la cosa -la pertenencia al vendedor- que
principalmente dio motivo a celebrar el contrato, tal y como exige el art. 1266, párrafo primero,
del Código Civil, para que el error pueda invalidar el consentimiento. Sin embargo sucede que,
para que pueda operar este efecto invalidante con la consecuencia de anular el contrato, es
preciso, además que el error no sea imputable al interesado, en el sentido de causado por él -o
personas de su círculo jurídico-, lo que en el caso se cumple, y que sea excusable, entendiéndose
que no lo es cuando pudo ser evitado por el que lo padeció empleando una diligencia media o
regular, requisito éste que no consta expresamente en el Código Civil, pero lo viene exigiendo la
jurisprudencia en sintonía con un elemental postulado de buena fe (arts. 7.1 y 1258 CC) a efectos
de impedir que se proteja a quién no merece dicha protección por su conducta negligente (...). La
valoración de esta apreciación negativa exige señalar: a) por una parte, que la doctrina
jurisprudencial toma como pauta para determinar si se obró con la diligencia exigible la
ponderación de las circunstancias concurrentes (...), y entre ellas con especial significación las
personales del que padece el error y la accesibilidad a la información (...), no se puede atribuir el
error a negligencia de la parte que lo alega si recae sobre las condiciones jurídicas de la cosa, y en
el contrato intervino un Letrado, o si se hubiere podido evitar el error con una normal diligencia;
y, b) por otra parte, que, aún cuando hay que distinguir la base fáctica, relativa a las
circunstancias a ponderar, cuya fijación corresponde al juzgador «a quo», de su ponderación
como determinantes de excusabilidad o inexcusabilidad, que es susceptible de verificación
casacional dentro de la «questio iuris» porque se trata de apreciar conceptos jurídicos
indeterminados o estándares como son la diligencia y la buena fe, en el caso, habida cuenta la
modificación de la base fáctica en que se fundamentó la resolución recurrida como consecuencia
de la estimación de los motivos primero y segundo del recurso, es preciso valorar la
excusabilidad a la luz de la nueva situación fáctica (...). El examen de las nuevas circunstancias
conduce a la conclusión de que concurre el requisito de la excusabilidad. Es cierto que el
comprador Sr. Gaspar se hallaba en disposición de poder eliminar el error y existía la facilidad de
acceso a la información, pero, además de que el error fue provocado por una reticencia dolosa de
la parte vendedora que no puso en su conocimiento la realidad del debate litigioso con
Inmobiliaria Lerma, SA haciendo creer al comprador que solamente se discutía la elevación a
escritura pública de un documento privado”.
“(...) el vendedor Sr. Alejandro al tiempo de la perfección del contrato ocultó al comprador Sr.
Gutiérrez que la razón de oponerse Inmobiliaria Lerma, SA a su demanda (en la que pedía la
elevación a escritura pública del documento privado de venta por la entidad mercantil del
sótano) era que la persona que actuó en nombre de la mencionada sociedad carecía de poder para
representarla en relación con la disposición de los sótanos, y le hizo creer que era una mera
oposición sin fundamento y que se trataba de un asunto ganado, y asimismo le ocultó la
existencia de la resolución judicial desfavorable, pues no tiene base alguna la alegación del Sr.
Alejandro de que aunque la Sentencia era de fecha (16 de junio de 1993) anterior a la venta de 22
de julio de 1993, sin embargo no la conoció hasta finales del mes de julio, pues no es creíble que la
representación procesal y dirección letrada hayan interpuesto recurso de apelación en fecha 25 de
junio (...) sin previo consentimiento, o cuando menos conocimiento, del apelante Sr. Alejandro. El
comportamiento del vendedor reúne los requisitos para apreciar la existencia de dolo como vicio
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• STS, 1ª, 11.5.2007 (RJ 2007\2134): dolo del asegurado al responder a las preguntas del
cuestionario de salud, pues ocultó el padecimiento de una rectorragia intensa y la
práctica de una fibrocolonoscopia en fechas inmediatas precedentes con indicaciones
sugestivas de una tumoración maligna. El asegurado falleció por cáncer en el aparato
digestivo. Cuando concurre dolo, la facultad del asegurador de impugnar el contrato
en los casos de inexactitudes en la declaración del asegurado es aplicable aunque haya
transcurrido más de un año desde su conclusión.
Sólo pueden ser objeto del contrato las cosas que no estén fuera del comercio de los
hombres y los servicios que no sean contrarios a las leyes y a la moral (art. 1271 CC). Los
requisitos del objeto del contrato son tres:
2. Licitud: pueden ser objetos las cosas que no estén fuera del comercio de los hombres y
los servicios que no sean contrarios a las leyes y la moral. No pueden ser objetos de un
contrato, por ejemplo, objetos de tenencia o tráfico ilícito (armas, sustancias
prohibidas).
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
La causa del contrato: La causa es un requisito de validez del contrato pero se trata de una
noción que se emplea en el ámbito contractual de tres formas distintas:
1. Causa del contrato: ésta sería la causa del contrato entendida como esquema abstracto
del contrato como operación o transacción de la vida social y económica. Hace
referencia a que un contrato, como esquema típico de relación, merece el
reconocimiento y la protección jurídica por parte del ordenamiento jurídico. Por lo
tanto, exige una calificación del contrato (es decir, una compraventa, una donación, un
préstamo…) que esté fundamentado en un pacto o acuerdo de voluntades (que no sea
falso, sino que exista) y que responda a unos intereses típicamente aceptables y
aprobados por el sistema jurídico.
2. Causa de la obligación que resulta del contrato (el sentido del art. 1274 CC): el
legislador exige que cada vinculación obligatoria resultante del contrato (es decir, la
facultad de pedir de una parte y la obligación de prestar de la otra) esté justificada. Hay
tres fundamentaciones típicas o generales de las obligaciones que surgen de los
contratos:
• En los contratos onerosos, la causa de la obligación de una parte es la
contraprestación que recibe (para uno, el precio de la cosa o servicio; para el otro, la
cosa o servicio que recibe).
• En los contratos gratuitos, la causa está en la liberalidad de quien da o se obliga a
prestar sin contraprestación, que es la idea del ánimo de querer enriquecer a
alguien sin recibir nada a cambio.
• En los contratos para remunerar servicios prestados, la causa es la llamada causa
remuneratoria que sería por ejemplo una donación remuneratoria (una anciana se
compromete a entregar un piso a la persona que la cuida, en señal de
agradecimiento por los servicios prestados).
109
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Pero esta exigencia de causa puede ser un inconveniente desde el punto de vista práctico
porque en muchas ocasiones entorpece las transacciones económicas, ya que muchos
derechos y obligaciones nacidos de contratos circulan sin causa en el sentido de que la
causa del contrato y de los derechos de crédito que derivan de él no trasluce
necesariamente al derecho, a los actos de su ejercicio, o a los pagos de las obligaciones. El
CC pone solución a esto en el artículo 1277 sobre la presunción de existencia y validez de la
causa: “aunque la causa no se exprese en el contrato, se presume que existe y que es lícita mientras
el deudor no pruebe lo contrario”. En estos casos se habla, en sentido impropio, de los
llamados obligaciones o contratos abstractos, no porque no tengan o no precisen causa, sino
porque la causa no aparece expresada en el contrato, pero se presume que existe y que es
válida, salvo que se pueda probar lo contrario.
El contrato sin causa, o sin causa suficiente, o con causa ilícita o inmoral, es nulo (art. 1275
CC). Para los casos de nulidad por causa ilícita o inmoral se prevén reglas especiales que
tratan de desincentivar tales contratos (arts. 1305 y 1306 CC).
Simulación, fiducia y negocio indirecto: Son tres situaciones especiales de los contratos en
relación con la causa:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Ejemplo: STS, 1ª, 11.1.2007 (La Ley nº 6685): nulidad de donación oculta bajo una escritura
pública de venta totalmente simulada. El art. 633 CC, cuando hace forma sustancial de la
donación de inmuebles la escritura pública, no se refiere a cualquier escritura pública sino a una
específica donde deben expresarse los consentimientos del donante y del donatario. Una escritura
pública de compraventa totalmente simulada no cumple los requisitos del art. 633 CC, pues el
negocio disimulado de donación que se descubra no reúne para su validez y eficacia dichos
consentimientos.
2. Fiducia cum amico: fiducia con persona de confianza para obtener un resultado de
gestión o administración, generalmente. Ej.: una señora sueca, A, tiene un
apartamento en la costa y decide dejar que una persona de su confianza, B, realice
la venta. A en vez de darle un poder de representación a B para que vendiera el
piso en su nombre, lo que hace es una compraventa. A vende el piso a B, que no
paga inmediatamente el precio. B ahora es el propietario y cuando venda el piso a
un tercero, C, le pagará a A. En este caso se usa la compraventa con unos efectos
111
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
menores de los que le son propios, sólo como facultar una actuación por cuenta del
fiduciante.
Pero pueden surgir conflictos de la utilización de estos pactos fiduciarios. Estos conflictos
suelen darse con acreedores del fiduciario. En el ejemplo de la fiducia cum creditore, podría
haber un conflicto si B debiera a su vez dinero a la Seguridad Social, por ejemplo. Entonces
lo que ocurriría sería que la SS, al ver que B aparece como propietario de un piso, se lo
embargaría para cobrarse la deuda. El problema está en que B no es realmente un
propietario, pero no hay forma pública de probar frente a la Seguridad Social que lo que
había en realidad era un pacto fiduciario.
Hay visiones diferentes acerca del trato que debe darse al contrato o negocio fiduciario.
