TALLER COCINA

MANZANAS CON CHOCOLATE

Para darle un toque goloso a la fruta de todos los días,

es suficiente cortarla en gajos o rebanadas y
espolvorearla con granola o frutos secos picados,
decorando luego con un hilo de chocolate fundido o
topping de chocolate, caramelo, o el gusto que
prefiráis.

SÁNDWICH DE NUTELLA O NOCILLA,

hecho con pan de molde sin corteza. Para hacerlo aún más
llamativo podemos cubrirlo con fideítos de colores y
cortarlos con formas, no os perdáis los detalles en el
enlace.

Con pan de molde también podemos hacer tartas o

pasteles gratinados al horno como éste… ¡una verdadera
tentación! Se untan las rebanadas de pan de molde con un
poco de mantequilla (imagen 3) y se ponen de canto en un
molde de horno aceitado, un poco separadas entre sí (2).
Rellenamos los espacios con rodajas de tomate y lonchas
de jamón (5), y luego vertemos encima una mezcla de
leche y huevos batidos, condimentados con sal y pimienta
(6). Espolvoreamos con un queso rallado que se derrita
(7), llevamos al horno precalentado a 180° y horneamos
hasta que el queso se dore.

Una variante de la anterior receta que os hemos dado se

puede hacer con el pan de molde de una sola pieza,
haciéndole cortes diagonales sin llegar a cortarlo del todo,
y luego rellenando los espacios con queso, perejil y huevo
batido con queso rallado y pimienta. De nuevo horneamos
hasta que el queso se funda y el pan esté dorado
¡Delicioso!

Hace un tiempo os mostramos 4 cupcakes salados para

niños entre los que se encuentra este cupcake de pan de
molde, bacon y huevo. Se trata de una receta sustanciosa
que se prepara realmente en 10 minutos… ¡una verdadera
comida exprés!
Nos encantan las recetas para niños en las que podemos hacer participar a los peques,
y estas galletas divertidas con forma de cerilla son muy fáciles de hacer, ideales para
pasar una tarde con nuestros cocineritos preferidos. Son una buena opción para regalar,
podemos preparar cajas como la de la foto principal, ¡y tendremos perfectas cajas de
cerillas gigantes!

Muchas veces os hemos enseñado cómo decorar las galletas de manera original y
divertida, como estas galletas para la vuelta al cole que os presentamos hace un
tiempo. Hoy se trata de preparar nosotros mismos las galletas, con una de esas recetas
fáciles que conviene guardar porque nos servirá para un sinfín de recetas.

¿Ya os habéis puesto el delantal?

Ingredientes

Para la masa (aproximadamente 40 cerillas):

 250 gr. de harina 00

 125 gr. de azúcar glas
 150 gr. de mantequilla
 2 yemas de huevo
 1 sobre de esencia de vainilla en polvo
 1 pizca de sal

Para el glasé real:

 130 gr. de azúcar glas

 1 clara de huevo
 colorante alimentario rojo
 unas gotas de jugo de limón

Cómo preparar las galletas con forma de cerilla

Comenzamos preparando la masa. Sacamos la mantequilla de la nevera y la dejamos a

temperatura ambiente por aproximadamente 20 minutos, luego ponemos el harina y la
mantequilla cortada en trocitos en el robot de cocina, y mezclamos bien hasta obtener
una especie de arenilla. Ponemos esta arenilla en un recipiente grande y agregamos el
azúcar glas, la esencia de vainilla, las yemas y la sal. Comenzamos a amasar con las
manos, hasta obtener una masa compacta y elástica. Cuando la masa estará lista,
formamos una bola,  la cubrimos con film y la dejamos descansar en la nevera por
media hora.
Pasada la media hora, comenzamos a preparar las cerillas. Como la masa contiene
mucha mantequilla, es conveniente dividirla y trabajarla un poco a la vez, para que no
se ablande. Entonces cogemos una parte de la masa para trabajarla y el resto la
conservamos en la nevera hasta el momento de usarla. Extendemos la masa con el
rodillo hasta obtener un espesor de alrededor de 1 cm, y luego cortamos tiras de
aproximadamente. 1 cm de ancho, y las dividimos en bastoncitos de aproximadamente.
6 cm. Vamos colocando los bastoncitos en una fuente  cubierta con papel para horno y
horneamos por 15–16 minutos a 180º.

Mientras las galletas están en el horno, preparamos el glasé: montamos a nieve la clara,
y vamos agregando el azúcar glas una cucharada a la vez, y algunas gotas de jugo de
limón (2 o 3), batiendo hasta que quede bien mezclado. Agregamos el colorante y
mezclamos hasta obtener el color deseado. Cuando las galletas se hayan enfriado,
sumergimos la punta en el glasé y ponemos las galletas sobre el borde de una mesa, con
la punta glaseada hacia afuera, para que el glasé se seque (aproximadamente. 1 hora)

Recetas de verano, consejos para reducir el azúcar

La limonada tradicional, como su nombre lo indica, es una bebida a base de zumo de

limón, agua y azúcar. Existen otras variantes que veremos donde se agrega además otras
frutas. La receta clásica lleva bastante azúcar, ¿cómo podemos reducirla o eliminarla?
En las limonadas con agregados de otras frutas, es muy sencillo: hoy por ejemplo
veremos la receta de la limonada de fresas y la de piña, dos frutas naturalmente dulces.
Si escogemos fresas y piñas de buena calidad y bien maduras, el dulzor natural de la
fruta será suficiente, aunque si os gusta más dulce podéis agregar miel. ¡Hemos
eliminado completamente el azúcar refinado!