Para explicar la naturaleza del negocio fiduciario se ha recurrido tradicionalmente a la
teoría del doble efecto: se parte de la existencia de dos contratos separables conceptualmente:
o Uno con efecto real, eficaz erga omnes. Frente a todos, se producen los efectos de la
forma contractual elegida y realizada por las partes frente al exterior. Los que son
ajenos al contrato fiduciario creen que B es el propietario, en virtud de la compraventa
que aparece realizada y cumplida, y por tanto, pueden embargarle, si son sus
acreedores.
o Otro con efecto meramente obligacional, eficaz inter partes. Entre las partes el pacto
fiduciario sí es válido aunque como hemos visto de cara a los demás se produce el
efecto real. Los terceros que sepan de este efecto obligacional, del pacto fiduciario,
quedan vinculados a él, los que sepan que B es fiduciario y A fiduciante no podrían
luego desconocerlo con su conducta. El fiduciante, una vez cumplida la obligación
(pagar el precio del piso más los intereses), tiene acción personal para recuperar el
objeto transmitido al fiduciario. El adquiriente en garantía tiene derecho a retener la
cosa hasta que se haya extinguido la obligación garantizada (hasta que le devuelvan el
precio del piso y los intereses).
Finalmente, otros entienden que el fiduciario no es sino una modalidad del simulado y, por
ello, debe recibir el mismo tratamiento (el de la simulación relativa, por regla general).
112
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Todo contrato exige una declaración de voluntad que debe manifestarse hacia el exterior.
Pero cuando en derecho civil se habla de forma, nos referimos a que para la validez de
determinados contratos es necesaria una determinada forma, no vale cualquiera.
El principio general, sin embargo, es la libertad de forma que implica que cualquier forma
vale para dar lugar a un contrato, ya sea un contrato celebrado de palabra, por escrito, ante
notario… Este principio se encuentra en el artículo 1278 del CC:
“los contratos serán obligatorios, cualquiera que sea la forma en que se hayan celebrado,
siempre que en ellos concurran las condiciones esenciales para su validez”.
Art. 17 CF: “Els capítols matrimonials i llurs modificacions s'han d'atorgar en escriptura pública”.
Art. 1327 CC: “Para su validez, las capitulaciones habrán de constar en escritura pública”.
Otra excepción tradicional es la de la donación, sobre todo la de inmuebles (art. 633 CC,
art. 531-12.1 CCCat), que exige escritura pública.
Art. 633 CC: “Para que sea válida la donación de cosa inmueble, ha de hacerse en escritura
pública, expresándose en ella individualmente los bienes donados y el valor de las cargas que
deba satisfacer el donatario”. Ejemplo: STS, 1ª, 11.1.2007 (La Ley nº 6685): nulidad de donación
oculta bajo una escritura pública de venta totalmente simulada. El art. 633 CC, cuando hace forma
sustancial de la donación de inmuebles la escritura pública, no se refiere a cualquier escritura
pública sino a una específica donde deben expresarse los consentimientos del donante y del
donatario. Una escritura pública de compraventa totalmente simulada no cumple los requisitos
del art. 633 CC, pues el negocio disimulado de donación que se descubra no reúne para su validez
y eficacia dichos consentimientos.
Art. 531-12.1 CCCat: “1. Les donacions de béns immobles solament són vàlides si els donants les
fan i els donataris les accepten en una escriptura pública. L'acceptació feta en una escriptura
posterior o per mitjà d'una diligència d'adhesió s'ha de notificar de manera autèntica als
donants”.
Art. 1863 CC: “Además de los requisitos exigidos en el art. 1857 CC, se necesita, para constituir el
contrato de prenda, que se ponga en posesión de ésta al acreedor, o a un tercero de común
acuerdo”.
Art. 1865 CC: “No surtirá efecto la prenda contra tercero si no consta por instrumento público la
certeza de la fecha”.
113
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Art. 569-13 CCCat: “1. La penyora, constituïda per qualsevol títol, requereix:
a) La transmissió de la possessió dels béns als creditors o a terceres persones, d'acord amb els
pignorants, per qualsevol mitjà admès per aquest codi.
b) El poder de lliure disposició del bé moble empenyorat per la persona que l'empenyora.
2. La penyora tan sols té efectes contra terceres persones des del moment en què la data en què
s'ha acordat de constituir-la consta en un document públic.
3. La penyora de crèdits s'ha de constituir en un document públic i s'ha de notificar al deutor o
deutora de crèdit empenyorat”.
Art. 1875 CC: “Además de los requisitos exigidos en el artículo 1857, es indispensable, para que la
hipoteca quede válidamente constituida, que el documento en que se constituya sea inscrito en el
Registro de la propiedad.
Las personas a cuyo favor establece hipoteca la ley, no tienen otro derecho que el de exigir el
otorgamiento e inscripción del documento en que haya de formalizarse la hipoteca, salvo lo que
dispone la Ley Hipotecaria en favor del Estado, las provincias y los pueblos, por el importe de la
última anualidad de los tributos, así como de los aseguradores por el premio del seguro”.
d) Excepciones en ciertos contratos de empresas y consumidores: la ley impone para éstos con
gran frecuencia:
- que el contrato sea escrito
- un contenido mínimo
- de ordinario (aunque no siempre, señaladamente no ocurre así en la compraventa
ordinaria de bienes de consumo) que incluyan el derecho de arrepentimiento o
desistimiento unilateral para el consumidor (ver apartado 15.4)
Si falta la forma exigida por ley, el contrato no produce efectos. Hay dos modalidades en la
exigencia legal de forma para un contrato:
114
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Pactos o acuerdos privados en materia de forma: ¿En qué medida las partes pueden alterar
la forma que se exige en la ley? Las partes pueden modificar o elevar las exigencias de
forma pero no eliminarlas. Si hay exigencia de forma no se puede hacer una modificación a
la baja, sino simplemente añadir más cosas. Ej.: si, para un contrato, la ley exige escritura
pública, las partes no podrán pactar válidamente que no se haga en escritura pública. Sólo
podrán añadir más exigencias formales, pero no reducirlas. Ej.: si un contrato no tiene
ninguna exigencia de forma, entonces las partes podrán añadir una cláusula donde se
exijan una forma determinada para celebrarlo o, lo más frecuente en la práctica, para
modificarlo en el futuro.
115
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Consentimiento contractual
(perfección del contrato)
o Importancia a efectos de integración: esos actos previos al contrato pueden llegar a pasar al
contenido del contrato, aún cuando no se recojan en el documento o texto del contrato.
La publicidad, por ejemplo.
Art. 61 Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes
complementarias:
“1. La oferta, promoción y publicidad de los bienes o servicios se ajustarán a su naturaleza,
características, utilidad o finalidad y a las condiciones jurídicas o económicas de la contratación.
2. El contenido de la oferta, promoción o publicidad, las prestaciones propias de cada bien o
servicio, las condiciones jurídicas o económicas y garantías ofrecidas serán exigibles por los
consumidores y usuarios, aún cuando no figuren expresamente en el contrato celebrado o en el
documento o comprobante recibido y deberán tenerse en cuenta en la determinación del principio
de conformidad con el contrato.
3. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, si el contrato celebrado contuviese cláusulas
más beneficiosas, estas prevalecerán sobre el contenido de la oferta, promoción o publicidad”.
116
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
- Por los casos de contrato nulo por causa achacable a una de las partes: una de las partes
“tiene la culpa” de la nulidad. Por ejemplo si un individuo es dueño de un bien de
patrimonio histórico y sabiendo que no se puede vender para la exportación, lo
vende a un rico americano, el contrato será nula y tendrá que devolver el precio
percibido más una indemnización por daños y perjuicios al comprador frustrado,
pues la nulidad es achacable a su omisión de información sobre el carácter del bien
que hará nulo el contrato.
- Por los casos de nulidad por falta de forma: aquel que se niegue a cumplir la forma
exigida legalmente (en algunos casos, no en todos: por ejemplo, no será así en
donación o capítulos matrimoniales) deberá indemnizar por daños y perjuicios a la
otra parte. El que ha alcanzado un acuerdo que no podrá llegar a ser válido por
negarse a cumplir la forma prescrita puede tener que indemnizar a aquellos que
confiaron en que el acuerdo se formalizaría.
- Por los casos de ruptura en las negociaciones: son los más frecuentes. La libertad
contractual se basa en decidir si se quiere negociar o no, por eso a la hora de
imponer responsabilidad por romper un trato hay que ir con cuidado. La
responsabilidad no tendría que chocar con la libertad contractual. Son situaciones,
por ejemplo, en las que una de las partes inicia las negociaciones con mala fe. Ej.:
STS, 2ª, 16.5.1988 (Ar. 4308): Altos cargos del “Banco de Vizcaya, S.A” habían
ofrecido un traslado a una oficina de Miami (U.S.A.) a un empleado del
mencionado banco. Durante la negociación de las condiciones de traslado el
demandante, Felipe C.R., vendió su casa en España, mientras que su esposa (la
también demandante Esther L.S.), obtuvo la excedencia voluntaria en su trabajo de
Auxiliar de Clínica de la S.S. El citado traslado no se produjo en ningún momento
puesto que el Banco demandado había iniciado, en realidad, una maniobra para
comprobar la disponibilidad de sus empleados. El TS ratifica la sentencia de
primera instancia, que aprecia mala fe por parte de la Entidad bancaria y de los dos
altos empleados (culpa extracontractual) y concede a los demandantes la suma de
cuatro millones de pesetas (24.040,48 €) con sus intereses legales, a pagar
solidariamente en concepto de perjuicios sufridos.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
El art. 708 LEC establece la posibilidad de que una condena a emitir una declaración de voluntad
(“Cuando una resolución judicial o arbitral firme condene a emitir una declaración de voluntad,
transcurrido el plazo de veinte días que establece el artículo 548 sin que haya sido emitida por el ejecutado,
el tribunal, por medio de auto, resolverá tener por emitida la declaración de voluntad, si estuviesen
predeterminados los elementos esenciales del negocio. Emitida la declaración, el ejecutante podrá pedir que
se libre, con testimonio del auto, mandamiento de anotación o inscripción en el Registro o Registros que
correspondan, según el contenido y objeto de la declaración de voluntad”).
b) El precontrato también se entiende por algunos como un contrato base que no obliga a
contratar sino a colaborar. Sólo establece unas pautas generales del contrato específico
y las partes deben colaborar en su desarrollo y concreción en el acuerdo definitivo. Así
la parte no podrá forzar a la otra a contratar, sino a seguir negociando con seriedad y
buena fe esas pautas generales en el desarrollo posterior.
Estas tres formas de entender el precontrato no son mutuamente excluyentes como posibles
entendimientos del precontrato. En realidad, el precontrato es una figura preparatoria de la
contratación definitiva, aunque dotada ya de eficacia jurídica, pero es una figura
multifuncional: tendremos una u otra en función de la intención de las partes en cada caso
concreto en que las partes hayan acudido a un precontrato. Pero lo que está claro es que el
precontrato genera obligaciones jurídicas, es decir, vinculación entre las partes, aunque el
alcance y contenido sea variable. Las cartas o documentos de intención se diferencian de
éstos en que sólo expresan una intención de negociar y, en su caso, de contratar en el
futuro, pero no crea obligaciones exigibles en cuanto a la vinculación a la negociación
(cartas de intenciones, memorandos de intenciones o de entendimiento).
118
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
La duración (art. 568-8 CCCat) de este derecho de opción está limitada. El derecho real de
opción se puede constituir por un periodo máximo de 10 años. Por acuerdo de las personas
interesadas, podrá ser objeto de prórrogas sucesivas, cada una de las cuales no podrá
exceder el plazo de 10 años. Si el derecho de opción se constituye como un pacto o
estipulación integrados en otro negocio jurídico, su duración no podrá exceder la de éste,
con las prórrogas correspondientes.
Distinción entre oferta e invitación a ofrecer: La oferta es una propuesta de contrato que, en
cuanto es aceptada, determina que el contrato existe o se perfecciona. La invitación a
ofrecer no propone un contrato, sino que cuando alguien invita a ofrecer lo que hace es
anunciar que se está dispuesto a recibir ofertas y se invita a su realización, pero eso no
implica que vaya a contratar con todos los oferentes. Con una invitación a ofrecer estás
dispuesto a recibir ofertas para luego escoger la que más te convenga. Por otro lado, en la
oferta, el precio y demás condiciones del contrato no pueden variar y en la invitación a
ofrecer, sí. Cuándo estamos, ante lo que aparece como una propuesta de contratación, ante
una oferta o una invitación a ofrecer, depende de la intención del proponente, del contexto
y, sobre todo, de la correspondencia de los efectos de una y otra opción sobre el interés de
las partes. Por ejemplo, el anuncio de venta o alquiler de un piso en Internet o en la prensa
119
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
no puede ser una oferta porque si te llamaran cinco personas, tendrías que contratar con las
cinco y sólo hay un piso.
Ej.: art. 9 Ley de Ordenación del Comercio Minorista: “1. La oferta pública de venta o la exposición de
artículos en establecimientos comerciales constituye a su titular en la obligación de proceder a su venta a
favor de los demandantes que cumplan las condiciones de adquisición, atendiendo, en el segundo caso, al
orden temporal de las solicitudes. Quedan exceptuados de esta obligación los objetos sobre los que se
advierta, expresamente, que no se encuentran a la venta o que, claramente, formen parte de la instalación o
decorado.
2. Los comerciantes no podrán limitar la cantidad de artículos que pueden ser adquiridos por cada
comprador ni establecer precios más elevados o suprimir reducciones o incentivos para las compras que
superen un determinado volumen. En el caso de que, en un establecimiento abierto al público, no se
dispusiera de existencias suficientes para cubrir la demanda, se atenderá a la prioridad temporal en la
solicitud”.
Para que haya verdadera oferta, tradicionalmente se piden ciertos elementos necesarios.
Requisitos de la oferta:
1. Debe ser completa, es decir, que la propuesta debe tener todos los elementos
necesarios para que el contrato se celebre con el mero asentimiento del aceptante.
2. Debe traslucir la intención de obligarse, de contratar.
3. Debe hacerse en la forma legalmente exigida, si la hay (si no, forma libre).
4. Debe contener aquellos elementos que legalmente puedan ser exigidos. Ej.: TAE en
las ofertas que implican financiación a consumidores.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
El Código de Comercio inicialmente decía (art. 54, en su versión anterior) que hay
determinar el momento de perfección del consentimiento según el criterio de la emisión y,
el Código Civil en la redacción anterior del art. 1262, adoptaba el de la cognición. Hoy, el
régimen se ha unificado a un criterio coincidente en lo sustancial con el de la recepción.
Según el art. 1262 CC:
121
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
5. Ámbito subjetivo: el art. 2.1 LCGC establece que “La presente Ley será de aplicación a los
contratos que contengan condiciones generales celebrados entre un profesional —
predisponente— y cualquier persona física o jurídica —adherente”.
6. Ámbito objetivo: el art. 4 LCGC establece que “La presente Ley no se aplicará a los contratos
administrativos, a los contratos de trabajo, a los de constitución de sociedades, a los que regulan
relaciones familiares y a los contratos sucesorios. Tampoco será de aplicación esta Ley a las
condiciones generales que reflejen las disposiciones o los principios de los Convenios
internacionales en que el Reino de España sea parte, ni las que vengan reguladas
específicamente por una disposición legal o administrativa de carácter general y que sean de
aplicación obligatoria para los contratantes”.
El uso de condiciones generales tiene como ventaja el ahorro de costes de transacción que
son los derivados de la negociación entre las partes.
El que las establece se llama predisponente (toda persona física o jurídica que actúe dentro
de su actividad profesional o empresarial) y el destinatario se llama adherente.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
1. Normas de control de incorporación: establecen las condiciones y requisitos para que las
condiciones generales sean válidamente incorporadas a un contrato singular con un
adherente determinado.
2. Normas de control de contenido: establecen un nivel mínimo de derechos para el
consumidor. Habrá una serie de contenidos prohibidos, aquellos que vayan en contra
de esos derechos.
Este punto cuarto del artículo 5 de la Ley de las condiciones generales se remite al
reglamento para establecer algunos términos sobre el control de contenido. Pues bien, el
123
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
o Hace falta enviar justificación del contrato incluyendo las condiciones de forma
inmediata al adherente. Esta justificación sólo queda excepcionada si el propio
adherente ha escogido otro medio que el escrito o si el contrato se refiere a servicios
que se ejecuten mediante sistemas de comunicación a distancia (Ej.: línea erótica) y
se facture por un operador de comunicación.
Por último, el quinto apartado del artículo 5 de la Ley establece que “La redacción de las
cláusulas generales deberá ajustarse a los criterios de transparencia, claridad, concreción y
sencillez”. El art. 7 b) LCGC establece la no incorporación al contrato de las cláusulas
ilegibles, oscuras o incomprensibles. Este requisito de transparencia y claridad ha sido
usado incluso en el control abstracto o colectivo:
Ejemplo:
STS, 1ª, 13.9.2007 (RJ 2007\5304): lesiones sufridas como consecuencia de la explosión de la
embarcación en que se encontraba la demandante. La póliza de seguro de responsabilidad civil
suscrita por su marido excluye de la calificación de tercero al cónyuge del tomador del seguro.
Configuración como cláusula meramente delimitadota del riesgo, no sujeta a la formalidad de ser
aceptada expresamente y por escrito. Para su oponibilidad por la aseguradora es suficiente que
conste que formó parte de la póliza y que fue conocida y aceptada al contratar por el asegurado
(véanse las SSTS, 1ª, 11.9.2006, 5.3.2007, 8.3.2007, 30.3.2007. De acuerdo con tales sentencias, se
124
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
deben diferenciar las cláusulas limitativas de los derechos del asegurado, las cuales están sujetas
al requisito de la específica aceptación por escrito por parte del asegurado, de las cláusulas que
tienen por objeto delimitar el riesgo, susceptibles de ser incluidas en las condiciones generales y
respecto de las cuales basta con que conste su aceptación por parte de dicho asegurado).
Inaplicación de regla de interpretación “contra proferentem”, pues no concurre el requisito de la
oscuridad de la cláusula. La regla de la prevalencia de las condiciones particulares sólo se aplica
si hay contradicción con las generales, lo que no sucede en este caso.
1.3. Control de contenido de las condiciones generales. Medios de tutela privada ante
cláusulas abusivas
o Cláusula no negociada individualmente con cada cliente sino que es general para
una pluralidad de contratos, y prácticas no consentidas expresamente. Por lo tanto,
sólo podrán ser abusivas las condiciones generales y no las individuales o
particulares. La carga de la prueba de que una determinada cláusula es negociable
individualmente corresponde al empresario. Él tendrá que demostrar que aquélla
es una cláusula individual y no general para que no se la pueda calificar como
abusiva si está, por ejemplo, en la lista negra.
125
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
La lista negra de las cláusulas abusivas la encontramos en los arts. 85 a 90 del Real Decreto
Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General
para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias. La lista se clasifica
en cinco grupos:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
II. Privación de derechos básicos del consumidor y usuario: aquellas que no le permiten
o le dificultan apreciablemente ejercer sus derechos. Son abusivas aquellas
estipulaciones que prevén:
127
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
III. Falta de reciprocidad en los derechos y obligaciones de las partes: Son abusivas
aquellas estipulaciones que prevén:
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Para saber si una cláusula es abusiva, como bien hemos dicho antes, hay que mirar primero
la lista, y si ahí no la encontramos, hay que ver si supone un desequilibrio importante de
derechos en perjuicio del consumidor.
1. Mirar la lista negra. Si la cláusula corresponde con una de las previstas allí, es
automáticamente abusiva. Si no:
130
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
b) La nulidad: serán nulas de pleno derecho las condiciones generales que (art. 8):
- Contradigan en perjuicio del adherente lo dispuesto en esta Ley o en
cualquier otra norma imperativa.
- Sean abusivas, cuando el contrato se haya celebrado con un consumidor.
131
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
En cuanto a la legitimación activa, los que pueden ejercitar estas acciones son: las
asociaciones o corporaciones de empresarios, las Cámaras de Comercio, las
asociaciones de consumidores y usuarios, el Instituto Nacional del Consumo, el
Ministerios Fiscal, los colegios profesionales y pocos más. En cuanto a la
legitimación pasiva, estas acciones van dirigidas contra el predisponente (aquel
que use o recomiende condiciones generales) que puede ser o bien un
empresario, o bien un conjunto de varios profesionales del mismo sector
económico que use o recomiende condiciones generales idénticas.