En el caso de la limonada tradicional, es algo más complicado, porque hay que

endulzarla sí o sí… ¿Os imagináis la cara de los peques si les damos zumo de limón con
agua? En este caso, las alternativas al azúcar refinado son la miel, o el azúcar moreno
(atención a que sea realmente no refinado, en comercio hay ‟azúcar moreno” que no es
más que azúcar blanco con melaza). El sabor será algo diferente, pero igual de rico. No
os aconsejamos otros endulzantes porque es un tema muy delicado y controvertido, si en
casa los usáis también son una opción. Aclaramos por si hace falta que tanto la miel
como el azúcar moreno tienen un buen aporte de calorías, por lo que nuestra intención al
utilizarlos para reemplazar el azúcar refinado no es elaborar una bebida dietética, sino
más saludable.

Veamos entoces estas refrescantes recetas de verano, en su versión con o sin azúcar.

Recetas de verano, limonada tradicional

Ingredientes para 6 vasos grandes

 300 ml de zumo de limón recién exprimido

 1,5 l de agua
 300 gr de azúcar o 150 gr de miel

Preparación
Calentamos 300 ml de agua y disolvemos en ella el azúcar o la miel. Agregamos el
zumo de limón, el resto del agua bien fría, y servimos con hielo.

Recetas de verano, limonada de fresa

Ingredientes para 4 vasos grandes

 150 ml de zumo de limón recién exprimido

 1/2 kg de fresas maduras
 1 l de agua
 100 gr de azúcar o 50 gr de miel (opcional, si las fresas son dulces no hace falta)

Preparación

Licuamos las fresas con la mitad del agua, agregamos el zumo de limón. Agregamos el
resto del agua (si vamos a agregar azúcar o miel, calentamos el agua y la disolvemos en
ella) Servimos con hielo.

Recetas de verano, limonada brasileña

Esta limonada es bastante particular, porque lleva un poco de leche condensada. Como
sabréis la leche condensada está ya azucarada, por lo que os aconsejamos hacer pruebas
antes de agregar más azúcar

Recetas de verano, limonada de piña

Ingredientes para 6 vasos grandes

 1 piña pequeña
 1,5 l de agua
 el zumo de 2 limones
 2 cucharadas de azúcar o  1 de miel (opcional, si la piña es dulce no hace falta)

Preparación

Limpiamos la piña y la troceamos, y la licuamos. Agregamos el resto de los ingredientes

y mezclamos bien. Servimos bien frío, con hielo.
 ¡Esta idea me ha encantado! Podemos preparar
unas galletas fáciles de mantequilla y servirlas con queso
crema mezclado con un poquito de azúcar glas y una
bandeja con variedad de frutas cortadas. ¡Qué hambre me
ha entrado!

Comenzamos hablando de las simpáticas mariquitas de la

imagen principal. Seguro que conocéis la ensalada caprese
¿verdad? Tomate, queso mozzarella y albahaca,
condimentados con sal y un poco de aceite. Pues bien,
podemos convertir esta ensalada en un aperitivo
original usando un trozo de queso mozzarella de base, por
encima una hoja de albahaca y un tomatito cherry con unos
cortes para hacer el cuerpo de la mariquita. La cabeza y las
motas están hechas con olivas negras

¿Queréis que los niños alucinen con el postre? Pues

preparadles esta gelatina ¡con gusanos! Para hacerla os
bastará usar dos sabores diferentes de gelatina, dejando
enfriar el primero antes de echar el segundo en los vasos y
agregando gominolas con forma de gusano antes que
solidifique del todo ¡Terroríficamente delicioso!

http://www.pequerecetas.com/receta/gelatina-leche-y-frutas/

Para preparar los barquitos pirata necesitaremos

dividir el proceso en tres partes.

Paso 1. Vasitos de gelatina azul

Para realizar la base del barquito necesitaremos

realizar vasitos de gelatina azul para representar el
mar.

Ingredientes para hacer la gelatina azul

 1 sobre de gelatina neutra

 Colorante alimentario azul
  250ml de agua
 250 ml de zumo de manzana (Podéis utilizar un zumo que no tenga mucho color, como
el de manzana)

Disolvemos el contenido del sobre de gelatina en 250ml de agua hirviendo y removemos bien
hasta su completa disolución. Añadimos una gotitas de colorante alimentario azul y le
agregamos los 250ml de zumo de manzana. Cuando esté listo lo serviremos en vasitos de
chupito y dejaremos enfriar.

Paso 2. Las velas

Para hacer las velas tenéis que descargar e imprimir la plantilla pirata. Con la ayuda de un
cutter o cuchillo hacer un corte en el centro de la parte superior e inferior de la vela, como en la
imagen. Insertando un palillo de dientes a través de los cortes tendremos el mástil de nuestro
barco.

Paso 3. Las naranjas

Una vez tenemos los vasitos de gelatina y las velas preparadas, solo quedará montar nuestro
barco. ¿Cómo? ¡Cortando rodajas de naranja! Colocaremos la taza de gelatina azul como base.
Encima una rodaja de naranja y pincharemos en la naranja nuestra vela. ¡Tachan! Ya tenemos
nuestros barcos pirata.

¡Son barritas de yogur  y fruta! Prepararlas es muy sencillo,

necesitaréis yogur natural o griego endulzado (o podéis endulzarlo con
una cucharadita de miel) y fruta fresca, cereales, frutos secos… lo que
os guste agregarle a estas  “chocolatinas” para darles color y sabor.
Mezcláis todos los ingredientes y los extendéis sobre una fuente
cubierta con papel de horno, dándole un espesor de apróx. 1 cm. Lo
lleváis al congelador por 1 hora, hasta que esté bien congelado. Lo
retiráis, con un cuchillo bien afilado lo cortáis en trozos y ya están listas
para ser consumidas, o para guardarlas de nuevo en el congelador en
porciones.