En efecto, el art. 221.1 2ª LEC establece que “Si, como presupuesto de la condena
o como pronunciamiento principal o único, se declarara ilícita o no conforme a la
ley una determinada actividad o conducta, la sentencia determinará si, conforme
a la legislación de protección a los consumidores y usuarios, la declaración ha de
surtir efectos procesales no limitados a quienes hayan sido partes en el proceso
correspondiente”.
Supongamos que en el 2000 se registra una cláusula como abusiva, pues hasta el 2005 no
prescriben las acciones de cesación y retractación. Pero si en el 2007 se da una acción
individual con sentencia, se reabre el plazo de ambas acciones colectivas para 5 años
más, es decir, hasta el 2012. Es decir, que las acciones individuales que prosperen
reabrirán el plazo de estas dos acciones colectivas durante 5 años más.
132
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
1. La torpeza: los contratantes si son torpes, puede que hayan usado el lenguaje
incorrectamente, o términos ambiguos. En estos casos surge la necesidad de interpretar
cuál ha sido la verdadera voluntad de contratar.
4. Ahorro de los costes de transacción: es posible que las partes no ofrezcan una solución en el
contrato a diferentes situaciones pensando que después si alguna de éstas sucede, el
sistema jurídico se encargará de integrar la laguna. Las partes no establecen ninguna
solución en el contrato para ahorrarse los costes de transacción, que son los costes que
se derivan de la negociación, es decir, de ponerse de acuerdo.
5. El desacuerdo: las partes suelen omitir aquellos casos futuros o aquellas situaciones en
las que las partes no consiguen ponerse de acuerdo. A causa de la falta de cláusulas
sobre ello, si esa situación sucede, es necesario recurrir a la interpretación o integración.
133
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
¿En qué medida las partes pueden introducir criterios de interpretación para que el
intérprete tenga en cuenta? Las partes pueden establecer reglas de interpretación en el
contrato. Y, de hecho, lo hacen, por ejemplo, es muy habitual en contratos de cierta
complejidad que las partes definan los términos de un contrato que implican una directiva
para el intérprete.
Son relativamente corrientes las cláusulas de contrato completo (entire agreement clause, merger
clause) que dicen que ese documento recoge la totalidad del contrato, es decir, que no hay
nada del acuerdo contractual que esté fuera del texto de que se trata. Si, por ejemplo, ha
habido un precontrato, no se deberá tener en cuenta, en principio, pues las partes desean
limitar su acuerdo a lo que resulta de ese texto en el que insertan la cláusula de acuerdo
completo.
1. Sentido literal del documento contractual: 1281 CC:” Si los términos de un contrato son claros
y no dejan duda sobre la intención de los contratantes se estará al sentido literal de sus
cláusulas. Si las palabras parecieren contrarias a la intención evidente de los contratantes,
prevalecerá ésta sobre aquéllas”. Pero éste no es un criterio realmente preferente porque si
la intención de las partes es contraria a las palabras del contrato, prevalece la intención
y además un texto no es comprensible al 100% sin el contexto o circunstancias que lo
rodean.
2. Comportamiento de las partes: 1282 CC: “Para juzgar de la intención de los contratantes,
deberá atenderse principalmente a los actos de éstos, coetáneos y posteriores al contrato”.
Aunque no habla de la conducta anterior al contrato (por ejemplo, negociaciones
precontractuales, cartas de intenciones, preacuerdos), de acuerdo con la interpretación
jurisprudencial y doctrinal general, esa conducta previa sí valdrá para interpretar. El
mecanismo que tienen las partes para excluir la conducta precontractual de la
interpretación es mediante la cláusula de contrato completo de la que ya hemos
hablado antes.
3. Interpretación restrictiva de los términos generales: 1283 CC: “Cualquiera que sea la
generalidad de los términos de un contrato, no deberán entenderse comprendidos en él cosas
134
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
distintas y casos diferentes de aquellos sobre que los interesados se propusieron contratar”.
Aunque los contratantes hayan usado términos amplios o generales, hay que
interpretarlos en el sentido más estrecho o limitado que las partes le quisieron dar.
4. Canon de la conservación y eficacia del contrato: 1284 CC: “Si alguna cláusula de los contratos
admitiere diversos sentidos, deberá entenderse en el más adecuado para que produzca efecto”.
Como el objetivo de las partes es que el contrato surta efectos, hay que evitar la
ineficacia de éste, de modo que deben preferirse las formas de entender el contrato que
lo hacen eficaz.
5. Canon de la interpretación sistemática: 1285 CC: “Las cláusulas de los contratos deberán
interpretarse las unas por las otras, atribuyendo a las dudosas el sentido que resulte del conjunto
de todas”. Hay que interpretar el contrato como un todo sin contradicciones ni
redundancias. La interpretación de una cláusula no puede chocar con el sentido de
otras ni hacerlas inútiles o enteramente superfluas.
6. Canon de la interpretación finalista o teleológica: 1286 CC: “Las palabras que puedan tener
distintas acepciones serán entendidas en aquélla que sea más conforme a la naturaleza y objeto
del contrato”. Para interpretar con base en este canon habrá que averiguar antes la
finalidad de ese particular contrato y tratar de ajustar a la misma la opción entre las
distintas interpretaciones posibles. Este criterio no sólo comprende la finalidad “típica”
de la figura de que se trate, sino también la finalidad particular de los contratantes al
celebrar ese concreto contrato.
7. Canon de la interpretación usual: 1287 CC: “El uso o la costumbre del país se tendrán en cuenta
para interpretar las ambigüedades de los contratos, supliendo en éstos la omisión de cláusulas
que de ordinario suelen establecerse”. Se tiene en cuenta el uso o tradición del país o zona y
permite entender las ambigüedades u oscuridades que existan en el contrato. Hay que
tener en cuenta dos cuestiones:
• Uso = costumbre jurídica: el uso o costumbre se refiere al del 1.3 CC: “la costumbre
sólo regirá en defecto de la ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al orden
público y que resulte probada”.
• Uso = práctica habitual: el uso o costumbre se refiere a que no hace falta esta
vinculación jurídica, sino que basta una determinada actividad usual o habitual en
los contratos de un cierto sector (unas cláusulas que suelen ser siempre la mismas)
o una pauta de conducta habitual y esperada en un cierto sector económico o
social, o en una zona geográfica.
En referencia a estos dos significados de costumbres o usos, parece ser que cuando
hablamos de este canon nos referimos al segundo. Por lo tanto, según el 1287 CC
debemos basarnos en los usos contractuales habituales. Pero, ¿qué prácticas habituales
tomamos como referencia? El CC se refiere al uso local. Si hay un uso local que no
coincide con el uso general (de la Comunidad Autónoma, por ejemplo), hay que tener
en cuenta el uso local. Aunque esto no excluye que se puedan usar los usos del sector
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
económico aunque no tengan un ámbito geográfico especial, ya que los usos generales o
internacionales pueden usarse para interpretar el contrato, no es preciso que se acredite
el uso local.
9. Criterio subsidiario: 1289 CC: “Cuando absolutamente fuere imposible resolver las dudas por las
reglas establecidas en los artículos precedentes, si aquellas recaen sobre circunstancias
accidentales del contrato, y éste fuere gratuito, se resolverán en favor de la menor transmisión de
derechos e intereses. Si el contrato fuere oneroso, la duda se resolverá en favor de la mayor
reciprocidad de intereses. Si las dudas de cuya resolución se trata en este artículo recayesen sobre
el objeto principal del contrato, de suerte que no pueda venirse en conocimiento de cual fue la
intención o voluntad de los contratantes, el contrato será nulo”.
Si aún usando todos los criterios no encontramos la voluntad común de los contratantes
y la duda recae sobre una cláusula:
10. Canon de la protección del deudor o favor debitoris: 1132 CC: “La elección corresponde al
deudor, a menos que expresamente se hubiese concedido al acreedor. El deudor no tendrá derecho
a elegir las prestaciones imposibles, ilícitas o que no hubieran podido ser objeto de la obligación”.
Es un artículo que hace referencia a las obligaciones alternativas (aquellas que ofrecen
diferentes obligaciones posibles y después es el deudor el que escoge cuál realizar). De
ahí se extrae este canon que establece que las dudas deben resolverse a favor del
deudor. Motivos por los que no debe considerarse realmente un canon de
interpretación:
• Porque no existe una base general para ello en el Código Civil.
• Porque la posición de deudor no parece que necesariamente sea lo que merezca
siempre un criterio de interpretación en beneficio de sus intereses.
136
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Porque los contratos suelen tener obligaciones recíprocas y por tanto ambas partes
suelen ser deudor y acreedor. Así que, en estos casos, este criterio no solucionaría
nada en cuanto a la consideración global del contrato.
Es difícil prever todos los aspectos de la relación en un contrato e imposible prever todas
las situaciones o contingencias que puedan darse en un futuro, acaso lejano. Entre esas
imprevisiones puede estar, además, la relativa a que las circunstancias existentes al
momento de contratar puedan variar, incluso de manera muy importante. Por eso suele
surgir la necesidad de la integración, pero para ello los tribunales realizan un paso previo.
Éste se llama calificación del contrato. Consiste en determinar el tipo y el régimen
aplicable a ese contrato. Como hemos dicho, ésta es una tarea de los tribunales, que no
están condicionados por la denominación hecha por las partes. La naturaleza de un negocio
depende de la intención y declaración de voluntad de los contratantes, no de la
denominación que le hayan dado éstos, siendo el contenido efectivo, los deberes y
obligaciones, la naturaleza de las conductas y prestaciones de las partes del contrato lo que
determina su calificación. Por eso existe la máxima falsa demonstratio non nocet que significa
que una falsa o errónea calificación de las partes no perjudica a los tribunales, porque como
ya se ha dicho lo que digan las partes no los condiciona ni los vincula.
2. Eficiencia del resultado de las partes: aumento del excedente contractual. Cuando lo que se
busca es que el contrato sea lo mejor posible para el bienestar conjunto de las dos partes.
Esto puede llegar a establecer reglas que aunque no coincidan con los intereses de la
mayoría, den lugar a un bienestar mayor para las partes concretas de ese contrato (lo
que incluye la llamada integración penalizadora).
Fuentes de integración de las lagunas contractuales: El artículo 1258 CC las enumera: “Los
contratos se perfeccionan por el mero consentimiento, y desde entonces obligan, no sólo al
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
cumplimiento de lo expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias que, según su
naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley”.
1. Cuando exista contradicción entre las condiciones generales y las condiciones particulares
específicamente previstas para ese contrato, prevalecerán éstas sobre aquéllas, salvo que las
condiciones generales resulten más beneficiosas para el adherente que las condiciones
particulares.
2. Las dudas en la interpretación de las condiciones generales oscuras se resolverán a favor
del adherente.En los contratos con consumidores esta norma de interpretación sólo será
aplicable cuando se ejerciten acciones individuales. (último inciso, añadido por la Ley
44/2006, de 29 de diciembre, de mejora de la protección de los consumidores y
usuarios).
3. Sin perjuicio de lo establecido en el presente artículo, y en lo no previsto en el mismo,
serán de aplicación las disposiciones del Código Civil sobre la interpretación de los
contratos.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
pero además hay que escoger la que más beneficie al adherente. Esto sólo tendrá
aplicación en las acciones individuales, no en las colectivas, pues al tratarse de un
control preventivo de la cláusula, al utilizar una interpretación más objetivista, se
permite prohibir con carácter general con mayor frecuencia la utilización de una
cláusula oscura, ambigua o de interpretación difícil.
3. Canon de interpretación vulgar o corriente: esta regla la han añadido los tribunales.
Los términos de las condiciones generales hay que entenderlos de acuerdo con los
significados del lenguaje común, no de acuerdo a los significados técnicos que quizás le
haya querido dar el predisponente.
Las lagunas que dejan las condiciones generales declaradas nulas se integran con base en el
artículo 1258 CC, es decir, con base en la ley, el uso y la buena fe.
En el caso de contratos con consumidores (el supuesto más común de nulidad del
contenido de condiciones generales), el artículo 83 del Real Decreto Legislativo 1/2007, de
16 de noviembre, prevé un sistema muy similar, aunque con alguna matización. Las
lagunas que dejan las condiciones generales declaradas nulas por abusivas, se integran con
base en el artículo 1258 CC, es decir, con base en la ley, el uso y la buena fe, y conforme al
principio de buena fe objetiva. Además, la norma del Real Decreto Legislativo 1/2007
prevé que, en la tarea de integrar conforme al 1258 CC, el juez que haya declarado la
nulidad de una cláusula por abusiva, tendrá facultad moderadora. Es decir, el juez tendrá
un margen de apreciación más amplio para adaptar la ley, el uso y la buena fe, incluida la
buena fe objetiva, a las circunstancias del contrato a la hora de completar la laguna, en
especial se las consecuencias de la ineficacia parcial hay perjuicio apreciable para el
consumidor. Por otro lado, si al integrar el contrato con condiciones generales, al haberse
declarado nulas las abusivas, el contrato quede en conjunto desequilibrado de tal modo
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
1. Eficacia vinculante: una vez el contrato es perfecto, las partes ya no pueden apartarse de
él porque es jurídicamente vinculante.
2. Eficacia obligacional: la perfección del contrato produce obligaciones para las partes. Esta
eficacia obligacional puede ser:
A veces la ley extiende la eficacia directa a terceras personas pero lo hace como una
excepción ya que como hemos visto, en la eficacia directa rige el principio de la relatividad.
Ej.: El propietario P le alquila su coche a A pero sólo para ir por la ciudad. A celebra un
contrato de subarriendo con S. Si S saca el coche de la ciudad, P podrá reclamarle a S por
un uso contrario a lo previsto en el contrato. Aunque P no haya contratado con S y siendo
éste un tercero, podrá ser reclamado gracias a la eficacia directa que en este caso se
extiende a terceros por determinación legal. El art. 1551 CC establece que “Sin perjuicio de su
obligación para con el subarrendador, queda el subarrendatario obligado a favor del arrendador por
todos los actos que se refieran al uso y conservación de la cosa arrendada en la forma pactada entre el
arrendador y el arrendatario” y el 1552 CC que “El subarrendatario queda también obligado para
con el arrendador por el importe del precio convenido en el subarriendo que se halle debiendo al
tiempo del requerimiento, considerando no hechos los pagos adelantados, a no haberlos verificado con
arreglo a la costumbre”.
Ej1: El artículo 1218 CC sobre el documento notarial dice así: “Los documentos públicos hacen prueba,
aun contra tercero, del hecho que motiva su otorgamiento y de la fecha de éste. También harán prueba contra
los contratantes y sus causahabientes, en cuanto a las declaraciones que en ellos hubiesen hecho los primeros.”
Si A tiene con B un contrato en documento notarial, podrán hacerlo valer/oponer frente a terceros.
Además si A tiene muchas deudas y sus acreedores (incluyendo B) le reclaman, B tendrá derecho a
cobrar antes (si el criterio de preferencia fuera la antigüedad, como aún lo es en el art. 1929.2 CC)
porque mantiene con el deudor un contrato en documento notarial. Este contrato que es oponible
frente a terceros (los otros acreedores de A) puede incluso perjudicarles.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
1. Se considera desleal la inducción a trabajadores, proveedores, clientes y demás obligados, a infringir los
deberes contractuales básicos que han contraído con los competidores.
2. La inducción a la terminación regular de un contrato o el aprovechamiento en beneficio propio o de un
tercero de una infracción contractual ajena sólo se reputará desleal cuando, siendo conocida, tenga por
objeto la difusión o explotación de un secreto industrial o empresarial o vaya acompañada de
circunstancias tales como el engaño, la intención de eliminar a un competidor del mercado u otras
análogas.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
o Entre beneficiario y promitente: se trata de una relación entre acreedor y deudor ordinaria.
El beneficiario podrá pedir el cumplimiento, así como la indemnización de daños y
perjuicios en caso de que el beneficiario no cumpla.
o Entre beneficiario y estipulante: se establece un vínculo en relación con el crédito frente al
promitente porque ambos podrán ejercitar actos frente al promitente. Si el estipulante
se quedara con parte o con la totalidad de la prestación que el promitente ha realizado,
tanto éste como el beneficiario podrían exigir la restitución.
Art. 1552: El subarrendatario queda también obligado para con el arrendador por el importe
del precio convenido en el subarriendo que se halle debiendo al tiempo del requerimiento,
considerando no hechos los pagos adelantados, a no haberlos verificado con arreglo a la
costumbre.
Arrendador Arrendatario/Subarrendador
1
2
Subarrendatario
2. El contrato de obra: se encuentra en el artículo 1597 CC: “Los que ponen su trabajo y
materiales en una obra ajustada alzadamente por el contratista, no tienen acción contra el dueño
de ella sino hasta la cantidad que éste adeude a aquél cuando se hace la reclamación”.
143
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Comitente Contratista
1
2
Subcontratista
Con carácter general, responderá el productor por la falta de conformidad cuando ésta
se refiera al origen, identidad o idoneidad de los bienes de consumo, de acuerdo con su
naturaleza y finalidad, y con las normas que los regulan.
Distribuidor
Minorista
Consumidor
La ley prevé una serie de derechos del consumidor frente a su vendedor derivados de
la falta de conformidad del bien con el contrato. Concretamente, se prevé la posibilidad
de que el consumidor se dirija directamente al fabricante o productor, que no es parte
del contrato. Con carácter general, el productor responde directamente de la falta de
conformidad si se trata de la inadecuación del producto a su finalidad. Estos derechos
144
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Es una figura con similitudes relevantes con el contrato en favor de tercero. Es un contrato
en el que se concede a una de las partes, o a ambas, la facultad de designar quién ocupará
el lugar del contratante después de celebrarlo, quedando quien lo designe fuera del mismo.
Esta facultad de designación de nuevo contratante puede atribuirse a una o las dos partes.
A B A C
(B desaparece del contrato)
C
(B designa a C)
145
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Modalidades de representación:
146
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
147
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
1. Relación causal: es la relación entre las partes que justifica la existencia de un poder de
representación otorgado por el Representado hacia el Representante. El poder de
representación no se otorga en el vacío, sino que proviene y se sustenta en un contrato
que puede ser de muchos tipos, pero los más comunes son:
ii. El contrato de servicios: éste es oneroso (art. 1583 CC: prestación de servicios a
cambio de precio). Por ejemplo, los abogados que prestan sus servicios legales a su
cliente muchas veces reciben poderes de representación por parte de éste para
determinadas actuaciones o gestiones.
148
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Todos estos contratos y relaciones pueden existir –y existen- sin llevar aparejados
necesariamente un poder de representación, pero son de ordinario los que explican y
sirven de fundamento causal al otorgamiento de un poder de representación.
2. Poder o apoderamiento: se explica causalmente por uno u otro de los contratos que hemos
visto en el apartado anterior. Es un negocio jurídico unilateral (sólo una parte emite o
realiza una declaración de voluntad el representado) por el cual el representado
autoriza al representante a actuar en su interés y en su nombre. Este negocio de
apoderamiento se traduce en un título de legitimación del representante para actuar en
nombre del dominus, que se llama poder de representación.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
del poder general, conforme a lo dispuesto en el apartado anterior. 3. En todos los demás
casos en que así lo exijan las leyes”.
Forma del poder de representación: Si adaptamos el artículo 1710 CC que habla del
mandato al poder de representación tendríamos que “El poder de representación puede ser
expreso o tácito. El expreso puede darse por documento público o privado y aun de palabra. La
aceptación puede ser también expresa o tácita, deducida esta última de los actos del
representante”. En resumen:
• Según la LEC en el ámbito procesal, el poder para pleitos se exige que se haga en
documento notarial o por comparecencia ante el secretario judicial (art. 24 LEC: “El
poder en que la parte otorgue su representación al procurador habrá de estar autorizado por
notario o ser conferido por comparecencia ante el Secretario Judicial del tribunal que haya de
conocer del asunto”).
• Como forma ad probationem, según el art. 1280 apartado 5 CC, deberán constar en
documento público: “El poder para contraer matrimonio, el general para pleitos y los
especiales que deban presentarse en juicio; el poder para administrar bienes, y cualquier otro
que tenga por objeto un acto redactado o que deba redactarse en escritura pública, o haya de
perjudicar a tercero”.
Aspecto externo: es la relación entre el representante y los terceros. A estos contratos los
llamamos contratos representativos, que deben sujetarse, en cuanto a la actuación en ellos
del representante, a lo que le haya marcado el representado en sus órdenes, instrucciones o
indicaciones. Éste puede intervenir en la formación de la declaración de voluntad que el
representante expresará al contratar, mediante instrucciones, recomendaciones o
restricciones de actuación.
En cuanto a la actuación del representante, veremos dentro del aspecto externo dos tipos de
situaciones:
150
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
celebrado a nombre de otro por quien no tenga su autorización o representación legal será nulo,
a no ser que lo ratifique la persona a cuyo nombre se otorgue antes de ser revocado por la otra
parte contratante”.
El contrato producirá efectos y será válido sólo si y a partir del momento en el que el
representado lo ratifique. La ratificación puede ser tácita o expresa. El representado,
una vez ratifica el contrato, es responsable frente al tercero. Sin ratificación, por el
contrario, el contrato celebrado por el falso representante no produce efectos ni es
válido, aunque pueda generar responsabilidad para el falso representante.
Ej1: el artículo 13.3 de la Ley de Arrendamientos Urbanos que establece que el inquilino que
contrata con quien no es propietario pero aparece como tal en el registro de la propiedad, obtiene
un contrato que se le mantiene durante 5 años.
El representante actúa en interés y con las indicaciones de otra persona, pero de cara al
exterior parece que actúa en nombre propio. El representante al contratar no declara su
condición sino que externamente contrata en nombre propio.
Diferencia con la representación directa: Cambian los efectos del contrato en cuanto al
representado y el tercero. En principio, y como regla, los efectos del contrato se producen
por tanto entre representante y tercero únicamente.
151
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
El artículo 1717 del CC lo explica: “Cuando el mandatario obra en su propio nombre, el mandante
no tiene acción contra las personas con quienes el mandatario ha contratado, ni éstas tampoco contra
el mandante.En este caso el mandatario es el obligado directamente en favor de la persona con quien
ha contratado, como si el asunto fuera personal suyo. Exceptúase el caso en que se trate de cosas
propias del mandante.Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de las acciones entre
mandante y mandatario”.
El propio Código Civil en el art. 1717 contempla una excepción a la falta de efectos entre el
tercero y el representado: cuando se trate de cosas propias del representado. En ese caso sí
estarán vinculados ambos sujetos. Si hacemos una interpretación extensiva de la expresión
“cosas propias”, podremos extender este vínculo también:
• Cuando el representante compre algo con dinero propiedad del representado (ya que lo
que compra será propiedad del representado).
• Podemos seguir y añadir además no sólo las cosas propias, sino también los asuntos,
negocios, empresas… es decir, cosas de exclusivo interés del representado. Aunque el
representante no lo diga, el asunto es propio del representado que se da la relación
representado-tercero. Esta segunda extensión no parece procedente, pues supondría en
la práctica eliminar la diferencia entre representación directa e indirecta.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Entonces:
• Si el representante con autorización para nombrar sustituto elige a un insolvente o
incapaz para la tarea, responde de él.
• Si el representado no autoriza (ni autoriza, ni prohíbe) la sustitución y el
representante escoge a un sustituto, responderá de él.
• Si el representado prohíbe la sustitución, lo hecho por el sustituto será nulo.
Al no haber normas en el Código Civil sobre el apoderamiento, tenemos que recurrir a las
del mandato. El artículo 1732 del CC sintetiza todas las causas de extinción:
153
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
También, hay que añadir, por la extinción de la relación que justifica la existencia del poder
de representación (si se acaba el contrato se trabajo, el mandato, el contrato de servicios o la
misma relación obligacional), se da fin a éste.
Hay una carga o condición general de eficacia que corre a cargo del representado, y es la de
comunicar a los terceros y al representante la revocación. Y es que la revocación no afecta a
los terceros que hayan contratado con el representante hasta que no se les comunique (art.
1734 CC). Los terceros que contratan con éste, aun después de la extinción del poder
pueden entender que siguen vinculados con el representado si ignoraban la revocación.
Los contratos hechos por el representante que no sabía nada de la revocación, son válidos y
surten efectos frente a terceros (art. 1738 CC).
La revocación puede ser tácita, por ejemplo al nombrar un nuevo representante para el
mismo negocio que se encargó al anterior, o por la decisión de extinguir la relación causal
subyacente entre representante y representado. También a esta revocación tácita, por
descontado, se le aplican las previsiones de comunicación al representante y a los terceros
para contratar con los cuales se otorgó el poder.
1.6. El autocontrato
“No podrán adquirir por compra, aunque sea en subasta pública o judicial, por sí ni por
persona alguna intermedia:
1. Los que desempeñen algún cargo tutelar, los bienes de la persona o personas que estén
bajo su guarda o protección.
2. Los mandatarios, los bienes de cuya administración o enajenación estuviesen encargados.
154
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
155
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
propia o ajena, del mismo, análogo o complementario género de actividad del que constituya el
objeto social. Dicha información se incluirá en la memoria.
5. A efectos del presente artículo, tendrán la consideración de personas vinculadas a los
administradores:
1. El cónyuge del administrador o las personas con análoga relación de afectividad.
2. Los ascendientes, descendientes y hermanos del administrador o del cónyuge del
administrador.
3. Los cónyuges de los ascendientes, de los descendientes y de los hermanos del
administrador.
4. Las sociedades en las que el administrador, por sí o por persona interpuesta, se
encuentre en alguna de las situaciones contempladas en el artículo 4 de la Ley 24/1988,
de 28 de julio, del Mercado de Valores.
Respecto del administrador persona jurídica, se entenderán que son personas vinculadas las
siguientes:
1. Los socios que se encuentren, respecto del administrador persona jurídica, en alguna de
las situaciones contempladas en el artículo 4 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del
Mercado de Valores.
2. Los administradores, de derecho o de hecho, los liquidadores, y los apoderados con
poderes generales del administrador persona jurídica.
3. Las sociedades que formen parte del mismo grupo, tal y como éste se define en el
artículo 4 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores, y sus socios.
4. Las personas que respecto del representante del administrador persona jurídica tengan
la consideración de personas vinculadas a los administradores de conformidad con lo
que se establece en el párrafo anterior”.
156
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
5. El desistimiento: es la pérdida de eficacia (no sólo con efecto hacia el futuro, sino
desde el inicio) de un contrato por la voluntad unilateral de uno de los contratantes.
La nulidad implica una invalidez total e insubsanable ya que al contrato le falta uno de los
elementos esenciales (objeto, causa, consentimiento o forma esencial o solemne) o suponen
una vulneración de la ley imperativa.
157
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
La anulabilidad consiste en una anomalía en la formación del contrato, de forma que si una
de las partes la hace valer, hará que éste se considere inválido. Es el contratante al que
afectaba negativamente la anomalía el que decide si el contrato producirá efectos o no,
decidiendo si hace valer la causa de anulabilidad.
La nulidad: Es una forma de invalidez que opera de pleno derecho, es decir, que no
necesita ser solicitada o exigida por nadie ya que es el contrato el que por sí sólo es incapaz
de producir efectos. Aunque sí es cierto que a veces el contrato puede haber creado una
apariencia de validez, como por ejemplo un contrato con objeto ilícito (contratos de
blanqueo de capital en Marbella, un contrato simulado), lo que exigirá destruir esa
apariencia de validez.
Pero sí hay dos excepciones, dos posibilidades extraordinarias de eludir la falta total de
efectos en un contrato nulo:
1. La convalidación de los actos sin poder o sin poder de disposición: Esta posibilidad se da en
algunos contratos que serían nulos como, por ejemplo, en la representación sin poder.
El artículo 1259 CC establece la ratificación del representado como un modo de
convalidación de la nulidad de lo hecho por el representante sin poder: “El contrato
celebrado a nombre de otro por quien no tenga su autorización o representación legal será nulo, a
no ser que lo ratifique la persona a cuyo nombre se otorgue antes de ser revocado por la otra
parte contratante”.
Otro ejemplo de contratos donde cabe una convalidación semejante es en los casos de
falta de poder de disposición. Imaginemos que una finca es propiedad de 4 personas,
siendo éstos copropietarios, y uno de ellos vende la totalidad a un tercero. Este contrato
es ineficaz porque el vendedor no tenía el poder de disposición sobre toda la finca, sino
que sólo podría haber vendido su parte. Este contrato es convalidable si después los
otros tres copropietarios ratifican esa compraventa, convirtiéndola en plenamente
eficaz. Sin embargo, aquí se podría acaso entender que el contrato sin poder de
disposición no era nulo radicalmente, y que por tanto no se estaría ante un verdadero
caso de convalidación de la nulidad contractual.
158
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
La acción de nulidad: es una acción declarativa, porque no innova ni constituye una nueva
situación jurídica sino que pone de manifiesto algo que ya era así desde un principio: que el
contrato era ineficaz desde el día de su celebración. Además es una acción imprescriptible,
ya que no hay plazo para ejercitarla.
Consecuencias de la nulidad:
a) Efectos retroactivos: falta total de efectos del contrato, como si éste no hubiera existido.
b) Acción de restitución: en caso de que el contrato hubiera producido efectos, se destruye la
apariencia mediante la restitución al momento anterior a la celebración de éste (art.
1303 CC). Así que los contratantes deben devolverse recíprocamente las cosas objeto del
contrato, dándose lugar a obligaciones recíprocas de restitución (art. 1308 CC). Hay una
serie de limitaciones a la acción de restitución en casos de nulidad por deficiencias
relativas a la causa:
- La nulidad por causa ilícita que constituye delito o falta: el 1305 del CC hace
referencia a ello: “Cuando la nulidad provenga de ser ilícita la causa u objeto del contrato,
159
Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
si el hecho constituye un delito o falta común a ambos contratantes carecerán de toda acción
entre sí, y se procederá contra ellos, dándose, además, a las cosas o precio que hubiesen sido
materia del contrato, la aplicación prevenida en el Código penal respecto a los efectos o
instrumentos del delito o falta.
Esta disposición es aplicable al caso en que sólo hubiere delito o falta de parte de uno de los
contratantes; pero el no culpado podrá reclamar lo que hubiese dado, y no estará obligado a
cumplir lo que hubiera prometido”.
- La nulidad por causa torpe: el artículo 1306 del CC habla de ello: “Si el hecho en que
consiste la causa torpe no constituyere delito ni falta, se observarán las reglas siguientes:
1. Cuando la culpa esté de parte de ambos contratantes, ninguno de ellos podrá repetir lo que
hubiera dado a virtud del contrato, ni reclamar el cumplimiento de lo que el otro hubiese
ofrecido.
2. Cuando esté de parte de un solo contratante, no podrá éste repetir lo que hubiese dado a
virtud del contrato, ni pedir el cumplimiento de lo que se le hubiera ofrecido. El otro, que
fuera extraño a la causa torpe, podrá reclamar lo que hubiera dado, sin obligación de cumplir
lo que hubiera ofrecido”.
Casos de nulidad:
Según algunos, también los supuestos del 6.3 CC: “Los actos contrarios a las normas
imperativas y a las prohibitivas son nulos de pleno derecho, salvo que en ellas se establezca
un efecto distinto para el caso de contravención”. Es decir, los contratos contrarios a las
normas imperativas y prohibitivas son nulos de pleno derecho a no ser que la ley
haya establecido consecuencias diferentes.
3. Casos de falta de poder de representación o disposición: casos en los que el que carece de
poder de representación o disposición contrata con un tercero sin la posterior
convalidación por parte del representado en el primer caso, o de los copropietarios
en el segundo.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
- Al ser una acción protectora de la parte que padecía la incapacidad o que ha sufrido el
vicio en la formación de su voluntad, sólo podrá ejercitarla aquél en cuyo favor se haya
previsto la acción en cuestión. Es decir, el que haya sufrido el vicio o el representante
del incapaz para contratar o este mismo, cuando la recupere.
- También padres o tutores del menor o incapacitado y, excepcionalmente, otras
personas con interés directo en que la anulabilidad se determine por tener interés
inmediato en el contrato, como, por ejemplo, los fiadores.
- ¿En qué casos un tercero puede ejercitar la acción? En el ámbito del régimen
matrimonial. El 1322 CC dice: “cuando la ley requiera para un acto de administración o
disposición que uno de los cónyuges actúe con el consentimiento del otro, los
realizados sin él y que no hayan sido expresa o tácitamente confirmados podrán ser
anulados a instancia del cónyuge cuyo consentimiento se haya omitido”. Un ejemplo de
acto en el que la ley requiere el consentimiento de ambos es el del artículo 1320 CC:
“Para disponer de los derechos sobre la vivienda habitual y los muebles de uso
ordinario de la familia, aunque tales derechos pertenezcan a uno solo de los cónyuges,
se requerirá el consentimiento de ambos o, en su caso, autorización judicial”, por
ejemplo, para vender el domicilio conyugal. El régimen es similar en el art. 9 CF, donde
se prevé expresamente la anulabilidad ejercitable durante 4 años desde el conocimiento
o la inscripción de la venta de la vivienda familiar.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Podríamos decir que tiene una eficacia retroactiva porque purifica todos los vicios del
negocio desde el momento de su celebración, como si nunca hubieran existido.
Consecuencias de la anulabilidad:
a) Efectos retroactivos de la anulación: hasta el momento de la celebración del contrato.
b) Acción de restitución: en caso de que el contrato hubiera producido efectos, se destruye
la apariencia mediante la restitución al momento anterior a la celebración de éste. Así
que los contratantes deben devolverse recíprocamente las cosas objeto del contrato.
Sólo en el caso del 1304 CC no hay que restituir: “cuando la nulidad proceda de la
incapacidad de uno de los contratantes, no está obligado el incapaz a restituir sino en cuanto se
enriqueció con la cosa o precio que recibiera”.
STS, 1ª, 25.4.2007 (RJ 2007\2320): imposibilidad de cumplimiento del contrato de compraventa
de fincas por parte de los vendedores. El tribunal condena a restituir a los compradores el valor
actual de las cantidades entregadas a cuenta del precio.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
1. Lesión a uno de los contratantes: cuando uno de los contratantes sufre un perjuicio
económico.
Ej1: en derecho catalán y navarro existe la rescisión por lesión ultra dimidium en la
compraventa de bienes inmuebles (en Navarra, también para los muebles). Si el precio
de la compraventa es menos de la mitad del precio justo, el vendedor puede rescindir el
contrato y recibir el bien inmueble vendido (restitución).
• Art. 322 Compilació de dret civil de Catalunya: la acción rescisoria dura 4 años
y no es renunciable con carácter previo, salvo en Tortosa.
• Art. 323 Compilació de dret civil de Catalunya: en las ventas globales de varios
objetos, le lesión se apreciará globalmente.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
• Art. 324 Compilació de dret civil de Catalunya: aplicación del art. 1295 CC con
cambios en materia de frutos y gastos.
“Serà aplicable a la rescissió el que disposa l'article 1.295 del Codi Civil, però no hauran
d'ésser restituïts els fruits o els interessos anteriors a la reclamació judicial, i hauran
d'ésser abonades les despeses extraordinàries de conservació o refecció i les millores
útils”.
Este tipo de rescisión (la rescisión por lesión) en el Código Civil es muy limitada (art.
1293) y se restringe a los siguientes casos: (i) a favor de menores, incapaces o ausentes
en los contratos celebrados por los representantes de éstos; (ii) en la partición
hereditaria (art. 1074 CC) y, (iii) por aplicación de las reglas de esta, a la liquidación de
la sociedad civil (art. 1708 CC) y de los gananciales (art. 1410 CC).
Ej.: la lesión en la partición hereditaria, que es el reparto de la herencia entre los herederos. En
estos casos se da lesión cuando hay una diferencia de un 25% entre lo recibido por la herencia y lo
que se debería recibir. Si la diferencia es mayor a un 25% el contrato sí es rescindible. En derecho
catalán este tipo de acción recibe el nombre de rescisión por lesión de partición hereditaria y la
diferencia debe ser del 50% (art. 464-13 CCCat).
2. Protección frente a la lesión a los contratantes menores, incapaces o ausentes (art. 1291.1 y 2
CC)
3. Fraude a los derechos de terceros -acreedores fundamentalmente- (art. 1291.3 CC y 1297 CC):
un contrato válido que está teniendo como finalidad defraudar los derechos de cobro
de los acreedores es rescindible. Si B tiene muchos acreedores y tiene un piso pero se lo
vende a C con tal de que éstos no puedan cobrar, lo que sí podrán hacer es intervenir en
esa compraventa rescindiéndola (ya que es un fraude hacia el derecho de cobro de
terceros los acreedores). Los arts. 1292 y 1297 CC contienen algunas presunciones de
fraude a estos efectos.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
4. El caso del 1391 CC dentro de la sociedad de gananciales: “Cuando el cónyuge hubiere realizado
un acto en fraude de los derechos de su consorte será, en todo caso, de aplicación lo dispuesto en
el artículo anterior y, además, si el adquirente hubiere procedido de mala fe, el acto será
rescindible”. Se refiere a actos en el marco de la sociedad de gananciales en los que uno
de los cónyuges actúa para defraudar los derechos del otro, donde el cónyuge
defraudador deberá restituir los lucros o provechos recibidos y, además, serán
rescindibles los contratos hechos de mala fe con un tercero, si éste era conocedor de esa
mala fe del cónyuge con el que contrató.
En la actualidad, la rescisión tiene una gran importancia en el ámbito del concurso: art. 71
Ley Concursal:
“Acciones de reintegración.
1. Declarado el concurso, serán rescindibles los actos perjudiciales para la masa activa realizados
por el deudor dentro de los dos años anteriores a la fecha de la declaración, aunque no hubiere
existido intención fraudulenta.
2. El perjuicio patrimonial se presume, sin admitir prueba en contrario, cuando se trate de actos
de disposición a título gratuito, salvo las liberalidades de uso, y de pagos u otros actos de
extinción de obligaciones cuyo vencimiento fuere posterior a la declaración del concurso.
3. Salvo prueba en contrario, el perjuicio patrimonial se presume cuando se trate de los siguientes
actos:
1. Los dispositivos a título oneroso realizados a favor de alguna de las personas
especialmente relacionadas con el concursado.
2. La constitución de garantías reales a favor de obligaciones preexistentes o de las nuevas
contraídas en sustitución de aquéllas.
4. Cuando se trate de actos no comprendidos en los dos supuestos previstos en el apartado
anterior, el perjuicio patrimonial deberá ser probado por quien ejercite la acción rescisoria.
5. En ningún caso podrán ser objeto de rescisión los actos ordinarios de la actividad profesional o
empresarial del deudor realizados en condiciones normales, ni los actos comprendidos en el
ámbito de leyes especiales reguladoras de los sistemas de pagos y compensación y liquidación de
valores e instrumentos derivados.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Acción rescisoria: es una acción subsidiaria ya que sólo se puede ejercitar cuando no se
puede reparar al perjudicado de otro modo. Es constitutiva, no declarativa ya que es la
sentencia la que provoca la rescisión.
¿Contra quién se ejerce la acción rescisoria? (legitimación pasiva): los responsables del
perjuicio que la rescisión trata de eliminar, es decir:
- El tutor y el que haya contratado con él.
- El representante del ausente y el que haya contratado con él.
- El deudor insolvente y el que haya cooperado a su insolvencia.
- El demandado que enajena la cosa litigiosa y con el que haya contratado.
- El cónyuge defraudador y aquel con quien hubiera contratado.
Plazo de caducidad: La acción caduca a los 4 años (art. 1299 CC). Para los sujetos a tutela y
para los ausentes, los 4 años empezarán al cesar la incapacidad o la minoría de edad o
desde que haya aparecido el ausente (al reaparecer).
Efectos y límites de la acción rescisoria: El artículo 1295 del CC establece: “La rescisión obliga
a la devolución de las cosas que fueron objeto del contrato con sus frutos, y del precio con sus
intereses; en consecuencia, sólo podrá llevarse a efecto cuando el que la haya pretendido pueda
devolver aquello a que por su parte estuviese obligado. Tampoco tendrá lugar la rescisión cuando las
cosas objeto del contrato se hallaren legalmente en poder de terceras personas que no hubiesen
procedido de mala fe. En este caso podrá reclamarse la indemnización de perjuicios al causante de la
lesión”.
Ejemplo: B es un deudor con muchos acreedores, éste hace una compraventa en fraude de acreedores
con C vendiéndole lo único que le queda: un piso. C vende el piso a D, que es de buena fe. Pues en
este caso, los acreedores no pueden rescindir el contrato de B con C, porque ahora el que tiene el piso
es un tercero que no ha procedido de mala fe. El remedio que les queda a los acreedores es reclamarle
a B la indemnización de daños y perjuicios.
1.3. La denuncia
Extinción, con efectos hacia el futuro, y por voluntad unilateral del contratante, de
contratos de duración continuada y, en especial, de duración indefinida. Los contratantes
pueden entablar, cómo y cuánto quieran, relaciones contractuales, pero no se admite la
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
vinculación perpetua, esto es, un contrato que no establezca límite alguno a la duración de
los vínculos contractuales. En los contratos de duración indefinida, para evitar la
perpetuidad, es un principio general que cualquier contratante los pueda extinguir de cara
al futuro sin eliminar la eficacia que ya haya tenido. Lo contrario sería contrario al orden
público contractual español. Por ejemplo, la sociedad civil por tiempo indefinido (arts. 1700
y 1705 CC) es válida, pero permite a los socios denunciar el contrato.
1. ¿La denuncia comporta obligación de indemnizar por parte del que la ejercita para
subsanar los perjuicios que le produzca la denuncia al otro contratante? Por
ejemplo, la Ley 12/1992, de 27 de mayo, de contrato de agencia prevé:
• Art. 28: indemnización por aprovechamiento de la clientela lograda por el
agente en caso de extinción no achacable al agente o por muerte del agente.
• Art. 29: indemnización por gastos e inversiones no amortizadas en caso de
denuncia del contrato por el empresario principal.
2. ¿Cabe denuncia aunque el contrato sea por tiempo definido? Al menos en los
contratos que implican prestación de servicios o relación de confianza, parece que
sí se puede denunciar antes de que se acabe el contrato aunque, si no hay justa
causa, habrá en ese caso indemnizaciones de daños y perjuicios que incluirán todos
los que la parte perjudicada pueda acreditar.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
contratos (definidos por su tipo o por sus circunstancias de celebración) entre empresas y
consumidores:
1. Arts. 68 y ss. del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el
Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras
leyes complementarias: regulan el régimen general del derecho de desistimiento sin fijar
su ámbito de aplicación.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
Transcurridos los tres meses sin haberse completado la información y sin que el adquirente haya
hecho uso de su derecho de resolución, éste podrá igualmente desistir dentro de los diez días
siguientes al de expiración del plazo, según lo establecido en el citado apartado 1 de este artículo.
3. El desistimiento o resolución del contrato deberá notificarse al propietario o promotor en el
domicilio que a estos efectos figure necesariamente en el contrato.
La notificación podrá hacerse por cualquier medio que garantice la constancia de la comunicación
y de su recepción, así como de la fecha de su envío. Tratándose de desistimiento, será suficiente
que el envío se realice antes de la expiración del plazo.
Si el contrato se celebra ante notario en el caso del artículo 14.2, el desistimiento deberá hacerse
constar en acta notarial. Ésta será título hábil para reinscribir el derecho de aprovechamiento a
favor del transmitente”.
3. Ley de ordenación del comercio minorista: en el art. 44 se regula la venta a distancia para
la que se prevé el derecho de desistimiento durante 7 días hábiles desde la recepción
en contratos a distancia, aunque se excluyen algunos bienes (copiables, deteriorables,
sujetos a fluctuaciones de precios, etc.).
Art. 44. Derecho de desistimiento: “1. El comprador dispondrá de un plazo mínimo de siete
días hábiles para desistir del contrato sin penalización alguna y sin indicación de los motivos.
Será la ley del lugar donde se ha entregado el bien la que determine qué días han de tenerse
por hábiles.
2. El ejercicio del derecho de desistimiento no estará sujeto a formalidad alguna, bastando que
se acredite en cualquier forma admitida en derecho.
3. El derecho de desistimiento no puede implicar la imposición de penalidad alguna, si bien
podrá exigirse al comprador que se haga cargo del coste directo de devolución del producto al
vendedor.
No obstante lo anterior, en los supuestos en que el vendedor pueda suministrar un producto de
calidad y precio equivalentes, en sustitución del solicitado por el consumidor, los costes
directos de devolución, si se ejerce el derecho de desistimiento, serán por cuenta del vendedor
que habrá debido informar de ello al consumidor.
Serán nulas de pleno derecho las cláusulas que impongan al consumidor una penalización por
el ejercicio de su derecho de desistimiento o la renuncia al mismo.
4. A efectos del ejercicio del derecho de desistimiento, el plazo se calculará a partir del día de
recepción del bien, siempre que se haya cumplido el deber de información que impone el
artículo 47.
5. En el caso de que el vendedor no haya cumplido con tal deber de información, el comprador
podrá resolver el contrato en el plazo de tres meses a contar desde aquel en que se entregó el
bien. Si la información a que se refiere el artículo 47 se facilita durante el citado plazo de tres
meses, el período de siete días hábiles para el desistimiento empezará a correr desde ese
momento. Cuando el comprador ejerza su derecho a resolver el contrato por incumplimiento
del deber de información que incumbe al vendedor, no podrá éste exigir que aquel se haga
cargo de los gastos de devolución del producto.
6. Cuando el comprador haya ejercido el derecho de desistimiento o el de resolución conforme
a lo establecido en el presente artículo, el vendedor estará obligado a devolver las sumas
abonadas por el comprador sin retención de gastos. La devolución de estas sumas deberá
efectuarse lo antes posible y, en cualquier caso, en un plazo máximo de treinta días desde el
desistimiento o la resolución. Corresponde al vendedor la carga de la prueba sobre el
cumplimiento del plazo. Transcurrido el mismo sin que el comprador haya recuperado la suma
adeudada, tendrá derecho a reclamarla duplicada, sin perjuicio de que además se le
indemnicen los daños y perjuicios que se le hayan causado en lo que excedan de dicha
cantidad.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
7. En caso de que el precio haya sido total o parcialmente financiado mediante un crédito
concedido al comprador por parte del vendedor o por parte de un tercero previo acuerdo de
éste con el vendedor, el ejercicio del derecho de desistimiento o de resolución contemplados en
este artículo implicará al tiempo la resolución del crédito sin penalización alguna para el
comprador.
8. El transcurso del plazo del derecho de desistimiento sin ejecutarlo no será obstáculo para el
posterior ejercicio de las acciones de nulidad o resolución del contrato cuando procedan
conforme a derecho”.
El art. 10 regula con carácter general, sin prever en qué casos se aplica, los efectos del
derecho de desistimiento.
4. Art. 83 a) Ley de contrato de seguro: en el ámbito del contrato de seguro de vida son 30
días después de la recepción de la póliza.
“Artículo 83 a.
1. El tomador del seguro en un contrato de seguro individual de duración superior a seis meses
que haya estipulado el contrato sobre la vida propia o la de un tercero tendrá la facultad
unilateral de resolver el contrato sin indicación de los motivos y sin penalización alguna dentro
del plazo de 30 días siguientes a la fecha en la que el asegurador le entregue la póliza o
documento de cobertura provisional.
Se exceptúan de esta facultad unilateral de resolución los contratos de seguro en los que el
tomador asume el riesgo de la inversión, así como los contratos en los que la rentabilidad
garantizada esté en función de inversiones asignadas en los mismos.
2. La facultad unilateral de resolución del contrato deberá ejercitarse por el tomador mediante
comunicación dirigida al asegurador a través de un soporte duradero, disponible y accesible para
éste y que permita dejar constancia de la notificación. La referida comunicación deberá expedirse
por el tomador del seguro antes de que venza el plazo indicado en el apartado anterior.
3. A partir de la fecha en que se expida la comunicación a que se refiere el apartado anterior
cesará la cobertura del riesgo por parte del asegurador y el tomador del seguro tendrá derecho a
la devolución de la prima que hubiera pagado, salvo la parte correspondiente al período de
tiempo en que el contrato hubiera tenido vigencia. El asegurador dispondrá para ello de un plazo
de 30 días a contar desde el día que reciba la comunicación de rescisión”.
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Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil Patrimonial
e. créditos garantizados ya sea por una hipoteca sobre un bien inmueble o por un derecho
sobre un inmueble;
f. las declaraciones de consumidores hechas con la intervención de Notario, siempre y
cuando éste dé fe de que se han garantizado los derechos del consumidor contemplados
en el artículo 7;
g. los planes de pensiones.
3. El consumidor que ejerza el derecho de desistimiento lo habrá de comunicar al proveedor en
los términos previstos por el contrato, antes de que finalice el plazo correspondiente, por un
procedimiento que permita dejar constancia de la notificación de cualquier modo admitido en
Derecho. Se considerará que la notificación ha sido hecha dentro de plazo si se hace en un soporte
de papel o sobre otro soporte duradero, disponible y accesible al destinatario, y se envía antes de
expirar el plazo.
4. En el caso de que al contrato a distancia sobre el que se haya ejercido el derecho de
desistimiento, se le haya vinculado otro contrato a distancia de servicios financieros prestados
por el mismo proveedor o por un tercero, previo acuerdo con el proveedor, dicho contrato
adicional también quedará resuelto, sin penalización alguna.
5. Las previsiones contenidas en la presente Ley en relación con el derecho de desistimiento no
serán de aplicación a los contratos resueltos como consecuencia del ejercicio del derecho de
desistimiento reconocido en otra norma.
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